-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595436/seccion/akn595436-ds1-ds3-ds6
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1617
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1617
- rdf:value = " El señor TEITELBOIM.-
Señor Presidente, para nosotros era previsible lo que acaba de decir el Honorable señor Tomás Pablo, y también lo era el concierto que con esa opinión ha manifestado el Honorable señor Bulnes.
Pocas veces en la historia de nuestro país se orquestó una campaña publicita-ría, de prensa y radio, tan implacable, entre siniestra, tremebunda, malévola y caricaturesca, como la que hemos presenciado en estos días, destinada a atacar a un Senador de la República, a Salvador Allende, por la asistencia que creyó necesario prestar a cinco guerrilleros que, escapando de la persecución boliviana, penetraron en nuestro territorio. Fueron expulsados de éste por decreto del Gobierno, y el Presidente del Senado, Senador señor Allende, hombre de conocidas convicciones populares, militante del Partido Socialista, por encargo de esta colectividad, acompañó a los guerrilleros en su viaje hasta que tomaran, en Tahiti, el avión que debía conducirlos a Europa.
Quiero decir que el Partido Comunista también deseó que uno de sus parlamentarios -concretamente, el Diputado señor José Cademártori- hubiera acompañado a esos luchadores por la emancipación de América Latina del yugo norteamericano, hasta un punto del territorio del Pacífico que garantizara su arribo seguro al destino que anhelaban. No pudimos hacerlo; pero queremos decir que el Partido Comunista tuvo el mismo empeño y hubiera dado, de serle posible, el mismo paso que dio el Honorable señor Allende. Es para nosotros una obligación que deriva de nuestro espíritu solidario respecto de gente que no está conforme con las coyundas de nuestro continente y es fiel a su conciencia.
Pretender que el cargo de Presidente del Senado significa necesariamente maniatar a la persona que lo ejerce, a fin de dejar en suspenso, congelada, en el frigorífico, su ideología, su convicción, por el período en que desempeñe tales funciones, no es, en mi concepto, constitucional, y además resulta ofensivo para la conciencia y el honor personal de cualquiera que ejerza una dignidad en nuestra patria.
El Senador señor Allende no fue a acompañar a los guerrilleros en su viaje a Pascua y a Tahiti en su calidad de Presidente del Senado. Lo hizo como socialista, como Senador de un partido. Nunca. -en ningún momento- enarbóló su con dición de Presidente del Senado para ellos. Por esta razónalos comunistas estimamos que las apreciaciones aquí vertidas respecto de este viaje envuelven una motivación política, forman parte de nuestra propia "guerrilla" parlamentaria, y están inspiradas en un criterio que no podemos aceptar y que estimamos profundamente reaccionario.
Estamos deseosos de que haya un deba te amplié sobre esta materia. Por lo tanto, adherimos a la idea de celebrar una sesión, que ojalá sea especial, en que se discutan a fondo todos los aspectos del problema.
Por el momento, queremos manifestar nuestra solidaridad a la actitud del militante socialista, del Senador Salvador Allende, quien, al acompañar á los guerrilleros hasta Tahiti, cumplió un anhelo, no sólo del Partido Socialista, sino también del Partido Comunista y, creo, dé todos los elementos, hombres y mujeres, antimperialistas de Chile.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595436
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595436/seccion/akn595436-ds1-ds3