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    • rdf:value = " 1.-MODIFICACION DE LA LEY Nº 17.377, SOBRE TELEVISION NACIONALEl señor CERDA, don Eduardo (Presidente en ejercicio).- Entrando en el Orden del Día, corresponde continuar tratando el proyecto que modifica la ley Nº 17.377, sobre Televisión Nacional. El proyecto impreso en el boletín Nº 1075-82-2, figura en la versión oficial de la sesión 33ª. El señor CERDA, don Eduardo (Presidente en ejercicio).- Estaba haciendo uso de la palabra el señor Insunza. Puede continuar Su Señoría. El señor INSUNZA.- Señor Presidente, recapitulando, decía que el espíritu de este proyecto, muy por el contrario de lo que dicen sus sostenedores y propugnadores, es definitivamente sectario y atentatorio, en último término, contra la real libertad de expresión. A propósito del artículo 1º, hacía notar que se sigue discriminando con la Universidad Técnica del Estado y, naturalmente, ello se hace por razones políticas. Se discrimina con la segunda Universidad del país, al negarle la posibilidad de disponer de un canal de televisión; y al establecer criterios anárquicos respecto de la posibilidad de extensión de otros canales, lo que se hace es avalar, en los hechos, la imposición de predicamentos estrechos, sectarios, como los que, actualmente, predominan, por ejemplo, en el Canal 13 de Televisión. El señor ARNELLO.- En el Canal 7. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor INSUNZA.- Los señores parlamentarios de enfrente, que todavía están haciendo la digestión, podrán revisar después las actas, para encontrar allí referencias que justifican esta recapitulación. Pero decía que, sobre todo, este espíritu sectario se pone en evidencia cuando se examina el artículo 3º, que, al tenor del informe de la Comisión de Gobierno Interior, se considera, por los parlamentarios que lo propician, como el artículo fundamental. Y, para esto, hay que remontarse previamente al conocimiento cabal, al recuerdo que está presente, por lo demás, en todos los parlamentarios y, por supuesto, entre quienes presentan esta iniciativa, en primer término, acerca de la forma cómo se han obtenido, en este país, las concesiones de radios. En la sesión anterior, yo recordaba que un parlamentario, no de estos bancos, hizo simultáneamente, la solicitud de concesión de seis canales de radiodifusión en las provincias por donde pensaba presentarse como candidato a Senador. Varios señores DIPUTADOS.- ¡Mencione su nombre! El señor INSUNZA.- Si los señores parlamentarios lo estiman conveniente... el señor Papic; concretamente, en las provincias de Valdivia, Osorno y Cautín. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor INSUNZA.- Y Llanquihue. Las concesiones le fueron otorgadas por el Gobierno de entonces. Así se resolvió, por esta vía, un problema político que el señor Papic tenía con su Gobierno. Pero ésa no es la única situación. Un señor de triste recuerdo, el Ruca Vergara, solicitó 27 concesiones simultáneamente,... El señor KLEIN.- Por eso desapareció del ambiente político. El señor INSUNZA.- ... bajo el Gobierno de Alessandri, las que, naturalmente, le fueron concedidas. Con posterioridad, se traspasaron a palos blancos, quienes al mismo tiempo que manejaban estas radioemisoras como negocios, las usaban como instrumento sectarios en su lucha partidista. Todo el contenido del artículo 3º está orientado precisamente a mantener el statu quo de las concesiones otorgadas en el pasado con este criterio sectario. En efecto, se pretende que estos negocios privados partidistas e instrumentos políticos en una minoría que, durante años, ha procurado mantener sus privilegios en este país, sean financiados por el conjunto del pueblo. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor INSUNZA.- Señores parlamentarios, nosotros entendemos que si hubiera efectivamente un interés democrático, cabría la posibilidad de encontrar, en este país, una base de acuerdo suficiente como para financiar un sistema de radiodifusión o televisión que, en verdad, dé garantías a todos los sectores del pueblo; que permita la expresión de cada sector dentro de los marcos de la ley. Para esto, lo esencial, lo primario es que, precisamente, los medios de comunicación de masas no estén en manos de propietarios privados, sino de organizaciones sociales que sean la expresión efectiva de la mayoría del pueblo. Que dispongan de tales radiodifusoras, por ejemplo, los partidos políticos, las organizaciones sindicales, las juntas de vecinos, los centros de madres, entidades que representan infinitamente más que cualquier capitalista, por adinerado que sea, o por el hecho de haber presionado, en el pasado, para conseguir una concesión. Un sistema de radiodifusión que tenga este tipo de control efectivamente democrático, merecería ser financiado por el conjunto del pueblo, es decir, por obreros y empleados; que sea financiado, por ejemplo, el sistema de televisión universitaria por el conjunto del país. Si se quisiera marchar por esta vía de la democratización real, sería posible encontrar, entre sectores progresistas, algún tipo de acuerdo. Pero aquí, como se prueba a través del artículo 1º, con la discriminación hecha respecto de la Universidad Técnica, o, como se comprueba de una manera más clara y fehaciente, con los artículos 3º y siguientes, lo que se pretende es estratificar, hacer cristalizar una situación absolutamente irregular, de manera que una minoría poseedora de los medios de difusión de masas y que trata ahora de retener esos controles mantenga el negocio privado y logre utilidades a costa de todo el pueblo y, todavía, pueda deformar la información periodística por la vía de la presión política, hecha en el pasado, cuando tuvieron sus concesiones y que, hoy, pretenden mantener, por este financiamiento fraudulento... El señor SCARELLA.- ¿Por qué fraudulento? El señor INSUNZA.- Fraudulento, porque se pretende financiar, por la vía del dinero de todo el pueblo, un negocio privado para que obtengan utilidades unos cuantos capitalistas y paniaguados de políticos de Derecha, que lograron concesiones en el pasado y que, hoy día, pretenden mantener por la vía de los dineros de los trabajadores. Por eso es fraudulento. El señor SCARELLA.