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- rdf:value = " 1.-SITUACION DEL SERVICIO NACIONAL DE SALUD Y SUS REPERCUSIONES.- OFICIO.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).
La presente sesión ha sido citada a petición de 30 señores Diputados, con el objeto de analizar la situación del Servicio Nacional de Salud y sus repercusiones en la salud del país.
En conformidad con lo dispuesto en el artículo 166 del Reglamento, el tiempo previo de 15 minutos que dicha disposición establece corresponde al Comité Nacional.
Ofrezco la palabra.
El señor SCARELLA.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Scarella.
El señor SCARELLA.-
Señor Presidente, hemos solicitado esta sesión especial para analizar los problemas del Servicio Nacional de Salud y sus implicancias en la salubridad pública. Nos mueve también la necesidad de crear conciencia en el Parlamento y en el país de la gravedad de estos problemas.
Hemos solicitado, en múltiples oportunidades, desde que asumió este Gobierno, hace un año, la presencia, en la Comisión de Salud de esta Honorable Cámara, del señor Ministro de Salud y del señor Director General del Servicio, para hacerles presentes nuestras inquietudes y requerir la información que precisamos sobre los planes futuros en esta materia, que el Gobierno solamente ha enunciado en forma muy vaga.
Nos preocupa, en especial, que se esté planificando un Servicio Unico de Salud sobre la base del actual Servicio Nacional de Salud que, como describiremos más adelante, no cumple actualmente en forma apropiada las funciones que le encarga la ley.
El Presidente de la República, en su Mensaje del 21 de mayo de 1971, tampoco nos da muchas luces en esta delicada materia; se limita a incursionar en el campo de los doctrinarismos marxistas, planteando que concibe la salud como un proceso dialéctico y atribuyendo, en forma muy poco respetuosa para el cuerpo médico, una pretendida comercialización de las prestaciones médicas, que corrompería el sentido ético y moral de ellas. No podemos concederle autoridad para juzgar el ejercicio de la profesión médica al señor Allende, ya que jamás podrá comprender cuáles son las relaciones entre médico y paciente, los sacrificios que de parte del médico involucran, el resumen de estudio, investigación y dedicación que significa cada acto médico y la confianza y esperanza que hay de parte del paciente.
Esta situación está descrita en forma magistral en el libro de Solzhenitsyn, en que critica en forma muy dura la medicina impersonal, burocrática y estatizada que predomina en la Unión Soviética. Antes de dar juicios, el Presidente de la República y sus hombres de Gobierno harían bien en leer "Pabellón de Cancerosos", para que comprendieran la realidad que significa el ejercicio de la profesión y la realidad que significa el ser paciente.
Contradice también el señor Allende sus propias expresiones, por lo demás, al criticar, en este aspecto, a los médicos, ya que en el Senado de la República, el 17 de mayo de 1967, cuando se discutía la Ley de Medicina Curativa, expresó que "los médicos, lesionando sus propios intereses, patrocinaron las leyes esenciales, me refiero decía el señor Allende a la de seguro de enfermedades, a la que creó la atención médica: la Ley 4.054. Después, estos mismos profesionales comprendieron que no podía otorgarse atención médica sólo al imponente, al hijo hasta los dos años de edad y a la mujer durante el parto, sino que era imperativo sembrarla en el grupo familiar. Y creo que Allende, Senador, tenía razón al decir esto, ya que el cuerpo médico, el personal paramédico especializado, los trabajadores de la Salud, todos, han sido generosos y responsables al aportar a la sociedad su cuota de real sacrificio, mal remunerado, pero constante y abnegado. Por eso, no comprendemos que el propio Presidente Allende se haya sumado a una campaña de desprestigio de los profesionales, cuyos objetivos nosotros comprendemos muy bien, ya que no son otros que doblegar a un grupo independiente en su trabajo y, por lo tanto, también independiente en sus ideas políticas.
En el Mensaje del 21 de mayo de 1971, el Presidente anuncia la creación del Servicio Unico de Salud. También la anuncia en el veto al Instituto Nacional del Alcoholismo, en cuyo texto, como única razón para frenar una iniciativa tan importante y tan necesaria para el país, fruto del trabajo de los más destacados especialistas de Chile en la materia y del trabajo del Parlamento durante más de un año, además, aprobado con los votos favorables de los partidos marxistas, se da, digo, como único pretexto, la creación del Servicio Unico de Salud, y otros argumentos.
Es decir, pareciera que estamos ante la evidencia de vernos abocados a discutir este proyecto de ley. Como el Presidente de la República dice, también en su Mensaje del 21 de mayo de 1971, el Servicio Unico de Salud se creará sobre la base del Servicio Nacional de Salud. Nos preocupa la situación de este último, y en el breve tiempo de que disponemos trataremos de señalar sus principales deficiencias.
Es un servicio que no da cobertura adecuada a sus beneficiarios. Conseguir atención en el Servicio Nacional de Salud es dificultoso. Hemos investigado que una consulta de medicina interna en policlínica, en los hospitales de Valparaíso y Viña del Mar, se demora, en obtenerse, más de un mes; las de Cirugía, alrededor de un mes y medio; y en las especialidades, es frecuente que las consultas tarden en otorgarse hasta tres meses. Salvo para las hospitalizaciones de extrema urgencia, las listas de espera, en cirugía y en medicina interna, también obligan a una angustiosa tardanza de meses. Las camas de maternidad del Servicio Nacional de Salud ya es una costumbre en el país, están ocupadas por dos enfermas, situación evidentemente irrespetuosa para la madre y su hijo, que demuestra la insensibilidad de un servicio estatal frente a la persona humana. Podríamos seguir enumerando múltiples factores que indican que el Servicio Nacional de Salud es incapaz de cumplir en forma adecuada la misión que le señala la ley. Cualquiera que concurra a un establecimiento de él, se encontrará con una atención burocrática y deshumanizada.
Y esto, a un alto costo, que lo pagan todos los chilenos. Así, se ha establecido que una consulta en el Servicio Nacional de Salud le cuesta al país 76 escudos, en circunstancias que el costo de una consulta en medicina curativa, es decir, SERMENA, cuesta solamente 70 escudos, y no hay nadie que discuta que esta última es más humana y de mejor calidad técnica que la que puede otorgar el Servicio Nacional de Salud.
Cabe destacar, además, que el equipamiento del Servicio Nacional de Salud está cada vez más distante de los avances científicos-tecnológicos del mundo desarrollado de hoy, lo que crea una contradicción y una frustración en los profesionales que no pueden aplicar con técnicas adecuadas sus conocimientos y capacitación teórica, todo lo cual, naturalmente, va en perjuicio directo de la población y del país.
Tiene el Servicio Nacional de Salud, un exceso de personal, una mala distribución de éste y, lo que es más grave, mal pagado, lo que no nos debe extrañar, ya que el Estado es el mayor explotador de los trabajadores que existe. Esto está reconocido por el Ejecutivo en el proyecto de escala única del Servicio Nacional de Salud.
En relación al personal, tampoco cumple el Servicio Nacional de Salud las normas mínimas de higiene y seguridad en el trabajo, que este mismo servicio exige a otras entidades. Los que hemos trabajado en los hospitales de Chile sabemos en las condiciones insalubres en que el personal debe trabajar, los peligros a que está expuesto, desde el contagio de enfermedades hasta el uso de las calderas, en las cuales no se observan las mínimas seguridades.
Esta organización monstruosa que es el Servicio Nacional de Salud, presenta duplicación de equipos, a veces en zonas muy cercanas, a veces dentro de un mismo hospital, mientras que en otras áreas hay carencia absoluta de ellos. Lo mismo podríamos decir de la provisión de instrumentos, medicamentos y toda clase de materiales de trabajo. Cada jefe de servicio o médico con iniciativa en el país, si quiere tener algún material con que trabajar, tiene poco menos que conseguirlo por su cuenta o por contactos internos dentro del servicio, lo que evidentemente es una demostración de ineficacia administrativa.
¿Por qué creemos nosotros que ha sucedido todo esto? Porque se ha creado un sistema gigante que ha sobrepasado las posibilidades de control y funcionamiento orgánico eficaz; porque existe un centralismo desmesurado y politizado; porque hay un divorcio entre el planeamiento y la ejecución. Esto ha sido puesto de relieve dentro de la misma Oficina de Planeamiento del Servicio Nacional de Salud. Así, en Cuadernos Médicos, volumen XI-4, la doctora Laura Cornejo y el doctor Raúl Palma expresan: "Gran parte de nuestros esfuerzos se han perdido en la tarea de sobrevivir al advenimiento de cada nueva autoridad de salud", reflejando así la difícil labor que han debido desempeñar por tratar de conservar esta herramienta, tan útil como desconocida en las acciones del Servicio Nacional de Salud. Igualmente, el doctor Claudio R. Sepúlveda y colaboradores, en Cuadernos Médicos, volumen XII-1, hacen claro análisis de diagnóstico, en que muestran el divorcio entre la planificación y la línea ejecutiva; así como la falta de capacitación técnica en la metodología de la planificación, tanto a nivel central como local. Señalan también la segmentación del proceso de planificación, los defectos de información y la ineficacia de los organismos técnicos centrales.
La falta de información adecuada dentro del servicio es un elemento perturbador gravísimo. Como ejemplo, puedo señalar que el insumo de rayos para medicina curativa debió acordarse convencionalmente, sobre la base de impresiones entre la Oficina de Costos del Servicio Nacional de Salud, la Sociedad de Radiología y el Colegio Médico.
El gasto médico del país, majaderamente repetido y expresado también por el Presidente de la República en su Mensaje del 21 de mayo de 1971, que considera que el 60% lo utiliza el sector privado, que no alcanza al 25% de la población, y el 40% restante el sector público, que atendería al 75% de los chilenos, carece de bases serias de estudio y no pasa de ser una aseveración en el aire, que, naturalmente, queremos investigar a fondo, como lo solicitó en su oportunidad el Senador señor Olguín en la Comisión de Salud del Senado, el 24 de junio de 1971.
Igualmente, se asevera que de los 360 médicos de la promoción de 1970, sólo 170 ingresaron al Servicio Nacional de Salud, mientras que el resto estaría en el extranjero o en consultorios particulares. Esto, que fue aseverado nada menos que por el Subjefe Técnico del Servicio Nacional de Salud, es una mentira, ya que trabajan en el Servicio Nacional de Salud, de esta promoción 252 médicos y 37 en otras labores funcionarías de significación social, como Universidades, Fuerzas Armadas, Carabineros, etcétera. En perfeccionamiento en el extranjero, cuatro, y funcionarios en instituciones privadas, dos, lo que significa que el 95% se encuentra cumpliendo con los objetivos de la educación médica en beneficio del país. Del resto, hay tres médicos que están en perfeccionamiento en el extranjero, de su propio peculio, y nada más que de quince se ignora su ubicación, o sea, sólo del 4,1%.
He señalado estos ejemplos de mistificación de la verdad, que se usan mañosamente para conseguir objetivos que, al dejar de ser base de información veraz, no pueden ser técnicos sino políticos.
