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- rdf:value = " CONVERSION DE LOS PRESTAMOS OTORGADOS POR EL BANCO DEL ESTADO DE CHILE DESDE LA VIGENCIA DE LA LEY 16.253 EN CREDITOS DE FOMENTOEl señor STARK (Vicepresidente).-
Entrando en la Tabla del Orden del Día, corresponde la discusión particular del proyecto de ley, de origen en un Mensaje, con urgencia calificada de "simple", informada en segundo trámite reglamentario por la Comisión de Hacienda, que autoriza al Banco del Estado de Chile para convenir la conversión de los préstamos otorgados en virtud de la ley 16.253 en créditos de fomento; consulta medidas para el reajuste de las cuotas de ahorro abiertas en el mismo Banco; facilita la emisión de "debentures" por parte de las sociedades anónimas, y dispone otras medidas de orden financiero.
-El proyecto de ley, en segundo informe, impreso en el boletín Nº 10.996-A, es el siguiente:
"Articulo 1º.- El Banco del Estado de Chile podrá convenir la conversión de los créditos otorgados desde la vigencia de la ley Nº 16.253 en créditos reajustables de fomento, siempre que el objeto de aquellos haya cumplido con las finalidades contempladas en ella.
Artículo 2º.- Agrégase a continuación del artículo 6º de la ley Nº 16.253, como artículo 6º bis, el siguiente: "En todos los juicios de cobro de las operaciones comprendidas en el artículo 6º de la presente ley, incluso en los juicios de quiebras, el pago se hará en moneda nacional, liquidándose el crédito por el valor que tengan las unidades de fomento a la fecha de dicho pago, de acuerdo con los artículos 3º y 4? del Decreto Nº 40 del Ministerio de Hacienda, de fecha 2 de enero de 1967.
Si el juicio fuere ejecutivo, no será necesaria la avaluación previa del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil".
Artículo 3º.- Reemplázase el inciso primero del artículo 1º de la ley Nº 16.407, por el siguiente: "Las cuentas de ahorro a plazo abiertas en el Banco del Estado de Chile, se reajustarán anualmente en el porcentaje del 100% de variación que en dicho período experimente el índice de precios al consumidor del departamento de Santiago, que determine la Dirección General de Estadística y Censos".
Artículo 4º.- Reemplázase el inciso penúltimo del artículo 1º de la ley 16.407, por el siguiente: "Las cantidades que gocen de reajuste en conformidad a lo dispuesto en este artículo devengarán el interés que determine el Directorio del Banco del Estado de Chile, con sujeción a lo dispuesto en el artículo 8º de esta ley. Sobre el saldo del depósito no reajustado se abonará el interés normal del depósito".
Artículo 5º.- Reemplázase el artículo 1º del Reglamento Nº 405 de cuentas de ahorro a plazo del Banco del Estado de Chile, publicado en el Diario Oficial de 15 de febrero de 1966, por el siguiente: "Tienen derecho a reajuste las cuentas de ahorro a plazo abiertas en el Banco del Estado de Chile, bajo dicha denominación, que se hallen vigentes al 31 de diciembre de cada año y que no registren en el año calendario un número superior de giros al que determine el Directorio del Banco del Estado de Chile, con aprobación de la Comisión Nacional del Ahorro.
Articulo 6º.- Suprímese el inciso segundo de la letra k) del artículo 14 del D.F.L. Nº 251 de 1960.
Artículo 7º.- Agrégase el siguiente inciso al artículo 235 de la ley Nº 16.617: "Los préstamos controlados e hipotecarios que el Banco del Estado de Chile otorgue a sus imponentes de ahorros estarán afectos al impuesto establecido en este artículo, y su producto se depositará en una cuenta especial en el Banco del Estado de Chile, quien lo administrará y destinará exclusivamente a completar el aporte que el Fisco debe efectuar a dicho Banco de conformidad a las disposiciones de la ley Nº 16.407. Este impuesto afectará a los préstamos que se otorguen a contar de 30 días después de promulgada la presente ley''.
Artículo 8º.- Las condiciones, plazos y modalidades de las emisiones o debentures a que se refiere el artículo 11 de la ley Nº 13.908 y las que se fijen en el futuro para los sistemas de ahorro a que se refiere el artículo 39, letra j) del DFL. 247 de 1960, el DFL. 205 de 1960, y el Decreto Supremo de Hacienda 11.429 del mismo año, el DFL. 251 de 1960 y la ley Nº 16.407, la ley Nº 16.253 y el Decreto Supremo de Hacienda 40, de enero de 1967, y el RRA., de 20 de 1963, deberán contar previamente con el informe favorable de la Comisión Nacional del Ahorro creada por Decreto Supremo 2.590, publicado en el Diario Oficial 26.651, del 25 de enero de 1967.
Artículo 9º.- Introdúzcanse las siguientes modificaciones a la ley Nº 4.657:
1º.- Intercalar en el Nº 6 del artículo 6º entre la palabra "interés", después de la "coma" que la sigue, y las palabras "la forma" las palabras "la forma de reajuste del empréstito".
2º.- Sustituir en el artículo 7º las palabras "la escritura de emisión será publicada íntegramente y" por las palabras "un extracto de la escritura de emisión aprobado por la Superintendencia de Compañías de Seguros, Sociedades Anónimas y Bolsas de Comercio será publicado"; y reemplazar las palabras "inscrita" y "anotada" por las palabras "inscrito" y "anotado".
3º.- Intercalar en el Nº 7 del artículo 9º entre la palabra "interés" después de la "coma" que la sigue y las palabras "la forma", las palabras "la forma de reajuste del empréstito".
4º.- Sustituir el inciso primero del artículo 10 por el siguiente: "El valor nominal inicial de cada bono no podrá ser inferior a cien escudos ni superior a cinco mil escudos".
5º.- Sustituir en el párrafo 2º del inciso primero del artículo 12 la palabra "Segunda" por la palabra "Primera", y en el segundo inciso de este artículo agregar después de la palabra "valor" las palabras "o la forma de determinarlo".
6º.- Sustituir el artículo 18 por el siguiente:
"Artículo 18.- Podrán emitirse bonos reajustables o a prima, fijando en este último caso para su suscripción una suma inferior a su valor nominal. Para la aplicación de las disposiciones legales que limitan el interés convencional se considerará en los bonos reajustables o a prima sólo la tasa de interés calculada sobre el valor nominal inicial del bono más el reajuste en su caso. Tanto el reajuste como la prima no se considerarán interés ni renta para ningún efecto legal para quien se beneficie con ellos. De la misma manera, la diferencia que obtenga el tenedor de bonos entre el precio de subscripción o adquisición y el de rescate o transferencia tampoco se considerará como renta para ningún efecto legal.
7º.- Agregar en el artículo 20 después de la palabra "interés" las palabras "y reajuste".
8º.- Sustituir en el artículo 22 las palabras "no podrá hacer uso alguno del dinero pagado por los suscriptores de los bonos", por las palabras "sólo podrá destinar el dinero pagado por los suscriptores de bonos a inversiones o bienes de fácil liquidación".
9º.- Agregar en el artículo 23 después de la palabra "intereses" las palabras "y reajuste".
10.- Agregar en el artículo 25 después de la palabra "bonos" las palabras "o a quien éstos indiquen".
11.- Suprimir en el artículo 29 la frase "con autorización de la junta de tenedores de bonos".
12.- Suprimir en el artículo 32 las palabras "por medio de sorteo de los títulos respectivos y sólo".
13.- Sustituir en el primer párrafo del inciso primero del artículo 33 las palabras "El sorteo de los bonos" por las palabras "En el caso que la amortización se efectúe por sorteo éste".
14.- Agregar en los artículos 35 y 41 después de la palabra "nominal" las palabras "más el reajuste en su caso".
15.- Agregar entre los párrafos sexto y séptimo un párrafo nuevo con el título "Autorizaciones especiales" y con el siguiente artículo nuevo:
"Artículo…- Para emitir bonos con reajuste será necesario que la sociedad emisora obtenga previamente una autorización especial para cada emisión de la Superintendencia de Compañías de Seguros, Sociedades Anónimas y Bolsas de Comercio, previo informe favorable del Comité Ejecutivo del Banco Central de Chile y de la Comisión Nacional del Ahorro creada por Decreto de Hacienda Nº 2.590 de 24 de diciembre de 1966.
Las Sociedades Anónimas que deseen emitir bonos con reajuste deberán cumplir los siguientes requisitos:
a) Acreditar que el empréstito tiene por objeto obtener los capitales de explotación o de inversión necesarios para el desarrollo de sus actividades.
b) Que el monto del empréstito guarde relación con el volumen de los negocios de la sociedad solicitante y que se encuentra suficientemente garantizado con el capital propio de la sociedad y los ingresos provenientes de sus operaciones. Sin perjuicio de que deba acreditarse esta circunstancia, estos empréstitos en todo caso deberán tener garantía debidamente calificada por la Superintendencia al autorizar la emisión.
c) Que el bono mediante el cual se colocará el empréstito cumple los requisitos de forma y fondo que establezca la Superintendencia.
d) Ofrecer una fórmula de reajuste equitativa que tenga por objeto preservar el valor adquisitivo inicial del empréstito para quien lo cubra.
Sin perjuicio de lo anterior, la Superintendencia, en la resolución que pronuncie aprobando la emisión del empréstito, podrá fijar las condiciones de la emisión y de la colocación respectiva con las más amplias facultades. Dicha resolución se protocolizará ante Notario Público, se inscribirá en el Registro de Comercio correspondiente, y se anotará al margen de la inscripción de la sociedad en el mismo Registro."