- Es un conjunto de adjetivos. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Scarella! Varios señores DIPUTADOS.- El señor Schnake... El señor INSUNZA.- El señor Schnake, en representación de su Partido, así como la Democracia Cristiana posee la Radio Balmaceda, tiene también, por cierto, atingencia en la Radio Corporación. Ello es absolutamente legítimo, porque el Partido Socialista tiene derecho a disponer de una radioemisora, como lo tiene el Partido Demócrata Cristiano. El Gobierno ha facilitado esa Radio al Partido Demócrata Cristiano, pese a que se hizo un negocio fraudulento con el señor Yarur, quien la vendió por cuatro pesos y le dejó encajada a los compradores, una deuda, de 4 mil millones de pesos, la que el Gobierno ni siquiera ha hecho exigible, con lo que demuestra que tiene respeto efectivo y real por la libertad de expresión. Por lo demás, recuerdo que, cuando me incorporé a esta Cámara, un viejísimo parlamentario, probablemente experimentado, reclamaba con cierta indignación; porque él decía que, respecto de una indicación formulada para favorecer a una población del segundo distrito, se estaba legislando con tarjeta de visita. En esta ley, se legisla con tarjeta de visita; porque el artículo 4º, destinado a consolidar las deudas con las Cajas de Previsión, está hecho, señores parlamentarios, para resolver, en primer término, el problema de la Radio Balmaceda, la que tiene una situación grave con la Caja de Previsión respectiva, no tanto por lo que haya hecho la administración del Partido Demócrata Cristiano, sino, sobre todo, por la sinvergüenzura del señor Yarur, que encajó este cacho y del cual el Partido Demócrata Cristiano se hizo cargo. Esto, entonces, está hecho para favorecer, primero que nada, antes que todo, a la radio del Partido Demócrata Cristiano, lo que no es una forma ni democrática ni legítima de legislar. ¡Excúsenme que se los diga! Pero, todavía, si se mira con mayor atención el articulado de la ley, ¿Qué es lo que aparece? Se propone que todas las concesiones, obtenidas de esta, manera sucia, de esta manera fraudulenta, hechas para pagar servicios políticos, hechas por la vía dé los palos blancos, de esposas o de postillones, simplemente, como se sabe que ha ocurrido en este país, esas concesiones, independientemente de. la caducidad que tengan por haber cumplido ya 30 años, y aunque estén caducadas en este momento, vale decir, legislando con efecto retroactivo, lo que es abiertamente inconstitucional, se prolonga todavía por 10 años, con lo cual lo que se pretende es mantener cristalizada esta situación de injusticia en cuanto a las posibilidades de acceso a los medios de difusión que existen en nuestro país, como resultado de la opresión que durante tantos años han ejercido los sectores privilegiados en Chile. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¿Me permite, señor Insunza? El Diputado señor Lavandero le solicita una interrupción. El señor INSUNZA.- Yo prefiero no ser interrumpido. Hay tiempo suficiente. Entiendo que estamos citados hasta las dos de la mañana. El señor LAVANDERO.- Yo quisiera hacer una pregunta no más. El señor INSUNZA.- Si es una pregunta, realmente, no hay problema. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Puede hacer uso de la interrupción el Diputado señor Lavandero. El señor LAVANDERO.- Yo, señor Presidente, le preguntaría al DiputadoGuastavino si cree... al Diputado señor Insunza si cree que es más. El señor ACEVEDO.- Concéntrese más. Risas. El señor LAVANDERO.- Están tan juntitos los dos. Uno coloradito y el otro morenito. Señor Presidente, le preguntaría al DiputadoInsunza si cree que es más honesto dejar a los diarios y radios en el más absoluto desfinanciamiento, cuando son órganos de difusión pública, y que este desfinanciamiento recaiga sobre las espaldas de los trabajadores, especialmente de los diarios, como ocurre con El Siglo, o tratemos aquí de buscarle un financiamiento para que no tengan que ser, precisamente, los trabajadores de estos diarios, los empleados y los obreros, los que paguen las consecuencias a través de la falta de imposiciones, incluso, en la Caja de Previsión de Empleados Públicos y Periodistas. , Nada más. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Puede continuar el señor Insunza. El señor INSUNZA.- Continúo, señor Presidente..., Yo creo que el señor Lavandero no se ubica bien en el problema; no es esa la alternativa que está planteada. Yo he dicho que, para los efectos de crear un sistema de medios de comunicación de masas que garantice realmente el ejercicio democrático de la libertad de expresión, que signifique que las grandes masas nacionales tengan la posibilidad de editar o radiodifundir sus opiniones, consideramos que hay perfectamente posibilidad de llegar a un acuerdo. Aquí se trata, de una cuestión distinta. Todo el objetivo de este proyecto es mantener una situación irregular, injusta, antidemocrática, como resultado del criterio del pasado, de concesiones hechas por vía fraudulenta en el pasado, y mantener esto por la vía del financiamiento por el conjunto del pueblo, lo que, es injusto. Yo le agradezco al señor Diputado, si efectivamente la tiene, la preocupación por los trabajadores del diario El Siglo. Yo fui director de El Siglo y puedo decirle que durante el Gobierno demócrata cristiano nosotros no recibimos absolutamente ni un solo aviso, ni uno solo, de ninguna institución pública, por el hecho de que El Siglo era un diario de oposición, y nosotros no nos lamentamos de eso ni tampoco pretendimos hacer reclamaciones en relación con eso. Y quiero decir más; en la única oportunidad en que el señor Bécker, que manejaba la propaganda de la Democracia Cristiana, envió un aviso, fue cuando los empleados del Banco de Chile declararon una huelga y el Gobierno pretendió quebrarla y quiso hacer publicar en el diario El Siglo una declaración contra los trabajadores del Banco de Chile, cosa que, naturalmente, no aceptamos. De tal manera que nunca ni un solo aviso fue entregado a nuestro diario. Pero, con todo, los trabajadores del diario El Siglo gozan, señor Lavandero, de buena salud. El señor LAVANDERO.