-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/585342/seccion/akn585342-po1-ds4-ds24-ds27-sp147
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Intervencion
- rdf:value = " El señor PRADO.-
Señor Presidente, también votaré favorablemente la idea de legislar acerca de esta materia, pero quiero dejar constancia, en forma breve, de algunas consideraciones.
La primera de ellas es que cuando un Gobierno pasa a controlar una parte muy importante de la economía, como lo ha hecho la actual Administración respecto de la economía productiva e industrial, fundamentalmente, en muy alto porcentaje, sin discusión pública de lo que ello significa para el país hoy en día controla sobre el 70% de la distribución, no hay duda alguna de que, frente al concepto de delito económico, hay que agregar otro concepto que no está presente en la iniciativa que nos ocupa: el control social. Es decir, el control por la comunidad de lo que se puede hacer en materia delictual, no sólo en el campo privado, que cada día es más restringido, sino también en el campo burocrático. Es indudable que en la actualidad muchas empresas están utilizando procedimientos que no sólo bordean el delito, sino que incurren en el delito mismo. Hay situaciones económicas anómalas e irracionales, como la asignación de determinados artículos de la línea blanca a través de pliegos y convenios, con lo cual se alienta un comienzo de mercado negro. Es innegable que quien recibe cada cierto tiempo un artefacto de uso durable como los mencionados, deberá comercializarlo. Es indudable que, muchas veces, se está tratando mediante tal procedimiento de evitar reajustes o aumentos de salarios, en términos directos.
Pero deseo hacer un alcance muy concreto respecto de la causa real del mercado negro. Por supuesto, hay mercado negro en Chile, y creo también que debe de haber algunos sectores privados que participan en él. Sin embargo, quiero decir muy claramente que cuando el 70% o más de la distribución está en manos del Estado, no puede haber mercado negro importante sin complicidad de funcionarios estatales, de gente del régimen.
El primer origen del mercado negro y de ello quiero dejar constancia en forma breve es la incapacidad de la economía productiva del país, el fracaso de ésta y de la estrategia económica del actual Gobierno.
Tuve oportunidad de escuchar al ex Ministro de Economía, señor Pedro Vuskovic, quien nos afirmó varias veces que la inflación sería detenida por otros conductos. Y el ex parlamentario y actual Ministro de Hacienda señor Orlando Millas sostuvo, después del 3 de noviembre, que la inflación era un resabio de antiguas economías que servían a los sectores capitalistas. Sin embargo, en la última exposición de la hacienda pública debió reconocer que al término del año 1972 la inflación alcanzó a 140%. Y al señor Senador que durante el debate acaba de calificar de antichilenos y de no sé qué otras cosas me parece que de contrarrevolucionarios a quienes han formulado alcances de esta naturaleza en la Corporación, debo decirle que el Ministro Millas pronunció dichas palabras en una entrevista publicada en el diario El Siglo el 5 de junio creo que el Honorable señor Durán también se refirió a ella, en la cual manifestó lo siguiente: Son contrarrevolucionarios los criterios oportunistas según los cuales podría tolerarse que no hubiese excedentes y que empresas del área social se conviertan en cargas onerosas para la sociedad. Ello implica que los excedentes que antes acrecentaban las rentas de los capitalistas, ahora sean quemados en aras de la ineficiencia, de la insensibilidad pequeñoburguesa y de múltiples formas de corrupción burguesa.
Son palabras del señor Millas; no nuestras.
En el momento de votar favorablemente el proyecto de ley, quiero dejar constancia de que hay una cosa que Sus Señorías no pueden ocultar: el fracaso del esquema económico o el fracaso de la estrategia económica. Sus Señorías no han obtenido excedentes en la minería, como debieran tenerlos, no sólo por el precio del cobre, sino porque éste se está produciendo a un costo mucho mayor, y que alcanza los niveles más altos conocidos en Chile. Tampoco pueden ocultar que el año pasado el Presupuesto fue insuficiente, y no porque el cálculo del precio del cobre fuera mal estimado, ya que se consideró una cifra de 46 centavos de dólar la libra y el promedio alcanzó a 49 y medio centavos de dólar. Es decir, tal situación estaba prevista.
Los señores Senadores de Gobierno no pueden negar que hoy día, en partes importantísimas de las empresas estatificadas del área social, el signo es aquel que reclama el señor Millas. El área social está perdiendo; la economía en poder del Estado se está transformando en un fracaso, y ello no constituye una novedad. Hay muchos intentos revolucionarios, o seudorrevolucionarios, que han fracasado por las mismas causas; no se saca nada con inventar, a última hora, una especie de gran paraguas como es esto del mercado negro. ¡Por supuesto que hay mercado negro! Cuando hay escasez, hay mercado negro. Pero es preciso ser muy honestos. Cuando el control de la economía está casi totalmente en manos del Estado, aquél no puede existir sin la participación o complicidad de sus funcionarios. Y es conveniente que esto se sepa.
Considero sano legislar en este proyecto en forma tal, que, si existen sectores del mercado negro en la empresa privada lo cual es cada día menos probable, por razones lógicas, habrá que legislar al respecto. Pero también habrá que hacerlo para imponer normas que ya se hacen imprescindibles en una legislación como la chilena, y que corresponden a este concepto del control social, a la defensa de la comunidad en un Estado que no demuestra eficiencia para satisfacer sus necesidades fundamentales.
Voto que sí.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/585342
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/585342/seccion/akn585342-po1-ds4-ds24-ds27