" El se\u00F1or AMPUERO.- \n \n Los temporales que han asolado al pa\u00EDs en los \u00FAltimos d\u00EDas, con grave da\u00F1o para los bienes materiales y con p\u00E9rdidas de vidas, que han acarreado una situaci\u00F3n dolorosa para extensos sectores de la poblaci\u00F3n, aparentemente est\u00E1n obscureciendo otros problemas referentes a otras zonas del pa\u00EDs. \nHay la sensaci\u00F3n, equivocada por supuesto, de que las provincias de Tarapac\u00E1 y Antofagasta, en el norte, y Magallanes, en el sur, parecieran disponer de un trato preferencial de la naturaleza y, en consecuencia, que su vida se desarrollara con ritmo normal y progresista. \nDeseo esta tarde, aunque resulte un tanto extempor\u00E1neo, referirme a las duras condiciones econ\u00F3micas y sociales en que transcurre la existencia de la provincia de Tarapac\u00E1. Y lo hago, fundamentalmente, porque creo advertir una notoria indolencia de los c\u00EDrculos oficiales, de las autoridades responsables del Gobierno, para acudir en auxilio de esa provincia. \nEl se\u00F1or Presidente de la Rep\u00FAblica, en un discurso reciente, ha manifestado, con cierta excitaci\u00F3n, sus preocupaciones porque desde todos los \u00E1ngulos, desde todos los puntos geogr\u00E1ficos del pa\u00EDs y de parte de todos los sectores sociales, se hacen peticiones. \"Todos-piden\" ha dicho. Por mi parte, tengo el deber de pedir, en nombre de la provincia de Tarapac\u00E1, con un atenuante de importancia. No es lo mismo pedir cuando no se ha dado nada que pedir para una provincia que, en un momento determinado de la historia, lo dio todo. Es el caso concreto de Tarapac\u00E1. \nHace muchos meses, ocho o diez, la industria fundamental de la zona, la pesquera, se encuentra virtualmente paralizada. Dicha actividad econ\u00F3mica, que en cierto momento pareci\u00F3 suplir generosamente el vac\u00EDo que provoc\u00F3 la declinaci\u00F3n de la industria del salitre, enfrenta ahora condiciones naturales que la privan de la materia prima indispensable para su funcionamiento. Fen\u00F3menos biol\u00F3gicos y clim\u00E1ticos de dif\u00EDcil diagn\u00F3stico y mucho m\u00E1s dif\u00EDciles de prever, han hecho que la pesca, factor indispensable para ponerla en funcionamiento normal, haya desaparecido virtualmente de las costas del pa\u00EDs. En consecuencia, la crisis que vive Tarapac\u00E1 es grav\u00EDsima, porque as\u00ED como durante muchos a\u00F1os su econom\u00EDa gravit\u00F3 sobre el funcionamiento de la industria salitrera, en los \u00FAltimos cuatro o cinco su centro de gravedad se hab\u00EDa radicado en la industria pesquera. De manera que una declinaci\u00F3n grave de la actividad en este rengl\u00F3n significa, de hecho y por efecto de las condiciones de la naturaleza, miseria generalizada y empeoramiento colectivo da las condiciones de los habitantes de la zona. \nMe he preocupado, en las \u00FAltimas semanas, de establecer con cierta precisi\u00F3n los alcances de esta crisis y la posibilidad de superarla. Confieso que no encuentro f\u00E1cilmente la soluci\u00F3n. \nLa Direcci\u00F3n General del Trabajo, en un informe remitido al Senado, estima en m\u00E1s o menos 2.300 hombres la cesant\u00EDa producida en la industria pesquera, en la industria elaboradora de harina de pescados. De esa cifra, dos mil ser\u00EDan obreros y doscientos o trescientos empleados. Aunque estos n\u00FAmeros son suficientemente expresivos, declaro tener serias dudas acerca de su exactitud, pues, entre otros casos que saltan a la vista, aparece la industria \"Pe\u00F1a Chica\" de Arica, despidiendo a nueve obreros, en circunstancias de que hace dos meses tuve oportunidad de participar en los convenios para finiquitar las faenas de esa empresa. En esa sola ocasi\u00F3n, se dio un desahucio especial a 40 o m\u00E1s obreros, lo cual indica que los datos de la Direcci\u00F3n del Trabajo no est\u00E1n suficientemente actualizados. En consecuencia, el n\u00FAmero de operarios cesantes es extraordinariamente mayor. \nNo he tenido tiempo de comprobar si en esos mismos c\u00E1lculos y cuadros se considera