- Pero no de buena previsión. El señor INSUNZA.- Y también de buena previsión. Si usted hace la revisión... El señor LAVANDERO.- Sobre la base de no pagarle las imposiciones. El señor INSUNZA.- No, señor No sobre la base de no pagarle las imposiciones, sino de acogerse a disposiciones legales que permitían consolidar deudas y garantizar los intereses a esos trabajadores, y todo eso está resuelto. Hablan vamos señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Lavandero! El señor INSUNZA.- De manera que usted no tiene autoridad moral para venir a plantear este problema y porque ese no es el problema que nos preocupa. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Señor Lavandero, llamo al orden a Su Señoría. El señor INSUNZA.- Porque, además, señor Lavandero, el proyecto considera explícitamente si la situación del diario El Siglo a usted le preocupa que ella no se puede resolver por esta vía, porque quedan absolutamente excluidos todos los diario de Santiago. O sea, está hablando puras cabezas de pescado. Excúseme. El señor LAVANDERO.- ¡No es así! El señor INSUNZA.- Sí, señor; ningún diario de Santiago queda aquí considerado. El señor LAVANDERO.- Si lo hubiese leído no afirmaría lo que está señalando. El señor INSUNZA.- Ahora... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- señor DiputadoLavandero, nuevamente llamo al orden a Su Señoría. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Diputado señor Godoy! Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Diputado señor Pérez! El señor INSUNZA.- Ahora, los señores parlamentarios que han presentado este proyecto pretenden asilarse... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Castilla! El señor INSUNZA.- ... En una supuesta defensa de la libertad de expresión. Aquí lo que cabe preguntarse, para ubicarse correctamente en este problema, es: ¿libertad para quién y libertad para qué? ¿Libertad para quién? En primer término, no para todo el pueblo, sino para los concesionarios que fraudulentamente y por la vía en particular de la Derecha han conseguido las concesiones y para que las radios se mantengan, precisamente, en manos de aquellos que son postillones de los reaccionarios; vale decir, aquí se pretende mantener el libertinaje de una minoría privilegiada en defensa de sus intereses. No les preocupa para nada los derechos del pueblo, de los trabajadores, de sus posibilidades de que tengan expresión. Nosotros estaríamos en disposición de votar un financiamiento de esta especie si estos fondos fueran a servir realmente la libertad de expresión de los trabajadores, de la mayoría del pueblo. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¿Me permite, señor Diputado? El señor Undurraga le solicita una interrupción. El señor INSUNZA.- No deseo ser interrumpido. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- El señor Diputado no desea ser interrumpido. Un señor DIPUTADO.- No le convenía. El señor INSUNZA.- Se notó que me convenía, pero de todas maneras no importa. Como bien lo ha expresado el colega Andrade, lo que se pretende, además, es que todos los medios puedan seguir sembrando la campaña de odios que hoy día ha significado en la ciudad de Los Ángeles el asesinato a mansalva de un compañero socialista, hecho por momios, por reaccionarios de esa zona. Y lo que es el colmo es que el señor Ríos pretenda invertir el sentido real de los acontecimientos para llorar lágrimas de cocodrilo ante un hecho desgraciado como éste, que es el resultado de esta campaña que está siendo montada de una manera intensa, con vista a conducir al país al caos. Nosotros a este propósito queremos decir que el pueblo va a responder, en el terreno que sea, a las provocaciones que pretenden hacer los privilegiados. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Scarella! ¡Señor Godoy! El señor SCARELLA.- ¿Qué significa en el terreno que sea? El señor INSUNZA.- Significa lo que usted entienda, señor Scareilla. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Riquelme! ¡Señor Solís! Puede continuar, señor Diputado. El señor SCARELLA.- Es una amenaza velada del señor Insunza. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Momberg! ¡Señor Scarella! Puede continuar el señor Insunza. El señor INSUNZA.- Continúo, señor Presidente. En consecuencia, nosotros estamos seguros de que el Presidente de la República, en uso de sus facultades... El señor MOMBERG.- Le queda poco tiempo... El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Momberg! El señor INSUNZA.- ... Se va a ver en la obligación... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Momberg! El señor INSUNZA.- ... de vetar este proyecto de ley completo, puesto que para resolver cada uno de los problemas, que aquí pretenden ser planteados, el Gobierno ha propuesto soluciones que son evidentemente mejores. En el caso del artículo 1°, por ejemplo, que se refiere a la reglamentación de la extensión de las redes de televisión. El Gobierno, teniendo en cuenta la situación técnica y financiera real en esta materia, ha propuesto la creación de un canal universitario que sea un segundo canal nacional, atienda a un problema que efectivamente es sentido en las provincias, que es disponer de posibilidades de alternativas. Y ese Canal Nacional Universitario, hecho sin discriminación y manejado por el conjunto de las ocho universidades chilenas, será, sin lugar a dudas, la solución que, en definitiva, se abrirá paso, porque técnica y financieramente es la única posible. Lo demás no dejan de ser balones demagógicos, lanzados en función de la campaña electoral. Y contra eso el Gobierno marchará usando de todos los instrumentos legales de que dispone y del trabajo de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, que está ya empeñada en obtener los créditos, específicamente en Canadá, para hacer la adquisición de los equipos que permitan la creación de este canal universitario. En lo que se refiere al sistema de radiodifusión, habrá que estudiar, y si hay interés en hacerlo de manera razonable el Gobierno está abierto a ello, un sistema que permita la expresión efectivamente de las mayorías nacionales, que genere las posibilidades reales del pluralismo y no que se mantenga la situación en que hoy día la abrumadora mayoría de las radios son controladas por elementos reaccionarios, que no han roto su cordón umbilical con quienes consiguieron, por la vía de la influencia política en los Gobiernos reaccionarios anteriores, las concesiones de que disponen. