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El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
La presente sesión tiene por objeto evaluar los problemas que origina la sequía que afecta al país, y conocer las medidas e iniciativas que el Gobierno está implementando en tal sentido.
Se encuentran presentes en la Sala el Ministro de Agricultura y el de Obras Públicas, señor Juan Agustín Figueroa, señor Carlos Hurtado.
Solicito autorización para que puedan ingresar a la Sala los señores Hugo Ortega, Presidente de la Comisión Nacional de la Sequía; Francisco Zúñiga, Asesor Jurídico Legislativo del Ministro de Agricultura, y Gustavo Manríquez, Director General de Aguas.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.
El señor RODRIGUEZ (don Claudio).-
Pido la palabra.'
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RODRIGUEZ.- (don Claudio).-
Señor Presidente, en la reunión de Comités de la semana pasada, se planteó una inquietud a raíz del resultado de la sesión sobre los deudores hipotecarios, se estimó que era conveniente cambiar el orden de participación de los señores Ministros; es decir, que lo hicieran a comienzo de la sesión y luego los señores parlamentarios formularán sus planteamientos.
El señor SOTA.-
¡No!
El señor RODRIGUEZ (don Claudio).- En verdad, el Reglamento señala una cosa distinta. Sin embargo, por su intermedio, pediría que solicitara el asentimiento de la Sala para cambiar el orden de los Secretarios de Estado dándonos a conocer primero, las medidas adoptadas en sus respectivas Carteras.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Precisamente, la idea de esta sesión especial es para conocer las medidas que se están llevando sobre la sequía y efectuar las consultas y cuestionar y criticar la política que el Gobierno realiza.
Para cumplir esta función, es decir, que el Gobierno exponga su política y los parlamentarios puedan cuestionarla, criticarla, complementarla, a los Comités les pareció útil que la sesión se inicie con la exposición del Ministro respectivo, y después se efectúen las consultas del caso, en lugar de que las distintas bancadas expongan primero sus puntos de vista y se desarrolle el debate en abstracto.
El señor MELERO.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor MELERO.-
Señor Presidente, quiero consultar si hay un representante del señor Ministro del Interior, porque la citación señalaba que asistiría ese Secretario de Estado.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En verdad hay una comunicación del señor Ministro del Interior subrogante, quien se excusa de asistir a esta sesión, pero estarán presentes los dos Ministros que tienen que ver con el problema.
El señor PROKURICA.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente, hay una proposición de los Comités que me gustaría la sometiera a la Sala.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
La proposición de los Comités consiste en prorrogar en 30 minutos esta sesión.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, se supone que esos 30 minutos serán prorrateados entre los distintos Comités.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Así es.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.
El señor SABAG.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor SABAG.-
Señor Presidente, como el tema reviste gran interés para muchos señores parlamentarios y las bancadas están limitadas por el tiempo, solicitaría que se pudiera insertar cada una de las intervenciones.
El señor GARCIA (don René).-
No hay acuerdo.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Para ello se requiere unanimidad y no la hay. Puede que en el transcurso de la sesión se vaya logrando un acuerdo en tal sentido.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Señor Presidente, haré una exposición breve y sumaria sobre el fenómeno de la sequía y su impacto en las distintas regiones del país, tratando el tema desde el punto de vista hídrico. Posteriormente, el Ministro de Agricultura hará un análisis de las medidas adoptadas por la Comisión Nacional de la Sequía para abordar este fenómeno.
En primer lugar, quiero enfatizar que los fenómenos de la sequía en Chile son predecibles. Son catástrofes nacionales, pero son predecibles y ocurren con cierta periodicidad. En consecuencia, el país debe estar preparado para abordar este tipo de fenómenos.
Vale la pena clarificar el concepto de sequía, porque es frecuente comparar el agua caída con el término medio de un año promedio del siglo o período respectivo. En verdad, desde el punto de vista de la planificación de obras de riego y de sistemas hídricos, se considera sequía cuando el año es un 85 por ciento más seco que los años de un período determinado. Por eso, cuando se discuten obras de regadío, se plantea la seguridad de riego del 85 por ciento, entendiéndose que este porcentaje se refiere a que en el 85 por ciento de los años la disponibilidad de agua es adecuada para atender las necesidades del sistema planificado. El resto es previsible dentro de los diseños de las obras de regadío y las situaciones pueden ser más o menos aflictivas. Es importante tener claro este concepto de sequía para hablar del tema.
Quiero hacer un resumen breve de la sequía que afecta a las distintas regiones del país.
En el Norte Grande tuvimos un año seco. 1990 lo fue, porque el agua caída del invierno boliviano estuvo por debajo de los 200 milímetros, en circunstancias de que lo normal son 386. Pero este año estamos bien; tenemos 391 milímetros de precipitaciones, medidas en Chungará. Esto indica que la situación, por lo menos en el Norte Grande, es normal.
En la Tercera Región, si bien ha habido falta de agua, la situación no es tan grave como en la Cuarta, Quinta, Sexta y Séptima regiones.
En 1990, en el río Huasco, tuvimos un promedio de agua disponible equivalente al de 1970. O sea, hay 20 años más secos que 1990, lo que indica que la situación en la zona no es desastrosa.
En la Cuarta, Quinta, Séptima y Octava regiones la situación es difícil, especialmente en la zona del secano costero, que no tiene regadío.
La disponibilidad del río Elqui es comparativamente adecuada; significa que hay 43 años más secos que el año pasado. Las precipitaciones han sido deficientes en la Cuarta Región, de modo que las zonas de secano han sufrido la sequía de manera extraordinariamente seria.
En el río Limarí, tres embalses regulan el sistema, especialmente La Paloma, que todavía mantiene un buen nivel de reservas y ha permitido salvar la situación. Sin embargo, Cogotí está totalmente agotado y Recoleta tiene niveles mínimos de disponibilidad de agua; indican que las reservas del valle, en caso de mantenerse el fenómeno de sequía, son escasas.
La sequía ha tenido un impacto significativo, estadísticamente medido, en la provincia de Aconcagua. En realidad, la precipitación normal corresponde a la del quinto año más seco de un siglo, o sea, muy por debajo de lo normal. La disponibilidad de agua es inferior a la normal.
En el río Maipo la situación ha sido bastante normal, es decir, no ha habido problemas de sequía serios.
Por último, en el río Itata después podemos referimos a los otros ríos de la Sexta y Séptima regiones, también la situación es extremadamente negativa, porque tenemos el sexto año más seco del siglo. Hay un 57 por ciento de disponibilidad de agua y la situación es importante y seria.
En síntesis, los sectores más afectados por falta de precipitaciones han sido los de secano entre la Cuarta y la Octava regiones, por agotamiento de ríos y tranques. Son especialmente negativos los efectos en los ríos Limarí, Choapa, Aconcagua e Itata.
Es importante destacar que esta sequía es menor que la del trienio de 1968 a 1970. Durante esos años, la disponibilidad de agua fue la mitad de la de 1990, lo que indica que la gravedad del fenómeno, desde el punto de vista agrícola, podría ser considerada tenue.
Sin embargo, otros factores agravan el fenómeno de la sequía, como es el uso creciente de los recursos hídricos.
En 1924, se generaron 120 megawats de energía eléctrica; en 1968, 860 megawats, y en 1990, prácticamente, se triplicó la última cifra: 2.300 megawats.
En consecuencia, también es importante considerar la sequía desde el punto de vista energético.
Por otra parte, desde el punto de vista del saneamiento, de la sanidad de los ríos, hay también una situación bastante preocupante. En Chile, en 1968, había una población de aproximadamente 1 millón 800 mil personas con alcantarillado. En la actualidad esa población se ha elevado a 8 millones de personas aquí también incide el aumento de la población; no sólo el aumento de la cobertura y del alcantarillado, lo que significa que toda esa agua servida que de algún modo se disponía en pozos negros o en fosas sépticas, ahora se descarga en los ríos o en el mar. Naturalmente, esto crea problemas gravísimos de saneamiento, especialmente en las épocas en que los caudales de los ríos en estos períodos de sequía pueden bajar a un 70 o a un 50 por ciento, e incluso, en algunos casos, a un 40 por ciento, o menos. En consecuencia los impactos son muy significativos.
Ahora, qué es lo que cabe preguntarnos desde el punto de vista hídrico. La primera pregunta es cuál es la probabilidad o efecto posible de una nueva sequía en 1991. Es muy difícil de predecir. A diferencia de los terremotos, por ejemplo, que son fenómenos que se dice que tienen memoria, puesto que cada ciertos años se produce un evento telúrico, según las estadísticas, las sequías son fenómenos que probabilísticamente pueden ocurrir en cualquier año. De modo que la probabilidad de que exista una sequía este año, es similar a la que existe o han existido durante otros. Hay, sin embargo, algunas indicaciones que pueden ser consideradas positivas. La primera es que en el norte grande se presenta un año normal, y hay técnicos que sostienen que esta situación se relaciona con el comportamiento del clima en el resto del país. Se sabe que ayer ha llovido hasta por lo menos la provincia de Colchagua, lo que también es un fenómeno positivo para una parte significativa; pero no podemos hacer pronósticos seguros con respecto de lo que va a ser este año en materia de precipitaciones.
No quisiera entrar a menos que alguno de los Honorables Diputados lo desea pronosticar lo que podría significar la repetición del fenómeno de la sequía, tanto en materia de agua potable como de regadío y energética, pero estoy dispuesto a responder cualquier consulta en cualquiera de estos temas. Quisiera hacer notar, eso sí y esto lo digo con la mayor responsabilidad y con un hondo sentido de preocupación de largo plazo, que existen estudios serios realizados por una organización denominada World Clámate Programo que pronostica un calentamiento de la atmósfera a nivel mundial del orden de 2 a 3 grados durante los próximos 50 años. En esta materia hay un rango en los pronósticos: hay quienes pronostican hasta 5 grados y otros, medio grado; pero el promedio de consenso es de 2 a 3 grados. Este es un fenómeno que está ocurriendo a escala mundial, sobre el cual nosotros como país, tenemos un control muy limitado, y puede tener efectos muy significativos y trascendentes sobre la naturaleza de los problemas hídricos en Chile. Es muy difícil pronosticar cuáles serán estos cambios, aunque existen estudios que derivan en algunos análisis potenciales de lo que podría significar para el país. En Chile, evidentemente, país muy extenso, las variaciones pueden ser diferentes; serán variaciones pluviométricas; en algunas regiones subirá la pluviometría. Se sostiene, por ejemplo, que el invierno boliviano se extiende un poco más al sur; que, si este fenómeno se produce, la línea de nieve del país puede subir a cerca de 500 metros, lo que se traduciría en un cambio muy notable en cuanto a la acumulación de agua para el regadío y en un fenómeno de inundaciones o de avalanchas que puede ser mucho más grave de lo que es ahora.
Este es un tema que lo dejo planteado. Es un tema que en la Comisión que se estructura estamos tratando y que nos tiene bastante preocupados.
Ahora, para terminar, señor Presidente, quiero sólo mencionar, brevemente, las medidas de largo plazo que el Gobierno está adoptando sobre estas materias.
Existe una reactivación del programa de inversiones en obras de riego. Este es un tema que este Ministro lo ha planteado reiteradamente. En beneficio del tiempo, no quisiera entrar en detalles, pero hablamos de iniciar 4 grandes obras de riego en este período.
Hay, además, créditos en negociación para mejorar las obras medianas de riego, tanto en materia de conservación como de asistencia técnica del Ministerio de Agricultura, y para la ley 18.450 de Fomento. Hay también un programa sobre manejo de cuentas. Todo ello está relacionado con este grave problema.
En seguida, tenemos un programa de saneamiento que estamos intensificando y sobre el cual, si ustedes lo desean, también podemos referimos con más detalle. Por otra parte, estamos haciendo un estudio para aplicar una reforma institucional de largo plazo en todo el sector infraestructura y, particularmente, dentro de ese sector, en el sector agua. Y, por último, estamos analizando modificaciones en la legislación de aguas.
Todas éstas son políticas de largo plazo que, si ustedes quieren, podemos revisarlas una por una con más detalle, pero ya me he excedido en el tiempo que inicialmente pensé en utilizar para exponerlas.
En síntesis, señor Presidente, la sequía ha sido este año grave, seria, en las regiones que he indicado; pero es menos grave que la de 1968. No es posible hacer predicciones firmes para este año respecto de cuál será el comportamiento climático, aun cuando podemos tener algunas esperanzas de que nos recuperemos. Estamos no sólo preocupados del problema sino que adoptando y planteando políticas para abordarlo en este sentido y en democracia.
El señor COLOMA (Vicepresidente).
Tiene la palabra el Ministro de Agricultura, don Juan Agustín Figueroa.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, quisiera, en primer lugar, hacer un par de reflexiones preliminares respecto del tema.
De los antecedentes se desprende que estamos sufriendo un tercer año consecutivo de sequía, hecho que ahora aparece como nuevo porque durante los dos años anteriores no se reconoció, prácticamente, ni se publicitó ni se adoptaron medidas concretas a su respecto.
En segundo lugar, quiero destacar que el efecto de la sequía es claramente potencial, no solamente acumulativo; es decir, cada zona de sequía es mucho más desastrosa en sí, en cuanto a su consecuencia, que la del año inmediatamente anterior.
En tercer lugar, cabe precisar que los efectos de la sequía son perfectamente distintos, tratándose de zonas de riego o de zonas de secano. En las primeras, el peligro radica, naturalmente, en que disminuyan los respectivos caudales, lo que en algunos lugares parece haberse cumplido. Pero, en las segundas las consecuencias son enormemente más graves, porque, normalmente, los campesinos en situación socioeconómica más vulnerable se encuentran allí ubicados, de manera que su mayor vulnerabilidad hace especialmente más graves las consecuencias del fenómeno.
Y, por último, quiero hacer resaltar, a grandes rasgos, que los efectos de la sequía tienen consecuencias de carácter productivo y social. Un efecto de carácter productivo es, naturalmente, la disminución de los respectivos rangos que se traducen en un decrecimiento del producto geográfico bruto agrícola, estimado por el señor Director de Indap en una cifra cercana a los 200 millones de dólares al año; y, desde el punto de vista social, está la situación de grave emergencia para los damnificados, cuyos mínimos vitales empieza ya a tocarles, que es más o menos lo que estamos comentando.
Por otra parte, quiero señalar brevemente, por orden cronológico, las medidas directas que se adoptaron en esta materia.
En julio del año pasado, el Instituto de Desarrollo Agropecuario de sus propias disponibilidades en ese momento, las que después recuperó por la vía del Ministerio de Hacienda invirtió una cifra solamente en números redondos de 435 millones de pesos. Esta inversión se realizó entre la I y la VII regiones y, favoreció a 22.800 familias. Abarcó un conjunto de programas; todos ejecutados: distribución de sacos de trigo, tratamiento de animales, profundización de pozos y un número de fardos de pastos.
Posteriormente, el 20 de agosto de 1990, se crea la Comisión Coordinadora y Asesora de Sequía, en virtud del decreto supremo N° 145. Se trata de una Comisión interministerial de funcionarios de alto rango, y sus facultades apuntan esencialmente a procurar toda la información necesaria sobre el tema y a proponer al Supremo Gobierno las medidas específicas que fuesen aconsejables.
A continuación el 1 de septiembre de 1990, se declaró zona de escasez de agua a las regiones IV, V, VI y Metropolitana, en virtud del decreto supremo respectivo, publicado en el Diario Oficial de ese día. Cabe recordar que, en virtud de tal declaración, es posible intervenir los cauces respectivos para asegurar una equitativa redistribución del recurso.
Posteriormente, con fecha 14 de febrero de 1991, se prorrogó la declaración de zona de escasez de agua, incluyendo también a la provincia de Nuble, de la Octava Región.
Después, viene una normativa legal de extraordinaria importancia, conformada por tres decretos supremos: de 29 de octubre y 13 de diciembre de 1990, y de 15 de febrero de 1991, en virtud de los cuales se declara zona de catástrofe a diversas comunas entre la Tercera y Séptima Regiones. Las consecuencias vividas y prácticas de estos instrumentos son de gran envergadura, porque, en primer lugar, "gatillan" el sistema general que contempla la ley N® 16.282, sobre sismos y catástrofes. Por otra parte, en razón de su dictación, hace aplicables las flexibilizaciones necesarias y correspondientes del denominado 2 por ciento constitucional.
Posteriormente, el 7 de diciembre de 1990, en virtud del decreto supremo N° 280, se designa al Director Nacional de Indap como autoridad responsable para enfrentar la sequía. Se concede una serie de autorizaciones y se adoptan algunas medidas concretas que, específicamente, quiero enumerar. En primer lugar, se señala que, con cargo a los fondos que se pongan a disposición de Indap, se podrá: primero, otorgar programas especiales de crédito; segundo, financiar, directamente o a través de otros organismos, proyectos especiales de inversión o de contratación de mano de obra; tercero quiero destacarlo también, otorga subvenciones para agua potable y abastecimiento alimentario.
Este mismo cuerpo legal tiene una muy importante introducción cuando previene que los demás servicios deben poner a disposición del Director de Indap, para estos efectos, los recursos materiales y humanos necesarios, con el objeto de que cumplan debidamente su cometido. Persigue también llamar a propuestas o subastas públicas para hacer más operativo el sistema, se ratifican las medidas adoptadas con anterioridad a esa fecha y se flexibilizan los concursos de riego, lo cual tiene mucha importancia porque se les ha dado una connotación práctica y necesaria.
Con todo este cúmulo de herramientas legales e institucionales, se implementa el programa general de sequía, documento de gran relevancia, en el cual se consignan específicamente los distintos esquemas consultados para enfrentar el flagelo. Me referiré a los más importantes.
En primer lugar, considera el mejoramiento de abastecimiento de agua de bebidas el que, como podrá fácilmente comprender esta Honorable Cámara, tendría, naturalmente, la más esencial prioridad. En segundo término, elaborar un programa general de empleo. Un tercer aspecto dice relación con programas de alimentación, tanto a nivel escolar como familiar. En cuarto lugar, consulta un programa para los efectos de alimentación, traslado, mantención y saneamiento del ganado. El quinto punto se refiere a un programa de riego. Y, por último, está el programa de estimulación de precipitaciones. Estos son los programas fundamentales cuya enumeración tiene mucha importancia, porque los estudios que se van realizando y las informaciones que se están entregando a los señores Diputados, posteriormente van consignados por regiones y por comunas, conforme al número y programa aplicados a cada una de ellas.
Ahora, ¿Cuáles son las ayudas específicas, traducidas en dinero, que se han otorgado a través de la Comisión Nacional de Sequía? Además de aquella cantidad gastada inicialmente por Indap, de 400 y tantos millones de pesos, en noviembre de 1990 se asignan 393 millones de pesos, los cuales cubren un desglose de programas y de regiones que están señalados en el cuadro de resumen respectivo que tienen a su disposición los señores Diputados. Los programas realizados fueron 184; 393 millones, los gastados; 93 mil personas, los beneficiados; y, con ellos, se generaron 4.080 nuevos empleos.
Posteriormente, en febrero de 1991 se ponen directamente a disposición de la Comisión, 1.000 millones de pesos, que correspondían a un sobrante especial para afrontar gastos por 1.197 millones de pesos. Aquí están nuevamente los 345 proyectos, por dicho monto de 1.197 millones de pesos; fueron 155 mil los beneficiarios, y 8.815 los nuevos empleos.
En abril de 1991, el Programa Mundial de Alimentación pone a disposición de Chile trigo por un valor, puesto en bodega dentro del país, de 1 millón 500 mil dólares, el cual, con los recursos que, a su vez, Chile debe poner a disposición para el cumplimiento de este programa, se llega a una cifra cercana a su publicación. Además de lo que ha gastado la Comisión Nacional de Sequía directamente, hago especial hincapié en los auxilios que se han prestado a través de otros servicios.
En primer lugar, me refiero a la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, en la cual se distinguen los períodos octubre-diciembre de 1990 y enero-marzo de 1991.
Respecto del período octubre-diciembre de 1990, en época de escolaridad, la alimentación estaba referida a los días feriados, sábados y domingos, para los niños que, normalmente, eran alimentados en la semana. En estos se gastaron 33 millones de pesos en 13 mil 25 beneficiados.
El programa enero-marzo de 1991, tiene mucho mayor importancia, porque está referido al período de vacaciones, durante el cual todos los días se dio alimentación al mismo número de niños que, normalmente, eran alimentados los fines de semana. En este programa especial, se gastaron 260 millones de pesos, beneficiándose a 19 mil 314 personas.
Por otro lado, el Fondo Nacional de Desarrollo Regional, siempre siguiendo los mismos proyectos elaborados por la Comisión Nacional de Sequía a los cuales me he referido, ha gastado la cifra de 781 millones de pesos, en el cumplimiento de ' 161 proyectos distintos; el Ministerio de Obras Públicas, de fondos extraordinarios, ha gastado 1.194 millones de pesos.
Además, para este período del año, ha adelantado obras que se iban a realizar en el resto del año, por un total de 4.200 millones de pesos.
Señor Presidente, éstas son las cifras finales, de suma importancia, gastadas por la Comisión Nacional de Sequía, por Indap y por otros servicios. Al mencionar cifras de otros servicios, me refiero tanto a la cantidad que va de la austera obras públicas, como a lo que se gastará por el Programa de Alimentación.
Lo gastado por la Comisión Nacional de Sequía, asciende a 2 mil 828 millones de pesos; lo gastado o adelantado por otros servicios, a 6 mil 469 millones de pesos. Las dos cifras, sumadas, dan 9 mil 297 millones de pesos. Estos son los recursos públicos que se han destinado para el ejercicio, durante este período.
Además de las medidas de carácter económico, se han adoptado otras de gran importancia.
A petición del Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Justicia ofició a la Excelentísima Corte Suprema para que hiciera saber a las Cortes de Apelaciones, y éstas a los jueces de sus respectivas jurisdicciones, el procedimiento de suspensión de remates judiciales en aquellas zonas declaradas de catástrofe, según lo establece el artículo 8° de la ley N° 16.282, lo que, efectivamente, está comunicado. Así nos lo ha hecho saber por el oficio respectivo, el señor Ministro de Justicia.
Existe un instrumento que, a mi juicio, tiene especial importancia. Es un decreto supremo, actualmente en tramitación, que contempla las siguientes medidas concretas:
1)La autorización en el artículo 1° letra a)al Servicio de Impuestos Internos para que condone intereses, reajustes, multas y sanciones, por el no pago oportuno de los impuestos respectivos;
2)La facultad para prorrogar las fechas de pagos de los impuestos, hasta 360 días, en la zona declarada "de catástrofe"
3)La retasación de bienes raíces y su calificación en función de su potencialidad de riego. Hasta donde tengo conocimiento, se hace un distingo de gran trascendencia en función de la potencialidad de riego, porque se permite que la tasación del bien raíz no solamente diferencie un bien raíz de riego, otro de secano, sino que también pondere sus reales posibilidades de riego: si son permanentes o si son eventuales.
Daré lectura a la disposición respectiva:
"Para los efectos de la retasación, se ponderará, especialmente, si las propiedades son de riego permanente o eventual; en este último caso, la naturaleza y limitaciones de tal eventualidad".
Como es de conocimiento de los señores Diputados, como consecuencia de la sequía se hacen mucho más virulentos y mucho más extensos los incendios forestales. Para precaver esta situación, se llegó a un convenio entre Conaf y Bomberos de Chile, que establece un sistema de muy expedita colaboración, en el cual Conaf tiene la obligación de aportar al Cuerpo de Bomberos algunos materiales indispensables para el combate de los incendios forestales.
Por otro lado, se ha ido a un plan general de rehabilitación de obras de riego entre las Regiones Cuarta y Quinta, con el objeto de generar empleos en aquellos lugares. En la Cuarta región, tengo un listado de canales que se están examinando. En la Quinta Región, hay algunas obras de unificación de canales y canales nuevos en partes menores.
El Instituto de Desarrollo Agropecuario, además, ha adoptado las medidas necesarias para flexibilizar sus labores de transferencia tecnológica y de asistencia crediticia, para aplicarlas especialmente en los lugares amagados por la sequía.
Por otro lado, hemos iniciado contactos preliminares con la Fuerza Aérea de Chile, con el objeto de establecer algún sistema de colaboración para el programa de estímulo de precipitaciones, con el fin de precaver una situación semejante a la que estamos viviendo.
Ahora, me referiré brevemente a una inquietud planteada reiteradamente en relación con el 2 por ciento constitucional.
Como es de conocimiento de los señores Diputados, el referido 2 por ciento es un recurso que establece la Carta Fundamental, el cual, en el fondo, es de flexibilización presupuestaria, pues permite realizar gastos que exceden los respectivos ítemes señalados en la Ley de Presupuestos. Pero subrayo que no es un fondo de recursos; o sea, no indica fuentes de financiamiento, sino solamente flexibilidad en cuanto al gasto. Naturalmente, tales fuentes consisten en nuevos recursos tributarios que no están establecidos, o un endeudamiento que requeriría autorización expresa del Parlamento. De manera que reitero el 2 por ciento constitucional es solamente una vía de flexibilidad; no de recursos, salvo ley especial en contrario.
Por lo demás, este sistema de flexibilidad según me ha informado el señor Director de Presupuestos está consagrado en la ley.
Si se nos pregunta cuáles son las perspectivas futuras, debemos ponemos en dos situaciones distintas:
La primera consiste en que si la situación de sequía se mantuviese durante un año más lo que, estadísticamente, no se ha producido antes en Chile, los desastres serían de magnitudes gigantescas y no sólo en lo agrícola, ya que en algunas concentraciones urbanas podría haber disminución en el suministro de agua potable.
Si quisiéramos dimensionar este hecho, sería muy difícil, porque habría que pensar en que el límite máximo de gasto significaría mantener a 35 mil familias durante un año, porque no tendrían re cursos para subsistir.
La segunda situación se generaría si este año no fuera seco. Quiero destacar que esto no significa que los males causados por la sequía desaparecerían inmediatamente, porque muchos de ellos implicarán mantener nuestra asistencia a los damnificados, por ejemplo, para el restablecimiento de la masa ganadera y de ciertos cultivos. Respecto de la pérdida de cultivos no anuales, sino permanentes, habrá que seguir contando con recursos de carácter extraordinario; de manera que será indispensable mantener las estructuras esenciales que nos han permitido hacer frente a este fenómeno.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
En el tumo del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Diputado señor Julio Rojos.
El señor ROJOS.-
Señor Presidente, Honorables colegas, cuando tenemos que analizar la angustiosa situación provocada por la sequía en importantes zonas del país, debemos hacerlo con la seriedad y responsabilidad que el caso requiere. Nadie está exento de los efectos multiplicadores de la sequía, por muy alejado del epicentro que se encuentre, pues éstos han sido devastadores.
La prolongación de la sequía por largos tres años ha significado escasa disponibilidad de agua para el consumo humano en extensas zonas del país, con el consecuente debilitamiento de la salud y aumento de enfermedades infecciosas. También ha significado una dramática falta de alimentos para amplios sectores de la agricultura de subsistencia.
En lo económico, el efecto de la sequía ha sido devastador para la agricultura y la ganadería, ya que ha ocasionado pérdidas en las cosechas, sobre todo en el secano, y mortandad de animales, fudamentalmente caprinos.
En lo social, los testimonios de este drama son evidentes: el encarecimiento de los productos de primera necesidad, la cesantía y falta de ingresos en la población rural y el aumento de la marginalidad urbana, han terminado por afectar a todo el país.
Debemos preguntamos el porqué de estos efectos desastrosos y cuáles son las zonas más afectadas.
La respuesta es obvia: las zonas más afectadas, como lo señaló el señor Ministro, son las tierras de secano y aquellas que no cuentan con infraestructura ni seguridad de riego.
Esta emergencia ha puesto de manifiesto el error de algunas prácticas económicas que frenaron el desarrollo de la infraestructura de riego que se venía generando en décadas pasadas. No debemos olvidar que, durante los 17 años del gobierno anterior, no se construyó ninguna obra mediana ni grande de riego, y que la gran mayoría de los pozos profundos de propiedad de la Corfo, de la Cora y de otros organismos estatales, se privatizaron.
La falta de una política de riego adecuada ha producido un gran varío, que costará muchos años remediar. La única manera de evitar tan serios y reiterados problemas es construyendo obras de riego que permitan asegurar que se dispondrá del agua necesaria.
Señor Presidente, la segunda razón que, a mi juicio, ha agravado este problema, es que hoy existe un aparato estatal disminuido y empobrecido, que no puede reaccionar con la eficiencia requerida ante una emergencia como la que estamos sufriendo. A modo de ejemplo, en Illapel, ciudad que forma parte del distrito que represento, la oficina local de Indap tiene solamente cuatro funcionarios, dos de los cuales son administrativos, y sólo un vehículo para atender la zona más afectada del país. La Dirección Provincial de Aguas, por su parte, cuenta con un funcionario y un vehículo.
La Dirección de Riego no existe en la provincia. Pero no debemos olvidar que durante el gobierno anterior la Administración Pública fue disminuida drásticamente.
En estos días, hemos leído declaraciones de algunos parlamentarios sobre el problema de la mosca de la fruta que se ha presentado en la ciudad de Coquimbo. En ellas, solicitan aumentar el personal y los recursos para el SAG, lo que confirma nuestra inquietud. En verdad, nos encontramos con una Administración Pública empequeñecida en personal y en recursos, la que, en estos momentos, hace un esfuerzo sobrehumano para responder con la urgencia que las circunstancias lo requieren.
Pero lo más grave, no obstante los esfuerzos del Gobierno, es que existen municipios con recursos y personal que se han negado sistemáticamente a colaborar con la Comisión Nacional de Sequía; y si lo han hecho, su intervención ha sido tardía, o han presentado proyectos totalmente fuera de contexto.
