. . . . . . . . " El se\u00F1or GUASTAVINO.- \n \n Tengo entendido que es imposible. Adem\u00E1s, he de decirle que no le doy la interrupci\u00F3n porque tenga, que continuar mis observaciones, sino porque ella ha hecho una mal\u00EDsima y lamentable intervenci\u00F3n esta tarde, y quo doblemente lamento, porque proviene de una profesora, como la Honorable colega. \nAhora, quiero destacar otro hecho tambi\u00E9n macizo, y es el de que de esta jornada se levanta en Chile una persona, un perfil pol\u00EDtico, una figura magn\u00EDfica, como es la doctora Mar\u00EDa Elena Carrera. Yo estuve en la Plaza de Armas de San Fernando cuando se produjo un hecho lamentable y la doctora Mar\u00EDa Elena Carrera se neg\u00F3 a prestar declaraciones a determinadas radioemisoras. Ella lo hizo -3n repudio de una campa\u00F1a, de la que no son responsables los trabajadores de esa radio, alentada por determinados persone- ros del aparato publicitario de este Gobierno, que hablaron las peores cosas que se pueden decir, al presentar un verdadero cuadro infame de lo que ser\u00EDa la mentalidad de esta mujer sencilla y valerosa que es la doctora Mar\u00EDa Elena Carrera, y expresar que andar\u00EDa aprovechando, haciendo \"profitaci\u00F3n\" de la muerte de su esposo. \nEstas cosas que se analizan despu\u00E9s de una elecci\u00F3n debieran hacernos meditar en lo que debemos hacer los hombres p\u00FAblicos durante el proceso de una elecci\u00F3n para no caer en pasiones tan absurdas, para no quedar al descubierto dentro de las pr\u00F3ximas horas. \n \n " .