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Godoy! El señor INSUNZA.- Y este problema se podrá resolver, vuelvo, a decir, por el acuerdo de los sectores que efectivamente desean el desarrollo democrático de nuestro país. Vuelvo a reiterar: aquí no está en juego ninguna defensa de la libertad de expresión. Aquí lo que se pretende es la entronización y el pago por el conjunto del pueblo de la libertad restringida o expresión de unos cuantos reaccionarios. Por eso, en cuanto a este proyecto, el Gobierno ejercerá su derecho a veto y nosotros aquí lo votaremos en contra. Gracias. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Pido la palabra. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Señor Presidente, quiero decir algunas cosas, muy breves, en este debate en torno del problema de las radioemisoras, televisión y sobre todo lo que se refiere a la libertad de expresión. Para nosotros, como lo han manifestado aquí los otros Diputados de la Democracia Cristiana, la libertad de expresión es base fundamental de cualquier sistema democrático. No puede haber, ni habrá jamás una auténtica democracia si no hay una auténtica y expresa libertad para decir lo que creemos debe ser dicho por cada uno de los chilenos, sea cual fuere su pensamiento. Dentro de este marco, alguien se preguntaba aquí, concretamente el señor Insunza, ¿libertad para qué y para quién? Libertad para todos, dentro del marco de la ley, de forma que no sea la autoridad, sea del color que tuviere, la que señale dónde está la verdad y quién puede expresarla. Si no se mantiene eso, tengamos la certeza de que en un instante no será la auténtica verdad y la voluntad de la mayoría la que pueda hacer la expresión dicha, sino que va a ser el deseo de quien esté en el poder, que en más de una ocasión puede utilizar métodos que no correspondan, realmente, a lo que el país desea. Y no hago esta observación con referencia a este Gobierno o a una cosa circunstancial, porque creo que si hay algo que desprestigia a la democracia y al régimen democrático, es que estemos dictando leyes para un período, para un Gobierno, según estemos en el Gobierno o estemos en la Oposición. Pero, por desgracia, cuando ciertos hechos nos llevan a hacer necesario fijar determinadas normas, estimo que es nuestra obligación hacerlo persistente, no para este Gobierno, sino para los posteriores también. Desde ese punto de vista, el problema de las radioemisoras incide en que ellas son una manera de expresar lo que el país piensa, junto con los diarios, junto con la televisión. Mucho más urgente y mucho más importante es, tal vez, la televisión. Los señores Diputados de Gobierno, por desgracia, no se han dado cuenta del instrumento feroz que tienen en su poder a través de la televisión. El señor GODOY.- Entonces, es por fortuna, y no por desgracia. El señor SOLIS.- ¿Por qué no le pregunta al señor Diez? El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Señor Presidente, creo que aquí no se trata de hacer observaciones de menor cuantía. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- No, señor Solís. El problema consiste en que lo que ustedes están formando hoy en Chile, fundamentalmente, lo están haciendo a través de la televisión. Si nosotros pudiéramos medir médicamente el impacto que esto produce en nuestra juventud usted tiene colegas que se lo pueden decir, en los hombres, en la mente de la juventud chilena lo que se dice en la televisión, si los colegas de Gobierno, las autoridades de Gobierno y el Presidente de la República, que es médico, advirtieran lo que realmente están logrando, se darían cuenta de la gravedad que significa que en la televisión nacional sé esté creando toda una imagen de odio, de falta de solidaridad chilena, de falta de unidad nacional, no de grandeza patria, sino, fundamentalmente, de mezquindad, de chatura y de mediocridad. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Desgraciadamente es así, señor Presidente. El señor INSUNZA.- ¿Cuántos son los democratacristianos que se mantienen desde el Gobierno de ustedes? El señor CERDA, don Eduardo (Presidente en ejercicio).- ¡Señor Insunza! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Señor Presidente, no estoy haciendo ninguna imputación con el ánimo de que se produzca un debate barato. Desgraciadamente, lo hago con profundo temor y con profunda pena, de que no nos demos cuenta de lo que estamos haciendo con nuestra juventud. Los hombres de Gobierno y aquellos de la Oposición, cualquiera que sea su color político, que no entiendan que si en Chile no se crea una imagen diferente, vamos a ir al enfrentamiento suicida de un país que lo único que debe hacer es crear un alma nueva, pero diferente de esta alma nueva que el Gobierno quiere imponer y que, por desgracia, no corresponde a ningún postulado de fraternidad, de solidaridad, que es la esencia de un movimiento socialista. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor CERDA, don Eduardo (Presidente en ejercicio).- ¡Señor Acevedo! ¡Señor Luis Fuentealba! ¡Señor Robles! El señor INSUNZA.- ¡Todas las mugrientas series norteamericanas, que les enviaron a ustedes...! El señor CERDA, don Eduardo (Presidente en ejercicio).- Señor Insunza, llamo al orden a Su Señoría. ¡Señor Momberg! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Señor Presidente, no quiero seguir refiriéndome al problema de la televisión. Pero lo que quiero plantear más a fondo es el problema de las radios y recojo aquí algunas observaciones que me hicieron los colegas comunistas; de por qué; no lo hicimos nosotros y qué hicimos por la televisión. El señor ACEVEDO.