Por otro lado, la sequía ha venido a revelar el drama de la pobreza rural. Este fenómeno fue mensurado en los años 70, y alcanzaba a un 25 por ciento. Hoy, con los adelantos de la técnica y el éxito de la agricultura de exportación, los índices superan el 55 por ciento. En estas cifras tienen gran incidencia las comunidades agrícolas del Norte Chico y los agricultores del secano costero. Este es un problema que debe avergonzamos. La pobreza rural, no por el hecho de no ser vista a diario como la urbana, deja de existir en toda su dramática realidad. Es necesaria una acción frontal y sostenida para vencerla.
Durante los dos primeros años de sequía, la preocupación del Gobierno democrático ha sido evidente, comparada a la casi nula acción del régimen anterior. A cuatro meses de asumir el Presidente Aylwin, y luego de diversos estudios, como lo puntualizó el Ministro, se dictó, el 13 de agosto de 1990, el decreto supremo N° 188, del Ministerio de Obras Públicas, que declara zona de escasez de agua al territorio comprendido entre la Cuarta y la Séptima Regiones. El 20 de agosto, se dictó el decreto supremo N° 125, del Ministerio de Agricultura, que creó la Comisión Nacional de Sequía. El 25 de octubre, el Presidente de la República declaró zonas de catástrofe a 17 comunas de las Tercera, Cuarta y Quinta Regiones. El 7 de diciembre, el Ministerio del Interior dispuso los medios para paliar la crisis en estas comunas. El 29 de diciembre, el decreto supremo N° 872, aumentó el número de comunas declaradas como zona de catástrofe. Y el 11 de marzo de este año, la Comisión Nacional de Sequía informó que, entre la Tercera y Séptima Regiones, las comunas declaradas en dicho estado son 49, y, además, estableció que la situación afecta a unas 30 mil familias y que los daños económicos ascienden a 200 millones de dólares. Además, la Comisión recomienda que se continúe con los programas de abastecimiento y mejoramiento del agua de bebida y reforzamiento del apoyo crediticio para mantener una masa ganadera seleccionada.
Durante el año 1990, la Comisión contó con 835 millones de pesos, aproximadamente. Para este año, el Ministerio de Hacienda le aprobó fondos del orden de los 1.200 millones de pesos.
Por otro lado, hasta marzo de este año se habían invertido más de 5 mil millones de pesos provenientes de otras fuentes de financiamiento: Fondo Nacional de Desarrollo Regional, Ministerio de Obras Públicas, Indap, Fosis, Junaeb, etcétera. Debemos destacar que la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas también proporcionó alimentación en dichas comunas durante el período de vacaciones escolares. Hoy el Instituto de Desarrollo Agropecuario dispone de fondos para créditos normales, por 3.304 millones de pesos y para créditos especiales, por 300 millones de pesos.
La simple enumeración de las acciones descritas, adoptadas y materializadas apenas a cuatro meses de asumida la actual Administración, ponen de relieve la premura con la que el Supremo Gobierno abordó, luego de dos años de pasividad, el problema de la sequía, y constituyen una evidencia fehaciente que destruye la aseveración de los sectores de Oposición, que sostienen que el Gobierno tardó en tomar medidas frente a la emergencia.
Pero esta acción puede y debe ser complementada a la brevedad. Sin duda, se necesitan mayores recursos para enfrentar el problema.
Asimismo, se deben iniciar los estudios, por parte del Ministerio de Agricultura, para modificar la ley N° 18.450, que fomenta las obras de riego, en el sentido de prorrogar la vigencia de sus medios de fomento, pues vencen el año 1993; modificar la ponderación de los puntajes de asignación y ajustar sus disposiciones y las del reglamento a la situación geográfica del país, simplificando sus procedimientos y morigerando sus exigencias, para eliminar los obstáculos que impiden el acceso al subsidio de los pequeños agricultores.
También urge el estudio y dictación de un nuevo Código de Aguas. La sequía ha demostrado cuán equivocados estaban los creadores del Código de Aguas que nos rige. Por ejemplo, sólo admite la intervención de la Dirección General de Aguas en los conflictos producidos en las juntas de vigilancia, pero no en los originados en las asociaciones de canalistas, como se contemplaba en el Código anterior. Con la sequía, estos conflictos entre los usuarios se han multiplicado y no se han podido intervenir por falta de atribuciones legales para hacerlo.
Hoy requerimos de la solidaridad de todo el país, de la acción del Gobierno y de la decisión del Poder Legislativo para enfrentar el problema con energía y decisión. En esto no puede haber partidismo, es una tarea de todos. Se necesita un esfuerzo colectivo. Dispongamos nuestra mente para generar las soluciones, y empleemos el corazón para comprender, de verdad, esta realidad tan dramática y tan cercana.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
tiene la palabra el Diputado señor Eduardo Cerda.
El señor CERDA.-
Señor Presidente, comparto plenamente lo expresado por el Diputado señor Julio Rojos.
También deseo informar que dentro del distrito que represento existen varias comunas seriamente afectadas, tales como Petorca, Cabildo, La Ligua, Zapallar, Papudo, Puchuncaví y Nogales, todas declaradas zonas de catástrofe, con excepción de Papudo, donde se ha incurrido en un error que espero sea corregido a la brevedad.
Asimismo, queremos expresar que los fondos destinados por el Gobierno hasta el momento especialmente para revestir canales, instalar agua potable en zonas rurales, financiar el fondo especial de la Junta de Auxilio Escolar y Becas y el Fondo de Desarrollo Regional, según cifras entregadas ayer por el señor Director de Presupuestos, don José Pablo Arellano, significan una inversión en las regiones de sequía de alrededor de'5 mil millones de pesos.
Dentro del breve tiempo que me corresponde, plantearé dos cosas centrales, relativas a medidas urgentes que se deben adoptar para acudir en ayuda de los sectores tan gravemente afectados por la sequía.
En primer lugar, postergación del pago de las cuotas de las parcelas Cora en las comunas declaradas zonas de catástrofe; es decir, posponer la que se debe pagar el 30 de junio de este año hasta el año posterior al de la última cuota.
En segundo lugar, postergación inmediata de la primera y segunda cuotas del pago de contribuciones de bienes raíces de 1991, que deben pagarse en abril y junio del presente año, para los meses de octubre y diciembre de 1991, en atención a que la tercera cuota vence en septiembre y la cuarta en noviembre. De este modo no coinciden en un mismo mes. Durante el período de postergación, podrá estudiarse una condonación del pago de contribuciones para aquellos bienes raíces rurales gravemente afectados, ubicados en las comunas declaradas como zonas de catástrofe, en caso de que la sequía continúe. En 20 días más vence el pago de la primera cuota, y esta medida debe adoptarse en forma urgente.
Al respecto, solicito que se envíe un oficio al señor" Ministro de Hacienda, en mi nombre, en el de los Diputados democratacristianos, y ojala también en nombre de la Cámara, para que estas medidas puedan tomarse de inmediato a fin de remitir los respectivos proyectos los cuales deben ser tramitados con mucha urgencia.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Se enviará el Oficio en la forma solicitada por el señor Diputado, en su nombre y en el del Comité Demócrata Cristiano.
Varios señores Diputados.-
¡En nombre de toda la Cámara!
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, por unanimidad, se remitirá el oficio en nombre de la Corporación.
Acordado.
El señor CERDA.-
En tercer lugar, es fundamental diseñar una política de riego, la cual es de imperiosa necesidad, porque durante muchos años no se ha destinado ningún recurso para embalses ni obras de riego adicionales. Los embalses que existen en la zona más afectada por la sequía, me refiero específicamente a la Cuarta Región La Paloma, Cogotí, Recoleta, se iniciaron durante la década del 50; otros, en la década del 60; pero posteriormente no se ha construido ningún embalse.
Este año hay recursos en el Presupuesto para comenzar la construcción de tres embalses: uno, en la Tercera Región; los otros dos, en la Sexta y Séptima Regiones. Aprovechando la presencia del Ministro, con quien he conversado muchas veces, quiero plantear la urgencia de que se terminen pronto los estudios hay fondos para ello en el Presupuesto de este año del embalse Los Angeles. Debo destacar que la Quinta Región, zona que proporciona al país una enormidad de divisas' por las exportaciones, especialmente provenientes de su agricultura, no cuenta con ningún embalse en este momento. Y el embalse Los Angeles contribuiría a solucionar problemas en Petorca, Nogales, La Calera, Quillota, Limache, y en sectores costeros, como Puchuncaví.
Necesitamos una política de riego porque, según los informes técnicos, en nuestro país hay agua para la mayoría de estos sectores. El problema está en extraerla lo cual sería posible mediante, la construcción de gran cantidad de pozos para llevarla a los canales. Al mismo tiempo, a través de la ley N° 18.450 se pueden aumentar los recursos para tecnificar la agricultura y aprovechar el riego por goteo y por microaspersión, lo que es fundamental. También lo es pavimentar los canales, porque en otra sequía, o en ésta si continúa, el problema será gravísimo. No podemos pensar que la lluvia superará esta situación. Estas obras deben continuar porque la sequía y sus consecuencias, por lo menos, durarán bastante tiempo.
Además, discrepo de lo expresado por el Ministro señor Carlos Hurtado, en cuanto a que esta sequía es menos grave que la del año 1968. A mi juicio es mucho más grave. La diferencia está en que en los años 1968, 1969 y 1970, durante el Gobierno del Presidente Frei, se hicieron muchos sondajes para sacar agua de las napas subterráneas y se construyeron embalses en diferentes partes, gracias a la política que siguiera la CORA para efectuar obras, las que, sin duda, han paliado la gravedad del actual problema de la sequía; en cambio, en 1968 no había ninguna infraestructura para este efecto.
Para terminar, y con el objeto de que puedan hacer uso de la palabra los demás Diputados democratacristianos, considero que debe implementarse la política de riego para el sector agrícola y la destinada a dotar de agua potable a todos los habitantes. Estoy seguro de que las autoridades de Gobierno y así se desprende de sus expresiones ellos han desarrollado una política de riego importante para el país.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Ministro de Obras Públicas, señor Hurtado.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Sólo para aclarar mi pensamiento, tal vez no me expresé con la suficiente claridad.
Hidrológicamente hablando, la sequía de estos tres años es menor que la de los tres años anteriores. Son cifras estadísticas. Eso no significa y éste es el punto importante que económicamente esta sequía sea de un impacto menor que la otra, porque en el intertanto ha cambiado la Naturaleza y la demanda por el agua. Mientras en esa época muchos cultivos eran anuales y se podían sacrificar con cierta facilidad, en la actualidad en esas zonas se han hecho plantaciones y se ha incurrido en otro tipo de inversiones, lo que hace que la pérdida que pueda ocasionar la sequía sea de mucho mayor gravedad. Esa es la realidad.
Es todo.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Ministro señor Figueroa.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
He oído con mucho interés la iniciativa de prorrogar el vencimiento de la obligación llamada "deuda ex Cora", para lo cual, efectivamente, se requiere de un texto legal.
Respecto de la prórroga para el pago del impuesto a los bienes raíces, quiero recordar nuevamente el decreto al cual aludí que está en tramitación en este instante y cuyo artículo 1°, letra b), señala: "Autorízase al Servicio de Impuestos Internos para adoptar las siguientes medidas: Prorrogar impuestos y fijar nuevas fechas de pago. Estas prórrogas no podrán exceder de 360 días.". De manera que la medida ya está adoptada administrativamente.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Joaquín Palma.
El señor PALMA (don Joaquín).-
Señor Presidente, la sequía que afecta a las zonas norte y central de Chile es un hecho grave, pero no nuevo. Al menos, no lo es para las Tercera y Cuarta Regiones, donde se produce cada cierto tiempo.
Tal vez el fenómeno no sea usual en zonas costeras más al sur de la Quinta Región.
Quiero plantear en esta sesión que, por ser de distinta naturaleza la sequía de la Tercera y Cuarta Regiones ella debe ser analizada y tratada de manera diferente.
La sequía al sur de la cuesta El Melón afecta a las economías agrícola y familiar de los habitantes de toda la zona costera; pero, en un año de regular pluviometría se resolverán rápidamente los problemas agrícolas. Por otra parte, sabemos que en esta zona hay grandes posibilidades de plantaciones forestales, lo cual podría cambiar sustancialmente su economía.
En las Tercera y Cuarta Regiones, en cambio, el problema es más profundo, pues es una zona árida, con régimen pluviométrico variable que produce ciclos de sequía de catastróficas consecuencias. No se trata de que el clima esté cambiando ahora, porque, por ejemplo, la estadística pluviométrica de Vicuña en los últimos 45 años demuestra que sólo en 14 ha llovido más de 100 milímetros, y en 11, menos de 50 milímetros. En 1979 y en 1988 cayeron menos de 10 milímetros de lluvia en esa zona; sólo en dos años ha sobrepasado los 200 milímetros.
No es nuevo el problema. Buscando antecedentes al respecto, encontré que ya don Vicente Pérez Rosales, en 1840 más o menos, decía del río Copiapó: "Este río, como los demás del norte, parece que sólo se conserva en calidad de testigo de lo que antes llovía en aquellas ardientes regiones, y nada más". Advierto que nadie antes pudo afirmarlo con certeza. Unos lo atribuyen a la destrucción de los bosques; otros, al cambio del eje de la tierra. Los argumentos se repiten, más o menos en los mismos términos, 150 años después. Por lo tanto, se puede tener la certeza de que la falta de lluvias en esta zona árida es permanente, de siempre, y no de ahora.
Es fácil entender, entonces, que en estas adversas condiciones la actividad económica haya sido siempre precaria para los más pobres.
La capacidad de alimentar a la gente en la zona es limitada, porque la población de Coquimbo, por ejemplo, ha ido perdiendo peso demográfico. En tiempos de don Vicente Pérez Rosales, por lo menos el 9,9 por ciento de la población de
Chile vivía en esa provincia; hoy sólo vive el 3,6 por ciento. Los mejores hombres fueron a buscar fortuna al norte en el salitre y el cobre, tal como lo hacen ahora, y poblaron Tarapacá y Antofagasta.
Hoy viven 800 mil personas en esta zona árida, y para ellas la sequía se ha transformado en una catástrofe. Por eso, nuestra responsabilidad es buscar el modo de acabar con esta precariedad reflejada en los índices de indigencia y pobreza, los mayores del país; en el subempleo que es la característica del trabajo, y en los problemas sociales, representados entre otros, por altísimos índices de hogares malo constituidos, hijos ilegítimos y madres menores de 18 años.
Nos enfrentamos nuevamente a una gran sequía, tal vez tan grave como las de 1967 y 1972, o aquélla de en los años 50. Por ello, pienso que no debemos dejar de tomar las decisiones que la gravedad de este problema, que se reitera, merece. No se trata sólo de siembras pérdidas o de ganado muerto, sino de la endémica pobreza de la región, cuya causa se debe, en definitiva, a la falta de lluvias, con todo el costo social que significa para el país. Debemos resolver teniendo en vista la actual sequía, tan grave para esta zona.
Para solucionar el problema de esas 800 mil personas, hay que invertir en riego y en tecnología, lo que por desgracia no sé ha hecho en los últimos 20 años. Durante los gobiernos de los Presidentes Alessandri y Frei se construyó el embalse La Paloma, inversión que seguramente se pagó al salvarse las cosechas en los años malos. Pero desde que se inauguró el embalse, en 1967, nada de importancia se ha construido en obras de riego en la zona. El gobierno militar, como aquí lo han dicho otros parlamentarios, implemento un sistema de subsidios a obras menores, el cual benefició muy poco a la zona, debido a sus peculiares características. Lo mismo se puede decir de los subsidios forestales. En verdad, la realidad de la zona no le permite competir con otras de más al sur sin antes incurrir en grandes inversiones.
Queremos una solución definitiva para las 150 mil hectáreas que hay desde la cuesta El Melón hasta Copiapó con variedades agrícolas excepcionales, las que, bien cultivadas, producirían tanto como en Israel.
El problema de la sequía no debe resolverse únicamente sobre la base de labores de asistencia, aunque concideramos que ellas son necesarias.
Por esa razón, quiero proponer al señor Ministro un plan de trabajo que pretende resolver la cuestión de fondo, consistente en asegurar el riego y en mejorar la tecnología agrícola. Se trata de implementar un plan decenal, porque hay que preparar con tiempo el desarrollo del programa. Entiendo que no es posible pedir que se realicen obras de alto costo en un plazo muy cortó. Por eso, debemos pensar en un plan decenal de desarrollo de las zonas áridas, con una inversión, de aquí al año 2000, de unos 30 millones de dólares anuales en obras de riego y en tecnología. En total, se invertirían más o menos 300 millones de dólares en diez años, cantidad menor que la empleada en la construcción de embalses y obras de riego en el valle del río Limarí entre 1930 y 1960, y menor de la que se planea invertir sólo en poco más de cinco kilómetros del Metro hasta La Florida, obra que yo, al menos, considero de mucho menor importancia.
El señor SOTA.-
Son obras que no es posible comparar.
El señor PALMA (don Joaquín).-
De acuerdo con este plan, en diez años se construirían, en forma ininterrumpida, cuatro embalses: en los ríos Huasco, Elqui, Choapa, y uno en la provincia de Petorca; se complementarían y mejorarían los canales de todos los valles; se importarían técnicas de riego adecuadas para mejorar la productividad y el ahorro de agua; se realizaría un plan de forestación; se resolverían los problemas de agua potable de la costa al sur de La Serena, ciudad que para el año 2000, se habrá convertido en un centro urbano de más de 300 mil habitantes, cuya población se duplica durante el verano.
Para llevar a efecto y administrar este plan, se podría pensar en la creación de un organismo autónomo regionalizado, con personería y capital propios, cuya autoridad máxima sería el Ministro de Obras Públicas, pero independiente de esa Secretaría de Estado. Este ente autónomo estaría a cargo de un vicepresidente ejecutivo, un directorio adecuado y tendría su asiento en La Serena, ciudad que, justamente, es el centro de toda esa zona.
La meta final no será otra que asegurar el riego para la agricultura regional actualmente es del 40 por ciento, como promedio hasta en un 85 por ciento, aumentando, de paso, a 20 mil las hectáreas de riego y duplicando las plazas de trabajo agrícola.
He sido informado de que hay créditos disponibles en el mercado mundial para financiar este tipo de obras, porque en otros países más desarrollados ellas ya no se están realizando. Si somos capaces de llevar adelante esta iniciativa, al cabo de 10 años tendríamos invertidos 300 millones de dólares y habríamos resuelto definitivamente el problema medular de la sequía y de la inseguridad de riego, el problema medular de los valles.
Aproximadamente, en Huasco se invertirían 50 millones; en Elqui, 150 millones; en Limarí, 20 millones, con el objeto de mejorar los sistemas de canales; en El Choapa, 30 millones a fin de hacer un embalse de curso medio, y en Petorca 20 millones para construir algunos embalses. El resto se invertiría, durante 10 años, en desarrollo tecnológico, para permitir riego moderno y adecuado.
Creo que esta es una oportunidad apropiada para plantear a los señores Ministros la necesidad de resolver, en forma seria, el problema de la sequía al norte de la cuesta El Melón y adoptar un plan como el propuesto cumple con el objetivo, no es caro, comparativamente, para el erario y, además, créditos que se podrían conseguir para tal efecto.
Los Gobiernos anteriores no plantearon la solución del problema en su globalidad, hoy debemos hacerlo porque tenemos hacia adelante, con toda seguridad, años de buen desarrollo económico y años de verdadera estabilidad política.
He dicho.
El señor HURTADO.- (Ministro de Obras Públicas).-
¿Me permite una observación?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Señor Presidente, lo planteado por el Diputado señor Palma corresponde a una inquietud extraordinariamente legítima, pero que no afecta sólo a la zona árida que él representa, porque los problemas de regadío se extienden desde Arica a Magallanes, o sea, a todo Chile.
Este Gobierno, en su estrategia, ha definido un programa de emergencia de grandes obras de riego, en el cual estamos abordando, como mencionaba, cuatro grandes obras, que son el embalse El Toro, El Canal Pencahue, El Canal Laja-Diguillín y una primera etapa del embalse Convento Viejo. Esto se inicia en el mes de abril y se va a llamar lo voy a anunciar aquía la primera licitación para iniciar la construcción de las obras del Canal Pencahue. En el caso de El Huasco, se están todavía haciendo algunos estudios, esenciales para determinar el emplazamiento del embalse, y en el del Canal Laja-Diguillín he estado hace poco con los regantes y se están negociando las condiciones en que ellos van a pagar las obras. Faltan algunos detalles de ingeniería para también iniciar los trabajos. Finalmente, en el caso de Convento Viejo, se va a usar un pequeño embalse, que se hizo para desviar el estero, para realizar una primera etapa de esa obra de 36 millones de metros cúbicos, que va a mejorar significativamente el regadío de toda esta zona. Esas son las obras de emergencia que se realizan en este período.
Sin embargo, recojo la inquietud del Diputado señor Palma, y ésa es la política del Gobierno que se ha estado llevando adelante en la Comisión Nacional de Riego, que preside el Ministro de Economía e integran los Ministros de Agricultura, de Odeplán, de Hacienda y de Obras Públicas, para elaborar un plan nacional de riego, lo que no significa postergar la iniciación de otras obras, porque algunas ya tienen sus estudios avanzados. Pero se tiene que hacer un análisis cuidadoso de las distintas inversiones que existen en este sector y evaluarlas objetivamente. Son pocas las provincias que no tienen su proyecto de regadío, de manera que si no se hace un estudio muy objetivo y cuidadoso, se corre el peligro de incurrir en in equidades.
Para terminar, recojo la idea del Diputado señor Palma la encuentro muy interesante, porque siempre hemos estado pensando en el concepto de cuenca, cuenca grande, pero evidentemente para algunas regiones, como la Tercera y la Cuarta, se podría pensar en una institucionalidad de más alcance, que cubra probablemente en forma más amplia ya no la cuenca de los ríos, que son pequeños, sino que cubra la región completa. Esta es una idea que evidentemente debemos tener en consideración.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Velasco.
El señor VELASCO.-
Señor Presidente, la sequía, debido a la falta de lluvias, que se viene produciendo desde 1988, configura hoy, entre la Tercera y Octava Regiones, un cuadro realmente desolador. Esta situación, flagelo de la naturaleza, ha alcanzado un grado de catástrofe en diversas comunas, fundamentalmente por la falta de agua de bebida y riego, y la desocupación que ha creado la disminución de los cultivos y de la masa ganadera, la cual, con menos alimento, se ha traducido en una menor cantidad de animales por hectárea y pérdidas en pariciones.
Según la Comisión Nacional de Sequía, creada el año pasado, las pérdidas agrícolas y ganaderas en estas zonas son irremediables en el corto plazo. Las comunas declaradas en catástrofe son 49 en el país. El daño social está sobre las 30 mil familias afectadas gravemente en su extrema pobreza y en sus fuentes de trabajo. Las pérdidas, producto de esta grave situación, comprenden un daño económico estimado sobre los 200 millones de dólares.
Además, a esto se suman los perjudiciales incendios forestales, que son el agente que mayores pérdidas ocasiona al medio ambiente, las cuales son irreparables, al margen de ser la génesis de otros trastornos ecológicos. Es así como los incendios forestales tienen una estrecha e íntima relación con los problemas de sequía que hoy se analizan en esta Cámara, situación que el común de la población no logra percibir. Estos incendios forestales destruyen la degradada cubierta vegetal que protege las cuencas hidrográficas. Por otra parte, las quemas en las quebradas imposibilitan el abastecimiento de agua a los tranques, ya que no poseen el agente natural de regulación del régimen hídrico: la vegetación.
Las cifras hablan por sí solas. En la Quinta Región, unas 450 mil hectáreas de terreno de riego y secano, han sido dañadas en diferentes grados. De las 37 comunas existentes, 11 han sido declaradas zonas de catástrofe, lo cual afecta muy particularmente la provincia de San Antonio y la Comuna de Casablanca.
Para comprender cabalmente el problema, quiero referirme a una realidad que conozco desde muy cerca: la de los valles de Casablanca y Cuncumén, en la comuna de San Antonio. La superficie agrícola en el valle de Casablanca, en su mayor parte, es suelo de secano. El riego eventual lo proporcionan los diversos tranques que existen desde hace muchos años y que acumulan sus aguas a trávés de las lluvias. Con la prolongada sequía que ha afectado a la zona, ya se han secado totalmente los tranques de Pitama, Vinilla, Los Perales, Orrego, Carpintero, Ovalle, El Batro, Orozco, El Toqui, El Boldo, San Jerónimo, por nombrar sólo algunos.
En un año normal, cuentan los parceleros de la zona que en los alrededores se producía alfalfa para el consumo de toda la región; maíz suficiente para comercializar en el exterior y todo tipo de hortalizas que surtían los mercados de Valparaíso y Santiago. Además, los de mayor envergadura eran utilizados para actividades náuticas, debido a que sus aguas de estanco eran fuentes de refresco y esparcimiento para familia completas.
Al observar la triste imagen de estos embalses, se recuerda a simple vista los interminables salares del norte. Su sequedad es extrema. Los lugareños de la zona me señalaron que desde 1968 no se producía algo así. Es un espectáculo desolador, triste y doloroso.
Las soluciones provisorias no bastan. Es necesaria la terminación del proyecto de riego del río Maipo, también conocido como "El Canal de la Prosperidad", que quedó inconcluso en Curacaví.
El proyecto Maipo, o Canal Maipo-Peñuelas, permitiría regar una superficie de alrededor de 330 mil hectáreas, abarcando la totalidad de la superficie agrícola de la Región Metropolitana, parte de la Quinta Región, incluyendo los valles de Maipo, Mapocho, Puangue, Casablanca, Yali, Alhué, y los sectores costeros ubicados entre el estero de Casablanca y el río Rapel. Los beneficios serían múltiples: absorción de manos de obra cesante, regadío para estos áridos valles, forraje para los animales, etcétera, lo que permitiría la exportación de diversos productos. Gran parte de los estudios técnicos ya han sido realizados; bastaría actualizarlos para ponerlos en ejecución.
También es importante considerar, como aquí se ha señalado, que durante los 17 años del gobierno militar no se construyó ninguna obra de regadío, mediana ni grande. El ciento por ciento de la red de riego data de hace casi cien años y no se ha hecho mantención o reparación alguna, lo que la hace extremadamente ineficiente. La gran mayoría de los pozos profundos de propiedad de Corfo, Cora y otros, que suman alrededor de 4 mil 800 se privatizaron, y por el no uso quedaron obsoletos.
La ley de privatización del agua tiene un impacto negativo en lo que se refiere a su distribución durante los períodos de escasez. El abandono del sector rural ha aflorado en forma dramática; el estado de pobreza en que se encuentran los trabajadores del agro, una vez más, golpea, la conciencia nacional. La sequía ha evidenciado este hecho en forma irrefutable.
Durante los dos primeros años de sequía, el gobierno militar no reaccionó y, lo que es peor, se mantuvo al margen y ni siquiera fue capaz de constituir un organismo, como la actual Comisión Nacional de Sequía, para afrontar este delicado problema.
Señor Presidente, me parece de vital importancia atacar el fondo del problema, evitando así que las economías y el bienestar de nuestras comunas queden a merced de fenómenos climatológicos.
El agua es sinónimo de productividad, sinónimo de vida.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Ortega.
El señor ORTEGA.-
Señor Presidente, como es sabido, la hoya hidrográfica del río Maulé tiene, fundamentalmente, dos objetivos centrales: la generación de energía hidroeléctrica y el riego.
En épocas pluviométricas normales no debieran presentarse problemas graves en los distintos usos del vital elemento; pero, en tiempos de sequía y, por lo tanto, de escasez, se plantea la necesidad de regular su uso en una combinación adecuada entre estas distintas alternativas, especialmente en casos como el de la Laguna del Maulé, en que las reservas de recursos hídricos están en uno de sus niveles históricos más bajos.
La presión que ejercen las empresas por producir energía hidroeléctrica en invierno, cuando es necesario llenar los embalses, disminuye el potencial de agua para riego en primavera y verano, en que es requerida por la agricultura regional. Existe, por lo tanto, una tensión entre los intereses de las empresas eléctricas y los de los agricultores, la que se ha hecho crítica en tiempos de sequía.
De allí, entonces, que definir una política frente al tema del uso de las aguas y analizar la legislación vigente en relación con su equidad y eficacia para garantizar el bien común, pasa a ser el problema central en la protección efectiva de los intereses nacionales, especialmente en tiempos de sequía.
En el gobierno pasado hubo dos decisiones que afectaron gravemente el uso equilibrado y racional de las aguas del Maulé. Me refiero a la modificación de la legislación referido a este sector, especialmente del Código de Aguas, y a la privatización de Endesa, con el traspaso de los derechos de esta Empresa que antes tenía el Estado a manos privadas. Con ello, Endesa ha pasado a controlar, como lo ha reconocido en varias ocasiones el Diputado don René García, las mercedes de aguas de la gran mayoría de las cuencas hidrográficas del país, afectando el derecho de los regantes y el incentivo para posibles inversionistas en otras plantas hidroeléctricas. Pero lo más importante es que el Estado ha perdido gran parte de su capacidad para regular el uso público de las aguas. Más aún, se da la increíble paradoja de que, mientras los chilenos comunes y corrientes tenemos que pagar el agua potable a precios cada vez más onerosos, a las empresas eléctricas se les regala este, elemento. Además, no existe ninguna disposición que señale que si la Endesa no usa las merced de agua, ellas vuelvan al Estado. En la actual situación, si el Estado o los particulares desearán realizar inversiones deberían pagar por los derechos de agua a Endesa.
La controversia, de si los derechos de agua de Endesa son o no consuntivos, está hoy en la Corte Suprema, a raíz de un recurso presentado por la Junta de Vigilancia del río Maulé. La aceptación de la tesis jurídica de que estos derechos son consuntivos, a mi juicio, tendría graves consecuencias, puesto que significaría que esas aguas no necesariamente deben volver a su cauce, ello acarrearía negativos efectos para el riego futuro, por lo menos de mi región.
