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- rdf:value = " 10.-ACTIVIDADES DEL GRUPO ANACONDA EN RELACION CON EL PROBLEMA DE LA PROPIEDAD MINERA EN LOS SALARES DE TARA Y ATACAMAEl señor VIDELA (Vicepresidente).-
La Mesa solicita también el asentimiento unánime de la Sala para incorporar en la Cuenta de hoy y pedir su inclusión en la convocatoria de la moción presentada por el señor Irureta, que interpreta la ley número 6.482.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Se trata de la moción que interpreta la ley Nº 6.482, en relación con la constitución de la propiedad minera, a que dio lectura el señor Irureta en su reciente intervención.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo?
El señor AGUILERA.-
La hemos firmado todos los Comités políticos.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Está firmada, pero no tengo el original a la vista, señores Diputados.
El señor IRURETA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor IRURETA.-
En realidad, el original de1 proyecto fue enviado, me parece, a la Redacción de Sesiones y sucede que el señor Secretario está usando una copia, de él. Pero quiero aclarar que está firmado por representantes de los Partidos Demócrata Cristiano, Socialista de Chile, Socialista Popular, Radical y Comunista. No sé si omití alguno, pero entiendo que los firmantes son representantes de esos partidos.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
En este momento ha llegado el proyecto original a la Mesa.
El señor MOMBERG.-
¿Me permite? Yo he solicitado la palabra hace mucho rato.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
Un momento, señor Diputado. ¿Habría acuerdo para incluir el proyecto en la Cuenta de la presente sesión y para solicitar su inclusión en la convocatoria?
El señor CLAVEL.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
Un momento, señor Diputado.
¿Habría acuerdo...?
El señor CLAVEL.-
No hay acuerdo para nada, entonces.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
No hay acuerdo.
El señor SILVA ULLOA.-
Estoy inscrito, señor Presidente.
El señor IRURETA.-
¿Para qué no hay acuerdo, señor Presidente?
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
Para agregar el proyecto en la Cuenta y solicitar su inclusión en la convocatoria.
Tiene la palabra el señor Silva Ulloa.
El señor NAUDON.-
Tiene que ser presentado por el Ejecutivo en la legislatura extraordinaria.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, participo en este debate...
La señora ALLENDE.-
Me había cedido dos minutos el señor Momberg.
El señor MOMBERG.-
Yo le había cedido dos minutos a la señora Allende.
El señor VIDELA (Vicepresidente).-
El señor Ministro no deseaba ser interrumpido.
Hay un orden de inscripciones, señores Diputados. En primer lugar, está inscrito el señor Silva Ulloa; en seguida, el señor Naudon, y a continuación el señor Momberg.
Tiene la palabra el señor Silva Ulloa.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, participo en este debate que ha promovido la cuestión planteada por el colega Narciso Irureta y que nosotros apoyamos desde un comienzo, haciendo presente que en lo sustancial no es cosa nueva, y que los socialistas populares no hemos sido renuentes a cumplir con lo que entendemos es nuestra obligación con el país.
Señor Presidente, todo esto deriva, como bien lo ha señalado el señor Ministro, de la forma arcaica con que se constituye la propiedad sobre pertenencias mineras. Recuerdo que en los debates que tuvimos en esta misma Sala en los años 1954 y 1955, cuando se discutieron aquellas iniciativas que se denominaron "de nuevo trato para el cobre" y se convirtieron en la ley Nº 11.828, al intervenir en representación de los Diputados socialistas, planteé la misma cuestión y podría demostrar, en forma documentada, cómo permanentemente nosotros hemos estado preocupados de restituir al Estado, para el bien común de todos los chilenos, la propiedad de nuestras riquezas básicas. Pero como el debate pudiera dar margen a concluir que en nuestro aberrante Código de Minería existen disposiciones que establecen el derecho de propiedad minera, yo quiero, en primer término, señalar que esto no es efectivo.
El artículo 591 del Código Civil, en concordancia con el artículo 1º del Código de Minería, establece: "El Estado es dueño de todas las minas de oro, plata, cobre, azogue, estaño, piedras preciosas, y demás substancias fósiles, no obstante el dominio de las corporaciones o de los particulares sobre la superficie de la tierra en cuyas entrañas estuvieren situadas-" Esto reafirma el criterio de cuál es la naturaleza de la pertenencia minera en Chile, por el hecho de que las disposiciones del Código de Minería establecen que cuando no se paga la patente, caduca la concesión. O sea, no existe el derecho de propiedad irrestricta que muchos invocan en cuanto a las pertenencias mineras.
Señor Presidente, aclarado este primer punto, y con el propósito de encuadrarme en el tiempo' de que dispongo, quiero señalar que, con motivo de la discusión del proyecto de reforma constitucional que tuvo su origen en el Senado, y que modificó el artículo 10, número 10 de la Constitución, fueron Senadores de nuestra tendencia los que promovieron la cuestión más importante, lo cual guarda perfecta armonía con lo que ha expresado el señor Ministro aquí, y nos releva del cargo que aparentemente yo quise ver en sus palabras, en el sentido de que la denuncia del colega Irureta había tenido la virtud de promover cuestión sobre este problema de alto interés público.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Pido una interrupción.
El señor SILVA ULLOA.-
La verdad es distinta.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
¿Me permite una interrupción?
El señor SILVA ULLOA.-
Con todo gusto. Pero entiendo que no es con cargo a mi tiempo, porque las interrupciones son con cargo al tiempo del que las pide.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).- Exactamente.
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
No quiero rectificar mi posición sino que sólo decirle al señor Diputado que en realidad, como a él le consta, hace más de un año y medio el Ministro que habla presentó una indicación, en la que se establece un sistema para el cambio de las ventas de patentes, un sistema que permite al Estado, a través de la Corporación de Fomento, de la Empresa Nacional de Minería o de la Corporación del Cobre, reservarse los yacimientos o pertenencias que salieran a remate por el no pago de la patente, pero modificando previamente el sistema actual. O sea, eso nos habría llevado a recuperar, para estas instituciones públicas, del Estado y nacionales, una cantidad enorme de pertenencias mineras que ahora no se trabajan ni se explotan.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).- Puede continuar Su Señoría.
El señor SILVA ULLOA.-
Yo insisto en que el acuerdo general es conceder interrupciones con cargo al tiempo de quien las solicita. Y, si se respeta el tiempo que tenemos asignado, no tengo ningún inconveniente, en el transcurso de mi intervención, en conceder todas las interrupciones que se me soliciten.
La señorita SAAVEDRA(Presidenta accidental).-
Así es.
El señor SILVA ULLOA.-
¡Muchas gracias!
Señorita Presidenta, decía que, con ocasión del proyecto que modificó el número 10, del artículo 10 de la Constitución, fueron Senadores de nuestro partido los que promovieron cuestión sobre la materia, y durante el debate habido en la sesión 94, de 12 de abril de 1966, que aparece en el Diario de Sesiones del Senado, el Senador Ampuero dijo lo siguiente: "En mi opinión, sería de primordial importancia, dejar resuelto de una vez por todas un viejo litigio, una vieja polémica, acerca del carácter del derecho que se otorga a los dueños de pertenencias mineras. Hemos entendido siempre que, de la letra de las disposiciones del artículo 1° del Código de Minería y de un precepto que virtualmente dice lo mismo en el Código Civil, se desprende que el Estado es el único titular del derecho de propiedad, y que a los particulares sólo entrega una concesión. Ojalá pudiéramos encontrar el ambiente necesario en el Senado para llevar estas ideas -repito- al texto constitucional. Eso implicaría ya un avance con respecto a lo existente y, sobre todo, daría un claro indicio del propósito nacionalista, al menos, que pudiera inspirar esta reforma.".
