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- rdf:value = " 1.-CRISIS PRODUCIDA EN LAS ACTIVIDADES DEL FUTBOL PROFESIONAL. PROYECTO DE LEY SOBRE MATERIAS LABORALES Y PREVISIONALES DE LOS DEPORTISTAS PROFESIONALESEl señor STARK (Vicepresidente).-
En conformidad con el objeto de la presente sesión, corresponde ocuparse del informe emitido por la Comisión especial encargada de estudiar todos los asuntos relacionados con la crisis producida en las actividades del fútbol profesional.
El informe está impreso en el boletín Nº 10.851.
Diputado informante es el señor Vicente Sota.
Esta sesión debe regirse reglamentariamente por las reglas de la Hora de Incidentes. Como el informe de la Comisión concluye con un proyecto de ley que debe ser discutido por la Cámara, me permito proponer el procedimiento a seguir se rija por las reglas del Orden del Día, procediéndose a votar el proyecto, en general y particular, al término de la presente sesión.
Si le parece a la Cámara, así se acordará.
Acordado.
El señor SOTA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor STARK (Vicepresidente).-
El Diputado informante señor Vicente Sota puede usar de la palabra.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, antes de proceder a rendir el informe, quisiera proponer a la Cámara una adición a la proposición de la Mesa, en el sentido de que, si por cualquier motivo no fuera posible votar en esta sesión el proyecto de ley que figura al final del informe, en todo caso él se considerará desde ya incorporado a la Tabla de la sesión ordinaria de esta tarde.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo para aceptar la proposición formulada por el señor Sota, don Vicente?
Acordado.
Puede seguir usando de la palabra el señor Diputado informante.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, al iniciar este informe, quiero agradecer a la Mesa y a los señores Diputados que han dado quórum para sesionar y, con ello, han hecho posible la rendición de esta cuenta.
Deseo, dar a conocer a la Cámara el trabajo de una Comisión que se constituyó oportunamente y que terminó sus funciones hace cinco meses. Pero, ha sido en tal forma fatigoso el trabajo que el Parlamento ha debido realizar últimamente, que ha sido prácticamente imposible celebrar antes de ahora una sesión para rendir este informe.
Al hacerlo, quiero llamar la atención de los señores Diputados sobre la importancia del trabajo que se ha desplegado.
En primer lugar debo decir que, en los últimos veinte años, no han sido más de diez las Comisiones especiales de esta Cámara que han rendido un informe al finalizar sus trabajos. Y ésta es una de ellas.
Debo expresar con satisfacción que me ha correspondido integrar, a lo menos, tres de estas Comisiones que han cumplido con su deber: la Comisión que estudió las derivaciones del llamado "Plan Camelot"; la Comisión investigadora de las actividades de algunas escuelas y academias que se dedican al "negocio" de la educación; y esta Comisión que ha estudiado todo lo relacionado con una crisis que se produjo en las actividades del fútbol profesional en la fecha en que ella se designó.
Hoy día no extraña a nadie, que un Parlamento se preocupe de materias relacionadas con el deporte, el cual es hoy, no solamente una entretención...
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado?
Quiero solicitar a la Sala su autorización para que pueda reemplazarme en la presidencia la señora Diputadadoña Blanca Retamal, porque debo integrar la Comisión de Régimen Interior, Administración y Reglamento, que inicia una sesión a las 11 horas 15 minutos.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor SOTA.-
Decía, señor Presidente, que la importancia del deporte se reconoce hoy día no solamente porque él significa una entretención a la que recurre cada vez un mayor número de personas puesto que ya son muchedumbres las que buscan en los estadios un momento de distracción y de descanso después de las duras jornadas diarias, sino que también el deporte es un factor de educación y, como tal, todos los organismos del Estado consideran este aspecto y lo estimulan. Más aún, el deportes es un factor de acercamiento de las personas no solamente dentro de los países, sino que, cada vez más, también en el plano internacional.
Pero a este Parlamento le interesa ocuparse de todo cuanto diga relación con el deporte, no sólo por razones de tipo cultural, sino también, aunque ello no sea tan importante, porque, como lo he expresado anteriormente, ocurren hechos que vamos a explicar en detalle aquí, y que se refieren a la práctica del deporte más popular de Chile, como es el fútbol. En efecto, en este deporte hay envueltos también asuntos de tipo económico y financiero derivados de la participación creciente de empresarios profesionales que lucran con esta actividad y cometen irregularidades, algunas de las cuales señalaré a través del informe de esta Comisión.
Nuestro trabajo fue terminado, como decía denantes, hace cinco meses, y me voy a permitir recordar a los señores Diputados que, a comienzos de este año, se habían producido en algunos clubes de fútbol profesional, movimientos huelguísticos de los jugadores que forman parte de sus equipos. Así, por ejemplo, a fines de diciembre de 1967, se habían producido movimientos de esta índole en el Club de Deportes Palestino y se había producido, además, una amenaza de huelga en el Sindicato Profesional de Futbolistas, el 9 de diciembre de 1967. En enero de 1968, los jugadores del Club "Colo-Colo" se declararon en huelga. El 11 del mismo mes se suspendió esa huelga y el día 12 comenzó el denominado Campeonato Octogonal de Fútbol, que fue un certamen internacional sobre cuyos resultados financieros esta Comisión va a rendir también un informe. El 15 de enero hubo una nueva huelga de jugadores. El 24, hubo dificultades entre los jugadores de la Universidad de Chile y su club. El 31 de ese mes, el Sindicato Profesional de Futbolistas Profesionales acordó no firmar contrato con sus clubes mientras la Comisión de la Asociación Central de Fútbol no redactase nuevas disposiciones reglamentarias sobre contratación de jugadores. El 19 de enero, clubes de provincia rechazaron la reestructuración del fútbol. El 6 de febrero se había terminado la realización del Campeonato Octogonal y el 7 del mismo mes renunció la directiva del Club de Deportes "Colo-Colo", uno de los más populares de nuestros clubes de fútbol...
El señor ARAVENA (don Andrés).-
¡Era el más popular!
La señora LAZO.-
El más popular.
El señor MORALES (don Carlos).-
¡La Universidad de Chile!
El señor SOTA.-
El día 13 de febrero, la Sección Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos anunciaba haber establecido que el promotor de eventos deportivos, don Samuel Ratinoff, había evadido impuestos derivados del Campeonato Octogonal. El 9 de marzo los jugadores profesionales acordaron no aceptar los planteamientos de la Comisión designada por la Asociación Central de Fútbol en materia de contrataciones, etcétera.
Podría decir, señor Presidente, que a comienzos del presente año había una situación de crisis en las actividades de este importante deporte. Fue por ello que, el 12 de marzo de 1968, la Cámara de Diputados acogió la iniciativa de varios parlamentarios para designar una Comisión Especial encargada de informar sobre esta materia.
Debo señalar que el Sindicato Profesional de Jugadores de Fútbol, presidido entonces por don Hugo Lepe, actuando como Secretario don Mario Moreno y como asesores legales los señores Renato Sepúlveda y Juan de Costa Nora, acudieron a este Parlamento para buscar una solución a los problemas de tipo contractual y de remuneraciones que se producían entre ellos y sus clubes.
Fue así como un grupo de parlamentarios, entre los cuales recuerdo a la señora Carmen Lazo, a don Orlando Millas, al señor Carlos Morales y al señor Silva Ulloa, nos reunimos para estudiar la formación de una Comisión especial que se abocara a este punto. El 12 de marzo, la Sala acordó el funcionamiento de ésta. Celebró ocho sesiones, a razón de dos por semana, y, en el lapso de un mes, evacuó un informe, que es el que estoy dando a conocer y que termina con un proyecto de ley.
Quiero remitir a los señores Diputados al texto del informe que tienen sobre su mesa y que en su primera parte contiene un resumen de las actividades de esta Comisión. Debo señalar, en forma breve -los demás integrantes de la Comisión seguramente explicarán de manera más detallada algunos de los puntos que yo abordaré-, que en un comienzo la Comisión decidió escuchar a representantes de la Asociación Central de Fútbol, del Sindicato de Futbolistas y también de las autoridades del trabajo. Cabe mencionar al Director del Trabajo, señor Patricio Larraín, y al Subdirector, señor Jorge Morales; al Director de Deportes del Estado, don Marco Antonio Rocca, y a algunas autoridades del Ministerio del Trabajo, como el señor Patricio Novoa, abogado de la Subsecretaría de Previsión Social. La Comisión escuchó también a Inspectores del Departamento de Investigaciones de Delitos Tributarios del Servicio de Impuestos Internos. Asimismo, fueron oídos don Juan Goñi, Presidente de la Federación de Fútbol de Chile en esa época, y los señores Alvear y Abumohor, representantes de la Asociación Central de Fútbol. Asistieron, además, don Francisco Molina, Presidente de la Asociación de Entrenadores; el doctor Mauricio Wainer, en representación de la Sociedad de Medicina del Deporte, y don Alfredo Olivares, Vicepresidente del Círculo de Periodistas Deportivos.
Todas estas personas ilustraron el criterio de la Comisión sobre los asuntos que le fueron sometidos a su consideración.
