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- rdf:value = " 4.-INFORME DE LA COMISION ESPECIAL DESIGNADA POR LA CAMARA PARA INVESTIGAR LAS ACTIVIDADES DE LA SOCIEDAD BENEFACTORA Y EDUCACIONAL "DIGNIDAD", DE PARRALEl señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Según el acuerdo anterior de la Sala, y ratificado en la presente sesión, corresponde entrar a conocer el informe evacuado por la Comisión Especial designada para investigar las actividades de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", de Parral.
Diputado Informante es el señor Pedro Videla
El informe está impreso en el boletín Nº 11.002, y aparece entre los Documentos de la Cuenta de la presente sesión.
-Las conclusiones de la Comisión Especial Investigadora son las siguientes:
"1º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha dado cumplimiento y está cumpliendo con las finalidades para que fue constituida, señaladas en el artículo 3° de sus estatutos.
2º.- Se declara que los miembros de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ingresaron al país sometiéndose a todas las normas legales y reglamentarias vigentes.
3º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" no es responsable, por el lapso anterior al 10 de junio de 1968, de incumplimiento de las leyes del trabajo y previsión social por las personas que prestan servicios en esa corporación.
4º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha cumplido en todo tiempo con las leyes del trabajo y previsión social respecto de los trabajadores chilenos que tiene a su servicio.
5º-La Comisión estima que los señores Hermann Schmidt Georgi y Rudolf Collen Franskowsky deben efectuar la transferencia del bien raíz denominado "El Lavadero", a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad".
6º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" deberá dar cumplimiento a los requisitos y formalidades contempladas en los artículos 7º, 10, 11, 13, 19, 25, 34 y 41 de sus estatutos, que dicen relación con su administración interna, y se solicita al Ministerio de Justicia que tenga a bien adoptar las medidas convenientes para que esa corporación cumpla con estas obligaciones.
7º.- Se acuerda solicitar al Ministerio de Educación que tenga a bien estudiar la forma en que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" deberá establecer las escuelas y talleres consultados en el artículo 3º de sus estatutos.
8º.- Se acuerda solicitar a la Corporación que tenga a bien encomendar a las Comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores que se aboquen al estudio de las condiciones especiales y requisitos que deberán cumplirlas corporaciones privadas que no persiguen fines de lucro para internar especies liberadas del pago de derechos o impuestos.
9º.- Se acuerda solicitar a la Corporación que tenga a bien encomendar a la Comisión de Educación el estudio de las modificaciones necesarias para fijar el texto definitivo de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria.
10.- Se acuerda solicitar al Ministerio de Relaciones Exteriores el estudio de un estatuto de los inmigrantes, que contenga, entre otros puntos, los siguientes requisitos que deben cumplir los postulantes a inmigrantes; especies que pueden internar al país, con indicación de su cantidad y valor; normas para calificar previamente el otorgamiento de las visas correspondientes; forma en que se calificará la factibilidad de los fines que deseen realizar en común grupos de postulantes a inmigrantes ; y las medidas que deben adoptarse para asesorar a los inmigrantes, tanto individual como colectivamente, con el objeto de integrarlos a la comunidad nacional.
11.- La Comisión declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" es una corporación privada que no persigue fin de lucro, sin que proceda otra calificación de conformidad con los antecedentes que obran en su poder y la labor que realiza.
12.- La Comisión estima que de acuerdo con los hechos, circunstancias y antecedentes que ha investigado y tenido a la vista, no procedería la cancelación de la personalidad jurídica, como conclusión necesaria, a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad"."
El señor VIDELA.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Diputado Informante.
El señor VIDELA.-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión Especial designada para investigar diversos hechos y actividades de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", de Parral, me corresponde dar cuenta a la Cámara de mi labor sobre esta materia.
¿Qué origen tuvo esta Comisión investigadora? Ella nació de una determinación del Senado de la República, que, con fecha 5 de marzo del año en curso envió a esta Corporación el informe de su Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
El informe recaía en la petición de desafuero formulada en contra del Intendente de Linares, don Héctor Taricco Salazar, y del Gobernador de Parral, Claudio Fuentes Avello.
La Comisión fue designada por esta Corporación, dos días más tarde, el 7 de marzo, y formaron parte ella los señores Diputados Guido Castilla Hernández, Eduardo Cerda García, Mario Dueñas, Mario Fuenzalida, Osvaldo Giannini, César Godoy Urrutia, Jorge Ibáñez, Juan Rodríguez, Luis Tejeda, Renato Valenzuela, el que habla, Hugo Zepeda y Enrique Zorilla Concha.
Posteriormente, fueron reemplazados como miembros de la Comisión los señores Eduardo Cerda García y Juan Rodríguez Nadruz, por los señores Alberto Daíber y Renato Laemmermann, quien fue sustituido en último momento por el señor Samuel Fuentes.
Una vez que se integró esta Comisión, me tocó el alto honor de ser designado Presidente de ella.
Esta Comisión realizó 18 sesiones y estuvo reunida más de 61 horas. Se tomó declaración a diversas personas, entre ellas, al ex Embajador ante la República Federal de Alemania, don Arturo Maschke: al señor Intendente y al señor Gobernador antes mencionados; al Director General de Investigaciones, don Emilio Oelckers; a don Francisco Acebal, Jefe de Policía Internacional de Investigaciones; al señor Enrique Krauss, en ese entonces Subsecretario del Interior; a varios señores periodistas; a don Alfonso Villagra, Juez de Distrito; y a innumerables personas que concurrieron a declarar ante la Comisión.
Además, se colocaron avisos en los diarios para que cualquiera persona que tuviera algún antecedente sobre los hechos de "Dignidad" informara a la Comisión.
Y, por último, señor Presidente, nos trasladamos al Departamento de Parral, donde se encuentra instalada la Colonia "Dignidad", los días 2, 3, 4 y 5 de mayo del presente año, y la Comisión hizo una visita ocular a la citada Colonia. Interrogó en la vecina localidad de Gatillo a todos los vecinos que quisieron llegar hasta ella, y en la ciudad de Parral estuvo dos días interrogando a los ciudadanos que quisieron declarar, en la Ilustre Municipalidad de esa ciudad.
El informe del Senado señala, claramente, cinco puntos o aspectos que tienen relación, como él lo dice a la letra, "con la verdadera naturaleza, fines, organización y actividades de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad". Nosotros, para mayor claridad, evacuamos el informe en relación con cada uno de estos cinco puntos primero y, después, tocamos otros tópicos o materias que nos parecieron indispensables incluir.
El primero de los puntos contenidos en este informe del Senado se refiere a que no existe un control riguroso de los miembros de la Colonia y al ingreso ilegal a ella de una persona que era, en aquel entonces, buscada por la INTERPOL, plantea, además, que habría que estudiar si corresponde o no, dentro de la Colonia, dar cumplimiento a las leyes del trabajo.
Respecto de si existe o no debido control sobre los miembros de la Colonia, la Comisión hizo todas las averiguaciones del caso. Escuchó las informaciones del Director General de Investigaciones, a quien se le pidió la nómina completa de los miembros que viven en la Colonia, la fecha de ingreso al país y la ficha de cada uno de ellos con la respectiva fotografía. Se escuchó y se envió oficio al Ministerio de Relaciones Exteriores, el que en su oportunidad autorizó la entrada al país de los miembros de la colonia, previo informe favorable o respaldo del Instituto Católico Chileno de Inmigración, acerca de las bondades de cada uno de los miembros de esa Sociedad. Posteriormente, se pidió informe al Director General del Trabajo y a la Directora del Servicio de Seguro Social.
Respecto del primer punto -o sea, si está claramente establecido quiénes son los miembros de la Colonia- la Comisión no tuvo duda alguna, ya que tanto la Policía Internacional de Investigaciones como el Ministerio saben perfectamente quién es cada uno de ellos. Se estableció que la colonia comprende a 237 miembros los que se dividen de la siguiente forma: hombres y mujeres menores de 18 años: 95, entre los cuales hay 8 nacidos en Chile; hombres entre 18 y 60 años, 54; mujeres entre 18 y 60 años, 68; hombres y mujeres entre 61 y 80 años, 20.
Además, quedó claramente establecido que esas 237 personas entraron legalmente al país. Declaró ante la Comisión el señor Arturo Maschke, que era Embajador de Chile en la República Federal Alemana, en el momento en que los miembros de la Colonia ingresaron al país, quien dijo que dirigentes de la "Prívate Soziale Mission", de Siegburg, Alemania, lo habían visitado para solicitarle informaciones sobre la posibilidad de. venirse. Señaló también que la emigración, como ya lo he dicho, había sido respaldada por el Instituto Católico Chileno de Inmigración y se había cumplido con todos los requisitos exigidos por la ley.
Además, respecto de si esta Colonia ha cumplido o no con las normas de la Dirección del Trabajo, es indispensable hacer una distinción. En relación con los trabajadores chilenos existentes en la Colonia no hay reclamación alguna; la Inspección del Trabajo correspondiente y la Dirección del Trabajo dicen que se ha cumplido con todos los requisitos que exigen las leyes chilenas.
Respecto de los miembros que viven en la colonia, existe un trabajo muy especial, en comunidad, que está inspirado, sobre todo, por un ideal común y que no persigue fines de lucro, que no tiene horario, que se hace, como digo, fundamentalmente con espíritu de beneficencia y con el fin de lograr un objetivo común.
Pues bien, respecto de esto ya no hay cuestión, porque la Dirección del Trabajo, con fecha 10 de junio del año 1968 emitió el dictamen Nº 3.598, en el cual determina expresamente que las personas que prestan servicios en la corporación de derecho privado Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" tienen la calidad de trabajadores y debe aplicárseles la legislación social y previsional chilenas. Es decir, sólo desde el 10 de junio de 1968 en adelante la Dirección del Trabajo y sus organismos correspondientes deberán determinar cuál será la forma de aplicación de la previsión respecto de las personas que allí laboran.
El criterio de la Comisión, y también de la Directora del Servicio de Seguro Social, fue que esa resolución no puede aplicarse retroactivamente y, por lo tanto, no les incumbe a los dirigentes de la colonia responsabilidad alguna por la situación laboral y previsional anterior al dictamen mencionado.
El segundo punto al cual se refiere el Senado es al dominio del predio denominado "El Lavadero".
Ese fundo es una hijuela de la ex hacienda "San Manuel", que había sido comprada por la Compañía Italiana de Colonización S. A. CITAL. Allí en esa tierra árida, difícil por su condición precordillerana, llena de troncos y de rocas, se instalaron durante algunos años los colonos italianos, siéndoles imposible conseguir una explotación fructífera de aquel lugar.
Posteriormente, la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" adquirió ese terreno; pero no lo compró a nombre de la sociedad, sino de dos de sus miembros: a nombre del actual Presidente de la Colonia, señor Hermann Schmidt Georgi, y de don Rudolfo Collen Franzkowsky, según consta de la inscripción correspondiente en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Parral.
Esto fue en 1962. Al año siguiente, en 1963, por escritura pública ante el notario don Fernando Escobar, de Santiago, constituyeron un usufructo por 15 años en beneficio de la colonia.
Pues bien, señor Presidente, a la Comisión le pareció que esta situación era irregular y que sería más conveniente que el dominio de ese fundo se transfiriera a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" y no siguiera en manos de dos personas, por muy serias que sean y por mucha confianza que en ellas se tenga.
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Daiber, voy a llamar al orden a Su Señoría.
El señor VIDELA.-
Por otra parte, las normas que rigen en Chile en materia sucesoria son irrenunciables de aplicación obligatoria, y, en caso de fallecimiento de una de estas personas, bien podría suceder que este fundo no quedara en poder de la Sociedad; además, las corporaciones de Derecho Privado en Chile tienen, respecto de sus bienes, un término legal, pollo cual se hace necesario que la propiedad de ese fundo se transfiera a la Sociedad.
Interrogados sobre este hecho los señores directores de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", declararon que se había comprado a nombre de dos personas y no en el de la Sociedad, porque se estaba tramitando paralelamente a la compra con la personalidad jurídica de la Sociedad. Salió antes la personalidad jurídica, aun cuando la tramitación de la compra era paralela, porque debieron efectuar numerosas diligencias para poder concretar esa compra, puesto que el fundo no pertenecía a un particular, sino, como dije anteriormente, a la Compañía Italiana de Colonización, y fue necesario pedir el correspondiente permiso a diversas instituciones de crédito de Santiago para poder realizar la adquisición.
A la Comisión le pareció que, en el fondo, no ha habido mala intención al mantener sin transferir el dominio del predio a la Sociedad, sino que ha existido tal vez un principio de defensa, puesto que, en un momento dado, con todo lo que ha ocurrido en estos cuatro años, pudo haberse cancelado la personalidad jurídica y el predio, que es el único bien que tiene la Sociedad que ha sido enriquecido por el trabajo de sus miembros, podría liquidarse y pasar a otras manos, en conformidad a la ley. En cambio, al permanecer en poder de esas dos personas no entraría en la liquidación de los bienes de la Sociedad en el caso de ser cancelada la personalidad jurídica.
En tercer lugar, el Senado hace hincapié en el incumplimiento, por parte de la Sociedad, de los fines contemplados en el artículo 3° de su estatuto. Creemos que aquí está la parte principal de este problema; y, por lo tanto, fue estudiada con acuciosidad y en detalle por vuestra Comisión.
Dice el artículo 3º en la parte pertinente, que los fines de la Sociedad serán los de prestar ayuda a la niñez y juventud necesitadas; a los niños y jóvenes huérfanos, vagos y desvalidos en general y especialmente a los de las provincias afectadas por los sismos del año 1960.