- Valle de Pasiones. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Yo le quiero decir sólo dos cosas. El señor CASTILLA.- Música Libre. El señor INSUNZA.- Música Libre es muy buena. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Primero, que la capacidad que en este instante tiene la Televisión Nacional no puede compararse con el poder que tenía al momento que nosotros entregamos el gobierno en 1970, que aún no estaba plenamente desarrollada; y segundo, que el más pobre de los argumentos en un hombre que se considera marxista es venir a señalar los errores de otros gobiernos... El señor TEJEDA.- ¿Cuándo se ha dicho eso? El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- El propio Presidente de la República, en su primer Mensaje, dijo que no podía medirse el Gobierno de la Unidad Popular mediante una comparación con los errores de otros... El señor GUASTAVINO.- ¡Evidentemente! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- porque se medía en función de las cosas que debía hacer, de la doctrina marxista y no de los errores burgueses. El permanente argumento de la Unidad Popular de comparar, de hacer prevalecer sus errores a costa de los errores de los gobiernos anteriores, es una argumentación típicamente burguesa, que no se diferencia en absoluto de la de quienes están atacando... -Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor TEJEDA.- ¡Malo el argumento! El señor MOMBERG.- ¡Macanudo! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ¡ Si es malo el argumento, señor Tejeda, plantéele su crítica y su autocrítica al Presidente de la República y no a mí! El señor TEJEDA.- A usted que... El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡ Diputado señor Tejeda!. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Desgraciadamente, todo el país sabe que en materia radial, los instrumentos de presión dependen en gran medida de lo que se puede hacer a través del avisaje comercial. También es de público conocimiento que, dentro de ese avisaje comercial, las empresas que hoy están en poder del Estado, incorporadas al área social, sea por la vía de la requisición, de la intervención, de la expropiación o la simple compra, de acciones, eran fundamentalmente las que colocaban este avisaje en las radios y si no eran ellas, lo hacía un comercio que tenía otra situación económica que la que hoy tiene en términos de utilidades. ¿De qué se trata entonces? De que esas radios, para que puedan mantener su libertad de expresión, necesitan estar abiertas a todos los sectores y dentro de eso hay dos maneras de coartar la libertad: o la presión burda, grotesca, o, la presión sibilina, muy sutil, muy inteligente a través del ahogamiento económico. Y aquí me hago cargo de cualquiera observación que puedan hacer algunos Diputados de Gobierno en torno de que ciertas radios siguen siendo expresión de monopolios. He dicho al comienzo que estas radios, como cualquiera otra, tienen que aceptar una libertad de expresión real para todos los sectores. En eso no van a involucrar al Partido Demócrata Cristiano en nada; de manera que toda su argumentación no influencian mis palabras. De lo que se trata es de que esas radios, hoy por hoy, sobre todo en provincias, están absolutamente impedidas de mantener una cierta libertad que les permita decir lo que ellas, a través de sus locutores, de sus periodistas o de quienes soliciten espacios, puedan y quieran expresar. El señor TEJEDA.- ¿Pero no ha escuchado a la Radio Sociedad Nacional de Agricultura? El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ¿Cuál es la manera de presionar a esas radios? La presión económica a través del avisaje. Por eso queramos que tengan absoluta libertad y cuenten con la tranquilidad económica necesaria para poder hacerlo. Por eso que comencé expresando algunas cosas generales, porque no se trata de venir a formular aquí simples observaciones en el sentido de que el Gobierno respeta la libertad de estas radios, cuando por la vía de la presión económica está impidiendo que ellas digan lo que desean o las están obligando a qué manifiesten lo que ellos quieren qué digan. Cuando formulo esta observación, señores Diputados de Gobierno, no lo hago simplemente al voleo: tengo argumentos para decirlo. En la provincia de Concepción, a radios que son independientes, que han estado abiertas a los Partidos Comunista, Socialista, Nacional y Demócrata Cristiano, han ido a decirles, en la Semana pasada y no voy a dar sus nombres, porque tengo la certeza de que si lo hago en un momento determinado las van a presionar más fuerte.. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ¡A esas radios han ido a decirles que pueden tener todo el avisaje que quieran si en materia de financiamiento están dispuestas a utilizar letras de la Compañía de Acero del Pacífico! Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Acevedo! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ¡Esa es la razón por la cual estamos buscando que haya libertad absoluta para las radios. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- No tengo ningún inconveniente en dar los nombres cuando tenga la autorización de sus dueños para hacerlo. No tengo ningún problema. Y usted sabe muy bien, señor Solís, que yo no voy a venir aquí a decir mentiras. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Fuentealba, don Luis! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ¡No les habría dicho que son radios de Concepción a las que se le ofrecen letras de la Compañía de Acero del Pacifico! Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Finalmente, me quiero referir a otro problema, señor Presidente, y con esto quiero terminar. Resulta que es muy fácil decir que el Gobierno da libertad absoluta a las radios, pero resulta que a través de la presión de los partidos de la Unidad Popular se llega a la misma situación. ¿Qué pasó en la Radio del Carbón, en Lota? ¿Qué pasó en la Radio Tomé, de Tomé?... