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- rdf:value = " 5.-EJERCICIOS COMBINADOS ENTRE BARCOS DE ESTADOS UNIDOS, PERU Y CHILE (OPERACION "UNITAS VIII")El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Entrando al objeto de la presente sesión, corresponde discutir y votar en general el proyecto de ley, de origen en un Mensaje del Ejecutivo, calificado de "suma", que autoriza a unidades de la Armada de los Estados Unidos de Norteamérica y de la República del Perú para realizar ejercicios combinados con la Armada de Chile, en aguas jurisdiccionales chilenas.
Diputado Informante de la Comisión de
Defensa Nacional es el Honorable señor Isla.
El proyecto, impreso en el Boletín Nº 10.735, es el siguiente:
"Artículo 1° Autorízase a tres destructores, un submarino y tres aviones navales de la Armada de los Estados Unidos de Norteamérica, con sus respectivas dotaciones, para que realicen en aguas chilenas, ejercicios navales con unidades de la Armada de Chile.
Igual autorización se otorga para que tres destructores y dos submarinos de la Armada de Perú, con sus respectivas dotaciones, tomen parte en los referidos ejercicios.
Durante el tiempo de permanencia autorizado, estos buques podrán fondear en puertos chilenos y sus dotaciones desembarcar en ellos. Estos desembarcos podrán efectuarse con armas cuando se trate de rendir honores o realizar otros actos oficiales de cortesía.
Los aviones a que se refiere el inciso primero estarán autorizados para sobrevolar y aterrizar en nuestro territorio, como, asimismo, para que sus tripulantes puedan desembarcar sin armas, salvo lo previsto en el inciso precedente.
Artículo 2º La autorización para la permanencia en el país, tanto de los buques como aviones norteamericanos contemplados en la presente ley, regirá desde el 25 de septiembre hasta el 16 de octubre del presente año, y para los buques peruanos, desde el 25 al 30 de septiembre.
Artículo 3ºLas naves que componen la Fuerza de Tarea Norteamericana que participará en la Operación Unitas VIII, estarán liberadas de los derechos y tarifas que corresponda percibir a la Empresa Portuaria de Chile.
Artículo 4º Autorízase la salida de aguas territoriales chilenas de cuatro destructores, un submarino y un transporte petrolero de nuestra Armada, para que inicien en aguas territoriales peruanas los ejercicios combinados Unitas VIII. La permanencia de los buques chilenos en aguas territoriales peruanas no será superior a veinticuatro horas.
Artículo 5º Mientras dure la permanencia en territorio extranjero de las Unidades Navales chilenas, su personal sólo gozará de su sueldo en moneda corriente, más las gratificaciones que les corresponda, en conformidad a la ley Nº 11.824, de 5 de abril de 1955, debido a que no desembarcará y no estará, por lo tanto, expuesto a gastos extraordinarios.".
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
En discusión general el proyecto.
El señor ISLA.-
Pido la palabra.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Diputado informante.
El señor ISLA.-
Señor Presidente, la Comisión de Defensa Nacional me concedió la distinción de ser Diputado informante de este Mensaje del Ejecutivo. En la sesión de antenoche, en la madrugada, dicha Comisión lo aprobó por 7 votos a favor y 2 en contra. Como dijo el señor Presidente, en esta oportunidad corresponde tratar este Mensaje, calificado de "suma" urgencia.
Para comenzar, creo conveniente hacer una breve historia de las denominadas "Operaciones Unitas". Estas se han llevado a efecto desde el año 1960. Tuvieron su origen en lo que se denominó "Operación Panamex". Están instituidos a raíz de convenios internacionales, que ligan la fe y el honor de Chile, puesto que fueron suscrito por otros gobiernos. Por estas razones se han llevado a efecto por siete veces consecutivas.
Los instrumentos legales a que hago referencia, fundamentalmente, son el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro, suscrito el 12 de septiembre de 1957, ratificado en 1959; y el Convenio de Ayuda Militar, suscrito con los Estados Unidos de Norteamérica en abril de 1952, y ratificado por nuestro Gobierno en julio del mismo año.
En un comienzo, durante el Gobierno del señor Ibáñez, se consultó al Honorable Senado sobre si era necesaria la autorización del Congreso para efectuar las "Operaciones Unidas". En aquella oportunidad, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento evacuó un informe que, en el fondo, se estimó un tanto negativo. Esto motivó que ese Gobierno y los posteriores tuvieran que acudir al Congreso Nacional, en cada ocasión, a solicitar la autorización correspondiente en virtud de lo dispuesto en el artículo 44, números 10 y 11, de la Constitución Política del Estado.
Es en mérito de estos antecedentes que, en esta oportunidad, el Ejecutivo recaba nuevamente el asentimiento del Congreso, a fin de que se efectúe la octava operación naval a que he hecho referencia.
En el proyecto se señala que este año participarán en la operación combinada tres destructores, un submarino y tres aviones navales de Estados Unidos; tres destructores y dos submarinos del Perú, y cuatro destructores, un submarino y un transporte petrolero de nuestro país.
Y en el informe se dice que comenzará en el puerto de Ilo, en el Perú, el 25 de septiembre y terminará en Valparaíso el 4 de octubre.
En el distinto articulado del proyecto se indican las condiciones en que se realizarán estos ejercicios, cuya autorización se recaba del Poder Legislativo.
Previamente, vale la pena señalar la forma en que la Marina Nacional considera esta operación. A la sesión de la Comisión asistieron el señor Ministro de Defensa, el Comandante en Jefe de la Armada y el señor Subsecretario de Marina. Especialmente, el Comandante en Jefe de la Armada expresó que esta operación tiene una importancia innegable desde el punto de vista del adiestramiento y es una experiencia muy valiosa para nuestros marinos, ya que les da la oportunidad de conocer técnicas, sistemas y elementos de gran poder y avanzado progreso, que, incuestionablemente, por razones obvias, que los señores Diputados comprenden, no tiene la Armada Nacional.
También se destacó la importancia que tiene para nuestros marinos adiestrarse en 3a guerra submarina. Es función fundamental de la Armada vigilar nuestro largo litoral. Razones geográficas muy particulares hacen especialmente conveniente que sus hombres adquieran experiencia en este sentido.
En el debate de la Comisión de Defensa, algunos señores Diputados representaron el hecho de que después de la última operación "Unitas", algunos altos oficiales de la Marina norteamericana habían hecho declaraciones que estimaban inconvenientes para las relaciones amistosas entre los países y, sobre todo, desde el punto de vista de la soberanía del nuestro. Con este motivo, requirieron la opinión del señor Comandante en Jefe de la Armada.
El expresó que nuestros oficiales, siguiendo la tradición de los marinos de Chile, jamás han hecho declaraciones de ninguna especie y que se limitan a cumplir con sus deberes profesionales. Esto, por lo demás, no es ningún misterio para nadie, ya que todos los señores Diputados saben que es una tradición sostenida por nuestras Fuerzas Armadas en general y por la Armada en particular.
En la Comisión se aprobó este Mensaje del Ejecutivo con la votación de 7 señores Diputados a favor y la de 2 señores Diputados en contra de dar esta autorización legislativa.
En el articulado, como señalaba, hace un instante, se indican las condiciones en que esta operación se llevará a efecto.
En el artículo 1°, se otorga la autorización del Congreso para la entrada de las unidades extranjeras, en virtud de lo dispuesto en el artículo 44, Nº 10, de la Constitución Política.
En el artículo 2º, se señala el plazo en que los buques extranjeros permanecerán en el país: desde el 25 de septiembre hasta el 26 de octubre para los norteamericanos, y desde el 25 al 30 de septiembre para los peruanos.
En el artículo 3º, se establece la liberación de los derechos y tarifas que corresponda percibir a la Empresa Portuaria de Chile. A este respecto, consultado también el señor Comandante en Jefe de la Armada sobre el costo que significaría para el erario la participación de nuestros marinos en estas operaciones combinadas, declaró perentoriamente que no importa ningún desembolso, porque los elementos que se consumen en estas tareas, como las municiones, son retribuidos posteriormente por la Armada de los Estados Unidos y, además, porque en el Presupuesto Ordinario de la Nación, Ministerio de Defensa, Subsecretaría de Marina, según entiendo, se consultan los recursos para los gastos que pueda hacer la Armada en el desempeño de sus funciones habituales, en las labores de patrullaje que normalmente realiza a lo largo del litoral.
En el artículo 4º, en virtud del artículo 44, Nº 11, de la Constitución, se concede la autorización para la salida de aguas territoriales chilenas de cuatro destructores, un submarino y un transporte petrolero de nuestra Armada, para que inicien en aguas territoriales peruanas los ejercicios combinados Unitas VIII.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado? El Diputado señor Camus le solicita una interrupción.
El señor ISLA.-
Se la concedo con mucho agrado.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Con la venia del Diputado informante, tiene la palabra Su Señoría.
El señor CAMUS.
Quisiera que el Diputado informante explicara a la Sala algo que mencionó, hace un instante. Este patrullaje normal, ¿a qué se refiere? ¿Qué objeto tiene? ¿De qué se trata?
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor ISLA.-
La pregunta que formula el Honorable Diputado le fue hecha al Comandante en Jefe de la Armada. Recuerdo que él más o menos, dijo que los barcos, las unidades navales no pueden estar quietas. Por razones obvias, por razones estratégicas, de seguridad nacional, tienen que hacer ejercicios y patrullaje, tienen que vigilar nuestras costas, con el objeto de estar preparadas para afrontar, en un momento determinado, en una emergencia, la defensa de nuestro cabotaje, de nuestro comercio marítimo, de la marina mercante, etcétera. Por todas estas razones, tienen que hacer estos ejercicios. Como dijo el Comandante en Jefe, la Armada necesita disponer de los elementos indispensables para desempeñar estas funciones, que le son propias y tradicionales.
Creo que con esto satisfago la inquietud del Honorable DiputadoCamus.
Como he dicho, en virtud de lo prescrito en el artículo 44, Nº 11, de la Constitución Política del Estado, se requiera que las Cámaras, en este caso la nuestra, la de Diputados, autoricen la salida de unidades de nuestra Armada de aguas territoriales chilenas.
Finalmente, en el artículo 5º se establece: "Mientras dure la permanencia en territorio extranjero de las unidades navales chilenas, su personal sólo gozará de su sueldo en moneda corriente, más las gratificaciones que le correspondan, en conformidad a la ley Nº 11.824, de 5 de abril de 1955, debido a que no desembarcará" los barcos, las unidades de nuestra Armada solamente permanecerán en aguas territoriales del Perú durante veinticuatro horas "y no estará, por lo tanto, expuesto a gastos extraordinarios."
Señor Presidente, creo que con esta relación, con este informe que he hecho por disposición de la Comisión de Defensa, doy una idea de la extensión, del alcance de esta autorización que solicita el Poder Ejecutivo. He expuesto, en líneas generales, los términos en que se desarrolló el debate en la Comisión de Defensa y quedo a disposición de los Honorables señores Diputados para las consultas que crean conveniente formularme.
Concedo una interrupción al Honorable Diputado señor Osorio.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Osorio.
El señor OSORIO.-
Señor Presidente, después de escuchar al colega Isla, me asalta una duda. Esta operación parece que no fuera tan mala como, a primera vista, la pintan ciertos sectores de la opinión pública. En realidad, parece una operación de angelitos la que se va a realizar en aguas peruanas y chilenas. El país no gasta nada. Se prepara para una posible invasión, para la guerra. Me gustaría saber: ¿Para qué guerra? ¿Con quién? Porque resulta que vamos a hacer una operación en conjunto con la Armada del Perú. Y yo he leído en la prensa de hoy que, precisamente, un señor Senador del Partido Radical ha contestado a un señor Diputado de Perú...
El señor MORALES (don Carlos).-
Temoche.
El señor OSORIO.-
... de apellido Temoche, que está muy alarmado por el armamento que Chile habría adquirido en la Unión Soviética.
Ocurre que si con alguien hemos tenido algún encuentro en los mares, por desgracia, ha sido con el Perú. Ahora, nuestra Armada irá a aguas peruanas, y la Armada del Perú vendrá a aguas chilenas. Ambos países, que, a mi modo de entender, serían los únicos que podrían tener lo que no espero, lo digo sinceramente algún nuevo litigio, después de los combates navales de 1879, se van a dar a conocer los elementos de que disponen.
En seguida, el señor Diputado informante dice que esto no le costará absolutamente nada a Chile, porque se la devolverán los pertrechos que se utilicen en esta operación, que yo llamo "humitas", porque cada día nos amarra más a Estados Unidos. Bueno, siempre apareceremos como país mendicante, con la mano estirada para que se le devuelva lo que ha gastado.
El señor ESCORZA.-
¡Qué doloroso e injusto el término!
El señor OSORIO.-
A mí me parece que no debiera adornarse tanto esta operación, como si fuera angelical.
El señor ESCORZA.-
"¡Mendicante!" ¡ Qué doloroso el término! ¡ Chile es el país más digno de América Latina!
El señor GUAJARDO (don Ernesto).-
Por eso la gente se está muriendo de hambre.
El señor ESCORZA.-
No es mendicante. Es el país con mayor dignidad.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Honorable señor Escorza, ruego a Su Señoría guardar silencio.
