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El señor PAULSEN (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde tratar el proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción, para modificar normas respecto al plebiscito nacional de octubre de 2020.
Por acuerdo de los Comités Parlamentarios, para la discusión de este proyecto se otorgarán siete minutos base a las bancadas que tengan dos o más comités, y cinco minutos a las demás, más treinta minutos distribuidos de manera proporcional.
Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento es el señor Luciano Cruz-Coke .
Antecedentes:
-Proyecto del Senado, sesión 60ª de la presente legislatura, en martes 18 de agosto de 2020. Documentos de la Cuenta N° 18.
-Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, sesión 60ª de la presente legislatura, en martes 18 de agosto de 2020. Documentos de la Cuenta N° 20.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor CRUZ-COKE (de pie).-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, paso a informar sobre el proyecto de reforma constitucional, en segundo trámite constitucional, iniciado en moción de los senadores Pedro Araya , Alfonso de Urresti , Álvaro Elizalde , Alejandro Guillier y Francisco Huenchumilla , que modifica normas respecto del plebiscito nacional previsto para octubre de 2020.
La idea matriz o fundamental del proyecto consiste en adecuar nuestro ordenamiento electoral respecto del plebiscito nacional de octubre de 2020, para celebrar este proceso conjugando la salud de las personas y la participación ciudadana, así como establecer una normativa similar para los procesos electorales de 2020 y 2021, siempre que al momento que corresponda se encuentre vigente un estado de emergencia sanitaria decretada por la autoridad respectiva.
El proyecto consiste en un artículo único que agrega a la Carta Fundamental una disposición cuadragésima primera transitoria, que dispone que el Consejo Directivo del Servicio Electoral deberá dictar, con a lo menos cuarenta y cinco días de anticipación al plebiscito nacional dispuesto en el artículo 130 de la Constitución Política de la República, y mediante acuerdo adoptado por los cuatro quintos de sus miembros en ejercicio, las normas e instrucciones necesarias para el desarrollo del referendo mencionado, pudiendo fijar reglas especiales y diferentes a las de la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso cuarto del referido artículo 130, en las materias que a continuación se indican:
a. La constitución, instalación y funcionamiento de mesas receptoras de sufragios;
b. El horario de funcionamiento de las mesas receptoras de sufragios, pudiendo ampliarlo hasta un máximo de doce horas. Asimismo, podrá promover horarios preferentes de votación a diferentes grupos de personas y establecer el horario de entrega de resultados preliminares desde el exterior;
c. El número y causales de excusa o exclusión de los vocales de las mesas receptoras de sufragios y miembros de los colegios escrutadores, así como la forma de acreditarlas, pudiendo excluir a electores con riesgo de salud, según criterios establecidos por la autoridad sanitaria, para cumplir con dichas funciones;
d. El aforo máximo de personas al interior de los locales de votación, según lo cual se deberá controlar el acceso a ellos, así como el distanciamiento de electores, tanto dentro como al exterior de dichos locales;
e. La fijación del distanciamiento mínimo necesario entre las mesas receptoras de sufragios, sus urnas y cámaras secretas, así como el distanciamiento entre los vocales de mesa, apoderados y la prensa;
f. La determinación de las características y número de las cámaras secretas por cada mesa receptora de sufragios;
g. La determinación del número máximo de apoderados por cada opción plebiscitada que podrán estar presentes en las actuaciones de las juntas electorales y en las oficinas electorales de los locales de votación, en la votación y escrutinio de las mesas receptoras de sufragios, y por los colegios escrutadores;
h. Los útiles electorales disponibles en las mesas receptoras de sufragios y colegios escrutadores;
i. La regulación del tipo de lápiz para marcar la preferencia en las cédulas electorales y para firmar el padrón electoral de la mesa;
j. La obligación del uso de mascarillas y otros medios de protección sanitaria para electores y quienes se encuentren al interior de los locales de votación, y
k. La dictación de un protocolo de carácter general y obligatorio, en acuerdo con el Ministerio de Salud, que contenga las normas y los procedimientos sanitarios que deban cumplirse, en particular los referidos en los literales d), e), g) y j), en las actuaciones que realicen las juntas electorales, sus delegados en los locales de votación y sus asesores, vocales de mesas receptoras de sufragios e integrantes de los colegios escrutadores.
Este protocolo será obligatorio, además, para electores, apoderados, miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública que se encuentren a cargo del resguardo del orden público al interior y exterior de los locales de votación, así como para todo funcionario público, con independencia del órgano del cual dependa, que desempeñe funciones o cumpla obligaciones de carácter electoral.
Se establece que en ningún caso las medidas sanitarias de carácter general podrán afectar la realización del plebiscito a que se refiere el artículo 130, a nivel nacional, regional ni comunal.
Dispone que el acuerdo del Consejo Directivo del Servicio Electoral señalado previamente deberá publicarse en el Diario Oficial y en la página web de dicho servicio dentro de los dos días siguientes a la fecha de su adopción.
Cabe destacar que el acuerdo señalado será reclamable, fundadamente, ante el Tribunal Calificador de Elecciones, dentro del plazo de tres días, contados desde su publicación. Dicho tribunal resolverá la reclamación dentro del plazo de diez días, contados desde su interposición, y la sentencia no admitirá recurso o acción alguna en su contra.
Señala, asimismo, que en los spots a que se refiere el artículo 34 de la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, el Servicio Electoral deberá incluir información respecto de las medidas sanitarias que se tomen en virtud de las normas e instrucciones a que se refiere la presente disposición.
Finalmente, el Consejo Directivo del Servicio Electoral deberá dictar las normas e instrucciones a que se refieren los incisos anteriores, en los mismos términos ahí establecidos, fijando reglas especiales y diferentes a las establecidas en la ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, para los procesos electorales de los años 2020 y 2021, siempre que al momento de dictar el acuerdo al que se alude en el inciso primero se encuentre vigente una alerta sanitaria, decretada por la autoridad respectiva. Es decir, esta reforma constitucional transitoria se hace aplicable a todos los procesos electorales de 2020 y 2021, mientras esté vigente la alerta sanitaria.
Este proyecto fue aprobado por unanimidad en casi la totalidad de su articulado por la comisión, que no hizo modificaciones respecto del texto aprobado por el Senado, por lo que solicito su aprobación en los mismos términos por esta honorable Sala.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
En discusión el proyecto. Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado Hugo Gutiérrez .
El señor GUTIÉRREZ (vía telemática).-
Señor Presidente, no es posible obviar la situación sanitaria en que se encuentra el país y el impacto que podría tener durante la realización del plebiscito nacional fijado para el próximo 25 de octubre, tanto en la participación electoral como en la salud de la población.
El proyecto se fundamenta en el interés del legislador de ofrecer medidas de seguridad que permitan el ejercicio del derecho a sufragio bajo cánones mínimos de protección sanitaria para la población.
El texto aprobado por el Senado y por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara de Diputados tiene diferencias en relación con la moción original, debido a una indicación sustitutiva presentada por el Ejecutivo en el primer trámite constitucional. La principal diferencia se refiere a la no extensión de la jornada electoral a dos días, pues se mantendrá en solo un día, en una jornada que podría extenderse hasta un total de doce horas.
La extensión de la jornada electoral a dos días hubiese sido una medida realmente efectiva y beneficiosa para los objetivos de esta iniciativa, porque las atribuciones respecto de la promoción de horarios provenían preferentemente […] para los mayores de setenta años […] o eventualmente […] sin duda hubiese llevado a dar mejores garantías para que hubiesen participado de este plebiscito y contiendas electorales. Creo que la propuesta de solo extender la jornada de votaciones a doce horas, en vez de hacerla en dos días, podría afectar negativamente las expectativas del elector respecto de su disposición sincrónica […] por la autoridad para un grupo determinado de personas.
(Los puntos suspensivos corresponden a interrupciones en la transmisión telemática)
Por otra parte, las normas sobre horarios, vocales y apoderados son disposiciones que afectan y restringen, a mi entender, derechos que afectan el proceso y el ejercicio del sufragio en cuestiones sustanciales, por lo que debieron haber sido definidas en instancias legislativas en vez de haberlas dejado a la mera consideración del órgano electoral, de acuerdo con el Ejecutivo, para ser reguladas mediante actos administrativos. Creo que esta es una medida que perjudica la labor del legislador, sobre todo cuando hay un órgano administrativo -Servel que, en concordancia con el Ejecutivo, eventualmente, podrían restringir determinados derechos.
En el mismo sentido, aunque se establezca que alguien que se sienta afectado en sus derechos tendrá la posibilidad de reclamar en contra de alguna medida dictada, la sentencia respecto de la reclamación no admite recurso o acción en su contra. Lo que resulta precario es la garantía de los derechos, ya que, si bien la norma posee rango de reforma constitucional, el legislador se desliga de su responsabilidad de debatir respecto de restricciones o limitaciones a un derecho, siempre en el entendido de que un órgano administrativo puede regular derechos, pero nunca restringirlos o limitarlos, puesto que eso siempre supone que sea materia de ley. En buenas cuentas, tenemos a un legislador que abdica de las funciones que le corresponden por ley, que son, justamente, regular, restringir y limitar eventuales derechos.
Por lo tanto, aun cuando se hace cargo de medidas prácticas para la protección sanitaria de los electores, en otros ámbitos, debido a la premura, estamos frente a un proyecto incompleto y carente de lo óptimo para asegurar un alto nivel de participación. Sin embargo, es necesario e indispensable que podamos equilibrar la protección de la salud de cada uno de los chilenos y chilenas, y su real participación en este acto. En definitiva, el objetivo es lograr una amplia participación ciudadana el 25 de octubre y que esa participación ciudadana esté asegurada tanto por el Servel y el Ejecutivo como por el Poder Legislativo, para que las personas que participen en el proceso estén debidamente resguardadas en su salud.
No obstante las deficiencias que he denunciado, el proyecto debe ser aprobado, porque es el mínimo necesario para asegurar la real participación de la ciudadanía en este relevante acto, que es la puerta de ingreso al proceso constituyente que terminará, nada menos, en una nueva Constitución Política para Chile.
En tiempos de pandemia, hay que lograr un equilibrio entre el resguardo de la salud de todos los chilenos y la participación real y mayoritaria de los ciudadanos en el plebiscito, que va a derivar en lo que todos los chilenos y las chilenas quieren: una nueva Constitución Política.
La bancada del Partido Comunista entrega su apoyo a la iniciativa para que se convierta en ley de la república.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Cristóbal Urruticoechea .
El señor URRUTICOECHEA.-
Señor Presidente, el plebiscito de octubre próximo es imposible de realizar, pues será un acto masivo catalizador de nuevos contagios.
Además, es ilegítimo, pues cabe recordar que el acuerdo del 15 de noviembre tiene un vicio de origen, cual es el haber sido adoptado bajo la amenaza del uso de la fuerza, por lo que todos sus alcances no son previsibles ni evidentes. El gobierno no pudo detenerlo en ese momento y ahora tiene un terror enorme a frenar el plebiscito, por temor a que las tropas de delincuentes se levanten nuevamente y se repita la podredumbre y el desastre que dejaron en el país luego del 18 de octubre.
Ahora bien, ¿será válido su resultado, si no participa al menos una decena de millones de chilenos? Insisto en que es ilegítimo.
