-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds34
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds30
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds32
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds29
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds31
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds28
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds33
- bcnres:tieneSeccionRecurso = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1-ds26-ds27
- bcnres:tieneTramiteConstitucional = bcnbills:PrimerTramiteConstitucional
- dc:title = "REESTRUCTURACION DEL SERVICIO DE REDACCION DE SESIONES DEL SENADO."^^xsd:string
- rdf:type = bcnses:SeccionProyectoDeLey
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/321
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/677
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/682
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/322
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3079
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2133
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2769
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3049
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4403
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2154
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3202
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/3728
- bcnres:tieneTramiteReglamentario = bcnbills:DiscusionGeneral
- bcnres:tieneResultadoDebate = bcnres:seApruebaEnGeneralYParticular
- bcnres:tieneTerminoLibre = http://datos.bcn.cl/recurso/tema/reestructuracion-del-servicio-de-redaccion-de-sesiones-del-senado
- rdf:value = " REESTRUCTURACION DEL SERVICIO DE REDACCION DE SESIONES DEL SENADO.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Informe de la Comisión de Policía Interior recaído en el proyecto de ley, iniciado en moción de los Honorables señores Contreras Tapia, Jaramillo y Rodríguez, sobre reestructuración del Servicio de Redacción de Sesiones del Senado.
La Comisión, en informe suscrito por los Honorables señores Reyes, Presidente; Jaramillo, Contreras, don Víctor; Palma, Rodríguez, Miranda y García, recomienda aprobar el proyecto en la forma consignada en el boletín Nº 21. 524.
El proyecto y el informe figuran en los Anexos de las sesiones 7ª y 21ª, en 16 de jimio y 9 de julio, de 1965, documentos Nº 2 y 8, páginas 372 y 1286.
Ofrezco la palabra.
El señor JARAMILLO LYON.-
Señor Presidente y Honorable Senado:
La moción en debate tiene dos propósitos fundamentales: modificar la planta de la Redacción de Sesiones para adecuarla a las nuevas exigencias del Servicio, y dar a la jefatura de la Redacción la jerarquía que le corresponde.
La Comisión de Policía Interior aprobó por unanimidad el primer punto, pero dejó sin efecto el segundo al aumentar las rentas del cargo con el cual se quiere equiparar el de jefe de la Redacción.
Los firmantes de la moción formulamos indicación para mantener lo propuesto primitivamente en ella en este sentido, por las razones siguientes:
1) La jerarquización de un servicio sólo tiene validez cuando un funcionario depende de otro. No puede haber jerarquización cuando no hay dependencia.
Siempre habrá dependencia del Jefe de la Redacción respecto del Secretario del Senado, sea éste el titular o quien lo reemplace.
En lo demás, no existe ninguna dependencia del Jefe de la Redacción respecto del resto del personal del Senado.
Para probarlo, basta referirse a las funciones del Prosecretario del Senado, consignadas en el artículo 210 del Reglamento.
En ninguna aparece que el Jefe de la Redacción esté sometido a la dependencia de aquél.
Por otra parte, el Jefe de la Redacción es el responsable de la totalidad del Servicio a su cargo, en cuanto a la fidelidad de la versión, extracto de prensa, publicaciones "in extenso", confección del Diario de Sesiones, corrección de pruebas de imprenta, elaboración y reserva de las sesiones secretas, etcétera.
En contraste con lo anterior, el Secretario Jefe de Comisiones no tiene responsabilidad de jefe de servicio. Sólo es responsable de los informes de la Comisión que atiende, así como cada prosecretario de Comisiones lo es de los informes que elabora. En este aspecto, el Secretario Jefe de Comisiones no tiene ninguna intervención. Prueba de lo anterior es que, como consta de los señores Senadores, los informes son suscritos por los miembros de la Comisión y el Secretario respectivo.
El Jefe de la Redacción es responsable * directo del personal a su cargo en lo relativo a su nombramiento, ascensos, distribución del trabajo, disciplina dentro del Servicio, etcétera.
Al respecto, cabe hacer notar que el personal de la Redacción ingresa al Servicio previo concurso público de competencia, sin excepciones, y a propuesta del Jefe directo del servicio, vale decir, del Jefe de la Redacción.
