-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595607/seccion/akn595607-po1-ds5-ds20
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1617
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1617
- rdf:value = " El señor TEITELBOIM.-
Este proyecto, vulgar y silvestre, en el que la Municipalidad de Teno es autorizada para contratar empréstitos, ha dado lugar a una discusión que desborda en mucho el contorno y el límite de sus disposiciones.
-Hace algunos minutos no era mi intención intervenir en el debate; pero quiero referirme a las palabras vertidas recientemente por el Honorable señor Aylwin a este respecto, porque no se pueden dejar pasar en silencio.
Todos escuchamos las expresiones de la Honorable señora Carrera, que habló en un lenguaje espontáneo y directo, derivado de su experiencia de parlamentaria nueva, que pueden ratificar todos los señores Senadores.
A raíz de este problema, manifestó que se veía frente a una especie de maraña impenetrable: la de una legislación que permite a ciertos juristas invocar disposiciones, interpretaciones y orden de las leyes, precisamente para evitar una solución concreta al asunto planteado. Y la Honorable colega dio expansión a un sentimiento que compartimos muchos: el de una superestructura jurídica y una legislación abstrusa, tentacular, como una selva, donde la gente del pueblo se pierde y en la cual pueden encontrarse toda clase de argucias para, que nunca se les haga justicia.
Tengo el mismo sentimiento de la señora Senadora. A mi juicio, el exceso de legislación es una trampa de una clase dominante, que se parapeta tras ella a fin de despojar a los sectores populares de la solución real de los problemas concretos. Ella lo expresó con un ejemplo actual y dramático: la huelga de los campesinos de San Esteban, que es legal. Los trabajadores agrícolas golpean las puertas de todos los servicios públicos y del Ministerio del Trabajo, invocan la ley y no consiguen nada.
El actual Ministro de Trabajo, como su antecesor en esa Cartera, el señor William Thayer, ha implantado como sistema y estilo frente a los conflictos gremiales que éstos se desangren en plazos sin término -muchos de ellos por más de cien días-, a sabiendas, porque no lo pueden ignorar, que la parte laboral constituye el sector débil de la producción, aquel que vive al día y que, por lo tanto, no puede dejar de percibir sus salarios, por míseros que sean, durante dos o tres meses, y a veces más, pues querría decir que el hambre afectaría no sólo a los trabajadores, sino también a sus familias.
Y el señor Ministro del Trabajo se cruza de brazos. No creo que permanezca inactivo tras su escritorio; pero no da a estos conflictos, que tienen carácter apremiante y requieren una solución urgente, de horas, la preeminencia y atención que deben tener.
Me parece que en este sentido la Democracia Cristiana peca de duplicidad, porque al fin y al cabo -y esto lo ha explicado de buena fe y muy llanamente el Honorable señor Noemi- los regidores y alcaldes de ese partido de todas las comunas, y por lo tanto también de la de Teno, si es que los hay -a lo mejor constituyen la mayoría de ese municipio-, son campeones decididos de los artículos 10, 11 y 12 del proyecto, preceptos justos, que tienden a indemnizar a las municipalidades por la disminución de sus entradas, producida, por la modificación del sistema de tasar las minas e industrias para los efectos del pago de la contribución territorial, que redujo considerablemente sus ingresos. Entonces, los regidores democratacristianos, como los otros de los demás partidos, son cruzados apasionados que reclaman la restitución a los municipios de los fondos perdidos por la aplicación de una ley recomendada por el Estado y por un Gobierno que no fue democratacristiano; pero debemos reconocer que el Estado y el Gobierno tienen continuidad desde el punto de vista de sus obligaciones frente a la sociedad y, por lo tanto, no puede terminar la obligación de un Gobierno por el solo hecho de que un Presidente de la República finalice su mandato. De lo contrario, habría la más perfecta discontinuidad, y la asunción de un nuevo Mandatario significaría desconocer todo lo hecho por su antecesor, teoría imposible de sustentar tanto en la práctica como en el plano de las ideas.
Este extraño desdoblamiento se manifiesta cuando los proyectos y anhelos de esos regidores -incluso de la Democracia Cristiana- llegan al Senado o a la Cámara de Diputados, pues aquí los representantes del partido oficial votan en forma diferente y contrapuesta a la voluntad expresada por los ediles de su misma colectividad. A mi entender, desde el punto de vista de una moral política, esto no es sino maquiavelismo y duplicidad. Desgraciadamente, es así.
Creo, por consiguiente, que la Senadora socialista ha tenido toda la razón al poner el acento en ese problema.
Denantes pregunté al Honorable señor Aylwin por qué, si realmente quieren una solución del problema, no la dan por la vía de las indicaciones. Dicen que no es posible. ¿Por qué se ponen delicados de repente, cuando la Oposición y el Gobierno presentaron centenares de indicaciones en el proyecto de reajustes, recordado aquí ? ¡Para el mundo...! Sin embargo, ahora, de súbito, como no les conviene, dicen: "No más indicaciones, porque es un vicio y una corruptela". Creo que tal posición tendrá autoridad moral cuando el Gobierno, pudiendo beneficiarse con determinadas indicaciones, diga: "No las hago, porque nos parece una práctica inconveniente y, desde el punto de vista jurídico, introduce caos y desorden". Pero, de improviso, no se puede invocar este arrepentimiento en propio beneficio, pues resulta sospechoso.
Por estas consideraciones, creo que la Honorable señora Carrera fue perfectamente atinada en sus juicios. Con sensibilidad femenina, que en este caso puede ser más rigurosa que la acostumbrada por los hombres, planteó un problema que reviste visos de inmoralidad legislativa, frente a lo cual sería bueno que todos reaccionáramos.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595607/seccion/akn595607-po1-ds5
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/595607