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- rdf:value = " El señor PALMA.-
Como acaba de expresar el Honorable señor Juliet, la Comisión de Hacienda estudió el financiamiento de la Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo que se celebrará en Chile el próximo año.
Como aquí se ha destacado, dicho evento el tercero de los realizados organizado por las Naciones Unidas es de gran importancia, y tiene por objeto señalar vías que puedan facilitar el comercio entre todos los países del mundo, y especialmente la forma como las naciones industrializadas, ya sean capitalistas o del área socialista, puedan colaborar al desenvolvimiento de las regiones subdesarrolladas, es decir, lo que se ha denominado el tercer mundo.
En tal sentido, considero extraordinariamente interesante la Conferencia, aunque temo que sea similar a las dos anteriores: una especie de campeonato de palabras, en el cual los países industrializados prometen realizar una cantidad interminable de esfuerzos, que realmente no se traducen en hechos. Espero que con el transcurso del tiempo, algunas de las ideas allí expuestas fructifiquen y se logren resultados positivos en este orden de cosas.
Casualmente, tengo a la mano un informe elaborado por una revista alemana acerca de la ayuda proporcionada por los países desarrollados a los subdesarrollados, en el cual es posible apreciar que, en los últimos años, en vez de aumentar, ella ha disminuido, y que ninguno de los países que se han comprometido a entregar ayuda de cierta importancia y en proporción a sus ingresos ha cumplido su promesa, con la sola excepción de Francia, según los datos a que me he referido.
Crear un clima mundial que permita formar conciencia en los países industrializados de que deben hacer esfuerzos para elevar el nivel de vida de las regiones atrasadas, tanto intelectual como materialmente, constituye una tarea de carácter positivo a la que los países como Chile pueden, en un momento dado, hacer su aporte.
Según los datos suministrados, concurrirán a la conferencia no menos de 2. 500 personas en representación de 139 países, 50 organizaciones intergubernamentales, 40 de carácter gubernamental e innumerables representantes de la prensa y de los medios de información. Además, asistirán 500 ó 600 funcionarios de las Naciones Unidas que concurren habitualmente a reuniones de esta clase. A la celebrada hace dos años en Nueva Delhi concurrió un número mayor al previsto, lo cual significó para la India beneficios importantes, tanto en el terreno intelectual como en el de la realización de obras concretas, que siempre quedan después de esos eventos. Además, el saldo favorable producido por su realización, desde el punto de vista de la balanza de pagos, permitió a esa nación recuperar absolutamente todos los gastos efectuados, porque las personas participantes gastaron mucho más de lo que la India aportó para financiar la conferencia.
Es probable que ello se repita en Chile por tratarse de funcionarios de alto nivel y que contribuyen efectivamente al proceso económico en la proporción señalada.
¿Cuáles son los compromisos de Chile con relación a la organización de la Conferencia? En primer lugar, cancelar los gastos adicionales que irrogue la organización de la Conferencia en Santiago y que excedan al presupuesto aprobado para la reunión de Ginebra. La Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo tiene su sede en Ginebra, y la mayor parte de sus funcionarios reside allí, por lo cual lo lógico sería que las reuniones se celebraran en dicha ciudad, a la cual deberían viajar los delegados de los distintos países. Sin embargo, y a fin de darle la importancia mundial que realmente tiene, después de la Primera Conferencia se acordó celebrarla en diferentes países, a fin de que las distintas naciones se formen conciencia de la magnitud de estas reuniones internacionales.
Realizar la Conferencia en Ginebra demanda a las Naciones Unidas aproximadamente un millón de dólares. Por eso, los países elegidos como sede deben cubrir el exceso sobre tal cantidad. En el caso de Chile se estimó que, por efectos de traslado de personal, viáticos, instalaciones, aparte las edificaciones y otros elementos requeridos para su funcionamiento, la Conferencia costará entre dos millones trescientos mil y dos y medio millones de dólares. Como las Naciones Unidas destinan al efecto un millón de dólares, el excedente alcanza a un millón trescientos mil, si no me equivoco. De modo que, además del edificio, el Gobierno de Chile tendrá que aportar la cantidad indicada.
