REPUBLICA DE CHILE CAMARA DE DIPUTADOS LEGISLATURA ORDINARIA. Sesión 6ª, en miércoles 11 de junio de 1989 (Especial: de 20 a 21,26 horas) Presidencia de los señores Videla y Stark. Secretario, el señor Kaempfe. Prosecretario, el señor llena. Índice general de la sesión I.- SUMARIO DEL DEBATE II.- SUMARIO DE DOCUMENTOS III.- ACTAS DE LAS SESIONES ANTERIORES IV.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA V.- TEXTO DEL DEBATE I.- SUMARIO DEL DEBATE 1.- La Cámara se ocupa del conflicto que afecta a oficiales y tripulantes de la Marina Mercante Nacional y personal de las naves pesqueras de Valparaíso 386 II.- SUMARIO DE DOCUMENTOS 1/2.- Mociones con las cuales los señores Diputados que se indican, inician los proyectos de ley que se señalan: Los señores Maturana, Ríos Ríos y Salinas Navarro, que modifica la ley Nº 16.990, que autorizó a diversas Municipalidades de la provincia de Colchagua para contratar empréstitos 383 Los señores Acuña, Koenig, Olave, Savat y señora Toledo, que autoriza a la Municipalidad de Corral para contratar empréstitos 3.- Presentaciones 385 III.- ACTAS DE LAS SESIONES ANTERIORES No se adoptó acuerdo alguno al respecto. IV.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA 1.- MOCIÓN DE LOS SEÑORES RÍOS RÍOS, MATURNA Y SALINAS NAVARRO "Honorable Cámara: La ley N° 16.990, promulgada en el Diario Oficial de fecha 22 de octubre de 1968, autorizó a las quince Municipalidades de la provincia de Colchagua pava contratar empréstitos en el Banco del Estado u otras instituciones de crédito, a un interés no superior al corriente bancario y con una amortización que extinguía la deuda en un plazo máximo de diez años. En la práctica se vio que el Banco del Estado al que algunas Municipalidades recurrieron no otorgaba la cantidad de dinero autorizada en la ley a cada una de ellas, sino en muy inferior cantidad y para no citar sino un ejemplo, tenemos el caso de la Municipalidad de Chimbarongo que do trescientos noventa mil escudes contemplados en la ley, sólo se le otorgó un préstamo de noventa y cuatro mil novecientos sesenta escudos, absolutamente insuficientes para las necesidades de la comuna. Para hacer operante la ley Nº 16.990, la representación parlamentaria de Colchagua, con los tres Diputados que suscriben este proyecto, solicitamos de la Honorable CAMARA DE DIPUTADOS se sirva prestar su aprobación a la siguiente modificación de dicha ley: lº Agregar al final del artículo 5° de la ley Nº 16.990, suprimiendo el punto final, la frase siguiente: "o destinarlos a otras obras que las Corporaciones Municipales de Colchagua estimen de interés comunal". 2° Agregar en el artículo 6º de la ley Nº 16.990 la expresión "parcial o totalmente", entre las frases "no contratarse" y la de "el o los empréstitos autorizados". Los efectos de la presente ley comenzarán a regir desde su promulgación en el Diario Oficial. (Fdo.) : Héctor Ríos Ríos. Fernando Maturana Erbetta.Anatolio Salinas Navarro." 2.- MOCIÓN DE LOS SEÑORES ACUÑA, OLAVE, KOENIG, SABAT Y SEÑORA TOLEDO, DOÑA PABLA "Honorable Cámara: La Ilustre Municipalidad de Corral ha tomado la iniciativa de conmemorar en 1970 el sesquicentenario de la Toma de Corral, Valdivia, por el Almirante inglés Lord T. Cochrane, con inversiones que permitan reconstruir edificios públicos, viviendas y reliquias históricas que fueron destruidos o dañados por el maremoto de 1960, y también acondicionar playas para la formación de balnearios que impulsen el turismo a la zona, especialmente con motivo de las festividades programadas. Los recursos de que dispone actualmente dicha Corporación edilicia y que se limitan a un presupuesto anual de Eº 70.000, son insuficientes para llevar a la realidad las obras proyectadas, por lo cual se ha solicitado a los parlamentarios de la región una iniciativa legal financiada en base a un impuesto del 6 % para los consumos de vinos, licores, cervezas y bebidas analcohólicas y gravar en un 5% los servicios de la movilización fluvial, que se consumen y ocupan respectivamente en la comuna de Corral. Por lo expuesto, venimos en presentar el siguiente Proyecto de ley: Artículo lº Autorízase a la Municipalidad de Corral para contratar directamente con el Banco del Estado de Chile, Corporación de Fomento de la Producción u otras instituciones bancarias o de crédito, uno o más empréstitos que le produzcan hasta la suma de Eº 600.000 a un interés no superior al bancario corriente y, con una amortización que extinga la deuda en un plazo máximo de diez años. Artículo 2º Facúltase al Banco del Estado de Chile, Corporación de Fomento de la Producción y demás instituciones bancarias o de crédito para tomar el o los empréstitos a que se refiere el artículo anterior, para cuyo efecto no regirá lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 71 de la ley Nº 11.860. Artículo 3º La Municipalidad de Corral, deberá invertir el producto del o los empréstitos autorizados por esta ley en los siguientes fines: a) Construcción y alojamiento de un Hotel Municipal en la comuna de Corral Eº 200.000 Construcción y alojamiento de un Teatro Municipal Eº 200.000 Restauración de los Fuertes y Reliquias históricas Eº 120.000 Acondicionamiento de playas para formación de balnearios Eº 80.000 TOTAL Eº 600.000 Artículo 4º Establécese, con el objeto de atender el servicio del o los empréstitos autorizados, los siguientes tributos: Un 5% al valor de los pasajes que cobran a los usuarios los armadores de las embarcaciones del servicio fluvial de pasajeros desde y hacia CorralValdivia y' puntos intermedios, y Un 6% a los vinos, licores, cervezas y bebidas analcohólicas que ingresen a la comuna para el consumo de sus habitantes. Artículo 5º La Municipalidad de Corral completará las sumas necesarias con cualquiera clase de fondos de sus rentas ordinarias, si los recursos a que se refiere el artículo anterior fueren insuficientes para el servicio de la deuda o no se obtuvieren en la oportunidad debida, con excepción de las sumas destinadas a sueldos y salarios de sus empleados y obreros. Si, por el contrario, hubiere excedente, se destinará éste, sin necesidad de nueva autorización legal, a las obras de adelanto comunal que acordare la Municipalidad en sesión extraordinaria especialmente citada, con el voto conforme de los dos tercios de los regidores en ejercicio. Artículo 6º La Municipalidad de Corral, en sesión extraordinaria especialmente citada, y con el voto conforme de los dos tercios de los regidores en ejercicio, podrá invertir los fondos sobrantes de una en otra de las obras proyectadas, aumentar la partida consultada para una si resultare insuficiente para su total ejecución con fondos de las otras, o alterar el orden de prelación en la realización de dichas obras. Artículo 7º En caso de no contratarse los empréstitos o de contratarse parcialmente o por sumas menores de la expresada, el producto de los impuestos a que se refiere el artículo 4º, después de cumplido el servicio periódico de los créditos que eventualmente correspondan, será percibido directamente por la Tesorería Comunal de Corral, la que lo ingresará a la partida de ingresos extraordinarios de la Corporación para ser invertido en la realización de los fines señalados en el artículo 3º de la presente ley. Artículo 8º El pago de intereses y amortizaciones ordinarias o extraordinarería Comunal de Corral, por intermedio la Caja Autónoma de Amortización de la Deuda Pública, para cuyo efecto la Tesorería Comunal de Corral, por intermedio de la Tesorería General de la República, pondrá a disposición, oportunamente, de dicha Caja los fondos necesarios para cubrir esos pagos, sin necesidad de decreto del Alcalde si éste no hubiere sido dictado en la oportunidad debida. La Caja de Amortización atenderá el pago de dichos servicios de acuerdo a las normas establecidas por ella para el pago de la deuda interna. Artículo' 9º La Municipalidad de Corral depositará en la cuenta de depósito fiscal "F26 Servicio de Empréstitos y Bonos" los recursos que destina esta ley al servicio del o los préstamos y la cantidad a que ascienda dicho servicio por intereses y amortizaciones de la deuda. Asimismo, la Municipalidad deberá consultar en su presupuesto anual, en la partidad de ingresos extraordinarios, los recursos que produzca la contratación de los empréstitos y, en la partida de egresos extraordinarios, las inversiones proyectadas de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 3º de la presente ley. (Fdo.) : Pabla Toledo O. Eduardo Koenig C. Agustín Acuña M. Hernán Olave V. Jorge Sabat G.". 3.- PRESENTACIONES Señor Presidente: En uso de la atribución que nos confiere el artículo 166 del Reglamento Interior de la Corporación, solicitamos de V. E., si lo tiene a bien, se sirva citar a sesión a la Cámara para el día 11 ele junio del año en curso, a las 20 horas, con el objeto de "Tratar el conflicto que afecta a los Oficiales y Tripulantes de la Marina Mercante Nacional y a los personales de las naves pesqueras de Valparaíso." Con invitación al señor Ministro de Trabajo y PrevisiónSocial. (Fdo.) : Solís, Fuentealba, don Luis; 'Agurto, Salinas, don Edmundo; Andrade, Baltra, doña Mireya; Toro, Atencio, Riquelme, Guastavino, Ortega, Pontigo, Soto, Robles, Hurtado, Tejeda, Carvajal, Ibáñez, Fuentealba, don Clemente; Insunza, Cantero, Marín, doña Gladys; Acevedo, Millas, Figueroa, Tavolari, Núñes, Sclmake, Allende, doña Laura; Espinosa, clon Luis; González, Caelemártori, Lazo, doña Carmen; Espinoza, don Gerardo; Aguilera, Olave y Olivares." Con las siguientes personas que se indican, solicitan los beneficios que se señalan: Doña Carmela Rodríguez viuda de Romero, aumento de pensión. Doña Flor María de Armas viuda de Sepúlveda, aumento de pensión. Don Samuel Antonio Castillo Elgueda, aumento de pensión. Don Manuel Carvajal Alvarez, aumento de pensión. Don Hernán Ortiz Valderrama, pensión. Don Julio Gonzalo Miranda Miranda, abono de tiempo. III.- TEXTO DEL DEBATE - Se abrió la sesión a las 20 horas. El señor STARK (Vicepresidente), En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión. Se va a dar lectura a la cuenta. El señor Mena {Prosecretario) da cuenta de los asuntos recibidos en la Secretaría. 1.- CONFLICTO LABORAL DE OFICIALES Y TRIPULANTES DE LA MARINA MERCANTE NACIONAL Y DE LAS NAVES PESQUERAS DE VALPARAÍSO. OFICIOS El señor STARK (Vicepresidente).