-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3414
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp174
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp171
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp166
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp172
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp169
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp168
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp161
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp173
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp170
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp163
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp175
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp176
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp162
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp165
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp164
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3-ds31-sp167
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/temporal/1292
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3049
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2218
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3414
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1178
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/32
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3728
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/544
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/677
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/177
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3123
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1617
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/745
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/temporal/1292
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2435
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/15
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/256
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- rdf:value = " El señor MORENO.-
Primero quiero hacer una breve exposición, y con posterioridad concederé todas las interrupciones que me soliciten Sus Señorías.
Señor Presidente, con relación a la denuncia formulada, hemos dado nuestros votos favorables para que, si es necesario, la Cámara de Diputados realice una investigación tendiente a determinar las responsabilidades que pudieran existir respecto de la intromisión de gobiernos extranjeros en la política chilena.
Pero en esta materia también queremos ser muy exactos. Porque, para nosotros, no es milagro ni secreto que la CIÍA existe. Lo hemos expresado en este mismo recinto por intermedio del Honorable señor Fuentealba, en 1969. Y no hay que ser investigador ni científico para darse cuenta de que los distintos gobiernos tienen agencias de inteligencia que los informan y que defienden sus propios intereses.
Sin embargo, no deseamos que las investigaciones sean parciales o unilaterales. Queremos que las investigaciones que se realicen para defender la soberanía de Chile incluyan a todas las actividades de intromisión extranjera que puedan estar desarrollándose o que se hayan desarrollado con anterioridad. Algunos señores Senadores ya lo han planteado aquí, en este recinto.
Es sintomático que en el curso de los últimos catorce meses se haya producido el ingreso a Chile de un número muy elevado de extranjeros cuya función desconocemos. Tengo a mano un dato comparativo que entregó la Oficina de Informaciones del Senado, según el cual entre el 1º de enero de 1968 y el 10 de junio de 1969 -o sea, en año y medio- ingresaron a Chile 989 personas procedentes de los países de la llamada área socialista. Se establece en seguida que, de acuerdo con la misma fuente de información -la Dirección General de Investigaciones-, entre el 1° de noviembre de 1970 y el 31 de diciembre de 1971 -es decir, un año y un mes, no un año y medio- ingresaron al país 14. 000 personas provenientes de las naciones socialistas. Esto sin contar 25. 200 personas procedentes de Bolivia, 6. 368 de Brasil y 7. 870 de Uruguay.
Tenemos derecho a preguntar a qué han venido esas personas, qué están haciendo y cuál es el fruto de su trabajo. Porque, así como existe la CIA, también existen los servicios de inteligencia de la Embajada de Cuba, de la de la Unión Soviética, de países socialistas como Checoslovaquia, Hungría y Polonia. Y no sería raro que en Chile también tuviéramos el privilegio de contar con servicios de inteligencia de la China Popular.
Es bueno que esto se investigue para que se sepa hasta qué punto existe intromisión extranjera en la política chilena y situaciones que pudieran estar gestando grupos financiados y dirigidos desde el exterior con el objeto de alterar la vida interna de nuestro país.
Pero hay otro elemento, que mencionó el Honorable señor Teitelboim: tratar de probar la veracidad de los documentos que él ofrece entregar. No discutiremos si los documentos existen o no. Queremos verlos. Y una vez que los estudiemos nos pronunciaremos oportunamente.
Una cosa, sí, nos llama a curiosidad y extrañeza. Hoy día los parlamentarios de la Unidad Popular hacen una gran defensa de la verosimilitud que tendrían las denuncias del periodista Jack Anderson. Pero callan, silencian las propias intervenciones o escritos de ese periodista cuando lesiona al candidato de la Unidad Popular para la elección de Rector de la Universidad de Chile que se realizará el próximo 28 de abril.
Pido que se inserte en la versión de estas palabras mías un artículo publicado por el Chicago Daily News el 3 de febrero de 1970, en algunos párrafos del cual el periodista Jack Anderson -el artículo está en inglés; solicito su traducción- formula un ataque realmente injurioso al señor Felipe Herrera, acusándolo de despilfarro, de lujos y de otro tipo de actuaciones que no quiero calificar, porque, pese a ser contrario a la postulación do Felipe Herrera a la Rectoría de la Universidad de Chile, no comparto esas observaciones, que emanan del mismo periodista que hoy es testimonio de fe para la Unidad Popular respecto del complot o supuesto complot que habría tenido lugar en los meses de septiembre y octubre de 1970.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Solicito el asentimiento de la Sala para acceder a la solicitud de Su Señoría.
