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El señor FIGUEROA (Secretario).-
En razón de haberse dado cuenta hoy del informe de la Comisión de Obras Públicas recaído en el proyecto de la Cámara de Diputados que suprime la reajustabilidad de determinadas deudas habitacionales, y que se encontraba con urgencia, corresponde tratarlo en primer lugar.
Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones Que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 72®, en 18 de mayo de 1971.
Informe de Comisión.
Obras Publicas, sesión 23", en 21 de julio de 1971.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Suscriben el informe los Honorables señores Valente, Hamilton para el solo efecto de que sea tratado en la Sala y Acuña.
El señor AYLWIN (Presidente).-
En discusión general el proyecto.
Ofrezco la palabra.
El señor VALENTE.-
Deseo formular la misma proposición que plantée durante la Cuenta.
El informe se entregó ayer, y la verdad es que no hemos podido analizarlo en su totalidad. Por eso, solicito aprobarlo hoy en general, sin debate, y tratarlo el próxima martes, en primer lugar de la tabla, abriendo discusión general y particular. En esa forma, podrán participar en su estudio todos los Senadores interesados en hacerlo. Es decir, despacharíamos en general la iniciativa, sin debate, se daría plazo hasta las 12 del viernes para presentar indicaciones, y en la sesión del martes próximo se trataría en forma preferente, discutiéndolo en general y en particular.
El señor PABLO.-
En la parte final de su exposición, el Honorable señor Valente hizo la proposición que yo pensaba formular, tendiente a otorgar plazo para presentar indicaciones. Formulamos varias en la Comisión, pero del informe ni siquiera se desprende si fueron tratadas.
Si se da plazo hasta el viernes para formular indicaciones, no tengo inconveniente en que procedamos en los términos propuestos por el señor Senador.
El señor HAMILTON.-
Conversamos previamente con los demás integrantes de la Comisión de Obras Públicas acerca de la proposición del Honorable señor Valente, y parece que hay unanimidad para aceptar tal predicamento.
El plazo deberá ser el más amplio posible, pues la Comisión no sesionó con la totalidad de sus miembros, y algunos de los Senadores que. concurrieron a ella no son sus integrantes titulares. En consecuencia, para que aquélla tenga oportunidad de examinar no solamente las indicaciones formuladas al primer informe las cuales, por lo demás, no fueron tratadas, sino también las que se presentaron con posterioridad y las que formulen los señores Senadores después de estudiar el articulado, propongo ampliar el plazo hasta las 12 del lunes de la próxima semana.
Muchos Senadores viajan durante el fin de semana, y probablemente aprovecharán la oportunidad para conocer el informe. Yo podría citar a la Comisión para el lunes en la tarde, a fin de que la Sala pueda conocer el segundo informe en su sesión del martes o miércoles de la próxima semana.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Advierto a la Sala que la urgencia del proyecto vence el viernes 30 de la próxima semana. En consecuencia, si fija plazo para presentar indicaciones hasta el viernes a las 8 de la noche, la Comisión podría ser citada para el lunes en la tarde.
El señor HAMILTON.-
También podría reunirse el lunes en la mañana.
El señor AYLWIN (Presidente).-
¿Habría acuerdo para dar plazo hasta el lunes a las 12 para presentar indicaciones, con la cual la Comisión podría reunirse ese mismo día en la tarde?
El señor FONCEA.-
Adhiero a esa proposición, dada la premura en el despacho del proyecto hecha presente por la Mesa. Sin embargo, me parece que el procedimiento, que se está poniendo en práctica en forma muy reiterada, no es el más conveniente. ¿Qué interés tendrá el debate sugerido por el Honorable señor Valente, y que se realizará el martes próximo? En realidad, no tendrá importancia alguna, porque ya el proyecto estará aprobado en general. Es lo mismo que si el día de mañana se cumpliera un fallo definitivo en sentencia de muerte, y dijéramos: "Bueno, después del entierro tendrá derecho a hacer uso de la palabra para exponer sus puntos de vista. "
Considero que debe proporcionarse una explicación sobre la materia por parte del Ministro del ramo el de la Vivienda, en este caso, el cual debería asistir, como lo hacían antes los Ministros de Estado. Ya nos estamos acostumbrando a que, por lo general, durante el estudio de proyectos de cierta importancia, brillen por su ausencia los respectivos Secretarios de Estado, precisamente quienes patrocinaron el proyecto, porque en este caso se originó en un mensaje del Ejecutivo, respecto del cual se declaró la urgencia. Sin embargo repito, no se nos ha proporcionado una explicación adecuada.
El señor VALENTE.-
El señor Ministro dio una amplia explicación en la Comisión.
La señora CAMPUSANO.-
Es conveniente que lea el informe.
El señor FONCEA.-
¿Dónde proporcionó la explicación?
La señora CAMPUSANO.-
Figura en el informe, señor Senador.
El señor FONCEA.-
El informe viene llegando: nos fue entregado hace un instante; de manera que no he podido leerlo más allá de la primera página.