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Perdóneme; ustedes saben que en la Radio del Carbón no tengo ninguna ingerencia... El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¿Me permite, señor Diputado. El señor Luis Fuentealba le solicita una interrupción. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- Ahora bien, en la Radio Tomé... El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- No desea ser interrumpido el señor Diputado. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- …simplemente, porque a los sindicatos, gobernados y manejados por la Unidad Popular, no les pareció bien que en esa radio se transmitiera una propaganda del Partido Demócrata Cristiano, y está escrito en las actas firmadas por ellos, esos sindicatos exigieron, con presión política del Partido Comunista y del Partido Socialista, que hizo que tuviera que intervenir el señor Intendente de la provincia, y reclamar a la ARCHI, y que tuviéramos que reclamar a Santiago, al señor Ministro del Interior, por el mero delito, digo, porque esa fue la razón que dio el Partido Comunista y el Partido Socialista, por el mero delito de que en esa radio se había transmitido una propaganda del Partido Demócrata Cristiano, que no les agradaba a ellos, se tomaron la radio. No porque se faltara a la Ley de Seguridad Interior del Estado, no porque se hubiesen expresado ofensas al Presidente de la República, no porque hubiera una ofensa a los partidos de la Unidad Popular, sino porque no les gustaba lo que allí se decía, se tomaron la radio. Y hubo que realizar conversaciones políticas para resolver el problema. Esa es la sutileza con que hoy se quiere ahogar a estos instrumentos de expresión que son las radios. Y eso es lo que queremos evitar con este financiamiento. Que no me vengan a decir aquí que no se financian con fondos del país determinadas radioemisoras. ¿Qué otro financiamiento es, entonces, el que se les da a ciertas radios favorables al Gobierno, a las cuales se ayuda entregándoles la propaganda, exclusivamente a ellas, de diversos organismos del Estado? ¿Acaso esos organismos no están funcionando con dineros de todo el país? ¿Acaso no tuve oportunidad, hace poco tiempo, de exponer en un programa de televisión, algo que nunca fue desmentido?, en el sentido de que el Consejo de Desarrollo Social o División de Desarrollo Social a través de instrucciones escritas de la Directora de Relaciones Públicas enviadas a todos los delegados del país, les exponía, clara y textualmente, que por orden expresa del señor Presidente; de la República, de aquí en adelante, todos los avisos del referido Servicio debían colocarse en aquellos diarios favorables al Gobierno. Ese es el abuso de poder que queremos evitar. Alguien señaló que era una desvergüenza esta ley, desvergüenza, señor Presidente... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡ Señor Amunátegui! ¡Señor Acevedo! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ...desvergüenza, señor Presidente,... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Acevedo! El señor RUIZ-ESQUIDE (don Mariano).- ...porque ha sido necesario enviar un proyecto y presentarlo para evitar un abuso de poder que ojalá jamás se hubiera presentado en Chile, porque si de algo estábamos consciente y si algo hubiéramos deseado los Diputados de estos bancos es que la transición al socialismo de que habla el Gobierno, y la posibilidad de crear en Chile una sociedad diferente, no capitalista, se hiciera con absoluto respeto a la democracia, a la ley y a los derechos humanos. En la medida en que no se haga, estamos cancelando la posibilidad de realizar en Chile esta sociedad y dándole alas a aquellos que quieren, en un momento determinado, evitar que esto se consume. Por eso, señor Presidente, más que un crimen contra Chile, más que un crimen contra la libertad de expresión, lo que está haciendo la política de radiodifusión de la Unidad Popular es un crimen contra el socialismo, un crimen contra el cambio social, y yo estoy cierto de que en esos bancos hay hombres que detrás de la risa, están conscientes de lo que está pasando y están preocupados. Por eso, señor Presidente, estamos votando favorablemente este proyecto y quise expresar estas ideas. Nada más. Aplausos en la Sala. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Está inscrito a continuación el Diputado señor Salvo. El señor CANTERO.- Lo que a ustedes les duele, es que lo mineros se puedan expresar. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Está inscrito a continuación el Diputado señor Aylwin. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Puede hacer uso de la palabra Su Señoría. El señor CANTERO.- Eso es lo que ustedes no quieren. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Señor Cantero. El señor CANTERO.- Eso es lo que a ustedes les duele. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Señor Cantero, llamo al orden a Su Señoría. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Señor Cantero, nuevamente llamo al orden a Su Señoría. Varios señores DIPUTADOS.- ¡Muy bien! El señor FUENTE, don César Raúl (Vicepresidente).- Puede continuar el señor Aylwin. El señor AYLWIN (don Andrés).- He terminado. El señor AYLWIN (don Andrés).- Señor Presidente, en el artículo 3° de este proyecto se establece un beneficio para las empresas periodísticas de determinada capacidad. Creo que tiene una gran importancia esta disposición, pues es la única posibilidad de que subsista un conjunto de periódicos de ciudades y pueblos que se mantienen por el esfuerzo extraordinario de ciertas personas, periodistas o aficionados al periodismo; periódicos que, lentamente, van a tener que ir muriendo, porque no tienen un financiamiento real. Sin embargo, en el inciso cuarto de este artículo se excluye a los periódicos de la zona central de Chile, concretamente, de la provincia de Santiago. Puede ser justo que se excluya a los diarios de la ciudad de Santiago, del departamento de Santiago; pero no hay ninguna razón para que se excluyan también los periódicos de sectores rurales de la provincia de Santiago, como son los de San Antonio, Melipilla, PuenteAlto, Talagante y, en general, de todas las comunas que están en la periferia de nuestra provincia. Por eso, he hecho indicación para los efectos de que se sustituya la expresión de la provincia de Santiago por del departamento de Santiago. El señor CASTILLA.