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- rdf:value = " 12.-CREACION DE LA CONSEJERIA NACIONAL DE PROMOCION POPULAR
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Se halla inscrito, en primer lugar, el Diputado señor Rosales. Puede usar de la palabra Su Señoría, hasta por diez minutos.
El señor ROSALES.-
Señor Presidente, la Cámara de Diputados entra a discutir una materia que ya fue conocida anteriormente por esta Corporación, cuando el Gobierno trató de "pasar de contrabando" esta iniciativa dentro del proyecto de ley sobre juntas de vecinos.
La opinión de los comunistas acerca de este proyecto es conocida. Nosotros nos opusimos entonces, y dijimos que no íbamos a permitir que prosperara una iniciativa pasada así, "de contrabando". Y ante el repudio de los más amplios sectores de la ciudadanía, el Gobierno se vio en la obligación de retirarla del Senado de la República.
Ahora ha vuelto a la carga y trata, por todos los medios, de que este proyecto se despache rápidamente. Por eso, ha pedido el trámite de urgencia y, en la Comisión de Gobierno, nosotros hemos podido presenciar algunos episodios bochornosos. El Ministro de Obras Públicas, señor Sergio Ossa Pretot, maniobró en esa Comisión para obtener rápidamente el despacho de este proyecto y, por iniciativa suya, la Comisión 'fue citada una noche hasta las dos de la madrugada, rompiendo las normas y prácticas de esta Corporación.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ROSALES.-
¿Por qué, señor Presidente, tanto apuro? ¿Por qué tanta premura? ¿Por qué tanta celeridad en despachar esta materia? Porque el Gobierno quiere aprovechar esta mayoría circunstancial que tiene....
Un señor DIPUTADO.-
¡Porque es bueno el proyecto!
-Hablan varios señores Diputados a la ve.
El señor ROSALES.-
...para convertir en ley este proyecto sobre la "promoción popular". Sabe muy bien que en la nueva Cámara que se va a instalar aquí el jueves próximo seguramente no va a prosperar este proyecto de "promoción popular.... "
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRA-MA, don Héctor (Presidente).-
Señor Daiber!
El señor LORCA (don Alfredo).-
¡Va a prosperar en el Senado!
El señor ROSALES,-Pero, el Gobierno nos envía ahora un proyecto de ley que no es igual al anterior, a pesar de que el señor Ministro aseguró en la Comisión que era exactamente igual. Yo tuve oportunidad de demostrarle que estaba faltando a la verdad, porque este proyecto no es igual al anterior.
El señor LORCA (don Alfredo).-
¡Es mejor!
El señor ROSALES.-
En primer lugar, es mucho más amplio, concede más facultades a estos "asesores" y "promotores", y concede también más facultades al Presidente de la República, quitándoselas al Congreso Nacional. O sea, está en la línea de esa reforma reaccionaria, de esa reforma constitucional que fue denunciada aquí por nuestro compañero Orlando Millas como un atentado a la democracia y al progreso de nuestro país.. .
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ROSALES.-
Y ésta no es solamente la opinión de los comunistas ni es puramente la opinión de los sectores populares de este país. Es útil conocer la opinión de los padres de la "promoción popular", de los que la gestaron, de los que la promovieron, de aquéllos que la propugnaron. La revista "Mensaje", en su último número, publica un artículo titulado "¿Promoción o utilización popular?" En ese artículo se dice lo siguiente:
"Se pensó en la necesidad de una organización que racionalizara y orientara la labor de las instituciones de desarrollo social a nivel nacional, dándole un sentido de convergencia a largo plazo, para acabar con la desorientación que causaba y causa la rivalidad existente entre ellas".
La revista "Mensaje", órgano, como se sabe, de la Orden de los Jesuítas, continúa: "Esta era la intención: desgraciadamente, el infierno está empedrado de buenas intenciones. Y así, una vez más, se llegó hasta eso: la-intención."
Un señor DIPUTADO.-
¡Buena literatura lee!
El señor LORCA (don Alfredo).-
El "beato" Rosales.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lorca, llamo al orden a Su Señoría.
El señor ROSALES.-
Más adelante, este artículo publicado en la revista "Mensaje" expresa: "De que esto es verdad pueden dar fe los miles y miles de pobladores que sintieron sus esperanzas frustradas, sus necesidades utilizadas y su confianza transada en aras de intereses que poco o nada tienen que ver con sus necesidades y aspiraciones".
El señor ACEVEDO.-
Lapidario.
El señor ROSALES.-
Al referirse a las personas que llegaron hasta la "promoción popular", con el objeto de trabajar realmente por el pueblo y por un "mundo popular", para el cual los cambios son cosa de vida o muerte", agrega: "Triste es decir que se equivocaron: esta posibilidad no existía ni existe en promoción popular".
La señora DIP.- ¿Y las juntas de vecinos?
El señor ROSALES.-
"Aún más: condiciones que ya no dan ni en la más capitalista de las empresas de expoliación tienen plena vigencia dentro de la institución. El atropello a la persona es el pan de cada día en el trabajo, así como la discriminación llegaba a límites inconcebibles dentro de una organización que se dice de promoción humana y de inspiración "cristiana, por añadidura".
Y menciona "Mensaje" las presiones y despidos a que son sometidos los funcionarios de la promoción popular: "Todo esto enmarcado en la injusticia de una diferencia de salarios y condiciones de trabajo inconcebible dentro de un criterio "democrático y cristiano"." Agrega que los privilegiados son justamente los que menos se preocupan del trabajo de "promoción social".
En seguida, refiriéndose a la deficiencia en el trabajo, a la confusión y el desconcierto en las organizaciones populares, agrega el artículo de la revista "Mensaje": "Sin considerar que, además, la institución sufre del mal que tanto se ha criticado y se critica en Chile: burocracia. Que se traduce en actitudes irresponsables, porque frente a una estructura clasista, lenta y torpe, nadie se atreve a tomar una decisión o a asumir una responsabilidad por no existir ninguna garantía de respaldo para quien llegara a hacerlo. Todo esto, además de las normales diferencias personales, ha creado una situación para la risa, digna de una comedia bufa, que podría divertirnos si no fuera que es tan trágica por el alto costo que significa para el Erario Nacional (sin considerar las ayudas internacionales)."