Debemos reconocer que no estamos legislando con conocimiento cabal en materias importantes. Al respecto, expondré una duda que tengo sobre ciertos aspectos del proyecto. Se propone un sistema para suprimir o limitar el régimen de reajustabilidad de determinadas deudas habitacionales. Me parece justo, sobre todo por tratarse de viviendas económicas, de escaso valor y pertenecientes a sectores muy modestos. Nadie podría dejar de compartir la idea central del proyecto. Pero deseo señalar algunas dudas. El porcentaje de imponentes del Servicio de Seguro Social y de la Caja de Empleados Particulares que han logrado una vivienda, aspiración tan sentida de todos los sectores de trabajadores, tanto jubilados como en actividad no existe en el informe ningún dato ni antecedente sobre la materia, no llega al 1,5%, en circunstancias de que esos servidores alcanzan en la actualidad a más o menos un millón y medio de personas. ¿A qué se debe que sólo dicho porcentaje haya tenido el privilegio de que se le adjudique una vivienda? Principalmente, a que los excedentes que van de las cajas de previsión, principalmente del Servicio de Seguro Social y de la Caja de Empleados Particulares, a la CORVI no estoy formulando cargo alguno a los actuales ejecutivos de esa Corporación, pues se trata de una situación que se prolonga desde hace mucho tiempo, no han sido utilizados en forma rigurosa y responsable por la Corporación de la Vivienda. Recuerdo que hace un año o dos se señaló en el Congreso que la CORVI no entregaba el número de viviendas correspondiente al aporte sideral proporcionado por la Caja de Empleados. Particulares por concepto de excedentes.
¿Qué ha debido hacer, en cambio, el resto de los imponentes del Servicio de Seguro Social y de la Caja de Empleados Particulares para cumplir la aspiración de la casa propia? Recurrir a un préstamo otorgado por la Caja de Empleados Particulares para depositarlo en alguna asociación de ahorro y préstamo y así poder adquirir una casa.
En consecuencia, lo justo es que la limitación de la reajustabilidad no sólo beneficie a quienes han obtenido casas directamente de los institutos de previsión o de la. CORVI, sino también a aquellos imponentes que no han logrado viviendas en forma directa y han debido recurrir a préstamos en asociaciones de ahorro y préstamo.
¿Por qué se hace una discriminación tan odiosa? Desearía una explicación sobre el particular, y para ello es necesaria la presencia del Ministro del ramo, porque, tal vez, puedo estar equivocado en mis apreciaciones, a pesar de que creo que no es así.
El proyecto tiene, desde luego, mucha importancia. Vastos sectores están reclamando su aprobación. Los parlamentarios de la Democracia Cristiana somos partidarios de él y vamos a aprobarlo. Sin embargo, estimamos que los sectores que no disponen de casa propia y se han visto en la obligación de recurrir al procedimiento señalado, también deben gozar de sus beneficios. De otra manera, estaremos creando un sector privilegiado.
Al examinar el proyecto he podido comprobar que en una de sus partes se refiere a ciertos asalariados que tanto el actual Mandatario como los anteriores han calificado de privilegiados: los trabajadores de la gran minería del cobre. Por lo demás, desde que estoy en el Parlamento siempre se ha dado tal calificativo a ese sector, porque goza de beneficios muy superiores al resto de los trabajadores. No reclamamos de tal situación, pero desearíamos que la justicia fuese pareja. Recientemente se ha informado que en Rancagua se les han entregado casas avaluadas en 11, 12 ó más miles de dólares. Es decir, se trata de habitaciones confortables. Se sabe que perciben buenos salarios, y sus pliegos de peticiones no son muy limitados ni prudentes. El último de ellos, según informaciones de los diarios, es considerable.
Dichos trabajadores están incluidos también entre los beneficiados por este proyecto, lo mismo que aquel modesto poblador que vive en una casa de escaso Valor y que sectores como los imponentes de la Caja de Carabineros y del Servicio de Seguro Social, que son de modesta condición. En este caso, deberíamos haber hecho alguna discriminación.
Nadie ha explicado por qué se fija un metraje determinado para tener derecho a los beneficios señalados por la ley. Primitivamente, la Cámara de Diputados que es muy generosa, como también lo somos nosotros, cuando se trata de recursos que no son nuestros fijó una superficie determinada.
El señor AGUIRRE DOOLAN.-
Su Señoría tendrá tejado de vidrio.
El señor FONCEA.-
No sé qué quiere decir el señor Senador.
El señor AGUIRRE DOOLAN.-
Su Señoría hace el cargo de que algunos son generosos con recursos que no le^ pertenecen.
El señor FONCEA.-
No estoy haciendo cargo alguno a Su Señoría.
He levantado mi voz para referirme a esta materia, por creer de justicia hacerlo. Por eso, a veces, algunos sectores. . .
El señor VALENTE.-
¿Hay debate, señor Presidente?
El señor AYLWIN (Presidente).-
Estamos en debate general, señor Senador.
El señor FONCEA.-
Parece que el Honorable señor Valente no desea que hablemos.