- ¡Muy bien! El señor AYLWIN (don Andrés).- Señor Presidente, el ánimo nuestro es despachar este proyecto de manera rápida, y por eso quiero hacer sólo unas muy brevísimas observaciones en torno del problema de fondo que se ha planteado en esta oportunidad, respecto del cual han terciado el Diputado señor Insunza y recientemente, con tanto brillo, el DiputadoMariano Ruiz-Esquide. Deseo plantear las cosas en otro terreno. En Chile, durante una etapa muy larga, de su historia, que no olvidamos, las grandes empresas tuvieron un poder extraordinario sobre todo tipo de actividades, concretamente, sobre la prensa, la radio, la formación de la cultura, etcétera. Esto para nosotros es un hecho innegable que impone como imperativo de conciencia que no se puede volver atrás, que no se puede volver a los tiempos en que esas empresas tuvieron una influencia extraordinaria, a mi juicio, nefasta para el país... Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor AYLWIN (don Andrés).- Pero hubo una lucha muy larga del pueblo, una lucha muy larga de los sectores de clase media, una lucha muy larga de los intelectuales y de las juventudes para sustituir a ese régimen, en todo orden de cosas. Y poco a poco fue naciendo así un mayor poder del Estado. De esta manera, los sectores de clase media y de pueblo, en alguna forma, pudieron expresarse a través de la influencia del Estado. ¿Pero qué está pasando ahora, señor Presidente? Tenemos que hacer un esfuerzo para entenderlo y comprenderlo, porque aquí vamos al fondo del problema y del debate que hoy día se plantea en torno de la radiodifusión y que todos los días se está planteando todo orden de cosas. Vivimos un proceso de socialización creciente, que en muchos aspectos es profundamente positivo para Chile. Lo hemos dicho siempre y en este momento lo reitero, porque creo que es así. Pero a medida que el Estado adquiere más y más poder, se están empezando a cometer prácticamente los mismos abusos de antes, con la diferencia de que los abusos no los cometen ahora las grandes empresas, sino que las personas que manejan el Estado, a través de los personeros que controlan el Gobierno. Y esta es la situación real que estamos viviendo ahora en Chile. Entonces, se nos viene a decir aquí antes pasaba tal cosa; antes sucedía tal cosa. Puede ser que nosotros digamos, y lo decimos, que está bien, es cierto. Pero la lucha del pueblo es por la perfección; la lucha del pueblo es por la libertad, la lucha es porque ahora vivamos mejor que antes. Entonces, cuando en la actualidad vemos esta dramática realidad, surge como un imperativo que hay que legislar sobre un conjunto de materias, justamente por ello en estos días estamos legislando en esta Cámara, por ejemplo, sobre el problema de los despidos en las empresas estatizadas; sobre el problema de los ingresos en las empresas estatales o intervenidas. Y por eso tenemos que legislar ahora sobre radiodifusión, publicidad, diarios y periódicos. ¿Qué duda cabe, señores Diputados, que se están cometiendo abusos tremendos en estos momentos, abusos que están significando coartar la libertad de muchos ciudadanos? No cabe duda de que en el término de un año y medio se ha comprado una partida importantísima de las radios, a veces a vil precio; y siempre estas compras han sido hechas por personas que tienen influencia en el Gobierno. Esta es una realidad. Hay otra realidad también. A veces no se compran las radios; hay otro procedimiento que, incluso, debemos denunciar, así como denunciamos antes el latifundio, por todo lo negro que significó y que yo no olvido nunca. Ahora hay que denunciar que se está usando un procedimiento para conquistar las radios, que es deshonesto e inmoral: hay gestores que llegan a las radios con una cartera de avisos estatales y con ello chantajean a las emisoras para obtener el apoyo incondicional a determinados partidos, sectores o personas. Yo creo que todo proceso de transformación social crea, señores Diputados, situaciones nuevas. Esta legislación puede que en algunos aspectos no sea la más apropiada; pero creo que es indispensable legislar sobre la materia, porque, si no, desgraciadamente, y se lo digo en especial a los señores Diputados de la Unidad Popular, estaríamos viviendo en un sistema en que la ilusión y la esperanza pudieron quedar definitivamente atrás; un sistema en que vastos sectores no tendrían la posibilidad de expresarse. Todavía, lo que es más grave, hay un hecho real: en Chile, digan lo que se diga, no hay más de un treinta por ciento de personas que son marxistas o tienen clara simpatía por el marxismo; en cambio, hay un sesenta por ciento o más de gente que no quiere ser marxista, que está en los centros de madres, en las poblaciones, en los sindicatos, en la juventud, en los liceos y en todas partes. Y esas personas empiezan a tener la posibilidad real de expresión. Como expresaba muy brillantemente mi colega Mariano Ruiz-Esquide y entiendo el calor que ponía, porque yo también pongo calor en estas cosas uno tiene hijos y parientes y ve con indignación que todas estas personas, cuando escuchan el canal estatal de televisión y el Canal 9, colega Insunza, sólo escucha cosas odiosas; todo el día ven cómo se siembra el odio. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¡Señor Acevedo! El señor AYLWIN (don Andrés).- Esta es la realidad. Por eso, para terminar y no alargar las cosas, esta legislación es absolutamente indispensable; si se quiere perfeccionar, estamos llanos a hacerlo. Pero, indudablemente, hay que legislar en esta materia que se relaciona con la libertad de expresión en términos reales. Nada más, señor Presidente. Concedo una interrupción al señor Lavandero. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Puede hacer uso de la interrupción el Diputado señor Lavandero. El señor LAVANDERO.