El señor OSORIO.-
Como no hago interrupciones por el puro gusto de hacerlas, sino basado en antecedentes, he pedido ésta, porque deseo saber si el señor Diputado informante tiene conocimiento de algunas declaraciones formuladas por él Contralmirante que tuvo a su cargo la operación "humitas" del año 1965. Me refiero al Contralmirante señor Arthur Gra11a, quien fue el jefe de esa Operación. Cuando ella terminó, los señores periodistas le hicieron algunas preguntas. ¿Qué contestó el Contralmirante? Para que no nos hagamos, como dijera, para no ofender a nadie, para que no nos hagamos "los de las chacras", voy a leer algunas de sus respuestas.
"Señor Almirante", le pregunta el periodista "es poco probable que Chile sufra, en el futuro, una invasión extranjera. ¿Cuál es, entonces, el propósito de estas maniobras bélicas?"
Responde el Contralmirante:"Cuando estalle la próxima guerra no habrá países neutrales. Las marinas de guerra tendrán un papel preponderante; por lo tanto, conviene que estemos todos preparados para contener el enemigo."
"¿Cuál enemigo?", agrega el periodista.
"Como Ud. muy bien sabe", dice el Contralmirante se admira, naturalmente, de la ignorancia del periodista "hay en el mundo dos bloques: Oriente y Occidente. Los comunistas del bloque oriental luchan por la conquista del mundo; unos utilizan medios pacíficos, y otros, como la China, optan por la violencia. Nosotros defendemos la libertad..."
¡Qué curioso! A nosotros, que hemos estado leyendo en los cables que llegan incluso de 'agencias norteamericanas, coL mo se persigue a los negros en su propio país, cómo se les mata a mansalva, este caballero nos dice: "Nosotros defendemos la libertad. . ."
Más adelante le preguntan: "¿Usted considera que en Santo Domingo la libertad estaba en peligro? Según las informaciones, no había más que 58 comunistas dominicanos. . ."
"Sí, contestó el Contralmirante pero tenían una influencia extraordinaria sobre el rebelde Caamaño y su Gobierno. También el actual Presidente, García Godoy, le está haciendo demasiadas concesiones a la Izquierda."
¿Esto no nos llama la atención a los parlamentarios de Chile? En esta Operación pintada angelicalmente, ¿no nos dice nada esta respuesta de este Contralmirante? Y, cuando se le hace la siguiente pregunta: "¿Qué intereses tienen los norteamericanos en Vietnam?", responde: "Nosotros no tenemos negocios en Vietnam. De Gaulle sí que tiene intereses en ese país, y quiere que nosotros abandonemos la lucha. El es el imperialista y no nosotros."
¡ Qué declaraciones más pintorescas! ¿No vemos que los norteamericanos comenzaron con unos cuantos "marines" y aviadores allá en el Vietnam y, hoy día, ya la fuerza alcanza a cerca de 500 mil soldados norteamericanos, que quieren avasallar a un pueblo indómito que desea su independencia económica, como es el Vietnam? Sí, hay que leer las declaraciones de estos caballeros para darse cuenta de lo que significa entrelazarnos en esta Operación, que he llamado "humitas" porque cada día nos aprieta más a ellos.
Siguen las preguntas. "¿Por qué los Estados Unidos demuestran una amistad tan marcada por el actual régimen brasileño?"
"Piense que es lógico dice el Contralmirante que seamos amigos del Brasil; fueron nuestros aliados en la última guerra, han estado junto a nosotros en Corea, mandaron tropas a Santo Domingo para defender la democracia...". Esos eran los "gorilas" del Brasil a los que esta Cámara, el Parlamento de Chile, ha combatido permanentemente." Han estado siempre junto a nosotros. Los Estados Unidos manifestán amistad por todos sus pueblos aliados, y no veo por qué habrían de negársela al Brasil."
"Sin embargo, ¿no le parece que, en general, la línea Johnson es extremadamente dura?", le pregunta el periodista. Y vean, señores Diputados, lo que contesta. "Mire", dice este "apolítico" Contralmirante "el PresidenteJohnson es un hombre de acción. No tiene una figura romántica, con un mechón de pelo en la frente, ni una esposa espectacularmente bella, ni dice cosas tan hermosas como el señor Kennedy, pero, ¡caramba, es un hombre de acción! Si la crisis del Caribe se hubiera producido estando él en la Primera Magistratura de la Nación, habríamos invadido Cuba."
¡Esto lo dice, señor Presidente, el Contralmirante que dirigió la "Operación Unitas" del año 1965!
Valdría la pena preguntar al señor Diputado informante o al señor Ministro de Defensa Nacional, que se encuentra aquí en estos momentos, si mañana triunfara un movimiento popular en Chile, si hay un Gobierno popular aquí en este país. . .
El señor BALLESTEROS.
¡Lo hay!
El señor VALDES (don Arturo).-
Ya lo hay.
El señor OSORIO.-
. . .si hay un Gobierno con ideas marxistas, no con ideas de todos los matices, si hay un Gobierno que no engañe al pueblo...
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor OSORIO.-
. . .estaría de acuerdo el Gobierno del señor Ministro de Defensa Nacional en que se invada Chile?
Creo que esto es lo que está en juego. Nosotros no podemos aceptar de buenas a primeras estas Operaciones. Por ello quiero pedir que el señor Diputado informante nos conteste estas interrogantes, porque esto de que no cuesta nada, da lugar a muchas preguntas. ¿ Es que no cuestan nada los 4 destructores, el submarino, el transporte petrolero? ¿Es que no cuesta nada movilizar inclusive a toda la marinería? ¿Es que vamos a ir solamente por el puro gusto de ver los adelantos de la Armada norteamericana, para ver cómo han descubierto tanto nuevo armamento para matar gente a lo largo del mundo que no se entrega al imperialismo?
Señor Presidente, si acaso el día de mañana nosotros queremos o necesitamos mejorar nuestro armamento, yo le pregunto al señor Diputado informante: ¿va a regalarlo también Estados Unidos? ¿No le está vendiendo la chatarra vieja a los países latinoamericanos, deshaciéndose de lo que no le sirve para armarlos? ¿Para qué? Para una guerra donde se desangren ellos. ¿Para qué? Para una guerra que sir. va solamente los intereses del imperialismo norteamericano.
Por eso, nosotros, socialistas populares, decimos que "no" a esta Operación "Unitas".
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Puede continuar el señor Diputado informante.
El señor ISLA.-
Señor Presidente, en conformidad a lo que dispone el Reglamento de esta Corporación, al Diputado informante sólo le corresponde hacer una relación de las materias tratadas en la Comisión respectiva y dar una visión muy general, como en este caso, del debate producido.
Hace un instante seguramente el señor Osorio estaba distraído o no se encontraba en la Sala. . .
El señor OSORIO.-
No estaba en la Sala.
El señor ISLA.-
. . .cuando se habló de los gastos, hice presente que algún señor Diputado miembro de la Comisión había consultado este aspecto que él plantea ahora aquí en forma interrogante. Y yo dije que el señor Comandante en Jefe de la Armada había expresado que esto no significaba gasto extraordinario o imprevisto, porque en el presupuesto del Ministerio de Defensa se incluían los recursos necesario para que dentro de las operaciones normales que la Armada desarrolla se puedan hacer los gastos que demandan estas operaciones.
Tengo la impresión no podría decir de otra manera que todos los señores Diputados miembros de la Comisión de Defensa Nacional asintieron a las palabras del señor Comandante en Jefe o, mejor dicho, dieron crédito a la veracidad de su respuesta.
Y respecto de las declaraciones de alguno de los señores oficiales de la Marina norteamericana, sobre las que consultaba el señor Osorio, también me referí a ello. Dije que un señor Diputado miembro de la Comisión de Defensa también había leído declaraciones de algunos señores oficiales de la Armada norteamericana; y que, requerido el señor Comandante en Jefe de nuestra Armada respecto de la conducta de nuestros marinos, él dijo perentoriamente que, siguiendo una tradición de la Armada Nacional, y porque esto lo digo de mi parte indudablemente nuestras Fuerzas Armadas son esencialmente obedientes, en el sentido de que han jurado respetar la Constitución y las leyes, ningún Oficial chileno, nunca, en ninguna (Operación "Unidas" realizada hasta la fecha, había hecho declaración alguna que tuviera un carácter político; recuerdo exactamente que dijo "porque eso les estaba vedado". Fue el sentido de las palabras creo repetirlas más o menos del Comandante en Jefe, "porque ellos se dedicaban exclusivamente a sus tareas profesionales específicas".
En esta forma, creo responder a la consulta que formuló el Honorable Diputado señor Osorio.
Respecto de otras preguntas que él hizo, hipotéticas, sobre si en un momento dado Estados Unidos nos puede vender chatarra, armamentos viejos, yo creo que eso escapa a la competencia del Diputado que informa este proyecto, de origen en un Mensaje del Ejecutivo. Por lo tanto, considero innecesario, por el momento al menos, referirme a esa materia.
Señor Presidente, en realidad, incluso antes de que formulara sus observaciones y consultas él Honorable señor Osorio, había puesto término al informe del proyecto, tal como lo dije, hace un instante, porque creo con esto haber hecho una exposición de lo debatido en la Comisión de Defensa Nacional.
El señor CANTERO.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Tiene la palabra el Honorable Diputado señor Cantero.
El señor CANTERO.-
Señor Presidente, nuevamente el Gobierno del señor Frei ha enviado, para la consideración del Congreso Nacional, el proyecto de ley que autoriza a naves de guerra de Estados Unidos para realizar ejercicios en aguas territoriales chilenas en conjunto con unidades de nuestra Armada, o sea, como se ha dicho, para llevar a efecto la denominada operación. UNITAS VIII.
A este proyecto, aprobado en la Comisión de Defensa por la mayoría de los siete parlamentarios democratacristianos y que fue calificado de "suma" urgencia también por el partido de gobierno, se le da una celeridad extraordinaria que no puede menos que llamarnos la atención y que quisiéramos ver prodigada en otras iniciativas realmente favorables a los intereses del país.
Como en oportunidades anteriores, cuando la Honorable Cámara ha discutido proyectos similares, también en esta ocasión, tanto el señor Ministro en la Comisión de Defensa Nacional como el señor Diputado informante, Honorable señor Isla, y los considerandos del proyecto, han recurrido a los mismos argumentos; argumentos que esta Honorable Cámara viene escuchando desde hace ya varios años; argumentos basados exactamente en los mismos planteamientos expuestos durante el Gobierno pasado, del señor Alessandri; argumentos que presentan esta operación, contenida en el proyecto en debate, diciendo que no entraña ningún peligro para nuestra soberanía nacional; que este proyecto no tiene absolutamente ninguna intención política y que estas "Operaciones Unitas", que se vienen realizando desde el año 1960, es, prácticamente, un ejercicio rutinario y que su realización obedece fundamental y exclusivamente al perfeccionamiento que necesita nuestra Marina de Guerra.
A los Diputados comunistas nos parece que, al plantearse las cosas en este terreno y en esta forma para fundamentar la presentación del proyecto en la Honorable Cámara, lo menos que podemos decir es que tal actitud equivale a no reconocer los verdaderos alcances políticos que esta iniciativa representa; y que se pretende ocultarlos, desde luego, presentándonos esta operación como decía el colega Osorio en forma punto menos que angelical.
La verdad es que para los Diputados comunistas está perfectamente claro que la llamada "Operación Unitas" es, fundamentalmente, un problema de tipo político. No queremos, y dejamos constancia de este hecho en la Comisión de Defensa Nacional, aparecer oponiéndonos o restando importancia a la necesidad de nuestra Marina de Guerra de perfeccionarse técnica y profesionalmente; los comunistas no negamos esta necesidad. Pero tal como lo manifestamos con ocasión de los proyectos discutidos en los años anteriores, hoy consideramos que el indicado no es el tema de fondo que está en discusión. No es la necesidad del perfeccionamiento técnico y profesional de nuestra Armada lo que está en debate. No es eso, repito, lo fundamental del proyecto. Lo que está en discusión, a través de este proyecto, es que, una vez más, se pretende hacer aprobar, por el Congreso Nacional, un proyecto que está basado en tratados y pactos que son una imposición a nuestro país, a nuestro Gobierno, perpetrada por el Pentágono norteamericano, por el Gobierno norteamericano.
En efecto, el proyecto que discutimos esta tarde establece que la "Operación Unitas VIII" se realiza, como lo ha dicho el señor Diputado informante, en virtud del artículo 39 del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro; del Convenio de Ayuda Militar con los Estados Unidos y de las Conferencias Navales Interamericanas. De allí arranca, señor Presidente, esta "Operación Unitas". Está encuadrada en el marco, en el contenido político que señalan estos pactos, estos tratados y convenios, que fueron suscritos por gobiernos anteriores y que en su debida oportunidad merecieron la crítica, también, del actual partido de gobierno, el cual prometió perfeccionar, revisar estos instrumentos, con el objeto de señalar a nuestro país un cauce independiente en su política exterior.
Este es el problema fundamental, porque, ¿acaso se puede negar que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y el Convenio de Ayuda Militar no son instrumentos eminentemente políticos y militares impuestos en su oportunidad, repito, por el Gobierno norteamericano? En la ocasión en que uno y otro fueron ratificados por la Honorable Cámara y por el Senado, según las opiniones vertidas, entonces, en los debates, por parlamentarios de los distintos sectores, incluso del actual partido de gobierno citaremos algunas de sus palabras, más adelante; por ejemplo, de la intervención que tuviera, en esa oportunidad, el entonces SenadorRadomiro Tomic en nombre de la Democracia Cristiana estos instrumentos fueron acremente criticados como una imposición, como tratados y pactos que no respondían a los intereses de nuestro país, que no tenían nada que ver con América Latina y, por lo tanto, con Chile.
