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El señor ORTIZ (Vicepresidente).-
Terminó el tiempo del Comité del Partido por la Democracia.
Restan 4 minutos y 30 segundos al Comité del Partido Demócrata Cristiano.
Tiene la palabra el honorable Diputado señor Ignacio Balbontín.
El señor BALBONTÍN.-
Señor Presidente, quiero hacer distinciones de carácter conceptual.
Estoy de acuerdo en que, respecto de los regímenes electorales, se pueden tener muy diversos puntos de vista, sin constituir cuestiones de principios. Pero sí hay regímenes que se acercan más, y otros menos, a mejores soluciones.
Hay que dejar en claro que en este proceso de reforma municipal partimos desde un punto determinado. Eso sí se refiere a cuestiones de principios. Partimos de una dictadura a un sistema democrático. El proceso va desde aquellos que fueron designados "a dedo" y quienes fueron elegidos por el pueblo. En ese proceso, ha costado enormemente llegar a aproximaciones sucesivas. Por eso hablamos de que lo mejor es enemigo de lo bueno, y de que tenemos que buscar soluciones intermedias.
Creo que vamos a tener una próxima reforma en el terreno municipal para lograr una mayor descentralización. Eso también es una cuestión de principios. Pero la combinación de fuerzas políticas da lugar hoy sólo a este acuerdo.
Quiero decirlo claramente frente al país: no me asusta que tengamos criterios políticos. No me asusta la condición de político. Creo indispensable que asumamos la dignidad de la política. No estoy de acuerdo con quienes sistemáticamente bombardean al Congreso ya las instituciones democráticas, tratando de desgarrar, a través de los medios de comunicación de masas, el prestigio de las instituciones democráticas.
En definitiva, el sistema ha derivado en un desglose, pero para hacer consistente dos cosas: el sistema de elección que decidimos, que no es lo mejor, pero por lo menos permite que haya consistencia con la capacidad de gestión. Es decir, que haya un gobierno de mayorías y que el alcalde sea elegido en forma directa y conjunta, o sea, que el día en que haya una elección se sepa quién va a ser el alcalde de la comuna.
Lo anterior implica transparencia para la gente, significa la determinación de quién va a gobernar no va a quedar sólo en arreglos de pasillos. En consecuencias, va a darle una legitimidad y gobernabilidad mejores, no perfectas.
Estos elementos me convencen de que estamos en una aproximación hacia lo mejor; no hacía lo perfecto.
Además, considero indispensable que en la Comisión, producto de los acuerdos que allí se han insinuado con el Ejecutivo, se llegue progresivamente a un criterio compartido para buscar el financiamiento público de las elecciones. No me asusta que exista este financiamiento en las elecciones de este país, porque eso da lugar a la transparencia, a que no sea el poder del dinero que resuelva en definitiva quién va a ser elegido y en qué parte, porque no será la ruleta de la plata la que va a permitir que un candidato a alcalde en Conchalí se compre la elección. Eso no es, no es necesario y no es lo que el país quiere.
Hay algunos que hacen gárgaras con los pobres, pero quiero decirles que estuvieron 17 años en un Gobierno que no tuvo control; sin embargo, solamente en 5 años, 4 años del Gobierno del ex Presidente don Patricio Aylwin , disminuimos en un millón de personas el número de pobres. Solamente en dos años, de acuerdo con elementos objetivos, como es la encuesta CASEN 1992-1994, hemos disminuido prácticamente en 500 mil personas la cantidad de pobres.
Por lo tanto, no sigan haciendo gárgaras y usando a los pobres para no permitir la transparencia electoral. Me parece indispensable que pongamos las cosas claramente de frente.
Esto es lo que quería señalar: hemos logrado no lo mejor, no lo perfecto, pero hemos dado un paso más en la democracia y no jugaremos más a la ruleta de los que tienen más plata para ser elegidos.
He dicho.
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