Por lo demás, Chile no necesita dos congresos funcionando en medio de la grave crisis social y económica que vivimos. Ya hemos aprobado la suspensión de elecciones de distintas organizaciones civiles autónomas debido a la pandemia; sin embargo, un grupo de políticos insiste en que el plebiscito se debe realizar en octubre. Burdamente, algunos comparan la votación del plebiscito con un acto de consumo, asimilándolo con la apertura del comercio o de algunos malls. Sin embargo, votar no es un acto de consumo, puesto que incluye ciertos derechos, como el derecho a informarse, que los ciudadanos no van a tener; el derecho a votar en libertad, que tampoco van a tener, y el derecho a votar con seguridad, sin miedo y sin amenazas, otro derecho que los chilenos sencillamente no van a tener.
Los países serios y responsables se caracterizan por establecer prioridades en su agenda pública, anteponiendo siempre la salud y la integridad física y psíquica de la población. Si nosotros permitimos la realización del plebiscito, vamos a estar obviando un principio ético de cualquier nación. Chile debe seguir la senda marcada por Nueva Zelanda. Podemos cambiar el aforo máximo de personas, podemos fijar un distanciamiento mínimo al momento de votar, podemos modificar los horarios de funcionamiento de las mesas receptoras de sufragios, pero nada de eso ocultará la verdad: la irresponsabilidad política del gobierno de Chile al poner en riesgo la salud de la población, dejando de lado el deber primerísimo e ineludible de cualquier Estado, que es brindar protección a las personas y a sus familias.
Estimado gobierno, no anhele el éxito, sino témale al tremendo fracaso que esto nos puede traer.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Vlado Mirosevic .
El señor MIROSEVIC (vía telemática).-
Señor Presidente, la noche del 15 de noviembre no fue fácil tomar la decisión para ninguna de las fuerzas políticas que concurrimos a firmar el acuerdo que permitirá, por primera vez en cuarenta años, la posibilidad de cambiar la Constitución de Augusto Pinochet.
Las fuerzas democráticas que hace mucho tiempo veníamos pidiendo este cambio, pero además que se hiciera con un cierto mecanismo, porque el mecanismo para lograrlo tiene mucha importancia. En el acuerdo constitucional del 15 de noviembre vimos la posibilidad de que el mundo político retrocediese y le devolviera al pueblo soberano, a la ciudadanía, el poder constituyente. En el mismo sentido, se definió la realización de un primer plebiscito, cuyo resultado determinará si la ciudadanía estaba de acuerdo con abrir un proceso constituyente y cuál iba a ser la forma elegida para redactar la Constitución.
Más allá de las dificultades que hubo en el momento en que se tomó de decisión, se trata de una decisión correcta, porque terminamos devolviéndole al constituyente original el poder para decidir y resolver.
Señor Presidente, por su intermedio, quiero decirle al diputado Urruticoechea , de la UDI, que me antecedió en el uso de la palabra, que el acuerdo del 15 de noviembre, que abre en Chile una oportunidad inédita -nunca antes en nuestra historia hemos tenido un proceso constituyente de esta naturaleza no tiene nada de ilegítimo, como él lo acaba de calificar; por el contrario, se trata de un proceso único en la historia de Chile, que además va a ser observado no solo por las futuras generaciones de chilenos y chilenas, sino también por el resto del mundo. Se trata de un proceso absolutamente inédito en cuanto a su origen, mecanismo y composición, dado el acuerdo alcanzado en cuanto a paridad de género y participación de independientes. Es de esperar que también se logre un acuerdo para la incorporación de los pueblos originarios con escaños reservados. Reitero que hablamos de un proceso único en la historia de Chile.
El proyecto de ley que estamos tratando hoy tiene un objetivo muy claro. La pandemia ha puesto dificultades adicionales a la implementación del plebiscito y, por lo tanto, el Servicio Electoral debe tener todas las facultades administrativas para poder establecer las medidas sanitarias que se requieren. Por eso no estoy de acuerdo con lo expresado por el diputado Hugo Gutiérrez , en el sentido de que, en un contexto de pandemia, en que los indicadores sanitarios se modifican diariamente, a través de leyes, podamos tomar esas medidas sanitarias, que pueden ser decisiones de último minuto, según la evidencia científica del momento.
Por lo tanto, el Servel es el organismo que debe tener las atribuciones para tomar todas las medidas administrativas necesarias para que el plebiscito cuente con una alta participación, y para dar garantías a todos de que será un proceso seguro.
En consecuencia, desde el Partido Liberal y desde el Frente Amplio, votaremos a favor el proyecto. No nos perdemos ni un segundo en que un organismo con autonomía constitucional y un cuerpo colegiado, como es su consejo directivo, tomará las mejores decisiones luego de escuchar a los expertos.
La presidenta del Colegio Médico ha dicho con bastante claridad que es perfectamente posible realizar este plebiscito; también hay que observar la experiencia internacional. Desde el inicio de la pandemia se han registrado 45 elecciones locales, regionales y parlamentarias en distintas partes del mundo. Es decir, realizar un plebiscito en Chile es perfectamente posible.
Hace pocos días nos reunimos con el embajador de Corea del Sur, quien nos relató la experiencia de la elección llevada a cabo en ese país, realizada en el marco de un sistema parlamentario, mediante la cual se elige un primer ministro que ejerce como jefe de gobierno.
Por lo tanto, es perfectamente posible llevar a cabo el plebiscito, pero se requiere tomar medidas administrativas a las que, por supuesto, no estamos acostumbrados. No obstante, creo que es perfectamente posible que la ciudadanía las entienda y las respete, para cumplir, de esa manera, con un plebiscito seguro.
El acuerdo político alcanzado el 15 de noviembre ha sido objeto de un boicot, inicialmente de parte de los sectores que no participaron en su firma, que estuvieron completamente en contra y que hoy están a favor del “Apruebo”, como si fueran sus principales promotores. Me parece bien que hoy estén a favor, porque era bastante evidente que nadie podía quedar fuera de esta primera oportunidad en 40 años para terminar con la Constitución de Pinochet. Era obvio que todos los sectores del mundo progresista terminarían embarcados en este proyecto. Esa es una buena noticia y hay que celebrarla.
No obstante, a pesar del boicot inicial por parte de ese sector, también hemos visto un boicot por parte de Chile Vamos, que ha iniciado una campaña del terror en contra del plebiscito. Lamentablemente, hemos escuchado declaraciones del canciller Allamand que no corresponden a su cargo. Todos conocemos su opinión y su opción personal en relación con el plebiscito. Él ya no es senador, por lo que no puede utilizar la Cancillería para hacer ese tipo de declaraciones.
Más allá del boicot de un lado o de otro, necesitamos que este plebiscito sea un proceso con participación absolutamente mayoritaria, porque a nadie le debe caber ninguna duda, ni en el momento presente ni en los futuros libros de historia, de que existe una amplia mayoría que no solo exige cambiar una Constitución, sino también fijar reglas del juego democráticas, comunes, legítimas para todos, y que signifiquen el inicio de un nuevo pacto social. Digo “el inicio” porque el pacto social es algo más complejo que solo un proceso constituyente.
Ese pacto social, que debe comprometer democracia profunda, descentralización, Estado laico, derechos sociales y mercados no concentrados, es el que espero que pueda llevar a Chile hacia una sociedad más civilizada, más democrática, con menos abusos y con menos desigualdades.
En el Partido Liberal y en el Frente Amplio votaremos a favor del proyecto. Esperamos que el plebiscito del 25 de octubre sea un proceso inédito en la historia de Chile.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado Raúl Soto .
El señor SOTO (don Raúl) [vía telemática].-
Señor Presidente, el 25 de octubre se empezará a escribir una nueva página en la historia de nuestro país, una página que se ha ganado el pueblo de manera legítima, rebelándose de manera democrática y ciudadana ante la desigualdad, ante el abuso, ante la injusticia, ante los efectos de un sistema político, económico y social que ha generado consecuencias bastantes nocivas en nuestra sociedad, particularmente en cuanto a la tremenda brecha de desigualdad y abusos que ha sufrido la ciudadanía durante muchos años, con total impunidad.
La piedra angular de ese sistema abusivo, en contra del cual se rebeló la gente en octubre del año pasado, es la Constitución de Pinochet, es la Constitución de Guzmán, que, si bien ha tenido muchas modificaciones, no han sido suficientes para cambiar estructuralmente las reglas del juego, para repensar, actualizar y modernizar la sociedad chilena, y también nuestra institucionalidad; para ser, de una vez por todas, un país en paz, justo, equitativo y solidario; un país que, además de poner fin a los abusos, avance en terminar con las desigualdades. Ese es el objetivo del proceso que comenzará el 25 de octubre.
A nuestra bancada del PPD le parece muy bien que se legisle en esta materia, para dar garantías de que el Servel sea el órgano que dicte las instrucciones para adoptar las medidas sanitarias que el 25 de octubre garanticen el resguardo de la salud de las personas, de modo que puedan ejercer su derecho a sufragio en ese plebiscito tan importante, y al mismo tiempo, para garantizar que exista una masiva participación ciudadana, que se exprese ese día en una decisión absolutamente categórica, en orden a que el pueblo de Chile tome las riendas y decida cuál será el futuro de este país.
Si decide, como queremos, que se cree una convención constituyente u otro órgano que se encargue de redactar esa nueva Constitución, con democracia ciudadana y con participación de los actores sociales y del mundo político, podremos discutir de forma transversal y reescribir esas nuevas páginas de la historia de Chile, y reescribir nuestras reglas del juego para construir ese Chile que todos soñamos.
Sin duda que esto no se puede echar abajo. No permitiremos las campañas del terror de la UDI, ni de los señores seguidores de José Antonio Kast , como el diputado Urruticoechea , cuyo discurso hemos escuchado. También hemos visto algunos intentos o iniciativas legislativas de parte…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Harry Jürgensen .
El señor JÜRGENSEN.-
Señor Presidente, la iniciativa que estamos discutiendo ha sido llamada por algunos como “proyecto plebiscito seguro”, lo cual me parece no solo una exageración, sino además una expresión muy lejana de la realidad.
Hoy, no existe norma alguna que permita decir que será seguro celebrar el plebiscito el 25 de octubre de este año, ni tampoco que no significará un riesgo para la salud de los ciudadanos que quieran ejercer su derecho a voto.
Ha habido voces que, desde su liderazgo gremial, han querido participar de la política nacional, como la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches , quien asegura que en dos meses más estarán en Chile las condiciones para realizar ese plebiscito. Eso me parece curioso, porque en marzo, cuando teníamos cerca de 160 nuevos casos diarios y un poco más de 1.400 casos activos de covid-19, la misma presidenta del Colegio Médico señaló que no estaban las condiciones; sin embargo, hoy, cuando tenemos cerca de 1.700 nuevos contagiados al día y más de 15.000 casos activos, nos dice que sí estarían dadas las condiciones.
¿Quién nos asegura que no se producirán aglomeraciones durante el proceso electoral?
¿Quién se hará responsable por los contagios que se producirán ese día? ¿Quién nos dice que, aún asegurando distancia dentro de los locales de votación, no se provocarán contagios en la micro o en el minibús que acercará a la gente de las zonas rurales hasta las ciudades a votar, o en el Metro?
Incluso, en la sesión especial de ayer, algunos parlamentarios criticaron la idea de avanzar en un plan de retorno a clases presenciales, porque a su juicio no existen ni existirán las condiciones para hacerlo en el corto plazo, pero hoy nos dicen que, milagrosamente, una reforma a la “Constitución de Lagos” podría generar las condiciones para realizar un plebiscito seguro.
Dentro de una semana comienza el periodo de campaña. ¿Alguien me puede explicar cómo se realizará ese proceso, sobre todo en ciudades en cuarentena?
Participar en un proceso electoral no es solo ir a votar el día de la elección. El mismo también requiere acceso a información y condiciones de campaña. Algunos dirán que las campañas se pueden hacer online, pero les recuerdo que no todos tienen acceso a internet y que existen zonas de nuestro país sin acceso o con muy mala señal. Además, la penetración de internet no es igual en todas las edades.