la dotaci\u00F3n de la flota pesquera que, como despu\u00E9s tendr\u00E9 oportunidad de reiterarlo, alcanza en este momento a 1.300 tripulantes. En todo caso, \u00E9sta ser\u00EDa sencillamente una estimaci\u00F3n de la cesant\u00EDa directa, pues no considera el dinamismo que la industria pesquera comunica a toda la econom\u00EDa regional. En consecuencia, la paralizaci\u00F3n de esa actividad produce una declinaci\u00F3n de todas las faenas, virtualmente en todos los campos de la actividad econ\u00F3mica de la provincia. \nHasta este instante, desconozco iniciativas consistentes, imaginativas, que tiendan a sacar a Tarapac\u00E1 de la situaci\u00F3n que est\u00E1 viviendo. \nHace alg\u00FAn tiempo, dirig\u00ED, por medio del Senado, un oficio al Ministro de Econom\u00EDa, cuyo texto, por desgracia, no tengo a la mano en este momento. En \u00E9l preguntaba acerca de las iniciativas oficiales destinadas a paliar la cesant\u00EDa, a evitar la emigraci\u00F3n de la mano de obra y en general, a reactivar el trabajo y la producci\u00F3n. \nDebo decir que la respuesta del se\u00F1or Ministro fue francamente decepcionante, y digo m\u00E1s: tal vez, impropia de un Secretario de Estado en contestaci\u00F3n a un oficio enviado por el Senado. Se me hace saber, en forma casi telegr\u00E1fica, que la CORFO est\u00E1 preocupada del problema; que tiene algunos planes -as\u00ED, vagamente expresado-, los cuales se centrar\u00E1n particularmente en algunas obras de urbanizaci\u00F3n y alcantarillado en Iquique, muy localizadas en la ciudad, y en trabajos de reforestaci\u00F3n de la pampa de Tamarugal, todo lo cual dar\u00EDa trabajo a un n\u00FAmero reducido de obreros y cuyos efectos econ\u00F3micos definitivos s\u00F3lo se podr\u00E1n apreciar dentro de muchos a\u00F1os. \nConsidero que este tipo de respuesta no corresponde a la relaci\u00F3n que debe existir entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Cuando un Senador interviene respecto de alg\u00FAn problema, en particular, de su zona, que, por conocer debidamente, le golpea m\u00E1s de cerca que otros, pienso que el Ministro consultado tiene el deber de establecer con claridad, en su contestaci\u00F3n, los elementos de juicio que permitan a ese Parlamentario formarse opini\u00F3n. En este caso concreto, esperaba que el se\u00F1or Ministro se refiriera a planes espec\u00EDficos, a los plazos de desarrollo, a la magnitud de la fuerza de trabajo que se iba a utilizar y, en general, a las perspectivas de reocupaci\u00F3n que pudieran proyectarse desde su Ministerio o de los organismos dependientes. \nProsiguiendo en la materia principal de mis observaciones, deseo se\u00F1alar que la situaci\u00F3n de la industria pesquera no proviene exclusivamente de falta de materia prima. En verdad, esa industria fue montada en forma apresurada, con precarios e insuficientes estudios de biolog\u00EDa marina. Es dif\u00EDcil aconsejar ahora, o haber aconsejado antes, mayor cautela en ese aspecto, porque, en realidad, se trataba de enfrentar una crisis muy profunda. En todo caso, resulta evidente que se le dio importancia desproporcionada a los antecedentes que se ten\u00EDan acerca de las posibilidades pesqueras de la zona, y esta industria comenz\u00F3 a trabajar bajo el peso de una tremenda carga financiera, con un volumen de deudas que, por una parte, demuestra falta de iniciativa o seriedad de muchos de los empresarios y, por otra, los ha sometido a un r\u00E9gimen verdaderamente severo. \nLo que ahora sucede puede describirse en t\u00E9rminos muy sencillos, diciendo que la anchoveta es mucho menos puntual que los acreedores. En consecuencia, las empresas que se encuentran paralizadas carecen de los recursos indispensables para cubrir los compromisos contra\u00EDdos, en especial, sus obligaciones para con la Corporaci\u00F3n de Fomento de la Producci\u00F3n y algunos acreedores extranjeros. \nEstimo deber principal del Gobierno adoptar una medida que proyectar\u00EDa de inmediato notable alivio en la zona. Consistir\u00EDa, precisamente, en la renegociaci\u00F3n -para utilizar