- En conformidad con el objeto de la presente sesión, corresponde tratar el conflicto que afecta a los oficiales y tripulantes de la Marina Mercante Nacional y a los personales de las naves pesqueras de Valparaíso, con invitación al señor Ministro de Trabajo y Previsión Social. En virtud de lo dispuesto en el artículo 166 del Reglamento, los 15 minutos previos de esta sesión corresponden al Comité Comunista. Ofrezco la palabra. El señor CANTERO.- Pido la palabra. El señor STARK (Vicepresidente).- Puede usar de la palabra el señor Cantero. El señor CANTERO.- Señor Presidente, los Diputados comunistas, socialistas y radicales hemos solicitado esta sesión especial para que la Cámara conozca y se imponga de los antecedentes del gravísimo conflicto que afecta en estos instantes a los oficiales de la Marina Mercante, a un importante sector de los tripulantes y que, hasta hace poco, afectaba también a los trabajadores, tripulantes y oficiales de naves pesqueras de alta mar. Y cuando el conflicto ya lleva 20 días de duración y provoca, por consiguiente, gravísimos daños a los trabajadores de la Marina Mercante Nacional y también, evidentemente, a la economía del país, nos parece que la Honorable Cámara debiera interponer sus oficios con el objeto de contribuir a buscar una solución urgente a este conflicto. Creemos conveniente que la Cámara pida a las autoridades del Trabajo respectivas que aceleren las conversaciones y obtengan la solución del conflicto que afecta a los trabajadores de nuestra Marina Mercante. Nos congratulamos de que esté presente en esta sesión, como lo habíamos solicitado, el señor Yávar, Subsecretario de Trabajo, que en estos momentos subroga al señor Ministro de Trabajo. Creemos que es importante su presencia acá; él conoce perfectamente este conflicto; ha participado en las conversaciones, y esta discusión ante él debe contribuir para que, en su calidad de actual Ministro de Trabajo, acelere, repito, las conversaciones y contribuya a vencer la testarudez y la insensibilidad de las empresas navieras. Señor Presidente, yo quiero recordar que en este mes, justamente, se cumplen tres años desde la primera vez que los parlamentarios populares nos vimos en la obligación de solicitar una sesión especial de la Honorable Cámara para conocer igual que hoy de un gravísimo conflicto que afectaba en esa ocasión a ¡os oficiales de la Marina Mercante Nacional, el que, después de 14 días de huelga en esa oportunidad, por la indolencia de los armadores nacionales y amparados por la actitud del Gobierno, seguía perjudicando a estos esforzados trabajadores y a la economía nacional. Esa huelga fue resuelta solamente después de 24 días de iniciada la paralización de labores. En esa oportunidad, y es conveniente recordarlo, los oficiales mercantes mantuvieron un heroico movimiento, no justamente por mayores conquistas económicas, sino por un principio y una filosofía que debía ya estar operando para todos los trabajadores chilenos, cual era la de exigir que todos estos profesionales pertenecieran obligatoriamente al Sindicato Profecional Nacional de Oficiales de la Marina Mercante, para evitar que los elementos apatronados y "amarillos" de siempre se siguieran aprovechando de las luchas y el sacrificio de la mayoría, como lamentablemente aún ocurre en muchos gremios chilenos. Por desgracia, el paralelismo sindical, patrocinado y amparado en esa época por el ex Ministro de Trabajo William Thayer, de triste recuerdo para la clase trabajadora chilena y cuya colusión con los armadores fue manifiesta, no permitió a estos trabajadores obtener su objetivo. Tan clara fue esa maniobra que el propio Ministerio ordenó a los armadores entregar a los trabajadores un 10% de reajuste sobre el legal, a condición de que su principio de quebrar las organizaciones gremiales mediante el paralelismo no sufriera ningún quebranto. Es importante señalar que a esta, maniobra, encabezada por el poderoso monopolio que constituye la Compañía Sudamericana de Vapores, se sumó nada menos que la Empresa Marítima del Estado, que vive llorando miserias, donde no existía un solo oficial que no fuera miembro del sindicato de modo que la petición nada le costaba y que, por último, es financiada por la comunidad toda, pero que, desgraciadamente, obedece instrucciones y está bajo la tutela de la Asociación Nacional de Armadores, que monopoliza todo el transporte marítimo. Este gobierno revolucionado no ha intentado siquiera retirar a la Empresa Marítima de ese organismo en manos de los monopolios navieros, y por esa razón se da. el absurdo de que una empresa estatal dependa, justamente, de un monopolio particular que, incluso, se da el lujo de vender las cargas reservadas a naves nacionales para que sean transportadas por extranjeras, perjudicando abiertamente el avance de nuestra marina mercante. El conflicto a que hacemos referencia fue superado después de 24 días de huelga, con un compromiso del Gobierno de legislar para crear el Colegio Profesional que agrupara a. todos los oficiales mercantes, firmándose una acta a dos años plazo, justamente para darse tiempo y obtener este importante instrumento legal. Los oficiales, sin embargo, fueron burlados en sus aspiraciones por el Gobierno, ya que mientras, por una parte, un grupo de parlamentarios de gobierno presentó el proyecto prometido, el Ejecutivo no tardó en someter a la consideración de esta Honorable Cámara un proyecto paralelo, que solamente colegiaba a capitanes y pilotos, y dejaba al margen a más de los dos tercios de estos profesionales, tratando, naturalmente, de imponer el paralelismo por esta vía. Este engaño, sin embargo, tendrá que ser reparado en su oportunidad por el Parlamento, para hacer justicia a un numeroso sector que, de buena fe, creyó estar comprometiéndose con un Gobierno responsable. Hoy nos encontramos de nuevo con una huelga que ya completa los 20 días, sostenida por los oficiales de la Marina Mercante en demanda de un objetivo económico, justamente sugerido por el actual Ministro de Trabajo don Eduardo León Villarreal, de modo que, como lo demostraremos a continuación, la solución de este conflicto es, en gran parte, de responsabilidad del Gobierno. En 1968, los oficiales mercantes plantearon en su petitorio el establecimiento de una escala mínima única de remuneraciones garantizadas, que les permitiera gozar de una remuneración mensual estable en toda oportunidad, ya que, en la mayoría de los casos, las ganancias totales de estos compañeros se formaban sobre la base de trabajar 141620 o más horas diarias, en condiciones absolutamente, anormales, como son el estar ausentes de sus hogares hasta 70 días; con la obligación de mantener las naves en actividad las 24 horas durante los 365 días del año; viviendo en verdaderas cárceles flotantes o, como también se les ha llamado, "ataúdes flotantes". Tal fue el caso de la nave "Santa Fe", construida en la. segunda guerra mundial para prestar servicios durante cinco años con carga liviana, y adaptada posteriormente como metalero después de 30 años de existencia, lo que constituyó un verdadero crimen, y de cuya tripulación jamás se ha tenido el menor indicio, habiendo sí cobrado la empresa el seguro correspondiente. Además, los oficiales y tripulantes están expuestos a toda clase de peligros, como fue el caso de la motonave "María Elizabeth", que explotó en el puerto de Antofagasta hace tres años, mientras transportaba un cargamento de gas licuado, y tantos otros casos que convierten a la actividad marítima en la que registra el mayor número de muertes por accidentes. Por otra parte, el sistema de obtener una remuneración mensual sobre la base casi exclusiva del sobretiempo, les entregaba a los armadores una herramienta infalible de abusos y presión en contra de sus empleados, ya que a aquel que se atrevía a levantar la voz un poco más de lo que al patrón le convenía, sencillamente, lo dejaban en tierra hasta "reventarlo" económicamente. Se buscaba, asimismo, la humanización del trabajo y el respeto de lo que el Código del Trabajo dispone sobre la duración de la jornada. El sindicato propuso y solicitó, en esa oportunidad, una remuneración garantizada en sueldos vitales, cuyo tope debían señalar los dos hombres que tienen la más alta, responsabilidad a bordo de una nave, como son el capitán y el primer ingeniero, para quienes se exigía diez sueldos vitales mensuales, decreciendo esta cantidad por grados en las especialidades de esta profesión. Los armadores, acostumbrados y alentados, por años, a "los pliegos o arreglos paquetes", en que comprometía y sigue comprometiendo a los gremios marítimos el "amarillo" y repudiado ex dirigente máximo de la Confederación Marítima de Chile, Wenceslao Moreno, opusieron una cerrada negativa a esta, petición, y obligaron a los oficiales a declarar de nuevo una huelga, que tuvo 22 días de duración, en el año 1968. Pese a todos los contratiempos, especialmente al decreto de reanudación de faenas y libre contratación, que no se dejó esperar, sobrepasaron el 24% de reajuste en que Moreno había "embarcado" a codos los marítimos, y lograron un mejor porcentaje que les permitió establecer una escala única de remuneraciones garantizadas, distante sí de lo que era. su aspiración, pero con un sistema humano de trabajo. Al promediar los quince días de huelga, en 1968, intervino en el conflicto el Ministro Eduardo León Villarreal, en un esfuerzo desesperado por superar la situación, ya que los oficiales habían rechazado categóricamente el decreto de reanudación de faenas, no obstante las presiones que el propio Ministro había ejercido sobre ellos al declararles que ningún gremio marítimo podía sobrepasar el porcentaje que "Moreno había comprometido con el Gobierno y los empresarios". Con fecha 13 de mayo, el Ministro hizo llegar una carta al gremio en conflicto, mediante la cual declaraba textualmente que "consideraba muy respetable la posición de los oficiales en cuanto a. que por la dignidad de sus profesiones debían percibir remuneraciones adecuadas a su preparación, volumen y calidad del trabajo que ejecutaban", con lo cual reconocía que la petición era justa; pero agregaba: "los armadores no estarían en condiciones de fijar "a priori" esas "condiciones". Sin embargo, luego de plantear una cerrada defensa de los intereses patronales, pedia al señor Ministro la constitución de una. comisión, en una carta cuyo párrafo pertinente decía: "Deberá determinar en primer lugar cuál debe ser la diferencia porcentual de remuneraciones entre las diversas denominaciones, cargos o plazas de oficiales, de lo cual resultará una escala sin valores, pero que constituirá una. ordenación relativa de las remuneraciones "a la que todas las empresas deben llegar en un plazo no superior a dos años, que para este efecto se contaría hasta él 30 de junio de 1970". Y esto es, señor Presidente, lo que los oficiales están exigiendo en estos instantes : que efectivamente se llegue el 30 de junio de 1970 a las remuneraciones en sueldos vitales que plantearon en el año 1968. Desgraciadamente, este gremio que año a año lucha por sus legítimos derechos, se ha encontrado nuevamente. . . El señor STARK (Vicepresidente).