-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598203/seccion/akn598203-po1-ds41-ds60
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2939
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/temporal/1292
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2939
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1224
- rdf:value = " El señor BOSSAY.-
¿Me permite, señor Ministro?
Deseo referirme a los dos últimos puntos abordados por Su Señoría.
Ideal sería que el señor Ministro se informara en Valparaíso. No podemos pedir al señor Ministro de Defensa Nacional, quien está a cargo en este momento de la cartera del Interior, que esté en conocimiento, ciento por ciento, de la modalidad del trabajo portuario. En realidad, debió venir su colega de Economía, Fomento y Reconstrucción y el Subsecretario de Transportes, por ser los persone- ros técnicos, desde el punto de vista de la organización gremial y del trabajo.
No pediremos, pues, a Su Señoría, informes detallados, pero sí le agradecería solicitar los antecedentes del caso con relación a los puntos que voy a plantear.
Se hace mucho caudal sobre las horas de espera y la inamovilidad. Es efectivo que el problema existe, pero los obreros no son responsables de ello en la medida que se ha señalado.
No sé si el señor Ministro sabe -el Honorable señor Prado debe conocerlo, pues trabajó en una repartición cercana al puerto y está en antecedentes del problema-, con relación a las horas de espera, que las compañías indican una hora de llegada de sus barcos -el "Santa María", el "Santa Teresa", el "México" o el que sea- y piden, en consecuencia, la cuadrilla necesaria para descargarlo en la zona de atraque. Para ser bien atendidas, muchas veces señalan una hora de llegada que no es la real. En ciertos casos -lo reconozco- el atraso no depende de ellas, sino de otros factores: vientos en contra, problemas de máquinas y mil otras dificultades. Ya es un problema ajeno, del cual no se puede culpar a nadie. Pero otra veces, por existir una lucha permanente por conseguir sitios de descarga, debido a que la permanencia de un barco en el puerto es carísima, citan con anticipación a gran cantidad de grueros y demás operarios, para iniciar el trabajo apenas la nave atraque.
Según el diario "La Unión" -no tengo los datos a mano, pero imagino que el señor Ministro los podrá conseguir-, la pérdida asciende a cuatro mil dólares diarios por barco. Supongo que ella será de cargo de la compañía. Si no han descargado veinte barcos, el promedio diario ascenderá a ochenta mil dólares, y en más o menos treinta días, que dura el conflicto, a 2.400.000 dólares. Por lo tanto, vamos en camino de llegar a los 10.000 millones de pesos por concepto de pérdidas en el sector empresarial, fuera de otras más que señalará más adelante la Contraloría General de la República, cuya intervención solicitaremos. Ya no habrá necesidad de debate cuando en algunos meses más el señor Ministro y algunos Honorables colegas democracristiano conozcan los resultados de las investigaciones en el puerto. Por ejemplo, de 40 grúas, no trabajan más de seis. Las restantes están inutilizadas, así como la cinta mecánica del muelle cargador de carbón. Ha habido gran destrucción del material.
"El Mercurio" de ayer dice que quedan 16 barcos a la gira. Muchas semanas atrás se hablaba de 20 naves; o sea, 3 semanas después, se habrían despachado 4 barcos, fuera de los que llegan al puerto y se atienden por sus propios medios, como es el caso de los de pasajeros, que utilizan sus plumas para descargar. O sea, en vez de emplear la grúa del puerto, los estibadores trabajan con la pluma del barco. ¿Hasta dónde? No sé hasta qué punto pueden desarrollar esa labor.
Respecto de las horas de espera, alguna responsabilidad tienen las organizaciones gremiales de los obreros, pero también la hay por parte de los empresarios, que contratan sitio y personal mucho antes de que los barcos lleguen,
¿A quién defienden el Gobierno y la Democracia Cristiana, que han hecho causa común en este asunto? ¿A las compañías o al interés fiscal? Imagino que a este último, pues es más lógico. No puede suponerse otra cosa.
