. . . . . . . " El se\u00F1or MONTES.-\n \n \n Es del todo claro que las observaciones formuladas por el Honorable se\u00F1or Garc\u00EDa no desvirt\u00FAan de manera alguna los cargos que formul\u00E9 sobre la base de la lectura de un documento relativo a su calidad de accionista de numerosas empresas, documentos que el Honorable se\u00F1or Hamilton, en su oportunidad, pidi\u00F3 insertar -el Senado lo acord\u00F3 -en un discurso pronunciado por \u00E9l en mayo de 1970. De manera que mis aseveraciones no est\u00E1n basadas ni siquiera en planteamientos formulados por el Honorable se\u00F1or Hamilton, sino en un documento oficial insertado con acuerdo del propio Senado. \nToda la argumentaci\u00F3n del Honorable se\u00F1or Garc\u00EDa, en cuanto a que los comunistas ser\u00EDan due\u00F1os de compa\u00F1\u00EDas de taxis u otras empresas, no es sino un simple volador de luces o una cortina de humo para tratar de ocultar una aseveraci\u00F3n clara y concreta planteada por m\u00ED sobre la base de una clara disposici\u00F3n reglamentaria, que lo inhabilita para pronunciarse sobre los asuntos de que trata la reforma constitucional en debate. \nPor esta raz\u00F3n, voto que s\u00ED. \n " . . . .