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Honorable Cámara:
En la sesión 11ª, de fecha 10 de noviembre de 1971, tuvisteis a bien prestar vuestra aprobación a un proyecto de acuerdo suscrito por los señores Scarella, Alessandri, doña Silvia; Monckeberg, Laemmermann y De la Fuente, mediante el cual se designaba una "Comisión especial Investigadora encargada de conocer las denuncias que existen contra el Servicio Nacional de Salud". Se establecía, asimismo, que ella estaría integrada en la misma proporcionalidad que la Comisión de Salud Pública y que debería emitir su informe, dentro de 60 días. Con posterioridad, dicho plazo le fue ampliado hasta el 15 de marzo del presente año.
El día miércoles 24 de noviembre de 1971, la Comisión procedió a constituirse, elegir Presidente (don Aníbal Scarella), fijar días y horas para la celebración de sus sesiones ordinarias y adoptar los acuerdos inherentes al desempeño de las funciones para las cuales fue creada.
Durante su cometido, se celebraron 11 sesiones, que representaron 13 horas y 8 minutos, se remitieron 183 oficios recabando informaciones y antecedentes, y, además, se constituyó en visitas oculares en la Posta Central de la Asistencia Pública, Laboratorio Experimental del Hospital Manuel Arriarán, Hospital Regional de Rancagua, Consultorio Externo de Doñihue y Hospitales Enrique Deformes, Van Buren y Gustavo Fricke, los dos primeros de Valparaíso y de Viña del Mar el último.
A este respecto deben entenderse como parte integrante del presente informe las versiones taquigráficas de las sesiones, las relaciones de las visitas oculares referidas y los antecedentes recibidos, los que en original se acompañan como anexos y cuyas copias se encuentran a disposición de los señores Diputados.
Cabe hacer mención que concurrieron las siguientes personas a las sesiones de la Comisión:
Juan Carlos Concha, Ministro de Salud Pública.
Sergio Infante Roldán, Director General del Servicio Nacional de Salud.
Giorgio Solimano, Jefe del Departamento de Nutrición y Alimentación del Servicio Nacional de Salud.
Claudio Sepúlveda, Jefe de la Oficina de Planeamiento del Servicio Nacional de Salud.
Dr. Emilio Villarroel, Presidente del Colegio Médico de Chile.
Dr. Edgardo Cruz Mena, Secretario del Colegio Médico de Chile.
Dr. Raúl Zapata, Director de la Posta Central de la Asistencia Pública.
Dr. Fernando Monckeberg, Director del Laboratorio Experimental del HospitalManuel Arriarán.
Dr. Fernando Rodríguez, Director de la Maternidad San José de Santiago.
Dr. Héctor Mancilla, Director del Hospital Enrique Deformes, de Valparaíso.
Luis Lazo, Secetario de Seguridad Social de la Central Unica de Trabajadores.
Patricio Ramírez, Técnico en Seguridad
Laboral de la Central Unica de Trabajadores.
Tomás Manonellas, Presidente de la Asociación de Funcionarios de Contabilidad, Presupuesto y Subsidios del Servicio Nacional de Salud.
En igual forma, se obtuvieron informaciones de los Directores de los Hospitales o Centros Asistenciales que se señalan:
Hospital de Arica.
Hospital de Iquique.
Hospital de Antofagasta.
Hospital de Vallenar.
Hospital de Coquimbo.
Hospital de Tocopilla.
Hospital de Vicuña.
Hospital de La Serena.
Hospital de Los Vilos.
Hospital de Ovalle.
Hospital de Quillota.
Hospital de La Calera.
Hospital de San Felipe.
Hospital de Los Andes.
Hospital de Quilpué.
Hospital de Viña del Mar.
Hospital Van Buren.
Hospital Enrique Deformes.
Hospital del Salvador.
Hospital Sanatorio de Valparaíso.
Hospital Calvo Mackenna.
Hospital San Borja.
Hospital Roberto del Río.
Hospital de Peñaflor.
Hospital de Talagante.
Instituto de Neurocirugía.
Hospital de San Bernardo.
Hospital Félix Bulnes.
Hospital de Buin.
Hospital San José.
Hospital del Tórax.
Hospital Exequiel González Cortés.
Posta Central de la Asistencia Pública.
Hospital de Rancagua.
Hospital de Rengo.
Hospital de San Fernando.
Hospital de Linares.
Hospital de Chillán.
Hospital de Santa Cruz.
Hospital de Los Angeles.
Hospital de Osorno.
Hospital de Cauquenes.
Hospital de Coronel.
Hospital de Traiguén.
Hospital de Temuco.
Hospital de Victoria.
Hospital de Yumbel.
Hospital de Castro.
Hospital de Angol.
Hospital de Villarrica.
Hospital de La Unión.
Hospital de Puerto Montt.
Hospital de Puerto Natales.
Hospital de Puerto Aisén.
Hospital de Punta Arenas.
También entregaron antecedentes a la Comisión las personas e instituciones que a continuación se indican:
Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología.
Contraloría General de la República.
Señor Américo Zorilla, Ministro de Hacienda.
Señor José Oyarce, Ministro del Trabajo y Previsión Social.
Consejo Regional de Rancagua, del Co-Colegio Médico de Chile.
Colegio de Químicos-Farmacéuticos.
Corporación de Mejoramiento Urbano.
Colegio de Dentistas.
Colegio de Practicantes.
Se cursaron invitaciones, además, a los siguientes organismos, que no concurrieron, como tampoco acusaron recibo de ellas:
Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (en cuatro oportunidades).
Colegio de Enfermeras de Chile.
Confederación de Centros de Madres.
Si se observa la historia de la civilización se puede constatar que el hombre se ha enfrentado permanentemente al riesgo de enfermar y, consecuentemente, de morir prematuramente. Frente a ello nace en el individuo el afán de contrarrestar los efectos de la enfermedad con los elementos que tiene a su alcance o los que le proporcionan su medio. Es así como vemos que en las civilizaciones primitivas el origen de las enfermedades es atribuido a brujerías o encantamientos y, consecuencialmente, se las combate por intermedio de hechiceros, que orientan su acción a la curación individual. En otras oportunidades se celebran ceremonias rituales destinadas a ahuyentar los espíritus que amenazaban a la colectividad con sus enfermedades, realizando una especie de "medicina preventiva colectiva". Se podría decir, entonces, que el origen de la medicina se confunde con la historia misma del hombre, aun cuando en sus comienzos esté ligada a la práctica de la hechicería.
En la Edad Media la medicina continúa reducida al campo de lo individual, mostrando una evolución lenta, en que la política sanitaria se manifiesta solamente por la asistencia al enfermo que, generalmente, estaba entregada a la Iglesia, y donde la terapéutica se reducía, en el hecho, a oraciones y a la práctica de determinados ritos, derivados del desconocimiento del origen de las enfermedades y de la carencia de tratamientos para atacarlas.
Bajo la influencia del Renacimiento, la curación de los enfermos pierde su carácter religioso; las enfermedades son consideradas como fenómenos naturales, que pueden evitarse en gran parte y su curación se hace científica. Más tarde, la medicina adquiere el carácter de química, debido a los aportes de Lavoisier, Newton, Descartes y Spallanzi, para después convertirse en científico-natural con Darwin y Pasteur.
Es precisamente, con el descubrimiento de Pasteur, de la causa bacteriana de algunas enfermedades, cuando la medicina adquiere las principales características de la medicina moderna. En efecto, el descubrimiento del eminente científico motivó la investigación acerca del origen microbiano de muchas enfermedades, apareciendo el complejo de la patología infecto contagiosa. Permitió, además, el desarrollo y perfeccionamiento de la epidemiología, que se ocupa de la descripción de las enfermedades como un fenómeno de masas y que, en último término, persigue el control de las enfermedades por medio de procedimientos preventivos en la colectividad entera, concepto opuesto al de la medicina como herramienta de curación de las enfermedades desde un punto de vista individual.
Es decir, se abrían caminos y perspectivas diferentes en salud; las enfermedades infecto-contagiosas, por las nuevas formas de tratamientos, el aislamiento y la vacunación masiva, dejaban de ser el enemigo invisible que diezmaba poblaciones enteras y frente a las cuales el hombre era impotente para defenderse. La salud podía ser preservada si el organismo se hacía resistente por procedimientos específicos.
Todo esto produce un vuelco revolucionario en el concepto de salud, ya que desde su apreciación negativa de pérdida de salud -enfermedad- se llega a un sentido positivo: ausencia de enfermedad.
No obstante, el estado de salud individual y colectivo no puede ser mantenido solamente en base a los efectos altamente positivos de la vacunación. Es necesario reducir las posibilidades de sobrevida de las poblaciones microbianas en su ambiente natural, que pululan en el medio ambiente en constante acecho para penetrar en el organismo humano a través del agua para beber, del aire, las moscas, los insectos vectores, etcétera. Es así como va surgiendo la necesidad de buscar otros procedimientos para la lucha contra las enfermedades transmisibles, razón por la cual paulatinamente se va formando conciencia de la importancia que tiene el saneamiento e higiene del medio ambiente, como una manera efectiva de disminuir o cortar la cadena de transmisión del contagio, y por ende, disminuir la morbilidad y mortalidad provocada por estas enfermedades infecto-contagiosas.
En igual forma, la descripción epidemiológica de diferentes cuadros mórbidos ha puesto de manifiesto que hay afecciones no microbianas, avitaminosis, deficiencias en el funcionamiento de las glándulas de secreción interna, por ejemplo, que también pueden prevenirse, tanto desde el punto de vista individual como colectivo y de este modo disminuir muertes prematuras y, en último término, prolongar la vida. Es decir, la medicina tiende, además, a brindar los elementos necesarios para que el hombre ponga en juego el máximo de su resistencia individual para defenderse de las enfermedades, y para que el organismo esté en un estado de funcionamiento óptimo por medio de una alimentación adecuada y hábitos higiénicos de vida. Es lo que podríamos llamar el fomento de la salud, la que debe ejercerse mediante una política dirigida a obtener un desarrollo normal del individuo, con un crecimiento armónico de sus células, sus tejidos y sus órgano.
Para que ello pueda lograrse, es menester, también, que junto con la sensación de bienestar físico exista la de bienestar espiritual. Es decir, el concepto de salud debe entenderse en sentido genético, pues comprende tanto la salud física como la salud mental. Cuando el hombre, ya sea por el juego de sus propias defensas o porque las medidas de salubridad han hecho que el medio ambiente deje de serle agresivo precisa, además, de otros factores que lo pongan a disposición de llenar las responsabilidades que le corresponden como miembro del grupo social. Precisa habitación higiénica, adecuada alimentación, vestuario, instrucción, condiciones económicas y de trabajo apropiadas, etcétera.
Este concepto de salud está contenido en la definición que se diera en la Conferencia Internacional de la Salud, convocada por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, y que se celebró en julio de 1946 en la ciudad de Nueva York.
Esta Conferencia fue una verdadera Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, en la cual se abarca todo el campo de la medicina social que se ocupa de la protección de la salud del ser humano desde su gestación hasta su muerte.
Este organismo definió este nuevo concepto de salud -que se ha pretendido esbozar en grandes rasgos- expresando: "salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades".
Agrega su Constitución: "el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social".
"La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad, y depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados".
"Los resultados alcanzados por cada Estado en el fomento y protección de la salud son valiosos para todos".
"La desigualdad de los diversos países, en lo relativo al fomento de la salud y el control de las enfermedades, sobre todo las transmisibles, constituye un peligro común".
"El desarrollo saludable del niño es de importancia fundamental; la capacidad de vivir en un mundo que cambia constantemente, es indispensable para este desarrollo".
"La extensión a todos los pueblos de los beneficios de los conocimientos médicos, psicológicos y afines, es esencial para alcanzar el más alto grado de salud".
"Una opinión pública bien informada y una cooperación activa por parte del público son de importancia capital para el mejoramiento de la salud del pueblo".
"Los Gobiernos tienen responsabilidad en la salud de sus pueblos, la cual sólo puede ser cumplida mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas".
Estos conceptos abarcan todo los campos de la actividad humana, desde la cooperación de los Estados tendiendo al bien común, las relaciones internacionales permanentes e igualitarias para el control de las enfermedades transmisibles, la más amplia colaboración e intercambio de conocimientos y descubrimientos, como la libertad de información, para el mejor conocimiento de las medidas de salubridad e higiene.
Las primeras manifestaciones de salud pública en nuestro país -entendiendo como tal la obligación que pesa sobre el Estado de asegurar el equilibrio del hombre y su ambiente natural y social- la encontramos en los tiempos de la fundación de Santiago. En efecto, Benjamín Vicuña Mackenna, en su obra "Los médicos de antaño en el Reino de Chile", consigna que el primer establecimiento destinado a proteger la salud pública en Chile fue fundado por don Pedro de Valdivia el año 1552, y que aquél sería la cuna y pilar de lo que fuera posteriormente la Beneficencia Pública. Dicho establecimiento fue conocido con el nombre de Hospital de Nuestra Señora del Socorro.
Aquél estaba sometido a la autoridad civil, representada por el Cabildo, y su administración estuvo en manos de particulares en un principio, para después ser entregado a la Orden Religiosa de los Padres Hospitalarios de San Juan de Dios.
También es preciso señalar al Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, de la ciudad de Concepción, fundado, asimismo, el año 1552.
Durante el siglo XVI se crearon, además, los hospitales de Nuestra Señora de, la Asunción, en La Serena; San Julián, en Nueva Imperial; San Cosme y San Damián, en Osorno, y el Hospital de Cañete, todos los cuales eran administrados por los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios, cuyo nombre tomaron muchos de estos centros hospitalarios.
Especial mención cabe hacer de la creación del Promedicato, en el siglo XVII, institución de policía médica encargada de estudiar todos los problemas de la salud pública, vigilando el ejercicio de la medicina y del comercio de productos medicinales.
En el siglo XVIII se fundaron nuevos centros asistenciales, entre otros dos Lazaretos, el año 1779, uno para hombres, que funcionó en el Hospital San Juan de Dios y otro para mujeres, en la Casa de Huérfanos.
En 1782 se creó el hospital para mujeres San Francisco de Borja y una maternidad en germen, separándose la atención de los enfermos, quedando el San Juan de Dios exclusivamente para hombres.
Cabe hacer presente que si bien es cierto estos establecimientos de beneficencia no reunían, en modo alguno, las características de servicios públicos, es preciso destacarlos por cuanto muestran una tendencia de orden doctrinario en la recuperación de la salud. Si bien todos ellos tienen su origen en la iniciativa privada, no es menos cierto que muestran, también, una determinada injerencia de la autoridad civil en los problemas de salud, principalmente en el afán de incorporar principios higiénicos, de aseo y por la implantación de cuarentenas a los buques y de los cordones sanitarios, además de otras medidas destinadas a reducir los estragos de las continuas epidemias que diezmaban a la población.
A partir de 1810, junto con irse creando las instituciones básicas para el desenvolvimiento de la nueva República, se van incorporando principios higiénicos en nuestra legislación que revelan la preocupación de las autoridades por la salud de los habitantes. Así tenemos que las Constituciones de los años 1818, 1822, 1823, 1828 y 1833, incorporan en sus textos este concepto.
La primera de ellas, contempla en el capítulo dedicado a los Cabildos, que serán funciones de éstos y fomentar el adelanto de las poblaciones, hospicios, hospitales y todo cuanto sea interesante al beneficio público. La de 1822, prácticamente no innova al respecto, a diferencia de la de 1823 que consigna, por vez primera, las atribuciones Municipales, entregándoles la responsabilidad de la policía de salubridad y encargándoles el cuidado de los hospitales, hospicios y todos los institutos de beneficencia. Las de 1828 y 1833 mantienen este criterio de dejar a las Municipalidades a cargo de los problemas sanitarios y al cuidado de los Hospitales y Hospicios.
Es necesario consignar que la política sanitaria se mantiene durante muchos años dirigida principalmente a la organización de campañas contra la viruela, sífilis y cólera, a establecer lazaretos y hospitales de aislamiento para concentrar los sectores pasivos y a dictar algunas normas higiénicas aisladas que en definitiva no obedecen a programas ni a una unidad de directivas, pero que sí van configurando lentamente el papel que el Estado asume en la responsabilidad de la salud de todos los habitantes.
Así, por ejemplo, en el año 1822 se puede encontrar el primer vestigio de salud pública propiamente tal, con la creación de la Junta Suprema de Salubridad, fundada por O'Higgins con motivo de una epidemia de erisipela negra. No obstante que se trata de una institución que funcionó transitoriamente, marca ella el principio del esfuerzo desplegado para ocuparse oficialmente de este tipo de problemas.
Tres años más tarde, José Miguel Infante crea, definitivamente, la Junta Suprema de Salubridad, destinada a velar por el estado de las cárceles, hospitales y conventos, la que se considera la precursora de la Junta de Beneficencia, que constituyó el cimiento de los Servicios de Beneficencia y Asistencia Social, subsistente hasta la creación del Servicio Nacional de Salud. El 7 de abril de 1832 se organiza la Junta de Beneficencia y Salud Pública y sus finalidades primordiales eran "velar sobre todos los establecimientos de beneficencia y salud pública de esta capital y de los demás de provincia, sobre los conventos de ambos sexos, casas de educación, cárceles, cuarteles, etc. Observar los males y abusos que en ellos se cometen advirtiendo a sus administradores los medios de remediarlos y dar cuenta circunstancial al Gobierno del estado en que se hallen, proponiendo las mejoras que crea acequibles."
El año 1844 se fundaron Juntas de Beneficencia en distintos puntos del país, con facultades limitadas, ya que para resolver problemas de funcionamiento debían recurrir a Santiago.
El 27 de enero de 1886 se dictó el primer Reglamento Orgánico de las Juntas de Beneficencia, el que tuvo por objetivo fundamental darles autonomía de funcionamiento; administrativamente dependieron del Ministerio del Interior.
La vacuna fue introducida en nuestro país en los inicios del siglo XVIII pero su aplicación se hizo obligatoria sólo en el año 1883, en el que se creó la Junta Central de Vacuna.
El 16 de septiembre de 1892 se creó el Consejo Superior de Higiene, dependiente del Ministerio del Interior, en el cual tenía representación el Ejecutivo y las Municipalidades. Sus funciones eran estudiar e indicar a las autoridades las medidas de higiene que debían adoptarse. Asimismo, tuvo el carácter de cuerpo consultivo, en todos aquellos casos en que las mismas autoridades requirieran su dictamen. Igualmente debía dictar las medidas concernientes a la higiene alimenticia y a las condiciones de las aguas de las poblaciones, proponiendo las normas convenientes y velar por el cumplimiento de los reglamentos sobre higiene y salubridad. Se organizó a nivel nacional mediante Consejos Provinciales.
De esta institución dependían el Instituto de Higiene, a quien le correspondió un destacado papel en la lucha contra las epidemias, pues realizó investigaciones de alto nivel en sus tres secciones: de química, de microscopía y bacteriología, y de higiene y estadística.
En 1896 se organiza el Desinfectorio Público de Santiago, que debía velar por la eficacia de los procedimientos de desinfección y atender a la instalación de nuevos servicios en el país.
Deben destacarse, también, dentro de este rápido bosquejo histórico de las leyes, decretos y ordenanzas dictadas en el siglo XIX, -que colocaban a nuestro país a la cabeza de los de América Latina en la implantación de normas tendientes a proteger la salud colectiva- algunas disposiciones sobre organización y atribuciones de las Municipalidades.
En las leyes de Municipalidades de los años 1854 y 1887 se expresa que a éstas les corresponderá proveer a la salubridad de las poblaciones y ciudades, protegiéndolas contra causas ordinarias y comunes le infección y prescribiendo reglas de policía sanitaria cuando circunstancias extraordinarias lo exigieran. Se les encomienda, también, la provisión de abastos consultando ante todo la salubridad y prescribiendo la venta de alimentos y bebidas adulterados o dañosos. En igual forma se les encomienda atender con sus recursos a las necesidades de salubridad y se les concede atribuciones para contratar empréstitos para obras de salubridad.
La ley de Municipalidades de 1891 va más lejos aún, pues les entrega una serie de obligaciones: higiene de la vía pública, saneamiento de las poblaciones, control de alimentos, baños públicos, dotación de agua potable, vacunación de la población y desinfección de los habitantes.
En cuanto a establecimientos, durante el siglo XIX se crearon: el Hospicio, en 1810; el Cementerio, en 1819 y el Manicomio, en 1856. Asimismo, se instalaron numerosos asilos y lazaretos, principalmente durante las epidemias tan comunes en este siglo, y más de treinta hospitales, entre los que cabe destacar el Hospital Clínico para Mujeres de Santiago y el Hospital del Salvador, en 1872.
En cuanto a la atención técnica de los hospitales, el 18 de noviembre de 1870 se constituyó una Junta compuesta de los médicos de los establecimientos asistenciales de Santiago "para examinar los sistemas curativos y declarar cuáles son los que deben adoptarse en conformidad a los adelantos de la ciencia y con las lecciones de la experiencia; velar por el buen desempeño de sus miembros y pedir a los administrados la destitución por inobservancia de sus deberes. Pronunciarse sobre las aptitudes profesionales de los médicos, boticarios y practicantes que deben nombrarse para el servicio de los hospitales y casas de expósitos; examinar los medicamentos y elementos que se suministran a los enfermos, velar por la higiene y el buen estado de los instrumentos de cirugía, dar parte de las resoluciones de la junta de médicos a los administradores de establecimientos para que las hagan cumplir", etc.
Hemos visto cómo en nuestro país, en sus primeros 90 años de vida independiente, se ha desarrollado una fecunda legislación sanitaria que, aunque desorganizada, es el reflejo de la preocupación del Estado por los problemas relativos a la salud pública. Es por ello que las primeras décadas del presente siglo marcan una tendencia hacia la codificación de las normas jurídicas dictadas sobre esta materia. En efecto, en el año 1918 se dicta el primer Código Sanitario, que logra establecer una unidad bien definida en la acción sanitaria. Su organización contempla dos aspectos fundamentales: la administración sanitaria central, a cargo del Consejo Superior de Higiene y de la Dirección General de Sanidad, y la administración sanitaria municipal, a cargo del Consejo Municipal.
Al Consejo Superior de Higiene, organismo ya existente, se le conservan las funciones consultivas a las que anteriormente nos referimos. En cuanto a la Dirección General de Sanidad, que reunió diversos establecimientos y organismos tales como el Instituto de Higiene, la Junta Central de Vacunas y la Comisión Visitadora de Boticas, le correspondió específicamente "dirigir los servicios de vacunación, desinfección pública e inspección sanitaria; ejercer la vigilancia técnica de los establecimientos destinados especialmente a la profilaxis y tratamiento de las enfermedades infecciosas epidémicas; dirigir las estaciones sanitarias, el servicio médicos de puertos y el servicio sanitario de las ciudades y puertos; vigilar el ejercicio de la medicina y demás ramas del arte de curar; ordenar inspecciones sanitarias a los establecimientos públicos y locales destinados al uso común; proponer a la autoridad las reglas y medidas más convenientes en materia de higiene y salubridad, velar por su observancia etc.".
Paralelamente a este organismo central se organizó la atención sanitaria del resto del país, creándose los Servicios Sanitarios Regionales, para lo cual se dividió al país en cuatro grandes zonas, cada una de las cuales estuvo a cargo de un Médico Inspector Sanitario.
El año 1924 se creó el Ministerio de Higiene, Asistencia y Previsión Social, organizado en tres secciones, que correspondía a cada una de las distintas materias que estuvo a su cargo. A esta Secretaría de Estado le correspondía la atención de todo lo relacionado con los servicios de higiene, asistencia y previsión social, pasando a depender de él todos los organismos existentes sobre la materia. Su creación viene a sancionar la verdadera importancia que, a la fecha, había asumido la higiene y la salubridad públicas, la que coloca bajo una sola dirección superior.
Cabe destacar que en los años 1924 y 1925 se dictan las leyes Nºs 4.054 y 4.055, sobre seguro obligatorio de enfermedad e invalidez y sobre accidentes del trabajo, respectivamente, las que vienen a complementar diversas disposiciones del Código del Trabajo, que contemplan también normas de protección jurídica a la salud, comprendiendo a los sectores mayoritarios de trabajadores, obreros y empleados particulares.
Por el decreto ley Nº 602, de 13 de octubre de 1925, se dicta el Código Sanitario llamado Código Long, en homenaje al higienista norteamericano que colaboró en su redacción, John D. Long. Sus disposiciones contemplan la creación de una Dirección General de Sanidad, a cargo de la salubridad pública. Divide al país en Zonas Sanitarias y crea una administración sanitaria local a cargo de las Municipalidades que quedan bajo control y supervigilancia del Jefe Sanitario de Zona. Contiene, además, normas sobre profilaxis de las enfermedades transmisibles, control de alimentos, atención de dementes, policía mortuoria, salubridad de poblaciones y de habitaciones, etc.
El 19 de enero de 1929 se dictó la ley Nº 4.557, que creó el Instituto Bacteriológico, cuya organización definitivamente data del año 1932.
Hemos visto como paulatinamente el concepto de higiene evoluciona de lo individual a lo social, lo que trae consigo el desarrollo de los derechos sociales que se traducen en la creación de la Caja de Seguro Obligatorio, en la legislación previsional y en la Ley de Medicina Preventiva.
El decreto 1340 bis, de 1930, orgánico de la Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas estableció un Servicio de Asistencia Médica para sus imponentes. A este respecto cabe destacar que el D.F.L. 32-1552, de 10 de diciembre de 1942, refundió en el Servicio Médico Nacional de Empleados los servicios médicos de casi todas las instituciones de previsión, organismo que existe hasta la fecha, modificado por diversas disposiciones legales. Debe destacarse que sus funciones fundamentales son las de otorgar atención de medicina preventiva y curativa al gran sector de empleados públicos, particulares y semifiscales.
El 15 de mayo de 1931, por decreto 226. se promulgó el Código Sanitario, que tuvo como antecedente los de 1918 y 1925, el cual organizó definitivamente la administración sanitaria del país. En efecto, en su artículo 1º dispone que "todas las cuestiones relacionadas con la salubridad pública del país son regidas por sus disposiciones". Entre éstas cabe destacarse la organización del Servicio Nacional de Salubridad, la que fue hecha sobre la base de la antigua Dirección General de Salud, creada por el Código Sanitario de 1918, conservando una estructura muy semejante. Se disponía que dicha Dirección estaría a cargo de un Director General de Sanidad, quien ejercería las funciones superiores con exclusión de cualquier otra autoridad, correspondiendo, en consecuencia, la supervigilancia técnica y la protección de los servicios de beneficencia privada que se relacionaran con la sanidad y que percibieran subvención fiscal y demás funciones y atribuciones de carácter administrativo y policial.
En igual forma, creó un Consejo Nacional de Salubridad, que sustituyó al antiguo Consejo Superior de Higiene, en el cual estaban representados los principales instituciones médicas y de previsión social. Su función primordial fue procurar la cooperación y correlación de los servicios fiscales, semifiscales y particulares, cuyas labores tuvieran relación con la higiene pública; la práctica de actividades médicas y el fomento de la salud individual.
Se dividió el territorio nacional en provincias sanitarias, a cargo de un médico jefe, las cuales podían subdividirse en distritos sanitarios, siempre que la Dirección General lo considerara indispensable para el buen funcionamiento del servicio, frente a los cuales estaría la autoridad del médico sanitario de distrito.
Este Código creó también los Centros Preventivos, destinados a proteger a la población contra los factores que perjudiquen la salud, atendiendo a su inmunización contra las enfermedades transmisibles y el Servicio Dental Obligatorio, como cooperador en las labores que impuso el Servicio Nacional de Salubridad relacionadas con el bienestar de la madre y el niño.
Después de una serie de modificaciones en su reglamentación, los Servicios de Beneficencia se organizaron definitivamente el año 1932 por medio de la ley Nº 5.115 y el Decreto 502.
Las mencionadas disposiciones dispusieron una dirección superior de estos servicios, a cargo de la Junta Central de Beneficencia y Asistencia Social, en el que estuvieron representadas las principales autoridades sanitarias del país.
Además de esta Junta Central, existían otras, la Junta de Beneficencia y Asistencia Social de Santiago y las Juntas Locales que funcionaban en cada ciudad cabecera de departamento y en aquellas localidades que determinaba la Junta Central.
Las Juntas de Beneficencia y Asistencia Social, la Dirección General y los Establecimientos que de ella dependían pasaron a constituir los Servicios de Beneficencia y Asistencia Social. Su cometido fundamental eran funciones médico sociales, actividades preventivas y curativas.
El decreto ley Nº 24, de 14 de junio de 1932, organizó definitivamente el Ministerio de Higiene, creado poco antes, al separarse en dos secretarías la que anteriormente tenía que ver con los problemas de previsión social y de salud pública.
Dispuso que estaría compuesto de los departamentos de Subsecretaría de Salubridad Pública, Dirección General de Salubridad, que tenía por base la antigua Dirección General de Sanidad, la Dirección General de Beneficencia, el Instituto Bacteriológico, y los servicios de Sanidad Municipal. Tendría, asimismo, la tuición médica del Departamento de Previsión Social, de los Servicios de Seguro, Bienestar y Previsión de los Empleados Públicos y Periodistas, Empleados Particulares y Empleados Municipales.
En cuanto al Instituto Bacteriológico, creado el año 1929, fue organizado en 1932 por medio de la ley Nº 5.078, de 4 de marzo de ese año, y modificado posteriormente por la ley Nº 5.894, de 1936.
A esta institución le correspondió la investigación científica, constituyendo un laboratorio encargado de la elaboración de sueros, vacunas, productos biológicos y químicos y demás que el Consejo determine. Entre sus obligaciones cabe consignar la de suministrar vacunas y practicar los exámenes e investigaciones que le encomendara la Dirección General de Sanidad; de la misma manera debía suministrar sus productos a la Beneficencia y a la Caja de Seguro Obligatorio.
En virtud del Decreto Nº 1160. de 3 de diciembre de 1935, se creó un Departamento de Bienestar y Seguridad Industrial, cuya misión era la de señalar normas de prevención, seguridad e higiene a las industrias, fábricas y talleres, instruyendo a los servicios provinciales en todo lo relacionado con la mejor fiscalización y aplicación de estas disposiciones.
Cabe dejar constancia que la Dirección General de Sanidad también contaba con un Departamento similar, de Higiene y Seguridad Industrial, en el cual se realizaban estudios sobre las condiciones de salubridad de las diversas industrias, enfermedades profesionales y de las medidas de orden técnico que deberían adoptarse, para obtener el mejoramiento de las condiciones sanitarias del trabajador.