16.- Sustituir el artículo 75 por el siguiente:
"Artículo 75.- Los representantes de los tenedores de bonos y las empresas que se encarguen de la colocación de los documentos mercantiles a que se refiere esta ley, responderán de la culpa y negligencia en el cumplimiento de esta ley y de la violación de cualquiera de sus deberes que su carácter les imponga."
Artículo 10.- Agrégase al inciso segundo del artículo 1º de la ley Nº 16.394 el siguiente párrafo: "Estas mismas sociedades podrán también colocar en el público, en igual forma directa, bonos o debentures de su propia emisión, sujetándose a las disposiciones de la presente ley".
Artículo 11.- Se autoriza al Presidente de la República para dictar disposiciones que permitan el establecimiento de organismos privados con personalidad jurídica, destinados a recibir ahorros y otorgar préstamos reajustables o no, para la adquisición de vehículos motorizados, los que estarán sometidos a la fiscalización de la Superintendencia de Bancos.
En uso de estas facultades, podrá establecer normas relativas a la constitución, organización, funcionamiento, disolución y liquidación, capital con que deben constituirse y funcionar tales organismos, garantías que deben rendirse, procedimiento a que deben ceñirse y multas que deban pagarse. Podrá, además, dictar las disposiciones legales tendientes a regular las operaciones en general, créditos y depósitos y a fijar sus plazos, tasas de interés y formas de reajuste; colocaciones e inversiones que puedan realizar y encajes que deban mantener y las limitaciones o prohibiciones a que queden sujetos tales organismos.
Asimismo, el Presidente de la República queda autorizado para otorgar a las personas que se acojan al sistema de ahorro indicado en el inciso 1º, las siguientes franquicias:
a) Los reajustes de depósitos o instrumentos de ahorro, no se considerarán renta;
b) Los intereses repartidos a los ahorrantes estarán exentos del impuesto de Primera Categoría de la Ley de la Renta, pero afectos al impuesto Global Complementario;
c) Los intereses repartidos a los ahorrantes, estarán exentos del impuesto a los servicios, y
d) No formarán parte del activo del patrimonio del ahorrante, los ahorros en estas instituciones y sus reajustes.
Los textos que se dicten en uso de las facultades conferidas por este artículo podrán ser modificadas por el Presidente de la República dentro de los dos años siguientes a su publicación en el Diario Oficial.
Artículo 12.- Modifícase el artículo 54 de la ley Nº 11.704 en el siguiente sentido:
"Colócase un punto a continuación de la palabra "negocio" y suprímese a continuación la frase: "hasta un límite de 200 sueldos vitales mensuales en el pago total en el año" y sustitúyese la expresión "Eº 500" por la siguiente: "un sueldo vital anual clase A. del Departamento de Santiago".
Artículo 13.- Agréganse los siguientes incisos finales al artículo 54 de la ley Nº 11.704:
"El recargo que establece este artículo se aplicará sobre el capital efectivo con que gire el negocio cada año. Dicho capital deberá ser igualmente considerado para los efectos de la aplicación de las patentes mínimas que esta disposición establece".
"A fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en el inciso anterior, los contribuyentes afectos al pago de patentes, de las señaladas en el inciso 1º de este artículo, deberán presentar una declaración anual sobre el monto del capital con que operan ante la Municipalidad de la Comuna respectiva, acompañando copia del balance presentado ante Impuestos Internos".
"El 50% de los fondos que obtengan las Municipalidades por concepto de recargo de capital, será destinado a incrementar el ítem de Obras de Adelanto Local de cada Comuna".
Artículo 14.- Aplícase también al personal de la Corporación de la Reforma lo dispuesto en el artículo 110 de la ley 16.840.
Artículo transitorio.- Las modificaciones que la presente ley introduce al artículo 54 de la ley Nº 11.704 no afectarán, en ningún caso, la validez de los pagos que hubieren efectuado los contribuyentes en un sentido diverso, con anterioridad a su vigencia."
El señor STARK (Vicepresidente).-
En conformidad con lo dispuesto en el artículo 127 del Reglamento, se declaran aprobados, por no haber sido objeto de modificaciones en la discusión del primer informe ni de modificaciones en el segundo, los siguientes artículos: 1º, 3º, 4º, 5º, 6º, 8º, 9º y 10.
En discusión el artículo 2º.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
No hay quórum. Sólo han votado 24 señores Diputados.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación.
Ruego a los señores Diputados no abstenerse.
-Repetida la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Ha vuelto a producirse la ineficacia de la votación, por falta de quórum.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación por el sistema de sentados y de pie.
-Repetida la votación en forma económica, por el sistema de pie y sentados, dio el siguiente resultando: por la afirmativa, 32 votos; por la negativa, 1 voto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Aprobado el artículo 2º.
Sobre el artículo 7º.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
No hay quórum de votación; sólo votaron veintisiete señores Diputados.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación. Ruego a los señores Diputados no abstenerse.
-Repetida la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Nuevamente ha sido ineficaz la votación; sólo votaron veintiocho señores Diputados.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación por el sistema de sentados y de pie.
-Repetida la votación en forma económica, por el sistema de pie y sentados, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 33 votos.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Aprobado el artículo 1º.
Sobre el artículo 11, ofrezco la palabra.
El señor CADEMARTORI.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
El señor Cademártori, don José, puede hacer uso de la palabra para referirse al artículo 11.
El señor CADEMARTORI.-
Señor Presidente, el artículo 11, nuevo, introducido en la Comisión de Hacienda mediante una indicación del Ejecutivo, permite el establecimiento de organismos privados destinados a recibir ahorros y a otorgar préstamos reajustables o no reajustables para la adquisición de vehículos motorizados.
En este mismo artículo se conceden franquicias de carácter tributario a las personas que se acojan a este sistema. Los reajustes no se consideran rentas; los intereses no pagan el impuesto de primera categoría ni el impuesto a los servicios; los ahorros no forman parte del activo del patrimonio del ahorrante.
Este artículo resulta ser una desagradable sorpresa con que nos encontramos en este proyecto de ley. Se trata, sin lugar a dudas, de crear un sistema preferencial, sujeto a una serie de privilegios tributarios, para el financiamiento de las operaciones que dicen relación con la compraventa de automóviles. En los mismos momentos en que en el Senado de la República se está debatiendo un proyecto de ley para eliminar o reducir franquicias tributarias, el propio Ministro de Hacienda, en representación del Ejecutivo, introduce en la Cámara, en este proyecto de ley, una disposición tendiente a barrenar, a contradecir el propósito que da a conocer en el Senado sobre la racionalización de franquicias tributarias.
Parece que hubiera dos Ministros de Hacienda. Uno está reconociendo ante el país que se ha llegado a toda clase de abusos en materia de tributación, de privilegios y de discriminaciones y que ha llegado la hora de racionalizar o, por lo menos, de reducir estas franquicias, que no son otra cosa que formas de evasión que favorecen al gran capital nacional y extranjero. En cambio, "otro" Ministro de Hacienda ha introducido aquí, en la Cámara, en el proyecto que estamos tratando, un artículo que está destinado a crear nuevas franquicias, nuevos privilegios tributarios, que, del mismo modo, van a favorecer a aquellos capitalistas que depositen sus fondos en el negocio del financiamiento de la compraventa de automóviles.
Señor Presidente, resulta, como digo, una verdadera ironía lo que está sucediendo con este Gobierno. Y este proyecto tiene trámite de urgencia. Se está tratando hoy, aquí en la Cámara, con preferencia a numerosos vetos que esperan ser despachados por el Parlamento y en que se trata de materias que benefician a uno u otro sector de trabajadores. Se postergan materias legislativas destinadas a resolver graves problemas de orden social pendientes en el país y problemas económicos, como, por ejemplo, el del sector de jubilados y montepiadas del país, que hoy en la mañana han tenido una concentración pública para protestar enérgicamente por la "tramitación" de que son objeto por parte de este Gobierno y de sus autoridades en el reajuste de las pensiones. Naturalmente que en esta concentración de los jubilados no estaba ningún parlamentario de la Democracia Cristiana. No hubo ninguno que fuera a defender al Gobierno. No hubo nadie que fuera a recoger los problemas y las inquietudes de 60 mil jubilados….
El señor PARETO.-
¡Estábamos en la sesión del Congreso Pleno!
El señor STARK (Vicepresidente).-
¡Señor Pareto, don Luis, le ruego no interrumpir!
El señor CADEMARTORI.-
….que están indignados, con razón, por la "tramitación" a que han sido sometidos por parte de este Gobierno, que no sólo no les reajusta sus pensiones como corresponde,. . .
El señor ESCORZA.-
¡Falso!
El señor CADEMARTORI.-
…sino que, encima de todo, tampoco les paga las pensiones cuyo reajuste ya ha sido establecido por ley de la República. El señor Diputado no puede decir que esto es falso, porque, como ex ferroviario, debiera saber que, justamente, la Caja de Retiro de los Ferrocarriles del Estado es una de las cajas en donde no se pagan las pensiones a tiempo, y las mujeres montepiadas de Santiago tuvieron que hacer un paro…
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado Cademártori? Rogaría a Su Señoría referirse a la materia en debate.
El señor CADEMARTORI.-
Sí, señor.
Las mujeres montepiadas tuvieron que arrojarse a la línea del tren en la Estación Central para que les pagaran los reajustes adeudados.
El señor ESCORZA.-
Está equivocado.
El señor CADEMARTORI.-
Por eso, yo protesto por este artículo 11 que aquí se ha introducido a la mala, se podría decir, y todavía protesto más porque lo ha hecho el propio Ministro Zaldívar. Cuando en el Senado se está tratando un proyecto para eliminar franquicias tributarias, aquí nos inventan un nuevo sistema de franquicias tributarias. Esto rebasa ya todo límite, en cuanto a lo que es seriedad, a lo que es responsabilidad de gobierno. Aquí no hay ningún funcionario del Estado, no está ningún Ministro para explicar esta inconsecuencia, esta incongruencia de legislar en forma contradictoria, en un proyecto en un sentido y en otro proyecto en otro sentido.
