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- rdf:value = " 10.-REAJUSTE DE REMUNERACIONES DE EMPLEADOS Y OBREROS DEL SECTOR PRIVADO.OBSERVACIONESEl señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Corresponde tratar las observaciones de Su Excelencia el Presidente de la República al proyecto que reajusta las remuneraciones de los empleados y obreros del sector privado.
Las observaciones del Ejecutivo son las siguientes:
"Artículo 1°.- Suprímense los incisos 2º y 3º de este artículo.
"Artículo 5º.- Suprímese la frase "por parte de los patrones o empleadores", contenida en el inciso 1º de este precepto, entre el sustantivo "incumplimiento" y la preposición "de".
Artículo 10.- Sustitúyese por el siguiente:
"Los patrones o empleadores estarán obligados a descontar por planilla, en favor de la Central Única de Trabajadores, Confederaciones Nacionales y Federaciones Nacionales de Empleados y/u Obreros que contemplen en sus reglamentos o estatutos la obligación de presentar y aprobar presupuestos anuales, de publicar anualmente los respectivos balances y de que unos y otros cuenten con la aprobación de una Comisión Revisora de Cuentas, requisitos cuyo cumplimiento será controlado por los Servicios del Trabajo, las cuotas ordinarias o extraordinarias acordadas por los trabajadores, empleados y/u obreros, de conformidad al procedimiento establecido en los estatutos de las respectivas organizaciones sindicales."
Artículo 14.- Suprímese esta disposición.
Artículo 15.- Suprímese esta disposición.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
En discusión las observaciones del Ejecutivo.
Ofrezco la palabra sobre la observación al artículo 1º que consiste en suprimir los incisos segundo y tercero.
Tiene la palabra el señor Palestro.
El señor PALESTRO.-
Señor Presidente, los Diputados socialistas vamos a rechazar el veto del Ejecutivo a estos dos incisos del artículo 1º, que fueron introducidos por indicación de un Diputado de la Democracia Cristiana y que los parlamentarios de la Oposición popular apoyamos, porque consideramos y seguimos pensando igual que se iniciaba un período de comprensión acerca de la necesidad de hacerles justicia a los empleados y obreros del sector privado, otorgándoles lo que les corresponde legítimamente en atención al aumento experimentado por el índice de alza del costo de la vida.
Cuando se discutió el artículo 1° en la Cámara, expresamos y no queremos insistir en estos argumentos que durante muchos años se le ha estado escamoteando a los trabajadores los reajustes compensatorios a que tienen derecho, porque los procedimientos utilizados para determinar el índice del costo de la vida no reflejan la realidad. Todo el mundo sabe, y aquí se dieron antecedentes en el primer trámite constitucional del proyecto, que el sueldo vital de los empleados debería ser de Eº 630 y no de Eº 500, como se propone en la disposición que ha sido vetada por el Ejecutivo.
Sin embargo, apoyamos esa indicación, porque, repito, pensamos que se iniciaba una etapa de comprensión de los problemas económicos de los empleados del sector privado.
Desgraciadamente, el Gobierno, una vez más, ha demostrado su insensibilidad y ha desmentido la propaganda desparramada generosamente durante la campaña presidencial de 1964, que afirmaba que se iba a ganar buena plata y que los sectores asalariados recibirían lo necesario para su sustento.
Ahora vemos, con estupor e indignación, que el Gobierno ha desautorizado a un parlamentario de la Democracia Cristiana, a pesar de que el sueldo vital fijado en su indicación ni siquiera se aproximaba al monto del reajuste que realmente debía concederse, de acuerdo con el alza efectiva del costo de la vida.
Este veto muestra el verdadero rostro de la Democracia Cristiana, el verdadero contenido de este Gobierno que encabeza el señor Frei. Es un gobierno populista o populachero, cuyo prestigio se basa en la abundante propaganda, que es financiada por todos los trabajadores. Este veto constituye el crimen más grande contra los empleados y obreros, pero tiene un mérito. Nosotros no nos hacíamos ilusiones sobre el destino que tendría la indicación del Diputado democratacristiano, pero la observación del Ejecutivo ha servido para aclarar ante la opinión pública y los trabajadores del sector privado cuál es la verdadera imagen de este Gobierno, cuál es el pensamiento del Presidente de la República y de sus asesores económicos.
El Gobierno ha quedado nuevamente en descubierto, pues se ha echado al bolsillo, ha burlado y se ha "sentado" en las promesas que hiciera su abanderado durante la campaña presidencial. Ha quedado en evidencia que este Gobierno es el rostro de la nueva Derecha. Su carácter derechista se muestra sin tapujos, desembozadamente.
Cuando asumió el señor Frei, nosotros dijimos que su régimen era el nuevo rostro, más amable y simpático, de la Derecha, que se encaramaba una vez más en el Poder.
El veto del Ejecutivo corrobora que era verdad lo que dijimos entonces. La nuestra no era una crítica en el aire, ni ella obedecía sólo al propósito de hacer Oposición a un Gobierno que se iniciaba. Todos los hechos, todos los actos, toda la acción de este Gobierno han ido comprobando fehacientemente los planteamientos del Partido Socialista, al comenzar la actual Administración. Toda la gestión del Gobierno ha dejado en descubierto su imagen derechista, pues ha defendido y sostenido el criterio tradicional de la reacción que culpa a los aumentos de sueldos y salarios del alza del costo de la vida. Esta es una vieja triquiñuela, una martingala a la que han recurrido siempre los gobiernos de Derecha. El actual régimen no es una excepción.
Por eso los Diputados socialistas vamos a rechazar este veto. Además, con nuestra actitud queremos hacerles justicia a los Diputados de la Democracia Cristiana que presentaron la indicación y que ahora son desautorizados por su propio Gobierno. Al rechazar el veto queremos solidarizar con esos colegas democratacristianos que estimaron que este sueldo vital de Eº 500 era el comienzo de una política más favorable para los empleados, y que el salario mínimo de Eº 10, aunque miserable, era un paso en beneficio de los obreros, del sector más explotado del país.
De ahí que rechazaremos rotundamente este veto, y expresamos nuestra indignación por esta actitud del Gobierno, cuya verdadera fisonomía ha quedado de manifiesto ante el pueblo, el cual seguramente lo repudiará en las próximas elecciones parlamentarias, y le volverá la espalda. Además, esta conducta del Gobierno hará comprender más fácilmente al pueblo que el único camino que existe es el que está señalando el Frente de Acción Popular y los partidos que lo integran, o sea, hacer de Chile un verdadero país revolucionario, sin apellido, donde los trabajadores realmente lleguen al Poder.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra El señor Silva Ulloa.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, los Diputados socialistas populares votaremos en contra de esta observación formulada por Su Excelencia el Presidente de la República, que está destinada a suprimir los incisos segundo y tercero del artículo 1º, que establecen un sueldo vital de Eº 500 para el departamento de Santiago, escala A), (en el mismo porcentaje varían todos los sueldos vitales del país), y un salario mínimo de Eº 10.
A pesar de que sabemos que esta observación será aprobada, quiero entregar algunos antecedentes. El sueldo vital se fijaba anteriormente por encuestas que realizaban las comisiones provinciales mixtas de sueldos. Aquellas encuestas siempre determinaron aumentos superiores a la variación del índice de precios al consumidor. Pero, si se hubiera proseguido, desde el primer instante, aplicando sólo la variación del índice de precios al consumidor, hoy los empleados particulares no tendrían un sueldo vital de Eº 500, sino uno superior a los Eº 600.
Yo quiero recordar que, en el año 1956, en la ley de Reajuste Nº 12.006 se estableció que las remuneraciones mínimas y las remuneraciones en general sólo iban a aumentar en un 50% del alza del costo de la vida; y, si mal no recuerdo, el alza del costo de la vida en ese año fue entonces del 86%; por lo cual, de acuerdo con esa ley, el reajuste sólo llegó al 43%.
Posteriormente, en la ley Nº 16.250 o en la anterior de reajuste, no recuerdo bien en este impuesto en cuál fue solicité los antecedentes en la Oficina de Informaciones, pero no alcanzaron a llegar, las remuneraciones mínimas tampoco tuvieron un aumento igual al ciento por ciento de la variación experimentada por el índice de precios al consumidor, sino del 80%.
Si se repararan esas injusticias, como lo ofrecía el programa que dio a conocer la Democracia Cristiana en los años 1963 y 1964, cuando postulaba el actual Primer Mandatario, elegido en los comicios realizados el 4 de septiembre de 1964, los trabajadores no sólo tendrían reajustes del ciento por ciento del alza del costo de la vida, sino, además, se subsanarían esas situaciones injustas, y, sin duda alguna, la indicación presentada por los colegas de la Democracia Cristiana de un sueldo vital de Eº 500 habría quedado corta.
Lo mismo vale para el salario mínimo, que se estima, en el supuesto del alza que debe experimentar el costo de la vida en el mes de diciembre de este año, llegará a Eº 7,49. Si acaso no se hubieran aplicado las disposiciones de la ley Nº 12.006 y de la otra que otorgó un reajuste del 80% de! costo de la vida, también los obreros tendrían un salario mínimo superior a los Eº 10.
La verdad es que no hemos tenido tiempo de analizar los fundamentos del veto en lo relativo a orden previsional; pero desean señalar que las pensiones mínimas del Servicio de Seguro Social hay que dividirlas en dos grupos. Uno lo constituyen las causadas con anterioridad al 1º de enero de este año, porque a contar desde esta fecha comenzó a operar el artículo 109 de la ley Nº 16.840. Por eso las pensiones mínimas causadas antes del 1º de enero son del orden de los 237 escudos, que, con el reajuste que les corresponde de acuerdo con la ley Orgánica del Servicio de Seguro Social van a superar la cantidad que se está dando ahora como salario mínimo; y las causadas después del 1º de enero naturalmente han tenido el trato injusto que establece el artículo 109 de la ley Nº 16.840, y su monto es de sólo 149 escudos y algunos centésimos. A estos pensionados, que han sido perjudicados, indudablemente, queríamos hacerles justicia en parte, por lo menos, mediante la aprobación de estos dos incisos.
¿Lo que pueda afectar al sistema tributario? La verdad es que el Gobierno piensa sólo en esta materia tan delicada con criterio "recursista", o sea, está buscando recursos sin atender la finalidad del ingreso y del gasto que se produce. Por consiguiente, volveremos a revalidar nuestra protesta respecto de que nos encontramos ante disposiciones del sistema tributario que, sin duda, resultan arcaicas y que están dejando caer todo el peso del sostenimiento del gasto público sobre los sectores más postergados.
Respecto de la incidencia de estas disposiciones en el proceso inflacionario, como ha quedado demostrado precisamente en este año, los reajustes no son su causa; son los efectos y sufren esos efectos. Y podemos señalarlo: en el año 1968 los reajustes se han venido a producir en el mes de junio; o sea', con seis meses de retraso. Sin embargo, en los seis en que no hubo aumentos, el alza del costo de la vida, la variación del índice de precios al consumidor, fue del 19%. Quiere decir, entonces, que este argumento tan usado, de achacar a los aumentos de las remuneraciones las causas del proceso inflacionario, es fracasado y, de consiguiente, no tiene validez.
Por eso, rechazaremos esta observación y trataremos de insistir en la idea que hemos expresado.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Pido la palabra.
El señor MILLAS.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Samuel Fuentes; a continuación, El señor MILLAS.-
El señor FUENTES (don Samuel).-
Señor Presidente, nosotros sostuvimos en la discusión del proyecto de reajuste de sueldos del sector privado, tanto en la Comisión como en la Sala, ya que el Gobierno demostraba el deseo de legislar en forma separada para dicho sector, la necesidad imperiosa de atender y de considerar en esta oportunidad los planteamientos de las organizaciones que representan a sus trabajadores.
El señor Ministro estuvo presente cuando los representantes de la Central Única de Trabajadores y de la CEPCH manifestaron, con cálculos y con antecedentes, que el sueldo mínimo a esta altura y considerando los antecedentes que informó, hace pocos minutos, el colega Silva Ulloa, o sea, el deterioro que sufrió el sueldo vital con ocasión de la dictación de la ley Nº 12.006 del año 1956 debía ser de más de Eº 700; mientras que el salario para los obreros debía ser de más de Eº 13, para reponer solamente lo que estadísticamente había establecido el Servicio Nacional de Salud era necesario disponer en dinero con el fin de comprar los alimentos que den las calorías que requiere un obrero o un hogar para subsistir.
