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- rdf:value = " El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, los Partidos Radical, Socialista y Comunista han solicitado esta sesión con el objeto de considerar la situación que afecta a los obreros que trabajan en diferentes obras de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA). Una de éstas, la más grande, en este instante, y que acaba de ser inaugurada, es la central construida en la represa del río Rapel en la comuna de San Pedro, departamento de Melipilla, provincia de Santiago.
La Empresa Nacional de Electricidad, que, desde que fue creada, ha construido centrales hidroeléctricas y térmicas a lo largo del país, sobre todo hidroeléctricas, con los años ha ido formando un personal especializado en los diferentes trabajos que requiere la construcción de sus obras. Muchos obreros llevan más de dieciséis años en la ENDESA y han trabajado en la construcción de centrales como las de Sauzal y Sauzalito, en la provincia de O'Higgins; Los Cipreses e Isla, en la de Talca; El Abanico, Pullinque y Pilmaiquén, en el sur y, finalmente, Rapel, en la provincia de Santiago.
Todas estas centrales han permitido abastecer al país de energía eléctrica, problema que durante los años de 1942 a 1946 se agudizó a tal extremo que Santiago y las principales ciudades del país tuvieron que sufrir graves racionamientos.
Ahora, la Central Rapel, ubicada en la provincia de Santiago, es la que puede abastecer en mejores condiciones a la zona central, dada su ubicación geográfica y el hecho de que las otras plantas que existen en el centro del país están situadas en la cordillera y durante la temporada de invierno, por las nevazones, bajan los niveles de las aguas que alimentan sus turbinas. En cambio, Rapel tiene la particularidad de contar durante la época de invierno con las aguas de las lluvias y durante el verano con las provenientes de los deshielos de la cordillera. En consecuencia, mantiene una producción pareja durante todo el año.
¿Y cuánto es la producción de energía eléctrica de esta planta de Rapel ? La cantidad de 860 millones de kilovatios al año. Es decir, es una riqueza inmensa, una verdadera vertiente permanente de riqueza ; y ello gracias al esfuerzo del personal técnico de la ENDESA, de los ingenieros, del personal especializado de obreros, que han participado en esta construcción en un número cercano a los 2 mil.
Pero ¿qué ha sucedido? ¿Qué es lo que nos preocupa, precisamente, en esta sesión? La ENDESA cuenta con un programa de ejecuciones, y en éste, a continuación de la Central Rapel, figuran otras obras. Sin embargo, en estos instantes, ha comunicado a sus obreros que deberá despedirlos en un número superior a mil, con posibilidades, incluso, de aumentar esta cifra a mil quinientos, porque no tiene los recursos suficientes para financiar el programa de obras que había elaborado. Pero la verdad es que los Ejecutivos de la ENDESA, durante todo el curso de este año y del anterior, han estado comunicando a los trabajadores y a las directivas sindicales que no se producirían despidos al término de las obras de la Central y que, en cambio, todos los obreros que ahí estaban laborando, serían trasladados a otro frente de trabajo, a otras faenas que la empresa está realizando.
Es así como hay algunas notas, que en estos momentos realmente suenan a exordios. Por ejemplo, tengo aquí una carta del 18 de enero de este año, que ha sido entregada a los señores Diputados, en especial a los colegas de la zona, dirigida a los compañeros Armando Portilla, Ulianov Flores y René Montoya, dirigentes del Sindicato de Obreros de la Central Rapel, por el señor Arturo Gantes, Gerente de Obras subrogante de la ENDESA, en uno de cuyos párrafos dice: "La Gerencia dará instrucciones al Ingeniero Jefe de la Central Rapel, a fin de que resuelva el pago de desahucio por término de faena cuando el obrero lo solicite y siempre que, a juicio del Ingeniero Jefe, no sean necesarios sus servicios para la ENDESA". Es decir, indica la posibilidad de que sean despedidos algunos obreros siempre y cuando la ENDESA estime que sus servicios no fueran necesarios. Y en su párrafo final agrega que aquellos obreros, cuyos servicios no sean necesarios para la ENDESA y que se retiren, de conformidad con las condiciones establecidas en el Acta de Avenimiento, tendrán un incremento del 20% en el desahucio. Sin embargo, todo esto ha resultado totalmente falso.
Después de la notificación de que ha sido objeto el personal de la Central Rapel, se ha formado un comando integrado por obreros de todos los sectores políticos, con el fin de defender su derecho al trabajo.
Este comando ha sido apoyado en sus planteamientos y acompañado en las entrevistas que ha tenido tanto con los ejecutivos de ENDESA como con el Ministro de Hacienda, por los colegas Carlos Morales, Carlos Demarchi y los Senadores Musalem, Teitelboim y Tarud.
En la última reunión con los ejecutivos de ENDESA, en la que participaron los colegas Morales, Demarchi y el Senador Musalem, la empresa planteó categóricamente su situación financiera del año 1968 y la de 1969, haciendo notar que el déficit de este año era del orden de los 80 millones de escudos, suma que podía ser rebajada con un aporte extraordinario que ordenaría Su Excelencia el Presidente de la República como consecuencia de la petición que le hiciera la directiva sindical durante su visita a la inauguración y puesta en marcha de la Central Rapel y, además, con un préstamo del exterior del orden de los 5 millones de dólares que, traducidos a moneda nacional, puede estimarse en 35 millones de escudos. En consecuencia el déficit de 1968, de 80 millones de escudos quedaría reducido a sólo 15 millones; pero que ello únicamente le permitiría no desahuciar a un número del orden de los 300 trabajadores, pues para mantenerlos a todos sería menester que estos 15 millones fueran rebajados en 10 millones más. Por lo tanto, requeriría para este año, para mantener al total de los obreros que están trabajando y que han dado término a la construcción, tanto en Rapel como en otros frente de trabajo, recursos del orden de los 25 millones de escudos.
Los ejecutivos de la ENDESA han manifestado que, para poder continuar el programa necesitan asegurar que en el presupuesto del próximo año la Corporación de Fomento de la Producción les proporcione la suma de 240 millones de escudos, que, por informaciones que han obtenido, les habría sido rebajada a 130 millones. Por consiguiente, para continuar el programa necesitarían no sólo los 25 millones para este año 1968, sino que 110 millones asegurados para el año 1969, vale decir, los 240 millones que ellos han reclamado. Si esto no fuera posible, la ENDESA tendría que suspender su programa de construcción de nuevas centrales. Esto es, evidentemente, gravísimo, porque, como lo hice notar al iniciar mi intervención, las inversiones que hace la empresa realmente producen utilidades. O sea, no son de aquellas que convenga suprimir. Porque, como se recordará, el Presidente de la República manifestó que haría algunas modificaciones en los ítem del Presupuesto, pero que ellas afectarían solamente a aquellos rubros que no significaran productividad. Pero, en verdad, respecto de la ENDESA, se han reducido inversiones que significan productividad, que, evidentemente, constituyen riqueza, por cuanto la inversión, junto con dar trabajo, continúa en el futuro proporcionando mayores utilidades. Implica, además, una entrada permanente a la empresa, que es la inversionista con recursos de la CORFO. Luego, son dineros fiscales con los que realmente se contribuye al progreso del país; de modo que hay una contradicción...
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