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- rdf:value = " El señor BARRIONUEVO.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor BARRIONUEVO.-
Señor Presidente, las aguas del río Salado tienen características muy especiales, como consecuencia de los minerales de cobre que arrasan. En efecto, su caudal proviene de las aguas del río La Ola, que es utilizado por el mineral de El Salvador en su planta de concentración de minerales; a él se incorporan, por lo tanto, los relaves de esta planta.
Después de un torrentoso recorrido de las aguas, se produce en los relaves que arrastra un fenómeno de reacondicionamiento que permite recuperar, por la agitación y flotación, las piritas de cobre que contienen; es decir, se produce una liberación del cobre de los demás elementos mediante este proceso natural de agitación, sin más costos adicionales que los que inciden en la espumación de los relaves y su concentración.
El 9 de octubre de 1952, por decreto supremo Nº 2.265, del Ministerio de Obras Públicas, se otorgó a la Compañía Minera y Comercial Sali Hochschild Sociedad Anónima, a don Joaquín Gálvez Naranjo y a la Compañía Sudamericana de Minas, una merced definitiva, por el plazo de 20 años, de 700 litros por segundo, de las aguas del río Salado, del departamento de Chañaral, para extraer de ellas las piritas de cobre que llevan en suspensión. Otra merced similar obtuvo en 1960 don' Juan Miguel Cortés Herrera.
Las mercedes de aguas otorgadas permitieron que los beneficiarios de ellas obtuvieran cuantiosas utilidades, ya que la producción de los años 1967, 1968 y 1969 alcanzó a un promedio anual de 5.000 toneladas de cobre fino, sin que esto haya redundado en beneficio directo del progreso de la zona. En efecto, antes de la dictación de la ley Nº 16.723, de 13 de diciembre de 1967, esta producción no estaba gravada con una tributación especial, y sólo a contar de esa fecha empezó a regir un impuesto equivalente a 1,7 veces el sueldo vital mensual, escala B), de los empleados particulares del departamento de Chañaral, por cada tonelada de cobre fino producida, con lo que se financia la construcción de las obras de agua potable para dicho departamento.
Por otra parte, es conveniente hacer notar que el curso del río Salado, que desemboca en el puerto de Chañaral, ha provocado su embancamiento, con los consiguientes perjuicios que ello involucra.
Esta situación ha sido duramente resistida por los habitantes de la provincia, por cuanto ha significado, como ya se ha dicho, pingües utilidades para tres firmas particulares y casi ningún beneficio para la zona.
Con el objeto de promover el desarrollo económico del departamento de Chañaral, y en conformidad a lo estatuido en el artículo 28 del Código de Aguas, por decreto supremo Nº 580, de 20 de junio de 1969, se dispuso la extinción de las mercedes concedidas a particulares sobre las aguas del río Salado para extraer de ellas las piritas que contienen en suspensión.
Posteriormente, la Empresa Nacional de Minería (ENAMI) formó una sociedad mixta con don Joaquín Gálvez y la Sociedad Minera Barquitos, destinada a la extracción de las referidas piritas de cobre del río Salado.
Ahora bien, señor Presidente, no obstante que esta sociedad mixta es la única que tiene una merced de aguas, se ha producido una situación de hecho en las riberas del mencionado río, que se hace necesario analizar, dado el profundo contenido social que ella implica.
Con motivo de la cesantía existente en la zona, ocasionada principalmente por la paralización de numerosas minas como consecuencia de la baja del precio internacional del cobre, se han instalado, a través de los 165 kilómetros de extensión del río, alrededor de 124 pequeñas plantas destinadas a la extracción de las piritas de cobre que contienen sus aguas.
Esto significa procurar trabajo a unas 360 personas, más o menos, pues en esas plantas labora todo el grupo familiar, lo que se traduce en una evidente disminución de la cesantía y, a la vez, en una importante fuente de producción, ya que, según informaciones que me han sido suministradas en la zona, el trabajo de es tas pequeñas plantas representa la recuperación de 4.000 toneladas de concentrados mensuales.
