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- rdf:value = " El señor PABLO.-
¿Me permite una interrupción, Honorable colega?
Para mí, el diálogo con Su Señoría es muy grato, pues creo que sus palabras corresponden a lo que íntimamente piensa. No obstante, puedo afirmar la existencia de otros hombres, sectores desgraciadamente mayoritarios en las filas de la Unidad Popular, o en la misma bancada del señor Senador, cuyas posiciones dogmáticas y sectarias son públicas y notorias para todo el país.
El pensamiento del Honorable señor Chadwick puede obedecer, en gran medida, a sus buenas intenciones de hombre de bien. Por lo mismo, me agradaría que el señor Senador reconociera también que el Gobierno no ha valorado suficientemente la posición de la Democracia Cristiana: el deseo de colaborar a la transformación, a un cambio que pueda hacerse dentro de la democracia.
Tenemos muchas diferencias en cuanto a la forma como estimamos que debe estructurarse una nueva sociedad. Pero nosotros somos hombres del siglo y creemos en el cambio y en el socialismo comunitario. No estamos, pues, tan distantes. Sin embargo, el Ejecutivo ha ido creando toda una serie de cortapisas que impiden el diálogo.
No hemos sido opositores ciento por ciento del señor Allende. No ha habido aquí una Oposición cerrada. Su Señoría sabe que la gran mayoría de los proyectos del Gobierno ha contado con los votos favorables de los hombres de estas bancas. Pero con igual franqueza debo afirmar que el sectarismo militante se ha desarrollado a todo nivel en la Unidad Popular.
Me agradaría saber qué diría el señor Senador si tuviera los antecedentes de casos concretos que yo he vivido. Porque la política no está hecha sólo de ideas, sino también de hombres de carne y hueso. Por ejemplo, a un democratacristiano, el señor Roberto Casanueva, que durante seis años fue Intendente de la provincia de Ñuble y que es padre de siete hijos, el Gobierno, antes de terminar su mandato, pretendió ubicarlo en algún puesto, porque carece de recursos para vivir. Nada tenía antes ni nada tendría después. Se lo ubicó en la IANSA en un cargo con renta de mil seiscientos escudos. Se paró el CUP y debió renunciar. Y una vez echado del trabajo, el señor Casanueva se juntó con otras personas para trabajar una pequeña parcela. Pretendió contratar la siembra de remolacha con la IANSA, que es empresa monopólica del Estado. Sin embargo, ésta le negaba la posibilidad de contratar, y yo he tenido que intervenir tres veces ante el gerente de esa empresa para decirle: "Señor, usted le está haciendo un flaco servicio a su Gobierno; me obligará a armar una escandalera." ¿Por qué no quieren contratar? Porque cuando el señor Casanueva fue echado de su trabajo sin razón alguna, les siguió un juicio por despido arbitrario. Y se sabe que si la empresa pierde el juicio, es porque ésta no tiene razón o porque está muy mal defendida. Pero eso no puede impedir que, siendo empresa monopólica, siga persiguiendo al funcionario y le impida que pueda sembrar remolacha en un predio particular.
Ayer estuve en Arauco y pude imponerme de lo que le ocurre a un ex intendente nuestro que estaba trabajando en la "Celulosa Arauco". Tiene un puesto de no gran relevancia, toda vez que está a cargo de la marcha de la hostería y de las casas de los obreros. Se trata de un hombre de bien, querido en todas partes. Pues bien, un señor Budnik, delegado de CORFO ante la empresa, pide que se le saque de su cargo. Fui a hablar con el gerente de la empresa para inquirir detalles al respecto, y éste me respondió: "Sí, señor; es cierto; es un buen funcionario y goza de mi confianza, pero me lo solicitan representantes del Gobierno." Del señor Budnik me estoy formando mala opinión. No lo conozco, pero sé fue entiende poco de lo que trae entre manos. Tiene su "medio pollo" que hacía antes el trabajo que corresponde al señor Budnik: es un señor Fajardo. Pues bien, el señor Budnik pide el retiro del señor Pablo Estrada, y la única razón que aduce para hacerlo es el hecho de que el señor Estrada fue intendente del Gobierno anterior. Pero resulta definitivo que no existe cargo alguno en su contra.
A pesar de lo anterior, el Honorable señor Chadwick me invita a no ir a la casuística. Pero la verdad es que el bosque se hace de árboles y uno empieza a ver a aquél en su realidad cuando conoce de los árboles. Y esto, que ocurre en todos los niveles, en todos los sectores, Su Señoría no lo está viviendo; pero lo están viviendo los hombres de carne y hueso, que tienen mujer e hijos, a quienes tengo la obligación de representar aquí y cuyas voces, en alguna medida, estoy interpretando en este instante, al pedir que se analice la forma sectaria como se está actuando en la Administración Pública.
Creí de mi deber traer también a colación algunas ideas generales que no he examinado a fondo en esta oportunidad. Tengo el convencimiento de que en los planes de educación del Gobierno se están filtrando orientaciones ideológicas. Eso es lo que me preocupa. Ojalá que la vida futura haga posible que la gente de buena voluntad que busca el diálogo, que anhela el cambio y que está por el traspaso del Poder a los grupos populares y mayoritarios de la nación, pueda encontrar el camino en una sociedad pluralista, pueda encontrar una ecuación común en que la lucha por el Poder no se convierta en lo único que apasione; que el único "leit motiv" que observemos no sea el ansia de tener más y más poder por parte de aquellos que ya lo detentan, con el objeto de impedir y acallar las voces de otros que, siendo chilenos y patriotas y teniendo una concepción distinta de la realidad nacional, se alzan también para señalar sus discrepancias.
En eso radica, Honorable señor Chadwick, la buena voluntad que nosotros hemos puesto, porque creemos haber tenido hasta la fecha una posición demasiado benevolente y que no ha sido suficientemente valorizada por el Gobierno.
Nosotros no hemos negado la sal ni el agua. Hemos tratado de construir, y así lo demostramos al discutirse la nacionalización del cobre; lo demostramos en el proyecto de Presupuestos, mediante el cual dimos inmensas facilidades para que el Ejecutivo pudiera disponer de recursos ; lo demostramos al debatirse la ley de reajustes, dando financiamiento apropiado; lo estamos demostrando con nuestra presencia en esta Sala para que sean aprobados los proyectos del Gobierno, porque, aparte Su Señoría, en quien debemos reconocer especial vocación por concurrir, hay otros integrantes de la bancada de Gobierno que tienen muchísimos menesteres que atender fuera de la Corporación. En muchas oportunidades, son los votos de la Oposición los que aparecen ayudando al Gobierno. Y esto es lo que nos lleva a rebelarnos, porque no hay comprensión para un sector que no sólo hizo Presidente de la República a Salvador Allende -no pusimos precio por ello ni lo estamos cobrando-, sino que tiene también una posición respetable en la vida política de la nación, y que por actitud generacional o de hombres del siglo no se encuentra tan desligado de las ideas del cambio y de la voluntad de servir al pueblo.
"