Pues bien, pareciera a primera vista -y así lo dijeron los contradictores de la Sociedad- que la colonia no ha cumplido con esa finalidad, ya que no ha recogido a los niños vagos y a los jóvenes desvalidos o huérfanos de la zona afectada por los sismos de 1960; así como tampoco se han construido los talleres que para la enseñanza, agrícola o la enseñanza industrial se habían prometido.
La verdad, señor Presidente, es que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" va a cumplir los siete años de existencia en el país. Llegó a esa zona -que tiene las características que nosotros hemos enunciado- a un lugar situado a 40 kilómetros hacia la cordillera, en Parral. Se instaló allí, y la primera labor, naturalmente, fue conquistar la tierra, hacerla producir, para que con el beneficio de esta producción y la labor desarrollada se pudieran realizar los fines establecidos en los estatutos.
Pues bien, ¿qué fue lo primero que vieron los colonos a su alrededor? Ellos vieron a niños campesinos desnutridos y a hombres enfermos. Y, entonces, la primera casa que levantaron no la destinaron a su hogar propio, sino, justamente, a mantener algo más primordial que la enseñanza: la salud del niño. Porque era imposible que esos niños completamente desnutridos pudieran estudiar; no tenían posibilidad alguna de entender lo que se les enseñara. Pues bien, el hospital está funcionado allí desde esa época. En la actualidad está reconocido por el Servicio Nacional de Salud como uno de los mejores hospitales periféricos que hay en Chile. Cuenta con los servicios de una doctora titulada como médico-cirujano en Alemania y con un personal altamente especializado. Posee 50 camas o más; tiene una policlínica exterior, y una clínica dental que está atendida por una distinguida profesional chilena.
Eso fue lo primero que hicieron los colonos, antes de dedicarse a la enseñanza.
¿Podría decirse por ello que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" no ha cumplido con los objetivos del artículo 3º de su estatuto? La Comisión, señor Presidente, cree, por varias razones, que sí los ha cumplido. Primero, porque el artículo 3º no es taxativo, ni siquiera fija prelación de las obras; y, además, porque contiene disposiciones de tipo general que permiten realizar cualquiera obra de beneficencia que cumpla con los objetivos de la institución. Dice la letra g) del artículo 3°: "Practicar beneficencia general a favor de la niñez y de la juventud, la que podrá extenderse también a favor de adultos y ancianos cuando los recursos lo permitan y el Directorio lo decida". Esta fue la razón por la cual la Comisión estimó que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha estado o está cumpliendo con lo establecido en sus estatutos.
En el punto cuarto, el Senado hace una relación sobre las franquicias y exenciones tributarias de que disfruta la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad".
Pues bien, ¿qué ha ocurrido? Les parece a algunos que son excesivas las franquicias aduaneras que ha tenido esa Sociedad y que preferentemente ha traído maquinarias destinadas a otros fines, que no son de beneficencia. A la Comisión le pareció que no era posible sostener tal crítica, porque la mayoría de las maquinarias, herramientas y especies internadas han sido entregadas para la explotación de sus predios agrícolas, fundamentalmente, ya que cuando ellos llegaron había solamente cuarenta hectáreas de superficie explotables. Y la Comisión pudo observar, en la visita ocular que hizo al predio "El Lavadero" que allí existen más de 800 hectáreas destroncadas y aptas para la explotación agrícola. Fuera de eso, han construido caminos de acceso para sacar los productos del interior de los dos predios que tienen. Más de 50 kilómetros de caminos han sido construidos justamente por los miembros de esta sociedad. Asimismo, las maquinarias se han destinado a la construcción de un edificio para hospital y para la escuela que allí está funcionando y no, fundamentalmente, a la construcción de hogares o de casas para los colonos, los cuales siguen viviendo en colectivos, separados hombres, mujeres, niños y adultos y también en el caso de los obreros. Este hospital funciona además en forma enteramente gratuita y, por conversaciones que tuvimos con los enfermos que allí encontramos y con los campesinos que concurrieron voluntariamente a declarar a la localidad de Catillo y a la ciudad de Parral, se pudo comprobar que era muy eficiente la atención recibida por los enfermos y que éstos habían salido, en todos los casos, muy agradecidos de ella.
También ha sido muy discutido el hecho de que se haya internado una planta chancadora. Esta, naturalmente, no trabaja dentro del fundo, como asimismo, algunos camiones que hacen fletes de materiales a particulares. Pues bien, el beneficio obtenido con la planta chancadora y con los fletes de los referidos camiones, se destina a los fines de beneficencia que persigue la Colonia, ya que hasta este momento los predios agrícolas sólo producen gastos. Según opinión de los vecinos de la zona con quienes recorrimos estos predios, un grupo formado por agricultores y campesinos, se ha realizado un gran trabajo dentro del fundo. Nos acompañó incluso un vecino que en un tiempo fue colega nuestro, el ex Diputadodon Ignacio Urrutia, quien nos decía que él consideraba que en esa zona no se podía hacer una buena explotación agrícola; sin embargo, ahí se levantaba algo que hasta ese entonces no se había soñado siquiera que pudiera suceder. De manera que hasta este momento dichos predios no producen entradas suficientes para hacer ninguna obra de beneficencia, y las que se realizan, indudablemente, son posibles gracias a las entradas que producen la planta chancadora y los fletes de los camiones.
Si se toma en cuenta que hay 50 camas permanentes, y si se considera el precio que para el Servicio Nacional de Salud representa un día-cama -los colegas médicos podrían informarnos sobre el particular-, comprenderán los grandes gastos que la Colonia "Dignidad" está haciendo para mantener ese hospital.
El último punto indicado por el Senado, el Nº 5, habla del carácter sectario de los miembros de la Sociedad Privada existente en la Alemania Federal.
Nosotros pudimos comprobar que dentro de los miembros de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" existen adeptos a diferentes clases de religiones. La gran mayoría pertenece a la religión cristiana evangélica, pero también hay católicos y una minoría judía observante. Pues bien, a este respecto, indudablemente hay libertad religiosa. Así lo aseveraron diferentes vecinos y aun el sacerdote católico más cercano, que está a la altura de Catillo, en Las Camelias, que concurrió y declaró que había ido en diferentes ocasiones a oficiar actos religiosos de carácter católico dentro de la. Colonia, y que posteriormente se celebraba un fiesta en la que todos convivían.
En todo caso, señor Presidente, uno de los problemas que nosotros vimos y que quisiéramos tocar y tocamos en el informe, no con la profundidad debida, es el hecho de que en torno de las actividades de la Colonia "Dignidad" se dieron una serie de informaciones sensacionalistas en las que hubo falta de seriedad y que hieren un poco la dignidad profesional de algunas personas que en diferentes diarios o emisoras o en diferentes formas se refirieron a la Colonia "Dignidad". En muchos casos pudimos comprobar que no la conocían, que no la habían visitado jamás, que no habían interrogado a los miembros directivos de la colonia ni tenían antecedentes claros para haberse referido a ella.
Así, la Comisión quiso dejar establecidos ciertos hechos y se hizo un deber "darlos a conocer, en aras de los elevados principios que informan la labor de los funcionarios del Estado, de los fundamentos éticos que reglan las actividades de las profesiones informativas y de las normas generales de moral ciudadana que deben guiar los actos de todos los habitantes".
También es necesario que se diga que falta en Chile, en nuestra legislación, una clara política de inmigración que tienda a integrar a inmigrantes a la nacionalidad chilena.
Por estas razones, se propone como conclusión a este texto, que se solicite al Ministerio de Relaciones Exteriores que se aboque al estudio de esta materia, con el objeto de proponer las medidas de carácter legal y administrativo que estime convenientes, que tiendan a solucionar las diversas situaciones y casos que puedan presentarse sobre esta materia. Sin embargo, esta falta de integración de que se hace alarde que ha tenido la Colonia Dignidad no se ha producido con la fuerza con que se presenta en las informaciones sensacionalistas, puesto que hemos podido comprobar que miles de vecinos de la provincia de Linares y de otras provincias han visitado, invitados o libremente, la Colonia Dignidad. La han recorrido, la han conocido y, a la vez, la Colonia con sus equipos ha llegado hasta los pueblos vecinos, ya sea para prestar una ayuda de carácter artístico o una ayuda de carácter manual. No ha existido, pues, esta falta de integración entre los miembros de la Colonia con la ciudadanía chilena. Cabe hacer notar que no están en un barrio de una ciudad; están ubicados a 40 kilómetros de ásperos caminos de Parral hacia la. cordillera y que la conformación humana del núcleo no se presta tampoco para vivir permanentemente en estas obras de tipo de integración, ya que hay gran mayoría de niños, un buen número de ancianos y los hombres en estado de trabajo son sólo 54. Es decir, mayores de 18 y menores de 60. Por lo tanto, en tan breve lapso no podrían haber logrado todas las etapas, un poco ambiciosas, que aparecen declaradas.
Finalmente, la Comisión aprobó las 12 conclusiones siguientes:
"1º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha dado cumplimiento y está cumpliendo con las finalidades para que fue constituida, señaladas en el artículo 3º de sus estatutos."
La Comisión estima, en conciencia, porque en conciencia tenía que fallar, que esto es así. Lo desprende de las declaraciones de los vecinos, de las declaraciones de gente que tiene 'contacto directo con ella. Lo desprende de numerosos documentos que tiene en su poder y también de las observaciones de carácter personal que pudo hacer en las visitas a esta Colonia. En consecuencia, no podría decir otra cosa, que está cumpliendo con las finalidades de beneficencia que se propuso al llegar a Chile, de acuerdo con sus medios, de acuerdo con el número de personas que tiene, de acuerdo con su esfuerzo, que es bastante grande.
"2º.- Se declara que los miembros de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ingresaron al país sometiéndose a. todas las normas legales y reglamentarias vigentes."
De esto no hay ninguna duda, puesto que están todos los documentos en el Ministerio de Relaciones Exteriores y en el Consulado de Chile en Alemania. Su ingreso al país fue respaldado y pedido por el Instituto Católico Chileno de Inmigración.
"3º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" no es responsable, por el lapso anterior al 10 de junio de 1968, de incumplimiento de las leyes del trabajo y previsión social por las personas que prestan servicios en esa corporación."
Esto es, como dije al comienzo, debido a las condiciones especiales del trabajo que allá se realiza. No es una labor efectuada exclusivamente con fines de lucro; sino que es un trabajo en comunidad, sin horario y con fines altruistas e ideales comunes. Hay una resolución del Ministerio del Trabajo y Previsión Social que obliga a cumplir estas exigencias legales hacia adelante y no hacia atrás.
"4º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha cumplido en todo tiempo con las leyes del trabajo y previsión social respecto de los trabajadores chilenos que tiene a su servicio."
Aquí no hay lugar a dudas, y así lo ha declarado la propia Inspección del Trabajo. O sea, respecto de los chilenos se ha cumplido con las normas legales que establece nuestra legislación.
"5º.- La Comisión estima que los señores Hermann Schmidt y Georgi y Rudolf Collen Franskowsky deben efectuar la transferencia del bien raíz denominado "El Lavadero", a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad"."
En esta materia, la Comisión estimó de su deber representar a los actuales dueños del predio "El Lavadero" la conveniencia de efectuar la transferencia a la Sociedad, en razón de que ya han desaparecido las circunstancias que inicial-mente llevaron a realizar la compra a nombre propio y aun cuando en ese momento se justificaba su actitud, todo aconseja actuar en la forma que propone la Comisión.
"6º.- Se declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" deberá dar cumplimiento a los requisitos y formalidades contempladas en los artículos 7º, 10, 11, 13, 19, 25, 34 y 41 de sus estatutos, que dicen relación con su administración interna, y se solicita al Ministerio de Justicia que tenga a bien adoptar las medidas convenientes para que esa corporación cumpla con estas obligaciones".
En cuanto a. las formalidades de funcionamiento y administración de la Sociedad a que he hecho referencia, como reza la conclusión, ella debe cumplirlas, aun cuando no afecten a su existencia misma. Son formalidades, pero, en todo caso, debe solicitarse al Ministerio de Justicia que se sirva adoptar las medidas convenientes para su cumplimiento.
"7°.- Se acuerda solicitar al Ministerio de Educación Pública que tenga a bien estudiar la forma en que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" deberá establecer las escuelas y talleres consultados en el artículo 3º de sus estatutos."
Respecto del establecimiento de talleres de artes manuales, técnicos y agrícolas, en realidad ellos no están instalados en la Colonia, puesto que se le dio, como dije al comienzo, preferencia al problema de la salud. Sin embargo, creo que hay ciertas posibilidades de establecer algunos talleres, no en un plano tan ambiciosamente como lo dicen los estatutos. Quizás sería también aconsejable que se pudieran modificar estos estatutos para adecuarlos a la realidad de la Colonia, ya que no es una entidad extremadamente rica, ni mucho menos; es una Colonia de trabajadores que está cumpliendo con un espíritu altruista, con un sacrificio personal, la idea de dar un poco de tranquilidad a los niños, jóvenes y adultos que viven a su alrededor. Pero no creo que sea posible en las actuales condiciones, por lo menos, establecer estos talleres con la profusión que lo señalan los estatutos.
"8º.- Se acuerda solicitar a la Corporación que tenga a bien encomendar a las Comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores que se aboquen al estudio de las condiciones especiales y requisitos que deberán cumplir las corporaciones privadas que no persiguen fines de lucro para internar especies liberadas del pago de derechos o impuestos."
Por las razones expuestas, la Comisión informó, en este aspecto, respecto de la necesidad de abordar el estudio de normas que regulen en forma más detallada la internación de especies y bienes por esta clase de instituciones privadas, y estimó conveniente, entonces, que se encomendara a las Comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores el análisis de las disposiciones actualmente aplicables, los controles que se realizan para las peticiones de internación y todos los aspectos del problema enunciados anteriormente en mi exposición, con el objeto de que propongan las medidas procedentes de cualquier orden que tiendan a hacer el sistema más perfecto y operante en beneficio de estas mismas instituciones y del Estado, en general.