El señor VALENTE.-
Formulé una proposición que había sido aceptada.
El señor AYLWIN (Presidente).-
No lo ha sido hasta ahora.
El señor FONCEA.-
Al Honorable señor Valente le molesta que otros señores Senadores hablen. ¡Si es así, entonces levantemos la sesión, apaguemos la luz y nos vamos!
Yo soy muy deferente; no estoy atacando a ningún parlamentario en particular, y pido la misma deferencia con mi modesta persona.
Mis observaciones se referían al metraje de las viviendas. Puede haber casas de 90 metros cuadrados de superficie edificada que son verdaderos palacios y habitaciones de madera que tienen más de 100 metros cuadrados. En esta materia, es imprescindible también una explicación de por qué se siguió el criterio tan drástico de limitar la superficie de las viviendas a 80 ó 100 metros cuadrados. Estimo que no puede haber una diferencia tan marcada.
Creo que sería importante abrir un debate amplio sobre la materia, e insisto en que somos partidarios, y entiendo que todos los Honorables colegas, de aprobar esta iniciativa.
El señor LORCA.-
Desgraciadamente, el informe no dice cuándo el Ejecutivo envió el mensaje. No sé si contenía los artículos del proyecto que ahora discutimos, cuyo contenido ha sido ampliado tanto por los señores Senadores en la Comisión de Obras Públicas como por los señores Diputados.
Como digo, no tengo mayores antecedentes sobre el particular.
Se me expresó tampoco lo dice el informe que este proyecto no tuvo debate en la Comisión de Obras Públicas porque el señor Ministro de la Vivienda se demoró en llegar. Y digo que se demoró en llegar, porque parto de la base de que el señor Cortés ha debido realizar otras actividades. Esta iniciativa estuvo detenida en la Comisión durante quince días porque el señor Ministro de la Vivienda no venía. Cuando concurrió, hizo una exposición sobre la materia. En esa oportunidad estoy leyendo de pasada el informe, se le formularon diversas preguntas que contestó por oficio, lo cual me hace pensar que en un proyecto de esta importancia el señor Ministro de la Vivienda debería concurrir, como siempre se ha acostumbrado, a hacer una exposición. Estimo que un proyecto como este, que tiene 30 ó 40 artículos y es de tanta trascendencia, no puede dejarse de debatir. Lo contrario sería sentar un mal precedente que es ajeno a la naturaleza de este Gobierno y del anterior. Es posible que cuando fuimos Gobierno tampoco concurrieran los Ministros; pero en esas oportunidades también reclamamos.
Por ejemplo, me felicito de que esté presente ahora el señor Ministro de Justicia, pues entiendo que en la tabla figura un proyecto relativo a su cartera. Ese es un buen precedente.
Reitero que los Ministros deben concurrir al Parlamento cuando se discuten proyectos de tanta trascendencia.
Por eso, creo que es un error aprobar en general esta iniciativa sin previa discusión y exposición del señor Ministro sobre la materia.
Quisiera consultar a la Secretaría si a los Ministros se les invita cuando se debaten iniciativas de esta naturaleza; si alguien les comunica los asuntos en tabla y que sería importante su presencia en la Sala. Si no es así, hemos cometido un error, porque quizás los señores Ministros quisieran venir pero no saben que se trata, como en este caso, un problema relativo a vivienda, lo cual me parece un mal procedimiento.
Considero indispensable debatir en general esta materia, si es posible, con la concurrencia del señor Ministro de la Vivienda, a fin de que conteste a las consultas formuladas por el Honorable señor Foncea. Pero estimo un mal precedente que el proyecto vaya a Comisión. Leyendo rápidamente el informe, que acabamos de recibir, veo que tiene 14 artículos bastante extensos, cada uno de los cuales vale casi por 15; o sea, deberemos pronunciarnos en la práctica acerca de unos 150 artículos, sobre los cuales no tenemos mayores antecedentes.
Ahora bien, el Honorable señor Valente, que es uno de los Senadores que se ha preocupado en forma muy positiva del proyecto, podría hacer una exposición acerca de la materia. En las mismas condiciones están otros Honorables colegas, como el Honorable señor Hamilton, quien, como Presidente de la Comisión de Obras Públicas, entiende bastante de asuntos habitacionales.
Insisto en que debe invitarse al señor Ministro de la Vivienda.
Concedo una interrupción al Honorable señor Aguirre Doolan y, en seguida, al Honorable señor Valenzuela.
El señor AGUIRRE DOOLAN.-
Agradezco la deferencia de Su Señoría.
Quiero decir al Honorable señor Lorca que el señor Cortés no se encuentra en este momento en la Sala porque está atendiendo, por encargo especial del Ejecutivo, los problemas ocasionados por el sismo en la provincia de Coquimbo.
Sin embargo, como anexo del informe de la Comisión de Obras Públicas figura la exposición hecha por el señor Ministro de la Vivienda y Urbanismo. Ese documento debe tenerlo a la vista Su Señoría.
El señor LORCA.-
Habría que leerlo antes de votar.