Queremos señalar la gravedad de la falta de participación técnicamente ponderada de los trabajadores de la Salud, de la comunidad en la gestión del Servicio. El Gobierno, a pesar de las declaraciones expresas del señor Presidente de la República y repetidas solicitudes del Colegio Médico, no ha querido organizar y hacer funcionar una mesa de trabajo con participación de todos los colegios profesionales y técnicos, organizaciones gremiales de trabajadores de la Salud y representantes genuinos de la comunidad beneficiaria. Esto es especialmente grave, existiendo estudios completísimos al respecto, elaborados por el Colegio Médico antes y después de la elección del actual Gobierno. Es así como el Colegio Médico planteó, en los meses previos a la elección presidencial, la necesidad de estudiar en profundidad los problemas de la salud en Chile, ya que los tres candidatos presidenciales habían manifestado su intención de hacer cambios profundos en la materia. Y hay estudios con principios de acuerdos hechos en mesa redonda, con sentido técnico, con representantes autorizados de las tres mencionadas candidaturas. Nada de esto ha sido considerado, y a un año de haber asumido el señor Allende, nos encontramos en el mismo punto negativo que hemos planteado al comienzo de esta intervención. La llamada participación establecida en el decreto N° 602, sobre Consejos Locales de Salud, no tiene valor ejecutivo alguno; no fue analizado con ningún grupo profesional. Tiene defectos gravísimos, como el elevado número de integrantes de cada Consejo, lo que la hace ineficaz, además de la consiguiente distracción del funcionario de su trabajo específico.
Por otra parte, se aceptan e, incluso, se estimulan por las autoridades los sistemas de presión de hecho, es decir "tomas", como acaba de suceder en el Hospital Regional de Concepción, que excluyen todo estudio técnico y serio. Esta circunstancia es grave, ya que nada puede ser más técnico que lo relacionado con la salud y la administración hospitalaria.
De esta manera, la participación se ha transformado en politización del Servicio, y, diría aún más, sectarismo y partidismo descontrolado, que ha hecho crisis en sus últimos meses con deterioro aún mayor de la atención del enfermo, que es el fin más importante de la actividad del Servicio Nacional de Salud. Se ha atropellado la carrera funcionaría y el sistema de concurso. Valgan los siguientes ejemplos: el caso del Director del Hospital de Vallenar, en el que se usaron subterfugios absolutamente reñidos con la ley para removerlo de su cargo. Hay un informe al respecto del asesor jurídico del Colegio Médico, Nº 98-71. Igualmente, quiero citar la carta dirigida al "compañero" Director del Servicio Nacional de Salud, doctor Sergio Infante Roldan, por la Brigada Socialista de Punta Arenas, en relación con un congreso de FENAT que se desarrollaba en esa zona, firmada por don Manuel Velasco, Secretario de la Brigada Socialista, en la que se dice en su acápite número 2: "El actual director del Hospital Regional que desempeña tales funciones en carácter de titular es de filiación democratacristiana, y en tal situación estimamos necesario lo que sigue: limitar sus atribuciones por razones obvias", agregando en seguida una serie de consideraciones cuyo texto deseo que quede a disposición de la Honorable Cámara para su conocimiento.
Pido que se incluya esta carta en la versión.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
En su oportunidad, cuando haya quórum, se solicitará el acuerdo.
El señor SCARELLA.-
Perfectamente, ya que cuento con una copia de la carta.
Hay otra carta dirigida, en este caso, al "camarada" Sergio Infante, con fecha 26 de abril de 1971 y firmada por don José López Mardones, Jefe de Brigada de Partido Socialista, y Alfredo Navarrete Saavedra, Secretario de Actas, ambos del Comité Regional de Valparaíso, en la que solicitan a la Brigada Nacional de la Salud y al Comité Central del Partido Socialista que "políticamente la Dirección de la IV Zona de Salud quede en manos del Partido Socialista y mientras tanto buscar la forma de cambiar al Director de la IV Zona de Salud, doctor Rene Faraggi Cohén. De lo contrario nos veremos obligados a contemplar un movimiento gremial para que sea expulsado de su cargo".
Protestan de que se mantuviera en la IV Zona a todo....
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado?
Ha terminado el tiempo previo de 15 minutos.
El señor SCARELLA.-
Terminaré en el tiempo del Comité Nacional.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El turno siguiente corresponde al Comité Demócrata Cristiano.
El señor MARIN.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Oscar Marín.
El señor MARIN.-
Señor Presidente, la última Convención del Colegio Médico de Chile estudió un amplio temario relacionado con la salud pública del país. Fundamentalmente, se abocó al estudio del trabajo presentado por las autoridades del Gobierno de la Unidad Popular, que plantea la reestructuración del servicio eje de la salud pública, cual es el Servicio Nacional de Salud.
En primer término, estimamos que el país enfrenta un serio desafío en materia de salud, porque mantener y defender la salud de la población exige una cuantiosa inversión de recursos. Sin embargo, debemos tener presente, ante cualquier otra consideración, que "sólo un alto nivel de salud de una población puede enfrentar con éxito el desarrollo y la prosperidad de los pueblos atrasados o subdesarrollados". Es por esto que, aun cuando el cuidado de la salud es de alto costo, vale la pena hacer cualquier sacrificio, por cuanto no es dable hablar de "gasto en salud", sino que de "inversión en salud".
En relación con esta materia y de acuerdo con nuestra experiencia de 40 años de ejercicio de la profesión y de dirección en los servicios médicos en Chile, podemos decir que, en cuanto a los últimos trabajos realizados por el Servicio Nacional de Salud en la administración anterior, hay que tener plena conciencia de que no es fácil programar una política de salud en breve plazo. Estimamos que se requiere algún tiempo para programar con seguridad, confianza y rendimiento, esta labor, enfocando las prioridades. Es necesario conocer previamente los recursos humanos y los recursos económicos de que se dispone, para saber cuál es, realmente, la demanda médica, junto a otros factores básicos que inciden en la salud pública, como son, el salario, la alimentación, la vivienda, la organización comunitaria y el vestuario, y poder equilibrarla con la capacidad que el país pueda dar.
Es penoso comprobarlo, señor Presidente ; pero desde el comienzo del actual Gobierno se ha ido perfilando una estructura extralegal dentro del Servicio Nacional de Salud y paralela a los organismos administrativos de dicha institución, con la designación de las llamadas "Comisiones Coordinadoras", que dejan al margen al funcionario de carrera...
El señor ATENCIO.-
¿Qué era lo que usted hacía en Valparaíso, doctor Marín?
El señor AMUNATEGUI.-
¡No interrumpa ...
El señor MARIN.-
... en la elaboración y manejo de proyectos en salud, al mismo tiempo que...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Atencio, llamo al orden a Su Señoría!
El señor MARIN.-
... ha sido el mecanismo que les ha permitido desarrollar persecución política hacia la oposición y ha puesto en evidencia el sectarismo que los caracteriza. La creación de estructuras paralelas a la legal ni siquiera está avalada por la legitimidad, ya que éstas son medidas de facto, en las que no se ha consultado a los trabajadores de la Salud, a los profesionales y no profesionales.
Se dictó, en septiembre de 1971, el decreto Nº 602, derogando el decreto N° 250 dictado en la Administración Frei. Consecuentes con su política de facto, transforman el decreto Nº 250 Consejos Comunitarios de la Salud en el decreto Nº 602 Comités Locales de Salud, en el cual establecen una representación paritaria constituida por comunidad y trabajadores de la Salud, profesionales y no profesionales, sin salvaguardiar la necesaria prevalencia técnica que permita hacer operante dichos organismos. Por otra parte, ésta ha sido una medida inconsulta con respecto a todos los que laboran en el sector salud.
Estos antecedentes constituyen el preludio de cómo entiende la Unidad Popular la democratización del Servicio Nacional de Salud.
Los puntos fundamentales en que basan su trabajo los departamentos técnicos de la Unidad Popular son la democratización, la descentralización, para llegar, finalmente, a lo que llaman el "Servicio Único de Salud".
La Democracia Cristiana entiende que la democratización es la participación del pueblo organizado aplicada, en este caso, al área de la salud. Por esto, no puede aceptar que organismos como FENATS, FEPROTEC y la CUT constituyan las vías a través de las cuales se elijan los representantes para la participación, puesto que ninguna de estas organizaciones aglutina a todos los trabajadores que pretenden representar. Por ello, insistimos en que la elección de los representantes debe abarcar a la totalidad de los trabajadores de la Salud, profesionales y no profesionales, procedimiento a efectuarse mediante el voto directo, secreto y con información previa, salvaguardando con la debida ponderación, tanto de la comunidad, como de los trabajadores, la prevalencia técnica que permita una conducción eficiente del Servicio Nacional de Salud.
Si se pretende dar una medicina social integral, oportuna, eficiente, humana, deben tomarse todos los resguardos, porque si no se cumple ese objetivo, surge de inmediato la medicina privada y, con ello, el rechazo a esta medida socializada, el repudio de la ciudadanía toda.
No hay que olvidar que en Cuba, país que ha experimentado una revolución social importante y, para muchos, ejemplo en esta materia, existe medicina privada y pareciera que no tiene tendencia a desaparecer.
Nosotros participamos de la incorporación de la comunidad a los servicios de salud. O sea, estamos con la democratización, pero debemos entender, muy claramente y en forma objetiva, que la comunidad, en el momento actual, no está capacitada para dirigir los servicios donde hay, indiscutiblemente, una prevalencia técnica.
Nadie puede negar el hecho de que en ocasión del surgimiento de nuevas estructuras sociales, se exija que el hombre se sienta incorporado y sea parte integrante de estas estructuras en forma personalizada.
En otras palabras, la incorporación de la comunidad es lógica, puesto que está destinada a promover el bienestar general; pero, repetimos, esta comunidad debe preparase, previamente, en comisiones de trabajo, en estudios complementarios, familiarizarse con las normas de acción, etcétera.
Por esta razón, creemos que en una primera etapa la comunidad debe ser preparada por los entendidos. En todo caso, la acción de ella debe ser de tipo informativo y de asesoría, y sin facultades ejecutivas. Insistimos en esto, porque en el problema de la salud no sólo debe buscarse dar "mejor salud", sino que deben considerarse otros factores importantes que son, fundamentalmente, la educación, los salarios, la alimentación, etcétera.
Respecto de la descentralización del Servicio, se ha dicho que habrá centralización normativa y descentralización ejecutiva. Coincidimos con este pensamiento, siempre que la descentralización sea, fundamentalmente, de tipo administrativo y presupuestario. De ninguna manera debe aceptarse que la descentralización sea por función delegada de la autoridad superior, sino que debe ser establecida por modificación legal o reglamentaria. Sólo así habrá resultados positivos.
Los médicos que hemos dirigido servicios por muchos años sabemos muy bien que sólo la descentralización administrativa y de presupuestos permite la verdadera implementación de las acciones de salud y que sólo de este hecho ha de nacer, consecuencialmente, la desburocratización de las prestaciones.
Señor Presidente, estamos viviendo el monopolio de las diversas actividades del Estado, que impone el gobierno de la Unidad Popular en los niveles económicos e industriales para llevarnos a un estatismo que todos rechazamos. Es evidente que, por este camino, el Gobierno no podía dejar de mano la decisión de estatizar la medicina.
La creación del Servicio Único de Salud conspira contra la existencia misma del Colegio Médico de Chile, único organismo rector de la actividad médica y cuya presidencia desempeñara, en alguna oportunidad, el Primer Mandatario, quien, justo es reconocerlo, defendió siempre con calor la independencia y la autonomía del Colegio y, por cierto, la de todos los colegiados.
El tema a que nos lleva la intención de crear un Servicio Único de Salud es de tal importancia, que estimamos que una decisión sobre esta materia debe plantearse a través de un proyecto de ley con este pensamiento y no por un simple decreto. Debe haber amplio debate entre autoridades de la Salud, Colegio Médico y, sobre todo, con los beneficiarios que son, en última instancia, los que financian las prestaciones. En especial, debe escucharse a los empleados del país que han luchado desde hace muchos años por contar con su propio servicio. Hoy disponen de la ley Nº 16.781, de Medicina Curativa, dictada en la Administración Freí y que cuenta con el beneplácito de todos ellos, porque, fundamentalmente, se aplica y realiza por el sistema de la libre elección, reconociendo el derecho ciudadano a elegir libremente al médico que le dé garantías.
