. . . " El se\u00F1or PALMA.- \n \n En Am\u00E9rica latina, en lo relativo al cobre, \u00E9sa es la pol\u00EDtica t\u00EDpica que se ha estado llevando adelante. Frente a ese hecho, no hay m\u00E1s que una pol\u00EDtica concertada respecto de las inversiones. Y esa pol\u00EDtica concertada debe ser fruto de una convicci\u00F3n americana, . . . \nE] se\u00F1or AMPUERO.- \n \nOtra ingenuidad! \n \nEl se\u00F1or PALMA.- \n \n . . . que permita a los diversos pa\u00EDses, en lo futuro, presentar condiciones relativamente iguales, frente a los capitales que buscan cierto tipo de productos, o materias primas. \nOtro asunto es el relativo a la tributaci\u00F3n. Sobre esta materia, Su Se\u00F1or\u00EDa podr\u00E1 expresar diversos anhelos o deseos, que todos sentimos, en orden a que la justicia sea lo que realmente prevalezca en todas estas negociaciones. Pero, en verdad, la experiencia mundial, en este orden de cosas, es que los capitales buscan inevitablemente aquellos sectores donde obtienen ventajas inmediatas, m\u00E1s r\u00E1pidas. Es evidente que, entre ese hecho, no hay m\u00E1s remedio que oponer la posibilidad de ciertas ventajas estables, garantizadas por un r\u00E9gimen legal que permita cierta continuidad en el contrato celebrado. Y esta es la ventaja extraordinaria que se conceder\u00E1, desde todo punto de vista a las inversiones que se hagan en Chile. \n " . . . . . . .