Este mismo planteamiento lo oyó el Ministrodel Trabajo y Previsión Social en el Senado, donde yo estuve presente en la discusión de esta idea legislativa. Pollo demás, cuando la Democracia Cristiana no era Gobierno, el año 1964, para no alejarnos mucho, atendiendo al clamor de la Central Única de Trabajadores está aquí en las versiones de la Cámara el planteamiento de algunos Diputados de la Democracia Cristiana que hoy son Senadores de la República, como los señores Gumucio y Musalem y también, si mal no recuerdo, el Diputado señor Ballesteros sostenía aquí la necesidad imperiosa de entregar a los empleados particulares un sueldo vital de Eº 304. Era lo que justamente correspondía en ese momento, considerando los deterioros que estableció la ley Nº 12.006, al rebajar en un 50% el reajuste de los salarios y sueldos, so pretexto de detener la inflación.
Este Gobierno, señor Presidente, que el año pasado dejó sin reajuste por ley a los empleados particulares, sabe positivamente que el aumento de sueldos no es la razón de la inflación. Prueba esto el hecho de que, habiendo estado entregando sólo el ciento por ciento del alza del costo de la vida y habiendo creado un organismo especial para combatir la inflación, como ese organismo que se llama CONCI y que preside, dirige y maneja un colega nuestro, ni con él ha podido el Gobierno de la Democracia Cristiana detener el alza del costo de la vida. Y resulta que después de haber dado, con mucha pompa los porcentajes de alza de los años 1965, 1966, 1967 y 1968, este año estamos lejos de bajar el índice de la inflación.
No lo podrá desmentir mi colega señor Pareto que, en este aspecto ha fracasado ruidosamente el planteamiento económico. Yo no sé si será el del actual Ministro de Hacienda, del Ministro anterior o del Ministro de Economía; pero sí sé como lo saben todos una cosa relacionada con política económica y de este Gobierno que siempre en los primeros días de cada año, en el mes de enero, autoriza las alzas de todos los productos, y ya están anunciados aumentos que, indiscutiblemente, van a repercutir en el alza del costo de la vida. Ni los fósforos se están escapando. Va a tener que subir el pan como consecuencia del alza del precio del trigo; va a subir la leche, la sal; es decir, no habrá artículo que no suba de precio. Y quien nos podría explicar aquí más profundamente este problema de las alzas que experimentan los artículos de primera necesidad sería nuestro colega señor Hamuy, porque él dirige un negocio destinado a combatir la inflación. El nos podría señalar cuál es la variación de los precios de los artículos que él comercia en este negocio creado por la Democracia Cristiana para combatir la inflación.
El señor PARETO.
¿Me concede una interrupción muy breve, colega?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, ¿le concede una interrupción al señor Pareto?
Con la venia del señor Fuentes, puede hacer uso de una interrupción el señor Pareto.
El señor PARETO.-
Señor Presidente la verdad es que lo que plantea el Diputado Samuel Fuentes es contradictorio, porque él no puede negar una evidencia que el país entero está presenciando: el índice del alza del costo de la vida, durante el período que ha gobernado la Democracia Cristiana, ha sido muy inferior al del mejor año de la Administración del Frente Democrático al que perteneció el Partido Radical y en el cual participó el señor Samuel Fuentes. Incluso, en el año anterior, al término del período del señor Alessandri, el alza del costo de la vida llegó al 47% y era Ministro de Economía en esa época don Luis Escobar Cerda, connotado dirigente del Partido Radical. Durante el Gobierno democratacristiano jamás se ha llegado a un porcentaje de inflación como el que en aquella oportunidad nos entregó el Frente Democrático, con la participación del Diputado señor Fuentes.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede continuar en el uso de la palabra el señor Samuel Fuentes.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Señor Presidente, es verdad que nosotros participamos en ese gobierno, pero llegamos a él exigiéndole reajustes de sueldos. Esto lo explicamos en la otra oportunidad….
El señor SEPULVEDA (don Eduardo).-
¿Cuándo lo explicaron?
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señores Diputados, ruego a Sus Señorías guardar silencio.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Si mi colega Sepúlveda, que dice ser representante de la clase trabajadora, no ha asistido a aquellas sesiones en que hemos explicado latamente este problema, lo lamento; pero no tengo tiempo para explicárselo especialmente a él en esta ocasión.
Pero nadie puede decir, especialmente los que eran Diputados entonces, que el Partido Radical entró al gobierno con el objeto de usufructuar de él; entramos para exigir.
El señor PARETO.-
¡Parece chiste!
El señor FUENTES (don Samuel).-
En cambio, señor Presidente, como los colegas son Gobierno, con esta mayoría que tienen no están en condiciones de exigir sino de resolver. Y para resolver el problema del alza del costo de la vida, han llegado hasta lo extraordinario de crear un organismo que lleva el nombre de Comando Nacional contra la Inflación, y, lamentablemente, permanece silencioso el único Diputado que aquí podría dar fe de lo que nosotros estamos diciendo. El sabe que en su organismo, donde hay muchos empleados, ninguno gana el sueldo vital; tienen que ganar mucho más. Todos los funcionarios de los organismos estatales, hasta los subdelegados los analfabetos subdelegados, que pueden ser nombrados ganan cuatro veces el sueldo vital. Luego, ningún funcionario del INDAP, entra ganando un sueldo vital; tampoco los de la CORA.
En consecuencia, ¿por qué a esta altura el actual Gobierno no ha podido establecer un verdadero sueldo vital?
Yo creo que el señor Ministrodel Trabajo y Previsión Social sabe a ciencia cierta que la situación de los empleados no se arregla con Eº 373 ó Eº 400, como ahora va a quedar el sueldo vital de Santiago, o con Eº 500, de acuerdo con esta indicación, por la cual el Gobierno aparece peleando con el Congreso, desautorizando a sus parlamentarios y desautorizando al señor Presidente de la Cámara, que suscribió la indicación. Peleando, digo, Eº 20 de diferencia; y si el alza del costo de la vida llega al 30%, en vez de Eº 20, está peleando apenas Eº 17.
En seguida, respecto del salario obrero que la Central Única de Trabajadores pedía que fuera de Eº 13 ó Eº 15, le discute Eº 2, desautorizando, como digo, a distinguidos personeros de la Democracia Cristiana y al Presidente del Comité. Yo creía, señor Presidente, que para presentar esa indicación los Diputados de la Democracia Cristiana estaban de acuerdo con el Gobierno.
El señor PARETO.-
¡No nos cuide tanto, compadre!
El señor FUENTES (don Samuel).-
No pensé jamás que el Gobierno los iba a dejar en la estacada y en el más absoluto de los ridículos ante la opinión pública nacional. Porque esa es la realidad.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Laemmermann, ruego a Su Señoría no interrumpir al señor Fuentes.
El señor FUENTES (don Samuel).
Nosotros dimos nuestra autorización para que esta indicación fuese considerada, porque se presentó fuera de todo plazo. Habría bastado que un Diputado se opusiera para que esta indicación no hubiera tenido efecto alguno. Planteé en esa oportunidad que me gustaría que el sueldo vital se elevara a Eº 600. Me rechazaron la idea. La idea de los Eº 500 y de los Eº 10 fue de ellos, suscrita por ellos….
El señor PARETO.
¿Por qué no lo planteó durante el Gobierno del señor Alessandri?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Pareto, ruego a Su Señoría guardar silencio.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Sí, señor, yo lo planteé. De tal manera que cuando aquí se habla de que el alza del costo de la vida llegó al 45….
El señor PARETO.-
Al 47%.
El señor FUENTES (don Samuel).-
… debo recordar, que el señor Alessandri mandó un proyecto de aumento del 25%. Yo establecí aquí, con claridad, cuál fue la intervención del partido y lo dije: El Vicepresidente del Partido Radical, señor Schaulsohn, Diputado de ese entonces, y el Vicepresidente del Partido Radical, señor Carlos Morales, Diputado de entonces y de hoy, consiguieron que el Gobierno del señor Alessandri subiera del 25% al 35% ese reajuste.
El señor LAVANDERO.-
¿Y de cuánto fue el alza del costo de la vida?
El señor FUENTES (don Samuel).
Eso demuestra que como nosotros no éramos gobierno en mayoría, como lo son los colegas de la Democracia Cristiana, hubo alguna influencia nuestra….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Penna!
El señor FUENTES (don Samuel).-
… en defensa de la clase trabajadora….
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Penna, ruego a Su Señoría no interrumpir.
El señor FUENTES (don Samuel).-
… en ese gobierno de insensibilidad social" como lo llaman ustedes. Pero, llegada al poder la Democracia Cristiana, su candidato presidencial, ofrecía tan buena plata...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Naudon, ruego a Su Señoría no interrumpir a su colega.
El señor FUENTES (don Samuel).-
… y tanto trabajo, y prometió bajar el alza del costo de la vida…
El señor PARETO.-
¡Lo bajó!
El señor FUENTES (don Samuel).-
… y habló hasta de las canastas con que las damas van a comprar las cosas al mercado….
El señor LAEMMERMANN.
¡Ahora no va nadie al mercado!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Laemmermann, ruego a Su Señoría no interrumpir.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Entonces, señor Presidente, ahora que tienen 80 Diputados debieran, alguna vez siquiera, informarse de las aspiraciones de los empleados…
El señor PARETO.
Y Sus Señorías dieron un colgajo….
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Pareto, voy a llamar al orden a Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
… y establecer el verdadero sueldo vital; el que reclaman los trabajadores de Chile. Y aunque hayan dado este mísero reajuste de 500 escudos, bien saben los autores de la indicación en referencia que esto no soluciona nada; y los 10 escudos de salario tampoco solucionan nada. De manera que creo en un gesto altivo aquí aunque me han dicho que hay orden de partido. y que los colegas de buena fe formularon ayer la indicación no aceptarán que los hagan cambiar de opinión….
El señor PARETO.
¡No se meta en casa ajena!
El señor FUENTES (don Samuel).-
… una directiva del partido con el pretexto de que el sistema previsional se va a deteriorar más...
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Pareto, llamo al orden a Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
… se va a deteriorar en cifras siderales; que la situación fiscal va a tener un deterioro enorme.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Pareto, llamo al orden nuevamente a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Morales, don Carlos, también lo llamo al orden.
Señor Morales, don Carlos, ruego no interrumpir a su colega señor Fuentes.
¡Señor Naudon!
El señor FUENTES (don Samuel).-
Resulta que nunca antes el señor Ministro de Hacienda, cuando rechazaba las ideas de mayores reajustes, nos habló de esto, ni tampoco el señor Ministro del Trabajo nos hizo presente que por esta razón no se aceptaba la idea de un salario mejor. No dijo absolutamente nada que habría un deterioro de la reforma tributaria ni de la situación fiscal, ni del proceso inflacionario. Jamás nos señaló este grave problema que se iba a presentar con la mísera diferencia de 20 escudos que está peleando.
He seguido toda la tramitación de este proyecto y como tal, fui partidario de acoger la petición de la Central Única de Trabajadores, de establecer un sueldo vital de 600 escudos y un salario vital de 15 escudos diarios para la clase obrera, suscrita también por mi colega señora Lazo y por el señor Orlando Poblete.
En seguida, recogí en la Sala las 35 firmas reglamentarias para que pudiera ser considerada como indicación renovada. Pero, en ambas oportunidades, la Democracia Cristiana rechazó esta idea y, al final, nos trajo esta idea salvadora para su partido aceptando que había que establecer un sueldo vital de quinientos escudos para los empleados y de diez escudos diarios para la clase trabajadora.
Desgraciadamente, esta idea del señor Presidente de la Cámara y de otros distinguidos Diputados que firmaron la indicación correspondiente, el Gobierno la ha convertido en un "volador de luces" y deja en la estacada a los distinguidos colegas que de muy buena fe, creo yo procedieron a patrocinarla.
En la votación conoceremos la actitud de los colegas que suscribieron la indicación y que nos hicieron, a nosotros, darle la aprobación para que existiera algo más que se iba a obtener a través del sueldo vital y del salario obrero.