En noveno lugar, "se acuerda solicitar a la Corporación que tenga a bien encomendar a la Comisión de Educación el estudio de las modificaciones necesarias para fijar el texto definitivo de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria".
Señor Presidente, esta ley es del año 1929 y su reglamento es, igualmente, de esa misma fecha; es decir, ambos son totalmente inadecuados para las necesidades y condiciones actuales del país. Además, creo que el texto de sus disposiciones lo tienen en Chile sólo una o dos personas. Tanto es así, que el señor Adrián Molina, que llegó a declarar, decía que no era posible ver el texto de la ley en el Ministerio hasta que llegaba él, pues había un solo ejemplar y lo andaba trayendo en el bolsillo para resguardarlo y evitar que se perdiera. Por éstas y otras razones, es indispensable que se modifique el texto de la ley, para, ponerlo de acuerdo con el momento que está viviendo el país.
En décimo lugar, "se acuerda solicitar al Ministerio de Relaciones Exteriores el estudio de un estatuto de los inmigrantes, que contenga, entre otros puntos, los siguientes: requisitos que deben cumplir los postulantes a inmigrantes; especies que pueden internar al país, con indicación de su cantidad y valor; normas para calificar previamente el otorgamiento de las visas correspondientes; forma en que se calificará la factibilidad de los fines que deseen realizar en común grupos de postulantes a inmigrantes y las medidas que deben adoptarse para asesorar a los inmigrantes, tanto individual como colectivamente, con el objeto de integrarlos a la comunidad nacional".
En relación con esta materia, se estimó de urgente conveniencia dictar un estatuto orgánico de todas las normas aplicables a la inmigración, como una manera de codificar la legislación vigente y precisar la formalidad, las condiciones y los requisitos de todo orden que deben cumplir los inmigrantes, tanto en el momento de solicitar la visa y cuando ingresan al país, como igualmente para precisar las condiciones referentes al estudio de las actividades que van a desarrollar en el país y, fundamentalmente, las normas que tiendan a ampararlos y dirigirlos con el objeto de que puedan integrarse a la comunidad nacional en forma efectiva.
En undécimo lugar, "la Comisión declara que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" es una corporación privada que no persigue fin de lucro, sin que proceda otra calificación, de conformidad con los antecedentes que obran en su poder y la labor que realiza."
De todos los antecedentes que la Comisión tuvo a la vista y del análisis de las actividades y las obras que ha realizado y realiza actualmente en favor de la juventud y de la colectividad en general, fluyó como lógica consecuencia la conclusión de que, en realidad, la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" es una. persona jurídica que no persigue fines de lucro y que realiza su finalidad primordial y esencial exclusivamente en un plano puramente ideal, que tiende sólo a la realización de obras de beneficencia y educativas.
No puede decirse que es una sociedad que persigue fines de lucro por el hecho de que alguna de sus actividades le produzca efectivamente beneficios, porque ese lucro no va al bolsillo de los asociados, no va a incrementar el patrimonio de los miembros de la Sociedad, sino que está destinado, justamente, a permitir la realización de los fines de beneficencia, culturales y educacionales que se ha propuesto la institución.
Por último, la Comisión estima que, de acuerdo con los hechos, circunstancias y antecedentes que ha investigado y tenido a la vista, no procedería la cancelación de la personalidad jurídica, como conclusión necesaria, a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad".
Estas fueron las conclusiones que la Comisión resolvió proponer a la Sala, por la unanimidad de sus miembros presentes, con fecha 22 de noviembre de 1968, de conformidad con lo acordado en sesiones de fechas 24 y 30 de octubre y 14 y 20 del presente.
Es todo lo que puedo informar, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Por haber solicitado previamente su inscripción, en el tiempo del Comité Comunista, podrá hacer uso de la palabra, hasta por 30 minutos, el Diputado señor César Godoy Urrutia, para referirse al informe de la Comisión especial investigadora de las actividades de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad".
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GODOY URRUTIA.-
Señor Presidente, es lamentable que, como epílogo de sucesos que, en cierto modo, conmovieron a la opinión pública del país durante un largo tiempo, como es el caso de los que afectaron a la llamada "Colonia Dignidad", en una reunión como la que en este momento está realizando la Cámara, se ponga término de esta manera a este proceso.
Me parece también lamentable que los parlamentarios que en un momento más deben pronunciarse a través de su voto sobre las conclusiones de la Comisión Investigadora no estén presentes para haber escuchado, de parte del Diputado Informante, las razones que tuvo la Comisión para llegar a estas conclusiones.
Pero hay algo que nos inclinó preferentemente a pedir el uso de la palabra: la circunstancia de que con el colega Te-jeda, hayamos sido miembros de la Comisión, que hayamos participado en la inmensa mayoría de sus reuniones y que juntos también estuviéramos presentes durante la visita ocular realizada al campo donde se instaló esta colectividad y durante las audiencias en que la Comisión escuchó a tanta gente que depuso ante los miembros de ella.
Pero hay algo más que, de entrada, nos interesa que quede bien en claro. Ni el colega Tejeda ni el que habla hemos intervenido en la elaboración de las conclusiones que recomienda la mayoría de la Comisión, contenidas en los doce puntos con los que se acaba de poner término al informe que ha escuchado la Cámara.
Saben algunos miembros de la Comisión que asistieron a su última reunión que el Diputado que habla se hizo presente en un momento dado y que, luego de haber leído las conclusiones, declaró que no estaba de acuerdo con ellas y, por consiguiente, que se abstendría de darles su aprobación.
Me parece que de una manera u otra pudo haber quedado constancia de este hecho; sin embargo, en algunas líneas antes de las conclusiones, se dice: "En mérito de lo expuesto, la Comisión Especial Investigadora prestó su aprobación unánime a las conclusiones contenidas en este informe y acordó proponer a la Corporación que adopte igual resolución."
La verdad es que no hubo unanimidad. Habría sido una incongruencia de nuestra parte haber aceptado la forma cómo la mayoría de la Comisión proponía redactar las conclusiones, porque es una fórmula ciento por ciento absolutoria. Deja "libre de polvo y paja" y libera de toda responsabilidad, a la "Colonia Dignidad", que ha sido objeto de tantas discusiones.
El señor VIDELA.-
¿Me permite una interrupción para aclarar?
El señor GODOY URRUTIA.-
Nosotros comprendemos que en un problema que se ha debatido tan apasionadamente, en el que ha habido exageraciones de uno u otro lado, y por tratarse de cosas de esta naturaleza, no puede haber serenidad ni ecuanimidad.
Nosotros hemos escuchado a periodistas que han enfocado el pro y el contra del problema, que contribuyeron a deformar las opiniones a través de sus versiones de prensa y de radio. Hemos escuchado también a otros que celosamente defendían lo que en la comuna de Catillo -donde, según creo, funciona- ha hecho la "Colonia Dignidad".
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? El Diputado Informante le solicita una interrupción.
El señor GODOY URRUTIA.-
Con todo gusto se la concedo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia del señor Godoy Urrutia, tiene la palabra el señor Videla.
El señor VIDELA.-
Muchas gracias, señor Diputado.
Sólo deseo aclarar un hecho. Me parece que no hay ninguna duda, ni por parte del propio Diputado que está hablando, de que la Comisión ha expresado tal cosa en la seguridad de que era efectiva y con la mayor honradez posible. Las conclusiones fueron aprobadas por la unanimidad de los miembros presentes en la mayoría de las reuniones y, en cuanto a lo sucedido en la última reunión, es cierto lo que dice el señor Godoy Urrutia: él concurrió un instante, leyó las conclusiones y manifestó que él no votaría, que se abstendría de votar y que, además, se ausentaría de la Comisión para dejarnos en libertad. Como las abstenciones no se cuentan, entonces los acuerdos fueron aprobados por la unanimidad de los miembros presentes.
Eso es todo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Godoy Urrutia,
El señor GODOY URRUTIA.-
Señor Presidente, yo me conformo con que quede constancia de que no he alterado para nada la verdad cuando he hecho una afirmación respecto de cómo quedó expresamente salvada nuestra opinión sobre la materia. A mí me pareció que, a causa de estar ya tan adelantado el trabajo de la
Comisión en cuanto al informe -que fue motivo de una larga elaboración, según me ha explicado el Secretario, o, mejor dicho, el Presidente en propiedad de la Comisión- a esa altura era muy difícil modificar las conclusiones.
Entonces, posteriormente, madurando mejor las cosas, con nuestro colega Tejeda hemos elaborado, como conclusión del trabajo de la Comisión, algunas resoluciones que, por la forma como están redactadas, nos parece que corresponden mejor, en cierto modo, a la realidad de las cosas y salvan también la mayor independencia y altura, con que una comisión investigadora de la Cámara debe enfocar un problema de tanta importancia y gravedad como la que fue adquiriendo, en el curso de los días el caso de la "Colonia Dignidad".
Señor Presidente, en el curso del trabajo de la Comisión, nosotros nos preocupamos -aunque creo que hubo una especie de preocupación general- de la filiación democrática que, a nuestro juicio, por encima de cualquiera otra consideración, debe exigirse de los miembros integrantes de una colonia extranjera, que llegan a nuestro país no sólo a cultivar la tierra, porque en eso no haríamos mayor caudal, sino que llegan a educar, a tomar contacto con nuestra juventud o con nuestra infancia. Llegan con una especie de misión evangélica, de beneficencia, filantrópica; y, la verdad sea dicha, no cuentan con otros recursos que la tierra que adquirieron: dos propiedades y la maquinaria que, liberada de todo derecho de internación, lograron introducir en Chile. Luego, está el trabajo gratuito que desempeñan los miembros de la colonia y, prácticamente, no hay más.
Nosotros llamamos, en algún momento, la atención de nuestros colegas sobre una experiencia que nos ha parecido, históricamente, la más importante en materia de colonización, que fue la traída, a mediados del siglo pasado, á la región de
Valdivia, por los primeros colonos alemanes.
Hay una diferencia tan notable entre aquello y esto, que me va a permitir la Honorable Cámara que dé lectura, en pocas palabras, a algunos hechos que concurrieron en este asunto, y que nos proyectan -diría yo- luz hasta el día de hoy.
Así lo demostré en una disertación que hice en la Municipalidad de Parral, invitado por ésta, bastante después de la visita que hicimos a la Colonia. Posteriormente, fue publicada íntegra en el diario "La Discusión", de Chillán. En algunas de sus partes, decíamos entonces: "Entre los años 1844 y 1855, perseguidos por la tiranía de Rosas, vivieron en Chile dos pensadores argentinos cuyas ideas influyeron positivamente en el desarrollo de nuestro país: Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi. El primero, apasionado por la cultura, quería hacer de cada país una escuela. De aquí la consigna que, pasando los años, recogió Valentín Letelier y le dio forma; tiempo más adelante, la hizo suya el PresidentePedro Aguirre Cerda: "Gobernar es educar". El otro, Alberdi, luchaba contra la despoblación y proponía una firme política inmigratoria. Suyo era el lema: "Gobernar es poblar".
"Acaso la influencia de las ideas de Alberdi se hizo sentir en la dictación de la primera ley chilena de inmigración que lleva la firma del PresidenteBulnes y su MinistroManuel Montt, el 18 de noviembre de 1845.
"Luego, poniendo en práctica las disposiciones contenidas en esta ley, el gobierno nuestro destacó en Europa, particularmente en Alemania, como agentes para seleccionar colonos a los ingenieros Bernardo Phillipi y Guillermo Frick y al que poco después habría de ser nombrado Intendente de Valdivia para incorporar nuevas tierras al cultivo y a la civilización: Vicente Pérez Rosales.
"El primer grupo de familias alemanas, que partió de Hamburgo en 1849, y que después de cuatro meses de navegación, desembarcó en Corral, estaba constituido por 70 hombres, 10 mujeres y 5 niños. Se recordará que en el primer momento fueron instalados en la isla Teja, donde adquirieron parcelas. Le correspondió recibirlos, como primera autoridad provincial, al esforzado pionero Pérez Rosales.
"En su hermoso libro, "Recuerdos del Pasado", de lectura obligatoria en los liceos, cuenta el autor el primer encuentro con los heroicos inmigrantes europeos. En nombre de ellos habló el sabio profesor Carlos Anwandter -una de las calles principales de Valdivia lleva el nombre de este precursor- luego que se dio respuesta al memorándum que ellos presentaron. "El señor Anwandter -cuando apenas había pisado tierra chilena-, lleno de emoción, expresó: "Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere. Unidos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, defenderemos nuestro país adoptivo contra toda agresión extranjera con la decisión y la firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia y a sus intereses", página 389 del libro de Pérez Rosales.
"Merece señalarse un hecho positivo que explica la filiación probadamente democrática de los primeros inmigrantes alemanes, su deseo de establecerse definitivamente en Chile y su voluntad para cumplir sus leyes y asimilarse a la idiosincrasia nuestra. Alemania había sido sacudida por el huracán de la revolución que, en los años 48 y 49 conmovió a gran parte de Europa. Recuperada, la reacción descargó violenta represión sobre los ciudadanos de ideas progresistas, parte de los cuales tuvo que abandonar el país. Entre éstos figuraron varios de los que llegaron a Chile en condición de inmigrantes. Este es un hecho digno de tenerlo presente y forma parte de una experiencia excelente, aunque a lo largo del tiempo, lejanos descendientes de ellos, hacia el 40 de este siglo, aparezcan ganados por el nazismo.