- ¿Me excusa, señor Diputado? Ha llegado el término de los quince minutos previos a que tenía derecho el Partido Comunista. Se ha hecho saber a la Mesa que el señor Ministro desearía usar de la palabra de inmediato. Por lo tanto, me permito ofrecer la palabra a don Ernesto Yávar, Ministro subrogante. El señor YAVAR (Ministro Subrogante de Trabajo y Previsión Social).- Señor Presidente, antes de referirme al conflicto de los oficiales de la Marina Mercante Nacional, en atención a que la citación que se me formuló fue para tratar tanto este conflicto como los de los tripulantes de la Marina Mercante y de los patrones y maquinistas de las naves pesqueras de Valparaíso, debo informar a la Honorable Cámara que el gremio de tripulantes ha suscrito con fecha de ayer el acta de avenimiento, poniéndose, en esta forma, término a su conflicto colectivo. El otro conflicto, el de los patrones y maquinistas, afectaba a trece empresas pesqueras, de las cuales ocho ya han suscrito el convenio respectivo; quedan, sin embargo, sin arreglo otras empresas pesqueras, lo que se espera solucionar dentro de los próximos días. En el caso de los tripulantes de naves pesqueras, el día 9 firmaron todas las empresas los respectivos convenios con sus tripulantes. Sólo queda la empresa '"'South Pacific", que ha acatado el decreto de reanudación de faenas y ha sometido la decisión de] conflicto al fallo del tribunal arbitral. En consecuencia, en la situación señalada, sólo me referiré al conflicto de los oficiales de la Marina Mercante Nacional. Aquí se ha hecho una larga historia, desde tres años atrás, de lo que ha sido la lucha gremial de los oficiales de la Marina Mercante. Al respecto, puedo declarar, enfáticamente, que en todo momento el Ministerio del Trabajo y Previsión Social ha estado preocupado de estos conflictos y ha participado, en forma activa, en su solución. Denantes se hacía referencia a. la sentida aspiración de los oficiales de la Marina Mercante de contar con un sistema de remuneraciones más adecuado. Esta fue su gran aspiración el año pasado. Y ella logró materializarse, precisamente, sobre la base de la aceptación de la proposición formulada por el Ministro de Trabajo y Previsión Social, señor Eduardo León, en el sentido de crear y constituir esta comisión, la que, con participación de representantes de ese Ministerio, llegó a una solución que satisfizo, en ese instante, a todos quienes tomaron parte en la elaboración de esta fórmula. En consecuencia, no puede decirse que el Ministerio del Trabajo y Previsión Social haya sido una especie de obstáculo a la solución de los problemas que han afectado a este gremio. Por el contrario, creo que, dentro de lo que es posible hacer en una negociación colectiva, se ha cooperado, de manera eficaz, para que estos trabajadores obtengan una justa remuneración y puedan ir superando, paulatinamente, aquellas deficiencias que existían en esta materia. Esto se logró, repito, a través de la comisión propuesta por el Ministro de Trabajo y Previsión Social y aceptada por ambas partes, cuyo trabajo dio sus frutos y satisfizo a los oficiales de la Marina Mercante hasta la presentación de este pliego de peticiones. En el transcurso del actual conflicto, el Ministro de Trabajo que habla citó a las partes. Hubo una reunión con ellas y ambas, de común acuerdo, pidieron suspender las conversaciones en presencia de este Secretario de Estado y seguirlas directamente en Valparaíso. Esto fue aceptado por mí; pero, como es lógico, no ha significado, en absoluto, un desentendimiento de lo que ocurre. Por el contrario, he estado informado permanentemente, a través de los propios dirigentes sindicales o de sus asesores, de la marcha del conflicto. En este momento las conversaciones están suspendidas. Eso me lo han comunicado anoche. Pero se va a citar a ambas partes a Santiago, para realizar un esfuerzo que lleve a feliz término esta negociación. Creo que es injusto afirmar que el Ministro de Trabajo se ha despreocupado. He estado profundamente preocupado de este problema. No podía menos de estarlo, por la repercusión que tiene en la economía nacional. Por eso, el Ministerio ha dado todas las facilidades del caso e incluso ha tomado la iniciativa, para que este conflicto, en conversaciones directas o a través del Ministerio, pueda ser superado. En esta etapa, nos corresponde nuevamente enfrentar y tratar de poner de acuerdo a ambas partes y lograr una solución. Espero que podamos hacerlo, ya que como pueden ver los señores Diputados es el único gremio marítimo que se encuentra en huelga. Gracias. El señor STARK (Vicepresidente).- El primer turno corresponde al Comité Demócrata Cristiano, hasta por treinta y tres minutos. El señor CARDEMIL.- Pido la palabra. El señor STARK (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor CARDEMIL.- Señor Presidente, nuestra intervención ha de ser muy breve, porque la relación hecha por el Diputado señor Cantero nos permite como permite al resto de los señores Diputados formarse una idea de la gestación de este conflicto. Además, las palabras del señor Ministro nos ilustran respecto de la actuación que le ha cabido a él en la discusión entre los patrones y los trabajadores, a fin de lograr una solución para este conflicto que, con toda justicia, inquieta tanto, no sólo a los gremios, sino a la ciudadanía entera, porque la actividad de la Marina Mercante Nacional es una de las más importantes en el concierto nacional. Tan pronto fuimos informados los parlamentarios democratacristianos por el Sindicato de Oficiales, de la Marina Mercante Nacional, me correspondió, por mandato de mis colegas y por mandato del partido, asistir a una asamblea en la que se hizo el planteamiento del problema por el presidente del Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante Nacional y también por el Presidente de la Confederación Marítima de Chile, un distinguido oficial de la Marina Mercante. En aquella, oportunidad, observaron los dirigentes la necesidad de que, paralela o conjuntamente a la intervención del Ministerio del Trabajo, la Cámara se impusiera del estado de las conversaciones y lo que les interesa más de la justicia de sus peticiones. Es así como nos hemos impuesto de que estos oficiales de la Marina Mercante desempeñan una tarea altamente especializada y que, por su preparación, le han dado prestigio a nuestra Marina Mercante, como lo demuestra el hecho de la contratación de numerosos oficiales chilenos en naves de otras Naciones, dada su alta capacidad y su probada, devoción al desempeño de sus labores. Por ello, estimamos nosotros totalmente ajustado a la realidad, a la situación en que ellos se desempeñan y a su preparación, el hecho de que exijan o soliciten yo espero que lo han de lograr una escala de remuneraciones de acuerdo con su preparación y con sus responsabilidades. En efecto, el capitán de una nave y el primer ingeniero sólo exigen, fuera de otras remuneraciones, una escala descendente de ellas desde 10 sueldos vitales, lo que no es ninguna suma exagerada, porque tal vez sea este trabajo de los oficiales y de los tripulantes de la Marina. Mercante y de todos aquellos que prestan sus servicios en una nave, la función o la labor en la cual el patrón tenga que depositar la mayor confianza en el trabajador. Como muy bien decían los dirigentes en la reunión de Valparaíso, aquí no se trata de una empresa donde el gerente, el subgerente o el gerente técnico están presentes en las mismas faenas para observar el rendimiento o estar prontos a solucionar algún problema. Aquí los armadores o empresarios entregan todo su capital y toda la empresa en manos de estos conciudadanos nuestros que son los oficiales y los tripulantes de la Marina Mercante, quienes han demostrado y probado su capacidad, su experiencia y su dedicación en el manejo y conducción de las naves confiadas a ellos. Y lo han hecho trabajando más allá de las horas extraordinarias remuneradas, en cualquiera situación, incluso en barcos como los que mencionaba el Diputado Cantero, como la nave "Santa Fe", que naufragó en los canales del sur, que de nave metalera fue transformada posteriormente en un barco mercante, y como otras que estaban más allá de su tiempo de uso, casos en todos los cuales ellos han desempeñado eficientemente sus tareas y han respondido plenamente a la confianza en ellos depositada. Todo el capital de las empresas, todo el futuro de ellas está, pues, en manos de los tripulantes y de los oficiales, principalmente. Por eso, ellos, con toda justicia, solicitan una escala de sueldos que no es gran cosa en comparación con las remuneraciones de otros sectores no hablemos del sector público, porque sabemos la situación por la que pasa éste de acuerdo con la caja fiscal como las del sector privado de las grandes empresas. Un capitán de la Marina Mercante, luego de todos sus años de servicios y de todos los riesgos que ha corrido, pide una remuneración dentro de una escala de sueldos que vaya desde los diez vitales en forma descendente, lo que no es una cosa del otro mundo. Aquí, ha habido terquedad. Pero esperamos que las conversaciones a que alude el señor Ministro de Trabajo prosperen, ya que éste es una persona grata a los gremios, marítimos. Esto lo puedo decir, porque he estado presente no sólo en esa