Por eso, nosotros vamos a rechazar este veto del Gobierno, porque, francamente, no lo esperábamos. Creíamos como es natural que cuando interviene en el hemiciclo el señor Presidente de la Cámara y otros estimados colegas que representan al Gobierno, había un perfecto acuerdo con el Presidente de la República, con el señor Ministro de Hacienda y con el señor Ministro del Trabajo. Estaba convencido de eso; y por tal motivo, voté favorablemente la indicación. Por esta misma razón, ahora tengo que rechazar también el veto junto con mis colegas del Partido Radical.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede hacer uso de la palabra El señor Millas.
El señor MILLAS.-
Señor Presidente, en la exposición de motivos de las observaciones del Presidente de la República a estos dos incisos, se plantean las cosas algo así como si los autores de la indicación, si la Cámara de Diputados, al haberla acogido por unanimidad; si el Senado, al aceptarla, hubiéramos cometido un tremendo disparate; como si quienes propusieron esto, no entendiesen nada de los efectos jurídicos que produciría la vigencia de esta disposición. Y, el Ejecutivo sienta cátedra y principia a hacer cálculos, y nos presenta aquí un apocalipsis por la vigencia de un sueldo vital de 500 escudos y de un salario mínimo obrero de 10 escudos diarios. Conviene tener presente que las argumentaciones del Ejecutivo no corresponden a la realidad, no tienen base técnica, no son serias. Estas argumentaciones del Ejecutivo no tienen nada que ver con la materia en debate, y llevan la discusión a un terreno hipotético, absurdo, ya que es imposible confirmar las predicciones formuladas en el oficio mismo.
En primer término, el Ejecutivo sostiene textualmente, con un lenguaje verdaderamente apocalíptico, que la elevación del salario mínimo de 5 escudos 85 centésimos a 10 escudos significa, óigase bien, el colapso total del Servicio de Seguro Social en 1970. Señor Presidente, indudablemente éste es un disparate, y es un disparate por lo siguiente: porque hace largo tiempo que los mismos técnicos del Ejecutivo, el Superintendente de Seguridad Social y el Gobierno en la exposición de motivos de diversos proyectos, y diversos Ministros, han sostenido que debido al hecho de que se hacen imposiciones a un alto porcentaje de trabajadores de un salario demasiado reducido, a las consecuencias que derivan del hecho que estuviera en el año 1956 congelado el salario mínimo obrero, que hubiera habido años en que el salario mínimo obrero bajo los gobiernos de Derecha, durante las Administraciones de los señores Alessandri e Ibáñez, cuando en este último gobierno había Ministros de los actuales Partidos Conservador y Liberal que forman el Partido Nacional….
Un señor DIPUTADO.
y socialistas.
El señor MILLAS.-
... entonces, al congelarse los reajustes del salario mínimo, al deteriorarlo en una forma extraordinaria, ello habría producido un efecto que no había estado en relación con las disposiciones de la Ley Orgánica del Servicio de Seguro Social, que establece los reajustes de las pensiones mínimas de acuerdo a aquel porcentaje "per cápita" en que aumenta como promedio el subsidio obrero; por lo tanto; esto estaría conduciendo a la ruina al Servicio de Seguro Social. Y se ha señalado tantas veces que la asignación familiar obrera es tan minúscula por el hecho de que en ella pesa mucho el bajo salario basado en el salario mínimo del sector campesino. Según las estadísticas publicadas precisamente este año por el Servicio de Seguro Social, que incide extraordinariamente el bajo salario sobre el cual se hace la cotización para el Fondo de Asignación Familiar en el conjunto del Fondo, a diferencia de otro sector de bajo salario como es el de la servidumbre doméstica que no tiene un porcentaje, ni siquiera lejanamente parecido a la asignación familiar obrera.
Pues bien, después de formularse todas estas observaciones críticas, de anunciarse esto como una crisis terrible del Servicio de Seguro Social, de coincidir los técnicos del Gobierno sobre la gravedad de la incidencia del bajo salario mínimo y de su incompatibilidad con la vigencia de las pensiones mínimas establecidas, ahora, se da una solución parcial en este proyecto de ley.
El Servicio de Seguro Social como los técnicos del Gobierno lo deben saber ha venido aumentando sucesivamente la tasa de las imposiciones y hoy día, para los diversos fondos administrados por el Servicio de Seguro Social, la imposición supera el 47%. En estas condiciones, si el obrero individualmente está interesado en el aumento del salario mínimo, hay alguien que colectivamente lo está un millón de veces más, si fijamos esta cifra redonda, que sabemos que es inferior a la realidad, de un millón de imponentes, porque se trata, señor Presidente, de que es el servicio el que recoge un alto porcentaje del salario en imposiciones.
Se dan dos cifras por el Gobierno; se dice que el Servicio de Seguro Social perderá 371 millones de escudos; después se recapacita; se consideran posibles transferencias de recursos y se habla de un déficit que no bajará de 180 millones de escudos. Más adelante, sin embargo, en el párrafo segundo de la exposición de motivos del Gobierno se recapacita más y se deja constancia de aquel hecho a que se ha referido el colega Silva Ulloa, de que hay dos regímenes de reajustabilidad de pensiones y que aquel que comprende a la inmensa mayoría de los pensionados en cuanto a pensión mínima, no está afectado por este sistema, sino por el sistema de cálculo sobre porcentaje en relación al aumento de los subsidios por lo tanto, no pesará sobre él la diferencia del salario mínimo, mientras, en cambio, se robustecen las finanzas del Servicio de Seguro Social con estos ingresos extraordinarios.
Ahora, bien, señor Presidente, el criterio general con que argumenta el Ejecutivo es el criterio de quien deja constancia de mayores gastos, pero no de mayores ingresos en relación a las disposiciones que cuestiona en el terreno tributario, porque toda la observación del Ejecutivo consiste básicamente en que hay impuestos cuyas tasas, en sus diversas escalas, se calculan sobre la base del sueldo vital.
Efectivamente, esa era la observación del Ejecutivo, que temía que pudiera haber una diferencia muy grande entre los ingresos fiscales resultante del 33,9% de reajuste del sueldo vital que implica la disposición que veta y los correspondientes al reajuste que el Ejecutivo propone, y que es equivalente al alza del costo de la vida, el cual sería de un 28% al 31 de diciembre, lo que sólo podría apreciarse o adivinarse, pues no sabemos en qué otro terreno se coloca el Ejecutivo para asegurarlo tan perentoriamente.
Por este juego pequeño de cifras, por esta magnitud tan reducida en las proporciones, el Ejecutivo considera que se produce un descalabro en relación al sistema tributario y que esto puede favorecer a los más poderosos. Pues bien, ¿por qué no formuló su veto, disponiendo que las escalas del impuesto global complementario y otras, por ejemplo, del patrimonial, que sirven para la fijación de la mínima renta sujeta a tributación se determinaran en relación a los sueldos vitales del año pasado y para este año rigiera el aumento correspondiente al índice del costo de la vida? En esa forma, no habría tenido problema alguno de este carácter. Pero el Ejecutivo hace presente, además, que hay una cantidad de 20 mil funcionarios del Estado que ganan, según las plantas y los reajustes que van a establecerse para el año 1969, menos del sueldo vital. En relación a ello, hay que ver si estas cantidades se ponderan en su conjunto o si se acepta ponderar solamente la diferencia entre lo que va a modificarse en virtud del sueldo vital y aquel ligero aumento establecido sobre la base de estas disposiciones.
El Ejecutivo argumenta que puede tener efecto inflacionario el que haya en Chile un salario mínimo, o sea, para que vivan los trabajadores, de diez escudos diarios. En cambio, no hace cuestión en las sucesivas devaluaciones de la moneda, en forma que hoy día el dólar bancario ha llegado a cotizarse concretamente en un valor 32,1% mayor que en diciembre del año pasado. La devaluación de la moneda en un 32% no preocupa tanto al Ejecutivo como que el sueldo vital del empleado, que no es sueldo vital, sino un sueldo mortal que no permite siquiera vivir, sea reajustado en 33,9 %, el cual no significa el reajuste general de las remuneraciones de los empleados, sino que el de los más modestos, de los más mal pagados.
No es efectivo que el proceso inflacionario, en alguna forma, se fomente con el aumento de los salarios o sueldos de los trabajadores. Esas son las trasnochadas teorías del Fondo Monetario Internacional y la misión Klein-Saks, según las cuales puede conducir al auge de la inflación, el desarrollo de tal política. Pero éstos son los ciclos económicos que ocurren cuando hay algún reconocimiento del derecho de los trabajadores a obtener sus reivindicaciones; ocurren al comienzo de los períodos presidenciales, en que hay cierta detención del proceso inflacionario; se le contiene, se desarrolla en algo la producción ; pero, cuando se aplica esta política, que conocieron los gobiernos de los señores Ibáñez y Alessandri y hoy la administración del Presidente Frei, no es la contención de la inflación lo que se obtiene al no entregar esa parte de lo que desde hace muchos años se está debiendo a los trabajadores en cuanto a sueldo vital y en cuanto a salario mínimo que sea efectivamente y en alguna medida, representativo de lo que debe ser técnicamente, seriamente, un sueldo vital y un salario mínimo.
Se habla de contratos celebrados. Sin embargo, quienes contraten sobre la base del sueldo vital saben que, por ley, esto puede ser modificado. Antes, el sueldo vital se calculaba en Chile de acuerdo con la ley, por encuestas que siempre arrojaron para él un porcentaje de aumento superior al índice de alza del costo de la vida. Por lo tanto, es una falacia el argumentar que una modificación de las bases del contrato pudiera significar algo que no pudieran hacer, a su vez, los contratantes.
En resumen, aquí no estamos ante una argumentación técnica seria, ni estamos ante el peligro de una apocalipsis en Chile. No se debe temer que los obreros ganen a lo menos la miserable suma de diez escudos al día por ocho horas de trabajo, porque no es eso lo que pudiera amenazar a la economía chilena. Aquí se trata, señor Presidente, de que aquel sector patronal favorecido por tantas medidas del Gobierno, no siga siéndolo, como ocurre por ejemplo, con aquellos grandes empresarios de la Cámara de la Construcción, que, mientras los carpinteros, enfierradores, y todos los trabajadores de la construcción pagan impuesto a la renta, están exentos absolutamente de todo tributo y son los grandes privilegiados chilenos. Hay, además, el sector patronal del gran latifundio que no quiere pagar en el campo aquel salario mínimo de diez escudos. Y a ellos, de hecho, favorece este veto, que estimamos antisocial, injusto e injustificado.
He dicho, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra la señora Lazo.
La señora LAZO.-
Señor Presidente, nosotros pensamos que, a veces, tienen razón los que, al referirse al Parlamento o a la Cámara, en particular, hablan de) circo parlamentario. Da pena reconocerlo, pero es cierto, porque aquí nosotros vemos toda clase de malabarismos y de contorsiones; y vemos, sobre todo, a algunos elementos que con una facilidad pasmosa dan saltos mortales, y hacen volteretas que, en realidad, nos hacen sentir un poco de pena por ellos.
¿De qué se trata en este caso? Cuando nosotros escuchamos en la Comisión a los representantes de la Central Única de Trabajadores de Chile y de los empleados particulares, nos dimos cuenta de que cuando la Central Única planteaba su aspiración de un sueldo vital de 720 escudos si no me equivoco y los empleados particulares, de 670 escudos, lo hacían sobre la base de estudios que estos organismos habían realizado en forma seria y responsable. Por eso, nosotros acogimos el planteamiento hecho por los empleados particulares referente a esta materia e hicimos una indicación. Igualmente lo hicimos con respecto al salario mínimo de los obreros.
Pues bien, un grupo de colegas, para desvirtuar un poco esta idea y para hacer también un poco del trabajo que se hace siempre en víspera de una elección, presentaron esta otra indicación, que, por último, nosotros también acogimos aquí en la Sala porque de entre dos males, entre no fijar cosas malas, había que elegir el menor y algo había que hacer, un sueldo y un salario mínimo y aprobar esa segunda indicación algo había que hacer. Pero resulta que ahora hemos escuchado gritar a esos mismos colegas en contra de aquéllos que argumentan defendiendo su propia iniciativa. Si esto no es un circo entonces, quiere decir que todos estamos locos.