"Ahora bien, para juzgar hechos históricos posteriores ocurridos en la misma Alemania, sin perder de vista la contribución a la ciencia y al arte de grandes alemanes del pasado, verdaderos humanistas, tales como Goethe, Beethoven, Humboldt, Marx, y, más recientemente, Einstein, es necesario tener presente la tendencia expansionista y el espíritu guerrero que fomentó el viejo imperio alemán.
"Ejemplo típico de este espíritu, de la soberbia aristocracia, militarismo y burguesía alemanes, es Birmarck, "El Canciller de Hierro", que no sólo venció a Francia en la guerra del 70, sino que, a pedido del traidor Thiers, ayudó a aplastar la gloriosa comuna de París, en mayo del 71, ahogando en sangre la rebeldía de los obreros y revolucionarios.
"Entre los personajes discutibles de la vieja Alemania, no puede tampoco dejar de mencionarse al general prusiano Bernardo von Moltke, quien glorificaba la guerra: "La guerra -decía-, es santa, es de origen divino, es una de las leyes sagradas del mundo; ella mantiene entre los hombres grandes y nobles sentimientos: el honor, el desinterés, la virtud, el valor, y les impide, en una palabra, caer en el más repugnante materialismo."
"Este mismo personaje, en 1874, cuando la social democracia alemana, encabezada por Augusto Bebel y Guillermo Liebknecht, le proponía, a cambio del ejército, organizar milicias populares de modo que cada alemán tuviera el fusil en su casa, contestó: "Los fusiles pueden distribuirse fácilmente, pero es difícil recobrarlos".
"El Kaiser Guillermo II, que gobernó 30 años, entre 1888 y 1918, hasta su caída al término de la Primera Guerra Mundial, tampoco lo hizo mal. Fue él, ante el crecimiento de la socialdemocracia, quien dijo: "Primeramente fusilar, descabezar, neutralizar a los socialistas, si fuera necesario, un baño de sangre; después, la guerra hacia el exterior".
Con estos antecedentes, me parece que hay razones sobradas, cuando se trata de traer inmigrantes alemanes, que han vivido y sufrido la época del fascismo, para que países como el nuestro cuiden rigurosamente el proceso de selección y exijan de cada uno de ellos el acatamiento más absoluto a nuestros regímenes y principios y a la forma como concebimos la democracia, los derechos humanos, porque no podemos perder de vista que el heredero de los anteriormente citados no fue otro que Adolfo Hitler, "el paranoico creador del nazismo; el que propugnaba "Alemania sobre todo"; el que puso a la raza aria por encima de todas las demás; el que se proclamó exterminador del comunismo, atacando a mansalva a la Unión Soviética, a la cual le costó la vida de veinte millones de sus hijos la salvaguardia de su independencia; el que ocupó, a sangre y fuego, territorios ajenos y paseó el crimen, el incendio y la violencia por Europa ; el que pretendió imponer la hegemonía germana sobre todos los pueblos del mundo. Su carrera fue trágica y corta: desde la cervecería de Munich, en 1933, hasta su muerte bajo los escombros del Reichstag, en 1945: 12 años. Y los estragos que él hizo en su propio país y en Europa, corresponderían a más de un siglo de crisis y muerte.".
Por eso, señor Presidente, nosotros también hicimos notar en el curso de la discusión operada en el interior de la Comisión, y lo hemos hecho públicamente, algunas ideas.
A manera de conclusión dijimos: "La venida a Chile de ese conjunto de hombres que tienen de colonos y que quieren tener de filántropos, lo fue por iniciativa de la Embajada nuestra en Bonn, y aprovechando las extraordinarias facilidades y franquicias que diera el Gobierno de Alessandri, primero, y el actual, después.
"No operó ningún criterio selectivo en este caso, no solamente respecto de las capacidades profesionales de quienes integran el grupo, sexo, edad y estado civil de ellos, sino sobre su definición democrática, lo que es mucho más importante después de los graves y peligrosos sucesos ocurridos en Alemania antes y entre las dos guerras mundiales.
"Aunque se niega, no cabe duda que algunos miembros de la colonia pertenecían o siguen perteneciendo a extrañas sectas religiosas e instituciones surgidas después de la guerra y que no tienen nada que ver con religiones conocidas que disponen de jerarquías nacionales e internacionales responsables." (No se explica de otro modo que en la colonia se practique el trabajo sin remuneración, que no es sinónimo de trabajo voluntario, exactamente).
"El aislamiento geográfico donde está ubicada, en los primeros contrafuertes andinos, donde ya había fracasado una colonia italiana, impide que haya relaciones naturales y que se facilite el intercambio o la convivencia con los chilenos, salvo con los modestos campesinos situados en su contorno.
"La ignorancia de las leyes nacionales, dé parte de los dirigentes de la colonia, o la mala asesoría jurídica que han buscado, han exacerbado las dificultades y conflictos con diverso tipo de autoridades, convirtiéndose en un factor de perturbación.
"Se ha invocado como justificación para la instalación de la colonia, la idea de contribuir a la educación de niños desamparados y a la salud de los campesinos de la periferia.
"En el primer aspecto no se ha hecho nada. En el segundo, se ha hecho cierta labor, si bien se ha contado con la ayuda del Servicio Nacional de Salud. La experiencia aconseja la inmediata creación de pequeños hospitales rurales, y no sólo de postas.
"La caridad o filantropía que pareciera inspirar a instituciones de este género, no soluciona los males que afligen a nuestro pueblo, cuya pobreza es el caldo de cultivo para que a la sombra de ella se facilite la penetración de agentes extranjeros, como son los llamados "cuerpos de paz" norteamericanos, que se han instalado en Chile sin que nadie los llame ni les necesite. Al decir de Martí: "La beneficencia es un narcótico y no efectiva medicina; puede enjugar las lágrimas en el rostro de los que sufren, pero no seca la fuente de las lágrimas".
Este tipo de colono, con un nivel de cultura y tecnológico superior al de los campesinos nacionales, puede ser útil siempre que se establezca, debidamente controlado, próximo al trabajo y a las viviendas de los chilenos; así, de un modo reflejo, puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de las capas atrasadas. La negación de esto son las colectividades extranjeras herméticas, impermeables a lo nuestro, marginadas de la vida nacional y segregadas de la sociedad donde han venido a instalarse. A los privilegios que ya tenemos, nada aconseja que se sumen otros que vienen de afuera.
Una última observación: por ley, en los colegios extranjeros, las clases de lengua nacional, historia, geografía y educación cívica, como se llamaba antes, deben estar a cargo de profesores chilenos de nacimiento. Esto no ocurre en la colonia "Dignidad", por lo menos hasta el momento en que se hizo la visita.
Quiero agregar, además, como se desprende claramente del informe, que entre la opinión vertida por la Directora General de Educación Primaria y un funcionario abogado, que acaba de morir y que tenía a su cargo consultas de tipo jurídico, hay una gran diferencia. Sostiene la Directora la misma tesis que una vez el Averiguador Universal de ||AMPERSAND||quot;El Mercurio" hizo pública cuando debía contestar esta pregunta: "¿Qué se necesita en Chile para abrir una escuela?". El Averiguador Universal decía: "Nada. Búsquese una casa y ábrala." La respuesta que le dio a la Comisión la Directora de Educación Primaria coincide con esa tesis, que desgraciadamente se acerca más a la realidad que la opinión del jurista, del asesor jurídico del Ministerio de Educación, quien sostuvo que, de acuerdo a lo establecido en una ley que no se sabe si existe o no, al extremo de que la Comisión propone que sea la Comisión de asuntos jurídicos de la Cámara la que se ocupe de esta materia para esclarecer cuáles son las posiciones que dominan sobre el asunto, sostuvo, digo, que desde el momento que se instala una escuela, queda sometida a la vigilancia de la sección encargada de la enseñanza privada.
La verdad es que hay una falsa escuela. Nos hablaron de una escuela donde había un niño chileno; todos los otros eran alemanes. Yo tengo alguna experiencia de lo que es una sala de clase, y les pido a los colegas que lo recuerden. La visita fue en mayo recién pasado. Era todo nuevo: en ese pizarrón grande como la muralla no había escrito nadie nunca una letra; los bancos no habían sido usados; olía a pintura; era una cosa recién hecha, recién terminada. No había tal escuela; y si la había, las clases las daban algunos profesores que pueden haber venido entre el grupo de 237 colonos y que pueden tener capacidad para ello. Es posible. Pero esto es, desde luego, un problema que merecería quedar bien esclarecido, porque ha habido una flagrante violación de una ley nacional que determina que sean profesores chilenos, chilenos de nacimiento, quienes tengan a su cargo asignaturas orientadas a la formación de los niños de acuerdo a nuestras estructuras como Estado. Esto no lo puede hacer un extranjero, que lo desconoce; y otra cosa: que no lo siente, lo que es mucho más peligroso. Pudiera conocerlo, pero esto hay que sentirlo, para asimilar una corriente externa, foránea a lo nuestro. Hay que sentir la cosa; hay que haber nacido, como se dice, en un país. Así es como se pueden reparar dificultades que a veces el tiempo se encarga de demostrar.
Para terminar lo mío, señor Presidente, quiero decir aquí las palabras textuales que creímos que nos correspondía verter para evitar cualquier malentendido. No quisiéramos que algunas de las opiniones leídas anteriormente sean interpretadas como manifestación de boxerismo nacionalista, que excluye la estimación de todo otro pueblo y que coloca al de uno por encima de todos los demás. De ninguna manera. La oportunidad que hemos tenido de conocer otras partes del universo, y no sólo de paso, sino que viviendo en ellas por algún tiempo, y la circunstancia de militar en un partido político que combina lo nacional con lo internacional, pensamos que nos pone al abrigo de toda sospecha.
Cuando la patria se toma desde un aspecto eminentemente sentimental y estrecho, ella principia y termina dentro de las fronteras exclusivas, pero la patria es algo más que el terruño donde se ha nacido y la tierra donde se trabaja y están los afectos personales. La patria, la grande, la noble, la nueva, se extiende por toda la tierra y abarca el conjunto de la humanidad. Eugenio María de Hostos, el gran puertorriqueño que fuera rector del Liceo de Chillán allá por 1889, en esta materia construyó una hermosa sentencia.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado?
El señor GODOY URRUTIA.-
Decía: "La escuela debe formar hombres para la humanidad concreta, que es la patria, y para la patria abstracta, que es la humanidad."
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Comunista.
El señor TEJEDA.-
Déjelo terminar….
El señor GIANNINI-
Prorroguémoslo.
El señor GODOY URRUTIA.-
Medio minuto…
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de la Sala, puede continuar Su Señoría.
El señor GODOY URRUTIA.-
Por su parte, José Ingenieros, el incansable sembrador de ideales, sostenía: "La manera más baja de amar a la propia patria es odiar las patrias de otros hombres, como si todas no merecieran engendrar en sus hijos iguales sentimientos."
Para los hombres del mundo de hoy, ya no hay problemas de tiempo ni espacio. Los grandes hechos nos conmueven por igual, sean ellos desgraciados o felices. ¿Para qué, entonces, empequeñecer la visión geográfica y humana? Los chilenos, vivamos en la capital o en provincias, tenemos que empinarnos para abarcar un horizonte dilatado y ponernos en órbita cuando suene la hora, evitando que los acontecimientos nos tomen de sorpresa y nos dejen rezagados.
Nada más.
El señor TEJEDA.-
Señor Presidente, ¿habría unanimidad para que me dieran unos tres minutos para concretar algunas cosas?
El señor STARK (Vicepresidente).-
No hay número por el momento, señor Diputado. Podría solicitarla cuando hubiera.
En seguida, en el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra el señor Castilla, don Guido.
El señor TEJEDA.-
¿Me podría conceder una interrupción?
El señor CASTILLA.-
Con todo gusto.
El señor GIANNINI.-
¿Podría concederme la palabra, señor Presidente?
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? El señor Castilla, don Guido, le ha concedido una interrupción al señor Tejeda, don Luis.
El señor TEJEDA.-
Muchas gracias.
Señor Presidente, yo quiero concretar las diferencias que el Diputado César Godoy y yo tenemos con las conclusiones del informe. Ellas están contenidas en estas indicaciones que vamos a presentar y que estaremos llanos a modificar, de acuerdo con las observaciones de otros Diputados que tuvieran más o menos este mismo pensamiento.
Nos parece que la primera conclusión es demasiado categórica cuando declara que la Sociedad ha dado cumplimiento y está cumpliendo con las finalidades para que fue constituida. La verdad de las cosas, como quedó muy claro durante la discusión en la Comisión, es que no ha dado cumplimiento; y si bien ulteriormente ha realizado algunas obras para dar cumplimiento, podemos nosotros hacer esta afirmación categórica. Nuestra indicación consiste en sustituir la primera conclusión polla siguiente: "La Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha dado cumplimiento sólo parcialmente a las finalidades que señalan sus estatutos y no ha otorgado ningún beneficio a las personas de las provincias afectadas por los sismos de 1960".
En seguida, somos de opinión de suprimir las conclusiones tercera y cuarta del informe. La tercera establece que se ha dado cumplimiento a las leyes del trabajo y previsión social. Creemos que esto es materia de alguna resolución judicial que los afectados pudieran proponer. La cuarta dice que en todo tiempo se ha cumplido con las leyes del trabajo, con lo cual les cerramos el camino a quienes ulteriormente pudieran pretender ante los tribunales algún derecho previsional con respecto a los servicios prestados a la Colonia.
En seguida, frente a la conclusión quinta, proponemos que se reemplace por la siguiente: "La Cámara recomienda que se exija por la autoridad competente que el predio "El Lavadero" se transfiera a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", a quien por derecho le corresponde su dominio". Es lo mismo, pero redactado en forma más imperativa.