El señor LUENGO.-
No hay acuerdo.
La señora CARRERA.-
Que el señor Senador lea el artículo, aunque sea en inglés, porque no se pueden insertar documentos en estas condiciones.
El señor LUENGO.-
Que se vote, para que podamos fundar nuestra posición.
El señor MORENO.-
No haré cuestión de la negativa de Sus Señorías a la inserción del mencionado artículo. Tan sólo pido que se vote mi solicitud cuando corresponda.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Queda para el Tiempo de Votaciones de la sesión ordinaria de la tarde.
El documento, cuya inserción se acuerda con posterioridad, dice como sigue:
El Banco Interamericano Maneja un Destructivo Show de un solo Hombre.
Por Jack Anderson.
Washington. Actuando detrás de los relucientes cristales de su lujoso cuartel General de Washington, Felipe Herrera, Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, ha llegado a ser uno de los hombres más poderosos del Hemisferio Occidental.
Como dirigente de una institución que concede préstamos de por lo menos 600 millones de dólares al año a los países latinoamericanos para ayudarlos en su desarrollo, tiene enormes influencias con los líderes políticos y de negocios de las naciones que solicitan préstamos.
Pero detrás de la prestigiosa fachada de esta Institución bancaria internacional esta columna (sección) ha descubierto un enredo de prácticas bancarias fortuitas, despilfarro, e intentos de Herrera de usar el Banco para hacer relucir su imagen personal. La mayor parte del dinero usado incorrectamente, por supuesto, fue suministrado al Banco por los contribuyentes norteamericanos.
Durante el reinado de 10 años de Herrera como Presidente del Banco, sus fondos han sido usados para propósitos que nunca estuvieron dentro de lo que pretendían los gobiernos, los cuales ponen el dinero para estimular el desarrollo económico en América Latina.
Por ejemplo, Herrera usó dinero del Banco para hipotecar su ostentosa casa en un exclusivo barrio de Washington.
Los fondos del Banco han sido usados también para publicar tres aduladoras ediciones de los largos discursos de Herrera, y sus actuaciones son ampliamente difundidas en impresionantes cantidades de Informativos, revistas y otras publicaciones del Banco.
En realidad, el año pasado el Banco pagó US$ 269. 000 (dólares) en gastos de imprenta.
Aunque no tiene título de graduado en economía y sus teorías se toman en cuenta con seriedad en pocas partes fuera del Banco, Herrera viaja largo y tendido para pontificar sobre ellas. En un caso el Banco pagó US$ 7. 000 (dólares) para financiar un frivolo seminario de tres días en Ciudad de México, donde Herrera sostuvo con largueza lo que sucedería en América Latina en los próximos 33 años. Porque Herrera es jefe absoluto en el Banco, es muy poco lo que se puede hacer durante su frecuente ausencia. Esto contribuye a que al final del año se produzca una actividad frenética, con el objeto de alcanzar a aprobar decenas de millones de préstamos. En un año cuando las andanzas de Herrera fueron particularmente numerosas, aproximadamente 140 millones de dólares en préstamos fueron aprobados a la fuerza por la Junta de Directores en los últimos diez días de diciembre.
Cuando no está publicando o viajando, Herrera encuentra otros caminos para desperdiciar (malgastar) los recursos del Banco. Se estima por ejemplo que las actuales oficinas principales del Banco en Washington, deben estar avaluadas entre US$ 7, 5 a 8 millones de dólares. Sin embargo, Herrera pagó cerca de 10 millones de dólares por ellas, hace cinco años, en circunstancias de que su valor era mucho menor.
No satisfecho con malgastar varios millones de dólares en las actuales oficinas principales, Herrera pensó recientemente en adquirir un fabuloso edificio nuevo que podría haber costado 35 millones de dólares. Aparte de esta inmensa cantidad de dinero el negocio hubiera obligado al Banco a prestar a los constructores US$ 19 millones, una transacción que difícilmente hubiera ayudado al desarrollo de América Latina. A último minuto las objeciones de Estados Unidos pusieron término al asunto.
Herrera tiene una lujosa suite de oficinas en el undécimo piso del Banco, pero éstas se hicieron inadecuadas para sus costosos gustos, así que arrendó y remodeló el último piso de un edificio de oficinas al lado y ordenó que se construyera una entrada especial.