Hay otro hecho que es necesario agregar al argumento dado por el Diputado señor Millas. Todo el mundo sabe que, a partir del 1º de enero próximo, van a subir los precios de muchos artículos de primera necesidad; las dueñas de casa saben que está acaparada la leche en polvo, porque es difícil conseguir esta leche; toda la gente sabe que subirán las tarifas de la locomoción colectiva y el precio del pan. Y podemos aprovechar la visita a esta Cámara de un señor, que es el dueño, o un gran funcionario del CONCI, el Diputado señor Hamuy. El nos puede decir qué piensan en las poblaciones aquellas dueñas de casa que saben que estos artículos no existen, que saben que no hay arroz, por ejemplo, porque los comerciantes están esperando el alza que será dictada. De manera que sigue la farándula, y el Gobierno sigue auto engañándose.
Yo tuve la paciencia de escuchar anoche todo lo que dijo por la radio Portales el señor Ministro de Hacienda. Pensé dos cosas, y que me perdone el señor Ministro: o esta persona es muy reaccionaria o vive fuera de nuestra realidad, porque cuando el periodista Hernández Parker u otro lo enfrentaba, incluso, con posiciones de técnicos foráneos el señor Ministro decía que todos esos técnicos eran unos ignorantes y que no los conocía nadie; sobre todo, que él no los conocía. En resumen, descalificaba toda otra opinión que no estuviera de acuerdo con la posición que el señor Ministro de Hacienda tiene sobre el particular.
Pero nosotros sabemos que, si este Gobierno no hubiera querido hacer pasar la vergüenza que sin duda sienten ahora los que tendrán que votar en contra de su propia iniciativa, muy temprano, en los inicios de su tramitación, habría presentado en el proyecto disposiciones que significaran, realmente, dar a los empleados un sueldo vital y, a los trabajadores, un salario mínimo.
Aquí se dice que la fijación de un mayor sueldo vital perjudicaría el sistema previsional, el sistema tributario y los contratos celebrados; que aumentaría el proceso inflacionario, que sería terrible la situación de la Caja Fiscal. O sea, esto produciría una catástrofe. Y yo me pregunto, y creo que nos hemos preguntado varios: ¿por qué no se ha puesto tope, por intermedio de una ley, a los sueldos excesivos? ¿Por qué no se ha puesto tope a la contratación de asesores? ¿Por qué no se ha puesto tope a la pérdida inmensa de dinero que significa una publicidad desmedida en un país pequeño como el nuestro? ¿Por qué no se ha puesto tope a los gastos fabulosos que se han hecho, incluso para que algunos "compadres" hagan películas millonarias? ¿Por qué no se ha puesto tope a los gastos faraónicos que se han hecho con motivo de la llegada de algunas visitas ilustres? ¿Por qué no se ha puesto tope a ese caudal inmenso de propaganda a que estamos acostumbrados?
Nosotros no nos negamos a ninguna iniciativa que significara pagar más al que ganara menos y pagar menos al que está usufructuando de mayores rentas. Todos sabemos que el cobre tuvo el año pasado su más alto precio, y en esa entrevista a que aludo, el señor Ministro de Hacienda pasó este tema como por debajo de la pierna. Pero nosotros quisiéramos saber dónde están esas mayores entradas del cobre y por qué no han significado, como se argumentó cuando se presentaron los Convenios, una mayor satisfacción para las grandes masas de asalariados.
No es demagogia decir que no se puede vivir con cerca de 400 escudos mensuales, y aun cuando el Ministro dijo otra cosa, sabemos que hay gente que tiene que vivir con eso; sabemos también que hay personas que ganan medio vital; sabemos lo que todo eso significa y cuánto vale el arriendo de una pieza. ¿Ha habido un verdadero control en los arriendos que se cobran? ¿Ha habido un verdadero control en los subarriendos? ¿Ha habido castigo para los grandes especuladores? ¿Para los señores de Duncan Fox y Compañía y para los señores Grace y Compañía? No, señor Presidente.
Acabo de visitar esta tarde una tienda céntrica: "Los Gobelinos". Allí una joven me llamó y me dijo: "Señora, ojalá usted pudiera darme una ocupación en otra parte". ¿Cuánto ganaba esa niña en esa tienda cuyos dueños, si no me equivoco, el año pasado tuvieron un problema con la aduana? ¿Cuánto gana esa señorita que tiene que vestir con decencia, que tiene que pintarse los ojos y los labios? Cuarenta escudos semanales. ¡Escuche, señor Ministro! Yo me pregunto si una persona puede vivir con dignidad ganando esa suma. ¡Claro que se puede comer un pan todos los días y vivir en un rincón de una población "callampa"! Pero no se trata de eso. Se trata de que no se puede seguir cerrando los ojos. Nosotros no hemos querido hacer demagogia al acoger la solicitud de este gremio y pedir que, de una vez por todas, se ponga límite al derroche, a la farándula, a la desvergüenza que provocó incluso un almuerzo en el Hipódromo, en donde la gente, al igual que en la película "Perro mundo", se comió la carne con la mano. No. Sin embargo, preguntamos: ¿cuánto valen estos asados, estos banquetes, y todas esas cosas? ¿Por qué no evitamos todo esto y pagamos mejor a los que ganan un humilde sueldo o un miserable salario?
Con respecto al Servicio de Seguro Social, el Diputado Millas dijo claramente que es lógico que si el obrero gana más, tendrá que ganar más el Servicio de Seguro Social, porque el patrón estará obligado a imponer por más. Este es otro asunto que nunca se ha tocado seriamente.
Tomemos el caso del señor Sumar.
¿Cuántos miles de millones de pesos se le han tenido que condonar por deudas al Servicio de Seguro Social, porque sencillamente no coloca las imposiciones? Yo me pregunto si alguna vez este señor ha ido a la cárcel por ladrón, porque no hacer las imposiciones es un robo que perjudica al hombre o a la mujer que no tiene su libreta al día, ya que no pueden recurrir al Servicio Médico ni obtener medicamentos o subsidios.
Pero estas cosas las ignoramos y lo único que hacemos es echarnos para atrás y sonreímos con cara de sabios, en circunstancias que no sabemos lo que realmente ocurre en el hogar de la clase trabajadora y del humilde empleado.
¿Cuánto gana una muchacha que trabaja en el Servicio Nacional de Salud? No todas ganan el sueldo vital, muchas, incluso las que trabajan de arsenaleras, que es un trabajo delicado, ganan una miseria.
Todas estas cosas deberían hacer pensar a los colegas, y al señor Ministro que está pidiendo facultades para que el Parlamento no se meta en estas cosas. Si no quiere que el Parlamento se meta, si no quiere que sus propios Diputados cometan un error, ¿por qué no se pone en la realidad de su país y plantea una solución seria y decente para este problema? Porque también anunció que el Gobierno va a pedir en la reforma constitucional, que el Parlamento no tenga intervención en este asunto. ¿Qué pasaría si no interviniera, con el criterio reaccionario que han demostrado con respecto a los trabajadores? Porque no es la primera vez que oímos decir que el aumento de sueldos y salarios crea más inflación. Yo se lo escuché al señor Ministro en la exposición que hizo en la Comisión Mixta de Presupuestos.
Y bien, ¿los otros gastos, las otras cosas, no crean inflación? ¿El dólar acaso no existe? ¿Hay que quedarse callado acaso con lo que pasa con el dólar, con lo que pasa con los viajes, con todas esas cosas que son un río de dinero? En cambio, en relación con el aumento del salario mínimo y del sueldo vital, hay que gastarse una, dos, tres, cuatro carillas de un "tremendismo" que asusta para decir que el país se hunde, porque va a haber un salario mínimo para los obreros y un sueldo vital para los empleados. ¡Este país se viene abajo! ¡Viene la bancarrota! ¡Qué terrible! ¿Qué va a pasar con los impuestos? ¿Qué va a pasar con todo esto?
Esto es una vergüenza, y con razón a veces dicen que esto es un circo, porque hay payasos que se prestan para dar vueltas en el aire. Pero nosotros no. Nosotros queremos que, seriamente, alguna vez se tome el toro por las astas y se dé una solución a este problema, porque los empleados y obreros no creen que esto va a salir ahora; por lo menos, se pueden quedar esperando, porque ahora viene la época de las promesas en la que andan estucando las casas para escribir los nombres de los candidatos, que empiezan a golpear las puertas de los ingenuos. ¡Golpéenlas, pero con cosas reales y no con mentiras, porque el pueblo chileno está cansado de mentiras! Y si hay agitadores y los habrá mañana es porque se está abusando demasiado y porque este pueblo, que tiene un dormir de marmota, puede tener un despertar distinto. ¡Pero no nos vengan a echar la culpa a los que tenemos ideas concretas sobre lo que es una revolución de verdad! Que se echen la culpa los mismos que viven con una venda en los ojos y que se ríen de la miseria del pueblo de Chile.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, señora Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité Socialista.
El señor HAMÜY.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Señor Presidente, la inflación y la política de sueldos y salarios son temas que han sido tocados en esta Cámara por muchos años. Cada año en que hemos tenido que debatir los reajustes de sueldos y salarios, diversas opiniones, que nacen de los bancos de la Oposición y del Gobierno, expresan posiciones encontradas sobre esta materia. Se dice, por ejemplo, que el problema de los reajustes de remuneraciones sería hoy peor de lo que ha sido en el pasado. A través del señor Ministro y de varios colegas de estos bancos se ha señalado que en política de remuneraciones es la primera vez, en la historia de este país, que se da el ciento por ciento del alza del costo de la vida, medido por el mismo método no creado por este Gobierno, sino que en 1956 con que se ha medido siempre el índice de precios al consumidor.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor HAMUY.
Es cierto que con esto no estoy diciendo nada nuevo; estoy, simplemente, recordando hechos fundamentales para entrar en esta materia.
El señor GALLEGUILLOS.-
¿Cuál era su posición, en esa época, en materia de remuneraciones?
El señor HAMUY.-
Con un poco de paciencia, se lo voy a explicar.
En el complejo tema de la inflación, influye la política de remuneraciones; básicamente, la política de precios; la política de comercio exterior y la política sobre emisiones. Si esto es cierto, y durante 90 años hemos vivido con una inflación crónica, no es menos verdadero que este Gobierno ha hecho un esfuerzo serio, durante todos estos años, para lograr detener, paulatinamente, el proceso inflacionario y lograr también, gradualmente, la estabilidad económica, sin lo cual es imposible aspirar al desarrollo económico y social.
Después de escuchar a la colega señora Lazo y al señor Samuel Fuentes, yo me hago seriamente la siguiente pregunta: ¿Es la inflación, un problema exclusivamente del Gobierno? Tradicionalmente se ha sostenido que el problema de las alzas de precios; el problema de la inflación, sólo sería un problema del Gobierno; que nada tiene que ver, frente a este problema, ni el pueblo de Chile, ni los Diputados de Oposición, ni los Senadores de Oposición. No, colegas.
El problema de la inflación en este país es un problema colectivo; les guste o no escucharme, es un problema colectivo. No porque no se cumplen las metas que honestamente un Gobierno se ha trazado y que con esfuerzos está emprendiendo, vamos a tomar esta materia para la risa o, en definitiva a darle vuelta la espalda a este problema.
Y quien no entiende que el problema de la inflación es un problema colectivo de que nadie puede gozarse, porque golpea justamente a los sectores más modestos de Chile, a los más pobres de este país evidentemente está cayendo en un error tradicional; en el error tradicional de decir todos los años las mismas cosas; de sostener que el reajuste es insuficiente, que hay que dar un porcentaje mayor que el alza del costo de la vida, etcétera. Pero, en esta carrera ¿quién gana y quién pierde? ¿Gana acaso el país desencadenando una inflación de los precios? ¿Quién gana y quién pierde?
El señor GALLEGUILLOS.-
Ganan los yanquis.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Galleguillos, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
¿Ganan los sectores reducidos de la población? ¿Pierden los sectores mayoritarios, aquellos que el señor Fuentes dice defender?
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Montes, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Voy a dar una explicación más. ¿Es posible, colega,…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… detener el proceso inflacionario, sin entender, básicamente, que detrás de este esfuerzo debe estar la comunidad organizada? ¿Si acaso el FRAP fuera Gobierno, no tendría importancia la comunidad organizada? ¿Acaso el señor Fuentes no recuerda que cuando fueron Gobierno se estableció un organismo, que yo respeto, que en sus funciones, en sus programas y propósitos no alcanzaba al 10% de las responsabilidades que el CONCI se ha propuesto? ¿Acaso con ello no se estaba reconociendo tácitamente lo importante que es la participación activa de la comunidad organizada?