Estos tratados, de los cuales arranca la "Operación Unitas", al margen del perfeccionamiento técnico y profesional de nuestra Marina de Guerra, no son tan inocentes como se nos pretende hacer creer; no sirven sólo para mencionarlos en las consideraciones de este proyecto, citando tal o cual artículo. No, señor Presidente; estos tratados y pactos no han sido elaborados por el Pentágono, por el Gobierno norteamericano, para defender la soberanía de ningún país de América Latina de un supuesto o posible ataque de una potencia extracontinental, ya que la posibilidad de que tal agresión se efectúe, es remota e inexistente, como lo reconocen los propios norteamericanos. Estos tratados tampoco han sido elaborados para, por ejemplo, asegurar la paz entre los países de América Latina o entre los países de todo el continente. Porque, bien sabemos ya se ha planteado, en muchísimas ocasiones, en esta Cámara, por distintos sectores que, en lo que se refiere a la paz entre los países de América Latina, los Estados Unidos y su Gobierno son los principales instigadores en la carrera armamentista; en armar más a un país, en detrimento de otro; antecedentes, en este sentido, existen bastantes y no es el caso exponerlos una vez más.
Son los Estados Unidos, por otra parte, los que se caracterizan también por azuzar a un país latinoamericano en contra de otro, cuando esto conviene a los intereses de esa potencia y a los intereses de los monopolios norteamericanos. Estamos ya habituados a conocer estas maniobras, de las que nuestro país, en más de una ocasión, ha sido víctima.
En el concierto de América Latina, son también los Estados Unidos, sus fuerzas armadas, las que intervienen, abierta y brutalmente, cuando algún pueblo de nuestro continente busca un camino para liberarse y buscar su independencia política y económica. Citemos, una vez más, sin entrar en debates, porque son sobradamente conocidos, el dramático ejemplo de Santo Domingo y el dramático ejemplo de Cuba. En el caso de Santo Domingo, sabemos que la intervención armada norteamericana mereció el repudio, incluso, del Gobierno de la República y del Partido Demócrata Cristiano.
Los tratados y convenios suscritos, en su oportunidad, por el Gobierno de Chile, no tienen, pues, la finalidad tan inocente que se les quiere atribuir. Ellos, y otros más, forman parte de la estrategia militar de los Estados Unidos, de sus planes de dominación mundial y de la política guerrera del imperialismo norteamericano. El Pacto Militar o el Tratado de Ayuda Recíproca es el eslabón de la cadena que se completa con la OTAN en Europa, la SEATO, la OTASO, etcétera; todos estos pactos y convenios políticos y militares con los que el Gobierno de los Estados Unidos ha pretendido o pretende amarrar a los países para embarcarlos en sus planes bélicos. Ese es el problema de fondo. En esta ocasión, sobre la base de tales tratados y pactos, se nos solicita que autoricemos esta "Operación Unitas".
Desde este punto de vista, al Pentágono, el Ministerio de Guerra de los Estados Unidos, organismo dirigente de esta política, ¿le interesa el perfeccionamiento técnico de las Fuerzas Armadas de nuestro país? ¿Le interesa, a la flota norteamericana el perfeccionamiento y el conocimiento profesional más profundo de los adelantos en la técnica bélica por parte de nuestra escuadra? Le interesa sólo un punto de vista: que nuestra Armada, en este caso, como el Ejército y la Aviación en otras ocasiones, les puedan servir. Esa es la pretensión de ellos. No digo que haya sido aceptada por nuestras Fuerzas Armadas, ya que evidentemente sería un cargo gratuito. Pretenden utilizar a. nuestras Fuerzas Armadas en una aventura bélica destinada a defender los intereses de los monopolios norteamericanos en beneficio de sus planes hegemónicos.
Lo que afirmamos no es una suposición aventurada ni producto de nuestra imaginación. Ha ocurrido, no hace mucho, justamente en el caso de Santo Domingo: junto a las tropas norteamericanas, se utilizaron, en esa nación, contingentes de fuerzas brasileñas, costarricenses, hondurenas, nicaragüenses y paraguayas; o, como se pretende hacerlo ahora, a través de los intentos de crear, por intermedio de la desprestigiada OEA, una fuerza internacional contra Cuba y los movimientos de liberación en este continente. Nos referimos al hecho que conoce la Honorable Cámara: a la tentativa de crear la llamada Fuerza Interamericana de Paz.
Con estos designios se quiere utilizar a nuestras Fuerzas Armadas. Este es el interés del Pentágono en enseñarles la técnica moderna, no para defender nuestra soberanía, sino para utilizarlas en sus planes hegemónicos. Por la creación de esta fuerza armada interamericana de paz, de este ejército internacional en contra de los movimientos populares y, tal como lo señalaba el Diputado señor Osorio, mañana Chile podría ser víctima de esa organización han quebrado lanzas, siendo sus principales propulsores, en América Latina, dictadores, como el caso de Onganía, en Argentina; Barrientes, en Bolivia, y Stroessner, en Paraguay. Ellos son los que están propulsando llevar a la práctica estos planes, que salen del Pentágono, del Gobierno de Estados Unidos.
Ahora bien, tampoco constituye un secreto para nadie decir que altos personeros de la política norteamericana, civiles y militares, han dado a conocer sus propósitos con la ruda franqueza que les es característica. Ya escuchamos la lectura de una entrevista que se le hiciera al jefe de la "Operación Unitas VI", ContralmiranteArthur Gralla. Lo ha dicho aquí el Honorable colega señor Osorio, quien ha señalado la franqueza frutal demostrada por este Almirante o Contralmirante de la Marina de los Estados Unidos, al explicar el papel que Norteamérica piensa reservar a nuestra Marina de Guerra, ante una eventual tercera, guerra mundial o un posible ataque a los Estados Unidos. Esa es la opinión del Pentágono.
Nosotros quisiéramos conocer a fondo, realmente, la política de nuestro Gobierno, porque estando atados aún a Norteamérica por el Pacto de Río de Janeiro, si esas eventualidades llegaran a ser realidad el día de mañana, el Gobierno de los Estados Unidos exigiría, precisamente, que nuestra Marina de Guerra, jugara el papel que el Almirante Gralla y otros personeros yanquis tienen reservado a todas nuestras Fuerzas Armadas y al pueblo de Chile.
Hay otras opiniones de altos jefes de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Así lo manifestamos en el seno de la Comisión de Defensa Nacional. Por ejemplo, las del Almirante David Mac Donald, que, aunque el Almirante Barros, Comandante en Jefe de la Marina de Guerra, cuando nosotros las citamos, dijo que este oficial se encontraba en retiro desde hace algún tiempo, no por eso dejan de ser valederas. En efecto, este Almirante declaró públicamente lo siguiente: "No creo que en la actualidad sea necesaria la formación de una Fuerza Interamericana de Paz debido a que las operaciones "Unitas" y las conversaciones entre los jefes de las Marinas se consideran suficientes para, resolver cualquiera situación que pudiera surgir. Aquí están, señor Presidente, no sólo la opinión, sino la política, los planes y las resoluciones del Pentágono respecto a las "Operaciones Unitas". Estas no son, pues, para instruir a nuestras Fuerzas Armadas, ni para reemplazar, el día de mañana, a la Fuerza Interamericana de Paz.
Y agrega otro jefe norteamericano, el Almirante Tyree, que fue Comandante de la "Operación Unitas IV": "Este adiestramiento conjunto de la Operación Unitas probó ser de gran efectividad en la cuarentena naval impuesta a Cuba.".
Señor Presidente, ¿son tan inocentes, pues, estas Operaciones Unitas? ¿Contribuyen sólo al perfeccionamiento técnico y profesional de nuestra Armada? Dudo de que sus jefes concurran con esos propósitos. Pero, ¿qué dice el socio mayor? Así, con esta brutalidad, con esta franqueza, públicamente, dice: "A ustedes los vamos a utilizar mañana para la cuarentena naval a Cuba, para la Fuerza Interamericana de Paz", sarcásticamente llamada de paz.
Sería largo citar otras opiniones de conspicuos personeros norteamericanos. Es inútil querer ocultarlas o silenciarlas, diciendo que el Gobierno de Chile no tiene ningún propósito.
Por su parte, el señor Rostow quien no lo conoce, hombre de confianza de los círculos dirigentes de los Estados Unidos, ex asesor del Presidente Kennedy y actual integrante del Consejo de Planeamiento Político, que ha escrito algunos libros, en uno de los cuales, publicado recientemente, titulado "Estrategia para un mundo libre", dice lo siguiente: "La estrategia militar de los Estados Unidos consulta la organización de fuerzas militares norteamericanas cubriendo todas las variedades, desde los submarinos Polaris, prácticamente inatacables, hasta el adiestramiento de nuestros propios hombres y de los soldados de nuestros aliados, a fin de neutralizar o derrotar la guerra de guerrillas." Adiestramiento "de los soldados de nuestros aliados." Nosotros, con estos pactos, evidentemente somos aliados de los Estados Unidos. ¿Con qué propósito dijo eso el señor Rostow, que es el cerebro que planifica la política y la estrategia mundial de los Estados Unidos? Con el propósito de derrotar las guerrillas, y ya sabemos lo que esto significa en el lenguaje norteamericano, en el lenguaje de los gobernantes "capitostes" del Pentágono.
Quiero repetir, nuevamente, las palabras de un parlamentario democratacristiano, que también mencioné en la discusión del proyecto en la Comisión de Defensa Nacional. Me refiero a las expresiones vertidas por el Honorable señor Fernández, en la sesión 53ª, del 16 de septiembre de 1966, al discutirse un proyecto similar al de ahora. Lo hago, para que no se vea o se pretenda hacer ver que los hombres de Izquierda, los parlamentarios comunistas, tenemos el prurito de oponernos, a priori, y de estar viendo intenciones aviesas en cualquier proyecto presentado por el Ejecutivo que tenga algo que ver con el Gobierno de Estados Unidos.
En 1965, refiriéndose a un proyecto similar, dijo el Honorable Diputado señor Fernández: "Este proyecto de ley está fundamentado en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro, lo que le da toda una connotación política e introduce el problema, que específicamente podría ser de carácter profesional y técnico de las Fueras Armadas, en el cuadro general de la política militar interamericana. La verdad es que dicho tratado continúa el señor Fernández "firmado en el año 1947, al comenzar el período de postguerra, fue el primer intento de Estados Unidos para realizar una serie de pactos militares que, en su carrera armamentista, le permitirían llevar tras de sí a la gran mayoría de países del mundo occidental, del mundo libre o de cualquier otro país a la guerra fría con la Unión Soviética."
Estas fueron las expresiones de un parlamentario de la Democracia Cristiana, que nosotros, evidentemente, suscribimos y que nos permitimos citar, una vez más, esta tarde.
Decía que, cuando se discutió en el Senado en su oportunidad, la ratificación del Tratado de Río de Janeiro en una de sus partes, el señor Tomic, Senador de la Democracia Cristiana, sostuvo lo siguiente: "Sostengo que los Estados Unidos obtuvieron en Río de Janeiro la mayor victoria diplomática que se conoce en el mundo, por lo menos, desde el Congreso de Viena en 1915". Y agregó: "La política internacional es por definición, como bien se sabe, el instrumento que los países emplean para proteger sus intereses nacionales en relación con los demás Estados. Pues bien decía el señor Tomic la política internacional de los Estados Unidos, y la de los países del Sur, corresponden a necesidades y a exigencias fundamentales diferentes."
Esta era la opinión del señor Tomic respecto al Tratado de Río de Janeiro, basándose en el cual se nos pide la aprobación de esta "Operación UnitasVIH".
Hoy, el Partido Demócrata Cristiano está en el Gobierno, y, desgraciadamente, hasta el momento, no hemos visto que haya habido un intento de modificar estos tratados y pactos, que tan gravemente lesionan y comprometen al país y lo embarcan en una política de guerra.
Las distintas versiones que hemos citado sobre la llamada "Operación Unitas", evidencian, una vez más, el contenido político de estas maniobras militares, que atan peligrosamente, repito, a nuestras Fuerzas Armadas a la política de guerra norteamericana. Hace un año, discutimos en la Cámara un proyecto similar. Podría decirse que nada ha cambiado y la situación sigue igual.
Se va a aprobar este proyecto con la misma votación. Pero si examinamos los hechos, veremos que esta nefasta política cual se nos pretende atar o mantener atados, está haciendo crisis, por una parte; y, por otra, es cada día más peligrosamente agresiva.
¿Y qué está ocurriendo? No es nuestro ánimo hacer aquí, ante la Honorable Cámara, una exposición de nuestros puntos de vista sobre lo que está sucediendo en el panorama internacional; pero, desde hace un año a esta parte, observamos la brutal intervención armada de los Estados Unidos en Vietnam del Sur y del Norte, para aplastar a ese valeroso y heroico pueblo, que lucha por su independencia.
Ahora, la situación se ha agravado. Han aumentado allí en miles y miles los hombres del contingente militar norteamericano. Se ha aplicado en mayor medida la criminal "escalada".
