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- rdf:value = " El señor AGUILERA.-
Señor Presidente, me alegro de que mis primeras palabras en el Senado sean para hacer una recordación del hombre que fundó las primeras organizaciones de la clase obrera en Chile, que fue el precursor del antiimperialismo en nuestro país y cuyo ejemplo desbordó nuestras fronteras.
Mañana 6 de junio, se cumplirán 97 años del nacimiento de Luis Emilio Recabarren. Como hijo de la clase obrera, como dirigente sindical, como ex Diputado cargo que desempeñé durante algunos años, no puedo dejar pasar inadvertida tal fecha.
Luis Emilio Recabarren nos entregó sabiduría y orientaciones cuando, hace muchos años, hablaba de que debían nacionalizarse nuestras riquezas para que la clase trabajadora organizada lograra derribar al imperialismo, en una época en que era difícil manifestarse izquierdista y, más aún, revolucionario.
A los Senadores socialistas nos corresponde hacer esta recordación y rendir un homenaje, tal como lo hacen en estos momentos sus herederos de la clase obrera, que se encuentran reunidos por miles en la plaza Bulnes exteriorizando su respaldo al actual Gobierno de los trabajadores e impulsando el programa de la Unidad Popular.
No podemos olvidar esos grandes hechos ni las lecciones que dejó a la clase obrera. Así como las ideas y la filosofía de Marx fueron posteriormente llevadas a la práctica por Lenin, podemos decir también que en Chile hay muchos trabajadores y ciudadanos que han dedicado su vida a luchar contra el imperialismo, como el caso del compañero Salvador Allende, siguiendo la tradición que trazó hace años Luis Emilio Recabarren.
Con el propósito de que quede constancia en la versión del Senado de la trayectoria de su vida, que tuvo muchos tropiezos, pues fue perseguido como lo fueron posteriormente miles de dirigentes, he considerado conveniente dar lectura a las partes de mayor interés de un artículo aparecido en la revista cubana Bohemia. Es útil que la actual generación conozca lo que hizo ese gran hombre, cuyos hechos no sólo se destacan en la prensa nacional, sino que en la de otros países, como es el caso de la publicación que he señalado, en la cual se dan a conocer algunos pasajes de su vida.
Este homenaje se lo rinde un obrero igual que él y que también ha aportado su grano de arena para colaborar en el proceso de cambios en que estamos empeñados.
El artículo en referencia se titula: Hace 97 años nació el precursor del anti imperialismo en América, y dice:
El 6 de junio de 1876 nació en Valparaíso Luis Emilio Recabarren. Vino al mundo en la segunda mitad del siglo XIX, época en que después de terminada la Guerra del Pacífico (1879-1883), Chile se anexó regiones salitreras en el norte.
Aunque el país continuó siendo fundamentalmente agrario, el sector más dinámico de la economía lo constituyó en esa época la industria del nitrato de sodio.
La vinculación dependiente del imperialismo inglés cuyos representantes extraían el nitrato de sodio, apoderándose de la casi totalidad de las ganancias llegó a ser tan profunda que en 1890 los capitales invertidos, directa e indirectamente en la industria salitrera, oscilaban entre los 14 y 15 millones de libras esterlinas. Por lo que Chile se convirtió en una factoría británica.
Surgió la clase obrera chilena producto de la actividad de la naciente industria nacional y al calor de las inversiones extranjeras, fundamentalmente británicas, encaminadas a la extracción de las materias primas de Chile. Por tanto, apareci�� básicamente vinculada a las minas de carbón, de cobre, a los puertos, a los ferrocarriles y al salitre. Constituyendo el sector salitrero el más explotado y por lo tanto el más combativo.
Las condiciones de vida y de trabajo de los obreros se caracterizaban por salarios exiguos, pagados generalmente en vales o fichas; jornadas de trabajo de 12 horas como mínimo; monopolio comercial en manos del almacén de la empresa; carencia de medicinas, médicos, hospitales y protección del trabajo.
A esta situación el proletariado respondió organizándose, primero en sociedades mutualistas asociaciones de carácter defensivo; después en sindicatos, medios de lucha por reivindicaciones económicas y políticas, llegando posteriormente a una forma organizativa superior: la organización política.
Los trabajadores chilenos, producto de su desarrollo organizativo y de influencia del movimiento obrero mundial, fundaron, en 1887, el Partido Demócrata, organismo político popular, integrado por artesanos, obreros y algunos profesionales. La orientación pequeñoburguesa de éste con sus posiciones oportunistas y colaboracionistas impidió que jugara el rol de partido independiente, portavoz de los intereses e ideales de los trabajadores.
A pesar de estas características, el Partido tiene importancia para el movimiento obrero chileno, porque es su primer intento político organizativo y porque en él se desarrollaron genuinos dirigentes del proletariado como Luis Emilio Recabarren, quien ingresó muy joven, encabezando al poco tiempo una fracción cuyos objetivos eran darle al Partido y a su programa una nítida orientación socialista.
En 1903, a petición de los obreros de Tocopilla, Recabarren se traslada allí, donde dirige el periódico El Trabajo, vocero del proletariado marítimo y salitrero. A partir de ese momento se convierte en el fundador de la prensa obrera chilena.
En 1906, Recabarren es proclamado candidato a Diputado por el Partido Demócrata, pero a pesar de obtener la victoria electoral legalmente, fue despojado por la Cámara de su cargo, bajo la acusación de representar ideas de disolución social.