Junto con lo anterior, se obtendría un financiamiento seguro para el desarrollo económico de Chañaral, ya que, por concepto de aplicación de la ley Nº 16.723, la tributación de éstas sería de aproximadamente Eº 800.000 mensuales.
A mayor abundamiento, es importante destacar también que estos trabajadores han ofrecido el aporte voluntario y gratuito de un hombre por cada planta para efectuar las faenas de desviación del río Salado, obra fundamental que vendría a salvar el agudo problema de embanca- miento del puerto de Chañaral, solución que ha sido tantas veces postergada y que los ex mercenderos, Sali Hochschild, Joaquín Gálvez y Juan Cortés, fueron incapaces de emprender y financiar, a pesar de las considerables utilidades que han obtenido.
En igual forma, hay que señalar que las faenas que hoy realizan estos esforzados trabajadores ubicados a través del río, no significan en modo alguno lesionar los intereses de la planta de la ENAMI, pues según informes técnicos, el río Salado arrastra un promedio de más de 30 mil toneladas de relaves cada 24 horas, correspondiendo un 1,5% a concentrados de cobre; es decir, resultan 450 toneladas diarias de una ley medio superior al 10%. La planta de la ENAMI y demás de recuperación existentes antes de producirse la instalación de los referidos grupos de trabajadores, no logran, en conjunto, superar las 5.000 toneladas de explotación mensual, perdiéndose en el mar, irremisiblemente, el resto de las piritas de cobre y provocándose el embancamiento del puerto de Chañaral.
Durante mi vida parlamentaria, y desde mucho antes también, he manifestado públicamente que las riquezas del río Salado deben ser explotadas libremente por los pequeños mineros, por los pirquineros y, en general, por gente de la zona, y no como ocurría hasta hace poco, cuando los privilegiados de antes ni siquiera vivían en la región.
Hoy, más que nunca, se hace necesario ayudar a esas 360 personas que han encontrado en el río Salado una importante fuente de trabajo que, además, se traduce en un apreciabie aporte económico y tributario para el progreso de la zona, y que, repito, no va en desmedro de la ENAMI ni de nadie.
La Empresa Nacional de Minería, cuya función primordial es fomentar y procurar un poder comprador para la pequeña y la mediana minerías, ha ignorado la situación producida en el río Salado. Así es como se niega a recibir a los dirigentes de los comités que se han formado con tal motivo, quienes desean plantearle los problemas que les afectan. Asimismo, los ejecutivos no visitan la zona ni han tomado contacto en el terreno con estos trabajadores. No obstante, cuestionan las leyes de los minerales extraídos del río Salado y, lo que es más, se niegan a comprarlos; es decir, la ENAMI se margina de un proceso social y económico de la trascendencia que éste reviste.
Y hay más todavía, señor Presidente. La ENAMI pretende marginal igualmente a estos trabajadores de las faenas que hoy realizan en el río Salado, pretextando que en los planes de expansión está considerada la construcción de dos nuevas plantas en el río Salado.
Pero, ¿qué ocurrEº El hecho de que se piense instalar una planta no significa que ella empezará a funcionar de inmediato o a breve plazo. Para que esto ocurra será necesario proyectarla previamente, elegir las maquinarias adecuadas y que correspondan a la última técnica internacional en la materia; cotizar precios, colocar las órdenes respectivas; que lleguen a puerto chileno; que se cumplan los trámites de desaduanamiento, su instalación, etcétera. Por lo tanto, transcurrirá un año y medio, tal vez dos años, desde que se considere su instalación. ¿Por qué, entonces, el apresuramiento de la ENAMI para que estos pequeños mineros se retiren de las faenas que en la actualidad realizan en el río Salado? Necesariamente tengo que llegar a la conclusión de que sólo existe desconocimiento de la situación de hecho producida, ya que no se ha querido recibir a los dirigentes de esos trabajadores ni tampoco se ha visitado esa zona. Por otra parte, en reiteradas oportunidades he intentado to- tar contacto con la ENAMI, sin haberlo logrado hasta este instante.