La conclusión once y penúltima proponemos sustituirla por la siguiente: "Se deja establecido que no hay antecedentes suficientes para estimar que la Sociedad
Benefactora y Educacional "Dignidad" no se haya desempeñado como una corporación privada que no persigue fines de lucro. En la conclusión aparece esto en forma demasiado categórica. Da por establecido que, con los antecedentes que tiene la Comisión, se ha comprobado que no hay fines de lucro, cuando la verdad de las cosas es que hay ciertas dudas. En la Comisión hay antecedentes que no permiten afirmar que haya fines de lucro, pero no categóricamente que no los haya.
Por último, la conclusión doce proponemos sustituirla por la siguiente: "La Cámara considera que no es recomendable la cancelación de la personalidad jurídica de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", pero que es indispensable una mayor fiscalización de sus actividades".
No nos gusta la forma en que esto aparece en la conclusión, en que se declara que no procedería, en circunstancias que el día de mañana los tribunales, la autoridad administrativa o el Presidente de la República pueden estimar lo contrario.
Finalmente, echamos de menos una indicación que establezca que no se han resguardado los intereses públicos con respecto a la liberación de derechos. La liberación se dio en forma muy general. Dice: "Se autoriza para que se internen 6 bultos", sin establecer qué traen, ni en qué cantidad, ni de qué peso ni de qué porte son. Yo pregunté al Superintendente de Aduanas o a un alto funcionario que estaba ahí sí podrían ser del porte del mismo buque. Me dijo: "Sí, señor, porque no se explica la cantidad". Ese es el decreto del 11 de junio de 1965, firmado por el señor Molina. El decreto 1.859, del 15 de julio de 1965, también firmado por el señor Molina, y otro firmado por el señor Zaldívar, por orden del señor Santa María, autorizan para internar ropa y artículos para hospital, pero no dicen en qué cantidad, cuándo ni cómo; no especifican nada.
Entonces, sobre esto, nosotros proponemos, concretamente, que se agregue lo siguiente: "La Cámara estima que en las liberaciones de derechos otorgadas a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" no se resguardaron debidamente los intereses públicos".
Nada más, señor Presidente, y agradezco la interrupción.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Puede continuar el señor Castilla, don Guido.
El señor CASTILLA-
Señor Presidente, lamento mucho no haber participado en la redacción final de este informe, por razones de tipo personal. Quiero decir claramente también que a mí no me satisface el informe. Creo que es incompleto. Estimo que es abiertamente contradictorio con lo que se dice al final, con lo que se concluye. Por último, es injusto, por cuanto, como creo que decía el colega Godoy Urrutia, absuelve totalmente a esta Sociedad, en perjuicio de sentencias muy claras de los Tribunales de Justicia, las cuales han dado la razón a las personas que hicieron las denuncias o que encabezaron el movimiento de opinión pública que se formó en Linares concretamente, o en Parral, respecto de la Colonia, y del criterio de la misma Comisión de Constitución del Senado, que fue la que invitó, por así decirlo, a esta Corporación a hacer una investigación a fondo de este problema.
El señor IBAÑEZ.-
¿Por qué no cita los fallos, colega?
El señor CASTILLA.-
Las conclusiones que se plantean en este informe en algunas partes incluso no están lo suficientemente claras y no corresponden en el fondo a las declaraciones que algunos per-soneros hicieron en la Comisión.
Por ejemplo, el ex Embajador de Chile en la República Federal Alemana, señor Maschke, dijo en la Comisión -y yo le pregunté esta situación en dos oportunidades- que los dirigentes de la Misión Privada, o de la Colonia "Dignidad", para entendernos en lenguaje común, solicitaron su ingreso al país. Sin embargo, los dirigentes de la Colonia "Dignidad", en un informe escrito que enviaron a la Comisión, dijeron, y dicen, que fueron invitados a venir a Chile por el señor Maschke y por algunas otras personalidades. Esto no quedó claro en la discusión, porque no se pudo confrontar estas opiniones: pero el informe da por sentado que el señor Maschke hizo esta invitación, cosa que él negó en la Comisión.
El señor IBAÑEZ.-
Señor Presidente, solicito una interrupción.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Castilla? El señor Ibáñez le solicita una interrupción?
El señor CASTILLA.-
No, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
El señor Castilla, don Guido, no desea ser interrumpido.
El señor CASTILLA.-
Se habla también de los esfuerzos inmensos que hicieron los alemanes desde que se instalaron, en destroncar, en preparar la tierra para obtener productos para su beneficio y, naturalmente, para los fines que teóricamente persiguen. Se dice que los que antes estuvieron allí, concretamente los italianos, no fueron capaces de levantar estos terrenos áridos. Pero resulta que los italianos que se establecieron allí no eran una sociedad benefactora ni tenían los medios, ni las franquicias, ni el respaldo internacional que tiene la Sociedad Benefactora "Dignidad". Eran gente que llegó a este país exclusivamente con sus brazos, con su voluntad y con el deseo de mezclarse con los chilenos, como hasta ahora ha pasado. Por eso no se puede decir, señor Presidente, porque es una injusticia, que los italianos fracasaron y los alemanes triunfaron, porque los italianos se mezclaron con nuestro pueblo, muchos de ellos son profesionales distinguidos; concretamente, en IANSA, de Linares, hay uno de ellos. Otros son sacerdotes, otros casaron con damas de Parral, de Linares y otras ciudades del país y todos están mezclados en nuestra patria.
En consecuencia, hay una diferencia muy grande respecto de los medios que tenían y los fines que perseguían, entre una colonia y otra.
Se dice que el esfuerzo de los alemanes es grandioso, que ellos han hecho una tarea de titanes; poco menos que se les hace aparecer como una raza superior, capaces de hacer maravillas con la tierra, como ellos pretendieron demostrarlo durante la visita que hicimos.
Y ahora yo pregunto: ¿acaso no hemos visto nosotros, en el caso concreto de la reforma agraria, en el caso de los asentamientos, que los fundos ahora en poder de la CORA tienen un rendimiento tres o cuatro veces superior al que tenían antes? ¿No hemos visto hacer verdaderas maravillas por parte de nuestros obreros campesinos, que son capaces de trabajar la tierra sin franquicias irritantes como las que tiene la Colonia "Dignidad", exclusivamente con su esfuerzo, pagándoles el Estado, en este caso la CORA, un salario superior al salario mínimo campesino fijado por las leyes chilenas, cumpliendo con todas las leyes del trabajo, respetando el horario de trabajo fijado por las leyes para esa labor, ciñéndose al sistema de vida y de trabajo que impera en nuestro país, cosa muy reñida con la realidad en la Colonia "Dignidad", donde no existe horario de trabajo y la gente no gana ningún salario sobre su esfuerzo y tampoco tiene ningún tipo de previsión?
Por eso no se puede, así no más, en este informe, poco menos que rendirle un homenaje público a la Colonia "Dignidad", porque ésa imagen que va a salir al exterior por el tremendo esfuerzo realizado, porque ese esfuerzo en ningún caso es comparable al realizado por nuestros campesinos, que es muy superior.
Por otra parte, se dice que el fundo "El Lavadero" no pasó de inmediato a propiedad de la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" por temor a que se le cancelara la personalidad jurídica. Yo pregunto: ¿Han sentido temor alguna vez la Cruz Roja Chilena, los "Boy Scouts" o cualquier institución nacional, de que se cancele su personalidad jurídica? Jamás. Y esto porque cumplen cabalmente con las leyes de nuestro país y se ciñen estrictamente a los cuerpos orgánicos que deben regir sus actividades, sus funciones; porque respetan la organización que se ha otorgado a estas corporaciones y sociedades.
Por eso creo muy infantil la excusa que se da para justificar que el fundo "El Lavadero" no haya pasado a propiedad de la sociedad y esté hoy día en poder y a nombre del presidente de la Colonia, señor Rudolf Collen Franzkowsky.
Por otra parte, se dice que los socios de la Colonia son de tres clases: activos, cooperadores y honorarios, cuya diferencia establece el artículo 10 del estatuto.
Los menores pueden optar a la calidad de socios sólo una vez que cumplan los 21 años de edad, y resulta que en la Colonia existen varios menores, concretamente 95. Pues bien, ellos no son socios y, en consecuencia, no reciben ningún beneficio por el trabajo que realizan; no tienen ninguna capitalización por el esfuerzo que ponen para que la sociedad o la institución prospere. En cambio, sí tienen la obligación de trabajar y trabajar harto en beneficio de ella. Es decir, tienen obligaciones, pero no derechos.
Por eso, resulta harto curioso señalar, como conclusión del informe, en forma tan taxativa, que la Colonia "ha dado cumplimiento y está cumpliendo con las finalidades para que fue constituida, señaladas en el artículo 3º de sus estatutos".
Al respecto, quiero manifestar que me parece mucho más justo, mucho más apropiado el informe del Consejo de Defensa del Estado. Creo que hizo un análisis más jurídico y más de fondo que nuestra Comisión. Dicho informe, que lleva el Nº 1.259, señala textualmente: "La Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", constituida como Corporación de Derecho Privado, es, de acuerdo con sus estatutos, una persona jurídica mixta de aquéllas que, según la disposición del inciso tercero del artículo 245 del Código Civil, participa del carácter de Fundación y de Corporación; su fin determinado de "prestar ayuda a la niñez y juventud necesitadas", es lo que le da el carácter de Fundación.
"En el hecho desarrolla, principalmente, las actividades de una Cooperativa de Producción".
Dice el Consejo de Defensa del Estado: "Hasta la fecha, en la realidad de su funcionamiento, ha infringido sus fines educacionales, por no haber proporcionado la educación escolar, técnica o agrícola, que figura como motivo central de su objetivo.
"Tampoco ha cumplido la finalidad que se propuso de prestar ayuda a los niños y jóvenes huérfanos, vagos y desvalidos con motivo de los sismos del año 1960, en las provincias afectadas por éstos.
"Su ayuda se ha circunscrito a la asistencia prestada en su Hospital a adultos y niños chilenos; pero con esta actividad benéfica no es posible considerar que haya llenado el fin de beneficencia que se propuso, y de ella, en ninguna forma, puede concluirse que sea una institución de finalidades meramente ideales, que son las únicas autorizadas para regirse por las normas del Título XXXIII del Libro I del Código Civil.
"Por el contrario, la actividad principal de los miembros de la entidad está concentrada en la explotación agrícola-industrial de los fundos "El Lavadero" y "El Pasto"; en la explotación comercial, en considerable escala, de la planta chancadora; y también en la explotación comercial de los camiones y camionetas de que es dueña la entidad, de lo que hay en los antecedentes elementos de juicio suficientes para así afirmarlo."
Más adelante, señor Presidente, el Consejo de Defensa Fiscal dice: "Los Estatutos aprobados por el Supremo Gobierno a solicitud de la Corporación y, en consecuencia, aquellos por los cuales sus fundadores resolvieron regirse, aparecen incumplidos en los siguientes puntos:
"1) Jamás se ha dado cumplimiento a las normas de ellos relacionadas con el ingreso de socios; esto se comprueba con la simple lectura de las siete actas de sesiones de Directorio estampadas en Libros de Actas, que se ha tenido a la vista, en ninguna de las cuales figura la aceptación de nadie como socio de la entidad. Al 13 de septiembre de 1966 se tiene por miembros de la entidad a las 70 personas que aparecen firmando, en calidad de socios, el Acta de la Junta General de esa fecha, ignorándose cómo llegaron a serlo, excepción hecha de los cinco constituyentes. Esta es una contravención a los Estatutos en que la entidad se ha mantenido permanentemente, como que en la Primera Junta General Ordinaria del 25 de julio de 1962, aparecen firmando como socios 26 personas sin que se sepa cómo adquirieron tal calidad los 21 que no fueron constituyentes. Sólo en la Tercera Junta General Ordinaria del 6 de mayo de 1964, hay un saludo del presidente a los 12 socios que habrían sido admitidos el año anterior, admisión que no aparece acordada por el Directorio. En la Junta Extraordinaria del 15 de agosto de 1964 y en las ordinarias de los días 11 de mayo de 1963, 10 de septiembre de 1965, 17 de agosto de 1966 y 28 de mayo de 1967, no hay ninguna referencia al respecto.
"2) Tampoco los socios han dado cumplimiento al pago de cuotas, no obstante estar consideradas éstas como uno de los ingresos ordinarios de la entidad, y sólo en la Junta General Ordinaria del 6 de mayo de 1964, en la que se eligió Directorio, aparece tomado el acuerdo de dar por cancelada la cuota ordinaria de los miembros activos por razón de su trabajo gratuito. Además, ninguna Asamblea General fijó las cuotas.
"3) No obstante figurar en los Estatutos como órganos de la entidad, el Consejo de Profesores y las Comisiones, no hay constancia alguna de que ninguno de ellos se haya constituido y del Libro de Actas aparece totalmente incumplido el precepto del artículo 34 que, por su importancia, se ha reproducido íntegramente en el presente informe.
"4) Se hace imposible saber, por el no cumplimiento ya ponderado de las disposiciones estatutarias en el sistema de aceptación de socios y de las normas sobre cuotas, si los Estatutos se han cumplido en lo que respecta al derecho a voto en las Juntas Generales, en las que, por otra parte, todas las votaciones y acuerdos aparecen por unanimidad.
"5) No se aceptó por los ejecutivos de la entidad ni se exhibió a la Comisión del Consejo ninguna memoria anual y ningún balance de aquellos con que el Directorio debió dar cuenta a las Asambleas Generales de la marcha de la sociedad; por el contrario, se expresó por éstos que no los tenían y de ello deja constancia don Luis Ortiz -don Luis Ortiz es el abogado de la Colonia- en el párrafo de su carta que se transcribe anteriormente en este informe.