En el informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que aparece en el Diario de Sesiones de esa Corporación correspondiente a la sesión número 96, del año 1966, en la parte pertinente se da cuenta de las indicaciones presentadas por distintos señores Senadores. Voy a leer las que tienen atingencia con la materia.
En primer término, una presentada por los Senadores señores Aguirre, Ahumada, Bossay, Enríquez, Gómez, Juliet, Maurás y Miranda, para sustituir el inciso tercero del artículo único, por los siguientes:
"El Estado tiene el dominio exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las substancias y recursos naturales que se encuentran en el subsuelo terrestre, en el fondo y subsuelo marítimos y en las aguas marinas. No obstante, el Estado podrá otorgar concesiones para la explotación de estos bienes, salvo el petróleo, sus derivados y subproductos,...", etcétera.
Más adelante, una indicación de los Senadores Chadwick y Juliet; y otra indicación de los Senadores señores Altamirano, Allende, Ampuero, señora Campusano, Chadwick, Luengo, Rodríguez y Teitelboim, para agregar el siguiente inciso nuevo:
"El Estado es dueño de las caídas de agua, depósitos de hidrocarburos, substancias radiactivas y de todas las minas de oro, plata, cobre, azogue, estaño piedras preciosas y demás substancias fósiles, no obstante el dominio de las corporaciones o de los particulares sobre la superficie de la tierra, en cuyas entrañas estuvieren situadas.".
Y más adelante, otra indicación tendiente al mismo propósito, de los Senadores señores Altamirano, Allende y Chadwick, que establecía lo siguiente:
"Los actuales titulares de los derechos de concesión minera, sea que corresponda a concesión para explorar o concesión para explotar esta última denominada pertenencia, dispondrán del plazo de un año para transferir sus derechos a empresas nacionales y, si así no lo hicieren, caducará la concesión.".
Estas indicaciones, en el fondo, fueron las que originaron el debate más interesante, no sólo en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, sino en la Sala; y constan en los anales de la Corporación, todas y cada una de las intervenciones. Voy a citar, nuevamente, las que considero de mayor interés. Por ejemplo, en el mismo anexo se establece lo que sigue:
"Finalmente, se entra a considerar la última de las ideas contenidas en las indicaciones presentadas por el Partido Radical y por Senadores del Frente de Acción Popular, que dice relación con las pertenencias y concesiones mineras actualmente vigentes y su caducidad para el caso de no ajustarse a las disposiciones que se establecen.
"Las indicaciones Nºs. 13 y 14 otorgan a los actuales titulares de derechos de concesión minera: plazos de uno y cinco años, respectivamente, para someterse a las nuevas disposiciones constitucionales que se han aprobado en este trámite, bajo la sanción de caducidad.
"Esta materia provocó un extenso debate, cerrado el cual, con los votos de los Senadores Durán, Chadwick y Luengo y la oposición del Honorable Senador señor Prado, se aprobó una indicación sustitutiva formulada por los Honorables Senadores Gómez y Durán, del siguiente tenor:...".
O sea, este criterio nuevo que nos ha expresado el Ministro esta tarde fue planteado con ocasión de la reforma constitucional, prosperó en el Senado con los votos en contra de la Democracia Cristiana y llegó a esta Corporación en segundo trámite constitucional. Está aquí el debate correspondiente en la historia de la ley. No quiero reproducirlo porque no están presentes todos los colegas que participaron en él, manifestando uno u otro criterio.
Lo que interesa es dejar establecido que aquí el debate fue absoluta y totalmente negativo, porque las enmiendas aprobadas por el Senado en relación con la denuncia de las pertenencias mineras fueron rechazadas por esta Corporación con los votos de los parlamentarios de Gobierno-.
El señor PENNA.-
Solicito una interrupción.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
El señor Penna solicita una interrupción.
El señor SILVA ULLOA.-
No tengo inconveniente.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia del señor Silva Ulloa, tiene la palabra Su Señoría.
El señor PENNA.-
Justamente, el proyecto Chadwick respecto al amparo y caducidad de patentes mineras, que fue un intento parcial de reforma del Código de Minería, en esta Sala fue rechazado, porque en verdad éste había sido discutido prácticamente en todas las asociaciones mineras del país. Principalmente, este rechazo se debió a que fue pedido por telegrama y otros documentos que, seguramente, muchos de los Diputados guardamos en nuestro poder.
En las asociaciones de mineros están reunidos no sólo los empresarios grandes, sino también los pequeños; y ésta es una de las contradicciones chilenas: que sean los mineros de asociaciones mineras pequeñas y pequeños mineros...
El señor AGUILERA.-
En pertenencias extranjeras.
El señor PENNA.-
...los que pidieran que no se modificara el Código, sino que se hiciera un intento de arreglo a través de otra vía. Quiero dejar aclarado esto, porque creo que es la historia verdadera del rechazo de la indicación.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Silva Ulloa.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, reconozco que efectivamente se usaron esos argumentos, pero recuerdo -y aquí hay constancia de ello- que nosotros manifestamos no tener ningún inconveniente en introducir a la enmienda modificaciones que permitieran asegurar que efectivamente el pequeño minero no iba a ser perjudicado. Y la verdad es que, si nosotros hubiéramos propuesto y se hubiera aceptado que aquellos propietarios con un máximo de 100 pertenencias quedaban al margen de las posibilidades de aumento de las patentes -el problema planteado por el señor Penna es otro, y a él me voy a referir más adelante- indudablemente que habría prosperado todo un cuerpo legal que habría resuelto el problema sin perjudicar en nada a los pequeños mineros. Pero esto no tiene nada que ver con la reforma constitucional que estoy comentando, sino que tiene que ver con la iniciativa de los Senadores señor Chadwick y señora Julieta Campusano, de introducir modificaciones en el proyecto que se convirtió en la ley Nº 16.894 y que modificó la ley Nº 12.937 sobre franquicias de la zona industrial para Iquique y Pisagua. De tal manera que, en esta ocasión, la cita que hace el colega Penna no tiene relación con lo que estoy comentando, sino con otro problema al que me voy a referir más adelante.
Este proyecto de reforma del artículo 10, inciso 10, de la Constitución, en su primer trámite constitucional ocupó muchas reuniones tanto de la Comisión técnica como de la Sala, para analizar en profundidad cada uno de los argumentos que aquí se expusieron.
De todas las intervenciones que hubo, tanto de los Senadores que auspiciaron las indicaciones para corregir la enmienda, como de quienes fueron contrarios, recuerdo la del SenadorFrancisco Bulnes. En general, todos coincidían en que este sistema arcaico, de las pertenencias mineras, había permitido que empresas extranjeras se apropiaran, prácticamente, de casi todo el territorio nacional.
Si el señor Ministro realiza -y yo le pido que lo haga si no lo tiene- un catastro de cómo está constituida la propiedad en las pertenencias mineras, llagará a la conclusión de que los pequeños mineros, que defiende con tanto calor, y que nosotros también defendemos, como muchos colegas, constituyen el 5% de las pertenencias atribuidas. El 95% está en peder de las grandes empresas, que usan a los pequeños mineros para defender intereses que no son los de Chile.
Desde esta alta tribuna puedo manifestar -y creo que en esto interpreto a todos los colegas que representan provincias mineras- que los parlamentarios, conscientes del drama del pequeño minero, estamos dispuestos, en cualquiera legislación -ya sea de reformando la Constitución, la más alta jerarquía en que podemos legislar, ya sea modificando el Código de Minería-, estamos dispuestos a resguardar sus intereses. Para ello necesitamos que las grandes empresas nos dejen tranquilos para defender, por sobre todas las cosas, los intereses de Chile.