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, nuevamente llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Y a la colega Lazo que decía: "¿Por qué no le preguntan al Diputado Hamuy, Presidente del CONCI, qué piensan las dueñas de casa?", yo le doy las gracias por hacerme la pregunta, porque yo le puedo decir que con su actitud está contra los pobres, contra los trabajadores de Chile; porque con su actitud de demagogia barata las cosas hay que decirlas simplemente está desencadenando un alza de precios mayor.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Cuando los radicales fueron Gobierno, cuando el FRAP estuvo en el Gobierno…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, amonesto a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, amonesto a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
...se desencadenó una inflación, como la que ocurrió el año 1955, porque se despacharon porcentajes de reajustes superiores al alza del costo de la vida, que terminaron con un índice de precios al consumidor del 85%. Esto desencadenó una inflación, que naturalmente. ..
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Rosales, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… no es de responsabilidad nuestra.
En definitiva sostengo que las tareas de las políticas anti-inflacionarias son colectivas, del pueblo y del Congreso, en actitudes patrióticas en común. Más aún, sostengo que es lo fundamental.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, nuevamente llamo al orden a Su Señoría.
La señora LAZO.-
¿Va a subir o no la leche?
El señor HAMUY.-
Esa es una mala pregunta, porque la leche va a subir en enero, en el 70 y en el 75, si no cooperamos todos, en masa, en la tarea de lograr la estabilidad económica y social.
Por eso, actúan con mucha ligereza, el señor Fuentes y la señora Lazo, cuando dicen que hable el Diputado Presidente del CONCI...
El señor FUENTES (don Samuel).-
Solicito una interrupción, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Hamuy, el señor Samuel Fuentes le pide una interrupción.
El señor HAMUY.-
No tengo inconvenientes si es con cargo al Comité Radical.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Le quedan cuatro minutos al Comité Radical. Puede hacer uso de la palabra Su Señoría.
El señor FUENTES (don Samuel).-
Quiero hacerle una sola pregunta al colega: ¿de dónde han salido los dineros con que trabaja el CONCI? Eso quiero saber. ¿Si es de la caja fiscal o si es de los fondos o recursos de Su Señoría?
El señor PARETO.-
Del hoyo radical.
El señor CLAVEL.-
Del hoyo democratacristiano, querrá decir, colega.
El señor HAMUY.-
Con el mayor agrado le voy a responder su pregunta.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Clavel!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Clavel, permita al señor Fuentes hacer uso de la interrupción.
El señor FUENTES (don Samuel).-
He hecho una pregunta y ahora voy a hacer una reflexión. La idea que en este momento Su Señoría está atacando, de dar 500 escudos a los empleados y 10 escudos a los obreros, es una indicación presentada por los colegas de la Democracia Cristiana. A ellos los está desautorizando, a ellos que son los autores de la indicación. Y no sé por qué lo hace, porque, según tengo entendido, su partido lo tiene relegado. No sé si es porque el negocio del CONCI anda mal o anda bien; en todo caso me parece que algo anda mal, porque yo sé que está suspendido de su partido.
El señor HAMUY.-
Agradezco mucho la preocupación del colega Fuentes por mi situación política; se la agradezco, porque creo que, en realidad, es bastante mejor que la de él.
En todo caso, le voy a dar la respuesta. Cuando aquí el Congreso Nacional, en el año 1961, aprobó la Ley de Presupuesto, por unanimidad, incluso con los votos nuestros, acordó darle financiamiento a aquel organismo llamado Comité de Defensa del Consumidor….
El señor FUENTES (don Samuel).-
¿Cuándo?
El señor HAMUY.-
En 1961. Por unanimidad.
El señor FUENTES (don Samuel).-
¡Eso no lo libera a usted de dirigir una institución que trabaja con fondos fiscales! ¡Usted no debería estar en esta Sala!
El señor HAMUY.-
Eso se hizo en el Presupuesto de la Nación, con la participación de su partido en el Frente Democrático.
El señor FUENTES (don Samuel).-
¡Eso no lo libera…!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Yo no lo ataco….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, nuevamente llamo al orden a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Amonesto al señor Fuentes!
El señor HAMUY.-
... yo lo considero un esfuerzo útil, porque comprendo y defiendo la participación de la comunidad en el proceso anti-inflacionario.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Fuentes, amonesto a Su Señoría!
El señor HAMUY.-
Más aún, es bueno que exista un organismo, cuya misión sea organizar al pueblo, sin lo cual no podrá haber, indudablemente, defensa contra las alzas, lucha anti-inflacionaria. Hay una parte que hace el Gobierno, hay una parte que hace el Congreso Nacional en la lucha anti-inflacionaria; pero hay otra parte, vital y fundamental,…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Galleguillos, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
que es la organización, que la realiza la comunidad,...
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Galleguillos, nuevamente llamo al orden a Su Señoría!
El señor HAMUY-
…a través del organismo promotor que tengo el honor de presidir...
El señor ACUÑA.-
¡La Contraloría está pidiendo la disolución del CONCI!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Acuña, llamo al orden a Su Señoría.
El señor GUASTAVINO.-
¡Qué vergüenza!
El señor LAEMMERMANN.-
¡Su Señoría está inhabilitado…!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Laemmermann, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Mi colega Fuentes no conoce el organismo CONCI y parece que tampoco lo conoce mi colega Lazo, a pesar de que tiene algunas referencias….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Amonesto al señor Acuña!
El señor HAMUY.-
Yo les digo que es bueno que se organice la comunidad, para que participe en forma activa en el proceso económico. Es bueno que el consumidor se organice en cooperativas, que es la única forma, en la estructura en que vivimos, de quebrar los precios del mercado, de quebrar incluso el régimen capitalista, la única forma, a mi juicio, de crear los centros reguladores de precios de propiedad de la comunidad.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Galleguillos, nuevamente llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Yo le diría a mi colega Fuentes que, en verdad, para hablar de algo hay que conocerlo, y que es bueno que haya algo como el CONCI….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Acuña, amonesto a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… y que sea un Diputado el dedicado a dirigir el organismo de la comunidad, para procurarle su bienestar. A pesar de que el proceso no se detiene, y hemos analizado brevemente la causa, yo le digo que es bueno que sea así, cuando hay muchos colegas que se sientan cuatro años o más algunos tenemos más de un período a calentar largamente sus asientos.
El señor ACUÑA.-
¡Usted debe calentar el asiento!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Acuña, llamo al orden a Su Señoría!
El señor HAMUY.-
Yo les digo que con autorización de mi partido y con misión de mi partido estoy frente a la tarea que estoy cumpliendo, y la voy a cumplir le guste o no le guste al colega Fuentes, le guste o no le guste a la colega Lazo.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor HAMUY.-
La voy a cumplir, porque creo que es el camino claro y preciso para defender a los sectores modestos de este país, organizar a la gente de las poblaciones, a la gente de los barrios, procurarle su bienestar en definitiva. Es bueno que concurra una pequeña ayuda del Estado. Muchas veces se dilapidan fondos por el Congreso Nacional. Puedo dar muchos ejemplos de presupuestos despachados por ustedes, cuando estaban en el gobierno, con subvenciones a diestra y siniestra. ¡ Qué bueno que haya un organismo que se subvencione por el Estado para organizar al pueblo, para permitirle cumplir un papel útil en el proceso antiinflacionario… !
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor HAMUY.-
A aquellos que creen que el pueblo no tiene una palabra que decir, yo les digo aquí, con seriedad, con sinceridad y sin demagogia, que vayan a La Legua, a Barrancas, a Quinta Normal, frente a frente a los dirigentes de los centros de madres y de juntas de vecinos, que constituyen los consejos locales de nuestras cooperativas, y les pregunten su opinión a ver sí ésa es la opinión barata, vertida con ligereza en un momento dado en el Congreso.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, don Samuel, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
No, señor Fuentes; no sólo no estoy castigado, sino que vendré aquí cada vez que sea menester a plantear nuestras ideas,….
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Fuentes, amonesto a Su Señoría!
El señor HAMUY.-
…las ideas de nuestro programa, lo que estamos haciendo, pero libres de demagogia.
Y, entendámonos, el último punto básico; no habrá detención del proceso inflacionario si hay una comunidad, un pueblo que no participa.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Fuentes, censuro a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Así sólo llevaremos al despeñadero una política de remuneraciones anti-inflacionaria…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lavandero, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.
Así ha quedado demostrado en 30, en 40 años de política fracasada, como consta en los anales del Congreso y en la historia de todas las políticas económicas que han sido realizadas por diversos Gobiernos.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Cantero, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Por eso, cuando se hace un esfuerzo serio y honesto,….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Laemmermann, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… más que atacarlo, más que levantar palabras con demagogia baruca, corresponde apoyarlo,….
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Galleguillos, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… porque, en definitiva, corresponde a una política global, final, de verdadero bienestar para los trabajadores.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Clavel, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
Se quiera o no la reforma agraria, se quiera o no la redistribución de la renta nacional, se quieran o no los programas de desarrollo social,….
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Laemmermann, amonesto a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… son hoy día elementos vitales que están en la mente y en el corazón del pueblo, consciente de que efectivamente se realiza una política y un esfuerzo de bienestar para él.
Cada uno actúa en su ámbito. Le reconozco al Gobierno sus tareas, al Parlamento nuestras tareas, y, en definitiva, les reconozco también a los organismos de promoción…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
…especialmente, el papel que les corresponde en la época moderna en que vivimos.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Clavel, censuro a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
No entenderlo así, simplemente,…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, amonesto a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
no lo entienden así quienes caen en una publicidad barata. Como se va a demostrar en las próximas elecciones, el pueblo va a sancionar a aquellos que dicen ser sus defensores, pero que, en definitiva, nada aportan a las clases trabajadoras, nada aportan, nada, a una comunidad que en lugar de palabras, está reclamando, desde hace muchos años, hechos, acciones, participación,…
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Basso, llamo al orden a Su Señoría.
El señor HAMUY.-
… concientización y, en forma clara, el poder participar en el engranaje y en la vida nacional.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
El señor Ministro de Hacienda había pedido la palabra.
El señor PONTIGO.-
¡Pero no dijo de dónde salía la plata!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Pontigo, voy a llamar al orden a Su Señoría!
Puede hacer uso de la palabra el señor Ministro de Hacienda.
El señor PONTIGO.-
¿Va a explicar de dónde sale la plata del CONCI?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Llamo al orden al señor Pontigo.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Allende, llamo al orden a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Samuel Fuentes, llamo al orden a Su Señoría.
El señor LAVANDERO.-
¿Dónde está la plata de la "Grace"?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lavandero, llamo al orden a Su Señoría.
El señor Ministro puede hacer uso de la palabra.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- Señor Presidente…
El señor LAVANDERO.-
¿Dónde está la plata de la "Grace"?
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Lavandero, nuevamente llamo al orden a Su Señoría!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Pareto, llamo al orden a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lavandero, amonesto a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lavandero, censuro a Su Señoría.
El señor LAVANDERO.-
¡Vamos hablando de la plata de la "Grace"!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Lavandero, voy a volver a censurar a Su Señoría!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Lavandero, lo censuro nuevamente!
Ruego a los señores Diputados que se sirvan guardar silencio. El señor Ministro de Hacienda ha pedido hacer uso de la palabra.
El señor FERNANDEZ.-
¡Que se aclare lo de la "Grace"!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Ministro, con la venia de los señores Diputados, puede hacer uso de la palabra.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- Señor Presidente….
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Lavandero, voy a llamar al orden nuevamente a Su Señoría!
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- Señor Presidente, voy a tratar de ser breve para referirme especialmente al veto al artículo 1° formulado por el Ejecutivo. Sus fundamentos, a pesar de las observaciones que hacía el Diputado Millas, son bastante completos y están en el texto que los señores Diputados tienen en su mano.
Creo que el Ejecutivo tiene autoridad moral como para reclamar logros en materia de política de remuneraciones, en comparación con cualquier Administración que se haya conocido en este país y en la cual han participado partidos políticos que hoy día no militan en el Gobierno.