Señor Presidente, lo que se dice en este artículo se ha visto confirmado por los hechos. Los que lo describieron...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado? Han terminado los diez minutos que le concede el Reglamento.
El señor ROSALES.-
Solicito que se me den diez minutos más.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
No hay asentimiento.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Se halla inscrito, a continuación, el Diputadodon Clemente Fuentealba, en el tiempo del Comité Radical.
Puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, al tomar parte en este debate, nosotros queremos hacer presente que en el año 1965, cuando la Democracia Cristiana pensaba que iba a gobernar a Chile por 30 años, había proyectado formar un Ministerio de Promoción Popular. Poco a poco ha ido cambiando su criterio. En el proyecto de ley sobre juntas de vecinos, se destinó un capítulo aparte para la promoción popular, que, nosotros rechazamos en aquella ocasión, tal como la vamos a rechazar ahora. Creemos que para que nuestro país pueda desarrollar su economía se necesita, evidentemente, el desarrollo de la comunidad. Pero aquí las cosas se han cambiado; se ha propuesto algo muy diferente.
En la práctica, hemos visto que esto ha sido un engaño, porque la Democracia Cristiana considera marginados a los trabajadores que van al norte a ganarse el sustento en el salitre o en el cobre. Nosotros, en cambio, consideramos que la marginalidad es algo transitorio, que no puede ser permanente, que hay que terminar con ella en otra forma. Porque esto que la democracia cristiana quiere hacer no es promoción popular, es promoción política, es promoción democratacristiana como lo hemos podido apreciar en todas las actividades que ha desarrollado 'este Departamento de Asistencia Social de CORHABIT. Hemos visto, por ejemplo, que cuando han actuado los asesores de la Democracia Cristiana en los centros de madres, en vez de aunar al pueblo lo han dividido.
-Manifestaciones en tribunas y galerías.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado?
Hago presente a los asistentes a tribunas y galerías. ..
El señor OLIVARES.-
¡Son "asesores"!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
...que les está absolutamente prohibido hacer cualquier clase de manifestaciones, ni de aprobación ni de rechazo. La Mesa está obligada a cumplir con el Reglamento en este sentido y, después de dos avisos a tribunas y galerías, debe ordenar su des-alojo.
De tal manera que pido a los asistentes a tribunas y galerías que se abstengan de hacer manifestaciones.
Puede continuar el señor Diputado.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, nosotros no hemos sido nunca contrarios a la formación de los centros de madres. A la inversa, pensamos que ésta es una forma de organizar a las dueñas de casa con el objeto de que puedan aprender, muchas cosas que, indudablemente, son útiles al hogar y sirven, también, para aumentar el presupuesto familiar. Pero una cosa es organizar la comunidad con fines benéficos para la misma comunidad, y otra es organizaría para beneficiar a algún partido político.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTEALBA.-
Nosotros creemos que la atención que estos centros de madres han recibido ha sido exclusivamente política; y lo podemos probar, porque el CEMA organización departamental que dirige los centros de madres por departamentos, no está integrada por personeros de estas organizaciones de madres que las personas que la componen son nombrados por las Gobernaciones o por los organismos del Gobierno.
Los Diputados radicales no nos oponemos a que se realice una promoción popular sin fines políticos; pero no podemos aceptar que se repartan alimentos o que se imparta enseñanza, diciéndose que tales alimentos y enseñanza provienen de la Democracia Cristiana....
-Hablan varios señores Diputados a la vez..
El señor FUENTEALBA-
Para 'que el pueblo pueda organizarse y prosperar debe haber, desde luego, trabajo estable y bien remunerado. Eso es lo que se necesita, porque...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTEALBA.-
...qué triste es el destino de un pueblo y cuán torpe la filosofía de un Gobierno...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Ruego a Sus Señor��as respetar el derecho del orador!
El señor FUENTEALBA.-
...cuando se pretende hacer progresar al país con prebendas, por medio de estas cosas que, indudablemente, no son las más justas!... , -Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Fuentes, don Samuel, ruego a Su Señoría no interrumpir a su colega!
El señor FUENTEALBA.-
Quiero que haga respetar mis derechos, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Estoy llamando la atención al señor Fuentes, colega suyo.
El señor FUENTEALBA.-
Los mismos trabajos comunitarios de que hablaba la señorita Diputada informante se hacían antes por los servicios estatales. Los pobres pobladores no tenían que pagar por esos trabajos ni hacerlos en otros barrios; hoy día, ellos mismos deben llevar a cabo tales trabajos.
Las cosas han cambiado. Ayer, las cosas se hacían con fondos del Estado; hoy día, deben realizarse a través de la Promoción Popular.
Podemos ver, por ejemplo, que en la página 28 del Anexo del Boletín figuran algunos ítem que son, precisamente, para promoción política. En dicha página se informa que se publicaron 81 títulos de folletos, con un total de 3.607.530 ejemplares; y, en el rubro "Materiales Gráficos", figuran afiches, rotofolios,) "folders", láminas, certificados, diplomas y volantes diversos, con un tiraje total de 2.358.996 ejemplares.
Yo pregunto: ¿cuántos de estos volantes, cuántos de estos certificados, cuántas de estas láminas fueron a parar a la propaganda política de los candidatos democratacristianos? Porque es ahí donde ha sido gastada la plata. ..
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTEALBA.-
...y eso es lo que nosotros no podemos soportar...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señora Dip, ruego a Su Señoría guardar silencio!
El señor FUENTEALBA.-
Creemos que debe hacerse promoción popular; pero a través del Estado y no del partido político que esté en la Moneda. Tiene que ser del Estado y bien planificada, con una ley directa; porque resulta que aquí no se dice cómo se constituirán en el país las directivas de estas organizaciones, pues, al respecto, sólo se habla de facultades delegadas.
