. . . . . . " \nEl se\u00F1or DAIBER.- \n \nPido la palabra. \n \nEl se\u00F1or VALENZUELA VALDERRAMA, don H\u00E9ctor (Presidente). - \n \nTiene la palabra Su Se\u00F1or\u00EDa. \n \nEl se\u00F1or DAIBER.- \n \nSe\u00F1or Presidente, lamento no compartir el criterio de mi colega de las bancas comunistas. A m\u00ED, pollo menos, me satisface m\u00E1s la redacci\u00F3n original de la C\u00E1mara, puesto que hay una serie de circunstancias en que existe expendio de drogas y medicamentos peligrosos para la salud; pero que est\u00E1n dirigidos, en lo posible, a mejorar ciertas enfermedades. \nPor lo tanto, considero m\u00E1s acertada la redacci\u00F3n dada a este art\u00EDculo por la C\u00E1mara, porque, de otra manera, se sanciona el expendio de ciertas drogas que involucran un peligro para la salud; pero que pueden ser recetadas adecuadamente por los m\u00E9dicos. \nPor eso, creo que es preferible mantener el texto original. \n \n " . . . . .