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- rdf:value = " El señor MUSALEM.-
Señor Presidente, porque Chile es un país que quiere cambios, la última elección presidencial constituyó un debate y una decisión entre dos modelos políticos para la sustitución del orden existente. El pueblo debió elegir entre dos caminos diversos para transformar en profundidad las estructuras de nuestra economía y de nuestra sociedad.
El solo hecho de optar entre esas dos alternativas en una elección, fue una decisión revolucionaria, y el pueblo marcó la hora de la revolución en ese mismo instante. Por eso, cuando un millón y medio de chilenos votaron por el PresidenteFreí, lo hicieron por la revolución, por uno de los dos modelos revolucionarios; en este caso, por el nuestro. Votaron por una revolución en libertad, no sólo quienes lo hicieron por el entonces SenadorEduardo Freí, sino también muchos de los que votaron por el candidato del FRAP, porque éste planteó una plataforma de respeto a las libertades, de reconocimiento de la propiedad privada; planteó, en una palabra, una plataforma muy idéntica a la nuestra, salvando la diferencia en materia de política del cobre. El FRAP no planteó en esa oportunidad su verdadero modelo, el que se ha estado perfilando más claramente con el tiempo y, como decía hace un instante el Honorable señor Fuentealba, adquirió contornos más nítidos en la Conferencia Tricontinental de La Habana. Por eso, afirmo que en la última elección presidencial, no fue sólo el millón y medio de chilenos que votaron por Eduardo Frei, esto es, el 56 % del electorado, quienes querían una revolución en libertad, sino un porcentaje muy superior de ciudadanos de nuestra patria.
A los que querían otra estrategia revolucionaria, el desenlace de esta elección les creó las siguientes alternativas: primero, estar con la revolución que el pueblo quiso y se dio; segundo, estar contra la revolución que el pueblo respaldó y rubricó en esa elección. Lo primero, para el FRAP significaba estar con la revolución; era ser consecuente respecto del 80% de sus banderas de lucha; era jugar lealmente la posibilidad de colaboración independiente con un Gobierno popular elegido por el pueblo y para realizar un programa popular. La segunda alternativa -estar contra la revolución- era el camino, no de los intereses del pueblo, sino de la mezquina política de electoralismo burgués. Temeroso de un desplazamiento definitivo, temeroso del vigor del movimiento popular y nacional que en ese instante encabezaba la Democracia Cristiana, el FRAP optó por la segunda alternativa. El Frente de Acción Popular tuvo temor al desafío que significaba luchar mano a mano, en el campo popular, con la Democracia Cristiana; tuvo temor a la confrontación honesta, cara al pueblo, entre nuestro movimiento y el de ellos.
¿Cuál fue su actitud?
Antes de referirme a la actitud del FRAP, quiero leer breves líneas de una intervención del Senador Allende en sesión del Senado celebrada el 5 de marzo de 1947, porque ella marca la inconsecuencia, la posición absolutamente diferente y sin fundamento que hoy tienen el FRAP y el mismo Senador Allende. Decía en esa época el señor Senador: "Creo que se desprestigia el régimen democrático cuando se empieza a olvidar el respeto que se debe a las autoridades que la voluntad popular consagra".
Veamos cuál fue la actitud del FRAP en 1964, recién elegido el Presidente Frei, para ver si coincide con la anterior.
Actitud del FRAP frente al Gobierno
El 7 de septiembre de 1964, el Senador Ampuero, Secretario General del Partido Socialista en ese entonces, en declaración política de su partido, anunció una oposición total, absoluta, sin posibilidad alguna de regreso. Anunció una oposición anticipada, recién elegido el Presidente Frei, antes que asumiera; una oposición para todo su período, implacable y total. El 9 de septiembre de 1964, la Central Única de Trabajadores decidió no ir a saludar al Primer Mandatario. No se trata de un mero formalismo. Nosotros queremos analizar lo que hay en el fondo de una actitud como ésta. La Central Única de Trabajadores, en un acto insólito, en una actitud intolerante, hacía un presagio de lo que estaban dispuestos a provocar. Desde el 5 de noviembre de 1964 hasta hoy, la CUT ha sido punta de lanza contra el Gobierno. Así lo declaró expresamente, en el Plenario Nacional del Partido Socialista, su alto dirigente y también, en ese entonces, Presidente de la Central Única de Trabajadores; Oscar Núñez. Lo declaró en junio de 1965.
El país ha presenciado cómo esta dócil y sumisa organización llamada Central Única de Trabajadores -dócil y sumisa en el Gobierno del Presidente Alessandri, que era un Gobierno claramente representativo de la Derecha-, se ha transformado en un organismo arrogante y combativo, con el objeto de quebrarle la mano a un Gobierno claramente popular, y popular no por nuestras expresiones, sino por la voluntad reiterada del pueblo de Chile en los años 1965 y 1966.
La Confederación de Trabajadores del Cobre caballo de Troya del FRAP contra el Gobierno.
Cuando el Presidente de la República anunció, posteriormente, las prioridades de su programa, la CUT terminó de delinear su estrategia. Si el Presidente de la República afirma que de los recursos del cobre obtendrá el financiamiento de casas, escuelas, hospitales, reforma agraria, agua potable, alcantarillado, etc., esto es, el financiamiento de todo lo que el pueblo espera del programa de este Gobierno, la CUT, acto seguido, sostiene que es en el cobre donde cabe centrar la estrategia de lucha. Allí se sabrá quién manda. La Confederación de Trabajadores del Cobre, por eso, se convierte en el caballo de Troya de la provocación política al Gobierno. En 16 meses, efectúa 43 paros, entre totales y parciales, en los cuatro minerales. Hace de su órgano "Cobre" el vocero de las peores injurias y difamaciones en contra del Gobierno, de los Ministros y de los parlamentarios de la Democracia Cristiana. Sus dirigentes nacionales empiezan a distinguirse por sus bravatas, y claramente empiezan a combatir contra el Gobierno en un aparente -y de palabra- combate contra el imperialismo norteamericano. Pero, en el hecho, lo han estado haciendo contra el Gobierno, contra el campesino, contra el poblador, contra los sectores modestos. Por eso, nosotros también queremos mostrar esta actitud de los partidos políticos del FRAP y de los organismos gremiales que ellos controlan, en su proyección en los minerales del cobre.
Situación permanente creada por el FRAP ' en los minerales de cobre.
¿Cuál, en nuestro concepto, ha sido la situación permanente en esos minerales, especialmente desde que asumió el Presidente señor Freí? Se ha establecido una dictadura política sindical por parte del FRAP. Cuando nosotros hablamos del imperio del terror que rige en las minas del cobre, lo estamos haciendo en forma seria y responsable. Cuando el Senador Noemi se refería a algunos hechos de este tipo de terror y el Senador Teitelboim lo tomó por el lado de la broma y empezó a jugar con la "refalosa", yo no sabía exactamente...
El señor TEITELBOIM.-
¿Me permite una interrupción, señor Senador, para contestar la alusión personal que acaba de hacer?
El señor MUSALEM.-
No tengo inconveniente, siempre que sea breve. Aun cuando Sus Señorías no nos conceden interrupciones, yo se la concedo.
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