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- rdf:value = " REAJUSTE DE REMUNERACIONES DE SECTORES PÚBLICO Y PRIVADO PARA 1972. VETO.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Corresponde continuar en el estudio de las observaciones del Ejecutivo, en segundo trámite constitucional, al proyecto de ley que reajuste las remuneraciones de los trabajadores de los sectores público y privado para 1972, con informe de las Comisiones de Gobierno y de Hacienda, unidas.
Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 57ª, en 15 de febrero de 1972.
En cuarto trámite, sesión 68ª, en 15 de marzo de 1972.
Observaciones:
En segundo trámite, sesión 13ª, en 25 de abril de 1972.
Informes de Comisión:
Gobierno y Hacienda, Unidas, sesión 57ª, en 15 de febrero de 1972. Gobierno y Hacienda, Unidas (segundo), sesión 62ª, en 10 de marzo de 1972.
Gobierno y Hacienda, Unidas (nuevo segundo), sesión 63ª, en 7 de marzo de 1972.
Gobierno y Hacienda, Unidas (veto), sesión 16ª, en 2 de abril de 1972.
Discusión:
Sesiones 58ª, en 16 de febrero de 1972 (se aprueba en general); 62ª, en lº de marzo de 1972 (nuevo trámite a Comisión); 63, en 7 de marzo de 1972 (se aprueba en particular); 68ª, en 15 de marzo de 1972 (se despacha en cuarto trámite); 16ª, en 2 de mayo de 1972; 17ª, en 3 de mayo de 1972.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Quedó pendiente la votación del veto consistente en suprimir el inciso segundo del artículo 93. La Cámara de Diputados la rechazó, pero no insistió en la aprobación del texto aprobado por el Congreso. Las Comisiones Unidas proponen, por mayoría, rechazar la observación e insistir.
El acuerdo de esta Corporación no produce efectos jurídicos.
Se rechaza la observación y se acuerda insistir.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La observación siguiente consiste en eliminar el inciso tercero del artículo 93. La Cámara de Diputados rechazó la observación, pero sin insistir en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas proponen, por mayoría de votos, rechazarla e insistir.
El acuerdo de esta Corporación no produce efectos jurídicos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Hago presente a los señores Senadores que las Comisiones Unidas trataron en conjunto los vetos tendientes a eliminar los incisos segundo a séptimo de este artículo ya decidimos respecto del segundo, y que respecto de todos ellos adoptaron igual resolución: el rechazo y la insistencia. Por lo tanto, podríamos decidir en una sola votación sobre estos incisos.
Si le parece al Senado, se adoptaría el acuerdo que propone la Comisión respecto de todos ellos.
Acordado.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En seguida, el Ejecutivo agrega a ese mismo artículo un inciso.
La Cámara de Diputados rechazó la observación. Las Comisiones Unidas, por mayoría, recomiendan adoptar igual criterio.
No produce efectos jurídicos el acuerdo del Senado.
El señor FONCEA.-
Tenía entendido que había acuerdo para tratar conjuntamente todos los incisos que se proponía suprimir.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Así se procedió.
El señor FONCEA.-
Quería decir, en pocas palabras, lo extraño que me parece el veto del Ejecutivo para eliminar algunos de esos incisos, como el referente a los bienes raíces...
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ya se produjo el acuerdo del Senado, pero solicito el asentimiento de la Sala para que el Honorable señor Foncea pueda dejar constancia de su pensamiento.
El señor VALENTE.-
Accedemos, por última vez...
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Acordado.
El señor FONCEA.-
Muy agradecido por la gentileza.
Decía que me extraña bastante el veto al inciso quinto, pues tiende a impedir que la pequeña propiedad rural pueda ser materia de reavalúo, lo que evitaría el peligro que entraña para los propietarios de pequeños predios la situación actual.
En la actualidad, los avalúos son, como se ha dicho muchas veces, insignificantes. Hay predios avaluados en tres mil, cuatro mil o cinco mil escudos, en circunstancias de que su precio comercial es muy superior, muchas veces superior...
La señora CAMPUSANO.-
¿Y por qué los avaluaron en tan poco?
El señor FONCEA.-
Por la razón que conoce Su Señoría como legisladora: el propietario no tiene derecho a pedir determinado avalúo, sino que es la Dirección de Impuestos Internos la que, cada cierto tiempo, procede a reavaluar. Precisamente por esto fue necesario consignar en el proyecto en debate esta disposición, que permite que el pequeño propietario pueda pedir que se fije como avalúo de su predio el valor comercial de él. La disposición constitucional da una protección muy relativa a esos pequeños propietarios, pues la única exigencia que existe para el caso de expropiación es que la indemnización se pague al contado, y la indemnización no es otra que el monto del avalúo. En consecuencia, todos esos pequeños propietarios, a los cuales este Gobierno y todos los anteriores han prometido amparar, están en un peligro manifiesto: el de ver expropiados sus bienes por un precio muy inferior al valor comercial de los mismos. De ahí que yo no pensaba que el Ejecutivo propusiera suprimir una disposición tan justa como la que señalo.
Las dudas que nosotros permanentemente manifestamos respecto del tratamiento que se quiere dar a los medianos y pequeños propietarios, son dudas con fundamento evidente, toda vez que mediante este veto se comprueba el propósito del Ejecutivo de no permitir que las expropiaciones se realicen por el verdadero valor de los predios.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Continúa la votación respecto del inciso último que el Ejecutivo propone agregar.
El señor MONTES.-
¿Me permite, señor Presidente?
Quiero formular a la Mesa la siguiente proposición, que me permití plantear personalmente esta mañana al Vicepresidente del Senado, Honorable señor Ferrando: que la Corporación adopte el acuerdo de despachar en el día de hoy las observaciones que estamos conociendo. Surgirían dificultades muy grandes si no se despachara hoy el proyecto; se crearía una situación difícil, pues habría que presentar un nuevo proyecto de anticipo del reajuste para el presente mes y se producirían inconvenientes en el manejo de la propia ley en debate. Y como se ve que la discusión se prolonga y pudiera copar el Orden del Día, creo que los señores Senadores, conocedores de esta situación, podrían acordar es la proposición que hago despachar hoy día las observaciones.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Debo informar al señor Senador que, de acuerdo con su petición, que me pareció razonable, ordené consultar una proposición de acuerdo de Comités tendiente a despachar hoy el proyecto, pero, por desgracia, no hubo acuerdo.
En todo caso, pido a los señores Senadores el máximo de diligencia con el fin de despachar el proyecto hoy día.
El señor SILVA ULLOA.-
Reglamentariamente, podríamos solicitar que el Orden del Día se prorrogara por una hora más, lo que tendría que someterse a votación. Por lo tanto, formulo indicación para que, si es necesario, antes del término del Orden del Día se vote la proposición de prórroga.
El señor BALTRA.-
Si es necesario.
El señor SILVA ULLOA.-
Sí, señor Senador.
El señor VALENTE.-
Quiero hacer otra proposición: que se dé por aprobado el informe de la Comisión en todos aquellos artículos en los cuales los señores Senadores no van a intervenir; y que quienes deseen hablar, indiquen a la Mesa en este momento las observaciones que les interesan. Ello nos permitiría resolver de inmediato acerca de todas las demás y luego votar sólo aquellas en que se desee fundar el voto.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En la práctica, eso es lo que estamos haciendo.
El señor VALENTE.-
No parece, porque se está hablando en todas las votaciones.
El señor PABLO.-
Pido la palabra.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Pablo.
El señor PABLO.-
Yo solicitaría a Su Señoría recabar el asentimiento de la Sala para dar por aprobado el criterio de las Comisiones en aquellas materias en que hubo acuerdo unánime, con excepción de los artículos que dentro de cinco minutos se señalen a la Mesa, por parte de cualquier Senador, respecto de cualquier materia.
Le solicito proponer ese acuerdo, que nos permitiría avanzar mucho más rápidamente.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
La Sala ha escuchado la proposición del Honorable señor Pablo.
Si les parece a los señores Senadores así se podría proceder. Es lo mismo que ha propuesto el Honorable señor Valente.
El señor HAMILTON.-
No hay acuerdo.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Continuemos votando.
El señor FONCEA.-
Ya se dieron por aprobadas las proposiciones aprobadas por unanimidad en las Comisiones.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
No hubo acuerdo.
Está en votación el inciso que el Ejecutivo agrega al artículo 93, que fue rechazado por la Cámara y que las Comisiones recomiendan también rechazar.
¿Habría acuerdo para rechazarlo?
Acordado.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 96. El Ejecutivo agrega una letra en el número 2 de este artículo. La Cámara de Diputados rechazó esta observación. Las Comisiones, por unanimidad, proponen aprobarla.
No produce efectos jurídicos el acuerdo del Senado.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La siguiente observación consiste en agregar, en el mismo número del mismo artículo, un inciso final al artículo 4º de la ley 12.120. La Cámara de Diputados aprobó la observación. Las Comisiones proponen, por unanimidad, aprobarla.
La resolución del Senado produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En el mismo artículo 96, la Cámara aprobó, en el número 5, las observaciones consistentes en suprimir la expresión las conservas de frutas, legumbres, pescados, mariscos y carnes, y las palabras y q), respectivamente. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual criterio.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se aprueban.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En el número 6 del mismo artículo 96, la Cámara rechazó las observaciones consistentes en sustituir la expresión letras m) a p) por m a q), y en suprimir la frase y a las indicadas en el artículo agregado a continuación del 18, e insistió en la aprobación de los textos primitivos del Congreso. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual temperamento.
Se rechazan y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 97. La Cámara rechazó la observación que suprime el inciso tercero, pero no insistió en la aprobación del texto del Congreso. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan aprobar la observación.
El acuerdo del Senado no produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Corresponde ocuparse en los artículos nuevos propuestos a continuación del 97.
El señor GARCIA.-
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos. Estamos de acuerdo en rechazar la primera observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La Cámara rechazó la primera observación, consistente en agregar un artículo nuevo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual criterio.
Como dijo el Honorable señor García, la resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La Cámara también rechazó la observación que agrega un segundo artículo nuevo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan aprobarla.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 100. La Cámara rechazó la observación que suprime la frase final, desde con excepción hasta costo de la vida, e insistió en la aprobación del texto primitivo del Congreso. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen adoptar igual temperamento.
La resolución del Senado produce efectos jurídicos.
Se rechaza y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 102. La Cámara rechazó la observación que consiste en suprimirlo, pero no insistió en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen rechazar la observación e insistir.
El acuerdo del Senado no produce efectos jurídicos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En votación.
(Durante la votación).
El señor GARCIA.-
Sólo dos palabras, señor Presidente.
Sé que nuestra decisión no produce efectos jurídicos, pero quiero reiterar que este artículo forma parte del convenio a que se llegó con el Gobierno y que, por lo tanto, éste le dio su aprobación. Debo recordar que, cuando en el tercer trámite constitucional se quiso alterar su contenido aquí en el Senado, sostuve que no podíamos hacerlo porque el precepto estaba dentro del compromiso que contrajimos con el Ejecutivo.
En las Comisiones Unidas, el señor Ministro de Hacienda reiteró que repondrá esta disposición en forma aún más amplia, para hacerla permanente, en un proyecto de ley que enviará al Congreso. Eso fue lo que contestó frente a un reclamo que formulé por el veto a esta disposición.
Sólo quería dejar constancia de lo anterior, porque no podemos influir con nuestra decisión.
Se rechaza la observación y se acuerda insistir.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La Cámara de Diputados aprobó la observación consistente en agregar el siguiente inciso al artículo 103: Este impuesto se sujetará en lo que sea compatible a las normas que rigen para el gravamen contenido en el artículo 10 de la ley 12.120. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen adoptar igual temperamento.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 106. La Cámara rechazó la observación que suprime, en su inciso primero, las palabras por una sola vez, pero no insistió en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan aprobar la observación.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 108. La Cámara aprobó la observación que agrega en el inciso que figura en la letra b) del número 1, en punto seguido, la siguiente frase: Los porcentajes del sueldo vital anual se expresarán en decenas de escudos, despreciándose las cifras inferiores a cinco escudos y elevando las iguales o mayores a la decena superior. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual temperamento.