La Unidad Popular, hasta este momento, no ha presentado estudio alguno sobre la materia. No sabemos cómo va a enfocar el problema de la reestructuración del Servicio Nacional de Salud y el camino para llegar a este Servicio Único de Salud.
Los Diputados de estos bancos, que integramos la Comisión de Salud de la Cámara, hemos solicitado, como ya se ha dicho, en forma reiterada, la necesidad de conocer todos estos informes previos. Lamentablemente, nada hemos logrado. Deseamos conocer los estudios de la planta del personal y de encasillamiento, formas de designaciones, condiciones de trabajo, política de construcciones hospitalarias y ele policlínicas, las normas y reglamentos de administración y de operación del futuro Servicio, plan de operaciones y financiamiento que supone la investigación de la demanda satisfecha e insatisfecha de la atención médica y dental, demanda y oferta de los profesionales de la salud, índices de productividad profesional, rendimiento de los servicios y factibilidad de financiamiento. Esto último es básico, porque la inversión y el presupuesto del Servicio Nacional de Salud aumenta en forma abismante y, sin embargo, su real expansión no es efectiva. Como se ha dicho en más de una oportunidad, si se mantiene la línea de los recursos en forma horizontal y la línea de demanda de las prestaciones en forma francamente vertical, indiscutiblemente el Servicio Nacional de Salud vivirá una crisis que lo llevará al colapso total.
Por eso, decimos que la materia es de suyo muy delicada y creemos que lo lógico y racional sería estudiar esta materia a través de un proyecto de ley, lo que lamentablemente no podrá hacerse en este período por estar prohibido. Sólo podríamos intentar, tal vez, una reforma constitucional, o que presente el proyecto el propio Ejecutivo.
El único estudio serio que se conoce lo ha presentado el Colegio Médico de Chile, y es la consecuencia de los principios básicos de discusión de la convención última. Se llama "Sistema Único de Salud" y es, en esencia, un Organización Nacional Coordinadora de todos los servicios de salud del país.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra en el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor TUDELA.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
Excúseme, señor Tudela. Ha llegado a la Mesa un proyecto de acuerdo, al cual se le va a dar lectura.
El señor PARGA (Prosecretario).-
Proyecto de acuerdo presentado por el señor Scarella, señora Alessandri, señor Monckeberg, señor Laemmermann y señor De la Fuente, del Comité Nacional:
"Considerando:
"Las reiteradas denuncias formuladas en la Corporación acerca de graves irregularidades que ocurren en el Servicio Nacional de Salud, derivadas de la abierta campaña de politización que existe en el Servicio de parte de su jefatura, lo cual incide profundamente en el desempeño de los funcionarios del Servicio;
"La falta absoluta de información de parte del Gobierno, acerca de las consultas que se le formulan de parte de los parlamentarios ;
"Las protestas que continuamente se formulan por parte del público, de los enfermos y de otros servicios estatales, por la mala atención o falta de atención que existe en el Servicio Nacional de Salud, en todas sus actividades;
"La urgente necesidad que existe de normalizar el funcionamiento de este Servicio, de vital importancia en la protección de la salud, en el cuidado de los niños y en la distribución de medicamentos y otros artículos esenciales para el bienestar y salud de los habitantes del país, y
"La facultad de fiscalizar que confiere a la Cámara de Diputados la Constitución Política del Estado,
La Cámara de Diputados acuerda:
"Designar una Comisión Especial Investigadora encargada de conocer de todas las denuncias que existan en contra el Servicio Nacional de Salud, por la mala atención que presta al público en general; por la campaña de politización que existe de parte de la jefatura del Servicio y por la falta de información que existe de parte de las autoridades gubernamentales sobre las peticiones que se le formulan o los antecedentes que se le solicitan, de parte de los parlamentarios, sobre la marcha del Servicio.
"Esta Comisión estaría integrada con la misma proporcionalidad de la Comisión de Salud Pública, y deberá evacuar informe en el plazo de 60 días."
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El señor Scarella solicitó en su intervención que se insertaran en la versión dos documentos. ¿Habría acuerdo?
El señor GUASTAVINO.-
No.
El señor PONTIGO.-
No hay acuerdo.
El señor PALESTRO.-
De ninguna manera.
El señor GUASTAVINO.-
Ellos son los responsables de todos esos males...
El señor AMUNATEGUI.-
¡Qué fácil es hacer cargos gratuitos!
El señor GUASTAVINO.-
¿Qué hicieron en 150 años de Gobierno?
El señor AMUNATEGUI.-
¿Y qué han hecho ustedes?
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señores Amunátegui y Guastavino, llamo al orden a Sus Señorías.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de la palabra el señor Tudela.
El señor TUDELA.-
Señor Presidente, la Cámara de Diputados, en esta sesión especial, entra a analizar los problemas que atañen a la salud.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor TUDELA.-
En la Comisión respectiva hemos estado insistiendo, desde hace mucho tiempo, en conocer, de parte de las propias autoridades del Ministerio de Salud, todo lo relacionado con este problema para poder analizar en profundidad esta inquietud que tienen muchos chilenos.
Sin embargo, ha sido imposible conseguir que el señor Director de Salud o el señor Ministro de Salud asistan a las sesiones de la Comisión. De tal manera que para conocer el problema no nos ha que dado otro camino, de acuerdo con los derechos que nos asisten, que usar nuestra facultad de fiscalizar y citar a esta sesión especial de la Cámara.
Hemos insistido en repetidas oportunidades en que la Comisión pueda saber cuál es la política de salud de este Gobierno, los planes que piensa ejecutar, las metas que se propone, las medidas que ha hecho realidad o que pondrá en práctica en el futuro para estructurar este importante servicio; en fin, poder participar, como legítimamente nos corresponde, en la solución de las graves deficiencias que está sufriendo la población de Chile en lo que se relaciona con la salud.
En el período corrido de este Gobierno hemos observado la importancia asignada a los problemas económicos, a la reforma constitucional necesaria para recuperar nuestras riquezas básicas y, en fin, a los pasos buenos o malos no es el cao profundizar en esta materia ahora que este Gobierno está llevando a cabo para transformar a Chile en un país de estructura y mentalidad socialista-marxista. Sin embargo, en lo que se refiere a la salud, a la reforma que se debe emprender para democratizar la salud, descentralizar ese "elefante blanco" que es el Servicio Nacional de Salud, integrar y dar participación verdadera a los trabajadores, a los técnicos y a todos los elementos que trabajan tan profusamente en este importante servicio, en distintos niveles, no hemos podido saber ni vislumbrar qué iniciativa tiene el Gobierno, para poder analizarla y profundizar en este problema.
Aún más, nosotros hemos visto con mucha preocupación, en especial la Comisión de Salud, que este Gobierno, muy ligeramente, ha retirado de la convocatoria un proyecto de ley estudiado en profundidad durante el Gobierno anterior y que se refiere a la creación del Instituto del Alcoholismo. Es el primer esfuerzo serio realizado en el país para solucionar, en parte, el grave problema del alcoholismo. Este proyecto, de origen en un Mensaje, fue enviado al Parlamento el 18 de noviembre de 1969, y después se mandó a las Comisiones de Educación Pública y de Hacienda. Participaron en su discusión, en la Comisión respectiva, el Ministro de Salud de aquel entonces, don Ramón Valdivieso; el señor Patricio Silva, en aquel tiempo Subsecretario del mismo Ministerio; el doctor Juan Seperiza, Director General subrogante del Servicio Nacional de Salud, y el ProfesorJorge Mardones Restat, verdadero pionero de los estudios sociales relacionados con este importante problema del alcoholismo en Chile. También se escuchó a los señores Eduardo Dagnino, abogado de la Cámara Central de Comercio; Rodrigo Alvarado, de la Sociedad de Viticultores de Chile; Eduardo Rodríguez, de la Compañía de Cervecerías Unidas; Pedro Vargas, de la Asociación de Licoristas de Chile, y Julio Fernández, de la Asociación Nacional de la Prensa, etcétera.
Este proyecto cumplió todos los trámites necesarios en la Cámara y pasó al Senado. En la discusión general intervinieron incluso Diputados que ahora constituyen parte del Gobierno de la Unidad Popular, y el Diputado radical señor Cabello fue el informante. Intervinieron los señores Monares; Ríos, don Héctor; Arnello, Undurraga; Salinas, don Edmundo; Phillips, de nuevo el señor Ministro de Salud, el señor Maturana, el doctor Monckeberg, la señora Lazo, don Edmundo Salinas, el doctor Jáuregui, etcétera. En la discusión particular, fue nuevamente Diputado informante el doctor Cabello. También intervino decididamente en este proyecto el doctor Scarella, aquí presente. Fue despachado al Senado, y allí, durante su discusión, intervinieron incluso autoridades de la Salud de este Gobierno. Se incluyó en la convocatoria, y después fue retirado de la legislatura extraordinaria, y ahora, el Ejecutivo, muy desaprensivamente, haciendo aprobar en la Comisión de Salud Pública un veto, en la práctica ha retirado ese importante proyecto, que en realidad tendía a solucionar definitivamente este problema. Por eso, hemos protestado decididamente en la Comisión de Salud Pública y hemos dicho que el Gobierno ha estado haciendo, en cierta manera, en materia de Salud, lo del perro del hortelano. No aprueba, no hace estudios, ni modificaciones, ni toma una iniciativa relacionada con los proyectos del pasado Gobierno; tampoco nos presenta los estudios que puede tener ahora. No es necesario, ni es reglamentario ni constitucional que envíe un proyecto sustitutivo para, por lo menos, poder vislumbrar la seriedad de sus apreciaciones respecto de salud y la profundidad de los estudios realizados, ya que todavía no hemos podido saber cuáles son las metas que se propone.
El año pasado tuvimos oportunidad de asistir a una sesión de la Comisión de Salud Pública del Senado, que había invitado al señor Ministro de Salud Pública de aquel entonces, doctor Pinochet, al señor Director General de Salud, al Presidente del Colegio Médico, al Presidente del Colegio Dental, al Presidente del Colegio de Farmacéuticos. En esa sesión, a la cual fuimos invitados por el Presidente de la Comisión, Senador don Ricardo Valenzuela, pudimos conocer los planteamientos hechos por el señor Director General de Salud, sus proyecciones y las graves y profundas discrepancias que a nosotros nos merecían. Quisimos ampliar ese conocimiento y propusimos conocer en la Comisión de Salud Pública de la Cámara esos planes y proyectos del Gobierno. Sin embargo, ello no ha sido posible hasta la fecha, y tuvimos que recurrir a este resorte que nos dan el reglamento de la Cámara y la Constitución para poder analizar el grave problema que tiene la Salud.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señor Tudela, la señora Laura Allende le solicita una interrupción.
El señor TUDELA.-
Con todo gusto, dentro de su tiempo.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
Me parece que en la Cámara hay muchos resortes para saber el programa del Servicio Nacional: de Salud y tener respuesta a todo lo que quieran preguntarle al señor Ministro. En vez de realizar esta sesión especial sin él, podrían invitarlo con el Director General a una sesión especial, y así informarse de lo que tienen sobre planificación.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede continuar el Diputado señor Tudela.
El señor TUDELA.-
Debo informar a la señora Allende que en la Comisión de Salud hemos tratado infructuosamente, en muchas oportunidades, de contar con la presencia del señor Ministro y del Director General. Incluso el señor Ministro nos prometió que vendría a la última sesión, pero cinco minutos antes de que ella empezara le llegó una carta al doctor Ferrara, Presidente de la Comisión, en la cual nos decía que no podría asistir por tener otras obligaciones. De tal forma que no ha sido culpa nuestra, señora Allende. Nosotros hemos estado tratando de conocer infructuosamente, de parte del señor Ministro y del Director General, los problemas de la Salud.