En lo concerniente a los ascensos, debe destacarse que éstos se promueven exclusivamente por méritos, sobre la base de calificaciones anuales que hace el Jefe de la Redacción. Este sistema se aplica sólo en la Redacción y en ninguna otra dependencia del Senado, pues en aquélla la antigüedad no juega papel alguno.
En cambio, el Secretario Jefe de Comisiones no tiene ninguna intervención respecto del personal de Secretaría, ni en su nombramiento, ni en sus ascensos, ni en la distribución del trabajo, ni en la disciplina.
El cargo de Jefe de la Redacción es tope de escalafón en un servicio eminentemente técnico y al cual se llega estrictamente por méritos.
Comparativamente, el Secretario Jefe de Comisiones, cargo al cual se llega por antigüedad, no tiene responsabilidades de jefe de Servicio y jerárquicamente está subordinado no sólo al Secretario, sino que, también, al Prosecretario.
Ahora, deseo dar a conocer algunas razones por !as cuales me opongo a la aprobación del artículo 2º del proyecto.
Este precepto, introducido por la mayoría de la Comisión, limita la facultad soberana de los Senadores, consignada en el artículo 207 del Reglamento, para elegir Secretario de la Corporación, ya que en ningún caso podría nombrar para ese cargo a alguno de los funcionarios de la Redacción de Sesiones.
Estimo que este artículo 2º quiero decirlo con absoluta franqueza es lesivo para la dignidad de quienes trabajan en la Redacción de Sesiones.
Saben los Honorables colegas que el Senado tiene competencia amplia, amplísima, para designar en el cargo de Secretario de la Corporación a cualquier ciudadano, incluso a cualquier individuo que pase por la calle. Pero mediante la limitación introducida a la moción, habría personas que estarían como baldadas en nuestra República por el solo hecho de pertenecer a la Redacción del Senado. Serían los únicos, en Chile, que no tendrían acceso al alto sitial del cargo de Secretario del Senado.
Por esas razones, y en abono a la confianza y al aprecio que tengo por tocio el personal de la Redacción de Sesiones del Senado, votaré en contra del artículo.
Nada más, señor Presidente.
El señor REYES (Presidente).-
¿Me permite, señor Senador?
Un Comité me ha solicitado que consulte a la Sala para continuar tratando esta materia en sesion secreta.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
A mí juicio, este es un problema que no tendríamos por qué tratarlo en sesion secreta.
El señor JARAMILLO.-
No diviso ninguna razón que justifique dar ese carácter a la sesion.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Este problema ha sido originado por funcionarios del Senado y, por esa razón, queremos salvar públicamente nuestra responsabilidad.
El señor REYES (Presidente).-
No hay acuerdo.
Puede continuar el Honorable señor Víctor Contreras.
El señor REYES (Presidente).-
Queda un minuto para el término de la hora.
El señor RODRIGUEZ.-
Podríamos tomar el acuerdo de prorrogarla.
El señor JARAMILLO LYON.-
Prorroguémosla hasta dejar despachado el proyecto.
El señor REYES (Presidente).-
La Mesa iba a proponer que se prorrogue la hora hasta terminar la discusión de este proyecto y para tratar, además, otro relativo a Obras Públicas.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Pondré término en pocos minutos a mis observaciones.
El señor REYES (Presidente).-
Si no hubiere oposición, quedaría acordado proceder en la forma propuesta.
Acordado.
Puede continuar el Honorable señor Víctor Contreras.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Pido la palabra.
Deseo hacer un poco de historia sobre esta materia.
Hace algunos días, juntamente con los Honorables señores Rodríguez y Jaramillo, suscribimos una moción destinada a reestructurar la planta de la Redacción de Sesiones del Senado.
En la primera sesion de la Comisión de Policía Interior, en que se dio cuenta de dicha moción, la unanimidad de los miembros de la Comisión estableció que era una iniciativa del todo aceptable y de fácil financiamiento, ya que significaba un gasto no superior a seis mil escudos.
Posteriormente, tuvimos conocimiento de que los funcionarios de la Secretaría del Senado habían hecho una presentación a la Comisión de Policía Interior, por la cual daban a conocer su disconformidad con este proyecto.
Al respecto, debo declarar que jamás he tenido el propósito de mejorar las rentas de los funcionarios de la Redacción en perjuicio del personal de Secretaría.
