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- rdf:value = " El señor AYLWIN.-
Al fundamentar mi voto, lo hago exclusivamente para plantear mis reservas sobre la materia.
Daré mi voto favorable al proyecto, por las razones aquí dadas; pero concuerdo con lo expresado por el Honorable señor Gumucio.
Quiero agregar algo más: el Honorable señor Valente hizo diversas reflexiones, señalando datos sobre el costo de la educación superior, a fin de recalcar que éste era bajo.
En realidad, en Chile estamos destinando a la educación superior recursos y esfuerzos propios de un país desarrollado. No puede desconocerse el enorme empeño que en esta materia se ha puesto en los últimos años.
Se acaba de celebrar un Seminario Internacional sobre Educación y Desarrollo. En el estudio presentado por PLANDES a ese certamen, titulado "Elementos para definir una política universitaria", se establece lo siguiente:
"Chile dedica, aproximadamente, un 6 por ciento de su Producto Nacional Bruto a la educación. De este total de recursos que se dedica a la educación, el nivel superior recibe la tercera parte. Esto representa un monto de recursos que se acerca al de los países más desarrollados. El costo por alumno universitario alcanza a 17 veces el costo del alumno del primer nivel; es decir, duplica la relación existente en los países desarrollados. Sin embargo, esta importante cantidad de recursos no se usa, al parecer, con gran eficiencia. Varias universidades funcionan con una baja densidad de alumnos por profesor de tiempo completo (menos de 10 alumnos en promedio) a veces inferior a la de los países más desarrollados; disponen de más espacio construido por alumno (más de 11 metros cuadrados por alumno en promedio) que dichos países; dedican una mayor proporción a los gastos de administración (casi 15 por ciento en promedio) que a veces alcanza a dos y tres veces los niveles de aquellos países. Lo más grave es que, al mismo tiempo que se observa una situación favorable en cuanto a los recursos que disponen, los resultados, en términos de alumnos que se gradúan en cada carrera, en proporción a los que ingresan al primer año, son mucho más desfavorables."
Lo anterior revela que hay una crisis en el sistema de la enseñanza superior que es imputable quiero señalarlo a la administración autónoma de las universidades, que reciben recursos globales del Estado y no los invierten de la manera más eficiente. Precisamente para solucionar este problema, el Gobierno presentó un proyecto sobre planeamiento de la enseñanza superior. Por desgracia, no ha habido el ambiente propicio para aprobarlo y hacer algo que es indispensable:
Racionalizar los esfuerzos que nuestro país realiza en pro de su enseñanza superior.
"
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