¿Por qué no solicita el señor Ministro una comparación de las tarifas en dólares, en el plano internacional, y las trae al Senado? ¿Acaso la congelación de las tarifas está defendiendo a la Pacific Steam Navegation Company, a la Grace, a la Compañía Francesa o a la Italiana, o al fisco chileno? Si Yarur necesita que le reajuten los precios, se accede de inmediato. Lo mismo ocurre si Huachipato lo pide. Si cualquiera compañía quiere reajuste de precios, se lo dan. ¿A qué obedece esta preocupación tan sospechosa -también la tuvo el Gobierno anterior, y el actual la heredó- por las compañías, cuando uno de los más altos dirigentes del puerto, contratado a honorarios, fue gerente de las misma o miembro de la Cámara Marítima de Chile? Por eso digo -perdone, señor Ministro, que le haga la pregunta- que el problema no es tan claro.
Respecto de la inamovilidad, ocurre lo mismo. Más adelante traeré antecedentes concretos sobre el particular. No los tengo ahora, pues sólo estoy aprovechando la gentileza del señor Ministro, quien me concedió una interrupción. Pero sugiero a Su Señoría que solicite una investigación en Valparaíso.
Cuando llega un barco al molo, la pro- ' pía compañía que ha contratado personal en un sitio vecino al de aquél, no permite a esos obreros moverse de dicho sitio. Los mantiene inmovilizados, pues ella los- contrató. Eso sucede, señor Ministro.
¿Estoy de acuerdo con la racionalización o no lo estoy? Sí, señor Presidente,...
El señor CHADWICK.-
Todo estamos de acuerdo.
El señor BOSSAY.-
...pero creo que está en manos del Gobierno el arreglo del conflicto.
A nuestro juicio, la persona que dirige la Empresa es el hombre de peor criterio que existe. No deseamos ridiculizarlo, pero estamos estudiando el aspecto jurídico, y no sólo llegaremos hasta la Contra- loria General de la República, pues si podemos acusarlo en el Senado, lo haremos. Y una vez que triunfemos, lo haremos responsable del daño económico que ha ocasionado. Tal vez no podrá responder de] daño que ha producido al país. ¡De ahí la responsabilidad del Gobierno!
¡Si nosotros deseamos colaborar en la solución del conflicto! Si la Democracia Cristiana se está descapitalizando por lo ocurrido en Valparaíso, es porque insiste en mantener su criterio. No traeré nombres. Son muchos los obreros democratacristianos, no sólo los nombrados por el Honorable señor Contreras. Algunos han sido despedidos. Otros pocos rompieron la cédula. Las demás siguen en la Democracia Cristiana.
La visita a las fábricas, a que se ha referido el señor Senador, fueron hechas por obrero liberales, democratacristianos, radicales, socialistas, comunistas e independientes. Las comisiones que nacieron para solicitar la solidaridad de los demás, estaban formadas por miembros de esas colectividades.
¿Que no les llama la atención que algunos obreros democratacristianos estén en la misma postura de los huelguistas? Me parece que lo lógico es pensar que algo sucede, que en este problema hay algo no tan claro.
Para mí, esto no es un caso de amor propio.
Si yo quisiera hacer cuestión política, podría decir que la Democracia Cristiana nos trasladó a algunos hombres en condiciones tan injustas, que les causó la muerte, como el caso de Manuel Santibáñez Ascui, administrador de Antofagasta. Lo fondearon en una pieza del puerto de Valparaíso, sin tener nada que hacer, a raíz de lo cual murió de infarto, a los pocos días después. Podemos mencionar muchos otros casos similares. Son numerosos los funcionarios que han quedado en las mismas condiciones. Pero no voy a enfocar el problema desde ese ángulo. Lo considero absurdo.
Deseo la solución del conflicto. Haré lo posible por colaborar en la obtención de un arreglo.
En mi concepto, el daño que se está produciendo a Chile tiene graves consecuencias, y cada día que transcurra serán peores.
No se trata de un problema de amor propio del Gobierno ni de los obreros, pues el perjuicio se está produciendo al país. De ahí nuestro interés en solucionar el conflicto.
Agradeceré al señor Ministro consultar en Valparaíso sobre las horas de espera y la inamovilidad, para ver si tengo razón o no la tengo.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598203/seccion/akn598203-po1-ds41
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/598203