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- rdf:value = " CONSULTA SOBRE INTERPRETACION DE NORMAS DE LA LEY 17.713 EN RELACION CON EL CONFLICTO LABORAL DEL MINERAL EL TENIENTE.- OFICIO.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Consulta de la Sala acerca del verdadero sentido y alcance del artículo P) contenido en el artículo 1º transitorio de la ley 17.713 en relación con el conflicto laboral de los trabajadores de la mina El Teniente. La consulta, que fue absuelta por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, se debatió en primera discusión en la sesión celebrada el 26 de julio, y quedó para segunda discusión.
Hago presente que el Comité Comunista ha pedido aplazamiento de la votación.
Discusión:
Sesión 18, en 28 de junio de 1973.
Informe de Comisión:
Legislación, sesión 1ª, en 23 de mayo de 1973.
El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-
En la segunda discusión, ofrezco la palabra.
El señor VALENZUELA.-
Señor Presidente, con motivo del prolongado conflicto que afectó a los trabajadores del mineral El Teniente hecho inusitado en el país por solicitar el cumplimiento de una disposición legal; el artículo P) contenido en el artículo 1º transitorio de la ley 17.713, el Honorable señor Moreno y el Senador que habla, en una sesión especial celebrada en esta Corporación para analizar la huelga, pedimos que la Comisión de Legislación y Justicia emitiera un informe ante la Sala del Senado respecto de la forma como debiera interpretarse dicho precepto. El informe, en su parte pertinente, señala lo siguiente: El texto del artículo P) contenido en el artículo 1º transitorio de la ley Nº 17.713 es claro en el sentido de que el reajuste se otorga sobre lo percibido en dinero al 30 de septiembre de 1972, por lo que claramente no autoriza la imputación dé los aumentos provenientes de la llamada Escala Móvil al reajuste legal.
Por lo tanto, la conclusión del informe de dicha Comisión coincide con la tesis sustentada al respecto por los trabajadores del mineral de El Teniente.
Hace algunos días se suscribió un acta de avenimiento que puso fin a la huelga, reanudándose las labores en el yacimiento. En el acta se estipula que se designará una Comisión encargada de resolver los problemas derivados del despido de trabajadores por parte de la empresa. El número de los mineros afectados por esta medida era de 25, y sobre esta base, dicha comisión, integrada por un representante de la empresa, uno de los trabajadores en este caso, lo sería el señor Guillermo Medina, presidente de la zonal de trabajadores de El Teniente, y por una persona imparcial, cuya designación recayó en el señor Carlos Briones, quien en ese entonces se desempeñaba como Superintendente de Seguridad Social y en la actualidad es Ministro del Interior del Gobierno del Presidente Allende, iniciaría las conversaciones sobre el problema de los despidos. Sin embargo, hemos comprobado con sorpresa que el número de trabajadores que se encuentra en tal situación ha aumentado considerablemente en la actualidad. El problema a que me refiero debe quedar resuelto definitivamente el jueves de la semana en curso, pues se pidió que la decisión se aplazara en otros cinco días, a fin de lograr una solución que signifique el cumplimiento de la promesa hecha por el Gobierno en el sentido de que no habría represalias en contra de los trabajadores, quienes habían luchado por algo tan justo como lo es el cumplimiento de una ley. Tal situación ha provocado enorme inquietud en los trabajadores del mineral.
Por otra parte, los mineros han hecho presente la necesidad de que se informe al país sobre la forma como se trabajó en el yacimiento durante los 75 ó 76 días que duró el conflicto, por cuanto hay serias denuncias de que se emplearon personas inexpertas que habrían deteriorado algunos elementos fundamentales en el trabajo de la mina. También se dice que se habría producido un comienzo de floreamiento de ese importante mineral de cobre, cuyas consecuencias son extraordinariamente graves para la industria extractiva.
Los trabajadores se han encontrado también con situaciones sumamente delicadas, como el hecho de que los cargos que desempeñaban están ocupados por quienes trabajaron en el mineral durante el tiempo que duró la huelga y a los que los trabajadores han bautizado como patos blancos. Estos se desempeñaron en faenas que requerían de conocimientos adecuados y que durante muchos años realizaron eficientemente los obreros en huelga.