Esta reforma constitucional fue aprobada en su primer trámite en el Senado, y en la Cámara, por razones que no se dieron -porque el debate, constreñido por los plazos, fue estrecho y menguado- se rechazó. El criterio -y no hago cargos a los colegas democratacristianos- fue volver, en este segundo trámite, a un proyecto muy concreto, que estaba destinado, como después lo tuvo que reconocer el Gobierno, a facilitar la aplicación de la reforma agraria. Por eso incorporaron, como indicación, todas las reformas constitucionales que había aprobado la Cámara el año 1965. Nosotros, junto con los colegas radicales, comunistas y los socialistas, votamos en contra de esta adición, porque estábamos conscientes de que entorpecía el despacho de la reforma y no llevaba a las conclusiones prácticas que se habían querido alcanzar al despacharla en su primer trámite constitucional.
¿Qué ocurrió? Que en el Senado, en el tercer trámite, no hubo el quórum constitucional exigido, que me parece que en ese instante era de 22 Senadores, para haber insistido en esta materia. Y así desapareció una iniciativa que le daba jerarquía constitucional a lo que ha expresado aquí el señor Ministro de Minería.
Por eso es indispensable que los hombres de Gobierno revisen un poco los anales del Congreso para que sepan que ha habido preocupación en la materia. Si no ha prosperado, de algunos es la responsabilidad, pero de otros es el mérito de haber planteado la cuestión con el propósito de resolverla.
En el proyecto que se convirtió en la ley Nº 16.494 sobre ayuda a las industrias elaboradoras de harina y aceite de pescado en las provincias de Tarapacá y Antofagasta, volvimos a insistir en el Senado sobre la materia. En el Diario de Sesiones, en la sesión 39ª, celebrada el 31 de agosto del año 1967, hay un largo análisis de las indicaciones presentadas por la señora Campusano y el Senador Chadwick, de sustitución del sistema de amparo de las pertenencias mineras, que coincide totalmente con lo expuesto por el señor Ministro en cuanto a la necesidad de que éstas se amparen con el trabajo y no con un sistema de pago de patentes, cuyo monto no ha sido revalorizado. Cuando en 1888 se eliminó el amparo de la propiedad minera a través del trabajo, y se sustituyó por el pago de una patente, en realidad, resultaba extraordinariamente caro, en pesos de esa época, mantener la propiedad minera. Si esos valores se hubieran mantenido en forma constante -ya lo dijo el colega Pontigo en su intervención, porque tomó las cifras que señaló el Senador Chadwick y que constan en el informe del Senado- cada hectárea estaría pagando una patente sobre los sesenta escudos-La indicación del señor Chadwick, como alguien me apunta, pudo elevar a trece escudos la hectárea. Pero la verdad es que estoy hablando de reactualizar los valores establecidos en 1888, tomando como base eso que los economistas llaman "moneda constante". Eso significa que cada hectárea tendría que estar pagando una patente de sesenta escudos en 1967; y como las pertenencias son de cinco hectáreas, cada una tendría que estar pagando una patente del orden de los trescientos escudos. Naturalmente, esto se aproximaría a lo que la ley de Estados Unidos de Norteamérica establece en cuanto al pago de estas patentes, información que ha proporcionado el señor Ministro, y que yo debo confesar que la desconocía, porque no he tenido tiempo de estudiar la legislación comparada.
Las indicaciones presentadas por el Senador Chadwick y la Senadora señora Campusano, tuvieron una lata discusión. Fueron objeto de un debate apasionado, intenso e instructivo en el seno de la Corporación y también en la Comisión técnica. Y el Senado aprobó estas modificaciones al Código de Minería.
Y aquí ocurrió lo que señala el colega Penna; que vino la presión de las sociedades mineras, incluso de las pequeñas, y en la Cámara, sin un estudio acabado, se rechazaron todas estas modificaciones, que pudieron haber sido enriquecidas y perfeccionadas por el trabajo de los parlamentarios.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Me permite, señor Diputado?
Ha terminado el tiempo de Su Señoría.
El señor SILVA ULLOA.-
Muchas gracias, señorita Presidenta
Me habría gustado disponer de más tiempo, pues me he quedado con bastante material. Ojalá podamos volver sobre la materia, porque ella es del más alto interés público.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el señor Naudon, en el tiempo del Comité Radical.
El señor NAUDON.-
Señorita Presidenta, hemos oído con mucha atención la exposición del señor Ministro y la de los colegas que han intervenido en el debate. Ya ha dicho el colega Silva Ulloa que nuestro Partido no ha sido remiso en considerar la necesidad de modificar nuestra legislación minera, estableciendo que la pertenencia no es una forma de dominio como ahora se sostiene, sino que debe ser una concesión.
A esto se refirió el señor Ministro, que de paso leyó y citó al profesor Armando Uribe, quien, en un estudio bastante completo sobre la legislación minera chilena, aconseja su reforma, precisamente por la naturaleza de nuestro país. Dice en una de sus partes: "Para nosotros la minería no sólo tiene importancia. Más que eso, muchísimo más, es la vida de esta tierra, es el pulmón por donde respira y el corazón que impulsa la sangre que corre por sus venas." Y agrega:
"Se comprende, entonces, que buscar la fórmula más adecuada de la filosofía de esas modificaciones y reformas, tiene, que ser y debe constituir una preocupación de primordial importancia para nuestros actuales gobernantes. A la vez, cooperar en el estudio de sus antecedentes será la obligación moral ineludible de cuantos están en condiciones de aportar a ello su experiencia práctica o intelectual, y su formación y técnica."
Hemos presentado en el Senado de la República indicación para llevar a nivel constitucional, la concepción de que el derecho del titular de una pertenencia minera, es una concesión de derecho público y, por lo mismo sometida a las necesidades económicas de la sociedad. Y este concepto, que es muy moderno, y que ya está incorporado en muchas legislaciones, es una consecuencia del avance en el proceso económico y social que hemos experimentado desde hace muchos años.
Por eso, hemos observado y analizado con atención la denuncia presentada por el Diputado señor Narciso Irureta, quien sostiene que un grupo de Anaconda, una filial, la Compañía Sudamericana Exploradora de Minas S. A., ha manifestado cerca de 897.500 hectáreas en el salar de Tara y en el de Atacama. Esta denuncia tiene por objeto advertir al Gobierno y al Poder Legislativo, el peligro que entraña que la Anaconda constituya propiedad minera sobre tan grande superficie de nuestro territorio, pasando, por cierto, a ser dueña de los minerales del subsuelo.
Se denuncia también que cuando se conocieron los Convenios del Cobre, uno de ellos, que lleva fecha 18 de diciembre de 1964, obligaba a la Anaconda a constituir la "Compañía Exploradora Cordillera S. A.", en la que sería socio el Estado chileno, y establecía que "Esta Compañía Exploradora Cordillera, descubriría y exploraría yacimientos o propiedades mineras y el Grupo Anaconda se obligaba a entregar la exclusividad de las exploraciones a la Sociedad Cordillera y a entregar al Gobierno una lista confidencial de propiedades mineras en vías de exploración".