Si hacemos un análisis de las remuneraciones, tanto del sector público como del sector privado, y lo dije aquí en repetidas oportunidades, podemos comprobar fehacientemente que durante estos cuatro años el sector trabajador ha tenido mayor participación en la renta nacional, precisamente a través de la pol��tica de redistribución del ingreso por la vía de los salarios, sin contabilizar la redistribución del ingreso que se hace por la inversión social, mucho mayor que en cualquier época que se haya conocido en este país. Recuerdo que lo decía en la Comisión de Hacienda en esta Cámara el dirigente de la Central Única de Trabajadores, señor Campos, y hacía ver que esto había sido una conquista de los trabajadores durante estos años, a través de sus luchas sindicales.
El Gobierno se propuso, desde el inicio, que los reajustes del sector privado fueran del orden del 100% del alza del costo de la vida. Más aún, protegió a los sectores más desvalidos, que estaban en una posición de subconsumo, y dio a los sectores campesinos un incremento en sus ingresos que nadie puede discutir. Los salarios campesinos en estos cuatro años han tenido un incremento considerable, por dos caminos: primero, el hecho de que el salario mínimo campesino, que antes era equivalente a casi la mitad del salario mínimo industrial, se igualó al salario mínimo industrial….
El señor OLIVARES.-
¿Por iniciativa de quién, señor Ministro?
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- … y el Gobierno aceptó y apoyó la idea.
La señora LAZO.-
¡Ah! No era del Gobierno.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- El Gobierno, a su vez, abrió a los campesinos la posibilidad de organizarse…
El señor OLIVARES.-
Era de Salomón Corvalán.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- … y les permitió, a través de los sindicatos campesinos, que hoy día reúnen a más de 100.000 personas, poder lograr remuneraciones más justas.
Está dicho en las exposiciones de la hacienda pública, conocidas por el Parlamento y que no han sido objetadas, que el sector privado ha tenido en estos cuatro años un incremento real en sus remuneraciones del orden del 42%. Es decir, ha ganado, en términos netos, a favor de su poder de consumo y de su poder de ahorro, un 42%, después de deducida la inflación producida en estos cuatro años.
Por eso, cuando se discute esto de los 500 escudos y de los 10 escudos, indiscutiblemente que en el plano teórico o en el plano, muchas veces, de tratar de hacer imputaciones a un Gobierno,…
La señora LAZO.-
No, en el de la realidad no más.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- … puede ser muy fácil; pero si acaso vamos a la realidad, una disposición que no tuviera impacto en el resto de la economía, a mí no me temblaría la mano para aprobarla. Porque la realidad es que si acaso se ven las encuestas de salarios, tanto en el campo como en la ciudad, salvo sectores que hay que reconocerlo, tienen depresión, como son los de la costa o la precordillera, normalmente los salarios el año 1969 podrían ser de 10 escudos, y el sueldo vital, seguramente, en la gran mayoría de las situaciones que se conocen, llegará a ser del orden de los 500 escudos.
Pero, en materia de salarios mínimos y de sueldos vitales, no se puede ver sólo eso, puesto que reconocer esa realidad a lo mejor no tendría ninguna importancia, sino que hay que ver que toda nuestra estructura económica está fundada en estos padrones como medidas de valores, como medidas multiplicadoras. Por eso en los fundamentos del veto hacemos ver esos efectos, y no nos referimos a la otra materia.
Así, decimos que, en materia previsional, aquí quiero corregir al Diputado Millas, se produce realmente un impacto en el Servicio de Seguro Social. El decía que era apocalíptico lo que señala el Ejecutivo. Bueno, ¿es que aquí nadie cree que el problema del Servicio de Seguro Social es dramático?
El Servicio de Seguro Social, el año 1968, antes de aprobarse la ley de reajustes, tenía un problema de financiamiento del orden de los 300 millones de escudos. Gracias al Parlamento y a iniciativa del Ejecutivo, se tomaron una serie de medidas que permitieron que pudiera salir indemne el año 1968 y pudiera pagar sus pensiones.
Pero, sucede que a pesar de todas esas medidas que se tomaron en el año 1968, en el año 1969 nuevamente el Servicio de Seguro Social hace aparecer un déficit mayor de 200 millones de escudos. Es decir, si en no se hubieran tomado medidas, el déficit del Servicio de Seguro Social en sería del orden de los quinientos millones de escudos...
El señor GALLEGUILLOS.-
¡No les cobran a los tramposos!
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- ¿Qué sucede con este salario mínimo de diez escudos? Provoca un impacto en el Servicio de Seguro Social.
El Diputado Orlando Millas lo ha objetado. Yo no me atrevería a objetarlo, puesto que los técnicos que han hecho estas observaciones ni siquiera pertenecen al partido político de Gobierno; son independientes, y muchas veces militan en otros partidos; pero es gente que conoce el problema …
La señora LAZO.-
¡A confesión de parte!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señora Carmen Lazo!
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- Ellos dicen que aprobar diez escudos precisamente por el cálculo de las pensiones mínimas significa un desfinanciamiento mayor que el que ,yo ya anunciaba, en términos brutos, del orden de los 370 millones de escudos, si recuerdo bien las cifras. Una vez deducidos los mayores ingresos que pudieran producirse por mayores imposiciones derivadas del hecho de elevar el mínimo, en términos teóricos, y mediante el traspaso de algunos fondos, ese déficit quedaría reducido a 180 millones de escudos.
Este es, precisamente, el problema que nos preocupa, el que nos aboca a adicionar al Servicio de Seguro Social casi doscientos millones de escudos, la suma de 180 millones de escudos. No hacerlo significaría, lisa y llanamente, que el Servicio de Seguro Social salvo que se le buscaran nuevos recursos por esa cuantiosa suma tendría que suspender en el primer trimestre de 1969 el pago del reajuste de pensiones de trescientos mil pensionados.
En materia previsional se produce también un impacto en el fondo de revalorización de pensiones del orden de los cinco millones de escudos.
El otro punto relativo a este problema: la iniciativa tomada así, en forma aislada, sin haberse presentado en un contexto distinto, significa en materia tributaria, no por el hecho de las escalas sino por las exenciones tributarias que favorecen normalmente a la gente de más altas rentas, puesto que están expresadas en vitales, un menor rendimiento para el Fisco del orden de los 70 millones de escudos.
Por otra parte, quiero también referirme a algo que ha dicho el señor Millas, por qué nosotros no habíamos hecho la corrección respecto a la legislación tributaria. Dada la rapidez con que hay que legislar en materia de reajuste del sector privado, porque así lo solicitan los trabajadores y dirigentes, modificar la totalidad de la legislación tributaria hubiera significado un trabajo ímprobo, de varias semanas, para haber acondicionado la disposición a fin de no producir este efecto.
Además, está el problema del gasto fiscal. Se produce un mayor gasto fiscal de 10 millones de escudos por el hecho de que, de acuerdo con la ley y con una política que este Gobierno ha amparado durante su gestión, ningún funcionario público puede ganar menos del sueldo vital. Este mayor gasto sería del orden de los 10 millones de escudos que he señalado.
Por otra parte, y siempre tomando las disposiciones en forma aislada, si se llegara a aprobar este artículo significaría no sólo beneficiar a la gente que está en el salario mínimo o por debajo de los 10 escudos, sino también de acuerdo con informes dados por la Dirección del Trabajo y el Ministerio del Trabajo, a un sinnúmero de personas que se rigen por convenios colectivos cuya proporcionalidad en la escala está determinada en salarios mínimos. A la vez, existe un sinnúmero de regalías o beneficios adicionales expresados en salarios mínimos. Es decir, esta norma no solo puede provocar un problema en los salarios mínimos, que yo creo, en general, que no se produciría solamente en la agricultura en materia de disponibilidad, sino que podría provocar un problema de distorsión de todos los convenios colectivos, al encarecer el costo de producción en la misma proporción en que han sido subidos los salarios mínimos; es decir, en un orden del 70%.
Respecto del proceso inflacionario, la señora Carmen Lazo ha dicho que me había escuchado por radio Portales; le agradezco que se haya tomado el tiempo de escucharme, pero, al parecer no me entendió…
La señora LAZO.-
¡Se cree tan inteligente! ¡Lo encontré reaccionario!
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
- Si la señora Lazo, a quien estimo mucho y a quien nunca he calificado, leyera la exposición de la Hacienda Pública, podría encontrar todos los antecedentes dados y leerlos con más detención si acaso por motivos de la audición no encontró los antecedentes con tantos detalles como yo podría haber proporcionado.
Quiero decirle que, en materia inflacionaria, indiscutiblemente los sueldos y salarios no son los únicos elementos que influyen en la inflación. Existen otros que también coadyuvan…
El señor GUASTAVINO.-
¡El CONCI!
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
Pero nadie puede negar que en los sueldos y salarios, cuando en la redistribución se va más allá de la capacidad de absorción que tiene la empresa es indiscutible que ello se traslada al costo, y el costo es precio y el precio es inflación. Puede haber otros elementos; el Gobierno ha tratado de cuidar de todos ellos.
La señora LAZO.-
Claro que existen.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
Existen; no es que "pueden" existir. Acepto la corrección.
El Gobierno ha llevado una política rígida en materia cambiaría, en materia de política crediticia, en materia de gastos públicos, y la ha llevado a pesar de haber sido presionado en relación a los gastos públicos, por haber recibido esta administración totalmente postrada en materia de remuneraciones y gastos públicos. Por más de 12 años se dieron reajustes inferiores al ciento por ciento del alza del costo de la vida, siempre inferiores al cincuenta por ciento. Algunos años se dieron 11 escudos y otro año se dio un 10%, y a ese 10% se le llamó de bonificación congelada.
El señor LAEMMERMANN.-
Era otra moneda.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
Es indiscutible que esto llevó al Gobierno a aplicar una política de gastos públicos más amplia que la que podría haber tenido si hubiera recibido la administración en otras condiciones, como también lo llevó a incrementar gastos públicos futuros. Tenía conciencia de que el desarrollo económico no se puede lograr si acaso no existe una base social estable; tenía que efectuar varios cambios, en las estructuras sociales. Ahí están la reforma agraria, la reforma educacional, los programas de viviendas, de salud y otros más.
El señor TUMA.-
Y apoyamos esas reformas.
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
Por eso tiene importancia una política de estabilización. No podemos ser ciegos; nadie lo puede ser, cualquiera que sea la ideología que profese. Los sueldos y salarios tienen influencia dentro del proceso de inflación cuando van más allá de la capacidad económica del país para responder contra esas alzas.
Por eso yo insisto en que la medida que, en forma aislada se establece en esta disposición tiene importancia en materia inflacionaria.
Por último, existen contratos celebrados como decía yo al principio en los que el sueldo vital ha sido un padrón de medida, un padrón multiplicador. Existen muchos contratos pactados conforme al reajuste de los sueldos vitales, llámense contratos de arrendamiento u otros.
La señora LAZO.-
¿Y las multas?
El señor ZALDIVAR (Ministro de Hacienda).-
Establecer esta norma que subiría el sueldo vital a 500 escudos, que es del orden del 6 por ciento más de lo que podríamos prever en inflación para el año 1968, significa, indiscutiblemente, un impacto en materia económica en este rubro .
Esas han sido las consideraciones que ha tenido el Ejecutivo. Yo reitero: ¿puede hacerse una política de redistribución hacia los mínimos? Se ha hecho en otros países, se ha hecho en países socialistas y también en algunos occidentales, pero la redistribución a favor del mínimo se hace regularmente reformando los salarios más altos. Es decir, se hace una compensación de aquellos que tienen una mejor posición salarial en favor de aquellos sectores más abandonados. Además, debe tomarse una serie de medidas para que ello no provoque un proceso de inflación. Respecto de ese contexto estoy dispuesto a discutir, sobre la base de un contexto aislado no estoy dispuesto a discutir.
Nada más.
La señora LAZO.-
¡Haga esa compensación, pues, Ministro!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede hacer uso de la palabra El Señor Silva Ulloa.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, yo no puedo gastar todo el tiempo que sería necesario para responder a algunas observaciones que se han hecho esta noche. Sin embargo, no resisto el deseo de referirme, por ejemplo, a lo que manifestó el colega Hamuy con respecto al padrón que se usa para determinar la variación del índice de precios al consumidor.