Sobre el particular, debo decir que si entre estos últimos alguno es católico, le recomendaría confesarse, por cuanto ha incurrido en pecado al prejuzgar respecto de quienes firmamos la moción.
En efecto, esos funcionarios no han tenido absolutamente ninguna justificación en su actitud. Y en este punto deseo abundar y refrescar un poco la memoria de los Senadores que ocupan estas bancas desde 1961.
Pocos meses después de haber ingresado al Senado, tuvimos oportunidad de designar el nuevo Secretario de la Corporación, para llenar la vacante dejada por jubilación del antecesor.
Los Senadores comunistas, sin tener mayores antecedentes respecto de la persona del actual Secretario, concurrimos con nuestros votos favorables.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Por lo demás, estimo que el ambiente de la discusión será saludable.
Como decía, en aquella oportunidad votamos favorablemente la designación del actual Secretario, sin tener otro antecedente que el de saberlo antiguo funcionario.
No tuvimos reparo alguno en aceptarlo, no sólo en carácter de Senadores, sino como colectividad política y, si mal no recuerdo, fue elegido por unanimidad.
Ahora se trata de un grupo de funcionarios que, sin razón y prejuzgando respecto de los Senadores que suscribimos la moción, se anticipó a decir que la iniciativa no debía ser apoyada, porque en el fondo constituiría un atentado contra los intereses del resto del personal.
Señor Presidente, pertenecemos a un partido de extracción popular, surgido frente a las necesidades de la clase trabajadora. En consecuencia, nuestra moción en manera alguna podría pretender mejorar sólo el Servicio de Redacción en desmedro del personal de Secretaría y de servicios. No obstante, esto originó una presentación, que sólo dos funcionarios de Secretaría no firmaron.
Podría pedir que se le diera lectura, pero no quiero ahondar en mayores dificultades. Sin embargo, deseo analizar algunos problemas que en ella se plantean.
En la referida presentación se dice oue
el personal de Redacción, al cual estábamos patrocinando una moción, no está permanentemente en el Senado; o, más claramente, que no tiene un horario diario, fijo.
En efecto, el personal de Redacción no tiene horario diario o semanal. El ha sido contratado para un servicio técnico. Tiene la obligación de trabajar en todas las sesiones de la Corporación, en cualquiera época del año y a cualquiera hora del día o de la noche. Y si ese personal se encuentra en vacaciones en cualquier parte del país, o fuera de él, cuando el Senado requiere de sus servicios, está obligado a incorporarse de inmediato a su trabajo. Hemos podido comprobar personalmente que los funcionarios de la Redacción trabajan hasta las tres o las cuatro de la madrugada; es decir, hasta que elaboran la versión completa de la sesion.
Por eso, creo que ha habido en el personal de Secretaría un poco de ingratitud para calificar a sus propios compañeros.
En efecto, cuando se dice que los funcionarios de la Redacción no tienen horario completo, quienes así se expresan olvidan de que otro sector del personal tiene horario pero no lo cumple, no trabaja la jornada completa y mantiene otras ocupaciones fuera del Senado. Tampoco quiero mencionar quiénes son las personas de Secretaría que, pese a tener horario completo, no trabajan todo el día, pues no deseo producir división entre las diversas secciones. Comprendo, a este respecto, que ha llegado hasta esta Corporación lo que ocurre hoy con las organizaciones obreras: ¡también en el Senado han pretendido dividir a los empleados!
El señor RODRIGUEZ.-
¡ Paralelismo sindical!
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Luego se habla de que el personal de la Redacción ingresa al servicio con dos grados superiores al de Secretaría. Es cierto, pero, ¿por qué ocurre así? Por una razón muy simple: el personal de Redacción es técnico. En cambio, los empleados que entran al escalafón de Secretaría lo hacen como simples dactilógrafos, aun cuando, además, deban poseer los conocimientos teóricos necesarios. Estos últimos empleados, con el transcurso del tiempo, llegan a ocupar cargos superiores. Es una cuestión lógica.
Además, se dice que la moción significará mayores remuneraciones. Sobre el particular quiero decir que también se aprovecha esta circunstancia para introducir una cuña y hacernos aparecer a nosotros como sostenedores de un aumento parcial de sueldos.