La segunda obligación consiste en proporcionar edificios que respondan a las exigencias que Naciones Unidas establece para este tipo de reuniones. Con muy buen criterio, el Gobierno eligió para tal propósito el lugar denominado Parque San Borja, donde se complementarán los programas que estaban en marcha y se construirá un gran edificio que servirá ahora para las reuniones de Naciones Unidas y, mañana, para realizar conferencias de carácter nacional o internacional, lo que habitualmente sucede cuando se dispone de sedes apropiadas para esta clase de eventos. De manera que se trata de una inversión que no solamente será utilizada para este fin, sino que tendrá proyecciones bastante importantes para futuras reuniones.
La tercera obligación que contrae el país que sirve de sede es proporcionar alojamiento a las personas que concurrirán a la Conferencia, las que en este caso se han estimado en unas 2. 500. Dar alojamiento de calidad a 2. 500 personas de los niveles señalados, constituye evidentemente un problema serio para Santiago. Con este fin, además de disponerse de los hoteles y residenciales habituales, la Corporación de Mejoramiento Urbano completará parte del programa de la remodelación San Borja y construirá algunas torres que se habilitarán transitoriamente para alojamientos. Lo anterior tiene también importancia porque dicha remodelación se terminará con una rapidez que permitirá el aprovechamiento integral de un conjunto muy hermoso que existirá en la capital.
Otra exigencia es la de asegurar movilización para todas las delegaciones entre los hoteles en que se alojan y el sitio de la Conferencia, y proporcionar a las que no tienen misiones diplomáticas en Chile, oficinas y ayuda secretarial, que funcionarán, en las torres de San Borja y otros lugares que se dispondrán al efecto.
Se exige también resguardar la seguridad, la libertad y la integridad de los participantes. Quiero recalcar la importancia de este compromiso, porque él implica, ciertamente, que el Ejecutivo deberá disponer, en los meses venideros y durante el funcionamiento de dicha Conferencia, de un aparato especialísimo de seguridad, ya que, aparte los problemas de nuestra propia vida política, existen también aquellos relacionados con la atención de las personas que concurrirán a este torneo y que exigirán resguardos especiales. El señor Hernán Santa Cruz cuyo cargo dentro de las Naciones Unidas no ubico con exactitud manifestó en la Comisión que el Gobierno de Chile había dado toda clase de garantías al respecto y que Naciones Unidas estaba plenamente satisfecha en, este sentido, pero que de todas maneras, en su oportunidad, la propia organización exigirá, en la sede misma donde funcionará la conferencia, medidas especiales de protección para los diferentes personeros de las representaciones internacionales que concurrirán a ella.
Para realizar todos estos objetivos, se ha estimado necesario construir, como dije anteriormente, un edificio especial y solventar todos los gastos inherentes a la Conferencia misma. Con este fin, se destinarán alrededor de 100 millones de escudos para la construcción y álhajamiento del edificio y un millón trescientos mil dólares para hacer frente a los gastos que significa celebrar la Conferencia en Santiago. En esta última cifra, se incluyen 100 mil dólares que ya se gastaron en la conferencia que acaba de realizar en la capital el Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Existe un compromiso con ese organismo internacional que obliga a contribuir con la suma mencionada.
Aun cuando no deseo repetir los detalles ya proporcionados por el Honorable señor Juliet, deseo hacer hincapié en que se trata de construir un edificio que abarca una extensión de 10 mil metros cuadrados, con un costo equivalente a 30 mil metros cuadrados normales, lo que significa que Santiago podrá contar, si se considera el conjunto, con un centro urbanístico de mucha importancia.
Para financiar el programa respectivo, el Ejecutivo propuso cuatro fuentes de ingreso: un alza del impuesto a la compraventa de los artículos suntuarios, cuya tasa proponía elevar de 25% a 35% durante un año; aumento de 8% a 12% del impuesto a la compraventa sobre la segunda y las sucesivas ventas que recaigan en automóviles y otros vehículos motorizados, también durante un año; un alza de la tasa de tributación de las actas de protesto de cheques, del 1% al 1,5%, también por el lapso dé un año, y destinando, por último, a los fines de esta ley, el 10% del mayor precio que se obtenga por la venta del cobre en el curso del presente año por sobre la estimación calculada en la ley de Presupuestos de la Nación.