De tal manera que yo solicito que este proyecto sea retirado en este instante del tratamiento de la Cámara, hasta que no venga el señor Ministro de Hacienda a explicar a qué se debe esta tremenda contradicción que se está produciendo.
El señor ROSALES.-
¡Muy bien!
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Ha terminado Su Señoría?
El señor CADEMARTORI.-
He hecho una solicitud, señor Presidente, y le rogaría que la formulara.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para acceder a lo solicitado por el señor Cademártori, don José.
No hay acuerdo.
Puede continuar Su Señoría.
El señor CADEMARTORI.-
Señor Presidente, no me extraña que el Diputado señor Marino Penna, de la Democracia Cristiana, se oponga a este tratamiento, que me parece el único lógico, racional y decente, y que se esté sonriendo, porque cree haber hecho una gracia a! obligar a que la Cámara despache una monstruosidad, como es este artículo 11.
Aquí hay un verdadero negociado, un negociado que favorece a unas cuantas firmas dedicadas a la armaduría de automóviles.
El señor ROSALES.-
¡Sí, señor!
El señor CADEMARTORI.-
Este es el fondo del problema: se quieren concentrar recursos financieros, se quieren otorgar franquicias para beneficiar a unas cuantas empresas, a fin de abrirles el mercado, a fin de facilitarles la colocación de sus productos. En un momento en que hay baja de la producción industrial, en que no se coloca la producción de los artículos de consumo esencial, en que no hay crédito para la industria, para el pequeño industrial, se pretende concentrar recursos financieros enormes en beneficio de unas cuantas empresas armadoras de automóviles.
El señor ROSALES.-
¡Sospechoso!
El señor CADEMARTORI.-
Por eso considero un verdadero negociado este artículo que vamos a votar esta tarde. Anuncio que los Diputados comunistas vamos a votar en contra de él y a denunciarlo enérgicamente.
El señor DAIBER.-
Pido la palabra.
El señor TUMA.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
El señor Daiber, don Alberto, puede usar de la palabra.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, como Diputado informante de la Comisión de Hacienda, quiero hacer algunas aclaraciones a las palabras vertidas por el colega Cademártori en cuanto a los verdaderos alcances de este artículo.
Como él lo dijo, este artículo permite el establecimiento de organismos privados destinados a recibir ahorros y otorgar préstamos reajustables o no reajustables para la adquisición de vehículos motorizados.
En cierta medida, yo comprendo la posición del señor Cademártori, porque ya cuando se discutió un proyecto, que tengo entendido está en el Senado, relativo a la industria automotriz, él y su partido tuvieron una posición absolutamente contraria al despacho de esa iniciativa.
Pues bien, el hecho es que en este momento, a la vuelta de tres años de una industria automotriz creciente y pujante, como la tenemos en el país, hay serias dificultades en la colocación de vehículos motorizados. Esto no puede quedar estancado en este momento, puesto que no solamente se trata de intereses de grupos capitalistas, sino que están interesados en este crecimiento automotor del país una infinidad de pequeñas industrias de partes y piezas, que, por supuesto, sufrirían si este crecimiento no pudiera continuar, se estancara o disminuyera.
Por otra parte, como se hizo ver en el seno de la Comisión, es indiscutible que para llegar a una disminución paulatina de los precios y a un acercamiento al valor internacional de los coches fabricados o armados en Chile, tiene que producirse una cantidad apreciablemente mayor. Parecería, por todos los datos que obran en nuestro poder, que estuviéramos recientemente, alcanzando ese máximo, y que si de ahora en adelante aumentara esta producción y si disminuyera, como parece ser la tendencia, el número de empresas, de grupos que se dedican a la fabricación de automóviles, pudiera, efectivamente, a la vuelta de algunos meses, producirse un descenso en los precios y un acercamiento al valor internacional de los automóviles.
Señor Presidente, ante todo, ya que mucho se habla del lujo de tener un automóvil, quiero dejar bien establecido que tener un coche para movilizarse, un camión, un camioneta, no es un lujo en la segunda mitad del siglo XX. Toda persona que trabaja necesita un vehículo; antes necesitaba un caballo; ahora éste se ha visto desplazado por el vehículo. Todo médico, ingeniero o empleado, debiera poseer un vehículo, porque es la única forma de llegar a tiempo al lugar de trabajo, de cumplir con las labores propias y, los fines de semana, tener las distracciones que todo individuo requiere.
El señor ACEVEDO.-
¿Me permite una interrupción?
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Daiber? El señor Acevedo le solicita una interrupción.
El señor DAIBER.-
Con mucho gusto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Acevedo.
El señor ACEVEDO.-
La verdad es que la razón que el colega Daiber está entregando a la Sala para justificar el artículo 11 es aquella precaución destinada a qué las empresas armadoras, los fabricantes de piezas, de conjuntos, de partes para vehículos de integración nacional, no tengan dificultades en el desenvolvimiento industrial.
Sobre esta materia, la Cámara conoció el informe de la Comisión Automotriz y, durante los años que la Comisión estuvo funcionando, hubo una permanente lamentación por no poderse contar con los antecedentes que justificaran, sobre todo, el precio de los vehículos. Esta fue una materia que la Comisión insistentemente trató de investigar ante la llamada Comisión Automotriz de la CORFO y ante la Dirección de Industria y Comercio.
En reiteradas oportunidades fue solicitada la presencia del actual Subsecretario de Economía y Comercio, señor Hernán Lacalle, para que entregara este tipo de antecedentes a la Comisión, y la verdad es que él nunca pudo contar con la totalidad de ellos. Y se presentaron casos tan exagerados como, por ejemplo, aquel de que entre un coche "Peugeot" armado en Europa y un coche "Citroen" armado en Chile había una diferencia del orden de los 70 dólares. Nunca se pudo establecer por qué los automóviles armados en Chile llegan a ese precio inmensamente alto, que en realidad no está al alcance de aquellas personas que los requieren para desarrollar sus actividades, como dice el "reclame", como una herramienta de trabajo. No han podido jamás estar al alcance del médico, del constructor, del ingeniero, del comerciante, etcétera, porque los precios oscilan entre 3 mil, 4 mil, 5 mil y 7 mil dólares.
Actualmente, el coche llamado Dodge Dart -la Cámara acaba de comprar uno para cambiar el de la Primera Vicepresidencia, pues el automóvil Chevrolet que tenía estaba en muy malas condiciones, con el tren delantero muy estropeado, y hubo que adquirir uno nuevo- tiene un valor de 70 mil escudos, vale decir, 7 mil dólares.
¿Es que vale 7 mil dólares un Dodge Dart en Estados Unidos? Es evidente que no los vale.
Por otra parte, nunca logramos aclarar un problema que se presentó en relación con algunas empresas. En determinada época, el Gobierno, mediante su política económica, restringió los créditos y, en coincidencia con dicha restricción, surgieron una serie de empresas en Chile que, por la calidad de sus productos, están recibiendo permanentemente dineros, los cuales, en vez de depositarlos en sus cuentas, los depositan en cuentas de otras firmas y sirven como préstamos. En la práctica son créditos que se han estado y se están otorgando con este tipo de armadurías de automóviles.
Les puedo indicar un caso y por eso….
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa? Reglamentariamente Su Señoría ha hecho uso de la interrupción ya hasta por cinco minutos. Por lo tanto, puede continuar el señor Daiber, don Alberto.
El señor ACEVEDO.-
Quería referirme también a Cemento "El Melón". Después pediré la palabra para entregar algunos antecedentes.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Daiber.
El señor DAIBER.-
El señor Pareto me ha solicitado una interrupción.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Pareto.
El señor PARETO.-
Señor Presidente, será muy breve, para no quitarle tiempo al colega y ajusfarme al Reglamento.
Quiero comenzar rechazando categóricamente los conceptos vertidos por el Diputado comunista respecto de este artículo, en el sentido de que favorecería los negociados. Y los rechazo categóricamente, porque los considero una insolencia. El señor Cademártori no tiene derecho a calificar un artículo del Gobierno en la forma en que lo ha hecho.
El señor ACEVEDO.-
Yo podría probar eso.
El señor PARETO.-
Esto está muy claro...
El señor ACEVEDO.-
Eso es lo que quería probar.
El señor PARETO.-
No hay ningún inconveniente en que pruebe, después, todas las cosas que quiera. Cuando se hace una afirmación, es conveniente confirmarla y demostrarla.
El señor ACEVEDO.-
Tengo nombres...
El señor PARETO.-
Señor Presidente, en los planteamientos formulados por el Subsecretario de Hacienda sobre esta indicación del Ejecutivo, se sostuvo que la industria automotriz -y es evidente lo de los precios y comparto plenamente lo que se ha dicho sobre el particular, porque este asunto lo consideramos larga y latamente en la Comisión investigadora y creo que hay una distorsión muy clara, de manera especial en la proporción de la integración nacional- necesitaba ser sometida a una profunda revisión.
El señor ROSALES.-
¿Y eso cómo se llama?
El señor PARETO.-
Estamos de acuerdo en que existe una distorsión. Este fue el precio que se tuvo que pagar cuando existían 24 industrias en la zona liberada de Arica. Entonces hubo muchos Diputados que defendieron a estas industrias. Baste s��lo recordar y revisar las actas de la época, en las cuales consta con qué pasión, con qué interés algunos Diputados de la zona defendían a las industrias automotrices "callampas" que había en Arica, que no eran industrias: eran -eso sí- negociados. En ellas había hombres, y contadores, muy prominentes de la política nacional.
