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- rdf:value = " ACUERDO ENTRE GOBIERNO Y RENOVACIÓN NACIONAL SOBRE PROGRAMA DE ACCIÓN SOCIAL Y REFORMA TRIBUTARIA
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente, en primer lugar, creo importante situar en su verdadera dimensión el debate respecto de la acción social.
Aquí no se trata de calificar la mayor o menor sensibilidad social. A mi juicio, ello implica entrar a calificar intenciones.
No dudo de los buenos propósitos de ninguno de mis Honorables colegas, ni me alegro ni me sorprendo de su inquietud social, porque entiendo que es algo emanado de lo más profundo de cada uno de los chilenos preocupados de esta materia. De lo que realmente se trata, señor Presidente , es de encontrar un justo equilibrio entre el crecimiento económico y la mayor justicia en la distribución de sus frutos.
Es teniendo presente tal aspecto -o sea, el problema social mirado, no solamente desde un punto de vista estático y de corto plazo, sino también desde una perspectiva dinámica y de largo plazo- que hemos logrado llegar a este entendimiento en materia de programa de acción social y reforma tributaria.
No se trata aquí de haber restado o agregado recursos. De hecho, a tal acuerdo concurrimos voluntariamente tanto el Gobierno, por intermedio del señor Ministro de Hacienda, como el Partido Renovación Nacional, a través de su representante. Lo importante de tener en mente es que se requiere compatibilizar el crecimiento económico con una mejor distribución de sus frutos.
Y por esa razón hemos tenido presentes, en lo relativo a la reforma tributaria, dos preocupaciones fundamentales. Primero, no gravar excesivamente la inversión, por estimar que ésta constituye el elemento fundamental para sustentar un crecimiento permanente y sostenido. Y segundo, no gravar en forma exagerada a los grupos medios de nuestra sociedad, que son, sin duda, los pilares y el motor del desarrollo de nuestro país.
Por ello, me parece conveniente recordar las palabras del Santo Padre durante su visita a Chile, en cuanto a la necesidad de encontrar un justo equilibrio, que no significara hambre para hoy y pan para mañana, pero tampoco pan para hoy y hambre para mañana.
La experiencia de países limítrofes que intentaron abordar los problemas sociales sin tener en cuenta la protección del crecimiento y del dinamismo de la economía -son los casos de Perú y Argentina- es demasiado cercana y lamentable como para ignorarla.
Nos parece que por medio de este acuerdo estamos haciendo lo mejor posible, dada la situación actual de la economía chilena -recuerdo que ha experimentado un progreso notable en los últimos años-, para compatibilizar el esfuerzo de crecimiento, que es el sustento definitivo de las acciones sociales del futuro, con los requerimientos urgentes de atención de los problemas sociales a los que me he referido.
Finalmente, en lo que respecta a la preocupación social por estas materias, sin duda que estaba contenida en el programa del Presidente Aylwin. Pero aquí nadie tiene el monopolio sobre esa preocupación social. Y una lectura atenta del programa de Renovación Nacional demostrará que tales temas han constituido preocupación permanente de esta colectividad y, también, de otras candidaturas presidenciales.
Muchas gracias, señor Presidente.
-(Aplausos en tribunas).
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