Y para no interrumpir el hilo de la explicación, quisiera referirme al primer aspecto, a aquel aspecto de detalle, si se quiere, respecto de lo que es el principal interés de esta Comisión, pero que no lo es tanto respecto de su significación, y que es el relativo al torneo octogonal de fútbol. En relación con este asunto, la Comisión pudo comprobar -y se establece en el informe- que la Asociación Central de Fútbol controló las entradas y gastos de ese torneo. Debo señalar que las cifras no dejan de ser importantes. Los ingresos totales, en catorce reuniones, alcanzaron a la no apreciable cifra de cinco millones de escudos. El balance o cuenta de entradas y gastos de la realización de ese torneo pueden verlo los señores Diputados en la página 20 del informe.
Quisiera llamar la atención de mis colegas parlamentarios para hacer notar que, desgraciadamente, pudo comprobarse una cuantiosa evasión tributaria por parte del empresario que organizó económicamente este evento. Se lee en el informe que el Servicio de Investigaciones de Delitos Tributarios estima que el señor Ratinoff, promotor de ese campeonato, debió recibir, por lo menos, honorarios que se estiman en 40 mil dólares, por los cuales debió tributar, y no tributó, la cantidad de 25 mil dólares.
La señora LAZO.-
¿Está preso?
El señor SOTA.-
No lo está, colega, porque, desgraciadamente, este promotor ha procedido en una forma habilidosa. Se lee en la página XIV del informe que el Ministerio de Hacienda logró comprobar que esta persona, siendo chilena, estaba avecindada en Lima. Investigados los documentos que lo acreditaban como participando en la realización de este torneo, sólo figuraba en su condición de representante de clubes y en ninguna parte se hacía mención de su calidad de empresario comercial. De tal manera que, como se lee en este informe, en el Ministerio de Hacienda no se pudo perseguir ninguna responsabilidad criminal. En todo caso, aprovechando que la Comisión de Hacienda en estos instantes debate el proyecto del Ejecutivo de racionalización de franquicias tributarias, algunos Diputados formularemos indicaciones para evitar que perjuicios de este tipo puedan repetirse en el futuro.
En relación con la importancia de la cifra que acabo de señalar y que alcanzó, como lo recuerdo, a 5 millones de escudos, en un torneo que se realizó en 14 fechas, debo hacer presente que esta actividad del fútbol profesional, especialmente cuando se realiza en forma de torneo internacional, significa., en realidad, cada vez más, una actividad que alcanza incluso importancia económica.
Los señores Diputados tienen en sus manos un informe del Banco Central de Chile, en donde se lee que, desde 1964 hasta la fecha, por contratación de equipos extranjeros, el país ha debido gastar más de un millón de dólares; y la transferencia de jugadores extranjeros adiciona a esa cifra. 66 mil dólares más. Es decir, ha habido un egreso de un millón doscientos dólares en cuatro años por este concepto, en circunstancias que los ingresos no han sido superior a 198 mil dólares ; o sea, hay un déficit en dólares, por este concepto, del orden del millón de dólares. Esto dará una idea a los señores Diputados de la importancia de las cifras que están en juego y cómo es de importante para resguardar los intereses económicos del país, que estas actividades estén sometidas a control.
Pero, señora Presidenta, la parte central de este informe radica en lo que son las relaciones contractuales, laborales, de trabajo, entre los futbolistas profesionales y los clubes que los emplean.
A este respecto, quiero decir que las conclusiones a que llegó nuestra Comisión, son de este tipo. Hay una verdadera crisis en las relaciones entre los jugadores profesionales del fútbol y los clubes a que pertenecen por la existencia de una defectuosa relación jurídica en materia laboral y previsional entre los jugadores, los clubes deportivos y la Asociación Central de Fútbol.
En segundo término, las disposiciones vigentes sobre régimen de contrataciones y remuneraciones, emanan de un organismo privado, como es la Asociación Central de Fútbol.
Estos dos antecedentes, que podrán ser explicados más en detalle por algunos de los integrantes de la Comisión, nos han movido a proponer algunas medidas para regular esta situación, y ello, como dije con anterioridad, especialmente sobre la base de lo que fueron las opiniones del Director del Trabajo en esta materia, funcionario que llegó a sostener que el sistema actual de remuneraciones y de contrataciones de jugadores, está incluso en contra de lo que es la libertad de trabajo que garantiza la Constitución Política del Estado.
El señor Director del Trabajo llegó a expresar en la Comisión que le parecía que el sistema de contratación de jugadores, actualmente vigente, era un sistema de subyugación que, prácticamente, impide que los jugadores profesionales puedan actuar con libertad para contratarse con nuevos empleados, cuando el caso lo requiere.
Así pues, la Comisión ha sido partidaria de la dictación de disposiciones legales para regular las materias referentes a los contratos y remuneraciones de los jugadores. Pero siendo ésta una materia muy compleja, ha preferido delegar en el Presidente de la República las facultades necesarias para que éste dicte un estatuto del jugador de fútbol profesional y de los deportistas profesionales, en general, que sea capaz de abordar todas estas materias que, como digo, tienen una extraordinaria complejidad.
Asimismo, la Comisión ha estimado necesario dotar a la Dirección de Deportes del Estado de un poder contralor suficientemente amplio para que supervigile el cumplimiento de los estatutos de la Asociación Central de Fútbol y de los clubes afiliados. Además, siguiendo en esto las últimas normas sobre contratación de jugadores imperantes en Europa, la Comisión ha sido partidaria, concordando con informes del Director del Trabajo sobre la materia, de estimar que estos jugadores profesionales y deportistas profesionales, en general, son verdaderos trabajadores y tienen derecho a un régimen previsional.
Finalmente, la Comisión estimó conveniente que en el proyecto de ley, que figura en la página XVIII del informe, se consulte también algún sistema arbitral de solución de los diferendos que se producen entre las partes.
Así pues, la Comisión estimó conveniente proponer a esta Cámara un proyecto de ley que cuenta con cinco artículos permanentes y uno transitorio, que me permitiré leer porque constituye la concreción de los trabajos que ella efectuó.
Dice así:
"Artículo 1º.- Se faculta al Presidente de la República para dictar, dentro del plazo de 180 días, un Estatuto de los Deportistas Profesionales y trabajadores que desempeñen actividades conexas, que presten sus servicios en forma permanente a un club o empresario, el que deberá reglamentar, especialmente, las siguientes materias:
"1.- Incorporación de estas personas al régimen previsional de la Caja de Empleados Particulares. En el ejercicio de esta facultad podrá disponer que las cotizaciones que deban integrarse en la Caja para el otorgamiento del subsidio de cesantía, en conformidad a la ley número 7.295, para el financiamiento del desahucio, previsto en la ley Nº 15.386 y para el fondo de retiro previsto en el decreto supremo Nº 856 y la ley Nº 10.475 constituirán, en conjunto, un fondo especial destinado a financiar una pensión temporal para tal personal, cuando pierdan sus aptitudes físicas para el ejercicio del deporte profesional;
"2.- Duración del contrato y situación en que quedan las partes una, vez transcurrido el tiempo de éste;
"3.- Determinación de un régimen sobre remuneraciones en el que se establecerá que, durante la vigencia del contrato sólo podrá modificarse por acuerdo entre las partes o por resolución de tribunal competente;
"4.- Sistema Arbitral de solución de los conflictos laborales.
"Este Estatuto contendrá, en especial, normas sobre las personas que desempeñen actividades deportivas profesionales, o conexas con ellas, tales como:
"a) Entrenadores y Preparadores Físicos;
"b) Arbitros;..."
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Señor Diputado, le pide una interrupción el señor Morales.
El señor SOTA.-
Cómo no.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor MORALES (don Carlos).-
Me permito molestar a mi Honorable colega señor Vicente Sota en el informe que está entregando, para los efectos de consultarle si él ha explicado ya -y si no lo hubiera hecho, le rogaría que lo explicara a la Honorable Cámara- qué razones tuvimos los que integramos la Comisión Especial que estudió esta materia, para considerar en el número 4 un sistema arbitral de solución de los conflictos laborales, y no dejarlos entregados a las resoluciones que pudieran adoptar los tribunales ordinarios. Como creo que es una materia, importante, y para que quede constancia del motivo central que tuvimos para operar de este modo, lo rogaría a mi Honorable colega que lo hiciera presente, si es que antes no ha expresado este pensamiento.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor SOTA.-
En realidad, estimado colega, no lo he explicado. He querido ser lo más breve en mi exposición, para que los demás Diputados, como Su Señoría, que integraron esta Comisión, puedan intervenir también sobre aquellos asuntos que les merecen especial atención, como el que señala en este instante. No obstante, ya que lo ha hecho, debo decir que se propuso que este Estatuto de los Deportistas considere un sistema arbitral de solución de los conflictos laborales, porque las disposiciones internacionales de organismos de ese tipo que controlan la realización de certámenes deportivos establecen que los deportistas no deben recurrir a los tribunales de justicia de sus respectivos países, sino tratar de solucionar sus diferendos en forma de que actúen solamente los interesados, vale decir, las partes. Los estatutos de la FIFA, la Federación Internacional de Fútbol Asociado, en este caso, y también disposiciones de otros organismos, así lo establecen.
Entonces, se estimó que, en el caso chileno, la existencia en nuestro Código del Trabajo de tribunales arbitrales calzaba perfectamente con la posibilidad de encomendar al Presidente de la República que en este Estatuto de los Deportistas Profesionales confiara a un sistema arbitral la solución de los conflictos laborales.
El señor MORALES (don Carlos).-
Correcto.