Se ha dicho por el señor Ministro que la Anaconda no se ha opuesto a constituir esta sociedad mixta en cumplimiento del convenio que nosotros aprobamos y que establece, como una de las asociaciones entre el Estado y las compañías Anaconda, la creación de la Compañía Exploradora Cordillera, para la explotación de nuevas minas. Esto tiene por objeto, precisamente, cautelar el interés nacional, porque las compañías Anaconda, según la letra c), debían ofrecer "exclusivamente en exploración a Cordillera, durante los primeros diez años del plazo de este Convenio, las propiedades mineras indicadas en una lista confidencial entregada a la Comisión del Gobierno".
Además, si acaso se estimaba que una propiedad minera presentaba o podía presentar mérito geológico y económico suficiente, debía constituirse una sociedad explotadora, en la cual, en alguna medida, también estaba resguardado el interés del Estado de Chile, porque tenía que constituirse esta sociedad como mixta, con capitales de la Anaconda y del Departamento del Cobre.
El señor Ministro ha dicho que no ha sido la compañía Anaconda la que se ha opuesto, la que ha entrabado la formación de esta sociedad mixta, sino que es la otra parte, o sea, el Estado a través del Departamento del Cobre, la que habría puesto obstáculo a la formación de esta sociedad, que iba a cautelar los intereses chilenos, por lo menos en relación a la Anaconda y a las probables exploraciones que pudiera realizar la Compañía Exploradora Cordillera, De manera que, según lo expuesto por el señor Ministro, hay aquí un responsable de esta situación denunciada por el colega señor Irureta, y este responsable es, indiscutiblemente, el Gobierno, que no ha dado cumplimiento a la ley Nº 16.424, vigente desde el 25 de enero de 1966, que aprobó los convenios del cobre, Es posible que se argumente en contrario que no hay plazo para celebrar estos convenios; pero no hay duda que la conveniencia y la obligación del Estado era cautelar los intereses nacionales a través de la formación de esta sociedad mixta.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
¿Me permite, señor Diputado?
El señor NAUDON.-
Concedo una interrupción al señor Ministro.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Me permito recordarle al señor Diputado que las bases que se tuvieron presentes no están traducidas en una obligación legal, como él manifiesta. No existe en la ley 16.424 la obligación nuestra de constituir esa sociedad. Nosotros estamos discutiendo esa sociedad. No ha habido negativa de parte de Anaconda, sino que se ha estado discutiendo, y eso está pendiente. Eso es lo que he dicho. Pero eso no es una obligación que la ley nos imponga a nosotros. Porque de esa discusión pudiera estimarse que debe constituirse, o que no debe constituirse, o que debe constituirse en otra forma. Pero en ningún caso es una obligación legal que pesa sobre la Corporación del Cobre constituir una sociedad en las condiciones señaladas. Las bases se tuvieron a la vista, pero no están incorporadas a la ley.
Eso es lo que quería expresar.
El señor NAUDON.-
A nosotros nos parece que desde el momento en que nosotros aprobamos, a través de la ley de los convenios del cobre, el convenio propuesto que fue enviado, como documento anexo al mensaje, desde ese mismo momento nació, con la aprobación de la ley, la obligación del Gobierno de materializar este convenio. De otra manera, habría sido letra muerta. Y la ley, siempre hay que interpretarla en el sentido en que produce algún efecto, y no el sentido en que no produce efecto alguno.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Está pendiente.
El señor NAUDON.-
Ahora, en cuanto a la exposición del señor Ministro, llegamos a la conclusión de que ha destruido prácticamente la denuncia del señor Irureta, porque ha dicho que la Anaconda o el grupo Anaconda se ha ceñido estrictamente al Código de Minería, un Código caduco, obsoleto, porque ha hecho la denuncia, que está en trámite, incluso la mensura, y que entonces se oirá al Servicio de Minas del Estado. Bien sabemos que el Servicio de Minas del Estado no va a poder pronunciarse sobre la conveniencia o inconveniencia de esta propiedad minera, sino que sobre el aspecto técnico de la constitución.
Por eso, indiscutiblemente, la Anaconda va a llegar a constituir propiedad minera sobre estas 397.500 hectáreas, porque se está sometiendo a los trámites que la ley actual indica, y nosotros nada saca-riamos con aprobar el proyecto presentado por el Diputado señor Irureta, que yo suscribí como una manera de demostrar nuestra inquietud ante el problema, porque de aquí a que nosotros hagamos realidad esta ley, a que sea despachada en todos sus trámites constitucionales y publicada en el Diario Oficial, la Anaconda ya tendrá constituida la propiedad minera. La ley interpretativa que se pretende despachar no va a tener efecto contra la Anaconda, porque sabemos que la Corte Suprema siempre ha declarado que la propiedad minera es una forma de propiedad y que impide su expropiación, salvo las condiciones que la misma Constitución determina, en el artículo 10. Así, esta ley interpretativa va a ser declarada inconstitucional.
La única manera de evitar que la Anaconda pase a ser dueña de esta gran cantidad de terrenos, que contiene riquezas nuestras, es que se pudiera despachar una ley ante de que constituyera definitivamente la propiedad minera, para que entonces no se nos pueda exhibir el derecho de propiedad y el artículo 10, número 10, de la Constitución Política como argumento de inaplicabilidad de esta ley que se proyecta.
El señor AGUILERA.-
Hay que modificar el Código.
El señor NAUDON.-
Por eso, como nosotros no queremos caer en el juego de este proyecto, que vemos ineficaz, porque la Anaconda, mientras tanto, acelera el procedimiento para constituir su propiedad minera, advertimos a la Honorable Cámara de este hecho. Si el Gobierno, con sentido de responsabilidad ante la nación, lo estima necesario, no debe tramitar un proyecto de ley interpretativa, sino tomar rápidamente las medidas legislativas del caso para impedir que la Anaconda llegue a constituir esta propiedad minera, que la puede tener constituida a breve plazo.
Nosotros estamos alarmados frente a este problema. Si hemos suscrito la moción del colega Irureta, ha sido como una demostración, como dije, de nuestra inquietud frente a este nuevo atentado a nuestra soberanía, a nuestra riqueza, cometido por una empresa extranjera que está burlando el espíritu y la letra de un convenio que suscribió el año 1964 y que si bien no tiene efecto legal, porque es un convenio, porque no se ha materializado en el contrato, tiene para ella, y para cualquier persona que viva en este país, una obligación moral. Porque es una burla al Estado de Chile tratar de constituir propiedad minera en contraposición o contradicción evidente y clara con la letra de este convenio, que la obliga a constituir una sociedad explotadora, para que los descubrimientos que haya hecho y que haga pasen a ser, en parte, propiedad nacional, a través de una sociedad mixta.
Concedo una interrupción a mi colega señor Clavel, que me la había solicitado.
El señor CORVALAN.-
¿Me permite?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Perdón, ¿el señor Clavel quiere una interrupción?
El señor CLAVEL.-
Voy a hacer uso de una interrupción.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Señor Naudon, el señor Corvalán le solicita una interrupción.
El señor NAUDON.-
En seguida, con cargo al tiempo de él.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
No tiene tiempo el señor Corvalán.
El señor CLAVEL.-
Señorita Presidenta, fuera de lo manifestado por mi colega señor Naudon, hay cosas claras que no hemos considerado hasta este momento, ni en la denuncia, ni en el veto, ni en el proyecto de ley presentado por nuestro colega Irureta.
Por parte del Gobierno tampoco ha habido ni una sola opinión, ni una sola declaración en cuanto a las declaraciones formuladas por la Anaconda, en la prensa, en el día de ayer o en el día de hoy, referentes a esta materia.