El acuerdo del Senado produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En el número 9 del artículo 108, la Cámara rechazó la observación que consiste en suprimir las palabras o en la cuenta corriente del Tribunal de segunda instancia en, pero no insistió en la aprobación del texto del Congreso. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, sugieren aprobar la observación.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se aprueba la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).- La Cámara también rechazó la observación consistente en agregar los números 10 y 11 al artículo 108. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen adoptar igual criterio.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza la observación.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 109. La Cámara rechazó la observación que lo suprime, pero no insistió. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan rechazar la observación e insistir en el texto original.
El acuerdo del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 111. La Cámara rechazó la observación que elimina el inciso segundo e insistió en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen seguir igual temperamento.
La resolución del Senado produce efectos jurídicos.
Se rechaza y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En el mismo artículo 111, la Cámara aprobó la observación que agrega en el inciso tercero, después del número 4, el siguiente nuevo: Consejos locales de deportes de Valparaíso y Viña del Mar, para construcciones deportivas, debiendo darse preferencia a la terminación de los gimnasios de las asociaciones de básquetbol de dichas ciudades.
Las Comisiones Unidas, por mayoría, sugieren aprobar la observación.
El acuerdo del Senado produce efectos jurídicos.
El señor FONCEA.-
Pido la palabra.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En votación.
Para fundar el voto, tiene la palabra el Honorable señor Foncea.
(Durante la votación).
El señor FONCEA.-
Se trata de un veto aditivo, y hago hincapié en esto porque significa que los pareos surten efecto en la votación.
Yo tenía el propósito de oponerme al Nº 5 que se agrega, y creo tener muy buenas razones para ello.
En primer lugar, porque se perjudica a numerosas instituciones culturales y de beneficencia a las que el Congreso quiso favorecer mediante el artículo 111. Y se las perjudica por cuanto en el nuevo inciso se destina una parte de los recursos para distintas obras, con lo cual disminuyen los fondos de las entidades a las que habíamos querido beneficiar.
No quiero ahondar más sobre el particular, en homenaje a diversas peticiones que he recibido, entre ellas la del Presidente de la Asociación de Básquetbol de Valparaíso, quien me ha narrado la verdadera tragedia que sufre el deporte porteño por el abandono en que se encuentra a raíz de la política que sigue la Dirección de Deportes del Estado. Asimismo, el Honorable señor Gumucio, que siempre se opone a mis peticiones, también me ha solicitado que apruebe el número 5. Igual requerimiento me han hecho los colegas que representan a Valparaíso.
Sin embargo, quiero hacer presente y denunciar en el Senado que no hay un solo proyecto en que la Dirección de Deportes del Estado, cuando puede hacerlo, no trate de sacar una mascada, como se dice. Es un hecho que realmente provoca indignación.
Hace pocos días, tratamos el veto del Ejecutivo al proyecto que otorga previsión a los jugadores profesionales del fútbol rentado. Pues bien, aprovechándose de esta iniciativa que beneficiaba exclusivamente al gremio de jugadores profesionales, la Dirección de Deportes del Estado formuló varias indicaciones que dilataron la tramitación del proyecto por espacio de varios meses. Aún más, en él se consignaban modestos recursos para una de las zonas más pobres de Chile, como es la provincia de Maule; pero el señor Director de Deportes del Estado no tuvo reparos en hacer valer sus influencias para que se formulara un veto mediante el cual se redujeron a menos de la mitad los fondos destinados a esa provincia.
Ahora bien, si uno considera el tratamiento que aquí hemos dado a esa Dirección, su actitud no resiste ningún examen, y se puede apreciar su arbitrariedad para formular esta clase de objeciones y de vetos.
No hace muchos días, aprobamos una disposición que destinaba a la Dirección de Deportes del Estado el 4% del impuesto a la base de los vinos. El Honorable señor Palma, Presidente de la Comisión de Hacienda, señaló en la Sala el rendimiento de ese porcentaje. Por su parte, el Director de Deportes del Estado concurrió a la Comisión y señaló que necesitaba un presupuesto complementario de 10 millones de escudos.
El señor HAMILTON.-
¿Para qué?
El señor FONCEA.-
Para cubrir gastos de esa dirección, debido a que el presupuesto ordinario era insuficiente.
Pues bien, tanto en la Comisión como en la Sala se estableció que ese .4% rendía bastante más que 40 millones de escudos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de que Su Señoría dispone para fundar el voto.
El señor FONCEA.-
No estoy fundando el voto, señor Presidente, sino dando a conocer mi pensamiento.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Estamos en votación, señor Senador.
El señor FONCEA.-
Yo he visto aquí que otros señores Senadores han hablado muy latamente.
En forma muy breve, quiero señalar que me parecen un abuso, y hasta inconstitucionales, vetos de esta índole, y que el presupuesto de la Dirección de Deportes del Estado no puede servir sólo para que se concurra a cualquiera olimpíada. A Cali fueron 180 personas entre deportistas y dirigentes, y volvieron a Chile sólo con una medalla de bronce, que se ganó en una competencia donde creo que participaron cuatro personas ...
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
¿Cómo vota Su Señoría?
El señor FONCEA.-
Cuando formulé reparos por el gran número de personas que habían ido y por la política de la Dirección de Deportes del Estado, el Honorable señor Jerez me señaló que esa Dirección enviaría la nómina de quienes concurrieron a la Olimpíada de Cali, pero hasta la fecha no ha llegado.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
¿Cómo vota Su Señoría?
El señor FONCEA.-
Yo no hago cuestión de esto, señor Presidente; pero a uno lo apremian con el tiempo y no puede ni siquiera desarrollar sus observaciones.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
No es culpa mía.
El señor FONCEA.-
¡He visto aquí que algunos Senadores han hablado media hora, y otros, tres cuartos de hora!
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En el curso de las votaciones, nadie ha intervenido por más de cinco minutos.
El señor CONTRERAS.-
¡Hable en la hora de Incidentes...!
El señor FONCEA.-
¡Si no es para la risa! ¡Es un abuso el que están cometiendo!
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra para fundar su voto el Honorable señor Ballesteros.
El señor BALLESTEROS.-
Señor Presidente, en vista de que no se ha manifestado oposición al veto, renuncio a mi derecho.
Me pronuncio favorablemente.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará la observación.
El señor IBAÑEZ.-
Por unanimidad.
Se aprueba.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En seguida, el Ejecutivo propone suprimir el artículo 115. La Cámara rechazó la observación e insistió en el texto primitivo, y las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual temperamento.
La resolución del Senado produce efectos jurídicos.
Se rechaza el veto y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El Gobierno suprimió el artículo 116. La Cámara rechazó la observación e insistió en el texto original; y las Comisiones Unidas, unánimemente, proponen seguir el mismo criterio.
Se rechaza el veto y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La siguiente observación suprime el artículo 118. La Cámara la rechazó, pero no insistió en el texto primitivo. La unanimidad de las Comisiones Unidas propone a la Sala desechar el veto e insistir.
El acuerdo del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El Ejecutivo eliminó el artículo 119. La Cámara rechazó la observación, pero no insistió en el texto del Congreso. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen a la Sala desecharla e insistir.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza el veto y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El Gobierno desechó el artículo 120. La Cámara rechazó el veto, pero no insistió en aprobar el texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por mayoría de votos, proponen a la Sala desecharlo e insistir.
El acuerdo de esta Corporación no produce efectos jurídicos.
Se rechaza la observación y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El siguiente veto suprime el artículo 126. La Cámara lo rechazó, sin insistir en el texto original. Las Comisiones Unidas, por mayoría de votos, proponen rechazarlo e insistir.
El acuerdo del Senado no produce efectos jurídicos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará el criterio de las Comisiones Unidas.
El señor CARMONA.-
Que se vote.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En votación.
(Durante la votación).
El señor CARMONA.-
Señor Presidente, es lamentable que el Gobierno haya decidido vetar el artículo 126, aprobado por la unanimidad del Senado y sin votos contrarios en la Cámara.
En varias oportunidades el Honorable Senado ha debatido la situación de los medios de comunicación, y muy especialmente la de las radioemisoras del país. Y se ha explicado hasta la saciedad que en estos últimos tiempos se ha tornado muy difícil la subsistencia de las radiodifusoras debido a que viven exclusivamente de la propaganda comercial, la que auspician tanto las empresas estatales, o el Estado mismo, como las empresas particulares.
A causa de la situación que conoce el país, el proceso que está viviendo nuestra economía hace cada vez más difícil la subsistencia de las radios que, repito, no tienen más ingreso que el señalado, porque el servicio que prestan a la comunidad no lo paga el público, como sucede con los diarios y revistas. Al mismo tiempo, todos sabemos que la televisión, sea estatal o particular, tiene una ley propia de financiamiento que le permite subsistir.
Ante esos hechos, presentamos una indicación, posteriormente convertida en el artículo 126, que establecía un impuesto de cargo de los propios consumidores, de monto muy exiguo: llegaba en promedio, por consumo habitacional, a dos escudos al mes, como recargo de la tarifa de la energía eléctrica. De esta manera se pretendía constituir un fondo que permitiera a las radioemisoras pagar los reajustes que establece la ley en proyecto. Ese fondo habría producido una cifra cercana a los ocho millones de escudos mensuales, en circunstancias de que las radiodifusoras pagan en la actualidad por ese concepto entiendo que sin contar los aumentos provenientes de los convenios celebrados a raíz de la presentación de pliegos de peticiones aproximadamente quince millones de escudos al mes. Dicho fondo se distribuía en una forma que estimábamos justa, porque, sin discriminación de especie alguna, los recursos se otorgaban en proporción a las remuneraciones que pagaban las radioemisoras al 31 de diciembre de 1971. Se tomó esta fecha para evitar que se produjeran modificaciones ante la perspectiva de la cooperación que pudiera brindar el artículo 126 con ese objeto.
Sin embargo, el Gobierno vetó el precepto, suponiendo algo que deseo despejar.
Se sostiene en primer lugar que se trata de un aporte estatal a las empresas particulares. Si analizáramos la situación de las radiodifusoras adictas al Ejecutivo, concluiríamos que figuran en el presupuesto gubernativo, porque reciben un aporte estatal, derivado de la propaganda del Estado, principalmente, y de sus empresas. En el último tiempo se denunció el caso de CODELCO, que aporta varios millones de escudos a esas radioemisoras. Sin embargo, aquí se dice que habría una especie de aporte fiscal para las radiodifusoras particulares, en circunstancias de que se trata de algo distinto: de gravar con un impuesto a los consumidores, pagado directamente por ellos, cuyo producto, sin discriminación de especie alguna, favorecería a esos medios de comunicación, que nos parecen importantes no sólo para resguardar la libertad de opinión, sino también para el servicio de la comunidad nacional.
He querido pronunciar estas palabras como protesta por el veto y ante algo que, además, me parece atentatorio contra la subsistencia de un medio de comunicación que facilita la democracia y la libertad de opinión en nuestro país.
Por eso, rechazo la observación.
El señor OCHAGAVIA.-
Señor Presidente, con relación al veto que impide establecer un impuesto que permitiría a las radioemisoras subsistir, merced a un procedimiento que aquí se ha analizado y que nos parece serio, quiero destacar el hecho de que día a día el Gobierno pretende ahogar a todos los medios de comunicación no adictos a él o a los partidos que lo apoyan, y que esta acción significará a la postre liquidar la sustentación del sistema democrático.
La pretensión del Ejecutivo de tomar el control de los medios de comunicación a través de la estatificación de las empresas lleva envuelto el deseo de controlar políticamente a los trabajadores.
No puedo hacer otra afirmación, pues si el Gobierno deseara realmente crear nuevas actividades, nuevas fuentes de riqueza, podría realizarlo organizando empresas que constituyeran centros de trabajo que muchos cientos de miles de chilenos, especialmente jóvenes, necesitan hoy día. Pero no lo hace, porque su finalidad es esencialmente política: quiere controlar primero a las empresas y luego a los trabajadores, para en definitiva, sobre la base del poder económico que da la calidad de único empleador, llegar al control político, que es el inicio de la dictadura.