La nueva suite tiene 4 comedores y una oficina elegantemente decorada y por lo que saben los empleados del Banco no ha sido nunca usada por nadie. El proyecto total costó por lo menos 40. 000 dólares y dejó al Banco con menos espacio para comedores que el que tenía en los antiguos edificios, los cuales fueron remodelados para otros usos.
Más serias que esta forma personal con que Herrera ha dilapidado el dinero del Banco, son las oscuras prácticas de préstamo que él ha tolerado.
Esto salió a la luz en un informe confidencial, mantenido en secreto, desde el momento en que fue escrito en 1968, por un importante consultor contratado por el Banco.
El Informe encontró que:
La plana mayor del Banco no estudiaba cuidadosamente la forma en que operaban las compañías que solicitaban préstamos y hacían ordinariamente exposiciones elogiosas e inconsistentes acerca de la administración empresarial de las compañías solicitantes.
El Banco carece de un sistema de información suficientemente adecuado para responder a sus necesidades.
El Banco no tiene personal capacitado para hacer un estudio de mercado, apropiado a lo que es imprescindible considerar ante cualquier préstamo.
Una vez que el Banco se decidía seriamente a estudiar, una solicitud de préstamo, se sabía que éste no podía negarse.
El informe encontró que el resultado de estas graves deficiencias se debía a que, en un alto porcentaje, los préstamos del Banco se gastaban en proyectos que fracasaban o encontraban serios tropiezos.
Frente a estas claras evidencias se hicieron algunas reformas en el Banco que incluyeron la contratación de un personal más preparado, pero muchas de las críticas de este informe tienen validez hasta el día de hoy.
Nota: Esta columna pensó que podría obtener el comentario del señor Herrera sobre sus propias actividades, pero él estaba fuera en otra de sus andanzas.
Un vocero oficial del Banco informa que se encontraba viajando entre Europa y Venezuela y que no volvería hasta una semana más. (Traducción: Biblioteca del Congreso Nacional).
El señor MORENO.-
Señor Presidente, ante la situación que estamos viviendo y habiendo declarado que nos hallamos dispuestos a que se realice cualquier investigación para establecer el grado de intervención de gobiernos extranjeros en la política chilena, tenemos derecho a dudar.
Yo dudo y dudaré de la palabra del Gobierno, mientras no se nos entreguen datos y pruebas que den credibilidad a los complot, a los atentados o a las situaciones que el Ejecutivo presenta como subversoras del orden público.
He reunido una breve recopilación de los nueve complot denunciados profusamente por el Gobierno de la Unidad Popular desde que comenzó su gestión, los que, a su juicio, son todos sediciosos y tienden o al derrocamiento del señor Presidente de la República, o a su asesinato o a liquidar el Gobierno de la Unidad Popular. Daré una información resumida sobre el particular.
En primer término, está el atentado del Estadio Chile en vísperas de las elecciones municipales de 1971. Tengo aquí !os recortes de las publicaciones aparecidas en esa época. Pido que por lo menos el encabezamiento de algunas de ellas aparezca en la versión, para que la ciudadanía recuerde lo que leyó en aquel tiempo acerca de ese complot, de ese acto sedicioso, respecto del cual el propio Secretario General del Partido Socialista declaró que se había intentado atentar contra la vida de los altos dirigentes de esa colectividad y del Primer Mandatario, quien concurrió a un mitin celebrado por dicho partido en el Estadio Chile. Hasta el momento no conocemos ningún resultado de la investigación practicada. Se ha establecido que se trató de un cortocircuito, que no sabernos si fue sólo producto de la electricidad o también de la fogosidad de algunos oradores.
-Los títulos de las referidas publicaciones, cuya inserción se acuerda con posterioridad, dicen como sigue:
CRIMINAL SABOTAJE CON BOMBAS INCENDIARIAS
(El Siglo, 15 de marzo de 1971)
2 BOMBAS CONTRA EL PRESIDENTE ALLENDE. No fue casual el incendio. Descartan posibilidad de un cortocircuito.
(¡Puro Chile!, 16 de marzo de 1971)
QUISIERON MATAR A ALLENDE EN EL ESTADIO CHILE
(¡Puro Chile!, 16 de marzo de 1971)
ATENTADO CONTRA ALLENDE (La Nación, 17 de marzo de 1971).