t\u00E9rminos en boga- de las deudas para con la CORFO, a fin de evitar cancelar estos cr\u00E9ditos en los momentos en que las posibilidades productivas son nulas. \nSobre la misma materia, deseo referirme a un aspecto que considero de importancia, relacionado con el proyecto en discusi\u00F3n en la C\u00E1mara de Diputados. Aparte las perspectivas naturales del negocio en el mercado internacional, la industria pesquera tiene derecho a cierta bonificaci\u00F3n, establecida principalmente por las leyes 12.937, referente a los departamentos de Iquique y Pisagua, y 13.039, concerniente al departamento de Arica. Tal bonificaci\u00F3n constituye un premio agregado a las utilidades que debieran obtenerse de no mediar tal est\u00EDmulo. \nMe interesa hacer claridad sobre este \u00FAltimo punto, pues durante la \u00E9poca de iniciaci\u00F3n de dicha industria, me correspondi\u00F3 participar en la Corporaci\u00F3n de Fomento de la Producci\u00F3n, en calidad de consejero parlamentario. Recuerdo perfectamente que todos los estudios sobre factibilidad de los negocios pesqueros se hicieron sin tomar en cuenta la bonificaci\u00F3n. Se dio por supuesto que, al menos a largo plazo, \u00E9sta deber\u00EDa desaparecer y la industria estar montada sobre bases lo suficientemente sanas como para soportar la competencia internacional en condiciones econ\u00F3micas favorables. \nRepito que la bonificaci\u00F3n era un incentivo adicional, dentro del criterio existente de que para llevar capitales al norte, era necesario ofrecer perspectivas de lucro superiores a las que se pudiera encontrar en otras ,zonas del pa\u00EDs. \nLos socialistas, en ese tiempo, aprobamos tales medidas; compartimos la necesidad de otorgar esos incentivos y lo hicimos, no por razones de principios, sino, sencillamente, asil\u00E1ndonos en las condiciones de emergencia que viv\u00EDan las provincias nortinas. \nEstimamos siempre -entonces y ahora- que la \u00FAnica forma sana de acudir en auxilio de las provincias extremas del pa\u00EDs, caracterizadas por lo reducido de su poblaci\u00F3n, era mediante la intervenci\u00F3n directa del sector p\u00FAblico en la econom\u00EDa regional y no por medio de incentivos que, muchas veces, deforman las condiciones en que se desenvuelven las industrias establecidas al amparo de ellos. \nEn la actualidad, el tema relacionado con las bonificaciones est\u00E1 adquiriendo, sin embargo, un giro que nos obliga a emitir una opini\u00F3n responsable. \nSeg\u00FAn nuestros puntos de vista -el de los Senadores socialistas-, las bonificaciones constituyen un derecho de los exportadores, principalmente de quienes trabajan en el ramo de la harina de pescado; pero ellas est\u00E1n limitadas en cuanto a la responsabilidad fiscal o p\u00FAblica, por el volumen de los recursos destinados a tal beneficio. En ambos casos, tanto en la ley 12.937 como en la 13.039, se establece un fondo de bonificaciones por la acumulaci\u00F3n de determinados tributos, el cual se distribuye a prorrata entre los exportadores. \nA nuestro modo de ver, una vez agotado ese fondo, no subsiste cr\u00E9dito alguno de los exportadores en contra del fisco. Nos parece, en consecuencia, que la resoluci\u00F3n del Parlamento para incorporar en \u00E9l presupuesto de 1965 un \u00EDtem de siete millones de escudos para incrementar ese fondo de bonificaci\u00F3n, es sencillamente un acto de generosidad del Estado. Ello, sin duda, tuvo su fundamento, pero en ning\u00FAn caso fue colocar a disposici\u00F3n de los exportadores una suma que el fisco les estuviera adeudando. Reitero que fue un acto sumamente generoso, para acudir en auxilio de una industria que funcionaba en condiciones precarias; pero en modo alguno tuvo por finalidad la cancelaci\u00F3n de algo que el fisco adeudara a los titulares aparentes de ese derecho. \nPara no prolongar en exceso mi intervenci\u00F3n, solicito a la Mesa recabar el acuerdo de la Sala para insertar en esta parte de mi discurso, una n\u00F3mina detallada de las bonificaciones distribuidas durante los \u00FAltimos a\u00F1os, en especial en