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El señor SILVA (don Julio).-
Pido la palabra.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor SILVA (don Julio).-
Señor Presidente, no cabe duda de que el viaje de Su Excelencia el Presidente de la República y de los señores Ministros de Relaciones Exteriores y del Trabajo y Previsión Social, se produce en los momentos en que la opinión pública y aun la opinión mundial están enteradas de una grave
emergencia que vive nuestro país, en relación con las actividades emprendidas por la Kennecott, que tienen por objeto nada menos que bloquear el acceso del cobre chileno a un mercado donde se está colocando, actualmente, el 80% de nuestra producción. De manera que si la Kennecott tuviera éxito en su maniobra, evidentemente estaría creando una situación realmente inimaginable para nuestro país, por la gravedad que ello encierra. Precisamente, para enfrentar esta situación y, además, para denunciar estas maniobras ante las propias Naciones Unidas, se plantea el viaje del Presidente de la República y los permisos que en estos momentos ocupan la atención de la Honorable Cámara.
Por lo tanto, negar o entorpecer de alguna manera, sobre la base de preguntas infinitas porque aquí también se podrían traer muchas más consultas que las que se han formulado...
El señor MONARES.-
¡Que contesten una!
El señor SILVA (don Julio).-
... y usar estas preguntas, que pueden ser muy justas o con pretextos pueriles, para justificar, entorpecer o impedir la realización en debida forma de este viaje significa menoscabar la actuación que está desarrollando el Gobierno para enfrentar esta emergencia, que es la más grave que el país, no sólo el Gobierno, sino que el país entero, como conjunto, ha debido enfrentar en muchos años. Porque se trata, nada menos que de bloquear, como he dicho, el acceso del cobre chileno al mercado, donde se está vendiendo el 80% de él.
Si la Kennecott tiene éxito en sus gestiones de embargo, evidentemente estaría produciendo este bloqueo. De manera que el país está enfrentado ante esta amenaza que es grave, gravísima, y que jamás se había producido en contra nuestra. Y es en defensa de esos intereses, que no son sólo los del Gobierno, para lo que se proyecta este viaje y se proyectan las entrevistas y actuaciones que en su programa están contempladas.
De modo que resulta verdaderamente increíble que la Oposición o parte de ella, dominada realmente por un sectarismo del cual protesta tanto, pero en el que se incurre en forma muchísimo más grave, porque no sólo lo realiza frente al Gobierno, sino a los intereses del país, y enceguecida por este odio frenético a la acción del Gobierno, no repare en la grave emergencia que se está afrontando y trate de dificultar o, por lo menos a través de la negativa a estos permisos de debilitar y menoscabar la posición del Presidente de la República, en los momentos mismos en que tiene que ausentarse del país para defender los intereses de Chile, amagados en la forma que he señalado.
Por eso, nos parece que realmente no se peca de exageración al decir que en esta forma - y no cierta y seguramente por el deseo de hacerlo, pero de alguna manera inconsciente por esta obcecación irracional a la cual no tiene derecho a llegar la Oposición cuando están en juego los intereses del país en su conjunto - la actuación de la Oposición, al pretender negar estos permisos, está en el fondo haciéndoles el juego a esos mismos intereses, a los intereses de la Kennecott, a los intereses ajenos a Chile, a los intereses antipatrióticos que quieren poner a este país en una grave emergencia y le está negando al Presidente de la República los medios mínimos...
El señor ARNELLO.-
¡No es así!
El señor SILVA (don Julio).-
... como son los que significan la integración de su comitiva con dos Ministros para defender en la mejor forma que el Presidente ha estimado los intereses de Chile ante el mundo.
De manera, señor Presidente, que en vista de esta obcecación, realmente se coloca en una situación, sin quererlo seguramente, de aliada de estos intereses extranjeros, aliada de estos intereses imperialistas, aliada de la Kennecott...
El señor PALESTRO.-
¡Cómplices!
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¡Señor Palestro!
El señor SILVA (don Julio).-
... para debilitar la posición de Chile.
El señor PALESTRO.-
¡Cómplices!
El señor ARNELLO.-
¡Es el Tribunal de París, no el Kremlin el que va a fallar!