Debemos dejar en claro que, junto con patrocinar este proyecto concerniente al personal de Redacción, hemos hecho presente la necesidad de reconocer al de servicios menores el pago de la asignación de cargo.
De tal manera que en este aspecto tampoco se justifica la comunicación presentada. No obstante, me alegro de que esto haya ocurrido, pues con ello queda demostrado que no sólo el personal de Secretaría puede hacer presentes sus problemas a la Comisión. Ahora queda planteada ia posibilidad de que cualquier servicio dependiente de alguna de las ramas del Congreso puede hacer presentaciones a la Comisión respectiva, a fin de que sea considerada su petición.
Con todo, debo decir algo más en lo referente a las remuneraciones. No hemos pretendido aumentarlas que lo sepa bien el resto del personal del Senado ni tenemos responsabilidad respecto el mayor gasto que significa el proyecto. Al principio, éste ascendía a seis millones de pesos; posteriormente, se elevó a trece millones, y el costo actual representa treinta y siete millones de pesos.
Debo declarar, además, que hemos concurrido con nuestros votos favorables para aumentar en dos plazas la dotación de la Oficina de Informaciones y en dos los cargos de ayudantes de los secretarios de Comisiones, por estimarlo justo e indispensable.
Pero no se nos venga a tergiversar ni a poner contra el muro en el sentido de que hemos contribuido a ahondar situaciones personales.
Respecto de la Oficina de la Redacción, el proyecto no implica aumento de remuneraciones.
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Decía que la reestructuración de la Oficina de Redacción no significa mayores gastos que los antes señalados, porque, como lo expresaba el Honorable señor Jaramillo Lyon, varios funcionarios de ella deben abandonar el servicio para acogerse a jubilación, lo cual producirá un movimiento en el escalafón respectivo. Además, la ley dispone que el funcionario que haya permanecido cinco años en un mismo cargo debe percibir la renta del grado inmediatamente superior.
Por último, debo declarar que por nuestra parte ha habido y habrá siempre la debida consideración para todo el personal del Senado. Por ello, prestaremos nuestro apoyo a toda iniciativa tendiente a mejorar la situación de cualquiera de sus secciones.
Pero no aceptamos la afirmación de que hemos tratado de beneficiar a dieciséis funcionarios de la Oficina de Redacción en perjuicio del resto del personal del Senado. Nosotros y particularmente el Senador que habla estimamos que ha habido ligereza para apreciar nuestra conducta. El personal de Secretaría puede estar seguro que la restructuración propuesta para la Oficina de Redacción en manera alguna implica menoscabar o posponer las aspiraciones de los funcionarios de otras secciones.
El señor PALMA.-
Intervengo en la discusión de este asunto en mi calidad de miembro de la Comisión de Policía Interior en representación del Comité Demócrata Cristiano.
Por medio de tal iniciativa, ya aprobada por la Comisión correspondiente, se trata de regularizar la situación producida por las nuevas modalidades del funcionamiento de la Redacción.
Este anhelo, por todos compartido, ha sido causa de algunas dificultades que vale la pena dejar esclarecidas.
Como saben los señores Senadores, la estructura administrativa del Senado está fundamentalmente compuesta por cuatro secciones: Secretaría y Comisiones, Oficina de Redacción, Oficina de Informaciones y junto con la Cámara de Diputados la Biblioteca. Los tres primeros servicios mencionados tienen igual importancia en cuanto al funcionamiento del Senado; cada uno de ellos tiene su papel; cada uno de ellos está formado por un equipo idóneo de funcionarios de gran calidad; cada uno de ellos bien lo saben mis Honorables colegas nos aporta importante colaboración en nuestras funciones parlamentarias.
Cada uno de esos servicios, cuando ha debido modificar su estructura por razones de modernización o de aumento de las necesidades, siempre ha encontrado de parte de los señores Senadores acogida favorable a sus peticiones, como la encuentra en estos momentos la Redacción.