El señor AGUIRRE DOOLAN.-
Claro. Para ello, el señor Senador puede destinar el tiempo que estime conveniente.
Creía que el Honorable colega, en su afán de profundizar esta materia, se había preocupado de estudiarla en forma amplia. Pero sólo lo hemos visto andarse por las ramas, quejarse por la ausencia del señor Ministro de la Vivienda y celebrar la presencia del señor Ministro de Justicia, actitud que yo comparto; pero a él, como hombre con mayor agilidad parlamentaria, le gusta venir al Congreso, lo que no ocurre con todos los Secretarios de Estado, salvo honrosas excepciones.
Quiero decir al señor Senador que si hubiera tenido mayor acuciosidad, se habría percatado del anexo que figura en el informe que contiene la exposición del señor Ministro de la Vivienda. En cuanto a la ausencia del señor Cortés, ella se debe a que no se encuentra en Santiago.
Muchas gracias.
El señor LORCA.-
Antes de que intervenga el Honorable señor Valenzuela, quiero recuperar mi derecho a fin de recoger las palabras del Honorable señor Aguirre Doolan. Siento gran aprecio por Su Señoría, pero creo que en su intervención me dio una "puñaladita".
La verdad de las cosas es que el señor Senador encontró el anexo mientras yo intervenía. En verdad, si yo no hubiera hablado, tampoco lo hubiera encontrado, a no ser que fuera adivino.
Aquí algunas veces las personas no oyen lo que uno dice. No me he quejado de que el señor Ministro no haya venido. Incluso consulté si se le comunicó que en esta sesión se trataría este proyecto.
En segundo lugar, partí de la base de que si el señor Ministro no se encuentra en Santiago es porque está cumpliendo otras misiones.
Estimo importante escuchar una exposición del señor Ministro, porque el Senado estará de acuerdo conmigo en que no es lo mismo escuchar explicaciones en forma directa que leer un documento en forma apresurada antes de entrar a la Sala para imponerse de un proyecto, sobre todo si, como ahora, acabamos de recibir el informe.
Estimo que ningún señor Senador puede, en estas condiciones, conocer en detalle la iniciativa.
Además, es inadmisible pronunciarnos sobre un asunto acerca del cual no se tiene idea de qué trata, en circunstancias de que hay colegas de todos los sectores políticos que conocen la materia y que en un debate pueden informarnos sobre el contenido del proyecto. Así, por último, podríamos votar en ausencia del señor Ministro, pero con un debate general previo.
Insisto en que no soy partidario de aprobar sin debate el proyecto. En todo caso, podría buscarse la posibilidad de suspender la discusión, a fin de invitar al señor Ministro. El señor Cortés podría hacer efectiva su concurrencia cuando no esté en Coquimbo o no realice una misión tan importante como la que ahora cumple.
Concedo una interrupción al Honorable señor Valenzuela.
El señor VALENZUELA.-
No sé si habrá discusión general o no.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Estamos en el debate en general.
El señor VALENZUELA.-
En el hecho, así es.
Quiero referirme específicamente al problema planteado por el Honorable señor Foncea relativo a la aplicación del artículo l9 del proyecto, que suprime la reajustabilidad de los dividendos de las casas adquiridas por los trabajadores del cobre por convenios celebrados entre las empresas mixtas del cobre, que existieron hasta la dictación de la reforma constitucional que permitió, la nacionalización de ese metal, y la Corporación de la Vivienda.
Comprendo que, a primera vista, sea un tanto extraño que a estos trabajadores se les otorgue el beneficio de la no reajustabilidad.
Quiero hacer presente que, en verdad, se trata del traslado de los campamentos mineros hacia las ciudades. Entiendo que los Honorables colegas del Norte podrán dar otros antecedentes sobre la materia.
Las casas de los trabajadores del cobre, quienes vivían en condiciones extraordinariamente difíciles, especialmente en los campamentos de Sewell y Caletones, durante el Gobierno democratacristiano del Presidente Frei fueron trasladadas a Rancagua por la aplicación de un criterio de orden social. En el mineral recibían los beneficios de la habitación, de la luz, del agua, etcétera. No obstante, es indudable que para ellos era mucho más beneficioso vivir en la ciudad de Ráncagua, con todas las comodidades que significa la ubicación de sus viviendas en el plano. Además, hay que tener presente la forma de vida que llevaban los mismos trabajadores del cobre, que, según expresaban en sus pliegos de peticiones, correspondía a la de un verdadero campo de concentración. La verdad de las cosas es que habitaban, departamentos comunes y con servicios higiénicos y lavaderos colectivos. Todos sabemos que sus familias tenían que salir de sus hogares en horas de la noche para satisfacer necesidades de diverso orden. No era un sistema de vida que dignificara a la persona humana. Por eso, durante el Gobierno democratacristiano se pensó que esos trabajadores debían vivir como merecen todos los chilenos: en plena dignidad. Por lo tanto, fueron trasladados a viviendas higiénicas, convenientes, ubicadas en el plano de la ciudad de Rancagua. Esta es la razón por la cual estimo absolutamente justificado que se les conceda la no reajustabilidad de los dividendos.