"6) El Directorio ha dejado incumplido el artículo 11 de los Estatutos al no dictar el reglamento en él dispuesto para el funcionamiento del Consejo de Profesores y de las comisiones.
"Constituye -continúa el Consejo de Defensa del Estado- una grave irregularidad que el principal bien de la entidad, adquirido con posterioridad a su constitución, como es el fundo "El Lavadero", fuera comprado a nombre propio de dos de los socios y se haya mantenido en el dominio de ellos por casi siete años.
"Tal irregularidad se agrava aún más si se considera que es precisamente en dicho predio donde el trabajo, en común y gratuito de los colonos, ha introducido esforzadas mejoras para llegar a una explotación agrícola eficiente, ha levantado las costosas construcciones que en él existen y hecho las numerosas instalaciones ya referidas en este informe.
"El esfuerzo, así, no es, como pretenden sus ejecutivos, de todos para todos y esto se evidencia si se considera, además, que de 147 adultos dedicados a la explotación en común sólo 70 figuran registrados como socios de la Corporación y que buena parte de los 90 menores también laboran para la entidad."
En consecuencia, el criterio sustentado por el Consejo de Defensa del Estado, que planteó al señor Ministro de Justicia la necesidad de advertir a la Colonia "Dignidad" que debiera ceñirse a los estatutos, que debiera dar cumplimiento a los estatutos, está en abierta contradicción con el acuerdo de la Comisión investigadora, y que yo estimo que la Cámara por ningún motivo podría aceptar, por lo menos redactado en esos términos. Concuerdo mucho más con el criterio planteado por los colegas César Godoy y Tejeda.
Sin duda alguna en esta Colonia han ocurrido hechos que han conmovido a la opinión pública, sobre los cuales evidentemente ha habido especulación muy grande, y se han producido situaciones de nerviosismo, porque algunos han tomado es-to como un asunto personal, pero lo concreto y claro es que aquí hay interés para buscar la mejor manera de que esta Corporación pueda dar cumplimiento a sus estatutos, pueda ceñirse a nuestras leyes; en una palabra, pueda estar incrustada en nuestro sistema de vida, que es la principal preocupación con que hemos estado planteando este problema.
Por eso, creo que este informe, en muchos de sus considerandos, no concuerda con las conclusiones, que no sé por qué motivos son tan tajantes, tan definitorias, que no admiten ningún pronunciamiento en contrario y tiene, repito, muchas contradicciones con los hechos.
Quiero decir que es una abierta injusticia emitir un informe de esta naturaleza, si se tienen en cuenta sus considerandos. Quiero también levantar mi voz para señalar que la actuación de don Héctor Taricco Salazar, quien fue Intendente de Linares y tuvo activa participación en este problema de la Colonia "Dignidad"…
El señor GIANNINI.-
¿Me permite?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Castilla, el señor Giannini le solicita una interrupción.
El señor CASTILLA.-
Termino con esto, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
El señor Castilla no desea ser interrumpido.
El señor CASTILLA.-
Inmediatamente termino.
Quiero decir que su actuación, su desempeño, fue indiscutiblemente el de una autoridad que se preocupaba de los problemas que competían a su provincia. Su posición tuvo acogida en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, que por unanimidad le dio la razón. También se la dio posteriormente la Corte de Apelaciones de Chillán. Sin embargo, después, en una votación politiquera del Senado de la República fue desaforado con los votos de los mismos Senadores que en la Comisión estuvieron de acuerdo con él.
Como Diputado por la provincia de Linares, tengo que dejar claramente establecido que sus actuaciones fueron honradas y responsables y correspondieron a las de una persona que tenía un gran criterio patriótico al plantear este problema que por desgracia no encontró la acogida y profundidad que nosotros hubiésemos querido, incluso por parte del Gobierno, que no lo respaldó en su debida oportunidad, como debiera haberlo hecho.
Termino anunciando mi modesto voto en contra del informe de la Comisión Especial Investigadora.
El señor STARK (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, puede usar los seis minutos que restan el señor Zorilla, don Enrique.
El señor ZORRILLA.-
Señor Presidente, me referiré brevemente a este informe.
Estimo que la Comisión Investigadora, en realidad, ha cumplido plenamente con la investigación que le encomendó la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado. Sin embargo, tampoco estoy de acuerdo con sus conclusiones. Sin duda, ellas no se caracterizan por la ponderación del mismo informe.
Las conclusiones no parecen desprenderse de él, sino forzarlo y -yo diría- destruir su valor. No son interpretativas del mismo, podría decir que desfiguran en gran parte su estudio analítico.
En efecto, las conclusiones son demasiado categóricas, visiblemente movidas por un afán absolutorio, que no se compadece, a mi juicio, con el relevante estudio hecho por la Comisión.
La verdad es que por las mismas dificultades de adaptación que han tenido los colonos, y por las negligencias que han tenido nuestras autoridades para hacer cumplir la ley chilena y hacer acatar a nuestras autoridades, es preciso mantener una actitud de permanente vigilancia y fiscalización sobre esta Colonia, sin afán persecutorio, a fin de que nuestras leyes sean cumplidas y nuestras autoridades respetadas por los colonos.
Por eso, yo concuerdo plenamente con las modificaciones que nos ha presentado el DiputadoTejeda, en cuya redacción yo también he participado. Por lo menos, voy a votar no apartándome del informe, con el cual estoy de acuerdo, sino contra las conclusiones que se apartan del informe.
Nada más, señor Presidente.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Restan tres minutos al Comité Demócrata Cristiano.
El señor DAIBER.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Daiber.
El señor DAIBER.-
¿Cuántos minutos restan?
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tres minutos, señor Diputado.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, desgraciadamente es muy breve el tiempo. Trataré de obtener tiempo adicional para referirme a la materia, si bien es cierto que todo tiempo es escaso para analizar y dar a la Honorable Cámara una versión de lo que es la "Colonia Dignidad", de los cargos que se le han hecho, de todos los antecedentes y las conclusiones que se han derivado de esta investigación a la vuelta de innumerables sesiones, de largas horas de estudio, de debate y de análisis de esta situación en profundidad.
Yo aquí quiero, ante todo, decir que nos ha movido un interés muy alto, ya que se trata de una materia en la cual debiera estar absolutamente proscrita la política, por lo menos la política casera, barata, politiquera. Movido por ese interés, yo quiero analizar la situación desde un punto de vista exclusivamente humano, para ver hasta dónde ha habido realmente infracciones de parte de los personeros de la "Colonia Dignidad".
Me extraña profundamente y me he sentido realmente molesto -así debo calificarlo- de que en esta Cámara, algunos colegas hayan expresado opiniones categóricas al respecto, sin haber tenido la entereza de haber participado en este estudio y en esta investigación que terminó con el informe al que se ha dado lectura o que, por lo menos, ha sido repartido entre los colegas. Porque es imposible, digo, tener una opinión clara al respecto si no se tienen todos los antecedentes en la mano, y si no se ha analizado cada uno de estos antecedentes, en su pro y en su contra.
Señor Presidente, como médico, tengo la obligación de dar aquí también mi opinión respecto de la actuación de la "Colonia Dignidad" en lo que a salud respecta. Justamente, allí, en esa apartada zona precordillerana, está funcionando un hospital, que ha sido construido y habilitado por ella y que sirve a todos los niños chilenos pobres de esa zona, hijos enfermos de campesinos, quienes no saben dónde llevarlos y que, precisamente los confían
a ese grupo humano, que está haciendo una verdadera labor benefactora.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me excusa, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Demócrata Cristiano.
En el tiempo del Comité Radical, puede usar de la palabra el señor Ibáñez.
El señor IBAÑEZ.-
Señor Presidente, yo respeto las opiniones del colega don César Godoy, aunque no comparto algunas de sus apreciaciones. Igualmente, he escuchado con atención las sugerencias del colega Tejeda para modificar algunas de las conclusiones del informe. Estoy de acuerdo con dos de ellas, porque no alteran sustancialmente la conclusión del informe de la Comisión. No comparto, en cambio, la proposición de modificar las conclusiones 1ª, 2ª, 3ª y 4ª, ni tampoco la 11. Pero me ha extrañado profundamente que nuestro colega y compañero representante de la provincia de Linares haya opinado sobre esta materia corno miembro de la Comisión, sin haber asistido a las sesiones decisivas celebradas por ella. Si mis recuerdos no fallan, el colega Castilla no habría asistido por razones personales, que no ha señalado.
El señor CASTILLA.-
No he dicho eso.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Castilla, ruego a Su Señoría no interrumpir.
El señor IBAÑEZ.-
El valor de las opiniones que se vierten en esta Cámara…
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Castilla, voy a llamar al orden a Su Señoría.
El señor IBAÑEZ.-
Creo que en materias tan absolutamente delicadas, los parlamentarios….
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Señor Castilla, el señor Ibáñez no lo interrumpió en ningún momento. Ruego a Su Señoría guardarle el mismo respeto.
El señor CASTILLA.-
¡Pero que no me interprete!
El señor IBAÑEZ.-
… debemos actuar con alguna responsabilidad.
A mi juicio, la lectura de uno de los tantos documentos conocidos por la Comisión, que es el informe del Consejo de Defensa del Estado, analizado con detenimiento en las diferentes sesiones de la Comisión, pudo haberse omitido en esta sesión. Además, algunas de sus referencias, en el contenido de su afirmación, son absolutamente equivocadas.
El informe de la Comisión no destaca ni compara, en modo alguno, en desmedro de cualquier otra colectividad de grupos extranjeros instalada en Chile la acción y el trabajo desarrollados por la "Colonia Dignidad". Por lo demás, ésta no admite comparación con la colonia italiana que se instaló en el fundo "San Manuel".
El señor CASTILLA.-
No se comparó.
El señor IBAÑEZ.-
No se comparó; pero Su Señoría la señaló precisamente para destacar una frente a la otra.
Los colonos de la hacienda "San Manuel" ingresaron al país bajo el mismo régimen de ingreso que los miembros de la Colonia "Dignidad", usando de la totalidad de las franquicias tributarias contenidas en el decreto con fuerza de ley N° 69, del año 1963. De tal manera que si alguna comparación pudiera hacerse entre esa colonización y ésta, la comparación favorece, inevitablemente, a los integrantes de la Colonia "Dignidad", porque la colonia italiana sólo vino a Chile para realizar fines en su propio beneficio, sin proyectar, en momento alguno, tareas en beneficio de la colectividad.
Por otra parte, se quiere disminuir una afirmación hecha en una presentación escrita de la Colonia "Dignidad", en el sentido de que el señor Embajador chileno en Alemania les había invitado a venir a Chile, en lo que hizo hincapié el señor Castilla esta tarde. Quiero decir también que es falso, de falsedad absoluta, negar que efectivamente el señor Embajador procedió a hacer esa invitación. En qué términos y con qué fórmulas, no va a poder recordarlas el señor Embajador y, probablemente, tampoco los colonos. Pero tengo en mi poder un documento manuscrito del propio ex Embajador en Alemania, que dice textualmente lo siguiente:
"Conocí a este grupo de dignos y esforzados alemanes en Siegburg, Deutschland, hace cuatro años. Pensando en mi patria lejana, insinué a sus dirigentes la posibilidad de extender su labor a Chile.
"Hoy compruebo que mis esperanzas de entonces se han convertido en una feliz realidad.
"A todos les deseo bienestar y progreso crecientes, que su trabajo y espíritu de cooperación les hacen acreedores.
"Por el bien de Chile y por la felicidad personal de todos los miembros de este grupo, formulo mis más sinceros votos.
"Mi gratitud y renovadas esperanzas, en el porvenir de esta*gran tarea benefactora, progreso social y espíritu de superación."
Yo digo: ¿qué duda cabe respecto de lo que dice el propio señor Embajador? ¿Insinuar que viajen a Chile, a extender su tarea social a Chile, no es la formalización evidente de una invitación? De tal manera que pretender destruir la incorporación de este grupo de extranjeros a Chile por un detalle que no tiene mayor trascendencia, el de si el Embajador lo dijo o no, no cabe, a mi juicio, como recurso para destruir un informe, producto de 18 sesiones celebradas por la Comisión Especial Investigadora.
En otro aspecto, quiero entrar al análisis del problema de la Colonia "Dignidad".
Durante los últimos tres años, la mayor parte de la opinión pública del país se mantuvo atraída por las informaciones inquietantes sobre el funcionamiento y actividades de la Sociedad Benefactora "Dignidad", instalada en el fundo "El Lavadero", de la comuna de Parral, en la provincia de Linares.
Lo que inicialmente comenzó como un problema de orden policial, de los que comúnmente resisten no más de una semana en el interés publicitario, fue convirtiéndose en un intrincado problema, con implicancias de todo orden. La ciudad de Parral, su población, sus propias autoridades, inclusive los partidos políticos, no pudieron estar ajenos al desarrollo de los hechos, que durante tanto tiempo merecieron, de modo tan especial, toda suerte de informaciones de prensa y de radio.
En el hecho, las opiniones de la ciudad de Parral, posteriormente de toda la provincia, aparecieron tajantemente divididas de un modo apasionado. Y, progresivamente, nuevos contingentes de opinión se incorporaron a favor o en contra de la "Colonia Dignidad", trascendiendo después, aunque en forma disminuida, a casi todo el país.
Entretanto, el fundo "El Lavadero", situado a 40 kilómetros de Parral, se convirtió en un foco de atracción constante para cuanta persona, estimulada por las informaciones, quiso conocer el grupo humano formado por los colonos, con el afán de imponerse directamente de su funcionamiento y de las tareas que allí se desarrollaban.