el curso de 1964. \nSeg\u00FAn este cuadro, durante los a\u00F1os 1959 a 1964, ambos inclusive, se acumul\u00F3 un fondo de bonificaciones ascendente a E\u00BA 6.984.000, por concepto de la aplicaci\u00F3n de la ley 12.937; y, en virtud de la ley 13.039, en los mismos a\u00F1os, el fondo de bonificaciones tuvo una acumulaci\u00F3n de E\u00BA 5.948.00. \nA lo largo de los \u00FAltimos a\u00F1os, se han distribuido, principalmente entre las industrias pesqueras, bonificaciones por un total aproximado de 13 millones de escudos, con arreglo a las leyes que he mencionado. \n \n \nEl se\u00F1or GARCIA (Vicepresidente).- \n \n \nComo en este momento hay qu\u00F3rum en la Sala, solicito el acuerdo para insertar en el discurso del Honorable se\u00F1or Ampuero el cuadro a que el se\u00F1or Senador ha hecho referencia. Acordado. \n \n \n \n-El documento cuya inserci\u00F3n se acuerda es del tenor siguiente: \nFONDO DE BONIFICACIONES \n \nEl se\u00F1or AMPUERO.- \n \n A los guarismos mencionados debemos agregar la cantidad de siete millones de escudos, consignada en el presupuesto del a\u00F1o en curso, con lo cual el total de las bonificaciones asciende a cerca de veinte millones de escudos, entre los a\u00F1os 1959 y 1964. Para el solo efecto de premiar las exportaciones de 1964, la suma alcanzar\u00EDa casi exactamente a la mitad, vale decir, a diez millones de escudos. \nDe paso, har\u00E9 presente que \u00E9sa suma representa con creces, a nuestro modo de ver, el total de los sueldos y salarios pagados por la industria pesquera en el mismo per\u00EDodo. O sea, es el \u00FAnico caso en' Chile en que la mano de obra de una determinada industria o sector industrial es costeada directamente por los contribuyentes o por el fisco, y no por los empresarios. \nDeseo agregar todav\u00EDa que, de la cantidad de siete millones de escudos consignada en el presupuesto de 1965, casi la cuarta parte de ella, o sea, el 25%, se asign\u00F3 exclusivamente a pagar bonificaciones a una sola empresa: la EPERVA. Esta \u00FAltima, l\u00F3gicamente, por su magnitud y por el volumen de sus exportaciones, tiene un derecho aritm\u00E9tico a esos beneficios; pero, en mi concepto, ella acumula recursos que no le son indispensables para continuar en forma sana sus actividades. \nTambi\u00E9n quiero insistir en que, en el proyecto del Ejecutivo, en estudio en la C\u00E1mara de Diputados, se\u00F1ala con cierta precipitaci\u00F3n que estas bonificaciones -no s\u00F3lo las correspondientes al fondo creado por las leyes que he mencionado, sino, de igual modo, las establecidas en \u00E9l presupuesto- constituyeron factores determinantes para la instalaci\u00F3n de la industria y, en consecuencia, ser\u00EDa leg\u00EDtimo aumentarlas a\u00FAn con nuevas sumas, ascendentes, esta vez a ocho millones de escudos. \nDebo decir que nunca ha sido factor determinante para ninguna empresa tener la certeza de recibir en su totalidad las sumas te\u00F3ricas a las cuales les har\u00EDan acreedoras las exportaciones que cada una de ellas hiciera durante un per\u00EDodo determinado. \nReitero que la Corporaci\u00F3n de Fomento, cuando analiz\u00F3 cada uno de esos negocios, siempre excluy\u00F3, para los efectos del c\u00E1lculo de rentabilidad, las bonificaciones, ya sean las ordenadas por las leyes sobre puerto libre o zona franca, como las que, posteriormente y en forma eventual, pudiesen ser consignadas en el presupuesto de la naci\u00F3n. \n \n \nEl se\u00F1or AYLWIN.- \n \n \u00BFMe permite una interrupci\u00F3n, Honorable Senador? \nTengo a mano el texto del mensaje mencionado por Su Se\u00F1or\u00EDa. Observo que en \u00E9l no se hacen afirmaciones en el sentido expuesto por el Honorable colega. Dice: \"os incentivos que esa legislaci\u00F3n contemplaba y que para muchos industriales fueron determinantes. . .\". Es decir, no asegura que aquellos est\u00EDmulos hayan sido determinantes para todo un sector industrial. \nEn lo referente a la autorizaci\u00F3n otorgada a la CORFO para destinar ocho millones de escudos al pago de bonificaciones por cuenta del fisco, no se adiciona el fondo de bonificaciones, sino que, sencillamente, se autoriza el pago con cargo a lo que se adeude por tal concepto. \n \nEl se\u00F1or AMPUERO.