Quise dar esta explicación al Senado a fin de que se comprenda exactamente el motivo fundamental por el cual estos trabajadores y sus familias quedan incluidos en este beneficio, que es, sin duda, muy importante para la seguridad de su vida familiar.
El señor SILVA ULLOA.-
Lamento que se haya retirado de la Sala el Honorable señor Foncea. Me habría gustado que escuchara algunos antecedentes relativos al proyecto.
El señor Senador manifestó que esta iniciativa establece la no reajustabilidad de las deudas hipotecarias para viviendas de hasta 100 metros cuadrados de edificación y que no sabía la razón por la cual se proponía proceder en esa forma. Haciendo uso del sistema que le conocemos, Su Señoría me alegro de que se incorpore a la Sala expresó que podrían existir casas de 80 metros cuadrados de superficie, de lujo extraordinario.
Hay que juzgar el proyecto por lo que realmente significa y no por lo que a uno le parezca.
De acuerdo con el artículo l9, esta iniciativa se aplicará a los "préstamos que se otorguen por la Corporación de la Vivienda, por la Junta de Adelanto de Arica, por la Corporación de Magallanes, por la Corporación de Servicios Habitacionales y por las instituciones de previsión social, para la construcción, reparación, ampliación, saneamiento o adquisición de viviendas cuya superficie de construcción inicial no sea superior a 100 metros cuadrados. "
Ahora bien, resulta que todas estas instituciones se rigen, para el otorgamiento de los préstamos hipotecarios, por un reglamento que podríamos decir que es uniforme. En él se establece como condición fundamental que debe tratarse de viviendas económicas, destinadas a personas de recursos medios o bajos; en caso alguno a las señaladas por el Honorable señor Foncea, de 80 metros cuadrados y de un lujo extraordinario. De manera que conforme a este antecedente, el primer argumento dado por Su Señoría carece de justificación.
Respecto de los trabajadores del cobre, hago mías las expresiones del Honorable señor Valenzuela.
A menudo se sostiene, desconociendo la realidad de ese sector laboral, que son personas privilegiadas. La verdad es muy distinta. El trabajador del cobre lo conozco desde hace muchos años desarrolla su labor en un medio difícil, con una naturaleza que no siempre es benigna, y está expuesto a contraer enfermedades derivadas de su trabajo, como la silicosis y el saturnismo. He visto a muchos ex obreros del metal rojo convertidos, después de algunos años, en verdaderos cadáveres vivientes. Naturalmente, tienen remuneraciones que comparadas tal vez con el promedio de las de nuestra patria pueden aparecer como satisfactorias; pero quienes nos hemos dedicado a estudiar el problema de los ingresos de los distintos sectores de trabajadores de Chile podemos sostener rotundamente que hay asalariados de otras empresas que tienen mejor situación económica, perciben remuneraciones mucho más altas, disfrutan de condiciona sociales más satisfactorias y, en definitiva, están por sobre lo que han logrado conquistar a través de tantos años de lucha los trabajadores del cobre.
Por otra parte, la construcción de viviendas en las ciudades obedece a lo que ha señalado el Honorable señor Valenzuela. Sin embargo, debemos analizar cuál ha sido el financiamiento de esas construcciones. Y resulta que esos recursos provienen de lo consignado en la ley 16. 624, que establece que el 5% de las utilidades deben invertirse en planes habitacionales; para la construcción de viviendas del tipo llamado económico. O sea, son los propios trabajadores del cobre quienes, mediante el esfuerzo y el sacrificio que han aportado a la producción, permiten construir viviendas para resolver los problemas habitacionales.
El proyecto en debate tiene se admita o no se admita; los hechos son más porfiados que todo lo que se pueda sostener una filosofía distinta de la que existía. Anteriormente, la persona que podía entregar aportes en dinero podía obtener una vivienda. Por eso, la solución del problema habitacional estaba totalmente ajena de la situación social, de la necesidad de disponer de un techo. Ahora, podemos sostener que cuando se promulgue la ley en proyecto, el problema habitacional tendrá la solución social que nosotros deseamos, porque junto con eliminar la reajustabilidad de las deudas hipotecarias de las propiedades de hasta 100 metros cuadrados de edificación, establece que los dividendos no podrán ser superiores al 10% del ingreso del núcleo familiar.
Al respecto, considero que muchos señores Senadores conocen el drama de aquellos supuestos beneficiarios de préstamos hipotecarios logrados después de muchos años de trabajo, cuando ya estaban próximos a jubilar como empleados particulares o como obreros: como el sistema para fijar las pensiones consiste en considerar el promedio de los últimos cinco años de remuneraciones, resulta que por la sola aplicación de esta norma, la renta del pensionado disminuye en 30% ó 40%, con lo cual éste se encuentra imposibilitado de cumplir con el pago de los dividendos hipotecarios.
El señor FONCEA.-
¿Me permite una interrupción, señor Senador?