El señor SOTA.-
Prosigo con el texto del proyecto de ley. Debo repetir el punto 4.
"4.Sistema Arbitral de solución de los conflictos laborales.
"Este Estatuto contendrá, en especial, normas sobre las personas que desempeñen actividades deportivas profesionales, o conexas con ellas, tales como:
"a) Entrenadores y Preparadores Físicos;
"b) Arbitros;
"c) Utileros, y
"d)...
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Señor Diputado, ha terminado el tiempo de su primer discurso. Puede continuar en el segundo tiempo.
El señor SOTA.-
Muchas gracias.
"d) Médicos, psicólogos, kinesiólogos y otros profesionales directamente vinculados al ejercicio de la actividad deportiva.
"Artículo 2º.- Las normas especiales que se dicten establecerán las bases que deberán regular todo el trato y las relaciones laborales o contractuales entre los deportistas y trabajadores profesionales del deporte y los clubes o empresarios contratantes, como asimismo, su régimen previsional.
"Se faculta también al Presidente de la República para fijar normas especiales respecto a los requisitos que deberán cumplir las corporaciones deportivas para obtener personalidad jurídica.
"Artículo 3º.- Una vez dictado el Estatuto de los Deportistas Profesionales, trabajadores asimilados y actividades conexas, a que se refieren los artículos anteriores, dentro del plazo de 90 días una Comisión Especial propondrá al Presidente de la República el texto de un Reglamento referente a las actividades del fútbol profesional.
"Esta Comisión estará integrada por:
"Tres representantes designados por el Presidente de la República, uno de los cuales la presidirá;
"Dos personas designadas por el Sindicato Profesional de Futbolistas Profesionales, y
"Dos personas designadas por la Asociación Central de Fútbol de Chile.
"Los Servicios Públicos, instituciones semifiscales o autónomas pondrán a disposición de la Comisión los antecedentes que solicite y prestarán la colaboración que proceda, pudiéndose designar en comisión de servicios por todo el tiempo que duren sus funciones a los funcionarios que se juzgue conveniente. El desempeño en esta Comisión no dará derecho a remuneración de ningún tipo.
"Artículo 4°.- La Dirección de Deportes del Estado requerirá anualmente a las Corporaciones Deportivas Profesionales y a sus clubes afiliados la presentación de una memoria sobre sus actividades, la remisión de los balances y toda clase de informes que estime necesarios para velar por el cumplimiento de los respectivos Estatutos.
"Artículo 5°.- Las personas a que se refiere esta ley podrán, para los efectos previsionales, reconocer el tiempo en que hayan desempeñado estas actividades y no hayan efectuado imposiciones y debiendo correr de cargo del interesado, pudiendo las Cajas otorgar préstamos a quienes soliciten este beneficio.
"Artículo transitorio.- La Asociación Central de Fútbol de Chile y las demás corporaciones deportivas profesionales que señala la ley tendrán un plazo de 60 días, a contar de la publicación en el Diario Oficial del texto a que se refieren los artículos 1º y 2º y del Reglamento a que se refiere el artículo 3º de la presente ley, para proponer las reformas de sus estatutos sociales en conformidad a las disposiciones que contengan los textos señalados en los artículos 1º, 2º y 3º de esta ley.
"Estas modificaciones deberán ser sancionadas por el Ministerio de Justicia, en conformidad al procedimiento señalado en el Reglamento Nº 1.540, sobre concesión de personalidad jurídica, de 15 de junio de 1966, y a las que se dicten en conformidad a los artículos 29 y 39 de la presente ley, previo informe de la Dirección de Deportes del Estado.
"En caso de incumplimiento a las obligaciones contenidas en los incisos anteriores el Presidente de la República podrá cancelar la correspondiente personalidad jurídica."
Este es el texto, Honorables colegas, del proyecto de ley que propone a la consideración de ustedes la Comisión que ha estudiado todos estos asuntos relacionados con la, crisis que se produjo a comienzos de año en las entidades del fútbol profesional.
Al terminar mi informe, y quedar a disposición de los señores Diputados para las indicaciones u observaciones que quisieran formularme, quisiera expresar que el señor Director de Deportes del Estado ha considerado muy importante la aprobación de este proyecto de ley, puesto que estima de vital necesidad que la repartición a su cargo pueda supervisar actividades tan importantes como las que se relacionan con el deporte profesional. Nos ha expresado que él quisiera que este proyecto de ley fuese aprobado cuanto antes en esta Cámara, para aprovechar su trámite en el Senado a través de una indicación del Ejecutivo para dotar a la Dirección de Deportes del Estado de recursos bastantes como para realizar las funciones que le están encomendadas.
Por eso, señora Presidenta, he propuesto que, de no ser posible su aprobación en este instante, o cuando sea solicitada, el proyecto de ley sea considerado en la Tabla de la sesión de esta tarde.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Ofrezco la palabra.
El señor MORALES (don Carlos).-
Pido la palabra.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el señor Morales.
El señor MORALES (don Carlos).-
Señora Presidenta, tal como lo expresara nuestro distinguido colega señor Vicente Sota, algunos parlamentarios, por acuerdo de esta Honorable Corporación, trabajamos en una Comisión Especial para estudiar todos los problemas que surgieron con motivo de algunos movimientos iniciados por jugadores de fútbol profesional. Hubo inquietud en el ambiente deportivo chileno a raíz de estas manifestaciones, en que los jugadores buscaban, con estos medios, suspendiendo sus actividades, declarándose prácticamente en huelga, soluciones para tantos problemas que afectan a nuestro deporte.
Nosotros hemos adquirido en nuestra actividad parlamentaria alguna experiencia en torno a estas materias. Y estas experiencias, que formaban parte de nuestro caudal político y parlamentario, pudimos acrecentarlas, no hace mucho tiempo, cuando concurrimos cuatro Diputados de esta Honorable Corporación a los Juegos Panamericanos de Winnipeg. Trajimos de allá la visión de una amarga realidad, como consecuencia de la situación tan desmedrada en que actuaron nuestros deportistas, reflejada en su misma presentación en el estadio de Winnipeg. Otros países -ya no digo Estados Unidos y Canadá, que concurrieron con delegaciones de 500 ó 600 personas- otros países de Latinoamérica, como Perú, Colombia, Argentina, Venezuela y algunos países centroamericanos, presentaron sus delegaciones con 200 ó 250 personas. Sus uniformes, la forma como actuaban, los medios de que disponían, daban a entender que los gobiernos de esos países ponían especial preocupación no sólo por el problema del deporte en sí mismo, sino, además, porque sus delegaciones prestigiaran al país que representaban. Nuestra delegación, que fue muy criticada por algunos órganos de prensa en Chile, no contaba con más de 50 ó 60 deportistas, y menos quizás, si se considera a los médicos, a los entrenadores, etcétera. El mismo uniforme que llevaba nuestra delegación nos hizo a nosotros sonrojarnos un poco en Winnipeg, frente a las magníficas tenidas con que aparecían las otras delegaciones. El uniforme nuestro era un traje de color pizarra, hecho modestamente en una sastrería santiaguina, Rudloff, que concitó la crítica, muy justificada, de muchos chilenos que estaban en Winnipeg.
Yo me recuerdo, y sólo lo digo a título de información, de anécdota, que cuando conversábamos con el Embajador de Chile en Ottawa, después de los Juegos Panamericanos de Winnipeg, a los que él concurrió, nos dijo, en la tranquilidad de su residencia: "La verdad sea dicha, cuando apareció la delegación chilena en el estadio de Winnipeg, me sentí un poco disminuido. Porque frente a la magnífica presentación de las otras delegaciones, por su número y por sus uniformes, a mí me dio la impresión, cuando entró la delegación de Chile al estadio, de que era algo así como un grupo de empleados públicos o de empleados particulares que, viendo que había un desfile, habían dicho: "Bueno, entremos también al desfile."."
Muy mala, señora Presidenta, fue esa experiencia que nosotros trajimos. Por eso hemos estado impulsando aquí en el Congreso, dentro de nuestras posibilidades, todos los proyectos de ley que tratan de mejorar la situación de nuestro deporte.
Ya despachamos en la Cámara una moción destinada a crear, a través de la polla del deporte, una nueva ley de educación física, de deportes y de recreación que se encuentra en el Honorable Senado. Muchos han trabajado en el Consejo Nacional del Deporte y el Comité Olímpico que preside don Sabino Aguad para impulsar estas enmiendas de orden legislativo; hemos encontrado la magnífica cooperación de la Dirección de Deportes del Estado y en su Director un fiel cooperador en todas estas materias. Por eso, cuando con el colega Sota, con el colega Orlando Millas, con la colega Carmen Lazo, con el colega Ramón Silva Ulloa constituimos esta Comisión Especial por encargo de esta Honorable Cámara, pusimos mucho empeño en su trabajo. No deseamos, ni lo quisimos, que esta fuera una de las tantas Comisiones que a veces designa la Cámara y que a la postre no ponen fin a su cometido. Dentro de las dificultades diarias y de nuestras preocupaciones y obligaciones parlamentarias, tanto en Comisiones como en sesiones plenarias y actividades propias que desarrollamos, trabajamos con especial interés, y fruto de ese trabajo, coordinado en muy buena forma por el señor Sota, a quien elegimos Presidente de esta Comisión Especial, es este informe, que entregamos como una moción o proyecto de ley ante esta Honorable Cámara.
