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El señor RIOS (don Mario).-
Pido la palabra.
El señor MERINO (Presidente accidental).-
En el tiempo del Partido Nacional, tiene la palabra el señor Ríos.
El señor RIOS (don Mario).-
Señor Presidente, la opinión pública se pregunta qué está pasando en Chile. Existe confusión y desorden. Una violencia confusa, desarticulada en apariencia, invade el ámbito político nacional. Grupos terroristas de la extrema izquierda se apoderan de las calles, asaltan, perpetran agresiones criminales, y las autoridades gubernamentales dejan hacer.
Los chilenos amantes del orden, trabajadores, sanos, se sienten con razón inquietos viendo nacer a su alrededor una orquestada inseguridad. Y es por eso, señor Presidente,. . .
La señora LAZO.-
¿Y los de FIDUCIA?
El señor RIOS (don Mario).-
...que yo no puedo dejar de recoger esa angustiada pregunta de miles de chilenos:. . .
¿Hacia dónde estamos siendo llevados? ¿Qué está pasando en Chile?
La señora LAZO.-
Le faltan los estandartes rojos. . .
El señor RIOS (don Mario).-
Espérese un segundito.
Estamos, en realidad, al término de una cadena de hechos y situaciones que ahora amenazan con terminar en resultados caóticos e imprevisibles. En los últimos años, nuestra nación ha asistido al derrumbe paulatino de los valores que daban fuerza, estabilidad y grandeza a Chile. La propiedad privada y la iniciativa particular, bases del progreso económico y de un recto desarrollo social, fueron socavados en su base por legislaciones socialistas que convirtieron a los propietarios....
La señora LAZO.-
¿Cuándo ha habido legislación socialista?
El señor RIOS (don Mario).-
...en meros concesionarios del Estado, a ¡os que se suspenden sus derechos cuando se quiere y como se quiere, trayendo la incertidumbre, el desaliento y el flagelo de la arbitrariedad y la injusticia. El odio de clases fue culpablemente exacerbado en los campos, en las ciudades y aun desde las altas esferas gubernamentales.
El legítimo prestigio ganado en nuestra comunidad nacional por empresarios laboriosos, agricultores, mineros, comerciantes, industriales esforzados, gente de trabajo, fue presentado como un privilegio odioso que era necesario arrasar. Mientras esta obra de desmantelamiento de las estructuras se ha ido desenvolviendo, las juventudes de Izquierda, con la tolerancia de las autoridades, han ido demoliendo el principio de autoridad en colegios y universidades primero, en un ámbito nacional después; demostrando la agresividad y la insolencia de quien sabe que no será detenido seriamente en sus desmanes, por las autoridades públicas.
Y, en medio de este cuadro donde se va configurando, a corto o lejano plazo, la subversión completa del orden social, desde hace cierto tiempo vemos aparecer un factor para muchos inesperado: un similar proceso de cambio revolucionario es maniobrado, hábil y generalizadamente,
en las estructuras inconmovibles y sagradas de la Iglesia Católica. ¡Y qué golpe enorme, profundo, devastador para la sociedad civil, que va siendo sumida en la inestabilidad, en la arbitrariedad, en la destrucción de sus valores fundamentales, cuando irrumpe un desorden del todo semejante en el ámbito religioso! Y allí también el principio de autoridad es desprestigiado, allí también se desconocen las jerarquías, allí también las normas morales y de justicia son relativizadas.
Es fácil intuir, señor Presidente, de qué modo ambas situaciones se apoyan y se interpretan, y cómo la revolución que se levanta en el seno de la Iglesia exacerba y dinamiza lo que el comunismo internacional estimula y promueve. . .
La señora BALTRA.-
¡Que se oficie al Vaticano!
El señor MERINO (Presidente accidental).-
Llamo al orden a Su Señoría.
El señor RIOS (don Mario).-
...por todos los medios, en nuestra nación y en el mundo entero.
Tengo en mi poder un ejemplar de una revista por muchos atacada, la revista "Fiducia", ahí están los pendones rojos que mencionaba Su Señoríaque los jóvenes de la Sociedad Chilena de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad han estado vendiendo en estos últimos días en las calles de Santiago, que denuncia de un modo detallado y completo la obra devastadora que una corriente revolucionaria viene realizando en la Iglesia. . .
La señora LAZO.-
¿Es "fiduciario" Su Señoría?
El señor RIOS (don Mario).-
Los artículos de prestigiosas publicaciones católicas de Europa transcritos por esta revista, de un modo categórico, lo que vengo afirmando: estos grupos llamados profetices que propugnan una revolución radical en la Iglesia no disimulan, en sus escritos y en sus actitudes, su "compromiso" con la revolución social predicada por el marxismo, y otorgan a ésta un apoyo y una fuerza que por sí sola jamás tendría, mientras van sembrando un peligroso estado de confusión y desorden en todos los medios.
Nadie que no sea ciego e insensible a los acontecimientos actuales puede dejar de ver esta realidad, que se agrava por momentos. Sólo aquel que no palpite con las angustias de miles de chilenos o que se encuentre culpablemente interesado en ocultarlo puede negar este doble proceso de descomposición.
En este marco de problemas donde se entrelazan la convulsión en la Iglesia y en la sociedad civil es precisamente donde la violencia desatada en Chile en estas últimas semanas cobra su aspecto más grave y amenazante.