Ninguno de los miembros de la Comisión de Policía Interior se ha opuesto a la iniciativa tendiente a restructurar la Redacción. Sin embargo, estimamos que no debe alterarse la equivalencia de las jefaturas de estas secciones, por cuanto siempre, dentro del aspecto jerárquico, ha sido igual. Ello se ha demostrado respecto de las remuneraciones que perciben los funcionarios que las ejercen, pues dichos jefes no tienen grados. Ha sido equivalente la calidad de jefe de la Oficina de Informaciones con la de jefes de Secretaría y Redacción, aunque tuvieran distinta denominación. Esta equivalencia de las jefaturas ha contribuido de manera extraordinaria al buen funcionamiento del Senado, por cuanto nos ha permitido disponer de elementos idóneos en los respectivos cargos, respaldados por la autoridad que la Corporación les ha dado en cada una de sus categorías.
En la primera etapa de esta iniciativa, se quiso crear una diferencia entre los respectivos servicios, seguramente por razones muy justificadas; con ello algunas jefaturas, tomando en consideración el sueldo correspondiente, habrían quedado en condiciones superiores respecto de otras. La Comisión de Policía, luego de analizar la cuestión, juzgó conveniente mantener la equivalencia tradicional de las jefaturas, por estimar que con ello se obtenía mejor funcionamiento administrativo y daba a cada una de ellas el respaldo habitual. Por este motivo, la mayoría de los miembros de la Comisión, junto con aceptar la reestructuración de la Oficina de la Redacción, no acogió la idea de alterar la equivalencia de cada una de las jefaturas, por cuanto las funciones respectivas de cada una de las secciones son de igual importancia.
A mi modo de ver, el mantenimiento de tal situación es trascendental para el buen funcionamiento del Congreso en lo futuro.
Desde luego, nuestra posición no significa disminuir en absoluto las condiciones intelectuales, personales o ¡a capacidad técnica de uno u otro jefe de sección, sino mantener una estructura que hasta ahora ha funcionado bien y no habría razón para cambiar.
Al mantener la equivalencia de las jefaturas, se mantiene también la libertad del Senado, por decirlo así, para elegir eventualmente situación que de ningún modo se plantea en este momento, para los cargos superiores de Secretario y Prosecretario, a cualquier funcionario o, como a veces ha sucedido, a personas que ni siquiera pertenecen al servicio, pues la Sala es absolutamente dueña de llenar los dos más altos cargos del Senado con las personas que ella estime idóneas para realizar las funciones respectivas.
El señor LUENGO.-
¿Me permite una pregunta, señor Senador?
¿Podría Su Señoría explicarme cómo concilia sus palabras con la idea contenida en el artículo 2º, según el cual ningún funcionario de una planta puede ingresar a otra sino en el último grado? ¿Cómo se podría aplicar una disposición de esta naturaleza?
El señor PALMA.-
Perfectamente, señor Senador. En la actualidad existe una disposición idéntica para la Oficina de Informaciones del Senado.
El señor RODRIGUEZ.-
Eso es otra cosa.
El señor PALMA.-
Con esta disposición se ha querido establecer precisamente lo señalado: que cada jefatura de las respectivas secciones del Senado sean por decirlo así el tope de la carrera...
El señor RODRIGUEZ.-
Eso es otra cosa.
El señor PALMA.-
... y sean absolutamente equivalentes. Por lo tanto, si determinado funcionario de alguna de esas secciones aspirara, no a los cargos de Secretario o Prosecretario del Senado, que son ajenos al escalafón, sino a ingresar a la planta de otras de las secciones mencionadas, deberá hacerlo en el último grado. Así, por ejemplo, si un funcionario de la Oficina de Informaciones quisiera entrar a la planta de la Biblioteca del Congreso o de la Redacción de Sesiones del Senado; entonces, por razones que desconozco, que deben estar relacionadas con el aspecto administrativo y la experiencia de los respectivos personales en los distintos escalafones, ese funcionario debería ingresar en el último grado de la respectiva sección, en virtud del artículo 2º. Repito que, al aprobarse este artículo, no se ha hecho sino reproducir una disposición ya existente. Con esto no quiero manifestar, tampoco, que ésta refleje al respecto, mi criterio definitivo.
El señor ALESSANDRI (don Fernando).-
Diré algunas palabras, por ser, tal vez, el Senador más antiguo de la Corporación y conocer el problema desde hace muchos años, especialmente cuando fui Presidente de ella.