La señora ALLENDE.-
No ha sido invitado el señor Ministro.
El señor SANTIBAÑEZ.-
Anda en Europa.
La señora ALLENDE.-
Bueno, pero, en su oportunidad no.
El señor TUDELA.-
He concedió una interrupción al Diputado señor Jáuregui.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de la interrupción el señor Jáuregui.
Le resta un minuto y medio al Comité Demócrata Cristiano.
El señor JAUREGUI.-
Señor Presidente, agradezco la deferencia del Comité Demócrata Cristiano.
Nos interesa en este instante, primordialmente, saber de parte de las autoridades de la Salud el estado actual de los Servicios y en especial, cuál es la proyección en el futuro, de la política de salud del Supremo Gobierno. Haber llamado a una sesión especial para considerar estos temas constituye un hecho muy positivo, porque la política en materia de salud de un Gobierno es la base fundamental para .el desarrollo económico-social del país.
La inversión en salud no es, como pudiera creerse según un análisis superficial del tema, una inversión a fondo muerto, sino, por el contrario, una inversión reproductiva, altamente recuperable, a corto plazo, en trabajo y producción por parte del elemento laboral de la colectividad.
¿Cuál es el monto y la forma de distribución de las inversiones en salud, en nuestro país? En el año 1967, Chile destinó el 7,2% del gasto consolidado del sector público en Salud, que es una cifra relativamente alta, por lo menos más alta de lo que correspondería a su condición de país subdesarrollado. Desde otro punto de vista, considerando las inversiones totales, tanto del sector público como del privado, en materias de salud, tenemos una cifra del 5,7% del producto geográfico neto, cifra también muy aceptable pero que desgraciadamente se distribuye en forma muy desproporcionada. En efecto, en este aspecto, de acuerdo con los estudios del doctor Salvador Díaz, técnico en esta materia, resulta...
El señor PUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Jáuregui? Lamentablemente ha terminado el tiempo que le fue concedido.
El señor SCARELLA.-
Le damos dos minutos de nuestro tiempo.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El turno siguiente corresponde al Comité Nacional, que ha cedido dos minutos al señor Jáuregui.
Puede continuar Su Señoría.
El señor JAUREGUI.-
Decía señor Presidente, que de acuerdo con estudios del doctor Salvador Díaz, técnico en esta materia, el gasto privado en salud es de un 60 % del total de las inversiones para efectuar una cobertura de un tercio o menos de la mitad de la población, hecho al cual ya se refirió el colega Scarella. De ahí la necesidad de estudiar para el futuro un sistema que permita aprovechar correctamente, y en beneficio de toda la colectividad, los recursos tanto del sector privado como del público, efectuando una canalización del gasto médico del sector privado hacia el sector público, lo que permitiría una racionalización de los recursos en beneficio de la comunidad.
¿Qué cobertura médica se da actualmente con estos recursos en nuestro país? Personalmente la estimamos insuficiente, ya que en labores de protección, fomento y recuperación de la salud se da cobertura médica a poco más del 70% de la población. Estimamos insuficiente esta cifra, esencialmente porque los procesos sociales de cambio generan nuevos requerimientos de prestaciones de salud que quedan insatisfechos. Esta cobertura se distribuye en la siguiente forma: Servicio Nacional de Salud atiende a los sectores laborales, que son el 48% de la población; SERMENA, a empleados, que constituyen el 20% de la población; Defensa Nacional, a imponentes, que constituyen el 4,5% de la población. Queda un rebalse del 27% de indigentes y ciudadanos sin previsión, que están totalmente al margen del derecho a la salud contemplado en la Carta Fundamental.
¿Cuál es estadísticamente el panorama o la radiografía de nuestra realidad asistencial?
Señor Presidente, tengo a la vista un cuadro estadístico que, por el poco tiempo, de que dispongo, pediría que se insertara en la versión si es que hay quórum para tomar acuerdos.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo para insertar el documento estadístico a que ha hecho referencia el señor Jáuregui?
Acordado.
CUADRO ESTADÍSTICO
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo de dos minutos concedidos por el Comité Nacional al señor Jáuregui.
El señor JAUREGUI.-
Gracias, señor Presidente.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Dentro del tiempo del Comité Nacional, puede continuar el señor Scarella.
El señor SCARELLA.-
Gracias.
Señor Presidente, me refería a los hechos que constituyen una clara demostración de la politización del Servicio Nacional de Salud y a la carta del Regional del Partido Socialista de Valparaíso, dirigida al señor Infante. En ella, además de protestar en contra del doctor Faraggi, se protesta de que se mantuviera en la IV Zona a todo el equipo del régimen anterior, en la que se destaca la señorita Raquel Pereira, Jefa del Personal, ex Regidora democratacristiana, y agregan ellos, los socialistas, felizmente derrotada; y los médicos inspectores, Raúl Gutiérrez y Estanislao Gesalaga, de conocida tendencia momia, etcétera.
El señor GUASTAVINO.-
¿Quiénes?
El señor SCARELLA.-
Oiga, pues, señor Guastavino. No voy a repetir para usted.
El señor GUASTAVINO.-
Pronuncie bien.
El señor SCARELLA.-
Se designó igualmente coordinadores e interventores sobrepuestos a la jerarquía reglamentaria, exclusivamente por razones políticas como es la resolución Nº 3, del 12 de julio de 1971. De más está decir que existen múltiples casos como éste, que por razones de tiempo no podemos exponer. Lo que sí queremos dejar en claro es que los funcionarios agredidos por razones políticas y no técnicas, son altamente calificados y merecen el respeto y la consideración de sus colegas subordinados.
La politización ha llegado a tales extremos en las elecciones para integrar los consejos locales de salud, que han servido para crear la intranquilidad, la desunión, por razones que nada tienen que ver con la misión fundamental del hospital y con la tranquilidad y eficacia que debe reinar en él. Tampoco han contribuido a la eficiencia hospitalaria y del Servicio Nacional de Salud, los desbordes oratorios y las expresiones poco felices del doctor Infante, refiriéndose a los médicos. Pero hay más todavía, están las instrucciones y los planes que envía la Dirección General de Salud a través de la Secretaría de la Comunidad a las asistentes sociales, con la intención de transformar a estos funcionarios, pagados con el dinero de todo Chile, en agentes o activistas de la prédica marxista, que evidentemente es una fuerza minoritaria en el país.
No voy a leer "in extenso" los documentos que tenga a mano, pero constituyen una coerción sectaria inaceptable. Dice, por ejemplo, uno de ellos: Nuestro objetivo fundamental es la construcción del socialismo-lenismo." En otro: "La acción del sector salud en el campo sociocultural debe comprometerse con la movilización de las fuerzas populares para impulsar los cambios estructurales que son necesarios para crear una sociedad socialista." Otra frase: "Las asistentes sociales deben contribuir a una reorientación ideológica." Podría seguir citando muchas otras, pero no dispongo de tiempo. Pido que se incluyan en la versión.
Pero yo le pregunto al Parlamento de Chile, ¿con qué derecho se pretende utilizar como concientizadores a servidores públicos? Protestamos de este hecho en la forma más enérgica y exigimos que sea investiga por esta Cámara.
Este es el cuadro de politización, mientras los hospitales continúan sin adecuado financiamiento, mientras los hospitales destruidos en el terremoto de Valparaíso no han sido reconstruidos y sólo ahora se anuncia, después de 4 meses, que se iniciarán, en fecha próxima, pabellones de emergencia en el Hospital Deformes.
¿Quién responde de las madres y de los niños muertos o perjudicados en estos 4 meses? Ya que ha habido una notable alza de la tasa de mortalidad y morbilidad materna e infantil en la zona de Valparaíso y Aconcagua, son responsables por incompetencia las autoridades y el Gobierno por no haber solucionado oportunamente las consecuencias del sismo.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señor Diputado, ¿me permite? El señor Muñoz le solicita una interrupción.
El señor SCARELLA.-
No hay tiempo.
Afirmamos que el objetivo de cualquier organización Nacional de Salud es mejorar, con los recursos factibles, la salud del país y cumplir sectariamente con determinados postulados y teorías políticas planteadas en otra época, otro país y otro desarrollo técnico y científico.
Queremos una medicina igualitaria. No aceptamos que haya medicina de primera y segunda clase, pero tampoco podemos aceptar la pretensión de que toda la medicina deba ser de segunda clase, en lo técnico y en lo humano. Sostenemos que el derecho a la salud de todos los habitantes es inherente a la persona humana, y sostenemos que aquellos pacientes que han obtenido un determinado sistema privado o socializado no funcionario, es decir, medicina curativa, son también chilenos que no pueden ser obligados a renunciar a sus derechos y hábitos precisamente cuando están enfermos.
Creemos en una medicina socializada. Los médicos de Chile venimos luchando desde hace años por establecerla, pero no puede confundirse medicina socializada con medicina funcionarizada. Ahí está el gran dilema que tendremos que resolver en el futuro. No puede ser que la sociedad permita y mantenga un servicio impersonal, funcionarizado, al extremo que crea desconfianza en los usuarios por lo inadecuado de sus medios y por la frustración y amargura que provoca en los médicos y trabajadores de la Salud, cuando se puede lograr un sistema más humano, más moderno y menos oneroso, en que el enfermo pueda escoger libremente su médico y el establecimiento más adecuado a sus condiciones. Esto dando un paso adelante en el derecho de todos los chilenos de tener una oportuna y eficaz atención médica. Para lograr estas metas, todos los Poderes del Estado, los técnicos y los usuarios, deberán ser debidamente consultados, y esta Cámara debe reunir todos los antecedentes para poder tener el juicio de la información suficiente para emprender esta gran tarea.
Pero tenemos pocas esperanzas de que estos propósitos que nos animan sean recogidos por el Supremo Gobierno, porque hemos entregado suficiente evidencia de que el interés primordial que anima a las autoridades de Salud, no es verdaderamente el de dar el mejor servicio a la comunidad, el de proteger y de fomentar la salud de los chilenos, el de tener mejores y más hospitales, el de aunar, en esta tarea gigantesca, el esfuerzo de todos los sectores y el de por lo menos buscar la concordia nacional en una materia tan desligada de la política como debería ser la salud. Pero aquí está sucediendo lo que en todas las actividades nacionales emprendidas por este Gobierno. Interesa el poder político, que este Gobierno, siguiendo la consigna del Partido Comunista, buscar a través de la estatización desordenada e ilegal, no importándole los aumentos reales de la producción; a través de la persecución de funcionarios públicos, del control de la prensa, la radio y la televisión, de la destrucción de la honra de las personas, como en el caso que nos preocupa, del control de la salud a través de un servicio único, que pretende solamente destruir la independencia y la libertad de trabajo de grandes grupos profesionales para poder dominarlos políticamente. Es nuestra misión denunciar estos hechos y nuestro imperativo defender la libertad, pero también debemos aclarar que si al Gobierno no lo interesa una mayor eficiencia en los servicios que dan salud al pueblo, a nosotros sí que nos interesa, porque respetamos a la persona humana en toda su trascendencia y queremos investigar con la mayor profundidad la realidad médico-social de este país, que sigue teniendo las tasas más altas de mortalidad materno-infantil y por tuberculosis, y que continúa con altas tasas de desnutrición infantil, a pesar de la campaña del medio litro de leche, que el Gobierno y los técnicos saben que es incompleta, que no resuelve el problema de la desnutrición y que ha sido usada más que como arma para combatirla, como uno de los elementos de propaganda de este Gobierno. El problema de la desnutrición y la forma en que ha sido abordada con el programa nacional de leche, también deberá ser investigada con espíritu constructivo, técnico y crítico.