La Anaconda, en el número 2 de su declaración, dice:
"2.- La acción de Anaconda no lesiona ni podría perjudicar en manera alguna los intereses del Estado. Su petición de pertenencias se refiere exclusivamente a elementos metálicos y no a potasio o sales potásicas cuya propiedad la ley Nº 6.482 reserva para el Estado. Ni Anaconda ni ningún otro particular podría interferir la acción del Gobierno para disponer libremente de esas sustancias.
El señor Ministro, indirecta o directamente, se refirió a este segundo punto en esta sesión, y le encontró razón a la Anaconda en estas declaraciones: dijo que sus peticiones habían sido hechas conforme a la ley.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
¿Me permite, señor Diputado?
El señor CLAVEL.-
Con todo gusto.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Justamente, he dicho todo lo contrario. He dicho que el artículo 6º de la ley Nº 6.482 expresa que, a partir desde la fecha de promulgación de la ley, no se podrán constituir pertenencias mineras sobre yacimientos que contengan las sustancias indicadas en este artículo. Yo entiendo que si se prueba la existencia de sustancias como las indicadas, o sea, carbonato de calcio, fosfatos y sales potásicas que se encuentran en terrenos fiscales o nacionales de uso público, en ese caso, a mi juicio, la Anaconda no podría constituir pertenencia. Este punto merece una duda, y esa duda la ha planteado el Diputado Irureta en su proyecto que ha sido apoyado por otros sectores, en el sentido de que debe entenderse así la disposición. Digo que puede prestarse a dudas, pero mi opinión es ésa: acreditada la existencia de las sustancias indicadas, no se podría constituir ningún tipo de pertenencia minera, no solamente pertenencia sobre fosfatos y sales potáticas. Pero es un problema jurídico que, en realiad, no cabe ahondar mayormente en este instante.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Clavel.
El señor CLAVEL.-
Pero el Servicio de Minas del Estado, que es un organismo del Estado, informó favorablemente al juez que debía inscribir esta pertenencia.
El señor HALES (Ministro, de Minería).-
No, señor Diputado ¿Me permite?
El señor CLAVEL.-
Si me permite, señor Ministro, quiero recordarle que el Servicio de Minas del Estado informó favorablemente la petición de la compañía al juez competente y que con la debida oportunidad se dio cumplimiento a todos los trámites y plazos legales y administrativos. Eso es lo que dice Anaconda y lo que usted, señor Ministro, no ha desmentido.
Solamente por esta sesión se ha venido a conocer la opinión del Gobierno. Sin duda alguna, si el Gobierno no estaba de acuerdo con las declaraciones de Anaconda, podía haberlo hecho saber oportunamente a la opinión pública, podía haberle contestado.
En otra parte, la Anaconda dice: "Anaconda no ha podido utilizar los servicios de la sociedad mixta denominada Compañía Exploradora Cordillera S. A., porque esta entidad no tiene actualmente existencia legal, ya que no ha sido constituida. Anaconda ha estado y está llana a tratar con la Corporación del Cobre de Chile la formación de la referida Compañía, conforme a las bases de convenio suscritas el 19 de diciembre de 1964."
¿Qué encierra esta declaración de la Anaconda? Un cargo directo a usted, señor Ministro, que no le ha dado constitución legal a la Compañía Exploradora Cordillera. Son cargos concretos que le ha hecho la compañía y usted, no es que no haya defendido, sino que no los ha aclarado ante la opinión pública, como tiene la obligación de hacerlo, porque este no es un negocio suyo, sino del país.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
¿Me permite, señor Diputado?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Señor Clavel, el señor Ministro le solicita una interrupción.
El señor CLAVEL.-
Con todo gusto se la concedo, señorita Presidenta.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede usar de la palabra el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Yo ruego que no confundamos las cosas. He sido muy claro en el asunto relacionado con la Compañía Exploradora Cordillera. Está pendiente; la última palabra no la hemos dicho...
La señora ALLENDE.-
¿Por qué?
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Porque se está estudiando, porque un proyecto de esta naturaleza no se puede contestar así, simplemente, y decir "sí" a todo.
En segundo lugar, el Servicio de Minas del Estado no ha informado favorablemente la solicitud de inscripción de la mensura. Por eso digo que hay dos trámites que no deben confundirse. Lo que el Servicio de Minas del Estado ha contestado lógicamente se refiere al artículo 8º del Código de Minería, que rige en las provincias de Antofagasta y de Tarapacá, en el sentido de que en el caso de manifestaciones mineras debe consultarse si existen o no terrenos salitrales en esas provincias.
Ese punto fue contestado por el Servicio de Minas del Estado y está en el trámite de la manifestación.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Diputado.
El señor CLAVEL.-
Ahora, en cuanto al proyecto de ley presentado por nuestro colega Irureta, usted, señor Ministro, lo destruyó totalmente. Usted ha manifestado, en forma muy clara, que no cabe lugar a dudas de que el Gobierno no va a dar su patrocinio a este proyecto de ley en la actual convocatoria. En consecuencia, la iniciativa presentada por nuestro colega Irureta -no quiero calificar intenciones; puede ser con la mejor de las intenciones- va a dormir por lo menos hasta el 21 de mayo, fecha en que nosotros podremos entrarla a tratar.
Pero el señor Ministro, al destruirlo, no ha dado su opinión a la Cámara en cuanto a si el Ejecutivo va a presentar algún proyecto, en reemplazo de éste, en la actual convocatoria...
El señor CORVALAN.-
Con suma urgencia.
El señor CLAVEL.-
...porque, en primer lugar, creemos que el proyecto de ley presentado por el señor Irureta no satisface a nadie, ni al propio Gobierno; y, en) segundo lugar, porque no va a contar con el patrocinio del Ejecutivo. En consecuencia, el hecho de acordar dar cuenta de él esta noche sería un trámite inoficioso más de la Cámara.
Le concedo una interrupción al colega Naudon, señorita Presidenta.
El señor CORVALAN.-
Yo había pedido una interrupción.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Me permite, señor Naudon? Estaba pendiente una interrupción que había solicitado al señor Clavel el señor Corvalán, quien tiene un minuto del tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor NAUDON.-
Muy bien.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia del señor Clavel puede hacer uso de la interrupción el señor Corvalán.
El señor CORVALAN.-
Señorita Presidenta, creo que el esfuerzo que hemos estado realizando esta tarde tiene la principal virtud de llamar la atención -como también se ha dicho aquí- de la opinión pública hacia un problema, en si, complejo. Tal vez parezca que quiero exponer razones de "Perogrullo"; sin embargo, y lo digo con sinceridad, he releído los convenios y creo que lo sustentado por los Diputados de las bancas radicales se contradice, en su intención, con el argumento que están dando.
Yo he reclamado, como ellos, de la importancia que tiene el constituir la Sociedad Exploradora Cordillera. Parece que todos los partidos están de acuerdo en ésto. No obstante, convendría analizar bien qué dicen los convenios, ya que los colegas sólo se han manifestado respecto de la participación porcentual en la propiedad de esta nueva empresa exploradora. Pero cabe una pregunta de fondo, porque a eso es a lo que todos los partidos se han estado refiriendo durante este debate: al concepto de la nacionalidad y de la autoridad chilena para llevar este negocio minero.
¿Qué va a pasar, colegas?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Ha terminado el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor CORVALAN.-
Yo pediría a la Mesa que se recabara el asentimiento de la Sala para que se me prorrogara el tiempo por medio minuto.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
No hay quórum, señor Diputado.
El señor PENNA.-
Señorita Presidenta, yo pertenezco al Comité del PADENA y le puedo dar una interrupción.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Las interrupciones son de cargo del Comité a que pertenece el Diputado que las solicita y el Comité Demócrata Cristiano no tiene tiempo.