Por todo lo anterior, deben revisarse a fondo los derechos de los regantes, los que, según reclamos fundados, han quedado desprotegidos, sobre todo, si se aceptara que Endesa tiene derechos consuntivos sobre las aguas. Esta empresa tiene un interés obvio de producir al máximo energía hidroeléctrica y no térmica, ya que el uso del agua es prácticamente gratis, mientras que por el uso del carbón o del petróleo, debe pagarse. Con ello se impide al país tener una equilibrada política de agua y de riego.
Cuando hemos criticado la forma en que se privatizaron estas empresas, hemos recibido con inmediata reacción el calificativo de estafetas. Pero hoy, después de la experiencia vivida por los agricultores de la región del Maulé, y me refiero específicamente a Talca y Linares, especialmente en estas épocas de sequía, quienes han tenido que recurrir a manifestaciones públicas, se ha podido comprobar que el dogmatismo privatizador, por lo menos, en la forma cómo se efectuó con respecto a Endesa y a Pehuenche, ha acarreado perjuicios a la agricultura, por la presión y poder que tienen estas empresas en el país. Esto, que lo diga el actual abogado de los regantes del Maulé, que es don Miguel Otero, y su hijo, don Gerardo Otero, quienes han visto cómo ha actuado Endesa para imponer sus intereses sobre los de los regantes.
La experiencia regional ha demostrado que la actual legislación ha privilegiado estos intereses. Sólo la oportuna intervención del señor Ministro de Obras Públicas ha posibilitado que, por la vía del manejo de las reservas de agua del complejo Colbún-Machicura, se haya podido terminar este período de riego con un flujo aceptable, lo que, en la práctica ha tenido que solventar, pagar el Estado, cuando en definitiva debería haberlo hecho la empresa Pehuenche.
Todo lo anterior me lleva a concluir en que es necesario y urgente modificar la actual legislación en materia de aguas. Por lo tanto, solicito del Gobierno que cuanto antes envíe al Congreso un proyecto que modifique la legislación vigente, incluido el Código de Aguas, en el que se garanticen los derechos del Estado y de los regantes, en un sano equilibrio con el uso energético.•
He dicho.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Estimo que esta es una oportunidad óptima para discutir y plantear en forma objetiva y seria este problema de fondo del uso combinado de las aguas.
Comparto plenamente la inquietud manifestada por el Diputado señor Ortega sobre la necesidad de revisar la actual legislación de aguas, en el sentido de que el amparo de su derecho de aprovechamiento se haga a través de su uso y no que se constituyan derechos que no se ejercen ni se pagan y que, en cierto modo, obstaculizan significativamente el aprovechamiento por usuarios potenciales importantes.
En estos momentos estamos afinando un proyecto para modificar dicha legislación, el que considera este aspecto. Entre otras cosas sistematiza las normas sobre protección del agua, especialmente en lo que toca a la contaminación, problema que preocupa a muchas regiones, y considera también la conveniencia de que su manejo se efectúe dentro de un concepto integrado de cuencas.
En cuanto al manejo de las aguas del río Maulé durante este año, tema también planteado por el Diputado señor Ortega, hasta ahora ellos, se han regulado por distintos tipos de resoluciones constitutivas de derechos legales, a los cuales han tenido acceso las diversas entidades jurídicas que los han reclamado.
Dichas resoluciones constituyen derechos que el Ministerio de Obras Públicas, como entidad administrativa, sólo puede interpretar como tales transitoriamente, bajo circunstancias extraordinarias. Ello ha dado motivo a actuales juicios ante los tribunales. Quiero destacar, muy sumariamente, algunos puntos. Cuando se construyó el embalse de la Laguna del Maulé por la Dirección de Riego por los años 40, se pensó en un embalse de aproximadamente 800 millones de metros cúbicos. Endesa, que en ese tiempo era una entidad del Estado, definió como conveniente para el país ampliarlo y darle característica de uso múltiple. Se firmó un convenio entre estos dos entes del Estado, la Dirección de Riego y la Empresa Nacional de Electricidad, para definir la forma de utilizar las aguas. Este convenio puede evidentemente estar sujeto a interpretaciones, pero existe, se ha estado aplicando y establece con cierta claridad la forma de retirar el agua. Se trata de un convenio bastante complejo, que no detallo en esta oportunidad porque nos quitaría mucho tiempo. Sí puedo decir que cuando se inició la actual temporada de riego, los cálculos que se nos dieron a conocer sobre disponibilidad de agua, los que se ajustaban a una interpretación normal de estos derechos, era del orden del 75 por ciento para los regantes de la cuenca del río Maulé. Nosotros, después de una compleja negociación con Endesa y Pehuenche, que ahora son entes privados, logramos asegurar durante este año sobre el 80 por ciento de riego, y, especialmente, que el agua esté disponible en los momentos más críticos. En seguida esto es lo más importante que quiero destacar, se llegó a un convenio con el sector eléctrico, en virtud del cual éste se comprometió a no retirar las aguas a las que tiene derecho durante este invierno, lo que nos garantiza que el próximo año, aun cuando hubiere peores condiciones de sequía tendríamos también asegurado el regadío para la cuenca del río Maulé.
El Presidente de la República ha dicho en forma muy clara que al menos durante este período la Empresa Colbún-Machicura, que es estatal, debe ser manejada con un propósito de uso múltiple: de generación de energía y de respaldo al sistema de riego. En consecuencia, se ha dispuesto también de aguas del sector energético para suplir deficiencias observadas al final de este período, en el adecuado abastecimiento de los regantes.
Por otra parte, debo señalar que el estado de conservación de los canales de la zona del Maulé es deplorable. A algunas no se les ha hecho mantención durante años; por las compuertas no sale el agua sino en circunstancias muy especiales, y los muros y revestimientos se están derrumbando. Uno de los programas importantes por realizar y que hemos estado conversando con las directivas del canal Maulé y de otros sectores de riego en la zona, se refiere a la urgencia de reparar y conservar el sistema de regadío, a fin de evitar problemas mayores de filtraciones, de mal uso y de mal aprovechamiento del agua.
Finalmente, quiero decir que todavía tenemos agua disponible en la laguna del Maulé, por si en lo que resta de este período se produce una emergencia final en materia de regadío.
Señor Presidente, este tema es extremadamente complejo, porque implica, por una parte, satisfacer adecuadamente las necesidades de riego de una parte, satisfacer adecuadamente las necesidades de riego de una importante cuenca hidrográfica del país y, por otra, el llenado de un embalse, que es esencial para asegurar la disponibilidad de energía adecuada durante este invierno, en caso que se produzca una situación de sequía. Hemos recibido una carta de la Comisión Nacional de Energía en la cual nos indica que si este embalse no se llenaba oportunamente como se está haciéndose corría el riesgo muy serio de racionamiento, o que podría tener impacto, incluso, en el sistema tarifario.
En esta cuenca, que es mejor que el promedio del país, se han conseguido los objetivos simultáneos de asegurar el llenado del embalse y, además esto es lo más importante, garantizar que el próximo año tengamos agua suficiente en caso de sequia.
Este no ha sido un problema fácil. Comprendo la inquietud de los regantes, porque los conozco muy bien. Sé lo que significa la carencia de agua. Pero hemos estado con una disponibilidad sobre el 80 y, en algunos casos, sobre el 85 por ciento. Si bien esto no es normal ni lo es suficiente, esta lejos de representar una situación de catástrofe en la zona del Maulé.
Muchas gracias.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado don Sergio Jara.
El señor JARA (don Sergio).-
Señor Presidente, este es un problema nacional. En consecuencia, requiere una política nacional, en que todos los sectores políticos, sociales y económicos estén involucrados.
El Gobierno ha acertado al crear la Comisión Nacional de la Sequía. Este organismo, constituido por un pequeño número de personas y actualmente encabezado por Hugo Ortega y Moisés Hervías, está haciendo todos los esfuerzos posibles para aliviar los graves efectos de la sequía. Asimismo, son importantes el plan de riego y las obras de distinto tipo, mayores, medianas y pequeñas, que está impulsando el sector estatal para enfrentar en el futuro problemas como los que hoy se analizan.
Respecto del Parlamento, está claro que es necesario modificar muchas leyes, como la N° 16.282, sobre catástrofes, para permitir normalizar la situación de las zonas declaradas de catástrofe. La modificación del Código de Aguas requiere un mayor estudio.
La ley de fomento del riego, la modificación del Código de Aguas y, además, una nueva legislación sobre agua potable rural proporcionarán a la gente alternativas y esperanzas.
Sobre el agua potable rural, el Gobierno debe definir un servicio a través del cual se pueda activar, mediante créditos del BID, el programa que durante muchos años dio buenos resultados.
Pero no sólo el Gobierno y el Parlamento tienen que cumplir un rol en este problema, sino también el Poder Judicial. Celebro los oficios de las autoridades de Gobierno a la Ilustrísima Corte Suprema, en cuanto a la aplicación del artículo 8° de la ley N° 16.282, sobre suspensión de los apremios.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Señor Diputado, ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para insertar en la versión oficial los discursos de los Diputados señores Sergio Jara, Sabag, inserto a continuación para hacer uso de la palabra.
El señor NAVARRETE.-
Que se inserten los discursos de todos los Diputados que lo soliciten.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se procederá en la forma indicada por el Diputado señor Navarrete.
Acordado.
En la sesión pasada, el Diputado señor Latorre solicitó asimismo la inserción de su discurso en la versión de esta sesión y, según me indican, hubo acuerdo para ello.
El señor ALESSANDRI BALMACEDA.-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ALESSANDRI BALMACEDA.-
Señor Presidente, si se pidió ese acuerdo, obviamente doy el asentimiento; pero no me parece que proceda si el Diputado señor Latorre está ausente de la Sala. En caso de que se haya adoptado ya acuerdo, retiro mi observación.
El señor LETELIER.-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LETELIER.-
Señor Presidente, el Diputado señor Latorre, que representa a la Sexta Región Costa, una de las más afectadas por la sequía, se encuentra fuera del país con motivo de una invitación que recibió la Corporación. La sesión destinada a analizar este problema la semana pasada se postergó por razones de todos conocidas.
En consecuencia, ahora sólo correspondería ratificar un acuerdo ya tomado.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo, entonces, para ratificar el acuerdo adoptado en relación a la petición del Diputado señor Latorre?
Acordado.
Puede continuar el Diputado don Sergio Jara.
El señor JARA (don Sergio).-
Señor Presidente, no leo un discurso escrito; hago una relación verbal. Por lo tanto, pido tres minutos más para hacer peticiones concretas a la autoridad.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo para acceder a lo solicitado por el Diputado don Sergio Jara?
El señor ALESSANDRI BALMACEDA.-
Que se hagan extensivos los tres minutos adicionales a todos los Comités.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se ampliaría en tres minutos el tiempo de los Comités.
Acordado
Puede continuar el Diputado don Sergio Jara.
El señor JARA (don Sergio).-
Señor Presidente, pido a los señores Ministros presentes que señalen, con exactitud y precisión, las obras medianas y pequeñas en actual ejecución. Son más de 70 los puntos del país que las requieren, especialmente, en la comuna de Putaendo, Provincia de San Felipe, Aconcagua, declarada zona de catástrofe.
La segunda petición a los señores Ministros se refiere a la necesidad de impartir instrucciones administrativas al Servicio de Impuestos Internos en el sentido que paso a indicar. En este momento, se encuentra en trámite en la Contraloría, una resolución que otorga facilidades a los agricultores de las comunas declaradas zonas de catástrofe que adeudan impuestos. La parte sur de la cuenca de Putaendo no está declarada zona de catástrofe. En consecuencia, para que quede en igualdad de condiciones, mientras se modifican las leyes correspondientes, particularmente la N° 16282, es indispensable que se den instrucciones administrativas para que Impuestos Internos no aperciba a los pequeños agricultores.
La última petición se refiere a un punto no tocado hasta ahora. Los pequeños productores, que antes podían financiar los estudios de sus hijos en Universidades e Institutos privados, ahora no lo pueden hacer por carecer de recursos económicos a raíz de la sequía. Sin embargo, a pesar de las graves consecuencias de esta catástrofe, y de las dificultades de todo orden, estos agricultores no pierden las esperanzas de educar a sus hijos. Para ello es indispensable que el crédito universitario y las becas continúen favoreciendo a sus hijos, de modo que éstos puedan estudiar y ser ciudadanos útiles el día de mañana. Formulo petición en este sentido.
He dicho.
El señor LONGTON.-
¿Me permite, señor Presidente? Deseo plantear una cuestión reglamentaria.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor LONGTON.-
Señor Presidente, sin el afán de causar problema respecto de la petición del Diputado señor Latorre, no me parece adecuada la inserción de su discurso. ¿Por que? La Sala le concedió permiso constitucional para ausentarse del país desde una fecha equis; desconozco el período por el cual estará ausente. Entonces, ¿Cómo puede aparecer su discurso con fecha de hoy, martes 9, si no está presente? No entiendo esta parte.
En consecuencia, para evitar a una mala imagen frente a la opinión pública es necesario aclarar esta situación. El Diputado señor Latorre no puede aparecer interviniendo estando ausente del país. Eso no me parece correcto.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Ya adoptó el acuerdo señor Diputado, sin embargo, se dejará constancia de su observación.
Las intervenciones cuya inserción se acordó son las siguientes:
El señor SABAG.-
Señor Presidente, la grave sequía que por tercer año consecutivo se presenta en gran parte de nuestro territorio y que ha afectado con mayor intensidad a aquellos sectores agrícolas que no se encuentran bajo la seguridad que proporcionen los embalses mayores de riego, es la causa de nuestra preocupación y ha motivado esta sesión especial de la Cámara.
El Gobierno, sensible a este problema, desde su inicio ha tomado con mucha acuciosidad las medidas destinadas a paliar en parte esta emergencia.
Para centralizar los recursos, esfuerzos y para enfrentar sincronizadamente este mal, se ha constituido la Comisión Nacional de Sequía, que está a cargo del Vicepresidente del INDAP, ingeniero señor Hugo Ortega.
Es así como se han dictado tres decretos declarando zonas de catástrofes a varias comunas de las regiones Tercera, Cuarta, Quinta, Sexta, Séptima y Región Metropolitana. Por el decreto N° 24 del 14 de febrero pasado, del Ministerio de Obras Públicas, se declaran zonas de escasez a varias otras comunas, incluyendo, además, ahora la Octava Región, especialmente las comunas de mi distrito, NQ 42, como ser Miquén, San Carlos, Ninhue, Quirihue, Portezuelo, Quillín, donde los daños han sido considerables.
El Gobierno, además, ha destinado hasta ahora la suma de 3.500 millones de pesos para ir en auxilio de los afectados, construyendo algunas obras menores de riego, regularizando otras, dotando de agua a numerosas escuelas y paliando la cesantía creada con motivo de este fenómeno climático, con la ejecución de varias obras públicas, especialmente de vialidad y riego. Con ellas se pretende contratar aproximadamente 900 a 1.000 personas por algunos meses.
La actual emergencia nos da la oportunidad de analizar brevemente si ha existido realmente en el país una política de riego, pues es de interés de la comunidad entera el desarrollo de la actividad agrícola, la que está íntimamente ligada al riego y en la cual deben participar activamente tanto el sector público como el privado.
La actividad del riego es tan antigua como la civilización misma y su futuro está ligado a la permanencia del hombre en la tierra. A lo largo de la historia dicha actividad ha demostrado la enorme importancia que ha tenido en el desarrollo de la humanidad en general y de los pueblos en particular.
Son dignos de recordar el desarrollo de Mesopotamia, gracias a su floreciente agricultura, originada en el aprovechamiento de las aguas de los ríos Tigris y Eufrates. Egipto, que posee la presa más antigua del mundo, construida hace 5.000 años y que mide 12 metros de altura por 108 de largo y que aún se encuentra en pleno servicio. La utilización para riego de las aguas del Nilo, que se remonta al año 3.300 antes de Cristo, le permitieron o fueron la causa de su desarrollo cultural y agrícola.
En China, se encuentra la presa de TuKiang construida''2.000 años antes de Cristo y que riega 200.000 Hás. y está en plena operación. Allí está también el gran Canal, de 1.200 Kms. de longitud, construido el siglo VII de nuestra era, lo que le permitió en parte, a China alcanzar gran desarrollo social y cultural, gracias a la estabilidad obtenida con el riego.
En fin, son muchos los ejemplos de numerosas naciones que han alcanzado un gran desarrollo y estabilidad gracias a la prosperidad de su agricultura debidamente apoyada por el riego.
No puedo dejar de mencionar el caso de España, que el año 1940 tenía menos de 50 embalses y que hoy día posee más de 600 presas y la regulación alcanza al 70 por ciento de sus aportaciones, lo que hace que sea el país con mayor porcentaje de regulación del mundo. Estas inversiones visionarias le permitieron a España transformarse en una potencia agrícola y llegar a ser el principal proveedor de Europa. Este hecho le significó el punto más difícil en las negociaciones para su ingreso al Mercado Común Europeo.
Pero, ¿que ha pasado en nuestro país?
Las obras mayores de riego las inició el Estado debido a la fuerte inversión que significan, en razón de que el sector privado no estaba en condiciones de enfrentarlas y a la imperiosa necesidad de proceder a la regulación de los ríos, por ser absolutamente necesario para el desarrollo del país.,
El año 1930, el Estado inició la regulación del río Liman mediante la construcción del embalse Recoleta, lo que continuó haciendo hasta completar 24 presas hasta el año 1960, con una inversión media en grandes obras de riego, la que alcanzó al 9,1 de la inversión en obras públicas, con una capacidad de regulación de 2.100 millones de metros cúbicos.
Desde 1960 hasta el primer semestre de 1970, se incrementó fundamentalmente la inversión en la construcción de grandes obras de regulación, alcanzando un promedio de 12,4, de la inversión de obras públicas.
Se ejecutaron así las obras de los embalses Paloma, El Yeso, Digua y Coihueco, que en conjunto regulan 1.250 millones de metros cúbicos, además de desarrollar sus respectivos sistemas de regadío.
A partir de esa fecha y de parte del Estado, se inicia un período de violento descenso de las inversiones en obras de regadío, llegando incluso, en 1975, a paralizar la construcción de los embalses Convento Viejo y Puntilla del Viento en la V y VI Regiones, respectivamente.
En consecuencia es necesario destacar que, mientras en la década de 19601970, la inversión del rubro llegó al 12,4 por ciento, ésta disminuyó aceleradamente hasta llegar en los años 1987 al 1,9 por ciento; 1988 al 1,35 por ciento; 1989 al 1,13 por ciento y 1990 al 0,70 por ciento del total de inversiones del Ministerio de Obras Públicas, siendo estas inversiones las más bajas de toda la historia.
Por tal motivo hay que dejar expresa constancia de que en los últimos 20 años no se construyó ninguna obra mayor de riego. Ello demuestra miopía y falta de visión de los gobernantes de la época, que hoy día el país paga muy caro, pues es evidente que en las zonas donde existe regulación de los ríos la situación de sequía no ha afectado la agricultura o la ganadería.
Durante los dos primeros años de la sequía y cuya atención correspondía al Gobierno anterior, ni siquiera reaccionó éste nombrando o constituyendo alguna comisión de sequía. Su ayuda a los afectados se limitó en 1988 a otorgar un total de 41 millones de pesos en créditos como sustentación social, para 1986 personas. En 1989 otorgó 270 millones de pesos en favor de 16.900 personas, y en 1990, 438 millones para 23 mil personas.
Por lo tanto, toca al Gobierno del Presidente Aylwin, definir con claridad y firmeza una política de riego que sea eficaz, ágil y flexible y que se enmarque dentro de un programa a mediano y largo plazo; con estabilidad propia, es decir: independiente de vaivenes políticos y económicos.
No cabe duda que el Estado es el primer interesado en el desarrollo del país; como consecuencia debe ser el patrocinador y ejecutor de las obras mayores de riego, sin perjuicio de la participación del sector privado, que no tiene problemas en solventar en parte el costo de las obras.
Aprovechando la presencia de los señores Ministros de Agricultura y de Obras Públicas, les expreso mi personal convicción acerca de la urgente necesidad de recuperar el tiempo perdido e iniciar obras de riego de real envergadura, como son las del canal Laja-Diguillín, Pencahue, El Toro, Convento Viejo, Puntilla de Viento, Tronco, Linares y agotar los estudios de otros importantes embalses como Punilla en San Fabián, Puclaro en la IV
Región, Victoria, Traiguén, Nilahue, Valle del Putaendo, etcétera.
Además, debe modificarse prontamente el Código de Aguas, pues en la actualidad ha provocado más dificultades que beneficios.
Al mismo tiempo, es necesario restablecer como primera prioridad que las aguas deben beneficiar a la agricultura y con posterioridad a las empresas hidroeléctricas. Deben estudiarse la caducidad por ley de las numerosas concesiones o merced de aguas otorgadas a las empresas eléctricas y de las que no han hecho uso, a pesar de haber transcurrido más de 7, 10 ó 15 años desde su otorgamiento.
¡El agua es vida y nuestro país fue bendecido por la mano de Dios, proporcionándonos numerosos lagos, lagunas y ríos que atraviesan gran parte de nuestros suelos. Empleemos nuestra inteligencia para retener esa inmensa riqueza 'que vemos pasar rauda rumbo al mar, para usarla en producir alimentos, para desarrollar nuestro país elevando al nivel de vida de los sectores rurales y evitar así que sigan emigrando hacia las grandes ciudades con los enormes problemas que ello trae como consecuencia.
Tengo plena confianza en las acciones que el Supremo Gobierno ha tomado para enfrentar esta emergencia, como asimismo para elaborar una seria política de riego de corto y largo plazo que signifique no tan sólo transformar la agricultura de nuestro país, convirtiéndola en otra dinámica fuente exportadora, generadora de mano de obra, estabilidad, habitacional en los sectores rurales y sin duda una mayor prosperidad para todos los chilenos.
He dicho.
El señor LATORRE.-
Señor Presidente:
He querido intervenir en esta sesión que hemos convocado para analizar la dramática situación de sequía que afecta a vastas regiones del país, pues el distrito que tengo el honor de representar en nuestra Cámara está formado por 14 comunas eminentemente rurales. Ubicadas en las provincias de Colchagua y Cardenal Caro en la VI Región, fuertemente afectadas por este fenómeno que ya alcanza casi tres años.
En efecto, si bien desde diciembre del año pasado, se han declarado zona de catástrofe a las comunas de Navidad, Marchigue y Paredones, en la provincia de Cardenal Caro, y las de Purranque y Lolol en la de Colchagua, la situación de sequía está afectando también duramente las comunas de Peralillo, Palmilla y Santa Cruz, presentándose también en estas últimas las mismas difíciles condiciones para innumerables familias, preferentemente de pequeños agricultores que ven con desesperación que día a día pierden sus modestas posibilidades de desarrollo y que se afectan sus humildes condiciones de vida.
Es significativo el esfuerzo que ha hecho el Gobierno para enfrentar esta situación que se extiende desde la III a la VII Región. El informe preparado por Don Hugo Ortega, Director Nacional de Indap y Presidente de la Comisión Nacional de Sequía, nos describe los alcances de esta catástrofe y las medidas adoptadas.
En el marco de los programas que esta Comisión Nacional de Sequía está impulsando, me permito hacer notar las siguientes situaciones a partir de las cuales se pueda corregir o fortalecer el esfuerzo que el Gobierno realiza en estos días y que obviamente cuenta con el respaldo de los parlamentarios que representan zonas afectadas:
1)Es imprescindible agilizar el trámite a través del cual los pequeños agricultores tienen acceso a créditos especiales; para ello debe reforzarse las posibilidades de Indap para estar presente directamente en las zonas o comunidades afectadas. Muchas de ellas lejanas a las oficinas de atención de esta institución, y por quienes no poseen medios de movilización o ya no cuentan con las mínimas medidas para desplazarse muchas veces para gestiones que requieren varios días. Esta proposición pretende corregir en el terreno .mismo, la situación de incertidumbre o de frustración que afecta a miles de familias que escuchan a través, de la radio o la televisión las medidas que se están adoptando y que no siempre saben como transformarse prontamente en beneficiarios de éstas.
2)El esfuerzo por abastecer de agua potable debe intensificarse; no debe detenerse el esfuerzo por distribuir y ampliar la capacidad de acumular agua en cada una de las comunidades rurales, afectadas. La distribución de bidones, estanques y tambores, debe ampliarse. No debe haber ningún lugar donde haya familias afectadas donde deje de llegar esta ayuda solidaria tan simple, como es el dotarles de la cantidad mínima de agua para el consumo familiar y de los pocos animales que cada una de estas humildes familias posee. Como me decían hace unos días en la comunidad de El Cardal en Paredones: "Si salvo dos novillos de los cinco que tengo, me conformo", estableciendo la tremenda diferencia entre perderlos todos y defender piarte de su modesto patrimonio.
Por los antecedentes que abundan en mi poder, es insuficiente aún la dotación de tambores y estanques que existen en condiciones de ser distribuido en varias comunas de la VI Región y creo que no demandan un gran esfuerzo para el país el garantizar que esta situación tan fácil de corregir se resuelva con urgencia.
3)Debe ejecutarse con urgencia, sin demora de ningún tipo el plan en desarrollo de profundización de norias, de habilitación de pozos y de instalación de bombas centrífugas donde ello es necesario; esta situación es urgente en todas las escuelas rurales y pozos comunitarios; y específicamente solicito atención y recursos inmediatos para las comunas de Navidad, La Estrella, Litueche y Marchigue? donde si bien se ha realizado un esfuerzo importante, el informe preparado por los propios responsables en terreno, reitera la necesidad de fortalecer sus recursos para su aplicación en la zona;
4) La distribución de forraje para el ganado no debe terminar, y para ello debemos aunar esfuerzos para contar con los medios necesarios para su adquisición y distribución, más allá de lo que ya se ha hecho en esta materia.
5) En la VI Región la situación de emergencia va en avance; no se ha detenido. En efecto, junto con el gran problema de falta de agua para el consumo humano y de los animales en distintos puntos de la región, la sequía que azota ya por tercer año consecutivo en el secano costero, ha impactado fuertemente en:
a)Cierre de fuentes de trabajo, provocando un incremento de la cesantía lo que por la naturaleza rural de estas zonas no siempre son debidamente detectadas por las estadísticas y lo que es más grave, no siempre mostrando el dramático efecto para estas familias.
b)Fuerte deterioro en la masa ganadera y en la agricultura generando una situación que para ser revertidas requiere un esfuerzo de inversión mayor que en otros casos:
c)Las familias del sector costero pertenecen al segmento más pobre de nuestro país, y hoy su pobreza ha aumentado.
Antes de finalizar, quiero destacar el esfuerzo que el Gobierno está realizando en forma directa frente al problema y a través de inversiones que en el futuro permitirán abordar en mejor forma una determinación similar.
Me refiero a los estudios e inversiones con obras de riego, mejoramiento de infraestructura vial, proyectos de electrificación y agua potable rural, etc.
Quiero, sin embargo, pedir en esta sesión el apoyo de esta Cámara de Diputados para que se oficie al Ministro de Hacienda solicitando mayores recursos para enfrentar la sequía, pues lo que se ha desatinado hasta la fecha nos resulta insuficiente, y más aún, las cifras entregadas por la Comisión Nacional de Sequía, no se compadecen con la situación de catástrofe que viven estas zonas afectadas, estando conscientes los propios integrantes de dicha comisión que si estos recursos no se implementan en forma considerable no se podrán desarrollar las medidas necesarias. En la VI Región por ejemplo, no han llegado aún recursos para programas de empleo que neutralicen en parte la grave cesantía existente. Para que ello sea posible debe aumentarse los recursos destinados a esta Región.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Alamos
El señor ALAMOS.-
Señor Presidente, en esta sesión especial deseo exponer a los señores Ministros del Interior que no pudo asistir, de Agricultura y de Obras Públicas un planteamiento general sobre el problema de la sequía que afecta a nuestro país una vez más.
No podemos dejar de tener presente el hecho de que nuestro planeta se encuentra fenómeno observado especialmente durante los últimos 40 años en una curva del temperaturas globales con ciclos altos y bajos, cuya línea promedio indica un alza constante. El "efecto invernadero", si bien es una teoría no demostrada y que en todo caso puede llegar a controlarse con el correr de los años, tiene argumentos valederos.
¿Qué se ha hecho en Chile cuando se presentan años secos? Tradicionalmente, cuando la sequía hace crisis, se crea algún organismo como la actual Comisión Nacional de la Sequía. A veces, como una cábala, basta con un par de intensas lluvias para enfriar el problema. Siempre y no lo hago con el ánimo de criticar ni mucho menos de desmerecerlas, se toman medidas, que en beneficio del tiempo, pues el señor Ministro de Agricultura ya se refirió a ellas, no voy a leerlas de nuevo; pero, en general, se trata de resolver problemas de orden social más que netamente agrícolas, y se manifiesta, al plantear la situación actual, el daño económico que en este momento está calculado en 200 millones de dólares, aproximadamente.
El motivo principal de haber invitado a los señores Ministros en conjunto y habría sido útil también contar con la presencia del Ministro de Energía es proponer de una vez por todas que esta situación se estudie; no para paliar tardíamente problemas puntuales, sino para fijar de modo definitivo un plan nacional de riego que se aplicará en aquellas zonas del país en que sea necesario. La medida debe incluir una acción subsidiaria del Estado en aquellos sectores del secano costero y de la precordillera. Parte de esto último, y con éxito, lo cumple el decreto con fuerza de ley N° 701, pero, sin duda que el pequeño propietario agrícola de esas zonas no puede acudir a él. Se está implementando, con gran publicidad, un plan denominado Fosis.
Todavía no conozco sus resultados y deseo que las expectativas que se están sembrando, por quienes lo promueven en el sector, tengan el resultado esperado. En todo caso, con este plan u otro, tendrá que mantenerse una acción subsidiaria permanente entre los campesinos más modestos.