Concuerdo con el proyecto en lo que respecta a la Redacción de Sesiones. Personalmente, cuando fui Presidente del Senado, pude verificar lo difícil que es obtener taquígrafos para esa oficina. De modo que se justifica ampliamente el proyecto formulado por los señores Senadores y aprobado por la Comisión. Eso es del todo justo.
Hay un solo problema que, puede decirse, constituye la cuestión fundamental en este momento: en el proyecto primitivo se hacía depender al Jefe de la Redacción del Senado exclusivamente del Secretario, o sea, se equiparaban los cargos de Prosecretario y Jefe de Redacción. La Comisión no aceptó esa idea y dejó el escalafón en la siguiente forma: Secretario del Senado, Prosecretario del Senado que no forman parte de ninguna de las plantas y, en seguida, tres funcionarios, que fueron equiparados, cuales son el Jefe de la Redacción, el Secretario Jefe de Comisiones y el Jefe de la Oficina de Informaciones. Quedan los tres equiparados, en un mismo rango y con un mismo sueldo. En consecuencia, el primer problema que debe resolver el Senado consiste en si el primero queda en esa situación o equiparado al cargo de Prosecretario del Senado. Estoy conforme con lo resuelto por la Comisión al respecto; estimo que ella ha encontrado una solución justa y equitativa. Me parece lógico que el orden de precedencia sea el siguiente: Secretario del Senado, Prosecretario del Senado y los tres Jefes mencionados.
El artículo 2º prohibe que funcionarios del escalafón técnico de la Redacción de Sesiones se incorporen a otros escalafones.
El señor LUENGO.-
Y viceversa.
El señor ALESSANDRI (don Fernando).-
Eso es lógico y natural; ninguno de los empleados del Senado lo objeta, porque, ni los de la Redacción pasan a la planta administrativa, ni éstos a la de la Redacción, sino incorporándose al último cargo de la planta respectiva, por tratarse de escalafones distintos.
¿Cuál es la cuestión que debe resolver el Senado? Los dos puestos superiores, de Secretario y Prosecretario, quedan fuera de los escalafones, fuera de la planta del Senado; son independientes. De modo que la Corporación puede perfectamente en el día de mañana, designar para esos cargos a cualquier empleado del Senado o a una persona de la calle. Pero yo encuentro del todo justificado que, desde el momento en que este artículo ha dado lugar a dudas y diversas interpretaciones, lo aprobemos con un agregado que deje claramente establecido que esta disposición no rige respecto de los cargos de Secretario y Prosecretario, porque la Corporación podría perfectamente en el día de mañana repito designar a una persona extraña al Senado, designar al Jefe de la Redacción o a cualquier otro funcionario del Senado para esos cargos.
Esos son, en consecuencia, los dos puntos fundamentales del proyecto. En seguida, viene una tercera observación.
El proyecto primitivo se refería únicamente al personal técnico de la Redacción y significaba trece millones de pesos.
El señor RODRIGUEZ.-
Seis millones.
El señor ALESSANDRI (don Fernando).-
La Comisión, por su parte, agregó puestos nuevos para las plantas de Secretaría y de la Oficina de Informaciones. Sobre esto, yo no puedo opinar. Personalmente, por regla general, soy enemigo de aumentar el número de los puestos; pero si estos aumentos han sido solicitados pollos Jefes respectivos y la Comisión los aceptó, han de ser justos. De modo que ésta es una tercera observación, sobre la cual no me pronuncio, y aceptaré lo que ha resuelto la Comisión.
El señor RODRIGUEZ.-
Seré muy breve, señor Presidente, pues las intervenciones de mis Honorables colegas Jaramillo y Víctor Contreras, autores da la moción en debate juntamente con el que habla, me ahorrarán mayores comentarios.