En efecto, el Diputado informante de la Comisión de Hacienda manifestaba que, en virtud del inciso cuarto del artículo 1° y del inciso primero del artículo 3º, se conceden facultades al Presidente de la República. No es posible que/ por este medio, se esté dando patente legal a una cosa que, repito, creemos que debe hacerse, pero por el Estado.
Le concedo una interrupción a mi compañero de bancas señor Samuel Fuentes.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Fuentes.
El señor FUENTES (don Samuel).-
¿Cuántos minutos quedan al Comité Radical?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tres minutos, señor Diputado.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Señor Presidente, la verdad es que para los Diputados de estas bancas constituye una sorpresa que a esta altura del mes, cuando ya la Cámara de Diputados, donde han predominado los ochenta y tantos colegas de la Democracia Cristiana, está por terminar su período, se traiga, de nuevo, este proyecto.
Como muy bien debe recordar el señor Ministro de Obras Públicas -entonces Consejero de la Promoción Popular- y como lo dijeron los señores Fuentealba y Rosales, se trató de sorprender hace un tiempo, a la Comisión de Gobierno Interior para encajar esta misma iniciativa legislativa en el proyecto sobre juntas de vecinos, que entonces se debatía; y, aprovechándose de que les estaba yendo tan bien con su mayoría, lograron hacerla aprobar.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PUENTES (don Samuel).-
¡Cuando se discutió el proyecto sobre juntas de vecinos, yo era miembro de la Comisión de Gobierno Interior! Y recuerdo perfectamente las discusiones que tuvimos con el Consejero de Promoción Popular de esa época, señor Sergio Ossa Pretot, quien estuvo de acuerdo con nosotros en que debía buscarse otro conducto para esa idea; y, fue así como declaró olímpicamente al país, siendo un simple "Consejero", que con ley o sin ella haría promoción popular. En el hecho, la ha realizado, como que, en la actualidad, es Ministro de Obras Públicas y, a la vez, Consejero de la Promoción Popular.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES (don Samuel).-
La Promoción Popular, señora Dip, se ha utilizado para conquistar votos en todas las campañas políticas.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Puedo manifestar a Sus Señorías que, durante la campaña senatorial extraordinaria por Malleco y Cautín, las Gobernaciones de Nueva Imperial, Lautaro, Pitrufquén y Villarrica declaraban que las máquinas de coser que estaban recibiendo y cuyas fotografías salieron en los diarios de la zona, eran de la Promoción Popular. Y no las llevaban para venderlas, sino para conseguir votos en esa elección, cuyo resultado le fue adverso a la Democracia Cristiana.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Rosales, llamo al orden a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Daiber, llamo al orden a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Rosales, amonesto a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Daiber, amonesto a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Daiber, amonesto nuevamente a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Videla, ruego a Su Señoría se sirva guardar silencio.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Olivares, llamo al orden a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VIDELA.-
Es un error...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Vicepresidente, voy a llamar al orden a Su Señoría.
Puede continuar el señor Fuentes; le queda un minuto.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Ruego al señor Presidente descontar el tiempo que me han hecho perder las interrupciones de los colegas. Nosotros concordamos con nuestro planteamiento anterior...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Daiber, amonesto a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Olivares, llamo al orden a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Palestro, llamo al orden a Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
...y nuevamente votaremos en contra...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Palestro, amonesto a Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
...de esta iniciativa de orden político que nuevamente nos traen, en forma audaz, este Gobierno y el Partido Demócrata Cristiano, cuyos Diputados la aprobarán, a pesar de que ya fue rechazada anteriormente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado?
Ha terminado el tiempo del Comité Radical.
El señor URRA.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
En el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra el señor Urra.
El señor OLIVARES.-
¿Todavía le queda tiempo a la Democracia Cristiana?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
No ha hecho uso de su tiempo.
El señor URRA.-
Señor Presidente, las intervenciones de los parlamentarios que nos han precedido en el debate de esta tarde, nos permiten colocar las cosas en su lugar.
El señor Rosales observó la celeridad con que se desea despachar el proyecto que crea la Consejería Nacional de Promoción Popular, hecho observado primero, en la Comisión de Gobierno Interior y, después, en esta Sala. Efectivamente, el proyecto en examen se despachó con celeridad en la Comisión de Gobierno Interior.
El señor OLIVARES.-
Igual que el proceso contra los obreros de Saba...
El señor URRA.-
En primer lugar, quiero dejar establecidos algunos hechos en este debate, para responder después las afirmaciones de algunos colegas parlamentarios sobre otros temas no relacionados directamente con el trabajo de "promoción popular".
El señor ROSALES.-
El artículo de la revista "Mensaje", por ejemplo.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Rosales, llamo al orden a Su Señoría!
El señor URRA.-
Ya contestaremos a la revista "Mensaje".
El señor FUENTES (don Samuel).-
¡No le gusta ese "mensaje"!
El señor URRA.-
La celeridad en el tratamiento de este proyecto fue requerida fundamentalmente, por la Asociación Nacional de Trabajadores de la Consejería Nacional de Promoción Popular. Yo diría más: no fueron el Ministro señor Sergio Ossa, presente en la Sala, ni el Consejero o delegado que, en su representación, está a cargo de esta institución - la que está actuando en alguna forma en la vida chilena- quienes intervinieron directamente para apurar el despacho del proyecto. Fueron los trabajadores de la Asociación Nacional de la Consejería de Promoción Popular los que solicitaron de los parlamentarios de la Comisión de Gobierno Interior el rápido despacho de este proyecto.
Y, en realidad, nos llama la atención que el DiputadoRosales nos diga que se desea despachar rápidamente este proyecto por temor a la nueva Cámara. Está implícito, en sus palabras, la afirmación de que ésta podría darle otro trámite al proyecto en debate.
¿Acaso, señor Presidente, en la nueva Cámara, aumenta sustancialmente el número de parlamentarios del Partido Comunista?
El señor ROSALES.-
¡Sí, señor, aumenta!