Quiero aprovechar esta oportunidad para preguntar al Ministro de Agricultura si puede profundizar sobre los planes que tiene el Gobierno para el futuro inmediato.
También quiero traer al debate, situación que, por lo demás, quienes trabajan en esas zonas y el señor Ministro la conocen muy bien, de la falta de electrificación rural en todo el sector. Hay miles de familias, a lo largo de todo Chile, especialmente del sector costero, que no cuentan con energía eléctrica. Y naturalmente, otros planes de pequeños pozos no podrían implementarse. Pero, sin duda que la acción que el Estado y los particulares realicen en las zonas bajo cota de canales, que en períodos de pluviometría normal se riegan irregularmente o no se riegan, es lo que realmente va a producir un rápido beneficio, no sólo a aquella agricultura, sino que al país en general.
En cuanto a las llamadas obras de riego mayor, tenemos que reconocer que en el pasado se accionó erráticamente; de no hacer nada, últimamente, a construir obras con una rentabilidad dudosa o negativa, como a establecer embalses o canales cuyo éxito ha sido innegable. Todo ello conforma una acción sin ninguna planificación.
La seriedad de la política económica del país en los últimos años que esperamos se mantenga, obliga a realizar un sensato estudio de factibilidad y rentabilidad para estas obras. Hoy sabemos que para el canal Laja-Diguillín, para el canal Tronco Linares, para el canal Pencahue y para los embalses Convento Viejo y Río Huasco, se han hecho estudios que aseguran su rentabilidad. Estas obras por ningún motivo pueden seguir dilatándose; por eso es grato, una vez más, conocer de boca del Ministro de Obras Públicas que se están iniciando. Pero, según la información que poseo, sólo se tienen dispuestos 135 millones de dólares para un período de 4 años. Si recordamos que el daño causado por la actual sequía se calcula en 200 millones de dólares, naturalmente que esta cifra es importante, pero sí demasiado pequeña. Es urgente tomar medidas que vayan más lejos. Es urgente un embalse en el río Nuble, y seguramente todos mis colegas parlamentarios de las provincias agrícolas con problemas de riego tienen muchos y muy sólidos argumentos para pedir obras en sus regiones.
No es mi intención criticar negativamente lo que se está haciendo ni lo que se dejó de hacer en el pasado. Podría llenarlos de cifras de diversa índole que, por lo demás, ustedes pueden obtenerlas de su Ministerio. Podría anunciar varias obras de distintos costos que son urgentes en la Octava Región, pero creo que lo más importante es solicitar que, a raíz de esta sesión, podamos dar la partida a un plan quinquenal de riegos que se implemente, a través de todas las regiones del país. El uso de las aguas de canales, de ríos o de embalses, que se destinan a generar energía eléctrica, tendrán que adecuarse a la situación como la descrita.
Soy partidario irrestricto de la empresa privada y sus derechos tienen que ser respetados; pero ellos no pueden atentar contra el bien común. Es muy positiva la información que nos ha dado el señor Ministro de Obras Públicas sobre los problemas creados en la laguna del Maulé. Por eso quiero aprovechar la oportunidad para que nos informe sobre lo que se está haciendo acerca de la laguna del Laja, puesto que sabemos que el problema es más o menos parecido y sus niveles son los más bajos de la historia.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Por la vía de la interrupción, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, sobre el tema de la Laguna del Laja es importante tener en consideración que, como resultado de la falta de alternativas para la generación de energía eléctrica, se hizo un uso muy intenso del agua del Laja, pero este año estamos introduciendo al sistema tres nuevas centrales que aumentarán la capacidad de generación en aproximadamente un 20 ó 25 por ciento, y que están ubicadas en otras cuencas: Canutillar, Pehuenche y Alfalfal. Evidentemente que ello aliviará la situación de la Laguna que ha servido como el gran colchón durante este período y, como es lógico, no podemos continuar utilizándola a ese grado especial.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Puede volver a usar del derecho de la palabra el Diputado señor Alamos.
El señor ALAMOS.-
Efectivamente, los niveles de la Laguna del Laja tienen la cota mínima de su historia.
Finalmente, también está el problema de la Laguna del Maulé a que se refería el Diputado Ortega.
Bajo el prisma de un año con pluviometría normal el país, entonces, tiene que enfrentar esta realidad.
Insisto, señor Presidente, en que, tal como lo dijera el Ministro de Obras Públicas, éste tiene que ser un plan nacional. Encuentro razonable que cada uno de los parlamentarios presentes tengamos interés en resolver los problemas de nuestras zonas; pero, es lógico que, para solucionarlos seriamente, con el apoyo del Gobierno y de la totalidad del Congreso, debe tratarse de un plan nacional muy bien estudiado, que haga justicia a todo el sector y en el cual se tenga muy claro que existen muchos canales a lo largo de la zona centro sur, obras de arte que están subutilizadas por falta de embalses adecuados.
De modo que reiterando las preguntas hechas al Ministro de Agricultura, en cuanto a profundizar lo que se está haciendo en la zona costera, termino mi intervención.
El señor DUPRE (Vicepresidente).
Tiene la palabra el Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, muy brevemente, para recoger las observaciones del Diputado señor Alamos.
Como es de conocimiento de la Honorable Cámara, la ley N° 18.450, sobre Fomento al Riego, contemplaba un mecanismo que hacía prácticamente imposible que la agricultura campesina extendiera sus beneficios, porque obligaba a solventar los estudios previos, como también a afrontar totalmente el gasto de la obra para, posteriormente, reembolsarse del fondo respectivo. Se llegó a un convenio entre Fosis e Indap para hacer extensibles y aplicables al campesinado estos beneficios de la Ley de Riego. Y contestando derechamente la pregunta del Diputado señor Alamos, le puedo indicar que en los recintos 138, 79, 40 y 41, dedicados al riego campesino, se han presentado 138 proyectos que benefician a 9.331 familias, con una superficie regada de 16.193 hectáreas. Creo que la iniciativa del Supremo Gobierno es, en esta materia, realmente revolucionaria, porque por primera vez se puede implementar la decisión de que la Agricultura campesina acceda al beneficio del riego.
Respecto de la línea crediticia, que es otra de las inquietudes planteadas por el Honorable señor Alamos, el Director Nacional de Indap, don Hugo Ortega aquí presentepuede dar las explicaciones del caso, en la oportunidad que indique el señor Presidente.
Muchas gracias.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si lo estima el señor Alamos, podría pedirle al señor Ortega que diera las explicaciones que Su Señoría ha solicitado.
El señor ALAMOS.-
Yo he terminado mi intervención.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Longton.
El señor LONGTON.-
Honorable Cámara, señores Ministros:
Quiero ser bien breve y partir graficando con ejemplos la situación de las zonas de Limache y Olmué.
Respecto del canal Waddington, se ha dividido en cuatro secciones y está regando alrededor de 3.128 hectáreas, con un promedio de agua de 336 centímetros cúbicos en los seis días que dura el tumo, lo que no alcanza para regar las 500 hectáreas por donde pasa. Este canal tiene alrededor de 106 kilómetros desde su bocatoma hasta el último regante, y también se junta con el canal Ovalle, de 85 kilómetros. La proposición apunta a separar ambos canales con el fin de conceder también más agua al canal Waddington, ya que es el que está regando mayor número de hectáreas de cultivo que más requieren aguas permanentes.
La situación también se agrava en el sector de Trinidad, en Limache, donde está prácticamente el final del paso de este canal, pasando, primeramente, por la ciudad de Olmué. Allí, la situación de diversas familias es grave, porque se han perdido varias hectáreas de kiwi, de paltos, de tomates, de limones, y desde el mes de noviembre, esta gente no tiene agua. De 100 túneles de invernadero, sólo seis hoy día están sembrados. Pedimos que la distribución de este canal sea la correcta y se entregue más agua a aquellos sectores que lo necesitan. Es decir, con una visualización mucho más técnica. Esa es la primera petición.
Respecto de Indap, está otorgando algunos préstamos que realmente no alcanzan para cubrir las necesidades en este sector; está entregando alrededor de 140 mil pesos, máximo 280 mil. Resulta que hacer un pozo de 8 a 9 metros de profundidad, que es más o menos la profundidad a la que se saca agua, por 4 metros de diámetro, cuesta alrededor de 1 millón a 1 millón y medio ó 2 millones de pesos.
Aquí quisiera hacer algunas consultas a cualquiera de los dos Ministros respecto de las intervenciones y de cuáles son las facultades de las gobernaciones en este tema de la sequía. He estado revisando la legislación, el DFL N° 22, la ley N° 16.282 sobre sismos o catástrofes, y realmente no aparece claro cuál es el fundamento legal de las acciones de los gobernadores. ¿Por qué me refiero a la situación de los gobernadores? Porque son los que están manejando, por lo menos en la provincia de Valparaíso, la situación de la sequía, y lo están haciendo desde mi punto de vista de una manera errada. Es decir, consultan yo diría lo menos posible a los alcaldes que, en definitiva, son los que representan al gobierno local y están insertos en los problemas que tienen cada uno de los agricultores y campesinos. Y aparece el gobernador, licitando proyectos en forma paralela, incluso aquí en la Quinta Región, a organizaciones no gubernamentales, precisamente, a una de nombre Tecal en la ciudad de Valparaíso.
A mí me parece que los fondos fiscales no pueden ser entregados a organizaciones que no son gubernamentales, y quisiera derechamente, señores Ministros, preguntarles cuál es la procedencia legal de la intervención que están haciendo los señores gobernadores y por qué no se consulta a los alcaldes, que son los que están recibiendo las inquietudes directas de la comunidad.
Finalmente, deseo solicitar también a los señores Ministros, especialmente al de Obras Públicas, si pudiera implementar mayor número de obras, a fin de ir paliando la cesantía que se está produciendo al respecto y también al señor Ministro de Agricultura, aquí no estoy culpando a ninguno de los dos Ministros, pedirle velar por la eficacia e idoneidad de los funcionarios que realizan funciones en tomo al problema de la sequía, porque vemos con alarma cómo personas que no tienen ninguna idea, o conocimiento técnico agrícola, están manejando esta situación yo diría en forma que no corresponde. No digo que haya mala fe, ni mucho menos; pero debiera haber una selección rigurosa del personal que está atendiendo el problema de la sequía.
Muchas gracias, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Señor Presidente, solicitaría de ser posible, que el Director General de Aguas, quien ha estado más ligado a la distribución de aguas en las cuencas de mayor sequía, pudiera dar una explicación a las inquietudes del Diputado señor Longton.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
La única persona autorizada por acuerdo de la Cámara para hacer uso de la palabra, es don Hugo Ortega.
Si le parece a la Sala, podríamos conceder la palabra al señor Director de Aguas para que pueda entregar una explicación.
Acordado
Tiene la palabra el señor Director de Aguas.
El señor MANRIQUEZ (Director de Aguas).-
Señor Presidente, en relación con las inquietudes del Honorable Diputado señor Longton, puedo señalar que la Dirección General de Aguas se hizo cargo el año pasado de la distribución del agua de la segunda y tercera sección del río Aconcagua, ante una situación ya extrema, en la cual la presión del área fue suficientemente fuerte para que los propios usuarios, como era nuestra intención original ya no pudiesen seguir manejando la distribución.
Para esos efectos y luego de la dictación del decreto supremo que estableció zona de escasez en todas esas áreas, nombramos una comisión, en la cual, entre otras cosas y para evitar que se produjesen problemas de mala distribución de las aguas, se consideró, específicamente, dentro de ellas, al ingeniero repartidor normal de la tercera sección del río Aconcagua, don Víctor Pellegrini, quien forma parte de ella hasta el día de hoy. Quiero hacer presente que este ingeniero ha estado encargado de este río hace más de 20 años, por lo que probablemente sea una de las personas que más conoce sobre distribución.
Concretamente, el problema planteado por el Diputado señor Longton se refiere a los canales Waddington y Ovalle. Estos dos canales son, tal vez, los más conflictivos debido a su enorme extensión. Y ocurre que, justamente, debido a la escasez de agua que afecta tanto a la segunda como a la tercera sección, resulta imposible distribuir el agua de una manera distinta que no sea, primero, a través del sistema de tumos y, segundo, mediante la unión de las aguas de más de un canal, para que en ese momento se pueda regar con el canal completo y puedan llegar hasta el último regante.
Quiero hacer presente al señor Diputado que, justamente, la razón por la cual no hemos podido modificar los caudales de agua es porque en esta intervención hemos respetado estrictamente los derechos vigentes. De manera que para entregar más agua a los canales Waddington y Ovalle, tendríamos que quitar agua a otros.
En nuestra gestión, tal vez valga la pena señalar que lo más importante ha sido conseguir que la primera sección del Río Aconcagua, fuera de la zona gravemente aproblemada, entregue los fines de semana un tercio del caudal total del río Aconcagua en la parte superior. Creo que, conjuntamente con la labor de distribución permanente a lo largo de todo el río, ello ha permitido soportar, de una manera yo diría bastante razonable, la gravedad de la situación al no haber contado con estas aguas desde la primera sección.
Reitero, señor Diputado, que hemos distribuido exactamente el agua disponible, más el agregado adicional que hemos obtenido de la primera sección del río Aconcagua. Dentro de esta distribución, simplemente se ha procedido a disminuir porcentualmente los derechos en cada uno de los canales.
Debo hacer presente algo que, originalmente, fue señalado por el Diputado señor Julio Rojos, lamentablemente, en caso de la sequía, las atribuciones de la Dirección General de Aguas no le permiten entrar en los canales. Solamente, se le entrega el agua en la bocatoma; a partir de ese momento y hacia adentro, la responsabilidad de la distribución interna no está en manos de la Dirección de Aguas, sino de los propios usuarios. Por eso, como usted muy bien comprenderá, cuando hay escasez de agua normalmente, la gente tiende a respetar menos los derechos normales. Usualmente, quienes están en primeras aguas son los que pueden contar con la mayor cantidad de recursos. Respecto de lo que usted señalaba sobre la zona de Olmué, es lo típico, ya que representa la última parte del canal Huade. Por lo tanto, es la zona más afectada. De manera informal, hemos intentado cooperar con las directivas de los canales, a través de los mismos funcionarios encargados de la distribución.
El Presidente de la Comisión Interventora es un constructor civil, quien, con anterioridad, participó en la sequía de los años 68 y 69; el segundo integrante es el ingeniero señor Víctor Pellegrini; el tercer integrante es el señor Rivera, quien es ingeniero agrónomo del SAG. Son personas de vasta experiencia y en quienes tenemos plena confianza en la labor que ellos están realizando. Hasta este momento, no hemos tenido quejas en cuanto a la legalidad de la distribución de las aguas. Respecto a la cantidad de aguas, hemos hecho cuanto hemos podido, con las escasas disponibilidades.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, frente a las dos inquietudes planteadas por el Honorable Diputado señor Longton: los créditos otorgados y la autoridad de los señores gobernadores en las respectivas provincias, me haré cargo del segundo punto.
En primer lugar, hay dos disposiciones: una, de carácter general; y otra, de carácter particular.
El artículo 105 de la Constitución, encarga el Gobierno y la administración superior, en cada provincia, a los gobernadores; y en relación con esta norma, el artículo 26 del decreto ley N° 575, sobre lo que específicamente realizan los gobernadores provinciales, dice que le corresponde "efectuar las tareas propias de gobierno y administración interiores dentro de la provincia".
Además de esta norma de carácter general, hay una muy importante atinente al tema que nos preocupa: el artículo 21 de la ley permanente para sismos y catástrofes, que tiene aplicación en virtud de las declaraciones de zonas respectivas.
El artículo 21 dice: "El Ministerio del Interior del cual son agentes directos, naturalmente, los intendentes y gobernadores tendrá a su cargo la planificación y coordinación de las actividades que establece esta ley y la atención de sismos que le atañen".
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Advierto al Diputado señor Longton y a los señores Ministros que es la Mesa quien dirige el debate.
Tiene la palabra el Diputado señor Longton.
El señor LONGTON.-
Señor Presidente, insisto en que esas disposiciones no son claras. Aquí se habla de "planificación y coordinación", no se habla de "uso de recursos fiscales", que es lo que están haciendo las gobernaciones. En su defecto, esto le corresponde a las municipalidades respectivas. Todos sabemos que las facultades de las gobernaciones no están clarificadas. Incluso, en el mensaje enviado por el Presidente respecto de la regionalización, es tan poco clara y tan poca la utilidad de las gobernaciones, que se propone eliminarlas. Por lo tanto, a mí no me queda contestada la pregunta, señor Ministro.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Nuevamente le daré lectura al texto.
"El Ministerio del Interior tendrá a cargo la planificación y coordinación de las actividades que establece esta ley". Entiendo que actividades, es el actuar, el quehacer, no solamente la planificación. Naturalmente, respeto que se tenga un punto de vista jurídico distinto. Además, la Contraloría, en su oportunidad, no ha reparado ninguno de los gastos en que se ha incurrido por esta vía. De manera que la interpretación que nosotros sustentamos, es compartida por el órgano Contralor.
Señor Presidente, no sé si será oportuno que, respecto de los créditos, el señor Ortega haga una aclaración.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ortega, don Hugo, Presidente de la Comisión Nacional de Sequía.
El señor SOTA.-
¿Antes de que hable el señor Director, me permite la palabra, señor Presidente?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Sota.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, el Diputado señor Jorge Molina, quien no se encuentra en la Sala por haber tenido que asistir a la sesión de la Comisión de Legislación y Justicia, habló con el Director de la Comisión Nacional de Sequía, en este mismo sentido, pidiéndole que explique cuáles son las líneas especiales de crédito que se consultan para paliar sus efectos.
En consecuencia, me permito recordarles que el Diputado señor Molina también está interesado en las explicaciones que, sobre el particular, nos entregue el señor Ortega.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Han llegado algunas insinuaciones a la Mesa en orden a evitar los diálogos, sin perjuicio de que los señores Ministros y el señor Presidente de la Comisión Nacional de Sequía puedan contestar las consultas, conforme con lo acordado por la Sala.
Tiene la palabra el señor Ortega.
El señor ORTEGA (Presidente de la Comisión Nacional de Sequía).-
El Gobierno ha implementado dos líneas de crédito, que las resumiré de la siguiente manera: hay una línea de crédito propia del Instituto de Desarrollo Agropecuario, que intenta cubrir las áreas de catástrofe y de escasez en condiciones bastantes ventajosas para sus usuarios, exigiéndoles un mínimo de garantías y estableciendo líneas de crédito a corto plazo individual, a largo plazo individual, y créditos a las organizaciones.
En el corto plazo, estos créditos llegan hasta 40 unidades de fomento, vale decir, más o menos unos 300 mil pesos, con un plazo de un año, con un cero por ciento de interés, sobre el capital reajustado.
En el caso del largo plazo, puede ser de hasta 80 unidades de fomento, vale decir, unos 600 mil pesos aproximadamente, hasta 8 años de plazo.
El crédito a las organizaciones alcanza hasta 1.000 unidades de fomento, lo que significa entre 14 y 15 millones de pesos, por un plazo de 10 años máximo, con un cero por ciento de interés, sobre las ventas con pago al contado.
La segunda línea de crédito que también está a disposición de las regiones, es por vía directa de la Comisión Nacional de Sequía. Esta contempla los mismos tipos de créditos que el anterior, con la diferencia de que es sobre el capital no reajustado en pesos, y con un 3 por ciento de interés, con montos diferenciados de corto y largo plazo y de organizaciones campesinas.
En el caso del crédito de la Comisión Nacional de Sequía, el Gobierno ha dispuesto unos 550 millones de pesos, entre las Regiones Tercera y Séptima.
Para esto, el Ministro de Hacienda nos ha aprobado 1.400 millones de pesos, en total; y, en el crédito propio del Instituto de Desarrollo Agropecuario, ya ha puesto a disposición de los usuarios, irnos 300 millones de pesos, en las mismas regiones.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Munizaga.
El señor MUNIZAGA.-
Señor Presidente, señores Ministros, Honorables señores Diputados, la grave sequía que afecta a granearte del país, tiene su epicentro en las Regiones Tercera y Cuarta, donde sus efectos devastadores se prolongan por tres años.
El problema causado por esta catástrofe silenciosa es mayor que lo que la inmensa mayoría de las ciudades pudiese calcular; afectando con singular crueldad a la población rural, especialmente, a los agricultores; pero también en forma considerable, a la población urbana. Ha afectado con singular crueldad a los habitantes de los sectores rurales, porque la falta de agua no les ha permitido regar regularmente sus plantaciones. Por consiguiente, la producción ha disminuido en tal forma que sus pequeños y medianos agricultores no podrán vivir del fruto de sus cosechas.
Por esta razón, discrepo de la afirmación del señor Ministro de Obras Públicas, en el sentido de que esta sequía es menor que la de 1968.
Como una prueba de la dramática situación de la Cuarta Región, cabe señalar que los embalses La Laguna, Recoleta y Cogotí están completamente secos; que la uva-pisquera ha tenido entre 30 y 50 por ciento de merma, y la de mesa, entre 20 y 35 por ciento; que la exportación por Coquimbo, que se esperaba que fuera de 14 millones de cajas de uva, sólo alcanzó a 11 millones 400 mil; que las siembras de trigo fueron nulas, y que los cultivos de hortalizas están disminuyendo notoriamente, lo que implicará un aumento de os precios que afectará no sólo a la Región, sino también a los consumidores de santiago y de otras ciudades que se abastecen con productos del norte.
Por su parte, los crianceros han visto morir las crías que nacieron durante el año, De continuar la sequía, también vean morir a las madres y, con ellas, su fuente de subsistencia.
En las ciudades más importantes de la
Región también hay trabajadores agrícolas que están quedando sin empleo, y, además, ellas están recibiendo en forma constante el flujo de personas del sector rural que, asimismo, han quedado sin actividad, lo que incrementa sus problemas habitacionales y ocupacionales.
El Gobierno, ante esta aflictiva situación, ha buscado formas de solución y ha adoptado medidas al respecto. Pienso que hay una voluntad de enfrentar la crisis, aun cuando considero que las medidas aplicadas son insuficientes. La situación es de tal magnitud que los planes y recursos deberán incrementarse para superar la grave crisis.
En este sentido, la presencia en esta Sala de los señores Ministros de Obras Públicas y de Agricultura facilitará, sin lugar a dudas, la adopción de soluciones de emergencia y definitivas para esta situación, aunque echo de menos la presencia del señor Ministro del Interior, que estimo indispensable.
Quiero aprovechar la visita de los señores Ministros para reiterar una solicitud al Supremo Gobierno, en nombre de los Diputados señores Baldo Prokurica, José María Hurtado y en el mío, cuyo texto es el siguiente:
1.Que se amplíe la zona de catástrofe , a las comunas de La Serena y Coquimbo y a las zonas de secano de las comunas de Santa Cruz, Peralillo y Chépica, de la Sexta Región.
2.Que se implemente, a la brevedad, un plan extraordinario de obras públicas, con gran absorción de mano de obra, para ocupar la que va quedando sin trabajo.
Este plan extraordinario de mano de obra debería contemplar, entre otras cosas:
2.1.Construcción de aducción de agua potable para la comuna de La Higuera, a partir de los recursos de agua subterránea existente en la localidad de Trapiche.,
2.2.Ensanche de caminos rurales en las comunas de Paihuano, Andacollo, Vicuña, La Serena y La Higuera.
2.3.Mejoramiento de locales escolares en el sector rural de las mencionadas comunas.
3.Que se paralicen los cobros de contribuciones del sector rural correspondientes al año 1990.
4.Condonación de contribuciones del sector rural para 1991, lo que es esperado en forma especial en la Tercera y en la Cuarta Regiones.
5.Apertura de créditos especiales para agricultores medianos y pequeños en el Banco del Estado.
6.Reestudio del financiamiento del proyecto de ingeniería del tranque de Puclaro, a fin de terminarlo al cabo de dos años, y no de cuatro, como estaba previsto, y que se aceleren los trabajos que permitan la realización del tranque de El Toro, en la Tercera Región.
7.Incorporación por el Gobierno, como suyo el programa de estimulación de las precipitaciones o lluvias artificiales, aplicándolo desde la Tercera a la Sexta Regiones y realizando la evaluación anual del mismo.
8.Apertura de un poder comprador de Enami en las comunas de La Higuera y Combarbalá, para absorber mano de obra.
9.Otorgamiento de créditos especiales para la construcción de norias y pozos profundos.
10.Entregar una solución al endeudamiento agrícola de la zona.
11.Que se haga efectiva la ley N° 16.282, en lo que se refiere a la suspensión de remates
Hoy en la mañana, me avisaron que se estaba efectuando un remate en La Serena.
Señor Presidente, señores Ministros, en situaciones como ésta, es un deber de toda la Nación ser solidaria y extremar los esfuerzos para entregar las soluciones rápidas y efectivas que la emergencia requiere.
Sin embargo, cada vez que se produce una crisis, se gasta gran cantidad de recursos en otorgar soluciones específicas que, por la urgencia del caso, resultan siempre de mayor costo que lo normal. Creo que con esos mismos recursos o con muy pocos más, se pueden dar soluciones definitivas que permitan a la gente vivir y producir sin sobresaltos en las zonas áridas del país, lo que puede lograrse con la elaboración y aplicación de un plan integral de desarrollo de dichas zonas.
En mi concepto, este plan deberá establecer medidas tendientes a:
1.Delimitar la zona árida con aptitud agrícola de Chile.
2.Dotar de agua potable a todas las localidades rurales y a las ciudades, en el ciento por ciento de la población, dentro de la zona árida.
3.Priorizar la inversión en obras de riego para la zona definida como árida.
4.Establecer, en forma permanente, un subsidio de riego específico para la zona árida.
5.Incrementar, en el sector rural de esta zona, el subsidio rural, a fin de mejorar las viviendas de los pobladores.
6.Dar prioridad a la construcción de embalses en la zona árida, como El Toro, Puclaro y Los Angeles.
7.Elaborar un plan de desarrollo de las comunidades agrícolas.
8.Implementar un sistema de explotación del ganado caprino, acorde con las características de la ganadería trashumante de la Región.
9.Crear un instituto de zonas áridas, destinado a investigar, capacitar y planificar en relación con la materia.
10.Establecer un fondo permanente para la investigación de estimulaciones de precipitaciones y la adquisición de elementos que permitan la ejecución de estos programas.
Un proyecto de desarrollo integral de zonas áridas será el único mecanismo que dé estabilidad económica y social a la zona en referencia; pero, por sobre todo inserto en él, lo será el seguro de vida que tome el país para evitar que su agricultura vaya sucumbiendo por el avance constante del desierto.
Señor Presidente, por las razones expuestas, me permito solicitar a Su Excelencia el Presidente de la República, que ordene al Ministerio de Planificación Nacional o a quien estime pertinente el estudio y la ejecución de un plan integral de desarrollo de zonas áridas, con calificación de suma urgencia, a fin de ser puesto en operación en el plazo más breve, solicitud que pido, en forma muy encarecida, que esta Honorable Cámara haga suya.
Señor Presidente, hago presente que esta intervención la realizo en nombre de los Diputados señores Baldo Prokurica, José María Hurtado y de quien habla.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios correspondientes, como los ha solicitado el señor Diputado.
Tiene la palabra el Ministro de Obras Públicas.
El señor MUNIZAGA.-
Solicito una interrupción.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Señor Ministro, el señor Munizaga le solicita una interrupción.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Con mucho gusto.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Con cargo al tiempo del Comité de Renoación Nacional, tiene la palabra el señor Munizaga.
El señor MUNIZAGA.-
Señor Presidente, solicité que la Sala haga suya la petición que he formulado.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
No hay quórum para votarla en este momento.
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Respecto de las cifras de la sequía, ya me referí al tema cuando respondí al Diputado Andrés Palma; pero quiero dar algunas otras: el agua caída en Ovalle entre 1968 y 1971, alcanzó a 34,1 milímetros, mientras que entre 1988 y 1990, el promedio ascendió a 48,6. Esto no significa que no exista un problema de sequía. Lo único que dije fue que la de 1968 había sido más severa.
En relación con las aguas disponibles, puedo decir, por ejemplo, que el río Elqui, en Algarrobal, tenía 1,75 metros cúbicos por segundo en 1968, mientras que en el mismo mes de 1990, tenía 5,42 metros cúbicos por segundo. En 1968, Choapa y el CUncumén registraban 1,96 metros cúbicos por segundo, mientras que en el mismo mes de 1990, tenía 4,85 metros cúbicos por segundo.
Ahora, respecto del impacto económico de la sequía, hice presente que no sólo dice relación con la disponibilidad de las aguas, sino también con el equilibrio entre esta disponibilidad y los requerimientos, y que estas necesidades se han hecho mayores, como resultado del desarrollo del sector agrícola. No discuto ni creo que sea importante discutir aquí cuál es la relevancia económica de la sequía. Lo único que hice fue mencionar este fenómeno físico, porque eso, Diputado señor Munizaga, es lo que indica que, eventualmente, en el futuro, podemos tener una sequía mucho peor de la que actualmente nos afecta.
Con respecto al Programa Nacional de Obras de Riego, el Gobierno está emprendiendo este trabajo. Estamos negociando un crédito con el Banco Mundial para la realización de obras de riego, pequeñas y medianas; además, para sostener programas de asistencia técnica a través de los organismos adecuados del Ministerio de Agricultura y para reforzar el financiamiento de la ley N° 18.450.
Como parte de ese programa, hemos recibido un crédito del Gobierno japonés por 1 millón de dólares para precisamente hacer inversiones en obras de riego. O sea, éste es un tema que está considerado como una de las actividades prioritarias del Gobierno.
Con respecto a los montos que se van a invertir hasta el año 1993, el Comité de Infraestructura ya tiene programas aprobados para este período, por 134 millones de dólares. Esto no significa que las obras completas correspondan a ese monto; hay muchas que se inician en este período, pero no se van a terminar, porque son obras de largo plazo. Hay 104 millones de dólares más que se comprometen hacia adelante; es decir, estamos hablando de un programa de riego de bastante significación, para este país, del orden de los 230 millones de dólares, el que tiene una serie de otros problemas en materia de infraestructura.
