-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/592025/seccion/akn592025-ds10-ds22-ds34-ds36
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2220
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3501
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2220
- rdf:value = "
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
Pido la palabra.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
Señor Presidente, creo que es absolutamente necesario decir unas pocas palabras acerca del contenido de este proyecto, porque en relación con esta rama del deporte nacional existe una errada como equivocada apreciación. Se piensa que es un deporte para ricos, y eso es lo más lejos que puede darse de la realidad.
Es ya de pública notoriedad que el automovilismo deportivo se ha convertido en Chile en un deporte de gran atracción y arraigo popular. Esto queda comprobado fehacientemente por el número siempre creciente de deportistas que participan activamente en las competencias y de espectadores que asisten a los autódromos con toda su familia, disfrutando de un día completo al aire libre. En el autódromo de Las Vizcachas, ubicado en los alrededores de Santiago, la asistencia alcanza a una cifra que fluctúa entre las veinte mil y cuarenta mil personas en cada reunión. Por otra parte, las competencias automovilísticas interprovinciales, en las cuales los pilotos derrochan su coraje y pericia y en las que se pone a prueba la calidad técnica de los mecánicos tienen la fuerza emotiva capaz de atraer la atención de todos los sectores. Place pocos días se desarrolló en el autódromo Roca Roja, de Antofagasta, una competencia deportiva, y la verdad es que toda la población de esa ciudad estuvo motivada y atraída por su desarrollo.
Este auge del deporte automovilístico se aprecia no sólo en Santiago, sino que también en las provincias, con la creación de modernos autódromos en Arica, Antofagasta y Punta Arenas, que ya son una realidad. Existen también en Valparaíso y La Unión, donde es necesario completar su pavimentación. Concepción y La Serena están haciendo los trámites para construir los suyos. Pronto la idea podrá concretarse en Talca, Rancagua, Temuco y Los Angeles y en otras ciudades importantes, que están haciendo los estudios iniciales. En suma, el automovilismo deportivo está alcanzando una expansión extraordinaria y está pasando a ser en Chile uno de los más valiosos medios de recreación popular, de atracción masiva, de turismo y de enlace humano entre los pueblos.
Con el fin de abaratar la práctica de este deporte y de hacerlo accesible a un número cada vez mayor de personas de recursos medios, se ha creado en la reglamentación de las competencias la categoría Standard Nacional, lo que permite la participación de los automóviles corrientes, tal como salen de las armadurías. Esta categoría ha encontrado una entusiasta acogida especialmente en la juventud, a tal punto que en los últimos dos meses, y considerando sólo Santiago, se ha incorporado a las actividades deportivas casi un centenar de nuevos participantes.
Es indiscutible que los deportes motorizados, en general, atraen poderosamente a la gente joven y que, en medida muy significativa, pueden incentivar a la juventud para que elija profesiones técnico-mecánicas y artesanales. En un país en vías de desarrollo, como el nuestro, que necesita una cantidad cada vez mayor de técnicos mecánicos y de mano de obra calificada, resulta obvio que hay que alentar y apoyar aquellas iniciativas que, aunque sea en una proporción limitada, tienen capacidad para transformarse en cauce de solución del problema recién reseñado. En suma, el automovilismo deportivo es un elemento valioso para ayudar a desterrar el complejo de las manos sucias en vastas capas de nuestra juventud, las que, al ver limitadas sus posibilidades de ingreso a la universidad para seguir las carreras tradicionales, optan generalmente por cargos burocráticos o empleos en los que el país no aprovecha toda su capacidad creadora y su potencialidad laboral.
En fecha reciente, el 6 de julio de este año, se formó una integración deportiva automovilística entre Argentina, Brasil y Chile, a la que el 26 de julio se incorporó también el sur del Perú. En ella, Chile participa como uno de sus miembros, a través de la Federación Chilena de Automovilismo Deportivo, afiliada al Consejo Nacional de Deportes, y reconocida por la Dirección de Deportes y Recreación del Estado. Esto entraña, entre otras responsabilidades, la de que Chile tiene que actuar como país en competencias sudamericanas con los automóviles que se fabriquen o armen en nuestro territorio. Ha quedado abierta, en consecuencia, la perspectiva de cotejar la calidad de la industria automotriz chilena con ocasión de los resultados deportivos. Pero, además el buen éxito que se obtenga en estos eventos deportivos continentales tendrá una incidencia directa en el prestigio de nuestros productos industriales y artesanales, y consiguientemente en sus posibilidades de exportación. Así, pues, el automovilismo deportivo puede ser considerado como un importante elemento promotor del prestigio de la industria nacional, con capacidad para abrirle nuevos mercados en el exterior.