La verdad es que con este artículo queremos materializar un anhelo de un gran sector de la clase media de la población. Para conocimiento de los Diputados señores Cademártori y Juan Acevedo, debo informar que, en particular en los minerales de cobre de Chuquicamata y Sewell, en el norte, hay gran interés por parte de los trabajadores, en tener la posibilidad de comprar un vehículo, grande o pequeño, a 5 ó 6 años plazo. Hoy no está a su alcance, primero, porque los plazos son sumamente reducidos. En la actualidad, un hombre de la clase media, un trabajador perfeccionado, no tiene acceso a comprar un vehículo.
Por eso sería conveniente que estableciéramos si el automóvil es o no un elemento de lujo. Yo declaro enfáticamente que para muchos sectores de trabajadores el automóvil no constituye un elemento de lujo. Aquí hay muchos señores Diputados que poseen vehículos, y a quienes se les haría mucho más difícil el desempeño de sus funciones si no lo tuvieran.
Estimamos que podernos estar discrepando en la forma de hacerlo y que, en lugar de crear este tipo de financiamiento, bien podríamos entregar a las Asociaciones de Ahorro y Préstamos, que tienen un control directo por parte de los organismos estatales, la posibilidad de recoger los ahorros de quienes se interesen por adquirir un vehículo. Si una persona desea hacer hoy día un ahorro y quiere canalizar su ahorro a un fin determinado, nadie le puede negar ese derecho. Hoy día cualquier persona va al Banco Central y adquiere un Certificado de Ahorro, va al Banco del Estado y efectúa un ahorro. Pues bien, ese ahorro va a incrementar los fondos del instituto bancario, el que después los destina a hacer prestaciones a la producción. El ahorrante no es dueño de su dinero, sino que, en definitiva, el que le da destino es el banco.
Ahora, con esta iniciativa se da la posibilidad, a quien se interese por realizar este tipo de ahorro con un fin determinado, de gozar de la misma garantía que rige para el que quiere comprar una casa, ya sea por intermedio de la CORVI o de una Asociación de Ahorro y Préstamos. Así, grandes sectores de trabajadores tendrán esa oportunidad. Por ejemplo, hoy día están interesados los trabajadores del cobre; mañana lo estarán los empleados "bancarios, los profesionales, los pequeños comerciantes e industriales en adquirir un vehículo. De esta manera ellos tienen la posibilidad de ahorrar con el fin determinado que desean, de comprar un vehículo a cinco o seis años plazo, que hoy no poseen, porque las deudas y los saldos insolutos que tienen que pagar por los vehículos no está al alcance de su situación económica.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el Diputado informante, don Alberto Daiber.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, lo que dijo el colega Acevedo en cuanto al precio excesivo de los automóviles, que está muy por encima del internacional, lo compartimos todos los sectores. Pero no cabe la menor duda de que industrias de esta magnitud exigen inversiones extraordinariamente altas para disponer de maquinarias que no existían en el país y que recientemente, hace pocos meses, se han podido instalar, como las forjas estampas, que permitirán que, a la larga, se produzca un abaratamiento en el costo del vehículo y una mejor calidad del producto, ya sea en los niquelados, en los detalles, etcétera, lo que, a la postre, conducirá también a un mejor intercambio con los demás países de la ALALC. Es decir, en la medida en que podamos producir más y, por lo tanto, vender más vehículos en el mercado interno y, posteriormente, en el intercambio ALALC, sólo en esa medida podremos ir bajando los costos.
Pero si es muy simple. En este momento nos extrañamos del precio de los vehículos. Yo les pregunto a los Honorables colegas: ¿por qué no se permite la libre exportación de "fittings", por ejemplo, que el país está fabricando desde hace unos 40 ó 50 años? Pues bien, la industria nacional, incluso en esta materia tan sencilla, no ha podido lograr las calidades y los precios necesarios como para competir con las mercaderías importadas del mismo rubro.
Por eso, creo que es un cargo relativamente barato el que ha hecho el colega, sobre todo frente a los muchos antecedentes que hemos ido recogiendo quienes hemos estado interesados en este problema.
Sin embargo, es otro asunto el que quiero anotar. En este instante, el volumen de transacciones que hay en todo el sector alcanza a 800 millones de escudos y sólo un 20% de estas ventas se efectúa al contado; todo el resto, el 80%, es a plazo, mediano o largo. De modo que hay, aproximadamente, unos 400 millones de escudos que deben estar presentes en el mercado, en el movimiento de compra y venta de vehículos, que actualmente no está regido por ninguna disposición legal. Por eso, nos parece de toda cordura el que haya disposiciones claras y precisas, para que no aparezcan -y esto puede suceder muy pronto- ciertas firmas financieras que hagan el gran negocio y el día de mañana desaparezcan del país, dejando a mucha gente con sus cuentas, con sus ahorros hechos y "con los crespos hechos".
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? El señor Ricardo Valenzuela le solicita una interrupción.
El señor DAIBER.-
Con el mayor gusto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría y hasta por cinco minutos, puede hacer uso de la palabra el señor Ricardo Valenzuela.
El señor VALENZUELA (don Ricardo).-
Señor Presidente, en forma muy breve quiero referirme a este problema, porque en verdad me parece que, considerando la idea planteada en representación de los Diputados democratacristianos, por el jefe de nuestro Comité, Diputado Pareto, en el sentido de que estas organizaciones pudieran ser sobre la base de las Asociaciones de Ahorro y Préstamos, se va a lograr una solución del problema de la adquisición de automóvil para grandes sectores de nuestro país.
Precisamente, desde hace algún tiempo, he estado en conversaciones con muchos trabajadores del mineral "El Teniente", quienes, con motivo del plan para su expansión, en virtud del cual ya se está haciendo el camino desde Rancagua hasta el mineral, desean adquirir automóviles, y señalan el caso de la industria FIAT, que está allí mismo, en Rancagua, con la cual podrían realizar alguna operación.
Esta idea la comparto con el Diputadosocialista, don Héctor Olivares. En efecto, el colega manifestó que podríamos conversar, para ver cómo se podría materializar, con el Presidente de la sociedad, don Eduardo Simián; pero reconocía que, en realidad, no veía cómo concretarla, con el objeto de dar satisfacción a estas aspiraciones de los trabajadores del cobre del mineral "El Teniente".
Ahora, por medio de esta iniciativa del Ejecutivo, contenida en el artículo 11, existe esta posibilidad. Yo creo que es susceptible de perfeccionarla. Y como se autoriza al Presidente de la República para dictar disposiciones, naturalmente, sobre la base de la discusión parlamentaria y de todo lo que se pudiere considerar en esta materia, el Jefe del Estado podrá hacerlo en el orden más restrictivo posible, con el objeto de evitar cualquiera situación que no fuere la más conveniente para el interés del país. Pero, así se da una satisfacción muy grande a este anhelo que tienen grandes sectores de nuestra ciudadanía.
Yo quería hacer presente esto, porque, en verdad, para mí y para el Diputado Olivares, era una situación insoluble. Mas ahora vemos que se nos presenta una oportunidad de dar satisfacción a las aspiraciones de los compañeros trabajadores de "El Teniente". No he hablado con el colega Olivares, porque, desgraciadamente, no se encuentra en la Sala en estos momentos; pero, como es mi tradición en la Cámara, me gusta ser extraordinariamente leal y no apropiarme de las ideas de otros colegas. Y si las compartimos, siempre reconozco quien tiene una idea similar. Por eso, con la mayor lealtad hacia mi colega Diputado Olivares, he expresado esa opinión en la Sala durante esta sesión.
Nada más, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor PENNA.-
¿Me concede una interrupción?
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Daiber? El señor Penna le solicita una interrupción.
El señor DAIBER.-
Con el mayor gusto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, puede hacer uso de la palabra el señor Penna hasta por cinco minutos.
El señor PENNA.-
Señor Presidente, la verdad es que las palabras del señor Cademártori son bien poco justas, ya que todos sabemos lo que significan los créditos para los interesados en comprar automóviles. ¿Cómo no va a ser mejor encauzar esto a través de una organización controlada por la Superintendencia de Bancos, cuando sabemos, como bien lo dijo el Diputado Daiber, que de los Eº 800.000.000 que hoy día representan las transacciones, de automóviles en Chile, solamente Eº 160.000.000 son al contado, en tanto que los Eº 640.000.000 restantes son en créditos a mediano y largo plazo, sumas que están en manos de capitalistas particulares que trabajan "sin Dios ni ley", que no tienen normas, que piden el interés que quieren y que dan o no dan documentos, de manera que si una letra no es pagada, mandan un abogado al otro día y, prácticamente, le quitan al comprador el automóvil y lo que ha pagado por él? ¿Cómo no va a ser mejor modificar este sistema por el de instituciones controladas por la Superintendencia de Bancos, para que la gente modesta pueda adquirir así sus vehículos?
Creo que esta disposición es bastante buena y podrá encauzar la adquisición de vehículos motorizados por parte de un amplio sector de la población, que hoy no lo puede tener, a pesar de que la producción va en aumento creciente. Así lo vemos en el informe, según el cual en 1966 se fabricaron 4.600 vehículos; en 1967, 9.000; 18.000 en 1968; y sobre 20.000 en 1969. Por lo tanto, los precios se podrán abaratar los costos, ya que hoy día el en producción de una fábrica, de automóviles en este caso, muchísimo más se pueden abaratar los costos, ya que hoy día el empleo de las máquinas inmensas que se necesitan para hacer piezas en serie, como prensas, etcétera, requieren contar con un gran mercado de ventas, con el objeto de bajar los costos; de modo que con un mercado restringido es imposible que esto suceda.
Con este sistema, al mismo tiempo, se logra canalizar la obtención de automóviles por parte de una masa de la población.
Por todo, esto creo que es ésta una buena disposición.