Aparece muy atendible ya lo planteó el Diputado señor Palma don Andrés, y así lo hice ver en su oportunidad, por lo que acojo la idea del Diputado señor Munizaga que las zonas áridas debiéramos tratarlas con algún tipo de programa especial. La filosofía que se está aplicando en materia de riego y de agua es a nivel de cuencas: cuencas integradas, cuencas en conjunto. Esto es válido, por ejemplo, para la del Maulé, del BíoBío, etcétera. Pero cuando analizamos el problema de la zona norte pienso que es muy cierto lo que plantea el Diputado señor Munizaga. Es un punto que debemos considerar para diseñar una política eficiente de manejo del agua en esta zona del país, puesto que es el recurso crítico para el desarrollo.
Finalmente, quiero recordar que tenemos en proyecto empezar a construir un embalse en el río Huasco, cuyo emplazamiento no lo tenemos bien definido porque todavía faltan algunos estudios técnicos; estamos en eso: Es así como realizamos los estudios técnicos adicionales correspondientes con respecto al embalse Puclaro y otros embalses en estas zonas áridas, los que también se requieren para dicha obra.
Quisiera tranquilizar la inquietud del Diputado señor Munizaga, porque éste es un tema que nos tiene vivamente preocupados, en el cual estamos trabajando. Además, él sabé que es así.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Morales:
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Figueroa, Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, de las muchas observaciones del Honorable Diputado señor Munizaga, puedo informar que algunas inciden en acciones o estudios que ya se han realizado, y que de otras tomaremos debida nota.
Pero quiero hacer un alcance respecto de la suspensión de remates. Esto no está en manos del Ejecutivo, toda vez que el artículo 8a de la ley que declara zonas de catástrofe por sismo o sequía, determina que ello es una facultad de los tribunales que conocen de la respectiva causa; obviamente, éstos actúan a petición de parte. En consecuencia, la parte afectada por estas situaciones es la que debe impetrar, ante el juzgado respectivo, la petición de suspensión, que puede ser concedida hasta por el plazo de un año.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Morales.
El señor MORALES Señor Presidente, en el escaso tiempo de que dispongo, centraré mi breve intervención, fundamentalmente, en dos aspectos.
El fenómeno de la sequía, cuyo foco más agudo, sin duda alguna, se encuentra en la Cuarta Región, debe ser atacado con diversas medidas, como las que se están llevando a efecto. Sin embargo, estimo que todas o casi todas ellas deben propender, por una parte, a emplear mano de obra hoy desocupada y por otra, a crear, una infraestructura de carácter permanente que, ante próximos fenómenos similares, encuentre al país, y, específicamente, a la Cuarta Región, en un mejor pie de preparación.
Me permito proponer algunas de estas medidas para ser aplicadas a mi Región.
El Ministerio de Obras Públicas debe, a mi juicio, comprometerse mucho más aún con las zonas azotadas por la sequía, disponiendo, por ejemplo, algunas de las siguientes obras:
Reparación de caminos en las provincias de Liman y Choapa, absorbiendo como decía en un comienzo mano de obra local.
Reparación de canales interiores de riego porque, por ejemplo, en Monte Patria se encuentran en un alto porcentaje seriamente deteriorados.
Iniciación inmediata de obras de pavimentación del tercero y último tramo del camino de Ovalle a la Comuna de Punitaqui. Pavimentación de caminos de Monte Patria a Chañaral Alto y del camino de Ovalle a Cerrillos, así como rectificación del trazado del camino de la Comuna de río Hurtado, que la une con Ovalle.
Estudios que permitan las obras de construcción de los tranques Puclaro, en Elqui como ya se señaló, de Combarbalá y el o los necesarios en la cuenca del río Choapa, donde, no existe ninguno.
En todas estas obras el Ministerio debe, lo reitero nuevamente adoptar todas las medidas necesarias para que ellas se ejecuten con personas desocupadas de la región.
Por otra parte, el Gobierno debe implementar en las zonas de sequía, medidas que permitan a los agricultores una real renegociación de deudas y, por otra, aumentar, considerablemente, la cobertura de todas las pensiones asistenciales, con lo cual se obtendrá un importante alivio para la economía en regiones que hoy sufren fuertemente con motivo de la catástrofe que las afecta.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Claudio Rodríguez. .
El señor RODRIGUEZ (don Claudio).-
Señor Presidente, la situación de sequía que vive actualmente el país nos lleva a analizar este problema, que repercute con singular fuerza en la agricultura, desde dos puntos de vista.
El primero de ellos es el inmediato, que nos obliga a llegar con ayuda oportuna, eficaz y adecuada.
He efectuado un recorrido por los sectores más afectados del Distrito que represento y he podido constatar que los planes que ha señalado el señor Ministro no se han puesto en práctica con eficacia y eficiencia.
La causa de ello, en mi opinión, está en los canales que se utilizaron para poner en práctica los planes diseñados y permitir que la ayuda llegara a quienes realmente la necesitaban. Un ejemplo de estos es la forma de entrega de colizas de pasto que se realizó en el sector de Putaendo, como, asimismo, de alimento para sus habitantes.
Es tan cierto lo dicho, que la Comisión Provincial de Sequía se vio en la obligación de poner término al contrato del personal que debía efectuar tareas de coordinación, y procedió a contratar a un ingeniero agrónomo para que asumiera esas tareas.
¿Qué pretendo decir con esto? Reafirmar que la forma como se ha enfrentado la emergencia no es la más adecuada. Todas las municipalidades del país tienen un plan de emergencia y un manual de procedimiento para su ejecución; elementos que ya han sido puestos a prueba en otras emergencias, como fueron el terremoto de 1985 y los temporales de 1987.
Quiero pensar que si hasta ahora no se ha recurrido a las municipalidades, es por desconocimiento de este plan y no por otras razones. Si realmente queremos atacar con eficacia, eficiencia y, por sobre todo, oportunamente las consecuencias inmediatas de la sequía, considero que debe ocuparse la estructura municipal, porque, en definitiva, son ellas quienes conocen las realidades de sus comunas. Se les asignaría, eso sí, los recursos que hoy se destinan a las Comisiones Provinciales, lo que, sin lugar a dudas, producirá una mayor rentabilidad económica y social.
Por otra parte, desde el punto de vista inmediato, quiero formular tres consultas al señor Ministro de Agricultura:
1°) El señor Ministro señaló que los llamados a concurso para obras de riego se habían flexibilizado. ¿En qué y cómo se ha materializado esa flexibilización?
2°) ¿Cuántos son los fondos extraordinarios que se han destinado a combatir la sequía, y en qué rubros?
3C) El señor Ministro manifestó que se había oficiado a la Corte Suprema para flexibilizar los aspectos jurídicos. ¿Cuándo se envió el oficio? Lo pregunto porque tengo en mi poder un oficio del señor Pedro Correa, Director de la División Jurídico-Legislativa del Ministerio Secretaría General de Gobierno, de 30 de marzo de 1991, en el cual se señala que corresponde a los interesados solicitar la suspensión del remate ante el tribunal correspondiente, y no decretarla el Ejecutivo, mediante un acto administrativo, como lo solicitaba un proyecto de acuerdo de esta Cámara de Diputados. Si esto significa que el señor Correa no está en coordinación con el Ministerio de Agricultura ni con la Comisión Nacional de Sequía, sería bueno que sí lo hiciera.
Desde el punto de vista del mediano y largo plazo, resulta indudable que para que esta situación no nos sorprenda sin estar preparados, es vital un plan adecuado y concreto de desarrollo de obras de riego, ya sea de embalses mayores, menores, canales, etcétera.
Por lo anterior, y en mérito del tiempo, quiero hacer algunas consultas al señor Ministro de Obras Públicas.
1°) ¿En qué etapa de definición se encuentra la construcción de los siguientes embalses: a) Embalse Las Minillas, de Putaendo; b) Embalse Los Angeles, de la provincia de Petorca; y c) Embalse de Puntilla del Viento, de Los Andes? Ello, porque todos los embalses se relacionan entre sí.
2°) Es efectivo, como señala el señor Ministro, que es difícil predecir si este año será seco o lluvioso. Sin embargo, estimo que debemos estar preparados para enfrentar una posible emergencia. Desde esa perspectiva quiero saber:
a)¿Qué planes concretos tienen ambos Ministerios para enfrentar un posible año seco?
b)La falta de lluvia hará bajar cada vez más las napas que surten algunos sistemas de agua potable, como en el caso de la provincia de Los Andes, donde ya han bajado en un 40 por ciento. ¿Cómo se piensa enfrentar este problema en lo mediato y en lo inmediato?
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Son muy numerosas las obras que se están realizando en cada una de las regiones: de riego, de vialidad, de arquitectura. Se las haré llegar al señor Diputado por oficio. Leerlas aquí podría ser más espectacular, pero son muchas.
En materia de regadío, se está multiplicando en más de diez veces el programa de esas inversiones para 1991, con respecto a los dos años anteriores. Se' trata de inversiones que se van a realizar o se están efectuando en todo Chile.
Con respecto a los tres embalses que él ha mencionado, cabe señalar que el de Las Minillas, en Putaendo; el de Los Angeles, en Petorca; y el de Puntilla del Viento, en Los Andes, están relacionados y siendo objeto, como se conversó en su oportunidad en la Comisión de Presupuesto, de un análisis para determinar cuál es su factibilidad, tanto desde el punto de vista económico como técnico. Insisto en que estamos con un plan de inversiones en el área de riego que involucra obras del orden de los 230 millones de dólares, plan bastante ambicioso para las disponibilidades de recursos de este país, en el cual existen muchas otras necesidades en obras sanitarias, en transportes, en arquitectura, en educación y en salud. En esta materia estamos haciendo inversiones que multiplican por muchas veces lo que se hizo históricamente en el pasado reciente.
Acusar a esta administración de falta de preocupación por el problema del agua, constituye una afirmación que considero extremadamente injusta.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Ministro señor Figueroa.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Quiero contestar algunas de las observaciones formuladas por el Diputado señor Rodríguez.
Respecto de las flexibilizaciones para el llamado a los concursos de riego, me remito al artículo 6° del decreto N° 860, publicado en el Diario Oficial del 8 de enero de 1991, al cual voy a dar lectura:
"Quienes participen en los concursos de la ley N° 18.450" Ley de Riego" a que llame la Comisión Nacional de Riego para mitigar los efectos de la sequía en las comunas indicadas en el artículo 1°" las declaradas zonas de catástrofe, "podrán iniciar las obras proyectadas con anterioridad a la conclusión de dichos concursos, sin perjuicio' de atenerse a sus resultados.
"Los oponentes que no resultaren beneficiados con las bonificación establecida en la ley a que se refiere el inciso anterior, podrán postular a nuevos concursos sólo con sus proyectos originales, pudiendo modificar en ellos exclusivamente la variable aporte."
Con respecto a los recursos que se han empleado, ya he precisado la cantidad y el desglose correspondientes. Reitero que la cifra alcanza a los 9 mil millones de pesos.
En cuanto a la suspensión de los remates, tengo en mi poder, a disposición del señor Diputado, fotocopia del oficio que el señor Ministro de Justicia dirigió al Presidente de la Excelentísima Corte Suprema en tomo de esta materia, a petición del Ministro de Agricultura. La parte pertinente dice lo siguiente: "Sin perjuicio de que el ejercicio de dicha facultad debe ser requerida por la parte interesada, mego a Vuestra Excelencia se sirva considerar la conveniencia de que esa Excelentísima Corte tenga a bien emitir una circular sobre la materia conocida por los tribunales para conocimiento de las comunas afectadas por la sequía y declaradas zonas de catástrofe por disposición de decretos supremos del Ministerio del Interior". Posteriormente, el señor Ministro de Justicia comunicó al Ministro que habla, por oficio del 20 de febrero de 1991, haber recibido respuesta de la Excelentísima Corte Suprema, según la cual el oficio circular se despachó en la forma solicitada.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ringeling.
El señor RINGELING.-
Cedo la palabra al Diputado señor Claudio Rodríguez.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RODRIGUEZ (don Claudio).-
Deseo señalar, en primer lugar, que en ninguna parte de mi intervención he acusado de ineficiencia al señor Ministro de Obras Públicas. Por el contrario, he dicho que algunos planes no se han aplicado con eficacia y que creía conveniente que ellos se pusieran en práctica a través de las municipalidades. En segundo término, he solicitado a ambos Ministros que reseñen cuáles son los planes concretos que se tiene previsto aplicar si persistiera una situación de sequía en el país.
Respecto del oficio mencionado, tampoco he puesto en duda lo expresado por el señor Ministro de Agricultura. Por el contrario, he mencionado que tenemos una respuesta de parte del señor Pedro Correa, y que es bueno que las señales que emitan algunos personeros del Gobierno sean lo más claras posibles. Si el señor Correa no estaba en conocimiento del oficio enviado por el señor Ministro, planteé que era conveniente que se coordinarán mejor.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Navarrete.
El señor NAVARRETE.-
Señor Presidente, he escuchado de todo en esta sesión, convocada especialmente para "hacer una evaluación de los problemas que origina la sequía que afecta al país, y conocer las medidas e iniciativas que el Gobierno está implementando en tal sentido".
He escuchado así, por parte de diversos parlamentarios de la Concertación, hablar de la pobreza, de la ley de riego, de la reestatización de Endesa, de la enorme responsabilidad del gobierno anterior porque no ha llovido; he escuchado las lastimeras y llorosas expresiones de siempre por la catastrófica situación que la actual Administración recibió al país y he vuelto a escuchar, a toda orquesta, el repetido coro de alabanzas y adulación al actual Gobierno.
Por otro lado, he escuchado los más sesudos y ambiciosos proyectos de construcción de canales, de embalses, de modificación del Código de Aguas y de la ley de riego, y del empleo del agua en la generación de electricidad.
Por último, he escuchado los más ambiciosos proyectos, que valen miles de millones de dólares, que nadie sabe ni ha dicho dónde están y de dónde van a salir.
Sin embargo, sobre la base de un mínimo de pragmatismo, deseo retomar el tema inicial y expresar que estamos frente a una situación de emergencia, con características de catástrofe, que es necesario afrontar hoy, mientras los estadistas de siempre programan e implementan las soluciones, que seguramente van a operar en el próximo decenio.
Con este pragmatismo, el caso de mi provincia, la de Linares, puede ser un buen ejemplo de lo que percibe el hombre común que labora en el campo, para quien la sequía es un problema de 1991.
En mi provincia se estima que las pérdidas agrícolas del sector secano costero y del sector arrocero, en particular, es más o menos del 30 por ciento; el sector vitícola de secano estima una baja de producción del 50 por ciento; el sobretalajeo de las praderas naturales ha dejado casi sin reservas de forraje para la temporada invernal, y en el sector forestal existe el peligro latente de incendios forestales y por ello sería bueno que Conaf no autorice quemas por roce de rastrojos hasta las primeras lluvias.
El menor rendimiento de las plantaciones forestales se estima en un 30 por ciento y el atraso en las plantaciones de pinos y eucaliptos, en la actual temporada, producirá una fuerte caída de la contratación de mano de obra en el período invernal.
Finalmente, deseo expresar que si bien es cierto que existe en mi provincia una Comisión de Sequía, ésta carece de un diagnóstico elaborado para cuantificar los daños. Tampoco existe una cifra estimada del daño económico que producirá la crisis en mi provincia de Linares, ni menos tiene un plan de manejo del problema. Sólo está actuando por reacción ante un problema coyuntural y, por último, carece de una buena coordinación con otros servicios.
Todos los antecedentes que aquí he proporcionado provienen de apreciaciones de los dirigentes agrícolas.
Por lo tanto, solicito a las autoridades presentes que se instruya a la Comisión de Sequía de Linares para que se aboque de inmediato a elaborar un plan de manejo de esta emergencia, oyendo a los dirigentes agrícolas, mientras se buscan estas soluciones a largo plazo que aquí se han mencionado.
Finalmente, pido que se inserte en la versión de esta sesión la intervención preparada por mi colega, Diputado señor José María Hurtado Ruiz-Tagle, quien por razones de tiempo, no va a poder hacerla.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se insertará el discurso del Diputado señor Hurtado.
Acordado.
El texto de la intervención que se acordó insertar es el siguiente:
El señor HURTADO.-
Señor Presidente, señores Ministros, Honorable colegas:
El sector costero de la Sexta Región vive una situación tremendamente crítica debido a la grave falta de lluvias en los últimos tres años. Ocho comunas de esta región han sido declaradas zona de catástrofe. Sin embargo, las comunas de Palmilla, Peralillo, Chépica y Santa Cruz están conformadas por un alto porcentaje de secano y estos sectores necesitan también ser beneficiados con la declaración de zona de catástrofe.
Hasta este momento, la ayuda recibida se ha centrado en:
Reparto de pasto para pequeños agricultores.
Distribución de agua para los habitantes de zonas afectadas por la sequía.
Construcción y reparación de norias.
Al respecto, es necesario destacar que las personas encargadas de esta ayuda, no consideran en sus resoluciones a las autoridades comunales, lo que provoca un trabajo poco coordinado y los recursos no se emplean eficientemente.
En la actualidad, se hace indispensable tomar medidas urgentes que permitan aliviar la grave crisis que hoy viven los habitantes de estas comunas y las consecuencias que sufrirán en el futuro.
Programas especiales de empleo, a través del Ministerio de Obras Públicas, que permitan absorber la cesantía existente.
Créditos especiales de Indap, para que los pequeños agricultores puedan hacer sus siembras en esta temporada.
Exención de pago de contribuciones de bienes raíces correspondientes al año 1991.
Reprogramación de créditos otorgados en la temporada 1990, obligaciones que no van a poder cumplir los agricultores por pérdidas en sus siembras.
Declarar zona de catástrofe a los sectores de secano de las comunas de Chépica, Peralillo, Santa Cruz y Palmilla.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Ringeling.
El señor RINGELING.-
Señor Presidente, en el poco tiempo que me resta, voy a explicar brevemente un proyecto de acuerdo que se votará al final de esta sesión.
Reconocemos el esfuerzo que ha hecho el Gobierno en materia de sequía, pero realmente estimamos, y con conocimiento de causa, que éste ha sido tardío e insuficiente. Por eso, queremos pedir al Presidente de la República para que, en uso de las atribuciones que le confiere la Ley de Zona de Catástrofe, adopte ciertas medidas.
En primer lugar, que se condonen las contribuciones de bienes raíces correspondientes al año 1991 a todos los predios, o a la proporción que corresponda, que estén clasificados como de secano en las comunas declaradas como zonas de catástrofe.
En segundo lugar, que se puedan acoger a la condonación de 1991, los predios clasificados como de riego, cuando comprueben sus propietarios, por un procedimiento simple y objetivo que, como consecuencia de la situación de sequía, no han podido dispone de esta agua de riego.
En tercer lugar, algo sustancial y que no puede ser separado de los dos puntos anteriores, y también en uso de las facultades que le confiere el cuerpo legal citado, que el Gobierno aporte directamente a las municipalidades o al Fondo Común Municipal, iguales sumas de dinero que las que está condonando, pues de lo contrario simplemente se estaría produciendo en esas municipalidades un menor ingreso que, lógicamente, anularía el beneficio que se desea otorgar.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo del Comité de Renovación Nacional, incluidos los tres minutos adicionales.
El señor RINGELING.-
Señor Presidente, si es posible, quisiera redondear los tres puntos que quedan del proyecto de acuerdo.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se concederá el tiempo solicitado.
Acordado.
El señor RINGELING.-
En cuarto lugar, se solicita la postergación de las cuotas adeudadas a la ex Cora por parcelas o por predios mayores, sean éstos de primeros o de posteriores adquirentes.
En quinto lugar, crear una Comisión ad hoc. Está es una cosa muy importante que se ha venido pidiendo en reiteradas oportunidades y, lamentablemente, eso no ha prosperado. Hay gran cantidad de predios agrícolas clasificados como de riego, pero son de riego eventual o simplemente de secano. Esto hay que abordarlo en forma eficaz y nombrar una Comisión ad hoc para que, en un plazo determinado, se puedan reclasificar estas tierras agrícolas, contemplando un procedimiento para que los afectados puedan exponer y apelar de estas resoluciones.
En sexto lugar, es indispensable dictar una ley especial de reprogramación de deudas que permita a los agricultores, cuyos predios se encuentren en zonas de catástrofes, lograr del sistema financiero, según sea la situación de 1991, dos o tres años de gracia para el pago de las amortizaciones, con el objeto de que se puedan recuperar de los estragos que ahora han sufrido.
Por último, que los créditos blandos y este es un punto que aquí se ha estado discutiendo que se canalizan por intermedio de Indap y de la Comisión Nacional de Sequía, sean asignados de acuerdo a evaluaciones objetivas, en cuya concreción pueden participar las municipalidades u otros entes que cuenten con información y estructura para cooperar en una justa asignación de dichos recursos.
Indap y la Comisión Nacional de la Sequía tienen que sacar lecciones de lo que fue la distribución del pasto, porque una loable iniciativa lamentablemente tuvo malos resultados, porque, tal vez sin quererlo la Comisión Nacional de Sequía, se produjeron injusticias en su distribución. Tiene que haber un procedimiento objetivo que permita asegurar que no haya una adjudicación discrecional de estos recursos.
También se ha hablado de un programa de intensificación de obras públicas dirigidas a la concreción de trabajos de carácter permanente, que contribuyan a aumentar la superficie con seguridad de riego y también la cobertura de agua potable rural y urbana.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Como no alcanzó a hacer uso de la palabra el Diputado señor Alfonso Rodríguez, si le parece a la Sala y conforme al acuerdo aplicado anteriormente, su discurso se insertará también en la versión.
Acordado.
El texto del discurso que se resolvió insertar, en virtud del acuerdo anterior, es el siguiente:
El señor RODRIGUEZ (don Alfonso).-
Señor Presidente, durante el desarrollo de esta sesión especial para analizar el tema de la sequía, hemos escuchado con mucha atención las exposiciones de los Ministros de Obras Públicas y Agricultura señores, Carlos Hurtado y Agustín Figueroa, respectivamente, en las cuales, reconocen y coinciden en que la sequía afecta a las Regiones Cuarta, Quinta, Séptima y Octava.
Curiosamente, en la Séptima Región solamente han sido declaradas zonas de catástrofe cinco comunas de un total de 29. Por lo tanto, vengo en solicitar de la Honorable Cámara la aprobación del siguiente proyecto de acuerdo, patrocinado por el parlamentario que habla y por el Diputado señor Gustavo Alessandri.
"Considerando:
1.Que las zonas norte y central del país, comprendidas desde la Tercera hasta la Octava Regiones, están sufriendo una de las más intensas sequías que haya afectado a la nación, prolongándose ésta por más de tres años, con daños que actualmente superan largamente los 200 millones de dólares y que afectan gravemente a más de 30 mil familias.
2.Que las comunas de Chanco, Pelluhue, Parral, Cauquenes, Longaví y Retiro, de la Séptima Región, han sido afectadas con especial dureza por esta catástrofe, están viendo languidecer su agricultura y perder sus fuentes de trabajo, aumentando con ello el desempleo. En suma, la sequía está destruyendo la productividad y el desarrollo de dichas comunas.
3.Que las estadísticas pluviométricas del embalse Bullileo, ubicado en la cordillera de la Séptima Región, indican que en el año 1982 la precipitación alcanzó los 3.127,2 milímetros, y en 1986 los 2.711,7 milímetros. Normalmente se registran sobre los 2 mil milímetros al año. No obstante, en 1988 se registraron 1.787,4 milímetros, en 1989 se registraron
1.279.9 milímetros y en 1990 se registraron 1.593 milímetros. En lo que va corrido del año, la precipitación alcanza los 19 milímetros. A igual período del año pasado, la precipitación había alcanzado a los 170.9 milímetros.
4.Que lo anterior demuestra la gravedad de la situación que afecta a las comunas antes individualizadas.
5.Que el Supremo Gobierno ha destinado fondos especiales para financiar proyectos tendientes a paliar las graves consecuencias producidas por la sequía, no obstante lo cual dichos esfuerzos no son suficientes y se requiere declarar dichas comunas como zonas de catástrofe, para hacerles aplicables los beneficios establecidos en los decretos supremos de Interior N°s 750 y 860, de 1990, y 104, de 28 de enero de 1977, que fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado del título I de la ley N° 16.282.
Por lo anteriormente expuesto, los Diputados que suscriben venimos a recabar el apoyo de la Honorable Cámara para el siguiente proyecto de acuerdo.
Ofíciese al señor Presidente de la República, solicitándole que declare como zonas de catástrofe a las comunas de Chanco, Pelluhue, Parral, Cauquenes, Longaví y Retiro, de la Séptima Región, a fin de que se les haga aplicables los beneficios establecidos por los decretos supremos de Interior N°s 750 y 860, de 1990, y 104, de 1977.
El señor MUNIZAGA.-
Señor Presidente, solicito también que se inserte también el discurso del Diputado señor Álvarez-Salamanca, quien tampoco alcanzó a pronunciarlo en la Sala.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.
El texto del discurso cuya inserción se acordó por asentimiento de la Sala, es el siguiente:
El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA
Señor Presidente, la grave sequía que afecta al país desde hace tres años ha provocado «en la zona costera de la provincia de Talca una grave crisis a la agricultura y el comercio. En la comuna de Curepto, la atención por parte del Gobierno a las distintas familias que se han visto afectadas por este grave flagelo ha sido lenta y no ha llegado precisamente a los más afectados. Es necesario coordinar acciones con el municipio, el cual tiene toda una estructura dirigida a activar mecanismos de ayuda social en situaciones de catástrofe como ésta. Es fundamental la construcción de tranques que acopien aguas de invierno en las localidades de Huelón, Limavida, Población y Hualleco, por nombrar algunas.
En la comuna de Pencahue, es fundamental que el Ministerio de Obras Públicas otorgue los recursos para la construcción del canal de regadío de Pencahue, obra muy anhelada por los agricultores, que fue iniciada en el Gobierno anterior. Además, en esta localidad es necesario proveer de recursos al Municipio para que se aboque a la construcción de norias, dado que parte importante de la población vive en localidades altas al interior de la Cordillera de la Costa.
En la comuna de Empedrado, también se debe proveer de recursos al municipio para que, por una parte efectúe estudios para la construcción de tranques acumuladores de agua invernal y construya norias en aquellas zonas con mayores problemas. Empedrado es una zona pujante, pero con muchas necesidades en cuanto a infraestructura básica (principalmente luz eléctrica).
Tampoco han estado ajenas a esta catástrofe las zonas de regadío de la provincia de Talca y que se encuentran en el valle central. La disminución de los caudales de agua de los canales ha tenido como consecuencia una baja notable en los rendimientos de los distintos productos agrícolas. Los potreros destinados al pasto para el ganado en muchos lugares están completamente secos, dado que los agricultores han debido privilegiar los sembradíos por sobre las pasturas.
Quiero destacar la actuación equivocada, perjudicial y casi criminal para los agricultores que ha tenido el señor Director General de Aguas, don Gustavo Manríquez, quien en pleno período de sequía en el mes de febrero, autorizó a Endesa para que le traspasara aguas que según el señor Director son de propiedad de esta empresa a la central Pehuenche para que llenara el embalse El Melado. El señor Director interpretó a su antojo el convenio existente entre la Dirección Nacional de Riego y Endesa y le otorgó derechos de agua a esta empresa, derechos que jamás ha tenido, lo que los agricultores estamos dispuestos a demostrar ante la justicia.
El Gobierno no puede seguir manteniendo en el cargo de Director General de Aguas a un funcionario que se somete a las presiones de las empresas hidroeléctricas, perjudicando con ello a miles de agricultores que generan cientos de miles de puestos de trabajamos en la provincia de Talca.
Señor Presidente, no puedo entender, entonces, qué hace la Comisión Nacional de Sequía si no se preocupa de estas situaciones. ¿De dónde van a sacar agua los agricultores la próxima temporada de riego si continúa la sequía?
Por último, quiero proponer las siguientes medidas para las zonas del país que se han visto afectadas por la sequía:
1.Que se condonen las contribuciones a todos los predios de secano y también a aquellos predios agrícolas de riego, los cuales por la disminución comprobada de agua, han visto afectada su productividad.
2.Que se postergue hasta el próximo año el pago de las cuotas Cora a todos aquellos parceleros y propietarios de huertos familiares que se encuentren afectados por la sequía.
3.Que se reprogramen las deudas agrícolas a largo plazo otorgándoles a lo menos, un año de gracia a los agricultores afectados por la sequía.
4.En las localidades urbanas afectadas por la sequía, que a los comerciantes también se les reprogramen las deudas, otorgándole un año de gracia.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
En relación con las observaciones del Honorable Diputado señor Ringeling, quiero hacer algunos alcances. Plantea el señor Parlamentario la condonación de las contribuciones de bienes raíces para el año 1991. De acuerdo con la mecánica constitucional, la condonación solamente puede producirse respecto de tributos en mora, y todos sabemos que las contribuciones del año 91 empiezan a devengarse a contar de fines de abril de este año, de manera que solamente por la vía legal se podría recurrir a este arbitrio. Lo que sí está contemplado en el decreto que ya cité es la específica posibilidad de prorrogar la fecha de pago de las respectivas contribuciones.
Respecto de la iniciativa en cuanto a postergar el pago de la llamada deuda ex Cora, está en tramitación en la Honorable Cámara un proyecto de ley sobre la materia, de manera que, por la vía de la indicación, es perfectamente posible que se haga la proposición por el señor Diputado.
El señor RINGELING.-
¿Me permite, señor Ministro?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
El Diputado Ringeling le solicita una interrupción.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Con mucho gusto, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Con la venia del señor Ministro, tiene la palabra, Su Señoría.