Analicemos lo relativo a la existencia de los medios pluralistas de comunicación en este momento, cuando el Gobierno asume cada día mayor control a través de la propaganda, que es la única fuente de financiamiento de ellos. Observamos cómo peligra la subsistencia de esos medios de comunicación y de qué manera las aspiraciones de los trabajadores de esas empresas, muchas veces legítimas, a raíz del alza del costo de la vida, se ven amagadas ante la imposibilidad de aquéllas de obtener los ingresos mínimos para hacer frente a los mayores gastos, pues no existe una empresa privada que pueda financiar a las radiodifusoras y a los diarios a través de los avisos.
Creo que el veto implica notificar al país la pretensión del Ejecutivo de controlar los medios de comunicación, pues entrega a los que le son adictos, con recursos de todos los chilenos, el financiamiento que les permite trabajar en apoyo de las tesis gubernativas.
A mi juicio, los conceptos vertidos por el Presidente de la República al hablar de democracia, repetidos insistentemente, quedan del todo destruidos por sus actitudes, que van mucho más allá de las ideas.
Esta mañana el Honorable señor Rodríguez formuló algunos planteamientos ideológicos. Uno puede discrepar de ese tipo de planteamientos. Pero en la conducción de este Gobierno y en la materialización de cosas bien concretas, como la pretensión de ahogar los medios de comunicación, se advierte un propósito muy claro: impedir que la Oposición tenga medios para expresarse. Porque, efectivamente, se desea que haya un solo patrón para emplear y entregar recursos que podrían permitir la existencia del pluralismo en los medios de difusión.
Por tales razones, desapruebo el veto y me sumo a la protesta hecha presente en la Sala, porque estimo que aquél es del todo inconsecuente con la posición democrática que el Ejecutivo dice sustentar.
El señor VALENTE.-
¿Por qué no se desnuda Su Señoría?
El señor GARCIA.-
¡Porque no tengo tan buen cuerpo como el suyo...!
El señor GARCIA.-
Deseo fundar mi voto, porque me parece que éste es uno de los artículos más importantes que consigna el proyecto de reajustes.
¿En qué consiste la democracia?
La señora CAMPUSANO.-
¡En avisos, para ustedes...!
El señor GARCIA.-
¡Estoy hablando de algo que Su Señoría no puede comprender ni sentir, porque su pensamiento es distinto del nuestro! ¡Le ruego, por eso, respetarnos: y ya que el veto nos impide expresarnos mediante las radioemisoras, por lo menos déjennos manifestar nuestras ideas en este recinto!
La democracia es el deseo de oír opiniones contrarias, de respetar a las minorías y a aquellos que controvierten nuestros argumentos. El ejemplo más claro de un Gobierno democrático es el de Inglaterra, donde el jefe de la Oposición recibe sueldo para que pueda ejercer el derecho de controvertir, que es el mejor modo de hallar soluciones y de buscar un buen camino para el país. En eso consiste la democracia, y no en lo que ustedes creen, ni en el régimen de libertad que ustedes propician, que tolera que existan los demás. No respeta el derecho del adversario: lo tolera, porque no puede hacer otra cosa. Y, por todos los medios, como el envío de este tipo de vetos, busca la forma de que la Oposición no pueda expresarse libremente.
Esta norma constituía una oportunidad para que el Gobierno pudiera decir ante la opinión pública nacional y mundial: Somos democráticos, porque permitimos, cooperamos y ayudamos a que haya opiniones contrarias.
Señor Presidente, descuénteme de mi tiempo todas las interrupciones de que he sido objeto. Ellas demuestran cómo Sus Señorías entienden el sistema democrático: no dejar hablar a los demás, a fin de que no se oigan opiniones distintas. ¡Esa es la verdad!
La señora CAMPUSANO.-
Lo he interrumpido porque está mintiendo demasiado. No puedo permitir que en este hemiciclo se expresen tantas falsedades.
El señor GARCIA.-
Cuando alguna gente cree que quien manifiesta opiniones contrarias está mintiendo, es porque tiene alma totalitaria. En eso consiste la diferencia. La mente totalitaria cree buenos a unos y malos a otros. Y a estos últimos les asesta golpes de hacha, para hacerlos desaparecer, para que no exista ningún grupo opositor dentro de un país. El día en que usted comprenda esto, votará en contra del Gobierno. Y ésta es la lápida que se ha puesto encima; aunque el Gobierno dijo que deseaba tener libertad, que la apreciaba y que ayudaría a obtenerla. Por nuestra parte, siempre trataremos de demostrar cómo el Gobierno trata, por todos los medios a su alcance, de que la prensa y radio libres no puedan manifestar sus opiniones.
Dejo constancia de estas ideas, porque ellas constituyen la esencia de la democracia, la que repito permite la existencia de los medios de difusión. El totalitarismo, no pudiendo suprimirlos, los tolera. No se trata de que quiera la existencia de la prensa y radio de la Oposición. No desea ni el diálogo ni la controversia. Para los totalitarios es mentiroso, fascista, sedicioso y reaccionario quien discrepa de sus opiniones. Cuando se insulta al contendor en vez de dar razones, es porque se tiene alma de totalitario.
Por eso, dejo testimonio de nuestra formal protesta.
Por otra parte, este veto ha significado que el Gobierno se desnuda ante la opinión pública nacional e internacional: desea acallar a todas las radios libres del país. Por eso, lo rechazaré.
Voto que no.
La señora CARRERA.-
Señor Presidente, a las dueñas de casa, a las cuales represento, les causan estupor algunos de los argumentos de los oradores que han hecho uso de la palabra. En verdad, una estaba acostumbrada a' escuchar que la libre empresa constituía uno de los motores del progreso de Chile, en fin, una panacea. Pero ahora los reaccionarios, los derechistas, los campeones mundiales de la libre empresa, buscan protegerse bajo el alero de una subvención pagada por todos los chilenos a fin de que sus empresas particulares en este caso las radios puedan subsistir.
Recuerdo que cuando los partidos de Izquierda estaban en la Oposición les era muy difícil hacerse escuchar en las radioemisoras chilenas. ¡Y había libertad de empresa! En ese tiempo, sólo podían expresar sus opiniones en los medios de difusión quienes tenían dinero, los personeros de la Derecha. Generalmente, era imposible contratar cadenas radiales, porque al igual que la prensa, las radios también pertenecían a la Derecha.
Cuando una se apoya firmemente en una ideología, se debe estar a las duras y a las maduras. Si se desea la existencia de la libre empresa, es indispensable que ella desarrolle sus actividades como tal en todo momento.
El señor GARCIA.-
Ahora, ¿hay libre empresa?
La señora CARRERA.- Ruego a la Mesa hacer respetar mi derecho, porque el Honorable señor García es muy estentóreo para interrumpir.
Aparentemente, las dificultades económicas de la libre empresa no serían tan graves. Tengo la paciencia de escuchar las radioemisoras reaccionarias, pues ello me permite estudiar, basándome en las opiniones de sus comentarios, las líneas programáticas e ideológicas que sus funcionarios a sueldo lanzan cada semana en contra del Gobierno. Y compruebo que disponen de bastante dinero. Por ejemplo, creo que no desempeñan gratuitamente sus funciones los comentaristas de las radios Balmaceda, Agricultura u otras de la reacción, que de manera increíble desparraman y difunden veneno a través de todo el país. Como dije, de ninguna manera parecen carecer de dinero, y esta aseveración también es aplicable a otros medios de difusión reaccionarios, como diarios y revistas.
Si apreciamos el problema desde el punto de vista de las dueñas de casa, concluiremos que si no se financian mediante avisos, deben contar con algún otro tipo de aportes para atacar con tanta energía al Gobierno. Y este hecho desmiente en cierta manera la afirmación de que estamos viviendo en una tiranía o dictadura, falsedad que algunos señores Senadores, en forma un tanto irresponsable, no pierden oportunidad de expresar en público.
Por lo expuesto, voto a favor del veto.
El señor IBAÑEZ.-
No obstante todos los argumentos a que se recurra para defender la observación del Gobierno, siempre queda en pie un hecho: la medida que en este momento se somete a nuestra consideración tiene por objeto acallar la voz de la mayoría del país. El Gobierno, que se sabe minoritario, situación que se intensifica cada día más, pretende impedir la expresión de la mayoría democrática de Chile.
En el fondo, los medios de publicidad que se financiaban con el producto de sus avisos están condenados a extinguirse, desde el momento en que pasan a depender del Estado las actividades económicas que los favorecían con ellos. Ya se ha hecho suficiente caudal sobre la circunstancia de que el proyecto de estatificación de las 91 empresas tiene como finalidad primordial tomar el control de la publicidad de esas compañías, de la cual viven prácticamente todos los medios de comunicación de masas existentes en el país. Por ello, las circunstancias obligan a dictar un tipo de legislación especial, si queremos mantener el elemento esencial de la vida democrática del país, que es la comunicación libre mediante la prensa y la radio.
Si la situación fuera distinta, no habría sido necesario proponer el establecimiento de un impuesto, que por lo demás es muy bajo, para financiar a la totalidad de las radios. Pero en estos momentos el Gobierno, siguiendo una técnica totalitaria, financia solamente a las radios que le son adictas, con recursos fiscales que aportan todos los chilenos, hecho que linda en el escándalo.
La señora CAMPUSANO.-
¿Y cómo se hacía antiguamente; por ejemplo, en el Gobierno del señor Alessandri?
El señor IBAÑEZ.-
Señora Senadora, antiguamente las radios se financiaban con los avisos que podían conseguir, lo cual estaba en relación con su sintonía. Actualmente, los avisos se contratan según la simpatía que las radioemisoras merezcan al Gobierno.
Por eso, es necesario establecer un sistema, como el propuesto en esta norma, que asegura la supervivencia de todas las radioemisoras. Y este precepto debiera aprobarse, si es que las palabras pronunciadas por el Presidente Allende en la inauguración de la UNCTAD III corresponden a los hechos. En esa oportunidad, el Primer Mandatario declaró que en Chile existía la más amplia y segura libertad de expresión, en circunstancias de que en esos precisos momentos suscribía el veto que está conociendo el Senado. Es decir, hay una contradicción flagrante entre la afirmación del señor Allende en la inauguración de la UNCTAD III y las observaciones que firmó probablemente ese mismo día, porque ellas persiguen privar de recursos a las radioemisoras que, no contando con la simpatía del Gobierno no tienen cómo financiarse y constituir la voz y expresión de la mayoría democrática de Chile. El hecho de que el Gobierno, apoyado en una representación parlamentaria que es minoría, impida financiar a las radios, nos está demostrando los avances tremendos y peligrosísimos del totalitarismo marxista, que de continuar así podrá acallar, evidentemente, todas las voces, lo cual es, sin duda alguna, la meta de la Unidad Popular.
A mi juicio, con esta actitud el Ejecutivo comete un gravísimo error, porque Chile no se quedará sin libertad de expresión, Y si el Gobierno no encuentra cauces adecuados para que nuestros conciudadanos conozcan todas las opiniones, se expondrá, seguramente, a situaciones extremadamente inconvenientes y peligrosas. Los chilenos nunca nos hemos quedado callados, y tampoco lo haremos ahora, mal que le pese a la minoría que hoy día está en el Gobierno.
Voto que no.
El señor BULNES SANFUENTES.-
No pensaba fundar el voto en esta oportunidad, porque me siento ampliamente interpretado por los conceptos emitidos por los Senadores de mi partido.
Pero no quiero dejar pasar sin comentario un extraño argumento de la Honorable señora Carrera. A su juicio, habría una contradicción entre ser partidario de la libre empresa y propiciar una subvención para las radios. Señor Presidente, somos partidarios de la empresa particular. Lo decimos claramente, sin ambages ni tapujos, porque experiencias históricas recientes han demostrado que es el mejor sistema para desarrollar económica y socialmente a los pueblos y el único compatible con la preservación de las libertades. Porque cuando los partidos de Gobierno, como está ocurriendo en nuestro país, asumen la totalidad del poder económico, el ejercicio de la libertad se hace absolutamente ilusorio.