El señor SILVA ULLOA.-
Termino de explicar la idea, y en seguida con el mayor gusto se la concedo.
Además, la iniciativa en debate contiene una disposición de absoluta justicia que nosotros deseamos perfeccionar: la que permite que aquellas viviendas pertenecientes al Ministerio de Defensa Nacional o al Cuerpo de Carabineros de Chile que no estén ubicadas en los cuarteles de Carabineros ni en los recintos militares, se vendan a sus actuales ocupantes, ya se trate de personal en servicio o de pensionados; pues sucede que estas personas, que durante el tiempo que prestaban servicios aparecían beneficiadas disfrutando de una propiedad fiscal por la cual debían pagar un arriendo, cuando se retiraban de la institución debían enfrentar el agudo problema de no disponer de vivienda. Por lo tanto, era indispensable corregir esa situación.
Creo que nos encontramos ante un proyecto que puede mejorarse. No hay ninguna obra del hombre que no pueda perfeccionarse. A menudo he dicho que en lo que atañe a la formación de la ley, siempre se logra enriquecer las iniciativas en sus distintos trámites en el Congreso, ya sean de origen parlamentario o del Ejecutivo. Por eso consideramos injustas las expresiones del Honorable señor Foncea y las respondimos de inmediato.
Si la Mesa da su venia, no tengo inconveniente en conceder al Honorable señor Foncea la interrupción que me solicitó.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Con la venia de la Mesa, tiene la palabra el Honorable señor Foncea.
El señor FONCEA.-
En realidad, no entiendo el fondo de las observaciones del Honorable señor Silva Ulloa, porque comencé diciendo y lo repetí dos o tres veces en mi intervención que personalmente y todos los parlamentarios democratacristianos somos partidarios del proyecto en debate. De manera que todas las lucubraciones que hace Su Señoría para presentarme como contrario a la iniciativa no se ajustan a lo que dije, y que la Sala escuchó.
Por lo demás, me limité a señalar la necesidad de que se diera una explicación.
Me parecen positivas las palabras de Su Señoría en cuanto han aclarado algunos aspectos que desconocíamos quienes no somos miembros de la Comisión. También dije que este papel le correspondía al Ministro del ramo, pero aquí se dio a conocer por algunos colegas la razón de su ausencia, agregándose que sus explicaciones figuraban en un anexo del informe, lo que leeré más adelante.
No acepto que el Honorable señor Silva Ulloa me señale como contrario al proyecto, porque no lo soy. Claramente lo he dicho.
También manifesté que se trataba de una materia interesante y que merecía una explicación. Además, expresé que muchos imponentes de las cajas de previsión, del Servicio de Seguro Social y de la Caja de Empleados Particulares no han podido conseguir que se les adjudique una de las viviendas que para esas instituciones construye la CORVI; que han debido recurrir a préstamos para depositarlos en las asociaciones de ahorro a fin de obtener viviendas.
Frente a esto, el Honorable señor Silva Ulloa dio lectura, a la letra a) del artículo primero, a fin de rebatirme, en circunstancias de que el proyecto contiene muchas disposiciones más.
Reitero: sólo dije que esos imponentes han debido recurrir a préstamos y depositarlos en asociaciones de ahorro para obtener viviendas. Pero ¿por qué no son beneficiados por este proyecto? ,Tal vez también hay una explicación tan atinada como la que Su Señoría dio respecto de otros puntos.
En lo relativo a la gran minería del cobre, me referí únicamente a las viviendas construidas en Rancagua, que, según se publicó no me consta, tienen un valor de 11 mil a 12 mil dólares, que, reducidos a moneda nacional, representan una suma bastante importante, en circunstancias de que la filosofía del proyecto es beneficiar a los sectores más modestos. Incluso me referí a los imponentes de las Fuerzas Armadas y Carabineros, que, sin duda, perciben remuneraciones sumamente pequeñas, insuficientes para cubrir todas sus necesidades. En estos momentos recuerdo que la disposición que beneficia a los sectores de la Defensa Nacional y de la Caja de Previsión de Carabineros es una iniciativa de parlamentarios de estas bancas, de manera que mal podría yo...
El señor VALENTE.-
Debo recordarle que esa norma fue aprobada por el Congreso y vetada por el Gobierno de Su Señoría.
El señor FONCEA.-
La iniciativa no es mía. Pero, en definitiva, resulta que aquí hay parlamentarios que son patrocinadores de todo.
El señor VALENTE.-
Nadie reclama nada en ese sentido.
El señor FONCEA.-
Pero quieren aparecer como patrocinadores de todo.
En todo caso, somos partidarios del proyecto en discusión.
En cuanto a los sectores de la gran minería a que hizo referencia el Honorable señor Silva Ulloa, tienen perfecto derecho a beneficiarse con este proyecto. Públicamente he señalado que la iniciativa debe favorecer a los sectores económicos más modestos de la población.