Si la Unidad Popular quiere realmente solucionar el problema gravísimo de la salubridad nacional, y de la desnutrición de este país, debe aceptar la constitución de una Comisión Investigadora que pueda recoger los antecedentes, consultar a los técnicos y entregar conclusiones para que el país conozca los hechos y su verdadera magnitud.
Era nuestro deseo que el Ministro de Salud hubiese aceptado nuestras invitaciones a la Comisión de Salud.
Al no hacerlo, demuestra que no ha querido informarnos debidamente ni a nosotros ni al país. Hoy reclamamos nuestro derecho de conocer una realidad que no puede ser postergada.
Quiero agregar para dar término a mis observaciones, que el presupuesto de la Salud del país ha ido sufriendo una disminución manifiesta. Es así como en 1969, el 13,63% del presupuesto nacional estaba dedicado a la Salud; en 1970, solamente el 11,70%, y en 1971, el 10,28%. Esto es inaceptable en un país que vive en las condiciones en que vivimos nosotros.
Además, el Ministro de Salud reconoció en la Comisión del Senado que el desfinanciamiento del Servicio era de 180 millones de escudos a principios de este año. Y hoy, con los precarios datos que podemos conseguir, que son muy pocos, por desgracia, alcanza a más de 360 millones de escudos. Es decir, en el breve lapso de un año se ha doblado el déficit del Servicio y no se ha aumentado su efectividad ni se ha dado a los chilenos el derecho que tienen a la salud.
Nada más, señor Presidente.
El señor EUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra, dentro del tiempo del Comité Nacional, la señora Silvia Alessandri.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Señor Presidente, imposible resulta referirse a la actual situación del Servicio Nacional de Salud cuando se tiene seguridad de que cuanto se diga, por más que refleje en forma absoluta la realidad, va a ser calificado por las autoridades de Gobierno como "ataques injustificados y malévolos y propagación de falsedades y mentiras de parte de la Oposición".
Sin embargo, tenemos la obligación de referirnos a este problema de tan trascendental importancia para el bienestar de la colectividad.
Cuando hace un año el Excelentísimo señor Allende fue investido como Presidente de la República, los chilenos tenían derecho a suponer que por su condición de médico gastaría los mejores esfuerzos en dar cumplimiento a cuanto había prometido tan reiteradamente durante su campaña electoral con relación al estudio y solución de los problemas de la salud.
Estamos viendo, por el contrario, que esa creencia no tenía fundamento alguno, y si se juzga por la situación del Servicio Nacional de Salud en estos momentos, las promesas del señor Allende han caído en el olvido total.
En efecto, sin referirse al poco acertado criterio que se ha tenido al designar ejecutivos para dirigir un Servicio como éste, con más de 55 mil funcionarios, nombrándose a personas sin la experiencia técnica y administrativa necesarias, no puede dejarse de mencionar la persecución administrativa que se ha llevado a cabo, reemplazando técnicos eficientes, de carrera, por funcionarios cuyo principal mérito es su filiación política. Como ejemplos, basta mencionar los casos del Director del Hospital de Vallenar, del Hospital Regional de La Serena, del Hospital Roberto del Río, del Director de la II Zona del Servicio Nacional de Salud, del doctor Luis Serra, Director Nacional de Inventarios, y de tantos otros. En todos estos casos se ha reemplazado o postergado a personas idóneas, colocándose en el puesto que a ellas corresponde a otras que militan en partidos de Gobierno.
La política que siguen estos nuevos ejecutivos está destinada a socavar la autoridad de los médicos directores de Hospitales y de los jefes de servicios, alentando a los funcionarios subalternos a desobedecer las órdenes impartidas por aquellos, todo ello a través de arengas politiqueras que el propio Director y sus ad láteres pronuncian a menudo.
Todo esto tiene como resultado producir indisciplina laboral, ausentismo funcionario, huelgas, tomas de establecimientos, postergación y abandono de los consultantes y enfermos, y el más displicente trato a los asegurados.
Por otra parte, las personas colocadas por el Gobierno en la Central de Abastecimientos del Servicio Nacional de Salud, de oscura situación administrativa y discutida procedencia, se han visto abocadas a una labor que requiere de conocimientos altamente especializados,...
La señora LAZO.-
¡Qué terrible, ah...!
El señor GUASTAVINO.-
¡Terrible..!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Un momento; espérese. Oiga, pues. A usted no le gusta oír.
El señor AMUNATEGUI.-
No falte el respeto.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Señores Diputados, les ruego guardar silencio.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
... como son la compra de artículos médicos, antibióticos, instrumental, productos farmoquímicos, sueros, drogas, etcétera.
El señor GUASTAVINO.-
Está hablando como un Amunátegui cualquiera.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
La incapacidad de estos nuevos funcionarios, con los que se ha tratado de reemplazar a técnicos eficientes, ha dado lugar al desabastecimiento que afecta actualmente a los hospitales,...
El señor GUASTAVINO.-
¡Qué espantoso!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
... como la falta de yeso para fracturas, antibióticos y medicamentos diversos.
A este desconocimiento de problemas semejantes se debe también, seguramente, el actual endeudamiento del Servicio, que, según tengo entendido, asciende en la actualidad a 300 millones de escudos ...
El señor SCARELLA.-
¡360!
El señor GUASTAVINO.-
¡Pónganse de acuerdo en las cifras!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
... en circunstancias que el déficit de arrastre que dejó el régimen anterior era de sólo 140 millones de escudos.
El señor GUASTAVINO.-
Consulte con Amunátegui.
El señor AMUNATEGUI.-
No se meta.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
¡Señor Amunátegui! ¡Señor Gustavino!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Quiero recordar también otra deficiencia en el cumplimiento de una promesa del señor Allende cuando era candidato, de la cual se hizo gran caudal publicitario. Es la campaña del medio litro de leche para todos los niños chilenos.
El señor GUASTAVINO.-
Así se está haciendo.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Se ha entregado, efectivamente, esa cantidad de leche, pero no de leche entera, que debe tener 32 gramos de grasa en el medio litro. La que entrega el Servicio Nacional de Salud a los niños contiene sólo 17 gramos de grasa en la misma medida; no es, por lo tanto, medio sino un cuarto de litro en su rendimiento nutritivo.
El señor GUASTAVINO.-
Suprimámoslo, entonces.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
¡Señores Diputados!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Como consecuencia de los errores a que me he referido y de la política de hostilidad que se ha seguido en este Servicio contra quienes no militan en las filas de la Unidad Popular, muchos médicos se han ido al extranjero, gran parte de ellos se encuentran tramitando sus jubilaciones y no pocos han resuelto permanecer inactivos, pues no desean hacerse responsables de huelgas o de tomas de establecimientos.
El señor GUASTAVINO.-
¡Qué ridículo es todo eso!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Es así como en numerosos hospitales faltan horas pediátricas y no hay interesados en servirlas. Lo mismo sucede en las residencias hospitalarias y en asistencias públicas.
Como ejemplo de lo que denuncio un dramático ejemplo, en verdad cabe señalar el caso del doctor Alfredo Patrí, brillante médico administrativo, amigo personal del Presidente de la República, que tuvo a su cargo los cálculos para la campaña del medio litro de leche. Designado como Director interino del Hospital Roberto del Río, se le hizo objeto de una campaña de hostilización encabezada por funcionarios comunistas del establecimiento, llegándose al extremo de que, impotente para defenderse, tuviera que presentar su renuncia.
El señor GUASTAVINO.-
¡Son tan malos estos comunistas!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
A raíz de ello, ese establecimiento, de tanta importancia para el bienestar de la población, se encuentra acéfalo, pues nadie desea asumir las difíciles responsabilidades que representa su dirección.
Este es, pues, a grandes rasgos, el cumplimiento que ha dado el Gobierno de la Unidad Popular a las promesas de su candidato.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Hasta la fecha, el Director General del Servicio Nacional de Salud no ha llegado a establecer la política de salud del nuevo Gobierno, limitándose a propalar tan sólo dos principios: la descentralización administrativa, propósito que sigue sin ser realizado, pues los técnicos de la Unidad Popular, doctores Víctor Ayub y Gustavo Molina, se cansaron de ver tramitado su proyecto sobre el particular, y la democratización del Servicio ...
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
¿Me permite, señora Diputada? Ha terminado el tiempo del Comité Nacional.
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Medio minuto ...
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Perdón, señora Diputada; ha terminado su tiempo.
¿Cuántos minutos necesita?
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
Dos minutos.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Solicito el acuerdo.
El señor GUASTAVINO.-
No hay acuerdo.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor AMUNATEGUI.-
¡Qué falta de deferencia!
La señora ALESSANDRI (doña Silvia).-
¡Les dolió!
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra en el tiempo del Comité Comunista.
El señor GUASTAVINO.-
Pido la palabra.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Guastavino.
El señor AMUNATEGUI.-
Que quede testimonio en el acta de la falta de interés que tienen en un problema público.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Señores Diputados, les ruego guardar silencio.
El señor Guastavino tiene la palabra.
El señor GUASTAVINO.-
El Servicio Nacional de Salud debe ser, efectivamente, un instrumento inmejorable. Es un aparato que ha costado, durante muchos años, levantarlo, llevarlo al cumplimiento de sus responsabilidades.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Es efectivo que esto que yo digo puede aparecer como el aserto que pretende traer un poco, en medio de esta sesión, a una reflexión seria a la Cámara de Diputados. Porque, que nadie se engañe; la sesión que solicita aquí el Partido Nacional es una sesión para hacer politiquería ...
-Varios señores DIPUTADOS.- ¡Claro!
El señor GUASTAVINO.-
¡Nunca le ha interesado al Partido Nacional la salud del pueblo!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Yo miro a todos estos "niños", miro al señor Amunátegui, y me doy cuenta ...
El señor AMUNATEGUI.-
¿Por qué se llama "Arriarán" el Hospital Arriarán?
El señor GUASTAVINO.-
¡Porque gobernaba la Derecha!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Yo miro a este enfebrecido Diputado señor Amunátegui y me pregunto cuándo en su vida ha ido a una policlínica del Servicio Nacional de Salud.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Ellos tienen plata para pagar médicos en los consultorios privados. ¿Qué le ha importado a la Derecha insensible e inmisericorde la salud de nuestro pueblo?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
¡Ahora vienen a impedir que se hable! No quieren que se hable. Tienen minutos de sobra para intervenir al comienzo de la sesión y durante el desarrollo de la sesión; sin embargo, cuando otro tiene algunos escasos minutos para intervenir en este debate, que ellos proponen, se vuelven locos interrumpiendo y haciendo toda clase de manifestaciones que impiden la libre y democrática expresión de todos los sectores de la Cámara de Diputados ...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
¡Arrasan con la persona humana, arrasan con los derechos democráticos de los que no piensan como ellos! ¡Están taladrados y horadados por el sectarismo más terrible! Esto lo advierte la opinión pública.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
¡Escuchen! ¡Vean ustedes cómo ellos impiden que se produzca un debate democrático y esclarecedor en la Cámara de Diputados!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
El problema es que pudieron haber contestado, durante su intervención, por ejemplo, cuál es la razón ...
El señor SANTIBAÑEZ.-
¡No tienen tiempo!
El señor GUASTAVINO.-
¡Y se une la voz del DiputadoSantibáñez, que no sé por qué se sienta allí en la Democracia Cristiana, cuando debiera sentarse al lado del señor Amunátegui ...!
El señor AMUNATEGUI.-
¡Y me sentiría muy honrado!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Señor Guastavino, le ruego dirigirse a la Mesa.
El señor GUASTAVINO.-
¡El señor Santibáñez es un derechista contumaz y consumado! ¡Golpea la mesa, pone ojos de loco y nadie le hace caso en la Cámara!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Señor Guastavino, le ruego dirigirse a la Mesa. Señor Santibáñez, le ruego guardar silencio.