El señor URRA.-
¿Aumenta sustancialmente el número de Diputados socialistas?
El señor PALESTRO.-
¡Sí!
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor URRA.-
No aumenta considerablemente el número de parlamentarios de partidos políticos que se han preocupado en alguna forma -lo que reconozco- por los intereses populares de este país, sino que aumenta sustancialmente el número de los parlamentarios del Partido Nacional. Entonces, cuando el colega Rosales habla de temor frente a la nueva Cámara de Diputados ¿se está refiriendo acaso a los Diputados del Partido Nacional, que podrían darle otro trámite...
El señor ROSALES.-
No me interesa lo que decidan.
El señor URRA.-
...a este proyecto?
Por eso, hay que hablar con cierta detención y claridad al referirnos a las nuevas condiciones políticas que se crean con el próximo Congreso Nacional. Frente a parlamentarios reaccionarios o que han tenido, clara y tajantemente, definiciones intipopulares durante mucho tiempo no tengo temor, evidentemente, para llevar a la discusión parlamentaria un proyecto de esta naturaleza. Ello demostraría, lisa y llanamente, que la legalización -porque no es más que eso- de un proyecto de esta índole beneficia, justamente, a la mayoría del pueblo chileno, o que, en alguna forma, quiere también un instrumento que permita el cambio más acelerado de las formas de organización popular y la capacitación y preocupación real por la liberalización social del pueblo chileno.
Voy a contestar algunas afirmaciones del colega Rosales sobre el artículo de la revista "Mensaje". Quisiera señalar solamente algunos conceptos que, sobre esta materia ha emitido la Asociación Nacional de los Trabajadores de la Promoción Popular. El señor Ministro expondrá sus puntos de vista en el curso del debate. Me interesa expresar lo que piensan estos trabajadores con referencia a esta publicación.
¿Qué dicen ellos?: La Asociación cree necesario dar a conocer su pensamiento en cuanto a los términos de dicho artículo.
"Sería largo refutar punto por punto una publicación que revela desconocimiento de la realidad tle la institución y una falta de objetividad lamentable en personas que se dicen comprometidas con el trabajo social. Sin embargo, deseamos destacar algunos puntos que creemos de importancia.
"Reconocemos que las condiciones de trabajo de los funcionarios de la Consejería son inestables, ya que no contamos con el status jurídico necesario para llevar a cabo nuestras actividades, pero las personas que colaboran en esta institución lo hacen con plena conciencia de esta realidad, cuya solución ha sido la preocupación fundamental tanto de los ejecutivos de la Consejería como de su Asociación de Trabajadores y que sólo podrá remediarse con la promulgación de la ley que la institucionalice.
"Por otra parte, esta Asociación de Trabajadores nunca recibió de parte de estas personas ningún reclamo con respecto a la situación que pareciera haberles afectado, existiendo los canales de tipo gremial necesarios para ellos y en cuyas bases y a todo nivel tuvieron ocasión de participar y participaron.
"Con respecto a sus críticas a las orientaciones generales de la Consejería y a su funcionamiento, esta institución convocó, en octubre del año pasado, a una consulta con el objeto de conocer el pensamiento de todos los trabajadores sobre materias ..." a que ellos hacen relación en su carta y otras que son fundamentales para el trabajo en sociedad.
La carta dice más adelante: "No se explica de otra manera la actitud de estas personas que, inconsecuentes con sus afirmaciones que califican a la Consejería como "un organismo deficiente, burocrático, confusionista, en el cual el mundo popular no puede confiar y que solamente es un enemigo más de su liberación", se hayan mantenido en sus cargos guardando un silencio culpable que sólo han considerado oportuno romper ahora.
"Podríamos explayarnos mucho más sobre esta desgraciada publicación, pero lo expuesto ilustrará a usted acerca del pensamiento de los trabajadores de esta Consejería, que comprometidos con el mundo popular no podemos aceptar una interpretación equívoca de nuestra labor."
Señor Presidente, es importante también...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Zepeda, llamo al orden a Su Señoría.
El señor URRA.-
...en este debate ir...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Zepeda, llamo al orden a Su Señoría.
El señor URRA.-
...aclarando un poco algo que nos interesa también fijar en algunos conceptos fundamentales, respecto a lo que nosotros creemos valido en el debate sobre el trabajo social, sobre la organización popular y, en definitiva, sobre la liberación social del pueblo, que son, naturalmente, objetivos sobre los cuales debe proyectarse la Consejería Nacional de Promoción Popular.
Somos muchos los que en alguna ocasión, en el debate sobre estas materias, tenemos criterios dispares y podríamos, también, responsablemente, manifestar críticas de forma y de fondo sobre el trabajo de instituciones de esta naturaleza, que interesan directamente al gobierno de la Democracia Cristiana y que interesan todavía mucho más y vitalmente, al Partido Demócrata Cristiano. En este sentido son muchas las afirmaciones, discrepantes en alguna forma, que nosotros podríamos hacer sobre políticas y programas de fondo de la Consejería. Y las podríamos hacer responsablemente, porque en otras ocasiones también aquí, en el Congreso Nacional, hemos dado nuestro respaldo al trabajo legítimo, justo y adecuado a las exigencias ideológicas de la Democracia Cristiana, que ha realizado la Consejería.
Nosotros podríamos señalar aquí lo que pretendemos, introduciéndonos en alguna forma en materias fundamentales, para no irnos por las ramas, por las máquinas de coser, por lo que se hace o no se hace con políticas caritativas, que rechazan terminantemente, en primer lugar, los trabajadores de la Consejería y, luego, la Democracia Cristiana. Porque aquí no estamos para crear, y lo dijimos en este debate, instituciones de Gobierno mendicantes, caritativas, paternalistas. Aquí estamos dispuestos realmente, y lo dejamos establecido en el debate, a formular, a través de organizaciones como las que hoy estamos legalizando, políticas como las que señalaba en el Segundo Congreso Nacional del Partido Demócrata Cristiano un militante distinguido de nuestro partido, Rafael Agustín Gumucio, que puede estar formalmente fuera de sus cuadros, pero que, moralmente, es un militante democratacristiano...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Diputado, ha terminado el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
El señor URRA.-
Pedí oportunamente el tiempo del PADENA.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede continuar en el tiempo del PADENA, cedido a Su Señoría.