Posteriormente se radica en Santiago, y por desacuerdo con la posición de su Partido en la lucha presidencial, integra una fracción denominada Demócrata Socialista o Partido Demócrata Doctrinario, del que es su secretario general. Funda entonces el periódico La Reforma.
Además de ser eliminado de la Cámara se le acusa de participar en la huelga del ferrocarril de Antofagasta a Oruro, por lo que se le condenó. En esta situación sale del país, y viaja durante dos años por Argentina, Francia, España y Bélgica. Así entra en contacto con grandes figuras del socialismo internacional y consolida sus ideas socialistas.
Regresa en 1908, cumpliendo 8 meses de cárcel en pago a la injusta condena a que había sido condenado. En 1911 funda el periódico El Grito Popular.
En 1912 colabora con el interdiario El Despertar de los Trabajadores de gran influencia en la zona salitrera y en el que se publica el artículo Vamos al socialismo, donde plantea la necesidad de la separación del Partido Demócrata y la fundación del Partido Socialista Chileno.
Así surgió el Partido Obrero Socialista, como expresión del cambio cualitativo ideológico de los trabajadores que ya se planteaban la toma del poder, pues señalaban los dirigentes que el objetivo era quitar el poder político a la burguesía para construir una sociedad mejor. Recabarren, que es el alma de éste, escribe el folleto El Socialismo, donde explica los principios programáticos y teóricos del Partido.
En 1916 realizó una gira por todo el país. De Punta Arenas pasó a la Argentina, donde militó en el Partido Socialista Argentino, cuya posición equívoca respecto a la primera guerra mundial imperialista, criticada por Recabarren, condujo a discrepancias entre sus integrantes. Un grupo de ellos organizó el denominado Partido Socialista Internacional, junto con Recabarren. Este se trasladó al Uruguay, donde igualmente ayudó a crear el Partido Socialista Internacional. Posteriormente ambos partidos aceptaron las veintiuna condiciones de la Internacional Comunista, convirtiéndose en Partido Comunista Sección Argentina de la III Internacional y Partido Comunista Sección Uruguaya de la III Internacional. Con esto practicaba su militancia internacional que lo ubica como precursor del movimiento comunista en Argentina y Uruguay.
En 1918 regresa a su país y se establece en Antofagasta, donde asume la dirección y administración del periódico El Socialista. El 25 de diciembre de1919 se realizó en Concepción la II Convención de la Federación Obrera Chilena (FOCH), fundada en 1909, y constituida a nivel nacional en 1917 con el estímulo de Recabarren que incorporó a los trabadores del salitre. Esta II Convención fue presidida por él y en ella la FOCH modificó su estructura interna y cambió su posición reformista por otra clasista tendiente a abolir el régimen capitalista, lo que se señala en su declaración de principios donde entre otras cosas plantea: Abolido el régimen capitalista, será reemplazado por la Federación Obrera que se hará cargo de la administración, de la producción industrial y de sus consecuencias. En adelante Recabarren fue líder indiscutible de la Federación Obrera de Chile.
En 1921 fue elegido Diputado por la provincia de Antofagasta. Defendiendo a los trabajadores y manifestándolo siempre, como cuando señaló: Represento a los peones de la pampa, a esos hombres que han proporcionado a este país tanta riqueza con el esfuerzo de sus músculos vigorosos, ¡ésos son mis representados!
El mismo año la Federación Obrera de Chile celebra su convención en Rancagua que decide su afiliación a la Internacional Sindical Roja; también en la misma ciudad el Partido Obrero Socialista realiza su Tercer Congreso acordándose convertirse en Partido Comunista Sección chilena de la III Internacional.
En 1922 Recabarren viajó a la Rusia como delegado al IV Congreso de la Internacional Comunista y al II Congreso de la Internacional de los Sindicatos Rojos. Como resultado de este viaje escribió La Rusia Obrera Campesina.
En 1924, producto de la intervención de las elecciones, Recabarren fue eliminado de la Cámara de Diputados. Paralelamente tuvo que librar una batalla contra algunos de los recién elegidos dirigentes del Partido Comunista a los que consideraba oportunistas y provocadores. Pero los años de lucha sin tregua, sufriendo encarcelamientos y vejámenes, unido a un principio de ceguera y a la impotencia de poder luchar contra la dictadura de la Junta Militar en el poder, lo hicieron flaquear. Se suicidó el 19 de diciembre de 1924.
Señor Presidente, he querido hacer resaltar parte de la vida de Luis Emilio Recabarren, de la que concluimos que fue elegido legítimamente Diputado por los trabajadores del Norte, que posteriormente la Cámara le quitó su investidura y que, al final, ese dirigente obrero terminó por suicidarse.
Pero ahora nos encontramos más fortalecidos. En 1921 llegó a la Cámara por la clase obrera un solo representante. Ahora la Izquierda de nuestro país cuenta con 63 Diputados y 20 Senadores, lo que significa que la enseñanza de aquel gran líder no fue dada en vano. Ha crecido el movimiento obrero y político. Sabemos que, gracias a este crecimiento, pese a muchos obstáculos, triunfaremos e impondremos, por los cauces del socialismo, un régimen que permita a nuestros herederos tener mejores oportunidades y vivir en mejores condiciones sociales y económicas.
He dicho.
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