Es efectivo que el indicador es exactamente el mismo; sin embargo, este indicador ha sido distorsionado y esto tienen que reconocerlo los colegas en estos últimos años. Voy a referirme a casos concretos. Por ejemplo, la Empresa de Comercio Agrícola ha importado artículos de primera necesidad que se han vendido a precios muy inferiores al costo. Y prueba de ello es que en la misma ley de presupuestos aprobada recientemente se ha considerado un precepto que permite al Gobierno otorgar todo tipo de subvenciones a estas empresas, concretamente la Empresa de Comercio Agrícola, para cubrir pérdidas que por este concepto se producen. En consecuencia, si bien es el mismo padrón, la verdad es que ha sido distorsionado por efectos del mecanismo usado por el Gobierno para impedir que se refleje en el índice de precios al consumidor el alza real del costo de la vida. En seguida, yo me alegro de que el señor Ministro reconozca que los reajustes se otorgan para compensar alzas producidas en el costo de la vida y que esto no es factor determinante exclusivo para señalar que son los reajustes de remuneraciones los causantes del proceso inflacionista. La verdad es que la política económica del país la determina el Ejecutivo a través de la política monetaria, de la política crediticia, de los dictados del Fondo Monetario Internacional, que son los que tienen gran importancia en el proceso inflacionista que sufre nuestro país.
Quiero defender el cargo que pudiera deducirse de algunas intervenciones en el sentido de que quienes aprobamos un mayor reajuste somos partidarios de estimular el proceso inflacionista. Nosotros somos partidarios de contenerlo. Y por eso hemos estado denunciando permanentemente esta política económica del Gobierno como suicida, porque los dictados del Fondo Monetario Internacional han significado desvalorizar nuestro signo monetario veinticuatro veces en el año 1968. Esto, señor Presidente, sí tiene un efecto mucho más multiplicador de lo que puede ser el efecto de aumentar las remuneraciones que se produce después que se han materializado las alzas.
En suma, nosotros reafirmamos que la responsabilidad de la conducción económica del país radica en el Poder Ejecutivo, y el ciudadano es libre para moverse de acuerdo con el guión que escriba el Gobierno. De eso deriva la desgraciada situación económica que afecta a las mayorías nacionales, hoy día bastante vapuleadas.
El señor TUMA.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede hacer uso de la palabra el señor Turna en el tiempo del Comité Independiente que le ha cedido hasta diez minutos.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, ¡qué distinto es el lenguaje cuando se está en el Gobierno y cuando se está en la Oposición! ¡Qué distinto era el Partido de la Democracia Cristiana cuando estaba en la Oposición! Pero resulta que ellos ahora usan un lenguaje diferente. En este momento argumentan que el aumento de sueldos y salarios significa inflación, y cuando eran Oposición no sostenían esta tesis.
Además, los argumentos que aquí se esgrimen son iguales a esos papelitos que saca el loro del organillo: siempre hay un argumento, siempre una cosa favorable para el que saca este papelito. Y estos señores nos argumentan de tal manera que ajustan las cosas para querer convencernos.
Yo, señor Presidente, echaría una maldición gitana…
Un señor DIPUTADO.
Una maldición árabe.
El señor TUMA.-
… a los Diputados de la Democracia Cristiana que votaron en contra del salario mínimo de diez escudos, que votaron en contra, digamos, del salario mínimo para obreros de diez escudos: que ellos fueran obreros después de haber sido Diputados. Yo les echaría esa maldición gitana para ver qué harían con diez escudos.
Nuestro pueblo está subalimentado, está mal alimentado, peor que los animales que tienen en sus corrales muchos hacendados. Yo les pregunto a estos colegas si han ido a las poblaciones que llaman "marginales" y han preguntado a los pobladores de qué se alimentan. Pues bien, esta gente se alimenta de papas y de cochayuyo. No conocen la carne. ¡Y para qué hablar de la leche, la mantequilla, los huevos! Entonces, ¿es posible que Sus Señorías encuentren muy alto el salario de diez escudos?
Yo acepto el argumento del señor Ministro de que este monto del salario mínimo de diez escudos pueda distorsionar, tal vez, aquellos contratos colectivos en donde existen ya acuerdos sobre la base del sueldo vital o el salario vital. Pero, eso podría excluirse de la ley. Porque, ¿cuántos están ganando hoy día salario mínimo? Son muy pocas personas, generalmente en el campo; aquí, en la industria, la mayoría tiene salarios superiores al mínimo de diez escudos. Pero ¿y aquéllos que viven del "pololo"? Hay más de medio millón de personas que trabajan en "pololos" porque no hay trabajo estable y permanente en la industria. Sólo esa gente del "pololo" es la que está fuera del sueldo mínimo, porque no ganan un salario mínimo. En consecuencia, ellos son los más perjudicados. De manera que un millón de personas resultará perjudicada en el país por no aceptarse este monto de diez escudos para el salario mínimo.
Este inconveniente que ha indicado el señor Ministro de Hacienda, de la distorsión que ello ocasionará en razón de que hay algunas leyes que establecieron el sueldo vital y el salario mínimo como base para algunos contratos colectivos, eso bien pudo el gobierno haberlo visto y obviado antes, y no venir ahora a decirnos que es imposible subir el salario mínimo de siete escudos y tanto a diez; como en verdad correspondería, puesto que con siete escudos no hay ningún trabajador que sea capaz de sustentarse con su familia.
Y si un gobierno que no es capaz de permitir al ciudadano siquiera el sustento más mínimo, cual es el que le permita vivir con un pedazo de pan, ese gobierno debería renunciar. No se puede estar defendiendo a un gobierno de esta naturaleza, sea éste, el anterior o cualquier otro.
Aquí estamos con mucha demagogia, ahora que nos hallamos en víspera de una elección parlamentaria. Y hasta se ha dicho hoy día que todo el mundo quiere colocarse al lado de los trabajadores. Los Diputados de estos bancos siempre hemos estado al lado de los trabajadores; no es sólo ahora que estamos al lado de ellos. No cambiamos, como el camaleón.
Ahora, el sueldo vital, o como dijo el colega Millas, el sueldo "mortal" de Eº 500, ¿en cuánto aumentaría de lo que realmente va a aumentar con un ciento por ciento del alza del costo de la vida? En Eº 10 ó Eº 12. De manera que estamos discutiendo y peleando toda una tarde, perdiendo el tiempo todo un día, por sólo Eº 5 ó Eº 6 más. Si el sueldo vital en discusión fuera de Eº 650, como propusieron los Diputados del Partido Socialista, del Partido Comunista o, tal vez, los radicales, estaríamos de acuerdo en seguir perdiendo el tiempo en este debate; pero esta indicación, como dijo el colega Samuel Fuentes, fue presentada por los Diputados de la Democracia Cristiana para neutralizar otra, favorable para los trabajadores, presentada por la Oposición. Entonces, esta neutralización aparece hoy día como una estafa, como un engaño; porque, después de que la indicación fue aprobada por el Congreso Nacional, el Ejecutivo la veta. Quiere decir que se está jugando con malas artes, porque eso de aprobar una indicación presentada por la Democracia Cristiana, que tiene mayoría en la Cámara; y, después, a través del veto, rechazarla, no es jugar limpio.
Por eso, nosotros creemos que debe mantenerse el salario mínimo de Eº 10. Si el Ejecutivo estima que esto producirá una distorsión, que la remedie en alguna forma; pero que no venga a decirnos que esa iniciativa no se puede aprobar.
Quiero hacer también un alcance a lo dicho por mi colega Carmen Lazo, hace poco. Estoy totalmente de acuerdo con ella, menos en lo referente a la familia Sumar, con la cual tengo lazos consanguíneos. Dijo que eran ladrones, que han robado salarios e imposiciones. Yo voy a rebatir a mi colega Carmen Lazo, porque sé quién es la familia Sumar.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor TUMA.-
No ha robado salarios, no ha robado imposiciones, en primer lugar; en segundo lugar, no necesita que se le condonen las deudas previsionales, porque tiene como pagarlas. A mí me gustaría que se dijera en qué ocasión se le condonaron, para traer y dar las explicaciones correspondientes a la Cámara de Diputados. No estoy defendiendo a mis parientes, a un industrial; sino a la verdad, porque no podemos personificar cuando no hay razón para ello. Seguramente, hay malos patrones. No lo dudo. Pero en su mayoría, cuando no pueden pagar las imposiciones es por razones de carácter económico, ya que en este Gobierno se cambian las reglas del juego cada 24 horas.
Tengo la obligación de hacer esta salvedad, no para contradecir a mi colega Carmen Lazo, a quien estimo mucho; sino porque creo que ha caído en un error al personificar a la familia Sumar.
El señor MONCKEBERG.-
Pido la palabra.
El señor MILLAS.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Monckeberg; a continuación, el Diputado señor Millas.
El señor MONCKEBERG.-
Señor Presidente, deseo anunciar los votos contrarios de los Diputados de estos bancos, aunque sea simbólicamente en esta noche…
Risas.
El señor MONCKEBERG.-
Pero, en todo caso, ello indica la posición del Partido Nacional de oponerse al veto formulado a los incisos segundo y tercero del artículo 1º, que aumentan el sueldo vital a 500 escudos mensuales, y el salario mínimo, a 10 escudos.
Pensamos que la indicación que dio origen a estos incisos representa una justa retribución para los empleados y obreros no sujetos a contratos colectivos, que de año en año ven deterioradas sus remuneraciones frente a las de aquellos trabajadores que, a través de la acción sindical, consiguen reajustes superiores. Por este motivo, nos oponemos a este veto.
El Ejecutivo aduce como razón que esto sería inflatorio…
Risas.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Inflacionista, Su Señoría.
El señor MONCKEBERG.-
¡Inflatorio!
El Partido Nacional piensa que no es así; que la única manera de detener la inflación es aumentando la producción, y no poniéndole trabas. Disminuir los sueldos y salarios, o impedir que aumenten, no es manera, a nuestro juicio, de combatir la inflación.
Es cuanto queríamos decir.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Millas.
El señor MILLAS.-
Señor Presidente, al hacer uso de la palabra con anterioridad, señalé que las observaciones formuladas por el Ejecutivo no tenían un fundamento real.
Creo que lo expresado por el señor Ministro no ha contestado aquello que concretamente ha habido en mi argumentación. Me parece que lo fundamental en su exposición está en que él supone, como dijo textualmente, un diferencia del 6% que podría producir efectos distorsionadores en la economía, entre aquel 28% en que el Gobierno calcula o vaticina que podría ser el movimiento del índice de precios al consumidor, y el 33,9 % fijado como reajuste del sueldo vital en este proyecto.
Sin embargo, esto no es el 6%. Concretamente, la diferencia entre ambos rubros, si se considera el reajuste que regiría, solamente sería del 2,1%. La diferencia entre dar un 28% ó un 33,9%, solamente sería de 2,1%. Pero, en realidad, hay que referirse al monto global del sueldo vital.
El sueldo vital de este año, es, en relación al del próximo año, diferente, según el proyecto que estamos considerando y el vaticinio del Gobierno de un 28%, sólo en un 4%0. Esta es 'la única diferencia, de acuerdo con las matemáticas más elementales, por lo cual, no hay tales efectos distorsionadores de la economía nacional.
En segundo lugar, yo insisto en que aquellos cálculos que el señor Ministro dijo que le habían entregado los técnicos respecto del Servicio de Seguro Social son cálculos absolutamente falsos. La pensión mínima del Servicio de Seguro Social se reajusta de acuerdo, con el artículo 47 de su ley orgánica, en relación a todas las antiguas pensiones, que son el grueso de las pensiones, y para ello no interviene, en nada el salario mínimo obrero. El salario mínimo obrero interviene en relación a las nuevas pensiones o al sistema de revalorización de pensiones, para lo cual hay cálculos apartes. En cambio, el Servicio de Seguro Social recibirá más del 47%, como he indicado, de la diferencia de las pensiones.
Además, el señor Ministro ha dicho que habría sido muy difícil haber establecido que el sistema tributario no fuese afectado por la variación establecida en esta ley en el sueldo vital. Sin embargo, pudo decir simplemente que, para los efectos del sistema tributario se consideraría como tal el índice del alza del costo de la vida. Para ello, no se habría requerido el estudio de una semana. Para ello, habría bastado, simplemente decir esto rectamente, y no habría habido dificultad.