La ley Nº 5.802, de 20 de febrero de 1936, en consideración con las atribuciones que la Constitución Política encomienda a las Municipalidades, esto es: "cuidar de la policía de salubridad, comodidad, ornato y recreo", dispuso que sobre las bases de los Servicios Médicos existentes, se crearían dispensarios en todas las comunas que determine el Consejo Nacional de Salubridad, las que estarán bajo la dependencia administrativa y económica de las respectivas Municipalidades y sujetas a las normas y vigilancia técnica de la Dirección General de Sanidad.
Estos dispensarios tendrían a su cargo el cuidado de la maternidad e infancia, tratando, además la prevención y asistencia de las enfermedades mentales, in-fecto-contagiosas, etc., y, en general, toda clase de enfermedades y resolver las consultas de carácter sanitarios que pudieran formular las autoridades técnicas y administrativas. Su organización debía ser aprobada por el Presidente de la República, previo informe de la Dirección General de Sanidad. Para su mantención, las Municipalidades debían destinar anualmente el 6% del total de su presupuesto de ingresos, sin perjuicio de proveer a las demás obligaciones de salubridad local.
Estas atribuciones de orden sanitario como los servicios médicos que se organizaron, pasaron a formar parte, en 1952, del Servicio Nacional de Salud, conservando las Corporaciones Edilicias aquellas que se refieren al ornato y aseo de las ciudades.
La mencionada ley Nº 5.802 dispuso, además que el Ministerio de Higiene se denominaría de Salubridad, Previsión y Asistencia Social, dependiendo de él las siguientes instituciones: Dirección General de Sanidad, Dirección General de Beneficencia y Asistencia Social, Instituto Bacteriológico, Comisión de Control de Precios de Drogas y Productos Farmacéuticos, Servicio Dental Obligatorio y las diversas Cajas de Previsión existentes a la fecha.
Durante los años 1936 y 1938, siendo Ministro de Salud el profesor doctor don Eduardo Cruz Coke, se dictaron dos leyes que vienen a reforzar el nuevo concepto de salud pública que se abre paso en nuestro país y que constituyen una muestra más de la medicina social, dirigida en este caso a controlar los riesgos que producían un mayor número de víctimas en Chile. En efecto, se promulga la ley conocida como de la Madre y el Niño, destinada a proteger a la madre en el embarazo y después del parto y al niño previniendo su desnutrición. Se destinaba, a este efecto, el 0,5% de los salarios para dar leche a los hijos de los asegurados.
Asimismo, el 9 de febrero de 1938, se publica con el Nº 6.174, la Ley de Medicina Preventiva, que constituye una decisión racional para pesquisar la patología predominante en la población activa de nuestro país y hacer un tratamiento oportuno y eficaz, garantizando al grupo familiar la mantención de la capacidad de consumo con un subsidio de enfermedad equivalente al salario real.
El doctor Cruz Coke decía respecto de esta ley:
"Las exigencias de una medicina que interese a una sociedad, va llevando así a un concepto cada vez más preventivo, hasta el punto que se puede decir que una medicina social verdadera no puede establecerse sino sobre las bases técnicas del saneamiento, de la epidemiología y de la pesquisa oportuna de la afección precoz en el supuesto sano.
Cierta medicina social con caracteres demagógicos y estructurada a base de lamentaciones y de consideraciones económicas vagas no es valedera, a pesar de que consideramos la economía íntimamente relacionada con nuestro problema sanitario, tanto que casi podríamos decir que mientras mayor es la insuficiencia económica de un pueblo, mayor es la necesidad que tiene el Estado de arbitrar para él medidas que lo adapten a las circunstancias desfavorables en las cuales vive.
La Ley de Medicina Preventiva y la Medicina Dirigida que impone su reglamento y sus instrucciones pretende establecer en nuestro país una previsión biológica verdadera, disminuyendo sobre todo nuestra pasividad transitoria, fuente de ausentismo con grave repercusión sobre nuestra economía; pretende, también, no seguir desperdiciando esfuerzos médico-sociales, muy laudables, pero inútiles en los límites irrecuperables de la vida; pretende organizar al hombre consumidor, estructurado por aspiraciones y deseos.
Plantea, además, la ley por primera vez una Medicina de Estado que dispone y distribuye los recursos en relación a su rendimiento máximo y no en forma caprichosa, formal y externa, por medidas de acción directa que no se reproducen.
Toma, por fin en cuenta el hecho de que la máquina que hay que reparar en nuestro país, con mar urgencia que otras es el hombre, pero no cualquier hombre, sino nuestro trabajador, todavía sano, todavía recuperable de una afección que recién empieza y cuya salud es el principal elemento positivo de riqueza de que podamos disponer."
Especial mención corresponde hacer de la Dirección General de Protección a la Infancia y Adolescencia, crea da por el D.F.L. Nº 16-4817, de 26 de agosto de 1942, y D.F.L. Nº 20-1412, de 7 de octubre del mismo año, que refundió los servicios preferentemente médicos y asistenciales dependientes de diversos Ministerios, que tenían a su cargo la atención de la madre, del niño y del adolescente, tales como el Departamento Central de la Madre y el Niño; Servicio Dental Escolar Obligatorio, Departamento de Bienestar de la Madre y el Niño y los Centros Preventivos dependientes de la Dirección General de Sanidad, el Departamento de Sanidad Escolar y los Médicos Escolares y la Dirección General de Protección de Menores.
El objetivo fundamental de este organismo fue la protección y auxilio de la madre desde la concepción hasta el término de la lactancia; de los lactantes, de los pre-escolares, de los escolares y adolescentes en el aspecto médico social; controlar y dirigir todas las actividades de esta índole desarrolladas por otras instituciones fiscales, semifiscales o particulares. Para el cumplimiento de sus objetivos dispuso de Consultorios Maternales y para niños; centros preventivos y curativos; maternidades, hogares infantiles, sanatorios, clínicas dentales, hospitales de niños, casas de menores, etc.
Antes de terminar este breve bosquejo de las instituciones de salud pública existentes hasta al creación del Servicio Nacional de Salud, nos referiremos, aun cuando someramente, a otras disposiciones legales que configuran la preocupación del Estado por la salud pública, o lo que podríamos llamar la protección estatal de la salud.
El Código Penal es otro de los cuerpos legales que también legisla sobre esta materia, específicamente en el Párrafo III del Libro II, bajo el epígrafe "Crímenes y Simples Delitos contra la Salud Pública". En él se establecen sanciones a los que dolosamente lesionen el bienestar higiénico de los habitantes de la República mediante actos que signifiquen riesgo común.
Se consultan en él otras disposiciones referentes al ejercicio ilegal de las profesiones médicas, a las infracciones que comete el farmacéutico que despache medicamentos sin estar la receta respectiva debidamente autorizada, etc.
Otro cuerpo legal que contienen claras normas destinadas a dar protección jurídica a la salud es el Código del Trabajo. Basta sólo enunciar algunos de sus Títulos para demostrar lo expresado:
"De la protección de los obreros y empleados en el trabajo".
"De las condiciones generales de vida y trabajo en las empresas industriales".
"De los accidentes del trabajo".
"De la protección a la maternidad".
"Del descanso dominical y en días feriados".
"Del trabajo en las panaderías".
Estas disposiciones están en íntima relación con las leyes Nºs. 4.054 y 4.055, sobre seguro obligatorio de enfermedad e invalidez y sobre accidentes del trabajo, a las cuales nos hemos referido anteriormente.
Como complemento del Código del Trabajo, se puede estimar el Reglamento sobre Higiene y Seguridad Industrial, dictado por Decreto Nº 655, de 25 de noviembre de 1940, debido a que establece normas relacionadas con las condiciones de higiene y seguridad que deben reunir los establecimientos industriales y comerciales de cualquier naturaleza y fábricas en general. Prescribe las modalidades y limitaciones a que debe ajustarse el ejercicio del trabajo humano en aquellas faenas que requieran su aplicación. Se consultan, igualmente, las obligaciones que corresponden a los empresarios y patrones de estos establecimientos e industrias de adoptar las medidas y suministrar los elementos necesarios para prestar la atención adecuada y oportuna a sus obreros y empleados, fundamentalmente en auxilios médicos, farmacéuticos y hospitalarios en caso de accidentes en los lugares de trabajo y sus anexos. También se consultan normas destinadas a proteger la salud y la vida de los trabajadores, como un medio de coadyudar a la promoción y conservación de la salud pública en general, y establece las condiciones higiénicas mínimas con que deben contar las industrias.
Así como el Código del Trabajo trata de la protección de la salud de los empleados particulares y de los obreros, así también el Estatuto Administrativo contiene las normas destinadas a garantizar las condiciones higiénicas y de salud de los funcionarios públicos, limitando la jornada diaria de trabajo, concediendo al empleado el derecho de descanso semanal y el de feriado anual, como, igualmente, la concesión de licencias por enfermedad con goce íntegro de su sueldo. El sector de empleados semifiscales disfruta de iguales derechos ya que se asimilan a los empleados públicos o a los particulares, según lo establecen las leyes orgánicas de sus respectivas instituciones.
Estas disposiciones están en estrecha relación con la Ley de Medicina Preventiva, anteriormente comentada.
La Ley General de Construcciones y Urbanización, de 7 de febrero de 1936, reglamenta las condiciones higiénicas que deben reunir las industrias expuestas a peligros de explosión o que produzcan emanaciones desagradables. Esta disposición está relacionada con el decreto Nº 345, de 1931, que dispone que las Municipalidades deben establecer zonas industriales donde deberán instalarse las fábricas. Estas normas se complementan con las estatuidas por la Ordenanza Local de Edificaciones para la ciudad de Santiago, dictada en 1939, y por la Ordenanza sobre Construcciones y Urbanización, destinada a asegurar el saneamiento de los edificios, barrios y ciudades.
Finalmente, es necesario referirse a las organizaciones médicas de tipo gremial, que mantuvieron latente su participación no sólo en el campo estrictamente profesional, sino que fueron generosas en entregar iniciativas tendientes a buscar el perfeccionamiento de los servicios médico sociales. Baste sólo mencionar las conclusiones adoptadas en la Convención Nacional de la Asociación Médica de Chile el año 1939, en las cuales se ponía especial énfasis en la necesidad de fusionar en un solo Servicio los de Beneficencia y insistencia Social, de Sanidad, los Médicos de las numerosas Cajas de Previsión, etc.
Estas organizaciones gremiales dieron origen a los Colegios Profesionales, entre otros al Colegio Médico de Chile, en 1948, el de Dentistas, en el mismo año, y el de Farmacéuticos en 1942. Además, la ley Nº 10.223 consagró el primer Estatuto para los Médicos-Cirujanos, Farmacéuticos o Químicos Farmacéuticos y Dentistas funcionarios.
Antes de entrar al análisis de la Ley Orgánica del actual Servicio Nacional de Salud, queremos remitirnos a su fundamento básico, es decir al precepto constitucional que establece:
"Es deber del Estado velar por la salud pública y el bienestar higiénico del país. Deberá destinarse cada año una cantidad de dinero suficiente para mantener un servicio nacional de salubridad."
Esta norma fue incorporada al texto de la Constitución Política del Estado, promulgada el 18 de septiembre de 1925, a iniciativa del Presidente de la República, don Arturo Alessandri, quien la propuso a la Comisión Constituyente de 1925, que la aprobó sin debate.
Ninguna de las Cartas Fundamentales anteriores había consagrado tan categóricamente un precepto semejante, aun cuando en sus disposiciones se encontraban artículos que se ocupaban de la salud pública, pero sin la determinación tan precisa y clara de la de 1925, en cuanto a considerar como una obligación del Estado el velar por la salud pública y el bienestar higiénico del país. Aún más, este precepto está consultado entre las Garantías Constitucionales; es decir, entre los derechos inalienables del ser humano. El principio del derecho a la salud se incorpora, de esta manera, en nuestro ordenamiento jurídico, poniendo fin al concepto de indigencia o beneficencia, que era el predominante en los servicios asistenciales existentes antes de 1925.
Hemos visto como esta obligación del Estado se ha ido concretando a través del tiempo con la dictación de numerosas leyes y reglamentos que han dado vida a diferentes servicios de salud pública, sin un criterio unificador y de un costo extremadamente elevado, con dispersión de esfuerzo, dinero y equipo. Se ha hecho un esbozo cronológico de estos organismos a través de un somero examen de su formación, fines y funcionamiento y, en el que se ha podido apreciar que todos ellos han tenido un objetivo más o menos definido y que, salvo sus modalidades propias, tendían a dar protección a la salud, ya fuera en forma reducida o circunscrita a un grupo determinado de personas -los servicios de Beneficencia y Asistencia Social, destinados a la asistencia médica curativa de los indigentes; la Caja de Seguro Obligatorio, que prestaba asistencia médica a los trabajadores asegurados; la Dirección General de Protección de la Infancia y Adolescencia, que otorgaba atención a los menores hasta la edad escolar, etc.-, o bien, debían desarrollar actividades específicas en el orden sanitario, asistencial, higi��nico, etc., como la Dirección General de Sanidad, la Sección Técnica de Higiene y Seguridad Industrial de la Dirección del Trabajo, etc.
La atención que prestaba era incompleta, su costo era subido por cuanto se hacía en pequeña escala, dispersándose esfuerzos, recursos y medios técnicos. Existía un evidente paralelismo y dualismo de funciones, como por ejemplo entre la policlínica dependiente de la Caja de Seguro y los hospitales de los Servicios de Beneficencia. Todo ello se traducía en un deficiente estado médico-social de la población de nuestro país, no obstante el número relativamente alto de organismos destinados a este fin; las cifras estadísticas sobre mortalidad y morbilidad seguían siendo muy elevadas "sólo comparables a las que producirían una conflagración con una potencia extranjera", como se expresaba en los considerandos del proyecto enviado por el Ejecutivo el año 1941 al Congreso Nacional, que modificaba la ley Nº 4.054.
Por eso es que el Gobierno, consciente de la necesidad de mejorar por todos los medios posibles las condiciones de vida de la población, en especial por medio de la defensa de la salud de los habitantes mediante una eficaz política social que lo pusiera a cubierto de los riesgos sociales y profesionales, sometió a la consideración del Congreso Nacional un proyecto de reforma de las leyes Nºs. 4.054 y 4.055. Estas disposiciones legales, de 1924 y 1925, si bien representaron una gran conquista social, aparecían a la fecha inadecuadas por incompletas y anticuadas, especialmente por los inconvenientes que se presentaron durante su aplicación, inconvenientes que se trataron de superar a través de sus respectivas reglamentaciones.
En igual forma, se hacía necesario orientar la medicina hacia un aspecto social y, en consecuencia, hacer extensivas las prestaciones médicas a los familiares de los asegurados, aumentando a la vez, los subsidios de incapacidad, racionalizar las pensiones de invalidez y vejez y establecer nuevos seguros, tales como los de orfandad, viudez y cesantía.
Respecto de los accidentes del trabajo y enfermedades profesionales se proponía la obligatoriedad de estos seguros, a la vez que se pretendía que ellos se entregaran a una institución de previsión, con exclusión de las empresas o compañías comerciales particulares.
Este proyecto, presentado el año 1941 fue largamente debatido, se le introdujeron diversas modificaciones entre las cuales cabe destacar una indicación formulada en su segundo trámite constitucional, para consultar un Título II nuevo, tendiente a fusionar los servicios médicos asistenciales existentes y sobre esta base crear un Servicio Único para la atención de las prestaciones que ellos proporcionaban.
Esta idea de fusión no era nueva. Ya en el año 1939, la Asociación Médica Chilena había planteado la necesidad imperiosa de reunir en un solo organismo todos aquellos que de una u otra manera estaban destinados a proteger la salud. Fue así como el doctor Salvador Allende, cuando fue Ministro de Salubridad, Previsión y Asistencia Social durante el gobierno de don Pedro Aguirre Cerda, después de publicar un trabajo sobre la realidad médico-social de Chile, presentó al Congreso Nacional un proyecto destinado a crear el Servicio Nacional de Salud. En igual forma, el Colegio Médico, desde su nacimiento, presidido precisamente por el doctor Allende, abogó por la fusión de las diversas instituciones encargadas de proteger la salud pública.
Para ello se tuvieron en vista determinadas experiencias, como las llamadas Unidades Sanitarias, las correlaciones de las acciones de los diversos servicios públicos en las provincias de O'Higgins y en las que fueron devastadas por el terremoto de 1939; la coordinación de programas en las luchas antivenérea, antituberculosa y de vacunación B. C. G. y otras, que permitieron resaltar la necesidad de que todos los problemas del cuidado de la salud, que constituyen un todo inseparable, debían solucionarse sobre la base de la unificación e integración de los servicios médicos existentes, en un servicio integrado y nacional.
Esta idea, incorporada, como decíamos, en el segundo trámite del proyecto aludido, desgraciadamente careció de una planificación integral del problema, ya que se limitó a agrupar organismos existentes, entregándole al Servicio que se creaba, las funciones, atribuciones y obligaciones que las leyes les encomendaban a aquéllos. En relación con esta materia el profesor Gustavo Reyes Román, Jefe del Instituto de Ciencias Políticas y Administrativas, de la Universidad de Chile, en el año 1968, en su trabajo "El Ministerio de Salud Pública", expresaba:
"En este proyecto de ley, largamente debatido y ampliado en sus diversos trámites constitucionales, a indicación de algunos parlamentarios se agregó un Título II, en que se trató de la fusión de los
Servicios Médicos Asistenciales existentes, y sobre esta base se creaba un Servicio Único para la atención de las prestaciones que otorgaban los diversos servicios que se integraban. Así nació el Servicio Nacional de Salud sin mensaje del Ejecutivo, sin historia de la ley, sin un estudio integral del problema en sus aspectos organizativos y de funcionamiento, faltas todas estas que originan los defectos que hasta el día de hoy se advierten y que cada vez se hacen más notorios."
La iniciativa, tanto tiempo debatida por el Congreso dio origen a la ley Nº 10.383, publicada en el Diario Oficial del 2 de agosto de 1952, por medio de la cual se creaban dos grandes organismos que, reuniendo los medios económicos y técnicos dispersos, estarían en condiciones de realizar eficazmente las prestaciones relativas al régimen de seguridad social. Ellos fueron el Servicio de Seguro Social y el Servicio Nacional de Salud.
El primero se creó sobre la base de la ex-Caja de Seguro Obligatorio y quedó encargado de la previsión de todos los trabajadores sujetos a este régimen previsional y le corresponde, en consecuencia, proporcionar al asegurado y a su familia los medios económicos de subsistencia en caso de enfermedad, invalidez, vejez, muerte, orfandad y viudez. Le corresponde, asimismo, cubrir el riesgo de enfermedad del imponente y sus familiares, función técnica que la cumple a través del Servicio Nacional de Salud.
Al Servicio Nacional de Salud le corresponde la asistencia médica del asegurado y su familia y de aquellas personas no sujetas a previsión alguna, como también debe ejecutar funciones de carácter sanitario, higiénico y asistencial que se encontraban repartidas entre los distintos organismos que entraron en la fusión que le dio origen.
Estas actividades constituyen el objetivo fundamental del Servicio y tienden a la protección de la salud pública, abarcando no sólo el problema médico, sino que invade otros campos, especialmente el económico, siguiendo el concepto actual de Salud dado por la Organización Mundial de la Salud, que, como se ha dicho, la define como un estado de completo bienestar físico, mental y social y, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.
El régimen jurídico del Servicio se 'encuentra establecido en el artículo 67 de la ley Nº 10.383, que dice que será una persona jurídica de administración autónoma, que dependerá del Ministerio de Salud Pública y se regirá por las disposiciones de la presente ley y los reglamentos que se dicten en conformidad a ella y estará sometido al control administrativo y técnico, en lo que se refiere a funciones derivadas del Código Sanitario, de la Superintendencia de Seguridad Social, 'la que conservará sus actuales facultades.
Es decir, se trata de una persona jurídica y como tal capaz de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles y de ser representada judicial y extrajudicialmente.
Es una persona de derecho público, atendida su naturaleza y se rige, en consecuencia, por su propia ley orgánica. Es de administración autónoma, tiene presupuesto propio y separado del Presupuesto de la Nación.
o integra la Administración Pública y se rige por los acuerdos del Consejo Nacional de Salud, creado por la misma ley, en el cual están representados los intereses del Poder Ejecutivo, en la persona del Ministro de Salud Pública, quien es el que preside su Consejo.
Es, por lo tanto, una institución descentralizada, de administración autónoma, con dos controles de tipo económico: la Superintendencia de Seguridad Social y la Contraloría General de la República, que fiscaliza la inversión de sus fondos.
En lo financiero, depende en un elevado porcentaje del Fisco, a través de los aportes que se establecen en la Ley de Presupuestos de la Nación.
Para conocer el estatuto orgánico del Servicio es necesario remitirse a todas las leyes y reglamentos dictados con anterioridad a la ley Nº 10.383, es decir, todas las disposiciones que regulaban las actividades de los servicios que se fusionaron.
En efecto, el artículo 63 de la mencionada ley establece que tendrá las funciones, atribuciones y obligaciones que las leyes que se indican encargan a los siguientes organismos:
a) AL SERVICIO NACIONAL DE SALUBRIDAD por D.F.L. Nº 226, de 1931, y demás leyes y reglamentos vigentes.
Este D. F. L. conocido como Código Sanitario, entregó al Servicio Nacional de Salubridad, que creó, todas aquellas funciones relacionadas con la salubridad pública y el bienestar higiénico del país, como también el ejercicio de todas las funciones sanitarias de prevención y protección de la salud que no hubieren sido expresamente conferidas a las municipalidades.
Es decir, el campo de acción de ese organismo fue muy amplio, pues se le encomendó el ejercicio de todas las funciones sanitarias de prevención y protección de la salud comprendiendo las conocidas en la época de la promulgación de la ley y las que pudieran conocerse posteriormente con el avance del conocimiento científico y la adaptación de nuevos procedimientos y medidas de salubridad, sin otra limitación que las que el propio Código Sanitario entregó a las municipalidades.
Entre las funciones específicas encomendadas por el Código al Servicio Nacional de Salubridad se contaban: la inmunización de los habitantes contra las enfermedades transmisibles; la enseñanza y difusión en todo el país de los medios y principios que sirven la adecuada protección de la salud de los habitantes; llevar
la estadística sanitaria; la adopción de todas las medidas de profilaxis internacional, con el objeto de impedir la introducción al territorio nacional o la propagación al extranjero de enfermedades transmisibles; estimular el intercambio internacional de informaciones relacionadas con el mejoramiento de la salud pública y el control de las enfermedades del hombre.
b) A LA JUNTA CENTRAL DE BENEFICENCIA Y ASISTENCIA SOCIAL por la ley Nº 5.115 y demás leyes y reglamentos vigentes.
Los Servicios de Beneficencia y Asistencia Social entendiéndose por tales la Junta Central de Beneficencia y Asistencia Social, la Dirección General de Beneficencia y Asistencia Social, las Juntas de Beneficencia y Asistencia y los establecimientos, institutos y servicios, tenían las funciones que señala el Reglamento y su dirección y administración se hacían con arreglo a él.
No obstante, el artículo 63 estableció que el Servicio tendrá las funciones, atribuciones y obligaciones que se encomiendan a la Junta Central de Beneficencia y Asistencia Social. No se remitió a la de los Servicios de Beneficencia y Asistencia Social, como lo hizo en los demás casos en que trasladó servicios completos al nuevo organismo.
Esta limitación de la norma se justifica si se considera la organización especial que tenía el Servicio indicado, que carecía de personalidad jurídica, a diferencia de sus Juntas y establecimientos, como lo expresa textualmente el artículo 11 de la ley Nº 5.115, que constituían personas jurídicas de derecho público. De esta forma, correspondió la totalidad de las atribuciones del Servicio a la Junta Central de Beneficencia, la que era a la vez Junta Local de Beneficencia de Santiago y, a la cual estaban sometidas las demás, fueran provinciales, locales o comunales, no obstante tener personalidad jurídica propia.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 3º del Reglamento Orgánico, le correspondía al Servicio de Beneficencia y Asistencia Social las funciones médico-sociales, actividades curativas y preventivas en colaboración con instituciones oficiales o privadas que se preocuparan de la salud pública y el bienestar social. Los artículos 4º y 5º le encomendaba la dirección superior, técnica y administrativa y la supervigilancia de los establecimientos e instituciones, el resguardo de la integridad de los bienes que constituían el patrimonio de los Servicios y la adopción de todas las medidas que estimara conducentes para su buena administración.
La actividad primordial la constituyó la medicina curativa, la que ejercía por medio de sus establecimientos e instituciones hospitalarias.
El artículo 1º del decreto Nº 856, reglamentario de la ley Nº 10.383, establece, precisamente, que el Servicio deberá realizar "las funciones médico-sociales, actividades técnicas, preventivas y curativas en el grado en que tanto a unas como a otras señalen los progresos de la ciencia médica y la dirección superior técnica y administrativa de todos los organismos que la ley Nº 5.115 y su reglamento encargaba a las Juntas de Beneficencia y Asistencia Social del país."
c) AL SERVICIO DE SEGURO SOCIAL, en los artículos 9, 23, 25, 26, 27, 28, 30, 31 y 32 de la misma ley Nº 10.383 y que se refieren a las obligaciones que el ex Seguro Obrero tenía con sus imponentes, y que se traducen, en virtud de estas disposiciones, en funciones y obligaciones da asistencia médica y dental en establecimientos de atención interna, externa o a domicilio de los imponentes del Servicio de Seguro Social y de los miembros de su familia que señala la ley.
Es así como el Servicio Nacional de Salud está obligado a proporcionar al asegurado los siguientes beneficios:
1) Examen sistemático y obligatorio de
salud establecido en la ley Nº 6.174 y su Reglamento, en la forma y con la periodicidad que lo determine el Consejo del Servicio Nacional de Salud, examen destinado a pesquisar los estados iniciales Be las enfermedades crónicas, en los individuos aparentemente sanos;
2) Asistencia médica, que incluye tratamiento médico y quirúrgico en servicios de atención externa, a domicilio o en establecimientos cerrados;
3) Atención dental, en la forma que determine el Reglamento.
Estas prestaciones médicas son extensivas a los cónyuges de los asegurados, incluyendo las que correspondan a las atenciones propias del embarazo, parto y puerperio y suministro de alimentos suplementarios a la madre que amamante a su hijo.
Asimismo, los hijos legítimos, naturales e ilegítimos a que se refieren los Nºs. 1 y 2 del artículo 280 de Código Civil, y adoptados del asegurado, menores de quince años, tienen derecho a las siguientes prestaciones:
Desde el nacimiento hasta cumplir los dos años de edad, atención médica preventiva y curativa que incluye tratamiento médico y quirúrgico gratuito en servicios externos o de atención cerrada, como también, los alimentos terapéuticos y suplementarios que necesite.
Desde los dos años, atención médica que incluye tratamiento médico quirúrgico gratuito en servicios de atención externa y si requiere hospitalización, la institución que tenga a su cargo la atención médica podrá cobrar una suma no superior al costo de la alimentación que se le proporcione.
Igualmente, si el asegurado estuviere incapacitado para trabajar por enfermedad o accidente que no sea del trabajo, por un tiempo superior a tres días, recibirá un subsidio de enfermedad que será igual, por cada día que exceda de tres, al promedio del salario diario sobre el cual haya impuesto en los seis últimos meses calendario. Del mismo modo será el subsidio de reposo establecido en la ley Nº 6.174, sobre medicina preventiva.
Para que el asegurado tenga derecho a impetrar estos subsidios, deberá estar al día en el pago de sus imposiciones, tener un mínimo de seis meses de afiliación y trece semanas de imposiciones en los últimos seis meses.
Las aseguradas tienen derecho, además de las prestaciones que les corresponden por su calidad de imponentes, a las siguientes atenciones especiales por maternidad:
1) Examen sistemático y obligatorio de salud, atención médica, incluyendo tratamiento médico y quirúrgico y atención dental durante el embarazo, parto y puerperio;
2) Derecho a un subsidio por un período de seis semanas antes y seis semanas después del parto, que será igual al monto que les correspondería por incapacidad proveniente de enfermedad o accidente, que no sea del trabajo;
3) A partir de la séptima semana y mientras amamante a su hijo, tendrá derecho a recibir alimentos suplementarios o en su defecto, un auxilio de lactancia, equivalente al 25% del monto bruto del subsidio de enfermedad.
Se deben considerar, además, las disposiciones de la ley Nº 16.744, denominada "Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales", que disponen que el Servicio Nacional de Salud deberá atender todos los riesgos sobre esta materia.
d) A LA DIRECCION GENERAL DE PROTECCION A LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA, por los D.F.L. Nºs. 6-14817 y 20-1414.
Estos textos se refieren a las funciones y obligaciones de protección a la madre, desde la concepción hasta el término de la lactancia, a los lactantes, a los preescolares y adolescentes en el orden médico-social, cualquiera que sea su condición.
Si existía una multiplicidad de funciones, atribuciones y obligaciones se debía a que la Dirección General de Protección a la Infancia y Adolescencia se formó por la fusión de todos los servicios asistencia-les del niño que dependían de los distintos Ministerios y que pasaron a integrarla con el total de sus acciones.
Los Servicios que se refundieron fueron los siguientes:
Departamento Central de la Madre y el Niño, dependiente del Consejo Nacional de Salubridad;
Servicio Dental Escolar Obligatorio del Ministerio de Salubridad, Previsión y Asistencia Social.
Departamento de Bienestar de la Madre y el Niño, de la Dirección General de Sanidad y los Centros Preventivos que de él dependían;
Departamento de Sanidad Escolar y los médicos escolares de Santiago y provincias de la Dirección General de Sanidad,
y
Dirección General de Protección de Menores, dependiente del Ministerio de Justicia.
Respecto de esta última Dirección, que tenía que ver con la protección y auxilio del menor en situación irregular que primitivamente se integró al Servicio Nacional de Salud, la ley Nº 16.520, de 1966, que creó el Consejo Nacional de Menores, le entregó a este organismo las funciones de planificar, supervigilar, coordinar y estimular el funcionamiento y la organización de las entidades y servicios públicos o privados que presten asistencia y protección a los menores en situación irregular.
e) A LA DIRECCION GENERAL DEL TRABAJO, al Director General de Trabajo y a los funcionarios de su dependencia, a excepción de los Tribunales del Trabajo, de acuerdo con el Código del Trabajo y demás leyes y reglamentos que lo complementan, en materia de Higiene y Seguridad Industrial.