El señor OLIVARES.-
¿Todavía existe el PADENA?
El señor URRA.-
Dice el Senador Gumucio, en un documento dirigido al Segundo Congreso Nacional del Partido Demócrata Cristiano, al aprobar las deliberaciones finales de este mismo Congreso y refiriéndose a las fuerzas principales que actúan en un proceso revolucionario: "La forma particular de la revolución es un problema de cada pueblo, que no puede ser supeditado por ningún poder exterior a sí mismo. Respeto y solidaridad son los principios básicos.
"Para cambiar la sociedad hay que trabajar por unir al pueblo, no por dividirlo. La tarea revolucionaria no es una tarea de las fuerzas conservadoras, .burguesas o derechistas. Ni es una tarea de los neocapitalistas. Su reformismo ocasional y aparente tiende a inmunizar el sistema, no a cambiarlo. Mediante sus innovaciones ellos quieren fortalecer el régimen frente al peligro revolucionario.
"Se verá que tienden principalmente a dar algunos beneficios sociales, no a cambiar las estructuras. Oscilan entre las posturas tradicionales y las pseudoavanzadas, pero unas y otras tienden objetivamente a conservar el sistema burgués, como economía y como poder."
"El cambio de la sociedad sólo es posible por la movilización del pueblo! La decisión política de cambiar el régimen no puede llevarse a efecto de otro modo.
"Movilizar al pueblo -continúa el Senador Gumucio- quiere decir soltar las amarras de su opresión social, favorecer su organización, abrir las puertas a su participación en todos los niveles del poder". La revolución la hace el pueblo, naturalmente, y la ejecuta, con instrumentos y mecanismos efectivos, el Gobierno.
Por eso, hemos establecido, y ahora lo reafirmamos en el debate, que creemos realmente que para esta tarea, en estas condiciones de trabajo, para estos objetivos, buscamos, como buscan los trabajadores de la Consejería, la legislación de las tareas de promoción popular. Y allí lo dicen, por ejemplo, los mismos trabajadores, en las conclusiones de su Congreso Nacional, examinando lo que debe ser la política de promoción popular y los programas efectivos que sirvan en esa dirección.
Al referirse al cambio de estructura, dicen los trabajadores: "Lo entendemos como un proceso de cambios rápidos y profundos de las estructuras vigentes deliberadamente producido, conforme a una inspiración ideológica comunitaria y a una planificación por el logro del desarrollo del país".
Dentro de este contexto, compete a la
Consejería Nacional, como función esencial, la elaboración y aplicación de la política social para el desarrollo, cuyos objetivos tendrían que ser los mismos que definimos en el marco ideológico. Evidentemente, en este plano del marco ideológico, el trabajo de promoción popular está claramente establecido; lo encontramos nosotros en las conclusiones del Congreso Nacional celebrado el año 1968 por los trabajadores de la Consejería...
El señor OLIVARES.-
¿Me permite una interrupción?
El señor URRA.-
... y de las cuales ha tomado oportunamente conocimiento el señor Sergio Ossa, Ministro de Obras Públicas y Consejero Nacional de Promoción Popular.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Diputado, el señor Olivares, en el tiempo del Comité Socialista, le solicita una interrupción.
El señor URRA.-
Como no, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
El señor Olivares puede usar de la palabra dentro del tiempo de su Comité.
El señor OLIVARES.-
Señor Presidente, en forma breve, quiero consultarle al colega Urra algo que tiene relación con las expresiones que ha tenido en defensa de este proyecto de promoción popular. Dice, señalando las palabras del Senador Gumucio, que esto tiende a unir a los trabajadores. ¿Cómo se explica, entonces, que mediante estas mismas disposiciones -que aún no habiendo ley sobre la materia, han estado aplicando desde el Gobierno- hayan creado una verdadera división de los trabajadores, y que solamente estén obteniendo hasta este instante, especialmente en vísperas de elecciones, beneficios los organismos, llámense "centros de madres" o "comités de pobladores", que están bajo el control de la Democracia Cristiana?
El señor PALESTRO.-
¡Así es no más.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede continuar el señor Urra.
El señor URRA.-
Sobre esa materia, los trabajadores de la Consejería han señalado claramente su definición, y podrían, como lo voy a hacer inmediatamente, dar una respuesta bastante categórica al colega señor Olivares. Dicen por ejemplo, los trabajadores, refiriéndose a los programas de desarrollo en el plano de la acción enfrentada a la tarea que debe cumplir en Promoción Popular, específicamente en cuanto a los aspectos social, económico y político, para orientar los trabajos, con la organización popular: "Creemos que la acción de Promoción Popular debe contemplar y expresar políticas es-pecíficas para cada uno de ellos -se refieren a cada uno de los aspectos dé la vida nacional-, ya que si bien lo medular de su acción debe centrarse en lo social, no podemos en la práctica desconocer la influencia recíproca de los otros aspectos para abordar seriamente y de un modo integral una política social. En el aspecto económico, formulan tareas y programas para el desarrollo de experiencias en el ámbito de la economía social del pueblo, en materias tales como cooperativas de todo tipo, talleres artesanales, pequeñas industrias familiares, etcétera. En el aspecto político, expresan la necesidad de abordar una estrategia que haga posible y real la participación activa de la organización popular en las tareas de Gobierno, unida a una política de coordinación intersectorial formulada por la Consejería Nacional de Promoción Popular y sancionada por el Ejecutivo. Por otra parte - dicen los trabajadores, y aquí va la respuesta al colega Olivares-, veremos la urgente necesidad de agrupar las fuerzas sociales en "Movimientos Nacionales" representativos de trabajadores, estudiantes, campesinos y pobladores. En este terreno, a la Consejería Nacional de Promoción Popular le corresponde abordar la gestación de un "movimiento nacional poblacional", surgido al amparo de la Ley de Juntas de Vecinos, pero con un claro sentido de compromiso con el cambio e inspirado ideológicamente en el proceso de la Revolución en Libertad".