- \n \n Lamentablemente, el Honorable se\u00F1or Aylwin no estaba en la sala cuando formul\u00E9 una afirmaci\u00F3n que mantengo en forma integral. \nSostuve -mi Honorable colega deber\u00E1 llegar a la misma conclusi\u00F3n, si analiza los textos que he citado- que las leyes 12.937 y 13.039, no obligan al fisco a cubrir la totalidad de las sumas que pudieran estimarse bonificaciones ganadas pollos exportadores. El texto de ambas leyes limita el monto de los premios anuales que se dan a los exportadores, al volumen del fondo de bonificaciones que se constituye con la acumulaci\u00F3n de determinados tributos pagados en el \u00E1rea regional. \nPor lo tanto -repito-, los empresarios pesqueros no lo son del fisco cuando el fondo de bonificaci\u00F3n se ha agotado. No digo que no se justifique en alguna forma.- parcialmente, al menos- el prop\u00F3sito de auxiliar a la industria; pero sostengo que es muy importante para los efectos de determinar cu\u00E1les son nuestras obligaciones, dejar consignada esta afirmaci\u00F3n: no existe cr\u00E9dito pendiente de los exportadores contra el fisco ni deuda de \u00E9ste en favor da aqu\u00E9llos. \n \n \nEl se\u00F1or FONCEA.- \n \n \u00BFMe permite una consulta, se\u00F1or Senador? \nSu Se\u00F1or\u00EDa afirm\u00F3 que lo pagado por concepto de bonificaci\u00F3n es con cargo a un fondo en el cual se acumula el rendimiento de ciertas leyes tributarias; pero tampoco nos ha dicho que el monto de las bonificaciones pagadas en los \u00FAltimos a\u00F1os en muy superior al rendimiento de esas leyes. As\u00ED, a lo menos, le he entendido yo. Querr\u00EDa, entonces, saber de d\u00F3nde se ha obtenido la diferencia entre el producido de esas leyes tributarias y el total de las bonificaciones realmente canceladas, las cuales, seg\u00FAn nuestro Honorable colega, superan los gastos que han tenido las empresas pesqueras por concepto de sueldos y salarios. \n \nEl se\u00F1or AMPUERO.- \n \n En efecto, el rendimiento de esas leyes, para decirlo en t\u00E9rminos corrientes, ha quedado estrecho. Como debi\u00F3 distribuirse a prorrata entre los exportadores, se produjo una especie de turno, una cierta prioridad para ir pagando a los industriales a medida que se acumularan los fondos. Para remediar esa situaci\u00F3n se consign\u00F3 un \u00EDtem de siete millones de escudos en el presupuesto de 1965, cantidad destinada a incrementar el fondo y, en consecuencia, a poner al d\u00EDa, en lo posible, el pago de las bonificaciones. Con ese mismo objeto, el proyecto en tramitaci\u00F3n en la C\u00E1mara de Diputados consigna ocho millones de escudos m\u00E1s. \nQuiero agregar que si partimos de la base de que esas sumas tienen por finalidad paliar una crisis y si no constituyen, jur\u00EDdicamente hablando, una deuda del fisco en favor de determinadas personas jur\u00EDdicas, cuales son las industrias pesqueras, lo natural es distribuir esos recursos en forma equitativa entre todos los sectores afectados de alguna manera por dicha\" crisis. Por ejemplo, partiendo de ese concepto legal, tendr\u00EDan perfecto derecho a participar de alg\u00FAn modo en estos auxilios extraordinarios los empresarios armadores que, de acuerdo con las leyes citadas, no tienen derecho a ninguna suerte de bonificaci\u00F3n y que, en cierto modo, son quienes promueven o hacen posible la percepci\u00F3n de las bonificaciones, al entregar el producto de la pesca a las industrias de harina de pescado, ya que proporcionan la materia prima sobre la cual se aplica determinado porcentaje de bonificaci\u00F3n. \nEsos armadores forman 49 empresas que disponen de 115 goletas y 17 mil toneladas de bodega, y ocupan, como dije antes, 1.300 hombres de tripulaci\u00F3n. En consecuencia, no s\u00F3lo ellos tendr\u00EDan derecho moral a participar de aquel auxilio, sino tambi\u00E9n, y muy fundamentalmente, los trabajadores, pues los desahucios liquidados han sido hechos en forma casi