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- rdf:value = " El señor PABLO.-
Señor Presidente, represento ante el Senado a la provincia de Concepción, región eminentemente pinera. Es, tal vez, donde hay mayor cantidad de pinos.
Cuando visité la zona hace 10 días me impuse del clamor existente, debido a que en dicho rubro se han fijado precios que no corresponden en este instante a los costos reales.
Por otra parte, se ha expresado por organismos de Gobierno que los bosques y plantaciones deben pasar al área estatal. Y se han hecho publicaciones periodísticas que han llegado a conocimiento de los propietarios y trabajadores. A raíz de esta nueva política de traspaso de los bosques artificiales al área social, se ha creado una situación de incertidumbre que repercutirá en la producción y reforestación de la zona.
La mayor parte de las plantaciones es de propiedad de pequeños agricultores que hicieron un esfuerzo para reforestar y tener una reserva a manera de previsión.
Pienso fundamentalmente que en comunas como Penco, Florida, Tomé, etcétera, los pequeños propietarios poseen tierras que demandan como cultivo las viñas o los pinos, porque no hay otra forma de evitar la erosión de los campos.
La expropiación que se ha anunciado no sólo vulnera la ley de Reforma Agraria, que declara inexpropiables a las plantaciones forestales, sino que crea una situación de alarma con perjuicio de toda la zona, que indirectamente perjudica al normal abastecimiento de maderas para todo el país.
Puedo decir a Sus Señorías que en las zonas que he visitado, en el sector de Quirihue y en la comuna de Cobquecura, he visto cómo se están talando bosques que debieran haberse industrializado en cinco años más como madera aserrada. Y lo hacen porque prefieren venderlo como pulpa para papel ante el temor a la estatificación y a que se les pague con bonos a muy largo plazo. Con ello, evidentemente, se está sacrificando el futuro del país en aras de una utilidad próxima.
La mayor parte de los productores son empresarios pequeños y medianos que dependen de esta actividad, que es su único medio de vida.
La actividad forestal en las provincias pineras constituye una fuente de trabajo para 30 mil trabajadores que serán afectados por una determinación respecto de la cual no fueron consultados.
Debe tenerse presente que la casi totalidad de las plantaciones se debe al esfuerzo de la actividad privada, que ha demostrado así su capacidad para contribuir al futuro económico nacional.
La madera de pino insigne representa en la actualidad el 80% del consumo nacional. Ha bajado notablemente el consumo de las maderas duras por los problemas suscitados en los complejos madereros de Valdivia y Osorno. En realidad, se ha sustituido el consumo de las maderas duras por el consumo de pino. De aquí la importancia que reviste en estos instantes el problema, sobre todo cuando no se puede normalizar esta actividad. Por lo tanto, cualquier factor que perjudique su normal producción crea serios problemas de abastecimiento a los organismos estatales encargados de los planes habitacionales, y a todas las actividades de los usuarios de la madera, especialmente a la construcción, embalajes de productos de exportación y al comercio internacional de productos forestales.
Según me expresaron en Concepción las personas a quienes consulté, DIRINCO ha fijado precio oficial de venta al consumidor a la madera de pino insigne. Este precio, comparado con el costo de la madera aserrada, más su transporte al lugar de consumo, su elaboración y distribución resulta perjudicial, por cuanto deja una fuerte pérdida, según se demuestra en el cuadro siguiente:
Precio de compra puesta en lugar de origen Eº 12
Gastos de carguío, transporte y descarga 6
Elaboración 7
Costo directo puesto en barraca Eº 25
Eso fue lo que se me dijo. En realidad, ignoro si tales costos son exactos. Pero hay una cosa que está clara: La madera se está vendiendo a Eº12 en Concepción. Eso lo he podido ver en algunos sectores, y el precio fijado, sin contar el transporte y la elaboración de la madera, está muy próximo a esa cantidad.
En este costo no están incluidos los gastos financieros, la comercialización y distribución ni el impuesto a la compraventa. Sin embargo, los precios fijados por DIRINCO, según resolución de 25 de noviembre de 1971, son los siguientes:
Al por mayor, puesto en obra, elaborado Eº 15,77
Al detalle, puesto en mesón 17,50
Es decir, actualmente se está vendiendo a un precio inferior en Eº 9,23 con relación al costo directo, si es efectivo lo que en reunión amplia me informaron los distintos sectores tanto de Concepción como de Talcahuano. Y esto sin considerar los gastos financieros, comercialización, distribución e impuesto de compraventa. Considerando estos gastos, se llega a una pérdida neta de Eº 12 por pulgada elaborada, según ellos afirman.