Por eso, nosotros podemos afirmar aquí, ante la consulta que nos formula el DiputadoOlivares, que, evidentemente, en esta materia, tenemos el pensamiento claro y una clara definición en lo que respecta a las tareas concretas por cumplir en la organización popular.
El señor PALESTRO.-
El Senador Gumucio sí que tiene el pensamiento claro.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Palestro, llamo al orden a Su Señoría.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor URRA.-
No queremos dividir a las organizaciones populares: estamos tratando justamente de establecer los cimientos jurídicos, institucionales, programáticos para completar en esta primera etapa los rudimentos de la organización popular; es decir, la base de la organización, los cimientos que permitan más tarde generar responsablemente los movimientos nacionales de organización popular, sin sectarismos, divisiones ni arbitrariedades de ninguna especie. Ese compromiso lo tienen los trabajadores de la Consejería. En este sentido, yo me atengo no sólo a las buenas intenciones que se puedan expresar en este hemiciclo, sino al testimonio fundado, ofrecido sistemáticamente por la gran mayoría de los trabajadores de la Consejería, desde Arica a Magallanes, sirviendo leal y honestamente, los principios y la política que aquí hemos estado señalando y acentuando y, más que eso, tratando de cumplir el compromiso que tenemos frente a los organismos populares chilenos.
Nosotros concebimos esta función de la promoción popular, más que como una herramienta de desarrollismo en lo social, como un instrumento esencialmente de liberación social. Así como en el campo agrario, cuando nosotros hablábamos, por ejemplo, de la reforma agraria, y la entendíamos como un proceso masivo y profundo que llega a las raíces de la propiedad agraria, a las raíces de la distribución de la tierra y a las raíces también de la organización campesina, como se ha tratado de hacerla llegar; también en el campo urbano, cuando hablamos de la fuerza de este organismo popular y de la gran tarea de la promoción popular...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor URRA.-
...nos estamos refiriendo a una tarea de organización, a una tarea de cambio de estructuras, a una tarea de liberación social...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Palestro, nuevamente llamo al orden a Su Señoría!
El señor URRA.-
...a esas grandes tareas de los organismos populares, que permitieron justamente cumplir algunos de los propósitos que se enunciaron en este Congreso Nacional de Trabajadores...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Palestro, llamo al orden a Su Señoría!
El señor URRA.-
Nosotros también podríamos señalar, en este sentido, que cuando se concibió la Consejería de Promoción Popular como un instrumento de doble existencia...
El señor VALENZUELA VALDERRMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me p mite, señor Diputado? Ha terminado tiempo concedido a usted por el Com Democrático Nacional.
Tiene la palabra el señor Mario Palestro, hasta por 10 minutos.
El señor PALESTRO.-
Señor Presidente, los Diputados socialistas, una vez más, vamos a rechazar la idea de crear la Consejería de Promoción Popular. Ya manifestamos nuestra opinión cuando se discutió la ley sobre Juntas de Vecinos, en que se trató de meter de contrabando este mismo proyecto que estamos debatiendo esta tarde, proyecto que fuera despachado "entre gallos y medianoche" hace pocos días, en la Comisión de Gobierno Interior.
Nosotros manifestábamos en aquella ocasión que rechazábamos con toda vehemencia la concepción de una promoción popular basada en la justicia y el progreso por la caridad. Menos aceptábamos la legalización de los promotores en consejos nacionales de cualquier tipo, con poderes discrecionales y presupuestos sin límite. Ya hemos dicho que estimamos éstos como una reminiscencia naci, emperifollada con paquetes de Caritas. La justicia y el progreso social, para nosotros, son conquistas que día a día alcanza el pueblo con el instrumento de su propia organización; no son las quieran imponerle desde lo alto, sino lo que el mismo se otorgue. Es decir, en otras palabras, no aceptamos la organización impuesta dictatorialmente, de arriba a abajo, que enajen el poder creador y la libre voluntad libre del pueblo, sino que queremos que aquélla surja en la base misma y de ahí vaya generando hacia arriba los organismos de coordinación necesarios. La Promoción Popular no es otra cosa que la instrumentación de la caridad a nivel presidencial y nacional En este sentido, es una reminiscencia de esos organismos creados bajo los regímenes de Franco, Mussolini o Hitler.
Cuando se habla del "Consejero Nacional", se nos recuerda al "Generalísimo", al "Führer", al "Duce"; es decir, una serie de palabras que han quedado grabadas como símbolos de odio en los pueblos del mundo, por lo que aquellas significaron.
Aquí se habla, señor Presidente, creyendo que el nuestro es un pueblo de bobos, al que se le puede engañar y meter en la boca no sólo el dedo, sino que el brazo y hasta el codo. Así lo demuestran las facultades que se conceden a esta famosa Consejería Nacional.
¿Qué es lo que se propone este organismo? Promover la reforma de las estructuras e instituciones, con el objeto de permitir en todos los niveles la efectiva participación de los sectores populares en la gestación, decisión y ejecución de la política económica, social y cultural de la Nación.
Señor Presidente, ¿acaso no sabemos que en estos mismos instantes la situación del pueblo ha empeorado? Nunca se había observado mayor cesantía. Y la creación de la Consejería Nacional de la Promoción Popular no va a significar abrir fuentes de trabajo para estos cientos de miles de chilenos que no tienen qué llevar a sus familias.
¿Se puede hablar, señor Presidente, de justicia social para el pueblo de Chile cuando vemos el trato que reciben modestos trabajadores sin casa -como en Puerto Montt-.. .