El señor MORENO.-
En segundo lugar, aparece el complot del cobre. Esta Corporación y el país entero recuerdan la denuncia que se formuló en contra de extranjeros, a quienes se sometió a proceso, se los encarceló, e inclusive se les denigró en sus personas, avecindados en Chile, sosteniéndose que había un complot internacional para dañar al Gobierno de la Unidad Popular, una conjura internacional destinada a crear una situación insostenible en el manejo de la comercialización del cobre. ¿Y qué ha ocurrido? Pido que se oficie a la Corte Suprema o al Tribunal que corresponda para que nos informe cuál es la situación de ese proceso, porque, de acuerdo con las informaciones que poseo, los acusados fueron sobreseídos, declarados no culpables de todos los cargos por los cuales el Gobierno de la Unidad Popular los sometió a escarnio público.
Tercer complot. A raíz del asesinato, por partidarios extremistas de este Gobierno, del ex Ministro del Interior y ex Vicepresidente de la República don Edmundo Pérez Zujovic, al día subsiguiente el Ejecutivo declara que el buque Puelche trae un contrabando de armas que se utilizarían para derrocar al Gobierno. Se asevera en el diario La Nación y en todos los órganos de publicidad que apoyan a la actual Administración que hubo en el norte una tentativa de desembarco de esas armas, para lo cual se contaba con 10 camiones y 100 hombres. El país entero reaccionó con indignación. Inclusive, en el diario Las Noticias de Última Hora se publicaron fotografías que vinculaban a ese hecho a la Armada Nacional, en las que aparecían cajas que contendrían cañones y metralletas que flotaban en el mar a espaldas del barco que seguía avanzando. Hasta el día de hoy no se ha entregado un solo dato serio y responsable acerca de esa supuesta acusación de contrabando de armamentos. Y, según las informaciones que tenemos, se trataba de una internación ilegal de mercaderías suntuarias, que nada tenían que ver con armamentos.
¿Cuál es el cuarto atentado? El incendio de la FECH. Se publicó en los diarios de Gobierno: La Nación y El Siglo - aquí están los recortes; pido incluir en la versión los encabezamientos- que se trataba de un atentado contra la Federación de Estudiantes de Chile. Hasta el momento no hay prueba alguna que respalde, aunque sea en forma indirecta, las acusaciones que lanzó la prensa de Gobierno durante los días en que ocurrió ese siniestro en el referido local estudiantil.
Quinto: después tenemos los intentos de homicidio contra el señor Presidente de la República. Tengo copias de las declaracio-nes del Primer Mandatario, en las que dice al país entero que sabe que intentan ase-sinario y que en una notaría tiene los nombres de las personas que pretenden atentar contra su vida. No sabemos cuándo, ni cómo, ni dónde, ni en qué circunstancias. El país tiene derecho, si es que se pretende atentar contra la vida del Jefe del Estado, a saber quiénes son los sospechosos y a que se les acuse ante la justicia, en vez de jugar con imágenes que tienden a crear confusión e incertidumbre en la opinión pública, y que restan seriedad al Gobierno, que se queda sólo en las denuncias, sin probar los hechos ni dar posibilidad de defensa a quienes puedan ser acusados.
Sexto: en seguida, está el atentado de los maceteros. Un nuevo complot Se publica en todos los diarios de Gobierno que en los maceteros del Palacio Presidencial del cerro Castillo, en Viña del Mar, hay cargas de dinamita destinadas a hacer volar el edificio o para atentar contra la vida del señor Presidente de la República a su paso en alguno de los múltiples automóviles, que cambia con frecuencia para garantizar su seguridad. Habría sido necesario tener un cerebro electrónico para accionar esas cargas de dinamita. Hasta el día de hoy no sabemos dónde están los responsables y ni los miembros del Servicio de Inteligencia ni los de Investigaciones han podido formular una sola acusación conducente a esclarecer ese hecho.
Séptimo: después, tenemos el asalto a La Moneda perpetrado por el Rector de la Universidad de Chile, don Edgardo Boeninger, acompañado de parlamentarias y parlamentarios de la Oposición, asalto respecto del cual el Gobierno se querella, da un penoso espectáculo público. ¡El Rector de la Universidad de Chile quiere echar abajo al Gobierno y se mete a La Moneda para tratar de tomarse la Casa de Gobierno ! ¡ Por su propio peso, han caído toda la publicidad y todo el show que se han armado por eso!