siempre precipitada. \nMe toc\u00F3 participar en conversaciones tendientes a poner t\u00E9rmino a los servicios de grupos de obreros de la industria Pe\u00F1a Chica, en Arica. All\u00ED conseguimos una indemnizaci\u00F3n m\u00E1s o menos buena con relaci\u00F3n a la establecida en otros convenios. En efecto, conseguimos un desahucio de 45 d\u00EDas. En otras partes, s\u00F3lo se lograron 8 \u00F3 15 d\u00EDas. Adem\u00E1s, se reconocieron a los obraros pagos adicionales para el regreso al lugar de origen. Los trabajadores, pese a estar protegidos por tres leyes de inamovilidad: por disposiciones del C\u00F3digo del Trabajo, por una ley cuya vigencia se acaba de prorrogar, y por otras, tuvieron que dejar su trabajo en condiciones sumamente ingratas para quienes deben trasladarse con sus familias a otros puntos del pa\u00EDs, a veces muy lejanos, o quedarse en zonas que no les ofrecen alternativas de ocupaci\u00F3n. En consecuencia, se justifica en forma amplia otorgarles una indemnizaci\u00F3n adicional. No lo digo s\u00F3lo por razones de justicia social o por sensibilidad humana, sino tambi\u00E9n por motivos econ\u00F3micos, porque se trata de personal calificado, de mano de obra especializada, que no puede encontrarse con facilidad en otros lugares del pa\u00EDs. Si esa gente es trasladada a mil o dos mil kil\u00F3metros al sur, puede producirse una nueva falta de sincronizaci\u00F3n cuando reaparezca la anchoveta. \nPor lo dem\u00E1s, y con relaci\u00F3n a este aspecto, es importante consignar que la mentalidad de los industriales pesqueros no podr\u00EDa calificarse, con propiedad, de moderna o ajustada a los c\u00E1nones vigentes sobre tratamiento adecuado al personal. \nEn general, los salarios en las industrias pesqueras no son bajos, sin perjuicio de que algunas de ellas paguen relativamente bien. Por otra parte, las deudas a las cajas de previsi\u00F3n son, gigantescas. Proporcionar\u00E9 solamente un dato, que, como ilustraci\u00F3n, puede ser suficiente: las empresas de Iquique adeudan al Servicio de Seguro Social m\u00E1s de 500 millones de pesos. Me parece que el conjunto de compromisos de esta naturaleza, incluyendo en ellas las deudas a la Caja de la Marina Mercante y a la de Empleados Particulares, debe de ser 4 \u00F3 5 veces superior a esa suma. Adem\u00E1s -esto es lo que debemos corregir de preferencia-, hay una curiosa disociaci\u00F3n c\u00EDclica en los industriales pesqueros. Son liberales puros y ardientes partidarios de la libre empresa cuando los negocios marchan bien. En \u00E9pocas de cuantiosos ingresos y bonificaciones, no se encuentra eco en ellos para lograr buen tratamiento del personal o para que contribuyan a la prosperidad de las ciudades en que tienen radicadas sus industrias. En cambio, se vuelven temerariamente socialistas cuando se trata de socializar las p\u00E9rdidas. En esos momentos, como ocurri\u00F3 con cierta industria salitrera, recurren al Estado, a la solidaridad nacional y a los fondos fiscales para paliar una crisis, fund\u00E1ndose en antecedentes emotivos, en las duras condiciones creadas por la cesant\u00EDa del personal, de cuya aflictiva situaci\u00F3n s\u00F3lo vienen a percatarse en esas circunstancias. \nEn resumen, el criterio de otorgar una nueva suma a las bonificaciones, es, a mi juicio, equivocado, porque deber\u00EDa considerarse la cantidad de que quiera disponer el Ejecutico como fondo de fomento de emergencia para las actividades econ\u00F3micas de la provincia, y considerar, en consecuencia, este proyecto solamente como la base para acudir en auxilio de la regi\u00F3n con la mayor prontitud y con verdadero sentido de equidad. Por lo dem\u00E1s, me parece indispensable que cualquier forma de bonificaci\u00F3n que, en definitiva, se acuerde, debe estar sujeta a la condici\u00F3n de que las empresas se encuentren al d\u00EDa en el pago de sueldos y salarios y de las imposiciones previsionales. Lo contrario constituir\u00EDa una donaci\u00F3n graciosa que, adem\u00E1s, tendr\u00EDa una fuerte dosis de inmoralidad. \n \n " . . . . . . . . . . . . .