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El señor FERREIRA.-
Señor Presidente, a pesar de la intención de los gestores de esta sesión especial, estimo muy útil iniciar un debate nacional sobre los problemas de la salud, para deslindar responsabilidades sobre la situación actual y definir la política de salud en el contexto general del desarrollo del país. Pienso, sí, que en menos de dos horas, lo que dura esta sesión, no será posible agotar el tema; apenas lograremos esbozarlo.
Los errores de estructura de las organizaciones responsables de la salud de la población no son de cargo del Gobierno, ni de las actuales autoridades de la salud.
Es de general conocimiento que el Servicio Nacional de Salud nació frente a la necesidad de fusionar los distintos servicios que otorgaban salud y evitar la dispersión de recursos que hasta esa fecha se observaba. Su creación representó, sin duda, un poderoso avance, que implicó un decisivo progreso en la materia.
Sin embargo, a casi veinte años de su creación, se observa una grave crisis estructural de este Servicio y de todo el sector de la salud. Causa fundamental de esta crisis es, a nuestro juicio, la multiplicidad de centros de poder y, en especial, la falta de definición de ámbitos de acción del Ministerio de Salud y del Servicio Nacional de Salud. Ello ha traído como consecuencia una serie de conflictos de poderes y preeminencias que han impedido la marcha armónica del sector y frenado el impulso que le dieron sus creadores. En consecuencia, con nuevos criterios de Gobierno se hace necesario evaluar los resultados del Servicio Nacional de Salud y, asimismo, de los otros organismos del sector de la salud durante el período, y plantear las modificaciones que para el cumplimiento del programa de la Unidad Popular sea necesario efectuar.
El Partido Radical sostiene, junto a los partidos y movimientos que participan en la Unidad Popular, la necesidad de crear el Servicio Unico de Salud, que pueda dar atención universal, eficiente e igualitaria, y en cuya gestión participen los trabajadores y la comunidad.
Dada la complejidad del problema y de las estructuras actualmente existentes, será necesaria una etapa transitoria, durante la cual se harán las modificaciones que conduzcan gradualmente a la meta del Servicio Unico de Salud.
Los problemas de salud pública tienen para el Supremo Gobierno la más importante prioridad y se están realizando cuidadosos estudios tendientes a encontrarles las mejores soluciones, en términos compatibles con el actual desarrollo económico de la nación. Las acciones deben organizarse aprovechando los recursos humanos y de organización actualmente desarrollados en el país, centralizados en su mayor parte en el Servicio Nacional de Salud que, con casi veinte años de continuo perfeccionamiento y experiencia, habrá de ser la base del futuro Servicio Unico de Salud.
Para el Gobierno de Chile, el objetivo final de todas sus acciones, incluidas las de salud, es el hombre y su progresivo bienestar y desarrollo.
La base fundamental de la realización de este propósito es la progresiva transformación del actual sistema económico social en un modelo político, pluralista y democrático, que tiene como meta la construcción del socialismo, proceso garantizado por la participación del pueblo en el poder.
Por eso, la salud está enmarcada en el conjunto de medidas globales de gobierno.
No es, entonces, la acción utilitaria de mejorar y reponer la fuerza de trabajo, en un esquema de explotación capitalista del hombre; es, fundamentalmente, la resultante del equilibrio entre el ambiente y las personas.
Por esto, las medidas destinadas a rescatar nuestras riquezas básicas, el control de los medios fundamentales de producción, la reforma de la tenencia de la tierra, la redistribución justa del ingreso, la batalla de la producción para señalar las medidas más destacadas son fundamentales para mejorar las condiciones que determinan los niveles de salud.
En el campo médico-sanitario, el Gobierno se propone llevar a cabo una tarea revolucionaria: proporcionar atención universal, igualitaria, integral, gratuita, humana, oportuna y de la más alta calidad técnica.
No es propósito de la política de salud suprimir las acciones del sector privado. Con todo, y para asegurar el cumplimiento de las finalidades señaladas, se adoptarán medidas para asignar la mayor parte de gasto médico nacional al sector público, mediante una reordenación de los procedimientos impositivos y de la seguridad social, que asegura medicina integral y gratuita al ciento por ciento de la población.
Por otra parte, respondiendo ahora al estimado amigo don Ricardo Tudela, me permito manifestar que, cuando se traten las observaciones del Ejecutivo al proyecto de ley que crea el Instituto Nacional del Alcoholismo, daremos a conocer el pensamiento y la política del gobierno sobre esta materia.
Además, debo hacerme cargo de una información que ha dado aquí nuestra colega doña Silvia Alessandri, en la cual habla del menor contenido de materia grasa de la leche que se da a los niños.
En realidad, es menor, comparado con el que tiene la leche entera. Pero esto, según los entendidos en nutrición, no disminuye su alto valor nutritivo, pues mantiene su alta riqueza en proteínas, sales minerales y, especialmente, calcio, que contribuye al desarrollo físico de los niños.
Nada más, señor Presidente.
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