reunión en Valparaíso, sino también en otras, y he visto que se le recibía como al funcionario que comprende los problemas que aquejan a los trabajadores que prestan sus servicios en la Marina Mercante Nacional. Yo abrigo la esperanza de que en las conversaciones que ellos no pudieron coronar con éxito en Valparaíso y para las cuales pidieron la exclusión del señor Ministro, tal vez para entenderse de una manera más directa, que ahora se han reanudado aquí en Santiago, en el Ministerio del Trabajo, se logre una solución ; porque este conflicto no puede prolongarse más. Y los empresarios tienen que comprender que les cuesta más, mucho más, tener sus naves paralizadas que concederles, no sólo uno, sino muchos de los puntos del pliego de peticiones. A los pocos días de huelga, ya podían los armadores concederles esa escala de sueldos pedida y varios puntos más del porcentaje general de aumento en sus sueldos y salarios. Cada día que pasa se sobrepasan todavía más, mucho más, las peticiones de los trabajadores; porque esta huelga, significa un daño muy grande a las empresas y, consecuentemente, al país y a los trabajadores. Ellos piden que se les trate con dignidad; que se les considere y se tome en cuenta la inmensa responsabilidad de tener el mando en estos barcos, que no son los más modernos, y de responder a la confianza, entregada pollos empleadores. En mérito a su eficiencia, a su preparación y a su lealtad, estos trabajadores merecen un mejor trato; y esperamos que el señor Ministro de Trabajo y Previsión Social, en quien ellos confían, encuentre una solución armónica, para darles la satisfacción a que son acreedores no sólo ellos, s.ino que también sus familias, porque en las faenas del mar hay que pensar también en el sacrificio de ellas. Así, cuando se iniciaba la huelga, llegó un barco a Punta Arenas, en circunstancias que hacía cerca de setenta días que no regresaban a sus hogares. Por eso, confío en que, con la mejor disposición del señor Ministro de Trabajo y Previsión Social y del Gobierno, se solucione este conflicto para satisfacción no sólo de ellos, sino también de esta Cámara. Nada más. El señor STARK (Vicepresidente).- Dentro del tiempo del Comité Demócrata Cristiano, ofrezco la palabra. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Pido la palabra. El señor STARK (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Señor Presidente, sin pretender contradecir las expresiones del señor Ministro, quiero hacerle presente que, en Valparaíso, no sólo se encuentra pendiente, en el aspecto laboral, el conflicto de los oficiales de la Marina Mercante, aunque han reanudado las faenas otros gremios, sino también los casos del Sindicato Nacional de Empleados Particulares de la Cámara Marítima de Chile, del Sindicato Profesional de Empleados Particulares de Antofagasta y de Agentes Generales y Especiales de Aduana. Esta noche se ha abundado suficientemente sobre las razones que han motivado el conflicto y sobre las diferentes fórmulas de arreglo. Para buscar un elemento positivo en el debate, debemos manifestar al señor Ministro la necesidad urgente de modificar la ley Nº 16.724, a fin de actualizar conceptos y los derechos y obligaciones de quienes trabajan en actividades relacionadas con el mar. Finalmente, quiero hacer un alcance en relación con la Cámara Marítima de Chile, entidad que concentra una serie de servicios que los armadores y representantes de naves, tanto nacionales como extranjeros, mantienen fusionados para los efectos de abaratar la provisión de ellos. Así, el pago de diferentes beneficios convenidos con los gremios marítimos del país (feriado marítimo, cuota mortuoria o de jubilación, aportes patronales a los distintos gremios marítimos, pagos de sueldos y gratificaciones, etcétera), se realiza a través de la Cámara Marítima, de Chile. Asimismo, es esa institución la que representa a los armadores y agentes en la discusión de todos los conflictos colectivos y acuerdos sobre modalidades de trabajo de los gremios. Fuera de ello, y obviamente, la Cámara mencionada es una poderosa institución de defensa de los intereses de sus miembros, para lo cual usa precisamente el acopio de material de su propia labor. Hasta ahora, señor Ministro y Honorable Cámara, se ha considerado que la Cámara Marítima de Chile no es una institución con fines de lucro. Sin embargo, las apreciaciones que los parlamentarios tenemos, después de haber tomado contacto con las organizaciones sindicales de la propia Cámara, es que detrás de la Cámara Marítima de Chile y de su inocente esquema se encuentra también el negocio de los negocios. Convendría que, en su oportunidad, se reunieran los antecedentes y se investigara hasta dónde conviene que exista en el comercio marítimo una institución que tiene en desventaja a la economía nacional, a través, precisamente, de esta organización patronal. Por eso, señor Ministro, después de la revisión que hagamos del articulado que hemos propuesto, le pediremos una preocupación especial sobre esta materia. A la Cámara Marítima de Chile le hemos dado y seguiremos otorgando franquicias y facilidades para su desarrollo y ampliación; pero todo ello sobre la base de que emplee la comprensión y armonía entre las partes en litigio, para el progreso de nuestra Marina Mercante Nacional. Hemos hablado en representación de los parlamentarios democratacristianos de Valparaíso y de nuestro Comité, y solicitamos una pronta solución para el problema en discusión. Eso es todo por ahora. El señor STARK (Vicepresidente).- Dentro del tiempo del Comité Demócrata Cristiano, ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El turno siguiente corresponde al Comité del Partido Nacional. El señor VARGAS.- Pido la palabra. El señor STARK (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor VARGAS.- Señor Presidente, quisiera que, como antaño, Chile fuera la primera potencia marítima de América. Desgraciadamente, esto no ocurre, y del tercer lugar que ocupáramos hasta el año 1965, ya estamos colocados en el sexto lugar. La firma Haverbeck, de importancia hace años, ha desaparecido; Martínez Pereira, de ocho barcos, hoy tiene dos; la Naviera Chilena del Pacífico, de ocho barcos que tenía, le queda uno; la "Compañía de Muelles Vergara" desapareció. Y pensar que, a pesar de tener Chile tantas posibilidades de desarrollar su Marina Mercante a través de América, como en otras partes del mundo, no existe una verdadera conciencia marítima sobre los factores que deberían primar, tanto por su dilatada costa como por su ubicación geográfica, en todos los sectores de la ciudadanía. La difícil situación de las empresas, el deterioro del tonelaje y de la capacidad de fletes, y la postergación que nuestra Marina Mercante ha estado experimentando en relación con otros países americanos, determinó al Gobierno otorgar a las compañías el "drawback", lo que les permitirá desarrollar programas de compras de gran significación. Es así como SONAP adquirirá un metalero petrolero de 68.500 toneladas y otro petrolero de 60.000; la Compañía Interoceánica gestiona la adquisición de dos barcos de 18.620 toneladas cada uno y un gasero de 2.000 metros cúbicos de capacidad; la Compañía udamsricana .adquirirá dos buques de 24.000 toneladas. Todo esto significará una mayor fuente ocupacional, tan necesaria, hoy día en nuestro país, y una mayor capacidad de carga y mejor atención de las poblaciones, fundamentalmente, por el oportuno abastecimiento del gas licuado, elemento de primera necesidad en el consumo popular. Los Diputados nacionales quisiéramos que este impulso a la Marina Mercante Nacional siguiera adelante, con un ritmo aún mayor, por lo que él significa en la oportuna movilización de mercaderías, mejor abastecimiento interno, mayores fuentes ocupacionales y tranquilidad para muchos hogares chilenos. La huelga de los sindicatos de tripulantes fue arreglada anoche, sobre la base del aumento de un 35% para el año 1969, y de un 4% más para 1970 sobre lo que obtengan otros gremios, lo que significa una mejoría sustancial de remuneraciones, y está demostrando que las empresas tienen los mejores deseos para solucionar los conflictos, aun a costa de un esfuerzo tan considerable, habida consideración a que los fletes con tarifas internacionales no pueden ser aumentados en forma proporcional. Queda aún por solucionar el conflicto que afecta al Sindicato de Oficiales, a quienes las empresas ofrecen también un porcentaje similar, no aceptado hasta este momento por dicho sindicato. El deseo de este parlamentario y del Comité Nacional, en nombre del cual hace también uso de la palabra, es que este conflicto sea solucionado a la brevedad posible, por la angustia que significa para los oficiales esta huelga de duración tan larga, y los trastornos consiguientes para la economía y el normal abastecimiento de mercaderías, muchas de las cuales son de consumo habitual entre las clases populares; de modo que no deseamos, por ningún motivo, que éstas tengan inconvenientes para encontrarlas oportunamente en el mercado. Nos alegramos mucho de las expresiones del señor Ministro y del ánimo de la Cámara de que esta conflicto tenga pronta solución, pues son también los deseos del Partido Nacional. Nada más. El señor STARK (Vicepresidente).- Dentro del tiempo del Comité del Partido Nacional, ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El turnó siguiente corresponde al Comité Radical, hasta por quince minutos. El señor SALVO.- Pido la palabra. El señor STARK (Vicepresidente).- Puede usar de la. palabra Su Señoría. El señor SALVO.- Señor Presidente, en representación del Comité. Radical, le correspondía hacer uso de la palabra al Diputado por Valparaíso colega Barahona; desgraciadamente, el accidente que sufrió su hermano le ha impedido estar presente en la Sala. Nos vamos a reservar el derecho de solicitar, en su oportunidad, al Comité Comunista, una interrupción en el tiempo que le corresponde. Ahora cedo la palabra, al señor Cantero para que termine la exposición iniciada en los primeros quince minutos. El señor STARK (Vicepresidente).- Con la venia del señor Salvo, tiene la palabra el señor Cantero, don Manuel. El señor CANTERO.