Si propiciamos la subvención a las radios, es porque precisamente en Chile está muriendo la empresa particular. Y al morir, al matarla en gran parte mediante las expropiaciones e intervenciones, y al tener en agonía a otro sector de ella, por los malos precios y por toda clase de arbitrios que se usan para arruinarla, se hace imposible que las radios se financien normalmente. Sólo se pueden financiar, como ocurre en la actualidad en Chile, las que controla el Estado. Y bien sabemos que hay organizaciones montadas por los partidos de Izquierda para repartirse los avisos semifiscales y fiscales y los de las empresas estatificadas, como si se tratara de un patrimonio propio, no de todos los chilenos.
Porque eso ocurre, somos partidarios de otorgar subvenciones a las radiodifusoras. Creemos que un servicio público de esa magnitud, un servicio que llega a todo el pueblo chileno, un servicio que ha cooperado enormemente al desarrollo de la cultura popular, un servicio que es indispensable para mantener el pluralismo político, bien merece una subvención del Estado, si no tiene otra manera de financiarse.
La señora CAMPUSANO.-
Hay radiodifusoras que defienden intereses económicos...
El señor BULNES SANFUENTES.-
Señora Senadora, seguiré hablando yo, pues estoy con la palabra.
El Ejecutivo vetó esta disposición porque ello está dentro de sus planes.
El Gobierno está manteniendo la cascara del sistema democrático, pero está destruyendo su médula. No arrasa con los tribunales ni con el Congreso Nacional, y no suprime las bases fundamentales de la democracia porque no tiene el poder necesario para hacerlo; pero, aprovechando todos los resquicios legales y haciendo fraude a las leyes, va debilitando permanentemente el ejercicio de las libertades y va privando a la Oposición de las armas necesarias para ejercer los derechos que la Constitución nos da. Ahí tenemos la televisión. Hay una ley que la obliga a ser pluralista y que le prohíbe abanderizarse con una ideología política determinada. Sin embargo, tenemos al Canal Nacional dedicado a la cátedra permanente del marxismo. Apenas si los domingos en la noche se abre una ventanita llamada A Tres Bandas, que ya muchas veces han tratado de cerrar. Y lo que se ha hecho con la televisión se viene a hacer ahora con las radios.
Se está cometiendo un atentado contra la democracia; se está salvando su cascarón, pero repito este Gobierno está destruyendo su médula.
Voto a favor de la disposición.
La señora CAMPUSANO.-
El atentado es contra la democracia de Sus Señorías, que.es la causante de la desnutrición infantil, de la delincuencia...
El señor BULNES SANFUENTES.-
¡Los viejos slogans...!
El señor SEPULVEDA.-
En verdad, no valdría la pena argumentar para responder algunas ideas expresadas aquí, especialmente por los Senadores de Derecha, porque, en realidad, el problema es de fondo y en sólo cinco minutos no se alcanza a desarrollar el pensamiento. Por eso, por lo general no me gusta intervenir durante los fundamentos de voto, que se utilizan sólo con intenciones políticas.
El señor GARCIA.-
Ni durante el fundamento del voto ni nunca, señor Senador.
El señor SEPULVEDA.-
Sí, porque esta institución es un organismo que ya no sirve para nada. Está de más, porque es del pasado. Deberíamos contar con una Cámara Unica, más práctica, que pudiera legislar tranquilamente y que no sirviera sólo para que llegaran a hacer gala de su poco criterio algunos Senadores. A cada rato uno ve cómo, en cinco minutos, algunos colegas demuestran su capacidad intelectual y nos aburren con sus tonterías de siempre.
El hecho es que veo a ciertos Senadores profiriendo alaridos desesperados para defender una democracia que nunca respetaron, una democracia que para ellos significó defender siempre sus faltriqueras, sus bolsillos.
¡Qué nos viene a hablar de defensa de la democracia el Senador Ibáñez! Sé que el señor Senador tuvo una fábrica de conservas de duraznos en que trabajaban obreros con 35 años de antigüedad y con salarios miserables. ¿Qué posibilidades les dio en su fundo a sus trabajadores para que aprendieran a leer? ¿Con qué autoridad hablan de democracia, si durante 150 años mantuvieron a más del 35% de los campesinos en el analfabetismo, sin posibilidad alguna? ¿A eso le llaman democracia? ¿De qué democracia nos habla el señor' Ibáñez, cuando se ha comprado una Senaduría corrompiendo conciencias? ¿Esa es su democracia, señores? Aquí vienen a defender la democracia del dinero. Tienen la democracia en los intestinos, en la panza, al lado de las faltriqueras.
Ahora reclaman porque los instrumentos que siempre usaron a su favor los estamos usando para defender a los trabajadores. Se desesperan por ello, ustedes que han masacrado a los trabajadores, ustedes que representan a una clase explotadora que ha derramado sangre durante centenas de años en este país. ¿Qué vienen a hablar de democracia ustedes, que han amasado sus fortunas con la miseria y la explotación de los trabajadores chilenos, con un sistema podrido? ¿Qué nos hablan de democracia ustedes, a quienes han abandonado los trabajadores y el pueblo de Chile, y que ahora tratan de levantarse nuevamente utilizando una demagogia burda y una máscara que la gente ya descubrió hace mucho tiempo?
Por eso nosotros nos reímos de estos falsos defensores de la democracia, de estos fariseos, de estos tartufos, que vienen a hablarnos con palabras muy altisonantes de la democracia y la libertad, valores que han pisoteado durante toda su vida.
Nosotros sí estamos construyendo una nueva libertad. En estos momentos ustedes deben atenerse a los medios de que dispongan. No intenten seguir utilizando los medios del Estado, al que siempre colocaron al servicio, no del país, sino de los intereses de su propia clase. Ahora estamos, indiscutiblemente, haciendo lo que nos corresponde, y no les entregaremos instrumentos que pertenecen al país. El pueblo y el Estado no tienen por qué darles a ustedes los medios para que sigan luchando contra ellos.
Por estas razones, voto favorablemente la observación.
El señor MONTES.-
Quienes hemos escuchado las observaciones de los Senadores de Derecha tenemos la obligación de dar nuestra palabra sobre el particular.
El Honorable señor García, por ejemplo, decía, a propósito de este veto, que lo democrático es el deseo de respetar a los otros, de oír a los demás, y que la prensa libre debe manifestarse. Esta es una formulación que, por cierto, no guarda ninguna relación con la actitud práctica, con la acción que desarrolla la Derecha en esta materia. Cuando dictaron la denominada Ley Mordaza, que se derogó apenas asumió el Gobierno de Frei, que siguió al de Alessandri, estaban dando una lección de cómo actúan estos demócratas de hoy. Y no escuchamos a ninguno de ellos levantar su voz para oponerse a engendro semejante. Si lo democrático, según los Senadores de la Derecha, es el deseo de oír y respetar a los otros, no nos explicamos cómo en su tiempo dictaron la ley de Defensa de la Democracia; que no estaba, precisamente, destinada a oír y respetar a los demás.
La actitud de los Senadores de la Derecha no los salva de su responsabilidad moral ante estos hechos. Y precisamente porque no tienen autoridad para hablar hoy día de la manera como lo hacen, deseamos replicar sus palabras.
El Honorable señor Bulnes ha dicho que empresa particular es sinónimo de libertad individual. Esta es una expresión que debería figurar en el bronce, porque los hechos demuestran, como aquí se ha dicho, que la empresa privada que ellos defienden y de la que, naturalmente, eran propietarios, siempre mantuvo en este país a centenares de miles de cesantes y de analfabetos, a decenas de miles de obreros en listas negras a los que jamás se les dio un empleo; pagó salarios miserables y dio una previsión vergonzante. Fueron precisamente los sectores de Derecha quienes fomentaron todas las tropelías antidemocráticas que debió sufrir el pueblo de Chile. Pero hoy vienen aquí, con un cinismo inaudito, a señalar que se está atentando contra la democracia. Lo dice el Honorable señor Ibáñez, quien reiteradamente ha tratado de liquidar al Canal 4 de televisión de Valparaíso, haciendo uso de la presión económica que le permiten ejercer los medios económicos de que dispone. Y precisamente el señor Senador viene hoy día a hablar contra el Gobierno.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ha terminado su tiempo, señor Senador.
El señor MONTES.-
Lo siento verdaderamente, señor Presidente.
Voto a favor del veto.
El señor MIRANDA.-
Se ha hecho gran caudal en el sentido de que la proposición vetada por el Ejecutivo, destinada a establecer una subvención para las radiodifusoras del país, tendría por único objeto permitir el pleno ejercicio de las libertades de expresión.
Si un extranjero asistiera a este debate o se impusiera de él, podría llegar a la conclusión de que en Chile solamente funcionan las radios que son propiedad de los partidos del Gobierno, de los partidos de la Unidad Popular. Pero la verdad es que el auditor chileno sabe que son mucho más numerosas las radios de la Oposición o controladas por los sectores económicos que ellas representan.
Hay un trabajo de un estudioso francés que, prácticamente, agotó todo lo relacionado con los medios de comunicación en Chile. Me refiero al señor Mattelat.
El señor MORENO.-
Es belga, no francés.
El señor MIRANDA.-
Si se lee el trabajo de este investigador, que aparece en los Cuadernos de la Realidad Nacional, se llega a la conclusión indiscutible de que en Chile los medios de comunicación han estado permanentemente controlados por los clanes económicos. En consecuencia, no es efectivo que, para mantenerse, las radiodifusoras nacionales necesiten de esta subvención.
Por lo demás, tengo alguna vinculación con este tipo de problemas, porque con mucho esfuerzo logré, con un grupo de amigos en el Norte, levantar una pequeña radiodifusora en La Serena. Sabemos cómo en el pasado no logramos...
¿Algún señor Senador hacía una observación?
El señor GARCIA.-
Sí.
El señor MIRANDA.-
¿Cuál era esa observación?
El señor IBAÑEZ.-
La observación es que lo hizo con unos amigos extranjeros.
El señor MIRANDA.-
¡Este es el sistema que emplea la Derecha! Responsablemente, jamás pueden sostener alguna acusación concreta.
Puedo demostrar de qué manera, con elementos humildes y modestos logramos formar un pequeño capital, sin la participación de absolutamente nadie que no tuviera una posición política determinada coincidente con la del Senador que habla. Absolutamente nadie. No es el caso de otros. ¿Y cuál fue la historia? Jamás obtuvimos durante el Gobierno pasado ni una sola frase de propaganda de los organismos estatales. Y fue el pequeño comercio de la zona el que permitió mantener la radioemisora. Sin embargo, ahora rasgan vestiduras en el Senado a favor de las radioemisoras nacionales, como si no conociéramos los fuertes consorcios económicos que sostienen las conocidas radioemisoras que están al servicio, de la Reacción y de la contrarrevolución en Chile.
Por otra parte, no somos contrarios a la idea de estudiar un sistema que altere fundamentalmente lo relacionado con los medios de comunicación. ¿Qué ocurre en Francia en este aspecto? Hay una sola radioemisora. Igualmente sucede en Inglaterra, donde existe una sola radioemisora, en manos del Estado. ¿Alguien podría pretender que en Francia no existe democracia o que en Inglaterra, que siempre ha sido señalada como ejemplo de democracia en el mundo, por ese solo hecho ha dejado de encuadrarse dentro de los moldes democráticos? No, señor Presidente. Lo que ocurre es que, a nuestro juicio, la empresa privada no debe ser dueña de los medios de comunicación. En este sentido sí que estamos dispuestos a llegar a un debate.
Ahora bien, ¿cuál es la participación de la comunidad?
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor MIRANDA.-
Ahora se pretende establecer esta subvención sin entregar la menor participación a la comunidad en cuanto a la administración de recursos que mayoritariamente saldrían de los bolsillos de gente modesta. Este es un abuso y, por eso, apoyamos el veto.