Todo ello ha causado gran molestia en los trabajadores de ese mineral. Por eso, en mi calidad de representante de las provincias de O’Higgins y Colchagua, he considerado de mí deber exponer ante el Senado lo que está sucediendo en estos instantes por el incumplimiento de los puntos del acta de avenimiento que puso fin al conflicto por parte de la empresa, la cual, por ser estatal, representa el criterio del Ejecutivo.
El hecho de que la persona que debe decidir en esa comisión a que he hecho referencia sea don Carlos Briones, a quien conocemos y respetamos, nos permite confiar en que se llegará a una solución justa para los trabajadores.
Considero conveniente oficiar al actual Ministro del Interior, en nombre de los Comités que deseen adherir, solicitándole que se dé cumplimiento a las promesas hechas por el Gobierno en el momento de suscribir el acta de avenimiento en el sentido de que no habría represalias en contra de los trabajadores.
La inquietud existente contribuye al agravamiento de los problemas. El último fin de semana estuve en Rancagua y conversé con diversos dirigentes del mineral de El Teniente. Pude percatarme de que existe desaliento en ellos al comprobar que de parte del Ejecutivo no hay la debida correspondencia con la actitud asumida por los trabajadores para lograr el término del conflicto. Cuando se firma un compromiso y se dice que no se tomarán represalias, se supone que se está actuando de buena fe y no con un cuchillo debajo del poncho. Y ésta es la perspectiva con que los mineros analizan la situación. Ellos no pueden justificar que el Ejecutivo, representado en este caso por la Sociedad Minera El Teniente, actúe de tal manera, defraudando las inquietudes y aspiraciones de los trabajadores, quienes procedieron en forma limpia durante su lucha social. No se les puede reprochar ni un solo acto que hayan cometido durante el transcurso de la huelga, que llevaron a cabo en pro de una conquista que siempre consideraron justa, como lo ratifica ahora el informe de la Comisión de Legislación que estamos discutiendo.
Es de conocimiento público que, debido a la política desarrollada por el Gobierno del señor Allende, el país está sufriendo el éxodo de personas capacitadas. En la visita a la ciudad de Rancagua pude comprobar, además del desaliento que reina entre los trabajadores, que muchos obreros calificados no se trata sólo ahora, señores Senadores, de supervisores, técnicos y profesionales, han recibido ofertas del exterior. Y al ver que en su propia patria se conculcan sus derechos y no se respeta lo mínimo que debe respetarse en las personas, su dignidad como trabajadores y como chilenos, piensan que es justo aceptar dichos ofrecimientos.
Todos podemos comprobar que en nuestro país se está actuando en todos los niveles sin las personas calificadas, sean obreros, empleados, técnicos y profesionales. Sin embargo, con ceguera increíble, quienes representan al Gobierno del señor Allende parecen no querer ver nada de lo que está sucediendo en Chile, y siguen adelante con una política que está destruyendo los avances tecnológicos, científicos y profesionales de nuestro país.
Hace un instante, otros Senadores se refirieron a los problemas que afronta otra de las industrias importantes, como lo es la vitivinícola. Ahora, a propósito del informe que discutimos, debo referirme a las proyecciones derivadas de la actitud del Gobierno y de la empresa frente a los trabajadores del cobre, quienes necesitan años de especialización, pues el capataz de una, sección del mineral y de los socavones de la mina no se forma en dos o tres días. En esta Corporación hay señores Senadores que representan a otras zonas mineras del país, los cuales deben concordar conmigo en la importancia del perfeccionamiento profesional de quienes laboran en los yacimientos cupríferos.
Por eso, he querido levantar mi voz en defensa de Chile. No podemos seguir en esas condiciones, pues, de lo contrario, un desaliento profundo se irá extendiendo, día tras día, a lo largo del territorio, en perjuicio de nuestra patria. Como Senadores tendríamos una inmensa responsabilidad si, por omisión, calláramos estos problemas tan graves que está viviendo Chile.