Esta competencia se refiere a las condiciones de higiene y seguridad que deben reunir los establecimientos industriales y comerciales de cualquier naturaleza y las fábricas en general; prescribe las modalidades y limitaciones del mismo orden a que debe ceñirse el ejercicio del trabajo humano en aquellas faenas que requieren su aplicación, en virtud de las disposiciones contenidas en el Título I del Libro II del Código del Trabajo. Se consultan, además, las obligaciones de los dueños, empresarios o patrones de establecimientos o faenas, en el sentido de adoptar las medidas de proporcionar los elementos necesarios para la prestación oportuna y adecuada a sus obreros y empleados de los auxilios médicos, farmacéuticos y hospitalarios en casos de accidentes en los lugares del trabajo. La instalación de obras destinadas a la eficaz protección de la salud y de la vida de los obreros y empleados, como la prevención y conservación de la salud pública en general. Indica las condiciones mínimas de higiene que debe cumplir todo establecimiento industrial, taller o local, etc., sin perjuicio de la reglamentación especial que se dicte para cada industria o faena en particular.
Resumiendo, se podría decir que le corresponden al Servicio Nacional de Salud tres tipos de funciones:
1) La clasificación de las industrias insalubres;
2) La seguridad de los establecimientos industriales, y
3) La higiene y seguridad en el ejercicio del trabajo.
f) AL INSTITUTO BACTERIOLOGICO DE CHILE, de acuerdo con las leyes Nº s. 4,557, 5.078 y 5.894.
En conformidad a las citadas disposiciones legales, a este Instituto le correspondía:
1) La investigación científica, promoviendo la formación de bacteriólogos;
2) La elaboración de sueros, vacunas y productos biológicos y bío-químicos en general;
3) Suministrar al Servicio Nacional de Salud las vacunas para su labor preventiva y los demás productos que elabore, a precio de costo;
4) Practicar los exámenes e investigaciones que el mencionado Servicio le encomiende.
Por tratarse de funciones primordial-mente de carácter industrial y comercial y, en atención a la naturaleza de ellas, la ley Nº 10.383, en sus artículos 84 y 14 conservó su personalidad jurídica para ciertos efectos, a fin de que pueda desenvolverse fácilmente dentro de sus actividades, otorgándosele, en consecuencia, una relativa independencia, ya que sólo lo sometió a la supervigilancia del Servicio Nacional de Salud.
g) A LOS SERVICIOS MEDICOS Y SANITARIOS DE LAS MUNICIPALIDADES, salvo las funciones que el ¡Reglamento determine, que continúen correspondiendo a las municipalidades, de acuerdo con el artículo 26 del Código Sanitario.
De esta manera, la ley vino a solucionar un problema de duplicidad de funciones, que emana no sólo del Código sino que de la propia Constitución Política, reservando para las municipalidades las atribuciones relativas a aseo y ornato, asumiendo el Servicio Nacional de Salud las de carácter sanitario, que eran las siguientes:
1) Practicar la visita de cualquier edificio, finca o lugar, a fin de exigir que sus dueños u ocupantes, los pongan y conserven en buenas condiciones de limpieza, pu-diendo, sin perjuicio de la multa correspondiente, clausurar todo sitio o local que por su falta de aseo, ponga en peligro la salud o el bienestar de los habitantes;
2) Reglamentar la limpieza y conservación de los canales, acequias, etc.;
3) Reglamentar las medidas tendientes a evitar las molestias públicas, como humo, ruido, olores desagradables, gases tóxicos, polvo atmosférico y emanaciones que pueda afectar el bienestar de la población;
4) Proveer a la inspección y reglamentación de mataderos, mercados, panaderías, carnicerías, lecherías, pastelerías, fruterías, fuentes de soda, etc. y, en general, cualquier establecimiento donde se
produzcan, guarden o expendan comestibles o bebidas;
5) Proveer a la reglamentación higiénica de los baños públicos y particulares, peluquerías y establecimientos semejantes;
6) Reglamentar de acuerdo con las estadísticas y las necesidades higiénicas de la localidad, las condiciones en que se procederá al saneamiento previo de los terrenos en que se harán construcciones;
7) Reglamentar la calidad, naturaleza y demás requisitos higiénicos que deberán cumplir los materiales empleados en las construcciones de edificios y locales.
8) Fijar el número máximo de personas que puedan ocupar una habitación, edificio o parte de ellos;
9) Establecer las condiciones sanitarias y el número máximo de animales que pueden ser tolerados en cualquier sector del territorio municipal.
10) Ubicar en barrios especiales las industrias o establecimientos que sean peligrosos o molestos para la población;
11) Establecer plazas, parques o locales públicos de juego o recreo para adultos o niños, así como baños públicos gratuitos y servicios de toilette para el uso de la población.
12) Proveer a la protección sanitaria contra los insectos, roedores, perros u otros animales capaces de transmitir enfermedades al hombre, y
13) Establecer desinfectorios públicos.
Todo servicio público debe su formación a la existencia de necesidades colectivas que es preciso satisfacer, lo que constituye su objetivo, y los actos materiales encaminados a conseguir este fin constituyen las funciones administrativas y a ellas van aparejadas algunas atribuciones y obligaciones que tienen por objeto hacer más eficaz su acción.
Hemos visto, las funciones, atribuciones y obligaciones del Servicio Nacional de Salud, que las leyes encomendaban a los organismos que se fusionaron en él y que por mandato expreso de la ley debió asumir. Pero si bien ellas son amplias, forman parte de la finalidad para el cual fue creado y que se encuentran precisamente en el artículo 62 que dispone "Créase el Servicio Nacional de Salud, encargado de la protección de la salud por medio de acciones sanitarias y de asistencia social y atenciones médicas preventivas y curativas''.
En consecuencia, el fin único de ese organismo es la defensa de la salud, por los medios que le señala la misma ley y que consisten en acciones, tanto sanitarias como de asistencia social y médica, pudiendo ser éstas preventivas y curativas.
Por acciones sanitarias se entiende la ejecución de todas las medidas que tienen por finalidad la eliminación de las causas externas de las enfermedades, independientemente del modo de obrar del individuo que pueda ser atacado por ellas, y se encuentran representadas por la higiene en todas sus formas. Estas medidas presentan un doble carácter, preventivo y represivo, atendiendo al momento en que actúan : Si sólo tratan de evitar las causas de las enfermedades, tendrán el carácter de preventivas, como sería el saneamiento del suelo y las habitaciones, mediante la colocación de desagües, instalaciones de cañerías de agua potable, destrucción de animales e insectos transmisores de enfermedades, fiscalización en la preparación y expedio de alimentos y bebidas, control de industrias insalubres o peligrosas desde el punto de vista higiénico.
Entre las medidas sanitarias represivas, es decir las que están destinadas a suprimir los factores que pueden causar enfermedades, se pueden mencionar la reglamentación del ejercicio de las profesiones sanitarias, de la fabricación y expendio de artículos medicinales, obligatoriedad del aislamiento de ciertos individuos enfermos y las de sanidad internacional.
Las acciones de asistencia social que la ley encarga al Servicio Nacional de Salud tienen por finalidad asegurar la existencia económica de los individuos, transitorio o establemente incapacitados para procurársela y a quienes no se exige cotización alguna. Se incluye en este concepto la atención económica al anciano, a la madre abandonada, al inválido y, en general, a cualquier individuo que no esté en condiciones de procurarse su subsistencia, por cualquier causa.
Las atenciones médicas comprenden el conjunto de la práctica de la medicina ejercida especialmente en torno a la curación y rehabilitación del individuo, abarcando las dos ramas de la medicina, es decir, la preventiva y la curativa. La primera actúa sobre el individuo, procurando evitar las enfermedades o sus secuelas y precaver o retardar el efecto de las enfermedades inevitables o incurables. Se sirve para ello de los exámenes periódicos y obligatorios de salud, destinados a descubrir los estados iniciales de las enfermedades crónicas en los individuos aparentemente sanos.
La medicina curativa es la que actúa sobre el individuo enfermo, con el objeto de restituirle la salud perdida.
El Reglamento del Servicio Nacional de Salud ha denominado a las acciones y atenciones referidas anteriormente, "acciones de fomento, protección y recuperación de la salud".
Es decir, el Servicio Nacional de Salud ha sido creado como el organismo encargado de la salud pública, considerando el moderno concepto de salud, que involucra tanto el bienestar físico como mental y social.
Es por esto que las acciones de fomento de la salud adquieren especiales características entre las funciones que le corresponden al Servicio Nacional de Salud, ya que son las que tienden a mantener y aún a aumentar la salud del individuo, promoviendo a su mejor desarrollo físico y mental. El trabajo en este campo está orientado hacia la defensa individual de la persona sobre la cual ejercen su acción los factores ambientales adversos, por lo cual el Servicio participa en la política nacional de la alimentación y de sus labores de protección de la madre y el niño.
Las acciones de protección de la salud son las que tienen por objeto crear y mantener la salud, suprimiendo los riesgos sobre todo microbianos, resultantes de la vida en común y constituyen la base de la salubridad.
Las de reparación de la salud, tienen como fundamento devolver la salud a los individuos que la han perdido, tratando de reintegrarlos a la colectividad lo antes posible.
La organización del Servicio Nacional de Salud se rige por los siguientes principios:
Autonomía técnica y administrativa;
Integración formal y funcional de las acciones y servicios destinados a protección, reparación y fomento de la salud.
Centralización en el planeamiento de la política general del Servicio, de sus líneas de acción y de las normas para la confección, ejecución y evaluación de los programas;
Descentralización ejecutiva, o sea, autonomía local en la concepción y realización de los programas, de acuerdo con las normas aprobadas por la Dirección General;
Jerarquización de los problemas y orientación de los Servicios hacia las acciones más productivas, realizadas a través de programas sistemáticos, e
Integración de las acciones con la comunidad organizada con el propósito de estimular su participación en la solución de los problemas de salud.
La ley Nº 10.383 creó los niveles superiores del Servicio: Dirección General y Consejo Nacional y estableció la división del país en Zonas de Salud a cargo de Jefes-Médicos. Posteriormente, el Reglamento Orgánico, que ha tenido diversas modificaciones, completó las líneas estructurales del Servicio.
La Dirección Superior del Servicio está a cargo del Director General, sin perjuicio de las facultades que la ley otorga al Consejo Nacional. Ambos son co-ejecutores en el uso de sus atribuciones.
La Dirección General ejerce su autoridad a través de dos Departamentos: el Técnico y el Administrativo, los cuales tienen competencia nacional y de ellos dependen las reparticiones que integran el Servicio. Existen, además, una Secretaría General, correlacionada con los servicios internos de la Dirección General, sin acción directiva ni ejecutiva, y un Sub departamento del Personal.
El Departamento Técnico tiene a su cargo funciones normativas, de asesoría, inspección técnica de todos los organismos encargados de las acciones de protección, fomento y recuperación de la salud. El Jefe de este Departamento es el que subroga al Director General.
Este Departamento Técnico cuenta con los siguientes Subdepartamentos: de Protección de la Salud, de Fomento de la Salud, de Recuperación de la Salud, Arquitectura, Planeamiento y Racionalización. Depende de él, el Instituto Bacteriológico. Además, a través de los Subdepartamentos se hace la coordinación de las acciones en toda la República, las que están bajo la responsabilidad de las trece Direcciones Zonales.
El Departamento Administrativo ejercita sus labores específicas a través de los Subdepartamentos Jurídico, Control y Presupuesto, Bienes y Central de Abastecimientos.
Respecto de las Direcciones Zonales, se hace necesario señalar que ellas representan la expresión geográfica de la descentralización del trabajo de la Dirección General y llevan a cabo sus acciones (coordinación de los servicios de su jurisdicción territorial, asesoría, inspección y control) por medio de los Hospitales Bases en las respectivas Areas de Salud.
Las Áreas de Salud -55 en el país- cuentan con un Hospital Base, que es la unidad ejecutiva y funcional del Servicio que se encarga de realizar las acciones de protección, fomento y recuperación de la salud. Estas acciones se llevan a cabo bajo la dirección del Director del Hospital respectivo, ajustando la política general del Servicio a las acciones locales.
El Hospital es la base fundamental en la cual descansa todo el sistema de atención médica en nuestro país, la que debe proyectarse hacia toda la comunidad urbana, suburbana y rural del área geográfica de la que ha sido asignado. Las prestaciones que se dan deben responder a la satisfacción de las necesidades locales, de tal manera que exista una verdadera gradación que vaya desde la más completa especializada, proporcionada por el Hospital, hasta el tipo más elemental suministrado por las Postas y Estaciones Médicas rurales.
Es preciso agregar que ha sido necesario prolongar e intensificar las acciones encomendadas al Hospital, por medio de los denominados Consultorios Externos, Consultorios Especializados, Consultorios Generales, Consultorios Materno-Infantiles o Periféricos, Servicios de Urgencias, Hospitales de tipo D, Postas y Estaciones Médicas Rurales y Rondas Médicas.
Como una manera de sintetizar las funciones y obligaciones del Servicio, nos remitiremos a una publicación de la Sección Educación para Salud de ese organismo, que expresa:
"Según la ley Nº 10.383, artículo 62, el Servicio Nacional de Salud es el organismo único encargado de proteger la Salud por medio de acciones sanitarias y de asistencia social y atenciones médicas preventivas y curativas.
De acuerdo con el precepto legal y en concordancia con la población del país, al Servicio le correspondería cubrir, en el orden curativo aproximadamente el 72% de la población total y en las de orden preventivo, la cobertura llegar al 100% ya que su obligación en este sentido es para la totalidad de la población. En este aspecto sus acciones tienden a reducir todos los riesgos de enfermar o morir a que están expuestos los habitantes de las comunidades.
En síntesis, las funciones y obligaciones del Servicio, son las siguientes:
1º-Proteger y fomentar la salud de la población total del país.
2º-Dar atención médica - Curativa:
Completa y gratuita: al conjunto de trabajadores manuales y a su familia (asegurados), y a su propio personal, cónyuges e hijos; a los grupos de bajo nivel económico y a los indigentes.
b) Atención médica de aquellos sectores de la población que, sin ser beneficiarios o indigentes, recurren a los establecimientos del servicio previo pago de los respectivos aranceles en algunos casos.
c) A los accidentados del trabajo y a los que padecen de enfermedades profesionales, cubriendo, también todos los riesgos de acuerdo con la ley Nº 16.744 y denominada "Ley de accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales".
d) A los empleados públicos y particulares por mandato de la Ley de Medicina Curativa que acoge a estos asalariados.
La atención profesional se concede por el sistema de libre elección, esto es, cada beneficiario elegirá al profesional con quien desee atenderse, como asimismo el establecimiento hospitalario que, previo convenio con el Servicio, elija el beneficiario. Esta ley beneficia a no menos de 1.500.000 personas, incluyendo a sus imponentes, cargas familiares, pensionados y montepiados.
3º-Compensar económicamente a sus imponentes por la invalidez transitoria a causa de enfermedad mediante el pago del subsidio correspondiente.
4º-Compensar económicamente a los asegurados durante los períodos de reposo prenatal y puerperal, con el pago de un subsidio de maternidad y dar auxilio de lactancia a las que amamantan a sus hijos siempre que éstas no reciban alimentos suplementarios.
5º-Otorgar subsidios de reposo preventivo a sus imponentes.
6º-Protección y Asistencia médico-social de las Madres, desde la concepción hasta el t��rmino de la lactancia, a los lactantes a los preescolares niños y adolescentes en el orden médico-social.
7º-Protección de los menores en situación irregular, atención integral del menor en situación irregular social en establecimientos especiales. Esta acción rehabilitadora es compartida con otros organismos legales: Consejo Nacional de Protección a la infancia, Ministerio de Educación y el de Justicia.
8º-Atención Médica de aquellos sectores de la población que tienen convenios con la Institución por medio de servicios o que recurren a sus establecimientos, previo pago de los aranceles correspondientes".
La Comisión Especial Investigadora debió conocer, por mandato expreso de la Cámara, de todas las denuncias que existen contra el Servicio Nacional de Salud y que dicen relación con los siguientes aspectos:
1º-Mala atención que presta al público en general;
2º-Campaña de politización que existe de parte de la Jefatura del Servicio, y
3º-Falta de información de parte de las autoridades gubernamentales sobre las peticiones que se le formulan o los antecedentes que se solicitan por los parlamentarios sobre la marcha del Servicio.
Después del trabajo desarrollado por la Comisión y que se consigna al iniciar el presente informe, se aprobaron nueve proposiciones de conclusión, las que se refieren a los tres aspectos de la investigación a que estuvo abocada, las cuales analizaremos conforme a dicha división.
Respecto de la mala atención que presta al público en general
La primera conclusión aprobada sobre este aspecto, expresa:
"El Servicio Nacional de Salud no da adecuada cobertura a sus beneficiarios legales y' cumple deficientemente con sus funciones de protección, fomento y recuperación de la salud.
La protección y fomento de la salud muestran sus fallas mayores en el campo del saneamiento ambiental, cuyas condiciones deplorables son origen de una patología múltiple, especialmente la desnutrición, a través de las diarreas infantiles.
La recuperación de la salud se desenvuelve en condiciones muy difíciles, ya que el Servicio Nacional de Salud sólo cuenta con 4,5 camas de hospitalización por cada mil habitantes. Este hecho se traduce en postergaciones y rechazos de enfermos prácticamente en todos los niveles de atención.
La información recogida en la inmensa mayoría de los establecimientos del Servicio Nacional de Salud revela, en general, las pésimas condiciones en que funcionan las instalaciones, equipos y edificios.
Existe duplicación de equipos y funciones, junto con carencia de éstos en otras áreas.
Valiosos equipos y material técnico no están en funciones por falta de personal adecuado o negligencia en su instalación por parte de las autoridades del Servicio.
Muy pocos establecimientos cuentan con las facilidades que exige la medicina moderna, en equipos, instrumentos y elementos de trabajo, lo que redunda en un manifiesto atraso tecnológico y científico en las prestaciones del Servicio, a pesar de la excelente preparación de los profesionales y personal, lo que ha creado una generalizada frustración en ellos.
El Servicio Nacional de Salud es una institución gigantesca que ha sobrepasado las posibilidades de control y funcionamiento orgánico eficaz. El centralismo desmesurado y la existencia de un divorcio entre plenamiento y ejecución. El Servicio Nacional de Salud abarca funciones que no corresponden a salud (talleres, pagos de subsidios, etcétera).
Se pudo constatar falta de medicamentos y, especialmente, una adecuada diversificación para su uso clínico.
La atención al enfermo es, en general, burocratizada y deshumanizada.
Existe en el país una carencia de profesionales en todos los niveles, lo que debe remediarse con una política de estímulo y sin desmedro de su formación científica.
En general, puede afirmarse que el exceso de trabajo, las trabas burocráticas y la falta de adecuado material han llevado a una extrema frustración y tensión a los personales profesionales y trabajadores de la salud.
Los datos recogidos permiten afirmar que las condiciones descritas redundan en el hecho de exhibir Chile cifras de morbilidad y mortalidad entre las más altas de Sudamérica y, en algunos casos, las más altas del mundo. Este hecho es evidentemente más manifiesto en la morbilidad y mortalidad materno-infantil".
En esta primera conclusión aprobada por la Comisión se señala que el Servicio Nacional de Salud cumple deficientemente con sus funciones de protección, fomento y recuperación de la salud.
Respecto de la primera de estas funciones, dirigida a la población total del país, de protección de la salud, recordemos que como tales entendemos aquellas que tienen por objeto crear y mantener la salud, suprimiendo los riesgos sobre todo microbianos, resultados de la vida en común y que constituyen la base de la salubridad.
Estas acciones se materializan, especialmente, a través de los siguientes tipos de programas:
Vacunación contra las enfermedades infecto-contagiosas agudas y crónicas;
Eliminación o erradicación de insectos y animales transmisores de enfermedades infecto-contagiosas;
Saneamiento del medio ambiente para la provisión de agua potable a las comunidades del país, adecuada disposición de las excretas y control de alimentos; y
Control de las enfermedades y otros riesgos del trabajo.
Para el desarrollo de este capítulo, nos remitiremos al trabajo realizado por el Ministerio de Salud Pública el año 1970: "Recursos Humanos de Salud en Chile", por cuanto la Comisión no ha podido contar con otros antecedentes emanados directamente del Servicio Nacional de Salud, por las razones que más adelante se indicarán.
En primer término, la tabla siguiente nos muestra la tendencia de la mortalidad motivada por enfermedades transmisibles agudas, en el quinquenio 1965-1969:
Años Defunciones Tasa por
100.000 habitantes
2.943 34,0
3.062 34,5
2.820 25,1
2.072 22,2
1.902 19,9
De su examen se desprende que la tasa de mortalidad iniciada hace muchos años no se ha detenido, no obstante que en el año 1969 se alcanzó la más baja registrada en el país.
Una de las enfermedades transmisibles que constituyó por muchos años una de las causas más importantes de morbi-mortalidad del lactante mayor y del pre-escolar, la constituyó el sarampión. Afor-tunamente se inició un programa nacional de vacunación con vacuna a virus vivo atenuado, que ha producido resultados altamente positivos, que demuestran fehacientemente que cuando existen programas sistemáticos de vacunación, orientados a lo obtención de niveles útiles de inmunidad e incorporados a los programas generales de salud, es posible obtener resultados como los que se consignan en la siguiente tabla:
Morbilidad y mortalidad por sarampión y vacunación antisarampión
1964-1969
Años Casos Muertes Morbilidad Mortalidad Inmuniza-
(Número) (Tasas por 100.000) ciones
1964 35.941 3.264 425,3 38,6 93.044
1965 13.110 1.211 151,7 14,0 269.639
1966 23.604 1.754 265,7 19,7 254.826
1967 15.702 1.134 172,5 12,5 297.571
1968 7.146 398 76,4 4,3 265.206
1969 (a) 335 (a) 3,5 277.344
(a) Datos no disponibles al prepararse este documento.
La tuberculosis, en cambio, continúa siendo un importante problema de salud en Chile, no obstante que en 1969 la mortalidad por esta causa había decrecido en relación con el promedio del quinquenio 1960-1964, pero en los últimos años se ha mantenido con pocas variaciones.
Una idea de la magnitud de ese problema y de los costos que implica para la comunidad la da el hecho de que en los establecimientos del Servicio Nacional de Salud se hayan hospitalizado 19.705 enfermos, en 1968, lo que representa el 15,2% del total de días-camas.
La tabla que se inserta a continuación resume el problema y las acciones fundamentales en este campo:
Defunciones y tasas, tuberculosis en todas sus formas; investigación radiológica pulmonar y vacunación BCG, 1960-1969
TUBERCULOSIS
Años Muertes Tasas por Investigación Vacunación
100.000 radiológica BCG
1960 4.032 52,9 233.782 143.030
1961 4.112 52,3 292.738 153.391
1962 3.908 48,7 286.010 232.200
1963 4.407 53,6 232.550 246.447
1964 3.853 45,6 219.352 289.636
1965 3.682 42,6 315.747 343.357
1966 3.544 39,9 432.036 303.018
1967 3.341 36,7 472.483 360.962
1968 3.150 33,7 499.749 450.284
1969 2.830 29,6 510.220 574.243
Respecto de la Zoonosis (enfermedades propias de los animales, que a veces se comunican al hombre), el texto "Recursos Humanos de Salud en Chile", expresa que la hidatidosis (quiste hidático, tumores abdominales, cerebrales, etcétera) es, sin duda, la zoonosis de mayor importancia en el país; en 1968 se diagnosticaron 780 casos de esta enfermedad, con 68 defunciones. Agrega a este respecto que "con seguridad las disposiciones del nuevo Código Sanitario permitirán un control más efectivo de esta enfermedad."
En general, durante el año 1970 el programa de inmunizaciones y labor epidemiológica sobre tuberculosis y rabia fue la siguiente:
Inmunizaciones realizadas por el Servicio Nacional de SaludChileANTIVARIOLICA ANTITIFICA ANTIDIFTERICA
1ª Rev. 1ª 2ª Rev. 1º Ultimo Otros
Básico Básico
249.445 900.749 72.927 51.335 34.084 240.395 141.938 6.672
MIXTA ANTIPOLIOMIELITICA
Antisa- Antiin-
1ª 2ª 3ª Rev. 1ª 2ª 3ª Rev. rampio- fluenza
nosa 303.694 221.522 198.919 143.904 313.342 219.504 212.003 210.077 273.233 143.893
Labor epidemiológica sobre tuberculosis y rabia humana
Servicio Nacional de SaludChile
B. C. G. RABIA HUMANA
A A A Nº DE PERSONAS InyeccionesMantoux Total R. Nacidos Escolares Otros Mordidas Tratadas antirrábicas
colocadas
92.335 573.139 182.195 368.744 32.200 38.164 7.498 41.893
En lo que respecta a la labor epidemiológica y a los programas de inmunizaciones se puede expresar que ha habido preocupación de las autoridades de Salud, y que las Zonas de Salud están suficientemente dotadas para desarrollar una acción permanente de protección de la comunidad. No obstante las propias publicaciones del Servicio, periódicamente manifiestan que "las acciones no deben ser esporádicas y anárquicas y los programas de inmunizaciones, por ejemplo, deben ser continuados para alcanzar y mantener niveles útiles de rendimiento que no hagan de un problema local e individual un problema familiar o nacional". No se deben esperar los brotes epidémicos para iniciar costosas acciones sino se hace necesario actuar en forma permanente sobre las causas de las enfermedades.
En lo que dice relación con el saneamiento e higiene ambiental, el texto ya aludido señala que en 1969 se calculaba que un 77,5% de la población urbana contaba con servicios de agua potable y sólo un 49% disponía de red de alcantarillado. Ninguna de las grandes ciudades tiene servicios de tratamiento de las aguas servidas, lo que crea serios problemas sanitarios y ecológicos por la contaminación de los cursos de agua.
En cuanto a la población rural es posible señalar que no cuenta con servicios de agua potable ni mucho menos de alcantarillado o de un adecuado sistema que lo reemplace. Se hace necesario mejorar las condiciones ambientales de este sector que hoy carecen de estos vitales elementos para la salud y el progreso, más aún si se considera en más de 2 millones y medio de personas que se encuentran en estas condiciones.
Las estadísticas de morbilidad demuestran que las afecciones gastrointestinales, causadas por agentes provenientes de mal sistema de eliminación de desechos, alcanzan cifras alarmantes. En el quinquenio 1964-1968 fueron denunciados un promedio anual de 5.307 casos de fiebre tifoidea y paratifoidea, con una tasa de morbilidad promedio de 59,7 por 100.000. "Gracias a la vigilancia, hospitalización y tratamiento oportuno de los casos, el SNS ha pedido reducir en 1968 la mortalidad a 0,9 por 100.000. Este esfuerzo representa, sin embargo, ingentes inversiones presupuestarias. El país deberá hacer en el futuro próximo un esfuerzo concertado para abordar en forma definitiva el problema del saneamiento básico". (Recursos Humanos de Salud en Chile).
Es indudable que se hace necesaria una revisión de las normas que se han aplicado al saneamiento del medio ambiente, ya que hay factores como el agua potable y la disposición de excretas que tienen una influencia decisiva sobre la salud de la colectividad, al extremo que la disminución de ciertos riesgos de enfermar y de morir es prácticamente imposible de lograr si antes no se consigue removerlos o por lo menos disminuirlos para crear condiciones más favorables al desarrollo del individuo.
El hecho de que el Estado haya entregado al Servicio Nacional de Salud las responsabilidades de los programas rurales de abastecimientos de agua y de proveer de sistemas individuales de excretas, hacen difícil que pueda dárseles una planificación racional, centralidada, bajo un solo control y una sola directiva, actuando mancomunadamente con las autoridades que tienen en sus manos las acciones de desarrollo económico de la comunidad.
La siguiente tabla muestra las realizaciones de Higiene ambiental y con rol de alimentos ejercidos por el Servicio Nacional de Salud, durante el año 1970:
EEALIZACIONES DE HIGIENE AMBIENTAL POR EL SERVICIO NACIONAL
DE SALUD
Agua Potable Excretas
Redes Instaladas Redes Instaladas
227 860 28 078 3 939 148 945 28 018 10 087 2 297
Inspecciones
560 224 830 436 129 619 300 817
La Comisión considera que el saneamiento ambiental es deficiente y ello repercute en las acciones de protección y fomento de la salud que debe realizar el Servicio Nacional de Salud, por cuanto sus "condiciones deplorables son origen de una patología múltiple, especialmente la desnutrición, a través de las diarreas infantiles."
Otro problema que tiene íntima relación con el saneamiento ambiental es el relativo a la vivienda. En efecto, don Héctor Molina, en la Memoria de prueba para optar al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, "La Salud Pública Frente al Desarrollo Económico", expresa : "Pensamos que poco se ganaría con adoptar todas las medidas de protección del individuo si no nos preocupamos de saber cómo, dónde vive y cuántas personas viven en cada habitación, porque todo esto forma su ambiente permanente, es decir, donde pasará la mayor parte de su vida y donde deberá resolver sus problemas emocionales, de fatiga y de conducta social."
Define, a continuación que entiende como vivienda higiénica "aquella que dispone de abastecimientos de agua potable y disposición de excretas y la superficie por habitante sea de 10 metros cuadrados como mínimo aceptable, edificados en terrenos saneados y lejos de las zonas industriales.".
En las informaciones periódicas del Servicio Nacional de Salud poco o nada encontramos relacionado con estas materias, no obstante la importancia que reviste en la concepción de salud y la ingerencia que la ley Nº 10.383 le entrega en esta materia.
Otro problema que por su magnitud ha provocado una especial preocupación es el relativo al de recolección de basura, problema ya crónico y creciente, que afecta en un punto altamente negativo las condiciones ambientales y de salud de la población, no obstante que esta función le compete directamente a las Municipalidades. Baste sólo transcribir lo expresado por S. E. el Presidente de la República ante el Congreso Pleno el 21 de mayo de 1971 al inaugurar la legislatura ordinaria de sesiones de ese año, para comprender los verdaderos alcances de lo expuesto:
"Ante la gravedad de la situación provocada por la falta total de recolección de basuras domiciliarias en numerosas poblaciones populares y su deficiente recolección en otras, situación que sólo en el gran Santiago afecta a alrededor de 800.000 personas, con los agravantes que ello implica para la salud pública, el Supremo Gobierno ha procedido a dictar el Decreto Nº 20, de 15 de febrero de 1971, que crea la Comisión Técnica para la Disposición de Basuras, presidida por el Ministro de Salud. Esta Comisión dio lugar a la Subcomisión de Emergencia destinada fundamentalmente a poner en práctica planes de recolección de emergencia, eliminación de basuras, aplicación de insecticidas y raticidas y acciones de educación sanitaria a la población. Esta Subcomisión estimó que las condiciones ambientales en que se desenvuelven los habitantes de las poblaciones afectadas constituyen un verdadero estado de calamidad pública, razón por la cual fueron solicitados y acordados fondos por Eº 3.000.000 para la inmediata ejecución de los planes elaborados a aplicar a través de la Oficina de Emergencia del Ministerio del Interior y una cantidad similar para la adquisición de bulldozers para la recolección. Se procedió, además, a la contratación de 80 vehículos destinados a normalizar la recolección de basuras.