El señor CORVALAN.-
Entonces, solicitaría una interrupción a los radicales, porque ellos van a entrar a este debate.
El señor NAUDON.-
¿ Cuánto tiempo le queda al Comité Radical, señorita Presidenta?
La señorita SAAVEDRA(Presidenta accidental).-
Le quedan diez minutos.
El señor NAUDON.-
Voy a continuar.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar su señoria
El señor NAUDON.-
Señorita Presidenta, los Diputados radicales estamos de acuerdo en que ha sido útil esta sesión para renovar nuestra inquietud frente al problema de modernizar nuestra legislación minera. Pero, también deseamos dejar establecido y bien en claro que es responsabilidad del actual Gobierno el incumplimiento de la ley al no hacer realidad los convenios aprobados en lo que se refiere a la Sociedad Exploradora Cordillera. Tenemos nuestras dudas de que una ley interpretativa -si ésta no es aprobada antes de que Anaconda constituya propiedad minera- vaya a servir el objeto que se tuvo en vista, porque como ley interpretativa no podrá lesionar el derecho de propiedad y esto lo sabe perfectamente el señor Ministro, que es abogado, Sabe que incluso es procedente el establecimiento o constitución de propiedades mineras yuxtapuesta sobre sustancias diferentes, de modo que aun cuando existieran yacimientos o depósitos de potasio o sales potásicas, se podría constituir propiedad minera sobre una sustancia diferente.
Por esta razón vamos a prestar nuestro concurso y apoyo al proyecto del colega señor Irureta, que cuenta ya con nuestra firma.
A la vez, hacemos presente al Gobierno que, si este proyecto no es despachado a la brevedad posible, no se podrá impedir este nuevo atentado que va a cometer la Anaconda contra los intereses de Chile, porque la interpretación, por la vía de la ley Nº 6.482, no podrá afectar a la Anaconda, si alcanza a constituir propiedad minera antes de que se dicte la ley.
Con mi venia hará uso de la palabra el señor Fuentealba, quien continuará con el análisis de este problema.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el señor Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señorita Presidenta, por pertenecer a una zona minera, me parece que es mi obligación intervenir en el debate, con el objeto de hacer algunas observaciones sobre tan importante materia. Es obligación preferente del Estado, y debe serlo también del Congreso, tratar de conservar nuestras riquezas básicas, sobre todo, si esta riqueza se va agotando a medida que se extrae el mineral de la tierra en forma frecuente.
La denuncia que ha hecho el Diputado señor Irureta es de mucha importancia. El ha dicho que la ANACONDA, por intermedio de la Compañía Sudamericana Exploradora, se ha hecho dueña de todo el salar de Atacama y de todo el salar de Tara en el departamento de Calama, provincia de Antofagasta. Se trata de 397 mil 500 hectáreas que van a pasar a manos de esta compañía norteamericana y hay una rara coincidencia, porque la Compañía Sudamericana Exploradora, tal como lo ha expresado el señor Irureta, está formada por 29 mil acciones de la ANACONDA y sólo mil de otras personas extrañas, que, como se ha dicho, han sido verdaderos "palos blancos".
Ya se ha expresado aquí en la Cámara, que no es efectivo, como lo manifestó el señor Irureta, que la ANACONDA se haya negado a pagar las multas que se le aplicó por no querer vender el cobre a las instituciones nacionales; el señor Ministro lo ha explicado y parece que sobre eso ya se ha hecho claridad.
A continuación, quiero referirme a un aspecto que acaba de tocar el señor Ministro, cuando dio respuesta a la inquietud que le manifestó el Diputado señor Naudon. El dice que la ley de convenios del cobre o los convenios suscritos antes de que ella se dictara, no obligan al Estado a fundar la Sociedad Exploradora Cordillera Sociedad Anónima. Sin duda es así, pero pregunto, ¿no es de tanta importancia la suscripción de sociedades mixtas, como el caso de El Teniente, de la Compañía Minera Andina, de La Exótica y de otras que se han realizado?, ¿no es tan importante formar la sociedad exploradora, con el objeto de que ella, que es parte del Estado, vaya explorando los yacimientos que se encuentran en nuestro territorio? Se me ocurre que es mucha más importante eso...
El señor CORVALAN.-
Es más grave.
El señor FUENTEALBA.-
...porque, indudablemente esto se va transfiriendo a las sociedades anónimas extranjeras que no tienen nada que ver con los intereses del Estado. Quiero hacer presente que esa no es una cosa nueva. Tal como lo ha expresado el señor Pontigo, el 31 de agosto de 1965, el DiputadoLuis Valente hizo una denuncia; ya se habló sobre eso. Lo grave está en que esa denuncia no sirvió para nada, porque ni la Cámara de Diputados, donde tienen mayoría los Diputados democratacristianos, ni el Gobierno, ni el Estado, se preocuparon de aclarar esta grave denuncia que se había hecho respecto de algunas manifestaciones a nombre de una institución particular, de Cerro Colorado.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
¿Me permite, señor Diputado?
Hay un juicio sobre eso. El fallo está pendiente en la Corte Suprema. La CORFO y el Instituto de Investigaciones Geológicas se han preocupado de este asunto.
El señor FUENTEALBA.-
Me alegro, señor Ministro de que esas cosas se hayan considerado y actualmente estén por aclararse.
Me parece que sobre esta materia ya se ha ahondado en forma extraordinaria. Nosotros creemos, tal como lo dijo el DiputadoNaudon, que es necesario reformar cuanto antes las disposiciones del Código de Minería, de otra manera, estaríamos abocados a que esta compañía extranjera, la ANACONDA, pudiera pasar a ser dueña de estas 390 mil hectáreas en los salares de Tara y de Atacama.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Naudon.
El señor NAUDON.-
Señorita Presidenta, antes de finalizar nuestra intervención, solicitamos que se oficie a Su Excelencia el Presidente de la República para que, a la brevedad posible, arbitre las medidas legislativas o administrativas del caso para impedir que la ANACONDA constituya propiedad minera sobre las pertenencias denunciadas.
Nada más.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría.
El señor PONTIGO.-
En mi nombre.
El señor AGUILERA.-
En el mío.
La señora ALLENDE.-
También en mi nombre.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
El señor Secretario me informa que hay acuerdo especial en esta sesión, de forma que no rigen las normas de la Hora de Incidentes. De manera que necesitaríamos acuerdo unánime y no tenemos quórum.
El señor IRURETA.-
Y cuando hubo, se opuso el señor Clavel.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
No hay quórum, señores Diputados.
El Comité Independiente le cedió 5 minutos de su tiempo a la señora Laura Allende.
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
Señorita Presidenta, yo siento que el señor Ministro no me haya concedido, en el momento oportuno, la interrupción que le solicité, porque, en realidad, aquí se han dicho muchas cosas a las cuales me quería referir,
Sin embargo, quisiera que el señor Ministro me escuchara. Le quiero refrescar la memoria. Primero, me voy a referir al hecho de que estando nosotros, los socialistas en el gobierno, se había aprobado la reforma al Código de Minería. El señor Ministro sabe, supongo -porque debe recordarlo- que entonces sólo estuvimos 13 días en el gobierno, con Grove, y que éste fue, justamente, echado abajo por el señor Dávila. Así es que esa acusación del señor Ministro creo que fue hecha en un momento de ofuscación, porque estaba demasiado acalorado y, tal vez por eso no me quiso conceder la interrupción. Porque no creo que haya temido que le fuera a faltar el respeto como Ministro.