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor PALESTRO.-
...que ocuparon terrenos que no tienen ningún valor, puesto que ni el propio dueño denunció el hecho? En lugar de buscarle solución al problema, los señores de CORHABIT recurrieron a un intendente subrogante, democratacristiano que, en forma irresponsable, para cumplir una venganza de tipo personal, lanzó al Grupo Móvil de Carabineros, ese grupo de "perros verdes", para apalear a los pobladores y abatir a diez modestos trabajadores de nuestra patria.
¿Se puede hablar de que se va a promover el nivel cultural del país, cuándo hemos visto que entre los años 1968 y 1969, solamente, cerca de 30.000 jóvenes quedaron sin matrícula en la Universidad, al margen de la educación, sin otro camino que el de la vagancia y la delincuencia?
Este Gobierno, que prometió educación para todos, no ha sido capaz de cumplir con algo elemental, como es abrir las puertas de las universidades, de los institutos técnicos, de las escuelas básicas, de las escuelas primarias a todos los hijos de nuestro pueblo. ¿Acaso se ignora, cuando se habla de elevar el nivel cultural, ese tremendo drama que sufrieron y siguen soportando los pobres padres que anduvieron golpeando las puertas con una tarjeta de recomendación, para tener la posibilidad de matricular a sus chiquillos en la escuela, en el instituto, en la universidad? Entonces, ¿cómo se pretende decir que se van a promover todos los niveles, a través de esto que llaman política económica, social y cultural de la nación? ¿Qué va a promover este proyecto, que divide cada días más a nuestros trabajadores?
Como se ha denunciado, normalmente los gobernadores e intendentes imponen las directivas de las juntas de vecinos, de los centros de madres, de los centros de padres y apoderados, sin ni siquiera consultar el pensamiento mayoritario de sus componentes. La promoción popular no ha cumplido ninguna finalidad, por lo menos en las comunas donde existe organización. No hay necesidad de enseñarle al obrero a formar su sindicato; a la mujer, a organizar el centro de madres; al muchacho, el centro de alumnos ni al padre y apoderado, el respectivo organismo. Chile, al revés de todos los países de América Latina, tiene una tradición en el campo sindical, en el campo de la organización. Les puedo decir a los colegas de la Democracia Cristiana que en San Miguel, desde el año 1916, existen los centros "Colón América" y "Variante San Diego". No esperaron, ni podrían esperarlo, el consejo de la promoción popular para constituirse.
Nosotros no tenemos nada en contra del personal de la promoción popular, porque tenemos una posición muy clara respecto a los problemas de los empleados y obreros de nuestro patria, incluso los que trabajan en los distintos organismos de la promoción popular. Pero rechazamos que se pretenda legalizar un organismo de proselitismo político, que no ha actuado en forma indiscriminada como se dijo aquí, porque ha usado esta herramienta, este instrumento de promoción, en tareas eminentemente proselitistas, en favor de la Democracia Cristiana. Y mal podríamos dar nuestro visto bueno a este proyecto, cuando se destinan recursos del Presupuesto Nacional para financiar las actividades de la promoción. Vale decir, se va a emplear el dinero de todos los chilenos, de los pocos que están de acuerdo con la promoción y de la inmensa mayoría del país que no acepta, como digo, elevar a nivel presidencial o nacional la caridad pública, que es lo que ha hecho hasta ahora la promoción popular.
Nosotros entendemos de otra manera la ayuda que se puede prestar a la clase trabajadora. Tenemos otra manera de pensar y de ver cómo se puede promover a los trabajadores. Sabemos que hay obreros que ganan ocho mil pesos diarios; sabemos que hay trabajadores que viven en poblaciones callampas; sabemos que faltan sesenta mil casas; sabemos que los propios campesinos, incluso democratacristianos, son golpeados y desalojados de los fundos en que han trabajado toda su vida, y han sido apaleados por carabineros mandados por sus propios correligionarios que ocupan los cargos de gobernadores y de intendentes. Estas son cosas que no podemos entender. Por eso, los socialistas una vez más rechazamos rotundamente este proyecto, porque no queremos hacernos cómplices de la legalización, a nivel nacional, de la caridad pública a través de la promoción popular.
El señor PHILLIPS.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Phillips.
El señor PHILLIPS.-
He concedido una interrupción al señor Fuentes, don Samuel.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Samuel Fuentes.
El señor FUENTES (don Samuel).-
En primer lugar, quiero manifestar al colega señor Urra y a los funcionarios de la promoción que nos oyen, que nuestro planteamiento no está dirigido en contra de ellos. Si el Gobierno tiene interés en legalizar su situación -y éste es el argumento que daba el señor Urra para apoyar el proyecto-, dispone de muchos otros medios para lograrlo.
Nosotros nos oponemos a esta iniciativa, y así lo manifestamos cuando se discutió el proyecto anterior, porque consideramos que la promoción popular es un organismo eminentemente político. Y, en la práctica, lo hemos comprobado por todas partes, en las distintas campañas en que nos ha tocado participar: en la de Regidores, en el año 1967; en las elecciones extraordinarias, en la campaña de Valparaíso y en tantas otras contiendas, especialmente en la última realizada a lo largo y ancho de la República. La promoción popular es un organismo de promoción política en favor del partido de Gobierno...
El señor CASTILLA.-
¿En qué parte?
El señor FUENTES (don Samuel).-
Esa es la razón por la cual el Partido Radical se ha opuesto a esta legislación que pretende terminar y arrasar definitivamente hasta con los municipios. Esto está en contradicción con lo que la Democracia Cristiana dijo el año 1963. Después de la elección de Regidores de ese año, la Democracia Cristiana expresó: "Los municipios constituyen el camino del Gobierno de Frei"; pero, a través de toda su legislación ha ido despojando de todos los atributos a las municipalidades, donde muchos de nosotros nos formamos como Regidorrs y como Alcaldes.
El artículo 11, que ha sido suprimido por la Comisión de Hacienda, facultaba al Banco del Estado de Chile para otorgar préstamos a la Consejería sin sujetarse a las restricciones contempladas en su ley orgánica. Cada vez que debemos impulsor un proyecto de ley en favor de las municipalidades, tenemos que vencer toda clase de dificultades. En cambio, un organismo de segundo orden, de cuarto o de quinto orden tal vez, la Promoción Popular, se coloca por sobre la Constitución Política del Estado y de cualquier otro organismo de elección popular, como son las municipalidades de Chile.