Como ya lo expresara el señor Diputado Informante, la Cámara debió abocarse a la constitución de una Comisión Especial encargada de investigar las actividades de la Colonia, a solicitud del Honorable Senado, con ocasión de la petición de desafuero formulada contra el ex Intendente de la provincia de Linares, don Héctor Taricco Salazar, y del Gobernador de Parral, don Claudio Fuentes Avello.
El mismo Honorable Senado puntualizó los aspectos básicos de la investigación-Los Diputados que designaron nuestros Comités, especialmente en mi caso particular, por representar justamente el que habla a la provincia de Linares en esta Honorable Cámara, hemos cumplido nuestra tarea con la máxima objetividad posible, teniendo plena conciencia de que el problema, a pesar de no estar cuestionando situación política alguna, no podía ser ajeno a nuestros propios militantes, entre los cuales también es posible encontrar posiciones divergentes. Ya me he permitido dar a conocer los fuertes antagonismos de opinión generados sobre esta materia. No me cabe duda de que este mismo propósito preocupó a nuestros demás colegas, llegando a una conclusión ampliamente mayoritaria, expresada en el informe dado a conocer en esta Cámara.
Sin embargo, hemos querido plantear nuestra particular apreciación sobre los diferentes aspectos analizados por la Comisión Investigadora.
Posiblemente, las materias en que se acentuó el propósito informativo de la radiodifusión y de la prensa tocaban aquellas circunstancias que más repugnan a la opinión nacional: el incumplimiento de nuestras leyes y la no integración de diferentes grupos raciales a nuestra sociedad, no sólo en los aspectos de la sangre, sino que en la participación activa dentro de nuestros grupos sociales.
El problema de la integración de la Colonia a los diferentes aspectos de nuestra nacionalidad, no podría analizarse sin antes considerar dos factores que son básicos para la comprensión del asunto.
Cuando los primeros colonos llegaron a nuestro país el año 1961, para comenzar a instalarse el año 1962, en el fundo "El Lavadero", se inició para ellos una etapa de típica colonización. El predio agrícola adquirido se encuentra ubicado, como se ha expresado, a 40 kilómetros de la ciudad de Parral, y a la época de la llegada de los colonos no contaba con construcciones de ninguna naturaleza para su instalación. Los documentos fílmicos conocidos por la Comisión revelaron hasta qué extremos debieron llevarse los esfuerzos de trabajo para iniciar las primeras construcciones. Incuestionablemente, ello ha supuesto una concentración total de labores con el objeto de levantar las primeras construcciones destinadas a habitaciones y a los primeros talleres. Fue necesaria una dedicación exclusiva a tareas que eran indispensables para cualquier otro propósito de orden social.
Por otra parte, la naturaleza y calidad de las tierras adquiridas, con una mínima porción cultivable de inmediato, debió obligar al desarrollo de un programa de habilitación de tierras destinadas a su explotación.
Estos objetivos iniciales no podían permitir, durante la primera etapa, la realización de ninguno de los aspectos que pueden considerarse como el comienzo de una integración.
Cuando esta etapa parecía estar cumplida, surgieron, para la Colonia, los primeros problemas, originados por dificultades internas, que debieron ser conocidos por los tribunales ordinarios de justicia. De aquí nacen como derivación, todos los demás problemas que han preocupado tanto al Senado de la República como a la Honorable Cámara. En consecuencia, podemos distinguir claramente una época de preparación para el cumplimiento de determinados fines, prácticamente terminada el año 1965, y una segunda etapa de incertidumbres y sobresaltos, consecuencia de procesos ante la justicia ordinaria, algunos ya terminados; y, posteriormente, la acuciosa y permanente fiscalización de los organismos públicos, así como la propia investigación realizada por la Comisión designada por esta Cámara.
Pareciera, entonces, que la Colonia "Dignidad" no hubiera desarrollado actividad alguna como no fuera en su propio beneficio. Pareciera también que, en su aislamiento, hubiera constituido un grupo humano negado a todo contacto con diversos sectores de nuestra colectividad. No ha ocurrido así, sin embargo, como lo expresa el informe de la Comisión. A las 50 mil personas que han concurrido a la Colonia por atención médica, reparación de maquinarias o herramientas, molino o, simplemente, la adquisición de algunos de los elementos de construcción que se fabrican para la zona, debe agregarse alrededor de 13 mil personas que han concurrido los fines de semana o festivos, desde todos los puntos de país, incluyendo a elementos representativos de todos los sectores; del mismo modo, la Colonia no ha sido renuente a colaborar y participar en todos los actos a que sus integrantes han sido invitados, particularmente en auxilio de instituciones benéficas.
El presunto incumplimiento de las leyes chilenas también fue considerado por la Comisión. Y sus conclusiones han sido claras en precisar hasta dónde es efectiva esta afirmación. En este sentido, debería considerarse el supuesto de que tampoco han cumplido sus fines estatutarios; pero también este aspecto ha sido detenidamente analizado por la Comisión, determinando, expresamente, que se "llegó al convencimiento de que la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha dado cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 3º de sus estatutos".
Dos materias con incidencia legal preocuparon a la Comisión: el cumplimiento de las leyes del trabajo y de previsión social y la observancia de las disposiciones legales en materia educacional.
Coincidimos de modo absoluto con lo dictaminado por la Dirección General del Trabajo, en cuanto a que "las personas que prestan servicios en la corporación de derecho privado "Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad" tienen la calidad de trabajadores y debe cumplirse a su respecto con la legislación social y previsional chilena". Y ello ha ocurrido permanentemente con los obreros chilenos que han laborado en los predios de la colonia,
y será de la competencia de los propios servicios del trabajo y previsionales determinar la forma en que se dará cumplimiento a estas normas respecto de los socios y demás miembros de la colonia, situación evidentemente compleja en el caso de aquellas personas que aparecen con la calidad de socios. Asimismo, no ha cabido duda a la Comisión de que la interpretación dada por la Directora del Servicio de Seguro Social, en cuanto a que dichas disposiciones no podrán ser aplicadas retroactivamente, se ajusta a una determinación de justicia que la propia Comisión ha recomendado.
El incumplimiento de las disposiciones legales en materia educacional ha quedado desvirtuado por completo, desde que la Comisión ha debido conocer opiniones disímiles de las principales autoridades del propio Ministerio de Educación. Es importante hacer hincapié en la afirmación del señor Ministro, en cuanto sostiene, por oficio Nº 14.797, de 2 de mayo de 1968, que no procedería el control ni la evaluación de la eficiencia de la instrucción del establecimiento que funciona dentro de la colonia. Sin perjuicio de la sugerencia hecha por la Comisión para recomendar un estudio acerca de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, nosotros estimamos que la apreciación del Jefe Administrativo del Ministerio de Educación, don Adrián Molina, debe servir de base para la aplicación de las normas educacionales en el caso de la Colonia "Dignidad". Debe, por consiguiente, establecerse el correspondiente control de la Dirección de Educación Primaria y Normal. Los ramos básicos de idioma nacional, geografía, historia patria y educación cívica deben ser enseñados por profesores chilenos.
Planteamos todo lo anterior sin perjuicio de señalar, como el informe de la Comisión lo hace, que "no ha existido falta legal ni podría haberla, de parte de los dirigentes de la Colonia "Dignidad" al no
cumplir su escuela con el espíritu de la ya antigua legislación vigente, ya que el propio Ministerio y sus autoridades están en clara contradicción respecto de las actuaciones que les correspondía en este caso, lo cual trajo como consecuencia que no hubo oportunidad ni atinada fiscalización del Ministerio sobre la escuela instalada en la colonia".
Queda por comentar, en lo que a materia educacional se refiere, la inexistencia de alumnos chilenos en esta escuela, salvo uno o dos. En efecto, se ha formulado, como cargo en contra de la colonia, el hecho de que no haya un mayor número de alumnado chileno; pero no se ha reparado en que existen dos escuelas primarias ubicadas en lugares extremos del fundo "El Lavadero".
No obstante, compartimos la idea de algunos colegas de que, en el fundo, la Colonia podría considerar la preparación de jóvenes en el conocimiento de algunos oficios, aprovechando precisamente los talleres que allí existen. Podría, inclusive, tenerse alumnos, en la escuela que está en funcionamiento, con régimen de internado. Pero ambas cosas, bajo la impresión reciente de que se trataría de un grupo racial, de fanáticos religiosos o depravados sexuales, deberán esperar hasta el desaparecimiento paulatino de la imagen distorsionada que logró configurarse contra la Colonia.
Una de las pocas materias no discutidas sobre la labor desarrollada por la Colonia se refiere a las prestaciones médicas y paramédicas que ofrece el hospital de ella. La Comisión pudo comprobar su funcionamiento y establecer la fidelidad de sus estadísticas, a través de las autoridades del Servicio Nacional de Salud de Parral. El funcionamiento del hospital justificaría en plenitud la existencia de la Colonia por la significación que tiene para la gente modesta de este sector campesino. Allí no sólo se presta atención médica y dental a los habitantes del departamento de Parral, sino que también a muchos de los pobladores de San Carlos. El control realizado por las autoridades del Servicio Nacional de Salud se verifica con regularidad y el funcionamiento del hospital ha cambiado radicalmente la situación sanitaria de todo este sector de precordillera. Si se quisiera negar su carácter de hospital sería, en todo caso, la mejor posta sanitaria del país ubicada en sectores rurales.
Los colonos llegaron al país acogidos al Decreto con Fuerza de Ley Nº 69, de 1953, que establece el otorgamiento de algunas franquicias de orden aduanero. Además, la Colonia se acogió a las disposiciones legales vigentes respecto de la internación y franquicias tributarias establecidas para las Sociedades de Beneficencia. En el otorgamiento de estos beneficios intervino el Gobierno anterior y varios decretos liberatorios fueron dictados en la actual Administración.
El proceso por fraude aduanero, pendiente aún en los tribunales ordinarios de justicia, se inició sobre la base de estarse destinando algunos de los implementos para finalidades diversas de las contenidas en los estatutos. No ha cabido a la Comisión un pronunciamiento sobre esta materia, por las razones que en el informe se indican. Pero la Comisión ha sido explícita en sostener que los trabajos que se han realizado con esta maquinaria no desvirtúan en absoluto los fines sociales, ya que sus ingresos se destinan precisamente a estos objetivos. Por lo demás, algunos miembros de la Comisión, para aprobar esta conclusión, consideramos la existencia de otras instituciones que desarrollan en Chile labores parecidas de orden lucrativo, como Cáritas Chile, con maquinarias internadas también con liberaciones aduaneras, o el Hogar de Cristo, a través de labores lucrativas que les permiten atender otras finalidades de beneficencia; o el uso de camiones internados para fines específicos, pero que, esporádicamente, son dedicados a un tipo de transporte diferente, como ocurre con los vehículos destinados a la minería, los camiones lecheros o los dedicados al transporte de madera. En todo caso, el problema queda entregado por entero a la Justicia Ordinaria.
Junto a estas materias, la Comisión debió conocer otras que también preocuparon a sus miembros. Así, por ejemplo, investigó en detalle las acusaciones relacionadas con las prácticas religiosas, con la condición sectaria de los componentes de la Colonia, llegando, como ya se sabe, a clarificar definitivamente estos aspectos, que hacían particularmente sospechosa la actividad de esta organización. Del mismo modo, la Comisión desechó otras acusaciones que resultaron ser sólo el producto de imaginaciones demasiado fértiles, como la existencia de túneles hacia Argentina, canchas de aterrizaje, utilización de drogas para el control de los colonos, la existencia de potentes radioemisoras, etcétera.
Siendo el informe de la Comisión manifiestamente favorable, en términos generales, para la Colonia, se ha tenido la objetividad más absoluta para ir reseñando aquellas materias que deben corregirse. Desde luego, el funcionamiento interno de la sociedad adolece de defectos que deben ser corregidos con intervención de los organismos competentes. La situación de la escuela debe someterse a los controles del Ministerio de Educación. Las leyes laborales y de previsión deben aplicarse sin dilación.
Pero preocupó de modo especial a la Comisión la situación del fundo "El Lavadero", que fue adquirido por dos miembros de la sociedad antes de que ella se instalara en el predio, con el que constituyeron un usufructo en favor de la sociedad. No se trata, desde luego, de una irregularidad, ni menos de una ilegalidad.
Estimamos que, como el fundo fue adquirido con los aportes sociales, éste debe ser transferido precisamente a la sociedad.
No podríamos silenciar nuestra personal apreciación respecto de los hechos en que les ha cabido participación a las autoridades de Gobierno. Durante más de dos años, los distintos servicios de la Administración Estatal realizaron investigaciones en la Colonia, sobre su funcionamiento, cumplimiento de finalidades y de nuestras leyes. Nunca se conoció el resultado de estas investigaciones. Posteriormente, cuando la Comisión Especial conocía de estos mismos problemas, cuando, en forma paralela se disponían nuevas investigaciones, llegándose a sostener que el Ministerio de Justicia, como alcanzó a ser anunciado por la prensa, procedería a la cancelación de la personalidad jurídica. De haberse dado cumplimiento a una determinación semejante, los colonos habrían perdido la totalidad de sus bienes, ya que habrían pasado al Fisco para disponer de ellos con finalidades de beneficencia.
Nosotros estimamos que aun frente a esta eventualidad, cuya realización consideramos imposible, el fundo "El Lavadero" debe ser transferido a la sociedad como una demostración concluyente, por parte de los colonos, de no producir nuevos factores negativos respecto de sus finalidades y objetivos.
De tres procesos contra la Sociedad, que ha conocido la Justicia Ordinaria, dos de ellos han sido fallados, sobreseyendo a los colonos. Sólo está pendiente un proceso por fraude aduanero. Se han realizado aproximadamente treinta inspecciones fiscales en la Colonia.