Yo estuve hace pocos días, para ser más preciso, el domingo pasado, en una sesión especial que celebró el Círculo de Antiguos Deportistas Juan Ramsay, una institución que agrupa a viejos deportistas chilenos. Celebraba el Círculo las fiestas patrias; entregaron allí, en una magnífica velada, muchos antecedentes relacionados con nuestra independencia y también hablaron de problemas de orden deportivo. Ahí pudimos ver, Honorable Cámara, con verdadero dolor, el drama que aflige en estos instantes a Manuel Plaza, invitado a esta reunión; enfermo, apenas puede caminar, con su vista un poco extraviada, da la impresión de que está sumamente enfermo. También pudimos ver a otras glorias del deporte como Estanislao Loayza; pudimos ver a Víctor Vergara, que fue un gran dirigente deportivo, vimos a "Potrerillos" Salinas, de las otras glorías del deporte nacional. Todos estos deportistas ancianos no tienen absolutamente nada y reclaman de los poderes del Estado, no para si mismo, porque ya les debe quedar poca vida, sino para los deportistas que vienen, para los que han de llegar, que no tengan el mismo fin que ellos. A mí me dio realmente pena ver a esta gloria del atletismo que fue Manuel Plaza, que remeció el corazón no sólo de los chilenos sino de los latinoamericanos, cuando llegó segundo en la famosa olimpíada de Amsterdam.
Debería haber tenido el Estado la preocupación de entregarles a esos deportistas, por lo menos, la posibilidad de que, al término de su vida, pudieran vivir más o menos decentemente.
Pues bien, ese fue otro estímulo que recibimos en esa reunión del domingo en el Círculo de Antiguos Deportistas Juan Ramsay, que preside el General en retiro don Osvaldo Puccio. Prometimos perseverar en esta conducta de tratar de cooperar, dentro de nuestros medios, con estas altas finalidades del deporte. Y aquí tenemos una ocasión, porque este proyecto no está concebido en función de una facultad extraordinaria, genérica, para entregárselo como herramienta jurídica al Presidente de la República, lo cual nuestro Partido permanentemente ha impugnado. Aquí se trata típicamente de una ley normativa que entrega una facultad al Jefe del Estado, pero sujeta a determinadas preceptivas que señala el mismo proyecto.
Así es como se faculta al Presidente de la República para dictar el Estatuto del Deportista Profesional y trabajadores que desempeñen actividades conexas, que presten sus servicios en forma permanente a un club o empresario, el que deberá reglamentar, especialmente, las siguientes materias, y las enumera. La primera de ellas es la incorporación de estas personas a un régimen previsional, y optamos nosotros por uno de los mejores que tiene nuestra legislación impositiva, como es el régimen de previsión de la Caja de Empleados Particulares.
De la misma manera, establecimos que en esa ley que se dictará, o en ese decreto con fuerza de ley, se deberá reglamentar la duración del contrato de trabajo y la situación en que quedan las partes una vez transcurrido el tiempo de dicho contrato. Porque en el estudio de la Comisión observamos muchas anomalías y muchos abusos sobre la duración de los contratos, el entrenamiento, la práctica misma del deporte, la asistencia obligada a los campos deportivos para cumplir con las obligaciones que impone la directiva, el equipo, etcétera. Todo esto obligaba a veces, y lo constatamos, a jornadas de trabajo excesivamente prolongadas. Por eso dijimos que habría también que establecer cual ha de ser la duración del contrato y la situación en que quedan las partes una vez transcurrido el tiempo del contrato y de qué manera deben cumplir los deportistas todas las obligaciones inherentes al desempeño de sus funciones especialmente las jornadas de sus actividades.
Dijimos también que debe plantearse en esta misma ley especial un sistema de remuneraciones, con el propósito de ordenar un poco este régimen de sueldos de los deportistas. Yo he impugnado, a veces, y con razón, y en esto no estoy solo, algunas cantidades fabulosas que se otorgan a algunas “estrellas" que aparecen en el ambiente deportivo. Cantidades extraordinarias, casi exageradas, que van poco a poco, minando la expresión financiera o económica de la entidad deportiva.
En cambio, desearíamos que, a través de este sistema de remuneraciones, pudiera pagarse a los deportistas cantidades que les permitan vivir de acuerdo a las exigencias de la sociedad moderna, no en una forma esplendorosa, sino con mediana decencia, porque ellos prácticamente entregan todo su tiempo a la actividad deportiva y no les queda oportunidad para ejercer otra actividad. Por eso dijimos que debía establecerse un régimen especial de remuneraciones.
Además, propusimos que durante la vigencia del contrato este pudiera modificarse por acuerdo entre las partes y por resolución del tribunal competente. Y por eso pedía al Honorable colega señor Sota que dejáramos constancia, para la historia fidedigna del establecimiento de la ley, de que entre las obligaciones que tendrá el Presidente de la República al dictar este decreto con fuerza de ley está la de disponer que el tribunal que conocerá de las contiendas surgidas como consecuencia de desavenencias entre los jugadores y los empresarios no deberá ser un tribunal ordinario sino uno arbitral, para sujetarse a lo que señala específicamente el artículo 48 de la reglamentación internacional de la FIFA.
Esa es la razón por la que aparece el Tribunal Arbitral en el número cuatro del artículo 1º del proyecto que hemos propuesto después del trabajo de esta Comisión.
También estimamos de justicia preocuparnos no sólo de la situación de los deportistas profesionales, sino también de aquellos que realizan actividades conexas. Así, hablamos de entrenadores, preparadores físicos, árbitros, utileros, médicos, psicólogos, kinesiólogos y otros profesionales directamente vinculados a la actividad deportiva.
Estimamos, los Diputados de estas bancas, muchos de los cuales hemos participado en las diferentes Comisiones que se preocupan de estudiar las materias relacionadas con el deporte, que esta proposición de ley que entregamos como consecuencia del mandato que nos dio la Honorable Cámara debiera ser aprobado en los términos que señalaba el colega señor Sota, casi en la misma forma como lo propone esta Comisión, porque este estudio se hizo sobre la base de las opiniones de los representantes de los clubes deportivos de los representantes de los entrenadores, árbitros, preparadores físicos, utileros, médicos; de los representantes de la Dirección del Trabajo, de los jugadores, de los dirigentes de su sindicato. Representantes de prácticamente todo el aparato que conoce del tema concurrieron a nuestra Comisión a darnos sus argumentos y a entregarnos sus antecedentes y, como fruto del estudio de esos antecedentes, proponemos este proyecto.
Como lo consideramos de justicia, como creemos que se resolvería, de dictarse la correspondiente ley, sea directamente o por facultad delegada, un gran problema que afecta a un grueso sector de nuestros connacionales, expresamos en esta tribuna que, fieles a los compromisos contraídos con los deportistas que lo fueron y con quienes actualmente practican el deporte, que vamos a prestarle nuestra aprobación a esta moción que entrega la Comisión Especial designada para estudiar los problemas del deporte.
Nada más, señora Presidenta.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
A continuación, está inscrito el señor Millas. Puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor MILLAS.-
Señora Presidenta, el problema que ha venido preocupando a la Cámara de Diputados al aprobar por unanimidad y sobre Tabla, en un momento extraordinariamente delicado para el fútbol chileno, la constitución de esta Comisión Especial, luego durante el trabajo de ella y ahora al pronunciarse la Cámara sobre las conclusiones de su labor, es el problema real, ineludible de que hay crisis en el más popular, en el más querido de los deportes: el fútbol.
La Asociación Central de Fútbol, a raíz del acuerdo adoptado por la Cámara, envió una nota a la Comisión en la que, en términos displicentes, con cierta insolencia, dijo no conocer que hubiera crisis. Eso indica que, en general, no conoce mucho en relación al deporte sobre el cual le corresponde una tuición prácticamente al margen, hoy día, de todo control de la autoridad.
Hay crisis en el deporte; hay crisis en el fútbol profesional; y una de las manifestaciones evidentes de esta crisis la pudimos observar los integrantes de la Comisión Especial cuando fuimos testigos de la actitud humana, de la actitud personal, de los más altos dirigentes del fútbol profesional chileno, en relación a un problema tan elemental como el de calificar la actividad de los deportistas. Estaba presente gente muy respetable y de alto valor cultural, dirigentes de los futbolistas profesionales y ellos, los tuteaban, los trataban así como el señor feudal acostumbraba tratar a sus siervos o el propietario de esclavos, a sus esclavos.
Ellos objetaban que, en esta actividad, desde ningún punto de vista se podría considerar que influye de manera prevaleciente el factor intelectual. Sin embargo, esto lo discutimos a fondo. Fue uno de los debates más completos durante el trabajo de la Comisión. Llegamos a una conclusión unánime: contra lo sostenido por los dirigentes de la Asociación Central de Fútbol, contra lo sostenido, incluso, por profesionales, por médicos, a veces más influidos por su calidad de dirigentes de determinados clubes profesionales, no puede negarse que el fútbol es un deporte de equipo, un deporte colectivo. En este deporte un "tarzán" no logra prevalecer; se requiere, en primer lugar, una experiencia que no es asimilada mecánicamente, sino una experiencia que está vinculada a todo un adiestramiento físico e intelectual, a un conocimiento de tácticas y a que esto se adentre de tal manera en el trabajo del jugador, que pueda manifestarse espontánea y fácilmente en el momento en que es requerido para ello, al encontrarse cerca o en acceso al balón o, también, al ir organizando el juego en determinado sector de la cancha.