En contraste con ello, puedo señalar que el señor Subsecretario del Interior me brindó una amena y cordial entrevista, en la que pude darle a conocer los alcances del problema. El comprendió de inmediato que había que considerar la situación de estos 360 hombres, que sólo desean producir más mediante el esfuerzo y el trabajo de ellos y de su núcleo familiar. Además, estas nuevas faenas en el río Salado permitirán absorber, en gran medida, la cesantía producida en el departamento de Chañaral.
El señor Subsecretario se comprometió a considerar esta situación con su colega de Minería y con la propia Empresa Nacional de Minería, con el objeto de encontrar una solución que permita a esos trabajadores continuar en las labores que desarrollan actualmente.
Una acogida similar encontré, asimismo, en el señor Subsecretario de Minería, quien prometió buscar la solución definitiva e integral de este problema.
En otro aspecto, quiero desvirtuar, en esta oportunidad, determinados calificativos dados a la situación producida.
Se ha pretendido hacer creer a la opinión pública que esta actitud tendría algún carácter político, con el fin de crear dificultades al actual Gobierno. Bastará decir, solamente, que entre la gente que hoy está trabajando en el río Salado hemos encontrado militantes de todos los partidos políticos y un gran número de ciudadanos independientes; pero puedo señalar que la mayoría de ellos pertenece a la Unidad Popular.
Para reforzar lo expuesto, daré lectura a un memorándum preparado por el Comité de Recuperación del Río Salado, en el que los trabajadores, junto con entregar los antecedentes materia de la situación producida, desvirtúan categóricamente que su movimiento tenga alguna orientación de carácter político o que pretenda crear un conflicto a las autoridades.
Esto es lo que dice a la opinión pública el Comité mencionado:
"El Comité de Recuperación del Río Salado, sorprendido por las recientes declaraciones antojadizas del señor Gobernador del departamento, don Carlos Gómez Cerda, y de los dirigentes de la Unidad Popular de Chañaral, en relación al aprovechamiento y explotación de los relaves del río El Salado, se hace un deber puntualizar :
"1.-Contrariamente a lo declarado por el señor Gobernador y los dirigentes de la Unidad Popular, nuestro movimiento no ha tenido, ni tiene ni tendrá carácter político, lo que queda ampliamente demostrado con la diversidad de ideologías que en particular cada uno de los ocupantes del Río Salado sustenta. Comunistas, socialistas, democratacristianos, nacionales, independientes y radicales, conforman un conglomerado humano que, por sobre barreras y sombras políticas que algunos grupos se esfuerzan por ver, solamente persigue recuperar para Chañaral y Chile lo que siempre debió haber sido del pueblo.
"2.-No aceptamos las imputaciones directas e indirectas, que estarían señalándonos como creadores de un conflicto hacia el Supremo Gobierno. No es nuestro ánimo precisamente ese. Por el contrario. Confiamos en el compañero Presidente doctor Salvador Allende, apoyamos su gestión gubernativa en beneficio del pueblo y estamos prestos a colaborar con él en el más amplio sentido de la palabra. No puede el señor Gobernador ni los se ñores dirigentes de la Unidad Popular hablar de movimientos de agitación y políticos, ya que en el fondo de sus conciencias deben reconocer con honradez que un 90% o más de quienes actualmente se encuentran instalados en las márgenes del Río Salado son militantes de la Unidad Popular o independientes adictos a ella.
"3.-Por más de 20 años, ha venido existiendo un monopolio sobre las inmensas riquezas del Río Salado, las que han estado siempre en manos de los señores Gálvez, Hoschild y Cortés, monopolio que, en forma concreta, no se ha traducido en nada concreto para beneficio de esta sufrida tierra ni de sus esforzados hombres del pueblo.
"4.-De acuerdo a los informes técnicos de conocimiento público, el Río Salado trae un promedio de más de 30 mil toneladas de relaves cada 24 horas. Los mismos informes calculan que, de ello, el 1,5% corresponde a concentrados de cobre, es decir, 450 toneladas diarias, de una ley media superior al 10%. Actualmente, basados en estos antecedentes, podemos afirmar que las grandes plantas de recuperación existentes, incluida la nueva de ENAMI, no logran en conjunto superar las cinco mil toneladas de explotación mensual, perdiéndose irremisiblemente en el mar, botándose así la riqueza de Chile.