- Señor Presidente, en esta oportunidad, a raíz de las palabras que expresó el Diputado señor Insunza, quiero señalar la diferencia que existe entre la posición del Partido Comunista cuando era Oposición y ahora que es Gobierno. ¿Cuántas veces el ex Diputado periodista don Orlando Millas no procuró prestigiar la profesión de los trabajadores de la prensa? ¿Cuántas veces no acudió a nosotros en busca de nuestro concurso, como Diputado de Gobierno, para procurar un mejor bienestar a quienes viven de la profesión de periodista? Ahora que está en el Gobierno este Partido, ¿qué ha hecho para mejorar la profesión de periodista? ¿Cuáles son las iniciativas que ha tomado este Partido, en el que incluso militan algunos periodistas activos en beneficio de la profesión? ¿Acaso se contenta con la Operación Verdad? ¿Acaso se contenta con el cónclove de El Arrayán, donde públicamente se condenó el sectarismo de la Unidad Popular en la prensa, la radio y la televisión? Por eso fui periodista, consejero de la Caja de Empleados y miembro del Departamento de Periodistas, que el señor Insunza está equivocado y afirmo que el Partido Comunista y El Siglo, como otros diarios de la Unidad Popular, han procurado obtener convenios de pago por las imposiciones previsionales de los trabajadores de la prensa. El señor ACEVEDO.- ¿Y el diario La Prensa? El señor LAVANDERO.- El Siglo, La Prensa y muchos otros. Mientras no se llega a un convenio o acuerdo, estos trabajadores quedan en una situación desmejorada y no pueden obtener muchos de los beneficios previsionales a que tienen derecho. Por supuesto, cuando esto atañe a cualquier empleador particular, se le persigue con inspectores del Trabajo, seguramente, con justa razón; pero no ocurre lo mismo con los privilegiados empresarios de diarios y revistas, entre otros, El Siglo, Puro Chile y El Clarín. Tiene que reconocer esto el señor Insunza. En esta materia, porque seguramente nuestro colega ha leído en forma somera el proyecto, quiero señalar de manera clara que en el inciso antepenúltimo del artículo 3º se establece la exigencia de estar al día en el pago de las imposiciones. Causan indignación las palabras del representante del Partido Comunista cuando habla de monopolios, de intereses creados. Incluso, acusa a otros Gobiernos, concretamente, al de la Democracia Cristiana. Con un desparpajo inaudito, señala que la propaganda financiada por organismos estatales, como dijera el Diputadodon Mariano Ruiz-Esquide, está canalizada a través de distintas circulares de la CORHABIT, del Ministerio de la Vivienda y de muchas otras reparticiones públicas hacia los diarios de las empresas que controla la Unidad Popular. Pero no sólo se reparte la propaganda para financiar a esos diarios. Una serie de empresas de publicidad que se cuotean, para cada partido de la Unidad Popular, hasta el porcentaje de esta propaganda, que seguramente sirve, sino para financiar los propios bolsillos de estos autorizados y connotados miembros de la Unidad Popular, por lo menos para los partidos políticos que representan a estas empresas de publicidad. Entre ellas están las del MAPU, del Partido Comunista, del API, del Partido Socialista, como Vanguardia y otros nombres que, en este momento, olvido. De esto viene a hacer memoria el señor Insunza en esta oportunidad, acusándonos a nosotros, y con qué desparpajo lo dice en esta Corporación, olvidándose de lo que hoy día está realizando, para vergüenza de ellos, la Unidad Popular. Nada más. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Está inscrito, a continuación, el señor Barrionuevo. Puede hacer uso de la palabra Su Señoría. El señor BARRIONUEVO.- Señor Presidente, en la provincia de Atacama, en el departamento de Chañaral, hay televisión en las localidades de El Salvador, Potrerillos, Pueblo Hundido y Chañaral; pero se queja de no tenerla un pueblo que se llama El Salado, que está enclavado en la mitad del camino entre El Salvador y Chañaral. La Junta de Vecinos y el Centro para el Progreso de este pueblo me manifestaron, días atrás, su pesar por el hecho de que, no obstante tener televisión todo ese departamento, ellos no poseían una torre repetidora. Me agregaron que por existir ahi muchos cerros que con muy poco costo se podría instalar una torre repetidora. En consecuencia, señor Presidente, pido que se envíe oficio al señor Ministro de Educación, en el que se le solicite ordene tomar las medidas necesarias para hacer las instalaciones que sean menester, con el objeto de dotar de televisión a este pueblo minero que está enclavado en el departamento de Chañaral. También debo agregar señor Presidente, que en Copiapó, ciudad capital de la provincia de Atacama, al igual que en Vallenar, Huasco, Freirina, Domeyko, Tierra Amarilla y Caldera están hechas las instalaciones, pero no se sabe cuál es la razón por la que aún no llega la televisión. Por este motivo, también ruego al señor Presidente se sirva enviar oficio, con el objeto de que se busque solución a este problema, ya que Atacama no tiene muchas atracciones. Es una provincia de trabajadores, una provincia minera que exporta 8 millones de toneladas de hierro. En ella, repito, se encuentran los minerales de El Salvador y Potrerillos, está concentrada toda la pequeña y mediana minerías, en un 80% sembrada de plantas y sus habitantes necesitan tener alguna expansión, algún medio de entretención. Señor Presidente, le ruego solicitar el acuerdo para enviar en nombre de la Cámara, el oficio que he pedido. Muchas gracias por haberme escuchado. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- ¿Habría acuerdo para enviar el oficio a que ha hecho referencia el señor Barrionuevo, al señor Ministro de Educación? Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- No hay acuerdo. Hablan varios señores Diputados a la vez. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Se ha solicitado la clausura del debate. Reglamentariamente corresponde votarla. En votación. Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 70 votos. El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).- Aprobada la clausura del debate. Cerrado el debate. Por haber llegado la hora de término, se levanta la sesión. "
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