Es indudable que hay una alta calidad profesional, un nivel internacional prestigioso en nuestros jugadores de fútbol profesional. Es indudable que ellos merecen el cariño de la afición, el respaldo de nuestro pueblo, ese afecto que se manifiesta desde el afán de los niños de las poblaciones populares por imitar a los "astros" del fútbol profesional, en uno u otro aspecto del comienzo de una actividad deportiva.
En estas condiciones, cuando hay este alto nivel del futbolista profesional, cuando hay también un nivel destacado y respetable de una serie de figuras vinculadas a otros aspectos profesionales del fútbol, ¡qué decir, por ejemplo, de los entrenadores chilenos; qué decir de gente como Riera, para citar un nombre; qué decir de ¡os preparadores físicos en general, de los kinesiólogos, de los médicos deportistas chilenos!
Aquí, en Chile, se ha hecho un congreso de medicina deportiva en razón del alto nivel alcanzado por quienes se dedican a esta actividad, que es fundamental como un aporte para toda la vida deportiva.
Pero nosotros, señora Presidenta, estamos en deuda en relación a ellos. Y una de nuestras deudas como legisladores, es no haber establecido normas que regulan las relaciones jurídicas en relación al deporte profesional. Hay un gran atraso en esta materia. Y este atraso es el que la Cámara de Diputados hoy día va a salvar.
Existe una arbitrariedad verdaderamente increíble en el terreno de la legislación deportiva. Lo ha señalado el Presidente de la Comisión, colega Vicente Sota. Aquí, la única ley es el capricho de pequeños grupos de dirigentes del deporte.
Sabemos que no ha habido fiscalización alguna mientras se ha estado perpetrando ese crimen -que, en verdad, conmueve profundamente al que quiere al deporte, en cualquier barrio de Santiago, en cualquier sector popular de Chile- de "farrearse”, prácticamente, el prestigio de un club de la calidad y tradición de Colo-Colo. Lo que le ha ocurrido al club Colo-Colo es, en realidad, un gran problema. Es el problema de la falta de fiscalización y de ayuda, la carencia absoluta de cualquier norma que regule las relaciones entre los jugadores, el público, el Estado, la sociedad y las directivas del deporte profesional. Y estas cosas no se perpetran impunemente. Así lo demuestra, hoy día, la falta de público en muchos torneos de la Asociación Central de Fútbol. Se improvisan, se organizan torneos en forma de que algunos equipos, artificialmente, tengan posibilidades. Y todo este juego de ligas, liguillas y campeonatos conduce a que el aficionado termine no concurriendo a los estadios.
Lo anterior tiene que inquietarnos porque esto es algo que está preocupando a las grandes masas de nuestro pueblo. En este sentido, la arbitrariedad que reina hoy día en las actividades del deporte, la falta de normas jurídicas serias que signifiquen a cada uno de los que participan en el deporte saber a qué atenerse, está provocando uno de los escándalos que hiere profundamente al deporte mismo.
Por ejemplo, hace poco se realizó en San Felipe una gran concentración popular, quizás la más grande que ha tenido lugar, sobre tema alguno, en la plaza de San Felipe. En representación de los Diputados de estos bancos, de los Diputados comunistas, estaba allí el colega compañero Luis Guastavino. ¿Qué era lo que preocupaba a todo el pueblo de San Felipe? Sencillamente, que el tribunal de penalidades de la Asociación Central de Fútbol, a fin de conseguir que no tuviera determinado éxito en el campeonato -porque ésa es la verdad, de eso se trata, en estos términos se están tratando allí las cosas, con ese fin, arbitrariamente, sin ninguna base seria que se pueda explicar-, aplicó un castigo que los inhabilitó para seguir jugando, a loa tres deportistas que eran la base del equipo Unión San Felipe.
Esto fue tan arbitrario, tan odioso, que era evidente que se debía nada más que al hecho de que determinados clubes de la Asociación Central estimaban que no era plaza comercial conveniente San Felipe y que convenía que saliera del campeonato Unión San Felipe. Entonces, ante la imposibilidad de recurrir a nadie por esto, ante esta situación en que los competidores de Unión San Felipe ganaban así, "por secretaría", el campeonato, ante el aspecto tremendamente antideportivo de ello, se conmovió el pueblo todo de San Felipe. No podía permitirse, hería el deporte y perjudica a quienes creen obtener ventajas ocasionales que, en verdad, son contraproducentes a corto plazo.
Nosotros no podemos tolerar que esto siga así. Por eso, los parlamentarios comunistas consideramos que siendo el deporte un problema que preocupa a toda la ciudadanía, siendo una reivindicación popular en Chile y una reivindicación juvenil por excelencia, debemos procurar que se atienda el deporte y se fortalezca su desarrollo; y, también, debemos contribuir a sanear la actividad deportiva.
Recuerdo como Lepe y Moreno, creyendo que la generalidad de los profesionales del fútbol habían firmado contratos, a pesar de] acuerdo del sindicato, estaban extraordinariamente desmoralizados, cuando conversamos una noche y les dije que podían tener confianza en que la Cámara de Diputados abordara en forma seria este problema.
Luego realizamos aquella reunión que recordaba Vicente Sota, en la que participó gente de diversos sectores políticos de esta Cámara: Carlos Morales, Ramón Silva Ulloa, la colega Carmen Lazo -que tanto afecto siente por la actividad deportiva, tan vinculada a ella- el colega Vicente Sota. Y, allí, Lepe y Moreno nos expusieron su alarma, su preocupación en relación al deporte.
Propusimos a la Cámara la constitución de esta Comisión. Y para los parlamentarios comunistas ha sido muy grato que en ella se haya trabajado en forma seria, para lo cual ha sido una contribución de extraordinario valor el criterio, muy claro sobre estos problemas, y la dedicación con que ha unido a la Comisión para el cumplimiento de sus objetivos, su Presidente, designado en ella por unanimidad, el colega Vicente Sota.
Nosotros creemos que el proyecto de ley que se propone cumple con los objetivos que la Cámara tuvo en vista al designar la Comisión Investigadora. En efecto, tal como lo señalara el colega Carlos Morales -y sus palabras me ahorran abundar sobre la materia-, aquí se otorgan facultades al Presidente de la República, pero sobre la base de determinar muy claramente el criterio del legislador acerca de cada uno de los aspectos fundamentales en que se van a ejercer ellas.
Lo que queremos, y nos parece que el proyecto de ley, propuesto por acuerdo unánime de la Comisión, cumple plenamente este objetivo, es que haya en Chile un estatuto de los deportistas profesionales; que este estatuto rija tanto al jugador profesional como a los entrenadores, preparadores físicos, árbitros, médicos, sicólogos y otros profesionales vinculados en forma directa con el ejercicio de la actividad deportiva, incluso a los utileros.
Hemos tenido en cuenta, al respecto, las recomendaciones aprobadas y las clasificaciones y definiciones formuladas por la Oficina Internacional del Trabajo. Además, hemos considerado cuidadosamente la legislación positiva de algunos países -de manera concreta, en primer término, la italiana- y los estudios hechos por juristas de legislación laboral de distintos países en relación a la actividad deportiva.
Lo que proponemos, que aparece muy sencillo, muy esquematizado, es, sin embargo, el producto de un estudio muy serio de la Comisión. Se hacía referencia aquí, por ejemplo, al sistema arbitral de solución de los conflictos laborales. Nosotros hemos tenido mucho cuidado, al proponer esta legislación, de que ella no perturbe, de ninguna manera, las relaciones con la FIFA, en la cual estamos conscientes de que todavía influyen viejas tendencias, de tipo feudalista, del deporte, que se manifiestan en innumerables países. Pero, en fin, creemos que no puede haber interferencia alguna entre la afiliación y el mantenimiento dentro de los marcos de la FIFA y la existencia de una legislación seria, en nuestro país, sobre estos aspectos deportivos. Precisamente, la condición establecida por la FIFA es la de que cualquier problema que se suscite entre el deportista y el dirigente deportivo, no sea resuelto por autoridad administrativa o judicial. Entonces, nosotros proponemos que el estatuto de los deportistas considere un sistema arbitral de solución de los conflictos laborales. Al mismo tiempo, este proyecto establece que habrá, además de este estatuto de deportistas profesionales, un reglamento sobre las actividades del fútbol profesional. Al respecta, nos parece que se ha procedido, con demasiada contemplación. No acusamos de ello a las autoridades del actual Gobierno. Ello obedece a una política tradicional que, por un falso respeto, se halla entregada íntegramente al reglamento de la Asociación Central de Fútbol, y que se modifica sin someterse a restricción alguna en forma caprichosa, cuando el dirigente quiere, en tal reglamento, materias que, indudablemente, serían reservadas a su estatuto, de acuerdo con las exigencias que se formulan a cualquiera otra persona jurídica, y que por lo tanto, deban recibir la aquiescencia del Estado, a través del Ministerio respectivo, al producirse tales modificaciones.
El reglamento de la Asociación Central de Fútbol permite establecer, en cualquier instante, unilateralmente, mayores obligaciones para los futbolistas; sanciones superiores para ellos; y a los clubes los somete a normas de organización de torneos, de liga, liguillas o como se les llame, según convenga a mayorías ocasionales, que allí se constituyan. Esto conduce al desquiciamiento del fútbol profesional.