"Se encuentra también en trabajo la Subcomisión Técnica dispuesta por el Ministerio de Salud, en la que participan ingenieros de CORFO, Ministerio de Obras Públicas, Ejército, Universidad de Chile, SNS, I. Municipalidad de Santiago, con la asesoría de ingenieros de la Organización Panamericana de la Salud, con el objeto de entregar soluciones concretas y de fondo para resolver en definitiva un asunto que, como el de la disposición de las basuras, reviste una extraordinaria importancia para la salud pública, dado el creciente aumento de la población que alcanza caracteres explosivos en los grandes centros urbanos."
En cuanto a Higiene y Medicina del Trabajo, corresponde al Servicio Nacional de Salud la función de prevenir los riesgos ocupacionales y le compete fijar la política nacional, mantener el asesoramiento técnico y formular los programas de acción.
Don Héctor Molina, en el trabajo antes mencionado agrega:
"La principal preocupación de los higienistas es preservar la salud de los trabajadores, comprendiendo en' ello un programa de conservación de la salud y prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales, o sea, la salud total del trabajador.
"La naturaleza del medio o ambiente de trabajo da origen por sí mismo, a muchos de los problemas, como son los materiales tóxicos acarreados en el aire, la temperatura y humedad excesivas, la iluminación defectuosa, los ruidos, los apiñamientos humanos y el saneamiento general de la planta; se incluyen también otros factores como las jornadas excesivas de trabajo, la fatiga, enfermedades transmisibles en fábricas, salud mental e higiene personal. Es decir, podemos expresar que la higiene industrial es la salud pública aplicada a trabajadores productivos. Naturalmente que la salud de los trabajadores está en estrecha relación con la salud y el bienestar de la comunidad que la rodea.
"Se dice que los programas sociales desarrollados en los últimos años han sensibilizado la conciencia pública con respecto al papel que las enfermedades tienen en la provocación de incapacidades, dependencia e inseguridad, y que en vista de las implicaciones económico-sociales de estos riesgos entre los trabajadores y de la interdependencia de la industria y de la comunidad en que aquella se encuentra, la higiene industrial puede ofrecer soluciones para muchos de los problemas actuales de salubridad y seguridad social.
"Este vasto campo de acción adquiere mayor importancia en países como el nuestro, clasificado como económicamente subdesarrollado, en que aún estamos en la fase de transición de la economía extractiva de materias primas a la industrialización; con una agricultura de escasa productividad y bajo standard de vida. En estas condiciones la higiene y la seguridad en el trabajo es deficiente y determinante de una alta incidencia de accidentes y enfermedades profesionales, junto con una relativamente alta proporción de afecciones comunes relacionadas con el ambiente de trabajo, del hogar y de la desnutrición general".
Abona lo anteriormente expuesto, el hecho de que en 1958 nuestro país presentaba una tasa general de 45 accidentes del trabajo por cada millón de horas-hombres trabajadas, cifra que, comparativamente con la de Estados Unidos -7-, es 6 y media veces mayor, diferencia extremadamente elevada. En ese año Chile tuvo una tasa de gravedad de 3.054 días de trabajos perdidos por accidentes por cada millón de horas-hombres trabajadas, cifra 3,8 veces más alta que la de los Estados Unidos. Si bien estos antecedentes son anteriores a la dictación de la ley que estableció la obligatoriedad del seguro de accidentes y enfermedades profesionales -que indudablemente ha proporcionado una herramienta moderna y ágil para combatir estos males- muestran una tendencia altamente peligrosa que motiva la justa preocupación de las autoridades.
Es así como con la participación de la Organización Mundial de la Salud y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se creó en 1963 el Instituto de Higiene del Trabajo y Contaminación Atmosférica, con funciones docentes de investigación y de prestación de servicios.
Respecto de las enfermedades profesionales, se puede decir que por su naturaleza la denuncia de ellas es deficiente, como en la mayoría de los países, aun en los altamente industrializados. Por este motivo los datos estadísticos sobre esta materia no muestran sus verdaderos alcances y, generalmente, acusan resultados inferiores a los reales.
Por último, cabe señalar que las acciones de prevención de riesgos ocupacionales cubrían el año 1969 aproximadamente 500.000 trabajadores, de un total de 1.600.000 que comprende a los grupos más expuestos.
Se expresa también en la conclusión que se comenta, que el Servicio Nacional de Salud "cumple deficiente" con su función de Fomento de la Salud.
Las acciones de fomento de la salud son aquellas que están orientadas hacia la defensa del individuo sobre el cual ejercen su acción los factores ambientes adversos, motivo por el cual el Servicio Nacional de Salud participa en la política nacional de la alimentación y en la protección de la madre y del niño.
Estas acciones de fomento son susceptibles de dividir en tres grandes grupos:
Atención de la madre;
Atención del niño, y
Nutrición.
Atención de la madre.-Al referirnos a las primeras manifestaciones de salud pública en nuestro país y, fundamentalmente, al examinar la legislación anterior a la creación del Servicio Nacional de Salud, quedó de manifiesto que Chile ha tenido una definida concepción conceptual de los derechos de la madre y el niño. Es así como diversas disposiciones del Código del Trabajo, de la Ley de la Madre y el Niño, de la Ley de Medicina Preventiva, de la Dirección General de la Protección a la Infancia y Adolescencia, habían ya fijado una política de atención y con rol de la embarazada; de entrega de leche a embarazadas, nodrizas y niños; de control del niño sano; de cuidado del menor enfermo o en situación irregular; de subsidios de maternidad y lactancia; de asignaciones familiares y prenatales; de desayunos escolares, etcétera.
Estas normas han sido reactualizadas con la dictación de la ley 10.383, así también como con las contempladas en las que dieron origen al Consejo Nacional de Menores y a la Junta Nacional de Jardines Infantiles.
El cuidado de la embarazada tiende a ejercer un debido control durante los períodos prenatal y puerperal, con el fin de investigar y atender oportunamente su morbilidad y desnutrición; educarla en el cuidado del niño y obtener una disminución de las tasas de muertes maternas, mortinatalidad y las de menores de un mes de edad. Igualmente, se ejecutan programas destinados a aumentar la capacidad de las madres para alimentar a sus hijos al pecho, contribuyendo a la disminución de la mortalidad infantil. Se desarrollan, paralelamente, programas de alimentación complementaria a las embarazadas con el objeto de aumentar la lactancia natural, que tiende a reducir los riesgos que provoca la alimentación artificial, no siempre satisfactoria, debido a la ignorancia y a la precaria situación económica de un gran sector de las mujeres atendidas por el Servicio Nacional de Salud y a los problemas de saneamiento ambiental.
En igual forma, el Servicio otorga hospitalización en atención del parto y complicaciones del mismo y del puerperio.
La V Zona de Salud, Santiago -se conforma con la provincia del mismo nombre y las comunas de Algarrobo, El Quisco e Isla de Pascua, con una población de poco más de 3.500.000 habitantes en 17.940 Km2-, atendió durante el año 1970 a
878.239 mujeres en edad fértil, 15 a 44 años de edad. Para ello dispuso de 16 maternidades con 12 consultorios ad hoc y 59 consultorios periféricos.
En el recurso horas médicas diarias contó con un promedio de 949 horas médico obstetra y 2.682 matrona.
La relación horas obstetra-matrona por cada mil mujeres en edad fértil fue de 4,2 (1,1 obstreta y 3,1 matrona) y horas por mil recién nacidos y mortinatos 39,9 (10,4 obstetra y 28,5 matrona).
En la Memoria Anual de la citada V Zona de Salud del año 1970 se consignan los siguientes antecedentes relacionados con la atención materna:
"Atención ambulatoria. - En el recurso horas diarias dispuso de 160 horas médico obstetra y 598 de matrona, con una producción de 417.946 consultadas, 9,7% de obstetra y una productividad de 3,9 y 2,5 consultas por hora obstetra y matrona de un índice de 4 y 5, respectivamente.
La concentración de consultas por embarazada en control, fue de 2,5 para el obstetra (primer y segundo control) y 3,7 matronas (4 por embarazada y 1 por puérpera).
Leche.-Se entregó un total de 471.994 kilos, 4,7 por mujer en control.
Visitas Domiciliarias.- En el recurso horas-matrona, se dispuso de 70 horas diarias con una producción de 12.294 visitas a hogares a fin de prevenir complicaciones del binomio madre e hijo y controlar el tratamiento de patología obstétrica. Productividad 0,7 visitas por hora, entre un máximo de 1,8 en el Área Poniente a un mínimo de 0,2 en Buin de un índice de 2 visitas por hora, sin incluir tiempo de movilización."
1,1.-Métodos anticonceptivos.
Un número superior a cien mil mujeres concurrió a Consultorios ad hoc a hospitales y perféricos, en demanda de un método anticonceptivo, el 21% por primera vez de 24% el año 1969.
En la actividad consulta o control médico matrona, se proporcionó cerca de doscientos noventa consultas y/o controles 21% médico.
El promedio de consultas y/o controles por mujer fue de 0,6 por médico y 2,2, por matrona.
Métodos anticonceptivos.- Se colocaron 83.827 dispositivos intrauterinos 20,5% por primera vez y 17.826 anovulatarios, 21,4% también por primera vez.
Esterilización quirúrgica, se registraron 1.161 de 670 el año anterior.
Provincia de Santiago, tasas (1)
TASAS (1)
Bruta de
Año Natalidad Fecundidad Reproducción
%° %° (R)
1962 41,2 170,8 2,4
1963 40,0 165,2 2,3
1964 36,1 149,4 2,1
1965 33,6 138,9 1,9
1966 31,0 128,1 1,8
1967 28,2 114,2 1,7
1968 27,7 112,1 1,8
1969 26,6 107,7 1,6
1970 25,3 102,5 1,5
(1) Se estiman con los nacimientos del año, más un 10% de aumento por nacimientos registrados tardíamente, año 1962 a 1966 y porcentaje de integridad 93% en los años 1967 a 1970. Los nacidos vivos de este último período se reestiman con la población derivada del Censo año 1970.
Nacimientos. A partir del año 1963, se registra en la zona un descenso anual de la cifra bruta de natalidad, como en mortalidad, pero a partir de 1964. La tasa de nacimientos o la relación de nacidos vivos en mil habitantes de 41,2 en el año
1962, disminuye año a año hasta alcanzar una tasa de 25,3 en 1970, una reducción del 38,6%.
La tasa de fecundidad o la relación del número de nacidos vivos en mil mujeres en edad fértil (15 a 44 años de edad), al igual de la tasa de natalidad, se reduce de una tasa de 170,8 a 102,5 y porcentualmente en 39,99%. La tasa por grupo de edades en el último año varió de 162,7 en el grupo de 20 a 24 años de edad a 47,3 en mujeres de más de 35 años. Ambas tasas, como la de los grupos restantes, son las más bajas de la serie.
La tasa bruta de reproducción (R') o el número de hijas nacidas vivas por mujer, a lo largo de su vida, si en cada edad estuviera expuesta a una fecundidad tal, como la dada por el conjunto de tasas de fecundidad por edades, si sobreviviera hasta el término de su edad productiva (15 a 44 años), sigue la línea en descenso de las tasas anteriores con una ligera variación en los últimos tres años. De 2,4 hijas esperadas por mujer en edad fértil en 1962, la expectativa se reduce anualmente a 1,7 hijas, en el año 1967. Al año siguiente se eleva a 1,8 para descender dos décimas en 1969 y una en 1970. De haberse mantenido la tasa, en el año del repunte, la tasa actual de 1,5 sería igual, pero de haber seguido la línea en descenso, de 1,4.
En el número de hijos por madre, en nacidos vivos en el año, al comparar la importancia relativa de los grupos en el total anual, en los años extremos del período descrito, difieren substancialmente. En 1962 el 25,7% de las madres eran primerizas, en 1970 el 36,4%. En mujeres con dos hijos de 19,9% a 25,6%, respectivamente, y con cinco hijos o más de 27,5% a 15%. La estructura en el lapso 1962-1970 cambió paulatinamente, concentrándose en los grupos de uno y dos hijos el mayor número de nacimientos a costa de un menor número en las mujeres con más de cinco hijos.
2.-Atención hospitalaria.
En el recurso horas médicas dispuso de 689 horas diarias (141 J. J. Aguirre); en camas 1.498 (197 J. J. Aguirre); y camas ocupadas 447.076 (57.002 J. J. Aguirre).
En la actividad hospitalización egreso (altas y muertes) egresaron 95.898 hospitalizados (3.920 J. J. Aguirre). En el total de egresos el 74,9% egreso por parto, el 19,8% por aborto y 5,3% por complicaciones del embarazo, parto y puerperio, índice letal 0,1 muerte por cada cien egresadas, en ambas instituciones de 0,5 y 0,1, respectivamente, el año anterior.
La relación porcentual entre muertes servicio (102 incluido 18 J. J. Aguirre), en el total provincia fue del 79,1% y la tasa de 1,1 muerte S.N.S. y J. J. Aguirre por cada mil nacidos vivos (incluido % de integridad) de 1,4 en la provincia.
Abortos y raspados por establecimientos. En el período 1965-1970, las cifras muestran una tendencia reversible, es decir, la atención del aborto, se desplaza desde los Servicios de Urgencia y/o Asistencia Pública hacia las Maternidades. En 1965 el 78,7% de los abortos se atendían en las Maternidades y en 1970 el 95,3%.
Productividad o rendimiento camas. La ocupación de camas o grado de uso fue del 82,2% y el promedio de días de estada 4,2, a pesar de la ocupabilidad de dos personas por cama en algunos días del año, como el uso de camillas. El grado de uso varió entre un máximo de 86,0%
(ideal) en las Maternidades Barros Luco Trudeau y Sótero del Río, con un índice concomitante de 4,3 y 3,9 días de estada, respectivamente. J. J. Aguirre registró un grado de uso del 92,9% y 4,1 días de estada.
La relación horas-camas S.N.S. 2,4 camas por hora médica de 1,8 en las Maternidades Barros Luco Trudeau (Tipo A) y 10,0 de Talagante (Tipo (C) J. J. Aguirre 1,2.
El índice en Hospitales Tipo A es de 2 camas por hora médica en camas pre-parto y parto y un mayor número en puerperio (14) y embarazo patológico (6) y en Hospitales Tipos B y C de 12 camas por hora.
Egresos por cama 70,7 entre 42,5 en las Maternidades de San José de Maipo y 96,6 de Talagante. J. J. Aguirre, 81,4.
Coordinación Maternal.-A cargo de un médico coordinador a nivel Zonal, con 6 horas diarias. Publicó por sexto año consecutivo, una síntesis sobre ocupabilidad de camas y egresos de las Maternidades del S.N.S. y Hospital J. J. Aguirre, de la Universidad de Chile.
Camas de puerperio. Las pacientes a postparto o aborto, al trasladarse a la Sala, cuando ésta se encuentra con la dotación de camas completa, lo que sucede en algunos días, en el año, se produce una consecuente doble ocupación de camas a pesar de contarse con camillas suplementarias.
En el cuadro se comparan, en los últimos tres años, la incidencia en doble ocupación de camas en puerperio postparto.
DOBLE OCUPACION DE CAMAS
19 7 0 19 6 9 1 9 6 8
Maternidades (1) Doble Doble Doble
Días ocupación Días ocupación Días ocupación
Nº Nº camas Nº Nº camas Nº Nº camasBarros Luco Trudeau 25 142 44 257 5 13
San Juan de Dios 120 688 258 1.464 60 318
J. J. Aguirre 41 170 15 62 12 42
Félix Bulnes 3 18
(1) En el resto de las Maternidades no se suscitó el mismo problema.
En el cuadro, al igual del anterior, se compara la incidencia, pero en ocupa
ción de camillas.
OCUPACION DE CAMILLAS
1970 1969 1968
Maternidades (1) Ocupación Ocupación Ocupación
Días camillas Días camillas Días camillas
Nº Nº Nº Nº Nº NºSalvador 165 2.225 183 2.193 143 1.445
Barros Luco Trudeau 6 36 3 21
J. J. Aguirre 27 122 1 6
Félix Bulnes 99 479 18 65 12 90
(1) Maternidades: San Borja y San Juan de Dios, en un solo día ocuparon, la primera, en 1968,
nueve camillas, y la segunda, en 1969, siete camillas.
El puerperio postaborto, el mayor número de camas con doble ocupación, se produjo en la Maternidad Barros Luco Trudeau. En los años 1970, 1969 y 1968 registró 20, 29 y 43 días con doble ocupación de camas, respectivamente, en 53, 95 y 116 camas, siguiendo el mismo orden de prelación.
Las Maternidades San Juan de Dios y Félix Bulnes registraron una ocupabilidad en días y camas inferiores a diez.
En el cuadro se registra la reducción porcentual experimentada en el número de partos y abortos producidos en residentes en la V Zona, en el último lustro en relación al año 1965.
Años Partos Abortos
1965 1966 1967 1968 1969 1970
78.500 -2,5 -2,8 -6,1 -7,6 -8,6
26.952
5,0
7,3 -16,5 -25,9 -26.0
Evacuación de puérperas. En el año 1966 se firmó un convenio con Maternidades Particulares para atender puérperas a trasladarse desde la Maternidad de origen a fin de evitar duplicidad de pacientes por cama o uso de camillas suplementarias.
Doble ocupación de camas. A través del tiempo se ha verificado que conjuntamente con producirse doble ocupación de camas en la sala de puerperio de una Maternidad, al mismo momento, en otras, tienen camas desocupadas, e incidentemente este hecho se produce en mayor número en las noches, la hora de mayor demanda. La Asesoría ha insistido ante las Maternidades en la política de evacuar a las puérperas antes de anochecer a los Anexos Particulares, a fin de mantener un número suficiente de camas desocupadas para la eventual ocupación nocturna.
CAMAS EN MATERNIDADES PARTICULARES
MATERNIDADES PARTICULARES
AREAS
CENTRAL SUR P ONIENTE
Anexo San ] Maternidad Anexo
Recursos y rendimientos Total San Isidro Pancracio Sur Maturana (2)
Camas Nº 185 40 66 27 52
Grado de uso % 51 59 59 86
Traslado-egreso 13.763 2.153 (1) 4.002 2.185 5.423
Maternidad de origen
En total egresos % 26,5 28,9 15,8 80,2
Promedio días estada 3,2 3,1 3,5 2,8 3,0
Maternidad de origen
Incluido anterior 4,9 5,2 4,7 4,7 4,7
(1) Además 25 casos de puerperio postaborto y 298 postparto de J. J. Aguirre, con un promedio
de dos días de estada.
(2) Más 12 abortos con dos días de estada.
En el cuadro, se registra la incidencia anual de partos producidos en el año calendario, como el número máximo y mínimo ocurrido en la misma Maternidad.
Partos
Maternidades
INCIDENCIA
Días N° % año
Promedio diario
CIFRAS EXTREMAS
Mínimo
Máximo
Partos Días Partos Días
Salvador 35
San Borja 36Barros Luco Trudeau 34J. J. Aguirre 20/26San Juan de Dios 17Félix Bulnes 18
'27 23 26 29 35 37
7,4 6,3 7,1 7,9 9,6 10,1
32
24 38 24 21 19
53 43 60 40 47 43
16 11 19 12 6 4
2 3 1 3
1 1
Se han insertado las informaciones referidas, con el objeto de tener una relación del esfuerzo que realiza el Servicio Nacional de Salud en lo que dice relación con la atención materna, aun cuando referida a la V Zona de Salud, y que se ha visto limitado por la carencia de camas, de profesionales, tanto obstetras como matronas e, incluso, de personal auxiliar de enfermería, como se expresará más adelante.
Durante el año 1971 el déficit de camas y la doble ocupación de ellas, se vio agravada como consecuencia de los efectos del sismo que afectó a la zona central y a la cancelación del contrato de arriendo de 185 camas en clínicas particulares destinadas para la evacuación de puérperas.
En efecto, el doctor Fernando Rodríguez, Director de la MaternidadSan José, refiriéndose en la Comisión a estos aspectos señaló, primeramente, que en las cinco áreas urbanas de Santiago, existían en 1970, un total de 1.123 camas. Además se contaba con 185 que se habían arrendado para la evacuación de puérperas, lo cual daba un total de 1.308 camas en servicio.
Agregó a continuación que "de estas 1.308, sólo 761, a las que se podrían agregar las 185, son de puerperio de partos, siendo esta una cifra tan anormal como que debe haber una cama de puerperio por cada 1.000 habitantes. Esto en un país desarrollado".
"En un país como nosotros, contentándome sólo con la mitad, en las cinco áreas de Santiago, calculando que estas cinco áreas son las urbanas, con una población de alrededor de dos millones y medio de habitantes, necesitaríamos 1.250 camas, o sea, hay un déficit en números redondos de 500 camas de puerperio de partos en la ciudad de Santiago.
En estas 761 camas, más las 185 de evacuación de puerperio, egresaron 56.544 partos en 1970.
De las camas de evacuación de puerperio, o sea, lo que significa que una mujer, una madre tiene su parto en una maternidad dentro de las primeras 24 horas, y cuando este parto ha sido normal y el recién nacido es normal a juicio del obstetra y del Pediatra de esta Maternidad, era mandada a estas maternidades de evacuación que el Servicio arrendaba; una en la calle San Isidro, otra en la Maternidad San Pancracio, en la Maternidad Sur y en Matucana.
San Pancracio y Maternidad Sur, que sumaban en total 93 camas eran para atender el Hospital Barros Luco; San Isidro era para atender el San Borja y Matucana para atender el San Juan de Dios. Queda a media cuadra del San Juan de Dios, en una propiedad del Servicio Nacional de Salud, pero manejada por una institución particular.
Por estas 185 camas pasaron el año pasado, 14 mil partos.
Desgraciadamente, este año, se canceló el contrato, en San Isidro, 40 camas y de la Maternidad Sur, 27 camas; y con motivo del sismo, del mes de julio, hubo que cerrar una sala del Hospital Salvador, que era de 30 camas, porque había el riesgo de que se cayeran las murallas, especialmente la parte más alta. De estas 30 camas, 26 hubo que hacinarlas en distintas salas de puérperas de la Maternidad, como salió en una fotografía profusamente publicada en la prensa de la capital, donde se ve un hacinamiento de camas, donde las enfermas corren grave riesgo de infección.
Además, en el Hospital San Borja, por grietas de una sala, hubo que cerrar 20 camas.
En total, en el año 1971 ha habido una disminución de 91 camas de puerperio.
¿Cómo ha repercutido esta disminución de camas?
Primero, en una forma muy clara y muy evidente, como lo hace notar el señor Jefe Director de la Quinta Zona, en el oficio 906-7906, de 15 de noviembre, al Director General, en que le dice:
"Por diferentes canales de información, esta Dirección General se ha impuesto que la falta de camas en las Maternidades de Santiago ha llegado a un punto crítico que está deteriorando seriamente la atención intrahospitalaria de las madres.
Agrava aún más esta situación la falta de vestuario y ropa limpia de camas que hace que algunos de éstos no puedan ser íntegramente aprovechados o deben atenderlos sin sábanas ni colchas.
La doble ocupación de camas -o sea, dos mujeres con sus hijos en una misma cama- vejatoria situación a la mujer chilena, alcanzaba al 31 de octubre de 1970, a 530 camas, en circunstancias que a igual fecha de este año, se llagaba a la cifra de 1.657 camas; se ha triplicado la cifra, no obstante que las altas van siendo dadas en forma cada vez más precoz, alcanzando en algunos establecimientos las madres a sólo estar 24 horas para ser enviadas posteriormente a sus casas, con los consiguientes riesgos e inconvenientes para las madres y los recién nacidos".
Queda con esto, en una forma clara, un índice de cómo ha repercutido esta disminución de camas, lo cual no ha sido solucionado.
Ahora, los egresos en 1970 de las camas disminuidas, fueron en total 5.411 puérperas: de San Isidro, 2.476; de la Maternidad Sur, 2.185; 130 en El Salvador; 650 en el San Borja, lo que da este total de 5.441.
Ya dije la doble ocupación de camas. Pero, junto con esto, desde el año 1968 ó 69, cuando se estableció como Hospital base de área norte el Hospital San José, se proyectó una remodelación de algunas salas viejas, de las cuales cuatro fueron destinadas para Maternidad. Esta obra no ha podido ser terminada. Inclusive, para que esto fuera con un costo más bajo para el Servicio, porque sólo se sacaría de la venta de unos terrenos del cementerio y de la venta de un sitio de propiedad del Hospital San José, se comprometió al SER-MENA. Con estos fondos se financiarían alrededor de 60 camas, algunas remodelaciones y algo más que pudiera hacerse. Pero de ese local para 60 camas, el SER-MENA entregó el año pasado -el 24 de diciembre-, totalmente terminadas, 48 camas. Las 12 restante no las pudo re-modelar, porque están ocupadas por el Servicio de Rayos del Hospital San José.
Con motivo del último sismo, se aceleró la entrega de fondos por parte del Servicio Nacional de Salud y se agregaron 24 camas más, para poder usarlas como evacuación del Hospital José Joaquín Aguirre, que es donde hay mayor número de doble ocupación de camas. El total de 72 camas se reduciría a 52, porque falta todo lo que concierne a administración, ropería, enfermería, pediatría... todo eso.
Respecto de las 48 camas restantes, el Servicio Nacional de Salud las tiene listas, claro que faltan algunos detalles: sanitarios, pinturas y superflex; igualmente, la parte que corresponde a maternidad, recepción y urgencia. La obra gruesa está terminada, incluso, se han colocado hasta las corchas; el motor de una maternidad, que es el pre-parto, primeramente, la parte de aseo y recepción de la mujer misma dentro de la maternidad, donde se le proporciona su primera atención, entre-parto, parto y pabellones quirúrgicos que sean necesarios. Estas obras fueron suspendidas en enero del presente año y en el presupuesto del Servicio para 1971, no se contemplaron fondos para finalizar los trabajos de esta nueva maternidad de 120 camas en el área norte de Santiago. Desgraciadamente, tampoco se contempla la terminación de las obras en el presupuesto de 1972. Además de la pérdida que significa el deterioro de la obra gruesa ya terminada, se crea el problema del lucro cesante. Si estas 120 camas, que representa la maternidad del Hospital San José, estuviesen funcionando, se producirían 8.400 egresos al año, con lo cual se solucionaría gran parte de la actual necesidad de camas de obstetricia en Santiago, quedando muy lejos -porque sólo son 120- de las 500 camas que las que faltarían en Santiago."
Cabe referirse también a una reunión de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, realizada en el mes de noviembre de 1971, en la cual se consideró el "Estado actual de la Asistencia Obstétrica en Chile" en cuyas conclusiones se expresa lo siguiente:
"Conclusiones
1) Se destaca que los principales problemas de la atención obstétrica en provincias son la falta de horas médicas y de auxiliares, especialmente en el área rural y la insuficiencia de recursos de pabellón y bancos de sangre. En Valparaíso y Concepción existe una aguda escasez de camas de maternidad, especialmente en el primero, donde el sismo redujo en un 50% su ya escasa dotación.
2) Se recomienda adoptar las definiciones dadas por la O. M. S. para: nacido vivo, mortinato, mortalidad neonatal y perinatal, mortalidad materna y aborto, con el fin de obtener datos estadísticos comparables.
3) Se destaca que el aumento de las consultas prenatales ha marchado paralelamente a la mejoría de los índices de morbi-mortalidad e infantiles.
4) Se observa una tendencia a la disminución del índice de natalidad y de abortos entre 1964-70 y se discute la posible influencia de las campañas de regulación de la natalidad.
5) Se destaca la influencia de las becas de especialización, de los médicos generales de zona y de la creación de nuevas escuelas de matronas en la obtención de una mejor atención obstétrica en el país, pero se admite que la obstetricia es una especialidad en falencia en el momento actual.
6) Se recomienda una mejor integración obstétrico-pediátrica en las maternidades a fin de mejorar los índices de mortalidad perinatal.
7) Se reconoce un serio déficit de camas de maternidad para todo el país y en especial para Valparaíso, Santiago y Concepción.
8) Se señala que la disminución del aborto y del índice de natalidad no han significado un aumento de las camas disponibles, porque estas camas son ocupadas ahora por patología del embarazo que antes se trataba en forma ambulatoria. Las maternidades siguen dando altas precoces y es habitual encontrar dos enfermas por cama.
9) Se señala, finalmente, que los países desarrollados tienen una cama obstétrica por cada 1.000 habitantes y en Chile este índice es de 0,4. Una nota plausible sería lograr un índice de 0,7 camas por 1.000 habitantes en un plazo determinado."
De las informaciones solicitadas por la Comisión a los distintos hospitales del país, surgen consideraciones similares que las planteadas por el Director de la Maternidad San José y en las conclusiones transcritas en especial en lo que dice relación con la falta de horas médicas y de auxiliares, agudizado en el área rural, así como también la escasez de camas de maternidad, insuficiencia de recursos de pabellón, etc.
Respecto de la zona afectada por el sismo del año pasado, la Comisión tuvo oportunidad de visitar el Hospital Enrique Deformes, de Valparaíso, y de oír una exposición de su Director, doctor Héctor Mancilla, en la cual dio a conocer la angustiosa situación que afecta a ese centro asistencial. Basta sólo decir que contaba con 472 camas antes del referido sismo, las que quedaron reducidas a menos de 200. En la actualidad se dispone de 304, lo que implica la ocupación de dos madres por cama.
En las conclusiones aprobadas por la Comisión se expresa que Chile exhibe cifras de morbilidad y mortalidad entre las más altas de Sudamérica, especialmente en el aspecto materno-infantil.
La Tabla que se inserta a continuación muestra la evolución de la mortalidad materna total y por aborto en el decenio 1960-1969.