"5.-Nuestro deseo concreto es poder recuperar esas riquezas, elevar con ello el standard de vida en forma casi directa de casi mil personas de esta comuna, que es, grosso modo, el total de asentados en el río y sus cargas familiares. Crear así nuevas fuentes de ingresos, fuentes de trabajo seguro, favorecer indirectamente al comercio zonal y a la pequeña industria, que se vería inyectada de un nuevo dinamismo con esto y, lo que es más importante, tributar justamente en beneficio de Chañaral. Basta decir, por ejemplo, solamente, que una de las plantas a la que ENAMI accedió a comprar su producción de un mes (planta del señor Grenett y
Cía.) dejó en arcas fiscales por concepto de la ley 16.723, ocho mil escudos de impuesto directo destinado exclusivamente al desarrollo de Chañaral. Comprenderá entonces la opinión pública que, de instalarse 60 o más plantas pequeñas, como las que ya están instaladas, Chañaral recibiría un ingreso cercano a los 500 millones de pesos mensuales, destinados íntegramente para su desarrollo y solución de sus principales problemas a breve plazo.
"6.-No nos oponemos a que, si así el Gobierno lo determina, se instalen también plantas de ENAMI, o la Municipalidad o CORFO-Norte. El río Salado da para eso y mucho más. El Presidente de Chile lo dijo el primero de mayo último: "Debemos producir más mediante el esfuerzo y el trabajo" y agregó que el sueldo de Chile está en el cobre".
"Nosotros preguntamos entonces a la opinión pública, ¿podemos permitir que el cobre se pierda irremisiblemente en el mar? Ello significa la negación del desarrollo y del progreso del país.
"7.-Queremos agregar que, contrariamente a lo expresado por el señor Gobernador y los dirigentes de la Unidad Popular, aquí no existen quienes pretenden aprovecharse de una circunstancia con fines partidistas. Nos une el deseo de trabajar y colaborar al desarrollo de Chaña- ral y Chile. Nuestro Comité lo forman esencialmente obreros, un alto número de cesantes, mineros, modestos empleados y pequeños industriales, todos hombres de esfuerzo."
"8.-Por lo anteriormente expuesto y en honor a la verdad, la opinión pública estará junto a nosotros en esta hora, según confiamos. Comprenderá que no nos guían intereses mezquinos ni partidistas, como se ha pretendido acusarnos. Queremos trabajar en paz, producir para Chile y los nuestros y contribuir al progreso de esta tierra.
"9.-Finalmente, dicen, queremos dar a conocer que en días próximos viajará has ta la capital del país una comisión de representantes nuestros con el objeto de exponer nuestra situación al respecto ante parlamentarios, Ministros correspondientes, organismos competentes, prensa, radio e inclusive ante el propio Presidente de la República, para darles a conocer nuestra interpretación.
"Por el Comité de Recuperación del Río Salado, firman Víctor Grenett Saavedra; Carlos Riveros Oliva; Tomás Humeres; Dubel Abel Norambuena. Chañaral, 14 de mayo de 1971.".
Señor Presidente, aquí hay otro mensaje más que ha entregado Pueblo Hundido, pero yo tendré consideración con la Cámara, dada la hora, y omitiré su lectura. Voy a continuar.
El señor KOENIG.-
¡Que se inserte!
El señor BARRIONUEVO.-
Mi actuación en el problema esbozado a grandes rasgos es la consecuencia natural de toda una trayectoria en apoyo y defensa de los derechos laborales de mi región. Mi actuación en los conflictos de Mina Vieja, de la Mina Dulcinea, de Cerro Imán y tantas otras, así lo demuestra y lo avala. Cada vez que se ha producido alguna situación conflictiva para los trabajadores, he sido permanentemente el primero en acudir en ayuda de ellos, el primero en tomar contacto con las autoridades de Gobierno, fuera cual fuere la orientación de éste.