Por eso, en el proyecto en debate, en su artículo 3º, establecemos la necesidad de dictar un reglamento de las actividades del fútbol profesional y tendemos a robustecer la autoridad de la Dirección de Deportes del Estado, a fin de que pueda controlar efectivamente las actividades del fútbol profesional.
Esta iniciativa es un primero y un elemental paso, que cae dentro del ámbito de nuestras responsabilidades, para ayudar a que el deporte pueda desarrollarse en la forma más amplia.
Pero los Diputados comunistas estimamos que esto debe vincularse a la entrega de mayores recursos; a que existan campos deportivos en las poblaciones; a que haya ayuda para el deporte de los escolares de Chile; recursos, fondos, con el fin de que la Dirección de Deportes del Estado, que efectúa un trabajo muy entusiasta y valioso, pero en condiciones muy precarias por carencia de tales recursos, no sólo fiscalice, sino que pueda impulsar realmente el deporte.
Los parlamentarios comunistas reiteramos nuestra disposición, manifestada constantemente al considerar cualquier iniciativa de esta naturaleza o al promoverla por nuestra parte, a que se entreguen esos recursos, a que formemos una conciencia nacional sobre la importancia que tiene, así como el pan, la vivienda, la salud del pueblo, el facilitar el desarrollo deportivo de la juventud chilena.
Por eso, hoy día, apoyamos decididamente el proyecto que la Comisión ha redactado y deseamos que sea aprobado en esta sesión.
He dicho.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
A continuación, está inscrita la señora Carmen Lazo.
Tiene la palabra Su Señoría.
La señora LAZO.-
Señora Presidenta, sé que resulta un poco inusitado que una mujer intervenga...
El señor MORALES (don Carlos).-
La Cámara sabe que Su Señoría es colo-colina.
La señora LAZO.-
...en una discusión sobre el fútbol; pero, como dice el colega, soy colo-colina.
El señor MORALES (don Carlos).-
En eso no estamos de acuerdo.
La señora LAZO.-
Y resulta que, por ser hincha de un club popular, se queda un poco a un lado esta condición, tan comentada siempre, de la eterna debilidad del sexo débil.
Antes de hacer un análisis de la situación, de cómo la vemos algunas personas, deseo felicitar al colega Vicente Sota, Presidente de esta Comisión Especial y relator de ella, por el interés y el desvelo que ha puesto para llevar a feliz término este proyecto.
Personalmente, fui una de las personas que no cumplió a la perfección su cometido, porque, en los mismos días en que esta Comisión Especial trabajó, grandes huelgas de los trabajadores nos obligaron también a estar en otros de los frentes que nos interesan. A mí me correspondió atender, y lo digo con mucha modestia, a los profesores y al personal de Correos y Telégrafos, quienes, en una larga huelga, ni siquiera tenían recursos para mantener diariamente sus ollas comunes. Esa fue la razón por la cual no pude cumplir, como hubiera querido, con mi trabajo dentro de esta Comisión Especial del fútbol. Pero, por lo que veo, los colegas lo han hecho en forma brillante, y sólo nos queda comentar por qué estamos de acuerdo con los términos del proyecto que la Comisión ha presentado.
En los días en que el problema del fútbol profesional explotó con una huelga de jugadores, nos percatamos de distintos hechos lamentables para el pueblo de Chile. En primer lugar, el desastre económico del club Colo-Colo, el más popular de Chile; porque puede ser que algunos colegas no encuentren que sea el mejor; pero, sí, estarán de acuerdo conmigo en que es el más popular; y aparte de su bancarrota económica, el hecho de que Moreno y Lepe, dirigentes de los jugadores, fueran proscritos de todos los clubes profesionales. Fue así como el jugador Mario Moreno, secretario del Sindicato de Jugadores Profesionales, tuvo que emigrar de nuestro país, porque se le puso en una lista negra, lo cual significaba que no podía jugar en ningún club profesional del país.
Las cosas se estaban desarrollando así, en esos momentos, en el fútbol profesional; o sea, verdaderas "maffias", que han hecho el gran negocio con este deporte profesional, castigaron a estas personas por haber tenido el valor de querer darse una organización, las cuales, desgraciadamente, se encontraron con la debilidad y la ignorancia de algunos que no supieron entender su gesto.
Deseo expresar aquí mi admiración a aquellos muchachos que, incluso, sacrificando la permanencia en su país, como es el caso de Moreno; y su cariño a un club deportivo, tuvo que abandonar nuestro territorio, obligado a ello por la prepotencia de aquéllos que han usufructuado del fútbol, de aquellos para quienes esta actividad ha sido el gran negocio, y a los cuales se ha referido el colega Millas.
Considero que el fútbol es un deporte que entretiene, especialmente al hombre de nuestro pueblo. Quienes concurrimos a los campos deportivos los domingos, cuando tenemos tiempo para ello, vemos cómo, apretado en un microbús, con un pequeño bolso en que lleva "sandwichs", el obrero, con su niños, se traslada al estadio; y lo hace para disfrutar de uno de los pocos placeres que la vida da a los trabajadores: el de ir a ver a su equipo; a sufrir o a gozar, con el club de sus amores.
Por eso, queremos que se reglamente el fútbol profesional; porque no se trata ni del golf, ni del esquí, ni del tenis que, siendo deportes importantes, no son populares. En el fútbol el que apasiona al trabajador y el que entusiasma a la juventud; y los que hemos recorrido las poblaciones sabemos que, en todos los barrios, se aspira a una pequeña cancha para que los muchachos jueguen. Y los que llevamos muchos años en torno de los clubes de fútbol -fui también dirigente de uno de ellos hace muchos años-, hemos pensado siempre que un niño proletario, que no tiene, a veces, más entretención que una simple pelota hecha con una media vieja, puede llegar, con el paso del tiempo, a convertirse en una estrella del fútbol profesional. Yo conocí, por ejemplo, a Colo-Colo Muñoz, joven jugador que venía de un hogar obrero de Tocopilla, del norte de nuestro país, y quien se convirtió en una gran estrella del fútbol.
Sabemos que los niños proletarios, que no tienen ni siquiera un juguete y que son, muchas veces, el caldo de cultivo de la delincuencia y de la amargura, a través de este deporte, que les apasiona, logran, a veces, convertirse en hombres que no sólo encuentran un destino para sus vidas, sino también la manera de dar satisfacciones a sus iguales.
Por eso, queremos y respetamos el fútbol. Somos partidarios de reglamentarlo, en primer lugar, porque quien financia los grandes espectáculos futbolísticos es el trabajador chileno; es él quien hace los grandes sacrificios para concurrir a los estadios durante los campeonatos y especialmente cuando se realizan partidos internacionales.
Consecuentes con esta actitud, hemos formulado una indicación para que el Ministerio respectivo rebaje el precio de las entradas a las que ahora se llaman tribunas de maratón, y que significan encarecer las localidades con mejor visual que el trabajador tenía antes para poder presenciar los partidos con más comodidad. Ahora vemos esas localidades desiertas, especialmente en los partidos de esta temporada, porque el valor que ellas tienen no alcanza a ser cubierto por los escuálidos bolsillos de los trabajadores.
Siempre hemos pensado que no hay razón alguna para que este deporte, que paga el pueblo, tenga dirigentes que se consideran mecenas, y que son señores millonarios que han llegado a las directivas de los clubes o a la de la Asociación Central de Fútbol para disfrutar de este negocio, creyendo que sólo ellos pueden dirigir esta actividad, en circunstancias que es el pueblo quién financia y hace posible la realización de los grandes espectáculos deportivos, al pagar una humilde entrada a galería.
Sentí mucha pena cuando tuvo que irse Mario Moreno, muchacho que estuvo jugando en Colo-Colo, si no me equivoco, durante veinte años; ingresó en sus divisiones inferiores siendo niño.
En una comida, a la que tuve la suerte de ser invitada, en la cual se despedía a Moreno y estaba presente Lepe, aquel joven dijo que si en Chile le ofrecieran la tarea de enseñar a jugar fútbol a los niños modestos, se quedaría. Pero nadie le brindó esa oportunidad. Y no se la ofreció nadie, porque Moreno había tenido la audacia de organizar no sólo un sindicato de futbolistas, sino que se había enfrentado a algunos de estos señores dueños del fútbol profesional, para decirles que él reclamaba un poco de justicia y de respeto para sus iguales.
Por eso, estamos de acuerdo en que se debe legislar sobre esta materia, para que el fútbol deje de ser algo que a nosotros nos cuesta creer. Los colegas que formaron parte de esta Comisión Especial y muchos otros que se interesan por este asunto, saben que hay señores que son dueños de los pases de los jugadores; como quien dice, son propietarios de la vida de los jugadores, pues ellos los venden a determinados clubes, pero, cuando el negocio se realiza, los que se llevan la parte del león son estos caballeros. Además, después los venden al club que ellos estiman conveniente. O sea, son verdaderos negreros, que viven del fútbol profesional, especialmente de estos muchachos modestos salidos de una cancha de barrio y que, muchas veces, con sus actuaciones son los únicos que le proporcionan verdadera alegría a nuestro pueblo.