MORTALIDAD MATERNA Y POR ABORTO 1960 - 1969
AÑOS
MUERTES MATERNAS
Número Tasa por
1.000
MUERTES POR ABORTO
Número Tasa por
1.000
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969
845 3,0 302 1,1
923 3,2 342 1,2
914 3,0 305 1,0
803 2,6 312 1,0
864 2,9 360 1,2
860 2,8 306 1,0
771 2,7 296 1,0
734 2,7 276 1,0
579 2,1 230 0,8
488 1.8 171 0,6
En el Suplemento del Boletín Estadístico de América Latina, de las Naciones
Unidas, editado en el año 1970 se consignan las siguientes tasas de mortalidad materna:
País
TASAS DE MORTALIDAD MATERNA (Por 1.000 nacidos vivos) 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967
2.4 2.4 2.3 2.5 2.5 2.2 2.4
Chile 2.9 3.1 2.7 2.5 2.5 2.7 2.4 2.4
2.7 2.8 2.4 2.6 2.3 2.6
Uruguay 1.0 0.8 0.8
. . * . . . . . . . . 1.2 0.9
1.3 1.6 1.6 1.3 1.4 1.6 1.2
1.2 0.9 1.1 1.1 1.1 1.1 . . •
El Salvador 1.7 1.5 1.3 1.2 1.1 1.1 1.2 1.1
Guatemala 2.3 2.3 2.4 2.1 2.0 1.9
3.1 2.5 2.7 2.3 1.9 2.6
1.9 1.9 1.8 1.7 1.8 1.6 1.5 1.5
Nicaragua 1.9 2.3 2.2 2.0 1.3 1.2
2.0 2.0 1.8 1.7 1.6 1.5 1.5 1.4
República Dominicana . 1.0 1.1 1.1 1.0 1.2 1.0 1.0 1.4
2.2 2.2 2.3 3.3 1.4 1.1 0.9
2.5 2.5 2.3 . . . . . »
Trinidad - Tobago . . . 1.3 1.1 1.4 1.2 1.6 1.5 1.3 . .
Tasas anuales específicas de mortalidad por aborto y otras complicaciones del embarazo, parto y puerperio, por 10.000 nacimientos vivos y por edad de la madre, en cuatro ciudades latinoamericanas a)
Grupo de edad
en años Cali b) Caracas Lima Santiago b)
Total
Total 21.8 9.7 15.6 31.6
15 - 24 12.0 4.1 9.1 16.2
25 - 34 20.1 14.6 15.3 34.8
35 - 44 64.5 14.9 40.9 63.7
Aborto
Total 8.0 4.5 2.1 16.6
15 - 24 5.3 1.8 2.8 9.3
25 - 34 8.6 8.0 1.2 20.3
35 - 44 15.9 2.4 3.2 23.9
Otras complicaciones
Total 13.8 5.2 13.5 15.0
15 - 24 6.7 2.3 6.3 6.9
25 - 34 11.5 6.6 14.1 14.5
35 - 44 48.6 12.5 37.7 39.8
Muestreo efectuado en 1962-1984.
Los totales de Cali y Santiago incluyen las defunciones ocurridas en el grupo de 45 a 54 años de edad.
Atención del niño.-La importancia de los programas de atención del menor desde el nacimiento hasta los 14 años de edad, destinados a crearle un ambiente favorable que le permita desarrollar todo su potencial genético o evitando las enfermedades y la desnutrición, han hecho que el Servicio Nacional de Salud, junto con desarrollar acciones de protección a la madre, las coordine con la protección del niño.
Para estos efectos, el programa infantil que abarca al menor desde su nacimiento hasta los 14 años de edad, se sub-divide en atención de:
Recién nacidos: 0 a 27 días.
Lactantes: 28 días a un año.
Párvulos: 2 a 5 años.
Infantiles: 6 a 10 años.
Adolescentes: 11 a 14 años.
El programa implica control y reparación de la salud en consultorios, domicilio y hospitalización; inmunización, entrega de leche y educación.
En la V Zona de Salud del Servicio Nacional de Salud esta labor se desarrolló, en 1970, en la siguiente forma:
En el instrumento recurso establecimiento, contó con cuatro Hospitales Pediátricos con Servicios altamente especializados en Consultorios Externo y Hospitalización; dos Sanatorios y 74 Consultorios Periféricos.
En recurso horas médicas dispuso de 3.109 horas diarias, un número ligeramente más elevado al año anterior. En el Capítulo II Recursos, cuadro y gráfico (Nº 13), sobre horas pediátricas.
La tasa reestimada (Censo), 2,4 horas médicas pediátricas por cada mil menores de 15 años al igual del año precedente, fluctuó entre 3,5 Área Norte, 3,2 en Área Central, 2,9 en Área Oriente, 2,2 en Área Poniente y 0,6 en el Área rural de San Antonio con una elevada tasa de mortalidad infantil, 1,0 y 1,1 en las Áreas de Buin y Melipilla, 1,4 en Puente Alto y 1,9 en Área Sur.
Horas enfermeras en hospitales pediátricos, 672 horas diarias (112 enfermeras) y en consultorio periféricos 409, excluidas horas administración. Tasa 0,8 horas por cada mil menores de 15 años.
l.- Atención Ambulatoria.
En el recurso horas diarias contó con 1.366 horas pediátricas y 409 de enfermeras, ambos promedios ligeramente superiores al año 1969. Las horas enfermeras se desglosan entre 236 en consultorio periférico y 173 en visitas domiciliarias. En Servicios de Urgencia, se contó con un promedio de 313 horas médicas.
En la actividad consulta médico pediatra, se proporcionaron 1.682.803 consultas año, 6.075 diarias, el 85,3% se proporcionó en Consultorios Periféricos.
En consultas o controles enfermera, se produjeron 285.356 consultas a 282.694 niños con una concentración de una consulta por niño.
Visitas domiciliarias, enfermeras realizaron 57.310 visitas a hogares.
Servicios de Urgencia, se dieron 238.960 atenciones médicas.
Atributo o rendimiento médico pediatra, 4,4 consulta por hora de 4,8 el año anterior, fluctuando entre 10,9 en Área de Buin a 3,7 en Área Oriente. En establecimientos Especiales 2,0 en Psiquiatría infantil. De un índice de 6. En Urgencia 2,1 atención por hora.
Enfermera, 4,8 consulta por hora, entre 6,0 en Área Oriente a 3,0 en Área Melipilla. Índice 6. Visita domiciliaria 1,3 por hora enfermera hogar, entre 4,2 en Área Oriente a 0,1 en Área Puente Alto y Melipilla. índice dos visitas por horas enfermera, sin incluir tiempo transporte.
Leche.-La distribución de leche alcanzó a 4.522.721 kilos, entregados a lactantes, nodrizas, preescolares y embarazadas y de alrededor de 12 millones en todo el país.
Respecto de este aspecto, la Comisión conoció diversos antecedentes relativos a la entrega de leche en el año 1971 en todo el país, así como también del problema nutricional que afecta a nuestra población, al cual nos referiremos más adelante al analizar la conclusión acordada por la Comisión sobre este aspecto.
2.-Atención hospitalaria.
En el recurso horas médicas contó con 799 horas diarias en atención directa de pacientes, es decir, excluidas 409 horas (11 de urgencia) de jefaturas, docencia y exámenes especializados (electrocardiogramas, etcétera).
En camas 2.155 camas y 642.447 días camas ocupadas.
En actividad hospitalización (altas y muertes) egresaron 50.403 hospitalizados. Traslados interservicios, en el mismo hospital 5.345, o sea, un traslado por cada 9,4 egresos (altas o muertes). índice letal 6,3 entre 10,4 en el Área Sur (15,9 en G. Cortés) y 4,8 Área Central (17,6 en recién nacidos patológicos Maternidad San Borja).
Las mortalidades en hospitalizados representaron el 52,3% en el total de muertes en la provincia, tasa 2,5 muertes por cada mil muertes en S. N. S. y 4,8 en la provincia.
En el cuadro se comparan indicadores de rendimiento en 4 hospitales pediátricos. Cada hospital cuenta con todas las especialidades de atención médica (adultos), salvo lógicamente de obstetricia.
Camas Grado
HOSPITALES de uso
C. Mackenna 372 83,8
Arriarán 537 84,2
G. Cortés 180 84,6
R. del Río 332 85,2
Promedio Camas Egresos Egresos
D. estada x hora x cama x traslados
12,4 1,8 24,8 3,2
17,4 3,5 17,7 7,7
13,5 2,0 23,1 17,1
11,2 4,4 28,0 7.9
Respecto del año 1971, se puede decir que la atención fue incrementada en un 15%, según las informaciones proporcionadas por el señor Director del Servicio. Específicamente se desarrolló también un programa de suplementacion alimenticia, a la que nos referiremos más adelante, y se llevaron a cabo campañas para combatir las diarreas, la bronconeumonía y una vacunación masiva antipoliomielitis.
A este respecto, el señor Director del Servicio Nacional de Salud expresó:
"Nos colocamos en la tÁrea de lograr impactar sobre los grandes daños de salud en la población infantil. Y fue así como impulsamos la campaña de diarreas, la campaña de bronconeumonía, la campaña de vacunación masiva antipolio.
"Todas ellas se hicieron, fundamentalmente, en el concepto general de una gran movilización de masas, de una gran movilización de la comunidad entera. Logramos movilizar la comunidad para trabajar junto con nosotros en la campaña de diarreas que, realmente, constituye una experiencia positiva y logramos disminuir en forma importante la mortalidad por diarrea en los meses de enero a abril -cifras que están, o podrían estar en cualquier momento en poder de la Comisión
Investigadora,- que en cifras absolutas significan, prácticamente, ahorrar alrededor de 1.500 vidas en el primer semestre del año 1971.
"La campaña de bronconeumonía no tuvo el éxito tal vez que tuvo la campaña de diarreas; es una patología bastante más difícil, necesita una implementación y un equipo bastante más complejo que el propio tratamiento de la diarrea y creemos que también había una suerte de saturación en la movilización de masas, que nos hizo que, realmente, los éxitos alcanzados en la campaña de diarreas fueran superiores a los de la campaña de bronconeumonía. En este mismo estilo, logramos vacunar, prácticamente, en 48 horas, a 800 mil niños con la vacuna antipolio en el mes de octubre. Creo que ésa es una meta, realmente importante, cumplida, porque significa y nos muestra lo que la comunidad puede entregar, cuando realmente se ve movilizada, a través de metas concretas a cumplir."
Con el objeto de tener una visión de la evolución en nuestro país de la mortalidad de la niñez hasta la edad de cuatro años, se inserta la siguiente Tabla en la que se puede apreciar la forma como ella se ha presentado en los últimos quince años.
MORTALIDAD NEONATAL, INFANTIL Y DEL GRUPO 1 A 4 AÑOS, 1955-1969
40,2 35,8 35,8 35,2 35,6 35,8 36,4 36,4 36,3 34,4 33,9 35,7 34,5 31,6 31,1
AÑOS
1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969
MORTALIDAD
NEONATAL
Defunciones Tasa
- 28 días (a)
9.720
9.118
9.902
9.452
9.694
9.965
10.367
10.333
11.053
10.411
10.318
10.297
9.512
8.649
8.357
MORTALIDAD MORTALIDAD
INFANTIL 1 a 4 años
Defunciones Tasa Defunciones Tasa
- 1 año (a) (b)
28.320 117,0 7.369 9,8
27.909 108,0 7.118 9,1
30.008 113,0 7.883 9,7
31.914 110,0 8.288 9,8
31.043 114,7 7.803 8,9
34.003 122,3 7.481 8,2
31.638 111,1 6.734 7,2
32.920 109,5 8.504 7,9
31.044 101,6 6.795 7,0
31.495 104,0 7.185 7,0
29.394 96,6 5.335 5,1
28.909 100,2 5.155 4,8
26.127 94,7 4.121 3,7
22'.807 83,5 3.593 3,2
21.156 78,7 3.466 3,0
por mil nacidos vivos.
por mil habitantes.
El siguiente cuadro estadístico sobre tasas de mortalidad infantil, muestra a nuestro país como uno de los que exhiben una de las más altas entre los países latinoamericanos.
TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL, 1950 Y 1960 A 1967
(Por mil nacidos vivos)
b)
País 1950 1960 1961
Argentina .... 68 62 59
Bolivia
Brasil
Colombia 124 100 90
Chile 139 125 111
Ecuador 110 100 96
Paraguay
Perú 113 92 93
Uruguay 64 47 42
Venezuela 81 54 53
Costa Rica 92 71 65
Cuba 35 37
El Salvador .... 81 76 70
Guatemala .... 107 92 85
Haití
Honduras 86 52 50
México 96 74 70
Nicaragua .... 82 70 65
Panamá 68 b) 57 54
República Domini
cana 88 101 102
Barbados 125 60 84
Guyana 85 61 50 b)
Jamaica 78 51 49
Trinidad - Tobago . 80 45 45
Datos registrados
1962 1963
59
62 b)
88
105
95
89 44 48 74 38 68 93
47 69 54 48
81 62
90
115
96
85
41
47
71
40 b)
71
91
44 70 54 43
79 54
50 41
45 b) 50 38
Datos es-
1964 1965 1966 1967 timados a)
59 b) 58 b) 59 b) 58 b) 58
154 105
83 82 80 130
108 102 121 100 115
90 93 90 105 105
83 91 63 b) 142
45 50 43
49 48 46 42 55
82 75 70 81
38 38 38 42
65 71 62 64 105
88 93 91 b) 124 182
45 41 117
64 61 63 63 78
54 52 55 129
43 45 45 75
79 73 81 80 118
52 39 48 72
41 b) 42 b) 40 b) 55
40 37 b) 35 b) 56
35 38 42 49
Las estimaciones corresponden al año del último censo para todos los países, excepto Colombia (1951) y Cuba
Provisional.
(1962)
En la primera conclusión aprobada por la Comisión se expresa, además, que el Servicio Nacional de Salud "cumple deficientemente" con sus funciones de recuperación de la salud.
Las acciones de recuperación de la salud o atención médica se definen como el conjunto de medios directos y específicos destinados a poner al alcance del mayor número de individuos y de sus familias los recursos del diagnóstico precoz, del tratamiento oportuno, completo y restaurador, y del control alejado para una segura consolidación del proceso curativo.
La atención médica, uno de los servicios básicos de un programa integral de salud, contribuye indirecta, individual y colectivamente a las acciones de fomento y protección de salud.
Fundamentalmente el Servicio debe proporcionar atención médica completa y gratuita al conjunto de trabajadores afectos al régimen del Servicio de Seguro Social y a sus familias; al personal que labora en él; a los grupos de bajo nivel económico y a los indigentes. En igual forma debe otorgarla a los accidentados del trabajo y a los que padecen de enfermedades profesionales, de acuerdo a la ley 16.744; a los sectores de población que tienen convenios con la institución por medio de servicios -como los empleados públicos y particulares acogidos a la Ley de Medicina Curativa- y, en determinados casos, a aquellos sectores de la población que sin ser beneficiarios o indigentes, recurren a los establecimientos del servicio previo pago de los respectivos aranceles. En atención de urgencia, atiende al 100 por ciento de la población del país.
La Comisión ha considerado que la "recuperación de la salud se desenvuelve en condiciones muy difíciles, ya que el Servicio Nacional de Salud cuenta con 4,5 camas de hospitalización por cada mil habitantes, en circunstancias que los índices útiles deben llegar a 10 camas por cada mil habitantes. Ese hecho se traduce en postergaciones y rechazos de enfermos prácticamente en todos los niveles de atención."., y que en general las condiciones en que funcionan las instalaciones, equipos y edificios son inadecuados.
Con fecha 1º de diciembre del año recién pasado, se dirigieron oficios a los Directores de los Hospitales Generales y a los Directores de los Servicios de Urgencia con el objeto de que informaran acerca de la espera que debe hacer un enfermo desde que solicita atención médica hasta que la recibe, en las diferentes especialidades, y la demora que existe en las hospitalizaciones cuando éstas no son de urgencia, como también del número de enfermos que debe rechazar o postergar. Se solicita, además, que se señalaran las principales deficiencias de los respectivos hospitales, en especial lo referente a edificaciones, instalaciones, alhajamiento, personal y medicamentos.
Las respuestas recibidas revelan que en la mayoría de los establecimientos del Servicio Nacional de Salud existen condiciones inadecuadas de instalaciones, equipos y edificios, falta de personal profesional y de auxiliares, y limitaciones en el abastecimiento de medicamentos.
Se insertan a continuación algunas de estas respuestas:
Hospital de Viña del Mar.
1º-Una estrechez considerable de su local frente a una gran demanda de prestaciones;
2º-Malas condiciones físicas de sus principales dependencias básicas;
3º-Falta de algunos servicios técnicos básicos indispensables, como es el caso de los Servicios de Traumatología y Urulogía;
4°-Servicios técnicos o administrativos insuficientes en su capacidad o condiciones;
5º-Falta de recursos humanos y materiales.
Servicio de Medicina del Hospital Exequiel González Cortés.
En las diferentes especialidades, la espera de los enfermos que solicitan atención varía entre atención inmediata hasta un lapso de dos meses.
Las hospitalizaciones que no son de urgencia guardan relación con la escasa disponibilidad de camas para niños mayores que tienen una demora promedio de ocho semanas.
A pesar que el número de cunas para lactantes es mayor, la demanda determinada por la patología prevalente (bronco-neumonía, diarreas) significa para hospitalizaciones que no son de urgencia una espera de una a dos semanas.
No dispongo de información respecto de rechazos o postergaciones de otras hospitalizaciones en atención a que todas las camas de Pediatría están a disposición de la Unidad de Admisión que depende del Servicio de Urgencia del Establecimiento.
Servicio de Cirugía del mismo Hospital.
1.-Las urgencias se atienden el mismo día o al siguiente cuando el cuadro lo permite. Los no urgentes se demoran en Cirugía Pediátrica 15 días promedio y en Ortopedia, 3 meses.
2.-Las hospitalizaciones que no son de urgencia se demoran entre 6 meses y hasta un año.
3.-Diariamente debe postergarse por falta de cama un promedio diario:
Cirugía Pediátrica: 36 niños.
Ortopedia: 15 niños.
Lo que es de urgencia (fracturas) se hospitaliza de inmediato o al día siguiente.
Por otra parte, la Comisión estima que "la atención del enfermo es, en general, burocratizada y deshumanizada!'.
En el Prólogo de la Memoria Anual de la V Zona de Salud, correspondiente al año 1970 se hace una consideración al respecto, en los términos siguientes:
"Nuestra institución es un Servicio de Humanos para seres humanos. ¿Pero qué significa ser humano? Según la Real Academia benevolente, bondadoso, compasivo y generoso.
"¿Es así nuestro comportamiento con los compañeros, con los beneficiarios de nuestra institución?
"¿Es así como nos ve la comunidad, como una empresa modelo en cuanto a una atención eficiente, expedita y humana?
"Si al contestarnos estas preguntas, concluimos qué nos falta para alcanzar esta meta, ¿qué podríamos hacer para mejorar? Es nuestro deber participar activamente en la conducción de esta institución, a través de consejos, comités, agrupaciones gremiales, etc. y que nuestro plan de lucha no sea sólo por consecuciones económicas, sino también por elevar el nivel de atención a nuestros amigos consultantes, que en conjunto ellos y nosotros formamos la comunidad chilena.
"Esta memoria pretende entregar una información de las actividades, recursos y metas cubiertas, en el año, de tal manera que los equipos de trabajo a nivel Zonal y de Área, analicen los resultados con criterio objetivo y decidan nuevos enfoques técnico-educativos con el fin de ir incorporando efectivamente a la población para que adquiera conciencia de su responsabilidad frente a su salud."
En lo que dice relación con la consideración que hace la Comisión respecto a que "valiosos equipos y material técnico no están en funciones por falta de personal adecuado o negligencia en su instalación por parte de las autoridades del Servicio, el Presidente del Colegio Médico, ¿doctor Emilio Villarroel manifestó en la Comisión que en el Hospital Regional de Concepción existe embalado en los pasillos del primer piso, desde hace tres años, un "set" grande de aparatos de Rayos X, uno de los cuales se incendió y otro se deterioró con el agua. Agregó: "Hice gestiones enormes en el Gobierno pasado, llevé al Ministro de Salud para allá. El Jefe del Subdepartamento de Arquitectura, me envió la copia del proyecto que él presentó, aprobado y financiado, para hacer una parte anexa y reforzar el piso y poder instalar estos aparatos. Sin embargo, no lo hizo el Gobierno anterior hasta que vino el cambio de Gobierno, porque parte de esos dineros los destinaron a terminar el Consultorio de Chiguayante y lo sacaron de este otro lado. Pero yo denuncié esto desde que asumió el actual Gobierno, ya pasó un año y ahí siguen los aparatos.
Así que este cargo es por igual a las dos administraciones, y mientras tanto pasan tres meses y más y los enfermos no pueden ser atendidos en Rayos X, perjudicando a los enfermos de toda la zona. Parece increíble que el Hospital Regional, teniendo ahí esos aparatos, no pueda brindar una atención adecuada".
Asimismo, durante la visita realizada al Hospital Van Buren, de Valparaíso, se tomó conocimiento de la existencia de tres equipos modernos de Rayos X que permanecieron cuatro años encajonados por no haber un local adecuado para instalarlos. Según declaraciones del Director de ese establecimiento, recién se han iniciado las obras tendientes a habilitar un sector del edificio para su funcionamiento. Se estima que dentro de 60 días más podrá entrar en servicio.
En ese mismo hospital existen otros equipos altamente especializados, como el destinado a procurar agua destilada, que no han podido instalarse por no existir en Chile personal capacitado, motivo por el cual se ha debido recurrir al asesoramiento técnico de las firmas extranjeras que los vendieron.
En el Hospital Deformes, también de Valparaíso, se informó que el servicio de rayos no ha funcionado en los últimos seis meses y que la unidad coronaria, que es un equipo nuevo, no ha podido habilitarse por falta de local.
La Comisión ha podido constatar también, y lo ratifican declaraciones del Colegio Médico, que muy pocos establecimientos cuentan con los medios que exige la medicina moderna, especialmente en equipos, instrumental y elementos de trabajo, lo que se traduce en un manifiesto atraso tecnológico y científico en las prestaciones del Servicio, no obstante la excelente preparación de los profesionales y del personal, lo que ha creado una generalizada frustración de ellos, como lo ha podido constatar la Comisión a través de las visitas realizadas, de las informaciones emanadas de las propias directivas de centros hospitalarios y de los Consejos Regionales de Valparaíso y Rancagua.
Contribuye también a esta frustración de los profesionales y demás trabajadores de la salud, el enorme incremento de la demanda de atención de la población, especialmente en los servicios de urgencia -que se estima del orden del 35% en relación al año anterior-, que ha debido afrontarse con el mismo personal, lo que se traduce en un natural estado de tensión.
En el transcurso de la investigación realizada se ha podido constatar falta de medicamentos y, especialmente, de una adecuada diversificación para su uso clínico.
Lo anterior, remitido al Servicio Nacional de Salud, se puede demostrar por las informaciones obtenidas de las propias Direcciones de los Hospitales:
Hospital Sanatorio de Valparaíso.
Abastecimiento.- Desde antiguo se ha' venido presentando en nuestro Hospital el problema de la falta ocasional de algunos medicamentos por el no envío de ellos por parte de la Central de Abastecimiento lo que obliga a la compra de ellos en el comercio local con el consiguiente recargo de precio. Más notoria y lamentable es la no remisión por parte de la Central de Abastecimiento, de determinado instrumental médico; elementos de curación, accesorios, etc. (placas radiográficas, gasa, sondas, artículos de vidrio, etc.) muchos de ellos solicitados reiteradamente por años consecutivos, pero sin éxito.
La adquisición de estos variados elementos en forma directa en el comercio, hace que el ítem L. D. de la Farmacia se agote ya a mediados del año calendario.
Hospital de Osorno.
Durante el transcurso del presente año 1971 hubo notoria escasez de ciertos medicamentos, artículos de curación y varios e instrumental médico. Se pueden señalar entre otros los siguientes: antiespasmódicos de uso oral, analgésicos inyectables, antibióticos de amplio espectro, antitorina tetánica, agujas de suturas, placas radiográficas, etc.
El proveedor oficial del Servicio, la Central de Abastecimientos, en ciertas ocasiones ha carecido de lo solicitado totalmente o ha despachado en cantidades muy inferiores asegurándose complementación posterior que rara vez se cumple. Debe hacerse presente que los pedidos efectuados se rigen por las modalidades exigidas por ese organismo.
La falta de ciertos artículos indispensables obliga a adquirirlos a mayor costo en el comercio y a proveedores particulares. De esta situación se ha informado oportunamente en los Comités de Farmacia y Terapéutica realizados en el establecimiento.
Hospital Regional de Chillán.
Medicamentos.- Hemos recibido, en líneas generales, un 40% de lo pedido. Al respecto hay un estudio hecho por el señor Farmacéutico Inspector Zonal que da ese porcentaje. La Central de Abastecimientos completa después por la vía del "repaso", los pedidos incompletos, pero como se trabaja con cantidades justas de artículos para 3 meses, se producen crisis agudas de desabastecimiento en rubros tan importantes como sueros para uso endovenoso, antibióticos, guantes quirúrgicos, gasa, vitaminas, instrumental médico.
Asistencia Pública de Santiago.
"Nuestro problema más agudo y me refiero a toda la Asistencia Pública de Santiago con su Casa Central en Portugal 125, la Posta Nº 3 y Posta Nº 4, radica en la insuficiencia de local de hospitalización de enfermos, ya que el nuevo edificio, que se creyó demasiado grande en un comienzo, ha resultado insuficiente para la demanda de atención.
Este año se ha producido un hecho no esperado y que estimo conveniente analizar. Mientras el aumento de la población de Santiago incluyendo la inmigración no debe haber pasado de un 4 1/2% a 5 %, el aumento de las consultas médico-quirúrgicas de urgencia ha sobrepasado el 30% y las hospitalizaciones de cuadros de urgencia han aumentado en más del 12%. Esto ha significado una ruptura del equilibrio inestable en que vivíamos entre demanda y recursos, traduciéndose todo ello en una demora de la atención ambulatoria y en cuanto a la hospitalización, como no se rechaza ninguna que sea realmente de urgencia, hemos recurrido al alta precoz estando en este momento en límites realmente peligrosos."
Hospital Regional de Rancagua.
Personal.
Por estudio realizado el 11 de agosto de 1971 se concluye que falta en el Hospital Regional de Rancagua:
Auxiliares de Enfermería: 56.
Enfermeras; 29.
Empleados de Servicio: 56.
Médicos:
Faltan 5.3 horas de Cirugía.
Faltan 6 horas de Oftalmología.
Faltan 12 horas de médico Laboratorista.
Faltan 12 horas de médicos anestesistas.
Faltan 6 horas de médicos transfusor. Faltan 6 horas de médico domiciliario. Faltan 12 horas de médico radiólogo. En los Consultorios Periféricos faltan: Consultorio Nº 1: 13 horas médicas. Consultorio Nº 2: 32 horas médicas. Consultorio Nº 3: 20 horas médicas.
Espera que hacen enfermos no urgentes.
En Servicio de Otorrino tienen una espera promedio de 30 días.
En Servicio de Oftalmología la espera promedio es de 30 días para las intervenciones menores; para las intervenciones mayores es de 2 a 3 meses, lo que se explica por existir un solo médico especialista y no dispone del instrumental adecuado por no existir en Central de Abastecimiento.
En Cirugía Infantil la espera promedio es de 30 días. (No hay especialista).
En Cirugía Adultos los enfermos que no necesitan gran estudio la espera para ser operados desde el momento de su consulta es de 8 a 10 días; cuando es necesario un estudio radiológico, esta espera se prolonga entre 30 - 60 días, explicado por la existencia en el Área de un solo médico radiólogo.
Rechazos.
En 1970 se recibieron 68.037 consultas y en 1971, 87.688. Los rechazos producidos, en porcentajes, alcanzan las siguientes cifras:
En Medicina Interna 11,4%
" Cirugía 10,9%
" Ginecología " 25,1%
" Oftalmología . 24,3%
Promedio de rechazos 11,5%
Hospital del Tórax, de Santiago.
a) Edificación: Las necesidades actuales del Hospital hacen necesaria la construcción de un Consultorio Externo, situación que ha sido puesta en conocimiento de la Dirección General del Servicio y de la que se espera respuesta.
b) Instalación: Es indispensable contar con una nueva instalación para el equipo de Fotofluoroscopía y mejorar las instalaciones del Laboratorio de Fisiopa-tología, completar los equipos de la Unidad de Cuidados Intensivos del Servicio de Medicina, completar los equipos de la Unidad de Cuidados Post Operatorios del Servicio de Cirugía y mejorar las instalaciones y equipos del Laboratorio Central, del Laboratorio de Microbiología de la Tuberculosis. Estas y otras deficiencias están en conocimiento de las autoridades respectivas y algunas de ellas se encuentran en vías de solución.
c) Personal: El gran crecimiento experimentado por el número de atenciones y hospitalizaciones en los últimos años, ha significado una deficiencia relativa de personal en todos los niveles. Se han logrado algunas ampliaciones en nuestra planta, pero aún no se cumplen enteramente las necesidades de médicos, enfermeras y, especialmente, personal auxiliar y de servicio. El problema más agudo en este momento es la falta de anestesiólo-gos.
Hospital Base Antofagasta,
Demora en hospitalización:
En Urgencia: ninguna. En Medicina: de 3 a 30 días. En Cirugía: de 4 a 20 días. En Obstetricia: ninguna. En Traumatología: más o menos 5 a 8 días.
Por su parte el Consejo Regional Valparaíso-Aconcagua del Colegio Médico de Chile expresa:
De los Hospitales de la región.
Con el objeto de que los señores Diputados integrantes de la Comisión Investigadora tengan un panorama de los problemas que apreciarán en su visita a los hospitales, les estamos adjuntando los informes preparados por los Capítulos Médicos respectivos. Ellos, en líneas generales, contienen los siguientes puntos:
1.-Condiciones de local. La gran mayoría de los hospitales y consultorios de las provincias de Valparaíso y Aconcagua son estrechos e inadecuados. Con algunas excepciones, su estado es ruinoso, situación que se vio violentamente agravada con el sismo del 8 de julio pasado. Los Hospitales Deformes, de Valparaíso, y San Camilo, de San Felipe, alcanzan caracteres realmente dramáticos en cuanto al estado en que quedaron.
2.-Materiales y equipos. Insuficientes, antiguos y en mal estado en todos los establecimientos de la provincia. Grandes dificultades y alto costo en su mantenimiento y reparaciones.
3.-Personal. Insuficiente en todos sus niveles. Grandes dificultades administrativas para llenar cargos vacantes.
4.-Número de camas. Gravemente insuficientes, especialmente después del sismo cuando se produjo una apreciable disminución por efectos de los daños sufridos por los edificios.
5.-Medicamentos. Inadecuado abastecimiento de medicamentos y otros, problema crónico de estos servicios.
6.-Relaciones laborales. Todos los Capítulos coinciden en declarar que se ha producido una notoria quiebra del principio de autoridad y del respeto a las jerarquías, lo que se traduce en actos de indisciplina y conflictos reiterados.
