" El se\u00F1or CHADWICK. \n \n Los temores del Diputado se\u00F1or Torres, que ha hecho presentes el Honorable se\u00F1or Noemi, en realidad no tienen cabida, porque en el fondo se trata de atender a una zona que est\u00E1 sufriendo una cat\u00E1strofe que dif\u00EDcilmente podr\u00EDa apreciarse desde Santiago, sin visitarla para cuantificar hasta d\u00F3nde llegan el desempleo y la desesperaci\u00F3n que afligen a la totalidad de los habitantes de las dos provincias. \nNo es m\u00E1s que un argumento aparente la afirmaci\u00F3n de que algunos empleados o funcionarios no est\u00E1n sufriendo directamente los efectos de la sequ\u00EDa, pues, en verdad, \u00E9stos deben soportar las consecuencias de mantener a miembros de sus familias que han debido emigrar de sus sitios habituales de trabajo, el encarecimiento de los productos derivados de la cat\u00E1strofe que est\u00E1 asolando a la regi\u00F3n, etc\u00E9tera. \nEsta materia fue debatida en la Comisi\u00F3n de Trabajo. La unanimidad de sus miembros prestaron o\u00EDdos a estos argumentos, y los aceptaron. \nEn cuanto al sentimiento de aprensi\u00F3n que podr\u00EDa existir entre los empleados particulares, estoy absolutamente convencido de que el Gobierno, que conoce lo ocurrido en las dos provincias por las informaciones de sus intendentes y gobernadores, no podr\u00E1 negarse a dar este auxilio extraordinario, que no es una donaci\u00F3n, sino un pr\u00E9stamo recuperable en las condiciones gue se\u00F1ale el reglamento. El Presidente de la Rep\u00FAblica queda con facultad para regular las modalidades de plazo y de recuperaci\u00F3n de los cr\u00E9ditos. \nTampoco es v\u00E1lido el argumento de que algunos institutos de previsi\u00F3n no tendr\u00EDan recursos suficientes, pues la Comisi\u00F3n ha abierto dos posibilidades: una, que ya viene en el primer informe, consistente en ubicar el problema en su significaci\u00F3n social yo dir\u00EDa en el aspecto nacional, en considerar, como lo ha declarado el decreto respectivo, que la regi\u00F3n est\u00E1 afligida por una calamidad p\u00FAblica, con el objeto de que las instituciones que no dispongan de fondos suficientes puedan ser ayudadas transitoriamente por el Ejecutivo, a fin de que otorguen los pr\u00E9stamos; y otra, como norma general, la de acudir a los excedentes, que en algunas instituciones de previsi\u00F3n los hay en importante medida. Sabemos, por ejemplo, que la Caja de Previsi\u00F3n de los Empleados Particulares tiene en estos momentos excedentes cercanos a 140 millones de escudos, resultantes de la resistencia del personal en actividad a hacer uso de su derecho a jubilar, porque son tan desfavorables los t\u00E9rminos en que pueden hacerlo, que prefieren seguir trabajando. Adem\u00E1s, si no hubiera recursos suficientes en las respectivas instituciones de previsi\u00F3n, podr\u00EDa tramitarse un empr\u00E9stito, porque, en el fondo, los imponentes estar\u00E1n siempre obligados a la restituci\u00F3n, y en la pr\u00E1ctica, as\u00ED ha ocurrido. \nPor lo dem\u00E1s, \u00E9sta no es la primera medida de esta naturaleza que, con motivo de la sequ\u00EDa, favorece a los trabajadores de la provincia de Coquimbo. En 1947 si no me equivoco, se concedi\u00F3 un pr\u00E9stamo que en la zona es conocido por el nombre del autor de la iniciativa, don Luis Aguilera, y en esa oportunidad se obtuvo una recuperaci\u00F3n cercana al ciento por ciento. \nA mi juicio, no existe ninguna raz\u00F3n atendible para dudar de que los imponentes, activos o jubilados, puedan acogerse a este beneficio. El Honorable se\u00F1or Noemi observa que en algunos casos podr\u00EDan faltar recursos. Si as\u00ED sucediera, podr\u00EDa recurrirse al 2% constitucional, y si el Presidente de la Rep\u00FAblica lo estima conveniente, al mecanismo del pr\u00E9stamo bancario. \n " . . . . . . . . . . .