En efecto, los agitadores de la extrema izquierda nada conseguirían, y caerían en el descrédito si se encontraran ante un cuerpo social sano, que amara y conociera sin ambigüedades los principios verdaderos de la civilización cristiana, con líderes religiosos y políticos celosos de mantener en alto y salvaguardar esos principios fundamentales. Pero, ¿qué decir cuando la autoridad duerme un sueño culpable, cuando deja hacer lo que los agitadores quieran, cuando se adoptan actitudes, legislaciones y métodos que sólo preparan las condiciones para que la secta internacional comunista pueda actuar cómoda y eficazmente?
El señor OLIVARES.-
¿Eso dice Marcos Chamudes?
El señor RIOS (don Mario).-
No faltará alguien que diga que estoy dramatizando, que estoy mezclando factores artificialmente para mostrar un cuadro sombrío. Lea ese alguien el apoyo alborozado que la prensa izquierdista ha dado a los planteamientos de la llamada "Iglesia Joven"; lea ese alguien los documentos irrefutables a que hacía mención, donde se denuncia cómo los "grupos proféticos" y su maquinaria publicitaria, llamada IDOC, junto con proclamar la lucha de clases y la subversión en todos los ámbitos, se identifican con los postulados sociales del marxismo.
La señora LAZO.-
¿Qué hemos hecho para oír tanta lesera?
El señor MERINO (Presidente accidental).-
¡Señora Lazo, ruego a Su Señoría respetar los derechos del orador!
El señor RIOS (don Mario).-
Y, por último, si a alguien aún le mereciese duda lo que vengo afirmando, no tendría más que examinar coherentemente los últimos hechos de violencia en que la extrema Izquierda trató de envolver a los militantes de la Sociedad Chilena de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad. ¿Qué hacían estos jóvenes? Difundían su revista, donde se publican los documentos que vengo enunciando. ..
La señora BALTRA.-
Si viviera Juan XXIII, los excomulgaría.
El señor RIOS (don Mario).-
Trataban de un problema religioso. Entretanto, por tres veces consecutivas, fueron víctimas de un ataque a mansalva por un número fluctuante de doscientos elementos de la extrema izquierda, previamente organizados y armados de laques, cadenas, cuchillos y piedras, quienes utilizaban, al mismo tiempo, los métodos característicos de la guerrilla urbana.
Por otro lado, y esto me parece increíble, un miembro de la juventud de nuestro partido fue atacado cobardemente, con cuchillos y otras armas propias de los delincuentes habituales, por miembros de la juventud del Partido Comunista, por cometer el "delito" de pasar frente a la Embajada soviética.
Chile ya podrá comprender qué será lo imperante en todo el territorio, si esta fuerza política conquista el poder.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor MERINO (Presidente accidental).-
Llamo al orden a la señora Lazo.
El señor RIOS (don Mario).-
¿Por qué, señor Presidente, esa lucha feroz y premeditada de grupos políticos de extrema Izquierda? ¿Qué pretendían los asaltantes sino acallar voces de alerta valientes y claras que los perjudicaban directamente?
Estos son los hechos, estamos en presencia de una situación grave, en que se reúnen factores decisivos para preparar la caída de Chile en el abismo que hoy padecen Cuba, Hungría, Polonia, Checoslovaquia y tantos otros pueblos que los tiranos de Moscú o Pequín determinaron someter.
El señor OLIVARES.-
Los valientes que les pegan a los periodistas.
El señor MERINO (Presidente accidental).-
Señor Olivares, ruego a Su Señoría guardar silencio.
El señor RIOS (don Mario).-
Es hora, pues, de que el Gobierno asuma su responsabilidad. ¿Qué sanciones o medidas fueron tomadas en contra de la tropa de choque que la extrema Izquierda ha soltado a las calles? ¿Piensa el Gobierno hacer el papel confundido y vacilante de todas las autoridades que, a lo largo de la historia, han entregado a sus pueblos en manos de minorías audaces que los tiranizan.
La opinión pública tiene derecho a conocer la posición del Gobierno, que de no cumplir su misión como autoridad pública se hará cómplice y responsable de que los grupos de la extrema Izquierda desaten la violencia revolucionaria en Chile.
Por eso, señor Presidente, en esta hora difícil en que encuentra nuestra comunidad social y aun la Iglesia, en un estado paralelo y entremezclado de subversión de todos los valores, caro o católico, como ciudadano y como parlamentario, protesto del modo más categórico por la omisión inexplicable de las autoridades para garantizar que los ciudadanos libres y responsables. ...
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor MERINO (Presidente accidental).-
¡Señora Lazo, amonesto a Su Señoría!
El señor RIOS (don Mario).-
...puedan levantar sus legítimas banderas ideológicas y denunciar un estado de cosas lamentable.
Las responsabilidades son, en este caso, claramente delimitables y yo, por mi parte, no vacilaré en hacerlas presente ante la opinión pública, cuantas veces sea necesario para el bien de Chile y el progreso y desarrollo de nuestra patria.
Nada más.
La señora LAZO.-
¿No le da vergüenza? ¡Un hombre joven y tan retrógrado! Está bien que un viejo sea "momio"; no un joven.
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