El señor SILVA ULLOA.-
Termino manifestando mi satisfacción por las últimas expresiones del Honorable señor Foncea, porque creo que no sólo yo, sino que todo el Senado, entendimos que sus anteriores palabras no eran favorables al proyecto. Prueba de ello es que, entre otros, el Honorable señor Valenzuela le replicó. Es decir, está ocurriendo que "los cuidados del sacristán pueden matar al señor cura". Nosotros no estamos dispuestos a aceptar la política de la cual es partidario el Honorable señor Foncea.
Por último, debo hacer presente que el sistema de ahorro y préstamo también ha sido objeto de enmiendas por el actual Gobierno: se han reducido los intereses; se ha modificado el monto de los préstamos, elevándolos. No se ha ido a la eliminación de las reajustes, como es nuestro deseo, porque ahí juegan dos factores muy determinantes : el reajuste de la deuda hipotecaria y el que deben recibir, de acuerdo con la ley, los ahorrantes del sistema.
Esa es la explicación que doy al Honorable señor Foncea.
A mi juicio, sería prudente adoptar un sistema cómo el que se ha propuesto aquí.
El señor GARCIA.-
Podemos prorrogar el Orden del Día hasta el despacho en general del proyecto que nos ocupa y fijar plazo para presentar indicaciones, pues deberá volver a Comisión.
El señor AYLWIN (Presidente).-
No hay acuerdo, señor Senador.
El señor HAMILTON.-
No quiero preguntar qué Comité se opuso. Tan solo deseo dejar constancia de que todos los partidos de Oposición están de acuerdo en prorrogar el Orden del Día hasta despachar en general el proyecto.
El señor VALENTE.-
Nosotros también estamos de acuerdo.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Un señor Comité se acercó a la Mesa para manifestar su oposición a la prórroga del Orden del Día.
El señor VALENTE.-
Pregúntele si depone su actitud, señor Presidente.
El señor RODRIGUEZ.
No ha habido oposición ni de socialistas ni de comunistas.
El señor HAMILTON.-
Entonces debe provenir del Comité Radical.
Tiene la palabra el Honorable señor Valente.
El señor AYLWIN (Presidente).-
El señor VALENTE.-
Me había inscrito para intervenir en la discusión general de este proyecto, pero hice una proposición para acelerar su despacho, en el sentido de evitar el debate y aprobarlo en general, a fin de despacharlo en particular la próxima semana. No obstante, como he visto que se ha ocupado todo el tiempo del Orden del Día para debatirlo, también usaré de la palabra en esta discusión general.
El señor HAMILTON.-
Porque viene preparado para hacerlo.
El señor VALENTE.-
No, señor Senador; sólo traigo algunos apuntes.
Este es un proyecto que, convertido en ley, establecerá y regulará el régimen de pago para las deudas habitacionales contraídas con particulares, imponentes o no imponentes, con la Corporación de la Vivienda, con la Junta de Adelanto de Arica, con la Corporación de Servicios Habitacionales y con los institutos de previsión social, para la construcción, reparación, ampliación, saneamiento o adquisición de viviendas cuya superficie de construcción inicial no sea superior a 100 metros cuadrados. En esta superficie no se considerarán las áreas correspondientes a espacios comunes ni a bienes comunes, de acuerdo con lo establecido sobre esta materia por la ley Nº 6. 071.
La iniciativa tiende a dos objetivos primordiales: 1) modificar el sistema consignado en el D. F. L. Nº 2, artículo 68, y en el artículo 55 de la ley Nº 16. 391, que dispuso la reajustabilidad periódica de los saldos de deudas habitacionales; y 2) adecuar el nuevo sistema que establece el proyecto en estudio a las medidas adoptadas por el Gobierno de la Unidad Popular para detener el proceso inflacionario, que tanto daño ha causado a nuestra economía, en especial a los sectores asalariados y a los pequeños y medianos empresarios.
Desde que se puso en vigencia el sistema de reajustabilidad de las deudas contraídas por la adquisición de viviendas, el clamor de los afectados para que se derogue ha ido creciendo y las peticiones destinadas a defender a los asignatarios deudores de esta legislación, para ellos negativa, han hecho conciencia en los más vastos sectores del país.
Dos ejemplos ilustran la necesidad de eliminar el sistema de reajustabilidad, por injusto y oneroso para el asignatario o adquirente de una vivienda y por ser un factor aliciente del proceso inflacionario.
Un préstamo obtenido por una organización que construyó una población en junio de 1967 y que originalmente era de Eº 688. 569, aumentó al 30 de junio de 1970 a E�� 1. 570. 453. En ese mismo período la amortización fue de Eº 90. 244. Pero la reajustabilidad ascendió, en igual lapso, a Eº 972. 128; es decir, más de diez veces la amortización y una vez y media la deuda inicial.
Segundo ejemplo: una vivienda que en 1966 tenía un valor de Eº 39. 000 y cuya deuda en el período comprendido entre 1966 y 1970 recibió un abono de Eº 16. 000; en igual lapso la reajustabilidad de esa casa ascendió a Eº 42. 000, con lo cual la deuda original, de Eº 39. 000, no obstante el abono de Eº 16. 000 efectuado durante cuatro años, subió a Eº 65. 000.