El señor RINGELING.-
Señor Presidente, señor Ministro, en realidad, leí con demasiada rapidez el proyecto de acuerdo. Dije que el Ejecutivo no ha tomado medidas que puede adoptar de acuerdo a las facultades que le otorga la letra d) del artículo 3° de la ley N° 16.282, que autoriza a condonar, parcial o totalmente, los impuestos de cualquier clase que grave la propiedad a persona o sus rentas. Sobre la base de esta atribución y así dice el proyecto de acuerdo, solicito del Gobierno que tome estas medidas.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Ministro.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Es válida la primera parte, en cuanto a que la condonación sólo se puede hacer respecto de obligaciones vencidas y no de obligaciones por vencer.
Por último, sobre la insinuación que se hace en relación con la tasación por riego eventual, la parte pertinente del decreto en tramitación expresa que en la retasación de la propiedad raíz se pondera especialmente si se trata de propiedad raíz de riego permanente o de riego eventual.
Leeré la disposición: "Para los efectos de la retasación, se ponderará especialmente si las propiedades son de riego permanente o eventual, y, en este último caso, la naturaleza y limitaciones de tal eventualidad"
Efectivamente, se ha captado que hay propiedades calificadas como de riego y tasadas como tales, cuando su riego es muy eventual y, por lo tanto, tiene un valor sustancialmente inferior.
Gracias, señor Presidente.
El señor REBOLLEDO.-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Rebolledo.
El señor REBOLLEDO.-
Señor Presidente, a esta altura de esta sesión especial, las intervenciones de varios colegas, y particularmente las de los parlamentarios de la Cuarta Región que me han antecedido en el uso de la palabra, me ahorran una parte de las observaciones que quería efectuar y, por consiguiente, no me detendré en datos técnicos que ya han sido señalados. Simplemente, haré dos o tres reflexiones como parlamentario del distrito de la Cuarta Región del país que represento, la provincia del Choapa y parte de la de Limarí, desde luego, y con toda seguridad, la más azotada por el problema de la sequía.
En primer lugar, le quiero señalar al colega señor Navarrete que no se ha culpado al Gobierno anterior de que no haya llovido, sino porque, a pesar de la sequía que hubo en los dos últimos años de su gestión, no tomó medida alguna y actuó con absoluta insensibilidad ante los graves problemas derivados de esta situación en el país.
Quiero comenzar mi intervención manifestando que en nuestra bancada tenemos una valoración muy alta de la manera con que el actual Gobierno ha enfrentado el problema de la sequía. Sin duda, es un problema grave que está afectando a diversas regiones del país y que involucra dificultades a alrededor de 30 mil familias. En contraste con la gestión para encarar esta situación durante los dos últimos años del régimen anterior, en este Gobierno se ha actuado con sensibilidad y se ha tomado un conjunto de medidas adecuadas que han sido llevadas adelante, con toda eficacia.
Algunos alcaldes designados no han colaborado para que las medidas puedan aplicarse de un modo más efectivo. Por lo tanto, mal podría sugerirse un mecanismo para mejorar esta situación, recurriendo a alcaldes designados, quienes, por lo menos en el distrito que represento, en muchos casos y lo digo responsablemente, han obstaculizado la implementación de tales medidas.
Como bien dijo el señor Ministro de Obras Públicas, la sequía es una catástrofe previsible que ocurre con cierta periodicidad en el país. Sin embargo, como lo señaló mi colega Palma, en el caso de la Cuarta Región estamos en una situación que presenta graves características: la periodicidad con que se ha producido la sequía, a diferencia de otras regiones, la agudeza de la falta de precipitaciones en el sector secano costero, los niveles de dificultad social a que se ha arrastrado a la población de la Cuarta Reglón, particularmente en la provincia del Choapa, nos ponen en presencia de una situación bastante grave que, en consecuencia, requiere de una atención especial.
En este sentido, en nombre de los chilenos que viven en la Cuarta Región, en particular de los que viven en la zona sur de la misma, que han sufrido esta situación durante demasiados largos años, que se han visto arrastrados a un estado de verdadera miseria, deseo destacar que algunas de las comunas con mayores índices de extrema pobreza del país están en esta parte, concretamente, en las comunas de Curitaqui y de Canela. Asimismo, quiero plantear que valoramos el esfuerzo de este Gobierno, la decisión que ha tomado en el sentido de entender correctamente que debe adoptarse soluciones integrales, retomar lo que no se hizo durante 17 años, y efectuar inversiones que involucren grandes obras de riego en el país.
El señor Ministro ha anunciado que para el presente período de cuatro años están programadas las cuatro grandes obras de riego que el indicó. Sin embargo, señor Ministro, quiero demandarle directamente, en nombre de esos chilenos que sufren más que otros la situación de la sequía, que el Gobierno y su Ministerio tengan a bien, en el lapso del presente período, por lo menos en el caso del río Choapa, proceder al reestudio de la hoya hidrográfica; y proveer los fondos necesarios, ojalá en el presupuesto de 1992, con el objeto de efectuar los estudios que permitan y echen las bases para que antes del año 2.000, o sea, antes de que termine el presente siglo, se pueda resolver un problema que se ha arrastrado durante décadas y se pueda romper una verdadera mala racha de la provincia del Choapa, donde hace algunas décadas se hizo el estudio del tranque de Huintil, del cual incluso, se alcanzaron a construir sus cimientos, pero con posterioridad las obras fueron interrumpidas. Durante el Gobierno del Presidente Allende, se hizo el estudio del canal del Choapa, que permitiría regar una cantidad muy importante de nuevas hectáreas y garantizar el riego de las que actualmente son de riego; pero una vez que asumió el régimen militar estas obras fueron suspendidas.
Señor Ministro, estoy consciente,...
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Señor Diputado, le ruego dirigirse a la Mesa.
El señor REBOLLEDO.-
Señor Ministro, por su intermedio, señor Presidente deseo manifestarle al señor Ministro este problema, como él lo señaló en su réplica al Diputado Palma, afecta a todas las regiones en el país, que todas las provincias tienen demandas de obras de riego, grandes y medianas, y sé que, naturalmente, hay criterios y prioridades. Es probable que en el futuro las tasas de retomo de la inversión en obras de riego en la Cuarta Región, concretamente en la parte sur, puedan ser inferiores a las que se obtengan en la zona central, pero en un Gobierno democrático, con sensibilidad social, resulta indispensable entender como tasa de retomo de una inversión la dignidad de numerosos chilenos que viven en una situación miserable, de extrema pobreza, sobre todo en la parte sur de la Cuarta Región.
Desde ese punto de vista, creo que éste es un aval moral y político para demandar, como lo han hecho los otros colegas de mi región, que en el transcurso de este periodo al menos se inicien los estudios, dándole prioridad en la segunda mitad de la década de los 90, a las grandes obras de riego en la Cuarta Región, concretamente en la hoya hidrográfica del río Choapa, que permita abordar radicalmente esta situación.
He dicho.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Señor Presidente, agradezco al Diputado Rebolledo el reconocimiento de los esfuerzos que se están haciendo para combatir el gravísimo problema de sequía en la hoya del río Choapa. Quiero recordar que en esa zona y en la del Limarí, que también le corresponde, se están construyendo algunas obras importantes. Se está terminando el estudio de ingeniería del sifón PalomaCogotí, para pasar agua del embalse Paloma al Cogotí, obra que no estaba prevista y que esperamos iniciar dentro de muy cortb plazo. Estamos reparando el embalse Quilimarí, que está deteriorado, y también estamos muy preocupados del problema del canal Buzeta, que se encuentra en pésimas condiciones y es necesario mejorarlo para evitar las pérdidas gigantescas de agua que se producen, especialmente en su parte final.
Estas son tres cosas concretas, de corto plazo, que creo importante mencionar. Reitero que estamos analizando el problema de regadío, en todo Chile. Dentro de este análisis, la hoya del Choapa merece una atención muy especial, por su particular naturaleza.
El señor SOTA.-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, para abordar este tema, de extrema importancia en el resultado económico del país, cosa que nos afecta a todos, es indispensable describir la situación actual del riego en Chile. Me parece que la mejor manera de hacerlo consiste en remitirme a un trabajo que sobre la materia ha preparado el ingeniero Gustavo Arriagada, Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego.
Dice el ingeniero Arriagada: "El millón de hectáreas bajo riego alcanzado para 1914 nótese la fechase transforma en los años 1970 en 1.100.000 hectáreas." Es decir, en 55 años en Chile se está regando un 10 por ciento más de lo que se regaba en la fecha inicial que acabo de señalar.
"Existen adicionalmente prosigue el ingeniero Arriagada700 mil hectáreas con riego insuficiente y un secano de 3 millones 300 mil hectáreas, de las cuales 700 mil se estiman potencialmente regables. Con ello finaliza el ingeniero Arriagada se está regando prácticamente el 44 por ciento del total teórico en el país". Y termina con una sentencia que debiera hacemos meditar a todos, por tratarse de un problema nacional que sobrepasa el límite de los partidos políticos. Dice el ingeniero Amagada: "En los últimos 20 años yo diría en los 23 últimos años se ha mantenido inalterable esta cifra del 44 por ciento del total teórico de regadío". Esto es lamentable y realmente constituye un desafío no sólo para el Gobierno, sino para el país.
Varios señores Diputados han recordado que las últimas obras de regadío prácticamente se inauguraron entre los años 1967 y 1968: los embalses Paloma, El Yeso y el de Digua, en Linares. Esto nos debe hacer pensar felizmente el señor Ministro ha sido muy categórico en la materia que el Gobierno tiene una responsabilidad enorme en el estudio y realización de un plan nacional de riego que consulte obras de la envergadura de las que se construyeron en aquellas épocas.
Hay un aspecto que no ha tenido una expresión pública importante, ni lo he apreciado así en las exposiciones tan completas que han hecho los señores Ministros. Dice relación al regadío mecánico.
En Chile existe un mapa hidrogeológico, preparado por la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas, de manera que la existencia de las napas subterráneas está en conocimiento de todos los ingenieros especialistas en la materia y, en especial, de los del Ministerio de Obras Públicas. Pero, en realidad, en Chile funcionan solamente 3.500 pozos profundos, que no riegan más allá de 100 mil hectáreas. Existe una inmensa cantidad de norias, pero no tenemos la cifra de regadío que ellas podrían abarcar en las distintas regiones del país. Lo que sí podemos decir es que este regadío mecánico apenas consume el 3 por mil del total del consumo eléctrico del país; es decir, el equivalente a 50 millones de kilovatios-hora, en circunstancias de que el consumo nacional alcanza a 14 mil millones de kilovatios-hora.
Ahora que el señor Ministro se encuentra en la Sala, aprovecho de hacer presente que hay una pérdida en las líneas del orden de 2 mil millones de kilovatios-hora al año. De manera que si esto es mejorado, supone el equivalente de más de alguna central hidroeléctrica en construcción.
¿A dónde voy, señor Presidente? El regadío mecánico, en la mayoría de los casos se hace con bombas accionadas por motores eléctricos.
Debo señalar que de los 3.500 pozos existentes en el país, solamente 20 se encuentran en las comunas de Alhué y San Pedro, que represento en esta Cámara, los que consumen alrededor de 3 mil kilovatios mensuales, con un valor de 16 pesos la unidad. Las norias de los pequeños propietarios y campesinos consumen a razón de 33 pesos el kilovatio-hora, debido a las diversas tarifas de las compañías eléctricas. Es decir, hay una relación de 1 a 2.
Señor Presidente, por su intermedio voy a pedir que se envíe un oficio al señor Ministro de Economía, a fin de ver la posibilidad de estudiar un subsidio estatal al consumo de energía eléctrica en obras de regadío mecánico.
En el capítulo relativo a las grandes obras de regadío, que ha sido tratado con detención por el señor Ministro, se ha hablado de los proyectos actualizados de Pencahue, Laja-Diguillín, del embalse de Convento Viejo, del río Huasco, todos muy interesantes. No se han mencionado, pero sé que existen, los proyectos actualizados del canal Linares, de la cuenca del río Itata, del embalse del río Claro y del embalse de Los Angeles.
No pido que el señor Ministro me responda inmediatamente, pero le voy a dirigir un oficio a él y al Ministro de Economía, con el objeto de informarme sobre el estudio y evaluación actual del canal Santiago-Peñuelas, llamado el canal de la prosperidad. En este oficio sé que me acompañan los señores Akin Soto y Sergio Velasco, Diputados por Casablanca, y el Diputado Gustavo Cardemil, por Viña del Mar, dadas las razones que he expuesto. El canal, cuyo proyecto fue informado favorablemente en mayo de 1972 por el Ministerio de Obras Públicas, se inició durante la Administración del Presidente Allende. En toda la extensión del valle de Curaca vi como sabe bien el señor Ministro de Obras Públicas, está hecho el rasgo correspondiente. El canal, que usaría las aguas del río Maipo, está destinado a abastecer de agua potable a Valparaíso y Viña del Mar y a regar 27.600 hectáreas de Curacaví y Casablanca. Según el informe de la época, daría origen a alrededor de 5 mil nuevas ocupaciones. Este proyecto resulta más económico que cualquiera de las alternativas que se plantean y captan recursos hídricos del río Aconcagua.
Estoy leyendo el informe favorable de la época de los organismos correspondientes del Ministerio de Obras Públicas.
Por supuesto, no pido una respuesta inmediata al señor Ministro de Obras Públicas; pero, sí, que se considere dentro de los proyectos actualizados, pues tendrá una importancia extraordinaria para todas las comunas que acabo de mencionar.
Por último, el Diputado por Cachapoal, don Juan Pablo Letelier, me ha pedido que solicite que se dirija oficio al señor Ministro de Obras Públicas, para que dé a conocer el estado de desarrollo de dos obras de regadío en la provincia que representa: el canal Idahue, en la comuna de Coltauco, y el Tranque, en El Rincón de San Francisco de Mostazal.
Por último, debo dar testimonio de las obras emprendidas por el Gobierno en la zona que represento, especialmente de las realizadas a través del Indap, que han sido extraordinariamente eficientes. Lo demuestra la satisfacción de los campesinos de las zonas pobres que represento: San Pedro, Alhué y Curacaví, que expresan, por mi intermedio, su agradecimiento al señor Ministro del ramo.
Es todo lo que tengo que decir.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Se enviarán los oficios solicitados por Su Señoría.
Tiene la palabra el Diputado señor Tohá.
El señor TOHA.-
Señor Presidente, para referimos al tema de la sequía y el riego, debemos separar claramente dos aspectos.
El primero dice relación con las medidas de emergencia destinadas a enfrentar la situación apremiante de sequía, que asuela nuestros campos por más de tres años.
Enseguida, están las políticas permanentes en tomo al riego y a la inversión pública y privada en el sector; que no dependan de situaciones excepcionales, sino de criterios definidos en base a objetivos permanentes de mediano y largo plazos.
Teniendo presente el primero de los aspectos citados, el Gobierno ha adoptado diversas medidas de emergencia. Sobre la base de declarar zona de catástrofe a diversas comunas, ha proporcionado créditos e implementado soluciones a los deudores del Indap, entre otras medidas.
Como es lógico, estas disposiciones favorecen especialmente a las zonas declaradas en estado de catástrofe; pero estimamos que algunas, de mantenerse la situación, podrían extenderse a otras áreas que, sin presentar situaciones tan extremas, han visto mermadas sus posibilidades.
Por otro lado, debemos preocupamos de las obras permanentes y de largo plazo que atenúen situaciones futuras. Me refiero a proyectos de inversión, pública y privada, que posibiliten la construcción de tranques, embalses, pozos y canales para aumentar la eficiencia y la productividad de nuestros campos.
En la zona que represento, en la provincia de Nuble, la actividad agrícola es la más importante desde el punto de vista productivo. La población rural alcanza al 39.5 por ciento del total.
Veintinueve de las 33 comunas de Nuble y BíoBío pueden ser consideradas principalmente agrícolas.
Estos datos estadísticos, además de que demuestran el importante aporte de esta provincia a la producción nacional, en trigo, raps, remolacha, porotos, lentejas, avena, etcétera, y producción ganadera, evidencian el enorme impacto en lo social y productivo que la sequía está provocando, lo que ha afectado, incluso, otros aspectos de la vida en el campo.
Desde que se construyó el tranque Coihueco entre 1964 y 1970, en la provincia no se han desarrollado proyectos de riego de significación. Esto ha hecho su producción muy vulnerable a las variaciones pluviométricas. Este año, todos los productos han tenido menores rendimientos, especialmente el arroz, que bajó en un 30 por ciento, y los fréjoles, que disminuyeron en un 20 por ciento. Algo semejante se espera en las viñas.
Se han perdido empastadas, con el consiguiente impacto en la ganadería y lechería.
A pesar de que los sectores más afectados son el secano costero y el rulo cordillerano, el valle central también muestra los efectos de la sequía.
Si bien los daños no alcanzan los grados de la Cuarta y Quinta Regiones, la falta de agua ha provocado, además, otros problemas, como el aumento de los incendios forestales y el desabastecimiento de agua potable en 14 escuelas rurales de Nuble. Las autoridades han destinado 10 millones de pesos, dando soluciones para alrededor de 100 escuelas más, lo que proporcionará agua para su funcionamiento y servirá a quienes viven en sus alrededores.
La actividad agrícola en la provincia de Nuble, siendo la principal fuente de producción, requiere un fuerte impulso para alcanzar un grado de desarrollo similar al logrado en otras regiones, que han diversificado y orientado la producción hacia la exportación, con mayor rentabilidad. Han adoptado nuevas tecnologías y no han quedado limitadas a los cultivos tradicionales.
Por eso, aparte de las medidas inmediatas para paliar los efectos de la sequía, tomadas adecuada y oportunamente por el Gobierno, lo anterior pone de manifiesto la importancia y trascendencia para el futuro de iniciativas en tomo a la legislación sobre el uso de las aguas, al mejoramiento de las técnicas de riego, al fomento de pequeños proyectos de regadío, a través de Fosis e Indap, que ofrecen condiciones muy ventajosas para los pequeños productores beneficiados; y la enorme importancia para la provincia de Nuble de grandes proyectos, como es el del canal Laja-Diguillín, que aumentará en 64 mil hectáreas la superficie de riego. No es extraño, entonces, que en Nuble se considere a éste como el gran proyecto, sin perjuicio del embalse del río Nuble y otros, en que los propietarios a beneficiarse se han comprometido a contribuir en su financiamiento.
La concreción de tales obras de regadío se orienta hacia lo que debe ser una adecuada política de riego, que además de incorporar más tierras al cultivo, previene los efectos de posibles períodos de sequía, con los que la naturaleza nos castiga y pone a prueba a menudo.
Toda nuestra preocupación en tomo al problema de la sequía, sus efectos y posibles soluciones a futuro adquiere gran dimensión y significado, pues incide fundamentalmente en el desarrollo y progreso del país y en el bienestar y calidad de vida de la población.
Muchas gracias.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Naranjo.
El señor NARANJO.-
Señor Presidente, como nos queda poco tiempo, no sé si es posible que mi discurso se incorpore en la versión.
Sin embargo, quiero formular algunas preguntas a los señores Ministros de Obras Públicas y de Agricultura.
Considerando que la sequía comenzó en 1988, me gustaría saber qué medidas se tomaron durante la Administración pasada para paliar los efectos de la sequía. Por ejemplo, qué recursos económicos se destinaron o qué comisiones se constituyeron para enfrentar el problema. Con el fin de que el país tenga una historia clara, es importante saber qué sucedió en el pasado, para comparar y saber si el Gobierno está procediendo bien.
Sólo deseo decir esto, teniendo en cuenta que mi intervención quedará incorporada en la versión.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se incorporarán en la versión los discursos de los Diputados señores Naranjo y Jorge Molina, en atención a que ha terminado el tiempo del Comité PPDPS.
Acordado.
El texto de la intervención cuya inserción se acordó es el siguiente:
El señor NARANJO.-
Señor Presidente, en el día de hoy esta Honorable Cámara está debatiendo un tema de enorme importancia no sólo para el sector campesino, sino para todo el país, por su implicancia económica y ecológica.
Sin embargo, los chilenos aún no tenemos conciencia del grave daño que la sequía está ocasionando.
La sequía afecta a todos los chilenos, ya sea directa o indirectamente, poniendo en grave riesgo el futuro de nuestro país.
Este fenómeno de la naturaleza, que afecta a nuestro país desde 1988, no es un hecho aislado; cada 20 años Chile se ve asolado por una rigurosa sequía, cada 5 a 7 años, por una de tipo leve.
Actualmente, ya son 7 las regiones de nuestro país que se ven afectadas por este flagelo, siendo numerosas las comunas que han sido declaradas zona de catástrofe, siendo el impacto económicosocial de enormes proporciones.
Desde el punto de vista social, más de 50.000 familias rurales se han visto afectadas, al extremo que muchas han debido emigrar a las ciudades, dejando abandonadas sus pequeñas propiedades.
Si se hace una evaluación cuantitativa, considerando al grupo familiar, alrededor del 15 por ciento de la población rural se encuentra directamente afectada. Si consideramos a los indirectamente afectados, esta cifra supera el 30 por ciento de la población rural.
Desde el punto de vista económico, hasta el momento la sequía ha significado una pérdida de más de 200 millones de dólares, ya sea por bajos rendimientos en la producción de cereales, de productos hortofrutícolas y de ganado menor y mayor. Esto sin cuantificar las pérdidas en tierras productivas, las cuales, en muchos casos, deberán esperar años para ser recuperadas.
Hasta el momento las pérdidas económicas causadas por la sequía son similares a los daños causados por el envenenamiento de la uva, que tanto impacto causó en la opinión pública. Sin embargo, en este caso, a la mayoría de nuestros compatriotas no parece importarle.
Quizás el daño más grave y de difícil cuantificación sea el ocasionado a los ecosistemas silvo-agropecuarios, principalmente con relación al avance de la erosión y la desertificación de nuestro país.
Es necesario señalar que si consideramos que el régimen anterior desmanteló el aparato del Estado que apoyaba el desarrollo del sector silvo-agropecuario, dejando graves deficiencias humanas y económicas, la respuesta puntual del Gobierno democrático ha sido eficiente y oportuna.
Por eso valoramos la rapidez con que se constituyó la Comisión Nacional de Sequía, la entrega de más de 3 mil 500 millones de pesos y el auxilio que se ha prestado a más de 25 mil familias rurales.
De igual forma, no deja de resultamos sorprendente que quienes en el pasado, cuando ocupaban cargos de alta responsabilidad nada hicieron en favor de los afectados por la sequía, hoy levanten su voz para dictar cátedra y cuestionar las medidas que el Gobierno ha implementado.
Por si la derecha no lo sabe, la sequía comenzó en 1988.
Yo le pregunto al señor Ministro de Agricultura cuando se hizo cargo del Ministerio, ¿qué políticas había implementado el régimen anterior durante los años 19881989 para paliar los efectos de la sequía? ¿Qué recursos económicos habían sido destinados a ella? ¿Qué comisiones se habían constituido?
Es necesario que dejemos de lado los intereses particulares de cada grupo político.
Como lo señalé anteriormente, la sequía no sólo afecta a todos los chilenos, sino también su avance pone en peligro el país en el cual vivirán las generaciones futuras.
A nosotros nos compete impulsar las medidas que en el largo plazo permitan enfrentar las sequías e impidan el avance de la erosión, para que nuestro país no se transforme en un desierto.
Es necesario, por lo tanto, que como
Cámara de Diputados impulsemos diversas medidas:
I) Medidas inmediatas
a)Pedir al Presidente de la República que envíe un proyecto de ley, que exima del pago de las contribuciones y el IVA, a los productores de las regiones afectadas por la sequía, siempre y cuando justifiquen la reinversión de esos recursos en actividades de mejoramiento y obras de riego de sus propiedades, dañados por la sequía.
Por tal motivo, llamo a los señores Diputados a aprobar el Proyecto de Acuerdo que en relación a lo arriba señalado, he presentado en conjunto con otros Diputados en el día de hoy.
b)La sequía ha dejado en claro lo inadecuado del Código de Aguas elaborado durante el régimen anterior, el cual está basado en un criterio individualista y mercantil que es contrario al espíritu solidario que debe guiar el uso de las aguas. El actual Código de Aguas es tan absurdo, que se separaron los derechos de aguas de los de la tierra. Hoy en día se puede ser propietario de aguas sin tener tierras; y tener tierras sin tener aguas. Este Código actualmente impide la redistribución de las aguas y que se pueda ir en ayuda de los más necesitados.
Por lo que solicito a esta Honorable Cámara que oficie a la Dirección de Aguas del Ministerio de Obras P��blicas, que estudie la presentación de un proyecto de ley que modifique el actual Código de Aguas.
c)Solicitar que se entreguen más recursos a Indap para ir en apoyo de los campesinos y agricultores. Ya que por la magnitud de la sequía, que día a día se extiende los recursos entregados por el Gobierno ha dicho organismo, se han hecho insuficientes.
d)De igual forma se hace necesario iniciar una campaña de concientización social, acerca de la gravedad del problema de la sequía, ya que la mayoría de los habitantes sigue usando el recurso agua principalmente en las grandes ciudades como si estuviéramos en una situación normal.
En esta campaña de concientización, los Diputados tenemos un rol fundamental que cumplir con los habitantes de nuestro distrito.
II) Medidas de mediano y largo plazo
Como lo he señalado anteriormente es necesario que se planifique la lucha contra la sequía con criterio estratégico de largo plazo. Las sequías se presentan en nuestro país cada un cierto número de años y no es posible que se sigan enfrentando puntualmente y con medidas de parches. Con este fin propongo las siguientes medidas.
a)Formación de una Comisión, que en un plazo fijo elabore un programa que sea capaz de perfilar en el tiempo un plan sistemático de lucha contra la sequía y de recuperación de las tierras afectadas por ésta.
b)Impulso de un programa de construcción de infraestructura de riesgo, canales, embalses, tranques, por más costosos que sean. Desde la década del 60, durante la cual se construyó el embalse Paloma, en la Cuarta Región, que no se ha levantado otra obra de esa magnitud.
Por eso junto con las obras que el Gobierno ha anunciado que se van a realizar, se hace necesario reactivar la construcción de las siguientes obras de regadío.
La del río Huasco y Cuenca del Choapa, en la IV Región.
Regularizaron del río Aconcagua, en la V Región.
Convento Viejo, en la VI Región.
Canal Linares, en la VII Región.
c)Desarrollo de un programa de apoyo técnico y crediticio para la captación y uso de aguas subterráneas. Nuestro país tiene un enorme potencial de ese recurso hídrico. Sin embargo, actualmente no es utilizado masivamente.
d)Implementación de un vasto y diverso plan de forestación, que, ponga fin a la "desertificación" en nuestro país. Por lo mismo es necesario revisar cuanto antes las leyes de explotación de bosque nativo, dictadas durante el régimen anterior. Ya que la explotación indiscriminada de los bosques nativos de las X, XI y XII Regiones, producirán en el mediano plazo, los mismos efectos que produce actualmente la sequía.
Para finalizar, quiero señalar una vez más que la lucha contra la sequía, la erosión y la desertificación en nuestro país, es una tarea de todos, en la cual debemos dejar de lado nuestros intereses personales y políticos.
Está en nuestras manos, que nuestro país recupere las tierras hoy afectadas o que se transforme en un largo desierto.
Las generaciones futuras podrán dar cuenta de la opción que elegimos.
He dicho.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Quiero contestar la inquietud del Honorable Diputado señor Naranjo, respecto de cuál fue la reacción de la Administración anterior durante los años 1988 y 1989. En 1988 se otorgaron créditos por 41 millones de pesos, y en 1989 por 270 millones de pesos, lo que da un total de 310 millones de pesos, en comparación con la cifra de varios miles de millones de pesos que he dado en esta oportunidad.
El señor NARANJO.-
¿Y cuánto se han otorgado hasta ahora, señor Ministro?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Le ruego al señor Diputado no hacer diálogo
El señor NARANJO.-
Le pido autorización a usted, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Voy a repetir las cifras, señor Diputado.
A través de la Comisión Nacional de Sequía se han entregado 2.828 millones de pesos, y por otros servicios, considerando también el adelanto de obras del Ministerio de Obras Públicas, se han entregado 6.469 millones de pesos. O sea, un total de 9.297 millones de pesos, frente a los 310 millones a que me referí.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Antes de continuar con el debate porque debemos escuchar todavía los tumos del Partido Unión Demócrata Independiente y del Partido Radical por sugerencia de los Comités, solicito el asentimiento unánime de la Sala para empalmar esta sesión con la de la tarde, suspendiéndola hasta las 16.30 horas, luego que termine de hablar el último orador del Comité del Partido Radical; agregar a la Cuenta de la sesión de la tarde los documentos que se reciban hasta las 16.00 horas, y por último, votar sin debate, los proyectos de acuerdo sobre la sequía, una vez que se reanude la sesión.
Asimismo, se ha solicitado, por parte de algunos Comités, que ojalá los señores Ministros puedan estar presentes en el momento de la votación de los proyectos de acuerdo.
¿Habría acuerdo de la Sala para proceder en esa forma?
El señor LONGTON.-
Perdón, ¿para agregar a la Cuenta todo lo que se refiera a los proyectos de acuerdo sobre la sequía?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
No, señor Diputado. Para agregar a la Cuenta todo lo que diga relación con lo que se debe rendir cuenta a la Corporación: mensajes, oficios del Senado, comunicaciones diversas, etcétera. Es decir, lo usual. No se trata de los proyectos de acuerdo.
¿Habría acuerdo para proceder de esa manera?
Acordado.
El señor PIZARRO (don Jorge).-
Señor Presidente, pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor PIZARRO (don Jorge).-
Señor Presidente, cuando usted habla de votar solamente los proyectos de acuerdo significa que no podríamos intervenir para pronunciamos a favor o en contra. En general, los que he conocido son bastante coincidentes; pero, al menos, con el texto de ellos tengo una pequeña discrepancia. Entonces, creo que deberíamos dejar abierta la posibilidad de que, durante cinco minutos, un señor Diputado pueda opinar a favor de un proyecto de acuerdo y por igual lapso otro que quiera hacerlo en contra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, así se procederá.