Por eso, a pesar del creciente repudio del mundo a esta política de guerra; a pesar de que personeros como el Presidente De Gaulle, de Francia, y el Secretario General de las Naciones Unidas, U Thant, que han manifestado enfáticamente su opinión de que Vietnam lucha por su independencia; a pesar del poderoso movimiento por la paz que se yergue en el propio seno de Estados Unidos, teniendo como expresiones fundamentales a sus trabajadores, a sus intelectuales y al pueblo negro; a pesar de todo esto, repito, lamentablemente, el actual Gobierno, en este aspecto, como en otros, continúa por la senda de los gobiernos reaccionarios anteriores. Se niega a escuchar la voz de la inmensa mayoría nacional de Chile, que repudia la política de fuerza y la agresión y quiere la paz en el Vietnam, porque no está con los agresores norteamericanos, no está con los "marines" de la Séptima Flota, que van allí a bombardear a un pueblo indefenso, y exige un camino independiente, de paz y de respeto a la soberanía de los pueblos y la no intervención en sus asuntos internos.
Pero esto no ha sido acogido por el actual Gobierno, que nos presenta aquí un proyecto de ley, que tiene como base, precisamente, esta política de guerra del Gobierno norteamericano.
Insistimos, señor Presidente, en que el caso más dramático que ocurre, en este momento, en la situación internacional lo constituye la intervención militar norteamericana en Vietnam; un país pequeño, situado a miles de kilómetros de los Estados Unidos. Las atrocidades cometidas a diario allí por la soldadesca norteamericana sólo tienen parangón con la barbarie naci, con el agravante de que ahora se están utilizando armas mucho más terribles. ¡Qué hombre, con el corazón bien puesto, que ama la Humanidad, no estalla con indignación ante los salvajes bombardeos contra pueblos y aldeas, ante el empleo del fósforo vivo, con el que queman a hombres, mujeres y niños, de gases tóxicos y de otras armas de poder destructivo masivo!
Ya he mencionado las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas, del Presidente De Gaulle y de todos los hombres que piden la paz en el Vietnam. Pero, ¿qué ocurre? Que el Gobierno de los Estados Unidos, como respuesta a este anhelo, que abarca a la mayoría de la humanidad, por encima de diferencias políticas e ideológicas, porque del seno de la propia Iglesia Católica se levantan, cada vez con más fuerza, voces que piden la paz del mundo y el retiro de las tropas norteamericanas en Vietnam. ..
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado? Ha terminado el tiempo del primer discurso de Su Señoría. Puede continuar en el tiempo de su segundo discurso.
El señor CANTERO.-
¿Cómo responde el señor Johnson? El responde, como he dicho, con "escalada", aumentando las tropas, poniendo al mundo al borde de la tercera guerra mundial termonuclear, en la cual nuestro país sería también una víctima, porque Chile está atado al destino de la política de guerra norteamericana por los pactos que se invocan, al pedir la aprobación de la "Operación Unitas".
Sabido es que, justamente, uno de los instrumentos más brutales de la máquina bélica norteamericana es su flota, son esos "marines" y esos barcos que mañana vendrán a unirse a los hombres de nuestra armada, que tienen una tradición pacífica. ¿Cuántos de ellos, a los que se ha enseñado a sentir odio "zoológico" en contra de los pueblos, en contra de los países socialistas, tienen las manos ensangrentadas por los crímenes que han cometido contra otros pueblos? Nuestros marinos podrán aprender, seguramente, una técnica avanzada; pero, desde el punto de vista humano, de las relaciones humanas, como decía un Senador de la Democracia Cristiana, en el Senado, al discutirse el año pasado este mismo proyecto, nada tendrán que enseñarnos. Por el contrario, están envenenados con el odio a los pueblos y sus manos están manchadas con la sangre de muchos inocentes.
Esto es lo que repudiamos con todas nuestras fuerzas; es lo que rechaza, estamos ciertos, la inmensa mayoría de los chilenos y, tal vez, del propio partido de gobierno.
Pensábamos sinceramente que el Gobierno y su partido iban a delinear una política exterior nueva, al margen de esta estrategia de guerra de los Estados Unidos. Teníamos la convicción de que se abriría paso una política independiente. Se nos habla aquí tanto del Tercer Mundo, de otro camino, de una política americanista y, sin embargo, nada de eso se observa.
No es que nosotros desconozcamos, como decía un señor parlamentario en la Comisión de Defensa Nacional, los pasos que en este sentido se han dado por el Gobierno en política internacional. Las relaciones con los países socialistas: ¡eso fue efectivo! Pero en lo que se refiere a desligar a nuestro país del carro bélico de los Estados Unidos, no se ha avanzado absolutamente nada.
Y pensamos que esta actitud no corresponde en absoluto a los intereses de la naci��n, sino que atenta contra el legítimo derecho de los pueblos a su independencia y a su progreso.
Señor Presidente, el imperialismo norteamericano ha pasado, cada día con más fuerza, a la intervención más descarada. A través de todo un sistema de pactos militares, misiones castrenses, centros de adiestramientos para la lucha antiguerrillera, creación y empleo de cuerpos especiales "Boinas Verdes", "Boinas Negras" y "Rangers" interviene militarmente en forma directa contra las luchas liberadoras de los pueblos latinoamericanos. Johnson ha declarado cínicamente su propósito de impedir que algún otro país siga el camino de Cuba. Para ello el imperialismo está dispuesto a todo; a sembrar la desolación y la muerte en ciudades y campos, haciendo tabla rasa del derecho internacional. La independencia de cada país y la vida de cada pueblo latinoamericano están, pues, en peligro.
¿Puede nuestro pueblo, nuestro país, considerarse totalmente ajeno al peligro de una intervención armada del imperialismo norteamericano? Nosotros creemos que no. Nuestro pueblo lucha actualmente por mejores condiciones de vida, por el progreso, por la independencia económica de Chile. En el desarrollo de esta lucha, ineluctablemente, tendrá que enfrentarse, el día de mañana, con los monopolios norteamericanos, así como ayer, durante la guerra de la independencia, encaró a la monarquía española.
Cabe preguntarse: ¿no serán estas mismas fuerzas de la flota de guerra de los Estados Unidos, y sus "marines", que ahora participarán en la "Operación Unitas", quienes ahoguen o intenten sofocar el movimiento emancipador de nuestro pueblo? Y esto no es una simple especulación; existen otros hechos, como los ocurridos recientemente en el conflicto árabeisraelí.
Ayer, en esta misma Sala, el Honorable señor Irureta denunció que en Chile las fuerzas reaccionarias estaban desarrollando un plan sedicioso para evitar que se aplicara la reforma agraria.
Todos escuchamos estas palabras. Y esperamos que el Honorable señor Irureta entregue más antecedentes a la Cámara sobre los planes siniestros que denunció aquí.
¿Qué ocurriría si mañana prosperaran en nuestro país estos planes sediciosos y se cerrara el camino democrático que permite a nuestro pueblo la solución de sus problemas socioeconómicos a través de los medios pacíficos? Quiero recordar, justamente, la declaración emitida por la Democracia Cristiana con motivo de la creación de OLAS en Chile.
En una de sus partes, expresa: "El Consejo Nacional estima necesario precisar los puntos de vista del partido frente a los movimientos guerrilleros y a los grupos insurgentes que proliferan en algunos países de América Latina.
"El Partido Demócrata Cristiano sostiene la vía democrática como el mejor camino para el desarrollo de los pueblos en su lucha contra todo imperialismo y por superar el atraso, la explotación y la miseria.
"Admite, sin embargo, conforme a sus principios, que en casos de Gobiernos que desconocen los derechos fundamentales de las personas y del pueblo, sin dejar salida democrática posible, es legítimo defender esos derechos por la vía de la insurrección armada.
"El Partido Demócrata Cristiano no cree que deba atribuirse a Fidel Castro y a la Tricontinental de La Habana todas las guerrillas o subversiones que se producen en América. Estos fenómenos obedecen a causas más profundas, que dicen relación con la miseria y la desesperación de millones de seres humanos sumidos en el subdesarrollo, manejados por dictadores militares y explotados por las oligarquías nacionales o intereses extranjeros. Hubo guerrillas antes de Castro y seguirán existiendo si termina el actual régimen cubano. En ciertos casos, la subversión es alentada o dirigida por cristianos de avanzada." Pues bien, ¿qué ocurriría repito si mañana en nuestro país prosperan los planes sediciosos y se cerraran las vías democráticas, que permiten a nuestro pueblo expresar sus deseos de cambio? Habría llegado el momento de reivindicar el derecho señalado en la declaración del Partido Demócrata Cristiano.
Pero, como es sabido, este derecho, que reconoce el partido de gobierno, es desconocido y brutalmente atropellado por el Gobierno norteamericano, que, valiéndose precisamente de los pactos suscritos con los Gobiernos latinoamericanos, a excepción de Cuba, interviene militarmente para ahogar en sangre la lucha de los pueblos que no tienen otro camino para abrirse paso hacia la independencia y el progreso.
El señor ESCORZA.-
¡Igual que en Rusia!
El señor CANTERO.-
Reiteramos, una vez más, que Chile debe darse una política exterior soberana e independiente; debe seguir el ejemplo de numerosos pueblos del África, Asia, Europa, Medio Oriente. Sólo por este camino independiente, Chile puede marchar por una vía no capitalista de desarrollo, al cual se refiere el documento elaborado por la Comisión PolíticoTécnica del Partido Demócrata Cristiano.
El señor PHILLIPS.-
¿ Cuál es ése?
El señor CANTERO.-
Esto es posible desarrollar y aplicar sólo si Chile marcha por el camino de su independencia. Mientras esté bajo el tutelaje norteamericano, no podrá aplicarse, en los hechos, ninguna vía no capitalista independiente de desarrollo.
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo de su segundo discurso.
En seguida se encuentra inscrito el Honorable señor Jaque.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ISLA.-
Pido la palabra.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Perdón, Honorable señor Jaque. El señor Diputado informante ha pedido la palabra y, según el Reglamento, tiene preferencia.
Tiene la palabra el Honorable señor Isla.
El señor ISLA.-
Señor Presidente, seré muy breve. Me referiré nada más que a una cuestión formal.
Tanto el Honorable señor Osorio como el Honorable señor Cantero, al aludir a mi intervención como Diputado informante, han dicho que he tratado de presentar un cuadro angelical. La verdad es que, como manifesté denantes, en mi calidad de Diputado informante tengo la obligación de dar a conocer los objetivos de este proyecto y el debate habido en la Comisión. En ningún momento me he salido del margen que fija el Reglamento.
No he presentado un cuadro angelical ni un cuadro diabólico.
El señor OSORIO.-
¿Me concede una interrupción, Honorable colega?
El señor ISLA.-
Cuando termine.
El Honorable señor Cantero comenzó su discurso diciendo que el Diputado informante, para tratar de presentar un cuadro angelical, no había expresado que "esto arranca estas fueron sus palabras del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro, de 1947, o del Convenio de Ayuda Militar de 1952". Si se leen mis observaciones en la versión, se podrá apreciar que empecé mis palabras refiriéndome a este hecho. Manifesté que se pretendía realizar por octava vez esta Operación, justamente, en virtud de lo dispuesto en esos instrumentos legales internacionales.
Hago esta declaración formal, para que quede constancia de esto. Puedo terminar con la célebre frase: "Yo no quito ni pongo rey. Sólo sirvo a mi señor".
Señor Presidente, el Honorable señor Osorio me ha pedido una interrupción. Se la concedo, con todo agrado.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Con la venia de Su Señoría, tiene la palabra el Honorable señor Osorio
El señor OSORIO.-
Señor Presidente, el señor Diputado informante, naturalmente, nos ha expuesto el pensamiento de la mayoría, pero también queremos conocer algunos otros antecedentes de que dispuso la Comisión y que fueron proporcionados por los Diputados de la minoría.
Vale la pena que la Cámara y la opinión pública se impongan de todas las informaciones de que dispuso la Comisión de Defensa Nacional para aprobar esta famosa operación "humitas", como la he llamado.
Digo esto, porque en la mayoría de la prensa nacional de hoy día, aparece un cable que reproduce las expresiones de un Senador norteamericano, el señor Wayne Morse, en favor de una propuesta, que fue derrotada en la Cámara Alta de Estados Unidos por 48 votos contra 40, para impedir que el Banco de Exportación e Importación financie la venta de armas a los países en desarrollo. En este cable se alude también a los préstamos que se han otorgado a Chile. Dice que nuestro país recibió más de mil millones de dólares en préstamos especiales, de los cuales adeuda 738 millones de dólares.
El Banco de Exportación e Importación suministró a Chile créditos por un millón de dólares para la adquisición de armas.
En otra parte, el cable se refiere a la Agencia Internacional para el Desarrollo, que tiene a su cargo el programa de asistencia, extranjera del Gobierno de Estados Unidos. Depende directamente, tanto en el plano administrativo como político, del Departamento de Estado norteamericano, y se ha convertido en el principal organismo que proporciona la mal llamada "ayuda económica y militar."
Los programas de esta Agencia están vinculados, por lo tanto, a los denominados Cuerpos de Paz, a la asistencia que proporciona el Banco de Exportación e Importación, a la contribución a la organización internacional, como la asistencia técnica de las Naciones Unidas y los llamados "Alimentos para la Paz".
