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- rdf:value = " El señor MERCADO (Presidente).-
Señora Diputada, puede hacer uso de la palabra en el bien entendido de que he cumplido su petición.
La señora LAZO.-
Gracias.
Señor Presidente, los que hemos sido dirigentes sindicales sentimos en carne viva hasta dónde perjudica a los trabajadores en general, sean obreros o empleados, la modificación al artículo 45 de la Constitución que ahora se propone a la consideración de la Cámara de Diputados.
En otra ocasión ya tuvimos la oportunidad de dar algunos antecedentes para probar que ésta es una ley regresiva y el hecho de impedir a los trabajadores del sector privado, incluso ejercitar su derecho a negociación, significa que se está dando un zarpazo a conquistas que, como se ha dicho, han costado sangre y lágrimas a miles de hombres y mujeres.
Muchos de nosotros el año pasado y el año antepasado, hemos tenido conocimiento de huelgas que duraron más de cien días, motivadas en peticiones económicas. Nosotros nos preguntamos qué ocurrirá cuando el Presidente de la República quede con la facultad para "fijar", como dice aquí "los sueldos o salarios mínimos de los trabajadores del sector privado, aumentar obligatoriamente sus remuneraciones y demás beneficios económicos o alterar las bases que sirvan para determinarlos; para establecer o modificar los regímenes previsionales o de seguridad social; para conceder o aumentar, por gracia,..." etcétera. Señor Presidente, nosotros consideramos de una gravedad extrema este artículo.
El hecho de que algunas personas, dirigentes de distintos organismos, hayan permanecido todo el día a la espera de la discusión de esta disposición, prueba la inquietud que hay en el seno de los trabajadores, por lo que podría ser el cercenamiento de conquistas que ha costado mucho obtener. Y actualmente esto es un gran problema para los trabajadores del sector privado, por ejemplo. Yo hablo de las mujeres que trabajan en las tiendas, de las personas que trabajan en pequeñas industrias.
Si esas personas tienen como única ventaja el derecho de huelga, el derecho de negociación, con esta disposición esto cae inmediatamente, de una plumada.
Hay, señor Presidente, como lo sabemos todos, una injusticia manifiesta en la forma de operar actual; y lo puede decir el Presidente de la Central Única de Trabajadores, cuántos obreros hay, cuántos trabajadores hay desperdigados en distintas industrias a los cuales por no tener la fuerza necesaria, sólo les cabe el derecho de huelga y el derecho de petición.
Nosotros estimamos que la forma como esto se ha presentado, significa retroceder por las razones que se dieron en una ocasión pasada, cuando se decía que con esto se quería cautelar el desorden que había en el financiamiento o en la creación de algunos servicios.
Nosotros queremos dejar establecido que no ha sido el Parlamento el que ha aumentado la burocracia y que, incluso, en aquellos casos en que ha habido impedimento legal para aumentar la burocracia en algunas partes, ello se hizo sin embargo, por la vía de nombrar asesores que nadie controla e incluso con sueldos que nadie conoce en este momento.
Por otra parte, se ha querido culpar del desorden en la previsión, precisamente, a las organizaciones de los trabajadores. Aquí hay algunos antecedentes que comprueban que, a pesar de las facultades con que ha contado el Ejecutivo, es el Fisco el que, por desorden, ha mantenido deudas con los institutos previsionales. Y yo me voy a permitir leer un documento entregado por la Oficina de Informaciones de la Superintendencia de Seguridad Social, en el que figuran las deudas del Fisco con distintos institutos de previsión.
Hasta el 30 de septiembre de 1968 estas deudas eran las siguientes: al Servicio de Seguro Social, señores Diputados, 52 millones 312 mil escudos; a la Caja de Previsión de Empleados Particulares, 8 millones 920 mil escudos; a la Caja Nacional de Empleados Públicos y Periodistas, 237 millones 380 mil escudos; al Departamento de Previsión Periodística de ese mismo instituto previsional, 2 millones 856 mil escudos; a la Caja de Previsión de la Marina Mercante, 8 millones 393 mil escudos; a la Sección Tripulantes de ese mismo instituto, 12 millones 322 mil escudos; a la Caja de Previsión de Carabineros, 24 millones 376 mil escudos; a la Caja de Retiro de los Ferrocarriles del Estado, 25 millones 912 mil escudos; al Servicio Nacional de Salud, 7 millones 183 mil escudos; al Servicio Nacional de Empleados, 6 millones 832 mil escudos; a la Caja de Empleados Municipales, 118 mil escudos y a la Caja de la Defensa Nacional, 25 millones 710 mil escudos.
El señor CERDA.-
¿Me permite, señor Presidente?
La señora LAZO.-
En resumen, la deuda total asciende a 411 millones 321 mil escudos.
"
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