Nada más, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, mi deber es informar y lamento que pueda extenderme un poco en ello.
Quiero dar algunas cifras, que pueden mover a los señores Diputados a calificar esta iniciativa del Ejecutivo como excelente.
Existen los siguientes datos: en el año 1966, la industria nacional produjo 7.096 vehículos; en el año 1967, 13.157; en el año en curso, ya ha producido alrededor de 18.000; y a fines de año, debe haber producido, según los cálculos que se han hecho, 21.320 vehículos. Es decir, partiendo en el año 1966 con un índice de 100, tenemos para este año un índice de 300 en materia de producción. Lo mismo se refleja en materia de ahorro de divisas, porque con un índice de 100 en el año 1966, este ahorro de divisas alcanza a 396 en el presente año.
Pero hay algo que puede hacer meditar más a los colegas que han estado en contra de esta iniciativa. Se ha hablado de que son muy pocas las firmas que están produciendo partes y piezas. Efectivamente, eran muy pocas. En el año 1964, por ejemplo, había solamente 79 empresas encargadas de la construcción de partes y piezas para automóviles; en el año 1966, ya habían subido a 169; y, en el momento actual, son 234 las firmas que están proveyendo de partes y piezas a la industria nacional.
Esta medida viene, en el fondo, a dar franquicias y ciertas liberaciones tributarias al ahorrante -a aquel modesto ciudadano que quiere comprar un vehículo, para lo cual abre una cuenta de ahorro especial-, dándole la posibilidad de ver su dinero transformado en dinero duro con intereses adecuados y, además, liberándolo del correspondiente impuesto de primera categoría. Porque no hay duda de que deben incentivarse las ventas de vehículos, para que, efectivamente, a la vuelta de dos o tres años, ahora que se está logrando la consolidación de las empresas que han hecho grandes inversiones para subir el porcentaje de integración del 20 por ciento al 53 por ciento -posiblemente, en los próximos años, se alcanzará al 75 por ciento- se consiga que se produzcan muchísimos más vehículos en el país.
Señor Presidente, para terminar, quiero decirle a la Honorable Cámara que en el último inciso de esta disposición justa-mente se faculta al Presidente de la República para que, a la vuelta de dos años y de acuerdo con las circunstancias, la operabilidad y la respuesta que tenga esta disposición legal, la modifique en uno u otro sentido.
Por eso, nosotros, miembros de la Comisión de Hacienda y del Partido Demócrata Cristiano, hemos estado absolutamente de acuerdo en darle nuestra aprobación a ella.
Es cuanto puedo informar.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Para referirse al artículo 11, puede hacer uso de la palabra el señor Turna, don Juan.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, a nosotros nos parece extraño que se quiera crear nuevos organismos para los efectos del sistema que establece el artículo 11, con el objeto de facilitar la adquisición de vehículos.
Si no se le ha permitido a los profesionales adquirir un bien raíz para oficina, mediante las Asociaciones de Ahorro y Préstamos; ni al pequeño propietario agrícola comprar acciones y derechos de una sucesión, para evitar la subdivisión de la tierra; no entendemos cómo ahora, para favorecer a empresarios que están especulando con el precio de los automóviles, se quiere crear organismos con el objeto de que den facilidades para la adquisición de esos vehículos.
A nosotros nos parece que no es necesaria la creación de nuevos organismos. Si este artículo 11 fuera aprobado, la finalidad que con él se persigue debiera alcanzarse mediante los organismos ya existentes, como las Asociaciones de Ahorro y Préstamos, para no aumentar más la burocracia y los gastos que significa la constitución de estos organismos.
Habríamos visto con sumo agrado que esta disposición no estuviera limitada sólo a la adquisición de un automóvil, sino que se ampliara para que los ahorrantes que sean profesionales puedan adquirir también un bien raíz que no sea una vivienda, sino una oficina donde los médicos, abogados, agrónomos y demás profesionales que recientemente egresan de las Universidades y que no tienen los medios para adquirirla, puedan trabajar.
No entendemos por qué no existe una disposición como éstas en nuestras leyes y por qué esta finalidad se limita simplemente al problema de la vivienda.
Nosotros comprendemos que la industria de automotrices es importante para el país; pero también creemos que la industria de la construcción lo es mucho más. ¡Y cuánto más trabajo habría para muchos obreros chilenos si esa posibilidad se ampliara! Porque así como hay empresas que fabrican piezas y partes para complementar la armaduría de un automóvil, también hay empresas que están fabricando piezas y partes para armar edificios; por ejemplo, las fabricas de cemento, de vidrio, de acero.
Hemos visto que en un balance de la CAP se dice que este año ella ha perdido plata, aun cuando yo tomo con beneficio de inventario estas pérdidas que ha tenido la CAP. Pero aun suponiendo que así fuera, ustedes ven que estas pérdidas se derivan, seguramente, de la falta de consumo de los materiales de construcción que ella fabrica, lo cual afecta también a otras industrias que producen otros materiales.
Por eso, señor Presidente, nosotros creemos que este artículo 11 encierra algo que va en beneficio de determinados sectores, de determinadas empresas. Quizás el señor Cademártori, al decir que había un negociado aquí, quiso, tal vez, expresar que se estaba favoreciendo a determinadas empresas. Pero, mi estimado amigo señor Pareto estima que es una insolencia cuando la Oposición hace una observación de esta naturaleza.
El señor VALENZUELA LABBE, don Renato.-
¡No dijo eso!
El señor TUMA.-
Cuando se ve que se está favoreciendo a un sector determinado, a mí me parece que se podría, tal vez, hablar que ése es un negociado; pero si se viera que se está legislando, en primer lugar, para todos los sectores, que este artículo se amplía para que los ahorrantes puedan adquirir también oficinas o pequeñas propiedades agrícolas que estén, digamos, dentro de las exigencias de la ley de Reforma Agraria, nosotros estaríamos de acuerdo, por lo menos, con aceptar este artículo 11, sobre todo si se tratara de los organismos ya existentes y no de crear otros nuevos. Como digo, estoy totalmente de acuerdo con lo dicho por el señor Pareto respecto a la conveniencia de no crear nuevos organismos. Eso queríamos explicar.
Ojalá, señor Presidente, que se tomen en consideración nuestras observaciones, en el sentido de que este artículo se amplíe para que los profesionales puedan adquirir un bien raíz, ya sea una oficina donde ellos puedan trabajar también. Porque la oficina es tan necesaria e importante como el automóvil no sólo para el profesional que está ejerciendo, sino también para el recién egresado de la universidad.
Eso es lo que queríamos exponer, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Para referirse al artículo 11, tiene la palabra el señor Fuentealba, don Clemente.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, hace algunos días, la Cámara conoció, en el primer trámite reglamentario, el proyecto que autoriza al Banco del Estado para convenir la conversión de los créditos otorgados de acuerdo con la ley Nº 16.253. En aquella ocasión, no se había establecido este artículo 11 que, sorpresivamente, se incorporó en el proyecto durante su segundo trámite reglamentario en la Comisión de Hacienda. Por lo tanto, no hubo tiempo en ella para realizar un debate amplio y preciso sobre materia tan importante.
Este artículo autoriza "al Presidente de la República para dictar disposiciones que permitan el establecimiento de organismos privados con personalidad jurídica, destinados a recibir ahorros y otorgar préstamos, reajustables o no, para la adquisición de vehículos motorizados."
Evidentemente, nadie puede dudar de la importancia de la industria automotriz, sobre todo hoy día, en que todo el mundo anda sobre ruedas; en que el tránsito por las carreteras ha absorbido, indudablemente, todo lo que antes se transportaba por ferrocarril y por el cabotaje que hacían nuestros barcos.
Es evidente la importancia que tienen tanto el transporte de carga, por ejemplo, de la que se traslada del sur al norte y viceversa, como también el movimiento extraordinario de pasajeros que hay a través de todo el país. Pero debemos considerar las posibilidades de compra que existen en el mercado interno; porque no debemos desconocer tampoco que la producción de maquinaria automotriz tiene dos fases bien marcadas: primera, la producción de maquinaria útil para la producción; y, segunda, la producción de automóviles de lujo.
En la primera, están precisamente los tractores, las maquinarias agrícolas, los camiones, las camionetas, los furgones de carga, los buses, los microbuses y, también, los automóviles para médicos y otros profesionales de los servicios públicos y de empresas privadas. Pero, copadas estas necesidades, los automóviles que después pueden producirse se han de considerar, precisamente, de lujo.
El señor Alberto Varela, Secretario Ejecutivo de la Comisión Automotriz, expresó que, hasta octubre de este año, se han producido doce mil vehículos, de los cuales solamente 1.900 son camiones y 480 camionetas, es decir, 2.380 vehículos. En cambio, se han fabricado 9.700 automóviles. Esto significa que para el trabajo de transporte se ha producido solamente un 25%.
Con esta disposición, se quiere crear condiciones favorables para aumentar el mercado del automóvil. Como no hay exportación, serán precisamente los chilenos los que deberán comprar la mayor producción de automóviles. Pero, ¿se ha estudiado la capacidad de las personas que tendrán que adquirir estos vehículos, vale decir, de los empleados públicos, profesores, pequeños y medianos empresarios?
El señor Daiber decía que todos, hoy día, deben poseer un automóvil, porque la verdad es que vivimos en la época en que todo el mundo tiene que andar sobre ruedas. Pero la posibilidad de adquirir estos automóviles no la tienen todos los funcionarios públicos, que son los empleados y obreros en general.