Afortunadamente, como informó el colega señor Maira, la Comisión de Hacienda, que se preocupa de los problemas económicos y del financiamiento de los proyectos, y se ha despojado un poco del interés político en sus decisiones, nos recomienda rechazar este artículo 11.
Lamento no haber tenido tiempo para profundizar respecto de la labor que ha realizado la Promoción Popular. Por ejemplo, dicta los famosos cursos de líderes. Conozco el caso de personas que han venido desde Cautín a hacer estos cursos. ¿A qué vuelven allá? A colocarse a las órdenes de los intendentes, gobernadores, subdelegados e inspectores de distrito. Con razón al señor Ossa le agrada tanto esto, porque él ha acompañado a estos promotores a organizar Centros de Madres y Juntas de Vecinos. Se repartieron la comuna de Temuco, pasaron por sobre la Municipalidad, y como ésta no podía hacer nada, la Democracia Cristiana, utilizando a estos líderes pagados, llevó a cabo una promoción eminentemente política.
Por eso, desearíamos que el Ministro de Obras Públicas y Transportes, que es un hombre serio y responsable, que representa al Gobierno, que conoció nuestro pensamiento durante la discusión anterior, que ha permitido que este organismo funcione, y que ha usado de los recursos y percibido sueldo de esta entidad, buscara otra manera más elegante, más democrática, para legalizar la situación de estos funcionarios.
Pido que se remita un oficio al señor Consejero de la Promoción Popular, que la representa, para que se nos envíe una nómina completa con los sueldos, garantías y ubicación que tiene cada uno de estos empleados, en estos momentos, para cumplir con estas funciones que, en mi concepto, son eminentemente políticas.
Rogaría al señor Presidente que, en el momento oportuno, recabara el acuerdo de la Sala para enviar este oficio, por lo menos en mi nombre. Esto debió ser lo más importante: saber cuánto ganan estos 120 funcionarios, que estarán agrupados en una planta directiva, profesional y técnica y que van a pasar por sobre los planes de construcciones.
Para edificar viviendas este Gobierno creó el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, para reemplazar el D.F.L. Nº 2, que creó la Corporación de la Vivienda y con el cual se dio solución al grave problema qué se presentó en 1960, con motivo del terremoto que afectó a la zona sur del país. Ese organismo, sin promotores, sin asesores, pudo abordar el problema habitacional. Este Gobierno nos reclamó la dictación de una ley, para crear un Ministerio. Después, en la Cámara de Diputados se aprobó un conjunto de facultades para el Presidente de la República. En el Senado le hicieron la ley al Gobierno, artículo por artículo y de ese modo fue aprobada, para solucionar el gra problema habitacional. Bien pudo entonces el señor Ministro haber legalizado la situación de estos funcionarios, para que siguieran cumpliendo con su labor, lo que hasta este momento se ha hecho a espaldas de la ley, en el mismo Ministerio de Obras Públicas y Transportes, puesto que su labor, si bien es atender el problema habitacional -yo conozco algunos trabajos que realizaron, en las calles de Temuco, con las famosas "Operaciones". Porque este Gobierno es el de las "Operaciones": "Operación Sitio", "Operación Terremoto", "Operación Sequía"; este Gobierno a todo le llama "Operación". La "Operación Invierno",...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor FUENTES (don Samuel).-
...la vi hacer en Lautaro, donde echaron el río sobre la piscicultura de esa ciudad.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (residente).-
¿Me permite, señor Diputado? El señor Phillips desea recuperar el uso de la palabra.
Tiene la palabra el señor Phillips.
El señor PHILLIPS.-
Le concedo una interrupción al señor Lorca.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra don Gustavo Lorca.
Advierto al señor Lorca que le queda un minuto y medio.
El señor LORCA (don Gustavo).-
Voy a hacer muy breve.
Señor Presidente, los Diputados nacionales, en su oportunidad, nos pronunciamos en contra de este proyecto de ley, cuando fue presentado como uno de los párrafos del proyecto de ley sobre juntas de vecinos. Y ya entonces dijimos que no era posible entregarle al Presidente de la República las amplias facultades que se señalan en el artículo 1º, que en su parte pertinente dice: "El Presidente de la República determinará cuáles funciones que esta ley encarga a la Consejería y que actualmente son ejercidas por otros organismo del Estado, se traspasarán a la nueva institución, señalando la forma y modalidades en cada caso."
Este inciso es de tal significación jurídica que permitiría al Presidente de la República, lisa y llanamente, por la vía delegada que el Congreso le entrega a través de esta disposición, cambiar organismos, determinar funciones y hacer, en realidad, cambios en la Administración Pública e introducir los sistemas que él quisiera. Esta delegación de facultades, en la forma que está aquí expresada y con esta redacción, me atrevería a decir, un poco confusa, no es otra cosa, Honorable Cámara, que...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, don Gustavo Lorca?
Ha terminado el tiempo del Comité Independiente.
El señor LORCA (don Gustavo).-
¡Cómo!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Estuvo ocupado el tiempo en una interrupción concedida por el señor Phillips.
El señor LORCA (don Gustavo).-
En todo caso, votaremos en contra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señores Diputados, ha terminado el tiempo que el artículo 126 concede a los Comités.
Cerrado el debate.
De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 168 del Reglamento, corresponde votación secreta.
En votación.
Se va a llamar a los señores Diputados.
-Efectuada la votación en forma secreta por el sistema de balotas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 43 votos; por la negativa, 39 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Aprobado en general el proyecto.
-Aplausos en tribunas y galerías.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Por segunda vez, advierto a tribunas y galerías que está absolutamente prohibido hacer manifestaciones.
El señor GIANNINI.-
Es reacción natural del pueblo. El pueblo se manifiesta, señor Presidente.
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- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/593474
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/593474/seccion/akn593474-ds40-po1