El señor GUASTAVINO.-
¡Váyase a otro "ring", señor Santibáñez! ¡No tiene nada que hacer aquí!
El señor SANTIBAÑEZ.-
¡Atrévase!
El señor GUASTAVINO.-
El Servicio Nacional de Salud ha sido gobernado, durante muchos años por la Derecha. ¿Qué ha hecho la Derecha aquí, en este país, por el Servicio Nacional de Salud?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
¡Señor Amunátegui!
El señor GUASTAVINO.-
El señor Santibáñez pudiera recordarse de su camarada Becerra, muerto durante la huelga que tuvo que enfrentar el gremio de la Salud en el Gobierno de Alessandri. ¿Por qué estaban en huelga estos trabajadores? ¿Por qué este dirigente democratacristiano hoy es mártir, olvidado, naturalmente, por este DiputadoSantibáñez? ¿Por qué?
-Hablan varios señores Diputados a .la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Hoy cambian las posiciones. Pero la Derecha golpeó a los trabajadores de la Salud; les lanzó los carros lanza aguas, les lanzó bombas lacrimógenas; trató de sofocar y de acallar, a sangre y fuego, como lo hizo durante todo su período de gobierno, las demandas reivindicativas del Servicio Nacional de Salud y de sus trabajadores.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
El problema consiste en que esto no lo olvida la opinión pública, Aquí ha gobernado durante 150 años la Derecha, y hoy quiere levantar y amplificar su voz para reclamar por el Servicio Nacional de Salud.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Señores Diputados, lo cierto es que también se viene produciendo un proceso de democratización en el Servicio Nacional de Salud, donde hay grandes dificultades y donde hay sectores, incluso del Cuerpo Médico, en el cual, naturalmente, hay excepciones, que efectivamente tienen sensibilidad social para entender los problemas de la salud. Pero, ¿quién no sabe que hay una posición de clase, una posición política de parte de una cantidad de médicos de este país, que prefieren defender la medicina capitalista, la medicina que permite que ellos continúen liberalmente ganando plata?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
El problema, señores Diputados, es que se viene a la Cámara, hoy, a buscar un tema; mañana será otro tema; pero de lo que se trata, al fin y al cabo, es de que este país tiene que dar un salto, un brinco espectacular en el conjunto de economía y de su desarrollo, para que problemas como el del Servicio Nacional de Salud puedan también abordarse. Hay un grave desfinanciamiento en este Servicio, pero este grave desfinanciamiento tiene que ver con el conjunto de la economía del país. Las prestaciones que otorga el servicio Nacional de Salud hoy se encuentran constreñidas, a pesar de que se han aumentado considerablemente respecto a períodos anteriores.
Hoy se ha entregado mucho mayor atención por parte del Servicio a la inmensa masa de la mayoría de nuestro pueblo...
El señor AMUNATEGUI.-
¡Falso!
El señor GUASTAVINO.-
Esto es así; esto ocurre así...
El señor AMUNATEGUI.-
¡Falso!
El señor GUASTAVINO.-
La instrumentización, la capacidad orgánica del Servicio, su financiamiento, incuestionablemente que se hacen pocos y reducidos para atender todo lo que hay que atender.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
Por eso se plantea la medida patriótica de que incluso se renegocie la deuda externa del país, deuda externa que pesa y gravita en forma increíble sobre la economía de todos los chilenos. Chile está encabezando, dramáticamente, junto con Israel, el grupo de naciones que tiene el más alto endeudamiento "per cápita" del mundo. ¡Este es el "record" que tiene este país! El Servicio Nacional de Salud, naturalmente, sufre las consecuencias de una política que se ha arrastrado por años en este sentido. El Diputado Scarella ha dicho que Chile tiene "records" mundiales en materia de desnutrición infantil y de mortalidad infantil. Señores, ¿se ha producido esto en un año de Gobierno de la Unidad Popular? ¿No sabe acaso el señor Scarella que de 3.680 muertes ocurridas en enero y febrero de 1970 por diarreas infantiles, se ha bajado a 1.820 muertes este año, gracias a la política que puso en práctica el Servicio Nacional de Salud y que me la reconoció en una oportunidad el Diputado Scarella? ¿Acaso estos "records" dramáticos no son el resultado de la política puesta en práctica por el Partido Liberal y el Partido Conservador, hoy Partido Nacional? ¿Acaso estos "records" terribles, antipatrióticos, miserables, no son el resultado de la política de los Diputados y de los Gobiernos del Partido Nacional? Esta es la realidad concreta. Hoy no tienen autoridad moral para levantar su voz.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor GUASTAVINO.-
La verdad de las cosas es que yo he estado el sábado pasado en Estero Viejo, en El Belloto, y en la población República de Cuba, y allí me he reunido...
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
¿Me permite? El Diputado señor Scarella le solicita una interrupción.
El señor GUASTAVINO.-
¡Que tenga más cuidado el Diputado Scarella! ¡Cómo se le ocurre pedirme una interrupción! ¡Estoy en el uso de la palabra!
-Risas.
El señor CERDA, don Eduardo (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Diputado.
El señor GUASTAVINO.-
Yo he estado reunido con las madres, el sábado pasado, en Estero Viejo, en El Belloto, y en la población República de Cuba. Yo les he preguntado qué hay del medio litro de leche, y todas ellas me han contestado que reciben el medio litro de leche. La DiputadaSilvia Alessandri viene a decir que tiene poca grasa, que es débil la calidad nutritiva de esa leche. Es discutible. Ella no es técnica en la materia. Eso lo podía haber dicho el señor Scarella, y no lo dijo. El problema consiste y eso le preguntaría en el grama je de nutrición que contenía la leche que ellos entregaban durante su gobierno.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
señor DiputadoGuastavino, ha terminado el tiempo del Comité Comunista. El tiempo siguiente corresponde al Comité Socialista.
Ofrezco la palabra.
El señor SABAT.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Sabat.
El señor SABAT.-
Señor Presidente, si nosotros analizamos la medicina y el Servicio Nacional de Salud hasta antes de subir el actual Gobierno de la Unidad Popular, vemos que, en realidad, había una medicina solamente para los ricos, en que se favorecía cada vez más a los médicos. Yo soy médico, compañeros...
El señor GUASTAVINO.-
Aprenda, señor Scarella.
El señor SABAT.-
Se inventaron, por ejemplo, compañeros, colegas, los famosos bonos del Servicio Médico de Empleados, por los que se cobraba sumas exorbitantes a los imponentes y de los que ellos mismos están quejosos, y se les dejó abandonados, a pesar de tener un puesto en el Servicio Nacional de Salud; no se atendía a los enfermos; tenían que hacer colas enormes...
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señor Sabat, el Diputado señor Tudela le solicita una interrupción.
El señor SABAT.-
No, es muy corto lo que voy a decir.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El señor Sabat no desea ser interrumpido.
El señor SABAT.-
Entonces tenían que inscribirse, y después de un mes se les daba atención, después de un mes....
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SABAT.-
Ahora, desde luego, colegas, el Servicio Nacional de Salud ha estado siempre desfinanciado. Nunca se financió. Ahora en el último período, especialmente, cuando uno visitaba las poblaciones, encontraba gran cantidad de enfermos que no alcanzaban a ir al hospital porque no tenían previsión, y tampoco se les atendía como indigentes. Los tramitaban como a un mendigo o a un pordiosero antes de darles una atención médica, compañeros.
Esos son los problemas que se arrastran desde los gobiernos de derecha, y nosotros los tratamos de solucionar con la democratización del servicio.
El señor GUASTAVINO.-
Exactamente.
El señor SABAT.-
Ahora, ¿qué me dicen de los enfermos, de los niños, de la mortalidad infantil? Acá los médicos tenemos que reconocer nuestra culpabilidad, porque, en general, el niño no es atendido por los médicos; es atendido por el personal subalterno, y la misma señora Alessandri está reconociendo que el personal subalterno no tiene los antecedentes técnicos para atender a un enfermo. Porque, ¿qué hace ese personal? Solamente le coloca en el "traste" un termómetro y, si no tiene fiebre, lo manda para su casa, enfermo; no se analiza si está enfermo o no ese niño. Había una alta mortalidad infantil. A los niños no se les daban las vitaminas a tiempo; no se les controlaba el peso a tiempo, y todo lo tenía que hacer el personal subalterno, no el personal médico.
Y, ¿qué me dicen del personal, compañeros? Yo he convivido con estos trabajadores y tengo muchos amigos entre ellos; no los quiero favorecer tampoco, pero el personal del Servicio Nacional de Salud es prácticamente expoliado. Ni siquiera les pagan sus horas extraordinarias; no les reconocen feriados y muchas veces tienen que trabajar las 24 horas en turnos de noche y de día, sacrificándose por amor a la humanidad. Por eso se les exige a este personal que tenga idoneidad, para que atienda al enfermo como debe ser.
Yo digo: si hay todos estos problemas, ¿cómo no se va a pretender la democratización de los servicios, en que entren en juego todos los intereses: el interés de los médicos, el interés del personal y el interés especialísimo del enfermo, al que hasta este momento no se ha considerado como el principal interés de la medicina, sino que se le ha mirado como a un paria, que si tiene plata tiene salud; si no tiene plata, no tiene salud, compañeros?
El señor TUDELA.-
Sí la ha tenido...
El señor SABAT.-
No, señor; no la ha tenido. Hasta ahora no se le ha hecho justicia.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela!
El señor SABAT.-
Entonces, lo lógico es que ahora se haga justicia y se democraticen los servicios, como deben ser.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SABAT.-
Yo no quiero ofender al cuerpo médico, pero ellos no tienen que ponerse en un pedestal, sino que tienen que reconocer errores. El enfermo debe ser atendido y el médico debe procurar que el pueblo sea saludable, para que cada ciudadano pueda trabajar y no sea un mendigo enfermo toda su vida. Por eso, yo les digo, a propósito de la democratización de la medicina, que los colegas también tienen que democratizarse y pensar cómo solucionar los problemas, para conjugar todos los intereses.
Hasta ahora, sólo ha jugado un interés : el interés de los médicos, quienes han obtenido todas las prerrogativas que se les han dado actuando como alcahuetes; prácticamente se han arrastrado delante de los Senadores y Diputados, y de los representantes de otros Poderes Públicos, para tratar de ganar más plata. No niego que tienen que ganar plata; todos tenemos que ganar plata, compañeros, pero también cumplir una función social, porque el que no la cumple es nada más que un mercader de la medicina. Esto es, compañeros, lo que con esta planificación actual de los servicios de salud se está tratando de vencer, de solucionar.
Por eso digo que aquí hay que hacer justicia, señor Presidente, hay que democratizar los servicios, hay que darle mayor injerencia a la población...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor SABAT.-
Allí está el señor Monckeberg. Que diga cuántas mujeres daban a luz en los retenes de Carabineros por falta de atención médica. ¿Cuántas? ¡Dígalo! ¿Por qué no lo reconoce? Porque no hay ninguna, ni siquiera una mujer que haya ido ahora a parir a un retén de Carabineros, porque el Servicio Nacional de Salud se está agilizando cada vez más...
El señor MONCKEBERG.-
Actualmente hay 80.000 mujeres cuyos partos no reciben atención médica ni paramédica en Chile. Y eso no se ha solucionado en este Gobierno.
El señor SABAT.-
Ustedes debieran ver la manera de financiar cada vez más al Servicio Nacional de Salud, porque la población crece y la cantidad de médicos y de elementos permanece estática desde el año 1960, más o menos, compañeros. Y este déficit de elementos se viene arrastrando desde los tiempos de González Videla, de Jorge Alessandri, del señor Ibáñez y qué se yo desde cuándo, y del señor Frei más que todos, del PresidenteFrei...