En una exposición que el Senador Juliet hizo en 1967, en el Senado, expresaba que, según sus cálculos, un empleado que gana dos mil escudos al mes paga por concepto de arriendo, consumo de gas, de energía eléctrica, agua, teléfono, lavado de ropa, locomoción, impuestos y previsión social, 1.390 escudos; y le quedan solamente 610 escudos para comer, para vestirse, para médico, botica y colegio. ¿Puede un empleado público o un empleado particular, que gana una cifra semejante, pensar en adquirir un vehículo que costará 60 ó 70 millones de pesos? Indudablemente, son muy pocos los empleados que perciben una renta superior a esta cifra de dos mil escudos.
Se ha dicho, en la Comisión, que la necesidad de adquirir un automóvil se ha extendido, en todos los países, hasta los sectores populares. Pero no debemos ignorar que en esas naciones, como Norteamérica, por ejemplo, el ingreso "per cápita" es superior a los 3 mil dólares al año; en cambio, en Chile no pasa de los 500. El procedimiento que se quiere emplear en esta ocasión es el mismo que se aplica para adquirir una casa; es decir, hacer un ahorro para, después, recibir préstamos reajustables a largo plazo, con el objeto de que las personas puedan favorecerse con ellos. En verdad, no es lo mismo adquirir un vehículo que comprar una casa. Indudablemente, son muchos los empleados que tienen necesidad de un automóvil, sobre todo los que viven lejos del lugar de su trabajo, en casas muy retiradas, y pueden adquirirlo porque tienen las entradas suficientes para ello. Hay obreros y empleados muy calificados que, sin duda alguna, pueden comprar un automóvil o una camioneta, sobre todo aquéllos que trabajan en las minas; pero no se ha pensado en que su precio es prohibitivo y ficticio. Evidentemente, hay que abaratar el precio de estos vehículos, porque no es posible, por ejemplo, que una camioneta de 500 kilos, que en Estados Unidos vale 1.100 dólares, se estén cobrando aquí 70 mil escudos; no es posible que por un automóvil de cualquier marca, que allá vale 2 mil dólares, aquí se pida sobre los 70 mil o sobre los 80 mil escudos.
El señor SOTA.-
¿Me permite una interrupción?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Diputado, el señor Sota le solicita una interrupción.
El señor FUENTEALBA.-
Con mucho gusto se la concedo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Sota.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, entiendo que nuestro colega no está haciendo ningún cargo a la industria nacional de vehículos motorizados por el costo de fabricación; que está señalando únicamente que el número de unidades que se están fabricando en Chile, en total, es del orden de los 20 mil vehículos motorizados al año; en realidad, la economía de mercado exige que, por lo menos, se fabriquen 600 mil unidades para competir en el mercado internacional. Esa es la razón por la cual los precios son tan altos, como los que ha señalado; de tal manera que la comparación que está haciendo entre el precio de un vehículo importado y el nacional refleja precisamente el hecho de que la economía de mercado determina precios que son extraordinariamente altos.
Esa era la observación.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, la observación que acaba de formular el señor Sota es útil, porque acontece que el precio de los automóviles importados es igual a los que se hacen aquí; de tal manera que aquí, en aquellas fábricas cuya producción es del orden de las 600 mil unidades, según ha expresado
Su Señoría, por ejemplo, una camioneta vale 1.100 dólares y en nuestro país se vende a 70 o a 80 mil escudos.
Precisamente, entiendo que lo que hay que corregir es el precio excesivo y prohibitivo de los vehículos motorizados, especialmente el de los automóviles. Es eso lo que el Gobierno tiene que ver.
El señor ACEVEDO.-
¿Me permite una pequeña interrupción?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Fuentealba, ha terminado el tiempo de su primer discurso. Su Señoría puede continuar en el de su segundo discurso.
El señor Acevedo don Juan.-
, le ha solicitado una interrupción. ¿La concede Su Señoría?
El señor FUENTEALBA.-
Sí, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Acevedo.
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, sólo es con el objeto de que no quede flotando en la Sala la información que ha entregado el colega Sota. El precio del vehículo a que él se refería, corresponde a un número de 600 mil unidades armadas en un tiempo determinado. . .
El señor SOTA.-
Como mínimo.
El señor ACEVEDO.-
…y el precio, en Chile, corresponde a un número muy inferior de unidades. Por ello, el valor es mucho más alto.
El señor SOTA.-
No he dicho eso.
El señor ACEVEDO.-
La verdad es que -si me excusa, colega- las partes, piezas y conjuntos que se internan, tienen aquí el mismo precio con que se venden en el extranjero, donde se fabrica un número determinado de vehículos, y se arman.
El señor SOTA.-
Su Señoría no me entendió bien.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Sota, don Vicente, ruégole guardar silencio.
El señor ACEVEDO.-
En consecuencia, el valor de un vehículo armado en Chile, resulta exactamente igual al de un vehículo armado en Francia, en Italia, en los Estados Unidos de Norteamérica, en Venezuela, en Brasil y en Argentina.
Eso es todo.
Muchas gracias.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Fuentealba.
El señor FUENTEALBA.-
Señor Presidente, termino expresando que los Diputados radicales votaremos en contra del artículo 11; porque, en verdad, él es inconsecuente con el proyecto, que se está estudiando en este momento en el Senado, que racionaliza las franquicias tributarias, pues, precisamente, en las letras a), b), c) y d) de esta disposición se conceden franquicias tributarias para aquellos que realicen estas actividades. Nosotros no podemos concebir esta inconsecuencia; y por las razones que hemos expuesto, votaremos en contra de este proyecto.
Concedo una interrupción al señor Clavel.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Clavel.
El señor CLAVEL.-
Señor Presidente, toda la atención se ha concentrado en el artículo 11 del proyecto en debate.
Me parece que el señor Cademártori fue quien manifestó que este artículo es un negociado. Si ha caído mal la palabra "negociado", se podría reemplazar fácilmente por "preferencia", ya que en el artículo 11 se la da a una industria.
El señor ACEVEDO.-
Exacto.
El señor CLAVEL.-
No nos podríamos oponer, de ninguna manera, a que estos organismos recibieran ahorros y que otorgaran préstamos reajustables. Nosotros consideramos que los organismos que existen actualmente están capacitados para otorgar préstamos reajustables.
Lo que falta en nuestro país son elementos de trabajo, especialmente herramientas, tornos, cientos de implementos que los hombres que desean laborar necesitan para desenvolverse y producir. Por ello, ¿no habría sido mucho más consecuente con la realidad económica que está viviendo el país, el facultar, a través de un proyecto de esta naturaleza, a los organismos que están actuando, ayudar a toda persona que desee ahorrar con el propósito de incrementar la actividad de su industria, al pequeño artesano, al abogado, al médico, al dentista, o sea, a todos los hombres que laboran por el bienestar de la patria? Pero es un escándalo otorgar franquicias de esta clase, permitiendo con ello vaciar la economía en una sola industria. ¿Quién nos dice a nosotros que lo que se traen bajo el poncho no sea favorecer a determinada industria nacional? Es muy posible que ella sea casualmente la que está instalada en Rancagua, la cual, en un momento determinado, puede producir cientos y miles de automóviles y, así, hacer su gran "negocio" en Chile.
El señor Ricardo Valenzuela manifestaba que los empleados y obreros del mineral "El Teniente" estaban muy interesados en este proyecto de ley.
El señor VALENZUELA (don Ricardo).-
No he dicho eso.
El señor CLAVEL.-
Nosotros conocemos el mineral de "El Teniente". ¿Dónde circulan automóviles en Sewell? Para que puedan transitar coches por la nueva carretera van a pasar muchos años y, por lo demás, hay problemas más urgentes en Rancagua y en todo Chile.
Este es un nuevo escándalo de la Democracia Cristiana, porque se pretende favorecer a una determinada industria.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Terminó Su Señoría?
El señor CLAVEL.-
Sí, señor Presidente.
El señor ACEVEDO.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor BARRIONUEVO.-
Yo había pedido la palabra oportunamente, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Su Señoría está inscrito a continuación.
El señor ROSALES.-
Me inscribe a mí también, señor Presidente.
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, algunos colegas han hecho notar que el sistema que se crea en este proyecto, en virtud de! artículo que faculta al Presidente de la República para dictar disposiciones que permitan establecer organismos privados destinados a otorgar créditos para la adquisición de vehículos motorizados, es algo similar al de las asociaciones de ahorro y préstamo.
La verdad es que dichas asociaciones han sido creadas con la finalidad de resolver el problema de la vivienda. Por eso, al operar con ellas existen algunas limitaciones. Así, por ejemplo, el que vende una propiedad construida a una persona que ha obtenido un préstamo en alguna de ellas, tiene la obligación de invertir la parte correspondiente del valor del inmueble en una asociación. En consecuencia, no puede hacer otro tipo de inversión que no sea sino del giro habitacional. Por lo demás, las asociaciones de ahorro y préstamo han sido creadas para resolver un importante problema de la familia chilena: el de la vivienda; es decir, un problema realmente social. Y ese problema no se ha solucionado integralmente en Chile.
Por lo tanto, quienes aprecian la función que cumplen las asociaciones de ahorro y préstamo no podrán pretender que los pocos chilenos en condiciones de ahorrar, y que lo hacen generalmente con el objeto de resolver su problema habitacional, desvíen sus posibilidades económicas hacia otro fin, como es, en este caso, la adquisición de un vehículo. Puede que la aspiración de cualquier grupo familiar sea tener uno o que algunos vacilen entre resolver primero el problema de la vivienda o tener un automóvil. Pero las disponibilidades económicas de quienes viven de un sueldo o salario no están dadas en Chile como para poder darse el lujo de ahorrar para cualquier giro de inversiones sin resolver primero el problema de la casa propia.
Ahora bien, la idea contenida en este artículo tiende, precisamente, a entorpecer o a disminuir los depósitos que se efectúan en las asociaciones de ahorro y préstamo. Prácticamente es un atentado en contra de ellas. Eso hay que reconocerlo. Y, en consecuencia, es un atentado a todo lo que significa, resolver el problema de la vivienda en Chile.