En Chile no están dadas las condiciones para realizar un plebiscito dentro de unas semanas, y decir que por aprobar este proyecto de reforma constitucional tendremos un plebiscito seguro es engañar a los chilenos. Si queremos un plebiscito que se desarrolle de manera ejemplar, debe realizarse en condiciones de normalidad, donde las campañas y el hecho de ir a votar y de ser apoderado de mesa no estén limitados ni pongan en riesgo la salud de uno o más chilenos.
La pandemia está lejos de terminar -aquello se dice en todas partes-; es el peor momento para realizar cualquier elección; es un derroche y una irresponsabilidad, se mire por donde se mire, con normas nuevas o sin normas nuevas.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Jaime Tohá .
El señor TOHÁ (vía telemática).-
Señor Presidente, hoy aprobaremos, ojalá por unanimidad, este proyecto, que confiere al Servel todas las facultades necesarias para asegurar un plebiscito seguro y ordenado.
En el país hay consenso en que estamos viviendo, tal vez, la crisis más grande de la historia de Chile, crisis provocada por una disconformidad social, fruto de la desigualdad, de la exclusión y de los abusos, que tuvo su expresión en octubre del año pasado.
Me cuesta pensar que en esta Sala pueda haber alguien que piense que la solución a estos graves y complejos problemas pueda pasar por un camino distinto que el camino del proceso constitucional. Sin embargo, han surgido voces, incluso dentro de esta Sala, que comienzan a colocar obstáculos y lomos de toro, para que esto no llegue a su feliz término.
El ministro de Salud nos dice todos los días que el manejo de la crisis en Chile es bueno -se compara con otros países y que cada día va a ser mejor. Sin embargo, hay otros, de su mismo sector, que dicen que no habrá condiciones para celebrar el plebiscito.
Han surgido voces que ahora señalan que el plebiscito debe tener un piso de participación de 66 por ciento para que sea legítimo. Esos son los mismos que durante décadas le confirieron legitimidad a una Constitución dictada por una persona en una sala de La Moneda.
No realizar este plebiscito significará exponer al país y a las futuras generaciones a un proceso de caos, anarquía y desasosiego social que nos va a castigar muy duramente a todos los chilenos.
Por eso, llamo a aprobar este plebiscito y a no provocar una sensación de temor y de miedo en la ciudadanía, sino, por el contrario, explicar a la ciudadanía que este es el camino para resolver nuestros principales problemas.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Luciano Cruz-Coke .
El señor CRUZ-COKE.-
Señor Presidente, es importante hacer un par de aclaraciones respecto de este proyecto. Me parece que este proyecto es absolutamente necesario; lo dice una persona que ha tomado la opción por el “Rechazo” y no por el “Apruebo”.
¿Por qué es necesario y es distinto de proyectos que, eventualmente, se refieren a acuerdos políticos más amplios? Este proyecto es necesario porque, en la práctica, lo que hace es establecer modificaciones a reformas constitucionales que se hicieron en momentos en que no había covid-19. Por lo tanto, en la práctica, lo que se hace mediante esta reforma es facultar al Servicio Electoral y a los órganos que esta señala para que puedan establecer los requisitos, las normas para la constitución, horario y funcionamiento de las mesas; la organización de las distintas personas que van a votar, que van a ser vocales o apoderados; el número de causales de de exclusión, el número de locales de votación y de mesas receptoras de sufragio, el aforo máximo de personas y los distanciamientos mínimos, es decir, cosas que ahora parecen de Perogrullo. Por ende, que no se pida a este proyecto de reforma constitucional, que se aprobó por unanimidad en el Senado y, posteriormente, también por unanimidad en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, en la que me corresponde participar, que tenga alcances distintos que los alcances sanitarios.
Efectivamente, como han dicho algunos, este proyecto señala que “En ningún caso las medidas sanitarias de carácter general podrán afectar la realización del plebiscito a que se refiere el artículo 130, a nivel nacional, regional ni comunal.”. Por ende, lo que hacemos aquí es poner a disposición del Servel ciertas facultades para que la ciudadanía no se contagie con covid-19 y para que pueda disponer que aquellas personas que eventualmente estén contagiadas con covid-19 puedan, de alguna manera, ejercer su derecho a voto, consagrado en la Constitución, y que todas las personas puedan votar –ojalá libres de cualquier posibilidad de contagio.
Dicho eso, quiero manifestar mi escepticismo respecto de las nuevas páginas de la historia que terminarán con los efectos del abuso de la piedra angular de las arbitrariedades, que sería la Constitución Política, lo que, sobre todo, ha sido dicho en esta Sala por conspicuos miembros de partidos que, de los treinta años de democracia, gobernaron durante veinticinco, con las palabras “desarrollo”, “progreso”, “crecimiento económico”, “privatizaciones” y “concesiones”.
Entonces, que no traten de vender “la pescada” aquí, cuando aquellos mismos que señalan hoy que esta Constitución permitió una serie de abusos la reformaron el año 2005. Hoy la famosa Constitución de Pinochet lleva la firma del Presidente Ricardo Lagos y de los ministros Francisco Vidal , Ignacio Walker , Eduardo Dockendorff , etcétera. Nombren a uno de la Concertación de Partidos por la Democracia que no esté al pie de esa firma; yo creo que son muy pocos.
Dicho esto, sí falta en este proyecto -porque hablamos de un proyecto que concede facultades principalmente de carácter sanitario un plan B. Lo digo, porque ayer, en esta misma Sala, se apuntó al ministro de Educación cuando dijo que, ojalá, los alumnos vayan volviendo de a poco a clases; se critica que el comercio comience a funcionar; no se permite que los restauranteros o los locales de comida puedan funcionar; se escandalizan por lo ocurrido en el mall chino. Naturalmente, hay una responsabilidad individual que implica salir, desconfinar, volver a circular libremente.
En general, a nadie le gustan los estados de excepción, pero, lamentablemente, esta pandemia nos ha obligado a ello, y todavía no tenemos un borde de la pandemia como para prefigurarnos hoy si realmente van a estar dadas las condiciones para que el plebiscito se pueda realizar. Este proyecto, aprobado unánimemente, establece que el plebiscito debe realizarse. Sin embargo, ¿qué sucede si el plebiscito no puede realizarse? El mundo político le debe una respuesta a esa pregunta. Tiene que existir un plan B, y no debe ser producto de este acuerdo sobre la base sanitaria, sino que tiene que ser un acuerdo político más amplio.
Por lo tanto, el llamado que hago es a que, ojalá, las mismas fuerzas políticas que concurrieron al acuerdo, que fue realizado entre fuerzas políticas moderadas -curiosamente, estaban excluidos los extremos políticos-, también puedan ponerse de acuerdo ante un proceso constituyente que debe llevar a votar a una mayoría de ciudadanos.
Es importante que, para dar el vamos al plebiscito, sea cual sea la opción ganadora, exista una participación alta y relevante. Se lo debemos asegurar a la ciudadanía, como también que el plebiscito cumpla todas las condiciones sanitarias que establece el proyecto de reforma constitucional.
Anuncio que lo votaremos favorablemente.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, qué bueno que este proyecto, como dijo alguien recién, reafirme el plebiscito.
En primer lugar, nadie pretende que el plebiscito no se haga, lo que es un avance importante, porque a todos nos interesa -particularmente a la gente que somos del mundo progresista que se haga, y que se haga bien y participe la mayor cantidad de gente posible. A mayor participación, más votos y más legitimidad tiene el proceso, qué duda cabe. Si votan pocos también es válido; pero la legitimidad se la da una inmensa mayoría de chilenos que estamos por el “Apruebo”, que es muy importante para abrir el proceso.
Las facultades que se otorgan al Servel -se negociaron unánimemente en el Senado y se aprobaron en la Comisión de Constitución me parecen bien.
Vamos a aprobar esta reforma constitucional. Me hubiera gustado otra, que considerara, por ejemplo, el voto postal, el voto electrónico; a lo mejor, que el plebiscito se realizara en dos días. Por las razonas que se indicaron eso no se logró, pero me hubiera gustado, para facilitar la forma. Debo decirlo con absoluta claridad: ese es nuestro propósito.
Planteé una situación excepcional, ante lo cual alguien desató cierta polémica: ¿qué pasa si hay un alto nivel de contagio después de las Fiestas Patrias? Es probable que ocurra.
Presido la comisión investigadora sobre la covid -llevamos dos meses de trabajo-, donde hemos escuchado a una cantidad importante de expertos, y la opinión que me he formado es que el manejo del coronavirus no se está haciendo tan bien como parece. Hay graves problemas en la trazabilidad. Hoy, los contactados por persona contagiada alcanzan un promedio de 1,5, en circunstancias de que el promedio recomendado por los organismos internacionales es de al menos 5 personas. Las residencias sanitarias tampoco están actuando como corresponde. Si bien la cantidad de test es muy importante, solos no sirven: necesitan trazabilidad y una respuesta rápida. Con solo realizar test no se resuelve el problema.
Entonces, el riesgo es que después de Fiestas Patrias ocurra una situación compleja. Ante ese eventual riesgo, dije que no me negaba a que el plebiscito se pudiera realizar el 29 de noviembre, cuando también se realizarán las primarias municipales y regionales. Estoy pensando en los adultos mayores. Sé que el plebiscito tiene que hacerse, pero también sé que debemos resguardar la salud de la población, especialmente de la gente ordenada que irá a votar, por ejemplo, de los adultos mayores, que van a votar, porque nunca suspenden ese derecho tan importante.
Por eso, creo que si las cosas se hacen bien, si el ministro de Salud y las autoridades invierten en trazabilidad y en medidas preventivas, vamos a tener una situación feliz y no será necesario suspender la fecha de realización del plebiscito. Me parece muy bien, eso es lo ideal. Pero ya van 10.000 muertos, perdónenme…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Matías Walker .
El señor WALKER.-
Señor Presidente, la bancada de la Democracia Cristiana -así lo ratificará la diputada Joanna Pérez , presidenta de la Comisión de Gobierno Interior-, por supuesto, va a aprobar el proyecto “plebiscito seguro”, unánimemente aprobado en la Comisión de Constitución. Aprovecho de agradecer al diputado Luciano Cruz-Coke el completo informe que rindió en nombre de nuestra comisión.
Vamos a proceder de esta manera porque tenemos la convicción de que el Estado de Chile, el Congreso Nacional y, por supuesto, el gobierno tienen que garantizar que el plebiscito se realice el 25 de octubre, y que se haga cumpliendo con todas las normas sanitarias.
Después de la aprobación de este proyecto no va a existir excusa alguna para el gobierno ni para el Servel respecto de la realización de un plebiscito en condiciones seguras. En efecto, a partir de la publicación de esta norma, el Consejo Directivo del Servel, por las cuatro quintas partes de sus miembros, adoptará las normas sanitarias específicas para realizar el plebiscito en condiciones sanitarias adecuadas, por ejemplo, extendiendo el horario de funcionamiento de las mesas receptoras de sufragio hasta 12 horas, ampliando el número de locales de votación, ampliando el número de dichas mesas y estableciendo como excusas válidas que los grupos de riesgo no participen como vocales de mesas, porque podrían ser una fuente de contagio.
Asimismo, se establece el principio de que en ningún caso las condiciones sanitarias podrán ser obstáculo para la realización del plebiscito a nivel nacional, a nivel regional y a nivel comunal.