- Señor Presidente, en primer lugar, agradezco al Comité Radical los minutos que nos ha cedido para continuar la exposición sobre el conflicto que afecta a los oficiales de la Marina Mercante. Tengo entendido, en relación con lo expresado por el Ministro señor Yávar, que el conflicto de los tripulantes no se ha resuelto totalmente; los tripulantes de la Compañía Sudamericana de Vapores continúan en huelga, según los antecedentes que yo tengo. Pero, decía, señor Presidente, que este gremio que, año a año, lucha por sus legítimos derechos, se ha encontrado con que, para el presente período, el oscuro personaje que es Wenceslao Moreno pactó nuevamente "un paquete", consistente en un 33% de reajuste, con el total beneplácito de los armadores y del Ministro señor León. Ello ha significado que la principal característica de la parte patronal, que es la prepotencia, se haya visto alentada a tal punto que, muchos días antes de expirar el plazo fatal para declarar la huelga, las empresas dieron por rotas las conversaciones con los dirigentes de los oficiales, y sus representantes sólo se designaron concurrir, como una especie de favor especial, a un llamado que les hiciera el Ministro subrogante del Trabajo, señor Ernesto Yávar, cuando habían transcurrido no menos de diez días de huelga. Ellos declararon, en esa oportunidad, que, si se trataba de conseguir medio punto sobre el 33%, sencillamente se retiraban a sus domicilios. El departamento económico del Sindicato ha informado, por otra parte, que de aceptarse el 33% tantas veces mencionado, el plazo que fuera propuesto por el propio Ministro de Trabajo se alargaría, ya no hasta 1970, sino que hasta 1973. Los oficiales de la Marina Mercante, sin embargo, conscientes de su responsabilidad y a riesgo de no ver cumplida ni siquiera a fines de 1970 la meta que señalara el propio Gobierno, han bajado su petición, calculada en la realidad de los hechos expuestos en un 42%, a sólo un 38%. Es, pues, responsabilidad del Ejecutivo, y concretamente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, poner fin a este conflicto, exigiéndoles a los armadores otorgar el reajuste correspondiente a las remuneraciones de los oficiales de la marina mercante; y esta responsabilidad es doble si consideramos que, por el artículo 22 de la ley Nº. 16.724, de diciembre de 1967, se otorgaron a los armadores nacionales franquicias verdaderamente excepcionales y de las cuales nunca antes habían gozado; ellas les están sirviendo para amasar verdaderas fortunas, de las cuales se niegan a dar siquiera una mínima, participación a quienes son los que verdaderamente se las producen, al conducir con seguridad y eficacia el medio que los lleva al enriquecimiento, como son los tripulantes y oficiales de las naves mercantes nacionales. La ley Nº 16.724, del 11 de diciembre de 1967, hizo extensivos a las empresas navieras los beneficios del "drawback", es decir, de la devolución de impuestos establecida por la ley Nº 16.528, de 1966. Esto se ha transformado en una utilidad super extraordinaria para los monopolios navieros, como que sólo entre enero y octubre del año pasado, de acuerdo con informaciones oficiales proporcionadas por el Banco Central, ocho empresas de. este tipo recibieron devoluciones de impuestos por un total de 13 millones 200 mil escudos. De estas ocho empresas, sólo dos de ellas, la Compañía Interoceánica y la Compañía Sudamericana de Vapores, recibieron 2 millones 708 mil 209 escudos y 7 millones 660 mil 413 escudos, respectivamente. Solicito se envíe oficio al Banco Central a fin de que se sirva informar a la Honorable Cámara sobre cuál es el monto que las empresas navieras han recibido, desde la dictación de la ley Nº 16.724, por concepto de devolución de impuestos, de acuerdo con el cuerpo legal mencionado. El señor VIDELA (Vicepresidente).- El oficio solicitado por Su Señoría, se enviará al señor Ministro de Hacienda. El señor CANTERO.- Sobre este particular, conviene denunciar un hecho que constituye un verdadero escándalo y una sin vergüenzura de parte de los armadores. Otro de los puntos en discusión en el conflicto de los oficiales es que estos trabajadores aspiran a obtener una mayor cantidad de dólares como anticipo cuando viajan al exterior, anticipo que, naturalmente, deben devolver al regreso de cada viaje. Como la Honorable Cámara sabe, después de muchos años de lucha, los tripulantes y oficiales mercantes obtuvieron, por ley, se les permitiera internar ciertos artículos de uso doméstico, por supuesto que pagando los impuestos correspondientes, hasta por un valor de un mil dólares anuales, bajo un estricto control aduanero. Pues bien, como los anticipos que los armadores les otorgan son tan magros que apenas les alcanzan para cubrir sus mínimas necesidades en el exterior, solicitan que se les aumente la cuota para poder hacer uso del derecho a que nos hemos referido. Luego de una negativa rotunda, los señores armadores han accedido a esta petición, pero han puesto como condición que todos los dólares anticipados les sean devueltos por los oficiales de la Marina Mercante con un recargo de 20%; es decir, con el mismo porcentaje que la ley establece para los efectos de devolución de impuestos a las empresas navieras. Los armadores se han permitido la insolencia de que, además de traficar con dólares, el referido porcentaje operaría sobre el tipo de cambio de corredores. Como esto nos parece un escándalo de inusitadas proyecciones, solicito se dirija un oficio al Banco Central en el sentido de que emita un pronunciamiento en cuanto a que si es legal una operación de tal naturaleza. Del mismo modo, solicito que se envíe un oficio a la misma institución en el sentido de que informe a qué tipo de cambio y en qué área retornan sus dólares las empresas navieras, con indicación del monto a partir de 1964 a la fecha y empresa por empresa. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Se enviarán al señor Ministro de Hacienda los oficios solicitados en nombre de Su Señoría... El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- En mi nombre, también, señor Presidente. El señor TAVOLARLY.- en el mío. El señor OLAVE.- En mi nombre también. El señor GUASTAVINO. Y en mi nombre, señor Presidente. El señor VIDELA (Vicepresidente).- y de todos los señores Diputados que lo han solicitado. El señor CANTERO.- Además, señor Presidente, pido que se dirija un oficio al Banco Central. . . El señor VIDELA (Vicepresidente).- Al Ministro de Hacienda, señor Diputado. El señor CANTERO.- o a quien corresponda., para que informe acerca del monto de dólares entregados a cada empresa naviera desde 1964 a la fecha, para los anticipos en dólares a sus oficiales y tripulantes. Esta es, señores Diputados, la catadura moral de este monopolio naviero que, teniendo recursos más que suficientes, obtenidos a costa de la economía del país y de los sacrificios de los propios trabajadores, se niegan a dar solución a un conflicto que está provocando enormes daños, como que ya, se debe contar la pérdida total de la motonave "Castilla" en el puerto de San Antonio. Y sobre este particular, no podemos dejar de señalar la responsabilidad que le cabe también a la autoridad marítima, que, pasando por sobre toda la legislación internacional, ha procedido a la libre contratación de personal inexperto, sin ninguna calidad. Este no es, sin embargo, un caso aislado. Existen serias y continuas denuncias en el sentido de que, cada vez que se presenta un conflicto gremial, la autoridad marítima procede con ligereza y otorga matrícula de tripulante o títulos de oficiales a personas que no cumplen con las leyes y reglamentos vigentes. Los oficiales, especialmente, no cuentan con las garantías suficientes. Recientemente se presentó un caso de extrema gravedad con el vapor "Angelmó", de la Empresa Marítima del Estado, la cual, a pesar de haber sido notificada oportunamente de que la nave no podría zarpar con sus medios, procedió a cargarla, y luego obtuvo de la autoridad el pase para llevar a remolque de Valparaíso a Antofagasta. Como los oficiales se negaran a zarpar sin las seguridades que correspondían, se procedió a la libre contratación, y éstos fueron pasados a la justicia ordinaria por desacato a la autoridad. Oportunamente, recabaremos de la Comisión que corresponde en la Cámara una investigación a fondo sobre el cumplimiento de los convenios internacionales, oyendo a las partes afectadas y solicitando la presencia de las autoridades respectivas, incluso internacionales, si fuera necesario, para que estos hechos no se repitan. Es nuestro propósito, eso sí, que las nuevas Comisiones operen como corresponda y no ocurra lo que sucedió con la creada en mayo de 1967, pomposamente llamada "Comisión Investigadora de la Marina Mercante", que fuera presidida por el actual Senador señor Eugenio Ballesteros, y a la cual se le echó tierra a las primeras denuncias serias sobre negociados de los navieros, formuladas por oficiales y tripulantes y cuyos miembros, donde había absoluta mayoría del partido de gobierno, concurrieron con sus votos, y más que eso, corrieron para votar favorablemente las franquicias que hoy tienen más poderosos y prepotentes a los armadores nacionales, agrupados en ese monopolio que se llama Asociación Nacional de Armadores. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Puede continuar el señor Salvo. El señor SALVO.