Aún más, de acuerdo con el programa de la Agencia Internacional para el Desarrollo, publicado en junio de 1964, se puede apreciar la forma como ha distribuido sus recursos. Cabe hacer notar que ella proporciona ayuda militar a las naciones latinoamericanas y entendámoslo bien: ¿cómo es posible que se haya hecho esta distribución, habiendo tanta miseria, tanta hambre, tanta falta de medicina, tanta cesantía, etcétera? Ellos mismos lo reconocen en este folleto, repito, entregado en junio de 1964
Dice; para ayuda militar a las naciones latinoamericanas, 21%; en ayuda para el desarrollo de la industria, 19%, o sea, para darles trabajo a estos países latinoamericanos, menos dinero que para ayuda militar; en contribuciones para la habitación, 9%, contra 21% de ayuda militar; en comunicaciones y transporte, 8%, en comparación con el .21% para ayuda militar, en agricultura sabiendo lo que necesitan estos países subdesarrollados, 7%; en salud y sanidad, 4%; y en otros programas en desarrollo, un 32%.
Es importante destacar, que el director de la AID en cada país se encuentra jerárquicamente casi en la misma condición del Embajador norteamericano. No puede ser de otra manera, ya que ese funcionario es el encargado de evaluar los programas de ayuda económica y militar.
En el caso específico de nuestro país, la Agencia Internacional para el Desarrollo funciona prácticamente al lado del Ministerio de Defensa Nacional chileno. Pues bien, yo quiero señalar y por eso solicité la interrupción al Honorable colega señor Isla que, naturalmente, todos estos antecedentes deben haber pesado en la Comisión de Defensa Nacional para aprobar el proyecto por mayoría.
Nosotros conocemos el pensamiento que tiene ahora el Partido Demócrata Cristiano y el que tuvo ayer, cuando no rea gobierno. Pero yo quiero que no nos hagamos los desentendidos aquí sobre ciertas cosas. Se dice que en estas operaciones no se gasta absolutamente un centavo. Veamos. El Honorable Senador señor Raúl Ampuero, cuando el año pasado se discutían en el Senado estas operaciones, dijo en una parte de su intervención: "Para no citar cifras dadas por el señor Ministro de Defensa Nacional en sesión secreta, debo recordar una información pública reproducida en "El Mercurio" de 4 de abril de este año, donde se asegura que Estados Unidos, en 15 años, ha entregado 486 millones de dólares en ayuda militar. De esta suma, 171 millones fueron para Brasil, 66 millones para Chile, 59 millones para Perú, 51 millones para Colombia, 31 millones para Uruguay. Por lo que me parece deducir de las informaciones y antecedentes que se han manejado en la Comisión y en la Sala, estas cifras constituyen el grueso de las disponibilidades financieras que han tenido los países latinoomericanos y definen, por otra parte, su absoluta dependencia o su dependencia principal del aprovisionamiento yanqui
"En tercer término" continúa el Senador Ampuero "por propias declaraciones de los organismos oficiales norteamericanos, el entrenamiento de oficiales latinoamericanos ha llegado a proporciones gigantescas, y la misma información del 4 de abril señala que 31.632 oficiales latinoamericanos recibieron adiestramiento en Estados Unidos o en instalaciones de las Fuerzas Armadas norteamericanas en América Latina. Del Brasil participaron en el programa 3.988 oficiales, de Perú, 3.386, de Colombia, 2.874, de Nicaragua, 2.823, de Ecuador, 2.728, de Chile, 2.613. Práctimamente todo este cuadro directivo, todo el cuerpo de oficiales de América Latina, a la altura de 1966 había pasado por cursos breves o prolongados en los colegios o centros de estrenamientos norteamericanos."
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite? El señor Diputado informante desea recuperar su derecho
El señor OSORIO.-
Una última palabra, por favor, Honorable colega.
Quería tocar este punto, porque también la señora SenadoraJulieta Campusano dio a conocer algunas informaciones proporcionadas por algunos periódicos norteamericanos, en lo que respecta a la preparación de estos oficiales chilenos.
Me voy a limitar a lo que decía la señora Senadora del Partido Comunista: "El carácter de preparación para represiones internas de los cursos impartidos en Panamá se deduce de los propios programas, aparecidos en "El Faro Americano" y otras publicaciones. La Escuela tiene dos departamentos principales: el de Seguridad interna y el Técnico. Los cursos del primero incluyen programas de policía militar, operaciones en la selva, contrainsurrección y paracaidismo. El adiestramiento para la guerra contra el pueblo constituye, sin duda, el principal objetivo de la escuela, como se afirmaba explícitamente en el número de septiembre de 1964 de la mencionada revista. Las palabras de la publicación son las siguientes, dice la señora Senadora: "No se pueden dejar de mencionar los cursos de Infantería y Estado Mayor, para oficiales de mayor jerarquía, y el curso de Infantería donde oficiales, cadetes y alistados son entrenados en las técnicas, el equipo y la aplicación de éstos en combate. Gran énfasis se ha dado últimamente en todos los cursos a la aplicación de estos en operaciones de contrainsurrección".
El señor STARK (Vicepresidente).-
¿Me permite, Honorable señor Osorio? El señor. Diputado informante desea recuperar el uso de su derecho.
El señor OSORIO.-
Le agradezco al señor Diputado informante la gentileza que ha tenido y lamento no haber podido dar término a mis observaciones.
El señor ISLA.-
Señor Presidente, quiero contestar la parte primera de la interesante exposición hecha por el Honorable Diputado señor Osorio, en la cual lamenta que el informe de la Comisión no contuviera las opiniones de la minoría. La verdad de las cosas, vuelvo a repetirlo una vez mas, es que al respecto he tratado de ser lo más objetivo posible. En verdad, en nuestra exposición se dijo, en el momento oportuno, que al señor Comándame en Jefe de la Armada se le habían planteado dudas de los señores Diputados respecto de los gastos nacionales y los de oficiales de la Armada norteamericana, por ejemplo.
Con esto creo contestar la pregunta formulada.
Nada más.
El señor STARK (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Honorable señor Jaque.
El señor JAQUE.-
Señor Presidente, ha sido sometido a la consideración de esta Honorable Corporación un proyecto de ley, ya informado por la Comisión de Defensa Nacional, por el cual se autoriza a unidades de la Armada de los listados Unidos de Norteamérica y de la República del Perú para realizar ejercicios combinados con nuestra Armada en aguas jurisdiccionales chilenas.
Estamos en presencia de un debate que, sin duda, es de un alto contenido nacional y que tiene proyecciones para el futuro.
Para los Diputados radicales el proyecto sobre "Operación Unitas" no puede considerarse como un hecho aislado, exclusivamente desde el punto de vista técnico, como lo plantea al Ejecutivo, y que permitiría, como lo expresa también el informe de la Comisión de Defensa Nacional, mantener en adecuado entrenamiento a los efectivos de la Armada Nacional, sin considerar el contexto de los problemas internacionales y especialmente de nuestro hemisferio, como trataré de hacerlo a lo largo de mi intervención. El informe de la Comisión de Defensa
Nacional fundamenta la explicación jurídica de estas "Operaciones Unitas", y expresa al respecto: "En esta forma nuestro país da cumplimiento a los objetivos de lo establecido en el artículo 3º del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de Río de Janeiro, del año 1947, en que se concertó la defensa hemisférica de los Estados Americanos en caso de un ataque armado por parte de cualquier otro Estado." Luego, más adelante, se agrega: "Asimismo, en el artículo 1° del Convenio sobre Ayuda Militar entre la República de Chile y los Estados Unidos de Norteamérica, suscrito en Santiago, el 9 de abril de 1952, se estatuye la provisión de equipos, materiales y servicios para el fomento de la defensa del hemisferio."
Señor Presidente, la verdad es que, si existiera esta obligación jurídica, el Ejecutivo no tendría necesidad de enviar este proyecto al Parlamento, pues le bastaría con poner en ejecución los pactos internacionales de los cuales derivan esas obligaciones; y si hoy debemos pronunciarnos sobre esta clase de operaciones es porque, precisamente, están fuera de esos compromisos y porque por mandato constitucional debemos resolver específicamente sobre esta materia. Creo que puede variar en la misma medida en que varían los acontecimientos económicos, sociales, políticos y militares.
Por otra parte no se puede tampoco desconocer que el Tratado de Río de Janeiro tiene un fundamento político y que conduce a nuestro país a afiliarse a la política exterior de Estados Unidos de Norteamérica.
Chile, al firmar dicho Tratado, de hecho está inmiscuido en la guerra fría y, en último término, puede verse obligado a entrar en un conflicto mundial, en razón de que el artículo 3º establece que un ataque armado contra cualquier país del hemisferio, es decir, un ataque armado contra los Estados Unidos, debe considerarse como un ataque contra Chile.
¡En consecuencia, el proyecto del Ejecutivo que, aparentemente, contiene un propósito específicamente profesional y técnico de nuestras Fuerzas Armadas, sustancialmente tiene incidencia política e introduce el problema en el cuadro de la política militar de Estados Unidos.
El Partido Radical respeta a las Fuerzas Armadas, que están incorporadas al alma de la nacionalidad, a las tradiciones más gloriosas y al progreso del país, como organismos esencialmente profesionales y técnicamente eficaces. El Partido Radical ha luchado y continuará luchando por el perfeccionamiento de los institutos armados y porque se garantice una carrera digna a quienes prestan servicios en ellos. Consciente, además, de los nuevos hechos que se han producido en esta hora dramática e inquietante que vive América Latina y el mundo, nuestra colectividad política no puede aceptar la aplicación de una política que lleva directa o subrepticiamente a integrar nuestro Ejército y nuestras Fuerzas Armadas en un sistema continental hemisférico cuya finalidad no es, precisamente, la defensa de nuestra soberanía ni de nuestro territorio..
La inoperancia de todo el mecanismo "panamericanista" y la necesidad de que el sistema no sólo concentre su atención en la ayuda militar, sino fundamentalmente en medidas para impulsar efectivamente nuestro desarrollo económico y social, nos ha llevado al convencimiento de que cada día es más urgente revisar esos tratados o convenios internacionales. Aquí, en la Sala, el señor Diputado informante, para fundamentar el criterio del Ejecutivo y el informe de la Comisión de Defensa Nacional, se ha referido al artículo 3º y al Convenio de Ayuda suscrito por el Gobierno de Chile, pero es interesante señalar también los fundamentos que han servido para suscribir esos tratados. El considerando 6º del preámbulo del Tratado de Río de Janeiro establece lo siguiente: "Que la comunidad regional americana afirma como verdad manifiesta que la organización jurídica es una condición necesaria para la seguridad y la paz y que la paz se funda en la justicia y en el orden moral y, por tanto, en el reconocimiento y la protección internacionales de los derechos y libertades de la persona humana, en el bienestar indispensable de los pueblos y en la efectividad de la democracia, para la realización internacional de la justicia y de la seguridad.".
Luego, entre los antecedentes que sirvieron de base a los países americanos para suscribir este Tratado, está el Acta de Chapultepec, sobre Declaración de Asistencia Recíproca y Solidaridad Americana; en la que en su Parte I se afirma:
"1. Que todos los Estados soberanos son jurídicamente iguales entre sí."
"2. Que todo Estado tiene derecho al respeto de su personalidad de independencia por parte de los demás miembros de la comunidad internacional".
Ahora yo pregunto: a lo largo de la historia americana, ¿se han respetado estos principios, estos derechos fundamentales, estos considerandos que han servido de base para suscribir dichos tratados? Evidentemente que no. Estamos, lisa y llanamente, en presencia de una farsa internacional, y nosotros tenemos la obligación de denunciar esta intromisión en los Parlamentos americanos. Debemos tener la valentía moral, y debemos tenerla los miembros de todos los partidos políticos, para manifestar el repudio y la protesta que nos merece la política intervencionista del Gobierno norteamericano.
Innumerables podrían ser los ejemplos algunos de los cuales ya se han señalado en esta Sala esta tarde acerca de la política intervencionista de ese Gobierno, realizada antes y después de la formación de la Organización de Estados Americanos.
¿Y qué dice el acuerdo de la Organización de Estados Americanos? En el considerando primero se establece un aspecto fundamental, que debería servir de base a toda la política americana. Dice: "La misión histórica de América es ofrecer al hombre una tierra de libertad y un ámbito favorable para el desarrollo de su personalidad y la satisfacción de sus justas aspiraciones."
Y luego agrega, en el artículo 15 de la parte resolutiva: "Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho a intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo" recalco este hecho, "en los asuntos internos o externos de cualquier otro. El principio anterior "excluye no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de ingerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen."
¿Se ha respetado todo esto, señor Presidente? Evidentemente que no. ¿No son recientes el atropello y los vejámenes cometidos por Estados Unidos contra la República Dominicana, vulnerando desembozada y abiertamente las normas sobre las cuales descansa el derecho interamericano? ¿Acaso no repugna a la conciencia americanista el hecho de que uno de los integrantes del sistema americano usó de su poderío físico y de su inmensa fuerza de absorción, para mutilar o sojuzgar la soberanía de un pueblo pequeño? ¿Puede alguien ignorar de buena fe la existencia en América de oprobiosos regímenes dictatoriales que actúan con el estímulo y el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica y donde se ha hecho tabla rasa del derecho y se ha conculcado la Constitución Política? ¿No está a la vista de todos el "status" colonial dependiente y humillante en que mantiene Estados Unidos a Puerto Rico, al cual ha negado su liberación? ¿Se necesita traer a la memoria el recuerdo penoso del Plan Camelot, patrocinado por el ejército norteamericano y financiado por el Departamento de Defensa de ese país, "con el objeto de investigar en Chile el potencial de guerra interno y, eventualmente, poder intervenir en nuestro país cuando, a juicio de esta potencia extranjera, lo fuere necesario", y sin "sujetarse a otra norma que la de su propia conveniencia, sin respetar el sistema jurídico interamericano", como quedó establecido en el informe de la Comisión Investigadora de esta Honorable Corporación?
