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El señor MILLAS.-
Pido la palabra.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Millas.
El señor MILLAS.-
Señor Presidente, este proyecto de ley fue presentado por el Ejecutivo en circunstancias que se sostenía que el hecho de que la industria de papeles y cartones, concretamente, la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones, fuese considerada para integrar el área social de la economía -y el Ejecutivo así lo propusiera en su proyecto de ley sobre la materia y en indicaciones al proyecto de reforma constitucional respectivo- pudiera implicar algún atentado en relación al reconocimiento de todos los derechos de cualquiera publicación para proveerse de papel de diario. Esa afirmación carecía absolutamente de base, por cuanto están vigentes la disposición legal y la disposición constitucional que impiden cualquiera discriminación en esta materia. Y la disposición legal vigente contempla sanciones frente a alguna discriminación.
Pero yendo aún más lejos, el Ejecutivo acogió todas las proposiciones que se formularon por los diversos sectores, y ha planteado el establecimiento de un Instituto Nacional del Papel Periodístico, en cuya composición el Gobierno no pretende tener mayoría, sino que él mismo se propone una condición minoritaria, en que haya representación muy amplia para resolver sobre esta materia. Habrá tres representantes de la Asociación Nacional de la Prensa; un representante de la Cámara de Diputados; un representante del Senado; tres representantes del Consejo Nacional del Colegio de Periodistas; dos representantes de la CUT; y sólo dos representantes del Presidente de la República. En estas condiciones, es evidente que se trata de un Consejo en el cual hay mayoría de representantes de la Asociación de la Prensa y del Colegio Nacional de Periodistas, por sí solos. A eso se suman, además, los representantes del Senado y de la Cámara de Diputados.
En relación a esta, materia, cualquiera sea el criterio que se pudiera tener respecto de la distribución del papel, de las garantías sobre la distribución del papel para todos los sectores, en las condiciones de una empresa estatal o integrante del área social, aquí se da una solución que está por encima de eso, que está por encima, incluso, del hecho de que estas empresas sean capitalistas, privadas, monopolistas, mixtas o del área social. Se trata de establecer un sistema de regulación permanente, serio, que dé garantías a todos los sectores y que saque otros tipos de querellas, el problema de garantías permanentes en la distribución y provisión de papel de diario.
Por lo tanto, con mucha autoridad moral, los parlamentarios de Gobierno apoyamos un proyecto sobre esta materia así concebido. Si acaso hay objeciones de los sectores mayoritarios de esta Corporación para que deje el papel de diarios de estar sujeto a empresas particulares, entonces, con mayor razón, si son consecuentes con lo que han planteado sobre la necesidad de que haya plena garantía y que se considere en un plano diferente la distribución o provisión oportuna de papel de diarios para todos los sectores, debieran votar favorablemente este proyecto. A él no se le ha podido formular ninguna observación seria. Sin embargo, en la Comisión respectiva se ha propuesto su rechazo.
Nosotros, los parlamentarios comunistas, creemos que tiene un alto valor moral y un alto valor político la presentación de este proyecto por el Gobierno, su defensa y la actitud, a la vez, que en relación a él tengan cada uno de los sectores parlamentarios.
Aquí se trata de disposiciones legales que nosotros hemos suscrito siendo Oposición, porque la disposición que evita y establece sanciones para cualquier discriminación en la distribución de papel, fue propuesta por el Diputado que habla e integrada la ley sobre abusos de publicidad. La disposición constitucional sobre la materia fue propuesta en el acuerdo de la Democracia Cristiana y de la Unidad Popular. Me correspondió a mí también redactarla en esa parte. Correspondió a algo que interpretaba el pensamiento tanto de los sectores del actual Gobierno como del anterior. Pues bien, se trata de perfeccionar esas normas, de darles una base definitiva, de darles un sistema orgánico, articulado, de establecer un instituto que, como he señalado inicialmente, el propio Gobierno ha propuesto la integración de su Consejo, de manera que en él tengan mayoría la Asociación Nacional de la Prensa, los representantes del Colegio Nacional de Periodistas y los representantes del Congreso Nacional.
Nosotros no concebimos que un proyecto de esta especie pudiera ser rechazado, cuando a todo el país se le ha sometido a una campaña estridente, planteando que estaría en peligro, precisamente, el sistema de distribución del papel de diario y, en relación a ello, la libertad de prensa.
La actitud clara, nítida, del Gobierno y de los partido que los sustentan, se expresa a través de un proyecto como el que ahora creemos que la Cámara de Diputados ha de aprobar en esta sesión.
He dicho.
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