Algunos chilenos son mal pensados, señor Presidente, y con razón. En efecto, tras escuchar que algunos diputados quieren cambiar las reglas del juego en la mitad del segundo tiempo, cuando van perdiendo el partido, chilenos se ponen sospechosos y dicen: “Estos señores quieren cambiar las preguntas del plebiscito que concordaron en el acuerdo del 15 de noviembre del año pasado, y que no sea una convención constitucional elegida por la ciudadanía, sino el Congreso el que escriba la nueva Constitución”. Por eso, no les extraña que los mismos que se opusieron a que el plebiscito fuera con voto obligatorio, ahora pongan un umbral de participación de 10 millones de chilenos para que la nueva Constitución y el nuevo proceso sean legítimos. Por suerte, no pusimos ese umbral al Presidente Piñera , porque tendríamos que desconocer su legitimidad para gobernar; por suerte, no se pusieron ese umbral ellos mismos, porque no tendrían ninguna legitimidad para representar a la ciudadanía en el Congreso Nacional. Entonces, se pillan la cola solos.
Llegó la hora de decir, por intermedio del señor Presidente, con mucho cariño a mi amigo el diputado Cristóbal Urruticoechea , quien en la Cámara de Diputados parece el mensajero de José Antonio Kast , junto con el diputado Urrutia , que no vamos a aceptar ninguna excusa: debemos tener una nueva Constitución que una a todos los chilenos, no la actual Constitución, que divide a la ciudadanía. Al respecto, es obligación del gobierno generar las condiciones sanitarias mediante la transferencia de recursos a los municipios y a la atención primaria de salud para mejorar la trazabilidad.
Basta de excusas, basta de buscar la quinta pata al gato. Los que suscribimos el acuerdo del 15 noviembre debemos honrar ese compromiso. A los que hablan tanto de respetar la institucionalidad y de ser serios, yo les digo que llegó la hora de ponerse serios, de cumplir los compromisos, de generar las condiciones sanitarias adecuadas para que el plebiscito se pueda realizar el 25 de octubre. Eso hace este proyecto.
El plebiscito va, y vamos a apoyar la opción “Apruebo” para generar la primera Constitución escrita en democracia en la historia de Chile.
De una vez por todas, se acabaron las excusas.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Alexis Sepúlveda .
El señor SEPÚLVEDA (don Alexis).-
Señor Presidente, siento que este proyecto permite dar certeza a un proceso que considero irreversible, que es necesario realizar y que debemos llevar a cabo de acuerdo con el cronograma que nos hemos establecido.
Creo que quienes por los medios de comunicación han intentado trasladar o retrasar este plebiscito o este proceso constituyente lo único que hacen es dar incertidumbre al país, porque las reglas del juego sobre la Constitución que nos va a regir no están definidas, lo que es un tema pendiente que esperamos resolver en este proceso.
Siempre va a haber un riesgo, y hay que decirlo. Estamos en una situación de pandemia, la cual no se va a acabar o solucionar al ciento por ciento en la fecha del plebiscito. Por lo tanto, este proyecto viene a entregar condiciones adicionales para poder avanzar en mayor seguridad, por lo que es bienvenido.
Por cierto, creo que es necesaria una discusión que no hemos tenido como país, como es la de avanzar en la posibilidad del voto telemático. Hay países que ya lo han hecho, y no sé por qué en Chile no tenemos esa posibilidad.
Siento que es necesario poder realizar este plebiscito y es necesario poner todas las voluntades para que así sea.
Sin duda que el resultado del plebiscito será que el “Apruebo” gana por un amplio porcentaje. No servirán las campañas del terror. Creo que la gente tiene claro lo que ha pasado en Chile a propósito del estallido social, pero también a propósito de la crisis sanitaria, social y económica. Obviamente esperamos que eso se refleje con tranquilidad y con paz, porque no debería ser ninguna hecatombe que en un país se dé un proceso constituyente y se genere una nueva Constitución. ¿Dónde puede estar el peligro en que la gente manifieste de qué forma quiere construir su país?
Espero que este proyecto sea aprobado. La bancada del Partido Radical lo apoyará de manera unánime, porque esperamos que obviamente la gente pueda manifestarse y terminar con esos cantos de sirenas y esas alertas que muchas veces generan incertidumbre a las personas.
Tendremos plebiscito y tendremos una nueva Constitución.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Álvaro Carter .
El señor CARTER (vía telemática).-
Señor Presidente, en primer lugar, anuncio que voy a aprobar este proyecto.
El plebiscito se debe realizar sí o sí, porque la palabra se cumple y también los acuerdos, aunque algunos que firmaron el acuerdo en noviembre no han cumplido la palabra y otros, que no han querido firmar nada y se niegan a todo, como el Partido Comunista, que ahora se viste como el mayor impulsor, nos vengan a poner entre la espada y la pared.
Todas las medidas que se están realizando y las medidas que toma este proyecto van claramente en la línea correcta. Pero preocupa la actitud de muchos que quieren que sí o sí se realice el plebiscito el 25 de octubre, independientemente de cómo esté el avance de la enfermedad y sin importar si la curva esté baja o alta. Para ellos hay que hacerlo sí o sí.
Entonces, me pregunto, aunque tengamos una curva de contagio al alza, ¿igual lo vamos a realizar? Aunque estén muriendo ciudadanos, ¿igual lo vamos a realizar? ¿Cómo lo vamos a hacer para que aquellos que están enfermos vayan a votar? ¿O no tienen ese derecho? Y los que van a votar, ¿van a ir a votar tranquilos pensando que pueda haber algún enfermo en la fila? ¿Qué sucede si el acto eleccionario provoca un peak aún mayor que el que haya en ese momento? ¿Alguien de esta Cámara se va a hacer finalmente responsable de la muerte de ciudadanos, de que las UTI estén repletas y de que familiares pierdan a un hermano, a una madre o a un padre?
Creo que es una irresponsabilidad decir que el plebiscito sí o sí se tiene que hacer el 25 de octubre –lo señalo a pesar de que soy de los que creen que se tiene que hacer sí o sí el plebiscito si no sabemos realmente cómo va a comportarse la enfermedad.
Cuando el diputado Jaime Mulet dice que hay que estar preparados para suspender el plebiscito, la izquierda lo insulta. Es increíble. Y me extraña que algunos de la izquierda tengan una bola de cristal y digan que no habrá problema alguno en octubre, como ocurrió en marzo.
¿Se acuerdan de la marcha por el Día de la Mujer realizada en marzo? En esa ocasión no dijeron nada, y ya había contagiados. No escuché ninguna voz de ningún partido de izquierda diciendo “no hagamos la marcha, para evitar contagios”.
Creo que llegó el momento de que dejemos un poco de lado el tema electoral -las reelecciones y los votos-, y pensemos en la gente.
Insisto en que este proyecto lo voy a apoyar y lo voy a aprobar, porque se tiene que realizar el plebiscito, pero hay un tema del que no se está haciendo cargo esta iniciativa, cual es la situación de aquellos que estén enfermos, es decir, de aquellos que estarán en sus casas y no podrán salir a votar porque estarán con covid-19, o de los que estarán internados en una clínica o en un hospital.
Por lo tanto, en las próximas horas vamos a presentar un proyecto para que se dé una nueva facultad al Servel: la de crear mesas móviles, para esos chilenos que no pueden salir, y así evitar contagios. La idea es que cuando haya que votar, sea en octubre o sea cuando fuere, de verdad la gente pueda hacerlo…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra la diputada Marisela Santibáñez .
La señorita SANTIBÁÑEZ (doña Marisela) .-
Señor Presidente, por un Chile libre, por todo lo marchado, por la lucha de tantos años, por los que despertaron, porque Chile lo construimos entre todas y todos, por un proceso constituyente; si Chile eligió un Presidente con tan poca participación, ¿a qué le temen hoy?
Yo y mis compañeros firmamos un compromiso con Chile, no con usted -por su intermedio, señor Presidente-, diputado Vlado Mirosevic .
Creo en la democracia. Tratar de ilegítimo este proceso es una cobardía, como lo hace el diputado Urruticoechea , que, como un cachorro, muerde y arranca. Valentía es enfrentar este proceso con madurez y responsabilidad; un proceso que se ganó en la calle.
Yo y los comunistas aprobamos hoy y el 25 de octubre.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Leonardo Soto .
El señor SOTO (don Leonardo).-
Señor Presidente, el próximo 25 de octubre será un día histórico. Será el día en que los chilenos resolverán si quieren o no una nueva Constitución democrática, si quieren o no una Constitución redactada por delegados elegidos por ellos mismos o redactada por las élites parlamentarias.
Es una decisión trascendental para cada persona y para nuestro país, y la vamos a tomar de manera democrática, pacífica, en las urnas, decidiendo entre todos de manera civilizada en el plebiscito del 25 de octubre.
No podemos olvidar que para millones de chilenos el proceso constituyente también es una esperanza de poder reconstruir una convivencia con mayor justicia social, con más y más oportunidades de progreso para todas las familias.
Por todo lo expresado, el plebiscito del 25 de octubre es fundamental y se lo ganaron todos los chilenos.
Por eso rechazamos y repudiamos los intentos solapados o explícitos de la derecha no democrática de hacer boicot al plebiscito, que busca, aquí mismo, una y mil excusas para, de manera vergonzosa, poder desconocer, alterar por secretaría o suspender el acto del plebiscito del 25 de octubre. Todo porque los que están por el “Rechazo” reconocen que no tienen nada para proponer a los chilenos en el plebiscito ni tienen algún argumento competitivo para ganar en las urnas. Por eso buscan por secretaría impedir la voluntad popular. Son los mismos que suspendieron la democracia por 17 años en los 80 y que ahora se mimetizan y se asimilan a la ultraderecha de José Antonio Kast , y buscan suspender la democracia y el plebiscito en cuarentena. A ellos les decimos que no vamos a aceptar estas maniobras. Es vergonzoso que a 70 días del plebiscito quieran cambiar, por ejemplo, las alternativas de la papeleta de votación que tengan todos los chilenos en el plebiscito.
Otros ya están pidiendo que se postergue porque, según dicen, no estarían dadas las condiciones sanitarias mínimas, a pesar de que aplauden la reapertura de los malls, las multitiendas, la vuelta del fútbol, y acuden a supermercados y farmacias en pandemia, o no tienen problemas con las largas filas en el Registro Civil o en las AFP. Un poco de consecuencia les haría bastante bien.
Por eso, quienes creemos en la democracia respaldamos completamente este proyecto de ley, que busca que se tomen todas las medidas sanitarias, administrativas y médicas para que el plebiscito se realice en condiciones seguras y que se elimine todo riesgo de contagio. Queremos, los demócratas, que sea un plebiscito seguro, pero también participativo.
Hoy damos un paso necesario y le entregamos facultades al Servicio Electoral para que tenga todas las herramientas para asegurar que el plebiscito sea sanitariamente seguro, regulando la situación de los vocales de mesa, de los apoderados, aumentando los locales de votación, aumentando los horarios de votación, estableciendo franjas preferentes para la población de riesgo, los útiles electorales, etcétera.
El protocolo que el Servel deberá dictar deberá estar redactado antes del 10 de septiembre, con acuerdo del Ministerio de Salud. El Servel y el Ministerio de Salud, este gobierno, serán los dueños y encargados de realizar este plebiscito de manera segura y participativa.
Creo que la mayoría de los chilenos reconoce que este plebiscito es una oportunidad única que Chile no puede desaprovechar.
Queremos este plebiscito seguro, participativo, transparente, y espero que los chilenos estemos a la altura de este desafío.
Si siguen colocando obstáculos y piedras en el camino, recibirán el repudio de la ciudadanía.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Sergio Bobadilla .