7.-Burocracia. Hay consenso de que la tramitación burocrática entorpece seriamente las actividades del Servicio. La solución es una urgente descentralización." En cuanto se refiere a camas de hospitalización, nuestro país, al finalizar el año 1968, disponía de 37.788, lo que daba una proporción de 4,3 camas por mil habitantes. Este promedio es notoriamente más bajo que los índices útiles que señalan los organismos internacionales especializados y también de los que ese mismo año acusaban otros países latinoamericanos. Así tenemos: Argentina, 6,4; Uruguay, 5,3; Cuba 5,5; Barbados, 5,8; Trinidad Tobago, 5,2; Guyana, 5,4, etc.
Hospital Base Área Santa Cruz.
Con respecto al abastecimiento en general, podemos decir que con frecuencia estamos sufriendo deficiencias que se superan con muchas dificultades, lo que sin duda está en directa relación con el marcado centralismo en estas materias.
Hospital Roberto del Río.
La falta temporal en el mercado nacional de: antibióticos, reactivos y material de vidrio para laboratorios, películas, fijadores y reveladores radiográficos, instrumental médico (para Hospital Pediátrico), fluotano, material dental, incubadoras, croupette, tiendas de oxígeno, ha deteriorado la atención de los pacientes en algunos períodos.
Hospital de Quillota.
Medicamentos.-Hay demora en la entrega y otras veces no hay existencia de medicamentos que urgen, como asimismo elementos de curación. Esto se viene arrastrando desde hace muchos años.
Esperamos que con la descentralización esto se solucione.
Respecto a lo observado en farmacia en el sector privado, el Colegio Químico-Farmacéutico, frente a una consulta de la Comisión, expresa lo siguiente:
En respuesta a su oficio Nº 10, de lº-12-71, que se refiere al posible desabastecimento de medicamentos que se habría observado en los últimos meses, en especial de aquellos elaborados, producidos o distribuidos por el Laboratorio Chile, podemos informar a usted lo siguiente:
1.-De una muestra representativa de los 40 laboratorios que actualmente operan, tenemos el siguiente cuadro que indica el número de productos faltantes y su relación, en porcentaje, al número total de especialidades por cada uno de ellos:
CUADRO I
Nombre Laboratorio Nº de productos Faltan Porcentaje
Roche 34 11 33%
Merck 39 8 20%
Berlimed 64 26 40%
Larroche-
Navarron 54 18 33%
Saval 74 9 8%
Bayer 70 34 48%
Pfizer 60 8 13%
Parke Davis 56 13 22%
Lepetit 97 26 25%
Sanitas 73 10 14% 26%
De este cuadro se desprende que como cifra de productos faltantes tenemos un 26%, cifra promedio.
2.-Al analizar ahora los pedidos efectuados, los que naturalmente se refieren a los productos de mayor demanda, la cifra promedio de faltantes sube a un 50%, según se desprende del cuadro II. Es de hacer notar que en los productos entregados la cantidad despachada no siempre es la solicitada, sino inferior.
CUADRO II
Nombre Laboratorio Número pedidos Número entregados Porcentaje
Roche 27 12 56%
Merck 30 18 40%
Berlimed 33 20 39%
Saval 26 8 69%
Bayer 29 13 55%
Pfizer 13 5 62%
Lepetit 33 11 67%
Sanitas 19 8 59%
Farmo-Química 41 15 63%
Andrómaco 35 29 17%
Silesia 33 23 30%
Cirsa 20 4 80%
Benguerel 27 13 52%
Industrial
Panamericana 23 9 61%
Labor 16 6 63%
Química Hoechst 21 14 33%
Squibb 25 10 60%
Wyeth 14 10 29% 50%
3.-En lo que se refiere al Laboratorio Chile S. A., debemos desglosar su abastecimiento en dos ítem:
a) Formulario Nacional.-Según explicación recibida de la Gerencia de esta empresa, pasaron por un corto período de desabastecimiento en algunos renglones de su producción, situación hoy superada, en cuanto a abastecimiento de materias primas, como en lo relativo a planificación de producción por mayor demanda. Pueden ustedes solicitar corroboración de tal documento.
B) En lo atinente a aquellas especialidades propias del Laboratorio Chile S. A. y sus representaciones Organon y Le-derle, el porcentaje de productos faltantes alcanza al 20% sobre la totalidad de su producción (27 de 141) y de 40% sobre los pedidos de especialidades de mayor consumo (27 de 64).
Se ha considerado, también, que en el país existe una carencia de profesionales en todos los niveles, lo que, a juicio de la Comisión, debe remediarse con una política de estímulo y sin desmedro de su formación científica.
El doctor Raúl Zapata, Director de la Posta Central de Santiago, expresó que la falta de médicos no es solamente válida para los servicios de urgencia, sino que es un problema nacional. El país -dijo- desde que se quemó la Escuela de Medicina el año 1948, está sufriendo de una falta de médicos por el menor número de alumnos que se incorporan cada año a sus aulas, número aún insuficiente para reponer los que se retiran del ejercicio profesional o que se acogen a jubilación. A su juicio, deben crearse las condiciones necesarias tendientes a evitar que ello ocurra.
Por su parte, el señor Claudio Sepúlveda, Jefe de la Oficina de Planeamiento del Servicio, planteó el problema en la siguiente forma:
"Por curioso que pueda parecer, nuestra estimación de los déficit en el plazo del plan sexenal determina o señala un déficit mucho más importante de enfermeras, matronas y otros profesionales, que de médicos. Consideramos, incluso, de que con los incrementos que se han producido en la matrícula de médicos en los últimos años y los que están programados para 1972, es probable que no sea necesario seguir aumentando la matrícula de médicos.
Nuestra estimación del déficit total para 1976 en dos alternativas, tanto para un Servicio Nacional de Salud, como para un Servicio Único de Salud nos hace llegar, en la alternativa máxima del servicio único de salud, a una cifra ligeramente inferior a los 10 mil médicos para, digamos, cubrir todo el país. Esto significa, desde luego, que ello se basa sobre una distribución muy equitativa de los demás profesionales y una asignación de funciones muy claras. De tal manera que el esfuerzo médico se haga realmente en relación de su competencia, que no haya pérdida de tiempo en tareas accesorias que pueden ser desarrolladas por otros profesionales de menor capacitación o de capacitación diferente. En cambio, los déficit que se refieren a enfermeras, sobre todo enfermeras, matronas, auxiliares de enfermería, asistentes sociales, son de considerable importancia; así como también el de odontólogos."
Agregó, más adelante, ampliando esta información:
"Es decir, si en un momento determinado, nosotros tenemos un nivel A de trabajo, que tiene insuficiencia de recursos, va a transformarse en un cuello de botella para el nivel Z, que pudiera estar inmediatamente anterior, con lo cual el nivel Z va a perder rendimiento. Esto es como un gran camino que se encuentra con un puente, en el cual el flujo tiene que estrecharse necesariamente. Es lo que sucede, en este momento. El Servicio Nacional de Salud dispone, en este instante, del equivalente de alrededor de cuatro mil médicos, de 6 horas, un poco menos, en realidad. En cambio, dispone de 1.900 enfermeras. Entonces, lo que yo estoy diciendo es que el rendimiento médico, en este momento, está deteriorado, en función importante, porque el resto de los miembros del equipo de salud no se ha desarrollado en la misma forma. Por lo tanto, porcentualmente, es más importante o más grande, desarrollar estos otros niveles que el nivel médico, el cual si se empieza a desarrollar, igualmente va a rendir mal, porque, y esta es la experiencia clínica y yo debo decirles a ustedes que fuera de mi formación en salud pública, hice internado hace no más de un año, de tal manera que tengo el recuerdo fresco. Ocurre, entonces, de que en esas condiciones, uno tiene que asumir la condición de enfermera, de auxiliar y de otro personal para poder cumplir con la tarea específica. Tiene que haber el personal necesario que lo refuerce y así el médico va a rendir mucho más."
El Director del Servicio Nacional de Salud se refirió en los siguientes términos acerca de este problema:
"En la Comisión de Salud del Senado, nosotros hicimos una exposición que reflejaba la perspectiva del Servicio desde el año 1955 al año 1970, en las líneas de tendencia del recurso humano, en relación a las prestaciones. Qué es lo que se encuentra y qué se ve, claramente, en un análisis así, perspectivo del problema. El recurso humano ha tenido un crecimiento bastante claro. En horas médicos, por ponerles un ejemplo, el año 1955 el Servicio tenía alrededor de 16 mil horas médicas, a los 3 años de la formación del Servicio Nacional de Salud, y llegaba al año 1970 con 22 mil horas médicas; vale decir, en 15 años, prácticamente, había tenido un incremento de alrededor de un 32 por ciento. Sin embargo, las prestaciones, las consultas médicas iban de 3 millones 500 mil entregadas el año 1955, a 11 millones de consultas entregadas el año 1970.
Es decir, mientras el recurso humano, el recurso médico aumentaba en un 30 y tantos por ciento, las prestaciones aumentaban en un 200 por ciento. Analizados todos los rubros, enfermería, prácticamente, sin crecimiento en los 15 años, la cantidad de enfermeras en el Servicio casi sin crecer; matronas, prácticamente igual; en odontología, prácticamente igual, y en todos los rubros analizados, digamos, consultas, egresos hospitalarios, cantidad de vacunas, atenciones odontológicas, etcétera, todos los crecimientos fluctuaban entre un 200 a un 600 por ciento del incremento en este mismo período analizado.
Solamente, en auxiliares de enfermería iba un incremento importante que llegaba de 2 mil auxiliares de enfermería en el año 1955 a 12 mil auxiliares de enfermería el año 1970. Solamente, en este rubro había un crecimiento de 600 por ciento, en relación a los recursos existentes en este año estudiado. Ahora bien, si nosotros vemos la perspectiva para 1971, todas estas cifras se disparan. Hemos aumentado en 1 millón 600 mil consultas el año 1971, en relación a 1970. 1 millón 600 mil consultas, que significan alrededor de un 14,8 de incremento. Hemos aumentado en un 34 por ciento, 34 por ciento, las consultas en los Servicios de Urgencia.
De ahí el problema de la Posta Central. Ver la Posta Central, en este momento, es realmente dramático, porque con los mismos recursos, ha aumentado en un 34 por ciento sus atenciones, y ha llegado -cuando la Posta Central estaba acostumbrada a tenor 400 atenciones diarias- a 700 atenciones diarias que, seguramente, el doctor Zapata debe haberles informado en esta misma Comisión Investigadora.
En egresos hospitalarios, aumentamos también en un 15 por ciento y, en realidad, en casi todos los rubros fundamentales de análisis de rendimiento del Servicio, el incremento del año 1971, en relación al año anterior, 1970, fue realmente sustancial y con los mismos recursos. Nosotros, con el recurso humano, hicimos un esfuerzo importante el año 1971. A pesar de estar con estos problemas presupuestarios, ofrecimos plazas para 323 médicos, que era toda la promoción que egresaba de las Escuelas de Medicina.
Aseguramos la contratación de todos los profesionales de enfermería, obstetricia, servicio social, técnicos laborantes, nutricionistas, etcétera. Y, realmente, creo que fue un incremento que provocó y pudo paliar en algo el déficit. A pesar de que los índices de contratación no fueron los óptimos que nosotros esperábamos, llegamos a contratar nada más que un 63% de las plazas ofrecidas y este años estamos volviendo a ofrecer la contratación completa de la promoción; más de 300 médicos generales de zonas, con alrededor de 52 becas primarias que significan 352 sobre una promoción de 345 médicos que egresan.
Está ofertada y asegurada la contratación de toda la promoción de enfermeras, nutricionistas y matronas, en realidad, todos los rubros profesionales, y también auxiliares de enfermería, lo que significa un desembolso para el Servicio de más de 100 millones de escudos exclusivamente en contratación.
Pero bien, nosotros creemos que en el aspecto médico, y también en el profesional y técnico, no están los suficientemente bien aprovechados los recursos humanos actualmente existentes en el país. Todos los estudios hablan de déficit cuantiosos importantes: 12.000 enfermeras faltan en el país; 4.500 médicos faltarían para llegar a una cifra que no es tampoco la óptima, a una relación de un médico por cada 900 habitantes, y así en odontólogos, en matronas, etcétera, etcétera, los déficit son cuantiosos. Sin embargo, a pesar de estos déficit, que son objetivos y reales en el país, nosotros nos damos el lujo de tener un médico trabajando 6 horas, a una enfermera trabajando 6 horas y a una matrona trabajando 6 horas. Nosotros hemos acordado, y en ese sentido hay apoyo del Colegio Médico, un proyecto de ley en poder del Congreso, para aumentar las jornadas de trabajo de los médicos de 6 a 8 horas, de los profesionales y técnicos de 6 a 8 horas. Realmente, si ustedes calculan, tenemos, prácticamente, 4.000 a 4.500 médicos trabajando en estos momentos en el Servicio, si nosotros ganáramos dos horas por cada médico, tendríamos 8 mil horas y 8 mil horas significan más de 1.000 médicos que ganamos, vale decir, tres promociones completas, tres años que ganamos en esta lucha por el déficit.
Ahora, de todas maneras la cantidad de médicos que, en este momento, tienen contratadas sus 8 horas, vale decir, con una extensión horaria, alcanza, más o menos, así estimativamente, alrededor de un 60% de los médicos, no más. Indudablemente que en ese sentido hay que estimular a los médicos a contratar las 8 horas; estimularlos desde el punto de vista también de la dedicación exclusiva. En el proyecto de nuevas remuneraciones para los sectores médicos para el año 1972, no sólo se estipula aumentar de 1 a 1.2 los sueldos vitales por horas médicas trabajadas, horas médicas contratadas, horas mensuales por supuesto, sino que también está contemplado aumentar de 15 a 30% la asignación de estímulo por dedicación exclusiva en su totalidad al Servicio. Esto, creo, va a ser un estímulo mayor y va a poder, digamos, ofrecer mejores perspectivas al médico que dedica el tiempo completo al Servicio.".
Se puede estimar, en todo caso, que en nuestro país existe un déficit de aproximadamente 4.500 médicos, y que para contrarrestar estas cifras, las Universidades han aumentado considerablemente sus matrículas en los primeros años. Así tenemos que en 1960 existía una matrícula de 373 plazas de las tres escuelas existentes, suma que llegaba el año 1970 a 560 plazas en las cinco escuelas en operación.
Por otra parte, la Universidad de Chile ha aumentado también las plazas de enfermería de 100 en 1960 a 450 en 1968, tecnología médica, de 70 a 250 en el mismo período; terapia ocupacional, de 15 a 60 en igual lapso. Asimismo, ha creado dos nuevas carreras: higienistas ambientales y fonoaudiólogos.
La consideración de la Comisión está basada fundamentalmente en las informaciones obtenidas de los distintos centros hospitalarios, ya comentadas, en las que queda de manifiesto la falta de personal médico y para-médico en todos los niveles, especialmente en las zonas rurales del país.
En lo referente a la atención rural, se ha considerado que ella "es especialmente deficiente y se destaca el hecho que la carencia de condiciones mínimas de trabajo y de elementos, así como de facilidades habitacionales para el personal y profesionales, constituye un elemento importante que hace difícil la permanencia de éstos en las zonas apartadas del país". Recomienda, al respecto, que el Servicio debe dotar a las postas y establecimientos rurales de las habitaciones necesarias para su personal.
En igual forma, estima que el cuidado de la salud debe ser otorgada con la misma eficiencia en cualquier lugar del país, para lo cual todos los establecimientos hospitalarios y consultorios deben contar con los elementos materiales, instalaciones y equipos que la medicina actual exige.
La Comisión estima que las informaciones obtenidas le "permiten afirmar que las condiciones descritas redundan en el hecho de exhibir Chile cifras de morbilidad y mortalidad entre las más altas de Sudamérica y, en algunos casos, las más altas del mundo. Este hecho es evidentemente más manifiesto en la morbilidad y mortalidad materno-infantil.
La Comisión se abocó, también, al conocimiento de los programas de suplementación alimenticia destinados a promover un mejor estado nutricional en el niño, en razón de ser éstos una de las acciones de fomento de la salud que debe desarrollar el Servicio Nacional de Salud.
Al efecto, escuchó las exposiciones que sobre esta materia hicieron los señores Ministro de Salud Pública, don Juan Carlos Concha; Director del Servicio Nacional de Salud, don Sergio Infante; Jefe del Departamento de Nutrición y Alimentación del Servicio Nacional de Salud, don Giorgio Solimano, y el Profesor de Pediatría y Nutrición de la Universidad de Chile, y Director del Laboratorio Experimental del Hospital "Manuel Arriarán", don Fernando Monckeberg.
Realizó, además, una visita inspectiva al mencionado Laboratorio Experimental.
Asimismo, sostuvo una entrevista con Su Excelencia el Presidente de la República, destinada a hacerle presente la honda preocupación que existe por parte de la Comisión sobre el problema de desnutrición infantil.
Con el objeto de informar a la Corporación en la forma más amplia posible sobre los alcances de este problema, nos remitiremos a las declaraciones prestadas en el seno de la Comisión por las autoridades antes mencionadas.
En la sesión 6ª, celebrada en miércoles 29 de diciembre pasado, se escuchó al doctor Fernando Monckeberg, quien se refirió al problema en los siguientes términos:
"Respecto a la consulta del programa de leche, sinceramente creemos que es un esfuerzo extraordinario el que el Estado hace por tratar de distribuir leche a una población infantil, que cubre desde 0 a 15 años, y que indudablemente es de un alto costo.
El problema, a mi modo de ver, es tratar de mejorar ese programa, con el objeto de obtener un rendimiento máximo de ese esfuerzo que hace el Estado, que es bastante considerable en este momento, que lo ha desarrollado el actual Gobierno, pero que viene desde hace tiempo, desde 1952, en que comenzó el programa de distribución de leche al lactante. Posteriormente se fue extendiendo a otras edades, hasta llegar al máximo de 5 años en 1960, año en que la distribución alcanzó a 22 millones de kilos de leche en polvo. Después hubo un pequeño descanso.
En la actualidad, según tengo entendido -no me consta-, se ha llevado aproximadamente a 34 millones de kilos de leche en polvo. Tal vez ustedes tengan los datos más frescos del propio Servicio Nacional de Salud.
Es evidente que la leche es un alimento útil, de altísimo valor biológico para prevenir la desnutrición. Por lo menos, en teoría es una gran arma. Sin embargo, me parece que el problema se ha enfocado demasiado unilateralmente. En la medida en que trabajamos en el problema de la desnutrición, uno se va dando cuenta de que es extraordinariamente complejo, que ni siquiera depende de que exista o no determinado alimento, o de que ese alimento, que se distribuye gratuitamente, vaya a solucionar el problema de la desnutrición. Aquí hay varios problemas: de educación, culturales, de ingresos económicos, de saneamiento ambiental, que interfieren poderosamente en cualquier programa de prevención de la desnutrición. De ahí entonces que el resultado, el rendimiento que se puede obtener, haciendo énfasis parciales en un solo proyecto de prevención, es bastante escaso.
En Chile, la desnutrición -que es clara para todos- básicamente es un problema de los primeros años de vida: de 0 a 5 años. Es ahí donde se producen los peores estragos y consecuencias en el desarrollo físico y síquico.
Las encuestas, cuando uno las relata, son dantescas, tanto en Chile como en el resto de los países latinoamericanos.
Por ejemplo, como promedio, a los 5 años de vida ya le faltan al niño chileno aproximadamente 18 centímetros de estatura, lo que evidentemente es un problema de nutrición. Y como problema, desde el punto de vista del desarrollo intelectual, en poblaciones marginales, ya el 45% de los niños, a los 5 años de edad, tiene un franco retraso físico, con un coeficiente intelectual que significa un serio problema para la educación primaria. No hay que olvidar que de cada 100 niños que comienzan la educación primaria, sólo 25 terminan la 5ª preparatoria. Y esto está dado, de acuerdo con nuestros trabajos, básicamente por la incapacidad de aprendizaje, por la lesión síquica producida antes.
El problema de los años posteriores, desde el punto de vista nutritivo, es de mucho menos intensidad. No quiero decir con esto que no exista, pero evidentemente el gran impacto está en la edad de 0 a 5 años, por poner un límite más o menos definido.
De allí, la necesidad de enmendar el enfoque. De 0 a 5 años de edad, es el 10% de la población; en cambio, de 0 a 15 años, es el 50%. Es decir, el grupo afectado es muchísimo más reducido que lo que el programa actual trata de cubrir. De 0 a 5 años se distribuye leche desde hace 11 años, y se llegó a cubrir casi el 80% de la población de 0 a 5 años. El resultado fue pobre por todas las razones que he dado. Después de este esfuerzo enorme que hace el Estado, tenemos que constatar que el problema en la edad de 0 a 5 años sigue igual, para no decir peor que antes.
Entonces la pregunta que salta a primera vista es la siguiente: si el problema está en la edad de 0 a 5 años, que es el 10% de la población, y hasta ahora no ha dado resultado brillante la prevención de desnutrición, ¿para qué extenderlo hasta la edad de 15 años, cuando significa un alto costo del programa, sabiendo, desde luego, que el resultado no va a ser exitoso? De hecho ya llevamos un año, y yo no diría que haya cambiado sustancial-mente el problema desnutricional de la población infantil, según índices indirectos indudablemente, porque este año todavía no hemos hecho evaluación, pero que se deducen del número de niños desnutridos que ingresan al hospital. Yo diría que este año no es inferior a otros en que casi el 80% de los niños hospitalizados en Santiago tienen un grado variable de desnutrición. De allí que si se dispone de los recursos necesarios como para extender un programa hasta la edad de 15 años, desde mi punto de vista personal mucho más lógico sería concentrar esos recursos en la edad de 0 a 5 años, donde el impacto se produce en forma más intensa y donde pueden desarrollarse otros programas.
Quiero poner un ejemplo. Sólo el 12% de la población tiene en este momento alcantarillas y el 15%, servicios de agua potable en su casa. Esta es una cifra que revela un problema extraordinariamente grave y serio para prevenir la desnutrición. Casi el 30% de las calorías de un niño menor de dos años, de una población marginal, se le va en diarreas en los meses de verano, porque no hay agua potable, porque no hay alcantarillas, porque está lleno de moscas, porque no hay nivel cultural ni educacional adecuados. Entonces el esfuerzo tiene que concentrarse también en aspectos de saneamiento ambiental.
Desafortunadamente, según tengo entendido -se me puede corregir si mis datos no son exactos- en construcción de alcantarillas, en poblaciones marginales, este año se ha utilizado un presupuesto equivalente a 3 millones de dólares, mientras que en la distribución de la leche el presupuesto alcanza o sobrepasa los 35 millones de dólares.
Pongo este ejemplo, pero habría muchos otros que dan la pauta de cómo podría actuarse directamente, en forma más efectiva, en el grupo más afectado, que es precisamente el de 0 a 5 años, el que se podría afrontar con muchísimo mejor rendimiento.
Hay que ver también algunos problemas desde el punto de vista económico. Casi más de los 2/3 de la leche que se distribuye, tiene que ser importada, y con muy mala suerte, porque en este momento la disponibilidad de leche en el mundo hace crisis por varias razones; tal vez la más importante: que los países exportadores de leche, especialmente de Europa Occidental, ya no la exportan a partir de aproximadamente un año. Y no la exportan, porque el Mercado Común Europeo tomó el acuerdo de que no se podía subsidiar al productor agropecuario, porque se interfería la economía de sus países. Hasta este momento se subsidiaba al productor de leche en países como Holanda,
Francia, Alemania. Esto hizo que bajara sustancialmente la producción de leche y que prácticamente no se llegara a exportar.
Una situación similar sucedió en los Estados Unidos, que tampoco ha tenido excedente en cuanto a producción de leche. De modo que hemos quedado dependiendo, en definitiva, de dos países, y yo diría que de uno solo: de Nueva Zelandia, que fija el precio a un costo bastante alto. Las últimas adquisiciones fueron a razón de un dólar por kilo, que es un precio exorbitante, pero que el Estado tiene que pagarlo para cumplir con el programa. Pero yo creo que ya la tecnología ha avanzado lo suficiente como para distribuir alimentos y fabricarlos a costos mucho menores y con rendimientos mucho más altos.
Uno de los problemas, por ejemplo, de la leche, de acuerdo con nuestras estadísticas, es que no más del 30% de esa leche llega realmente al niño, por miles de razones: porque la madre no la toma como de un programa dirigido al niño, y aunque la tomara la realidad es que para ella representa mucho una cierta cantidad de leche, que es el principal alimento que se distribuye en la familia. Humanamente es imposible evitarlo, porque las condiciones de saneamiento ambiental no son las adecuadas y las madres pierden confianza en el alimento que se distribuye. Ella sabe por experiencia que la leche que le dan produce diarrea al niño; por lo tanto, la leche es mala, más aún si se le dan gratuitamente. Hemos hecho estudios. Por ejemplo, el 80% de las mamaderas que la madre le da al niño, en el momento en que se la da, es un perfecto caldo de cultivo, con más de 80 mil gérmenes por milímetro cuadrado.
Todo esto hace que un programa de tan buena intención no rinda resultados, y que aun cuando se siga extendiendo, no llegará a la solución definitiva del problema.
Como decía, creemos que es perfectamente posible en Chile, y ya se ha demostrado hasta la saciedad a través de distintos organismos en los cuales hemos trabajado en conjunto: como la CORFO, el Instituto de Fomento Pesquero y otros estatales, que es perfectamente posible producir alimentos para el niño a mucho menor costo y con mayor rendimiento, porque en el hábito de la población son para el niño y, por lo tanto, la madre no se los da a otra persona, sino que llega al niño. Este tipo de alimentos ni sirve ni para hacer postres, ni para tomar café con leche ni para otro, tipo de consumo de los adultos, sino que tiene que llegar al niño. Así lo hemos demostrado en algunas experiencias en la provincia de Curicó.
En resumen, para no extenderme, aun cuando el esfuerzo es extraordinariamente loable, dado el alto costo del programa creo que necesariamente debiera reconsiderárselo e introducirle mejoras, y, más que eso, contemplan el problema de la desnutrición como algo mucho más complejo que la simple dación de un alimento y llegar a solucionarlo en sus últimas causas. Evidentemente que la causa última es el desarrollo socio-económico de Chile. Mientras persistamos en esto, difícilmente se podrá solucionar el problema. Pero hay algunas acciones inmediatas que podrían tomarse y que contribuirían por lo menos a paliarlo en forma efectiva.
Estos mismos argumentos los hemos utilizado en el Servicio Nacional de Salud, pero ha habido disparidad de opiniones."
Frente a una consulta formulada acerca de un trabajo realizado por el Instituto en la provincia de Curicó en el año 1968, dijo:
El señor MONCKEBERG (don Fernando).- En esa época, el año 1968, si mal no recuerdo, se hizo un estudio exhaustivo en la provincia de Curicó no sólo del estado nutritivo sino de las condiciones de vida, y aun análisis crítico también del Servicio Nacional de Salud.
Y la verdad es que fue un informe bastante polémico, que originó conflictos, porque hubo críticas a la labor del Servicio Nacional de Salud.
El doctor Campos sabe mejor que yo que esa provincia la escogimos como la representante del Valle Central de Chile. La verdad es que el Servicio Nacional de Salud no tenía atención médica en ninguna parte rural de la provincia y simplemente se atendía en el hospital regional de Curicó. De modo que prácticamente no existía el Servicio en esa Zona, y la distribución de leche era muy deficiente y el estado nutritivo de los niños, bastante precario.
Pero desde que se pasó el informe a las autoridades hasta ahora, no sé si haya habido cambios fundamentales en Curicó. Por las visitas nuestras, porque hemos continuado trabajando en otros proyectos, me da la impresión de que no, de que la situación es bastante parecida a la que existía en 1968. Y en este momento iniciamos otro programa con otros alimentos incluso de más bajo costo, de proteínas vegetales, en la provincia de Curicó, que debe comenzar en los próximos 10 días con aproximadamente 5 mil niños. Y pensamos, al término de 5 ó 6 meses, hacer una nueva evaluación del estado nutritivo de la población.
Mi impresión, por lo que hemos visto, aun cuando no lo puedo asegurar es que la situación nutritiva no ha cambiado fundamentalmente desde ese año hasta ahora. Me refiero exclusivamente -contestando a la pregunta del doctor Campos- a la provincia de Curicó. No quiero hacer esto extensivo a todo el país ni mucho menos.
El señor CAMPOS.- Yo sé que su equipo hizo una encuesta sobre aceptación de alimentos con harina de pescado. Yo no recuerdo si el porcentaje de aceptación fue favorable para la encuesta que se hizo.
El señor MONCKEBERG (don Fernando).- Más que eso. Hubo dos grupos de controles: uno con distribución convencional de leche, que abarcó 3 mil niños; y otros 3 mil niños que siguieron durante un año con ese tipo de alimentos, que imitaba un poco a los alimentos infantiles que se venden en el comercio. El resultado fue bastante favorable para estos últimos en el crecimiento, por cuanto los niños crecieron cuatro centímetros más que los del otro grupo, lo que estadísticamente es muy significativo.
A través de productos indirectos se conocía la aceptabilidad: esto es, que el producto llegaba realmente al niño y en mayor proporción, porque en ese entonces se daban dos kilos de leche en polvo por niño. Y si la madre se atenía a las instrucciones del médico eso debía durarle un mes, pero si se hacía la pregunta indirecta de cuántos días le duraba el paquete, para no preguntarle si se lo daba a otra persona, en el caso de esta leche era de 3,5 días, y en el caso de la leche limpia del otro alimento alcanzaba a 16 días, lo que evidentemente significaba que también estaba llegando al adulto, pero que en mayor proporción llegaba al niño para el cual se le había dado.
Agregó más adelante:
"Para no dejar una impresión falsa, quiero expresar que en absoluto me opongo a que se distribuya leche, o cualquier otro alimento, que evidentemente algún efecto tiene que producir.
El problema yo lo enfoco desde otro punto de vista. Somos un país de recursos escasos, porque el grado de desarrollo socio-económico nos demuestra eso.
Entonces mi pregunta es cómo utilizar mejor esos recursos para obtener un mayor rendimiento, cosa que debemos pensarla 3, 4 ó 10 veces.
Tan cierto es lo que dice el señor Sabat que también le voy a dar cifras. Hoy día alimentar un hombre en Chile, promedio, durante un mes, calculado por nutricionistas y con los precios de mercado y bajando al mínimo los costos, cuesta 160 escudos mensuales. El promedio de personas por familia en Chile son 5,2 de modo que el gasto debiera ser de alrededor de Eº 800 mensuales, mínimo, según una nutricionista, para que esa familia chilena tenga una dieta equilibrada.