Creemos, señor Presidente, que el informe de vuestra Comisión Especial Investigadora ha servido para concluir un proceso de sensacionalismo que exageró los alcances de un problema; que dividió la opinión de un pueblo; que trastornó localmente a algunas agrupaciones políticas; que causó muchos agravios irreparables, y que mantuvo a la defensiva desesperada a un grupo de hombres, mujeres y niños que llegaron a nuestra tierra con el mejor ánimo de trabajar y servir.
Yo no podría terminar mis palabras sin referirme a un hombre, muy distinta de mi condición política, que desempeñó el cargo de Intendente de Linares, por más de tres años, y que, al margen de su actuación frente a la Colonia "Dignidad", ha dejado una labor de acción personal de eficacia en mi provincia. Me refiero al señor Héctor Taricco Salazar. Tal vez, como consecuencia de la misma forma en que el Gobierno encaró el problema de la Colonia "Dignidad" desde sus comienzos, el señor Taricco debió dejar el cargo de Intendente.
En este caso, mis palabras de recuerdo para su tarea no se contradicen con el análisis que me he permitido hacer de los conflictos surgidos a propósito de la Colonia "Dignidad". Por el contrario, viene a remarcar sólo la forma equivocada en la consideración que el Gobierno hizo y ha seguido haciendo hasta ahora sobre el problema de la Colonia "Dignidad".
He cedido el tiempo restante al colega Giannini.
Nada más.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría,…
El señor GIANNINI.-
He decidido no hacer uso de la palabra, señor Presidente.
El señor MONCKEBERG.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor MONCKEBERG.-
Señor Presidente, el Partido Nacional, ex profeso, no formó parte de la Comisión Investigadora de los cargos que se hacían a la Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad", de Parral. No quiso integrarla, porque tenía conciencia plena, a través de la investigación que había estado haciendo, de que los cargos eran infundados, y no quería que el resultado de esta investigación pudiera influir, en definitiva, en el ánimo de los miembros de la Comisión. Es por eso, insistimos, por lo que no quisimos participar en la Comisión.
La verdad siempre tiene su hora; y es un hecho, como se comprueba en las conclusiones de la Comisión, que estos cargos no tenían razón de ser y, una vez más, la opinión que ya teníamos al respecto ha sido confirmada.
Termino estas breves frases….
El señor DAIBER.-
Señor Monckeberg, ¿me concede una interrupción?
El señor MONCKEBERG.-
Con mucho gusto.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia del señor Monckeberg y con cargo al tiempo del Comité Independiente, puede hacer uso de la palabra el señor Daiber.
El señor DAIBER.-
Señor Presidente, como en mi intervención anterior no pude concretar mis ideas, quisiera hacerlo ahora, si se me permiten algunos minutos; pueden ser diez.
El señor MONCKEBERG.-
Perfectamente.
El señor DAIBER.-
Muchas gracias.
Señor Presidente, en mi calidad de médico, pude haber visitado la Colonia "Dignidad", como miembro de la Comisión y como parlamentario, pero lo hice como una persona que va a visitar algo sin aviso previo.
Efectivamente, sin avisar que iría para allá, la visité un domingo en la mañana, justamente para tomar conciencia de lo que allí sucedía y, fundamentalmente, para ver cómo funcionaba el hospital que posee. Y me he encontrado con la grata sorpresa de ver un "hospitalito" con cincuenta camas, extraordinariamente bien construido y mantenido, en el cual son atendidos, en especial, niños con trastornos distróficos, mal tan frecuente en nuestro pueblo campesino. Ese hospital tenía sus cincuenta camas "abarrotadas" de enfermos, en su mayoría niños y unos pocos adultos. Tuve ocasión, incluso, de asistir a una interconsulta que hacía la doctora Seewald, médico titulado en Alemania, al doctor Mujica, de Parral, para ver si cabía o no el traslado de un enfermo que padecía de diabetes complicada. Tuve la oportunidad de interiorizarme de cada uno de los detalles del funcionamiento de este establecimiento asistencial y de ver cómo se les entregaba a esos niños cuidados, esmerada atención, cómo en un día domingo estaban todos en sus puestos, enfermeras y auxiliares, y cómo estaba funcionando la lavandería, atendida por una de las muchachas de la Colonia. Pude visitar la farmacia del hospital y todo lo que se refiere a la atención dental.
Realmente, cualquier médico que llegue por allí tendrá que convenir conmigo en que no son muchos los hospitales de Chile donde se ofrece una atención semejante a la gente modesta. Yo trabajo en el Servicio Nacional de Salud, que es el Servicio asistencial de la gente modesta del país, lo que me permite establecer esta comparación.
Pues bien, ese día la atención extra que recibían los enfermos, por ser domingo, consistía, a la hora de once, en una taza de café con "sandwich" e, incluso, torta-¿Dónde se ha visto eso? No podía ser algo preparado, porque concurrí sin que fuera invitado.
Yo quiero hacer algunos alcances sobre esta materia, que conciernen al Servicio Nacional de Salud.
Ese hospital funciona supervigilado por el Servicio Nacional de Salud, supervisión que se hace periódicamente, en virtud de un convenio que establece que debe ser controlado directamente por la planta médica del hospital de Parral. Por lo tanto, no se puede decir que allí se está ejerciendo la medicina al margen de las disposi períodos en que sus camas no estén ocupa-
Se podría decir que la ocupacionalidad de este hospital es baja, que tal vez haya períodos en que sus camas no estén ocupadas en su totalidad, que no alcance al 80 ó al 70 por ciento, es decir, que no estén ocupadas sus 50 camas permanentemente. Yo, para hacer mi siguiente análisis, quiero pensar que, en promedio, al año esté ocupado sólo el 50 por ciento de sus camas, vale decir, 25 camas. ¿Qué resulta de ello? Si el Servicio Nacional de Salud calcula que por cada día-cama gasta, en los establecimientos más baratos que tiene, 50 escudos diarios, y 70 escudos, en los de mayor jerarquía -y hay que considerar que éstos son valores convencionales, porque el gasto del Servicio Nacional de Salud por este concepto es muy superior a los 70 escudos diarios- tendrán que convenir conmigo los colegas en que, con un índice ocupacional del 50%, como decía, la Colonia Dignidad debe estar gastando no menos de 600 a 700 millones de pesos al año en la mantención de ese hospital. Es una cifra bastante considerable para una sociedad benefactora, cuyos "grandes" ingresos hemos querido analizar y no los hemos encontrado.
¿De dónde provienen estos 600 mil escudos? De la tierra, en parte. Como bien se dijo aquí, esa tierra fue cultivada por colonos italianos, pero sólo en una mínima porción, y abandonada luego por estéril, por dura, por traicionera. Era tierra que tenía demasiadas piedras, que no podía, incluso, ser regada. Sin embargo, a la vuelta de pocos años, este grupo de pioneros la ha transformado, por lo menos en parte, en un vergel, y de las 50 ó 60 hectáreas cultivadas que había, hoy día, como lo pude apreciar y como, seguramente, lo hicieron todos los miembros de la Comisión que visitaron la Colonia, tienen alrededor de 800 hectáreas cultivadas.
¿De dónde más obtienen ingresos? Los obtienen de una chancadora y, tal vez, de un camión que hace algunos fletes. Ahora bien, después de todo lo que hemos analizado en las diversas sesiones de la Comisión, ¿ hay alguna disposición legal que impida estas actividades a la Colonia Dignidad? Después de un exhaustivo análisis no hemos encontrado el menor incumplimiento de ninguna disposición legal.
Ahora, quiero hacer un alcance a lo que decía mi colega Godoy Urrutia al referirse a una cita de Vicente Pérez Rosales. Efectivamente, cuando llegaron los colonos que poblaron y levantaron la zona sur, especialmente la de Valdivia, que represento en la Cámara, don Carlos Anwandter, haciendo de jefe del primer grupo de colonos que llegó a Valdivia, dijo aquello: "Seremos chilenos como los más". Pero Vívente Pérez Rosales escribió mucho más sobre esto. Hay que leer todo lo que escribió para formarse una idea de lo que sucedió en aquel entonces con los colonos, de las denuncias que él pudo comprobar, de las cartas que le enviaron, en que le decían: "Si todos los chilenos fueran como usted, Valdivia sería para nosotros un verdadero paraíso". Pero después venían los "peros", después dan a conocer todos los graves inconvenientes que estaban sufriendo. ¡Cómo fueron perseguidos, maltratados, vejados! ¡De qué triste memoria fue aquel Ministro de Justicia que cita Vicente Pérez Rosales en sus "Recuerdos del pasado"! Muchas de las injusticias que se cometieron en aquel entonces se han repetido en gran parte en esta ocasión.
Nosotros, los miembros de la Comisión Investigadora, como lo dije al comienzo hemos tratado de llevar adelante este asunto en la forma más imparcial posible. Hemos escuchado a los impugnadores y detractores de esa Colonia como también a sus defensores. Hemos escuchado a una serie de funcionarios y hemos recibido varios informes: unos le dan la razón a la Colonia y otros hacen presentes algunos peros. Sin embargo, de todo esto en materia legal no hay nada a juicio de la Comisión. No se puede decir que el suyo haya sido un estudio somero pues ya se dijo que fueron alrededor de diecisiete las sesiones que celebró. Personalmente estoy convencido de que el informe que tienen en sus manos los colegas en verdad resume todo lo que la Comisión ha podido ver, oír, escuchar y entender, y sus conclusiones las comparto plenamente. Es el resultado del esfuerzo, tal vez de unos pocos. Desgraciadamente, a esos pocos no se sumaron aquéllos que teniendo ya una opinión formada no quisieron darla en su oportunidad para ver efectivamente hasta dónde ellos estaban o no en la razón.
Termino anunciando que por mi parte -ojalá me acompañe la mayoría de la Cámara- daré mi aprobación al informe, cuya relación escuchamos al señor Diputado Informante al comienzo de este debate.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Phillips, en el tiempo del Comité Independiente.
El señor PHILLIPS.-
Señor Presidente, decía mi colega de banco y de partido, señor Monckeberg, que los cargos hechos a la Colonia "Dignidad" han quedado desvirtuados por esta Comisión Especial, en cuya investigación, conscientemente, no hemos querido tomar parte, Nos alegramos de que ésta haya sido una de las conclusiones del informe que hoy hace público la Comisión.
Nosotros creemos que las mismas acusaciones, hechas por móviles políticos que no tienen justificación, desacreditan a quienes las formulan y a las autoridades que se inmiscuyen en procesos como éste. Creemos que la parte política debe ser administrada en beneficio de los partidos. Pero, no podemos pretender cambiar la mente de nadie, ni presionar, ni llevar las cosas a la desesperación, por darles el gusto a determinados sectores políticos o para juntar votos, por simpatía a determinadas personas.
Dentro del sistema legal que vivimos en Chile, en que cada cual puede profesar el credo que quiera y pensar como quiera, al amparo de las leyes chilenas, esa gente se ha establecido en nuestro país, y los beneficios que ha aportado a esa zona son reconocidos por la Comisión en su informe, y ahora por el señor Daiber, por quien siento gran aprecio, porque lo sé un hombre sincero y correcto, como lo ha demostrado en todas sus actuaciones durante estos cuatro años que ha pertenecido a la Cámara. Por eso, nos sentimos satisfechos de que esta Comisión haya terminado su investigación y que los cargos hayan quedado desvirtuados. De esta manera, los miembros de esta Colonia van a poder seguir trabajando con tranquilidad, prestando nuevos servicios a esta zona. Los cargos mal fundados o políticamente formulados, repito, han sido totalmente refutados.
El respaldo que la Comisión Especial Investigadora le da a esta gente le va a llevar tranquilidad a sus hogares.
Termino expresando nuestra admiración a esta gente por su trabajo y por la colaboración que le han prestado a todos los chilenos de esa zona.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En conformidad al artículo 90 del Reglamento, se va a llamar a los señores Diputados hasta por cinco minutos.
-Transcurridos dos minutos.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Hay quórum. Se van a votar las conclusiones de la Comisión Especial Investigadora.
El señor Secretario dará lectura a una indicación que ha llegado a la Mesa.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Los señores Tejeda y Godoy Urrutia han formulado indicación para sustituir la 1ª conclusión por la siguiente:
"La Sociedad Benefactora y Educacional "Dignidad" ha dado cumplimiento sólo parcialmente a las finalidades que señalan sus estatutos y no ha otorgado ningún beneficio a las personas de las provincias afectadas por los sismos de 1960".
El señor STARK (Vicepresidente).-
En votación la conclusión primera, con la indicación, en el bien entendido que si es rechazada, se votará la conclusión original propuesta por la Comisión.
-Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 8 votos; por la negativa, 22 votos.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Rechazada la conclusión de la indicación.
Se va a votar en su forma original.
-Efectuada la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
No hay quórum de votación. Han votado solamente 22 señores Diputados.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación.
-Repetida la votación en forma económica, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Ha vuelto a resultar ineficaz la votación por falta de quórum.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a repetir la votación por el sistema de sentados y de pie.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de sentados y de pie, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
Nuevamente, no hay quórum de votación.
El señor GIANNINI.-
Son seis meses de trabajo de la Comisión, señor Presidente.
El señor ACEVEDO.-
¿Por qué no aprueban la indicación, entonces?
El señor PHILLIPS.-
¡Cómo no!
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a llamar a los señores Diputados por dos minutos.
-Transcurrido el tiempo reglamentario.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Se va a tomar votación en forma nominativa.
-Efectuada la votación en forma nominativa, no hubo quórum.
El señor KAEMPFE (Secretario).-
-Efectuada la votación en forma nominativa, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 23. Se abstuvieron de votar 9 señores Diputados.
El señor STARK (Vicepresidente).-
De acuerdo con el artículo 167 del Reglamento, no habiéndose producido quórum, se levanta la sesión.
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