Además, quería referirme a una situación que el señor Ministro ya ha esclarecido en parte. Nos dejó en suspenso cuando dijo: "No es la ANACONDA la que se opone a la creación de esta Sociedad Exploradora Cordillera". Y no nos dio ninguna razón. Yo creo que si el señor Ministro dice que este problema está en discusión, lo natural, para tener confianza en él, sería que nos informara por qué está en discusión durante tanto tiempo. Porque, en realidad, ya el plazo es demasiado largo. Ahora, no creo que el Ministro en la Cámara de Diputados tenga que estar guardándose los motivos de esta discusión por qué no se ha aprobado todavía este asunto.
Pero anotaba el Diputado señor Corvalán, que ha estado repasando los convenios del cobre, que, en realidad, no es conveniente constituir esta sociedad, porque va a reemplazar al Departamento de Exploración de la ENAMI y, además, ella es totalmente norteamericana.
Yo le quiero preguntar al señor Ministro en qué proporción estamos nosotros en esta sociedad mixta.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Como recordaba el Diputado señor Naudon, la sociedad se constituye con un 51% -en las bases, como digo, porque eso no está en la ley- de la ANACONDA, y un 49% del antiguo Departamento del Cobre. Pero hay un sistema distinto, según quien haga los aportes. Si los aportes se hacen, por ejemplo, en pertenencias manifestadas o descubiertas o de propiedad del Gobierno de Chile, la inversión en esta sociedad pasa a ser en los dos tercios del Gobierno y en un tercio de la ANACONDA. Y, si a la vez, los aportes los hace ANACONDA, su parte en la inversión es en la misma proporción.
Yo quiero explicarle a la señora Diputada, porque, en realidad, es muy fácil decir que nos hemos retrasado, que hace muy poco hemos creado en la Corporación del Cobre el Departamento de Minas y Metalurgia. Los yacimientos ofrecidos son prácticamente, entre los cuales no están los yacimientos del salar de Atacama, porque son nuevos y, como digo, no son todavía propiedad de la ANACONDA.
Durante estos dos años, desde que se hicieron los decretos -se hicieron prácticamente en enero del año 1967- toda la labor de la Corporación del Cobre ha estado destinada al cumplimiento; de los decretos de inversión. Porque lo que nos apura y lo que nos mueve a preocuparnos permanentemente no es la constitución de la sociedad de exploración, que puede ser una cosa muy larga; en cambio, sí nos interesa el cumplimiento de los decretos de inversión, o sea, la inversión en la mina, actualmente, para aumentar la producción en la refinería, que se ha terminado, y en el plan habitacional. Es decir, prácticamente son dos o tres funcionarios del Departamento de Minas y Metalurgia y los correspondientes a Ingeniería los que han estado preocupados del cumplimiento de los decretos de inversión.
Y en esta materia, no hay un decreto de inversión comprometido. O sea, esta discusión puede continuar. Evidentemente, ella puede tener una importancia para el futuro; pero no puede revestir la importancia que tiene el cumplimiento de los decretos de inversión, porque estos tienden al aumento de la producción y a la realización de planes muy específicos comprometidos. Esa es la preocupación más grande.
El instituto de Investigaciones Geológicas está naciendo sus exploraciones. Pero indudablemente que nos preocupa mucho mas que el esfuerzo del Estado se dedique primero a aquel trabajo que nos permite 100%, y no a los trabajos que nos van a permitir 50%. Porque los trabajos realizados por nosotros los aprovechamos nosotros. El instituto de investigaciones Geológicas de ENAMÍ hace generalmente sus manifestaciones por encargo de la CORFO, es decir a favor de la Corporación, como también de ENAMI o del propio instituto; pero no a favor de alguna sociedad. Entonces, es indudable que con los recursos de que disponemos, es mucho más importante -los Diputados de las zonas mineras lo entienden- como estas investigaciones o exploraciones cuesta realizarlas, que se hagan primero con los recursos nuestros para tener la propiedad del 100%. Yo he tenido ese criterio. He querido darle prioridad a los trabajos que significan propiedad del 100% para el Estado, antes que darle importancia a una sociedad en la que la participación nuestra no es la misma.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar la señorita Laura Allende.
La señora ALLENDE.-
Le agradezco al señor Ministro la explicación. Si la hubiese dado en el momento oportuno nos habría evitado estar sonsacándole esto como con tirabuzón. Usted no la quiso decir; nos dejó en suspenso. Dijo: "No es la ANACONDA la que se opone." No dijo nada más. Eso es lo que quería preguntarle.
Ahora, usted nos dice que no nos hemos querido preocupar de esto. ¡Nos preocupamos con desesperación cuando se aprobaron los convenios del cobre! Y justamente, en los convenios del cobre se aprobó también esta sociedad. Y, después, cuando se hizo la reforma del artículo 10 de la Constitución, se dejó al margen de ella a las pertenencias mineras. Si usted sabía que el Código de Minería era atrasado, ¿por qué no aprovechó esa oportunidad para poder defender esas pertenencias para nosotros? Ahora que dice que tiene una indicación, según la cual los que no han pagado las patentes de esas pertenencias, las van a perder. Pero no serán las compañías norteamericanas las que no van a pagar las patentes y van a perder las pertenencias. A quien se está perjudicando es al pequeño minero, al hombre que no tiene recursos para conservar esas pertenencias mineras.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Señora Allende, le ruego dirigirse a la Mesa.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Quiero decir que el pago no perjudica a los pequeños mineros. En las reuniones que hemos tenido con los mineros, cuando hemos tratado este problema, dejé en claro que el pequeño minero, gran parte de los mineros de Chile -como lo señalé en mi exposición- esos que trabajan personalmente sus minas, esos que ni siquiera tienen propiedad minera, trabajan con un sistema de explotación mínimo.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Señora Allende, le ruego evitar los diálogos y esperar que el señor Ministro termine.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Los pequeños mineros pueden amparar sus minas, sus pertenencias, en un año, pagando lo que vale una caja de fósforos al año por una hectárea. Por eso, es necesario establecer la manera de terminar el latifundio minero, porque existen en el país importantes sociedades, muchos grupos, que tienen gran número de pertenencias que amparan con una patente de valor irrisorio.
Ese proyecto fue enviado al Senado, y está pendiente en la Comisión de Minería. No se ha podido obtener el quórum para dirimir un empate que se ha presentado en esa Comisión, para poder sacarlo adelante. Indudablemente, hay que cumplir con lo que yo decía: una especie de impuesto progresivo para aquellas pertenencias que no están explotadas.
Pero esto no perjudica al pequeño minero; al revés, le abre posibilidades para poder trabajar, porque hoy día existen mineros a los cuales les cuesta mucho encontrar pertenencias disponibles, porque hay zonas mineras que están totalmente manifestadas de la cordillera al mar. Ese impuesto le abre posibilidades al pequeño minero. Tanto es así que los pequeños mineros, si es que han entendido lo que pasa, dentro del concepto de pequeños mineros aparecen, muchas veces, muchos grandes mineros, que también se sienten perjudicados. Pero el pequeño minero tiene que estar con este sistema, que tiende a protegerlo y a abrirle posibilidades; y no el actual sistema, que realmente lo tiene constreñido. Porque gran parte de las 4 ó 5 millones de hectáreas que están manifestadas en el país, como lo recordaba el señor Silva Ulloa -refiriéndose a mi discurso en Copiapó-, un gran porcentaje dé miles de ellas -el 95%, en número-representa la entrega del 5% en minerales a, la Empresa Nacional de Minería. Y en el otro 5% -de este 95 de los que entregan el mineral, aparecen como pequeños mineros. Este proyecto que está en el Senado. . .
