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El señor SANHUEZA (Presidente).-
Por acuerdo de la Corporación, corresponde rendir homenaje al Cuerpo de Carabineros de Chile, con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario de su fundación.
Tiene la palabra la señora Retamal, doña Blanca.
La señora RETAMAL (de pie).-
Señor Presidente, he sido designada por los colegas de mi Partido, el Demócrata Cristiano, para rendir un homenaje a Carabineros de Chile, con motivo de cumplirse en el día de mañana un aniversario más de su creación.
Ningún pueblo de la tierra ha logrado desenvolverse y progresar sin trabajo, orden y disciplina; tampoco todos los hombres están dispuestos a contribuir al progreso y, muchas veces, hay quienes no tienen ni siquiera la voluntad para vivir. De allí que detenerse hoy, en medio del trabajo, para recordar la trayectoria de los hombres que forman la gloriosa institución de Carabineros de Chile, es digno de todo encomio.
No deseo ahora hacer un análisis o recordar la historia de la policía chilena, que se inicia en la época colonial, desde 1541 hasta 1810-es decir, se extiende durante todo el período colonial-, ni hablar del período de la reestructuración, desde 1810 hasta 1927, tan bien descrito en el libro "Monografía de Carabineros de Chile", no porque carezcan de importancia las rondas y los serenos, la Compañía de los Dragones de la Reina, los Ayucos de la Colonia, ni porque sean menos interesantes los policías del período de la reestructuración, los Talaveras, los Dragones de Chile, el Cuerpo de Vigilancia y Serenos, la Guardia de Santiago, la Brigada de Policía, la Guardia Municipal de Santiago, la Policía de Seguridad y el Cuerpo de Carabineros, porque aquellas instituciones son la historia misma de nuestra patria y fueron los sólidos pilares que dieron nacimiento a la institución estructurada y definitiva de Carabineros de Chile.
En esta institución, que a través de los años se ha hecho acreedora de nuestro respeto, cariño y admiración, los democratacristianos rendimos, de pie, un homenaje al deber cumplido, como se rinde homenaje a la bandera de nuestra patria y a lo más valioso de nuestro país.
El 27 de abril de 1927, por decreto N° 2.484, se dispuso la unión de las Policías Fiscales y el Cuerpo de Carabineros para dar nacimiento a una sola institución que se denominó Carabineros de Chile. Con esto se unificaron diversos organismos que desempeñaban funciones policiales. En 1931, año de crisis política y económica, esta organización salió triunfante. Entre 1931 y 1932, se separaron los Servicios de Gendarmería de Prisiones, suprimiéndose también el Servicio de Carabineros de Ferrocarriles, por falta de fondos, al mismo tiempo que se separaban, en 1932, los Servicios de Investigaciones, de Identificación y Pasaportes, organizándose en instituciones independientes.
Desde 1932, fecha en que adquiere autonomía, difícil es, sin caer en injusticias o errores, recordar cuánto ha sido capaz de realizar Carabineros de Chile. Ha tenido la suerte de contar con hombres capaces, dispuestos a entregar lo mejor de sí mismos con hombría, gran calidad humana, patriotismo y verdadera imparcialidad, capaces de adaptarse a las circunstancias políticas y sociales actuales. Ellos le dieron a esta institución una orientación policial definida, mística y profesional, vigorizando la disciplina, la capacidad profesional y destacando el principio de autoridad, lo que le ha valido el reconocimiento nacional, sobresalir y darse a conocer en otros países.
Abierta a los cambios, esta institución ha sido capaz de abrir sus puertas a las fundaciones femeninas, por lo cual también llegaron a ella las mujeres y en su seno hay brigadieres.
Por eso, esta institución es digna de toda alabanza y todo lo que podamos decir esta tarde será muy reducido y tenue.
Esta institución, con sensibilidad social humanista, al ver tanto niño que la sociedad abandonaba, se preparó para recibirlos y darles la escuela y el hogar que no tenían, haciendo de ellos hombres útiles para aquella sociedad que los había olvidado.