El señor BOBADILLA.-
Señor Presidente, yo rechazo, y rechazo con mucha convicción. Voy a recordar unas palabras: “Contamos con una Constitución que ya no nos divide. Es un día muy grande para Chile. Tenemos hoy por fin una Constitución democrática. Hoy despunta la primavera.”. Ricardo Lagos , 17 de septiembre de 2005.
Creo que el diputado Tohá se refería al Presidente Lagos cuando dijo que una persona, en un salón de La Moneda, firmó la actual Constitución. Efectivamente, la firmó Ricardo Lagos .
En segundo término, quiero reiterar algo que he venido planteando desde hace algunos días: actuemos con consecuencia.
Muchos de los diputados que están sentados en las bancadas de enfrente han sido elocuentes en pedir un retorno a clases seguro. Por eso han manifestado, reiteradamente, que no están las condiciones dadas para el retorno a clases y que no debemos exponer a nuestros niños a los efectos de la pandemia.
Les pido consecuencia. Hagamos un plebiscito seguro, pero hagámoslo cuando las condiciones sanitarias así lo permitan. No arriesguemos la salud y la vida de nuestros adultos mayores al exponerlos cuando concurran a los locales de votación, en los que habrá, supuestamente, una gran concentración de personas, lo que generará un foco de contagio mayor.
Seamos consecuentes. Si no queremos que vuelvan nuestros niños a clases el 2020, por la inseguridad que significa esta pandemia, el mismo principio y el mismo criterio debiéramos aplicar para este plebiscito nacional.
¿Queremos un plebiscito seguro? Por cierto que sí. En ese sentido, creo que el plebiscito más seguro es el que no se hace, en este caso para no exponer a nuestra gente a los efectos de la pandemia.
Por último, quiero señalar que un cambio de Constitución Política demanda mayorías activas y participativas. Si esas mayorías no participan en un plebiscito como este es simplemente porque no existen y la gente no tiene la motivación para exponer su salud y participar de un evento que es innecesario.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Joanna Pérez .
La señora PÉREZ (doña Joanna).-
Señor Presidente, no puedo estar en más desacuerdo con lo que he escuchado hoy de parte de la bancada de la UDI.
Además, quiero afirmar que el 25 de octubre en nuestro país se vivirá un momento histórico, ya que por primera vez los chilenos y chilenas tendrán en sus manos la posibilidad de decidir la creación de una Constitución Política a través de un proceso democrático, con representación de todos y todas, participativo y, sobre todo, paritario.
Ya lo dijo don Eduardo Frei Montalva frente a miles de compatriotas en el teatro Caupolicán: lo que Chile necesita es una patria libre y democrática, con instituciones renovadas, de acuerdo con las nuevas realidades y exigencias, a través de una asamblea constituyente que represente a todos los sectores de nuestro país y dé absoluta garantía de legitimidad.
Ese discurso le costó la vida a nuestro camarada. Por eso, pregunto a esta honorable Cámara: ¿cuántas vidas costó recuperar la democracia en nuestro país? ¿Cuántas vidas nos ha costado la Constitución que tenemos en nuestro país, de la cual algunos se enorgullecen?
El proyecto de reforma constitucional que hoy discutimos no tiene otro fin que entregar al Servel, un órgano autónomo, las facultades necesarias para asegurar que este 25 de octubre el anhelo de nuestro camarada y ex-Presidente don Eduardo Frei se vuelva un hecho, y los ciudadanos y ciudadanas de este país, con la esperanza de que existirán las condiciones de salubridad suficientes, concurran a votar en el plebiscito y puedan elegir, de una vez por todas, la Constitución que quieren.
Por esa misma razón este proyecto de reforma constitucional debe ser aprobado. Cada uno de nosotros y nosotras debe concurrir con sus votos para asegurar que los chilenos y chilenas puedan llevar a cabo un proceso plebiscitario con las condiciones suficientes para que este virus, que ha atacado a tantos compatriotas, no empañe un proceso democrático histórico.
En el mismo sentido, el proyecto de reforma que hoy votaremos es lo único que en este momento puede asegurar la legitimidad del proceso mismo, puesto que permite que uno de los órganos con mayor legitimidad y seriedad en su actuar establezca y determine las medidas necesarias, en conjunto con la autoridad sanitaria, para que los votantes puedan estar a resguardo de su salud y concurran a las urnas el próximo 25 de octubre de la manera más segura y masiva posible.
Señalo lo anterior porque algunos han planteado que la votación de octubre debe contar con un quorum mínimo de aprobación para que esta sea legítima, dando a entender a priori que podrían desconocer sus resultados. Los que plantean eso son los mismos que en enero pasado negaron a Chile la posibilidad de contar con un voto obligatorio para este proceso plebiscitario. ¡Qué contradictorio es que algunos cuestionen este proceso!
Por lo tanto, hoy la Democracia Cristiana nuevamente concurrirá con sus votos para aprobar esta iniciativa.
Agradezco a Matías Walker , quien ha sido un guardián de este proceso tan necesario; también lo fue en su minuto el diputado Iván Flores durante el estallido social, pues también dio garantías para llegar a ese acuerdo, que pidió el propio Presidente de la República.
¡Llamo a todos a respetar el acuerdo que pidió el Presidente! ¿Será un proceso seguro? Sí. Le hemos dado todas las facultades, recursos y atribuciones al gobierno para que pueda enfrentar este proceso y la pandemia. ¿Se han cometido errores? Sí, pero este Congreso le ha entregado los recursos y todas las facultades para que cuide a la población en condiciones sanitarias, económicas y sociales.
Por lo tanto, llamo a hacer el trabajo. Llamo también, como presidenta de la Comisión de Gobierno, donde hemos trabajado para fortalecer la democracia y la participación, a que se acompañe este proceso a través del mismo gobierno, el cual, como ya dije, cuenta con todas las facultades para resguardar este proceso.
Asimismo, hago un llamado a los gobiernos regionales y a los consejos regionales, para que acompañen este proceso en cada región de manera segura y ordenada. Llamo también a los municipios y sus concejos, que siempre han manifestado toda la voluntad para avanzar en este proceso. Están todos los alcaldes hoy día comprometidos con ello, cuidando a su gente, pero también garantizando procesos democráticos que hemos honrado todos.
Por otra parte, hago un llamado a los dirigentes sociales que tienen un compromiso con el Chile que queremos, que ven una esperanza de poder salir adelante a través de este nuevo proceso que hemos fijado, para que el 25 de octubre sea seguro y acompañemos a la población.
Tenemos, entonces, un gran desafío que no podemos perder de vista. Hoy tenemos una emergencia sanitaria, situación muy difícil que estamos enfrentando como país, pero debemos seguir aprendiendo y reforzando los cuidados necesarios cada día.
Hago un llamado especial a los ciudadanos y ciudadanas en materia del autocuidado que deben tener el día del plebiscito, a fin de evitar generar las condiciones para que haya más contagios. Creo que en ese aspecto hay una gran responsabilidad, y nos queda mucho…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señora diputada. Tiene la palabra la diputada Érika Olivera .
La señora OLIVERA (doña Érika).-
Señor Presidente, entre las cosas que se han visto fuertemente afectadas por la pandemia que estamos viviendo se encuentra la realización del plebiscito nacional que está fijado para el próximo 25 de octubre.
Esta pandemia ha demostrado la importancia que tiene la política para la detección y resolución de los asuntos y problemas públicos, desde la forma de detección del contagio hasta los mecanismos para reactivar la economía. Todas esas decisiones pasan por las autoridades de gobierno y por este Parlamento.
Hemos visto lo anterior en nuestro trabajo legislativo. Desde marzo a la fecha, semana tras semana, hemos aprobado proyectos de ley que tienen directa relación con los efectos de esta pandemia en la vida de chilenas y chilenos, con la finalidad de que el Estado llegue en ayuda de los más vulnerables y de quienes más lo necesitan.
Ha quedado demostrado que si bien la Constitución actual nos ha permitido salir del paso, es un texto que no permite prever eventuales complicaciones a futuro, como en el caso de una pandemia.
Ha quedado demostrado que tenemos un Estado grande, pero con muchas debilidades: es lento e ineficaz y no llega de manera oportuna.
Además del estallido social que vivimos en octubre pasado, esta pandemia nos ha llevado a reflexionar sobre qué esperamos de todos los ciudadanos y cuáles son nuestros derechos y deberes en este contexto.
Es un deber cuidar el evento democrático de mayor magnitud e importancia de las últimas décadas. Esto implica que no puede quedar a la deriva por falta de adecuación de normas que regulen el proceso. Será fundamental proteger la salud de las personas y asegurar que cuenten con altos niveles de participación electoral, de modo de sustentar la representatividad y dotar de la mayor legitimidad al proceso, cualquiera que fuere su resultado.
Tendremos que permitir las modificaciones relacionadas con el plebiscito, porque eso posibilitará disminuir los efectos sanitarios de las grandes aglomeraciones de gente estimada para un día de votaciones, aumentar la asistencia, reducir el miedo al contagio, entregando seguridad y medidas sanitarias en los lugares de votación. Esto cobra total importancia, considerando la relevancia de que este proceso, sea cual sea el resultado, cuente con un importante porcentaje de participación ciudadana en favor de su legitimidad.
Dentro de las medidas sanitarias técnicas propuestas, se encuentran: número y características de los locales de votación, distanciamiento en el acceso y dentro de estos, ampliación de horario, diferenciación y apoyo a grupos de mayor riesgo de contagio y materiales para la votación. Todo ello permitirá entregar seguridad para que los centros de votación no sean focos de contagio, permitiendo la participación responsable de todos los votantes en el proceso.
Finalmente, señalo la importancia de realizar el plebiscito como tal. En las últimas semanas, en medios de comunicación se han visto diversas opiniones sobre su realización, pero consideramos que esto es importante para las chilenas y los chilenos que quieren participar y opinar.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos y treinta y ocho segundos, el diputado Marcos Ilabaca .
El señor ILABACA.-
Señor Presidente, el estallido social y la pandemia desnudaron el Chile que hoy día vivimos, desnudaron la crudeza y la falla de una institucionalidad que está absolutamente desgastada y que no da cuenta del Chile de hoy; desnudaron a una Constitución que mantiene un espacio y una infraestructura institucional que, en definitiva, no está acorde con los tiempos modernos y que solamente privilegia a un sector acomodado y privilegiado de la sociedad chilena, dejando sin servicio, sin apoyo a la inmensa mayoría de chilenos.
Ante esta crisis institucional, hoy nuestro país se ha dado la oportunidad de generar un nuevo pacto social que dé cuenta del Chile de hoy y del Chile que queremos construir en los próximos cien años. ¡Eso es el plebiscito!
Por lo tanto, hoy más que nunca tenemos que entregar la garantía a todos los chilenos de que podrán participar tranquilamente en un proceso constituyente seguro. Ese es el único objeto que tiene este proyecto de reforma constitucional.
He escuchado con sorpresa las palabras de varios colegas que mantienen este discurso alarmista, contrario, desesperado, buscando defender a toda costa el legado de Pinochet. Porque, digámoslo con todas sus letras, los discursos de algunos parlamentarios hoy día lo único que han demostrado es la existencia de una derecha ultra que mantiene con fuerza el legado del dictador.
El discurso que plantea la participación de un mínimo de diez millones de chilenos para que el plebiscito tenga validez, el llamado hecho en el sentido de que este plebiscito es un acuerdo para evitar la delincuencia, el no entender lo que viven hoy miles y miles de chilenos es lo que debemos detener.