- Señor Presidente, después de lo expuesto por el señor Cantero, el Comité Radical quiere expresar su adhesión a los oficiales y tripulantes de la Marina Mercante Nacional. Queremos destacar esta noche, aunque hemos tenido sólo escaso tiempo para documentarnos, que éste es un problema fundamental para el desarrollo económico del país. No es un problema como aquí ha querido plantearse por algunos Diputados entre armadores y tripulantes de la Marina Mercante Nacional. Este es un problema que tiene, importancia para el país entero. La recuperación económica de la Nación no es un problema que esté entregado a los armadores nacionales: es deber fundamental del Estado, y así tiene que comprenderlo el actual Gobierno. Debemos recuperar para el país entero, no para los armadores particulares, sino para nuestro país, para el Estado chileno, la posibilidad de que sean nuestros barcos a través de la Empresa Marítima del Estado los que puedan llevar nuestra carga, nuestras riquezas, y traer los elementos necesarios al país, con el objeto de que no sean los actuales armadores los que se enriquezcan, como lo ha señalado muy claramente el señor Cantero. Y digo que esto es importante, porque la marina mercante particular chilena no logra transportar el 50 % de la carga, y tiene, por tanto, que llegar a convenios con empresas extranjeras. Por eso, los grandes monopolios internacionales llegan a conciertos y arreglos con los armadores nacionales, con el objeto de conseguir repartirse esto que está perdiendo el país. Es de manifiesta, clara y elocuente importancia que se recuperen para el país nuestras riquezas naturales. Quiero destacar, a través de un pequeño estudio que entregaron los patrones y motoristas de la Marina Mercante Nacional, que quienes participan en estas labores de los armadores no son otros que los conocidos de siempre. Dicen ellos que en Valparaíso son empresarios: la Universidad Católica; Alfredo Noya, Cónsul de Portugal en Valparaíso; Enrique Torrejón, Gerente de la empresa South Pacific y Director de la Escuela de Técnicos Pesqueros de la Universidad Católica; Remberto Torres, principal accionista y representante legal de la pesquera Stalaris, ex Presidente Provincial del Partido Demócrata Cristiano; Gerhard Sporns, propietario de la empresa Promar, alemán que se distingue por su desprecio por los trabajadores y las leyes chilenas; y otras pocas personas que las conoce todo el país Es importante destacar que esta gente. . . El señor VIDELA (Vicepresidente).- ¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Radical. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Agregue a su lista al Senador Duran, señor Salvo. El señor VIDELA (Vicepresidente).- El turno siguiente corresponde al Comité Comunista. El señor GUASTAVINO.- Pido la palabra. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor GUASTAVINO.- Señor Presidente, valga comenzar diciendo que el deterioro de la Marina Mercante Nacional marca hoy, con el Gobierno del señor Frei, una línea de continuidad reaccionaria respecto de la política que ayer pusiera en práctica el Gobierno derechista del señor Alessandri. . . El señor SALVO.- ¿Me concede una interrupción. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Señor Guastavino, el Diputado señor Salvo le solicita una interrupción. El señor SALVO.- Sólo dos minutos. El señor GUASTAVINO.- Con mucho gusto. El señor VIDELA (Vicepresidente). Tiene la palabra el señor Salvo. El señor SALVO. Señor Presidente, quiero señalar que los patrones y motoristas de la Marina Mercante Nacional están sujetos a un sistema que los deja prácticamente sin previsión. Los oficiales ganan solamente dos sueldos vitales del departamento de Valparaíso. Lo que reciben como asignación o bonificación por la pesca no está contabilizado como sueldo: se paga en planilla suplementaria, lo que los obliga posteriormente a tener que arreglar personalmente su previsión. Por este motivo, solicito qué8 se dirija oficio al señor Ministro del Trabajo y Previsión Social en el que se le pida impartir instrucciones al señor Superintendente de Seguridad Social para efectuar una investigación a fondo sobre el sistema de aporte de imposiciones de las empresas pesqueras de todo el país, y especialmente de Valparaíso. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría. Varios señores DIPUTADOS.- Y en mi nombre. El señor CANTERO.- Que se agregue mi nombre. El señor TAVOLARI.- También el mío. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Pido que se agregue mi nombre. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Se enviará también en nombre de los señores Diputados que deseen adherir. El señor SALVO.- Señor Presidente, quiero terminar diciendo que el Partido Radical estima que ésta no debe ser una ocasión para buscar, como decía un señor Diputado de gobierno, "una solución armónica". No puede haber solución armónica entre armadores y oficiales y tripulantes de la Marina Mercante. Tiene que ser una solución justa, en la cual se reconozcan los derechos de este gremio. Es necesario que, de una vez por todas, aquellos que siempre han ganado empiecen a entregar parte de sus ganancias. Eso es todo. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Puede continuar el señor Guastavino. El señor GUASTAVINO.- Señor Presidente, había comenzado enfatizando el hecho de que el análisis de este tipo de problemas no podía hacerse sino en el cuadro de reconocimiento de que este Gobierno marca hoy exactamente una línea de secuencia reaccionaria igual que ayer ocurriera con el Gobierno de] señor Alessandri a propósito de la Marina Mercante. El señor Alessandri se constituyó en un activo sepulturero de esta importante rama de la economía marítima de nuestro país. A los Diputados comunistas, que hemos escuchado y ponderado debidamente los antecedentes que aquí se han entregado, ricos antecedentes, respecto de los conflictos marítimos, y que hemos estado en contacto directo con los protagonistas de estas huelgas, no nos queda otra alternativa que reconocer que la conciencia de clases y de lucha, ya madura en el trabajador de las minas, en el trabajador industrial, ya madurando en el campesino, y madurando también en la clase media de nuestra patria, esa conciencia de clase y de lucha, digo, se ha trasladado al sector marítimo el que ayer, salvo algunos sectores específicos como los oficiales mercantes y algunos grupos de estibadores, aparecía como un gigante dormido, y que si despertaba era para mirar con una suerte de indiferencia la ebullición en que entraban los otros sectores de la clase trabajadora chilena. Pero si nos detenemos a mirar con seriedad el problema y analizar con objetividad las opiniones que hemos podido recoger de los más destacados dirigentes y tantos compañeros de base, no podemos cerrar los ojos, porque quedan en evidencia dos hechos muy concretos: Primero: los trabajadores estiman, y más que eso, saben que han perdido todas las precarias garantías legales que tenían hasta algunos años en la presentación, tramitación y discusión de sus pliegos de peticiones, y segundo: el único responsable hoy de este hecho es el actual Gobierno, que, con la mayoría aplastante de que ha dispuesto en el Parlamento, ha legislado sin considerar la opinión de los trabajadores y, concretamente, en contra de sus más mínimos y legítimos derechos. Conviene, entonces, que en esta oportunidad en que la nueva Cámara debate otro gran conflicto gremial y de un sector tan importante como es el marítimo; cuando hay un alto número de Diputados elegidos por los trabajadores, con quienes tendrán un contacto continuado y, además, que en las tribunas están presentes muchos trabajadores que deben salir con clara conciencia de lo que está ocurriendo, se planteen algunos aspectos de mucha importancia para el futuro gremial chileno. En primer término, sería del caso recordar que, anulándose sistemáticamente los derechos legales de los trabajadores, cobra indignada vigencia lo que tanto predicó en su campaña presidencial el actual Primer Mandatario, pero nunca practicó, de que para él no existían las huelgas legales o ilegales, sino que las huelgas justas o injustas. Las Juntas de Conciliación, por ejemplo, en este instante no tienen ningún valor, porque han perdido su razón de ser, ya que, a contar de la dictación de la ley 16.617, mediante la cual se dio derecho a voto al Presidente de las mismas, éstas han sido puestas abiertamente al servicio de la parte patronal, la que ahora cuenta con cuatro votos, contra tres de los trabajadores. Antes de la citada ley, por lo menos había la posibilidad de un empate que, sin ser de gran utilidad, permitía a los gremios continuar moralmente habilitados para seguir en la lucha y no se perdía la legalidad del conflicto. El derecho a voto del Presidente facilito, igualmente, dividir la acción de los trabajadores y, no obstan que el Código del Trabajo dispone fechas precisas de constitución de las diversas Juntas del país, lo cierto es que, con posterioridad a la ley mencionada, éstas se han estado constituyendo en diferentes fechas, con lo cual jamás se podrá iniciar una acción coordinada. De ahí que la parte patronal, soberbia por naturaleza y esto les consta a los trabajadores marítimos no admite prórrogas en los trámites, consciente de que con una acción dividida no se le produce daño alguno. Como el voto del Presidente al parecer no era suficiente garantía, la Dirección del Trabajo, en una actitud que no tiene parangón, emitió el 21 de marzo de 1968 el Oficio Circular Nº 1.939, mediante el cual impartió públicas instrucciones a los Presidentes de estos organismos sobre la forma como debían clasificar los pliegos de peticiones, dejando como materia de conflicto solamente la relativa al mejoramiento de sueldos o salarios. Con este oficio circular se creó por lo menos en la parte marítima un desconcierto tal que, a no mediar la acción firme y serena del Sindicato de Oficiales Mercantes y especialmente del Vicepresidente de COMACH, compañero Osvaldo Hernández, todos los pliegos habrían sido declarados ilegales. De otro lado, hasta la promulgación de la ley Nº 17074, de diciembre de 1968, los decretos de reanudación de faenas se dictaban sólo en virtud de lo dispuesto en la Ley de Seguridad Interior del Estado o del artículo 626 del Código del Trabajo, remitiéndose a designar un interventor para los efectos de poner en marcha la industria paralizada. Como también esto tenía pocas garantías para la parte patronal, porque la mayoría de los gremios normalmente procedían a descasarlos con enérgica conciencia clasista, se inventó lo del Tribunal Arbitral, que constituye ni más ni menos que una vulgar repetición de la Junta de Conciliación, donde el personaje que resuelve es un representante del Ministerio del Trabajo. No obstante que la ley Nº 17.074 dispone que este Tribunal se constituye cuando lo soliciten los trabajadores, ya se le ha encontrado la interpretación para imponerlo, sin que medie tal petición. Muchos trabajadores fueron ya víctimas de este verdadero engaño y nos resulta grato reconocer que, una vez más, los trabajadores marítimos, que hoy están en huelga, vuelven a dejar las cosas en su lugar y, para su caso, el Gobierno no ha podido imponer el funesto acoplado