-Varios señores DIPUTADOS.- ¡Ah!
-Hablan varios señores Diputados a la, vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela!
El señor SABAT.-
Durante el gobierno del señor Frei, ni siquiera los indigentes...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Ruego guardar silencio y respetar el derecho del orador!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Ruego guardar silencio.
Diputado señor Tudela, llamo la atención a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela, llamo al orden a Su Señoría!
El señor SABAT.-
Antes tenían derecho a atención siquiera los indigentes, durante el Gobierno de Alessandri, y eso hay que reconocerlo pero durante el período de Frei no la tuvieron. Y tenían que pagar 45 escudos de inscripción, y tenían que pagar hasta los exámenes, por adelantado ...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Ruego guardar silencio!
El señor SABAT.-
La atención a un indigente salía costando...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor TUDELA.-
¿Qué me dice del formulario nacional?
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela!
El señor TUDELA.-
¿Qué me dice del formulario nacional?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra en el tiempo de la Izquierda Cristiana.
El señor BUZETA.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor BUZETA.-
Le concedo una interrupción al Diputado señor Ferreira.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de la interrupción Su Señoría.
El señor FERREIRA.-
Señor Presidente, a pesar de la intención de los gestores de esta sesión especial, estimo muy útil iniciar un debate nacional sobre los problemas de la salud, para deslindar responsabilidades sobre la situación actual y definir la política de salud en el contexto general del desarrollo del país. Pienso, sí, que en menos de dos horas, lo que dura esta sesión, no será posible agotar el tema; apenas lograremos esbozarlo.
Los errores de estructura de las organizaciones responsables de la salud de la población no son de cargo del Gobierno, ni de las actuales autoridades de la salud.
Es de general conocimiento que el Servicio Nacional de Salud nació frente a la necesidad de fusionar los distintos servicios que otorgaban salud y evitar la dispersión de recursos que hasta esa fecha se observaba. Su creación representó, sin duda, un poderoso avance, que implicó un decisivo progreso en la materia.
Sin embargo, a casi veinte años de su creación, se observa una grave crisis estructural de este Servicio y de todo el sector de la salud. Causa fundamental de esta crisis es, a nuestro juicio, la multiplicidad de centros de poder y, en especial, la falta de definición de ámbitos de acción del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Salud. Ello ha traído como consecuencia una serie de conflictos de poderes y preeminencias que han impedido la marcha armónica del sector y frenado el impulso que le dieron sus creadores. En consecuencia, con nuevos criterios de Gobierno se hace necesario evaluar los resultados del Servicio Nacional de Salud y, asimismo, de los otros organismos del sector de la salud durante el período, y plantear las modificaciones que para el cumplimiento del programa de la Unidad Popular sea necesario efectuar.
El Partido Radical sostiene, junto a los partidos y movimientos que participan en la Unidad Popular, la necesidad de crear el Servicio Unico de Salud, que pueda dar atención universal, eficiente e igualitaria, y en cuya gestión participen los trabajadores y la comunidad.
Dada la complejidad del problema y de las estructuras actualmente existentes, será necesaria una etapa transitoria, durante la cual se harán las modificaciones que conduzcan gradualmente a la meta del Servicio Unico de Salud.
Los problemas de salud pública tienen para el Supremo Gobierno la más importante prioridad y se están realizando cuidadosos estudios tendientes a encontrarles las mejores soluciones, en términos compatibles con el actual desarrollo económico de la nación. Las acciones deben organizarse aprovechando los recursos humanos y de organización actualmente desarrollados en el país, centralizados en su mayor parte en el Servicio Nacional de Salud que, con casi veinte años de continuo perfeccionamiento y experiencia, habrá de ser la base del futuro Servicio Unico de Salud.
Para el Gobierno de Chile, el objetivo final de todas sus acciones, incluidas las de salud, es el hombre y su progresivo bienestar y desarrollo.
La base fundamental de la realización de este propósito es la progresiva transformación del actual sistema económico social en un modelo político, pluralista y democrático, que tiene como meta la construcción del socialismo, proceso garantizado por la participación del pueblo en el poder.
Por eso, la salud está enmarcada en el conjunto de medidas globales de gobierno.
No es, entonces, la acción utilitaria de mejorar y reponer la fuerza de trabajo, en un esquema de explotación capitalista del hombre; es, fundamentalmente, la resultante del equilibrio entre el ambiente y las personas.
Por esto, las medidas destinadas a rescatar nuestras riquezas básicas, el control de los medios fundamentales de producción, la reforma de la tenencia de la tierra, la redistribución justa del ingreso, la batalla de la producción para señalar las medidas más destacadas son fundamentales para mejorar las condiciones que determinan los niveles de salud.
En el campo médico-sanitario, el Gobierno se propone llevar a cabo una tarea revolucionaria: proporcionar atención universal, igualitaria, integral, gratuita, humana, oportuna y de la más alta calidad técnica.
No es propósito de la política de salud suprimir las acciones del sector privado. Con todo, y para asegurar el cumplimiento de las finalidades señaladas, se adoptarán medidas para asignar la mayor parte de gasto médico nacional al sector público, mediante una reordenación de los procedimientos impositivos y de la seguridad social, que asegura medicina integral y gratuita al ciento por ciento de la población.
Por otra parte, respondiendo ahora al estimado amigo don Ricardo Tudela, me permito manifestar que, cuando se traten las observaciones del Ejecutivo al proyecto de ley que crea el Instituto Nacional del Alcoholismo, daremos a conocer el pensamiento y la política del gobierno sobre esta materia.
Además, debo hacerme cargo de una información que ha dado aquí nuestra colega doña Silvia Alessandri, en la cual habla del menor contenido de materia grasa de la leche que se da a los niños.
En realidad, es menor, comparado con el que tiene la leche entera. Pero esto, según los entendidos en nutrición, no disminuye su alto valor nutritivo, pues mantiene su alta riqueza en proteínas, sales minerales y, especialmente, calcio, que contribuye al desarrollo físico de los niños.
Nada más, señor Presidente.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Puede continuar la Izquierda Cristiana.
El señor BUZETA.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Le queda medio minuto, señor Diputado.
El señor BUZETA.-
Le concedo una interrupción al doctor Ríos.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
una interrupción el señor Héctor Ríos.
El señor LAEMMERMANN.-
Ya pasó el medio minuto.
El señor RIOS (don Héctor).-
Señor Presidente, Honorable Cámara, antes de iniciar mi intervención, en el período de siete minutos que corresponden al Comité Radical, yo le agradezco el medio minuto que me da, colega.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señor Diputado, ha terminado el medio minuto....
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Su Señoría puede continuar, hasta por siete minutos, en el tiempo del Comité Radical.
El señor RIOS (don Héctor).-
Señor Presidente, el problema de la salud no es un problema de un gobierno o de otro. Es un problema que existe desde hace muchos años, por mala organización, por falta de financiamiento de este Servicio. Porque como lo he dicho muchas veces, el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de Salud son como la "Cenicienta" del presupuesto fiscal, mientras no se hagan las reformas correspondientes: un mejor financiamiento del Servicio a base de un impuesto único proporcional a la renta real de los contribuyentes, que le permitan a este Servicio ampliar la atención médica a todo el país.
Por otro lado, se habla aquí también de que la deficiencia del Servicio se ha dicho muchas veces es por el menor número de médicos que existe en el país. Eso es efectivo. Pero, para remediar esto necesitaríamos ampliar la matrícula de las Escuelas de Medicina, a fin de que, entonces, un mayor número de estudiantes pueda seguir la carrera médica. Igual pasa respecto a los concursos. Cuando se llama a concurso, siempre se llama para un pueblo determinado. Y, entonces, todos los médicos generalmente escogen aquel pueblo que más les conviene, en circunstancias de que como médicos que actuamos en una función social, uno debe irse al pueblo donde en realidad pueda hacer mejor su servicio social.
A nosotros, los médicos, el Estado y el gobierno nos han dado una profesión, una ¿profesión gratuita; y, en consecuencia, debemos devolverle a la colectividad lo que la colectividad ha hecho por nosotros.
Por eso, estamos de acuerdo, el Partido Radical como integrante de la Unidad Popular y del Gobierno de la Unidad Popular, de la gratuidad médica y de la socialización médica, porque es la única forma en que las mayorías nacionales pueden tener atención médica. No queremos una medicina para ricos, y una medicina para pobres; queremos una medicina para todos, porque la medicina no pertenece a ningún partido político, sino que es para todo el país y para toda la humanidad.
Aquí se ha hablado también respecto de la democratización del Servicio y, en realidad, en este gobierno de la Unidad Popular la democratización se hace conveniente.
El señor FREI (don Arturo).-
No se ha hecho.
El señor RIOS (don Héctor).-
Les hemos dado participación en todas partes a los trabajadores, a los propios trabajadores de la Salud, porque queremos nosotros que los trabajadores de la Salud también formen parte de la atención y colaboren en ella con los médicos y también con la parte comunitaria: las juntas de vecinos y los trabajadores, en general, que tienen que actuar. Y aquí están los Consejos Locales que van en cada institución, en cada Servicio de Salud, y los Consejos de Areas; consejos paritarios en los que están representados en forma equitativa tanto los representantes de FENATS, que corresponde a los trabajadores de la Salud, como los de FEPIROTEC, que corresponde a los técnicos; y también los que están acogidos a la ley Nº 15.076, del médico funcionario.
También necesitamos, en realidad, fuera de lo que explicaba para un mejor funcionamiento de este Servicio, que esta atención médica también se haga extensiva a todos los aspectos de la salud.
Todo lo que se ha criticado aquí del medio litro de leche, no es aceptable. Ningún gobierno había instituido este medio litro de leche para los niños; en ' consecuencia, es una cosa positiva, y hay que reconocérsela al Gobierno de la Unidad Popular.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor RIOS (don Héctor).-
Yo no estoy criticando a los otros gobiernos. Estoy diciendo, no más, que el Servicio Nacional de Salud no ha marchado en debida forma, porque no tiene los medios económicos para su financiamiento.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela!
El señor RIOS (don Héctor).-
En consecuencia, yo no he nombrado a ningún partido. Estoy hablando de que, en realidad, es un error, dentro de la deficiencia del Servicio Médico, la mala atención que dicen algunos, debido a que no existe el número suficiente de médicos, debido a que no tienen las horas suficientes de trabajo; porque, en realidad, ellos y sus colaboradores deben estar bien remunerados para que sirvan al pueblo de Chile.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Ríos?
El señor Tudela le solicita una interrupción.
El señor RIOS (don Héctor).-
No, porque tengo el tiempo muy corto.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El señor Diputado no desea ser interrumpido.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor RIOS (don Héctor).-
A propósito de la interrupción que me quería hacer el señor Tudela, le voy a refutar una cosa que él dijo.
El dijo que el Instituto Nacional de Alcoholismo lo habíamos aprobado. Efectivamente, lo aprobamos, aquí y en el Senado; pero el Servicio Nacional de Salud estima y nosotros lo dejamos establecido aquí que no se puede crear un instituto burocrático para atender el alcoholismo. Basta con crear un departamento...
-Hablan varios señores Diputados a la, vez.
El señor RIOS (don Héctor).-
Basta con crear un departamento...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¡Señor Tudela!
El señor RIOS (don Héctor).-
...para que haga la atención en contra de alcoholismo. En consecuencia...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
señor DiputadoTudela, nuevamente llamo al orden a Su Señoría.
El señor RIOS (don Héctor).-
En este sentido, este Gobierno va a mandar una nueva indicación, para que se cree un departamento en el Servicio Nacional de Salud, que sea el que preste esta atención, y no una institución burocrática, a la que vaya a llevar más gente sólo para ganar sueldo.