No hay acuerdo. Se votará sin discusión.
El señor PIZARRO (don Jorge).-
Señor Presidente, el problema es al revés. Lo que usted necesita es la unanimidad para que se vote sin discusión.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Lamentablemente, así lo acordamos, señor Diputado.
En todo caso, reitero la petición del señor Pizarro, a fin de que pueda hacer uso de la palabra, por cinco minutos, un señor Diputado que sostenga un proyecto de acuerdo, y por otros cinco, un señor Diputado que lo impugne.
Si le parece a la Sala, así se acordará.
Acordado.
El señor PALMA (don Andrés).-
Señor Presidente, ¿y cuál ha sido el objeto de esta sesión, entonces, si se va a volver a discutir lo mismo en la tarde?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Señor Diputado, el acuerdo adoptado tiene por objeto permitir clasificar los eventuales puntos de discrepancia que pudiere haber entre uno y otro proyecto de acuerdo. Por eso, podrá hacer uso de la palabra por cinco minutos algún señor Diputado que sostenga un proyecto de acuerdo y por igual lapso otro que lo impugne.
El señor PALMA (don Andrés).-
¿En todos los proyectos de acuerdo?
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
No; sólo en los referidos a la sequía, señor Diputado.
El señor PALMA (don Andrés).-
Como hay más de un proyecto de acuerdo, consulto si esos cinco minutos son para tratarlos todos, en conjunto.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Hay cuatro proyectos de acuerdo, de manera que se dará ese tiempo para cada uno, salvo que se retire alguno.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Pido la palabra.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, quiero excusarme. Debido a un compromiso, tengo que estar impostergablemente en Santiago a las cuatro de la tarde, de manera que quedarán aquí mi colega don Carlos Hurtado y el Director Nacional de Indap. Quiero presentar las excusas a la Honorable Cámara por tener que ausentarme.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Bien, señor Ministro.
Tiene la palabra el señor Melero.
El señor MELERO.-
Señor Presidente, señores Ministros, Honorable Cámara: La sequía no es una catástrofe espectacular que se revele directamente a la opinión pública como, por ejemplo, un terremoto. Posee una naturaleza ambigua y mina la economía de una nación insensiblemente, con una potencia que a veces puede llegar a ser devastadora. Es, por lo tanto, indispensable cuantificar objetivamente la magnitud de la crisis y que Chile entero adquiera conciencia del lento progreso de esta catástrofe. La sequía tiene, en primer lugar, un efecto multiplicador. No afecta solamente a la agricultura sino también al comercio y a la industria. La capacidad de compra del país porque los sectores que no pueden producir carecen de entradas se ve afectada. Hay también un menor ingreso fiscal por las medidas que el Fisco ha debido hasta ahora adoptar, y, desde luego, está el impacto social de empobrecimiento mayor de familias ya pobres, junto con la muerte masiva de ganado, con la pérdida de empastadas y con la imposibilidad de trabajar vastas superficies de nuestro territorio.
La urgencia por hacer cosas, la necesidad muy legítima, por cierto, de mostrar efectividad ante la opinión pública, y la gravedad de ciertos problemas locales, ha obligado a los poderes públicos, al Gobierno, a actuar, sin haberse dado, a mi juicio, previamente, el tiempo suficiente para meditar sobre problemas y sobre nuestra realidad intrínseca, como lo es el de la permanente escasez de agua en vastos sectores de nuestro territorio.
En ese sentido, señor Presidente, quisiera plantear, más que los aspectos puntuales o contingentes sobre la forma como se ha estado enfrentando la sequía de la cual el Honorable señor Diputado Correa, de mi Partido hará referencia, la crisis en su contexto más general y las políticas que en el mediano y en el largo plazo debemos aplicar como país.
A mi juicio, se ha evolucionado muy lentamente en la conciencia nacional sobre el hecho de que el agua es un bien de uso público, escaso y permanente en vastas zonas de nuestro país. Falta una política de aguas y carecemos de una acción que justamente reconozca esta situación cíclica y permanente en nuestra geografía. Por ejemplo, en la agricultura se ha evolucionado poco en el manejo de los huertos, en la aplicación de los riesgos y en la profundidad que estos deben hacerse; en el conocimiento y en desarrollo de las necesidades de agua de las distintas especies; en el uso de tecnología moderna, de tensiómetros o de otros equipos para medir las necesidades de agua de los determinados cultivos. Hemos avanzado poco en la aplicación de métodos para determinar el momento de regar. Sabemos que el suelo actúa como un depósito de agua y, según su textura, van a ser necesarias distintas aplicaciones de volúmenes de agua. Se despilfarra, en conclusión, gran cantidad de este recurso en tiempo de abundancia y sólo cuando escasea nos preocupamos de cómo enfrentar el problema.
Por eso, surge una primera pregunta. ¿De qué manera, a través de los programas de transferencia tecnológica, Indap está haciendo un esfuerzo serio en este sentido? ¿Será posible poner un mayor énfasis en la necesidad de transmitir al sector productivo este concepto de uso racional del agua y de la buena aplicación de los sistemas de riego?
La escasez de agua debe también llevamos a una política de uso múltiple del recurso. En la inmensa mayoría de los casos, el agua se usa una sola vez. En la minería, en la agricultura, en el uso de las aguas servidas y en el riego, este recurso es malo o no integralmente aprovechado.
¿Qué planes tiene entonces el Ministerio de Obras Públicas en la búsqueda de tratamiento de aguas servidas que sirvan para reciclarlas y darles otro uso?
¿Qué tenemos en materia de riego y de aguas utilizadas en la minería que, una vez ocupadas en tal sector, tampoco son nuevamente aprovechadas?
¿Qué volúmenes de inversión privada tenemos en este aspecto?
Comparto en este sentido los planteamientos del Director General de Aguas, don Gustavo Manríquez, en tomo al concepto de la seguridad jurídica sobre las concesiones de derecho de aprovechamiento que, a su vez, también deben considerar la situación de concesiones que no están ligadas a una utilización real que deben tener, por consiguiente, una calificación distinta. Hay en este sentido, concesiones de agua que no necesariamente son aprovechadas, que surgen y siguen por los cauces naturales desde la cordillera al mar, sin ser aprovechadas y, sin embargo, ya están concedidas a un particular.
No puede ser tampoco, tal como lo concluían las jomadas de la Universidad de Chile en 1968, que no existe una política nacional de aguas concordante con nuestra realidad geográfica. En octubre de 1968, reunidos los más altos especialistas de las Escuelas de Ingeniería, Agronomía, Derecho y Economía de la Universidad de Chile, concluían en que el estado de la sequía que afectaba desde hace veintitrés años al país no era un fenómeno cíclico temporal sino que podría decirse casi permanente y que se ha ido agudizando por la mala distribución del agua y por la falta de un plan nacional.
Cuatro gobiernos, señor Presidente, han pasado desde las conclusiones de estas jomadas de la Universidad de Chile. Por consiguiente, no me parece justo poner el énfasis en lo que dejó de hacer o en lo que hizo, solamente referido al Gobierno militar. Quiero llevar la discusión a entender que éste es un problema que traspasa las fronteras de los gobiernos, que ha sido diagnosticado y dicho en numerosas oportunidades. Leía la sesión especial de la Cámara de Diputados del año 1968 cuando se trató el tema de la sequía, y con impresión comprobaba cómo muchas de las medidas, de los argumentos y de las cosas que había que hacer, se decían hace veintitrés años. Y creo que, en esta materia, hemos avanzado poco.
No puede ser tampoco que exista una sola política nacional de aguas, sin canalizar o sin entender que el tratamiento del recurso responda a la realidad de cada una de las regiones. Bien sabemos que hay zonas áridas y regiones húmedas y que dentro de ellas hay también zonas de riego y zonas de secano. Sin embargo, hemos hecho el esfuerzo de una política nacional de riego que no distingue las zonificaciones. Cabe entonces preguntarse, ¿de qué manera estamos avanzando en este sentido? ¿Será posible dentro de este año dictar una política de aguas y modificarla hacia una mayor regionalización en el aprovechamiento de recursos?
Quiero también referirme a la ley de obras menores de riego, como mecanismo de subsidios para ir mejorando las obras que permitan gradualmente un mejor aprovechamiento del agua. Me pregunto y le formulo la pregunta por su intermedio, señor Presidente, a los señores Ministros, ¿cuántos han sido los recursos canalizados por este subsidio durante el año 1990 y qué monto de ellos ha ido realmente a obras de riego?, en circunstancias de que, en razón de la emergencia, parece ser que la mayoría los ha ido destinando al lógico abastecimiento de agua potable, pero postergando la infraestructura de riego. También me quiero referir a la agilización en la tramitación de los créditos de Indap y a los cobros de intereses.
El artículo 2o del decreto supremo que dio origen al tratamiento del tema de la sequía, faculta a Indap para otorgar créditos por un monto de dos millones a las personas y 10 millones a las Organizaciones, sin cláusula de reajuste, y con un interés anual máximo de 3 por ciento. Quiero saber si estos créditos se están otorgando en UF, o, si se están cobrando intereses, o, si se está aplicando o no la norma del decreto supremo en tal sentido.
También hay reclamos, señor Presidente, por la falta de agilidad en la tramitación de estos créditos de Indap. Leía en la prensa por citar un ejemplo cómo un vasto e importante número de pobladores de Guamalata, localidad próxima a Ovalle, denunciaron que sus gestiones para obtener un crédito de Indap, a fin de instalar un equipo de bombeo de agua, algo así, pero es una obra menor, sólo encontraron dicen ellos "una larga tramitación". Agregaron: "Hemos perdido el tiempo en trámites durante un mes, y estamos igual que al comienzo, después de golpear las puertas de la Gobernación, la Intendencia e Indap"
Sé que no es fácil esta tarea. Sé que es difícil canalizar recursos, pero creo que es importante también en esta sesión transmitir los sentimientos de sectores de la agricultura que no están viendo llegar en toda su dimensión y en toda su importancia la ayuda requerida.
He querido centrar mi intervención en los aspectos de mediano y largo plazo, porque creo que no quisiera como profesional del agro, como parlamentario que, lastimosamente tuviéramos que vernos en algunos años más en sesiones especiales abordando el tema de la sequía y ver que no hemos avanzado en forma importante en algo que como he dicho no es transitorio, sino que permanente y propio de la idiosincrasia de nuestro pueblo y de la realidad geográfica de nuestro territorio.
Quiero finalizar, señor Presidente, poniendo en conocimiento un hecho que me parece importante. Aquí no solamente debe comprometerse la participación del sector público y de este Poder Legislativo. Ha llegado a mis manos en mi calidad de Presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados una carta de la Sociedad de Fomento Agrícola de la zona de Temuco, en la cual nos anuncia que ellos han puesto en práctica una campaña de solidaridad para ayudar a los pequeños y medianos productores afectados por la sequía, que consiste fundamentalmente en recaudar fondos destinados a la compra de herramientas, motobombas y demás necesidades sentidas por los productores. Creo que este gesto de solidaridad de las regiones del sur, de organizaciones gremiales, debe ser destacado en esta sesión, y pido si así la Cámara lo aprueba que se agradezca esta colaboración y se feliciten estas iniciativas del sector privado, porque no podemos poner todo el peso del esfuerzo solamente sobre el sector público.
Por último, respecto de la intervención del Diputado señor Naranjo, que formulaba una serie de preguntas sobre lo que había hecho el Gobierno anterior, permítame puntualizar que en los años 88 y 89, a través de Indap, operó el sistema de préstamos especiales de sequía, los PES, destinados justamente a mejorar y a facilitar la adquisición de forraje a quienes, ya en una sequía todavía incipiente, en ese momento, que como sabemos ha ido aumentando en el tiempo, les permitió afrontar en parte el problema, como también se aumentaron los recursos a nivel de la Comisión Nacional de Riego.
Creo que no es justo ni objetivo señalar que el Gobierno pasado fue indolente o no quiso o no hizo nada. Creo que en justicia, hay que reconocer que el problema de la sequía es de una gravedad, de una importancia tal en este momento como no lo fue cuando el Gobierno militar debió intervenir en esa materia.
El Diputado señor Correa proseguirá con el tiempo que le queda a este Comité.
He dicho, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría.
Tiene la palabra el Diputado señor Correa.
El señor CORREA.-
Señor Presidente, señores Ministros, si bien la sequía que afecta al país, especialmente a las regiones del Norte Chico, son dramáticas, la situación del centro, y principalmente el sector del secano costero como bien lo indicaba el señor Ministro de Agricultura, se está tomando crítica y de consecuencias gravísimas de no mediar una lluvia dentro del mes de abril.
En la provincia de Curicó se ha declarado zona de catástrofe a las comunas de Licantén y Hualañé, haciéndose necesario hacerlo con las comunas de Vichuquén y Rauco, especialmente esta última donde lugareños de localidades como "La Vini11a" y "El Parrón" están emigrando hacia la orilla del río Mataquito para lograr subsistir.
En la región, las autoridades de Gobierno han implementado tal como se ha señalado acá un programa manejado a través de Indap, que consiste en abastecer de agua potable a las escuelas, por medio de camiones cisternas; son proyectos dirigidos por las municipalidades y otros cooperadores, destinados a sectores rurales, con recursos que son entregados a empresas u organismos no gubernamentales.
Este punto lo considero de gravedad. Se hace necesario denunciar en esta Cámara, ante la presencia de los Ministros de Agricultura y de Obras Públicas, la utilización política que se hace de esta necesidad elemental. Efectivamente, en la zona han aparecido organismos no gubernamentales de claro y marcado contenido político, tales como Indeso, cuyo socio principal es el actual Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ex candidato a Diputado por mi distrito, del Partido Socialista y del PPD. Otros, como Cinder, Crate, Fedecur, corresponden a entidades de fachada de diversos partidos políticos, a quienes el Instituto de Desarrollo Agropecuario les ha encargado la distribución del agua.
La mejor manera de lograr la adhesión ciudadana es solucionando esta primera necesidad para contar con este medio de subsistencia.
Solicito a los señores Ministros aquí presentes una investigación de los organismos que distribuyen el agua en los distintos sectores rurales.
Por otra parte, se hace necesario aumentar los fondos asignados, porque los proyectos están quedando cortos. Cuando se llega con el agua a un sector, las norias de las casas vecinas están secas y no se les puede atender. Por eso, es imprescindible que los fondos de obras públicas lleguen al sector cuanto antes, por cuanto las necesidades cubiertas por Indap son sólo de emergencia. Hay centros poblados, como el caso de La Huerta en mi distrito, cuyo pozo está a punto de secarse, por lo que requiere una solución definitiva. Es decir, los fondos que se han estado entregando y que están siendo cubiertos por Indap han servido para apagar el incendio; por eso los fondos de obras públicas tienen que ser dirigidos a aquellos centros poblados en los cuales, de no mediar el agua, lógicamente harán crisis en un breve plazo.
También son insuficientes los recursos humanos. El programa de Indap-Fosis en la provincia cuenta con un solo coordinador para atender a cuatro comunas.
En cuanto a los cultivos, a pesar de la sequía, se ha logrado cosechar entre un 70 a un 80 por ciento de un año normal, debido a que los cultivos se readecuaron en el período de siembra y a la implementación de pozos profundos que han constituido la solución más lógica en estos momentos.
Debemos hacer hincapié ante el grave peligro que significará un nuevo año seco, por lo que se hace indispensable que el Gobierno adopte medidas urgentes, destinadas a lograr la construcción de pozos profundos de tipo comunitario, para la Asociación de Canalistas o para agricultores independientes, flexibilizando los trámites y otorgando créditos blandos. La experiencia de este año nos demuestra que la mejor manera de combatir la sequía en la zona central la constituye, como decía, la construcción de los pozos profundos.
Aprovecho la presencia del Ministro de Obras Públicas, para referirme a la grave situación que afecta al embalse El Planchón, que permite el regadío de las tres cuartas partes de la provincia de Curicó, cuyo acceso se encuentra impedido por rodados provocados por la crecida del año 1986.
El estudio de costos efectuados por dicho Ministerio resultó muy alto, porque se consideró pensando en un camino internacional. Estudios posteriores efectuados por la Asociación de Canalistas del Río Teno, bajaron a cifras que permiten su reparación y la posibilidad cierta de acceder al embalse.
Por último, la gravedad de la sequía imperante nos debe hacer meditar, para que seamos capaces de obtener conclusiones que ataquen el problema a fondo, con la construcción de embalses intermedios entre la cordillera y el mar, que almacenen las aguas invernales que actualmente se pierden. En la provincia de Curicó existen varios estudios preliminares sobre el cauce del río Teno, de los embalses el Manzano, San Pablo, Guaiquillo, etcétera, los que, de materializarse permitirá su incorporación a muchas hectáreas pertenecientes al secano costero que es el sector más perjudicado.
He dicho, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Solicito el acuerdo de la Sala para insertar en la versión las intervenciones de los Diputados señores Recondo, Cardemil y Rojo.
Acordado.
Las inserciones aprobadas por ¡a Sala, son las siguientes:.
El señor RECONDO.-
Señor Presidente, lamentablemente somos un país que en su larga extensión presenta una variabilidad muy grande de condiciones climáticas. Por esta razón la posibilidad de que en alguna parte de su territorio se presenten situaciones de anormalidad que alteren el normal desarrollo de esa zona y que, por lo tanto, provoque una preocupación de toda la comunidad nacional son de alta ocurrencia.
Es así que lo motiva esta sesión especial de la Honorable Cámara, que es la persistente sequía que afecta gravemente a por lo menos 5 regiones de Chile, nos corrobora que somos un país con un prevalencia importante de este fenómeno, y es así como la primera gran sequía de acuerdo a los datos que se registran y digna de mención ocurrió entre los años 16371638. Posteriormente cuando ya el avance científico y tecnológico permitió algunas mediciones meteorológicas se estableció lo que se denomina "año normal", que es el promedio aritmético de 30 años se registra el año más seco para Santiago. En 1924, con 66 milímetros y para Valparaíso en 1982, con 124 milímetros.
Estas características del país, propenso a vivir permanentemente fenómenos de sequía, se ve hoy día agudizado por algunos fenómenos ecológicos que amenazan al mundo con transformaciones climáticas profundas como consecuencia de los desafortunados manejos que el hombre hace de los recursos naturales por una parte y el abuso en la utilización de componentes químicos o en el descuido para su eliminación al medio ambiente.
Gran relevancia tiene en este fenómeno la existencia de nuestros bosques, la tala indiscriminada hace aumentar las posibilidades de disminución de precipitaciones.
"Me parece oportuno, aprovechando la presencia del señor Ministro de Agricultura, reiterar nuestra preocupación por una legislación adecuada que permita un racional y beneficioso manejo del bosque nativo".
La sequía que afecta principalmente a comunas de las regiones III, IV, V, VI, VII y Región Metropolitana viene acumulándose desde hace a lo menos 3 años.
La disminución de las precipitaciones, la cantidad de nieve acumulada y las disminuciones de napas subterráneas son evidenciadas a través de algunas cifras estadísticas:
Precipitaciones Año normal
Imagen 1
Bajo de 513 millones de metros en enero 90, 349 en enero 91.
Situación en la misma tendencia se encuentran la laguna del Maulé, en VII Región, y la laguna El Laja, VIII Región.
Realidad actual. La situación en general se ha tomado dramática, el Gobierno ha reaccionado frente a esta emergencia m haciendo uso de las facultades que le otorga al señor Presidente de la República la Constitución Política, más específicamente su artículo 32, N° 8. Y, a través del decreto supremo N° 125, del 31 de agosto de 1990, crea la Comisión Asesora y Coordinadora para la Sequía.
Por el decreto supremo N° 750, de noviembre de 1990, señala como zonas de catástrofe 2 comunas de provincia del Huasco, en III Región; 5 comunas de la provincia de Limarí; 4 comunas de la provincia del Choapa y 1 comuna de la provincia de Elqui, IV Región; 4 comunas de la provincia de Petorca y una comuna de Puchuncaví, en Valparaíso, V Región. Se complementa posteriormente por otro decreto supremo, que agrega 18 comunas más, entre la III y la VI Regiones. Posteriormente el decreto supremo N° 860, del 8 de enero de 1991, informa medidas para la recuperación de las comunas afectadas. Entre estas, destacan líneas de créditos para pequeños y medianos agricultores y para organizaciones, con una tasa preferencial del 3 por ciento de interés, sin reajustes y con garantías personales. Además, se contemplan medidas administrativas que facilitan la adopción de acciones de apoyo a los afectados.
Efectos: De acuerdo a datos y antecedentes entregados por el Presidente de la Comisión de Sequía, no sería posible aún conocer el monto de las pérdidas ocasionadas hasta ahora en forma cuantitativa. Nos parece ^que es indispensable que la Comisión optimice sus esfuerzos para lograr este antecedente, que es indispensable para la determinación del año y los costos de reposición.
Los efectos más evidentes alcanzan fundamentalmente al sector agrícola, y son de dos tipos:
a)Los más afectados son los pequeños agricultores y habitantes rurales de los sectores de secano, cuyas producciones fundamentalmente de ganado menor como caprinos se han visto gravemente afectados: muerte de las crías y pérdida del ganado reproductor, además, que los que sobreviven mantienen caídas en su productividad que son irrecuperables.
En caso de los cultivos, la pérdida es total. Por tratarse de producciones marginadas, y en su gran mayoría de autoconsumo, estas familias están enfrentadas a la pérdida de su hábito de trabajo y un deterioro de su ingreso familiar transformándose en un drama social grave.
Para este sector debe dirigirse preferentemente la ayuda estatal, en una primera etapa dirigida "como subsidio directo de sustentación social", y una vez superados los efectos de la sequía una ayuda crediticia que les permita restituir su masa ganadera y emprender sus cultivos de sustentación familiar.
b)Zonas de riego: Aquí aún no se han afectado las plantaciones que generan la más importante producción agrícola y que generan empleos. Es urgente en este caso la máxima racionalidad en el uso del agua e iniciar obras de riego importantes que permitan la estabilidad de este sector por la relevancia de su producción y por su efecto en el empleo.
Medidas: Junto al apoyo del Estado en subsidios directos debiera emprenderse un catastro que permita la localización de pozos profundos y ponerlos en funcionamiento a través de su implementación. Dependiendo cual sea la realidad social, deberá abordarse como subsidio directo o en caso de posibilidades de pago a través de un crédito conveniente.
Implementar un programa en obras de riego de largo aliento, incluso recuperando aguas desde las hoyas hidrográficas antes de su desembocadura al mar y retomarlas a las zonas necesarias. Una buena alternativa es hoy la construcción por parte del sector privado por la vía de la concesión en su administración por algunos años de la obra de regadío para su financiamiento. Todo esto como una gestión permanente del Estado.
Como partido político, tenemos la responsabilidad de hacer proposiciones concretas e imaginativas. Es así como hace algunos días, proponíamos que es necesario en Chile tender a medidas de desertificación como las que estamos proponiendo hoy día.
El intento permanente por crear conciencia en la población en cuanto al uso racional del agua y la electricidad. Mantención de programas de lluvias artificiales permanentes. El catastro y habilitación de pozos profundos y sus consecuentes obras de riego menores. Obras de riego de largo aliento. Imaginación para crear empresas o actividades que por medio del subsidio utilicen gran cantidad de mano de obra.
Son algunas de las medidas que deben implementarse.
Sin duda que el cambio profundo en nuestras estructuras económicas durante el gobierno militar permitieron gran desarrollo frutícola y hortícola de la Tercera y Cuarta Regiones que ocupan una gran cantidad de mano de obra. Esta zona hubiera estado en la agricultura tradicional los efectos negativos y el costo social del fenómeno de la sequía sería sin duda mucho mayor.
Esto permite hoy día que el Estado pueda dirigir los recursos focalizadamente hacia los sectores del secano tradicional que son los socialmente más afectados y necesitados.
He dicho.
El señor CARDEMIL.-
Señor Presidente, Honorable Cámara, es indispensable solicitar a los agricultores mejorar la infraestructura de riego por canales. Ella es anacrónica ya que pertenece al siglo pasado.
Hay que arreglar y modernizar las bocatomas; hay que hacer un dragado de canales con sistemas modernos; hay que modernizar los marcos partidores; hay que hacer una organización y control de todo el sistema, vigilado por el correspondiente Ministerio. El financiamiento debe correr por cuenta de los propios agricultores.
Hoy el agua es barata y la infraestructura ineficiente, lo que perjudica en el fondo a los agricultores mismos y al propio país, en millones de dólares.
Riego mecánico: Al revés del riego por canales, el riego mecánico en Chile es carísimo e injusto, ya que es una empresa particular, como las compañías de electricidad quienes fijan precios y condiciones.
Ejemplo: factura de Chilectra N° 01025632, en ella, si se suma a $ 6.960., los demás ítemes para llegar al total, la cuenta más que se triplica, y ello, especialmente por el cobro injusto de lo que llaman potencia contratada que representa un gasto fijo, aun cuando los pozos estén sin agua por la sequía. El que usa riego mecánico, es porque está incorporando tierras que en otra forma no podrían producir nada, y que como premio a este esfuerzo reciben un trato injusto.
Se suma al cobro injusto de la energía el alto costo de bombas motores y reparaciones.
He dicho.
El señor ROJO.-
Señor Presidente, tenemos la obligación de preocupamos del grave problema de la sequía que afecta al país desde hace muchos años.
El Gobierno ha tomado medidas especiales en favor de las zonas más afectadas, y en la Cámara de Diputados se discutió recientemente un proyecto de ley para la captación de aguas subterráneas y la intercomunicación de embalses. Estas iniciativas son necesarias, pero transitorias e insuficientes.
La sequía y sus efectos no son un problema nuevo en Chile, y ya es tiempo de que se enfrente esta situación con soluciones de fondo, abordando el problema en su integridad. Tenemos para ello el ejemplo maravilloso de Israel, que con imaginación y mucho esfuerzo transformó su desierto en un vergel.
Historiadores como Galdames y Encina nos alertaron, hace ya mucho tiempo, del peligro que significaba la explotación irracional de los bosques, sin manejo técnico, sin reposición y señalaron las consecuencias graves para la normalidad de nuestro clima. "Las lluvias irán mermando, derían, y el desierto y la erosión se impondrán en definitiva".
El Presidente Frei, en su oportunidad, comprendió la gravedad de este problema e hizo de la reforestación uno de los postulados mayores de su gobierno. "El oro verde, afirmaba, debe superar los ingresos del cobre"
Sin embargo, el desierto, ha seguido avanzando y erosionando nuestras tierras, porque se han talado en forma indiscriminada los bosques e impulsado extraordinariamente la plantación y radicación de especies vegetales y animales que están causando un daño tal vez irreversible.
Grecia ha mostrado al mundo el perjuicio que produce la tala de bosques y la crianza de cabríos que con su saliva van matando todo germen de vida; y sus fértiles campos se transformaron en tierras estériles.
Por su piarte, en Chile, los técnicos han puesto en evidencia los males de una reforestación con eucaliptus, que son verdaderos succionadores que secan todo en su contorno; bajo su sombra desaparece la vegetación.
Diversas zonas del país, en especial del norte, pero también del sur, sufren los efectos de la sequía, paradójicamente junto a una cordillera de nieves eternas y sobre un subsuelo con abundantes napas subterráneas, mientras, en contraste, nuestros muchos ríos, vertientes y derrames, entregan día y noche al Océano Pacífico sus generosas y límpidas aguas. Y en muchas ocasiones, transformadas en furiosos aluviones, inundan campos y siembras, ciudades y viviendas.
Chile tiene agua/ en abundancia. Sólo falta establecer una política y una cultura para su distribución racional y buen aprovechamiento.
La acción del Estado, de los particulares y la ayuda internacional deben ser utilizadas preferentemente en la construcción de grandes represas y embalses que capten la totalidad de nuestras aguas. Ni un solo río ni vertiente, ni una sola corriente de aguas lluvias deben escurrirse en forma natural. (Un caso palmario sobre el particular hemos observado en la localidad de Frutillar, cerca de Petorca, donde una vertiente con un caudal permanente de cuatro pulgadas, que no deja de fluir ni en las peores sequías, no es aprovechada por nadie y el agua se consume antes de llegar al estero Los Palmitos. Lamentablemente, este caso se repite en muchos otros puntos del territorio).
Debemos contener y almacenar el precioso líquido para distribuirlo después en el tiempo y forma que sean necesarios. Diversos países nos han dado ejemplo en esta materia, y en Chile debemos multiplicar obras como las de Colbún y Machicura.
Hay que disponer la obligación de que todo predio, de riego o secano, debe tener un tranque en su interior para el uso racional de las aguas o para la captación de los excesos que se producen en épocas lluviosas. Nuestros antepasados así lo hacían, y en diversos lugares hay restos de tranques que son mudo testigo de este aserto.
Es urgente ir a la modificación de nuestro Código de Aguas. Los derechos de aprovechamiento, de uso, la constitución de mercedes, las asociaciones de calalistas deben adecuarse a los tiempos y necesidades del mundo actual.
LA REFORESTACION
Intimamente ligado a la sequía está el también grave problema de la reforestación, porque el manejo y explotación de os bosques son una acción de daño irreparable si no se le pone atajo de manera drástica y de inmediato.
Recordemos al efecto, y de manera didáctica, que el gran estadista inglés benjamín Disraeli dispuso, como Primer Ministro, allá por 1874, que se reforestaran extensas regiones británicas con ceiros del Líbano; y que ante objeciones de os que aducían que el crecimiento de esta especie arbórea demoraba 1.000 años, él insistió imperiosa y sabiamente: 'con mayor razón la plantación debe parir mañana mismo"
Debemos, entonces, establecer nosotros la obligación de que todos los predios, urbanos y rurales; el desierto, las cordilleras, los valles y mesetas, sean reforestados.
