-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/670555/seccion/akn670555-ds3-ds16
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/637
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:value = "
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, en esta oportunidad, mi intervención básicamente la enfocaré desde un punto de vista técnico, porque las materias más contingentes y permanentes las ha tratado el Diputado señor Masferrer. Al respecto quisiera retomar un tema que ha sido muy utilizado en esta Sala y que se refiere a la herencia recibida.
Este país, en materia de pobreza, permanentemente ha recibido herencias. Todos los gobiernos han recibido herencias, porque ellas derivan de nuestra condición de subdesarrollo; y nuestro gran desafío, precisamente, es superar esa condición. A pesar de esta característica, Chile tiene una larga tradición en materia de desarrollo social. Sus inicios parten con toda la cuestión social referida, específicamente, a asuntos laborales, y se puede constatar que, prácticamente, desde 1920 a 1970 el gasto social en esos rubros aumenta más de treinta veces; pero que después de 1970 se advierten en los indicadores sociales cifras dramáticas en la mortalidad infantil y en la desnutrición, lo que mueve a reflexión y crítica. Afortunadamente, a partir de 1974 comienzan estudios serios en materia de pobreza para erradicarla, y de ahí se produce un cambio en la estrategia de desarrollo social. “
En Chile, desde hace muchos años, no se pone en duda la utilización de una parte significativa del presupuesto fiscal, tanto para redistribuir el ingreso como para combatir la pobreza. Por años hemos estado entre los países latinoamericanos que destinan más del 15 por ciento del producto geográfico bruto a ese último objetivo. Por lo tanto, no está en duda si se mantiene o no ese objetivo; si se mantiene o no el esfuerzo, sino más bien cómo se orientan los recursos disponibles para ser más efectivos y mejorar la calidad de vida de los más pobres.
Tampoco está en discusión que, aunque el crecimiento económico es necesario, no es suficiente para asegurar el desarrollo social en sociedades como la nuestra. No hay duda de que el gasto social es un elemento indispensable en el proceso de desarrollo social.
Lo que se nos presenta como real desafío, y quizás más urgente que nunca, es cómo asignar el gasto social tanto a las personas que más lo necesitan como en la forma más efectiva para conseguir dicho objetivo.
Es así como el primer paso en la asignación del gasto social es comprometer la política social global con la erradicación de la extrema pobreza. Esto parece obvio, pero la verdad es que, históricamente, no ha sido así, porque muchas veces los grupos de mayor presión son los que han obtenido los beneficios.
Existe una gran diferencia entre erradicar la pobreza crítica y redistribuir ingresos. El objetivo de acortar las distancias relativas entre grupos socioeconómicos no necesariamente va de la mano con el objetivo de mejorar la situación de los más pobres. En Chile, en general, las políticas de gasto social han tendido a redistribuir ingresos, lo que ha terminado beneficiando primordialmente a personas que están incorporadas al desarrollo social.
El señor COLOMA (Presidente en ejercicio).-
Señor Diputado, ha terminado el tiempo de su bancada.
Puede terminar la idea.
El señor ORPIS.-
No, señor Presidente, prefiero que se incorpore en el acta, porque me queda bastante y son aspectos muy fundamentales.
El señor COLOMA (Presidente en ejercicio).-
Hay varios señores parlamentarios que me han señalado que tienen discursos escritos sobre la materia y que han trabajado en forma bastante abnegada por dejar constancia de su parecer.
Si le parece a la Sala, podríamos permitir que se incorporen todos los discursos sobre el particular, dando para ello un plazo de una hora más.
No hay acuerdo.
Diputado señor Orpis, se le terminó el tiempo.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, puede solicitar el acuerdo de la Sala para terminar mi intervención, que no demorará más allá de tres minutos.
El señor COLOMA (Presidente en ejercicio).-
Si le parece a la Sala, se concederán tres minutos más al Diputado señor Orpis para que finalice su intervención.
Acordado.
El señor ORPIS.-
El compromiso de erradicar la extrema pobreza afecta a toda la comunidad e implica, de hecho, postergar la mejoría de otros grupos sociales para concentrar el esfuerzo en los más pobres.
Detrás del concepto de erradicar la extrema pobreza está el de la igualdad de oportunidades. Este concepto, en definitiva, significa que toda sociedad debe partir teniendo condiciones mínimas, para, luego, cada uno, de acuerdo con sus capacidades, consiga su desarrollo más pleno posible. De esta manera lo que se eliminaría sería la pobreza crítica; no así la relativa, que va a existir siempre en los países.
Erradicar la pobreza crítica supone un concepto de pobreza que, básicamente, está determinado por la existencia de carencias en la satisfacción de niveles mínimos de necesidades básicas, y supone la incapacidad del individuo para cubrir por sí solo esos mínimos, transformándolos en una situación persistente en el tiempo que se transmite de generación en generación. Pero también es necesario tener presente que se trata de un fenómeno identificable mediante un conjunto de variables y en la medida en que es posible actuar sobre ellas también se trata de una situación superable.
Sin duda, la acción del Estado debe orientar los recursos hacia los más pobres de la población, y esto se hace a través de una gama de subsidios sociales, tanto de carácter monetario como de bienes sociales. Estos subsidios deben tener ciertas características, tanto en su contenido como en su administración, para que cumplan realmente su objetivo.
La primera de las características que se considera es que deben ser directos. Es primordial que tengan destinatario conocido y que respondan adecuadamente a la situación específica de los beneficiarios; es decir, deben ser subsidios focalizados.
La segunda es que deben ser progresivos. Esta característica apunta a que deben beneficiar en mayor medida a quienes requieren de más ayuda. En el pasado ocurrió que muchos subsidios fueron regresivos. En la actualidad se ha logrado revertir esta situación y transformar los subsidios regresivos en proporcionales.
La tercera característica es que los subsidios deben ser integrales, es decir, abarcar el conjunto de factores para responder adecuadamente a la determinación de la pobreza. La integralidad tiene varias consecuencias inmediatas, ya que permite ver con claridad las áreas en que existe duplicidad en la acción del Estado, como aquellas áreas en que no se está cubriendo adecuadamente la necesidad de los más pobres.
En cuanto a la administración de estos subsidios, la selectividad de los beneficiarios debe ser priorizada; es decir, considerar efectivamente tanto el nivel de necesidades de la persona o familia, como su capacidad de pago.
La administración de los programas debe ser lo más descentralizada posible, con el objeto de que la asignación de los recursos vaya acercándose a la población beneficiaría. Sólo así puede irse a la participación de la comunidad en la creación de acciones que estén bien adaptadas a la realidad local para evitar que en el nivel central se impongan visiones únicas a realidades que son diversas.
La administración de los programas debe ser por objetivos, buscando que cada organismo que intervenga tenga muy claras las metas que debe cumplir. La Vocalización de los subsidios ha permitido en Chile que en los programas se fijen metas de coberturas en relación con grupos de la población que constituyen su objetivo.
A fin de conocer con mayor precisión cualitativa y cuantitativa las características de los grupos beneficiarios de programas, tanto focalizados como universales, se ha puesto en marcha el sistema de muestreo estadístico llamado Casen.
En definitiva, lo que se busca es que el Estado, en las políticas de gasto social, sea lo más efectivo posible. La experiencia chilena es que se está siguiendo una política de subsidio focalizado de apreciación integral de la pobreza crítica.
Es importante reconocer que, a pesar de todos los esfuerzos realizados, aún queda una inmensa tarea por hacer.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/670555/seccion/akn670555-ds3
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/670555