El señor PRADO.-
Señor Presidente, le sugiero que consulte a la Sala para prorrogar la hora, porque no cabe duda de que el debate durará un tiempo más. Podría ser una hora.
La señora CARRERA.-
¿Por qué no celebrar otra sesión? Es lo que propongo.
El señor AYLWIN (Presidente).-
¿Habría acuerdo de la Sala para prorrogar esta sesión?
El señor LUENGO.-
No, señor Presidente. Creo que hay acuerdo para conceder determinados minutos a los oradores que están inscritos. Si no existe consenso en este sentido, me parece preferible realizar una nueva sesión.
El señor MORENO.-
Denantes yo cedí parte de mi tiempo a la Honorable señora Carrera.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Hago presente a la Sala que a continuación están inscritos los Honorables señores Carmona, Gumucio, Fuentealba, Luengo, Ochagavía y Rodríguez y que sólo faltan cuatro minutos para el término de la presente sesión.
El señor GUMUCIO.-
Celebramos otra sesión.
El señor MORENO.-
Apelo a la cortesía de los señores Senadores para roder terminar mis observaciones.
El señor MONTES.-
¡No!
El AYLWIN (Presidente).- No hay acuerdo.
El señor MORENO.-
Octavo: también tenemos el complot del pastel de choclo, respecto del cual el señor Presidenta del Senado tendrá una información adicional, porque todos los diarios del Gobierno establecieron que se había reunido con otras personas en un lugar cercano a Santiago, para atentar contra el orden establecido, comiendo pastel de choclo. Creo que esta afirmación, además de no tener ninguna seriedad, ha terminado, como las otras, por dañar la imagen y el prestigio del propio Gobierno.
Lo que ocurre es que el Gobierno no tiene seriedad para manejar las situaciones del orden público y los elementos que puedan estar directa o indirectamente vinculados a las actividades de grupos que pudieran haber estado atentando en contra de la estabilidad democrática. Y por eso tiene descrédito en la opinión pública. Carecen de verosimilitud sus afirmaciones, sus campañas, imputaciones o acusaciones.
Incluso podría traer elementos verdaderos; pero existe en el país un clima, un ambiente por el cual la opinión de los funcionarios de Gobierno y de los parlamentarios que lo respaldan en estas materias han perdido credibilidad en la opinión pública. De ahí que nosotros tengamos la responsabilidad de decir que afirmaciones que se hacen que no están apoyadas en hechos o datos concretos o respecto de las cuales no hay pruebas establecidas en los tribunales, son declaraciones irresponsables que tienden a crear situaciones de confusión y por las que, probablemente, se pretende buscar otro tipo de hechos y crear situaciones ante las cuales nosotros también tenemos la obligación de investigar.
En estos mismos días, el Gobierno desautoriza una marcha de la Oposición planteada por un grupo de mujeres, no convocada por la Democracia Cristiana ni por otros partidos políticos; pero autoriza la realización de actos y marchas de adictos a su régimen y a sus ideas. Lanza la acusación de que habría un complot para asesinar al Presidente de la República. Lanza la acusación, incluso por versión oficial, de que se habría gestado en 1970 un complot internacional, para impedir el ascenso al poder del señor Allende.
La Democracia Cristiana, señor Presidente, tiene la responsabilidad de afirmar aquí que siempre hemos estado en contra de toda actitud sediciosa. Nadie nos puede hacer ninguna imputación. Y no pretendo con esto tomar la representación de otros partidos de Oposición. Pero si hay argumentos en contra de grupos políticos organizados o representados en este Parlamento, que se hagan las acusaciones responsables, pero no se vengan a lanzar imputaciones como las que ha hecho esta mañana la Senadora señora Carrera, en términos de que militantes de la Democracia Cristiana estarían comprometidos en hechos ilícitos -o vinculados a ellos- tendientes a derrocar al Gobierno, o que habrían participado en actuaciones anteriores de la misma índole.
Esto es una falsedad que rechazamos y repudiamos terminantemente.
El Gobierno no está dando explicaciones acerca de lo que debería explicar: el fracaso económico. Y quiero que en la versión de mi discurso se incluyan el discurso del señor Zaldívar cuando era Ministro de Hacienda del Presidente Frei y el informe que ahora ha emitido el PIR, para que se comparen y de ello se deduzca cuál sería la campaña del terror, pues lo que dijo el señor Zaldívar resulta pálido al lado de lo que afirma el PIR en dicho informe.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/588402/seccion/akn588402-po1-ds3