. . . . . . . . " El se\u00F1or RODRIGUEZ.- \n Se\u00F1or Presidente, reclamo mi derecho. \nEl problema b\u00E1sico es el que anotaba la Honorable se\u00F1ora Carrera -deploro que est\u00E9 ausente el Honorable se\u00F1or Gumucio, quien ha planteado este aspecto-: es obvio que no estamos en contra de la reforma agraria; lo que criticamos honestamente es que el n\u00FAcleo dirigente de la Democracia Cristiana, es decir, el Gobierno, haya perdido el \"\u00E9lan\" fundamental en la aplicaci\u00F3n de esa reforma y haya entrado en lo que yo llamar\u00EDa un plano de conciliaci\u00F3n, aunque muchos de sus hombres no se lo hayan propuesto. Es indudable que el car\u00E1cter conservador que domina en el Gobierno ha ido debilitando el empuje inicial de la reforma. Eso es lo que criticamos. \nTenemos que convenir en que, juntamente con lo anterior, una serie de factores negativos influyen en la conducta administrativa de los instrumentos de la reforma, como lo se\u00F1alaba tambi\u00E9n la Honorable se\u00F1ora Carrera: una exagerada dosis de sectarismo y dogmatismo en el trato con los campesinos por parte de la CORA e INDAP, que los impulsa a tratar de ganar para su causa, en muchos casos con incomprensi\u00F3n injustificada todo lo que est\u00E1 al alcance de esos organismos, que no deber\u00EDan tener apellido pol\u00EDtico. \nConsidero leg\u00EDtimo que la Democracia Cristiana haga labor de proselitismo, en la dimensi\u00F3n en que desee realizarla; pero supeditar los \u00E9xitos y avances e, inclusive, los errores de la reforma agraria a una labor de proselitismo peque\u00F1o, me parece que malogra sus perspectivas generosas, y los primeros que deber\u00EDan aceptarlo son los propios dirigentes y los Honorables colegas del partido de Gobierno. \n \n " .