El señor PALMA.-
Considero que en torno de este problema se producirán dos hechos. En primer lugar, deberá haber un debate profundo sobre los problemas de la comunicación de masas y la posibilidad de mantener dentro de ellos un régimen democrático. En segundo término, estoy seguro de que el Ejecutivo, dentro de un plazo breve, y haciendo un análisis de las circunstancias, se verá en la obligación de enviar al Congreso Nacional un conjunto de disposiciones parecidas a las propuestas por el Honorable señor Carmona.
¿Por qué creo que sucederá aquello, y que es conveniente que suceda? A mi juicio, Chile vive en estos momentos una etapa de cambios acelerados que trata de tener una característica a la cual nosotros contribuimos. Procura mantenerse dentro del régimen democrático, con todos los esfuerzos y los problemas que ello implica. Y es importante que así suceda, y para ello, sin duda alguna, una de las condiciones fundamentales es que exista en el país una posibilidad de expresar opiniones y de criticar los acontecimientos en forma absolutamente amplia, como en general ha ocurrido hasta ahora.
Se ha argumentado que anteriormente las circunstancias financieras eran tales y cuales. Pero la verdad es que, por fortuna, se derogaron ciertas leyes, que no contribuimos a dictar. Desde que se abolieron, el país ha contado con una prensa de la más variada gama de opiniones, y en las radioemisoras, con comentaristas políticos de las más diversas tendencias. ¿Quién puede negar que durante el período del Presidente Frei, la mayor parte de los comentaristas radiales no estaba con el Gobierno o estaban en contra de él, ya sea por pertenecer a sectores de Derecha o a los partidos marxistas? Esta es la realidad. De modo que en el país ha existido una tradición de libertad de opinión muy importante y el uso sin trabas de los medios radiales para emitir opiniones diferentes, que ha sido productiva, porque ha contribuido al progreso de la democracia y a la educación del país.
Considero que el Gobierno volverá sobre la materia, porque en la medida en que el área social va creciendo para colocarse la producción en el mercado, se requiere la ayuda de la propaganda, crecerán en materia de influencia los sectores estatales. Y es perfectamente posible que el día de mañana, en un vuelco electoral importante, sean otros los que controlen el sector estatal y social. Si las elecciones de 1973 implicaran un gran cambio político, indudablemente que se producirá una situación como la que acabo de describir. En tal caso, los sectores que no estuvieren eventualmente con el nuevo Gobierno o que fueren minoritarios, pedirán seguramente lo que ahora se está pidiendo para todos.
Por eso, estoy convencido de que la disposición planteada que desde el aspecto de su redacción puede merecer objeciones envuelve un principio extraordinariamente útil, el cual, por lo demás, se aplica en la mayor parte de las democracias del mundo.
El Honorable señor Miranda se refirió denantes a los Cuadernos de la Realidad Nacional, donde se destaca la importancia que tiene el poder económico en los medios de información. Por el crecimiento que experimentará el área social, es evidente que el sector que esté en el Gobierno hoy día unos, mañana otros tendrá un extraordinario poder en tal sentido, si no se dicta una disposición como la propuesta por el Honorable señor Carmona.
En otros países, para financiar los medios de difusión se recurre a sistemas como éste. Tengo aquí un cuadro publicado por la Oficina de Informaciones del Senado, que desgraciadamente es un poco antiguo, pues data del 14 de mayo de 1968...
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor PALMA.-
Solicito dos minutos para completar mis observaciones.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Desgraciadamente, no puedo concedérselos.
El señor PALMA.-
Entonces, ruego que se inserte dicho cuadro, en el que se explica cómo en otros países las radiodifusoras se financian con aportes de los usuarios.
Voto en contra de la observación.
El señor HAMILTON.-
En verdad, resulta difícil analizar una materia tan delicada como lo es la referente a los medios de comunicación, y tan íntimamente vinculada a la libertad política, en medio de este ensordecedor debate, en el cual se ha emitido toda clase de opiniones y de improperios.
Sólo deseo decir una cosa. Ante todo, salvar una responsabilidad: en la discusión producida entre el Honorable señor Sepúlveda y los parlamentarios que ocupan las bancas del frente, no llevamos velas. Nuestra actitud respecto de los medios de comunicación está reflejada en lo ocurrido durante nuestro Gobierno. En la Administración anterior nacieron todos los periódicos que hoy día tiene la Unidad Popular; todas las radioemisoras funcionaron sin limitaciones de ninguna especie, y sin problemas económicos. Durante nuestro Gobierno se creó y extendió a lo largo del país el Canal Nacional de Televisión, y su uso fue tan delicado, respetuoso y pluralista, que los tres chilenos que aspiraron a suceder al Presidente Frei en la Primera Magistratura de la Nación, ante los millones de personas que veían las pantallas de ese canal, que era de todos ellos, agradecieron la deferencia respetuosa con que fueron tratados por igual, en circunstancias de que no existía en esa época una ley que condicionara su manejo y de que las autoridades designadas por el Gobierno de entonces para dirigirlo, tenían partido y candidato.
¿Qué ha ocurrido en el año y medio que la Unidad Popular lleva en el Gobierno? En un proceso dinámico y acelerado se ha pretendido concentrar un poder difusor, que si continúa y se completa, sería prácticamente la dictadura, la voz oficial en materia de prensa, radio y televisión. Las dos terceras partes de las radios de la sintonía nacional, al igual que la mayor parte de las radioemisoras de provincias, están hoy día, sin que se sepa cómo, cuándo y por qué, en manos de personeros de los partidos de la Unidad Popular o de servicios estatales. Más de la mitad de los diarios son también adictos al Gobierno. Y el Canal 9 de la Universidad de Chile no es manejado por dicho plantel superior, sino por grupos de poder establecidos hace mucho tiempo por los marxistas. Felizmente, se vislumbra al respecto un proceso de corrección.
En cuanto al Canal Nacional, como aquí se ha señalado, habitualmente viola la ley que lo regula y que le impone la obligación de estar al servicio de todos los chilenos y no sólo de los gobernantes de turno.
No me asusta que el Estado disponga de medios de comunicación según el modelo existente en la radio y televisión francesas y de otros países democráticos, siempre que se resguarde la libertad de expresión mediante un respeto efectivo, en fórmulas claras, a la opinión de todos y al acceso de todos los sectores a los medios de comunicación. Pero ello no existe en el actual Gobierno. Por lo contrario, el veto formulado a la disposición propuesta por el Honorable señor Carmona, que deploro, no me sorprende, porque reiteradamente el Gobierno ha dado muestras del inmenso poder de propaganda de que dispone hoy día, no sólo por medio de los servicios públicos, sino que fundamentalmente mediante las empresas que eran privadas y que en la actualidad están estatificadas por requisiciones, compra o intervención. Tiene un poder difusor que entregan en sus manos todos los chilenos, o del que se ha apropiado el Estado, pero que lo emplea ahora para financiar o comprar radios para la Unidad Popular, diarios o medios de comunicación, para someter a los órganos de, difusión independientes y para liquidar, por la asfixia económica, a los sectores independientes.
Es cierto que hay libertad de expresión en Chile, y nadie podría negarlo. Sin embargo, con la misma claridad, nadie podrá desconocer que la libertad de expresión, que está unida a la libertad política, se encuentra en peligro de desaparecer; precisamente porque las únicas entradas con las cuales se financian las radioemisoras provienen de la difusión, la cual está controlada hoy día por el Estado, y porque esta difusión no la prodiga sino en aquellos medios que le son propios o adictos.
Quiero terminar recordando que el año pasado, con ocasión del Día del Trabajador de la Radio, se silenciaron todas las radioemisoras de Chile, como siempre había ocurrido. Se transmitió música, se hicieron comentarios y sed leyeron noticias. Pero ya no era música folklórica o clásica la transmitida, sino que sólo música comprometida. Ya no eran comentarios más o menos objetivos, sino concientizadores. Ya no se trataba de noticias de lo que ocurría en el país o en el extranjero, sino de lo que al Gobierno de la Unidad Popular interesaba que llegara a la opinión pública.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor HAMILTON.-
Si las radioemisoras cayeran por asfixia económica, lo ocurrido ese día sucedería todos los días del año. Esto es lo que hipócritamente, afirmando defender la libertad de expresión y diciendo ser adictos a la democracia, este Gobierno está tratando de realizar, porque no tiene poder real para hacer las cosas honesta y derechamente.
Voto en contra del veto.
El señor MORENO.-
Deseo fundar mi voto, señor Presidente.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Con la venia de la Sala, puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor MORENO.-
Lamentablemente, y cualquiera que sea el resultado de la votación, nuestro pronunciamiento no puede surtir efectos jurídicos en cuanto a los propósitos que el artículo que nos ocupa perseguía. La Cámara de Diputados no logró reunir los dos tercios para insistir. En consecuencia, y por desgracia para el sistema democrático chileno, la radiotelefonía nacional deberá sufrir un proceso de arrinconamiento sistemático, al cual la está sometiendo ya el actual Gobierno.
Aquí se ha producido un debate que no es circunstancial. Se trata de un problema muy de fondo y que incide en el método con el cual el Ejecutivo está aplicando sus esquemas para tomar el control y crear la sociedad en la cual piensa y cree que es conveniente para el país. Y en esta metodología es donde nosotros no sólo tenemos derecho a discrepar, sino también la obligación, como representantes de un sector de la opinión del país, a pronunciarnos y a luchar activamente en contra de él.
El Gobierno pretende establecer una sociedad marxista-leninista. Las palabras del Honorable señor Sepúlveda lo han dicho con claridad; con vehemencia, pero sin lugar a dudas. Su Señoría tiene derecho a plantearlo; pero a lo que no tiene derecho es a suponer que el resto del país, que representa a la mayoría de la opinión chilena, pueda ser silenciado en sus opiniones o en sus inquietudes respecto de lo que está ocurriendo.
La actual Administración tiene el control más grande de los medios de comunicación de masas que poder económico personal o grupo político alguno pudiera haber logrado a lo largo de la historia política del país. Este Gobierno se ha dedicado a controlar todos los mecanismos de comunicación de masas, ya sea por la vía administrativa, por la vía de la requisición de las industrias que financian la publicidad o por ese expediente nuevo y desconocido que es la compra directa de radios y diarios por parte de los partidos que sustentan a la actual combinación gubernamental. El país entero sabe que se han comprado las más grandes emisoras de Santiago.
El señor MONTES.-
¿Cuáles?
El señor MORENO.-
La Portales, la Corporación. Podría darle la lista completa, pero Su Señoría la conoce mejor que yo.
Y lo mismo está ocurriendo con las radios de provincia. Acabo de recibir una denuncia de acuerdo con la cual en la radio Concordia, de La Unión, no se ha aceptado propaganda de los candidatos de la Democracia Cristiana a la CUT, en razón de que dicha emisora estaría en negociaciones para ser adquirida por el Partido Comunista. A pesar de que aún no se formaliza esa adquisición, ya se ha empezado a cerrar la censura sobre quienes van a plantear en la base de los trabajadores una opinión distinta de la que el Ejecutivo o sus a láteres tienen hoy día
El problema descansa en el método con el cual se realiza el proceso democrático del país. Y el Gobierno quiere ahogar a las radios, así como, si pudiera, intentaría cerrar los diarios de Oposición no es un secreto para nadie, para evitar que la verdad, que es evidente a nivel del pueblo, se haga sintética a nivel de la opinión pública nacional e internacional.
El Ejecutivo nos ofrece cotejar la opinión democráticamente. Y parece como si fuera una concesión graciosa cada vez que el señor Presidente de la República o alguien que lo represente nos dice que seguirá habiendo elecciones o que nos consultarán. Pero la esencia de una consulta democrática está en que la opinión pública pueda ser informada adecuada, oportuna e imparcialmente.