Para resumir mi pensamiento, debo expresar que nuestra moción fue motivada exclusivamente para dar mayor eficiencia técnica a la Redacción del Senado. Debo anticipar que, por ios años de mi permanencia en esta Alta Corporación, me he formado un elevado concepto del personal del Senado, ya sea de Servicio, de Redacción, de Informaciones departamento creado no hace mucho o de Secretaría. A una inmensa mayoría los considero incluso amigos personales por él trato íntimo que se adquiere en el trabajo eficiente en las Comisiones. He podido aquilatar la cultura y buen espíritu de colaboración manifestada por el personal en todo instante respecto de la totalidad de los sectores políticos aquí representados. En consecuencia, al impulsar esta moción con los colegas mencionados, nunca como lo destacó muy bien el Honorable señor Víctor Contreras estuvo en nuestro ánimo inferir el más leve agravio a ninguna sección administrativa del Senado. Nuestro propósito fue solamente lograr un mejor rendimiento técnico del personal de la Redacción, sobre cuyo horario de trabajo se ha discutido esta tarde. Al respecto, debo expresar que el punto es relativo. En efecto, aquí, el personal, en general, no tiene propiamente horario fijo; todo depende de la intensidad del trabajo legislativo. Es así como, cuando prolongamos nuestras sesiones o cuando las Comisiones funcionan ininterrumpidamente mañana, tarde y noche, el personal está, en realidad, inmovilizado, cada uno en su frente de trabajo. Lo mismo sucede cuando parte de los funcionarios deja de actuar, sea en las Comisiones o en la Sala; pero el personal de Redacción debe quedarse hasta tarde y, a veces, hasta la madrugada para entregar las versiones oficiales extractadas al periódico contratado para estos efectos y la versión que ha de componer el Diario de Sesiones e, incluso, el material informativo que piden los Senadores. '
Por desgracia y hay que decirlo con franqueza, para que ojalá no vuelva a repetirse, el problema se ha complicado por la actuación personal de un solo funcionario: el Secretario Jefe de Comisiones, persona que, según creía yo, desempeñaba un cargo mucho más complejo. Estaba en el entendido de que él era una especie de relacionador de todas las Comisiones, pero no es así. La diferencia entre el Jefe de la Redacción y el Jefe de Comisiones consiste en que este último responde sólo de su Comisión, mientras el Jefe de la Redacción responde de toda esa sección. De manera que no veo dónde está la justicia y fundamento para equiparar ambos cargos. El Secretario Jefe de Comisiones tiene tal título exclusivamente por antigüedad. Precede inmediatamente, como quien dice, al Prosecretario y Secretario del Senado, y trata de optar eventualmente a uno de los dos cargos superiores, pero no tiene ninguna responsabilidad colectiva de las Comisiones; responde únicamente de su Comisión. No es un secretario relacionador de la totalidad de las Comisiones, como se podría suponer. En cambio, el Jefe de la Redacción responde en forma global por la totalidad de su personal.
Hay otro punto que no se ha aclarado de manera suficiente. El cargo de Jefe de la Redacción es, en la práctica, tope de carrera. Quien llega a esa jefatura no tiene otra expectativa funcionaría, salvo la indicada por el Honorable señor Alessandri, en el sentido de que, en teoría, podría ocupar el cargo de Secretario del Senado, ya que, según también se declaró, podría incluso llegar a ocuparlo una persona ajena al Senado, lo que nunca ha ocurrido y ojalá no suceda en lo futuro.
De modo que mi reclamo ha sido, en primer lugar, sobre la conducta del Secretario Jefe de Comisiones, que ha armado un barullo enorme al estimular incluso la protesta de los Prosecretarios de Comisiones, quienes, en realidad, no debimos haber protestado en una actitud que estimé absolutamente injusta cuando llegó el documento a la Comisión de Policía Interior. Por nuestra parte, nosotros tendremos mucho cuidado en lo futuro con las actuaciones de ese funcionario, porque, indudablemente, ha creado un clima artificial en la solución de un problema técnico.
Estoy de acuerdo con lo que expresó el Honorable señor Jaramillo, lo que, en cierta medida, ha sido ratificado por el Honorable señor Alessandri. En efecto, el artículo 2º, aun cuando quisiéramos consagrar la independencia de las diversas secciones, resulta vejatorio para el personal de la Redacción, pues no tenemos por qué decirle en forma expresa que no podrá incorporarse a otros escalafones sino en el último cargo de la planta respectiva. Lo que yo entendí que habíamos aprobado en la Comisión era otra cosa: dejar constancia de que el cargo de Jefe de la Redacción era tope de carrera, en la misma forma en que lo es el de Jefe de la Oficina de Informaciones. Está bien dejar consignada esa idea, pero no en una forma generalizada que significa colocar en posición secundaria y subalterna al personal de la Redacción, aunque en la práctica no sea así.