El sistema es, pues, claramente inadecuado, y son justas las reiteradas protestas y la movilización masiva de quienes están afectados por esta modalidad que convierte las deudas en interminables, y la aspiración de ser propietarios definitivos de su casa, en utopía.
Aquí está también la razón de la cada vez mayor cantidad de asignatarios de viviendas que no han podido pagar sus dividendos y mantienen una deuda de arrastre que anula prácticamente la recuperación y la reinversión de los recursos en nuevas construcciones.
De un total de 250 mil asignatarios de viviendas construidas por el sector estatal, más de 140 mil están atrasados en el pago de sus dividendos, lo que significa que el 56% de ellos mantienen deudas de arrastre en sus obligaciones con el Estado; de cada diez asignatarios, en el hecho 4 se mantienen al día y 6 no pagan.
En consecuencia, estimamos que la eliminación de la reajustabilidad permitirá a los deudores dar cumplimiento en forma más oportuna al pago de sus dividendos, en menor plazo, por la congelación del valor de sus casas, lo que hará más fácil recuperar la inversión y aplicarla a los nuevos planes de viviendas.
Por otra parte, después de 12 años de vigencia del D. F. L. Nº 2, dictado por el Gobierno de la época con intenciones de incrementar la construcción de viviendas y aminorar el déficit habitacional, los resultados no han sido los más satisfactorios.
En nuestro país hay 518. 431 familias que habitan casas deficientes, de mala calidad material y sanitaria.
El déficit habitacional crece anualmente en 13. 550 viviendas.
Los programas de construcción han sido insuficientes, pese a las excepcionales franquicias otorgadas para su logro mediante el D. F. L. Nº 2.
El señor HAMILTON.-
¿Me permite una interrupción, señor Senador?
No deseo interrumpir la lectura del discurso de Su Señoría. Sólo quiero solicitar, por estar pronto a concluir el Orden del Día, que se prorrogue la hora hasta el término de las observaciones del señor Senador y de las que debemos formular los parlamentarios de la Democracia Cristiana, para luego votar en general el proyecto. Creo que esto último interesa a todos.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Hago presente a la Sala que no hay acuerdo. Un Comité me anticipó su oposición al respecto.
El señor HAMILTON.-
Advierto que los Senadores de la Democracia Cristiana estamos dispuestos a tratar la iniciativa hasta la hora que sea necesaria.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Puede continuar sus observaciones, Honorable señor Valente.
El señor VALENTE.-
Decía que el déficit habitacional crece anualmente en 13. 550 viviendas y que los programas de construcción han sido insuficientes, pese a las excepcionales franquicias otorgadas para su logro mediante el D. F. L. Nº 2.
En 1960 el déficit acumulado de habitaciones alcanzaba a 382. 932; en 1970, doce años después de la vigencia de ese cuerpo legal, llegó a 518. 431 viviendas.
Sobre el particular, tengo a la mano un cuadro explicativo, que solicito incorporar en el texto de mi intervención.
El señor AYLWIN (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se accederá a la solicitud de Su Señoría.
Acordado.
-El cuadro cuya inserción se acuerda es del tenor siguiente:
(1) El programa se paralizó en agosto por las elecciones del 4 de septiembre. Único año en que se construyó más que las necesidades.
Promedio de construcción anual: 36. 183 viviendas. "
El señor VALENTE.-
El Gobierno de la Unidad Popular se orienta a aplicar, pues, una nueva política habitacional, que tienda no sólo a incrementar la construcción de más viviendas, a costos más bajos, sino también a permitir que los asignatarios puedan cumplir oportunamente con el pago de sus dividendos.
Algunas de esas medidas están consignadas en el proyecto que debatimos. Por ejemplo: a) eliminación de la reajustabilidad de las deudas por préstamos para construcción, reparación, ampliación, urbanización o adquisición de viviendas; para adquisición y urbanización de sitios; para construcción de equipamiento comunitario; y b) limitación de los dividendos o cuotas de amortización al 10% de la renta del grupo familiar, facilitando a los asignatarios el cumplimiento de estos compromisos.
A esas medidas es preciso agregar: 1) condonación de intereses y multas y consolidación de las deudas pendientes por pagos de dividendos atrasados hasta el 31 de marzo de 1971, de acuerdo con la ley 17. 415...
El señor AYLWIN (Presidente).-
Perdón, señor Senador.
Ha llegado a la Mesa un acuerdo unánime de Comités para tratar en los últimos cinco minutos del Orden del Día el proyecto, en quinto trámite constitucional, sobre indulto a reos con sentencia ejecutoriada que estuvieren cumpliendo condenas.
Como restan dos minutos para el término del Orden del Día, debo suspender la discusión de la iniciativa que suprime la reajustabilidad de ciertas deudas habitacionales, dejando con el uso de la palabra para la sesión en que continúe el debate el Honorable señor Valente.
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- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/589695/seccion/akn589695-ds2-po1
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