Aquí se ha nombrado al señor Ratinoff, quien hizo un gran negocio con el Campeonato Octogonal. Yo pregunté si acaso ahora estaba preso este señor. Pero conocemos cómo es la justicia en nuestro país. No está preso; al contrario, está muy bien. Goza de muy buena salud, como gozan de buena salud muchos de aquéllos que han saqueado a los clubes, que han saqueado a la Asociación Central de Fútbol y que, en todas partes, son considerados personas respetables, a quienes, incluso, se les trata de señores y de caballeros.
Como he dicho, yo defiendo al fútbol profesional, porque al pueblo le gusta el fútbol y en él encuentra alegría. Pero no se debe negociar con esta única alegría que tienen los trabajadores. Hay que impedir que eso suceda y por eso, en este proyecto que ha entregado la Comisión, se trata de reglamentar no sólo lo que debe ser la previsión de los futbolistas, de los utileros, de los médicos de deportistas, los que deben existir en mayor cantidad aún, sino que se reglamenta también a la propia Asociación Central de Fútbol, uno de los elefantes blancos que jamás han sido tocados realmente. En particular no tengo nada en contra de muchas de las personas que la integran. Incluso, por el tiempo que he estado desligada de estas actividades, ni siquiera las conozco personalmente, pero veo cómo cuando hay un partido importante encarecen las entradas e inmediatamente se ponen dificultades para que el pobre Juan Pueblo no pueda llegar al Estadio.
Por eso, pensamos que deben reglamentarse estas cosas, porque ya está bueno que terminen los negociados.
El Estadio Nacional no es propiedad de la Asociación Central de Fútbol. Cuando se construyó, recuerdo que mucha gente decía que para qué se construía ese tremendo estadio cuando no iría nadie. Y todos sabemos cómo a veces se hace chico para contener todo el entusiasmo popular que allí se derrama.
El Estadio Nacional no sólo debería servir al fútbol profesional: Deberían también llegar a él los mejores futbolistas amateur. Debería ser, en cierta medida, el lugar en donde se lucieran nuestros atletas y donde nuestra juventud tuviera la posibilidad de demostrar sus habilidades.
Aún más, la ciudad debería estar rodeada de estadios y de campos deportivos. Los romanos, en una época, decían que al pueblo había que darle "pan y circo"; ya que el pan está escaso, por lo menos debieran darle al nuestro aquellos espectáculos que le proporcionan alegría, aunque sea el fin de semana. Ya que el bolsón con que las mujeres van a la feria, al mercado, al matadero, es cada día más chico, ya que este "índice" del costo de la vida se ve más empobrecido, por lo menos, deberían, a través de los deportes, darse las posibilidades para que el pueblo tuviera un escape, una llave siquiera, a través de la cual vaciar a veces su amargura y, a veces, su alegría.
En esta sesión, los colegas han dado muchos antecedentes, porque todos los que han intervenido en esta materia, la dominan, la entienden y, porque a todos, de una u otra manera, nos interesa bastante la actividad deportiva. Claro que debemos hacer diferencia entre los que nos interesa el deporte, en cuanto él es bueno para el pueblo, y entre aquellos a quienes les interesa el deporte, particularmente el fútbol profesional, en cuanto significa para ellos jugosas ganancias.
En nombre de los parlamentarios de nuestro partido, anuncio que, no sólo apoyamos las ideas contenidas en este proyecto de ley, sino que seguiremos bregando para que éste sea sólo un punto de partida y para que el Parlamento se preocupe seriamente no sólo de esta rama del deporte sino también de aquellas otras que interesan a nuestro pueblo y que convienen a nuestros conciudadanos para su desarrollo físico, moral y espiritual.
Quisiera aprovechar la oportunidad para decir que espero que esta sesión de la Cámara, en que se hace justicia a estos jugadores que fueron los iniciadores de la idea de dar al fútbol un régimen legal mediante el cual obtener contratos verdaderos de trabajo que les impidan quedar sometidos a estos negreros del fútbol, significará también un reconocimiento especialmente para aquellos jugadores que, por el hecho de haberse convertido en dirigentes de los futbolistas profesionales, fueron proscritos por la Asociación Central de Fútbol. Por mi parte, rindo un homenaje a Moreno y a Lepe, dos muchachos jóvenes que, sin ser mecenas ni millonarios, quisieron dar al fútbol una cara distinta, una cara limpia, una cara decente y que por esta razón, han debido pagar bastante cara su audacia.
En nombre de los Diputados socialistas, anuncio, por lo tanto, que nosotros vamos a apoyar la iniciativa contenida en el informe que ha entregado la Comisión, y nuevamente felicito muy calurosamente a nuestro colega Sota, quien, con tanta ecuanimidad, ha expuesto un problema que apasiona a todo el pueblo chileno.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
A continuación, está inscrito el señor DiputadoEduardo Osorio.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor OSORIO.-
Señora Presidenta, en primer lugar, debo felicitar cordialmente al colega Vicente Sota, Presidente de esta Comisión Especial, por dar feliz término al trabajo que le encomendara esta Honorable Cámara. Y lo felicito, y hago extensiva esta felicitación a los demás componentes de la Comisión, porque en estos últimos veinte años la Cámara ha nombrado innumerables Comisiones Especiales, sobre todo investigadoras y, de acuerdo con los antecedentes que tenemos, han dado término a su trabajo, cumpliendo con el mandato que les entregaron sus colegas de la Cámara, apenas siete Comisiones. En veinte años, ésta es una de esas excepciones. Por eso, vayan para ellos estas felicitaciones.
A pesar de no haber sido nunca dirigente deportivo, soy un hombre que sigue, ya sea desde cerca o desde lejos, a través de la prensa y de la radio, los eventos deportivos. Tuve la suerte de presenciar aquel memorable Campeonato Sudamericano que se llamó "el Sudamericano de Recordón", que se desarrolló a Estadio lleno, a pesar de ser el atletismo un deporte que lleva muy poca gente a nuestros estadios. Tuve posteriormente la suerte de ver el Campeonato Mundial de Fútbol de 1962. Y la verdad es que, ahora, cuando leemos la prensa, nos da pena ver lo que está sucediendo en el deporte, sobre todo, en los clubes profesionales de fútbol, cuyos dirigentes deberían tener la obligación, en primer lugar de estudiar el financiamiento de sus clubes para que éstos puedan pagar a sus jugadores los emolumentos correspondientes y no ver el triste espectáculo, casi todos los meses, de que los jugadores, que viven de este deporte que es su profesión, además de que quieren al deporte, tengan que ir a una huelga para presionar a estos dirigentes insensibles.
¿Pero a qué se debe esto? Se debe a que generalmente a las directivas de los clubes profesionales llegan personas que nunca han tenido nacía que ver con el deporte. Llegan por el solo hecho de tener una cuantiosa fortuna y, sobre todo, una extraordinaria cuenta bancaria. Pero resulta que estos dirigentes ayudan a su club sólo durante un par de meses para poder figurar en la prensa y ser destacados en las radios de la ciudad donde éste está radicado o sencillamente aquí en Santiago.
Por eso, en realidad, el trabajo de esta Comisión debe llenarnos de satisfacción, sobre todo, cuando vemos clubes como el Colo-Colo, totalmente en quiebra. ¿Pero ha tomado la Asociación Central algunas medidas para que esto que le ha sucedido a la popular institución no le vuelva a suceder a ninguna de sus congéneres? Indudablemente que no. Aquellos que estamos acostumbrados a leer la prensa deportiva, sabemos que un club que hoy milita en la División de Honor, Deportes Concepción, antes de comenzar su actuación en ella tenía un déficit de más de 300 millones de pesos y ahora ancla detrás de la Asociación Central en procura de un préstamo. ¿Y no sabemos, acaso, que cuando el propio Presidente de la República visitó la ciudad de Concepción, sus dirigentes se acercaron para solicitarle un préstamo con el objeto de poder financiar este déficit para participar en la División de Honor? Sí, señora Presidenta. Esto es lo que en realidad debe terminar, y, ojalá, el estudio de esta Comisión, sus conclusiones y el proyecto de ley que aprobaremos hoy sirvan para ello.
Pertenecí como socio a un club profesional durante muchos años, y me retiré, porque si hay algo -perdónenme la expresión- que me asquea y me ha asqueado siempre es el cohecho, y eso también existe dentro de algunos clubes profesionales. Recuerdo haber llegado una vez a votar por una directiva para ese club. Estaba en ese tiempo sin trabajo, pero junté algunos pesos para poner mi carnet al día, con el objeto de votar por una determinada lista, que a mí me parecía era la que podía sacar adelante al club de mis amores. Cuando llegué a su sede social, se me acercó una persona, me pidió el carnet, lo puso al día y no quiso cobrarme las cuotas correspondientes. Yo le dije: "Yo soy socio y vengo a pagar mis cuotas para que se financie el club". Me dijo esta persona que no había necesidad, porque esas cuotas las pagaba precisamente el sector por el cual yo iba a votar.
Desde entonces no he pertenecido nunca más a ninguna institución deportiva. Tanto es así que siendo representante de la provincia de Aconcagua no pertenezco ni al "Unión San Felipe" ni al club de deportes "Trasandino de Los Andes".
El señor GIANNINI.-
¡Mal hecho!
