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- rdf:value = " El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Armando Arancibia.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, el debate de todos estos meses respecto de la necesidad de regular el sector pesquero, ha arrojado elementos que indican la conveniencia de dictar una normativa.
El retraso del acuerdo ha puesto de manifiesto, sin embargo, que no es fácil conciliar los intereses de las distintas regiones y de las diferentes realidades del país en esta actividad.
Hoy día se ha avanzado. Hay un acuerdo-marco que parte de los propósitos superiores de la necesidad de preservar estos recursos para las futuras generaciones, con el fin de explotarlos en condiciones racionales y razonables. Permite que ahora discutamos la iniciativa para convertirla en ley y no seguir con disposiciones postergatorias o que difieren la vigencia de la normativa heredada del régimen anterior.
En atención al interés superior del país, en tomo de la normativa del sector y de las inspiraciones que deben orientarla, es indispensable manifestar que la diversidad de realidades locales y regionales se expresa, en el caso de la Tercera Región, con problemas en el sector pesquero, que más allá de los buenos propósitos y de los méritos del proyecto, enfrenta serias dificultades y situaciones nuevas.
Como se sabe, en Atacama, la pesca tiene su centro industrial fundamentalmente en Caldera, de desarrollo más bien reciente. El gran impulso tuvo lugar a partir del año 1981.
Por otra parte, también es sabido que una de las características típicas de Atacama, en materia de pesca, es no contar con bancos estables de peces, como ocurre Principalmente en las regiones Primera y Tercera. Cuenta con cardúmenes en tranco, lo que significa que el esfuerzo pesquero conlleva costos mayores y presenta irregularidades e incertidumbres anexas a la misma faena en otras zonas de la costa nacional.
El promedio anual de captura de las tres especies pelágicas no sobrepasa las 200 mil toneladas, aunque las empresas del sector han modernizado considerablemente su flota.
Si vemos la participación relativa de la Tercera Región, dentro de la captura nacional, el porcentaje es del orden del 4 por ciento.
Por lo tanto, en Atacama la pesca es una actividad con mayores costos, con mayores incertidumbres. El desarrollo considerable que ha tenido estos años, ha sido fruto del gran esfuerzo de las empresas y, sobre todo, de los distintos tipos de actores que participan.
En lo que concierne al proyecto, hay que decir con claridad que industriales y trabajadores están de acuerdo en que se crearán serias incertidumbres sobre el futuro de la industria en la región de Atacama, con repercusiones para el sector laboral dignas de tenerse en consideración, dada la importancia que tiene como fuente de empleo.
Me voy a permitir resumir, para abreviar, las principales observaciones que merece el proyecto en discusión.
En primer término, los empresarios y trabajadores de la Tercera y Cuarta regiones aspiran que la zona sea considerada de plena explotación, al igual que otras regiones.
En la historia de esta reciente actividad queda de manifiesto que si no se declarara zona de plena explotación, quienes la desarrollan tendrán que concentrarse en la captura en la Segunda y Cuarta regiones, con crecientes dificultades para acceder a otras zonas de pesca.
Paralelamente, convergerán sobre la Segunda y Cuarta regiones empresas provenientes de zonas declaradas de plena explotación, lo que significará que el esfuerzo pesquero aumentará considerablemente, con todo lo que significa de contradictorio por el espíritu de la ley, el cual desea preservar los recursos del conjunto de la costa chilena.
En segundo término, aunque no está en discusión, porque está pendiente en el Senado, hay que advertir, a propósito de las cinco millas reservadas para el sector artesanal -que compartimos; no nos oponemos a este límite-, que en la Tercera Región, como se ha manifestado reiteradamente, por las características propias de la geografía oceánica, el fondo marino desciende en forma abrupta a una milla de la costa, lo que hace inoperante las artes de pesca dé los artesanales más allá de dicha distancia. Sin embargo, creemos que se trata de una reserva cuyo espíritu nos parece digno de destacar.
En tercer lugar, los distintos sectores que desarrollan la actividad en la Tercera Región impugnan el proyecto de ley de pesca en lo que se refiere al régimen de acceso a las zonas de plena explotación. La licitación de porcentajes de pesca con cargos a las cuotas históricas de las empresas, si prospera este procedimiento como indica el acuerdo, obligará a una industria de la Tercera Región, por las características de la zona, la obliga a desarrollar o extender sus faenas más allá el litoral exclusivo de la Tercera Región, ya sea a la Cuarta o a la Segunda. Dentro del método que la ley establece, a futuro verá reducida su capacidad de pesca hasta en 50 por ciento, en caso de no participar o adjudicarse la licitación.
La aspiración de los atacameños y de quienes desarrollan esta actividad en la Cuarta Región, es dejar consagrada como norma que los derechos históricos de la pesca de las empresas se considerarán de acuerdo al lugar geográfico o zona donde se obtuvieron tales derechos y no en el lugar donde fue desembarcada la pesca.
Estas observaciones que podrían dar lugar a otro debate en cada una de las normas específicas, es bueno dejarlas sentadas en su conjunto. Esta ley significa un paso adelante, no es el desiderátum, no resuelve todos los problemas, pero es un paso que no es despreciable. Sin dejar de tener presente los problemas o dificultades que deja subsistentes a quienes desarrollan esta actividad fundamental en Atacama, creemos que habrá posibilidad de rectificar o minimizar los costos que la aprobación de la ley conlleva en la ejecución o puesta en práctica por las autoridades del actual Gobierno.
En todo caso, señor Presidente, espero que por su intermedio, el señor Ministro subrogante pueda aclarar algunas de estas dudas y problemas que los industriales y trabajadores de Atacama estiman que subsistirán una vez aprobado este proyecto de ley.
He dicho.
"
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