El Jefe del Estado nos amenaza todos los días con el plebiscito. Pues bien, que venga el plebiscito; pero que venga sobre la base de que haya libertad para informar, porque cada día se nos está llevando a vivir en un sistema que nosotros repudiamos. Yo fui uno de los que se jugaron lo digo sin rubor alguno para que el señor Allende fuera nombrado Presidente de 3 a República, dentro de nuestro partido y en el Congreso Pleno. Hoy día tenemos la obligación y la autoridad moral para exigir que el Primer Mandatario cumpla su palabra, llame a plebiscito y no siga teniéndole miedo a la consulta popular.
Cada elección que hoy día se realiza la pierden los partidos de Gobierno. Y lo que aquí se pretende es tratar de evitar que el pueblo se informe, impidiéndole que emita su opinión libre y democráticamente. Ahí está la raíz de lo que se está discutiendo. Lo demás son triquiñuelas o argumentos un tanto retóricos para esconder la verdad y el fondo de las cosas.
Repondremos esta idea, pues el país entero tiene la obligación de mantener su derecho a la libertad de información. Y aquí que se den por notificados los parlamentarios de la Unidad Popular, quienes tendrán que dar cuenta ante el pueblo de esta situación, que implica cercenar un derecho.
Voto en contra de la observación.
Se rechaza la observación (25 votos contra 14), y, con la misma votación, se acuerda no insistir.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, ¿por qué no recaba el asentimiento de la Sala para prorrogar la hora hasta despachar totalmente el proyecto?
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Propongo a la Sala me parece que es prudente prorrogar la sesión por una hora más para terminar el debate de la iniciativa.
El señor JULIET.-
Por media hora.
El señor LUENGO.-
Hasta por una hora.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Hasta por una hora, como sugiere el Honorable señor Luengo. Pienso que con eso basta.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La observación siguiente incide en el artículo 127, y consiste en suprimirlo.
La Cámara de Diputados rechazó el veto, pero no insistió en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan rechazar e insistir. El pronunciamiento del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza e insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
En seguida, el Ejecutivo propone eliminar el artículo 128.
La Cámara rechazó esta observación, pero no insistió en el texto original. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan rechazar e insistir. El acuerdo de la Corporación al respecto no produce efectos jurídicos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará el informe.
El señor MORENO.-
Deseo fundar mi voto, señor Presidente.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Con la venia de la Sala, puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor MORENO.-
Aun cuando el señor Secretario informó que el pronunciamiento del Senado no produce efectos jurídicos, no puedo dejar pasar esta disposición que ha sido vetada por el Ejecutivo. Para que los señores Senadores pesen bien lo que ella dice, la leeré:
A contar del 1º de enero de 1972, los retiros en dinero de subsistencia mensual que efectúen los miembros de los asentamientos campesinos y de cooperativas asignatarias de Reforma Agraria se reajustarán en a lo menos el mismo porcentaje señalado en el artículo lº de esta ley.
El Gobierno propone suprimir ese artículo. En consecuencia, ha declarado que no está de acuerdo en que los retiros para la subsistencia de los campesinos que trabajan y viven el proceso de la reforma agraria sean reajustados en el mismo porcentaje del alza del costo de la vida.
El señor MONTES.-
No es así.
El señor MORENO.-
Yo ruego al Honorable señor Montes que respete mi derecho. Cuando Su Señoría habla, con su voz de orador sagrado y de charro mejicano, lo escucho con mucho respeto. Por consiguiente, le pido que me oiga con la misma seriedad.
El señor MONTES.-
Lo que importa es lo que se dice y no el tono de voz que se emplee.
El señor MORENO.-
Por eso mismo.
El señor MONTES.-
Es el contenido falso de lo que dice Su Señoría lo que no podemos aceptar.
El señor MORENO.-
Pero, señor Presidente, hay algo que es evidente. Si los señores Senadores, y sobre todo el Honorable señor Montes, recorren la base campesina, podrán escuchar el clamor que hoy existe en contra de la administración de la CORA manejada por la Unidad Popular. Hoy día los campesinos están recibiendo una suma para subsistencia de 30 escudos al día. Eso es lo que el Gobierno popular les permite usar para solventar las necesidades mínimas de sus grupos familiares, compuestos generalmente por cinco o seis miembros. El hecho de que el Ejecutivo vete esta disposición, en circunstancias de que durante la Administración anterior, en la que me correspondió actuar como Vicepresidente de la CORA, se procedía a reajustar automáticamente dicha suma por lo menos en el mismo porcentaje en que subía el costo de la vida, muestra precisamente el criterio con el cual se está operando. Y esta es la razón por la cual hoy día el Gobierno ha perdido la confianza de los trabajadores agrícolas a lo largo de todas las provincias; y la razón también por la cual en cada elección que se realiza, de organización campesina, de asentamientos, de consejos comunales, el pueblo campesino chileno está volviendo las espaldas al Gobierno. Aquí hay una muestra de ello.
Yo levanto mi voz y protesto en contra de esta medida, porque involucra un atropello incalificable para los sectores más modestos, para quienes más necesitaban y esperaban que el Gobierno, continuando lo realizado en el régimen anterior, pudiera hacer a favor de ellos.
Voto en contra de la observación.
El señor SILVA ULLOA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Con la venia de la Sala, puede usar de la palabra Su Señoría para fundar el voto.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, así como me he abstenido de intervenir en la discusión de otras disposiciones, la verdad es que tampoco pensaba hacerlo respecto de la que ahora nos ocupa, porque todo lo que expresamos no hace sino dilatar el debate. Sin embargo, la intervención del Honorable señor Moreno me obliga a salir a su encuentro y a decirle que sus propias palabras desmienten lo que él ha sostenido aquí.
El dinero de subsistencia mensual que entregaba la CORA, tal como Su Señoría lo reconoce, era equivalente al salario mínimo industrial.
El señor MORENO.-
No.
El señor SILVA ULLOA.-
Sí, es así. En consecuencia, el Ejecutivo ha seguido esta norma. En 1970, este retiro en dinero era de doce escudos diarios; en 1971 aumentó a 20 escudos, y en 1972 subió a treinta escudos al día. De manera que esta suma ha experimentado un 50% de reajuste y, por consiguiente, el artículo aparecía como innecesario y perjudicial, pues podía estimarse que la CORA había procedido arbitrariamente, al margen de la ley, al otorgar dicho retiro.
Por lo tanto, nos encontramos con el caso típico de que los cuidados del sacristán quieren matar al señor cura. Y nosotros preferimos que el señor cura siga viviendo y que los que trabajan en los asentamientos, por lo menos disfruten del salario mínimo industrial que perciben todos los obreros del país, cosa que sería distinta si se aplicara el artículo 1º de este proyecto de ley, que establece sólo un reajuste de 22,1%.
Esta es la justificación del veto. Naturalmente, el informe de las Comisiones Unidas no es completo en este aspecto, porque, como no hubo problemas sobre el particular, no abordó esa materia. La verdad es que nosotros no creímos necesario entretenernos, como lo han hecho muchos señores Senadores, en estas largas sesiones, hablando de cosas fenecidas, carentes de importancia y que no podemos resucitar.
Nos parece que es preciso ubicar el debate en sus justos términos y en el lugar que corresponde.
Nada más.
La señora CARRERA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor FERRANDO.-
(Vicepresidente).Puede hacer uso de la palabra Su Señoría para fundar el voto.
La señora CARRERA.-
Lo que el Honorable señor Silva Ulloa ha expresado me ahorra mayores explicaciones, porque el problema es exactamente como él lo ha expuesto. En todo caso, quiero manifestar que sería muy conveniente que no sucediera durante el Gobierno de la Unidad Popular lo que ocurrió en la época en que el Honorable señor Moreno era jefe de la CORA: durante meses y meses los asentamientos no recibían los dineros de subsistencia mensual y los parlamentarios de las diversas zonas nos veíamos obligados a ir a rogar ante ese organismo para que enviara los adelantos a los campesinos.
El señor MORENO.-
No es así, señora Senadora.
La señora CARRERA.-
El Honorable señor Moreno ha olvidado que sostuvimos varias discusiones, en el curso de las cuales hizo una extraordinaria demostración de democracia. Desde luego, sólo me recibió cuando le envié telegramas para que lo hiciera. Pero eso es cosa aparte.
Por ejemplo, a propósito de la interrupción del Honorable señor Moreno: para poder ser recibida, en esa época tan democrática del Gobierno del señor Frei, en una oportunidad tuve que enviar un telegrama al señor Moreno después de ocho meses de pedirle audiencia; y tenía llamados a los periodistas para darles cuenta del telegrama cuando el señor Moreno lo recibió y dio una respuesta a mi pregunta. Yo le reclamaba en ese momento por qué no se mandaban los adelantos a los asentamientos y se estaba echando a los campesinos de los predios reformados, dejando en la cesantía y en la miseria a miles de familias.
Por eso, yo pensaba que tal vez la preocupación del señor Senador pudiera ser, en este momento, la de que no sucediera lo mismo que en su época, en que los campesinos tenían que andar pidiendo préstamos y mendigando porque no recibían lo que la CORA tenía que entregarles como subsistencia mensual.
Voto por la observación.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, para fundar su voto, el Honorable señor Pablo.
El señor PABLO.-
Seré muy breve. La verdad es que debo decírselo a mi Honorable colega en el Gobierno de la Unidad Popular a los Senadores de Oposición no se nos da audiencia cuando la solicitamos, particularmente en la CORA.
Se lo advierto porque me ha sucedido en dos oportunidades. Una vez logré hablar por teléfono, pero después he renunciado a intentarlo otra vez.
La señora CARRERA.-
Puede enviar un telegrama. Me resultó con el señor Moreno.
El señor PABLO.-
Todavía no he recurrido al telegrama, y quizás sea una buena idea emplear ese sistema.
En lo que tiene relación con el reajuste, debo dejar de manifiesto que, por lo menos en la Administración anterior, los trabajadores agrícolas recibían en los asentamientos una suma superior al salario mínimo; suma superior que pueden estar recibiendo hoy día también, antes de aplicarse el reajuste de la ley en debate. Por lo tanto, si se aplicara el 22,1%, pongamos por caso sobre 26 o 28 escudos, evidentemente que superarían los 30 escudos. En consecuencia, en los términos en que está redactada, la observación es negativa en la medida en que si alguna persona recibía un anticipo superior al salario mínimo, no podrá percibir en adelante, de acuerdo con esta norma, una compensación diaria superior al salario mínimo. Tal es la diferencia.
Esto era lo que quería aclarar. En los términos en que se ha explicado el veto, se da a entender que él importa un reajuste de 50%. Así es para quienes recibían 20 escudos, no para los trabajadores de muchos asentamientos cuyo retiro era superior al salario mínimo. Hoy día todos recibirán el equivalente a un salario mínimo.
Voto en contra de la observación.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, para fundar el voto, el Honorable señor Hamilton.
El señor HAMILTON.-
Señor Presidente, quiero explicar al Senado por qué presenté la indicación que dio origen a este artículo, que aprobó el Congreso y que ahora veta el Ejecutivo.
Ocurre que las cosas no son como las ha descrito aquí el Honorable señor Silva Ulloa, un hombre generalmente bien informado. Al menos, no me las han explicado así los asentados de la provincia de Magallanes. Lo que reciben por concepto de retiro de subsistencia mensual es una suma fija, que fijan por convenio con la CORA y a cuenta de sus utilidades, pero que realmente pasa a ser la subsistencia. Es el equivalente, aunque no sea jurídicamente igual, al salario, y lo justó es, entonces, que este retiro se reajuste, a lo menos, en igual porcentaje que el del alza de costo de la vida, sin perjuicio de los ajustes mayores que se puedan convenir con la CORA.