Cuando se analizaron estos tributos por la Comisión, se pudo apreciar que ellos afectaban a algunos tipos de productos que ya tenían tasas muy altas, factor que esta dificultando su producción y su comercialización. De manera concreta se observó, por ejemplo, que los licores, calificados entre los artículos suntuarios, figuraban en un nivel de gravamen extraordinariamente alto, que es lo que ha detenido precisamente el volumen de su producción física, no su precio. Por eso, en la Comisión prevaleció la idea de no subir la tasa correspondiente en la proporción indicada por el Ejecutivo.
Igual cosa ocurrió con el impuesto a la compraventa por la segunda y sucesivas transferencias que recaigan sobre automóviles y vehículos motorizados, que, por lo tanto, afecta a todos los tipos de vehículos usados. Nos encontramos con un precepto que gravaba de manera extraordinaria, por ejemplo, la transferencia de los camiones, elemento de trabajo que, como se hizo notar en su oportunidad, escasea en estos momentos en el país. Con la misma disposición se afectaba también a los vehículos de la locomoción colectiva y a los taxis, en circunstancias de que para estos últimos se está estudiando precisamente una ley que permita bajar sus precios. Es decir, mientras por un lado se propone reducir los valores de ese tipo de vehículos, por otro se tiende a subir el precio real que ellos alcanzan cuando el público los adquiere.
En tales circunstancias, la Comisión resolvió introducir algunas enmiendas. Por ejemplo, el aumento de la tasa de impuesto a las actas de protesto de cheques se estimó como un tributo a la pobreza y, como es natural, fue rechazado por la Comisión y sustituido, con el visto bueno del Gobierno, por un alza, de 1% a 1,25% del impuesto de timbre que grava a las letras de cambio.
En cuanto a los ingresos que pueden provenir del mayor precio del cobre, los datos que se dieron en la Comisión por el representante de CODELCO nos condujeron a eliminar la posibilidad de este factor como una de las fuentes del financiamiento.
El señor Nudelman, que concurrió a la Comisión, declaró que este año, en vez de haber excedentes en materia de ingresos del cobre, se produciría un déficit estimado en no menos de 60 millones de dólares, sobre la base de que la producción del metal rojo se recupere en el curso del año con relación a la del primer semestre. Porque, si la producción del primer semestre no se proyectara con el ritmo que tuvo durante el resto del año, bajaría respecto de la del año anterior en una cifra cercana a las 100 mil toneladas. Sin embargo, se dijo que ello no sucedería y que la producción aumentaría, porque el ritmo tendría que mejorar durante el resto del año.
Por lo tanto, es posible que el financiamiento previsto en el proyecto exista, aun cuando no habrá excedentes como para disponer de sumas que permitan pagar la cuota correspondiente para el financiamiento de la Conferencia de la NU.
En vez de lo anterior, la Comisión resolvió incluir en el financiamiento el impuesto que gravará a los taxis que se armen en el país, y que será un tributo reducido en comparación con los que hoy afectan a ese tipo de vehículos. El tributo en referencia equivaldrá sólo a la tercera o cuarta parte del que hoy día rige para ese tipo de automóvil, puesto que los vehículos destinados a taxis tendrán una franquicia especial; pero esta Franquicia no implica la reducción total del impuesto, sino el mantenimiento de una parte de él. Y esta cuota significa, en el caso concreto de un año, tener un financiamiento cercano a los 12 millones de escudos, en razón de que se destinarán a taxis en estas condiciones, de 250 a 400 vehículos al mes.
En esta forma, el financiamiento de la Conferencia de las Naciones Unidas se ha completado y con un pequeño excedente, porque se estima que los gastos totales, sobre la base del precio del dólar oficial, alcanzarán a una suma cercana a los 117 millones de escudos. Y el financiamiento, en la forma como se estudió, arroja una cifra aproximada de 120 millones de escudos, con lo cual todos los gastos quedan cubiertos.
El señor JULIET.-
En escudos.
El señor PALMA.-
Se entiende que están reducidos a escudos. Por eso he dicho "sobre la base del cambio oficial".
El señor JULIET.-
Me refiero a que los 100 millones de escudos están financiados en la forma como Su Señoría acaba de explicarlo.
El señor PALMA.-
Claro.
El señor JULIET.-
Pero el millón trescientos mil dólares no los veo financiados.
"
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