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Con la venia del señor Ministro, tiene la palabra la señora Allende.
La señora ALLENDE.-
Otra cosa que quisiera preguntar al señor Ministro: ¿No cree que habría sido bueno -en esta indicación- haber establecido alguna diferencia entre las patentes de los que son chilenos y las patentes de los que son extranjeros, para poder proteger a los chilenos con el objeto de que así pudiesen tener facilidades para adquirir estas pertenencias?
Yo hago la pregunta, porque puedo ser muy ignorante; pero quiero aprovechar este momento.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Ministro.
El señor HALES (Ministro de Minería).-
Yo creo, señora Diputada, que una indicación de esta naturaleza sería inconstitucional porque, en realidad, no pueden establecerse diferencias de tributación entre unos mineros y otros. Eso sería absolutamente inconstitucional; porque la Constitución contempla un régimen de cargos y contribuciones igual para todos.
La señora ALLENDE.-
Yo creo que ahora sería el momento oportuno para ello; porque como ahora se está discutiendo una reforma constitucional, se podría aprovechar ella, justamente, para hacer una reforma en este sentido...
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
¿Me permite, señora Diputada? Ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
...porque si el Gobierno desea honradamente ir...
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Ofrezco la palabra.
El señor CORVALAN.-
Pido la palabra.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Señor Corvalán, ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
El señor CORVALAN.-
Yo le solicitaba un minuto al Comité Radical.
Un señor DIPUTADO.-
No queda.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Al Comité Radical le queda un minuto. Se le podría conceder...
El señor POBLETE.-
Se lo concedemos.
El señor CLAVEL.-
Le concedemos el minuto del Comité Radical.
El señor CORVALAN.-
Después lo devuelvo.
El señor CLAVEL.-
Pido la palabra. Se lo cedemos al señor Corvalán.
El señor ACEVEDO.-
No puede devolverlo. No tiene tiempo...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PONTIGO.-
Ya se acabó el minuto.
El señor ACEVEDO.-
No se puede.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el señor Corvalán en el minuto que le queda al Comité Radical.
El señor CORVALAN.-
En realidad, yo voy a complementar con mis palabras, el comentario hecho por los colegas de los bancos del Partido Radical.
Es importante, señorita Presidenta, que esta sociedad explotadora se constituya; pero, sí, quiero advertir mis dudas, porque como he dicho varias veces -revisando los convenios del cobre- ocurre que no hay claridad respecto a cómo va a operar esta sociedad. Y junto con estimar que el Gobierno debe acelerar estas medidas, yo creo que esta tarde los Diputados deberán tomar en cuenta que tres organismos están efectuando en Chile prospecciones, exploraciones mineras. Se trata de empresas...
El señor ACEVEDO.-
¿Me permite, señorita Presidenta?
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Un segundo, por favor, señor Corvalán.
El señor Acevedo estaba haciendo una consulta.
El señor ACEVEDO.-
No puede hacer uso de la palabra el señor Corvalán.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
En realidad, se puede hacer traslado de tiempos, porque el señor Poblete es Comité y cedió el minuto que le quedaba...
El señor ACEVEDO.-
No puede, porque el señor Corvalán no tiene tiempo con qué responder.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Es con cargo al tiempo del Comité Radical. El Comité Independiente cedió también cinco minutos a la señora Allende.
El señor CLAVEL.-
Ya pasó el minuto.
El señor ACEVEDO.-
Esto fue establecido en los acuerdos de Comités.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Es distinta la situación, señor Acevedo. En todo caso, ha terminado el minuto.
Ofrezco la palabra al Comité Democrático Nacional.
El señor PENNA.-
Pido la palabra.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PENNA.-
Señorita Presidenta, el colega señor Silva Ulloa expresó recientemente, en relación con el proyecto del Senador Chadwichk, respecto al amparo y caducidad de patentes mineras su opinión al respecto. Pero la Cámara y Diputados de todos los sectores se vieron prácticamente en la necesidad de rechazarlo, por petición expresa de todas las asociaciones mineras de Chile.
Posteriormente, el Gobierno, con ocasión del proyecto de fomento de la minería del oro, que en este momento está en el Senado, propuso una modificación para elevar el costo de las patentes mineras que es hoy día de cinco centésimos de escudos por pertenencia, a dos escudos, y de las que son de un valor de cinco milésimos, de escudo también a dos escudos.
Sin embargo, lo extraño y la contradicción que hay en todo esto se pueden explicar perfectamente: en las asociaciones , pequeñas, en las que están incluidos una inmensa cantidad de pequeños mineros, como dijo el señor Ministro (recuerdo, por ejemplo, las cifras del año 1966), de 22 mil propietarios mineros que entregaron a la ENAMI alrededor de 42 mil toneladas de cobre fino, menos de cien entregaron 40 mil toneladas; y las otras 21 mil y tantos restantes entregaron 2 mil toneladas de cobre fino. Y lo más extraño de todo esto es que siempre son las asociaciones mineras, que generalmente están manejadas por los grandes intereses mineros, que las usan -perdóneseme la expresión- como "carne de cañón", para protestar por una medida que, a mi juicio, debería salvaguardar el interés nacional.
En esta indicación, incluida en el proyecto de fomento del oro, este costo sube a dos escudos, lo que, evidentemente, puede ser una suma muy subida, aunque no lo es tanto, porque si una pertenencia va a costar dos escudos al año, un pequeño minero propietario dé 10 pertenencias, pagará 20 escudos anuales, lo que no es una gran cantidad para él. En fin, se trata de salvaguardar eficazmente el interés de Chile, pues sería de alto costo la petición de las pertenencias por parte de las grandes empresas.
Estimo que un proyecto, y creo que hay consenso entre los parlamentarios para modificar la Constitución Política, que eleve las patentes mineras para los que tienen muchas pertenencias, redundaría el interés de las grandes compañías dueñas de vastas extensiones de territorio.
Sin embargo, en la modificación que introdujo el Gobierno con ocasión del proyecto de fomento del oro, se podría dejar en el mismo costo actual a los sectores que tienen menos de 100 pertenencias, porque en los sectores pequeños no se elevaría mucho la tributación; pero hay que aumentarla considerablemente en los casos de los que tienen más de 100 pertenencias, pues se trata de gente que, generalmente, no trabaja las minas y de empresas extranjeras que están formando posesión de vastos territorios chilenos.
Lo fundamental es que, en muchas partes, las asociaciones de mineros ya se están oponiendo y debatiendo intensamente esta situación para orientar a los pequeños sectores de mineros, que son los más perjudicados. En efecto, en las asociaciones son los pequeños mineros los que protestan, porque, generalmente, los que trabajan en esas minas no son dueños de ellas, sino que éstas, por lo general, pertenecen a tres, cuatro o diez grandes señores que tuvieron capital para hacer las peticiones y que, prácticamente, viven del esfuerzo de los que trabajan las minas, de los pequeños mineros, a los cuales les cobran regalías que van de un 10 a un 20%. Es gente que, además, está en posesión, prácticamente, de extensos territorios del norte.
Por ello, lo primero es que los pequeños mineros comprendan que la Sociedad Nacional de Minería no está representando realmente sus intereses, sino que los de los sectores medianos y grandes y que usa a los pequeños mineros, verdaderamente, como "carne de cañón" para darles más peso a las peticiones.
Nada más.
La señorita SAAVEDRA (Presidenta accidental).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Habiéndose cumplido el objetivo de la presente sesión, se levanta.
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