Ahora bien, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud para que la dieta sea equilibrada en alimentos, no se puede gastar más allá del 25% del salario, porque en el momento en que comienza a gastarse más se distorsiona la calidad del alimento. Se deja de comprar el alimento caro para comprar el alimento barato, que le satisface el hambre, pero no lo nutre; deja de comprar carne para comprar tallarines; deja de comprar huevos para comprar sopas. De modo que para que tenga una dieta equilibrada la familia chilena tendría que te-ner un sueldo mínimo de alrededor de Eº 3.200 mensuales. Yo puedo decir desde luego, que menos del 40% de la población de ¡Chile, como familia tiene ese mínimo. De modo que necesariamente tiene que haber un problema de nutrición. De allí que no me oponga a que se distribuya leche u otros alimentos; que se distribuya carne; que se distribuyan huevos.
El problema está en cómo, si los recursos son escasos, obtener un mejor financiamiento o un mejor rendimiento de un programa de esta naturaleza."
Ampliando la idea anterior y refiriéndose a determinadas observaciones formuladas por algunos señores Diputados, el doctor Fernando Monckeberg manifestó:
"Indudablemente que la leche es un extraordinario alimento para el niño, incluso si uno quisiera alimentar a un adulto podría hacerlo sólo con leche, porque tiene todos los ingredientes necesarios.
Pero mi preocupación es otra. La tecnología en la producción de alimentos ha avanzado considerablemente en los últimos 10 ó 12 años. Son avances realmente sustanciales. Yo creo que no hay que amarrarse mucho a ideas tradicionales, que empantanan a veces un poco a los servicios públicos.
Está demostrado hasta la saciedad, no sólo aquí sino en muchos otros centros de investigación, que es posible alimentar al niño con otros productos que no sea la leche, que imiten a ésta o que tengan los mismos elementos nutrientes, a un costo mucho menor.
Desgraciadamente, la producción de leche es muy cara no porque el hombre le fije el precio, sino porque se lo fija la naturaleza.
La producción de proteínas del animal es muy cara. De ahí que la carne, la leche y los huevos sean caros, porque el gasto que hace el animal para producir proteínas es muy alto. De cada 100 calorías que consume la vaca sólo apenas 12 van para la síntesis de proteína: o sea, leche, carne y otros. Necesariamente mientras no se mejore la tecnología en forma sustancial, con conocimientos que aún no sospechamos, la leche va a seguir siendo cara, y un alimento que necesariamente tendrá que seguir disminuyendo su disponibilidad en el mundo.
Es posible, digo, y eso también lo hemos Conversado con el Presidente Allende en más de una ocasión, producir alimentos a muchísimo menor costo y con igual valor biológico desde el punto de vista nutritivo, con muchas ventajas.
Estudiando los hábitos de la población, se pueden imitar, y aprovechando un mal hábito, como, por ejemplo, el de los alimentos infantiles, se puede introducir otro tipo de alimentos con un rendimiento mucho mayor que vaya directamente al niño. Así es posible bajar el costo de 35 millones a unos 10 ó 12 millones, incluso distribuyendo la leche de 0 a 15 años, si se llega a la producción sistematizada de alimentos. Y lo que es más importante, es posible ahorrar la compra de leche en el exterior, porque estos alimentos tienen sólo la tercera o cuarta parte de la leche y, por lo tanto, con la producción nacional bastaría. A eso me refiero cuando digo que hay que obtener un mayor rendimiento de las disponibilidades que actualmente existen en el país.
Bajar el costo significaría poder, en el fondo, disponer de otros recursos para otro tipo de programas que necesariamente van a solucionar el problema.
Lo que se señalaba recientemente, el problema del saneamiento ambiental.
Con la experiencia que tenemos hasta ahora, 35 millones de dólares son suficientes para sanear el ambiente de todo Chile, en un año; para disponer de alcantarillas, de agua potable en toda la población de Chile. Si así se hubiera hecho no me cabe duda que el efecto sobre la nutrición hubiera sido mucho más efectivo que haber prolongado el programa hasta los 15 años, porque constatamos que no ha solucionado el problema. Indudablemente que algo lo ha arreglado, pero sigue igual en toda su intensidad.
Respecto de la pregunta del Diputado señor Monckeberg, es evidente que en Curicó se obtuvieron resultados muy beneficiosos; pero debo afirmar que ello fue un plan piloto, porque nuestra obligación como Universidad no es dar labor asistencial, ni solucionar problemas, sino que hacer investigaciones para que, posteriormente, los organismos estatales la aprovechen en programas nacionales. Y con esos dos mil niños de Curicó, porque de 12 mil niños tomamos solamente 2 mil, se hizo un plan piloto para ver si el programa en sí funcionaba. Y evidentemente funcionó.
Con lo que dije de las proteínas queda contestada la segunda pregunta del Diputado señor Monckeberg.
Respecto a la cantidad de leche que se requeriría de 0 a 15 años-que es el 50% de la población- si le damos leche a todo Chile debieran distribuirse 85 millones de kilos de leche en polvo. En cambio, si la distribuimos sólo en niños de 0 a 5 años no necesitaríamos más allá de 16 ó 17 millones de kilos.
Esa diferencia sustancial la da el tremendo número de niños que se van sumando a medida que pasa la edad.
Hago énfasis en que alimentar al niño desde el punto de vista del desarrollo intelectual, cuando ya está en el colegio, es demasiado tarde. Tenemos experiencia de esto. Hemos tenido 2 ó 3 internados de poblaciones de baja condición socio-económica; hemos alimentado niños durante un año entero, y no hemos visto progreso ninguno como para alcanzar el déficit de desarrollo físico o intelectual. El problema está de 0 a 5 años. Y lo que se deja de hacer de ahí para adelante, es demasiado larde. Y esto es lo que preocupa. De ahí la necesidad imprescindible de abordar esta edad. Actualmente estamos realizando un trabajo "Cali", de extraordinaria importancia. Consiste en tomar los niños de una población marginal -dos mil niños-, sacarlos de allí; llevarlos a un jardín infantil; educarlos con métodos extraordinariamente interesantes, de rendimientos muy modernos; alimentarlos adecuadamente y devolverlos de nuevo a la población en la tarde. Los resultados son realmente espectaculares. Llevamos dos años y medio. Los niños comenzaron cuando tenían 3 años de vida; ahora tienen entre 5 y un poco más.
Quiero darles algunos datos. El vocabulario de la madre de la población de donde han sido traídos los niños es de 80 palabras promedio. No más de 80 palabras. ¡Si no hay comunicación entre ellos! El vocabulario de los niños a los 5 años es de 260 palabras. Es otro mundo totalmente distinto. Ese niño comienza a exigir en la población y en su casa lo que ha aprendido. Empieza a exigir la escobilla de dientes, el lavado de las manos, una toalla y comienza a exigir el alimento que está recibiendo. Comienza a convertirse en un líder dentro de esa población, organiza los juegos con niños de 10 ó 12 años. Y el problema que hemos tenido con las madres es que no quieren seguir mandándonos a los niños, porque dicen que éstos están muy "jodíos".
Creo que una labor así, a esta altura, sería de extraordinario beneficio, y con 35 millones de dólares se puede hacer muy bien si reducimos el número de niños. De 0 a 5 años, apenas es el 10 % de la población, o sea, son 900 mil niños; si eliminamos los que por su condición socio-económica no tienen necesidad del programa, 40%, son 450 mil; si los tomamos a los de 3 años, ya no es el 10% sino el 6%, bajan a 300 y tantos mil; y si eliminamos a la población que por su condición de rural no podemos alcanzar, nos quedan 250 mil, con los cuales hay que hacer una labor efectiva: hay que crearles un medio distinto al que tienen, hay que alimentarlos y hacer un cambio sustancial en una generación, porque, desgraciadamente, si esperamos que los cambios se sucedan en generaciones sucesivas, hoy que las cosas cambian demasiado rápidamente, significaría postergar el problema y diferenciarnos más en una solución definitiva.
Los programas de este tipo, si los recursos son escasos, hay que realizarlos en el grupo más vulnerable sin lugar a dudas.
Volviendo al problema de la leche quiero poner énfasis en una sola cosa: en que distribuir la leche en forma masiva, como se está haciendo actualmente, es caer en un vicio, porque se distribuye a grupos sociales que no la necesitan. Esto es muy perjudicial, porque un porcentaje muy alto de la leche está llegando a grupos que anteriormente compraban la leche y que tienen poder adquisitivo para hacerlo: SERMENA, Fuerzas Armadas, Universidad, empleados del Servicio Nacional de Salud. Esto es un derroche, derroche que bien podría utilizarse para que la leche fuera distribuida en aquellos grupos socioeconómicos que realmente la necesitan, pero que no la adquieren porque, por su nivel cultural, no le dan importancia. Pero sí, en cambio, los que tienen mayor nivel cultural se aprovechan de cualquiera ventaja o beneficio que el Estado pueda proporcionarles. De ahí, entonces, que un buen porcentaje de esta leche llega a manos de personas que no la necesitan y que la adquirían. Bueno. Este es un despilfarro, pero también una posibilidad de que podría ahorrarse en forma sustantiva."
"En la Corporación de Fomento de la
Producción se ha creado la Comisión de Alimentos Proteicos para estimular y llevar adelante los cambios. Ha habido algunas reuniones y algunas cosas positivas, indudablemente.
IANSA, por ejemplo, a través de proyectos nuestros ha comenzado a fabricar tórula de la melaza, que era un subproducto que se perdía.
El Instituto de Fomento Pesquero ha avanzado en la producción de proteínas de pescado. Hay una enormidad de otras posibilidades. Así en el corto plazo de un año o un año y medio, con muy poca inversión, puede llegar la producción industrial y solucionar realmente el problema en Chile con un abastecimiento bastante sustancial.
Yo estarla absolutamente de acuerdo en que pudiera salir de esta Comisión una recomendación a la CORFO, o a quien corresponda, sobre estímulo de este tipo de ensayos.
Quiero poner un ejemplo más. En Chile se venden alimentos 'infantiles como Nutritol, Farinol, Cerelac y otros, que alcanzan a 9 millones de kilos. Es un mal hábito, porque la población los compra creyendo que son alimentos, en circunstancias que son harinas de trigo tostada, con dos o tres vitaminas. Este alimento lo compran niveles socio-económicos de los más variados, porque la madre cree que ése es el alimento y no la leche.
En el Consultorio, constantemente la madre dice: "Al niño le podrá faltar la leche, doctor, pero el alimento jamás". Y este alimento se vende a precios altísimos. El Nutritol cuesta Eº 8 el paquete de 250 gramos, o sea, que el kilo de harina tostada, con dos o tres vitaminas que no tienen ninguna importancia, vale Eº 32.
El señor MONCKEBERG (don Gustavo).- Perdón. ¿Este alimento tiene proteínas?
El señor MONCKEBERG (don Fernando).- Seis por ciento de proteína y muy mala.
En el Congreso hay un proyecto de ley por el cual se exige que lo que se vende como alimento infantil sea realmente alimento infantil y tenga un 30% de proteínas, que se puede lograr sin aumentar el costo. Esto significaría, según nuestros cálculos, llegar al escolar con más proteínas que todo el programa de leche, sin costo para nadie.
Si mal no recuerdo, ese proyecto lleva tres o cuatro años en el Congreso. Se aprobó por unanimidad en la Cámara, pero está pendiente en la Comisión de Salud del Senado."
"Hay poca relación entre Universidad y Servicio Nacional de Salud. No quiero insistir en que el problema es de ahora, es, yo diría, crónico. Lo entiendo, en cierta forma, porque en alguna medida todo lo que se hable sobre nutrición se toma por el Servicio como crítica a los programas que se están aplicando. Si se dice que hay un 60% de niños desnutridos en Chile, se siente directamente afectado el Servicio y su racción es adversa. Si se dice que no hay atención médica en la provincia de Curicó, también se siente afectado el Servicio y su posición es adversa. De ahí que las relaciones humanas se hagan difíciles, pero yo lo comprendo perfectamente.
Por eso, si se hace un programa de investigación, en el cual se presentan novedades y modificaciones, y si a eso se suma el deseo de que no haya muchos cambios y la posición adversa a que exista una especie de evaluación de proyectos, entonces la reacción es muy adversa.
Por ejemplo, una de las críticas al programa de leche, que a mí me parece bien, es que se gastan 35 ¡millones de dólares en adquirir la leche, que en el Presupuesto no existe el ítem para evaluar programas y saber si lo que se está haciendo está bien o mal, o es regular. El decirlo evidentemente crea reacciones. Yo me explico las dificultades que hay entre el que hace la investigación o hace el control y el Servicio que tiene a su cargo la responsabilidad del programa. Necesariamente tendrán que existir si es que no hay dependencia entre uno y otro, si es que hay simplemente interés común y nada más. A muchos proyectos se ha opuesto tenazmente el Servicio Nacional de Salud.
Por ejemplo, se opuso al Plan Tórula de IANSA. IANSA es una industria dependiente de la CORFO. Tenía la melaza, que es un subproducto de la tórula, de la que se llegaba a producir ya 15 mil toneladas al año; que no se podía ni siquiera botar al río ni al mar, porque contaminaba las aguas, y que había que hacer grandes hoyos para enterrarla a un altísimo costo.
El proyecto nuestro consistía en utilizar tórula para producir proteínas. Pues bien, el principal opositor fue siempre el Servicio Nacional de Salud, porque no autorizaba que la tórula fuera para el consumo humano, cuando hace 30 años que se utiliza. Y la Organización Mundial de la Salud tiene todos los tipos de instrucciones para su uso. Sin embargo, había que hacer nuevas experiencias; había que tener nuestras propias normas; no había que guiarse o creer a ciegas lo que dijera la Organización Mundial de la Salud. Y cosas así de este tipo.
Se opuso al proyecto de alimentos proteicos de hace cinco años. El Servicio Nacional de Salud fue su principal opositor.
Se opuso al enriquecimiento de la harina de trigo con licina, que significa aumentar en un 30% la proporción de proteínas de buen consumo para la población de Chile, con un costo de 4 millones de dólares, sin que la población lo note, comiendo los mismos tallarines, las mismas masas, los mismos fideos y el mismo pan. Pero el Servicio Nacional de Salud, en esta misma Comisión me imagino, se opuso tenazmente a ello."
En la Sesión 9ª celebrada en martes 25 de enero del año en curso, el doctor Sergio Infante, Director del Servicio Nacional de Salud, concurrió a la Comisión con el objeto de hacer una exposición general de la política de salud del actual Gobierno y de la labor desarrollada por el organismo a su cargo, a la vez que absolvió las distintas consultas formuladas por los señores Diputados sobre la materia.
Se transcriben a continuación sus intervenciones que dicen relación con el programa de suplementación alimenticia y con la desnutrición infantil:
"Hemos colocado especial énfasis en la campaña nacional de leche, en la campaña de suplementación alimenticia, que no la hemos inventado nosotros; es un programa que ha venido acompañando al Servicio en toda su historia, porque Chile se puede caracterizar por ser el país de Latinoamérica que ha enfrentado seriamente el problema de la nutrición y es así como todo este programa de fomento de la salud, todo el programa materno infantil se ha llevado desde la génesis del Servicio. Sin embargo, este programa de suplementación alimentaria, que lleva ya 19 años de aplicación en el país, el año 1971 se vio incrementada en forma importante por decisión de este Gobierno. Nosotros, al nivel del Servicio, acostumbrábamos en este programa a entregar alrededor de 12 millones de kilos de leche. El año 1967, en la Administración pasada, se trató de incrementar el programa de leche, para llevarlo de 12 a 27 millones de kilos de leche. Problemas en la distribución, problemas en los encajes en las leches de importación, problemas de abastecimiento, hicieron en esa época fracasar lo que fue la tentativa de esa Administración anterior. Y en ese año, cuando estaba programado entregar 27 millones de kilos de leche, el año 1967, se llegó a entregar sólo 18 millones de kilos de. leche.
Todo esto un poco para bosquejar lo que significa un incremento importante como el que se planteó el año 1971: cuadruplicar el programa normal de leche, que era, realmente, un inmenso desafío para abordarla por el Servicio, porque significaba problemas importantes que resolver en las importaciones de leche, problemas de abastecimiento desde la producción nacional, problemas de distribución
en el interior del país, problemas de organización, problemas de coordinación con otras instituciones.
A pesar de que las metas que el Gobierno se ha colocado, de llegar a entregar 48 millones de kilos de leche, a diciembre de 1971, esta meta, que parecía extraordinariamente ambiciosa, y que sobre la cual existía el precedente del año 1967, fue cumplida en su totalidad, y llegamos a entregar y cumplir en la meta señalada de los 48 millones de kilos de leche, al 31 de diciembre de 1971, obviamente, en cifras redondas.
Con respecto al programa de suplementación alimentaria, evidentemente que nadie podría pensar que la única fuente suplementaria de alimentación puede ser la leche. Indudablemente de que hay estudios bastantes avanzados, en los cuales Chile, ha sido vanguardia, de establecer la posibilidad de otras fuentes de origen proteico para incorporar a la alimentación del niño. En ese sentido hay experiencias que tienen bastante tiempo en Chile, algunas de ellas han sido encabezadas por el doctor Monckeberg en el Instituto de Investigaciones que ha funcionado en el Hospital Arriarán. En ese sentido, indudablemente que es una medida extraordinariamente interesante en todo lo que proviene de la línea del pescado, no es solamente la única, hay otros productos que vienen también de la producción de azúcar, como la melaza, especialmente, y hay experiencias con otros de origen vegetal, en las cuales se plantea también la posibilidad de incorporarlo como aporte proteico, proteína de origen vegetal. En ese sentido cuáles son las cosas que en este momento el Gobierno tiene; la Corporación de Fomento tiene un Comité de Productos Proteicos, en el cual se está coordinando todo el trabajo de las investigaciones que en diferentes niveles se están haciendo, entre ellos el Instituto Fomento Pesquero, que es el que está llevando a cabo todas las nuevas experiencias en las nuevas fuentes de proteínas de origen pesquero . . .
El señor CAMPOS.- La Comisión pidió un informe a la Corporación de Fomento sobre lo que usted ha manifestado. No sé si habrá llegado.
El señor INFANTE (Declarante).- Exacto. Yo creo que la CORFO. . .
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor INFANTE (Declarante).- Indudablemente que está dentro de las posibilidades que en el futuro se vaya logrando una alimentación suplementaria mixta entre leche y otras fuentes de proteínas, una de las cuales podría ser la harina de pescado y otras proteínas de origen vegetal. El Gobierno ha tomado la decisión de formar una Comisión Nacional de Nutrición, a nivel presidencial, para coordinar todas estas experiencias y todas las iniciativas que se están llevando en sectores diversos; porque todo lo que tiene relación con el programa de nutrición, evidentemente, que no solamente afecta a los rubros de producción, como también afecta en forma muy especial al agro, y todo el fomento que se haga de la producción lechera, etcétera.
Voy a referirme un poco a la evaluación del programa de la leche, en forma así muy somera. Nosotros no tenemos evaluación de la leche, porque indudablemente que en un programa de estas magnitudes, para evaluarlo, se necesita bastante mayor períodos que simplemente 12 meses de funcionamiento. ¿Podemos decir nosotros que el Plan Nacional de Leche no está significando un impacto en la nutrición? Yo creo que esto, técnicamente, y todos lo entendemos muy bien, es inaceptable como posición. Si lo decimos en el año 1974, yo, tal vez, le creería al doctor Monckeberg; pero en este momento, a 6, 7, 8, 10 ó 12 meses de la partida del programa, yo creo que técnicamente es inaceptable; el impacto sobre la nutrición lo vamos a ver en 2 ó 3 años más.
Ahora, ¿esto está llegando al 30% de la población? ¿Y por qué no decimos al 85%; quién nos va a rebatir la cifra; cuál es el muestreo, la encuesta seria? Cuando se está entregando a 2.800.000 personas leche a lo largo del país. Indudablemente que una muestra para ese universo tiene que ser una muestra bastante más importante que un simple muestreo o encuesta de 1, 2 ó 3 áreas a lo largo del país. Por lo tanto, cualquier evaluación en este sentido, es simplemente adelantarse a algo que nosotros todavía no hemos decidido evaluar y que vamos a empezar a hacerlo ahora en el primer semestre del año 1972, con las técnicas modernas que una evaluación científica y técnica obliga, pero en este momento no hay ninguna evaluación realmente calificada técnicamente a lo largo del país sobre el Plan Nacional de Leche."
"Indudablemente que tenemos bastante que hacer en higiene ambiental, claro que sí; se sabe el esfuerzo que hicimos en el transcurso de este año por montar y dar un impulso importante al problema de la basura, al problema del agua, a la instalación de agua potable, alcantarillado, etcétera. Indudablemente que son dos cosas que no se contraponen, es decir, son dos cosas que deben ir aparejadas. El programa suplementario no se contrapone con el programa que el Gobierno cuenta en el desarrollo de la higiene ambiental. En ese sentido, el Ministerio de Obras Públicas y el de Salud, otras instituciones y las propias municipalidades han dado algunos pasos que son importantes en ese aspecto; indudablemente que queda bastante camino por recorrer."
El señor Ministro de Salud, doctor Juan Carlos Concha, concurrió a la sesión celebrada el día 26 de enero del presente año, asesorado por el señor Giorgio Solimano, Jefe del Departamento de Nutrición y Alimentación del Servicio Nacional de Salud, quien expresó lo siguiente:
"Muy brevemente. Nosotros queremos plantear algunos aspectos que sabemos son, seriamente, controvertidos, se ha dado extraordinario énfasis en los últimos años a la importancia de los problemas nutricionales en el crecimiento y desarrollo y en la mortalidad infantil de nuestra población. Estamos de acuerdo. Creemos sí, que el problema se ha magnificado y extrapolado en algunos aspectos, llevándolo a límites que son peligrosos para el país, aun cuando exista información disponible al respecto. En síntesis, en lo que se refiere al problema de nutrición y desarrollo mental nuestra posición, en este momento, es que la desnutrición puede influir, cuando es grave, en el desarrollo mental del niño, si esta desnutrición se produce a edades muy precoces. Pero que, indudablemente, están actuando otros factores que creemos que son muchas veces primarios a la desnutrición que es lo que se ha llamado síndrome de privación socio-cultural...
A este respecto, creemos que los factores socio-culturales y económicos, están influyendo seriamente y que por tanto el ir a solucionar exclusivamente los problemas nutricionales son medidas paliativas que tienen que ir acompañadas con las medidas generales del desarrollo socio-económico.
A este respecto las acciones que ha emprendido el Gobierno de la Unidad Popular, de nutrición fundamentalmente, a. través del Servicio Nacional de Salud, están enfocadas en esos términos. El problema nacional de la leche, la medida número 17 del Gobierno de la Unidad Popular de dar medio litro de leche a todos los menores de 15 años y a las madres embarazadas y nodrizas es una medida de orden inmediato que debe contribuir a paliar los efectos de la desnutrición ya constituida y a prevenir que la desnutrición aparezca desde el momento de la concepción hacia adelante. Pero, yo creo que es muy importante tener en claro que esta medida forma parte de una actividad programática más amplia dentro del sector de la salud, en el cual podremos enumerar una serie de actividades que se es- tan desarrollando; también el sector de la salud promoviendo y también llevando a la práctica medidas que ya, en gobiernos anteriores fueron seriamente estimuladas como es el fomento alimentario y nutricional para el país, con enfoques tal vez totalmente distintos, porque indudablemente que, detrás de esto hay una concepción incluso nos atreveríamos a decir, doctrinaria en cierta forma y también en ciertas medidas políticas que hace abordar la situación en otra forma.
En el gobierno pasado tuvimos la oportunidad de discutir en la misma Comisión de Salud con el doctor Monckeberg la formación de una Comisión de alimentos y nutrición, cosa que, en este momento el sector de la salud, fundamentalmente a través del servicio y del Ministerio de la Salud, ya ha materializado y que va a concretar en un futuro próximo. Esta es una medida extraordinariamente importante para la relación intersectorial, para la participación de sectores de la educación, de sectores agropecuarios, de sectores económicos y también de sectores de la salud en los planes de la salud simultáneamente a nivel del sector de la salud.
Nosotros estamos integrando los programas de nutrición a los programas generales de la salud y esto también es un cambio de la concepción frente a otro planteamiento que se han hecho previamente; se ha tratado de llegar a la nutrición separada de todos los factores y antecedentes que el Ministro ha dado en esta oportunidad. El niño es el mismo el que enferma de sarampión, el que enferma de diarrea, el que además es desnutrido, por tanto la política en este momento está haciendo integrar las actividades de nutrición a todos los programas de la salud en que cae; atención materna, atención infantil, epidemiología, desarrollo socio-cultural de la población y en gran medida educación.
Es por eso, que estamos totalmente de acuerdo con los planteamientos que aquí se han hecho en términos de estimular las medidas de fomento y prevención para un personal que no tiene el nivel que tiene el médico, pero que muchas veces llega bastante más a la población de lo que llegamos nosotros.
El otro hecho, para terminar en el último minuto es que, está claramente definido de que el problema de la desnutrición en Chile afecta a un grupo socio-económico también claramente establecido y que ese grupo socio-económico es en el cual hay que actuar con mayor intensidad.
Finalmente, me quiero referir a que muy próximamente vamos a dar a conocer una serie 'de estudios que yo los tengo en este momento aquí, y, que, si ustedes lo estiman conveniente, los podemos dejar, que dicen mención a la disponibilidad alimentaria, a la situación alimentaria del país, que nos está probando un hecho muy concreto que aun cuando haya un déficit de alimentos especialmente para la clase proletaria, lo fundamental en Chile, en este momento, por lo menos en el quinquenio 65-69, que ha sido analizado, es un problema de redistribución de alimentos. Si no hay lo suficiente estamos muy próximo a lo insuficiente, pero, lo que pasa es que algunos están comiendo mucho y otros por lo menos no han estado comiendo nada o muy poco. De tal manera que todos estos antecedentes nos está llevando a reformular, en un momento determinado, que las medidas de nutrición deben adoptarse en concomitancia con los demás Ministerios, con la Oficina de Planificación Nacional y con los organismos económicos responsables. ..
Yo quisiera referirme al programa de leche para el 72 y la fundamentación científica que tiene..."
Cabe hacer presente que la exposición del señor Solimano fue hecha al finalizar la sesión, motivo por el cual no pudo desarrollar el tema en su totalidad, por haber llegado la hora de término reglamentario de la reunión.
En consideración a ello, se cursó una nueva invitación al señor Ministro de Salud Pública y al señor Solimano, para el día martes 7 de marzo, sesión que no se celebró por falta de quórum reglamentario. Por estar próxima la fecha de término del plazo de que disponía la Comisión para emitir su informe -15 de marzo- y estar pendiente la realización de diversas visitas oculares, no fue posible cursar una nueva invitación.
A continuación se inserta el decreto que crea una Comisión denominada Comisión Nacional de Alimentación Nutritiva, a la que se refirió tanto el señor Director del Servicio Nacional de Salud, como el señor Giorgio Solimano.
Artículo 1º-Créase una Comisión denominada Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición (CONAN) que tendrá por objeto coordinar los esfuerzos de los distintos ¡sectores en la fijación de las políticas, en la elaboración de los planes y en la ejecución de los programas que promuevan un mejor estado nutricional y un adecuado abastecimiento alimentario de la población.
Artículo 2º-La Comisión estará integrada por:
El Ministro de Agricultura;
El Ministro de Salud;
El Ministro de Educación;
El Ministro de Economía;
El Ministro de Hacienda;
El Ministro del Trabajo y Previsión Social;
El Ministro Director de la Oficina de Planificación Nacional;
El Vicepresidente de la Corporación de Fomento de la Producción;
El Presidente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica;
Un representante del Consejo de Rectores ;
El Director del Servicio Nacional de Salud;
El Presidente de la Central Unica de Trabajadores;
Un representante de la Asociación de Mediana y Pequeña Industria de Chile, y
Un representante de los comerciantes detallistas.
La Comisión será presidida rotativamente por los Ministros que la componen. Contará con una Secretaría Técnica, dirigida por un Secretario General a cargo de la Oficina de Planificación Nacional.
Los Servicios Públicos, instituciones descentralizadas y, en general, las instituciones del Sector Público deberán proporcionar la información que le solicite el Secretario General de acuerdo con el artículo 22 de la ley 16.635 y el artículo 5º de la ley 13.609.
Artículo 3º-La Comisión Nacional podrá formar subcomisiones "ad hoc" que serán presididas por el Secretario General o por quien él designe.
Las comisiones existentes para el estudio, cooperación y ejecución de aspectos relacionados con los objetivos de este decreto, pasarán a formar parte como subcomisiones de la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición. Dentro del plazo de 30 días deberán dar cuenta de la labor realizada a la Secretaría Técnica.
Las subcomisiones se ceñirán a las instrucciones que les imparta la Comisión Nacional y el Secretario General.
Artículo 4º-Le corresponderá a la Comisión :
a) Proponer una Política Alimentaria y Nutricional (PAN) que armonice y complemente las siguientes políticas:
1.-Política de aumento de la producción agropecuaria y pesquera.
2.-Política de mejoramiento de transporte, almacenamiento, industrialización y comercialización de los alimentos.
3.-Política de importación y exportación de alimentos.
4.-Política de stocks, precios y subsidios.
5.-Política para el uso de la ayuda internacional en alimentos.
6.-Política de mejoramiento de la calidad nutritiva de los alimentos y hacia los "alimentos proteicos".
7.-Política de alimentación de masas.
8.-Política de educación alimentaria y orientación de los hábitos de consumo.
9.-Política de protección al consumidor y control de los alimentos.
10.-Política de prevención de la desnutrición y rehabilitación del desnutrido.
11.-Política de prevención de otras enfermedades nutricionales.
12.-Política de formación profesional y de investigación en alimentos y nutrición;
Determinar los compromisos de acción de cada uno de los organismos vinculados a los objetivos de la Comisión;
Coordinar la asistencia técnica nacional e internacional en materia de alimentos y nutrición, y
Informar periódicamente al Presidente de la República, a través de la Oficina de Planificación Nacional, si los planes y programas cumplen con los objetivos del artículo 19.".
Los debates anteriormente transcritos motivaron la aprobación de la siguiente conclusión de la Comisión:
"Considerando que la desnutrición, sub-nutrición y sus perniciosos afectos continúan influyendo sobre un alto porcentaje de la población infantil y que por otra parte el Estado está invirtiendo grandes sumas en programas destinados a prevenir la desnutrición, se hace indispensable:
1º-Evaluar seria, científica y técnicamente el rendimiento de dichos programas, de suyo complejos, para modificarlos, según sea necesario, de manera de abarcar, en forma completa, todo el problema y que dice relación con la higiene ambiental, atención maternal, pediatría, situación socioeconómica, cultural y la entrega de leche;
2º-Analizar en profundidad todos los factores que están condicionando la desnutrición y sus graves consecuencias y de acuerdo con ello formular la prioridad de las medidas y la política adecuada para evitar gastos mal orientados y los fracasos de programas unilaterales o simplistas, y
3º-Utilizar para estos efectos los grandes avances observados en los últimos años en estas materias y la tecnología aplicada a obtener alimentos de alto rendimiento nutritivo, de bajo costo y de elevada producción."