El llamado debe ser para que la mayor cantidad de chilenos pueda participar en un proceso histórico para nuestro país. El llamado de este Congreso debe ser a entregar las herramientas necesarias para que el Servicio Electoral adopte las medidas que se requieran para que todos los chilenos puedan asistir tranquilamente a manifestar su opción. Ojalá que gane el “Apruebo”. Como bancada del Partido Socialista, estaremos detrás de esa opción y haremos todos los esfuerzos tendientes a terminar con el legado más férreo que puso la dictadura en la historia de nuestro país: la Constitución de 1980.
Hoy día no existe una dicotomía entre izquierda y derecha y clases sociales. Hoy día el clamor de los chilenos es que el sistema institucional que nos rige debe cambiar, y ese cambio se inicia con el plebiscito del 25 de octubre. Espero que la mayoría de los chilenos participe y se manifieste con alegría, con fuerza por el “Apruebo” para el cambio constitucional.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, vía telemática, hasta por dos minutos, el diputado Florcita Alarcón .
El señor ALARCÓN (vía telemática).-
Señor Presidente, un diputado decía que en la oposición teníamos una bola de cristal. ¡Chuta! ¡Nos descubrió! Y ahora mismo, mirando mi bola de cristal, se lo adelanto: el resultado del plebiscito será el repudio a la Constitución de Pinochet y a todos los partidos que apoyaron su dictadura.
Está quedando claro que el tema principal acá es la seguridad para votar. Pero mucha más seguridad tendríamos en este momento si se hubieran investigado otras sustancias que muchos médicos conocen y las han usado con éxito. Pero no, solamente decir el nombre de algunas de esas sustancias es una herejía. ¡Estamos en el medioevo! Sin embargo, el Presidente Piñera negocia con China; arriesga a los chilenos probando una vacuna de la que acá los médicos no tienen ni idea. Estas sustancias, que no puedo nombrar, ya que es una herejía, las están usando en Bolivia, respaldados por un proyecto que llegó al Congreso y que ahora es ley, y, además, por la autonomía departamental. Allá la están utilizando, y les está funcionando bien.
¡Hay una luz! ¡Hay que pedir copia de ello! Aquí, en Chile, hay médicos que, bajo consentimiento informado, están usando aquellas sustancias que no puedo nombrar. Están criminalizando todo. El ISP lo está haciendo, y lo niega. Mientras, mucha gente está muriendo.
¿Por qué no se investiga aquello?
Responsablemente, le entregué toda la documentación al ministro de Salud. Mi reclamo es de cara limpia.
Repito: existe la posibilidad de salvar vidas, y no lo están haciendo, ¡por la chucha!
¡Perdón!
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, el diputado Gustavo Sanhueza .
El señor SANHUEZA.-
Señor Presidente, sin duda, Chile va a despertar el día en que se realice este plebiscito y, finalmente, demostremos con los votos cuáles son las preferencias y las mayorías que tiene este país.
Para mí el plebiscito tiene un significado tremendamente especial: es la derrota de la violencia vivida en las calles. Eso representa el acuerdo que se hizo el 15 de noviembre. Por esa razón, para la inmensa mayoría de los militantes de la UDI es tan importante realizar este plebiscito. Queremos el plebiscito sí o sí, y para ello estamos dispuestos a avanzar y aprobar este proyecto, que dará mayores facultades al Servel. La derrota de la violencia se vivirá el día en que podamos realizar este plebiscito.
Yo estoy por el “Rechazo”, pero por la convicción que tengo de que esta es una buena Constitución para Chile, no porque la haya firmado el Presidente Pinochet , la haya firmado el Presidente Lagos , la firme el actual Presidente Piñera o el futuro Presidente Lavín . Eso no está en discusión, sino cuáles son los artículos que permiten tener una sociedad más justa en nuestro país.
Por eso, es muy importante también tener la capacidad de escuchar a personas, como el diputado Mulet , que plantea que hay que tener parámetros objetivos que nos permitan definir si efectivamente se puede realizar el plebiscito. ¿Por qué hablo de parámetros objetivos? Porque todos los discursos que he escuchado aquí son subjetivos. Creo que acá deben primar la defensa y el cuidado de la salud. En ese sentido, debemos dar las garantías a todos los chilenos y chilenas para que ese día puedan acudir a votar libre e informadamente.
Soy un firme defensor de que el plebiscito se tiene que realizar sí o sí, pero con las condiciones sanitarias adecuadas. Tenemos que definir ahora cuáles deben ser esos parámetros para ver en qué condiciones se realiza; si no, postergarlo por treinta días, como planteó el diputado Mulet , y efectuarlo junto con las elecciones primarias de gobernadores regionales y alcaldes.
Vamos a votar a favor este proyecto, para que el Servel tenga mejores atribuciones.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por cuatro minutos y veintiún segundos, la diputada Catalina Pérez .
La señorita PÉREZ (doña Catalina ) [vía telemática].-
Señor Presidente, estamos en medio de la que posiblemente sea la crisis sanitaria más grande que nos toque sufrir; una crisis que ha develado la precariedad en la que vive gran parte de la población de nuestro país, que, incluso teniendo una fuente laboral de ingresos permanentes, está a uno o dos sueldos de caer bajo la línea de la pobreza.
La falta de certezas mínimas es parte de esta pandemia, como también es parte de la crisis institucional, política, social y económica que se expresó en octubre. Esa falta de certezas produce angustia, y esa angustia se transforma en rabia que, cuando se acumula, termina por manifestarse, porque es demasiada.
Hoy defendemos la posibilidad de darle cauce institucional a ese conflicto, y esa salida no es otra que el plebiscito de octubre, que se ganó en la calle y que abrirá, por primera vez en nuestra historia, la posibilidad de que todos y todas decidamos juntos el futuro que queremos. Por lo tanto, ese plebiscito debe tener resguardos. Queremos que la gente vaya a votar, pero que vaya segura, con la certidumbre de que el Estado habrá tomado todas las medidas necesarias para evitar los contagios, de modo que nadie tenga que arriesgarse, exponer su salud o la de su familia.
Sabemos que hay quienes preferirían que el plebiscito no se hiciera. El 15 de noviembre querían que no se hiciera, y que se pasara directamente a la convención. En abril, el actual canciller, entonces senador, volvió a sugerir que se suspendiera. Luego quisieron sacar de la papeleta la convención constitucional, y todavía quieren hacerlo. Ahora, pretenden establecer un mínimo de participación.
Estamos hablando de los mismos que se opusieron al voto obligatorio el 15 de noviembre, cuando firmamos el acuerdo, y se opusieron también este año, cuando votamos el proyecto del voto obligatorio en la Sala.
Si están aquí sentados, legislando, asumo que es porque creen en la democracia, pero la falta de compromiso democrático y con este proceso no dejan de sorprenderme. Lamento mucho que no hayan entendido las crisis de octubre ni la actual.
Eso pasa porque no conocen al pueblo que gobiernan. Culpan a la gente por salir a la calle en medio de la pandemia a buscar sustento, sin entender que lo hace simplemente porque no tiene otra opción. Reprocharon que la gente levantara ollas comunes durante las protestas, sin entender que no tenía otra opción, porque si no levantaban la olla común, pasarían hambre.
Hoy intentan asustar a la gente para que no vaya a votar, pero ahora sí tenemos opción. Nos ganamos en la calle la opción de marcar el “Apruebo” y la “Convención constitucional”, y vamos a ejercer ese derecho a optar, porque nos cansamos de que la dignidad sea inconstitucional. Nos cansamos de eso.
Ir a votar también es una actividad esencial. No tenemos miedo. “Nos han quitado tanto, que también nos quitaron el miedo”. Esa era una de las consignas que se escuchaban en octubre.
No más miedo como forma de control. Miedo al virus, miedo a la represión, miedo a las predicciones apocalípticas sobre lo que podría pasar si se aprobaba el retiro del 10 por ciento de los fondos de pensiones. No sé si lo recuerdan, pero todo eso era completamente falso. No se acabó ni se incendió Chile con ese retiro, y tampoco se acabará porque se lleve a cabo el plebiscito ni cuando ganen el “Apruebo” y la “Convención constitucional”.
El terror que intentan imponer no es otra cosa que el que ellos mismos le tienen al pueblo de Chile.
Confío en que este proyecto se apruebe y se despache hoy. El plebiscito debe ser seguro y tener la misma cancha para los independientes, para las mujeres y, sobre todo, para los pueblos indígenas. Tenemos que empujar con fuerza los escaños reservados para los pueblos indígenas. Saludo que justo hoy se comience a discutir ese proyecto en la Comisión de Constitución del Senado, porque solo las primeras naciones serán capaces de representar su propia voz en la convención constitucional. Un mínimo ético y democrático es asegurar su participación.
Por lo expuesto, porque el pueblo se ganó el derecho a decir no más a esta Constitución y al modelo que nos impusieron, la bancada de Revolución Democrática y el resto del Frente Amplio votarán a favor este proyecto.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Juan Antonio Coloma .
El señor COLOMA.-
Señor Presidente, partiré por aclarar algunas interpretaciones mal intencionadas o mentiras, no lo sé, que se han expresado en este debate.
Antes de ello, debo decir que me emociona la vehemencia con la que quieren borrar lo firmado por Ricardo Lagos , militante socialista que firmó la reforma constitucional de 2005. Me emociona la vehemencia con la que el diputado Ilabaca quiere terminar con lo que firmaron Vidal y Eyzaguirre , y cómo la Democracia Cristiana quiere terminar con lo que firmaron Yasna Provoste e Ignacio Walker .
Para no engañar a la gente, aclaro que no se está discutiendo respecto de si hay o no plebiscito. ¡No mientan! ¡No sigan mintiendo! Lo único que se pretende regular es la forma en que se constituirán las mesas, los horarios de funcionamiento, las causales de exclusión, la cantidad de personas máximas que podrán votar en cada recinto o qué lápiz se ocupará. ¡Esa es la verdad!
En esta discusión hay temas más de fondo, que son principalmente tres: el primero es que emociona la fuerza con que el Partido Comunista y sectores del Frente Amplio defienden el plebiscito, que es parte del acuerdo que no fueron capaces de firmar el 15 de noviembre. Las fuerzas antidemocráticas de Chile, lideradas por el Partido Comunista, no firmaron ese acuerdo; sin embargo, hoy pretenden sumarse al baile.
El segundo tema de fondo es que es evidente que hay que analizar constantemente la opción de suspender el plebiscito en caso de que aumente el nivel de contagios.
El Colegio Médico, el 16 de marzo de este año, propuso posponer el plebiscito, cuando solo había 160 contagiados. Hoy propone hacer el plebiscito, no obstante que tenemos 15.800 contagiados activos.
Lo que pido es coherencia. Si las cifras bajan, si están las condiciones, habrá plebiscito, pero lo que no podemos hacer es cerrarnos desde ya a la posibilidad de analizar la situación.
Probablemente, el diputado Mulet , quien ayer llamaba a analizar la situación, lo hizo porque se da cuenta de que su región tiene los índices más altos de contagio en Chile, y eso, evidentemente, tiene que ser un motivo de preocupación.
Por lo tanto, no es hoy, ni será mañana, ni el 1 de septiembre, sino probablemente en un mes más, cuando, luego de analizadas las condiciones de seguridad para la gente, tendremos que decidir si se posterga o no el plebiscito.
Por último, quiero hacer un llamado al Servel, que es el órgano que deberá adoptar todas estas medidas, porque hasta ahora no ha dicho nada categórico respecto de cómo votarán las personas que presentan covid positivo. Soy partidario de que esas personas no vayan al lugar de votación, de que no concurran a las urnas, para no poner en riesgo a millones de personas, especialmente a los adultos mayores. Busquemos mecanismos distintos para que puedan ejercer su derecho a sufragar, quizás a distancia o a través de una carta certificada, pero evitemos que concurran personalmente a votar, porque eso podría contagiar a millones de personas.