El señor PENNA.-
¿Y los que ya tienen casa?
El señor ACEVEDO.-
¿Y los que tienen casa? Me extraña la pregunta, como si el colega no conociera el procedimiento. Aquel que no tiene casa deposita en una asociación de ahorro y préstamo.
El señor PENNA.-
¡Tiene que pagar arriendo!
El señor ACEVEDO.-
¡Excúseme, colega!
Cuando la ha adquirido, no sigue depositando….
El señor PENNA.-
Tiene que pagar dividendos.
El señor ACEVEDO.-
Sí, pero, además de los dividendos, tiene que pagar el saldo reajustado, el que le resulta de un monto muy superior al del préstamo original.
En estas condiciones pretender adquirir también un automóvil es forjarse una ilusión.
El señor PENNA.-
¿Y si quiere tener un automóvil?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Penna, ruego a Su Señoría no interrumpir al señor Acevedo.
El señor ACEVEDO.-
Comprendo la inquietud del señor Penna por haber alcanzado esa altura física, pero no haber sido premiado con una parecida madurez intelectual….
El señor PENNA.-
¡Que habilidoso!
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, cuando le pedí una interrupción al colega Daiber, me referí al caso de algunas empresas que reciben dinero a diario. Cuando el Ejecutivo restringió los créditos, esas empresas desviaron parte de esos dineros, precisamente hacia el otorgamiento de determinados créditos. Es el caso, por ejemplo, de lo que ocurre con la armaduría Citroen. Su producción la adquiere totalmente Cemento Melón. Cemento Melón le concede créditos y tiene el derecho de adquirir su producción, y hace un año y medio por cada máquina recibía un tercio de su valor, a modo de comisión de distribuidor.
El señor GARAY.-
Está equivocado Su Señoría.
El señor ACEVEDO.-
Al señor Garay, que me dice que estoy equivocado, le puedo manifestar que….
El señor GARAY.-
Es el 14%.
El señor ACEVEDO.-
….el dato lo entregó el señor Hernán Lacalle, cuando trajo a la Comisión Automotriz los originales de los formularios de los contratos, que los firma el señor Ernesto Pinto Lagarrigue, ex Ministro de Obras Públicas del señor Jorge Alessandri.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Ruego a Su Señoría referirse al artículo 11.
El señor ACEVEDO.-
Aquí cada colega sale con una "sabiduría" que espanta y que obliga a entregar antecedentes que no corresponden a la materia en debate.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Ruego a Su Señoría evitar los diálogos.
El señor ACEVEDO.-
En este instante lo sostengo con la Mesa, con gran honor, por lo demás.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Muchas gracias.
El señor GARAY.-
Es el 14%. Y no me interesa desmentir al señor Pinto Lagarrigue.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Félix Garay, ruego a Su Señoría no interrumpir al señor Acevedo.
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, a nuestro juicio, el sistema no es tan sencillo como lo plantean los colegas. ¿Qué significa otorgar créditos a cuatro años de plazo? ¿Cuánto resiste un motor? Como lo saben los señores Diputados, después de cierto tiempo, después de una determinada cantidad de kilómetros recorridos, hay que destaparlo, hay que revisarlo. Entonces, no significa nada otorgar cuatro o seis años de plazo.
Más aún, el precio de los vehículos adquiridos a través de este sistema comprenderá otros rubros, fuera, naturalmente, del valor de la máquina, de los intereses, etcétera. Actualmente incluye el valor del vehículo, los intereses y las comisiones. Pues, en este caso, en que se va a invertir dinero que es propiedad de todos los ahorrantes, habrá, además, otros gastos.
Saben los colegas que las casas que se venden por intermedio de las asociaciones de ahorro y préstamo o a través de las Cajas de Previsión deben contar, necesariamente, con seguro de desgravamen y con seguro contra incendio. Los automóviles que vendan estos organismos, ¿serán tan privilegiados que no estarán expuestos a ser chocados o a sufrir un incendio? Evidentemente que no. Tendrán que tener seguros, y muy altos, como alto será, asimismo, su precio para poder reponer ese dinero sacado de los bolsillos de quienes ahorraron en esos organismos. Ello va a encarecer su valor.
Después vienen los gastos de tipo administrativo. Empresas tan grandes como éstas, sin duda, van a necesitar de un equipo administrativo similar al de las asociaciones de ahorro y préstamo. Si los colegas han hecho alguna operación o han tenido que secundar a alguien esa diligencia, tendrán que saber que las asociaciones en cada oportunidad, cobran los gastos administrativos, los que, en la compra de una casa de 60, 70 u 80 mil escudos, oscilan entre 3 y 7 mil escudos. Son los gastos de escritura, de revisión de títulos, en fin. Lo mismo va a pasar en este caso. Si es una inversión, hay que asegurar esa inversión; hay que tomar medidas proteccionistas para que esos dineros, provenientes del ahorro de los demás, no vayan a ser, de la noche a la mañana, despilfarrados. . .
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? Ha terminado el tiempo de su primer discurso. Puede continuar Su Señoría en el tiempo de su segundo discurso.
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, reservaré el resto de mi tiempo para que después no se me impida, por la vía reglamentaria contestar a algún colega.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra el señor Barrionuevo, don Raúl.
El señor BARRIONUEVO.-
Señor Presidente, yo tengo alguna experiencia, y muy desagradable, por lo demás, en estos vehículos motorizados armados en el país.
Desde que comenzó la integración en Chile de camionetas, automóviles, camiones, etcétera; es decir, desde el día en que se dictaron los respectivos decretos, en tiempos del Ministro de Economía señor Escobar, que el país calificó de "decretos brujos" -yo no vengo a calificar a nadie de mala administración- los chilenos hemos estado comprando verdaderos "tarros con motor". Este es un hecho irrefutable. Si algún señor Diputado quiere discutir este punto, se lo acepto con mucho gusto.
Hemos visto que a los radiadores se les pudre la tapa, y digo que se pudre, porque la tapa, se deshace a los seis meses de uso,...
El señor ACEVEDO.-
¡Se desintegran!
El señor BARRIONUEVO.-
….con el tremendo peligro de que cuando se salte la tapa en el camino y se cae el agua, se puede fundir el motor.
Los niquelados se oxidan a corto plazo. Yo tengo un coche de estos que se arman en el país, cuyos accesorios se olvidaron al poco tiempo de haberlo comprado. No sé qué hacer. Creo que tengo que niquelar todo de nuevo. Las puertas se sueltan rápidamente. Los niquelados parecen pegados con estampillas, porque se sueltan en el primer viaje. Un coche importado tiene menos ruido a los diez años de uso que los que tienen a los seis meses los coches que se integran en Arica, a los que, con un poco de uso, se le sueltan los niquelados y los demás accesorios.
Además, los vidrios son muy delgados; lo mismo que los parachoques. La tapicería es de mala calidad. Con un poco de uso, los resortes de los asientos se vencen y uno queda sentado prácticamente en el piso del coche, con el volante arriba. Creo que en esto debe haber un responsable.
El señor Fuentealba dio a conocer con mucha exactitud el valor de las camionetas. Yo estoy por adquirir una, y, efectivamente, cuestan -Su Señoría se equivocó en mil escudos- 71 mil escudos, 71 millones de pesos. Un amigo acaba de importar una camioneta acogiéndose a la ley que favorece a la minería del norte en 16 mil escudos, 16 millones de pesos. ¿Quién se queda en Chile con la diferencia?
Yo no califico a nadie de ladrón. Yo soy honrado, pero eso no me da derecho a creer que los demás sean ladrones. ¡En esto algo anda mal, muy mal!
Todo el país, cualquiera persona bien nacida, estará de acuerdo en que deben emplearse vidrios nacionales para dar trabajo a las fábricas chilenas y que deben emplearse neumáticos INSA para dar trabajo a obreros chilenos. También estamos de acuerdo en que la tapicería sea chilena, para que las fábricas de tapices den trabajo a los chilenos y todo esto entre en la integración. Pero esta diferencia de precios es inaceptable. Yo hablo con mucha experiencia, porque en la provincia que represento está vigente una ley que favorece a la minería y que permite importar permanentemente estos vehículos a 16 millones de pesos y no a 71 millones. Además, estoy en antecedentes, porque soy Presidente de la Comisión de Minería de la Cámara, de que está por autorizarse un alza de 12% sobre estos 71 mil escudos….
El señor GUASTAVINO.-
¡Un escándalo más!
El señor BARRIONUEVO.-
Entonces, yo he hecho algunas averiguaciones, y cuando le he preguntado al gerente de la "Ford Motor", por ejemplo: "¿Cómo es posible que ustedes desprestigien una marca de fama mundial?", éste ha movido la cabeza y me ha respondido: "Señor, a nosotros nos han obligado a tener socios chilenos, que no se conforman con las utilidades que se perciben en Estados Unidos y que son muy pequeñas".
El señor ESCORZA.-
¡Hay que denunciarlo!
El señor ACEVEDO.-
¿Y qué está haciendo?
El señor BARRIONUEVO.-
Señor Presidente, los Diputados del norte -a quienes respeto mucho, porque yo también represento a esa zona y muchas veces he tenido que salir en su defensa porque, evidentemente, el centralismo la tiene muy abandonada- nos plantearon que el Perú se nos venía encima, y que había que cuidar y vigilar esa zona.
Pero hay una tremenda contradicción, inconcebible en un país en que se manejen las cosas con inteligencia. Desde aquí se llevan todos los parachoques, los vidrios, los neumáticos, a Arica, a la punta del país, y de allí se vuelve a pagar flete para retornarlos al centro. ¿Quién paga esto? Nosotros, el pueblo, el país.