El señor OSORIO.-
No pertenezco a ninguno por miles de razones que no voy a dar a conocer, porque, por desgracia, hay cierta diferencia dentro de la familia aconcagüina, que no me agradan y que deseo terminen alguna vez. Les he manifestado que el día que se unan y que haya un solo club que represente auténticamente a toda la provincia de Aconcagua, ingresaré a él, pero como la familia está desunida, no se puede pertenecer a ninguno, a pesar de los deseos y el cariño que siento por ambos clubes.
De todas maneras, el colega señor Orlando Millas se refirió hace un momento al club "Unión San Felipe". Es totalmente efectivo que nunca se ha llamado a concentraciones al pueblo de San Felipe para tratar los graves problemas de la sequía, pero si la convocáramos se juntarían trescientas, quinientas y hasta mil personas. Si llamáramos a una concentración para dar a conocer los alcances de un proyecto de ley, lo mismo; si citáramos a una concentración para tratar los problemas de los trabajadores, también. Y esto hay que reconocerlo con toda hidalguía. Pero hay una cosa cierta, el pueblo de San Felipe se reunió en la plaza para protestar contra una medida arbitraria. ¿Cuál era? El castigo impuesto a los tres mejores jugadores del equipo. Y allí se reunió, como nunca antes había ocurrido, una multitud extraordinaria para reclamar por este hecho insólito, que como representante de Aconcagua condeno en la forma más enérgica.
¿Por qué, señora Presidenta? Porque estos jugadores son el producto del esfuerzo de un pueblo, ya que fueron comprados con los ahorros, peso a peso, de los obreros, de los campesinos, de los empleados de San Felipe. Pero resulta que una decisión arbitraria de un tribunal de penalidades no permitió que continuaran actuando estos jugadores, porque para la Asociación Central, San Felipe no es una plaza importante.
Sin embargo, nosotros podemos decir que la única entretención que tiene San Felipe es el deporte y, domingo a domingo, multitudes se reúnen en el estadio de San Felipe a aplaudir a su equipo o al club visitante, porque sus habitantes son verdaderos deportistas. Además, es la única diversión barata que va quedando en Chile donde puede recrearse el espíritu. Por eso es que hacían falta las resoluciones de esta Comisión y, además, es indispensable que aprobemos este proyecto de ley.
Todo el pueblo de San Felipe se reunió para defender a su club de la injusticia cometida por el Tribunal de Penalidades, y los parlamentarios de la provincia de Aconcagua, por lo menos así lo entiendo yo, tenemos la obligación de levantar nuestra voz, también, en defensa de esa institución deportiva que representa auténticamente a la tres veces heroica capital de Aconcagua y, además, porque esa es la inquietud de los hombres, de las mujeres, de los jóvenes de todo un pueblo que no tiene, como decía denantes, una diversión más barata que el deporte; que cada vez que el club de sus amores gana, para ellos es una verdadera fiesta y desde esta tribuna les entrego mi afecto y mi solidaridad más absoluta.
Por otra parte, creo que ahora se le hace justicia a los trabajadores del fútbol profesional, quienes dejarán de ser lo que, algunos dirigentes han querido que sean: verdaderos -perdónenme los jugadores- animalitos de transacción, porque así es como los transan. Hay jugadores que han pertenecido siempre a un club, que quieren la camiseta, que no desean irse, como es el caso, como muy bien me lo anota la colega señora Carmen Lazo, de Jorge Toro, que no deseaba irse a jugar a Italia, que quiere volver al club donde estuvo jugando, al equipo de sus afectos Colo-Colo. Ha pedido por favor que lo reintegren al fútbol profesional chileno. ¿Por qué tuvo que irse? Porque a los dirigentes se les ocurrió transarlo. Y así como lo han hecho con Toro, han sido objeto de transacción también muchos jugadores a lo largo de Chile.
Nosotros queremos que alguna vez el hombre que "chutea" el balón en la cancha de césped sea también un ser humano que pueda cobrar por su trabajo, que pueda laborar donde él desee y no donde convenga a los intereses de los dirigentes.
Por eso es que nosotros los diputados socialistas populares apoyamos todas las conclusiones de esta Comisión y votaremos favorablemente el proyecto de ley que esta mañana nos ha leído el colega señor Vicente Sota.
Nada más.
El señor SOTA.-
Pido la palabra.
La señora RETAMAL.-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor SOTA.-
Señora Presidenta, quiero agradecer a los colegas las expresiones tan elogiosas que han tenido para el trabajo de esta Comisión y, especialmente, para quien la ha presidido. Debo decir que para nosotros ha sido realmente un motivo de satisfacción poder llevar a feliz término el encargo que nos hiciera la Cámara.
Celebro que nuestro colega señor Osorio haya hecho notar que ésta es una de las siete Comisiones, de todas las que ha designado la Cámara en los últimos veinte años, que ha cumplido con su deber. Por eso es que, junto con agradecer estos elogiosos términos en que se han referido a mi persona algunos colegas, he querido destacar la forma cómo se ha cumplido un deber por parte de los integrantes de esta Comisión.
Quiero, asimismo, dejar constancia del celo que los funcionarios de la Dirección del Trabajo, el propio señor Director del Trabajo, don Patricio Larraín, y el señor Subsecretario del Trabajo, don Jorge Morales, pusieron en la redacción del proyecto de ley que ahora pido que se considere y se someta a votación. Fueron ellos quienes emitieron un dictamen, que los colegas podrán encontrar en el informe que tienen en sus pupitres, en el que se consideraba al deporte profesional como un trabajo. Asimismo, fueron ellos los principales redactores del proyecto de ley que nos ocupa. Y, por eso, me parece una obligación elemental reconocer la participación que les cupo.
Quisiera solicitar a la señora Presidenta que suspendiera un momento la sesión para llamar a otros Diputados que están en las Comisiones de Hacienda, de Economía, de Gobierno Interior y de Constitución, Legislación y Justicia, para que puedan participar en la votación.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Se va a llamar, oportunamente, por cinco minutos, a los señores Diputados.
El señor SOTA.-
¿Cuál es la hora de votación?
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Las 12 horas 59 minutos, señor Diputado.
El señor MORALES (don Carlos).-
¡Falta poco!
La señora RETAMAL.-
Ofrezco la palabra.
El señor SOTA.-
En ese caso, señora Presidenta...
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor SOTA.-
...quisiera continuar haciendo algunas observaciones.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Puede continuar Su Señoría.
El señor SOTA.-
Señora Presidenta, me pareció escuchar que nuestra colega señora Carmen Lazo había formulado una indicación...
El señor MORALES (don Carlos).-
Es un proyecto de acuerdo.
El señor MILLAS.-
No es indicación al proyecto de ley.
La señora LAZO.-
Es un proyecto de acuerdo, porque el trámite es distinto.
El señor SOTA.-
Exactamente, porque quiero explicar a la señora Lazo y a los señores Diputados que en el informe de la Comisión se incluye el texto del reglamento para su uso, concesión y funcionamiento del Estadio Nacional. Revisándolo, puede colegirse que la fijación del precio a la entrada al Estadio Nacional no es motivo de ley. De tal manera que queda aclarado este asunto.
Finalmente, quiero concordar con lo expresado por el señor Millas, que también hizo notar nuestro colega señor Carlos Morales, en el sentido de que los estatutos sociales de la Asociación Central de Fútbol necesitan una modificación. El texto podría ser revisado por los colegas, porque también está en el informe de la Comisión.
Estamos seguros de que el texto no es suficientemente claro respecto de algunos reglamentos que aplica con frecuencia la Asociación, que afectan a la contratación y a las remuneraciones de los futbolistas profesionales. Por eso, en nuestro proyecto de ley se faculta al Presidente de la República para fijar normas especiales respecto de los requisitos que deberán cumplir las corporaciones deportivas para obtener personalidad jurídica.
Esto es cuanto quería hacer presente, señora Presidenta.
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación general el proyecto.
Si le parece a la Cámara, se aprobará.
Aprobado.
Como no ha sido objeto de indicaciones, queda también aprobado en particular.
Solicito el asentimiento unánime de la Cámara para que el señor Prosecretario dé lectura a un proyecto de acuerdo que han presentado varios señores Diputados.
Acordado.
El señor LARRAIN (Prosecretario).-
Proyecto de acuerdo presentado por la señora Lazo, doña Carmen, y por los señores Millas y Aguilera, Comité Socialista:
"CONSIDERANDO:
"1º.- Que el Estadio Nacional constituye un aporte de la colectividad al deporte y, en primer término, al fútbol profesional;
2º.- Que el Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción ha autorizado tarifas demasiado elevadas a las entradas al Estadio Nacional, llegándose al extremo de permitir que una parte de las localidades que debieran tener un valor más molesto se clasifique, arbitrariamente, como "tribuna de maratón" para encarecer el acceso a ella, y
3º.- Que lo expuesto impide a gran cantidad del público concurrir a alentar a sus equipos favoritos, por lo cual, por ejemplo, la Universidad de Chile ha resuelto, en el partido de hoy, renunciar a ese arbitrio por cobros excesivos,
La Cámara acuerda: Hacer presente al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción la conveniencia de revisar los precios autorizados a los espectáculos deportivos en el Estadio Nacional, a fin de evitar cobros excesivos, y solicitarle deje sin efecto la clasificación de algunas localidades como la supuesta "tribuna de maratón".
La señora RETAMAL (Presidenta accidental).-
Si le parece a la Cámara, se aprobará el proyecto de acuerdo.
Aprobado.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/599370
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/599370/seccion/akn599370-ds20-ds22