¿Qué pasó en Magallanes? Allí, la reforma agraria que realizó el Gobierno de la Democracia Cristiana, del PresidenteFrei, la que llevaron a cabo don Rafael Moreno y don Hugo Trivelli, fue realmente un éxito muy grande; no sólo porque la producción agropecuaria aumentó, no sólo por el hecho de que se subdividió la tierra, sino, fundamentalmente, por el aspecto humano, que nadie puede desconocer. El campesino de las haciendas privadas, de las estancias, no vivía con su familia, sino en verdaderos colectivos. Se construyeron pueblos, se expropió la tierra, se entregó ésta a cooperativas formadas por los campesinos, y hoy día ellos viven mejor, ganan más, producen más, y obtuvieron grandes ganancias. Ahora bien, el Presidente Allende planteó que en Magallanes no debía darse la tierra a los campesinos, sino hacerse haciendas estatales. Entonces, las últimas expropiaciones que se realizaron durante nuestro Gobierno no se convirtieron en asentamientos o pre-cooperativas: se pasó de inmediato a la formación de haciendas estatales. Y para convencer a los campesinos, que veían el modelo de la reforma agraria nuestra y repudiaban la hacienda estatal, les congelaron las subsistencias. Se quiso reducirlos por el estómago, privándolos de lo necesario para subsistir y que, además, les pertenecía. ¡Esto lo hacía el Gobierno popular, que dice que gobierna en nombre de los trabajadores!
Esa es la opinión que me dieron los campesinos de, Magallanes y que, a pesar de que hoy día está resuelto su problema, me movió a presentar, para todos los asentados de Chile, esta disposición.
De manera que no se trata de otra cosa de que el retiro de subsistencias que hacen los campesinos libres del área reformada mediante el sistema de asentamientos y de la ley de Reforma Agraria, se reajuste a lo menos en el mismo porcentaje en que se reajustaron las remuneraciones del resto de los trabajadores de Chile. Este fue mi propósito.
Lamento que, una vez más, observemos que el Gobierno no deja pasar una. Dice que respeta la ley, dice que trabaja para los campesinos y los demás trabajadores; pero allí donde el campesino o el proletario se sale del esquema que tiene pensado el Gobierno, allí le aprieta el torniquete.
Hasta ahí llega la participación del trabajador, hasta ahí tiene expresión.
Por eso esta disposición tan justa, tan necesaria, que sólo evita las discriminaciones o arbitrariedades que para imponer una política determinada, en contra de la voluntad de los campesinos, pueda cometer el Gobierno, y aprobada por la unanimidad del Congreso Nacional, ha sido vetada. ¡Valiente Gobierno el que quiere privar a los asentados campesinos, a los modestos campesinos que son dueños de la tierra, que son dueños de su destino, de la posibilidad de que, con cargo a sus propias utilidades, a lo que les pertenece, no supeditados a lo que quiera la CORA o el Gobierno, tengan un reajuste por lo menos igual al alza del costo de la vida.
Voto en contra de la observación.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, aunque al Senador señor Moreno no le gusten mi voz ni mi cara esto no tiene arreglo, a mi juicio lo importante son los conceptos, las ideas. Y creo que el Senador señor Moreno podría dar una prueba de entereza moral reconociendo que las observaciones que ha formulado están equivocadas, porque en esta actitud, que podríamos calificar de odiosa, hacia el Gobierno, incluso se cometen errores de esta naturaleza.
Esta disposición fue, efectivamente, presentada por el Senador señor Hamilton, y presentada de tal manera que en las propias Comisiones se estuvo viendo la manera de modificarla, para mejorarla, porque la proposición inicial señalaba que se reajustaría la subsistencia mensual que retiraban los campesinos asentados, y se pensó que sería difícil poder reajustar en 20% las papas, el trigo o algunas hortalizas que pudieran recibir los campesinos. De manera que, como digo, el precepto inicial fue incluso modificado por las propias Comisiones.
Luego, resulta muy claro que la disposición perjudica, no favorece a los campesinos, toda vez que, en lugar de obtener un 50% más en dinero por el concepto que aquí se señala, que ya están recibiendo, si prosperara este artículo sólo podrían recibir, en vez de 30, 24 escudos. No cabe, pues, atribuir al Ejecutivo, de la manera en que lo ha hecho el Senador señor Moreno, la intención dolosa, o la mala intención, o el afán de perjudicar al campesino. Este veto no hace sino resguardar sus intereses, como ha quedado de manifiesto con la explicación que dio el señor Silva Ulloa y por lo que se vio en las propias Comisiones. De manera que para nosotros, aprobar el veto constituye, de verdad, resguardar los intereses de los campesinos asentados, porque de otra manera crearíamos, a lo menos, un proceso de confusión muy difícil de poder superar desde el punto de vista de la interpretación de la ley. No hay más remedio, me parece, que aprobar el veto, que rechaza este artículo que perjudica a los campesinos asentados.
El señor LORCA.-
En verdad, después de lo que se ha dicho en la Sala a una le asaltan dudas de haber estado en las Comisiones e incluso de haberlas presidido.
En efecto, he oído a los señores Montes y Ramón Silva Ulloa hablar de una cosa que no sucedió en las Comisiones Unidas. Incluso, yo tenía entendido que este artículo había sido aprobado por unanimidad, que fue mejorado, como lo ha dicho el señor Montes; y se aprobó en la siguiente forma: A contar del 1º de enero de 1972, los retiros en dinero..., porque antes no decía en dinero, decía de subsistencia. Lo mejoramos todos los Senadores, incluso mediante los cuidados del sacristán de que hablaba el señor Ramón Silva Ulloa con el ingenio que en él es habitual. Yo creo que el único sacristán del Gobierno es él aquí, porque la verdad es que siempre defiende al Gobierno y resulta que, por hacerlo, ni siquiera se acuerda de que el Ejecutivo tuvo la falta de seriedad de no explicar por qué vetaba los artículos 127, 128 y 130. Dio razones, dos geniales: que veta estas disposiciones porque las considera inconvenientes. ¿Por qué las considera inconvenientes? No lo sabe nadie, y el Gobierno tampoco. Por último, la más genial: que, por lo demás, no contaron con su iniciativa. O sea que las dos únicas razones que dio fueron las más absurdas que pueden darse para justificar un veto. No son razones. Y lo más absurdo es que la misma justificación que da para rechazar este artículo 128, la da para desechar el artículo 130, que establece, de acuerdo con la Confederación de Empleados Particulares, con todos los empleados particulares de Chile, que no están dirigidos por democratacristianos, pues allí hay gente de todos los partidos políticos, lo siguiente: El sueldo mínimo para el año 1973 será determinado por... etcétera. Es decir, ese artículo, que es para el futuro y que lo pedían los empleados particulares, también lo rechaza el Gobierno por las mismas razones que no acepta el que interesa a los campesinos. Así, pues, querido colega sacristán, en este caso los cuidados del sacristán están matando al Gobierno, porque ¿para qué dar razones, si en las Comisiones no se dieron, pues el Ejecutivo no dio ninguna para vetar esos artículos?
Aquí tengo el veto del Ejecutivo. ¿Por qué veta? Lo veto porque lo considero inconveniente. Y no explica por qué lo considera inconveniente. Y porque no es iniciativa del Ejecutivo.
El señor MORENO.-
¡Se taimó!
El señor LORCA.-
Como dice el colega señor Moreno, se taimó.
O sea, no dio razones. Por esto, considero que el Gobierno está en contra de los campesinos en este caso. Y por esto creo que cuando el Honorable señor Montes contesta al colega señor Moreno y le dice mentira, est�� equivocado. No digo que sea mentiroso él, sino que olvida lo que ocurrió en las Comisiones: que allí no hubo razones. Inclusive, con el voto suyo arreglamos el artículo. Y por esto mismo se opone al artículo también ahora, porque como ustedes son tan disciplinados, si lo veta el Ejecutivo lo vetan también. Quiere decir que han cambiado de criterio.
Voto en contra de la observación, aun cuando esta votación no tenga sentido.
El señor PAPIC.-
Señor Presidente, desde hace algunos meses en las provincias de Valdivia y Osorno hemos estado escuchando quejas de parte de los asentados por el atraso en el pago de sus salarios.
La semana pasada estuve en la localidad de Panguipulli en una reunión con pobladores y campesinos y me informé de que a los obreros del Complejo Maderero de Panguipulli, que son numerosos, se les están cancelando sus salarios con dineros provenientes del 2% constitucional. Esto quiere decir que el Gobierno, en el hecho, está considerando calamidad pública el financiamiento de ese famoso complejo maderero. Y no hay duda de que lo es. Mejor dicho, va a terminar en calamidad pública, porque el costo de producción por pulgada de madera sobrepasa los 100 escudos como consecuencia de la acción de los hombres nuevos que intervienen en este complejo, como consecuencia de los nombramientos a granel, a destajo y con sueldos fabulosos que se han hecho. Pero como el Gobierno puede hacer uso del 2% constitucional, no hay duda de que puede seguir pagando a estos trabajadores para que subsistan. Sin embargo, lo extraño es que han sido notificados de que a contar del próximo mes no les pagará más en dinero, sino en mercaderías.
Como si ello fuera poco, recibí las quejas de trabajadores de uno de los fundos que integran el complejo maderero, quienes me denunciaron el hecho de que el interventor, al saber que querían presentar un pliego de mejoramiento de salarios, los había amenazado con lanzarlos del predio si insistían. En una palabra, todavía no tienen todo el poder en sus manos y ya están sometiendo a la clase campesina a un régimen dictatorial como el que han instaurado en otros países.
Como si esto fuera poco, también recibí quejas de los pequeños agricultores, los cuales no han recibido los créditos que esperaban de parte del INDAP.
Como puede apreciarse, las cosas en el campo no están mejor que en tiempos en que nuestro camarada Rafael Moreno era Vicepresidente de la CORA, sino que todo lo contrario. Por eso me extraña que aquí se haya pretendido aseverar que las cosas están mejor que cuando mi Honorable colega desempeñaba ese cargo.
No hay duda de que por este camino no van a conseguir en el campo el aumento de producción que tanto reclama Su Excelencia el Presidente de la República, ni tampoco sé obtendrá en ninguna de las industrias donde está reinando la incapacidad de quienes las dirigen, como sucede repito en fundos que antes producían grandes cantidades de madera y que hoy, a un costo superior, están produciendo menos.
Por las razones expuestas y porque significa un atentado en contra de los intereses campesinos, voto en contra de este veto.
El señor VALENZUELA.-
Yo no iba a decir una sola palabra sobre el particular, porque se ha hablado bastante respecto de esta observación; pero acabo de recibir una carta firmada por compañeros campesinos del fundo San Luis de las Alamedas, algunos de los cuales estamparon sus impresiones digitales, porque son analfabetos, de lo cual no tienen culpa.
El señor GARCIA.-
Que se inserte en la versión.
El señor VALENZUELA.-
Sí. Indudablemente, la carta está escrita en el lenguaje campesino y tiene faltas ortográficas, pero pediré su inserción por lo que ella dice y significa.
Los campesinos me comunican que en ese predio han sido presionados nueve compañeros para constituir un Centro de Reforma Agraria, pero de ellos sólo firmaron cinco. Me señalan que fueron presionados tanto por el jefe de área como por unos barbudos que andan por la provincia.
Después exponen la forma de presión que se ejerce: primero les entregaron un tractor, y como no aceptaron firmar para incorporarse al Centro, se les amenazó de que no tendrían maquinaria, y que se preferiría a los del Centro...
La señora CAMPUSANO.-
¿Por qué no la lee entera?
El señor VALENZUELA.-
Yo le tengo mucho respeto a usted, señora Senadora, pero no alcanzo a leer la carta en los cinco minutos, porque quiero expresar otras cosas.
Quiero decir que la frustración del proceso social que se está produciendo en Chile es lo más grave que está pasando en el país. Porque ustedes, con los errores que están cometiendo, con la ceguera incalificable, con el sectarismo, con esa presión que están realizando en contra de los trabajadores campesinos especialmente ustedes, están frustrando el proceso social revolucionario de Chile. Porque están permitiendo que estos compañeros, esta gente de trabajo, estos hombres que dan toda su existencia física al país, que primero fueron pisoteados por los latifundistas, lo sean ahora por los representantes de Gobierno en los campos de nuestro país. ¡Los campesinos se están sintiendo tremendamente frustrados, y así no se hace revolución en ninguna parte!
¡Por eso les pido que escuchen lo que les estamos diciendo, porque lo expresamos patrióticamente, con verdadero sentido revolucionario!