Reitero mi petición de que se oficie al señor Ministro del Interior transcribiéndole mis observaciones y las que formulen otros Honorables colegas, con el objeto de que se dé pronta solución al conflicto y de que, por lo menos en este aspecto, se produzca una sensación de alivio y de que en Chile hay respeto hacia las personas que están trabajando y laborando por su progreso.
El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se enviará el oficio en nombre de los Comités Demócrata Cristiano, Nacional e Izquierda Radical.
Acordado.
El señor DIEZ.-
Pido la palabra.
El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor DIEZ.-
En nombre del Honorable señor García, que ha debido ausentarse por algunos momentos de la Sala, quiero manifestar brevemente su conformidad con las expresiones del Honorable señor Valenzuela.
El señor, Senador me ha pedido agregar, además, que, según su información personal, el hecho de que los trabajadores y técnicos de El Teniente estén abandonando el territorio nacional se debe no sólo a las razones dadas por el Honorable señor Valenzuela, sino a la actitud del Comité de Vigilancia que está funcionando dentro del mineral. Dicho Comité de Vigilancia, que no sólo existe en la industria del cobre, sino que también en muchas otras empresas del país, está creando una verdadera dictadura laboral o dictadura sindical, que hace imposible que la gente permanezca en el trabajo. A eso se debe, principalmente, la fuga de nuestros talentos y técnicos hacia el exterior, lo que deja al país en una deficiencia tecnológica realmente grave, dadas las circunstancias por que atraviesa la economía nacional.
Es cuanto deseaba manifestar en nombre del Honorable señor García, solidarizando con las expresiones vertidas en la Sala por el Honorable señor Valenzuela.
El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.
El señor MORENO.-
Señor Presidente, me siento plenamente interpretado por las palabras pronunciadas en esta Sala por el Senador, camarada y amigo Ricardo Valenzuela, quien ha dado a conocer con mucha exactitud lo que está ocurriendo en la actualidad en el mineral de El Teniente, después de haberse puesto, término al conflicto que mantuvieron los trabajadores durante 76 días; conflicto que no se originó en reivindicaciones contenidas en los pliegos de peticiones propiamente tales y que, cómo muy bien se ha señalado en la Sala, probablemente es uno de los que quedarán escritos en la historia de los movimientos sindicales chilenos como estigma para quienes, habiendo sido elegidos bajo la carátula de representar a los trabajadores, una vez que se encontraron instalados en el Gobierno y con poder se volvieron contra los propios trabajadores.
Los mineros de El Teniente iniciaron una huelga para pedir que se diera cumplimiento al artículo P) de la ley 17.713, que les dio el derecho a percibir el reajuste de 41% por el lapso que mediaba entre octubre de 1972 y marzo del presente año. Por desgracia, como se demuestra, en el informe elaborado por la Comisión de Legislación, la interpretación que dio el Ejecutivo y, en particular, los Ministerios del Trabajo y Previsión Social y de Minería a la, ley referida, ha sido arbitraria y claramente atentatoria contra los derechos establecidos en la Constitución Política del Estado, que garantizó a los trabajadores de la gran minería del cobre el derecho a mantener las conquistas salariales o previsionales logradas en el pasado, principio que fue reforzado mediante la dictación de ese estatuto constitucional que se denominó la nacionalización de la minería del cobre.
Me explico que los representantes del Partido Comunista hayan hecho en el Senado todo lo posible para evitar que ese informe de la Comisión fuera aprobado en su oportunidad. Solicitaron segunda discusión, y hoy su Comité ha pedido aplazamiento de la votación. ¿Qué significa esto? Significa que no desean que se despache con prontitud el informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento que, con acopio de materiales, antecedentes y declaraciones de quienes, en ella participaron, deja claramente establecidas las transgresiones legales que se cometieron en contra de los propios trabajadores.
Por eso, si alguien en el país aún tuviera algún problema de conciencia o dudas sobre los fundamentos que motivaron la acusación constitucional contra los ex Ministros del Trabajo y Previsión Social y de Minería, señores Figueroa y Bitar, respectivamente, al leer ese informe comprobará que, en realidad, esos ex Secretarios de Estado no tenían justificación alguna para haber procedido en la forma como actuaron.