Por eso, daremos nuestra aprobación al proyecto y acogeremos la indicación de los Honorables señores Jaramillo y Víctor Contreras.
En cuanto a lo señalado por el Honorable señor Alessandri, la verdad es que el Secretario de la Corporación nos planteó la insuficiencia de personal en la Secretaría y pidió para ella la creación de dos cargos. Respecto de la Oficina de Informaciones, estamos convencidos de que sus funcionarios son muy eficientes pero resultan escasos para el trabajo de investigación y la entrega de antecedentes solicitados por los señores Senadores. En virtud de la autoridad que representa la opinión fundada del Jefe de la Oficina de Informaciones, la Comisión de Policía Interior acogió su petición en orden a aumentar su planta en dos cargos.
Es cuanto quería decir con respecto al proyecto en debate.
El señor REYES (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Corresponde realizar votación secreta.
El señor SEPULVEDA.-
Me parece que hay unanimidad para aprobar el proyecto en general.
El señor REYES (Presidente).-
Entiendo que la indicación del Honorable señor Alessandri tiene por objeto agregar al artículo 2º una frase que diga lo siguiente: "Esta disposición no obsta al derecho de la Corporación de poder designar libremente al Secretario o Prosecretario del Senado. "
¿Queda interpretado así fielmente su pensamiento, señor Senador?
El señor ALESSANDRI (don Fernando).-
Sí, señor Presidente, pero me gustaría precisar que también puede optar a esos puestos el personal de la Redacción.
El señor REYES (Presidente).-
Ese sería el sentido de la indicación.
El señor PALMA.-
Es evidente.
El señor FUENTEALBA.-
Es natural.
El señor REYES (Presidente).-
Pero ¿desea el Honorable señor Alessandri darle otra redacción?
Nos atendríamos a ella. Incluso, si hubiera consenso de la Sala para aprobar la idea del señor Senador, podría autorizarse a la Mesa para que, con el Honorable señor Alessandri, dé al inciso nuevo la redacción definitiva.
El señor RODRIGUEZ.-
Señor Presidente, quiero preguntar al señor Secretario si esta redacción del artículo 2º corresponde exactamente al texto legal que yo vi respecto de la Oficina de Informaciones. Porque yo entendí que en esa disposición solamente se hablaba respecto de que el cargo de jefe era tope de escalafón, pero no en los términos expresados en este proyecto.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Respondiendo a la consulta del señor Senador, puedo informar que la disposición de este proyecto está copiada al pie de, la letra de la misma que existe respecto de la Oficina de Informaciones, y que así se aprobó en la Comisión.
El señor REYES (Presidente).-
¿Habría alguna otra observación?
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Hay una indicación de los Honorables señores Víctor Contreras y Rodríguez para reemplazar, en el artículo 1°, el guarismo "4. 080" por "4. 104".
El señor JARAMILLO LYON.-
Hago mía también esta indicación, señor Presidente.
El señor REYES (Presidente).-
Si le parece a la Sala, se dará por aprobado en general el proyecto.
Aprobado.
Si al Senado le parece, quedarán aprobadas todas las disposiciones que no han sido motivo de indicación.
Acordado.
Del mismo modo, quedaría aprobada la indicación del Honorable señor Alessandri y se dejaría pendiente su redacción definitiva, en la forma que se ha propuesto.
Acordado.
En cuanto a la indicación de que se acaba de dar cuenta, de los Honorables señores Víctor Contreras, Rodríguez y Jaramillo, se someterá a votación.
Los señores Senadores que aprueben la indicación para que en el artículo 1º el Jefe de la Redacción aparezca con una renta de 4. 104 escudos en vez de la de 4. 080 del proyecto, votarán con balota blanca, y, por lo tanto, los que la rechacen lo harán con negra.
(Durante la votación).
El señor CONTRERAS (don Víctor).-
Quiero explicar brevemente el significado de la indicación, señor Presidente.
El señor REYES (Presidente).-
Se está recogiendo la votación, señor Senador.
El señor FIGUEROA (Secretario).-
Resultado de la votación: 15 balotas negras y 13 blancas.
El señor REYES (Presidente).-
Rechazada la indicación.
Terminada la discusión del proyecto.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598202/seccion/akn598202-po1