¿No es un hecho evidente que cada día se acentúa aún más la política agresiva del imperialismo norteamericano, basado ahora en la teoría de lo que se denomina "de las fronteras ideológicas", que permitiría al Gobierno norteamericano la intervención armada unilateral en cualquier país donde exista posibilidad de que se instaure un sistema político y social no acorde con sus puntos de vista? ¿Se hace necesario traer a la memoria el esfuerzo que ha desarrollado Estados Unidos para crear una fuerza represiva interamericana, como también se ha señalado esta tarde en nuestra Corporación?
En relación con esta materia y frente a un acuerdo insólito que adoptó, hace algún tiempo, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de Norteamérica, el Senado de nuestro país también tomó algunos acuerdos, a los cuales voy a dar lectura. Esta nota, que fue comunicada a los Parlamentos latinoamericanos, está firmada por el Honorable señor Tomás Reyes Vicuña, Presidente en ese entonces del Senado de la República.
El acuerdo en referencia dice lo siguiente: "El Presidente del Senado de Chile, por expreso encargo de la Corporación e interpretando su sentir unánime, formula la siguiente declaración:
"1. Ante la resolución de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, en que se confunde la llamada doctrina Monroe con los principios de seguridad colectiva, para permitir a cualquiera de las partes signatarias del Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca el uso de la fuerza en otro Estado, con el propósito de impedir la dominación de determinadas posiciones políticas en el Continente, expresa el absoluto rechazo de dicha resolución, porque ella importa una amenaza a la soberanía e independencia de nuestras naciones y vulnera las claras disposiciones contenidas en la Carta de las Naciones Unidas y en la de la Organización de los Estados Americanos, que establecen los principios de autodeterminación, de no intervención, de inviolabilidad del territorio y la exclusión del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
"2.Señala que ante la opinión pública internacional, y especialmente ante los pueblos de América, esa decisión que pretendería justificar posiciones para hacer operante la intervención militar al arbitrio de un Estado, con prescindencia de la juridicidad que regula la convivencia entre Las naciones, y considera que la gravedad de tal hecho justificaría su planteamiento ante las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos".
Esta declaración está firmada por don Tomás Reyes Vicuña, quien, como decía, era Presidente del Senado cuando ella se formuló.
¿Acaso la Alianza para el Progreso no estructura el desarrollo de su línea de penetración bajo la dirección del país norteamericano? Tengo a la vista la revista "Occidente", correspondiente al mes de julio del presente año. En ella se contiene un interesante análisis sobre el "drama del subdesarrollo y la Alianza para el progreso". En la parte pertinente se hace un comentario que tiene íntima relación con la materia que estamos debatiendo esta tarde.
El artículo está escrito por el señor Julio Vega M. Creo que es economista y profesor de la Universidad de Chile. Dice en la parte pertinente: "Cuando se trata del procedimiento para conseguir la corrección de los términos de intercambio, la Carta de Punta del Este, de 1961, nada ha definido. El deterioro es tal, que ha llegado a anular, prácticamente, los efectos de la asistencia financiera externa. De igual modo, cada vez es mayor la brecha entre la capacidad latinoamericana para importar y sus necesidades reales de importación.
"Si a lo dicho agregamos el escuálido financiamiento propuesto, la obligatoriedad de comprar productos y servicios norteamericanos, y efectuar las importaciones y exportaciones de productos en barcos con bandera norteamericana, aceptar tarifados que fijen los Estados Unidos, la omisión de cuestiones de trato legal y económico acerca de los capitales extranjeros y del sistema de retorno, tendremos un cuadro más o menos completo de lo que la Alianza ha significado.
"En la reciente conferencia del CIES, efectuada en nuestro país, en Viña del Mar, entre el 14 y 24 de junio, la delegación norteamericana se opuso a proposiciones que resultan mínimas para que el organismo que nos ocupa siga funcionando. Así, no se aceptó que parte de los créditos norteamericanos se invirtieran en la adquisición de productos manufacturados latinoamericanos, tampoco se logró un acuerdo para financiar las etapas previas del Mercado Común y fue desestimada la solicitud chilena destinada a obtener una rebaja arancelaria de parte de los Estados Unidos para colocar en su mercado productos latinoamericanos. También hubo oposición norteamericana para permitir que las naves latinoamericanas participen en el transporte de mercaderías norteamericanas hacia Latinoamérica. Para salvar la reunión se logró la creación de una Corporación Andina de Fomento, en la que intervendrán Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela."
Más adelante, este artículo, que me parece de extraordinaria importancia, en el capítulo titulado "Hora de Definiciones", agrega: "Diremos sólo que frente a la Alianza caben tres posiciones: la de quienes aceptan su constitución y actividades sin reservas; la de "los tibios", aquel ejército que el escritor excluyó alguna vez del cielo y del infierno, y, finalmente, la de quienes la rechazan por ver en ella una evidencia más de nuestra condición de países dominados, explotados y con economía deformada.
"Las reuniones internacionales quemaron tantas esperanzas y despedazaron tal cantidad de expectativas que, en esta hora, la idea de frustración se ha hecho colectiva. El círculo cerrado de nuestra contradicción social pudo sustentarse amparado en el silencio cómplice y en el falso respeto por grupos interesados que han creado una opinión pública sobre la base de engañosos slogans. Cosas como éstas tenemos el imperativo moral de denunciar; tenemos que arriesgarnos a decir aquello que es "inconveniente" y que "no debía ser dicho". Si en hacerlo o no hacerlo no va la vida, ciertamente va, por lo menos, el contenido y significado que a ésta podemos darle."
Estos puntos de vista demuelen, a nuestro juicio, las normas esenciales de la convivencia internacional y llevan el convencimiento de que el objetivo fundamental de esta política es el de poner en marcha todo un mecanismo al servicio de los intereses políticos, militares y económicos del imperialismo norteamericano.
En Chile, la entronización de este imperialismo reviste los caracteres de un hecho penoso, sin que haya reacción en contrario. A lo largo de nuestra historia, esta política agresiva ha tenido distintos matices.
Hoy se utilizan nuevas formas de penetración en el campo de nuestras actividades universitarias y gremiales, de nuestras Fuerzas Armadas, etcétera.
Y no se extrañen de ello, señor Presidente y Honorables colegas, porque ya hay algunos precedentes sobre esta intromisión en nuestras universidades, de los Cuerpos de Paz que, según tengo entendido, fueron expulsados de la Universidad Técnica del Estado y no fueron admitidos en la Universidad de Chile, a raíz de aquella investigación que realizó la Cámara de Diputados sobre lo que se denominó "Plan Camelot".
Creo que es procedente, sobre todo en esta Honorable Corporación, hacer oír, por intermedio de cualquier parlamentario, la expresión de la juventud chilena sobre esta materia.
Los Cuerpos de Paz también existen en la Universidad de Concepción. Tengo en mi poder una declaración respecto a su intervención en ella, suscrita por la Federación de Estudiantes de esa Universidad, de la cual forman parte jóvenes con inclinación política pertenecientes a todos los partidos de nuestro país, en la cual expresan que se proponen:
"1. Denunciar, una vez más, el carácter intrínsecamente negativo de dicha organización. En efecto, ninguna de las acusaciones básicas formuladas por los organismos estudiantiles del país en contra de los llamados "Cuerpos de Paz" ha sido desvirtuada. No ha sido desvirtuado, por ejemplo, que tal Organización está vinculada estrechamente a la estrategia general del imperialismo norteamericano respecto a los pueblos subuesarrollados de Asia, África y Sudamérica; que uno de sus propósitos más concretos e importantes es distorsionar e impedir la coneientización revolucionaria de las masas empobrecidas y oprimidas de nuestra América (y, por lo demás, de todo el tercer mundo) ; que otra de sus funciones es mantener un permanente y riguroso control "informativo" respecto del movimiento estudiantil como fuerza política y social.
"2. Manifestar que hay testimonios concretos de todo lo anterior. Todo su proceso de gestación, desarrollo, organización, financiamiento, dirección, etcétera, avalan lo primero. Su acción de infiltración ideológica y de apaciguamiento social, confirman lo segundo. Los bochornosos incidentes y denuncias no desmentidas ocurridos en el seno de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica entre miembros del Cuerpo de Paz y dirigentes universitarios, por nombrar sólo un antecedente, en fin, certifican lo último.
"3. Señalar que nuestra acción y repudio van dirigidos contra la Organización de los Cuerpos de Paz, mas no contra las personas que consciente o inconscientemente los integran y sirven aquellos intereses y propósitos. Reconocemos, en efecto, la gran calidad científica y humana de muchos de ellos. Nos consta la honestidad o inmensa ingenuidad con que varios "voluntarios" realizan sus labores. Sin embargo, otros "voluntarios" son los que desarrollan el papel "estelar". Y éstos son los que otorgan el verdadero rostro a la Organización y dan justificación y validez a nuestra presente actitud y decisión.
"4. Expresar que, en consecuencia, la Federación de Estudiantes apelará a todos los medios a su alcance para cumplir el acuerdo del último Congreso, esto es, obtener la salida de nuestra Universidad de todos los miembros de la sobredicha Organización."
Es efectivo lo que dice a este respeto la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción sobre los Cuerpos de Paz que se han organizado con la finalidad de ayudar a los países subdesarrollados, especialmente en el orden cultural, _ y no es menos cierto que, a través de estas organizaciones, se filtra la intervención de los agentes de la CIA del gobierno norteamericano.
Tengo aquí, también, sobre esta materia, un libro que se denomina "El Gobierno Invisible", escrito, según me parece, por dos sociólogos norteamericanos, los señores David Wise y Tomás B. Ross, que creo no tienen nada de comunistas. Es interesante conocer lo que escriben estos sociólogos sobre esta materia:
"En los Estados Unidos, actualmente hay dos gobiernos: uno es visible y el otro, invisible.
"El primero es el gobierno respecto del cual los ciudadanos leen sus periódicos y sobre el cual los niños estudian en sus libros de Cívica. El segundo, es la maquinaria engranada y oculta que aplica la política de los Estados Unidos en la guerra fría.
"Este segundo e invisible gobierno acopia inteligencia, realiza espionaje y planifica y ejecuta operaciones secretas sobre el globo entero.
"El gobierno invisible no es un organismo formal. Se trata de una agrupación indefinida y amorfa de individuos y agentes extraídos de muchas partes del gobierno visible. No está limitado a la Agencia Central de Inteligencia, aunque la CIA radica en el mismo corazón de este gobierno, ni se reduce a las otras nueve entidades u organismos que comprenden los que se conocen como la Comunidad de Inteligencia, el Consejo de Seguridad Nacional, la Agencia de Inteligencia de Defensa, la Agencia de Seguridad Nacional, la Inteligencia del Ejército, la Inteligencia de la Marina, la Inteligencia de la Fuerza Aérea, el Bureau de Inteligencia e Investigación del Departamento de Estado, la Comisión de Energía Atómica y el Bureau Federal de Investigación..."
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite Honorable Diputado?
Ha terminado el tiempo de su primer discurso. Puede continuar Su Señoría en el de su segundo discurso.
El señor JAQUE.-
"El Gobierno Invisible incluye también a otras muchas unidades y organismos..."
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Honorable Diputado, el Honorable señor Pareto le pide una interrupción.
El señor JAQUE.-
Al final, señor Presidente; no deseo perder el hilo de mi intervención.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
El Honorable señor Jaque no desea ser interrumpido.
Puede continuar Su Señoría.
El señor JAQUE.-
"El Gobierno Invisible incluye también otras muchas unidades y organismos, así como a individuos que exteriormente parecen ser parte normal del gobierno convencional. Abarca hasta firmas comerciales e instituciones que al parecer son privadas."
Más adelante agregan: "Para 1964, la red de inteligencia se había convertido en un aparato oculto masivo, que empleaba secretamente a unas 200 mil personas y gastaba varios miles de millones de dólares al año."
Y termino la cita del libro a que me he referido con estas palabras:
"Bajo ciertas condiciones, y sobre una base limitada y controlada, tales operaciones especiales pueden, algunas veces, resultar necesarias. Pero no pueden hacer se tan difíciles de manejar que resulten irreconciliables con la clase de sociedad que las emprende. Cuando ocurre esto, el resultado es un desastre".
Señor Presidente, la razón por la cual el imperialismo norteamericano constituye el principal obstáculo a nuestro progreso, privándonos de nuestras auténticas posibilidades de desarrollo, es el permanente estado de sometimiento económico en que nos mantiene ese país rector.
En efecto, la explotación de nuestras principales materias primas está en manos de capitales norteamericanos, y cada vez exigen mayores privilegios para sus grandes inversiones, succionando al mismo tiempo la economía nacional, al no retornar la totalidad de las divisas provenientes de nuestras exportaciones.
Muy fresco está entre nosotros el recuerdo de los famosos convenios del cobre, oportunidad en que se hicieron concesiones de todo orden: privilegios, garantías excepcionales, facilidades especiales en materia de reinversiones, en materia de retornos. Todas esas concesiones se hicieron, no me cabe la menor duda, por presión del Gobierno norteamericano.