Igual como lo hizo el Honorable señor Valenzuela, quiero denunciar que, no obstante haberse logrado el término del conflicto de los trabajadores de El Teniente y a pesar de haber aceptado éstos una fórmula intermedia en la percepción de .derechos que la ley les concede, hoy se está incubando en ese -mineral, al igual como en el de Chuquicamata, ubicado en la provincia de Antofagasta, una nueva situación de conflicto extremadamente crítica, a raíz de la violación que se está haciendo hasta este instante del acta que puso término al conflicto. Dicha acta estableció que no se tomarían represalias contra los trabajadores, salvo contra quienes hubieran cometidos delitos comunes en el lapso de la huelga. Hasta este momento, 174 trabajadores de El Teniente no han sido reincorporados a sus faenas, sin que exista denuncia a tribunal alguno por la comisión de aquellos delitos, sin que se estén realizando investigaciones y sin que exista constancia en Carabineros ni en ninguna otra instancia donde se formulan estas denuncias, que permitan mantener a ese grupo de asalariados fuera de sus faenas o de sus lugares habituales de trabajo.
Hace 40 días los empleados y obreros de Chuquicamata iniciaron una huelga en solidaridad con los trabajadores de El Teniente. En aquel mineral hay 71 personas despedidas, que no han sido reincorporadas a sus labores y, por eso, la huelga en Chuquicamata continúa, ya no en solidaridad con el personal de El Teniente, sino para exigir que se ponga término al atropello que se está cometiendo contra esos trabajadores.
Lo expresado por el Honorable señor Valenzuela en esta Sala es realmente dramático. Ayer estuve en Rancagua conversando con trabajadores, técnicos y obreros del mineral y, según me han informado, existe una verdadera situación de anarquía; la gente no está trabajando, se están desmantelando oficinas completas y hay más de 100 personas que se aprestan en estos momentos a irse del país en los próximos veinte días. Y muchos parlamentarios estamos siendo requeridos no para resolver problemas de la zona o de bienestar para los habitantes de esa provincia, sino para que hagamos gestiones en Embajadas y Consulados a fin de allanar el camino a quienes se les niegan posibilidades de seguir laborando en su propia patria y buscan trabajo en minas de Brasil, Venezuela o de países africanos, lugares adonde se están dirigiendo muchos de estos trabajadores especializados.
Lo más condenatorio es que quienes administran la minería en Chile, los miembros del Poder Ejecutivo, son absolutamente impermeables a lo que ocurre. Al parecer, su slogan de tomar el control del poder total, no sólo pasa por la destrucción de nuestras riquezas, sino que también creen que la forma de conquistarlo es haciendo que abandonen nuestro país personas a quienes se niega el derecho a vivir. Ayer conversé también con técnicos y funcionarios que viven en Coya o en campamentos del mineral, y pude comprobar que existe un verdadero clima de terror desatado por parte de los ejecutivos marxistas de la empresa, con amenazas y presiones físicas, tratando de acelerar el éxodo de la gente. Ante esto no podemos permanecer en silencio, porque, en realidad, el cobre es un patrimonio que nos pertenece a todos los chilenos, y no se puede seguir aceptando que por la estupidez, la ignorancia, el sectarismo y la prepotencia que hoy están mostrando los que detentan el control de la minería, se esté destruyendo en nuestro país lo que durante generaciones se logró preparar en las universidades, en los institutos técnicos o mediante la experiencia cotidiana de quienes han hecho del trabajo en esos minerales su forma de vida.
Por lo anterior, yo protesto por la actitud del Partido Comunista, que, no contento de haber tratado de dividir al movimiento sindical, de haber traicionado a los trabajadores y de haberse hecho acreedor al título de traidor del movimiento gremial chileno, hoy viene al Senado a tratar de dilatar la aprobación de este proyecto de acuerdo y el informe de la Comisión, con el objeto, quizás, de impedir que sus huellas digitales queden en las actas del Senado y sean conocidas en lo futuro por quienes deberán analizar lo ocurrido durante estos años respecto del manejo de la política sindical chilena.
El señor AGUIRRE DOOLAN (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Queda aplazada la votación del proyecto.
Se va a constituir la Sala en sesión secreta.
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