al decreto de reanudación. Pero esta ley Nº 17.074 fue impuesta con tanta maña y saña contra los trabajadores, especialmente los organizados, que es cosa de leer sus artículos primero y tercero para comprender hacia dónde vamos caminando. El artículo 1º expresa que se reajustan las remuneraciones de los trabajadores no sujetos a convenios, en el alza del índice de precios al consumidor. En cambio, el artículo 3º dispone que las remuneraciones de los trabajadores sujetos a convenio se reajustarán de común acuerdo entre las partes. En resumen, el trabajador o gremio que tiene convenio y está obligado a la farsa de la Junta de Concialición, tiene mucho menos garantías que aquel que acepta, callado y sumiso, el porcentaje impuesto por el falseado índice de precios. Con la aplicación de esta funesta ley, en la provincia de Valparaíso ya se pueden exhibir algunos ejemplos de lo que espera a los trabajadores para el futuro. Sederías Viña del Mar tramitó su pliego y, por 4 votos contra 3, se le acordó un reajuste, para 1969, de un 10% sobre las remuneraciones vigentes a diciembre del año pasado Lo mismo ocurrió con los obreros del Sindicato del Valparaíso Sportmg Club, a quienes, en igual forma y haciendo uso de la misma disposición, se les otorgó un mísero 17% de reajuste para el año en curso. Los trabajadores tienen que tomar conciencia en cuanto a que esta ley absurda, estas disposiciones impuestas, justamente, en honor de la parte patronal, se intentará repetirlas cuando deba ser tratado el reajuste para el año 1970. Los parlamentarios comunistas tenemos una responsabilidad sobre este particular y estamos seguros de contar con el respaldo unitario de los trabajadores, sean empleados u obreros, sean mineros o campesinos, sean industriales o del comercio, encabezados por la prestigiosa Central Única de Trabajadores de Chile, para impedir que se formen mayorías ocasionales y, más que eso, para salir al paso a estos verdaderos atentados a la dignidad del trabajador, del gremio y del chileno, y evitar que puedan repetirse, y menos ampliarse, estas aberraciones. Por eso, los parlamentarios de estas bancas que, como siempre, estamos junto a los trabajadores marítimos, pidiendo y exigiendo una rápida solución a sus conflictos, no podemos menos que felicitarlos calurosamente por la viril actitud que han adoptado frente a todo tipo de amenazas, decretos de reanudación de faenas, tribunales arbitrales y libre contratación de personal. Queremos dejar constancia, también, de que estamos orgullosos de los gremios marítimos y de los dirigentes que, valientemente, han venido planteando la unidad absoluta de los trabajadores marítimos y portuarios a través de la Confederación Marítima de Chile, desenmascarando y desembarcando al más funesto, amarillo, tenebroso y desleal dirigente que ha tenido el gremio durante los últimos 20 años, como lo ha sido Wenceslado Moreno. Los trabajadores marítimos están emergiendo con una organización máxima que pueden exhibir con todo orgullo, y en la medida que respalden la acción de quienes están empeñados en limpiar la organización, en terminar con la explotación del hombre por el hombre y la venta pública del derecho al trabajo, en esa misma medida avanzarán hacia días mejores, como lo están haciendo en estos instantes. Si el Ministerio del Trabajo y Previsión Social tiene real interés y preocupación por este tipo de conflictos y problemas, ello no puede sino trasuntarse en la acción práctica concreta. Por eso, señor Presidente, es que nosotros estamos satisfechos de la realización de esta sesión de la Cámara, a la cual hemos contribuido, y decimos que no corresponde, sino que democráticamente se recoja el clamor expresado, en esta sesión de la Corporación, por diversos sectores políticos mayoritarios, en que representantes del Partido Socialista, que Intervendrán a continuación, cuyo pensamiento conocemos, del Partido Radical y de amplios sectores del propio Partido Demócrata Cristiano están por la solución de este conflicto; en las conversaciones que se sucedan. Creemos que, con la variada gama de antecedentes que se han entregado en esta sesión de la CAMARA DE DIPUTADOS, el Ministerio del Trabajo tiene la, responsabilidad moral de impedir que la prepotencia patronal de estos monopolios navieros se imponga en esas conversaciones, y respaldar la acción que han desarrollado, de lucha, de combate, estos trabajadores marítimos, particularmente, en estos instantes, el Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante Nacional. Eso es todo. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Ha terminado el tiempo del Comité Comunista. El turno siguiente le corresponde al Comité Socialista. El señor TAVOLARL-.- Pido la palabra. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor TAVOLARI.- Señor Presidente, para mí es una gran satisfacción hablar, por primera vez, en esta Cámara, para referirme a un problema tan interesante que incide en nuestra marina mercante. Y lo digo como chileno, como porteño y como Diputado por Valparaíso. Mucho se ha hablado que el futuro de Chile está en el mar. Para nosotros, los porteños, Valparaíso, concretamente, significa un ventanal al futuro de nuestro país. De allí que en muchas oportunidades hayamos dicho, y en todos los tonos, que es necesario marcar el acento en nuestra marina mercante, en nuestro mar, en sus riquezas. Valparaíso no es turístico, porque no lo es; no es industrial, porque las industrias se mueren. Creo que a todos ustedes les interesará saber, como chilenos, lo que significa, en Valparaíso, la muerte de casi todas las principales industrias. Han ido desapareciendo, poco a poco, "Maestranza Chile", "Maestranza Madrid", "Bourgeois", "Universo", etcéra. Día a día están quebrando más industrias y cada día se va cerrando más la posibilidad de trabajar en nuestro puerto. El señor VIDELA (Vicepresidente).- ¡ Señores Diputados, ruego guardar silencio! El señor TAVOLARL.- Chile ha sido un país poco previsor. Vivió durante muchos años de la agricultura; después, del salitre; posteriormente, del cobre. Ha sado monoproductor y nunca nos ha interesado paralelamente a estas producciones, levantar algo que nos permitiera mirar con cierta seguridad y confianza nuestro futuro. De allí entonces que los socialistas, por intermedio de quien es actualmente nuestro Secretario General, Senador Aniceto Rodríguez, hayamos propuesto la creación de una corporación de fomento al mar, en 1964, que mereció el aplauso y el reconocimiento de todos los oficiales, tripulantes y hombres de mar. Desgraciadamente, quedó como un simple proyecto. Si alguien se acordara que en el Parlamento, y solamente por el voto de un hombre de Derecha que, a última hora comprendió lo que significaba oponerse a algo tan grandioso, se aprobó establecer la Corporación de Fomento de la Producción, llegaría a la conclusión que, en este instante, superando etapas y empinándonos sobre pequeñas cosas, debiéramos unirnos para crear esta Corporación de Fomento de Mar. ¿Cómo es posible y yo no quisiera creerlo que haya aquí algún parlamentario que sea tan sectario, que se coloque en una posición tan antichilena como para no darse cuenta mientras todos ustedes le toman el pulso a diario a la vida, a través de la cesantía y de las peticiones, de la desesperación que uno experimenta al no poder satisfacer estas cosas? ¿Cómo es posible que ustedes, teniendo la oportunidad porque la tienen y porque han llegado y hemos llegado aquí todo por el voto popular, no vean la incongruencia que significa que, por ejemplo, nuestro cobre sea llevado al extranjero en barcos extranjeros y no en barcos chilenos? ¿Cómo es posible, por ejemplo, que el petróleo y el gas licuado sean transportados por barcos particulares y no del Estado, lo que sería posible si se creara la gran Marina Mercante estatal? Son preguntas cuyas respuestas son decisivas, y yo no quisiera empequeñecer mi intervención presumiendo que determinados sectores de esta Cámara pudieran oponerse a una idea que es bastante clara. Yo habría querido referirme, también, a la huelga de los tripulante, que se ha solucionado, pero en una forma, a mi juicio, irregular. Ello se debe al hecho de quien dirige a los tripulantes es el Presidente del Partido Demócrata Cristiano de Valparaíso, don Pedro Duarte. El ha llegado a una solución que no comparte mucha gente del mar y que incide en un arreglo por dos años. Esto de los dos años es sugestivo; da la impresión de que quieren tranquilidad o respaldar al Gobierno a través de una solución discutible. Porque, de acuerdo con el alza del costo de la vida, aún cuando nos pongamos a cubierto de ello transitoriamente, nadie sabe a qué extremos va a llegar la inflación, con la cual será siempre el hombre de trabajo el perjudicado. Se mantienen, pues, tres conflictos importantes, a pesar del arreglo: Primero, la huelga de los oficiales de la Marina Mercante Nacional, a la cual ya se han referido algunos señores Diputados, sector que comprende a 750 trabajadores, más o menos. La huelga de los tripulantes de la poderosa Compañía Sudamericana de Vapores, que afecta a unos 500 trabajadores que tienen casi por veinte días paralizadas sus actividades; y, por último, la huelga de los pescadores de alta mar, que en Valparaíso suman unos 220, pero que podría afectar en una forma indirecta a los cinco mil de todo el país. Nos interesa, especialmente, el caso de los tripulantes de la Compañía Sudamericana, que están agrupados en un Sindicato Industrial y cuyo problema es similar al de los oficiales, ya que están solicitando un sueldo reajustado que los ponga a cubierto de la automatización, la cesantía y los abusos que continuamente se cometen con ellos; un reajuste conveniente de sus remuneraciones; terminar con el verdadero negocio que la empresa quiere hacer con estos trabajadores, abusando de las franquicias que la ley Nº 16.724 les concedió en cuanto a la venta de dólares y otras artimañas, entre las que se cuenta el hecho de que la empresa obliga a sus servidores a pagar de la participación legal que les corresponde de las utilidades, las imposiciones patronales y personales. Aunque parezca extraño, y no obstante que ya ha quedado demostrado que la Compañía Sudamericana, por la sola franquicia que le otorga el artículo 22 de la ley ya mencionada, sistema conocido como "draw back", ha obtenido en diez meses unos ocho millones de escudos de utilidad, estos trabajadores son los que están en peores condiciones económicas, si se les compara con sus similares, incluso de naves que sólo hacen el cabotaje. Lo grave, sin embargo, es que la empresa se niega a entrar en conversaciones con los dirigentes del sindicato. La moniobra es un tanto desvergonzada y aparece, eso sí, muy clara. La empresa está provocando este conflicto para aprovecharse de la "mano blanda" del Gobierno para con los empresarios y obtener, a costa de los trabajadores, que el Ejecutivo le suba el "premio" de vender dólares con un 20% de recargo a un 30%, para lo cual el Presidente de la República está autorizado por la ley Nª 16.724. El señor VIDELA (Vicepresidente).- ¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo de Su Señoría. El señor VIDELA (Vicepresidente).- La Mesa solicita el asentimiento unánime de la Sala para votar los proyectos de acuerdo de inmediato, antes de comenzar la rotativa de Comités. Acordado. El señor Secretario les dará lectura. El señor KAEMPFE (Secretario).- Se ha presentado a la consideración de la Sala, el siguiente proyecto de acuerdo, suscrito por la señora Allende, doña Laura, y los señores Cademártori, Comité Comunista; Espinoza, don Luis; Guastavino; Espinoza, don Gerardo; Tavolari; Cardemil, Comité Demócrata Cristiano; González, don Carlos; Núñez; Sepúlveda, don Eduardo; Sabat; Aguilera, don Luis; Jáuregui; Olave, Comité Socialista; Figueroa, don Luis; Andrade; Schnake y Cantero. "Considerando: "lº) Que el conflicto de los oficiales de la Marina Mercante Nacional y de los tripulantes de la Compañía Sudamericana de Vapores, se ha estado prolongando de manera excesiva; "2º) Que ello se debe a la intransigencia de que los armadores agrupados en la Asociación Nacional de Armadores han hecho gala en la discusión de los conflictos al proponer como política de reajuste para estos trabajadores, durante el año de 1969, una cantidad que no exceda del 33% ; "3º) Que existe consenso general en cuanto a que las compañías armadoras han obtenido grandes utilidades después que el Ejecutivo propuso extender a las compañías el beneficio de "draw back", a través de la ley 16.724, estando, cada una de ellas, en condiciones de solucionar los conflictos, "La Cámara acuerda: "Oficiar al señor Ministro del Trabajo y Previsión Social para que, urgentemente, intervenga, medie, busque y exija la solución de los conflictos mencionados, arbitrando todas las medidas legales y reglamentarias a su alcance, cuando una de las partes se niegue a concurrir a su despacho con tal objeto." El señor VIDELA (Vicepresidente).- Si le parece a la Cámara se aprobará por unanimidad el proyecto de acuerdo. Aprobado. De acuerdo con el artículo 166 del Reglamento, corresponde entrar a la rotativa de los Comités. En consecuencia, ofrezco la palabra al Comité Demócrata Cristiano. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Pido la palabra, señor Presidente. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor SEPULVEDA (don Eduardo).- Señor Presidente, sin ánimo de polemizar y para aclarar las cifras que dieron algunos señores Diputados, quienes, según su propia versión, no tuvieron tiempo para documentarse, quiero señalar que en este Gobierno se acaba de consolidar la adquisición de seis naves para la Empresa Marítima del Estado. En esta enumeración de barcos pesqueros está la de la Universidad Católica de Valparaíso, que dispone de una sola goleta, por razones obvias, pues cuenta, creo, con una de las pocas escuelas de técnicos pesqueros que hay en el país. En seguida, lamentamos que en esta sesión, llevada con tanta altura de miras por muchos señores Diputados, el señor Guastavino haya planteado su intervención en términos "politizados" que no se compadecen con el propósito e intención de todos los señores parlamentarios, cual es buscar la más feliz solución del conflicto, deseando a los representantes de los respectivos sindicatos, presentes en la Cámara, y a sus directivas la mejor suerte y nuestros buenos propósitos, porque entiendo que el señor Ministro habrá tomado nota de todo lo que se dijo en esta Sala. Gracias. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El turno siguiente corresponde al Comité Nacional. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El tiempo siguiente corresponde al Comité Radical. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El tiempo siguiente corresponde al Comité Comunista. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. El tiempo siguiente corresponde al Comité Socialista. El señor TAVOLARI.- Pido la palabra, señor Presidente. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría. El señor TAVOLARI.- Me voy a permitir continuar mi intervención. Decía, señor Presidente, que, mientras acontecen todas estas situaciones, el erario se resiente y el desorden crece. Los armadores están felices con el juego; y, el Gobierno, impasible, temeroso de entrar en conflictos con esta empresa, que es dirigida me refiero a la Compañía Sudamericana de Vapores desde Estados Unidos, con el nombre de Chilean Line. Con el agravante de que en todo este juego participa la Empresa Marítima del Estado, actuando bajo las órdenes del más poderoso monopolio naviero particular de toda Latinoamérica, que es la Asociación Nacional de Armadores. Y esto es lo que hay que decir con claridad ahora. Que el Gobierno actúe firme y exija una rápida solución a estas huelgas que sólo benefician a los armadores. Hay que señalarle al pueblo de Chile que, si mañana no tiene abastecimiento de gas licuado, petróleo, parafina, bencina o carbón, la responsabilidad no es de los trabajadores, sino del Gobierno que conscientemente les hace el juego a los patrones, a quienes otorga grandes franquicias, pero no es capaz de ponerles ni siquiera la mínima condición de que entreguen una remuneración justa y decente a sus trabajadores. El caso de los pescadores de alta mar, que, como se ha dicho, completaron 30 días de huelga, constituye un caso excepcional de abuso y descaro. Y en esto se ha querido comprometer incluso al Parlamento. La misma ley ya mencionada tantas veces, la Nº 16.724, dispuso en su artículo 23 que "las funciones enumeradas en el Capítulo 3º del Decreto Supremo 153 (M), de 22 de febrero de 1966, sólo podrán ser desempeñadas por quienes estén en posesión del comprobante de inscripción en los Registros de Matrículas y Permisos otorgados por las Oficinas de Contratación de Empleados y Trabajadores Marítimos de Bahía, Fluviales y Lacustres, las que llevarán dichos registros y se integrarán con un representante, con derecho a voz y voto, de la Dirección del Litoral y de Marina Mercante Nacional." "Los Armadores, Agentes de Naves, Embajadores y otros similares, solicitarán a los Sindicatos, o Gremios respectivos el personal señalado en el inciso anterior, para las faenas de la respectiva especialidad. Se exceptúan de esta obligación las faenas que se realicen en naves que laboren en actividades pesqueras, .. .etcétera." Esta disposición, como la Cámara recordará, tenía por finalidad darle a los trabajadores comprendidos en el decreto supremo Nº 153 la seguridad en sus matrículas y a los sindicatos o gremios el control de sus asociados, para evitar que personal sin ningún antecedente ocupara esas funciones. La Cámara recordará también que los parlamentarios populares fueron partidarios de no hacer excepciones sobre esta materia, nada más que en las cargas líquidas o gaseosas y que este artículo fue impuesto mediante un veto del Ejecutivo. Y, naturalmente, para obtener ese veto se movieron los poderosos intereses creados en la industria pesquera, donde aparecen como grandes accionistas el Ministro Pérez Zujovic; el actual Senador señor Juan de Dios Carmona; el supersabio señor Raúl Sáez; el señor Juan Luis Mauras y otros altos personeros de Gobierno, que hicieron su agosto especialmente en el norte, y debiendo pagar después los platos rotos la CORFO, porque ellos se preocuparon solamente de amasar fortunas, invertirlas en otros rubros. Hoy son miles los trabajadores cesantes que ni siquiera tienen derechos previsionales, porque hasta las imposiciones personales se llevaron ellos, desfinanciando la Caja de Previsión de la Marina Mercante Nacional. En el capítulo 3º del decreto supremo Nº 153 sólo están comprendidos los personales que trabajan en las naves cuando están en faenas de carga o descarga atracadas a muelles; pero los personales que tripulan las naves, es decir, los que salen a navegar, cualquiera que sea la categoría de la embarcación, están comprendidos en el capítulo 2? del mismo decreto supremo. Y aquí quedó claramente establecido que las excepciones que contempla el artículo 23 operaban solamente en la carga o descarga. Pero los empresarios pesqueros, que hasta antes de la promulgación de la ley estaban pidiendo los tripulantes de alta mar a sus respectivos sindicatos, le dieron una interpretación mañosa y dejaron de hacerlo, porque ellos entendieron la ley según su mejor conveniencia. Y este descaro, este atropello a la historia de la ley, esta ofensa al Parlamento, cuesta ya 30 días de huelga a 220 tripulantes de Valparaíso, la que amenaza con extenderse a los 5.000 de todo el país, porque los empresarios, también agrupados en una organización que mantiene el monopolio, robándose si es posible decirlo así una disposición que sólo les alcanza en cuanto a la descarga de la pesca del barco al muelle. Es, pues, imprescindible que esta Honorable Cámara envíe un oficio al señor Ministro del Trabajo y Previsión Social para que se haga claridad sobre la materia. Y si los empresarios, con el poder que tienen, como que son de Gobierno en su mayoría, persisten en su absurda posición, nos comprometemos a presentar un proyecto de ley aclaratorio. El señor VIDELA (Vicepresidente).- Se enviará el oficio solicitado por Su Señoría al señor Ministro del Trabajo y Previsión Social. Ofrezco la palabra en el tiempo del Comité Socialista;. Ofrezco la palabra. Habiéndose cumplido el objetivo de la presente sesión, se levanta. -Se levantó la sesión a las 21 horas 25 minutos. Roberto Guerrero Guerrero, Jefe de la Redacción de Sesiones.