En resumen, los parlamentarios comunistas sostenemos todos los planteamientos que hemos formulado. Y estamos absolutamente conscientes de que la indicación aprobada por el Parlamento ha sido una indicación seria, que permite en alguna medida retribuir a los trabajadores, en relación a aquel viejo problema, a aquel dramático problema de que en Chile, desde los Gobiernos anteriores de Derecha, no hay un sueldo vital propiamente tal, ni un salario mínimo propiamente tal.
Por lo tanto, habiéndose mantenido absolutamente en pie nuestras argumentaciones, que no pueden ser rebatidas, nosotros reafirmamos que, a plena conciencia de que estamos actuando de acuerdo con los intereses de la economía nacional y, en primer término, con los intereses Je los trabajadores chilenos, que son absolutamente compatibles con los anteriores e, indiscutiblemente, vinculados a un auge sano de la economía nacional, nosotros votaremos en contra del veto del Ejecutivo.
He dicho.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
La señora LAZO.-
Señor Presidente, el señor Monckeberg me ha concedido algunos minutos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Con la venia del señor Monckeberg, tiene la palabra Su Señoría.
La señora LAZO.-
El señor Ministro…
El señor BASSO.-
iSe fue!
La señora LAZO.-
… anunció que estaría dispuesto a presentar una iniciativa tendiente a solucionar en serio el problema del sueldo vital y del salario mínimo sobre la base de rebajar las rentas excesivas; y, también, a estudiar el pago indiscriminado de contratos y recontratos.
Sobre el particular, ocurre otro hecho, que el país también conoce: hay altos oficiales jubilados con "perseguidoras"; hay personas con altas jubilaciones y que, sin embargo, tienen contratos millonarios. Si el señor Ministro está dispuestos a legislar sobre esta materia, a poner un tope a los sueldos excesivos y, también, a la recontratación y a la contratación en forma indiscriminada de asesores y personas que no pertenecen a las plantas de las instituciones, yo anuncio que estaremos absolutamente dispuestos a acompañar al Gobierno en esta iniciativa.
Es más, señor Presidente. En la tarde de hoy, cuando el señor Lavandero, al tratarse el problema de los secretarios, ha dicho que aquí se hacía demagogia y que cada vez que se podía se subía la dieta parlamentaria y los sueldos de los secretarios, creo que ha llegado el momento de terminar con la vergüenza que significa el que todos sean echados en una bolsa, como si todos fuéramos unos "frescos", y no nos importa que la dieta se preste para que aparezcamos como gente que vive como millonada, en circunstancias que hay personas que se mueren de hambre.
Por eso, si el Ministro va a proponer, en serio, que se ponga un tope a las remuneraciones altas, sugerimos que el país conozca no sólo lo que ganan los parlamentarios y los Ministros de la Corte Suprema, sino también las remuneraciones de los empleados del servicio exterior; las rentas, en fin, de todos los altos funcionarios que Chile tiene fuera del país y dentro de él. Yo tomo la palabra del señor Ministro, porque nosotros queremos, verdaderamente, que esto se haga, y espero que los parlamentarios de la bancada democratacristiana o el propio Ministro anuncien cuándo presentarán dicha iniciativa.
Hay que considerar también lo poco que falta para que esta Cámara tenga una estructura diferente. Lo justo y serio es, entonces, en las postrimerías de este Parlamento y cuando al Gobierno le quedan sólo dos años de mandato, legislar sobre esta materia, porque tampoco se puede estar diciendo: "Gobiernos anteriores nos entregaron esto"; "Gobiernos anteriores no hicieron lo otro."
Nosotros, en ese sentido y quiero rectificar lo expresado por el señor Hamuy no hacemos politiquería; porque cuando se aprobó la reforma agraria, concurrimos también con nuestros votos. Y deseo recordarle que, cuando se presentó la reforma educacional, también la apoyamos; y cuando el problema habitacional, lo aprobamos igualmente. Además, en el proyecto de reforma agraria, para que lo sepa el señor Hamuy, fueron aprobadas más de doscientas indicaciones del fallecido Senador señor Salomón Corbalán. O sea, cuando Sus Señorías han querido hacer las cosas en serio, nosotros hemos estado, a su lado; pero no podemos estarlo cuando tienen organismos "brujos" y, sobre todo, cuando no vemos responsabilidad en aquellos que tienen la obligación de ser serios.
Muchas gracias.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Puede continuar el señor Monckeberg.
El señor MONCKEBERG.-
No voy a proseguir, señor Presidente.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Según el artículo 168 del Reglamente, corresponde votación secreta.
¿Habría acuerdo para omitir el trámite de votación secreta?
Acordado.
En votación.
Durante la votación:
Hablan varios señores Diputados a la, vez.
El señor PARETO.-
Pertenezco a un partido político...
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señores Diputados, estamos en votación.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Rosales, estamos en votación.
El señor PARETO.-
No estamos en Checoslovaquia.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señora Lazo, llamo al orden a Su Señoría.
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 40 votos; por la negativa, 25 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Aprobada la observación del Ejecutivo.
En discusión la observación del Ejecutivo al artículo 5º.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Durante la votación:
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Turna, llamo al orden a Su Señoría.
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 40 votos; por la negativa, 24 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Aprobada la observación del Ejecutivo.
En discusión la observación al artículo 10.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Si le parece a la Sala, se aprobará.
Aprobada.
En discusión la observación al artículo 14.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Durante la votación:
El señor PARETO.-
¿Cuál es la observación?
El señor MILLAS.-
La recaída en el artículo que beneficia a los periodistas.
El señor ACEVEDO.-
Sus Señorías están votando contra los periodistas.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señores Diputados, estamos en votación.
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 23 votos; por la negativa, 29 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Rechazada la observación del Ejecutivo.
En votación la insistencia de la Cámara.
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 28 votos; por la negativa, 15 votos.
El señor ACEVEDO.-
Sólo siete Diputados votaron por la no insistencia…
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
La Cámara acuerda no insistir.
En discusión la observación al artículo 15.
El señor SILVA ULLOA.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, el artículo 15 corresponde al artículo 26 que consideramos en el tercer trámite constitucional de este proyecto; o sea, el precepto que otorga a la viuda mayor de 55 años de edad de asegurado fallecido con anterioridad a la vigencia de la ley Nº 10.383, el derecho a recibir el 50% de la pensión mínima de viudez.
El número de personas que pueden resultar beneficiadas por esta disposición es escaso, y ésta es de extraordinaria justicia, porque ocurre que, antes de la vigencia de la ley Nº 10.383, no existía el beneficio de pensión de viudez en el Servicio de Seguro Social. Y aún hay viudas que tienen que haberse mantenido en ese estado hasta la fecha, de acuerdo con el precepto, para tener derecho a este beneficio.
¿Y de qué monto va a ser este beneficio? Del orden de los 35 escudos mensuales.
Nosotros estimamos que la observación formulada a este artículo no tiene justificación, y, por eso, la votaremos en contra. Y en el caso de que el Servicio de Seguro Social, debido a esta disposición, pudiera sufrir un impacto en su estado financiero, ofrecemos toda nuestra colaboración para buscar una fuente de financiamiento que permita resolver, ahora, en este instante, este gravísimo problema.
Nada más.
El señor LEON (Ministro de Trabajo y Previsión Social).-
Pido la palabra.
El señor MELO.-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro; y, a continuación, el señor Melo.
El señor LEON (Ministro de Trabajo y Previsión Social).
Señor Presidente, quiero señalar que la disposición en debate carece de financiamiento; de manera que la situación de desfinanciamiento del Servicio de Seguro Social, sobre la cual hemos estado hablando, se agravaría por esta nueva, disposición, ya que ni siquiera se ha podido determinar el número de personas que serían favorecidas.
Esa es la razón por la cual el Gobierno ha pedido la supresión del artículo.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Melo.
Resta un minuto al Comité de Su Señoría.
El señor MELO.-
Señor Presidente, se trata de los primeros asegurados que dieron origen a la ley Nº 10.383; y tanto el señor Ministro de Trabajo como los Diputados de la Democracia Cristiana saben que la ley de enfermedades profesionales aprobada el año pasado, en el inciso tercero del artículo 1º transitorio, dice lo siguiente : 'También tendrán derecho a pensión asistencial las viudas de ex pensionados de accidentes del trabajo o enfermedades profesionales que hubieren fallecido antes de la vigencia de la presente ley...". La disposición aprobada por el Congreso Nacional tiene por objeto acoger a todas las ancianas que organizaron el Servicio de Seguro Social. No darles recursos para comprar un pedazo de pan constituye una injusticia tremenda, que se va a cometer contra estas ex trabajadoras que se movilizaron y fundaron el Servicio de Seguro Social, y esto lo sabe el Ministro de Trabajo y Previsión Social.
Por esta razón, deseamos que el mismo espíritu con que se despachó la. ley de enfermedades profesionales se aplique en relación con estas ancianas que fueron fundadoras de la ley Nº 10.383.
Nada más.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del Comité de Su Señoría.
El señor SILVA ULLOA.-
Pido la palabra…
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor SILVA ULLOA.-
Señor Presidente, quiero referirme a las expresiones del señor Ministro de Trabajo y Previsión Social.
La verdad es que ni el Gobierno ni los parlamentarios podemos señalar el costo de este artículo, mientras no sea aplicado, porque no sabemos cuántas viudas de asegurados fallecidos antes de la vigencia de la ley Nº 10.383 existen en el país en estado de viudez. En consecuencia, tiene plena validez lo que manifesté en mi primera intervención, en el sentido de que, una vez conocido el gasto que ocasionará el precepto en debate, estaremos dispuestos a darle financiamiento.
Indudablemente, en cualquier otra oportunidad, enfrentados a tenernos que pronunciar sobre esta materia, se va a volver a argumentar que no existe financiamiento. No podemos darla, porque no existe una estadística de las viudas de asegurados fallecidos antes de 1952, que tengan más de 55 años de edad y que conserven su estado de viudez.
El señor MILLAS.-
Y que no tengan otra pensión.
El señor SILVA ULLOA.-
Y que no tengan otra pensión, como agrega el colega Millas.
De consiguiente, hay que crear la situación para saber el gasto y, después de eso, naturalmente, buscarle financiamiento. Proceder de otra forma es engañar a uno de los sectores más necesitados. Por eso, hemos intervenido para señalar esta inconsecuencia y solicitarles a los colegas de la Democracia Cristiana que, en esta oportunidad, más que demócratas sean cristianos, para entregar el beneficio en referencia a estas mujeres de edad ya avanzada.
Nada más.
El señor LEON (Ministro de Trabajo y Previsión Social).-
Pido la palabra.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor LEON (Ministro de Trabajo y Previsión Social).-
Señor Presidente, deseo formular una proposición muy concreta a la Honorable Cámara.
Estamos dispuestos a incluir el artículo en discusión en el proyecto más próximo, ya sea a través del veto o aceptando indicaciones,…
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ARANCIBIA.-
¡Déjenlo hablar!
El señor LEON (Ministro de Trabajo y Previsión Social).-
… porque no nos parece posible aprobar una disposición cuyos alcances no están realmente estudiados.
Nosotros hemos tenido que estudiar todas las indicaciones que se han presentado en la Cámara y posteriormente en el Senado. Hay algunas sobre las cuales no se puede cuantificar de manera que el problema es si realmente puede haber financiamiento. En caso de que ahora no lo haya, como creo que no lo hay, estamos dispuestos a incluir esta materia en la más próxima iniciativa que se discuta.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
En votación.
Durante la votación:
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Melo, llamo al orden a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Melo, amonesto a Su Señoría.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Robles, llamo al orden a Su Señoría.
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 23 votos; por la negativa, 25 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Rechazada la observación del Ejecutivo.
Corresponde votar la insistencia.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Melo, llamo al orden a Su Señoría!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Señor Melo, nuevamente amonesto a Su Señoría.
El señor GUASTAVINO.-
¡Es un escudo diario!
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
¡Señor Guastavino!
Efectuada la votación en forma económica, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 26 votos; por la negativa, 12 votos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
La Cámara acuerda insistir.
Aplausos.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA, don Héctor (Presidente).-
Terminada la discusión de las observaciones.
Cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
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