En todo caso, para que el plebiscito sea realmente válido, éticamente válido, necesitamos fijar una cantidad mínima de personas que concurran a votar.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Miguel Crispi .
El señor CRISPI.-
Señor Presidente, por su intermedio me dirijo al diputado Coloma . Usted habla de fijar un umbral que sea éticamente razonable. ¿Cuál es ese umbral? Es la mayoría de los que participan con su voto en las urnas la que define si vamos a tener o no una nueva Constitución.
¿Con qué autoridad ciertos sectores de la derecha vienen a decirnos cuánto es lo democrático en relación con el resultado de una elección?
Ahora les interesa la participación -¡ahora!-, porque antes se pronunciaron en contra del voto obligatorio.
Necesitamos cierta coherencia. No puede ser que se le quiera cambiar el nombre, la fecha y hasta poner un umbral de votación a este plebiscito. ¡Hasta cuándo! Sabemos que hay un sector que es partidario del “Rechazo”; son los mismos que el 26 de octubre tendrán que ir a poner la cara frente a la derrota estrepitosa que sufrirán, porque el pueblo de Chile optará por el “Apruebo”.
Lo que hace este proyecto es darle una señal clara a la ciudadanía para que participen y respecto de que hay un sector de la clase política que está trabajando para darle certidumbre y que pueda participar. Sin embargo, hay otro sector que quiere sembrar la incertidumbre.
Por ello, hago un llamado al gobierno, al Presidente de la República, para que ordene su casa. No es posible que el Presidente diga que habrá prescindencia del gobierno y que haya ministros que estén debatiendo entre el “Apruebo” y el “Rechazo”. Entiendo que lo hagan los parlamentarios de Chile Vamos, porque responden a sus partidos, pero el gobierno es de todos los chilenos y chilenas, y su rol es garantizar que este plebiscito se realice en las mejores condiciones.
Nosotros estamos haciendo nuestra pega y el gobierno debe hacer la suya. Por eso, el hecho de que los principales ministros estén dando ese debate: que sí, que no, entre el “Apruebo” y el “Rechazo”, enloda lo que uno espera de un gobierno.
A mi juicio, este proyecto entrega certidumbre, y las expectativas que tiene la ciudadanía sobre nosotros van en esa dirección.
Por lo tanto, no vamos a permitir que se enlode este proceso constituyente con iniciativas ridículas, como por ejemplo, poner un umbral de votación para que el plebiscito sea válido y legítimo. La legitimidad del plebiscito la entrega el pueblo y no lo que el señor Coloma señale en esta Sala.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Paulina Núñez .
La señora NÚÑEZ (doña Paulina).-
Señor Presidente, formo parte de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, en la que durante varias sesiones pudimos discutir, revisar y aprobar por unanimidad -quiero destacarlo este proyecto de reforma constitucional, que busca modificar normas respecto del plebiscito nacional de octubre de 2020.
Soy de las personas que cree que en nada ayuda la polarización del debate, menos en esta instancia en la que, creo, estamos cumpliendo con nuestro deber y nuestra obligación, porque, como autoridades políticas, elegidas democráticamente para representar a nuestros distritos, tenemos la obligación de modificar las normas que regularán y guiarán el plebiscito nacional a realizarse en octubre de 2020.
Cuando hubo que reagendar la fecha del plebiscito -recordemos que originalmente estaba fijado para el 26 de abril para el 25 de octubre, nadie puso en discusión que el interés primordial era el cuidado de la salud y de la vida de todos nuestros compatriotas. Nadie dudó de que, incluso, había que reagendar otras elecciones de autoridades elegidas democráticamente.
¡Qué duda cabe de que, si surge un rebrote de la enfermedad o en octubre no están las condiciones sanitarias para realizar el plebiscito nacional, también va a imperar el sentido común de reagendarlo nuevamente si es necesario! Lo que no puede ocurrir es que, meses antes de que este se realice, no seamos capaces de dar certeza a nuestro país ni de entregar al Consejo Directivo del Servicio Electoral, órgano autónomo, las atribuciones para que pueda dictar todas aquellas normas e instrucciones necesarias para el desarrollo del referido plebiscito nacional.
Vamos a votar cuestiones básicas para asegurar que se lleve a cabo el plebiscito sin poner en riesgo la salud y la vida de las personas. Hemos establecido un quorum de cuatro quintos de sus miembros en ejercicio para que el Consejo Directivo del Servel tome las decisiones que correspondan sobre la instalación, funcionamiento y horario de las mesas receptoras de sufragios, pudiendo ampliar su funcionamiento hasta un máximo de doce horas; pueda promover horarios preferentes para que voten grupos de personas que pueden estar más expuestas; establezca el número y las causales de excusas o exclusión de los vocales de mesas, entendiendo que estamos en una crisis sanitaria; determine el aforo máximo de personas al interior de los locales de votación; fije el distanciamiento mínimo necesario entre las mesas receptoras de sufragios; determine las características y número de las cámaras secretas por cada mesa receptora de sufragios, así como el número máximo de apoderados por cada opción plebiscitada.
Insisto en que en esta jornada no nos hemos convocado para discutir un proyecto que incline la balanza hacia el “Apruebo” o hacia el “Rechazo”; no nos hemos convocado para debatir sobre las reformas que queremos hacer a la Constitución ni menos para decir a los chilenos cómo deben votar el próximo 25 de octubre. Nos hemos convocado para cumplir con una obligación y un deber, cual es proveer las modificaciones necesarias a nuestra Constitución para que el Consejo Directivo del Servel, con un quorum alto, disponga las modificaciones necesarias para llevar a cabo de la mejor forma posible el plebiscito nacional. No seremos nosotros, entre cuatro paredes, ni los partidos políticos, ni un grupo de personas ni el gobierno el que decida sobre esta materia.
Tal como hemos actuado en la Comisión de Constitución, en forma transversal y por unanimidad, poniendo por delante nuestra obligación, espero que hoy en la Sala de la Cámara de Diputados y diputadas prime esta obligación y no lo que queramos marcar el próximo 25 de octubre.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, vía telemática, el ministro secretario general de la Presidencia, señor Cristián Monckeberg .
El señor MONCKEBERG (ministro secretario general de la Presidencia) [vía telemática].-
Señor Presidente, agradezco que me haya otorgado la palabra para dar a conocer la impresión del gobierno en esta materia y dejarla establecida en el debate.
El 15 de noviembre pasado, diputados y senadores llegaron a un acuerdo importante, un acuerdo institucional, que fue refrendado, desde el punto de vista constitucional, a través de importantes reformas que marcaron el inicio de un proceso constituyente, el que, por diferentes razones, ha sufrido algunas modificaciones, pero -ahí pongo el acento es importante indicar que esas modificaciones son producto de grandes consensos y han sido apoyadas por mayorías importantes, si no me equivoco, cercanas a la unanimidad. Dichas reformas han permitido que exista este proceso constituyente, con un plebiscito donde las personas van a ser consultadas democráticamente, como corresponde a nuestra tradición democrática, y van a decidir el curso a seguir en esta materia.
Más allá de las posturas que hemos visto tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados cuando se ha discutido el tema, el gobierno quiere que el plebiscito de octubre próximo sea lo más informado y participativo posible. Es muy importante la participación, pero para ello debemos fijar condiciones de seguridad sanitaria, porque cuando se establecieron las reglas no teníamos ni la más remota idea de que nos encontraríamos en medio de una pandemia.
Se avanzó en diferentes discusiones legislativas, que partieron en el Senado, para otorgar al Servicio Electoral una serie de atribuciones que, a nuestro juicio, son muy necesarias, y que surgen del debate parlamentario, que fue complementado con una indicación sustitutiva que recoge las opiniones de diferentes parlamentarios. Por lo tanto, el gobierno ha estado muy presente para llevar adelante esta discusión de muy buena manera. Y es precisamente eso lo que hemos encontrado: un consenso en torno a las diferentes alternativas y modificaciones que se realizarán.
No voy a repasar el contenido del proyecto, pues ya se señaló en el informe y en las intervenciones de los diputados; solo voy a hacer algunos comentarios que dicen relación con las atribuciones especiales.
En primer lugar, se entregan facultades al Consejo Directivo del Servicio Electoral para que, con un alto quorum -no la unanimidad, como se había planteado de cuatro quintos, vale decir de cuatro de sus cinco miembros, tomen decisiones excepcionalísimas. En todo caso, tanto las decisiones habituales como las que son originadas en una reforma constitucional tienen su origen en una ley, que esperamos también cuente con un alto quorum.
Existe una serie de atribuciones y facultades muy expresas, taxativamente señaladas, que dicen relación con organizar no solo el plebiscito de octubre -es importante que quede bien reflejado-, sino todos los actos electorales hasta diciembre próximo. Ahí se agotan las facultades dadas por el Congreso. Si se refrenda hoy el proyecto de ley, se señala al Servicio Electoral que esas facultades terminan en diciembre, porque son excepcionales y dicen relación con la organización. Esas facultades taxativas y excepcionales dicen relación con seguridad sanitaria.
Efectivamente, el Servicio Electoral, dentro de su autonomía constitucional, otorgada por el Congreso, podrá llevar adelante esas medidas de buena manera.
También se señaló un tema importante, cual es que en ningún caso las medidas sanitarias de carácter general podrán afectar la realización del plebiscito a que se refiere el artículo 130, a nivel nacional, regional ni comunal. Por supuesto que se refiere al plebiscito de octubre.
¿Qué quiere decir esto? En términos simples y claros, que el plebiscito sí se realiza. Si el plebiscito se realiza es porque el Congreso así lo señaló y se respaldó de buena manera.
Frente a las dudas de que hubiese una autoridad distinta que pudiera tomar una decisión desde el punto de vista sanitario que impidiera la realización del plebiscito, cabe precisar que eso no ocurrirá, incluso sin existir esta norma. De todas maneras -es muy oportuno señalarlo-, ello se dejó establecido expresamente, porque forma parte de la indicación sustitutiva que ingresó el Ejecutivo con la firma del Presidente de la República.
Por lo tanto, si existen condiciones complejas, como una cuarentena en una determinada comuna y en el resto del país no, pues bien, habrá que tomar todas las medidas para que, en esa comuna también se realice el plebiscito y la gente pueda concurrir a votar de manera tranquila y segura desde el punto de vista sanitario.
Esas son las medidas que, a nuestro juicio, son importantes de señalar.
Por último, también es importante la existencia del derecho a reclamo, porque formó parte del debate en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara, que agradezco, por cuanto fue muy productivo y permitió aclarar muchas dudas, al igual que en el Senado. El derecho a reclamo implica que las decisiones que toma el Servicio Electoral respecto de la organización del proceso pueden ser objeto de reparo por la ciudadanía, los partidos políticos, las organizaciones de la sociedad civil o quien estime pertinente. El reclamo se debe realizar fundadamente, en un plazo establecido, ante la máxima autoridad de la justicia electoral, esto es, el Tribunal Calificador de Elecciones. Así por lo demás ha operado en otros procesos electorales.
La máxima autoridad en materia de justicia electoral decidirá una eventual reclamación, que puede ser muy legítima respecto de decisiones que el Servicio Electoral haya adoptado con motivo de las facultades que ustedes, como Parlamento, eventualmente, si lo ratifican, le estarán entregando a ese cuerpo colegiado. Por lo tanto, se permite, con plazos establecidos y reglas claras, que exista posibilidad de reclamo, de recursos o facultades recursivas que permitan llevar adelante una presentación ante el Tribunal Calificador de Elecciones. Reitero, la máxima autoridad en materia de justicia electoral será la llamada a resolver, a decidir y a “cortar el queque” en esta materia, a fin de tener elecciones lo más transparentes, informadas, participativas y claras posibles. En definitiva, si se producen dudas o reclamaciones, en este caso respecto de la organización o de las decisiones del Servicio Electoral, existirá ese recurso.