Los propietarios, las juntas de vecinos, as comunidades intermedias, los gremios r sindicatos y el Estado, a través de la IONAF, deben emprender esta tarea.
Y en esta política nacional de reforestación se debe establecer también que las plantaciones se hagan con nuestras nortes y ricas especies autóctonas.
Los municipios, las universidades, los fundos y haciendas tienen que crear, mantener y perfeccionar los viveros.
Debe establecerse la figura delictiva leí atentado en contra de la vegetación y sancionarse, de manera ejemplar, a los que causan incendios o los provocan por errores o negligencia.
La tarea es difícil, además de muy onerosa. Pero tenemos que afrontarla hoy, con decisión, imaginación y mucho esfuerzo, aunque sus frutos no los veamos u los gocemos nosotros. Que los vean y conocen nuestros nietos y las generaciones futuras de chilenos que, en la inmensidad y perspectiva de los tiempos, con augurios y optimismo de grandeza, serán testigos del crecimiento de los cedros.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Agricultura.
EÍ señor FIGUEROA (Ministro de Agricultura).-
Señor Presidente, en cuanto a la intervención del Diputado señor Melero, en relación con la técnica de riego de Indap, puedo decir que en estos momentos existe un convenio, que hemos firmado en conjunto, en cuyos objetivos concretos se ha contemplado la transferencia tecnológica en métodos de riego. Su intervención es acertada por cuanto la escasez de recursos hace muy conveniente la transferencia tecnológica en esta materia.
En cuanto a la segunda parte de su intervención, sobre una política nacional de agua, este Gobierno se abocó de lleno al tema. Hubo un estudio bastante exhaustivo sobre esta materia, el que fue entregado a la Comisión de Obras Públicas de la Honorable Cámara y está a disposición de la Corporación. Además, me manifiesta el señor Director de Riego, aquí presente, que la totalidad de los puntos que tocó el Diputado señor Melero se abordan en el documento al cual me he referido.
Respecto de la inquietud planteada sobre el Convenio Indap-Fosis, entre los concursos 38 al 41, se han presentado 138 proyectos, tendientes a reunir 331 familias en 16.193 hectáreas. Estos son proyectos relacionados con el riego, no con el agua potable.
En cuanto a los créditos Indap, está la cifra de los créditos otorgados, sin intereses, pero sobre un capital reajustado.
Recojo también la mención del Diputado señor Melero, respecto del acto de solidaridad de las sociedades agrícolas de
Malleco y Cautín. Esta iniciativa, que partió del Presidente de la Sociedad Agrícola de Malleco, don Luís Monje, y que fue compartida por el Presidente de la Sociedad Agrícola de Temuco, don Charles Caminondo, llegó al Ministerio. Efectivamente, es un acto de solidaridad. Quiero destacar especialmente que le hemos pedido al Secretario Regional Ministerial de Cautín que se coordine con estas sociedades agrícolas, para canalizar y cristalizar efectivamente esta generosa iniciativa.
En respuesta a la pregunta formulada por el Diputado señor Naranjo, respecto de las medidas tomadas durante la anterior Administración, aparte los dineros que se dejaron de 310 millones de pesos, a través de créditos Indap, no está en conocimiento nuestro la formación de alguna comisión u organismo que se aboque directamente al tema de la sequía de los años 88-89.
En su intervención, el Diputado señor Correa señaló que habría organizaciones, cuyas cifras indicó, a través de las cuales se estarían encauzando los recursos. Quiero hacerle presente que el decreto 860, de 7 de diciembre de 1990, del Ministerio del Interior, del cual ha tomado razón la Contraloría, señala textualmente: "Con cargo a fondos disponibles, Indap podrá poner en marcha programas especiales de créditos, sin sujeción a normas legales que los sujeten, sin excepción de proyectos especiales de inversión y contratación de manos de obra, acuerdos o convenios con otras personas naturales o jurídicas para cumplir servicios, acciones o programas, y, finalmente, otorgar subvenciones". De manera que el texto establece expresamente la posibilidad de reunir estas organizaciones.
El señor Diputado debe tener presente que Indap no tiene una organización permanente para hacer frente a estas situaciones de emergencia, por lo cual se opta por montar estas organizaciones y se recurre a personas de confianza y con antecedentes suficientes que ameriten su participación..
Me alegra constatar que no hay ningún reproche en cuanto al uso indebido de los recursos por parte de estas personas, y que solamente se canalizan a través de ellas, lo que es perfectamente lícito.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jaime Campos.
El señor ORTEGA.-
Solicito una interrupción para hacer uso de la palabra.
El señor CAMPOS.-
Se la concedo.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Ortega.
El señor ORTEGA.-
Gracias.
Las observaciones del Diputado señor Correa me parecen poco justas; en primer lugar, porque el Crate es una organización de larga historia en Talca y en la Región del Maulé; fue creado por la Iglesia Católica para ayudar a los campesinos en situaciones difíciles, y no está entregada a ningún partido político, a menos que las personas que el señor Correa haya querido que ingresaran a. él no hayan sido contratadas; pero no tengo esa información.
Respecto de otras organizaciones de la Región en que participan personeros políticos de otros partidos, en general, todos nos conocemos. En este caso concreto, ha habido politización de organizaciones de otro tipo en la Región, que tampoco han sido incluidas en su lista.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Campos.
El señor CAMPOS.-
Señor Presidente, cuando solicité esta sesión especial para tratar el tema de la sequía, hace algunas semanas, tuve dos temores: primero, que un tema tan sentido como éste pudiera politizarse, y segundo, que, por un interés particular de los parlamentarios, abordáramos esta materia con un criterio localista y pensando exclusivamente en nuestros distritos.
Afortunadamente, lo primero no se cumplió, porque, en honor a la verdad, el tema no ha sido politizado en esta sesión.
Sin embargo, lo segundo se verificó, ya que la mayoría de las intervenciones de los distintos colegas se ha referido a problemas específicos, con lo que se perdió la perspectiva general que debió caracterizamos.
No obstante, no es mucho lo que puedo aportar, porque la mayoría de las ideas que tenía preparadas ya han sido expresadas por otros parlamentarios.
En todo caso, señalaré cuatro cosas concretas y específicas.
En primer lugar felicito a los Ministros de Estado que han concurrido a esta sesión, por la forma en que se han manejado. Evidentemente, han respondido a todas las inquietudes que los parlamentarios les han manifestado.
Francamente, ésta ha sido una sesión enriquecedora y de trabajo.
En segundo lugar, el Gobierno y los parlamentarios tenemos conciencia de que el problema de la sequía es grave; es un problema nacional. La preocupación del Gobierno al respecto ha sido expresada larga y detalladamente por los señores Ministros en sus diversas intervenciones.
En este sentido, me alegro de haber escuchado a los Ministros de Obras Públicas y de Agricultura, y a algunos señores parlamentarios, referirse a uno de los aspectos que, a mi modo de ver, es un problema capital: cualquier solución al tema de las aguas o de su uso racional en nuestra patria, pasa necesariamente por revisar el régimen legal de aguas en Chile; es decir, pasa por revisar el sistema de concesiones, pasa por reformar el Código de Aguas.
Objetivamente, las aguas en Chile, por la legislación que se impuso en el gobierno pasado, dejaron de ser, en la práctica, bienes nacionales de uso público, toda vez que se aplicaron en este sistema criterios absolutamente privatizadores.
Al respecto, vería con gran satisfacción que el Gobierno, a la brevedad, enviase a este Congreso Nacional las iniciativas legislativas tendientes a modificar esta materia.
En tercer lugar y vinculado con lo mismo, quiero expresar que los entorpecimientos jurídicos que existen en este orden de cosas, también se dan en materia administrativa, ya que el uso de las aguas en Chile es una de las materias más anárquicas que existen en nuestra legislación. No sólo son múltiples los intereses que están en juego; los intereses de los agricultores, de las empresas eléctricas, eventualmente de los pescadores, sino que son demasiadas las autoridades o los funcionarios públicos que intervienen en esta materia. En consecuencia, no hay un manejo integral del tema. Ya hemos visto que deben intervenir los Ministros del Interior, de Obras Públicas, de Agricultura, de Energía, etcétera.
Luego, en una reforma legislativa sobre estas normas, también tenemos que replantear el manejo administrativo de este tema, con el objeto de que exista una conducción única e integral sobre este punto.
Finalmente, de las intervenciones de los señores Ministros debemos concluir algo que creo es aceptado por la mayoría de los señores parlamentarios, en orden a que, después de muchos años, nos encontramos con un Gobierno que, objetiva, real y seriamente, tiene una política de riego para nuestra patria.
El colega señor Melero decía que hace 23 años que en Chile no se realizaban obras públicas de riego, lo que era una responsabilidad, según él, de cuatro gobiernos. Yo creo que el colega Melero tiene la razón en la forma; pero, si uno analiza lo que han sido estos 23 años y los compara con la duración de los gobiernos que existieron durante ese lapso, naturalmente la afirmación del colega Melero es una falacia, ya que habría que imputar solamente 2 años al gobierno del Presidente Frei; 3 años al gobierno del Presidente Allende; 17 años al Gobierno Militar, y un año al Gobierno del Presidente Aylwin. Luego, la responsabilidad mayor la tiene obviamente quien ha ocupado prácticamente el 75 por ciento de los 23 años a que él aludió.
Las intervenciones de los señores Ministros nos demuestran que hay una política de riego, y creo, sin temor a equivocarme, que si algo caracterizará a futuro la gestión de los actuales Ministros de Obras Públicas y de Agricultura, es precisamente su preocupación por el tema del riego, y no me cabe la menor duda de que se van a referir a estos Ministros como los funcionarios públicos que, desde los altos cargos que hoy ostentan, desarrollarán una política de riego que, en el fondo, se concilia con las grandes obras de riego que existieron con anterioridad en nuestra patria.
Señor Presidente, en mi Región, en la Región del Maulé no hablo de mi distrito la última obra de riego importante fue el embalse de la laguna del Maulé que, para honra de quien habla, se realizó durante los gobiernos radicales.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
El Diputado señor Melero le solicita una interrupción.
El señor CAMPOS.-
Se la concederé cuando termine mi intervención, señor Presidente.
Aparte de las grandes obras de riego que el señor Ministro de Obras Públicas nos ha señalado, hay una que favorece a mi zona, la del canal Pencahue. Una adecuada política de riego no sólo debe apuntar a esas grandes obras de riego; también hay que pensar en las pequeñas, fundamentalmente en el secano costero. Hay que realizar obras de embalse o de acopio en la Cordillera de la Costa, que no son obras que requieren de una gran inversión, ya que sus costos son de 50, de 60 ó de 100 millones de pesos, pero que tienen una gran rentabilidad social, puesto que, en la práctica, pueden cambiar la economía de una comuna pobre, como ocurriría en mi zona.
Sé que los Ministros de Agricultura y de Obras Públicas están preocupados de este tema y confío en que próximamente podamos conocer iniciativas concretas respecto de estas consideraciones, ya que, reitero, eso importa una solución integral sobre esta materia.
Concluyo expresando mi satisfacción por haber asistido a esta sesión. Considero que tenemos un Gobierno y Ministros que, seriamente, están abordando el problema. La Administración del Presidente Aylwin está haciendo todos los esfuerzos a su alcance para solucionar estas preocupaciones.
Por último, debo destacar que lo realizado en este primer año de Gobierno no se compadece con lo obrado en los 17 años anteriores.
He dicho.
El señor MELERO.-
Pido la interrupción que me iba a conceder el Diputado señor Campos.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Señor Diputado, ¿concede una interrupción? Queda un minuto del tiempo correspondiente al Partido Radical.
El señor CAMPOS.-
Sí, señor Presidente.
El señor DUPRE (Vicepresidente).
Tiene la palabra el Diputado señor Patricio Melero.
El señor MELERO.-
Señor Presidente, sólo para hacerme cargo de algunas alusiones del Diputado señor Campos.
En primer lugar, no expresé que durante 23 años no se hubieran hecho obras de riego. Señalé que han transcurrido 23 años y se da una discusión muy semejante a la que el país enfrentaba en la pasada sequía, e hice mención a un informe de la Universidad de Chile en el cual se detectaba que los problemas se generaban por la falta de un plan y de una política de aguas.
Obviamente no podría reconocer que durante estos 23 años no se ha hecho ninguna obra de riego. Y si se trata de aporte del Gobierno militar, baste, entonces, con citar lo que el propio Secretario Ministerial de Agricultura de la Cuarta Región indicaba, que el problema de la cesantía aún no se registraba en forma importante, dado que durante el Gobierno anterior las exportaciones de productos hortofrutícolas revolucionaron el agro chileno, incluso en la Cuarta Región y, actualmente, hay una fuerte demanda de mano de obra por parte de los productores, que está evitando que el problema de la cesantía como consecuencia de la sequía, sea grave.
Los aportes y las obras, en justicia, hay que reconocerlas como tales. El gran aporte del Gobierno anterior permitió, justamente, diversificar la agricultura y generar formas alternativas para evitar que el problema no fuera tan grave como lo fue hace 23 años.
He dicho.
El señor DUPRE (Vicepresidente).-
Se suspende la sesión hasta las 16:30 horas.
Se suspendió a las 15:05 y se reanudó a las 16:30 horas.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Continúa la sesión.
Como resultado de la jomada de la mañana, han llegado a la Mesa seis proyectos de acuerdo relacionados con el problema de la sequía. Al parecer, cuatro provienen del sector del Gobierno y dos de la Oposición.
Debido a que en los seis proyectos se repiten algunos temas, pido que sus patrocinantes asistan a una reunión de Comités para tratar de reducirlos a dos. Por lo tanto, se suspende la sesión por el tiempo que dure dicha reunión.
Se suspendió a las 16:32 y se reanudó a las 16:51 horas.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Continúa la sesión.
PROYECTOS DE ACUERDO
Corresponde, primeramente, votar un proyecto de acuerdo, refundido, de los señores Rodríguez, don Alfonso; Alessandri Balmaceda, Ringeling y Molina.
El señor Secretario va a dar lectura a la parte resolutiva del proyecto de acuerdo.
El señor LOYOLA (Secretario accidental).-
"Oficíese al señor Presidente de la República, solicitándole que declare como zonas de catástrofe a las Comunas de Chanco, Pelluhue, Parral, Cauquenes, Longaví y Retiro, de la Séptima Región, y Quintero, Papudo y Limache de la Quinta Región, a fin de que se les hagan aplicables los beneficios establecidos por los decretos supremos de Interior N°s. 750 y 860, de 1990, y N° 104, de 1977.".
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará sin objeciones.
Aprobado.
Corresponde considerar un proyecto de acuerdo de los señores Munizaga, Rojos, Morales, Rebolledo, Longton, Ringeling; Rodríguez, don Claudio, Melero y Hurtado, cuya parte resolutiva va a dar lectura al señor Secretario.
El señor LOYOLA (Secretario accidental).-
"Oficíese a Su Excelencia el Presidente de la República, a fin de que solicite al Ministerio de Agricultura incluir, dentro de sus programas, un proyecto de estimulación de las precipitaciones, que pueda incorporar la última tecnología al respecto, para ser aplicado en la Tercera, Cuarta, Quinta y Sexta Regiones y Región Metropolitana.
"Se solicita, a la vez, se disponga de los recursos indispensables para la investigación y aplicación de los programas"
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará sin objeciones.
Aprobado.
Se ha presentado un proyecto de acuerdo de los Diputados señores Jara, don Sergio; Pizarro, don Jorge; Sota, Rojos, Devaud, Smok, Ortega y Ortiz.
El señor Secretario le dará lectura.
El señor LOYOLA (Secretario accidental).-
"Dada la situación de sequía que afecta a gran parte del territorio nacional; a la exposición de la situación que ha hecho el Ministerio de Agricultura, y a la alternativa de un impacto económico-social inevitable para el año agrícola 1991-1992, se propone:,
"Continuar con el trabajo de la Comisión Nacional para la Sequía aun cuando el año 1991 sea normal desde el punto de vista pluviométrico, para lo cual se deben destinar los recursos necesarios;
"Valorar el inicio de obras de riego, grandes, medianas y menores en todo el territorio de la Nación;
Proponer una política y programa nacional para el uso de las aguas, priorizando, dentro de sus líneas, la explotación de las aguas subterráneas tanto de agua de bebida como para riego. Para esto debería usarse el Directorio de Pozos Profundos elaborado por CORFO-CIREN;
Implementar todas las medidas necesarias que signifiquen un alivio en los compromisos financieros de los damnificados por sequía, como, por ejemplo, pago de impuestos, contribuciones, cuotas, tierras u otras;
Estudiar y proponer posibles mejoras al Código de Aguas y Ley de Fomento al Riego, y
"Estudiar y proponer mecanismos de declaración de zonas de catástrofe en forma más real que por comunas"
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará sin objeción.
Aprobado.
Quedan dos proyectos de acuerdos, cuya parte resolutiva se va a dar lectura. A continuación, se abrirá debate hasta por cinco minutos antes de ser votados separadamente.
El señor LOYOLA (Secretario accidental).-
Proyecto de acuerdo de los señores Naranjo, Arancibia, Rodríguez, Claudio; Sota, Tohá, Aguiló, Campos, Latorre, Rojos, Correa, Jara, don Sergio; Munizaga, Longton, Melero, Recondo, Masferrer y Rodríguez, don Alfonso.
"Oficíese al Presidente de la República, don Patricio Aylwin Azocar, a fin de que el Ejecutivo envíe al Parlamento un proyecto de ley que exima a los productores de las regiones afectadas por la sequía, del pago de las contribuciones, siempre y cuando justifiquen la reinversión de estos recursos en obras de riego y/o en mejoramiento de las existentes en las comunas declaradas zonas de catástrofe".
Proyecto de acuerdo de los señores Ringeling, Morales Adriasola, Munizaga; Rodríguez, don Claudio, Melero, Recondo, Hurtado y Álvarez-Salamanca.
1°.Solicitar al Presidente de la República que, en uso de las atribuciones que le concede la ley Na 16.282, decrete la condonación de las contribuciones de bienes raíces correspondientes al año 1991, a todos los predios, o a la proporción que corresponda, que están clasificados como de secano en las comunas declaradas como zonas de catástrofe;
2°.Solicitar que se establezca un procedimiento simple y objetivo para que los propietarios de predios agrícolas clasificados como de riego ubicados en las comunas declaradas como zonas de catástrofe, puedan ser beneficiados con esta condonación, cuando se compruebe que, como consecuencia de la situación de sequía, no han podido disponer de agua de riego;
3°.Solicitar que, en uso de las atribuciones que le concede al Gobierno el cuerpo legal ya citado, aporte directamente a las municipalidades y al Fondo Común Municipal las mismas sumas de dineros que dejarían de recibir esas corporaciones y ese Fondo, como consecuencia de la condonación del impuesto territorial señalado;
4°.Solicitar la postergación de las motas adecuadas a la ex Cora correspondientes al año 1991, en beneficio de parcelas o predios, sean éstos primeros o posteriores adquirentes;
5°.Solicitar al Gobierno la formación de una comisión ad hoc que se aboque, en un plazo máximo de 60 días, a la reclasificación de terrenos que se encuentren clasificados como de riego eventual o simplemente de secano. Esta comisión deberá contemplar mecanismos de participación y apelación de los afectados;
6°.Solicitar al Gobierno el estudio de m proyecto de ley que permita la reprogramación de las deudas que los agricultores cuyos predios se encuentran en las zonas de catástrofe, mantienen con el sistema financiero. Esta reprogramación debe contemplar, al menos, dos años de gracia en la amortización de las deudas, con el objeto de que los agricultores puedan superar el impacto económico negativo que los afecta;
7°.Solicitar que los créditos blandos que se canalizan por intermedio de Indap y la Comisión Nacional de la Sequía, sean asignados de acuerdo con evaluaciones objetivas en cuya concreción participen las municipalidades correspondientes, que cuenten con la información y estructura, para cooperar en una justa asignación de dichos recursos, y
8°.Solicitar al Gobierno una intensificación del programa de obras públicas, especialmente dirigidas a la concreción de obras de carácter permanente que contribuyan a aumentar la superficie y la seguridad del riego y también a mejorar la cobertura de agua potable rural y urbana"
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Ofrezco la palabra sobre estos dos proyectos de acuerdo.
Tiene la palabra el Diputado señor Pizarro.
El señor PIZARRO (don Jorge).-
Señor Presidente, tengo la impresión de que todos los Diputados estamos de acuerdo con las ideas planteadas en los proyectos leídos y en los objetivos que se persiguen. Pero, indudablemente, al analizar en particular las proposiciones que se formulan, nacen algunas dudas, respecto, en algunos casos, de su constitucionalidad y, en otros, de los mecanismos que se propinen para implementar los proyectos de acuerdo.
En relación con el primero de ellos, en la reunión de Comités se planteó el asunto del IVA; pero queda el referente a eximir, a los predios del pago de las contribuciones, y eso, indudablemente, implica entrar a analizar si nos corresponde estudiar la constitucionalidad de tal proposición.
Respecto del segundo proyecto de acuerdo, me parece que en los puntos primero también relativo al caso de la condonación de las contribuciones de bienes raíces, y tercero, habría que analizar su constitucionalidad. Además, en dicho punto tercero me asaltan serias dudas respecto de la forma en que se pretende plantear una especie de vasos comunicantes, porque, por un lado, se pide que no se paguen las contribuciones de los bienes raíces, y, por otro, eso significa, indudablemente, para las municipalidades a las que pertenecen dichos bienes, un menor ingreso.
Por otra parte, se expresa en el punto tercero sin aclarar mayormente, ya que sólo menciona al Fondo Común Municipal que se les entreguen a las municipalidades lo que éstas dejarían de percibir. Y la verdad es que el mecanismo propuesto, bastante confuso, no nos parece que sea el más eficaz o el más adecuado para ser implementado por el Ejecutivo.
En el punto quinto, en que se propone la formación de una comisión ad hoc, me da la impresión de que no es necesaria una comisión de tal naturaleza, por cuanto esto, naturalmente, es de responsabilidad del Servicio de Impuestos Internos, por lo cual, a mi juicio, correspondería que se le encargara a dicho servicio la posibilidad de una reclasificación de los terrenos que se encuentran afectados por la sequía.
El señor RINGELING.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Ringeling.
El señor RINGELING.-
Señor Presidente, quiero defender el proyecto di acuerdo por medio del cual se solicitan ocho medidas al Ejecutivo. A continuación, fundamento los considerandos que han sido impugnados por el Diputado que me antecedió en el uso de la palabra.
En el primer caso, es perfectamente posible y constitucional que el Presidente de la República, por una iniciativa legal, condone impuestos en este caso, el territorial, y sólo hay que mantener el principio de la igualdad ante la ley.
Como el beneficio está planteado en forma general para todos aquellos predios de secano afectados por la situación de zonas de catástrofe, no adolece del vicio de inconstitucionalidad.
A mayor abundamiento, el artículo 3° de la ley N° 16.282, sobre zonas de catástrofes, dispone que el Presidente de la República puede decretar condonaciones de impuestos. Lo mismo cabe sostener respecto del considerando tercero.
Si, por otra parte, condonamos las contribuciones de las comunas que han sido decretadas zonas de catástrofe, tal como lo indica el proyecto de acuerdo del Diputado Naranjo y otros colegas, lo único que haremos será disminuir en forma importante el presupuesto de dichas municipalidades, ya que todos sabemos que el 40 por ciento del impuesto territorial entra en forma directa al presupuesto de esos organismos. Por lo tanto, me parece un absurdo sacar recursos dé un bolsillo para entregarlos al otro.
También el cuerpo legal a que me he referido permite al Presidente de la República otorgar directamente a ciertas instituciones o corporaciones públicas los fondos necesarios para afrontar problemas que se derivan de las zonas de catástrofe. En consecuencia, es perfectamente coherente y constituye la única forma de generar el efecto que deseamos que si el propósito es condonar contribuciones, el Fisco entere el mismo valor de éstas en la parte que corresponda a las municipalidades, es decir, el 40 por ciento, directamente a ellas, y en parte que corresponda al fondo municipal, para no afectar el resto de las comunas del país, directamente al citado Fondo.
En relación con el considerando 5°, éste se basa en que, efectivamente, existe una norma general, e, incluso, hay un decreto que está en tramitación, del Ministerio de Agricultura, en conjunto con el Ministerio de Hacienda, para reclasificar predios que actualmente están clasificados como de riego y, en realidad, son de riego eventual o, simplemente, son de secano.
Lamentablemente, hay casos ridículos de predios que desde hace bastantes años pagan sus cuotas del impuesto territorial como si fueran de riego, en circunstancias de que son absolutamente de secano, como es el caso de Quebradilla, uno de los más claros, cuyo propietario desde hace un año, está pidiendo al Servicio de Impuestos Internos que lo reclasifique. Sin embargo, estos pequeños propietarios, porque son parceleros, deben pagar cuotas de 36 mil ó 40 mil pesos, a pesar de que tiene 8 ó 9 hectáreas clasificadas como de riego, de que desde hace dos o tres años no han sido regadas en absoluto y de que, además, no tienen ninguna seguridad de riego.
Por lo tanto todos los de esta zona conocemos múltiples casos, por la vía tradicional no se resolverán esas situaciones. De ahí que surgiera aprobar la creación de una comisión especial estamos en una situación extraordinaria, que reclasifique estos predios, con la participación, por supuesto, de los afectados.
Por último, el considerando 8a, respecto del cual todos estuvimos acordes esta mañana, persigue intensificar el programa de obras públicas, dirigiéndolo especialmente hacia la concreción de obras de carácter permanente que contribuyan a aumentar la superficie y la seguridad del riego y también a mejorar la cobertura del agua rural y urbana. ¿Por qué digo esto? Porque en las cifras, a veces impresionantes, que se nos presentaron en la mañana, muchas de las obras que ahí están previstas como extraordinarias por la situación de sequía, se refieren, en realidad a pavimentaciones; por ejemplo, en el caso de mi distrito, a la pavimentación del camino Valle Hermoso La Ligua, decidida con anterioridad a la declaración de zona de catástrofe.
En consecuencia, lo que pedimos es que se intensifiquen las obras públicas que tengan como objetivo un mejoramiento permanente de obras de riego o mejorar la cobertura, como dije, del agua potable, rural y urbana.
Reitero, señor Presidente, que me opongo al proyecto dé acuerdo patrocinado por el Diputado Naranjo, porque no resuelve el problema de las comunas al afectar el presupuesto de las municipalidades. En cambio, apoyo el otro proyecto de acuerdo, expresión de lo que, en la mañana, todos los Diputados que participaron en la discusión manifestaron estar acordes, es decir, en adoptar las medidas concretas que permite el ordenamiento jurídico vigente para ayudar a esta zona que está siendo afectada por la sequía.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado Naranjo.
El señor NARANJO.-
Señor Presidente, quiero hacer algunas precisiones muy breves.'
Primero, que este proyecto de acuerdo es respaldado por Diputados de todas las bancadas que están presentes en esta Sala.
En segundo término, que ellos representan a las distintas zonas y regiones que están declaradas zonas de catástrofe.
En tercer lugar, creo que ningún parlamentario ni ciudadano deben renunciar jamás al derecho de petición. Es así como aquí se está apelando a la facultad privativa del Ejecutivo para que legisle sobre esta materia. De tal manera que cuando se dice que el proyecto de acuerdo es improcedente o inconstitucional, se incurre en un error, a no ser que interpretemos la Constitución declarando que el derecho de petición es inconstitucional, lo cual me parecería extremadamente grave. Solamente ejercemos ese derecho ante el Ejecutivo, porque él tiene esta facultad privativa para legislar sobre estas materias y, por eso, considero que este proyecto va en ayuda de todos los afectados por la sequía. Debemos tener claro que Indap o la Comisión Nacional de Sequía no tienen recursos para llegar a todos y, evidentemente, es necesario generarlos de otra manera para concretar tales propósitos.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Ha vencido el plazo reglamentario y han pedido el uso de la palabra los Diputados señores Campos y Sota.
Solicito autorización de la Sala para que puedan usar de la palabra hasta por dos minutos cada uno.
El señor SOTA.-
Con eso, me basta.
Un señor DIPUTADO.-
No hay acuerdo.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
No hay acuerdo.
Corresponde votar el primer proyecto de acuerdo, que contiene un solo considerando, por el cual se pide al Ejecutivo enviar un proyecto de ley para que los productores de la zona no paguen contribuciones.
En votación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 31 votos; por la negativa, 22 votos. Hubo 4 abstenciones.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Aprobado el proyecto de acuerdo.
En votación el segundo proyecto de acuerdo, que tiene ocho considerandos.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 42 votos; por la negativa, 18 votos. Hubo 2 abstenciones.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Aprobado el proyecto de acuerdo.
Terminada la discusión sobre el tema de la sequía.
Ha pedido la palabra el señor Ministro de Obras Públicas.
El señor HURTADO (Ministro de Obras Públicas).-
Señor Presidente, durante este extenso debate, en el cual se ha planteado el tema tan serio de la disponibilidad de agua en el país, que nos aflige en el corto plazo y en el largo plazo, hemos expuesto las políticas de Gobierno sobre la materia, que incluyen los distintos aspectos del agua, como el riego, el agua potable, el tratamiento de las aguas servidas, la energía eléctrica, y hemos revisado los proyectos que tenemos en materia de mejoramiento institucional, planificación y programas de inversión.
En nombre del Ejecutivo, quiero agradecer la altura del debate que hemos sostenido, que, a pesar de las diferencias que se puedan haber producido durante el intercambio de opiniones, pues se trata de una materia de largo plazo, en la que se requiere un verdadero espíritu de consenso y de unidad nacional.
Puedo asegurar, de parte del Gobierno, que estamos actuando dentro de ese espíritu y que lo seguiremos haciendo.
Muchas gracias.
Aplausos en la Sala.
"