CAMPAÑA DE POLITIZACION QUE EXISTE DE PARTE DE LA JEFATURA DEL SERVICIO
La Comisión considera que:
"1º-Se ha podido comprobar la politización del Servicio, manifestada especialmente en el partidismo descontrolado que se hace evidente en las campañas de carácter netamente político que precede la formación de los Consejos Locales de Salud, que consulta el decreto 602.
Algunas autoridades del S. N. S. han pretendido que los Consejos Paritarios se constituyan para que la comunidad representada en este Consejo vulnere su espíritu tratando de supervigilar y acusar a los profesionales siguiendo vías irregulares de procedimiento.
Ha existido atropello a la carrera funcionaría y sistema de concurso, como los casos del Hospital de Vallenar y los documentos de presión política de Valparaíso, Punta Arenas y Rancagua.
En muchas oportunidades se ha transformado la participación y democratización del Servicio en una lucha de poder político con pérdida total de acción coordinada hacia objetivos técnicos que mejoren la salud.
La dirección del Servicio pretende hacer concientización de carácter político utilizando a las profesionales del Servicio de Asistencia Social para este objetivo. Esta documentación consta en el material de investigación de la Comisión."
2º-La Comisión considera, de acuerdo con los colegios profesionales, que los Consejos Paritarios deben ser necesariamente de prevalencia técnica, ya que las materias relacionadas con la salud pública, son eminentemente de carácter técnico y científico.
La Comisión recomienda que el ingreso del personal del S.N.S. debe ser calificado por una Comisión integrada por autoridades y trabajadores de la Salud, con prescindencia de toda recomendación política y con el objetivo de ir mejorando, paulatinamente, la calidad de los funcionarios.
El Decreto Nº 602, del Ministerio de Salud Pública, de 1? de septiembre de 1971, dispuso que en cada Establecimiento del Servicio Nacional de Salud en que se realizan una o más acciones de salud, se constituirá un Consejo Local de Salud. A éstos les corresponde examinar los problemas de salud que afectan a la comunidad; propender a su solución mediante acciones rápidas y eficaces; promover el interés de los habitantes para participar en forma activa en la solución de los mismos; colaborar en la divulgación de los planes de acciones de salud y representar las anomalías que aparezcan en la ejecución de estas acciones.
Los Consejos Locales, tendrán, en especial, las siguientes funciones:
1º-Proponer una coordinación eficaz y permanente entre la autoridad local de salud, los trabajadores de la salud y la población.
2º-Conocer los problemas de salud a través de la información del Director del Establecimiento y de cualquiera de los miembros del Consejo, y proponer las medidas de corrección o modificación que permitan asegurar el cumplimiento de los programas propuestos, en especial con relación a las siguientes materias:
a) Problemas de salud que se presenten en el territorio que corresponde al respectivo Consejo;
b) Programas de salud que se aplicarán en el sector respectivo;
c) Recursos humanos, materiales y financieros necesarios para desarrollar los programas a nivel local;
d) Rendimientos obtenidos en la ejecución de estos programas, y
e) Demás materias que sea conveniente dar a conocer para impulsar o mejorar las funciones de salud que le competen de acuerdo con la Ley y los Reglamentos al Servicio Nacional de Salud.
3º-Fomentar la participación activa de la comunidad en la recolección de la información básica, la detección de sus problemas y necesidades, la colaboración en la determinación de prioridades y en la ejecución de los programas de salud mediante trabajos voluntarios.
4º-Promover la integración de la autoridad local de salud, de los trabajadores de la salud y la población en el proceso evaluativo de los programas.
5º-Denunciar a la autoridad local de salud las anomalías administrativas que se adviertan y proponer las medidas urgentes que se consideren necesarias para subsanarlas.
6º-Impulsar la celebración de los convenios a que se refiere el artículo 39 de la ley Nº 16.585 y otros de análoga naturaleza que sean necesarios.
Los Consejos Locales de Establecimientos de Salud estarán integrados por:
1.-El jefe del establecimiento del Servicio Nacional de Salud, que sirve de base local al Consejo.
2.-Un representante de cada una de las organizaciones poblacionales (territoriales y funcionales) de las Unidades Vecinales del sector correspondiente a la jurisdicción del Establecimiento de Salud.
3.-Un representante de cada una de las organizaciones de trabajadores urbanos y/o Consejos Campesinos constituidos en el sector.
4.-Un número de representantes, distribuidos en proporcionalidad paritaria, entre las siguientes organizaciones de trabajadores de la salud del Establecimiento; Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, Federación de Profesionales y Técnicos del Servicio Nacional de Salud y funcionarios afectos a la ley Nº 15.076. Este número deberá ser determinado en conjunto por las organizaciones arriba nombradas y no podrá ser mayor que la suma de los representantes de las organizaciones poblacionales de trabajadores urbanos y/o Consejos Campesinos.
5.-Un representante del Servicio de Gobierno Interior.
6.-Un representante municipal.
7.-Un representante de educación local.
Este decreto consulta, además, la constitución de un Consejo Paritario en cada Establecimiento de Salud que será responsable directo del cumplimiento de las funciones y atribuciones asignadas a los Consejos Locales de Salud. Deberá contribuir a la elaboración de los programas de salud, de acuerdo a las normas técnicas vigentes. Además, auspiciará la corrección de las anomalías de los procedimientos administrativos responsablemente denunciadas por integrantes del Consejo Local de Salud y/o del Consejo Paritario.
Este Consejo Paritario del Establecimiento de Salud estará constituido por el Jefa del Establecimiento; por uno o dos representantes de cada una de las siguientes orgnizaciones de trabajadores de la salud del establecimiento: Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, Federación de Profesionales y Técnicos del Servicio Nacional de Salud y funcionarios afectos a la ley Nº 15.076, y por cuatro representantes de las organizaciones poblacionales y/o Consejos Campesinos, y dos representantes de las organizaciones sindicales urbanas. Los miembros de este Consejo mantendrán una proporcionalidad paritaria entre trabajadores de la salud y representantes de la población. Sus integrantes deberán asistir y participar en todas las reuniones del Consejo Local de Salud.
El Decreto 602, crea, además, los Consejos Locales del Área y los Consejos Paritario de Área.
La Contraloría General de la República, junto con dar curso al decreto referido hace el siguiente alcance:
"Con todo, y en relación con las funciones previstas para dichos Consejos en el documento en examen y, en especial, con lo establecido en los artículos 6º y 9º en orden a que los Consejos Paritarios a que aluden esos preceptos son responsables directos del cumplimiento de las "funciones y atribuciones" asignadas a los Consejos Locales de Salud y deben "contribuir a la elaboración de los programas de salud', es oportuno, a juicio de esta Contraloría General, hacer presente que ello no puede entenderse sino en el sentido que los referidos Consejos han de actuar como meros órganos asesores o consultivos, sin que, por ende, pudiera estimarse que aquellas normas permitirían desarrollar funciones de carácter decisorio o ejecutivo, las que son privativas de las reparticiones públicas que deben crearse mediante una ley."
El doctor Eduardo Villarroel, Presidente del Colegio Médico de Chile, declaró a este respecto, en la sesión 5ª celebrada por la Comisión el 22 de diciembre de 1971, lo siguiente:
El señor VILLARROEL (Declarante).- Señor Presidente, señores Diputados, en la sesión anterior yo había comenzado a hacer una exposición, y se me hizo presente, claramente, que el objetivo de esta Comisión era conocer los antecedentes que se pudieran tener en cuenta y los que tenía el Colegio Médico sobre la investigación que esta Comisión está haciendo, en el sentido de la politización del Servicio Nacional de Salud, y deficiencias que habría en la forma de dar atención.
Sobre este particular, yo manifesté la manera en que se están cambiando, con algunas argucias reglamentarias o legales presuntivas, directivos del Servicio Nacional de Salud, que yo podría llamar de nivel medio, puesto que no son a niveles de Director General o de Jefes de Departamento Técnico, en los cuales nosotros no hicimos cuestión en su oportunidad, sino que a nivel medio y casi más bajo, como son los zonales, por una parte, y los directores de hospitales, por otra y la manera, entonces, cómo estos cambios se hicieron; yo manifesté en aquella oportunidad que nosotros teníamos antecedentes que de alguna manera habían configurado una situación que terminó en eso.
Voy a darle lectura, por ejemplo, a una de estas comunicaciones, fechada en Punta Arenas, el 4 de junio de este año, que nos permitieron a nosotros acompañar una comunicación fechada el 27 de abril, de los directivos, de un grupo de socialistas del Servicio Nacional de Salud, dirigida al doctor Sergio Infante Roldán, Director General, y decía:
"Concepción, 27 de abril de 1971. Compañero Director General del Servicio Nacional de Salud, Dr, Sergio Infante Roldán. Presente.
Los delegados socialistas al Primer Congreso Nacional Extraordinario de FE-NATS, que se realiza en la ciudad de Concepción, y en conjunto y de común acuerdo con los Presidentes Zonales de FE-NATS y FEPROTEC de Magallanes, vienen a exponer a Ud. las principales inquietudes y problemas que aquejan a la XIII Zona de Salud:
1.-Siendo de nuestro conocimiento que el actual Director Zonal, compañero Agustín Etchebarne R., dejaría sus funciones en fecha muy próxima, estimamos de conveniencia que si dicho cargo corresponde a un camarada de partido, éste no sea de Magallanes.
2.-El actual Director del Hospital Regional que desempeña tales funciones en carácter de titular, es de filiación D. C. Y en tal situación estimamos necesario lo que sigue:
a) Limitar sus atribuciones por razones obvias, más aún si se considera que Director Zonal y Hospital, según la realidad local, se confunden.
b) Darle carácter a dicho cargo, de dedicación exclusiva de ocho horas funcionarías. Carácter que no posee el Hospital Regional de Punta Arenas. Estamos ciertos que con esta medida obligaría al aludido Director renunciar al cargo, pues económicamente estaría en una situación desmejorada, ya que fuera de atender su consulta particular, presta servicios a las Fuerzas Armadas (Dr. Jorge Mihoüovic Kovacic).
3.-Por medio de la Brigada Socialista de Salud y conforme a lo que se plantea como nueva política del S. N. S. de descentralización y democratización del mismo, hemos logrado que el camarada Mauricio Núñez R. haya sido designado, por resolución interna, Subdirector Administrativo del Hospital Regional, por lo que creemos de suma, importancia que esta designación sea ratificada por la Dirección General, fijándoles atribuciones y se designe como Jefe del Programa de Administración Hospitalaria de toda la ciudad. Y para ello consideramos útil que el aludido compañero efectúe una estadía de unos siete a diez días en la Dirección General.
4.-Hacemos presente al compañero Director General del S.N.S., la conveniencia de "limitar las atribuciones", que el Director del Hospital pueda delegar en las religiosas -no funcionarias- que prestan servicios en los establecimientos asistenciales, pues ello genera una labor de proselitismo, debe mantener e inculcar espíritu paternalista y permitir algunas franquicias irregulares. En nuestra realidad, las religiosas manejan el problema de Administración de Personal, que no es la más adecuada a los intereses del Servicio y a la Política del Gobierno Popular, e incluso limita las atribuciones a los propios funcionarios del Servicio.
5.-En atención a nuestra posición geográfica, consideramos que cualquier comunicación debe tener prioridad en su despacho y recurriendo a los medios más expeditos podremos lograr oportunidad en la información y en el logro de objetivos.
Revolucionariamente y muy cordialmente le saludan,
(Fdo.): Ricardo Marcelli O., Presidente Zona FENATS.-Ramón Henríquez B., PresidenteZonal FEPROTEC- Manuel Velásquez D., SecretarioBrigada P. S. Punta Arenas."
Yo leo ésta, que no es la única comunicación que ha llegado a manos nuestras, señor Presidente, sino que hubo una similar en Valparaíso, y si bien nosotros hicimos cuestión de esto en el Consejo del Servicio Nacional de Salud, el Director General nos manifestó, responsablemente, que él no había tomado ninguna resolución en función de estas comunicaciones, que las podía hacer cualquier partido político y que él estimaba que en cualquier régimen así podría haber sido. Sin embargo, resulta que con posterioridad se han ido produciendo cambios de directores de hospitales, como en el caso del Hospital de Vallenar, que expliqué en la sesión anterior, y que mientras tanto el Hospital fue servido en dirección subrogante por un general de zona, al cual se le creó un cargo para darle delegación de funciones de jefe de residencia, para que así pudiera subrogar al Director del Hospital. Manifesté que una cosa semejante, a través de otras formas, se han estado dando a nivel de la dirección del Hospital de Parral en el momento actual. Por otra parte, esta situación planteada por grupos que, en el momento actual, dirigen dentro de FENATS y FENOTEC y, en relación al decreto 602 que fue promulgado el 1º de septiembre de este año, los directivos de FENATS, locales, han estado supeditando el trabajo de los directores de hospitales. En Concepción -también yo lo manifestaba en su oportunidad-, le expresaron al Director del Hospital que ellos, ahora, de acuerdo con este decreto podían tener el control del hospital, lo que nosotros sabemos que no es efectivo, porque este decreto tiene un alcance de Contraloría, que establece que estos Consejos, una vez que se constituían, son meramente asesores, consejos informativos, pero no son consejos resolutivos. Por consiguiente, no pueden pasar por encima de la autoridad del Director del Hospital. Nosotros tenemos información reciente, denunciada en el Consejo del Colegio, anoche no más, en el sentido de que en el Hospital Sanatorio de Valparaíso, como se llamaba antes, el grupo de FENATS local del Hospital, se apersonó al Director para hacer una cosa semejante de lo que había ocurrido en Concepción, y el Director le hizo ver, categóricamente, que hasta aquí él tenía las funciones específicas, que el reglamento del organismo local de salud le entrega y que, por consiguiente, seguía teniendo la autoridad dentro del hospital. Esto acarreó como los señores parlamentarios saben, en Concepción, el hecho de que se produjeran después -como también narré- un asalto al pensionado y una serie de requisamiento de cosas. Nosotros pensamos que en el sentido de la investigación que está haciendo esta Comisión, esto es una forma de politización, entendiendo este término en el sentido amplio de la palabra, puesto que, por un lado, indudablemente, hay juego político frente a la afiliación política que estos directivos tienen y, por otro, porque se está estableciendo dentro del Servicio una política que va contra el sentir y el ser mismo del Servicio Nacional de Salud. Eso se lo hicimos ver al Presidente de la República, también lo dije en la sesión pasada aquí, lo he dicho en muchas partes responsablemente, que el actual Presidente de la República es uno de los fundadores del Servicio Nacional de Salud, que contribuyó a su creación, lo defendió siempre para que éste fuera un organismo técnico, dirigido por técnicos, y que a estos cargos se llegara por la vía del concurso, el cual puede ser apelable, y aquel individuo que ganaba el concurso ése pasaba a desempeñar el cargo que le correspondía.
Eso y no otra cosa hemos estado defendiendo nosotros. Y pensamos que en la medida que estos concursos sean desvirtuados por cualquiera de estas otras posibilidades administrativas, reglamentarias o legales que franquean la posibilidad de esos cambios, creemos que están llevando a un desquiciamiento y a una no buena atención del Servicio.".
Durante la visita ocular realizada por la Comisión al Hospital Regional de Rancagua, el Secretario del Consejo Regional del Colegio Médico, doctor Lavín, se refirió a la presencia de los doctores González Dagnino y Juan Macaya, quienes en representación de la Dirección General concurrieron a dicho centro asistencial con el objeto de poner en marcha el Consejo Local de Salud. El doctor Macaya, a juicio del Secretario Regional del Colegio Médico, en la exposición hecha a la comunidad sembró desconcierto y temor, ya que ella fue dirigida en contra del personal médico. El doctor González Dagnino, por su parte, habría expresado "si se observa una irregularidad en el servicio por parte de algún médico, no lo denuncien al Director del Hospital, que es médico, sino que háganlo directamente al Director del Servicio". Esta clase de intervenciones, señaló el doctor Lavín, distorsionan lo que deben ser los Consejos Locales de Salud.
Por su parte el Consejo Regional Valparaíso-Aconcagua, del Colegio Médico, expresa al efecto:
Democratización.-Los Consejos Paritarios no funcionan pese a encontrarse elegidos los representantes de los trabajadores de la Salud, con excepción de los de la ley 15.076 que serán elegidos en el curso del presente mes. Los Consejos Locales de Salud están funcionando en todos los establecimientos pero sin que sus miembros hayan sido elegidos en forma democrática como determina el Decreto 602.
Dentro de las conclusiones aprobadas por la Comisión, respecto de la campaña de politización que existe de parte de la Jefatura del Servicio, figura una que expresa:
"La Dirección del Servicio pretende hacer concientización de carácter político utilizando a las profesionales del Servicio de Asistencia Social, para este objeto. Esta documentación consta en el material de la Comisión.".
En efecto, fueron incorporados a la documentación de la Comisión cuatro documentos : "Participación del Pueblo en las tareas de Salud", "Política de Desarrollo Socio-Cultural", "El Concepto de Comunidad y la Participación Popular" y "Proposición Metodológica".
Requerido el Servicio Nacional de Salud para que certificara si estos documentos eran auténticos, el Secretario General de esa institución, en su carácter de Ministro de Fe, certificó que "recabada la información pertinente de las respectivas Dependencias de la Dirección General de Salud, los documentos adjuntos y signados con las letras a), b), c) y d) constituyen informes elaborados por algunos Grupos Técnicos de la Secretaría de Comunidad que tenían como finalidad el de ser un aporte de base de discusión para la proyección posterior del Programa de Trabajo en Comunidad, los que después de un amplio análisis fueron modificados y refundidos en los Programas Generales actualmente en desarrollo.".
Esta documentación debe entenderse como parte integrante del presente informe y queda a disposición de los señores Diputados en los anexos que se acompañan al original del presente informe.
FALTA DE INFORMACIONES DE PARTE DE LAS AUTORIDADES GUBERNAMENTALES SOBRE PETICIONES DE LOS PARLAMENTARIOS SOBRE LA MARCHA DEL SERVICIO
La Comisión aprobó a este respecto una conclusión que expresa que "ha existido mala información a la Cámara de Diputados por parte de las autoridades de Gobierno, ya que no han respondido muchos de los oficios de los señores Diputados y, además, ha existido una reiterada negativa del Ministro de Salud y del Director General del Servicio Nacional de Salud para concurrir a las sesiones de la Comisión de la Salud Pública de la Cámara, a las que han sido invitados.".
En relación al primer aspecto, consta en la Comisión una certificación del señor Secretario de la Corporación en la cual se deja constancia que la Cámara, en el período comprendido entre el 4 de noviembre de 1970 y el 6 de diciembre de 1971, dirigió 221 oficios al señor Ministro de Salud Pública y que sólo 100 de ellos han sido contestados. En igual lapso, la Oficina de Informaciones de la Corporación remitió 26 oficios al Secretario de Estado mencionado y al Servicio Nacional de Salud, requiriendo diversos antecedentes, doce de los cuales no han tenido respuesta.
En cuanto al Servicio Nacional de Salud se hace necesario destacar que no remite regularmente a esa Oficina de Informaciones sus publicaciones oficiales periódicas o extraordinarias, estudios y estadíticas, como lo establece perentoriamente el artículo 5º de la ley 13.609.
La Comisión de Salud Pública, duran; te todas las sesiones que ha celebrado desde el 3 de noviembre de 1970 hasta la fecha, no ha contado con la presencia del señor Ministro de Salud Pública, no obstante que a todas ellas ha sido invitado. Igualmente, el Director del Servicio ha sido citado en reiteradas oportunidades, sin que haya asistido a ninguna de las reuniones celebradas.
El señor Director General del Servicio Nacional de Salud señaló en el seno de la Comisión "realmente nosotros quisiéramos que el debate en la Comisión de Salud de la Cámara, y aquí lo decimos sinceramente, quisiera que tuviera otra discusión; cuando nosotros somos convocados para ver proyectos bastante marginales de los problemas de salud, realmente cuando a estas sesiones de la Comisión de Salud son invitados simultáneamente el Ministro y el Director General y el Subsecretario para ver problemas que sabemos que no tocan el fondo del problema, no podemos sacrificar la tarde entera de las tres autoridades de la Salud, para estar en la Comisión de Salud abordando problemas que no tocan el fondo del problema.".
Cabe señalar que la Comisión de Salud Pública ha celebrado sus sesiones ordinarias los días miércoles de cada semana, de 14.30 a 15.40 horas, y que en el período señalado le correspondió conocer, entre otras materias, el proyecto de ley que creaba el Instituto Nacional de Alcoholismo, el que el actual Gobierno observó, desaprobándolo en su totalidad. La Comisión despachó estas observaciones sin que a sus sesiones asistieran ni el Ministro ni el señor Director de Salud.
Finalmente, la misma Comisión de Salud Pública, con fecha 17 de junio de 1971, invitó a la sesión ordinaria que debía celebrar el 23 del mismo mes y año, a los señores Ministro y Director de Salud, con el objeto de conocer la opinión que le merecían los proyectos de ley que figuraban en Tabla para dicha reunión, "y la incidencia que éstos puedan tener en la orientación general de la política de salud del Gobierno". Paralelamente a las invitaciones cursadas, se facultó a la Mesa de esa Comisión para conversar con ambas autoridades de salud, con el objeto de que en esa oportunidad hicieran una exposición general acerca de la política de salud del Gobierno.
Celebrada la sesión mencionada, no se contó con la presencia de los invitados.
Por las razones anteriormente expuestas y las que, en su oportunidad dará a conocer el señor Diputado informante, la Comisión Especial Investigadora aprobó las siguientes conclusiones:
ACERCA DE LA MALA ATENCION QUE PRESTA AL PUBLICO EN GENERAL
1º-"El Servicio Nacional de Salud no da adecuada cobertura a sus beneficiarios legales y cumple deficientemente con sus funciones de protección, fomento y recuperación de la salud.
La protección y fomento de la salud, muestran sus fallas mayores en el campo cuyas condiciones deplorables son origen de una patología múltiple, especialmente la desnutrición, a través de las diarreas infantiles. Se desenvuelve en condiciones muy difíciles, ya que el Servicio Nacional de Salud sólo cuenta con 4,5 camas de hospitalización por cada mil habitantes, en circunstancias que los índices útiles deben llegar a 10 camas por cada mil habitantes. Este hecho se traduce en postergaciones y rechazos de enfermos prácticamente en todos los niveles de atención.
La información recogida en la inmensa mayoría de los establecimientos del Servicio, revela, en general, las pésimas condiciones en que funcionan las instalaciones, equipos y edificios.
Existe duplicación de equipos y funciones, junto con carencia de éstos en otras áreas.
Valioso equipos y material técnico no están en funciones por falta de personal adecuado o negligencia en su instalación por parte de las autoridades del Servicio.
Muy pocos establecimientos cuentan con las facilidades que exige la medicina moderna, en equipos, instrumentos y elementos de trabajo, lo que redunda en un manifiesto atraso tecnológico y científico en las pretaciones del Servicio, a pesar de la excelente preparación de los profesionales y personal, lo que ha creado una generalizada frustración en ellos.
El Servicio Nacional de Salud es una institución gigantesca que ha sobrepasado las posibilidades de control y funcionamiento orgánico eficaz. El centralismo es desmesurado y existe un divorcio entre planeamiento y ejecución. El Servicio Nacional de Salud abarca funciones que no corresponden a salud (talleres, pagos de subsidios, etcétera).
Se pudo constatar falta de medicamentos y, especialmente, de una adecuada diversificación para su uso clínico.
La atención al enfermo es, en general, burocratizada y deshumanizada.
Existe en el país una carencia de profesionales en todos los niveles, lo que debe remediarse con una política de estímulo y sin desmedro de su formación científica.
En general puede afirmarse que el exceso de trabajo, las trabas burocráticas y la falta de adecuado material, han llevado a una extrema frustración y tensión a los personales profesionales y trabajadores de la salud.
Los datos recogidos permiten afirmar que las condiciones descritas redundan en el hecho de exhibir Chile cifras de morbilidad y motalidad entre las más altas de Sudamérica y, en algunos casos, las más altas del mundo. Este hecho es evidentemente más manifiesto en la morbilidad y mortalidad materno-infantil."
2º-"La atención rural es especialmente deficiente y se destaca el hecho que la carencia de condiciones mínimas de trabajo y de elementos, así como de facilidades habitacionales para el personal y profesionales, constituye un elemento importante que hace difícil la permanencia de éstos en las zonas apartadas del país.
Debe ser política del Servicio el dotar a las Postas y establecimientos rurales de las habilitaciones señaladas."
3º-"La Comisión estima que el cuidado de la salud de la ciudadanía debe ser otorgado con la misma eficiencia en cualquier punto del país para lo cual debe dotarse a todos los establecimientos hospitalarios y consultorios de los elementos materiales, instalaciones y equipos que la medicina actual exige."
4º-"Considerando que la desnutrición, subnutrición y sus perniciosos efectos continúan influyendo sobre un alto porcentaje de la población infantil y que por otra parte el Estado está invirtiendo grandes sumas en programas destinados a prevenir la desnutrición, se hace indispensable :
1º) Evaluar seria, científica y técnicamente el rendimiento de dichos programas, de suyo complejos, para modificarlos, según sea necesario, de manera de abarcar, en forma completa, todo el problema y que dice relación con la higiene ambiental, atención maternal, pediatría, situación socioeconónica, cultural y la entrega de leche;
2º) Analizar en profundidad todos los factores que están condicionando la desnutrición y sus graves consecuencias y de acuerdo con ello formular la prioridad de las medidas y la política adecuada para evitar gastos mal orientados y los fracasos de programas unilaterales o simplistas, y
3º) Utilizar para estos efectos los grandes avances observados en los últimos años en estas materias y la tecnología aplicada a obtener alimentos de alto rendimiento nutritivo, de bajo costo y de elevada producción."
5º-"Los trabajadores de la salud constituyen uno de los sectores más postergados económicamente, y la Comisión ha constatado, para con ellos, incumplimiento de elementales normas de higiene y seguridad en el trabajo que el propio Servicio Nacional de Salud exige para otras entidades.
Estos personales carecen de una adecuada carrera que les posibilita el ascenso técnico y científico, por lo que es necesario dar facilidades para la creación de cursos de capacitación del personal y así lograr dicho ascenso que los haga sentirse incorporados al Servicio y sus necesidades."
RESPECTO DE LA CAMPAÑA DE POLITIZACION QUE EXISTE DE PARTE DE LA JEFATURA DEL SERVICIO
1º-"Se ha podido comprobar la politización del Servicio, manifestada especialmente en el partidismo descontrolado que se hace evidente en las campañas de carácter netamente político que precede la formación de los Consejos Locales de Salud, que consulta el decreto 602.
Algunas autoridades del Servicio Nacional de Salud han pretendido que los Consejos Paritarios se constituyan para que la comunidad representada en este Consejo vulnere su espíritu tratando de supervigilar y acusar a los profesionales siguiendo vías irregulares de procedimiento.
Ha existido atropello a la carrera funcionaría y sistema de concurso, como los casos del Hospital de Vallenar y los documentos de presión política de Valparaíso, Punta Arenas y Rancagua.
En muchas oportunidades se ha transformado la participación y democratización del Servicio en una lucha de poder político con pérdida total de acción coordinada hacia objetivos técnicos que mejoren la salud.
La dirección del Servicio pretende hacer concientización de carácter político utilizando a las profesionales del Servicio de Asistencia Social, para este objetivo. Esta documentación consta en el material de investigación de la Comisión.'
2º-"La Comisión considera, de acuerdo con los colegios profesionales, que los Consejos Paritarios deben ser necesariamente de prevalencia técnica, ya que las materias relacionadas con la salud pública, son eminentemente de carácter técnico y científico.
La Comisión recomienda que el ingreso del personal al Servicio Nacional de Salud debe ser calificado por una Comisión integrada por autoridades y trabajadores de la Salud, con prescindencia de toda recomendación política y con el objetivo de ir mejorando, paulatinamente, la calidad de los funcionarios."
SOBRE LA FALTA DE INFORMACION QUE EXISTE DE PARTE DE LAS AUTORIDADES GUBERNAMENTALES SOBRE LAS PETICIONES QUE SE FORMULAN O LOS ANTECEDENTES QUE SOLICITAN LOS PARLAMENTARIOS SOBRE LA MARCHA DEL SERVICIO
Ha existido mala información a la Cámara de Diputados por parte de las autoridades de Gobierno, ya que no se han respondido muchos de los oficios de los señores Diputados y, además, ha existido una reiterada negativa del Ministro de Salud y del Director General del Servicio Nacional de Salud para concurrir a las sesiones de la Comisión de Salud Pública de la Cámara, a las que han sido invitados.
"Ante la gravedad de los hechos comprobados por la Comisión en sus diferentes sesiones, documentos y visitas, la Comisión Investigadora propone:
Restructurar el Servicio Nacional de Salud de acuerdo a concepciones modernas, que deben ser sometidas a un amplio debate parlamentario, que dé oportunidad para que los Colegios Profesionales, las autoridades de la Salud, los trabajadores de la Salud, la comunidad beneficiaría, y todas las opiniones técnicas puedan ser adecuadamente escuchadas y dar origen a una nueva legislación que reemplace a la actual que resulta obsoleta e ineficiente.
La Comisión considera impostergable e ineludible la realización de este objetivo en resguarde de la salud del pueblo de Chile que, de acuerdo con los informes obtenidos por la Comisión, exhibe los más altos índices de morbilidad y mortalidad en América Latina y, en algunos casos, del mundo, especialmente en los rubros materno-infantil.
Debe reconocerse, como plausible, la preocupación y el interés que las autoridades de la Salud, de éste como de otros Gobiernos han tenido para mejorar la Salud en el país y ha sido la estructura y la concepción del Servicio Nacional de Salud quien ha frenado cualquiera posibilidad de mejoramiento.".
Sala de la Comisión, a 13 de abril de 1972.
Acordado en sesión de fecha 15 de marzo de 1972, con asistencia de los señores Scarella (Presidente), Amunátegui, Frei, Iglesias, Marín, don Oscar; Monckeberg,
Ortega, Ríos, don Héctor; Sabat y Tudela.
Se designó Diputado informante al señor Scarella.
Lilis Eugenio Yávar,
Secretario de la
Comisión.
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