El señor ARAVENA (don Jorge).-
¿Y con respecto a UNITAS qué puede decir Su Señoría?
El señor JAQUE.-
Los convenios sobre los créditos que nos otorga el Gobierno de Estados Unidos se hacen con cláusulas altamente lesivas para el interés patrimonial de Chile. En general, todo ello corresponde al proceso de una política que impide el desarrollo independiente de nuestro país al mantener amarrada nuestra economía a los intereses del imperialismo norteamericano.
Se ha llegado a tal extremo de subordinación, que el Gobierno de Chile ha tenido que aceptar la venta a Estados Unidos de 90 mil toneladas de cobre a 36 centavos de dólar la libra, cuando en el mercado de Londres se vendía a 60 ó 70 centavos ...
El señor MUGA.-
¿Y en cuánto vendieron el cobre durante el Gobierno de Juan Antonio Ríos?
El señor MORALES (don Carlos).-
¡Esos eran otros tiempos!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor JAQUE.-
No se pongan inquietos, Honorables colegas; Sus Señorías son antimperialistas y tendrán que solidarizar conmigo.
Otra manifestación de inaceptable subordinación la constituye el hecho de haberse incorporado a la Carta Fundamental de nuestro país, entre los preceptos relativos al derecho de propiedad, una disposición que establece un tratamiento profundamente discriminatorio y antinacional en contra de los chilenos. En efecto, para la gran propiedad minera, que fundamentalmente es extranjera, difícilmente opera la expropiación, bajo la vigencia de normas constitucionales tradicionales que la favorecen; pero, para las expropiaciones de otras formas de propiedad, específicamente de predios agrícolas, básicamente chilenos, rigen disposiciones más especiales que permiten al Estado expropiar a nivel constitucional, con mucha facilidad, bajo el sistema del pago diferido.
Esto lo señalo por vía de ejemplo, para expresar nuestra indignación por el sometimiento en que nos mantiene el gran país rector de Estados Unidos de Norteamérica. Recuerdo también, en esta oportunidad, que cuando se discutió la ley sobre reforma agraria, muchos democratacristianos estuvieron de acuerdo en la Comisión de Constitución del Senado, en declarar de dominio nacional las minas que sean patrimonio del Estado, con el objeto de terminar con el sistema actualmente vigente, y establecer otro en que el Estado sea dueño; de tal manera que los particulares sean simples concesionarios y actúen en tal calidad frente al Estado, que es soberano.
Pero, ¿qué ocurrió? Se rechazó esa disposición, que no tenía otro objeto que poner término a concesiones de tratamiento excepcional que permiten a estos caballeros ser dueños de grandes extensiones de nuestro territorio y pagar una exigua y miserable patente. Yo pregunto: ¿Esto es justo? ¿Es digno de un país democrático, que se precia de progresista y de avanzado en materia social, como el nuestro? Evidentemente que no.
A lo largo de la historia, la política de Estados Unidos ha estado destinada, implacablemente, a defender sus intereses, que no son ni pueden ser los nuestros. Y no lo digo yo. Lo voy a decir por boca de los grandes gobernantes que ese país ha tenido.
¿Qué dijo Washington, que jugó un papel fundamental en la independencia de esa nación?: "Es locura para una nación esperar ayuda desinteresada de otras".
¿Y el Secretario de EstadoJohn Foster Dulles?: "Los Estados Unidos no tienen amigos, tienen intereses."
¿Y el PresidenteWilson?: "Las concesiones obtenidas de los financieros deben ser salvaguardadas por los Ministros de Estado, aunque con ello se lesione la soberanía de las naciones que no aceptan este punto de vista."
Entonces, ¿dónde quedan todos los sistemas de derecho panamericano? ¿Dónde está el respeto a los pequeños países, al principio de autodeterminación y de no intervención de los pueblos? ¿Acaso no podemos levantar nuestra voz en los Parlamentos latinoamericanos para protestar y expresar nuestro repudio e indignación a toda esta política a que nos tiene sometido Estados Unidos?
Ahora, una nueva operación "Unitas". ¿Para qué? ¿Para entrenamiento militar?
Nada presagia un conflicto bélico entre países latinoamericanos. Se nos prepara para un conflicto extracontinental, que puede resultar de la lucha entre los dos centros políticos del mundo.
El Partido Radical aspira a la consecución de un sistema de relaciones entre los pueblos y los estados, basado en la igualdad y la justicia; propugna el ideal americanista sobre la base de una completa reciprocidad; respeta el principio fundamental de autodeterminación de los pueblos y de no intervención de terceros países, de tal manera que cada uno resuelva sobre su destino y busque por sí mismo la fórmula para el progreso, de acuerdo con las circunstancias económicas y sociales que le son propias.
Nuestro partido no acepta en silencio la política norteamericana que aparece bajo la advocación de elevados principios, que permanente y constantemente desconoce, en desmedro de los otros pueblos de América.
El Partido Radical aspira a crear un nuevo orden social y económico.
La necesidad y urgencia de nuestro desarrollo exigen la aplicación de una conducta política antimperialista, clara y definida, que se traduzca en hechos concretos de acción, usando los procedimientos democráticos, encaminados a terminar con nuestro dependencia política y económica.
En su declaración sobre Política Internacional, el partido expresa que: "En el plano iberoamericano, está convencido de que la Organización de Estados Americanos debe transformarse del mecanismo político, que es actualmente, en un instrumento efectivo de cooperación y fomento económico de estos pueblos para lograr el desarrollo acelerado a que se aspira.
"La integración económica y política de América Latina encuentra sus más sólidos fundamentos en un vasto emporio de bienes, un populoso mercado, una comunidad de idioma y una singular estirpe racial. Tal integración representa una anhelada meta del Partido Radical".
El año pasado, en presencia de otro proyecto sobre "Operación Unitas", la directiva Radical recomendó a sus parlamentarios abstenerse en la votación, pero ahora teniendo en vista el acuerdo último de la Convención Nacional, orientado a "realizar una firme acción antimperialista", y las consideraciones expuestas anteriormente, el Comité Ejecutivo Nacional dio orden a los Senadores y Diputados para que voten en contra de esta iniciativa que autoriza la realización de maniobras navales en aguas jurisdiccionales chilenas. . .
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite Honorable Diputado? Ha terminado el tiempo de su segundo discurso.
El señor JAQUE.-
Por las razones expuestas, los Diputados radicales votaremos en contra del proyecto en debate.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Pido la palabra.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro.
El señor PARETO.-
- ¿Me concede una interrupción, señor Ministro?
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
En un momento más, Honorable Diputado.
Señor Presidente, ha seguido con mucha atención el debate en relación con este Proyecto presentado por el Ejecutivo, que tiende a obtener del Congreso Nacional la autorizacicn para que fuerzas navales de Estados Unidos de norteamérica y del Perú, con sus respectivas dotaciones, tomen parte en aguas territoriales nuestras ; permanezcan o fondeen en puertos chilenos mientras duren los ejercicios junto con la Armada de Chile, y se permita la salida, de aguas territoriales chilenas, de cierto número de unidades de la. Armada Nacional.
Se ha manifestado que el Ejecutivo y el señor Diputado informante han expresado la mismo que en repetidas ocasiones se lia opinado en relación con estos ejercicios.
Creo que el Ejecutivo carece de la imaginación que se requiere para presentar "as cosas de manera distinta de lo que son. Naturalmente, las cosas son lo que son; no se puede inventar o querer que sean una cosa diferente de lo que son.
El señor AVECEDO.-
¿Me concede una interrupción, señor Ministro?
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Estos ejercicios combinados propuestos por la Armada Nacional.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite, señor Ministro?
El Honorable señor Acevedo le solicita una interrupción.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Dispongo sólo de pocos minutos para plantear los puntos de vista del Ejecutivo; en cambio, me parece, que los señores Diputados tan tenido tiempo suficiente para plantear los suyos.
El señor ACEVEDO.-
Esta materia hay que aclararla.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
El Honorable señor Acevedo puede contestar después mis observaciones. Por ahora no deseo ser interrumpido para poder expresar, por lo menos, algunos puntos de vista fundamentales sobre esta materia.
Como digo, estos son ejercicios navales propuestos por nuestra Armada Nacional. No se trata de un acto del Gobierno. Este asume la responsabilidad política de todos los actos que signifiquen la conducción de las relaciones internacionales y la defensa nacional; pero no cuando únicamente se trata de ejercicios, de técnicas navales, que son actos propios de nuestra Armada Nacional. Estos no son, pues, actos políticos que puedan ser juzgados o criticados por el Congreso, a pesar de las respetables opiniones de los señores parlamentarios que han participado en el debate, porque son actos propios de la Armada Nacional.
En seguida, y ya que esta tarde se ha hecho uso de muchas citas u opiniones, yo también, sin el ánimo de molestar, quiero abusar de la paciencia de los señores Diputados para referirme a una, que no proviene de personeros del Gobierno ni de parlamentarios de la Democracia Cristiana. El año pasado, al discutirse un proyecto similar al que ahora conoce la Cámara, el Honorable señor Camus, miembro del Partido Radical, en una intervención muy breve, al exponer el pensamiento de sus colegas respecto de este problema. . .
El señor JAQUE.-
¡Somos evolucionistas !
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡ Honorable señor Jaque!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
...coincidía en reconocer que se trataba de simples ejercicios navales, sin trascendencia política, porque no pueden tenerla, por las razones que voy a explicar más adelante.
El señor JAQUE.-
Nuestra última Convención no lo considera así ahora.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Honorable señor Jaque!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
¿Y qué decía el Honorable señor Camus? Textualmente: "Si este proyecto significará, por ejemplo, denunciar el criminal atentado que está realizando Estados Unidos en su guerra contra Vietnam; si esta sesión de la Honorable Cámara y este proyecto tuviera por objeto denunciar la histórica política de imperialismo realizada por Estados Unidos en todo el mundo; si este proyecto significara la posibilidad de denunciar la actitud militarista y de sometimiento que practican permanemente, los Estados Unidos de Norteamérica en los países de América Latina; si pudiéramos, en estos instantes, encarar la política de represión que en los distintos países de América Latina realizan los Estados Unidos, a través de movimientos destinados a imponer dictaduras militares, que significan corno se ha señalado en este debate un peligro permanente, incluso para la mantención de la paz y la integridad territorial de Chile, los Diputados de estos bancos no nos habríamos negado a prestarle nuestra aprobación. Ello nos habría permitido expresar nuestra protesta frente a esos hechos y desenmascarar esa actitud.
"Sin embargo, desde 1960, en que comenzaron a realizarse estos ejercicios llamados "Operaciones Unitas", cada vez que se han discutido proyectos de esta naturaleza, hemos planteado que ellos implican, exclusivamente, la posibilidad de que nuestra Armada obtenga el máximo de eficiencia al actuar en contacto con fuerzas que disponen de todos los adelantos técnicos, como un medio de asegurar la integridad de nuestro territorio y la defensa de nuestra soberanía.
"Por estas razones, votaremos favorablemente este proyecto."
El señor JAQUE.-
¿Y qué decía el Honorable señor Fernández?
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Mi propósito no es molestar a ningún señor Diputado, ni a ninguna tendencia política representada en esta Honorable Cámara, por las cuales guardo el más grande respecto, sino manifestar un criterio que a mí me parece claro y concluyente: el de que estamos en presencia de simples ejercicios de nuestra Armada, permitidos ininterrumpidamente desde 1960, aprobados sucesivamente por nuestro Congreso Nacional y sin alcance político alguno, como ha quedado demostrado por la práctica de los ejercicios y por la ninguna consecuencia política que de ellos se ha derivado.
El señor CADEMARTORI.-
¿Qué nos dice del Tratado de Río de Janeiro?
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ACEVEDO.-
Señor Presidente, solicito una interrupción.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Honorable señor Acevedo!
El señor ACEVEDO.-
Le vuelvo a pedir una interrupción.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
El señor Ministro no desea ser interrumpido. El Honorable señor Pareto también lo solicitó una interrupción y tampoco se la concedió.
Puede continuar el señor Ministro. El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).- Si quisiéramos seguir en todas sus consecuencias las argumentaciones que se han hecho esta tarde para concluir que los ejercicios combinados constituyen actos de naturaleza política, para ser lógicos con nuestros planteamientos, tendríamos que aceptar que aquí se infiere, en buenas cuentas, un agravio a nuestras Fuerzas Armadas, lo que en ningún momento quiero suponer en los señores parlamentarios. Pero las argumentaciones que se han hecho lógicamente llevan a pensar que nuestras Fuerzas Armadas están actuando políticamente al margen de los sentimientos del país, o que se está facilitando, como se ha dicho aquí, la intervención militar extranjera en nuestras prácticas, lo que no sería aceptado por el país.
Por eso debemos ser lógicos en nuestros planteamientos.
El señor CADEMARTORI.-
Así es, y el Gobierno es el responsable...
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Sí, señor Diputado; porque el Gobierno es responsable de sus actos por eso estoy dando estas explicaciones.
El señor CADEMARTORI.-
¿Por qué no habla del Tratado de Río de Janeiro?
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Honorable señor Cademártori!