Sólo para nivelar el precio con el costo, y considerando un margen razonable de utilidad, el precio de venta de la madera elaborada deberá ser de alrededor de Eª 35 la pulgada. Puede ser, prácticamente, el doble. Ignoro la materia, pero éste es el drama que está afectando a mucha gente que reiteradamente me lo ha expresado. Inclusive han enviado comisiones a Santiago.
En cuanto al transporte, el gremio maderero importó camiones en 1966 para sus faenas de madereo y transporte. En consecuencia, estos vehículos han soportado más de seis temporadas, en circunstancias de que la vida útil de un camión maderero, según la Corporación de Fomento, es de tres temporadas.
En los últimos meses, el problema de transporte se ha agravado por la imposibilidad de reponer los camiones ya desgastados o de hacer los reemplazos y reparaciones indispensables para mantenerlos en funcionamiento. La falta de repuestos, en general, tiene paralizado a gran número de vehículos que son imprescindibles para las faenas del bosque y el transporte de madera.
Destacamos en forma especial la falta absoluta de neumáticos, pues desde hace cuatro meses los distribuidores de la Zona de Concepción reciben cantidades insignificantes que no permiten abastecer ni el 10% de las necesidades, lo cual tiene paralizadas en forma casi absoluta diversas actividades de la zona. En esto fueron unánimes las 30 personas que concurrieron a informarme. Es efectivo que la mayoría de los camiones con los cuales normalmente trabajan, los tienen paralizados en gran proporción.
En cuanto al transporte ferroviario, la Empresa de Ferrocarriles del Estado, pese al esfuerzo de sus directivos, proporciona escaso equipo para transporte de maderas, que en parte se encuentran encastilladas en sus propias estaciones. No ha sido posible despachar madera para la zona norte, a pesar de estar inscritos los carros desde el mes de marzo. Y pese a la buena disposición de los funcionarios de Ferrocarriles, las necesidades superan las disponibilidades de equipo.
La falta de medios de transporte incide no solamente en el despacho hacia los centros de consumo, sino que influye sustancialmente en el abastecimiento de materias primas para la industria de la zona, que está siendo afectada en su ritmo normal de producción para el presente invierno.
También hice presente ayer este hecho en forma directa al señor Vuskovic. No soy partidario de quejarme frente a los problemas, sino de encontrarles solución. Se lo hice presente también por considerar que tengo la obligación de representar la inquietud de grandes sectores de las provincias de mi agrupación. Y aun cuando el problema parece ligado a las actividades económicas privadas, lo cierto es que a mí no me liga ningún vínculo con ellas. Si hago este llamado y pido oficiar al señor Ministro de Economía, quien quedó en darme una respuesta verbal, es para activar las soluciones que corresponden.
A la actividad maderera no sólo está unida la situación de los productores y de los trabajadores, que son más de 30 mil en la zona que represento, sino que también están ligadas las posibilidades de viviendas, las cuales, con motivo de los temporales, se han agravado.
En lugares como Hualqui, el río se desbordó y ha llegado cerca de la estación, barriendo las maderas encastilladas allí para su despacho a otros lugares del país. Naturalmente, la demanda de parte de los organismos del Estado en Santiago, a fin de afrontar los problemas de emergencia que existen, no puede cumplirse ni puede llevarse a efecto. En las conversaciones que sostuve se me informó que DIRINCO pretendió requisar todas las barracas de la capital, porque creyó que estaban acaparando madera. El resultado de esa requisición es que no logró encontrar más de 70 mil pulgadas. Por ello, se está produciendo un comercio clandestino de maderas. Son las barracas pequeñas las que muchas veces se están aventurando a cierto tipo de negociaciones: compran madera de pino al precio de venta en la zona, que es a veces superior a Eº 12. Llegan a Santiago y la madera se factura en muchas ocasiones como álamo, y en otras oportunidades, lisa y llanamente, como madera, a precios que no corresponden en absoluto a los fijados por DIRINCO.
En el caso de la carne sucede permanentemente que DIRINCO no resguarda los precios oficiales que ha fijado para la venta al consumidor, porque sabe que el comerciante está trabajando a pérdida. Igual situación se está presentando con la madera. Es preferible abocarse a soluciones directas y evitar que la gente actúe clandestinamente, al margen de la ley y de las disposiciones legales.
Por tales razones, pido oficiar al Ministro de Economía, a fin de que nos informe, a la brevedad posible, sobre las medidas que adopte para hacerse cargo de un problema que afecta a la vasta zona de las provincias de Ñuble, Concepción y Arauco.
Se anuncia el envío del oficio solicitado, en nombre del señor Senador.
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