Necesitamos combatir el alcoholismo en la forma racional que se ha hecho. En consecuencia, nosotros, los radicales, estamos por la democratización del Servicio Nacional de Salud, en el que estén representados equitativamente los trabajadores de la Salud y esté representada equitativamente la parte comunitaria; porque, en estas condiciones, el Servicio Nacional de Salud estaría más completo; y las críticas que se le puedan hacer por mala atención, se tratarán en los Consejos. Y, entonces, el jefe ejecutivo del hospital o del área tiene que resolver el problema.
Quería hablar de todas estas cosas, para dilucidar el problema de la Salud, que es un problema que nos incumbe a todos. No es político. Y, en consecuencia, nosotros, radicales integrantes de la Unidad Popular, estamos en perfecto acuerdo con la democratización del Servicio Nacional de Salud.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Le queda medio minuto al Comité Radical.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
El turno siguiente corresponde al Comité Radical Independiente de Izquierda.
Ofrezco la palabra.
El señor JAUREGUI.-
Pido la palabra.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor JAUREGUI.-
Señor Presidente, lamentablemente, por no disponer del tiempo necesario, voy a tener que reducir mis observaciones en más de un 50%.
Quiero destacar, en forma objetiva, que es efectivo que, en el último tiempo, se ha reducido el presupuesto del Servicio Nacional de Salud; no así en el período del año 1964 al de 1968. De acuerdo con las estadísticas oficiales del Servicio, el presupuesto del Servicio Nacional tuvo uno de los incrementos más grandes que se han observado en el último tiempo: subió de 673 millones de escudos a 1.112 millones, lo que implicó una tasa de aumento del 73%.
Decía, también, que en esta preponderancia de la atención médica privada sobre la atención pública, vale decir del Servicio Nacional de Salud, hay datos muy llamativos como el que voy a mencionar en seguida, citado por el doctor Salvador Díaz, que es técnico en la materia: en el año 1964, de cada 52,8 escudos per cápita en moneda del año 1961, invertidos en Salud, el sector público utilizaba sólo 19 escudos, y el privado, 33 escudos. Por cada escudo gastado en farmacia por el sector público, que es más de dos tercios de la población, el sector privado gastaba 10 escudos para atender a un tercio de la población.
En cuanto a la democratización del Servicio Nacional de Salud, el que habla ya ha efectuado dos exposiciones en esta Cámara, observaciones que deben de haber sido transcritas al señor Ministro de Salud.
Referente a recursos humanos, sabemos que las estadísticas indican que existen en Chile 6 médicos por cada 10 mil habitantes, cifra que en América nos coloca, según datos de la Organización Panamericana de la Salud, por debajo de Argentina, que tiene 17 médicos por cada 10 mil habitantes; de Estados Unidos, que tiene 15 por cada 10 mil habitantes; de Uruguay, que tiene 9; de Cuba, con 8,5; de Venezuela, con 8; y de México, con 6,2. Nuestra cifra es baja, a pesar de que debe reconocerse que el número de médicos en el área rural fue sustancialmente aumentado, de 156 en 1964, a más o menos 500 en la actualidad. Es imprescindible adoptar las medidas necesarias para incrementar los recursos humanos médicos, tomando las disposiciones adecuadas que permitan incorporar a los estudios de medicina a tanto joven con condiciones, que hoy día no puede ingresar a las escuelas respectivas.
Quisiéramos agregar una última consideración. Tenemos la obligación, como Unidad Popular, de otorgar atención médica a toda la población del país, sin excepciones de ninguna especie, a los indigentes y a los ciudadanos sin previsión; a tal fin tiende un proyecto de ley presentado a esta Cámara por los compañeros Héctor Ríos y Sabat y el que habla, que entendemos ha sido acogido por el actual Gobierno, cuyo objetivo fundamental es, como digo, dar cobertura médica al total de la población de nuestro país.
Por último, deseo destacar que el gremio médico ha sido reiterada e injustamente atacado en el último tiempo. Por haber planteado discrepancias con el pensamiento del Gobierno, se le ha tildado de egoísta, de adicto al lucro en el ejercicio profesional, de obstruccionista y hasta de sedicioso. Al respecto, mi condición de parlamentario socialista, y, por tanto, de gobierno, no me impide manifestar, con la objetividad responsable con que siempre procedo, que estos cargos son absolutamente injustos. Después de 30 años de ejercicio profesional en provincia, en donde las responsabilidades del médico son más agudas e intensas que en la capital, yo puedo decir, conociendo el sentido social de los colegas, que pocos gremios, en cualquier país del mundo, pueden demostrar mayor generosidad social y altruismo que los médicos de Chile. Ellos tienen el mérito indiscutible de haber renunciado, en su gran mayoría, a las brillantes perspectivas del ejercicio de una medicina liberal, donde la salud se compra, para entregar su profesión al Estado, a la colectividad, porque comprenden que en un país marcado por el subdesarrollo y la miseria, era necesario, más que nunca, practicar una medicina de masas socializada, pero, a la vez, profundamente humana y digna.
Expresamos nuestros anhelos, en el sentido de que esta sesión sea fecunda en hechos concretos, que vayan en directo beneficio de las clases sociales más desvalidas y postergadas; y de que se comprenda definitivamente que, para dar al pueblo una medicina igualitaria, integral, humanizada, gratuita, oportuna, eficiente, digna y de alta calidad técnica, es necesario comprender que la salud no se obtiene si no hay condiciones ambientales, económicas y de vida en general que sean adecuadas, para lo cual es necesario, de una vez por todas, poner la economía del país al servicio del hombre, que es la verdadera meta del socialismo.
Termino, señor Presidente, solicitando que se dirija oficio al señor Ministro de Salud Pública, insistiendo especialmente en los siguientes puntos:
1) Ir a una política de mayor descentralización administrativa, dando más amplias atribuciones a los jefes de áreas.
2) Otorgar una adecuada cobertura de la salud a los indigentes y a los ciudadanos sin previsión.
3) Ampliar la promoción y formación de médicos, otorgando mayores recursos a la Facultad de Medicina para tal objetivo.
Nada más, señor Presidente.
-Varios señores DIPUTADOS.- ¡Muy bien!
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Terminó el tiempo del Comité Radical Independiente de Izquierda.
El señor Jáuregui ha solicitado un oficio para el señor Ministro de Salud Pública.
¿Habría acuerdo para enviar el oficio en nombre de la Cámara?
-Un señor DIPUTADO.- ¿Cómo?
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
El señor Jáuregui ha solicitado que se envíe un oficio al señor Ministro de Salud Pública.
¿Habría acuerdo para enviarlo en nombre de la Cámara?
Acordado.
El turno siguiente corresponde al Comité Independiente.
Tiene la palabra el Diputado señor Campos.
El señor CAMPOS.-
Señor Presidente, dentro de los tres minutos que tenemos para abordar este problema tan importante, que es el problema de la Salud, haremos solamente muy pocas consideraciones.
Desde luego, yo me alegro de las expresiones del colega Jáuregui, porque han dejado muy bien en claro cuál es la actuación del gremio médico de nuestro país, y ha desvirtuado, en parte, las palabras que ha dicho el colega Sabat.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CAMPOS.-
Creo que hay pocos profesionales en América Latina con la capacidad técnica y sentido social como la que tienen los médicos de Chile. Basta visitar cualquier país para darse cuenta de que, en otros, la profesión médica se ejerce con un criterio liberal, y que el médico se recibe para hacer una buena cuota de dinero para su porvenir. En Chile, desde el año 1944, en la primera convención realizada en Constitución por la Asociación Médica, que presidía el profesor Gustavo Jirón, los médicos vienen luchando decididamente por hacer una medicina socializada en Chile.
En cuanto a la politización del Servicio Nacional de Salud, tema que se ha abordado en esta oportunidad, ella es un fenómeno que solamente ocurre en este Gobierno. Buena parte de culpa les cabe también a los gobiernos anteriores y, especialmente, al último. He sido testigo y víctima de esta tramitación política en la Administración anterior. Por eso, tengo autoridad suficiente para decir que no es solamente en este régimen donde se ha hecho política, sino que se ha venido haciendo desde hace muchos años. En efecto, los médicos que no estaban de acuerdo con la política de gobiernos pasados eran postergados, al igual como se está haciendo ahora.
Creo necesario que el Servicio Nacional de Salud, de una vez por todas,...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Señor Tudela, ruego a Su Señoría se sirva guardar silencio.
El señor CAMPOS.-
...aborde el problema de los concursos médicos. En todos los hospitales de Chile, los directores de ellos y los jefes de servicios están designados en forma interina. Me consta que el Hospital de Curicó, desde hace dos años, está sin director de planta y se ha nombrado un director interino, quien no tiene la suficiente autoridad para tomar bajo su mando la dirección efectiva y eficiente de este hospital, porque todas las directivas están de paso. Lo mismo ocurre con los jefes de servicios. Mientras este Servicio no llame a concurso, para que los más capaces, al margen de la política,...
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado?
Ha terminado el tiempo del Comité Independiente.
No queda más tiempo.
El señor CAMPOS.-
Muchas gracias.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Se va a dar lectura, de nuevo, al proyecto de acuerdo que se ha presentado; y, después de ella, se declarará cerrado el debate.
El señor PARGA (Prosecretario).-
Proyecto de acuerdo presentado por los señores Scarella, Monckeberg, Laemmermann, De la Fuente, Comité Nacional; y señora Alessandri, que dice lo siguiente:
"Considerando:
"Las reiteradas denuncias formuladas en la Corporación acerca de graves irregularidades que ocurren en el Servicio Nacional de Salud, derivadas de la abierta campaña de politización que existe en el Servicio de parte de la Jefatura, lo cual incide profundamente en el desempeño de los funcionarios del Servicio;
"La falta absoluta de información de parte del Gobierno acerca de las consultas que se le formulan de parte de los parlamentarios;
"Las protestas que continuamente se formulan por parte del público, de los enfermos y de otros servicios estatales por la mala atención o falta de atención que existe en el Servicio Nacional de Salud en todas sus actividades;
"La urgente necesidad que existe de normalizar el funcionamiento de este Servicio de vital importancia en la protección de la salud, en el cuidado de los niños, y en la distribución de medicamentos y otros artículos esenciales para el bienestar y la salud de los habitantes del país, y
"La facultad de fiscalizar que confiere a la Cámara de Diputados la Constitución Política del Estado,
"La Cámara de Diputados acuerda:
"Designar una Comisión Especial Investigadora encargada de conocer de todas las denuncias que existen contra el Servicio Nacional de Salud por la mala atención que presta al público en general, por la campaña de politización que existe de parte de la Jefatura del Servicio y por la falta de información que existe de parte de las autoridades gubernamentales sobre las peticiones que se le formulan o los antecedentes que se le solicitan de parte de los parlamentarios sobre la marcha del Servicio.
"Esta Comisión estará integrada con la misma proporcionalidad de la Comisión de Salud Púbica y deberá evacuar su informe en el plazo de sesenta días."
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Cerrado el debate.
En votación el proyecto de acuerdo.
Durante la votación:
El señor MONCKEBERG.-
Es para el bien del Servicio.
El señor PHILLIPS.-
Doctor Ríos, ¿está en contra del gremio?
El señor GUASTAVINO.-
Ahora se solucionan los problemas.
-Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 47 votos; por la negativa, 12 votos.
El señor FUENTES, don César Raúl (Vicepresidente).-
Aprobado el proyecto de acuerdo.
El señor Santibáñez ha pedido cinco minutos a la Mesa, la cual cree que, reglamentariamente, dicha petición no procede.
Se levanta la sesión.
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