La Federación Chilena de Automovilismo Deportivo y la Asociación Nacional de Velocidad, entidades netamente amateur, con muchos años de actividad y numerosos miembros, poseen una sólida y jerarquizada estructura orgánica. Sin embargo, no poseen ninguna fuente de financiamiento estable y permanente para estimular y promover este deporte, que es absolutamente de aficionados y de cuyo desarrollo son responsables ante la comunidad nacional. Las taquillas que se producen en los autódromos son insuficientes, incluso, para cubrir la mínima cuota de ayuda económica indispensable para los pilotos de recursos modestos. Mucho menos se dispone de fondos para proveerlos de repuestos, para crear escuelas de mecánica y conducción, para preparar adecuadamente a pilotos y máquinas nacionales frente a la responsabilidad de actuar con los colores de la Patria en eventos internacionales. Es efectivo que en la Ley del Deporte se consideren algunas limitadas franquicias aduaneras para internar repuestos y determinados tipos de vehículos. Pero es asimismo evidente que, si no se obtienen fuentes de financiamiento estable, les resultará imposible a las autoridades de este deporte desarrollar todos los planes que han estructurado en su afán de cumplir adecuadamente el compromiso que han contraído con la comunidad nacional.
Considerando, en resumen, que el automovilismo deportivo fundamenta su razón de ser en argumentos de importancia social, económica y cultural, como los anteriormente expuestos, y dada la relevancia que tales argumentos tienen en la vida de una comunidad organizada; considerando también que es necesario asegurar la solidez institucional de este deporte y propender a su mayor desarrollo, abriendo la posibilidad de que puedan participar en él elementos de recursos económicos modestos, y, finalmente, que ello se consigue dotándolo de ingresos seguros y en cantidad a lo menos elemental en su primera etapa de desarrollo, me he permitido proponer, a petición de los mismos dirigentes de este deporte, el proyecto de ley que ahora considera esta rama del Congreso Nacional.
La Comisión de Hacienda de nuestra Corporación estudió este proyecto, coincidió ampliamente con el espíritu que lo anima, y le prestó su aprobación unánime como dice el informe con muy ligeras enmiendas, que dicen relación con su financiamiento.
En resumen, señor Presidente, la expansión de este deporte se propone financiarla estableciendo un impuesto de un dos por mil. Y ruego a los señores Diputados que tengan la bondad de percatarse de la incidencia escasísima que esto tiene. El dos por mil a las transferencias de automóviles, camionetas y station wagons. Se ha dejado fuera a los camiones y a las micros.
Ahora bien, yo sé que se acaba de aprobar en la ley de Reconstrucción un impuesto del 8%; pero, de nuevo pido a los señores Diputados que piensen lo que represente un dos por mil en una transferencia de un automóvil medio, de 50 mil escudos; alcanza a Eº 100, a $ 100.000 y nada más. Cuando una persona gasta 50 millones de pesos en comprar un automóvil, bien puede pagar Eº 100 que, en un restorante cualquiera, los gasta en unos pocos sandwichs o en una botella de vino. Esa es la verdad. O sea, la incidencia en el costo de un automóvil es ínfimo; pero, al mismo tiempo, con esto estamos dando la posibilidad de ampliar esta rama del deporte y, sobre todo, de permitir que personas de recursos medios puedan entrar a participar en él. Además, estamos proporcionando los medios para un deporte que se ha ido haciendo más masivo, de atracción popular cada vez más grande y más fuerte; sobre todo, ahora, ha pasado a ser, junto con el fútbol,...
El señor SANHUEZA (Presidente).-
¿Me excusa? Ha terminado el tiempo de su primer discurso.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
....el deporte de mayor atracción popular.
El señor SANHUEZA (Presidente).-
Su Señoría puede continuar en el tiempo de su segundo discurso.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
Yo pediría que pudiéramos entrar a votar para despacharlo.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/592025/seccion/akn592025-ds10-ds22-ds34
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/592025