¿Qué pasa con este veto? Ocurre una cosa muy simple: se está presionando a los campesinos, porque los retiros mensuales, como todos sabemos, no constituyen sueldo, sino un anticipo sobre las utilidades, que son descontados a fin de año. Sobre la base de este anticipo, los trabajadores del agro cubren las necesidades fundamentales de su subsistencia física y de la de su familia.
En segundo lugar, hay algo que es también fundamental: a los campesinos se les deben integrar las imposiciones al Servicio de Seguro Social, a fin de garantizarles la seguridad social y darles la posibilidad de gozar de sus derechos en caso de enfermedad del imponente o de su familia, como por ejemplo recabar del Servicio Nacional de Salud la asistencia correspondiente y los subsidios respectivos.
Este es el problema que acarrea el veto.
Por eso, considero que esta idea que combatimos constituye una ceguera y ustedes, compañeros Senadores de la Unidad Popular, debieran sancionar al funcionario que redactó este veto, porque están realizando precisamente lo contrario de lo que se debiera hacer en el país.
Esto quería decir en la fundación de mi voto.
Entiendo que se acordó insertar la carta que mencioné.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Oportunamente se recabará el acuerdo de la Sala, señor Senador.
Ruego a Su Señoría enviar el documento a la Mesa.
El documento cuya inserción se acuerda más adelante es del tenor siguiente:
San Luis de Los alamedaz.
Señor Ricardo Valenzuela
Le comunicamos a Ud que aquí en este predio hemos sido precionados 9 compañeros para constituir un centro de reforma agraria pero de los que solo firmamo 5 pero fuimos precionados tanto por el jefe área como por unos Barbudos que andan en la probincia.
La primera precion fue que nos llego un tractor que venia nombre de nosotro y porque no firmabamos para el Sentro senos quito y senos amenaso que no tendríamos Maquinaria solo sepreferiría al Sentro y si aguna ves quedavan las dariaan y que nuestros y jos y van asufrir después y después llamamo al jefe de area y renunciamo al Sentro y nos asertaron la renuncia pero despues a los dia mastarde Se nos comunico que nos podiamo retirar y sinos retiravamo teniamo que irlo pero en vista que nosotro no aseptamos salirno ahora nos queren tirar a la calle y se estan balindo de lajente de los Fundo del lado osea del Sentro para que nos echen Aller alos dos dirijente senos tuvo en una reunion en Santa Cruz y senos yso saver que la sanble del Sentro vadesidir sinos echan ono y peramos de Ud que nos allude tanto Ud como los demas diputados y Senadores de la provincia y Los saludamos a Ud y todo enjeneral y Continuacion Firman Los conpañeros
1 Víctor Zorrilla P
2 Alfredo Arce P
3 Juan Cornejo C.
4 Eudoro Bravo C
5 Manuel Oteiza R
6 Hernan Sepulbeda
7 Enrique Arevalo
8 Rodemil Arce
9 Agusto Duarte.
El señor IBAÑEZ.-
Señor Presidente, si yo actuase movido sólo por interés político partidista, guardaría silencio en esta votación. Es tan grande la aberración que se comete con los asentados, tan increíble el daño que se les causa, tan abrumadora la insensibilidad de que dan prueba quienes han redactado el veto, que, desde un punto de vista político repito, lo que más convendría sería guardar absoluto silencio.
He defendido con todas mis energías a los campesinos en cuantas leyes se han tratado de vulnerar sus justos derechos, y así lo han comprendido, ya que en la última elección me dieron la primera mayoría en Aconcagua. Desde entonces hasta ahora el respaldo campesino con que cuento en esas provincias ha aumentado considerablemente.
Por eso, si fuera egoísta me quedaría callado; pero no puedo dejar de alzar mi voz para poner de manifiesto la aberración y el crimen que se comete con esa gente modesta, que está ganando 20 a 25 escudos diarios, en circunstancias de que en los predios privados se les paga 50 a 80.
Si los hombres de Gobierno tuviesen algún sentido social, aceptarían por lo menos parte de las medidas propuestas para paliar el estado de absoluta desesperación en que se encuentran los asentados.
Por lo demás, éstos se están haciendo justicia por sí mismos, porque están vendiendo directamente las cosechas de los fundos a fin de no morirse de hambre ellos y sus familias. Con los sueldos miserables que paga el Gobierno, esa gente está condenada simplemente a la hambruna.
El hecho de que en esta disposición se vete el reajuste a que tienen derecho todos los ciudadanos en Chile, es la demostración más concluyente de que lo único que le interesa a la Unidad Popular es someter políticamente a los campesinos y utilizarlos como carne de concentración trayéndolos a la fuerza a las marchas que organiza.
Por tales motivos, rechazo este veto y dejo constancia de que, a mi juicio, constituye la demostración más lamentable de insensibilidad y de atropello a los derechos de los campesinos de nuestro país.
El señor CHADWICK.-
Por las razones que dio el Honorable señor Silva Ulloa, voto a favor del veto.
Quiero decir, sin embargo, que me impresionó mucho la intervención del Honorable señor Valenzuela, y que si no hubiera sido por la fundación del voto del Honorable señor Silva Ulloa, me habría abstenido.
Se rechaza la observación (19 votos por la negativa y 13 por la afirmativa), y con la misma votación, el Senado no insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Artículo 129. La Cámara rechazó la observación consistente en desecharlo, pero no insistió en la aprobación del texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen rechazar e insistir.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos, tedes, compañeros Senadores de la Unidad
El señor NOEMI.-
Tengo interés en fundar mi voto.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
En votación.
(Durante la votación).
El señor NOEMI.-
Señor Presidente, lamento tener que ocupar los cinco minutos de la fundación de voto para referirme a un artículo en que la resolución del Senado no surte ningún efecto. Sin embargo, debo dejar constancia de que deploro que el Ejecutivo haya vetado una disposición que claramente tendía a eliminar una discriminación y una injusticia.
¿De qué trata el artículo 129? Atendiendo a la urgente necesidad de proveer de recursos a las universidades del Norte, a fin de que pudieran impartir una adecuada enseñanza superior, se dictó la ley 17.375, que modificó el artículo 40 de la ley 16.624. ¿Qué señalaba este último precepto? Otorgaba un aporte extraordinario a la CORFO, con cargo a la participación fiscal de la industria extractiva del cobre, sin perjuicio de los recursos que se le estaban entregando para desarrollar la investigación pesquera; y la ley 17.375, que la modificó, le agregó un inciso tercero y un inciso cuarto, que destinaban fondos a la Universidad Técnica del Estado, de Antofagasta, y a las sedes de Arica, Iquique y Antofagasta de la Universidad de Chile, respectivamente. En seguida, mediante el inciso quinto, que también se agregó, dispuso que el Banco Central entregara directamente a las sedes indicadas en los incisos anteriores los fondos respectivos, para darles autonomía.
Como no se incluía ahí a Atacama ni a Coquimbo, presenté en su oportunidad una indicación fue firmada por los colegas de agrupación para incluir a la Universidad Técnica del Estado de Copiapó y a la Sede Universitaria de La Serena.
Pero ¿cómo se redactó en definitiva el artículo que, con cargo a los fondos de la ley del Cobre, otorgaba recursos a los mencionados planteles de enseñanza superior? ¿Qué se argumentaba? Que la obligación de entregar los fondos directamente regía sólo para Tarapacá y Antofagasta, y no para las provincias de Atacama y Coquimbo.
¿Por qué lo que es bueno para Antofagasta y Tarapacá es malo para Atacama y Coquimbo? Porque el artículo que otorgaba fondos a la Universidad Técnica del Estado de Copiapó y a la Sede Universitaria de La Serena estaba consignado a continuación de dicho precepto.
El propósito era lisa y llanamente cambiar el orden, para que todas las universidades recibieran igual beneficio.
En las Comisiones. Unidas se votó favorablemente el artículo 129 lo hicieron también los Honorables señores Montes y Silva Ulloa, quien incluso defendió el precepto, que se aprobó por unanimidad en la Sala y que la Cámara acogió. Sin embargo, el Ejecutivo lo desechó no sé si porque no era iniciativa suya, en circunstancias de que tenía por objeto terminar con una discriminación odiosa.
¿Qué ocurre con la Sede Universitaria de La Serena? Le siguen entregando los fondos directamente, porque el señor Boeninger estimó que ése era el espíritu de la ley; se trata de una iniciativa muy particular del Rector de la Universidad de Chile. Pero no sucede lo mismo con la Universidad Técnica del Estado de Copiapó, porque los fondos se le entregan a través de Santiago; de manera que no tiene autonomía para usar sus recursos como corresponde.
El objetivo del artículo 129 era simplemente dar a Atacama y Coquimbo la misma garantía que existe para Tarapacá y Antofagasta.
Como dije, el Ejecutivo desechó el precepto por la vía del veto. Lamento sinceramente esta actitud.
Fui a la Cámara para explicar la situación a los Diputados socialistas y comunistas que representan a la zona, quienes me hallaron razón. Sin embargo, por tratarse de un veto, siguieron el criterio del Ejecutivo, y en definitiva faltaron dos votos para rechazar la observación.
Quería dejar constancia de estos hechos, porque considero que en lo futuro deberá llegar al Congreso una disposición tendiente a solucionar el problema.
Se rechaza la observación y se insiste, con el voto contrario del señor Chadwick.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El Ejecutivo eliminó el artículo 130. La Cámara rechazó el veto, pero no insistió en el texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen a la Sala desecharlo e insistir.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechazada observación y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
El Gobierno agregó dos artículos nuevos a continuación del 130.
La Cámara rechazó el veto que agrega el primer artículo nuevo, y las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan adoptar igual temperamento.
El acuerdo de la Corporación no produce efectos jurídicos.
Se rechaza.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La Cámara rechazó los incisos quinto y noveno del segundo artículo nuevo que se propone agregar a continuación del 130. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen aprobar el precepto nuevo, excepto los incisos quinto, octavo y noveno, que recomiendan desechar.
El pronunciamiento del Senado produce efectos jurídicos, salvo respecto de los incisos quinto y noveno.
Se acoge el criterio de las Comisiones Unidas.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La primera observación recaída en el artículo transitorio del Congreso consiste en cambiar, en el inciso primero, la referencia al artículo 40 por 41 y en suprimir las palabras ni posteriores. La Cámara la aprobó, y las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen adoptar el mismo predicamento.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad el veto.
El señor SILVA ULLOA.-
Con una aclaración: facultando a la Mesa para corregir la numeración de los artículos, que se ha alterado por el rechazo de algunos vetos.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
A la Cámara le corresponderá hacerlo, señor Senador.
El señor SILVA ULLOA.-
Al menos hacérselo presente.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Por supuesto.
Se aprueba el veto.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La siguiente observación elimina el inciso segundo del artículo transitorio del Parlamento. La Cámara la rechazó, pero no insistió en el texto primitivo. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen desecharla e insistir.
No produce efectos jurídicos el acuerdo del Senado.
Se rechaza el veto y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
La última observación al artículo transitorio del Congreso suprime su inciso tercero. La Cámara la rechazó, pero no insistió. Las Comisiones Unidas, por unanimidad, recomiendan desecharla e insistir.
La resolución del Senado no produce efectos jurídicos.
Se rechaza el veto y se insiste.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
A continuación, el Ejecutivo propone agregar un artículo transitorio nuevo, signado con el número 2. La Cámara aprobó la observación, y las Comisiones Unidas, por unanimidad, proponen adoptar igual criterio.
El señor FERRANDO (Vicepresidente).-
Si le parece a la Sala, se aprobará el veto.
El señor SILVA ULLOA.-
Con la misma salvedad que hice denantes.
Se aprueba.
El señor EGAS (Secretario subrogante).-
Por último, el Gobierno propone un artículo transitorio signado con el número 3. La Cámara rechazó las palabras el reajuste de. Las Comisiones Unidas sugieren aprobar el veto en las condiciones en que lo hizo la Cámara.
Se aprueba el criterio de las Comisiones Unidas y queda terminada la discusión del proyecto.
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