Por estos motivos, permítanme, señores Diputados, recordar los nombres de aquellos que han dirigido esta institución. El primer Director fue el Generaldon Manuel Concha Pedregal; le siguen los señores Humberto Arriagada Valdivieso, Oscar Reeves Leiva, Pedro Silva Calderón, Eduardo Maldonado Mercado, Reynaldo Espinoza Castro, Humberto Meneses Madrid, Jorge Ardiles Galdámez, Arturo Queirolo Fernández, Vicente Huerta Ce- lis y el actual Director General, don José Sepúlveda Galindo. Todos estos Generales Directores a través de la trayectoria de la Institución, dependiente del Ministerio del Interior, organizada en base a una Dirección General, Zonas de Inspección, Prefecturas, Comisarías, Subcomisarías, Tenencias, Retenes y Avanzadas, han desarrollado tal labor y tan importante, que han colocado a esta benemérita Institución en el sitial que se encuentra.
Pero la verdadera dimensión de su labor se destaca en la defensa irrestricta de la Constitución y la Ley.
Son tantas y tan variadas las funciones que cumple Carabineros en nuestra patria, que sería difícil establecer en dónde se aprecia más su patriotismo, su desinterés, su gran calidad humana y social y su tremenda generosidad. En todas partes la presencia del carabinero infunde respeto y, fundamentalmente, tranquilidad. En una esquina de nuestras ciudades; en la prevención de accidentes del tránsito; en los contrafuertes cordilleranos, defendiendo y vigilando nuestra soberanía; en la investigación de accidentes del tránsito; en él cuidado de los niños en situación irregular; en los hogares de meno- res; en la protección de la comunidad; en los retenes de las comunas más alejadas de los centros urbanos; en el combate de los incendios de bosques para preservar nuestra riqueza forestal; en todas partes, su presencia es garantía de servicio a la comunidad en el mantenimiento del orden jurídico, del orden público.
Al rendir este justo homenaje al Cuerpo de Carabineros, carecería éste de justicia plena si en él no se hiciera lo propio con sus abnegadas y leales esposas. Permítanme, colegas, detenerme un momento para desde aquí saludar, en nombre de mi Partido y del mío como mujer chilena, a estas mujeres nuestras que con abnegación y espíritu de sacrificio, comparten con los servidores del orden, sus inquietudes y responsabilidades; a esas esposas que despiden al marido al partir a cumplir con su deber, sin saber si ésa será su última despedida; a esa mujer que por el hecho de serlo, como todas aman y sufren, y de ahí lo grande. Ellas saben sufrir en silencio y con resignación, porque están conscientes de que pertenecen a un grupo humano especial, al cual el destino y la Patria les ha asignado un preponderante papel dentro de la sociedad, cual es el de servir de inspiración, de apoyo y consuelo a los hombres que a diario se juegan la vida, por preservar la nuestra y hacer cumplir las leyes.
Largo sería destacar la labor de estos servidores públicos, la magnífica labor que desarrolla Carabineros de Chile.
Es esencial, sí, destacar, aparte el gran nivel técnico con que desarrolla su labor, los nuevos y modernos equipos de comunicación y transportes, la ampliación de los controles de carreteras, las guardias fronterizas y forestales, la labor social en los hogares de menores y las brigadas de prevención de accidentes del tránsito, median- te una labor educadora en establecimientos escolares, etcétera; como es fundamental destacar el aspecto social y comunitario que anima a cada uno de sus integrantes.
Es frecuente leer y escuchar, y no hace macho por ello se les daban hermosos diplomas, que estos hombres atienden a madres que dan a su luz en retenes, en comisarías, o en la calle muchas veces.
Por eso, Carabineros de Chile ha superado con largueza la función para la cual fue creada y se ha convertido en un verdadero símbolo de justicia, de tranquilidad en el orden interno y de respeto a la Constitución y las leyes.
Por último, señor Presidente, yo creo que todos los chilenos que estimamos de verdad el bienestar y el progreso de nuestra Patria, deseamos que esta institución, que se ha forjado en el yunque mismo de la ciudadanía chilena, se mantenga en esa autonomía y no sea debilitada su función por intereses temporales ni mezquinos afanes partidarios, para que siempre en ella prime el espíritu para el cual fue creada.
Señor Presidente, termino solicitando que se envíe un oficio al señor Director General de Carabineros, felicitándolo por este nuevo aniversario y, por intermedio de él, a todos los miembros de la institución y sus familiares.
Muchas gracias.
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