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Ruego a los señores Diputados guardar silencio.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Honorable señor Héctor Valenzuela! ¡Honorable señor Acevedo!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Es muy curioso. Se piden explicaciones al Gobierno, y cuando el Gobierno quiere darlas se le interrumpe en una forma tal que se hace imposible hacerlo.
El señor CADEMARTORI.-
Porque está eludiendo las preguntas.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Honorable señor Cademártori!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
He escuchado con el mayor interés todas las opiniones que se han dado. Les atribuyo mucha importancia y no voy a eludirlas.
El señor CADEMARTORI.-
A ver; eso es lo que queremos.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
El Gobierno ha demostrado claramente cuál es su política internacional. El Honorable señor Cantero ha debido reconocer que ésta ha sido una política nueva, una política distinta. . .
El señor CANTERO.-
No lo he dicho.
El señor PARETO.-
Lo dijo en la Comisión.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
... que se ha expresado a través de diferentes actos. Porque una cosa son las palabras y otra los hechos reales.
Se ha reconocido aquí que este Gobierno ha abierto relaciones con las países socialistas.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
, Honorable señor Cantero, ya habló Su Señoría.
El señor CANTERO.-
Es que no he dicho eso.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Se ha reconocido también que este Gobierno ha tenido una actitud muy clara con respecto a algunos hechos ocurridos en nuestra América. . .
El señor CADEMARTORI.-
¿Cuáles?
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
. . . y muy concretamente, con respecto a uno a que aluden 'constantemente los sectores de Su Señoría: al de la República Dominicana.
El señor CADEMARTORI.-
¿Se refiere a la agresión norteamericana?
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Pero, ¡para qué seguir!
El Gobierno también ha expresado nítidamente que Chile forma parte de la comunidad americana. En este sentido, se han hecho esfuerzos muy concretos por nuestro país para expresar una política muy clara y definida a este respecto.
Está en vigencia el Tratado Interamericano de Río de Janeiro. No ha sido firmado por este Gobierno, pero el Gobierno lo reconoce como un acto del país.
El señor CADEMARTORI.-
Lo acepta.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Ese Tratado ha sido aceptado por un Gobierno legítimo del país, presidido por el Excelentísimo señor González Videla, y firmado, en el año 1947, por el Ministro de Relaciones Exterioresdon Germán Vergara Donoso, estando de Ministro de Relaciones Exteriores subrogantedon Alberto Baltra Cortés.
Pues bien, el Tratado de Río de Janeiro regula, en lo sustancial, las relaciones interamericanas y, al mismo tiempo, es un pacto en lo relativo a las agresiones extracontinentales. Pero su aplicación no significa las consecuencias que han tratado de derivar algunos señores Diputados. Quisiera también llamar la atención de la Honorable Cámara sobre esto: no se trata de que estas operaciones deriven directamente de este Tratado. Derivan indirectamente de él. No son una imposición establecida en él.
El señor ACEVEDO.-
¡Claro que sí!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
No, señor. Derivan, indirectamente, de él y del Pacto Militar, y también de acuerdos tomados por los Gobiernos de la época, debidamente autorizados, de conferencias navales.
El señor ACEVEDO.-
Se siguen manteniendo.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Se siguen manteniendo, porque la palabra del país es una y porque, aunque les duela a algunos, pertenecemos al sistema interamericano.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Pero es bueno decir algunas cosas.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡Señores Diputados, les ruego guardar silencio!
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Es bueno significar algunas cosas. Aquí se ha llegado a argumentar en forma tal, que pareciera que estas operaciones "Unitas" condujeran la política internacional del país o fueran a crear nuevos hechos en la política ínternacional, que realmente pudieran reemplazar incluso a la Fuerza Interamericana de Paz. Eso es un absurdo.
El señor ACEVEDO.-
Así se dijo. ..
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Por la palabra da los personeros autorizados de este Gobierno, manifestada en las conferencias internacionales, a que se ha ido, con la confianza del país, se sabe la opinión que le merece a Chile la Fuerza Interamericana de Paz. Esa opinión no ha cambiado, no ha variado; por el contrario, se mantiene.
En ese sentido, por muchas que fueran las explicaciones, argumentaciones o alcances que se quisieran dar, incluso suponiendo que estas operaciones derivaran del Tratado de Río de Janeiro, realmente, la situación por considerar es sumamente diferente. El artículo 20 del Tratado dice una cosa extraordinariamente clara, que pone a resguardo de cualquier situación que pudiera presentarse en este sentido y ser comparable a la que pudiera derivar de la vigencia de la Fuerza Interamericana de Paz. Dice el artículo 20: "Las decisiones que exigen la aplicación de las medidas mencionadas en el artículo 8° serán obligatorias para todos los Estados signatarios del presente Tratado que lo hayan ratificado, con la sola excepción de que ningún Estado estará obligado a emplear la fuerza armada sin su consentimiento."
O sea, estamos ante un hecho muy claro : ante el hecho de que Chile dispone de sus Fuerzas Armadas, de que en Chile el Presidente de la República señala la política internacional que debe seguirse y la política de defensa nacional que corresponde.
En estos ejercicios, lo que nos interesa es la conducta de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestra Armada, y cuál es el alcance que tienen estas tareas, para las cuales no se está pidiendo la autorización del Congreso, sino que para que entre al país un cierto número de tropas o de unidades navales extranjeras, para hacer los ejercicios que propone la Armada Nacional.
No me voy a referir a las ventajas que tienen estos ejercicios, porque han sido ya suficientemente explicadas a través de diversas publicaciones y en diversas oportunidades ante el Congreso Nacional. Creo que le interesa mucho al país, a un país marítimo como el nuestro, con larga costa que resguardar, tener una Armada suficientemente entrenada, con conocimiento de todos los medios, técnicos y tácticas modernos, para cumplir con la función esencial que señala la Constitución Política a nuestras Fuerzas Armadas: resguardar nuestra soberanía, nuestra integridad territorial.
Esa obligación es irrenunciable. Nosotros debemos meditar muy hondamente. ¿Vamos a permitir que nuestro país sea aislado, para darles el gusto a quienes quieren mantener algunos enunciados de esquemas doctrinarias o políticos? ¿O cree el país que es necesario contar con Fuerzas Armadas eficientes?
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite, señor Ministro? El Diputado señor Camus le pide una interrupción.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
Había concedido, con anterioridad, una interrupción al Honorable señor Pareto.
El señor PARETO.-
Señor Presidente, los partidos políticos han planteado, cada uno de ellos, su pensamiento frente a estas maniobras de la Armada Nacional con las de Perú y Estados Unidos. Lo han hecho el Partido Comunista, el Partido Socialista y el Partido Radical. Es conveniente que los Diputados de la Democracia Cristiana planteemos nuestras razones. Tenemos derecho a que nuestros puntos de vista se escuchen con el mismo respeto con que hemos escuchado a los sectores antagónicos a este proyecto de ley.
Aquí se ha hablado, reiteradamente, no de las maniobras que se realizarán este año, como se han estado realizando durante siete años, desde 1961 hasta ahora, sino de los Cuerpos de Paz, del precio del cobre, de la Fuerza Interamericana de Paz. Los colegas no se han referido, con
cretamente, a lo que significan, en toda su profundidad, estas maniobras de la Armada Nacional con la de los Estados Unidos.
Resulta extraño y paradójico que hoy día se manifiesten vehementemente en contra de ellas los Diputados radicales. MI Honorable colega señor Jaque decía recientemente: "¡ Alií está el discurso del Diputado Fernández del año pasado!'' Pero él se olvida de los discursos pronunciados por los Diputados radicales, durante todo el período anterior, a favor de las operaciones "Unitas", que en nada han cambiado la situación internacional. Ahí está el discurso del señor Hernán Leigh, ex Diputado radical, en que defendió apasionadamente las maniobras "Unitas" de 1963. Los Diputados radicales siempre votaron favorablemente estas maniobras...
El señor BASSO.
Era otra época. Las cosas han cambiado.
El señor PARETO.-
Para su conocimiento, lea este boletín.
Hablan varios señores Diputados a la ve.
El señor PARETO.-
Pues bien, estas maniobras, que se vienen realizando en Chile ininterrumpidamente, desde 1960 hasta ahora, han contado siempre con la anuencia y la voluntad de la mayoría de los sectores políticos representados en la Cámara.
Se ha hablado de Pacto Militar, la responsabilidad del cual no radica en el Partido Demócrata Cristiano, ni tampoco de este Gobierno, sino en otro. Gobierno que todo el país conoce.
Algunos sectores hablan mucho del Pacto Militar. Respetamos sus ideas, su mentalidad. Ellos creen en el mundo marxista. Nosotros, por lo menos, tenemos algunas dudas con respecto a los procedimientos con que el mundo marxisia lleva adelante su política. Pero, ¿Cuba ha desahuciado el Pacto Militar con los Estados Unidos? No, señores Diputados; aun lo mantiene vigente. ¿Acaso no es verídico que la base militar de Guantánamo aún se mantiene en la propia República de Cuba?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¡ Señor Cancero, le ruego guardar silencio ! ¡ Señor Acevedo !
El señor PARETO.-
Si ellos lo digo responsablemente, porque tengo respeto por las ideas están convencidos de su política, de su doctrina, y son consecuentes con su modo de proceder, no tienen por qué atribuirnos a nosotros concomitancia con el imperialismo norteamericano. Hemos sido muy claros y muy consecuentes. No pueden negar lo que ha hecho este Gobierno. Recuerdo las palabras dichas por el Honorable colega señor Cantero en la Comisión de Defensa, frente al señor Ministro. ¿Qué dijo él con respecto a la política internacional de nuestro país? Que la consideraba progresiva,. . .
El señor CANTERO.-
No, señor; la consideré negativamente.
El señor PARETO.-
...que constituía un paso hacia adelante, que ellos la aplaudían sin reservas. Porque no pueden negar que ha sido este Gobierno el que ha entablado relaciones diplomáticas con Rusia, con Polonia, con Checoslovaquia, con Hungría. Ha sido este Gobierno el que incluso ha suscrito tratados comerciales con Rusia.
¿Se nos puede acusar de ser anticomunistas profesionales, como otros lo fueron en épocas pasadas ? ¡ No! Somos consecuentes. Estamos respetando un tratado internacional que no compromete a un grupo político, sino a Chile y a todos los chilenos.
Se puede argumentar, se pueden dar veinte razones, se puede hablar de Vietnam, de Cuba y de muchas cosas; pero, eso sí, confío en que, a través del debate de este proyecto de ley, no se sugiera, ni siquiera pase por la mente de algún Diputado, que la Armada Nacional pudiera estar comprometida en asuntos de política internacional! El Comandante en Jefe de la Armada ha sido muy claro y muy rotundo al decir que estas maniobras no comprometen en absoluto la independencia de las Fuerzas Armadas chilenas y que, las relaciones internacionales, por mandato de la Constitución, que ellas respetan, están entregadas en manos del Presidente de Chile.
Por estas razones, porque somos consecuentes, porque creemos que estas maniobras son eminentemente profesionales y técnicas, porque favorecen los intereses de la Armada chilena, votaremos favorablemente este proyecto. ¡ Y que quede bien en claro que lo hacemos por la dignidad de la Armada de nuestro país!
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Puede continuar el señor Ministro.
El señor CARMONA (Ministro de Defensa Nacional).-
He concedido una interrupción al Honorable señor Momberg.
El señor MOMBERG.-
Señor Presidente, aunque el tiempo apremia, el Partido Nacional no puede quedar ausente en cuanto a fundar su voto favorable a un proyecto de esta naturaleza.
El señor CADEMARTORI.-
¡ Era que no!
El señor MOMBERG.-
Lo votaremos favorablemente por una razón bien sencilla. Siempre hemos declarado que somos antimperialistas. Pero el caso es que las Fuerzas Armadas de Chile tienen un compromiso con las de Estados Unidos, y, evidentemente, deben concretarse estas operaciones.
Además, en los momentos que está viviendo el país, sería inconveniente no aprobar este proyecto.
Por último, se trata de una operación pedida por una fuerza autónoma. Sería una ofensa para la Marina de Chile negarle la posibilidad de participar en estos ejercicios. ..
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
¿Me permite, señor Diputado, Ha llegado la hora de término de la sesión.
Cerrado el debate.
Se van a leer las indicaciones.
El señor CAÑAS (Secretario).-
Indicación de los señores Cantero y Acevedo para suprimir los cuatro incisos del artículo 1°. De los mismos señores Diputados para suprimir los artículos 2º y 3º.
El señor VALENZUELA VALDERRAMA (don Héctor).-
¡Qué poca imaginación! Va a quedar solamente el epígrafe.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Corresponde votar el proyecto en forma secreta.
Solicito el asentimiento unánime de la Sala para omitir la votación secreta.
El señor ACEVEDO.-
No, señor Presidente.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
No hay acuerdo.
Se llamará a votar a los señores Diputados.
Recién se ha hecho saber a la Mesa que habría unanimidad para omitir la votación secreta.
¿Habría acuerdo?
El señor ACUÑA.-
No hay acuerdo.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Hay oposición.
En votación secreta.
Efectuada la votación en forma secreta, por el sistema de balotas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 61 votos; por la negativa, 29 votos.
El señor LORCA, don Alfredo (Presidente).-
Aprobado en general el proyecto.
El proyecto volverá a la Comisión de Defensa Nacional para su segundo informe, y la Mesa citará a sesión para el próximo miércoles, a fin de discutirlo en particular.
Se levanta la sesión.
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