En estos instantes es indispensable dar una solución integral a la situación expuesta, que afecta a esas 360 personas que están trabajando a través del río Salado, quienes ven, con angustia, que la Empresa Nacional de Minería los combate, no les compra su producción y se prepara para ejercer todas las acciones necesarias para hacerlos expulsar de las faenas que están desempeñando.
Por todas estas consideraciones, señor Presidente, solicito que se sirva dirigir oficio a Su Excelencia el Presidente de la República y al señor Ministro de Minería, con el objeto de que se les transcriban mis observaciones y se promueva, a la mayor brevedad, una reunión en que participen autoridades de Gobierno, parlamentarios y los propios afectados, para que en ella se encuentre una adecuada y definitiva solución a este grave problema laboral y social.
Al terminar mi intervención, repito, una vez más, que la gente de Chañaral tiene, por vez primera, la posibilidad de trabajar directamente a través del río Salado, oportunidad que hasta hace poco sólo estaba reservada para unos pocos privilegiados que, aun cuando obtenían enormes utilidades, nada aportaban en beneficio de Chañaral y sólo dejaban a sus obreros los "raspados de olla", llevándose ellos, con la materia prima de la zona y el esfuerzo del hombre de trabajo de Chañaral, utilidades que no tienen relación alguna con los capitales invertidos.
Señor Pregidente, en honor a la verdad, tengo que informar que la Comisión de Minería, el día miércoles, designó al Diputado señor Magalhaes y al que habla con el objeto de entrevistarse con personeros de ENAMI y buscar una solución a este problema. Efectuada la entrevista, llegamos al siguiente acuerdo, incluso con los del Comité del río Salado: que si las muestras obtenidas en los relaves del río Salado eran de 4, 5 ó 6%, estos pequeños trabajadores que están instalados en el río no podían seguir trabajando las plantas.
Como tengo fe en los trabajadores, porque he sido uno de ellos, me permití, al margen de ENAMI y de los trabajadores, sacar personalmente, durante dos días, muestras por mis propias manos y mandarlas a la Universidad Técnica. Y he tenido la satisfacción, hoy día, de recibir, por respuesta privada, la información de que el análisis de ellas da un 14,4% de cobre, y que el cobre soluble alcanza a un 1,4%. Eso significa que los trabajadores tenían razón, y la ENAMI verá que no estaban explotando un relave que no tuviera la ley suficiente. También se acordó que fuera a la zona una comisión técnica, a sacar muestras allí y mandarlas a la Universidad de Chile. Si acaso las muestras sobrepasaban de 8 hacia arriba, la Empresa Nacional de Minería entraba a comprar el mineral; es decir, abría la compra de minerales y se buscaba la solución adecuada para que ésta quedara establecida.
Por lo demás, señor Presidente, como no soy abogado, he consultado a los jurisconsultos, y he sabido que la merced solamente se extiende río arriba de El Salado y que lo que está hacia abajo puede ocuparse libremente, porque no hay merced. No hay daño a terceros. Esto es como un barco que se hunde, quedan flotando mercaderías que van a las playas y lo que procede es recoger esas mercaderías, como si estuvieran abandonadas. Esto es lo mismo que un basural, adonde la gente va a recoger botellas, sacos, fierros, etcétera.
En consecuencia, señor Presidente, no hay ningún daño. La prensa ha tergiversado esto. No quiero contestar a la prensa, porque aquí están los análisis. Estos son hombres honrados; yo los conozco uno por uno; he estado dándoles la mano, manos que son encallecidas.
Seguramente, las personas que han atacado por la prensa, tanto a estos hombres como al que habla, si hubieran llegado al terreno de la realidad, si hubieran andado por el río y hubieran conocido a esas gentes, tendrían otra opinión; porque, como lo he demostrado en mi discurso, este cobre se va a perder en el mar. Aquí no hay oposición de ellos ni de nadie; ni hay agitación. Todos ellos son hombres de trabajo los que están instalados allí.
Muchas gracias, Honorable Cámara, por haberme escuchado.
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