Alguien decía denantes que se han fabricado miles de automóviles. ¿A costa de cuántos sacrificios? Esto lo ha tenido que pagar gente de clase media o pudiente, que ha debido comprar un vehículo por necesidad, para trasladarse cíe un punto a otro, por razones de trabajo.
Sé que la FIAT va a construir una armaduría en la provincia de Rancagua. Entonces, que haya control, que alguien se responsabilice de que los vehículos que la FIAT va a armar allí tengan las especificaciones que corresponden; que no coloquen y esto es muy importante- tapas de lata a los radiadores, sino que de cobre, como las que traen los vehículos importados desde Estados Unidos. De esa manera se evitará que se rompan en seis meses y que haya que estar comprando en tan corto tiempo una etapa nueva, o que se sufra un accidente y se funda el motor del coche.
A estos vehículos se les olvidan, vuelvo a repetir, los niquelados, y se caen; los vidrios son más delgados; en fin, hay una irresponsabilidad extraordinaria de quienes están metidos en este negocio.
Los vidrios deben tener la calidad que corresponde; los neumáticos tienen que tener las telas y demás especificaciones adecuadas.
Es conveniente que un país procure industrializarse; pero no recargando en esta forma los precios. Como he dicho, una camioneta bien construida, bien hecha, con buena especificaciones, vale, en el extranjero, 16 mil escudos. En cambio, aquí, un tarro con motor cuesta 71 mil escudos. ¡Y todavía tienen la desvergüenza de estar tramitando un decreto para subir los precios en un 12%!
El señor TUMA.-
Más un 3% de interés.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Turna, ruego a Su Señoría no interrumpir.
El señor BARRIONUEVO.-
No quiero responsabilizar a. nadie, repito. Estos decretos sobre la industria automotriz fueron dictados en la época en que el señor Escobar era Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción. Tengo entendido que él procedió de buena fe; que él quería que se integraran los vehículos con productos nacionales. No sé quién se avivó y se aprovechó de esto. Me parece que esos hechos deben investigarse'.
Quiero dejar formulada esta protesta, para que al legislar, en el futuro, se establezca un mayor control, una mayor fiscalización. ¡Que al llegar a Chile un vehículo se integre con artículos nacionales, en buena hora, todos lo celebramos! Pero es inexplicable que exista una diferencia en el precio de 16 mil escudos a 71 mil escudos, el que todavía se pretende subir en un 12%.
Nada más.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Para referirse al artículo 11, puede usar de la palabra el señor Sota.
El señor SOTA.-
Señor Presidente, varios señores Diputados han destacado la importancia que tiene para el país fabricar y armar vehículos motorizados. Pero, en realidad, en ningún aparte del artículo en discusión se menciona que los organismos privados, cuyo establecimiento podrá autorizar el Presidente de la República, estarán facultados para recibir ahorros para la adquisición de vehículos fabricados en Chile.
Si he leído bien, el inciso primero del artículo 11 se refiere a la adquisición de vehículos motorizados en general.
El Diputado informante nos podría ilustrar sobre esta materia, porque el inciso primero no deja las cosas claras.
De modo que los señores Diputados que desean defender legítimamente la industria armadora de vehículos del norte de Chile no tienen, en este instante, razones para asilarse en el texto de este artículo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Sota, el señor Daiber le solicita una interrupción.
El señor SOTA.-
Cómo no.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el señor Daiber.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, en el seno de la. Comisión de Hacienda no se hizo esta aguda observación que ha formulado el colega.
Efectivamente, en el artículo aprobado por la Comisión no se habla de vehículos armados en el país, pero fluye del texto mismo que ése es el espíritu de la disposición. En todo caso, me alegro de que se haya, hecho este alcance. Creo que está en el ánimo de todos los parlamentarios que aprobamos esta iniciativa, que la franquicia que se establece en este artículo sea exclusivamente para vehículos armados en Chile y no para, permitirle a cualquier ahorrante adquirir un vehículo importado.
Por otra parte, deseo refutar lo que se ha dicho sobre la mala producción nacional. Esto no sólo vale para la armaduría de vehículos, industria muy compleja y nueva en nuestro país. Podríamos también preguntarnos: ¿el país está en condiciones de producir relojes o agujas, que es una de las cosas más sencillas? ¿Este país está en condiciones de proporcionar a la dueña de casa un buen par de tijeras para cortar? No las hay. Nuestra industria está en un estado extraordinariamente primitivo y todos los países que se han industrializado han tenido que pagar altos precios por sus productos nacionales.
El señor CANTERO.-
Pero no tan altos.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, yo no voy a entrar al detalle, porque, en este momento, no estamos fiscalizando los precios, sino que discutimos otra materia.
Por eso, sólo deseo señalar que la crítica respecto a la mala calidad de nuestros productos industriales puede hacerse extensiva a todos y cada uno de nosotros. En los próximos años, todos deberemos entregar un esfuerzo mayor para que nuestro país, poco industrializado, pueda, efectivamente, en uno o dos decenios, adquirir la técnica que toda nación desarrollada posee. Tendremos que fomentar la investigación; sólo cuando ésta alcance un alto nivel, seremos dueños de nuestra propia técnica.
El señor STARK (Vicepresidente).-
El señor Sota desea recuperar su derecho.
El señor DAIBER.-
Con el mayor gusto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Sota.
El señor SOTA.-
No obstante la observación que hace nuestro estimado amigo el señor Daiber, debo declarar que la redacción de este artículo no me satisface, porque, en realidad, creo que las razones de tipo económico y social que aquí han recordado algunos colegas son valederas. Me consta -y haría muy mal en no decirlo- que las autoridades ejecutivas de la Caja Central de Ahorro y Préstamo estiman que este artículo, tal como está redactado, va a restar fondos para la construcción de habitaciones,. . .
El señor CLAVEL.-
Naturalmente, pues, colega.
El señor SOTA.-
….que debe tener prioridad. La adquisición de un vehículo es un deseo legítimo, pero primero está la construcción de la casa propia.
Por último, una apreciación de detalle. Cuando el señor Fuentealba me concedió la interrupción, me referí sólo al hecho de que parte de la extraordinaria diferencia que se produce entre el costo de los vehículos armados en Chile y el de los que se fabrican en el exterior, obedece a que no es lo mismo armar en Chile, en total, entre distintas industrias, 20 mil vehículos, que construir en una sola fábrica 600 mil o un millón de unidades, como es lo que sucede en los mercados norteamericano, europeo e incluso soviético.
Esas eran todas las observaciones que quería hacer.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Gustavo Ramírez.
El señor CADEMARTORI.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
En seguida está anotado Su Señoría. En el orden en que han pedido la palabra, se ha ido inscribiendo a los señores Diputados.
El señor CADEMARTORI.-
Puros democratacristianos. ¿Cuándo hablaré yo?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Su Señoría está inscrito. No. hay preferencia para nadie aquí.
La señora LAZO.-
¿Y yo?
El señor STARK (Vicepresidente).-
También Su Señoría.
El señor RAMIREZ.-
Señor Presidente, no me parecen bastante satisfactorias las razones que se han dado por diversos colegas, las que tienen que hacernos pensar si es o no conveniente que aprobemos este artículo.
Es cierto también que ha aumentado la producción de la industria automotriz del país, pero, por otra parte -y hay que decirlo-, los precios han subido en forma exagerada, sin ninguna relación con los verdaderos costos.
Creo que lo primero que tenemos que saber, y esto nunca se puede conocer, es el costo real de la industria automotriz chilena. Cada vez que se plantea este problema, nadie está en condiciones de informar. En la industria automotriz de la CORFO, por ejemplo, todo es nebulosa. Nadie tiene datos concretos de los costos.
Una vez le pregunté al señor Sáez, cuando él era Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción, cuál era la razón de esto, no me contestó absolutamente nada. En nuestro país siempre se están proponiendo alzas de toda clase de artículos.
Los colegas acaban de plantear que el precio de los automóviles subirá en un 12%. Pero nadie puede explicar a qué se deben estas alzas. No hay ninguna razón concreta para ello. No hay ninguna relación entre el precio de los automóviles y el costo real de ellos.
El señor GUASTAVINO.-
Se debe a los intereses creados.
El señor RAMIREZ.-
La verdad es que hay que llegar a la conclusión. . .
El señor GUASTAVINO.-
Son intereses creados.
El señor RAMIREZ.-
….que se debe a intereses creados muy poderosos.
El señor GUASTAVINO.-
Exactamente.
El señor RAMIREZ.-
Pero esto no puede seguir sucediendo.
Hace algún tiempo, intervine en la Cámara sobre el tema de la comercialización de la industria de automóviles en el país, y demostré con datos concretos el tremendo negociado que significaba. Sin embargo, me costó más de diez meses analizar en parte este problema, y hasta la fecha nunca he podido lograr que se me indique cuál es el costo real de la industria automotriz.
Antes de votar este artículo, que yo voy a rechazar, tendrían que decirme cuánto vale un automóvil en Chile, cuál es su valor real, cuál es la razón de que tenga un precio tan elevado y por qué el precio de una modesta Citroneta es de 30 mil escudos, en circunstancias que su costo es de 3 a 6 mil escudos.
El señor CANTERO.-
¡Es un escándalo!
El señor RAMIREZ.-
Esto constituye realmente un escándalo y, por este motivo, no daré mi voto favorable a este artículo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? Ha llegado la hora de término del Orden del Día.
Queda con la palabra para la próxima sesión el señor Ramírez, don Gustavo. A continuación, figuran inscritos el señor Rosales, don Carlos; la señora Carmen Lazo y los señores Sanhueza, don Fernando; y Cademártori, don José.
El señor CADEMARTORI.-
¿No se va a votar ahora, señor Presidente?
El señor STARK (Vicepresidente).-
No, señor Diputado.
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