Sin más, agradezco el respaldo que el Congreso ha prestado a esta materia hasta este minuto. He escuchado el debate y veo un ambiente positivo en la lógica de avanzar en esta reforma. Si así se produce, haremos también, como Ejecutivo, todo lo necesario para promulgarla lo antes posible, a fin de que se convierta en ley de la república. Así, habrá reglas claras para que el Servicio Electoral empiece a trabajar y a tomar las medidas necesarias, con el fin de avanzar en lo que, insistimos, interesa mucho al gobierno y al Presidente, cual es que el plebiscito sea lo más participativo, informado y seguro posible, de modo que las personas que concurran a votar, vecinos y vecinas, lo hagan en un ambiente de seguridad sanitaria. Así, no habrá duda de que se habrán tomado todas las prevenciones necesarias posibles.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, hago uso de la palabra para precisar un punto que algunos no han entendido bien.
Señalé que si se dan determinadas condiciones de salud complejas podría haber un rebrote. Presido la Comisión Especial Investigadora relativa a los actos del gobierno relacionados con la covid-19 y medidas para mitigar efectos de la pandemia. Allí he escuchado a muchos expertos, por lo que reitero que puede ocurrir una situación compleja.
No señalé que se suspendiera el plebiscito, sino que se aplazara, que no es lo mismo que suspender. Suspender es dejar en suspenso, en el aire; aplazar es posponer para un momento específico, concretamente para el 29 de noviembre. En esa fecha -muchos no lo recuerdan hay elecciones primarias de gobernadores regionales y alcaldes. Son primarias legales, por lo que hay que tener al país preparado para ese proceso.
Ese es el sentido de lo que propuse y lo preciso para aquellos que no lo han entendido bien. Repito que no busco que se suspenda el plebiscito, porque obviamente los que estamos por el “Apruebo” queremos que el plebiscito se lleve a cabo de la mejor manera y pueda participar la mayor cantidad de chilenos y chilenas.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Rodrigo González .
El señor GONZÁLEZ (don Rodrigo).-
Señor Presidente, estimados y estimadas colegas, esta discusión es absolutamente trascendente. Indica, y debe indicar, la voluntad absolutamente inquebrantable de este Congreso en cuanto a que el plebiscito se realice, tal como decidió el país a través de la reforma constitucional que estableció el mismo plebiscito.
Por eso, extraña que, en muchas intervenciones, haya tanta preocupación de que puedan existir condiciones sanitarias u otras desfavorables para que el plebiscito pudiera postergarse, aplazarse o suspenderse. Creo que lo que corresponde a una visión optimista y consecuente con las decisiones que tomamos es lo que hacemos hoy: generar todas las condiciones necesarias para que el plebiscito pueda realizarse en forma segura, protegiendo la salud de la comunidad.
Quienes han puesto condiciones fuera de la Constitución Política de la República o condiciones de quorum que serían necesarias para que el plebiscito pueda realizarse, como lo han hecho algunos senadores, incurren en una actitud absolutamente temeraria e irresponsable. Una cuestión que es muy clara en las normas que nos hemos dado es que solo el Congreso podría cambiar las condiciones para que el plebiscito no se realice, porque solo una reforma constitucional, con la mayoría necesaria, lo podría modificar. Ninguna medida administrativa, ni de gobierno, ni ningún decreto, ni siquiera de mantención de la emergencia sanitaria, podría cambiarlo; solo el Congreso puede hacerlo.
La ciudadanía debe tener plena conciencia de que solo en condiciones muy extremas podría ocurrir alguna postergación o aplazamiento. Hoy, el gobierno y muchos parlamentarios en esta Sala han afirmado, consecuente y democráticamente, que el plebiscito debe llevarse a cabo. Otros han sembrado dudas. Creo que esa no es una actitud democrática responsable.
Por eso, llamo a todas y a todos los diputados a que continuemos perseverando en realizar este evento y, sobre todo, a que se tomen nuevas medidas por el Servel y las autoridades responsables del transporte público durante el día del plebiscito.
Debemos tomar el desafío de plantear al gobierno la necesidad de establecer condiciones especiales de transporte público, para que…
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado.
El diputado Félix González ha solicitado hacer uso de la palabra en virtud de lo establecido en el artículo 136 del Reglamento de la Corporación.
Tiene la palabra, señor diputado.
El señor GONZÁLEZ (don Félix) [vía telemática].-
Señor Presidente, en relación con el proyecto que establece medidas sanitarias para el plebiscito, presenté cuatro indicaciones, que son las únicas que se presentaron. En razón de ello, de aprobarse la iniciativa, quedaríamos obligados a devolverla a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, para que tramite las indicaciones y, eventualmente, el proyecto deberá ser enviado al Senado en tercer trámite constitucional.
Presenté las indicaciones porque creo importante entregar al Servel todas las herramientas que le permitan garantizar un plebiscito y elecciones seguros, en el sentido de que pueda dividir mesas, reducir la cantidad de vocales, permitir que las personas con covid-19 o en cuarentena puedan votar afuera de su domicilio, con una mesa móvil, y también que las personas privadas de libertad que no hayan sido condenadas a pena aflictiva puedan ejercer su derecho a sufragio en los recintos penitenciarios.
En este acto, retiro esas indicaciones. Las incluiré en un proyecto de ley que espero pueda verse en la Comisión de Gobierno Interior. Lo hago para que esta iniciativa pueda convertirse en ley de la república lo antes posible, a fin de empezar a dar certezas sobre el proceso plebiscitario.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Se dan por retiradas las indicaciones presentadas al proyecto.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de reforma constitucional en los siguientes términos:
El señor PAULSEN (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de reforma constitucional, iniciado en moción, que modifica normas respecto del plebiscito nacional de octubre de 2020, para cuya aprobación se requiere el voto favorable de 93 diputados y diputadas en ejercicio.
En votación.
-De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento, el señor Secretario tomó de viva voz, por el sistema telemático, las votaciones de los diputados Pedro Pablo Álvarez-Salamanca , Leonidas Romero y Cosme Mellado .
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 141 votos; por la negativa, 3 votos. Hubo 2 abstenciones.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alarcón Rojas , Florcita Fernández Allende , Maya Melero Abaroa , Patricio Romero Sáez , Leonidas Alessandri Vergara , Jorge Flores García, Iván Mellado Pino , Cosme Rosas Barrientos , Patricio Alinco Bustos , René Flores Oporto , Camila Mellado Suazo , Miguel Saavedra Chandía , Gastón Álvarez Ramírez , Sebastián Fuentes Barros , Tomás Andrés Mirosevic Verdugo , Vlado Sabag Villalobos , Jorge Álvarez Vera , Jenny Fuenzalida Figueroa , Gonzalo Mix Jiménez , Claudia Saffirio Espinoza , René Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo Galleguillos Castillo , Ramón Molina Magofke , Andrés Saldívar Auger , Raúl Amar Mancilla , Sandra García García, René Manuel Monsalve Benavides , Manuel Sanhueza Dueñas , Gustavo Ascencio Mansilla , Gabriel Garín González , Renato Morales Muñoz , Celso Santana Castillo , Juan Auth Stewart , Pepe Girardi Lavín , Cristina Morán Bahamondes , Camilo Santana Tirachini , Alejandro Baltolu Rasera , Nino González Gatica , Félix Moreira Barros , Cristhian Santibáñez Novoa , Marisela Barrera Moreno , Boris González Torres , Rodrigo Mulet Martínez , Jaime Schalper Sepúlveda , Diego Barros Montero , Ramón Gutiérrez Gálvez , Hugo Muñoz González , Francesca Schilling Rodríguez , Marcelo Berger Fett , Bernardo Hernández Hernández , Javier Naranjo Ortiz , Jaime Sepúlveda Orbenes , Alejandra Bernales Maldonado , Alejandro Hernando Pérez , Marcela Noman Garrido , Nicolás Sepúlveda Soto , Alexis Bianchi Retamales , Karim Hertz Cádiz , Carmen Norambuena Farías , Iván Silber Romo , Gabriel Boric Font , Gabriel Hirsch Goldschmidt , Tomás Núñez Arancibia , Daniel Soto Ferrada , Leonardo Brito Hasbún , Jorge Hoffmann Opazo , María José Núñez Urrutia , Paulina Soto Mardones , Raúl Calisto Águila , Miguel Ángel Ibáñez Cotroneo , Diego Nuyado Ancapichún , Emilia Teillier Del Valle, Guillermo Cariola Oliva , Karol Ilabaca Cerda , Marcos Olivera De La Fuente , Erika Tohá González , Jaime Carter Fernández , Álvaro Jackson Drago , Giorgio Orsini Pascal , Maite Torrealba Alvarado , Sebastián Carvajal Ambiado , Loreto Jarpa Wevar , Carlos Abel Ortiz Novoa, José Miguel Torres Jeldes , Víctor Castillo Muñoz , Natalia Jiles Moreno , Pamela Ossandón Irarrázabal , Ximena Trisotti Martínez , Renzo Castro Bascuñán , José Miguel Jiménez Fuentes , Tucapel Pardo Sáinz , Luis Troncoso Hellman , Virginia Castro González, Juan Luis Kast Sommerhoff , Pablo Parra Sauterel , Andrea Undurraga Gazitúa , Francisco Celis Araya , Ricardo Keitel Bianchi , Sebastián Paulsen Kehr , Diego Urrutia Soto , Osvaldo Celis Montt , Andrés Kort Garriga , Issa Pérez Arriagada , José Vallejo Dowling , Camila Cicardini Milla , Daniella Kuschel Silva , Carlos Pérez Lahsen , Leopoldo Van Rysselberghe Herrera , Enrique Cid Versalovic , Sofía Labra Sepúlveda , Amaro Pérez Olea , Joanna Velásquez Núñez , Esteban Coloma Álamos, Juan Antonio Lavín León , Joaquín Pérez Salinas , Catalina Venegas Cárdenas , Mario Crispi Serrano , Miguel Leiva Carvajal , Raúl Ramírez Diez , Guillermo Verdessi Belemmi , Daniel Cruz-Coke Carvallo , Luciano Longton Herrera , Andrés Rathgeb Schifferli , Jorge Vidal Rojas , Pablo Del Real Mihovilovic , Catalina Lorenzini Basso , Pablo Rentería Moller , Rolando Von Mühlenbrock Zamora , Gastón Díaz Díaz , Marcelo Luck Urban , Karin Rey Martínez, Hugo Walker Prieto , Matías Durán Espinoza , Jorge Macaya Danús , Javier Rocafull López , Luis Winter Etcheberry , Gonzalo Durán Salinas , Eduardo Marzán Pinto , Carolina Rojas Valderrama , Camila Yeomans Araya , Gael Eguiguren Correa, Francisco
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Jürgensen Rundshagen , Harry Urrutia Bonilla , Ignacio Urruticoechea Ríos, Cristóbal
-Se abstuvieron los diputados señores:
Bobadilla Muñoz , Sergio , Prieto Lorca, Pablo
El señor PAULSEN (Presidente).-
Por no haber sido objeto de indicaciones, el proyecto de reforma constitucional queda aprobado también en particular, con la misma votación, dejándose constancia de haberse alcanzado el quorum constitucional requerido.
Despachado el proyecto.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/13672-07