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¡Señor Arnello!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
Puede continuar el señor Silva.
El señor ARNELLO.-
¡Es un Tribunal de Derecho!
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¡Señor Arnello por favor!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¡Señor Palestro, escuchemos al señor Silva!
El señor SILVA (don Julio).-
Señor Presidente, ésta es una forma de menoscabar la posición del Presidente de la República, en circunstancias que tiene que cumplir esta misión tan trascendente y tan delicada para los intereses del país.
Yo estoy seguro de que las preguntas o las inquietudes que aquí se han formulado, podrían ser ampliamente respondidas por el señor Ministro de Relaciones Exteriores, quien, como aquí mismo se ha dicho, concurrió a una reunión de Comités. Respecto del problema que se ha planteado de la comercialización del cobre, es evidente que no es necesario estar demasiado interiorizado en él para comprender que podría, en un momento dado, ser útil para el país para contrarrestar la maniobra de la Kennecott, incluso podría ser conveniente desde el punto de vista nacional, que esta comercialización del cobre pudiera estar en manos de alguna empresa que quedara al margen de esa operación de bloqueo. Pero es evidente...
El señor ARNELLO.-
¡Es harto más grave!
El señor SILVA (don Julio).-
... y es de un elemental sentido común, que mientras no se resuelva el problema que está planteado ante los tribunales de Francia y de otros países y no se resuelva en contra de Chile, que a nadie se le va a ocurrir innovar en materia de comercialización del cobre.
Por lo tanto, estos son asuntos extemporáneos. Por eso, dije que pueden ser preguntas que tengan algún interés ilustrativo para satisfacer cierta inquietud, como otras que se hacían en relación con la explotación de un mineral por parte de capitales soviéticos, en circunstancias que cualquiera persona más e menos informada sabe que no hay capitales soviéticos que exploten empresas, minas o recursos naturales de ningún país del mundo, porque la Unión Soviética, sencillamente, no exporta capitales para realizar explotaciones imperialistas como lo hacen las empresas de los grandes países occidentales del capitalismo. Y esta es una diferencia establecida a través de muchos años de experiencia. Señor Presidente, ni siquiera en los países socialistas hay capitales soviéticos que estén explotando recursos o empresas. De manera que resulta una cosa tirada de las mechas, venir a plantear la duda, la inquietud, la interrogante, acerca de si algún capital soviético va a venir a explotar no sé qué mina de cobre con tales o cuales características.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¡Señor Robles!
El señor SILVA (don Julio).-
Pero estas cosas también se pueden responder y puede ser útil, en un momento dado, que se respondan, pero no es posible que se usen como pretexto para negar la autorización a los Ministros a fin de menoscabar la posición del Presidente de la República frente a esta grave emergencia, y para convertirse, en la práctica, más allá de las palabras, porque aquí son más importantes los hechos que las palabras, porque con las palabras se pueden decir muchas cosas, en aliados de la Kennecott, en aliados del imperialismo, en aliados de estas maniobras destinadas a liquidar la economía del país, incluso, a liquidar los intereses chilenos.
No se saca nada con decir: Todos estamos en contra de esto. Todos estamos en contra de estas maniobras de la Kennecott. Todos estamos en contra del embargo, si cuando llega el momento en que el Presidente de la República tiene que salir al mundo a defender la posición de Chile, se valen de una atribución que tiene la Cámara para menoscabar la posición del Presidente de la República, para debilitar la posición del Presidente de la República y para cercenar y censurar, incluso, a la comitiva ministerial que lo ha de acompañar en tan importantes funciones.
Eso no es ser consecuente. Más valdría ser sinceros, tener la hombría de ahorrrarse las palabras de solidaridad sobre el problema de la Kennecott y decir de frentón: Aquí estamos dispuestos a apechugar con la Kennecott, porque lo que nos interesa es liquidar a este Gobierno; lo que nos interesa es derribar a este Gobierno...
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SILVA (don Julio).-
Eso sería más franco, señor Presidente, pero no tienen valor...
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¿Me excusa, señor Silva? Ha llegado a su término el tiempo del Comité de la Izquierda Cristiana.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
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