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- rdf:value = " El señor AYLWIN (Presidente).-
Puede continuar el Honorable señor Valente.
El señor VALENTE.-
Cuando se promovió el convenio entre el Gobierno de Chile y la empresa norteamericana Anglo Lautaro, estaba por vencer la ley conocida como el "referéndum salitrero". Ese cuerpo legal había otorgado franquicias de todo tipo a dicho monopolio extranjero, y la exacción que la Anglo Lautaro había hecho a la economía del país, en moneda dura, alcanzaba a varios millones de dólares.
Tengo algunas cifras que es conveniente recordar para el fundamento del ejemplo dado. Entre 1949 y 1963 las compañías del salitre, concretamente la Anglo Lautaro, no habían retornado al país 150 millones de dólares por concepto de amortizaciones. Las utilidades líquidas de la Anglo Lautaro ascendían, entre 1954 y 1966, a 33 millones 640 mil 381 dólares, y las amortizaciones efectuadas en igual período por esa empresa alcanzaban a 42 millones 824 mil 724 dólares, lo que era superior en más de 400 mil dólares a las nuevas inversiones que dicha compañía había hecho entre 1954 y 1966. De ello se deduce que la Anglo Lautaro no había invertido un solo dólar de dinero fresco aportado al país, sino que toda la inversión hecha era por cuenta de los valores no retornados a Chile, y que, como es natural, correspondían a aportes indirectos del Gobierno chileno.
Pues bien, se firmó el convenio entre la Anglo Lautaro y nuestro Gobierno, constituyéndose lo que es ahora la Sociedad Química y Minera de Chile con un capital de 40 millones de dólares que, de acuerdo con el convenio, se suscribirían y pagarían en la siguiente forma: la Corporación suscribiría acciones por 15 millones de dólares, aportando en estos valores la planta salitrera Victoria, que tenía un avalúo estimado en 6 millones 178 mil 230 dólares; más 1 millón 821 mil 770 dólares en dinero dentro de un plazo no superior a 5 años; 2 millones de dólares mis en dinero fresco, en menos de 18 meses de plazo; 5 millones más en efectivo y en aportes de equipos o maquinarias, en un plazo no superior a 15 años. Es decir, se comprometió el interés del país y los recursos financieros en moneda dura por 15 millones de dólares. Los 25 millones de dólares restantes del capital no eran aportados, sino que se integraban-mediante el reconocimiento que el Gobierno hacía a la Anglo Lautaro de los bienes obsoletos que esa compañía aportaba a la sociedad.
El Gobierno de la Unidad Popular, comprendiendo que ésa había sido una negociación, no diré ilícita, pero sí muy desfavorable para el interés nacional -además, se habían entregado a la Anglo-Lautaro más de 20 millones de dólares en dinero efectivo-, promovió otro trato con esa compañía, y en el curso de este año se resolvió la estatificación total de la empresa, sin que pasara por el Congreso Nacional ninguna ley especial, pero sí teniendo presentes el Ejecutivo, en primer término, el resguardo del interés nacional, y también, los intereses de los trabajadores del salitre.
La Administración anterior estaba comprometida con la empresa Anglo-Lautaro a pagar 25 millones 633 mil 200 dólares, que era el valor de los "debentures", de los intereses vencidos y de los intereses calculados hasta el término de la deuda, que vencía el 30 de junio del año 1988, que era la fecha de vencimiento de los "deben-tures". Sin embargo, el Gobierno de la Unidad Popular hizo un planteamiento a esa compañía extranjera y se llegó a resolver todo el problema mediante la recuperación total de la empresa, incorporándola al área social de la economía por el pago de sólo 7 millones 885 mil 590 dólares, contra los 37 millones 827 mil 900 dólares que debía o debería haber pagado el país hasta el 30 de junio de 1988, si se hubiesen mantenido las reglas del juego establecidas en aquel convenio.
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