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- rdf:value = " El señor CONTRERAS (don Víctor).-
En su exposición, el Honorable señor Von Mühlenbrock ha dejado entrever que la resolución adoptada por la Comisión y, posteriormente, por el Senado, ha sido precipitada, pues no se han analizado las consecuencias que ella podría tener. Ha dicho que ella liquidaba de inmediato las franquicias de que gozan tanto las provincias del extremo sur como las del norte.
Aun cuando el Senador que habla representa una zona que goza de franquicias para unos cuantos -en efecto, ellas no favorecen a la mayoría de la población de esas provincias-, debo decir que adoptamos esa actitud responsablemente.
El artículo aprobado por el Congreso dice: "Por exigirlo el interés nacional, déjanse sin efecto, a contar desde el 1º de enero de 1966, las exenciones y franquicias tributarias de cualquier tipo, clasificación o naturaleza establecida en la legislación vigente". Se entiende y se deja claramente establecido que el Presidente de la República dispondrá de nueve meses para estudiar el proyecto sobre racionalización de franquicias que será enviado al Congreso. Ninguno de nosotros ha pensado, en suprimir automática y definitivamente todas las exenciones.
Por su parte, el artículo 162, propuesto por el Ejecutivo en sustitución del aprobado por el Congreso, dice; "Facúltase al Presidente de la República para que dentro del plazo de 180 días racionalice las normas legales vigentes relativas a exenciones o franquicias tributarias y a regímenes sustitutivos, cualquiera que sea su condición jurídica, pudiendo en virtud de esta facultad suprimir, modificar y crear franquicias y exenciones de cualquier especie y fijar, reducir o alterar el contenido, plazo y demás condiciones en que ellas han sido otorgadas o sean concedidas en el futuro. En ningún caso, en virtud de esa facultad, podrán aumentar las franquicias ya existentes". Después continúa el segundo inciso.
Se trata de algo totalmente diferente: mientras el Congreso aprobó una disposición con el objeto de que el Ejecutivo enviara un proyecto, aquél manda un precepto que concede facultades al Gobierno. No pensamos en eso cuando aprobamos el precepto en debate.
Se dice, en seguida, que las provincias afectadas -o beneficiadas con las exenciones quedarían totalmente desamparadas. Es cierto que una ley, denominada de zona franca alimenticia, favorece a las provincias de Tarapacá y Antofagasta. Por lo menos, en un comienzo benefició a un grupo importante de trabajadores; pudieron internarse mercaderías a precio inferior al que tenían en el centro del país; pero con el andar del tiempo, esos preceptos legales sirvieron exclusivamente para engordar a unos cuantos importadores, que las aprovecharon para acumular sumas fantásticas de dinero, sin que estos beneficios alcanzaran a la población consumidora.
Las franquicias permitieron el desarrollo de las industrias en la zona norte; pero, como lo hice presente en esa oportunidad, dichas exenciones fueron aprovechadas por un grupo de industriales. Dieron trabajo -es cierto- a alrededor de 3 mil obreros; pero era un trabajo mal pagado, pues nunca se consideró la situación en que viven los asalariados. En efecto, los funcionarios públicos disfrutan gratificación de zona de 40%, la cual no se paga al obrero que labora en las industrias particulares.
Los industriales debieron construir habitaciones para sus obreros. No lo hicieron. Aumentaron, en general, las poblaciones callampas y los bancos, pero aún no se construyen habitaciones para los asalariados. Esos patrones dieron mal trato a sus trabajadores y desconocieron las disposiciones del Código del Trabajo. Ahí está el ejemplo de la compañía ballenera "El Molle", cuyo principal accionista es Grace y
Compañía, que ha despedido, sin autorización del Ministerio del Trabajo, a 270 obreros, que en estos momentos están muriendo de hambre, sin la ayuda de nadie en el puerto de Iquique.
Reconozco que los obreros que trabajan a bordo, a trato, en los barcos pesqueros, tienen remuneraciones más o menos aceptables; pero no ocurre lo mismo con quienes laboran en tierra.
Al aprobar esta disposición, no queríamos terminar con las exenciones justas, de beneficio común, tendientes a desarrollar la industria y proporcionar fuentes de trabajo a quienes viven en los extremos norte y sur del país.
El Honorable señor Enríquez dijo, en su exposición, que había 1.125 disposiciones de exención. Queríamos saber a quiénes benefician. Ese fue el motivo por el cual votamos favorablemente el artículo, en el entendido de que apoyaríamos cualquiera iniciativa encaminada a proporcionar a las provincias mencionadas un sistema de franquicias que resguardara el interés general, en especial, el de los trabajadores, y fomentara el desarrollo de industrias destinadas a dar mayor estabilidad a los habitantes de la zona.
¿Qué ha ocurrido con la industria pesquera? En los últimos años, ha habido escasez de materia prima, pues no se consiguen anchovetas con facilidad y es necesario ir a buscarlas mar adentro; pero no hay barcos capaces de realizar esa labor. Por ello, la mayoría de las industrias se ha visto privada de materia prima.
Cuando la CORFO otorgó créditos a los industriales, impuso varias condiciones. Según una de ellas, debían establecer un plan subsidiario para elaborar conservas, como manera de aumentar la mano de obra. ¿Cuántos industriales cumplieron esa cláusula? En una oportunidad pedí, por intermedio del Senado, que se solicitara a la CORFO la nómina de industriales que habían cumplido. ¡Aún no llega respuesta!
Termino manifestando que nuestros votos fueron emitidos en forma responsable. Procedimos así, no porque tuviéramos interés en industrias determinadas, pues, como colectividad política, no nos guía el propósito de favorecer los intereses de los sectores industriales. Nacimos a la vida política para defender a los trabajadores, de modo que nuestra misión consiste en cautelar sus intereses. Yo, que fui elegido para representar a los obreros y empleados de las provincias del norte, tengo la obligación de defender sus intereses. Cuando éstos son amagados, me hago el deber de levantar mi voz, pues ése es el compromiso contraído con ellos.
Reitero que al dar nuestra aprobación a la supresión de las franquicias, actuamos en forma meditada y responsable.
"
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